domingo, 25 de noviembre de 2018

IMÁGENES DE ESFERAS NAVIDEÑAS











































































EL CIRCO


El circo




Cuando yo era adolescente, en cierta oportunidad estaba con mi padre haciendo fila para comprar entradas para el circo. Al final, solo quedaba una familia entre la ventanilla y nosotros. Esta familia me impresionó mucho. Eran ocho chicos, todos probablemente menores de doce años. Se veía que no tenían mucho dinero.

La ropa que llevaban no era cara, pero estaban limpios. Los chicos eran bien educados, todos hacían bien la fila, de a dos detrás de los padres, tomados de la mano. Hablaban con excitación de los payasos, los elefantes y otros números que verían esa noche. Se notaba que nunca antes habían ido al circo. Prometía ser un hecho saliente en su vida.

El padre y la madre estaban al frente del grupo, de pie, orgullosos. La madre, de la mano de su marido, lo miraba como diciendo: "Eres mi caballero de brillante armadura". Él sonreía, henchido de orgullo y mirándola como si respondiera: "Tienes razón"

La empleada de la ventanilla preguntó al padre cuántas entradas quería. Él respondió con orgullo: "Por favor, deme ocho entradas para menores y dos de adultos, para poder traer a mi familia al circo." La empleada le indicó el precio. La mujer soltó la mano de su marido, ladeó su cabeza y el labio del hombre empezó a torcerse.

Este se acercó un poco más y preguntó: "¿Cuánto dijo?" La empleada volvió a repetirle el precio. ¿Cómo iba a darse vuelta y decirle a sus ocho hijos que no tenía suficiente dinero para llevarlos al circo?

Viendo lo que pasaba, papá puso la mano en el bolsillo, sacó un billete de veinte dólares y lo tiró al suelo (nosotros no éramos ricos en absoluto). Mi padre se agachó, recogió el billete, palmeó al hombre en el hombro y le dijo: "Disculpe, señor, se le cayó esto del bolsillo"

El hombre se dio cuenta de lo que pasaba. No había pedido limosna, pero sin duda apreciaba la ayuda en una situación desesperada, angustiosa e incómoda. Miró a mi padre directamente a los ojos, con sus dos manos le tomó la suya, apretó el billete de veinte dólares y con labios trémulos y una lágrima rodándole por la mejilla, replicó: "Gracias, gracias señor. Esto significa realmente mucho para mi familia y para mí"

Papá y yo volvimos a nuestro auto y regresamos a casa. Esa noche no fuimos al circo. Pero no nos fuimos sin nada...

Hechos 20:35  "Más bienaventurada cosa es dar que recibir"
Proverbios 19:17  "A Dios presta el que da al pobre, Y él le dará su paga"

CÓMO PREJUZGAMOS!


¡Cómo prejuzgamos!



Cuántas veces nos equivocamos al juzgar a los demás. No conocemos la realidad de las personas, con todas las circunstancias de su vida; y sin embargo las condenamos en nuestro interior porque quizás a primera vista nos han caído mal por un detalle sin importancia. Por prudencia no te dejes llevar de reacciones instintivas.

El doctor está examinando a un paciente y le dice:
— Usted debería haber venido a verme antes.
— Sí... bueno, en realidad fui a ver a un curandero.
— ¿Cómo? ¿Y qué estupidez le dijo ese curandero?
— Que viniese a verlo a usted… 

Jesús dijo “No juzguen y no serán juzgados”, y también “Felices los misericordiosos porque obtendrán misericordia”. El que critica es porque antes ha juzgado al prójimo. No juzgues porque no conoces la situación real de cada uno. Eso sólo lo sabe Dios. Júzgate en cambio a ti mismo: es lo más acertado, es el tiempo mejor empleado.



* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 25 DE NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
25 de Noviembre




A todos nos cuesta la aceptación no sólo de la cruz, sino aun de la idea de la cruz; sin embargo, la cruz seguirá nuestros pasos y no nos abandonará en toda nuestra vida. El término será ciertamente la gloria de la resurrección, pero a esa gloria deberá preceder indefectiblemente el dolor de la cruz; si ahora te hallas en la etapa de la cruz, que te consuele el pensamiento y la certeza de la resurrección y de la gloria.


P. Alfonso Milagro

PAPA FRANCISCO: JESÚS ES EL REY QUE DA SENTIDO NUEVO A LA VIDA


Jesús es el Rey “que da un sentido nuevo a la vida”, asegura el Papa Francisco
Redacción ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa



Durante el Ángelus celebrado este domingo 25 de noviembre, último domingo del año litúrgico y Solemnidad de Cristo Rey del Universo, el Papa Francisco afirmó que Jesús quiere convertirse en nuestro Rey, pero no en un Rey de este mundo, sino un Rey “que de un sentido nuevo a nuestra vida”.

“Un Rey que, con su palabra, con su ejemplo y con su vida inmolada en la Cruz, nos ha salvado de la muerte, ha indicado el camino al hombre perdido, ha dado luz nueva a nuestra existencia marcada por la duda, por el miedo y por la prueba de cada día”.

El Santo Padre insistió en que “no debemos olvidar que el reino de Jesús no es de este mundo. Él dará un sentido nuevo a nuestra vida, en ocasiones sometida a dura prueba también por nuestros errores y nuestros pecados”.

La única condición es “que no sigamos las lógicas del mundo y de sus ‘reyes’”.


El Pontífice realizó esta reflexión a partir del Evangelio de Juan correspondiente a este domingo, en el que se narra cómo Pilato juzga a Jesús después de que los soldados del Sanedrín lo detuvieran en Getsemaní.

El procurador romano le pregunta: “¿Eres tú el Rey de los judíos?”. En su respuesta, Jesús primero aclara que su Reino “no es de este mundo”, y después confirma: “Sí, como dices, soy Rey”.

Francisco explicó este misterioso pasaje evangélico: “Es evidente a lo largo de toda su vida que Jesús no tiene ambiciones políticas”. Prueba de ello es que “tras la multiplicación de los panes, la gente, entusiasmada por el milagro, quería proclamarlo rey para que derrotara al poder romana y restableciese el reino de Israel”.

“Pero, para Jesús, el Reino es otra cosa y no se alcanza con revueltas, con violencia y con la fuerza de las armas”. Por ese motivo, cuando el pueblo pretendió nombrarlo rey, “se retiró a la montaña a rezar”.

Es precisamente en esa concepción del Reino divino donde reside la explicación a la siguiente frase, también de difícil interpretación, que dice a Pilato: “Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos: pero mi Reino no es de aquí”.


De esta manera, “Jesús quiere hacer entender que por encima del poder político hay otro mucho más grande que no se obtiene con medios humanos. Él vino a la tierra para ejercer este poder, que es el amor, dando testimonio de la verdad”.

“Se trata de la verdad divina que, en definitiva, es el mensaje esencial del Evangelio: ‘Dios es amor’ y quiere establecer en el mundo su reino de amor, de justicia y de paz. Este es el Reino del que Jesús es Rey, y que se extiende hasta el final de los tiempos”.

Por el contrario, el Papa puso de relieve que “la historia enseña que los reinos fundados sobre el poder de las armas y sobre la prevaricación son frágiles y antes o después terminan quebrando. Pero el Reino de Dios se fundamenta sobre el amor y se radica en los corazones, ofreciendo a quien lo acoge paz, libertad y plenitud de vida”.

“Todos nosotros queremos, paz, queremos, libertad, queremos plenitud. ¿Cómo se consigue? Basta con que dejes que el amor de Dios se radique en el corazón y tendrán paz, libertad y plenitud”, concluyó el Papa.
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