jueves, 31 de mayo de 2018

10 COSAS QUE TODO CRISTIANO DEBE SABER DEL CORPUS CHRISTI


10 cosas que todo cristiano debe saber del Corpus Christi
Redacción ACI Prensa




A lo largo de los siglos, la Iglesia y los santos han animado a los fieles a amar la Eucaristía e incluso hay quienes han dado su vida por protegerla.

En la Solemnidad del “Corpus Christi” te presentamos 10 cosas que todo cristiano debe saber en torno a este gran milagro:

1. Jesús instituyó la Eucaristía

Jesús reunido con sus apóstoles en la Última Cena instituyó el sacramento de la Eucaristía: “Tomen y coman; esto es mi cuerpo…” (Mt, 26, 26-28). De esta manera hizo partícipes de su sacerdocio a los apóstoles y les mandó que hicieran lo mismo en memoria suya.

2. Eucaristía significa "Acción de gracias"

La palabra Eucaristía, derivada del griego εὐχαριστία (eucharistía), significa "Acción de gracias" y se aplica a este sacramento porque nuestro Señor dio gracias a su Padre cuando la instituyó. Además, porque el Santo Sacrificio de la Misa es el mejor medio de dar gracias a Dios por sus beneficios.


3. Cristo se encuentra de forma íntegra en el Sacramento del Altar

El Concilio de Trento (siglo XVI) define claramente: "En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía se contiene verdadera, real y sustancialmente el Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo, juntamente con su Alma y Divinidad. En realidad Cristo íntegramente". Asimismo, en el Derecho Canónico de la Iglesia ninguna otra festividad recibe tanta atención como la Solemnidad del Corpus Christi.

4. Los sucesores de los apóstoles convierten el pan y el vino en Cuerpo y Sangre de Cristo

En la Santa Misa, los obispos y sacerdotes convierten realmente el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo durante la consagración; el proceso es llamado Transubstanciación. La Solemnidad del Corpus Christi es una de las cinco ocasiones en el año en que un Obispo no puede estar fuera de su diócesis, salvo por una urgente y grave razón.

5. Se debe recibir la Eucaristía al menos una vez al año

La Comunión es recibir a Jesucristo sacramentado en la Eucaristía. La Iglesia manda comulgar al menos una vez al año, en estado de gracia, y recomienda la comunión frecuente. Es muy importante recibir la Primera Comunión cuando se llega al uso de razón, con la debida preparación.

6. Para comulgar se necesita del ayuno eucarístico y confesarse

El ayuno eucarístico consiste en abstenerse de tomar cualquier alimento o bebida, al menos desde una hora antes de la Sagrada Comunión, a excepción del agua y las medicinas. Los enfermos y sus asistentes pueden comulgar aunque hayan tomado algo en la hora inmediatamente anterior. El que comulga en pecado mortal comete un grave pecado llamado sacrilegio. El que desea comulgar y está en pecado mortal no puede recibir la Comunión sin haber acudido antes al sacramento de la Penitencia, pues no basta el acto de contrición.

7. Es Mandamiento de la Iglesia asistir a Misa domingos y días de precepto


Frecuentar la Santa Misa es un acto de amor a Dios que debe brotar naturalmente de cada cristiano. Es también obligatorio asistir los domingos y feriados religiosos de precepto, a menos que se esté impedido por una causa grave.

8. La Eucaristía es alimento espiritual para enfermos y agonizantes

La Eucaristía en el Sagrario es un signo por el cual Nuestro Señor está constantemente presente en medio de su pueblo y es alimento espiritual para enfermos y moribundos. Se le debe agradecimiento, adoración y devoción a la real presencia de Cristo reservado en el Santísimo Sacramento.

9. La fiesta del Corpus Christi se celebra el jueves posterior al domingo de la Santísima Trinidad

La Solemnidad del Corpus Christi fue establecida en 1246 por el Obispo Roberto de Thorete y a sugerencia de Santa Juliana de Mont Cornillon. Después del milagro eucarístico de Bolsena, a mediados del Siglo XIII, el Papa Urbano IV expandió esta celebración a toda la Iglesia Universal en 1264 con la bula “Transiturus”, fijándola para el jueves posterior al domingo de la Santísima Trinidad. El Pontífice encomendó a Santo Tomás de Aquino que compusiera un oficio litúrgico propio e himnos que se entonan hasta nuestros días.

10. También es posible celebrarla el domingo posterior a la Santísima Trinidad 

En el Vaticano, el Corpus Christi se celebra el jueves después de la Solemnidad de la Santísima Trinidad. Mientras que en varias diócesis se traslada al domingo posterior a la Santísima Trinidad por una cuestión pastoral. El Papa San Juan Pablo II fue quien llevó la procesión anual del Corpus Christi de la Plaza de San Pedro a las calles de Roma.

LAS PALABRAS DE LA VIRGEN MARÍA EN LA BIBLIA QUE CUESTIONAN AL MUNDO HOY


Las palabras de la Virgen María en la Biblia que cuestionan al mundo hoy

Anunciación / Crédito: Wikipedia - Bartolome Esteban Murillo (Dominio público)
Redacción ACI Prensa



En la Biblia se encuentra poco de lo que habló la Virgen María, pero cuando aparecen citadas sus palabras se puede apreciar que éstas no solo generan una reacción del Señor, sino que además cuestionan al mundo de hoy.

San Juan Pablo II nos ofreció una profunda reflexión sobre cada una de ellas.


La Anunciación (Lc. 1, 26-38)

Las primeras palabras de la Virgen son recogidas por San Lucas en su Evangelio. Estas son tomadas de aquel momento cuando el Ángel Gabriel visita a María y le manifiesta que concebirá a Jesús. Ella pregunta: “¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?” Y el mensajero divino, con paciencia, le explica la acción del Espíritu Santo.

“He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”, dijo María.

Sobre este pasaje, San Juan Pablo II escribe en la Redemptoris Mater, numeral 13, que la Madre de Dios “ha respondido, por tanto, con todo su ‘yo’ humano, femenino, y en esta respuesta de fe estaban contenidas una cooperación perfecta con ‘la gracia de Dios que previene y socorre’ y una disponibilidad perfecta a la acción del Espíritu Santo, que, ‘perfecciona constantemente la fe por medio de sus dones’”.


La visitación a su prima Santa Isabel (Lc 1, 39-56)
Visitación / Crédito: Wikipedia - Rafael Sanzio (Dominio público)

María, movida por la caridad, se pone al servicio de su anciana prima Isabel. En ese encuentro familiar, Isabel la felicita, mientras que la Virgen alaba a Dios y proclama una de las oraciones más excelsas del cristianismo inspirada en el Antiguo Testamento: el Magníficat.

“Proclama mi alma la grandeza del Señor; se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava…”.

“Con su visita a Isabel, María realiza el preludio de la misión de Jesús y, colaborando ya desde el comienzo de su maternidad en la obra redentora del Hijo, se transforma en el modelo de quienes en la Iglesia se ponen en camino para llevar la luz y la alegría de Cristo a los hombres de todos los lugares y de todos los tiempos” San Juan Pablo II, Audiencia General, 1996).


El Niño Jesús perdido y hallado en el templo (Lc. 2, 41 - 52)
Jesús en el Templo / Crédito: Wikipedia - James Tissot (Dominio público)

Cuando Jesús tenía doce años se quedó en Jerusalén y sus padres, al no encontrarlo en la caravana, regresan a buscarlo. Después de tres días lo hallaron en el templo dialogando con los doctores de la ley. En esta ocasión María le dice: “Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando”.

Jesús contestó que debía atender los asuntos de su Padre, sin embargo, la Virgen y San José no entendieron su respuesta.

San Juan Pablo II explica que “Jesús tenía conciencia de que ‘nadie conoce bien al Hijo sino el Padre’ (cf. Mt 11, 27). Tanto que aun aquella, a la cual había sido revelado más profundamente el misterio de su filiación divina, su Madre, vivía en la intimidad con este misterio sólo por medio de la fe. Hallándose al lado del hijo, bajo un mismo techo y ‘manteniendo fielmente la unión con su Hijo’, ‘avanzaba en la peregrinación de la fe’, como subraya el Concilio” (Redemptoris Mater, 17).


Bodas de Caná (Jn. 2, 1 - 11)
Bodas de Caná / Crédito: Wikipedia - Cornelis De Baellieur (Dominio público)

María, como toda buena madre, vivió preocupada porque no faltaran las cosas de la casa. Así sucedió también durante una boda realizada en Caná, en que alertó a su Hijo que los novios: “No tienen vino”.

Con la confianza de saber que Jesús ayudaría, adelantó la “hora” del Señor y dio un mensaje a los sirvientes, que en realidad, es para todos los creyentes: “Hagan lo que Él les diga”.

“En Caná, merced a la intercesión de María y a la obediencia de los criados, Jesús da comienzo a ‘su hora’. En Caná María aparece como la que cree en Jesús; su fe provoca la primera ‘señal’ y contribuye a suscitar la fe de los discípulos” (San Juan Pablo II, Redemptoris Mater, 21).

No hay más palabras de María en la Biblia, pero las que aparecen cobran especial sentido para cada generación y por eso San Juan Pablo II, en su visita del año 2000 a la Basílica de la Anunciación en Nazaret, expresó uno de sus mayores deseos.

“Pido a la Sagrada Familia que impulse a todos los cristianos a defender la familia contra las numerosas amenazas que se ciernen actualmente sobre su naturaleza, su estabilidad y su misión. A la Sagrada Familia encomiendo los esfuerzos de los cristianos y de todos los hombres de buena voluntad para defender la vida y promover el respeto a la dignidad de todo ser humano”, dijo.

FIESTA DE LA VISITACIÓN DE MARÍA A SANTA ISABEL, 31 MAYO

La Visitación
Fiesta Litúrgica, 31 de mayo


Por: P. Ángel Amo. | Fuente: Catholic.net 




Fiesta Litúrgica
Fiesta de la Visitación de la Bienaventurada Virgen María, con motivo de su viaje al encuentro de su prima Isabel, que estaba embarazada de un hijo en su ancianidad, y a la que saludó. Al encontrarse gozosas las dos futuras madres, el Redentor que venía al mundo santificó a su precursor, que aún estaba en el seno de Isabel, y al responder María al saludo de su prima, exultante de gozo en el Espíritu Santo, glorificó a Dios con el cántico de alabanza del Magníficat.


Después del anuncio del ángel, María se pone en camino (“de prisa” dice san Lucas) para ir a visitar a su parienta Isabel y prestarle un servicio. Uniéndose probablemente a una caravana de peregrinos que se dirigen a Jerusalén, atraviesa la Samaría y llega a Ain-Karim (en Judea), en donde vive la familia de Zacarías.

Es fácil imaginar los sentimientos que invadían su espíritu al meditar el misterio que le había anunciado el ángel. Son sentimientos de humilde agradecimiento con la grandeza y bondad de Dios, que María expresará en su encuentro con la prima con el himno del Magnificat, la expresión del amor jubiloso “que canta y alaba al amado” (san Bernardino de Siena): “Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija...”.

La presencia del Verbo encarnado en María es causa de gracia para Isabel, que, inspirada, descubre los grandes misterios que se han obrado en la joven prima, su dignidad de Madre de Dios, su fe en la palabra divina y la santificación del precursor, que salta de alegría en el seno de la madre. María se queda con Isabel haste el nacimiento de Juan Bautista, esperando probablemente ocho días más para el rito de la imposición del nombre. Aceptando este cómputo del período transcurrido con la parienta Isabel, la fiesta de la Visitación, de origen franciscano (los frailes Menores la celebraban ya en el 1263), se celebraba el 2 de julio, es decir, al final de la visita de María. Hubiera sido más lógico colocarlo después del 25 de marzo, fiesta de la Anunciación, pero se quiso evitar que cayera en el período cuaresmal.

Después el papa Urbano VI extendió la fiesta a toda la Iglesia latina para pedir por intercesión de María la paz y la unidad de los cristianos divididos por el gran cisma de Occidente. El sínodo de Basilea, en la sesión del 1 de julio de 1441, confirmó la festividad de la Visitación, que al principio no habían aceptado los Estados que estaban de parse del antipapa.

El actual calendario litúrgico, sin tener en cuenta la cronología según la narración evangélica, abandonó la fecha tradicional del 2 de julio (antiguamente la Visitación se conmemoraba también en otras fechas) y estableció la memoria para el último día de mayo.

IMÁGENES DE SAN JOSÉ MARELLO






EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 31 MAYO 2018


Lecturas de hoy Visitación de la Virgen María
 Hoy, jueves, 31 de mayo de 2018


Primera lectura
Lectura de la profecía de Sofonías (3,14-18):

Regocíjate, hija de Sión; grita de júbilo, Israel; alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás. Aquel día dirán a Jerusalén: «No temas, Sión, no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva. Él se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta.» Apartaré de ti la amenaza, el oprobio que pesa sobre ti.

Palabra de Dios


Salmo
Is 12,2-3.4bcd.5-6

R/. Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel

El Señor es mi Dios y salvador: 
confiaré y no temeré, 
porque mi fuerza y mi poder es el Señor, 
él fue mi salvación. 
Y sacaréis aguas con gozo 
de las fuentes de la salvación. R/. 

Dad gracias al Señor, 
invocad su nombre, 
contad a los pueblos sus hazañas, 
proclamad que su nombre es excelso. R/. 

Tañed para el Señor, que hizo proezas, 
anunciadlas a toda la tierra; 
gritad jubilosos, habitantes de Sión: 
«Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel.» R/.



Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,39-56):

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. 
Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.» 
María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.» 
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy jueves, 31 de mayo de 2018
 CR


Queridos amigas y amigos:

Hoy, al celebrar la fiesta de la Visitación de María, la liturgia nos propone meditar el relato lucano de la Visitación. Destaquemos en el pasaje evangélico tres detalles: el viaje, el diálogo y la bendición.

La espiritualidad del viaje.

María sale de su casa y emprende un viaje, metáfora de todos los viajes del alma y de la vida misma. Contemplemos la libertad de María. Tiene libertad para no aferrarse a su éxtasis contemplativo de Nazaret y marchar deprisa a Ain-Karem para ayudar y servir. En su viaje lleva consigo a Jesús en su corazón y en su seno. Orígenes designó este andar, grávida de Dios por los caminos del mundo, como imagen suprema de todo creyente: “Portare Verbum” (In Exodium 10,3). Es la misión de todo bautizado: Llevar a Aquel que nos lleva a la humanidad entera, siendo uno con Él. María, con su hijo en el seno, es al mismo tiempo una y también dos. Dos vidas distintas y al mismo tiempo inseparables. Unidad y distinción. “Quiero ser uno contigo” es la fórmula de extrema sobriedad y sugerencia con la que algunos monjes se entregan a Dios. Es también nuestro anhelo. En su última expresión, vida cristiana es ser una sola cosa con Él.

El Espíritu de la comunicación.

Al encontrarse, María e Isabel se comprenden antes de hablar. Las dos mujeres entraron en sintonía perfecta, en resonancia recíproca, como las dos cuerdas de un laúd. ¿Qué ocurrió allí? ¿Cómo pudieron entenderse antes de que las palabras se hicieran narración? Tal es el milagro de la comunión: Los otros nos permiten cruzar el umbral de sus secretos sólo si los miramos con ojos que renuncian a competir o a seducir, si nos hemos sacudido el polvo del orgullo y ofrecemos ternura sazonada. Así ocurrió con María e Isabel.  El Espíritu de fecundidad que ambas reconocen como gracia en su carne, se volvió en aquel momento Espíritu de comunicación, y el prolongado silencio de dos mujeres estalló en doble canto.

La casa de la bendición.

En el evangelio de Lucas las primeras palabras que se dicen mutuamente dos seres humanos son las que se intercambiaron María e Isabel. En este primer diálogo entre personas, la primera palabra de Isabel es una bendición: “Bendita tú entre las mujeres”. La bendición de Isabel se extiende a todas las hijas de Eva, a todas las madres del mundo, a toda la humanidad en femenino, a todos los fragmentos de María esparcidos por el mundo y que se llaman “mujer”.  Eso fue profecía. El primer paso para el encuentro con el misterio y con el corazón del otro es bendecir, poder decirle: “Tú eres una bendición de Dios para mí, tú eres un don de Dios”. Una casa donde no se bendicen unos a otros está destinada a la tristeza,… porque sus inquilinos tratarán de evitarse en lugar de sostenerse.

En este día somos invitados a la casa de María, a “recordarla”, a llevarla a lo más nuestro de nosotros, corazón con Corazón. Sea Ella siempre madre, maestra y modelo nuestro.

ORACIONES PARA EL PRIMER VIERNES DEL MES DE JUNIO, SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


PRIMER VIERNES DEL MES DE JUNIO
DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS



BREVE CONSIDERACIÓN.- Jesús a su confidente Margarita María de Alacoque: "Ven a reposar sobre mi Corazón, para sufrir en seguida con más valor... !Déjame hacer de ti lo que me plazca! Bebe y come en la mesa de mis delicias para ranimarte, pues te queda por andar todavía un camino largo y penoso, y durante esa travesía tendrás necesidad de tomar con frecuencia nuevo alimento y dulce descanso en mi Corazón, siempre abierto para ti".



ORACIÓN
ACTO DE PUREZA DE INTENCIÓN

Ofrézcome todo a Tí, !Oh Corazón de amor!, con intención de que mi vida y mis trabajos sean para honrarte y glorificarte en el tiempo y la eternidad! Yo te amo, Corazón amabilísimo, como el único digno de amor entre todos los corazones. ¡Oh, si pudiese el mío reducirse a cenizas por vehemencia, y haz que ponga en ejecución lo que más te agrade! !Oh fuente de puro amor! ¿Cómo no soy todo corazón para amarte y todo espíritu para adorarte? Concédeme que no pueda amar sino a Ti, que mi entendimiento sólo se ocupe de conocerte, mi voluntad en desearte, mi lengua en alabarte y mis manos en servirte, a fin de que pueda poseerte un día, sin recelo de perderte, enl a bienaventurada eternidad. Amén.

(De Santa Margarita María de Alacoque)



SEXTA PROMESA:
"Los pecadores encontrarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia".


(Recitemos las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús en gratitud a la promesa y para que se cumpla en nosotros...)

LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, ten piedad de nosotros.
R: Cristo, ten piedad de nosotros.
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, óyenos.
R: Cristo, óyenos.
V: Cristo, escúchanos.
R: Cristo, escúchanos.

V: Dios, Padre celestial,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Hijo, Redentor del mundo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Espíritu Santo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Trinidad Santa, un solo Dios,

R: ten piedad de nosotros.

V: Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
R: Ten piedad de nosotros.
V: Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el
seno de la Virgen María, R/.
Corazón de Jesús, unido substancialmente al
Verbo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, de majestad infinita, R/.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, R/.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor, R/.
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad, R/.
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, R/.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, R/.
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, R/.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, R/.
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros
de la sabiduría y la ciencia, R/.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud
de la divinidad, R/.
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus
complacencias, R/.
Corazón de Jesús, en cuya plenitud todos hemos recibido, R/.
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, R/.
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia, R/.
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan, R/.
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, R/.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, R/.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, R/.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, R/.
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, R/.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, R/.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, R/.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, R/.
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, R/.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren
y esperan, R/.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, R/.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: perdónanos, Señor.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: óyenos, Señor.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: ten piedad y misericordia de nosotros.
V: Jesús, manso y humilde de corazón,
R: haz nuestro corazón semejante al Tuyo.
V: Sagrado Corazón de Jesús,
R: en Vos confío.

V: Sagrado Corazón de María,
R: salvad el alma mía.

V: Jesús y María os quiero con toda mi alma,
R: salvad almas y salvad el alma mía.


UNA PALABRA DE MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE A SUS HERMANOS ASOCIADOS: "Cuando te encuentres en un abismo de ignorancias y de infidelidades...; cuando estés al borde de un abismo de ingratitud, de recelo y de temor..., id a sucumbir en el abismo de luz, de acción de gracias y de ternura del Corazón Divino de Jesús."

(UN PADRE NUESTRO Y AVEMARÍA POR LOS AGONIZANTES Y PECADORES)



ACTO DE CONSAGRACIÓN
SE SOR MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN

Amabilísimo Jesús, yo me consagro de nuevo y sin reserva a tu Divino Corazón. Te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos, mi alma con todas sus potencias y mi ser todo entero. Te consagro mis pensamientos, palabras, obras, todos mis sufrimientos y trabajos, todas mis esperanzas, consuelos y alegrías. Especialmente te consagro mi pobre corazón para que no ame sino a Ti y se consuma como víctima en las llamas de tu amor. Acepta, !oh Corazón divino!, el deseo que tengo de consolarte y de pertenecerte para simpre. Toma de tal manera posesión de mí, que yo no tenga otra libertad que la de amarte, ni otra vida que sufrir y morir por Ti. Pongo en Ti toda mi confianza, una confianza sin límites, y espero de tu misericordia infinita perdón de todos mis pecados. Deposito en tus manos todos mis intereses, principalmente el de mi salvación eterna.

Prometo amarte y honrarte hasta el último momento de mi vida, y ayudado de tu divina gracia, prometo propagar con celo ardiente el culto de tu Sacratísimo Corazón. !Oh divino Corazón de Jesús!, dispón de mí como te agrade, no quiero más recompensa que tu mayor gloria y tu santo amor. Concédeme la gracia de hacer mi morada en tu Sacratísimo Corazón; allí es donde quiero pasar los días de mi vida y exhalar mi último suspiro.

Haz también de mi  corazón tu morada y el lugar de tu reposo, para quedarnos así íntimamente unidos, hasta que un día pueda yo alabarte, amarte y poseerte por toda la eternidad y cantar para siempre las misericordias de tu dulcísimo Corazón. Amén


Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros (Tres veces)

Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.

San José, Ruega por nosotros.



Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.

MAYO, MES DE MARÍA, DÍA 31 - FIN DEL MES


Trigésimo primer día: Oraciones a la Santísima Virgen



Memorare

"Acordaos, oh, piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir, que ninguno de los que han acudido a vuestra protección implorando tu auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén."

Sub tuum

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa María Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, ante bien líbranos de todos los peligros, oh Virgen gloriosa y bendita.
Amén

El Padre Bernard, apodado el pobre sacerdote, era uno de los más fieles servidores de María. Creía deberle su conversión y su vocación al estado eclesiástico. La llamaba siempre su buena made. Había hecho imprimir en varios idiomas una oración de san Bernardo: el Memorare. Distribuyó durante su vida 200,000 ejemplares, y por medio de esta oración, operó una infinidad de cosas maravillosas.

Recitemos estas oraciones frecuentemente y con fervor, la Santísima Virgen nos tomará bajo su poderosa y maternal protección.

Consagración a la Santísima Virgen compuesta por san Luis Gonzaga

Virgen Santa, María, mi guía y mi Soberana, vengo a arrojarme en el seno de tu misericordia, y de poner desde ahora y para siempre mi alma y mi cuerpo bajo tu salvaguarda y bajo tu protección maternal. Te confío y pongo entre tus manos todas mis esperanzas y mis consuelos, todas mis penas y mis miserias, lo mismo que el curso y el fin de mi vida, para que, mediante tu intercesión y tus méritos, todas mis obras sean hechas según tu voluntad y con miras a complacer a tu divino Hijo.
Amén


Traducido del francés por José Gálvez para ACI Prensa

MAYO, MES DE MARÍA, DÍA 30


Trigésimo día: El Ave María, el Ángelus



Salutación angélica: Se llama Salutación angélica al Ave María, porque contiene el saludo del arcángel Gabriel a María. Esta bella oración  se convirtió en las costumbres de la vida cristiana, en casi inseparable del Padre Nuestro, que Nuestro señor nos enseñó y que por ese motivo llamamos Oración Dominical. La Salutación angélica tiene dos partes: la primera se compone de las palabras del ángel y las de santa Isabel a María. Según lo destaca Santo Tomás, no era la primera vez que un ángel había sido enviado a la tierra. Abrahán y los patriarcas habían recibido la visita de esos mensajeros celestes; pero los ángeles nunca se inclinaron delante de ellos, porque por su naturaleza, el ángel es superior al hombre. Cuando Gabriel se vio delante de María, portador del gran secreto de la encarnación, descubre en ella a la reina del cielo y de a tierra, y se inclina diciendo: Salve María, llena de gracia, el Señor está contigo, y bendita tú eres entre todas las mujeres”. Santa Isabel agregó en la visita que le hizo María: “Y bendito es el fruto de tu vientre”. La segunda parte de la salutación angélica fue compuesta por la Iglesia. María es llamada Madre de Dios, es el título que le concedió el concilio de Éfeso, cuando condenó la herejía de Nestorio. Se cree que fue san Cirilo de Alejandría, de acuerdo con el concilio que presidía, quien compuso la última parte de esta conmovedora oración: “Santa María, etc”.

Angelus: La Encarnación es don de Dios por excelencia. La Iglesia, para reconocer y celebrar esta bendición, estableció una fiesta que es la de la Anunciación. Pero también hizo más, estableció una voz que recuerda sin cesar al mundo el mensaje del ángel, la humildad de María y el abajamiento del Verbo. Es la voz de la campana, que ha recibido esta bella y dulce misión. Los tres Ángelus de cada día serán la expresión del reconocimiento y del amor del hombre hacia la Santísima Trinidad; y los nueve golpes de la campana nos conducirán a la misteriosa invitación de nueve coros angélicos, que se unen a nosotros para adorar al Verbo encarnado en María.

Ejemplo

En Alemania, un culpable, condenado a la pena de decapitación no quería escuchar hablar de la confesión. Un padre jesuita empleó todos los medios para convertirlo; le rogó, le lloró, se arrojó a sus pies; pero viendo que perdía su tiempo, le dijo: recitemos juntos el Ave María. Una vez que el criminal lo hizo, cayeron abundantes lágrimas de sus ojos; se confesó, penetrado de dolor, no quiso morir sin abrazar estrechamente la imagen de María

Santa Germaine, recitaba el Ángelus con una fidelidad verdaderamente destacable. Al primer golpe de la campana, se ponía de rodillas, donde se encontrara; se la vio arrodillar, a menudo en medio de la nieve y del barro, sin perder el tiempo en buscar un lugar mejor, y si la campana se hacía oír cuando atravesaba el arrollo que baña el territorio de Pibrac, sin dudarlo, se ponía de rodillas en el agua y hacía su oración.


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

MAYO, MES DE MARÍA, DÍA 29


Vigésimo noveno día: Explicación de las letanías



Agnus Dei qui tollis percata mundi

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Ahora bien, Jesucristo es el verdadero Cordero que ha sido inmolado por los pecados del mundo; porque todos los sacrificios y las oblaciones de la antigua ley eran insuficientes para borrar los pecados, tal como lo explicó el Apóstol en su Epístola a los Hebreos, capítulo X, diciendo: es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quiten los pecados, hacía falta otra víctima: era necesario que un Dios reparara el ultraje que el pecado había hecho a Dios. Por eso, san Pablo, en la Epístola antes citada, escribió que el Hijo de Dios, al entrar a este mundo dio a su divino Padre: No quieres hostia ni oblación, pero me formaste un cuerpo; para hacernos comprender que Jesucristo era la única víctima digna de agradar a Dios y de reconciliarnos con Él.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.

Agnus Dei qui tollis percata mundi

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Sabemos que san Juan, en su Apocalipsis, capítulo V, siendo raptado en espíritu, vi un cordero como degollado, en medio de un trono, rodeado de cuatro animales y de veiticutaro ancianos que se prosternaban delante de él, y que millares de ángeles decían en alta voz. El Cordero que ha sido degollado es digno de recibir poder, divinidad, sabiduría, fuerza, honor, gloria y Ahora bien, este cordero designaba a Jesucristo que es el Cordero de bendición. Dios, degollado desde el comienzo del mundo.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor.

Agnus Dei qui tollis percata mundi

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Leemos en el capítulo XV del Apocalipsis que san Juan vio siete ángeles que sostenían siete copas de oro llenas de la cólera de Dios, listos a derramarlas sobre la tierra. Ahora bien, se ha representado la última imagen de esos siete ángeles cerca del Cordero de Dios, para significar que Jesucristo, siendo el Cordero de Dios inmolado por los pecados del mundo, satisfizo la venganza divina y que las plagas de la cólera de Dios que encerraban las siete copas han sido desviadas de la superficie de la tierra por el mérito de la efusión de su preciosa Sangre.

Ejemplo

San Juan Nepomuceno, vino al mundo en un estado desesperado, y no debió la conservación de su vida sino a la protección de la Santísima Virgen, que era invocada por sus piadosos padres en la iglesia de un monasterio vecino. Este primer favor de María era un feliz presagio para el porvenir: le siguieron la piedad, el celo, la habilidad en la conducción de almas. Juan, por su lado, se mostró digno de las bondades  de su divina benefactora, por su viva gratitud y por su confianza filial, que le testimonió frecuentemente, pero sobre todo en la circunstancia gloriosa que lo hizo célebre para siempre. Urgido por el cruel Wenceslao para que revelara la confesión de la emperatriz, su esposa, y entregado por su negativa, al verdugo, recurrió a María y no dejó de invocar su santo nombre junto al de su divino Hijo mientras se le atormentaba. Salió vencedor de esta primera prueba, pero previendo que su perseguidor no se detendría ahí, redobló su fervor hacia la Santísima Virgen y se preparó para el martirio, que en efecto tuvo la dicha de sufrir la noche siguiente.

Dirijámonos a Jesús, por la intercesión de María y obtendremos el perdón de nuestros pecados.


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 31 MAYO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
31 mayo



Seguir a Jesús quiere decir: despojarse de ti mismo, no solamente de tus cosas superfluas, que te obstaculizan y te impiden serle fiel a él, sino despojarte de tu soberbia y egoísmo, de tu amor a la comodidad y el lujo, de tu amor a la comodidad y el lujo, de tu inclinación a la pereza o a la diversión; despojarte de ti mismo, es decir: quedar verdaderamente pobre de ti mismo de tal suerte que te reconozcas necesitado de Dios.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 30 MAYO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
30 mayo


Jesús enseñaba en todas partes no se reservaba para sí la doctrina del Padre, sino que la repartía con generosidad sobre los que querían escucharla; hoy también hay quienes quieren escuchar la Palabra del Señor, quienes tienen su corazón inclinado a escuchar, para recibir, meditar y cumplir la Palabra de Dios; pero hay también quienes rehúsan pertinazmente abrir su corazón a la Palabra y a los valores del Reino, que son los que transmite el mensaje de la salvación, proclamando por Jesús en su Evangelio.

Tú debes imitar a los discípulos de Jesús, seguir a Jesús adondequiera que vaya, acompañarlo.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 29 MAYO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
29 mayo



Dios llama a quien quiere; ninguna profesión es obstáculo para ejercer el apostolado; Dios no mira la vida pasada, no exige más que la correspondencia a su llamamiento.

Jesucristo no se rige, al escoger a sus apóstoles, por miras humanas; parece, por el contrario, que tiene interés en rectificar nuestro criterio. Nos indica con ello que el apostolado es obra exclusivamente suya y él da su gracia a quien quiere; de ahí que no tengamos ninguna razón para envanecernos, pues el mérito en nuestra elección no radica en nosotros, sino en su infinita liberalidad.


P. Alfonso Milagro

BIENVENIDOS





lunes, 28 de mayo de 2018

LAS PERSONAS SON REGALOS


Las personas son regalos



Las personas son regalos que la vida me ha dado. Y como todos los regalos, llegan envueltas. Algunas vienen envueltas en forma muy bella, otras de una manera menos atractiva, y otras cerradas con gran rigidez. Algunas llegan maltratadas, pero otras llegan como "Entrega Especial". Pero la envoltura no es el regalo y es importante darse cuenta de esto, ya que es muy fácil equivocarse y juzgar el contenido por el estuche.

A veces el regalo se abre con facilidad; otras veces se necesita la ayuda de otras personas. Tal vez porque tienen miedo, quizá antes fueron heridas y no quieren ser lastimadas de nuevo. Pudo ser que alguna vez se abrieron y fueron desechadas. Quizá ahora se sienten más bien como "cosas", que como seres humanos.

Yo soy una persona. Como todas las demás personas, también soy un regalo. Poseo una bondad que es sólo mía, y sin embargo, algunas veces tengo miedo de mirar dentro de mi envoltura. Tal vez temo decepcionarme, quizá no confío en lo que llevo dentro, o puede ser que en realidad nunca he aceptado el regalo que soy.

Cada encuentro y comunicación entre personas es un intercambio de regalos. Mi regalo soy yo, tú eres tu regalo. Somos obsequios de Dios, unos para otros.

Es difícil pensar que aquel que me ha lastimado, es también un regalo de Dios. Pero si vemos la ofensa como una envoltura maltratada y no nos quedamos con ella, seguramente encontraremos un hermoso regalo, pues de cada suceso Dios nos tiene una enseñanza para crecer en su amor y en nuestra fe.

Nosotros mismos podemos tener una envoltura maltratada por el tiempo o las circunstancias, pero lo que llevamos dentro siempre será hermoso, pues quien lo puso ahí es nuestro Creador. Sólo tenemos que ver hacia adentro y estar listos para darnos. Descubre en tu interior todos los dones con los que El Señor te conformó y sé el digno regalo para los que te necesitamos.

ESPERANDO LA FUTURA GLORIA


Esperando la futura gloria




El túnel más largo y oscuro se hace un camino llevadero, cuando sabes que al final te aguarda una salida hacia la luz. Las arenas ardientes del desierto se superan, cuando peregrinas sobre ellas con la esperanza segura de alcanzar el oasis reparador. La oración responsorial de hoy —de los salmos 31 y 36— reavivará tu esperanza.

V. ¡Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles!
R. ¡Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles!
V. Se nutren de lo sabroso de tu casa, les das a beber del torrente de tus delicias.
R. Lo reservas para tus fieles.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. ¡Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles!

Todo sufrimiento se hace más soportable, si lo vives mirando hacia el futuro, con la seguridad de que un día dejarás de padecer. Mejor aún si puedes vivir la esperanza mayor, la que llega más allá del tiempo, y supera el dolor de la última pérdida, la muerte, con la promesa de una Vida Plena. “Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor”.


* Enviado por el P. Natalio

MAYO, MES DE MARÍA, DÍA 28


Vigésimo octavo día: Explicación de las letanías



Regina Sacratissimi Rosarii

Reina del Santo Rosario. El Rosario es una cierta fórmula de oraciones en la cual distinguimos quince decenas de salutaciones angélicas, entremezcladas con oraciones dominicales. En cada una de esas decenas meditamos sobre los misterios. Estos misterios son en total quince, conformados en tres series: cinco misterios gozosos que son: 1) La Encarnación, la Visitación de la Santísima Virgen, la Natividad de Nuestro señor, La Presentación en el Templo y  el Encuentro de Jesús en medio de los Doctores 2) Cinco misterios dolorosos que son, el sudor de sangre en el Huerto de los Olivos, al Flagelación, la Coronación de espinas, Jesús cargado con la cruz y la Crucifixión. 3) Cinco misterios gloriosos que son: La Resurrección, la Ascensión, La venida del espíritu santo Paráclito, La Asunción de la Santísimima Virgen y su Coronación como reina de cielos y tierra. Se puede dividir el rosario en tres series de quince decenas cada uno, y en ese caso, se tiene cuidado de tomar alternativamente por asunto de meditación las tres series de  misterios.

El Termino rosario significa corona de rosas. Era costumbre en oriente ofrecer coronas de rosas a las personas  que se proponía honrar, y los cristianos de complacían en ofrecer estos presentes a la Santísima Virgen y a los Santos. San Gregorio Nacianceno sustituyó la corona material de rosas por una corona espiritual. Santa Brígida, en el siglo siguiente, tuvo la idea de poner esta corona al alcance de todos, haciéndola componer de las oraciones más ordinarias de la Iglesia. Pero el uso de recitar quince Pater y quince Ave María, se remonta a Santo Domingo.

Ejemplo.

San Carlo Borromeo tenía la más viva y la más tierna devoción por la Santísima Virgen, que recitaba todos los días, de rodillas el rosario y el oficio de esta Gloriosa Virgen; ayunaba, además, con pan y agua, en las vísperas de Nuestra Señora. Nadie fue más exacto que él en saludarla a la indicación de la campana; porque si se encontraba en la calle, aunque estuviese cubierta de barro, no dejaba de ponerse de rodillas cuando la campana advertía que era hora de recitar el Ángelus. Quiso tener en su catedral una capilla y una cofradía del Rosario. Mandaba hacer, además, todos los primeros domingos del mes una procesión solemne, en la que se trasladaba con mucha pompa una pintura de la Santísima Virgen; quiso que fuese la protectora de todas las fundaciones que hizo; ordenó que en toda su diócesis se honrara, con gestos de respeto, el sagrado nombre de María, ni bien se le escuchara pronunciar; hizo colocar en todas las portadas de todas las Iglesias parroquiales de su jurisdicción una imagen de la Madre de Dios, para hacer comprender al pueblo que no se puede entrar al templo de la gloria eterna sin el favor de aquella a la que la Iglesia llama puerta del cielo.

Rezando el Rosario, pensamos en los misterios del Rosario


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa
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