miércoles, 14 de febrero de 2018

HOY 14 DE FEBRERO ES MIÉRCOLES DE CENIZA, LA IGLESIA CATÓLICA COMIENZA LA CUARESMA


Hoy 14 de febrero es Miércoles de Ceniza: La Iglesia Católica comienza la Cuaresma
Redacción ACI Prensa




La Iglesia Católica inicia hoy, con el Miércoles de Ceniza, el tiempo litúrgico de la Cuaresma en el que, durante 40 días y a través de la vivencia del ayuno, la oración y la limosna, los fieles se preparan para la Semana Santa en la que se actualizan los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.

En este tiempo los fieles están llamados a trabajar de manera especial en la conversión personal, exhortación que durante la imposición de las cenizas expresa el celebrante con las palabras: "Convertíos y creed en el Evangelio".

Asimismo, con la expresión "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás" se recuerda la caducidad y fragilidad de la vida humana en la que la muerte es un destino inevitable.

En la Roma antigua, los fieles comenzaban con una penitencia pública el primer día de Cuaresma en el que eran salpicados de cenizas, se vestían con un sayal y estaban obligados a mantenerse alejados hasta que se reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo.

Cuando estas prácticas cayeron en desuso entre los siglos VIII y X se comenzó a colocar las cenizas en las cabezas de todos los miembros de la congregación.

Actualmente los fieles son marcados con una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos anterior.


Más información en Miércoles de Ceniza 

EL COMIENZO DE LA CUARESMA 2018


El comienzo de la Cuaresma
Cuaresma. Miércoles de ceniza. Si busco a Dios, es el momento para caminar, para buscarlo, para encontrarlo y purificar mi corazón.


Por: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net 




Miércoles de Ceniza
Hoy empezamos la Cuaresma a través de la imposición de las cenizas, un símbolo que es muy conocido para todos. La ceniza no es un símbolo de muerte que indica que ya no hay vida ni posibilidad de que la haya. Nosotros la vamos a imponer sobre nuestras cabezas pero no con un sentido negativo u oscuro de la vida, pues el cristiano debe ver su vida positivamente. La ceniza se convierte para nosotros al mismo tiempo en un motivo de esperanza y superación. La Cuaresma es un camino, y las cenizas sobre nuestras cabezas son el inicio de ese camino. El momento en el cual cada uno de nosotros empieza a entrar en su corazón y comienza a caminar hacia la Pascua, el encuentro pleno con Cristo.

Jesucristo nos habla en el Evangelio de algunas actitudes que podemos tener ante la vida y ante las cosas que hacemos. Cristo nos habla de cómo, cuando oramos, hacemos limosna, hacemos el bien o ayudamos a los demás, podríamos estar buscándonos a nosotros mismos, cuando lo que tendríamos que hacer es no buscarnos a nosotros mismos ni buscar lo que los hombres digan, sino entrar en nuestro interior: “Y allá tu Padre que ve en lo secreto te recompensará.”

Es Dios en nuestro corazón quien nos va a recompensar; no son los hombres, ni sus juicios, ni sus opiniones, ni lo que puedan o dejen de pensar respecto a nosotros; es Nuestro Padre que ve en lo secreto quien nos va a recompensar. Que difícil es esto para nosotros que vivimos en una sociedad en la cual la apariencia es lo que cuenta y la fama es lo que vale.
Cristo, cuando nosotros nos imponemos la ceniza en la cabeza nos dice: “Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres; de lo contrario no tendrán recompensa con su Padre Celestial”. ¿Qué recompensa busco yo en la vida?

La Cuaresma es una pregunta que entra en nuestro corazón para cuestionarnos precisamente esto: ¿Estoy buscando a Dios, buscando la gloria humana, estoy buscando la comprensión de los demás? ¿A quién estoy buscando?

La señal de penitencia que es la ceniza en la cabeza, se convierte para nosotros en una pregunta: ¿A quién estamos buscando? Una pregunta que tenemos que atrevernos a hacer en este camino que son los días de preparación para la Pascua; la ceniza cae sobre nuestras cabezas, pero ¿cae sobre nuestro corazón?

Esta pregunta se convierte en un impulso, en un dinamismo, en un empuje para que nuestra vida se atreva a encontrarse a sí misma y empiece a dar valor a lo que vale, dar peso a lo que tiene.

Este es el tiempo, el momento de la salvación, nos decía San Pablo. Hoy empieza un período que termina en la Pascua: La Cuaresma, el día de salvación, el día en el cual nosotros vamos a buscar dentro de nuestro corazón y a preguntarnos ¿a quién estamos buscando? Y la ceniza nos dice: quita todo y quédate con lo que vale, con lo fundamental; quédate con lo único que llena la vida de sentido. Tu Padre que ve en lo secreto, sólo Él te va a recompensar.

La Cuaresma es un camino que todo hombre y toda mujer tenemos que recorrer, no lo podemos eludir y de una forma u otra lo tenemos que caminar. Tenemos que aprender a entrar en nuestro corazón, purificarlo y cuestionarnos sobre a quién estamos buscando.

Este es le sentido de la ceniza en la cabeza; no es un rito mágico, una costumbre o una tradición. ¿De qué nos serviría manchar nuestra frente de negro si nuestro corazón no se preguntara si realmente a quien estamos buscando es a Dios? Si busco a Dios, esta Cuaresma es el momento para caminar, para buscarlo, para encontrarlo y purificar nuestro corazón.

El camino de Cuaresma va a ser purificar el corazón, quitar de él todo lo que nos aparta de Dios, todo aquello que nos hace más incomprensivos con los demás, quitar todos nuestros miedos y todas las raíces que nos impiden apegarnos a Dios y que nos hacen apegarnos a nosotros mismos. ¿Estamos dispuestos a purificar y cuestionar nuestro corazón? ¿Estamos dispuestos a encontrarnos con Nuestro Padre en nuestro interior?

Este es el significado del rito que vamos hacer dentro de unos momentos: purificar el corazón, dar valor a lo que vale y entrar dentro de nosotros mismos. Si así lo hacemos, entonces la Cuaresma que empezaremos hoy de una forma solemne, tan solemne como es el hecho de que hoy guardamos ayuno y abstinencia (para que el hambre física nos recuerde la importancia del hambre de Dios), se convertirá verdaderamente en un camino hacia Dios.

Este ha de ser el dinamismo que nos haga caminar durante la Cuaresma: hacer de las mortificaciones propias de la Cuaresma como son lo ayunos, las vigilias y demás sacrificios que podamos hacer, un recuerdo de lo que tiene que tener la persona humana, no es simplemente un hambre física sino el hambre de Dios en nuestros corazones, la sed de la vida de Dios que tiene que haber en nuestra alma, la búsqueda de Dios que tiene haber en cada instante de nuestra alma.

Que éste sea el fin de nuestro camino: tener hambre de Dios, buscarlo en lo profundo de nosotros mismos con gran sencillez. Y que al mismo tiempo, esa búsqueda y esa interiorización, se conviertan en una purificación de nuestra vida, de nuestro criterio y de nuestros comportamientos así como en un sano cuestionamiento de nuestra existencia. Permitamos que la Cuaresma entre en nuestra vida, que la ceniza llegue a nuestro corazón y que la penitencia transforme nuestras almas en almas auténticamente dispuestas a encontrarse con el Señor.

PAPA FRANCISCO LLAMA A LA RECONCILIACIÓN EN CUARESMA


El Papa llama a la reconciliación en Cuaresma, aunque resulte difícil perdonar
Redacción ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




En un mensaje hecho público con motivo de la Campaña de Fraternidad 2018, promovida por la Conferencia Episcopal de Brasil, el Papa Francisco invita a perdonar y a dejarse perdonar durante la Cuaresma, aunque resulte difícil, porque es la única forma de alcanzar la paz.

“¡Qué difícil resulta a veces perdonar! Y, sin embargo, el perdón es el instrumento colocado en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad del corazón, la paz”.

“Dejar de lado el resentimiento, la rabia, la violencia y la venganza son condiciones necesarias para vivir como hermanos y hermanas y superar la violencia”, dice en el mensaje dirigido al Cardenal Sérgio da Rocha, Arzobispo de Brasilia y Presidente de la Conferencia Episcopal de Brasil.

El Pontífice afirma en el mensaje que “en este tiempo cuaresmal, de buen grado me uno a la Iglesia en Brasil para celebrar la campaña ‘Fraternidad y superación de la violencia’, cuyo objetivo es construir la fraternidad, promoviendo la cultura de la paz, de la reconciliación y de la justicia, a la luz de la Palabra de Dios, como camino de superación de la violencia”.

De esta manera, “la Campaña de Fraternidad de 2018 nos invita a reconocer la violencia en tantos ámbitos y manifestaciones y, con confianza, fe y esperanza, superarla mediante el camino del amor visibilizado en Jesús Crucificado”.

“Jesús vino para darnos la vida plena”, recuerda el Santo Padre. “En la medida en que Él está en medio de nosotros, la vida se convierte en un espacio de fraternidad, de justicia, de paz, de dignidad para todos”.

Así, “este tiempo penitencial, donde estamos llamados a vivir la práctica del ayuno, de la oración y de la limosna, nos hace percibir que todos somos hermanos. Dejemos que el amor de Dios se vuelva visible entre nosotros, en nuestras familias, en las comunidades, en la sociedad”.

“Ahora es el momento favorable –continúa–, ahora es el día de la salvación que nos trae la gracia del perdón recibido u otorgado. El perdón de las ofensas es la expresión más elocuente del amor misericordioso y, para nosotros cristianos, es un imperativo del que no podemos prescindir”.

Además, invita a que “seamos protagonistas de la superación de la violencia haciéndonos heraldos y constructores de la paz. Una paz que es fruto del desarrollo integral de todos, una paz que nace de una nueva relación, también con todas las criaturas. La paz se teje en el día a día con paciencia y misericordia, en el seno de la familia, en la dinámica de la comunidad, en las relaciones de trabajo, en las relaciones con la naturaleza”.

Se trata de realizar “pequeños gestos de respeto, de escucha, de diálogo, de silencio, de afecto, de acogida, de integración que crean espacios donde se respira fraternidad”.

“En Cristo somos de la misma familia, nacidos de la sangre de la Cruz, nuestra salvación”, subraya.

Por último, el Papa cierra el mensaje pidiendo “a Dios que la Campaña de Fraternidad de este año anime a todos para encontrar caminos de superación de la violencia, conviviendo más como hermanos y hermanas en Cristo”.

40 DESAFÍOS DIARIOS PARA VIVIR LA CUARESMA 2018, DESCARGA EL CUARESMARIO 2018


40 desafíos diarios para vivir la Cuaresma
Redacción ACI Prensa
 Foto: Católicos con Acción.




Católicos con Acción ha publicado por quinto año consecutivo una interesante propuesta para vivir mejor esta Cuaresma: Un calendario con 40 desafíos.

Se trata, explican, de una ayuda para "vivir intensamente esta Cuaresma". Este año, se hacen "eco de dos de los elementos con los que el Evangelio principia este tiempo litúrgico: Oración y Ayuno".

Cada día hay un desafío específico: personar, evitar lo inapropiado, evitar quejarse.

Dentro del calendario de Cuaresma, Católicos con Acción ha insertado días para recordar los mensajes y testimonios de vida de santos como San Juan Pablo II, San Juan Diego, San Juan Bosco, y San José Sánchez del Río; y beatos como Mons. Óscar Arnulfo Romero.

"Vivamos esta Cuaresma con Acción con perspectiva pascual, la Cuaresma con Acción es pues, una invitación a ser Iglesia en salida, testimonio de fe y caridad, pregoneros de la misericordia que escuchan y dialogan con Dios, comunidad fraterna que actúa y que sale al encuentro del hermano. Cuaresma con Acción, 40 días, 40 desafíos vividos en ayuno y oración; como ya es usual, además de la herramienta gráfica del Cuaresmario 2018", señala la plataforma en su sitio web.

El Cuaresmario es público. "Queremos que el uso de este instrumento de evangelización sea público y para toda la Iglesia; te pedimos respetar únicamente los derechos de autor como una iniciativa de Católicos Con Acción", explica Católicos con Acción.

Puedes descargar el calendario completo AQUÍ.

IMÁGENES DE TARJETAS DE FELIZ SAN VALENTÍN














SAN VALENTÍN, PATRONO DE LOS ENAMORADOS, 14 DE FEBRERO

San Valentín
Su fiesta se celebra el 14 de Febrero



San Valentín era un sacerdote que hacia el siglo III ejercía en Roma. Gobernaba el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, porque en su opinión los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras . El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al emperador. Celebraba en secreto matrimonios para jóvenes enamorados (de ahí se ha popularizado que San Valentín sea el patrón de los enamorados). El emperador Claudio se enteró y como San Valentín gozaba de un gran prestigio en Roma, el emperador lo llamó a Palacio. San Valentín aprovechó aquella ocasión para hacer proselitismo del cristianismo.

Aunque en un principio Claudio II mostró interés, el ejército y el Gobernador de Roma, llamado Calpurnio, le persuadieron para quitárselo de la cabeza.

El emperador Claudio dio entonces orden de que encarcelasen a Valentín. Entonces, el oficial Asterius, encargado de encarcelarle, quiso ridiculizar y poner a prueba a Valentín. Le retó a que devolviese la vista a una hija suya, llamada Julia, que nació ciega. Valentín aceptó y en nombre del Señor, le devolvió la vista. 

Este hecho convulsionó a Asterius y su familia, quienes se convirtieron al cristianismo. De todas formas, Valentín siguió preso y el débil emperador Claudio finalmente ordenó que lo martirizaran y ejecutaran el 14 de Febrero del año 270. La joven Julia, agradecida al santo, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. De ahí que  el almendro sea símbolo de amor y amistad duraderos.

La fecha de celebración del 14 de febrero fue establecida por el Papa Gelasio para honrar a San Valentín entre el año 496 y el 498 después de Cristo. Los restos mortales de San Valentín se conservan actualmente en la Basílica de su mismo nombre, que está situada en la ciudad italiana de Terni (Italia). Cada 14 de febrero se celebra en dicho templo, una acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren contraer matrimonio al año siguiente. 

La costumbre de intercambiar regalos y cartas de amor el 14 de febrero nació en Gran Bretaña y en Francia durante la Edad Media, entre la caída del Imperio Romano y mediados del siglo XV.


San Valentín

Los norteamericanos adoptaron la costumbre a principios del siglo XVIII. Los avances de la imprenta y el bajón en los precios del servicio postal incentivaron el envío de saludos por San Valentín. Hacia 1840, Esther A. Howland comenzó a vender las primeras tarjetas postales masivas de San Valentín en Estados Unidos.

Aunque sean los enamorados los que principalmente celebran este día, sin embargo hoy en día se festeja también a todos aquellos que comparten la amistad, ya sea maestros, parientes, compañeros de trabajo y todo el que siente, tenga la edad que tenga, el olor del amor que, como flor de primavera, nunca debe perder su agradable perfume.

10 HERMOSAS AMISTADES DE SANTOS EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA


10 hermosas amistades de santos en la historia de la Iglesia
POR MARÍA XIMENA RONDÓN | ACI Prensa






Un amigo fiel “no tiene precio, no hay manera de estimar su valor” y “es un bálsamo de vida, que encuentran los que temen al Señor”, dice la Biblia en el capítulo 6 del libro del Eclesiástico.

Estos santos descubrieron ese tesoro y dieron testimonio al mundo de que se puede alcanzar una amistad bella, fructífera y fundada en el Señor. A continuación, te presentamos 10 hermosas amistades de santos en la historia de la Iglesia.

1.- San Francisco y Santa Clara de Asís

La amistad de estos dos santos italianos es una de las más famosas dentro de la Iglesia Católica.

Cuando San Francisco de Asís conoció a Santa Clara, tomó la decisión de “quitar del mundo malvado tan precioso botín para enriquecer con él a su divino Maestro”. En 1212, la joven huyó de su casa para consagrarse a Dios en la iglesia de San Damián y prometió obedecer a Francisco en todo.

Luego ella fundó la orden de las clarisas y cuidaba de los enfermos que Francisco le enviaba. En 1225 atendió a su amigo, que sufría por los estigmas y cuya salud se había debilitado.

Antes de morir Francisco en 1226, él le envió un mensaje de ánimo a Santa Clara para que no se desanimara ante su partida.


2.- San Juan Pablo II y Santa Teresa de Calcuta

La amistad entre el Papa polaco y la fundadora albanesa de las Misioneras de la Caridad es una de las que más ha conmovido a los fieles en la actualidad. San Juan Pablo II solía llamarla “Mi madre”.

El Papa peregrino desarrolló su vocación religiosa en medio de la guerra y el comunismo, mientras que ella profundizó su llamado de atender a los más necesitados en Calcuta, una de las zonas más pobres de la India.

Santa Teresa de Calcuta lo visitó varias veces en el Vaticano y en 1986 el Pontífice viajó a la India, donde conoció el hospicio “Nirmal Hriday” (Sagrado Corazón) que ella fundó. La religiosa expresó que ese fue “el día más feliz” de su vida.


3.- San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac

El motor principal de la vida de estos santos franceses fue la caridad. A los 36 años San Vicente de Paúl sintió el llamado de servir a los pobres.

Decidió fundar la Congregación de la Misión (Vicentinos o Vicencianos) para evangelizar a los más necesitados y trabajar en la formación del clero.

Años más tarde conocería a una valiente y decidida viuda llamada Luisa de Marillac. El santo decidió impartirle una formación espiritual y juntos fundarían en 1633 la Compañía de la Hijas de la Caridad.


4.- Santa Teresita del Niño Jesús y Santa Elisabeth de la Trinidad

Santa Teresita de Lisieux y Santa Elisabeth de la Trinidad fueron dos religiosas carmelitas francesas cuya amistad se basó en su profunda vida espiritual.

Se conocieron en el Carmelo de Dijon, ubicado al este de Francia. Elizabeth, llamada la “hermana espiritual” de Santa Teresita, escribió diversos libros sobre la Santísima Trinidad.

Las dos deseaban con fervor poder llegar al cielo y estar junto a su amado Jesús. Ellas murieron antes de cumplir los 30 años. Santa Teresa de Lisieux falleció en 1897 mientras que su amiga falleció nueve años después.


5.- Santa Rosa y San Martín de Porres

Estos son los dos santos más importantes del Perú y destacan por su testimonio de humildad y entrega a los más necesitados. Dice la tradición que ambos fueron bautizados en la iglesia de San Sebastián, con dos años de diferencia, y recibieron el sacramento de la confirmación de manos de Santo Toribio de Mogrovejo, el segundo Arzobispo de Lima.

Ambos profundizaron su amistad cuando atendían a los enfermos y esclavos de la ciudad. Además pertenecieron a la orden de los dominicos. Santa Rosa de Lima fue una Terciaria mientras que San Martín de Porres fue religioso.


6.- San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier

Estos dos santos españoles se conocieron en la Universidad de La Sorbona, en París, Francia. San Ignacio de Loyola tenía unos 33 años cuando su discípulo San Pedro Fabro le presentó a San Francisco de Javier.

Al principio, Francisco consideraba a Ignacio antipático porque este siempre le repetía la frase de Cristo: “¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si se pierde a sí mismo?". Poco a poco el joven dejó a un lado su vanidad e hizo los ejercicios espirituales creados por el fundador de la Compañía de Jesús (Jesuitas).

En 1540 el Papa Pablo III aprobó la creación de la Orden y San Ignacio fue elegido como su primer Superior General, mientras que San Francisco Javier partió como misionero a la India y Japón.


7.- Santa Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz

Teresa era una joven soñadora y decidida cuando hizo sus votos en el Carmelo con 21 años en 1536. Allí se dio cuenta de que las carmelitas en España y otros lugares habían decaído y se habían convertido en una especie de centro social para todos los que deseaban una vida fácil y relajada.

Cuando empezó a fundar los nuevos conventos carmelitas, conoció a un joven fraile llamado Juan y tras entrevistarse con él, lo invitó a formar parte de la reforma del Carmelo para revitalizar el carisma original de pobreza y oración.

Estos amigos también escribieron hermosos poemas que están basados en sus pruebas y gozos espirituales. El más famoso de Santa Teresa de Ávila es “Nada te turbe” y el de San Juan de la Cruz es “La Noche Oscura del Alma”.


8.- San Juan Bosco y Santo Domingo Savio

Tras ser ordenado sacerdote en 1841, San Juan Bosco inició un oratorio donde reunía a cientos de jóvenes para formarlos. En ese entonces, un presbítero le presentó a un niño llamado Domingo. El santo quedó impresionado por la vida espiritual y la alegría del chico. Por ello decidió acogerlo y se convirtió en su guía espiritual.

Una noche Don Bosco lo encontró temblando de frío en su cama y cubierto solo con una sábana. Cuando le llamó la atención, Santo Domingo Savio lo tomó con humor y bromeó: “Nuestro Señor no cogió ninguna pulmonía en el establo de Belén”.

Domingo falleció en 1857. Dos años después, Don Bosco fundó a la orden de los Salesianos junto con un grupo de jóvenes.


9.- San Cornelio y San Cipriano

El Papa San Cornelio y el Obispo de Cartago, San Cipriano, dieron testimonio de su fe ante la persecución que sufrieron por parte del Imperio Romano.

Este Pontífice se enfrentó al sacerdote Novaciano quien proclamó la herejía de que la Iglesia Católica no tenía el poder para perdonar los pecados. El santo lo enfrentó y fue respaldado en este debate por su amigo San Cipriano.

San Cornelio fue enviado al destierro y murió decapitado en 253. Por su parte, San Cipriano fue martirizado de la misma forma que su amigo cinco años después.


10.- Santas Felicidad y Perpetua

Perpetua era una joven madre de 22 años proveniente de una familia rica y Felicidad era su esclava. Fueron arrestadas y encarceladas por ser cristianas.

En prisión Felicidad dio a luz a una niña y los cristianos lograron que Perpetua pueda estar con su bebé durante los últimos días de su vida.

Comulgaron antes de ser arrojadas a una vaca salvaje y morir decapitadas en el año 203. Los cristianos se encargaron de criar a la hija de Felicidad, mientras que las tías y la abuela de Perpetua se encargaron de la educación de su hijo.

10 FRASES DEL PAPA FRANCISCO PARA EL DÍA DE LOS ENAMORADOS


10 frases del Papa Francisco para el Día de los enamorados
Redacción ACI Prensa





Este 14 de febrero se celebra en todo el mundo el día de San Valentín, patrono de los enamorados. Por tal motivo, en la siguiente lista propuesta por el Opus Dei, se presentan las frases más resaltantes sobre el amor que el Papa Francisco ha dirigido a jóvenes y parejas de novios a lo largo de su pontificado.

1. Pidamos al Señor entender la ley del amor

"Pidamos al Señor que nos haga entender la ley del amor. ¡Qué bueno es tener esta ley! ¡Cuánto bien nos hace amarnos los unos a los otros en contra de todo!" (Exhortación apostólica Evangelii Gaudium).

2. El amor siempre es una sorpresa entre el que ama y el que es amado

"El amor te abre a las sorpresas, el amor siempre es una sorpresa, porque supone un diálogo entre dos: entre el que ama y el que es amado. Y de Dios decimos que es el Dios de las sorpresas, porque él siempre nos amó primero y nos espera con una sorpresa" (Encuentro con los jóvenes en Manila, 18 de enero de 2015).

3. El verdadero amor te lleva a "quemar" la vida

"El verdadero amor te lleva a quemar la vida, aun a riesgo de quedarte con las manos vacías. Pensemos en San Francisco: dejó todo, murió con las manos vacías, pero con el corazón lleno" (Encuentro con los jóvenes, Manila, 18 de enero de 2015).

4. ¡Nunca dejen de ser novios! 

"Cuántas dificultades en la vida del matrimonio se solucionan si nos tomamos un espacio de sueño. Si nos detenemos y pensamos en el cónyuge, en la cónyuge. Y soñamos con las bondades que tiene, las cosas buenas que tiene. Por eso es muy importante recuperar el amor a través de la ilusión de todos los días. ¡Nunca dejen de ser novios! “(Encuentro con las familias, Manila, 16 de enero de 2015).

5. No terminen el día en que pelearon sin hacer las paces

"El secreto es que el amor es más fuerte que el momento en que se pelea, y por eso aconsejo a los esposos: no terminen el día en que pelearon sin hacer las paces, siempre" (Audiencia General en la Plaza San Pedro, el miércoles 2 de abril de 2014).

6. Señor... enséñanos a querernos

"En el Padrenuestro decimos 'Danos hoy nuestro pan de cada día'. Los esposos pueden rezar así: 'Señor, danos hoy nuestro amor de todos los días... enséñanos a querernos'" (Plaza de San Pedro, 14 de febrero de 2014).

7. El amor se construye como una casa

“¿Qué entendemos por ‘amor’? ¿Sólo un sentimiento, un estado psicofísico? Cierto, si es esto, no se puede construir sobre ello algo sólido. Pero si en cambio el amor es una relación, entonces es una realidad que crece, y podemos incluso decir, a modo de ejemplo, que se construye como una casa. Y la casa se construye juntos, no solos (…) No queréis fundarla en la arena de los sentimientos que van y vienen, sino en la roca del amor auténtico, el amor que viene de Dios” (Plaza de San Pedro, 14 de febrero de 2014).

8. La verdadera alegría viene de sostenerse mutuamente

"La verdadera alegría viene de la armonía profunda entre las personas, que todos experimentan en su corazón y que nos hace sentir la belleza de estar juntos, de sostenerse mutuamente en el camino de la vida" (Santa Misa de clausura de la peregrinación de las familias a Roma, 27 de octubre de 2013).

9. Para llevar adelante una familia repetir: permiso, gracias y perdón

"Para llevar adelante una familia es necesario usar tres palabras. Quiero repetirlo, tres palabras: permiso, gracias, y perdón" (Palabras a la familias durante peregrinación la tumba de San Pedro, 26 de octubre de 2013).

10. Sin amor, el esfuerzo se hace más pesado, intolerable

"Aquello que pesa más de todas las cosas es la falta de amor. Pesa no recibir una sonrisa, no ser recibidos. Pesan ciertos silencios. A veces, también en familia, entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre hermanos. Sin amor, el esfuerzo se hace más pesado, intolerable" (Palabras a la familias durante peregrinación la tumba de San Pedro, 26 de octubre de 2013).

SAN VALENTÍN: CUATRO ORACIONES PARA EL DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD


San Valentín: Cuatro oraciones para el día del amor y la amistad
Redacción ACI Prensa






“Haz todo por amor y para el amor”, solía decir Santa Margarita Alacoque, a quien se le presentó el Sagrado Corazón de Jesús. Una de las formas de amar es rezar por el ser querido. Aquí algunas oraciones en el día de San Valentín.

Existen varias formas de amor: amical, esponsal, filial, fraternal. Aristóteles definía a la amistad (amor amical) como querer y procurar el bien del amigo por el amigo mismo. Esto supone el renunciar al propio egoísmo y sumar las generosidades.

Jesús mismo experimentó la amistad, lloró por su amigo Lázaro que había muerto y les dijo a sus discípulos: “No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer” (Jn. 15, 15).


1. Oración por los amigos

Padre,
Te pido que bendigas a mis amigos,
Revélales nuevamente tu amor y tu poder.

Te pido que seas la guía para su alma.
Si tiene dolor, dale tu paz y tu misericordia.
Si tiene dudas, renuévale la confianza.
Si tiene cansancio,
Te pido que le des la fuerza para seguir adelante.
Si hay estancamiento espiritual,
Te pido que le reveles tu cercanía,
para un nuevo comienzo en la fe.
Si tiene miedo, revélale Tu amor,
y trasmítele tu fuerza.
Donde haya pecado, bloqueando su vida,
haz que busque la reconciliación
y perdónalo.

Bendícelo, concédele más visión de ti,
que tenga el apoyo de amigos
para darle fuerza y valentía.

Concédele a cada uno la luz
para poder distinguir las fuerzas negativas
que pudieran afectarlo,
y revélale el poder que tienen en Ti para superarlo. Amén.

Otra sublime forma de amor es el esponsal o también llamado conyugal. "Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla" (Ef 5,25-26).

Este amor es fruto de un camino que empieza con la amistad, pasa por el enamoramiento y se fortalece en el noviazgo. Lo importante en todas estas etapas es vivir el amor de forma oblativa. Es decir, con entrega, escucha, comprensión y servicio, tal como lo vivió Jesús: "Ámense los unos a los otros como yo los he amado" (Jn. 13, 34).



2. Oración de los enamorados

En mi corazón, Señor, se ha encendido el amor por una criatura que tú conoces y amas.
Tú mismo me la has hecho encontrar y me la has presentado.

Te doy gracias por este don que me llena de alegría profunda, me hace semejante a Ti, que eres amor, y me hace comprender el valor de la vida que me has dado.

Haz que no malgaste esta riqueza que tú has puesto en mi corazón: enséñame que el amor es don y que no puede mezclarse con ningún egoísmo; que el amor es puro y que no puede quedar en ninguna bajeza; que el amor es fecundo y desde hoy debe producir un nuevo modo de vivir en los dos.

Te pido, Señor, por quien me espera y piensa en mí; por quien camina a mi lado; haznos dignos el uno del otro; que seamos ayuda y modelo.

Ayúdanos en nuestra preparación al matrimonio, a su grandeza, a su responsabilidad, a fin de que desde ahora nuestras almas dominen nuestros pensamientos y los conduzcan en el amor. Amén.



3. Oración de los novios a la Virgen María

Madre Nuestra:

En tu nombre hemos unido nuestros corazones. Queremos que presidas nuestro amor; que defiendas, conserves y aumentes nuestra ilusión. Quita de nuestro camino cualquier obstáculo que haga nacer la sombra o las dudas entre los dos.


Apártanos del egoísmo que paraliza el verdadero amor.

Líbranos de la ligereza que pone en peligro la Gracia de nuestras almas.
Haz que, abriéndonos nuestras almas, merezcamos la maravilla de encontrar a Dios el uno en el otro.

Haz que nuestro trabajo sea ayuda y estímulo para lograrlos plenamente. Conserva la salud de nuestros cuerpos. Resuelve necesidades materiales.

Y haz que el sueño de un hogar nuevo y de unos hijos nacidos de nuestro amor y del cuerpo, sean realidad y camino que nos lleve rectamente a tu Corazón. Amén.

Vivir la vocación del amor, al que todo cristiano está llamado, no es fácil porque siempre se presentan dificultades y discusiones, pero en el perdón, la oración, la Eucaristía y el amor a María está el camino para cambiar el rumbo del mundo y de la propia familia. Ahora sugerimos una oración por los esposos:


4. Oración de los esposos

Señor, nuestro Dios
te bendecimos por tomar
en tus manos nuestro amor.
Ayúdanos a cumplir
nuestra misión.
Ven a compartir nuestra vida.

Ayúdanos a formar a 
nuestros hijos, a ser
testigos de tu amor
en nuestra familia
y en la comunidad.
Danos fuerza en los desalientos.
Comparte nuestras alegrías.
Señor, bendice nuestro amor. Amén.

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 14 DE FEBRERO 2018


Lecturas de hoy Miércoles de Ceniza
Hoy, miércoles, 14 de febrero de 2018



Primera lectura
Lectura de la profecía de Joel (2,12-18):

AHORA —oráculo del Señor—,,
convertíos a mí de todo corazón,
con ayunos, llantos y lamentos;
rasgad vuestros corazones, no vuestros vestidos,
y convertíos al Señor vuestro Dios,
un Dios compasivo y misericordioso,
lento a la cólera y rico en amor,
que se arrepiente del castigo.
¡Quién sabe si cambiará y se arrepentirá
dejando tras de sí la bendición,
ofrenda y libación
para el Señor, vuestro Dios!
Tocad la trompeta en Sion,
proclamad un ayuno santo,
convocad a la asamblea,
reunid a la gente,
santificad a la comunidad,
llamad a los ancianos;
congregad a los muchachos
y a los niños de pecho;
salga el esposo de la alcoba
y la esposa del tálamo.
Entre el atrio y el altar
lloren los sacerdotes,
servidores del Señor,
y digan:
«Ten compasión de tu pueblo, Señor;
no entregues tu heredad al oprobio
ni a las burlas de los pueblos».
¿Por qué van a decir las gentes:
«Dónde está su Dios»?
Entonces se encendió
el celo de Dios por su tierra
y perdonó a su pueblo.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 50,3-4.5-6a.12-13.14.17

R/. Misericordia, Señor: hemos pecado

V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

V/. Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti sólo pequé,
cometí la maldad en tu presencia. R/.

V/. Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

V/. Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R/.


Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (5,20–6,2):

HERMANOS:
Actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios.
Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en él.
Y como cooperadores suyos, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Pues dice:
«En el tiempo favorable te escuché,
en el día de la salvación te ayudé».
Pues mirad: ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,1-6.16-18):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial.
Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.
Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 14 de febrero de 2018
Severiano Blanco, misionero claretiano


Queridos hermanos:

Probablemente el texto de Isaías que hemos oído responde a una época en la que el pueblo se entregó a la idolatría, y el profeta los invita a volver a su Dios y a que, a cambio del olvido en que le han tenido, le ofrezcan signos de reparación. Pero, como buen predecesor de Jesús, Isaías no pide principalmente unos signos externos de supuesta vuelta a la religión correcta: exige nada menos que “corazones rotos”. Es lenguaje bíblico ya conocido: “el hombre mira las apariencias, pero Dios mira el corazón” (1 Samuel 16,7).

La cuaresma nos invita a un repaso general de nuestra forma de vivir, a reorganizarnos en relación con Dios (oración), con los hermanos (limosna), con nosotros mismos (ayuno), a reavivar nuestra sensibilidad y nuestra libertad, dominando los propios caprichos o inclinaciones meramente instintivas. Y, naturalmente, sin que nada de ello quede viciado por motivos espurios. En lo más santo se puede infiltrar también el pecado, por ejemplo el de vanidad o de orgullo: actuando para que otros nos alaben o aplaudan. Sería un volver a las exterioridades, sin haber cambiado el corazón.

En torno a esas tres dimensiones de la vida, San Antonio M. Claret redactó en unos ejercicios espirituales este hermoso propósito: “Tendré para con Dios corazón de hijo, para con el prójimo corazón de madre, y para conmigo mismo corazón de juez”. Tal vez el tercer miembro de la frase responda a un cierto rigorismo del silgo XIX; debemos amarnos también a nosotros mismos, y comprendernos, como limitados pero como hermosas criaturas de Dios. Pero no desperdiciemos lo principal el mensaje de Claret: en todo hay que poner corazón.

Todo esto ya lo hemos oído muchas veces. Llega el comienzo de la cuaresma y ya conocemos de memoria los textos bíblicos y su mensaje; eso es lo temible: conocer de memoria. Nada daña tanto la vida del creyente como la rutina, que a veces se traduce en indiferencia o insensibilidad, por “sabérselas todas”, “ser perro viejo”, “estar ya de vuelta”… Pero también los textos litúrgicos nos ponen en guardia frente a este peligro: “es el tiempo favorable, el día de la salvación, que no vaya a caer en saco roto…”. San Pablo dice que son nada menos que Cristo y el Padre (aunque sea por medio del apóstol mismo) quienes nos dan este toque de atención. Que el Señor nos libre de tener, como lamentaba un profeta, orejas incircuncisas (Jer 6,10).

Vuestro hermano
Severiano Blanco cmf  

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