jueves, 19 de julio de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 19 JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
19 julio



Jesús nos prohíbe el juicio temerario, que consiste en juzgar mal del prójimo sin el debido fundamento, porque sabe muy bien que somos naturalmente propensos a juzgar a los demás y a juzgarlos con excesiva severidad.

Juzgando severamente a nuestro prójimo, nos cerramos el camino de la misericordia de Dios.

Nunca tenemos derecho a juzgar mal a los demás, porque no conocemos su intimidad, su forma de pensar y sentir, sus motivaciones, ni su grado de responsabilidad en cada una de sus acciones; por otra parte es ridículo echar en cara a los demás sus faltas, cuando nosotros las tenemos quizá mayores.

Puede ser que veas que otros cometen faltas que tú no cometes; pero no por eso puedes enorgullecerte, ni te debes sentir autorizado para criticarlos y juzgarlos, ya que si no fuera por la gracia de Dios tú cometerías faltas peores.

El juicio de las intenciones humanas está reservado a Dios; el hombre no puede robarle a Dios lo que es exclusivo de la divinidad; por eso Jesús es tan taxativo: "No juzguen y no serán juzgados".



P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 18 JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
18 julio


Jesús nos manda amar a nuestros enemigos, pero no por razones humanas o naturales, sino amarlos porque Je´sus mismo los ama.

Eso supone que primeramente existe en ti un amor muy profundo y verdadero al mismo Jesús, por amor al cual deberás amar a tu prójimo, sea quien fuere y como fuere.

Examina tu conciencia y mira si tienes ese verdadero amor a Jesús y si tienes ese amor para con todos; así como Jesús tampoco te excluye a ti a pesar de tus pecados.


P. Alfonso Milagro


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 17 JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
17 julio


Jesús nos pide que seamos santos, y la santidad consiste en acercarse a Dios, en seguirlo, en pertenecerle consciente y deliberadamente, en imitarlo, en esforzarnos por ser como él es.


P. Alfonso Milagro

BUENOS DÍAS





lunes, 16 de julio de 2018

VIRGEN DEL CARMEN... RUEGA POR NOSOTROS!!




CAZADOR DE MONOS


Cazador de monos




Todo crecimiento va acompañado de renuncia, por ejemplo cuando nace el bebé, entre estridentes sollozos, y deja el tibio claustro materno. Renuncia, desapego, corte, que te proyectan a una nueva etapa de maduración, nuevos horizontes y realidades que plenificarán tu existencia. Es una ley de la vida y violarla significaría estancamiento y frustración. 

Conocedor de cuánto les gustan las cerezas a los monos, un cazador inventó un sencillo método para cazarlos: colocó una cereza en el interior de un frasco de vidrio y lo dejó abierto en la selva. Cuando llegó el primer mono, metió la mano en el recipiente, decidido a atrapar el apetitoso fruto. Instintivamente, cerró el puño con firmeza y observó, con tristeza, que no podría lograr su objetivo a pesar de su afán. La mano había quedado atascada por la boca del frasco, aunque con el fruto alcanzado. El cazador se acercó rápidamente al mono, lo ató, le dio un fuerte y preciso golpe en el codo y logró sacar la mano sin la cereza, preparada e intacta para una nueva víctima golosa.

A veces en la vida puede ocurrirte algo parecido. Por no soltar algunos apegos queridos, te quedas anclado en una etapa provisoria, debilitado y vulnerable ante cualquier mínimo temporal devastador. Una simple apertura de mano, un soltar oportuno, te acercará a nuevas metas, para seguir el plan de Dios sobre tu vida. Piénsalo y que te ayude a crecer.



* Enviado por el P. Natalio

NUNCA OLVIDES


Nunca olvides




Aquello que nos decimos a nosotros mismos afecta radicalmente la calidad de nuestras vidas y nuestra habilidad para hacer cosas efectivamente. Somos lo que pensamos. Si nuestro discurso interior es negativo, pues, somos eso: seres pesimistas, trabados en todo. Por el contrario, si nuestro discurso interior es positivo somos seres dinámicos, entusiastas, decididos.

Olvida los días nublados, pero no olvides tus horas de sol ni tus noches estrelladas. Olvida los momentos en que fuiste derrotado, pero no olvides las batallas que has ganado. Olvida los errores que no puedes cambiar, pero no olvides las lecciones que has aprendido ni las verdades atesoradas en tu experiencia. Olvida los días en que has estado solo y triste, pero no olvides las sonrisas que has encontrado y tantas que encontrarás. Olvida los planes que fallaron, pero nunca olvides que debes tener siempre un sueño.

La gente de pensamiento positivo, con metas para triunfar y salir adelante, va por la vida con frases llenas de aliento como éstas: “Todo va a salir bien. Nada es imposible. Tengo fe que todo saldrá a mi favor. La buena suerte siempre me acompaña. Hay que tener confianza. Hay que esforzarse”. Concéntrate, pues, en la cara esperanzadora de la existencia.



* Enviado por el P. Natalio

QUÉ ESCUCHA TU ALMA?


¿Qué escucha tu alma?
Son muchos los mensajes que intentan transmitir las canciones 


Por: José María Sosa | Fuente: New Fire 




La música va de copiloto en el carro, ameniza las horas que me encuentro frente a una computadora y, a veces, me susurra ideas al oído que luego transcribo, convirtiéndolas en historias. Pero, lo cierto es que siempre -o casi siempre- está ahí.

Es versátil, pues se adapta perfectamente a cualquier situación. Por ende, varía sus estilos conforme lo deseen mis oídos. Desde un jazz improvisado, pasando por un flamenco hondo y sentido, los clásicos vallenatos, las denominadas llaneritas o el reggaeton, todos son parte de mi playlist diario. Como verás, son muchos los mensajes que intentan transmitir las canciones y puede que alguno de ellos se aloje en mis pensamientos durante el día.


¡Comprobado!

Paola Bahamón, reconocida socióloga y poeta colombiana, dice:

    “…la música en general es un objeto simbólico, pero aquellas melodías con letra tienen una transmisión de discursos que son determinantes en la conformación de la personalidad, la identidad, la memoria y la visión del mundo que conforman los adolescentes y jóvenes…”

Cabe destacar que la música es una herramienta de implantación de valores y generadora de conductas. Por ello, tiene un alto impacto psicológico.

Ahora bien, ¿nuestros temas preferidos o las canciones que están de moda se reproducen solo en la mente? ¿Acaso pueden tocar también lo más profundo de nuestro ser?
Dime qué escuchas y te diré quién eres

Muchas veces nos encontramos en la ducha repitiendo como loros la letra de una canción, sin darnos cuenta de lo que realmente dice. Pareciera que pasamos por alto -en el caso del reggaeton- su lenguaje obsceno y la degradación constante hacia la mujer. Lo mismo ocurre con las frases de índole destructivo y violento que ofrece, por ejemplo, el heavy metal. De esta manera, somos transmisores de un mensaje que nos perjudica como individuos y al mismo tiempo, empobrece nuestro lenguaje, limitando nuestra capacidad de raciocinio.

Por el contrario, existen una infinidad de temas que denotan calidad en cada estrofa. Letras que cuentan historias y voces que no se olvidan. Géneros como el jazz y el flamenco se conciben desde la necesidad del artista por expresar sus sentimientos, transmitir pasiones, alegrías y desventuras a través de su voz e instrumentos. Aquí, la creatividad se hace presente, combinando sonidos y ritmos que dan forma a una auténtica obra de arte. Se puede decir entonces, que aportan valor agregado tanto al individuo como a la sociedad.

Lo que no sabemos o no nos damos cuenta es que las canciones pueden influenciar nuestro actuar y, en cierta forma, moldear el alma. Es decir, esta pasa a ser una especie de cofre que atesora todo aquello que depositamos dentro. Por consiguiente, deberíamos -sí, me incluyo- ampliar nuestro abanico musical y educar los oídos con piezas que nos nutren culturalmente, que transmiten armonía lírica y rítmica y que, en consecuencia, elevan el intelecto.

En mi caso, suelo acompañar cada momento del día con un estilo de música en particular. Por ejemplo: un buen flamenco para empezar la semana. Este se caracteriza por transmitir fuerza y sentimiento y me brinda el empuje necesario para arrancar a tope. A mitad de semana bajo un poco el tempo y el exquisito jazz entra en escena. Así pues, suelo escuchar temas con gran profundidad lírica que me inspiren a escribir historias (en este caso, las canciones de Jorge Drexler son ideales). Llegado el fin de semana, el vallenato y las llaneritas toman protagonismo, dando paso a música más tranquila como el reggae.

¿Y dónde quedó el reggaeton?, te preguntarás. Pues sí, admito que de vez en cuando se cuela en mi lista. Incluso, coincidiremos en que su ritmo es pegajoso y parece indispensable en las fiestas que organizan nuestros amigos. Ahora bien, si sabes que su mensaje va en contra de tus valores, no pierdas más el tiempo y escucha canciones que realmente aporten algo a tu vida.

Dicho todo esto, me gustaría hacerte una pregunta… ¿qué escucha tu alma?
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