miércoles, 31 de enero de 2018

PAPA FRANCISCO ADVIERTE QUE NO SE PUEDEN SUSTITUIR LAS LECTURAS DE LA MISA POR TEXTOS NO BÍBLICOS


El Papa advierte que no se pueden sustituir las lecturas de la Misa por textos no bíblicos
Redacción ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




El Papa Francisco rechazó la posibilidad de que en la Misa se sustituyan las lecturas del día por textos no bíblicos, y advirtió que se trata de una práctica prohibida porque “empobrece y compromete el diálogo entre Dios y su pueblo en la oración”.

El Santo Padre, después de haber hablado en anteriores catequesis de los ritos de introducción de la Misa, reflexionó en la Audiencia General de este miércoles 31 de enero sobre la Liturgia de la Palabra, “una parte constitutiva porque nos reunimos precisamente para escuchar aquello que Dios ha hecho y que todavía pretende hacer por nosotros”.

En su enseñanza, señaló que “la proclamación litúrgica de las lecturas, con los cánticos obtenidos de la Sagrada Escritura, expresa y favorece la comunión eclesial, acompañando el camino de todos y cada uno de nosotros”.

Por ese motivo, determinadas decisiones subjetivas que alteran la Liturgia de la Palabra, “como la omisión de lecturas o su sustitución por textos no bíblicos, está prohibido: de hecho, esa sustitución empobrece y compromete el diálogo entre Dios y su pueblo en la oración”.

Por el contrario, “la dignidad del ambón y el uso del Leccionario, la disponibilidad de buenos lectores y salmistas, un clima de silencio, favorecen la experiencia del diálogo entre Dios y la comunidad de creyentes”.

En ese sentido, destacó la importancia de que aquellos que lean las lecturas en la Misa, lo hagan bien: “Buscad buenos lectores, no esos que leen de cualquier manera y que no se les entiende nada. Se deben preparar y ensayar antes de la Misa para leer bien”.

Además, Francisco destacó “la importancia del Salmo responsorial, cuya función es facilitar la meditación de lo que escuchamos en las lecturas que lo preceden. Es bueno que el Salmo se destaque mediante el cantico, por lo menos de la respuesta”.

El Pontífice insistió en la importancia que tiene la Liturgia de la Palabra en la Misa: “En la Liturgia de la Palabra, las páginas de la Biblia dejan de ser un escrito para convertirse en palabra viva pronunciada por Dios mismo que, aquí y ahora, nos interpela a escuchar con fe”.

“El Espíritu –explicó–, que habló por medio de los profetas y que ha inspirado a los autores sagrados, hace que la Palabra de Dios funcione realmente en el corazón, lo que favorece que resuene en los oídos. Para recibir la Palabra de Dios hay que tener el corazón abierto”.

Por ello, “es muy importante escuchar. Algunas veces no lo entendemos bien porque hay algunas lecturas difíciles, pero Dios te habla igualmente. Dios habla y nosotros escuchamos para después poner en práctica todo lo que hemos escuchado”.

“¡Tenemos necesidad de escucharla! Es, de hecho, una cuestión de vida, como bien recuerda la incisiva expresión de que ‘no sólo de pan vive el hombre, sino de la palabra que surge de Dios’”.

Ese es el motivo por el que “hablamos de la Liturgia de la Palabra como de la ‘mesa’ que el Señor prepara para alimentar nuestra vida espiritual”.

El Papa insistió en que mientras se lee la Palabra hay que permanecer atentos y no distraerse. “Cuantas veces mientras se pronuncia la palabra de Dios uno se distrae y empieza a hacer comentarios: ‘mira a ese, mira a aquel’…, se hace el ridículo y no se presta atención. ¿Se deben hacer comentarios mientras se lee la palabra de Dios? ¡No! Porque si chismorreas no escuchas la palabra de Dios. Mientras se lee la Palabra de Dios, debemos escuchar, abrir el corazón, porque es Dios mismo quien te habla, y no hablar de otras cosas”.

El Santo Padre finalizó su catequesis afirmando que en la Liturgia de la Palabra actúa el Espíritu Santo, y para que esa acción se vuelva eficaz “se necesitan corazones que se dejen trabajar y cultivar”.

CON LA MIRADA EN EL CIELO

Con la mirada en el Cielo



Don Bosco vivió con una mirada fija en el Cielo y otra en las realidades de este mundo para orientarlo a la felicidad que no tiene fin. Pero trabajó sin cansancio en cambiar las situaciones de desprotección y abandono de niños y jóvenes pobres. En sus escritos hay pensamientos que brotaron de su profunda visión de fe. Son joyas de sólida espiritualidad. He aquí algunos:

La vida es demasiado corta. Hay que hacer de prisa lo poco que se pueda, antes que nos sorprenda la muerte. Los ociosos, al final de la vida, experimentarán grandes remordimientos por el tiempo perdido. Las espinas de la vida serán las flores de la eternidad. A la hora de la muerte se ven las cosas desde otro punto de vista. ¿Quieres llevar contigo el dinero a la eternidad? Da limosna a los pobres. Hagamos el bien que podamos y no aguardemos la recompensa del mundo, sino solamente de Dios. Un trocito de paraíso lo arregla todo.

Qué aire celestial traen estas consignas que san Juan Bosco repetía en las homilías y confesiones, y a veces al oído de un muchacho triste en un rincón del patio. Son pensamientos simples, pero nos invitan a pensar en otra dimensión, con parámetros de eternidad. ¿Por qué no enriquecerte con estas perspectivas de la vida en abundancia?


* Enviado por el P. Natalio

ORACIÓN A SAN JUAN BOSCO

SAN JUAN BOSCO, 31 DE ENERO, PRESBÍTERO




31 de enero
San Juan Bosco
Presbítero (1815-1888)



 San Juan BoscoEra natural de la aldea de los Becchi, a 25 kilómetros de Turín. En esta historia no puede faltar la figura de la madre, Margarita, mujer incomparable, que educó a sus hijos en la pobreza y fortaleza del más alto nivel.

Cuando era jovencito, Juan iba con su madre al mercado a vender los productos del campo. Era un mozarrón despierto y vigoroso que aún no sabía leer.

En esto, se le ocurre ser sacerdote. Y para iniciar sus experiencias, atrae los domingos a la gente junto a su casa, en un predio donde crecían dos perales. Allí hace de saltimbanqui y prestidigitador. Así entretiene santamente a todos los convecinos.

Empieza a estudiar en una escuela pública, a 5 kilómetros de su pueblo. Luego entra a estudiar en el liceo de Chieri. Para pagar sus estudios trabaja en toda clase de oficios. Por fin, a sus 26 años celebra la primera misa en Turín. Lo primero que hace es recoger chiquillos de la calle. Le siguen como si fuera un titiritero. Para eso funda los Oratorios de San Francisco de Sales. Más tarde, para atender a esa gente pequeña, funda la Congregación de los Padres Salecianos, que se extiende pronto por toda Italia, Francia y España. Es el educador de los tiempos modernos; se hace periodista, predica, confiesa, escribe y propaga la devoción a María Auxiliadora, publica libros de ciencia y religión. Es el auténtico tipo de audaz soldado de Cristo.

En la Italia del siglo pasado, uno de los divertimentos más esperados de los pobres era los que traían los titiriteros.

 San Juan BoscoHubo cierta "troupe" que, a sabiendas, representaba sus obras a la hora de la misa y, claro, las gentes, en especial los niños, se "salteaban" la misa.

Pero había un niño, Juan Bosco, que se decidió a hacer algo para que los niños volvieran a la misa.

Se las arregló para aprender trucos de prestidigitación, malabarismos y otras habilidades por el estilo. Para eso, observó mucho, entrenó más y se ejercitó con los amigos.

Más tarde llegó a desafiar a los titiriteros y malabaristas, les ganó las apuestas y se tuvieron que ir de allí humillados.

Juan se hizo dueño del domingo, de los compañeros y amigos. Comenzó de niño los domingos y acabó moviendo masas de jóvenes, organizando su tiempo libre, montando talleres y escuelas profesionales...

Se inventó el sistema de "educar jugando y aprender gozando".

Su espíritu de saltimbanqui le daba agilidad al cuerpo y ponía alas a su vocación de educador.

Les decía a los niños: "Haremos muchos juegos y entretenimientos sin que tengan que pagar nada, pero con una condición: que vengan después todos conmigo a la iglesia".

TODO LO QUE NECESITAS ES ORACIÓN

Todo lo que necesitas es oración
¿Has pensado que pasaría si los que se atreven a atentar contra la vida de otros oraran al menos una vez al día?


Por: Juan Pluma Alvarado | Fuente: elblogdelafe.com 



Cada día todo es más rápido. Amanece, hay que prepararse, salir, trabajar, estudiar, volver a casa, hacer tareas, limpiar, comer, continuar con los deberes y luego ir a dormir… la rutina diaria termina por ocupar todo nuestro tiempo y nos aleja de algo importante: la relación con nuestro creador.

El agitado mundo nos vuelve egoístas, seres capaces sólo de preocuparse de sus propias necesidades y de ignorar las de los demás; y con ello, ignorar a Dios.

¿Has pensado que pasaría si aquellos que se atreven a atentar contra la vida, integridad o paz de otros oraran al menos una vez al día?

Sí, probablemente no se hubiesen atrevido a hacerlo.

¿Qué por qué estoy tan seguro de eso?

¡Fácil! Porqué entonces ellos habrían escuchado lo que Dios quería que hicieran y en su plan perfecto no se encuentra nuestra perdición, sino nuestra redención. Él quiere para nosotros la felicidad sin hacer infelices a los demás, una felicidad que es inherente a la santidad.

Necesitamos volver a esta relación con Dios. Te aseguro que cualquier dificultad que en tu vida aparezca, si la haces presente en tu oración, si la pones en manos de Dios, dejará de parecer tan grande y podrás enfrentarla sin algún problema.

La oración, además, no sólo puede ser por tus necesidades. También puedes pedir por las de tus papás, hermanos o amigos… incluso, si te atreves, un día puedes pedir por las necesidades de aquéllos que no conoces y olvidarte un poco de las tuyas… Probablemente Dios ese día escuche la oración de otros que también están pidiendo por ti.

En la medida en que oremos unos por otros, seremos verdaderos ejemplos de comunión. La oración nos aleja de la indiferencia y nos invita a la acción… la oración renueva nuestro corazón y nos invita a amar y a servir.

Atrévete, ora y no te preocupes, al final… ¡Todo lo que necesitas es oración!

7 FRASES PARA SER FELIZ COMO DON BOSCO


7 frases y canciones para ser feliz como Don Bosco
Redacción ACI Prensa



Se dice que Don Bosco era un Santo alegre y que incluso cuando tenía muchos problemas se veía todavía más alegre. Todo esto como resultado de su plena confianza en la Divina Providencia y María Auxiliadora.

De lo mucho que dijo y escribió Don Bosco, aquí siete frases del Santo que pueden ayudar a alcanzar la felicidad. Junto a ellas presentamos también siete canciones que jóvenes del mundo entero han hecho al padre y maestro de la juventud.

1.- “Alegría, estudio y piedad: es el mejor programa para hacerte feliz y que más beneficiará tu alma”.

2.-  “Si quieres una vida alegre y tranquila, procura estar siempre en gracia de Dios”.

3.- “¿Queréis estar siempre satisfechos y risueños? Es la obediencia la que nos lleva a esa alegría”.

4.- “Con la comunión frecuente os haréis muy queridos a Dios y a los hombres, y María Santísima os concederá la gracia de recibir los Santos Sacramentos al fin de la vida”.

5.- “Ser bueno no consiste en no cometer ninguna falta, sino en saber enmendarse”.

6.- “Para trabajar con éxito, téngase caridad en el corazón y paciencia en la ejecución”.

7.- “Haced lo que podáis, Dios hará lo que nosotros no podemos hacer. Confiad siempre en Jesús Sacramentado y María Auxiliadora y veréis lo que son milagros”.

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 31 DE ENERO 2018

Lecturas de hoy Miércoles de la 4ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, miércoles, 31 de enero de 2018



Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel (24,2.9-17):

En aquellos días, el rey David ordenó a Joab y a los jefes del ejército que estaban con él: «Id por todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Berseba, a hacer el censo de la población, para que yo sepa cuánta gente tengo.» 
Joab entregó al rey los resultados del censo: en Israel había ochocientos mil hombres aptos para el servicio militar, y en Judá quinientos mil. 
Pero, después de haber hecho el censo del pueblo, a David le remordió la conciencia y dijo al Señor: «He cometido un grave error. Ahora, Señor, perdona la culpa de tu siervo, porque ha hecho una locura.»
Antes que David se levantase por la mañana, el profeta Gad, vidente de David, recibió la palabra del Señor: «Vete a decir a David: "Así dice el Señor: Te propongo tres castigos; elige uno, y yo lo ejecutaré."» 
Gad se presentó a David y le notificó: «¿Qué castigo escoges? Tres años de hambre en tu territorio, tres meses huyendo perseguido por tu enemigo, o tres dias de peste en tu territorio. ¿Qué le respondo al Señor, que me ha enviado?» 
David contestó: «¡Estoy en un gran apuro! Mejor es caer en manos de Dios, que es compasivo, que caer en manos de hombres.» 
Y David escogió la peste. Eran los días de la recolección del trigo. El Señor mandó entonces la peste a Israel, desde la mañana hasta el tiempo señalado. Y desde Dan hasta Berseba, murieron setenta mil hombres del pueblo. El ángel extendió su mano hacia Jerusalén para asolarla. 
Entonces David, al ver al ángel que estaba hiriendo a la población, dijo al Señor: «¡Soy yo el que ha pecado! ¡Soy yo el culpable! ¿Qué han hecho estas ovejas? Carga la mano sobre mí y sobre mi familia.»
El Señor se arrepintió del castigo, y dijo al ángel, que estaba asolando a la población: «¡Basta! ¡Detén tu mano!»

Palabra de Dios

Salmo
Sal 31,1-2.5.6.7

R/. Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado

Dichoso el que está absuelto de su culpa, 
a quien le han sepultado su pecado; 
dichoso el hombre a quien el Señor 
no le apunta el delito. R/.

Había pecado, lo reconocí, 
no te encubrí mi delito; 
propuse: «Confesaré al Señor mi culpa», 
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R/.

Por eso, que todo fiel te suplique 
en el momento de la desgracia: 
la crecida de las aguas caudalosas 
no lo alcanzará. R/.

Tú eres mi refugio, 
me libras del peligro, 
me rodeas de cantos de liberación. R/.

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,1-6):

En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: «¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?»
Y esto les resultaba escandaloso. Jesús les decía: «No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa.»
No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.

Palabra del Señor


Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 31 de enero de 2018
Ciudad Redonda



Queridos hermanos:

El evangelio de hoy aplica a Jesús una de las leyes elementales del crecimiento humano y espiritual de cualquier persona que persigue su madurez: Por su dinámica propia la libertad exige una dosis de autoafirmación que en ocasiones se hace valer con formas tajantes y ásperas. Jesús jamás se mostró como un pelele al que pudieran manipular los demás, ni siquiera sus más allegados familiares, incluida su buena Madre.

El episodio que recoge el evangelio de hoy viene referido a una de las visitas que Jesús hizo a su pueblo natal tras haberse emancipado de su familia y haber ya iniciado su vida itinerante y misionera. Su ya notable fama de sabio y de milagrero suscita gran expectación en Nazaret. Todos le esperan con curiosidad.

Tal vez, en el fondo sus paisanos deseaban ser testigos en primicias de una enseñanza inédita de aquel joven sabio o de algún milagro portentoso. Nadie quería privarse de tal espectáculo. O posiblemente, alguno de sus paisanos, pensaría hacer negocio redondo  con este afamado hijo del pueblo, convirtiendo la aldea en un centro de turismo religioso y sanitario. 

El caso es que Jesús defrauda a sus paisanos. Lo hace sin contemplaciones. Como nos defrauda también en tantas ocasiones a todos nosotros cuando buscamos tenerle bajo nuestro control y  hacer de la fe o del seguimiento un negocio rentable a nuestro favor o un venero de gratificaciones o de ventajas.

¿Podremos reconocer alguna lección para nosotros? El texto insinúa al menos éstas:

Es dinámica sana y saludable el experimentar el desgarro y la separación del propio ambiente y de las figuras afectivas que nos han acompañado en una etapa de la vida. Para crecer hay que cortar en un cierto momento. Jesús fue Hijo “ex-patriándose” del Abbá; y fue hermano nuestro distanciándose de su familia. Eso no es una grosera rebeldía, es una ley de crecimiento.

Estamos amenazados por la tentación permanente de querer convertir la religión en espectáculo, apoyándola en milagros, en exaltaciones deslumbrantes, en impresionantes movidas, en emociones de vértigo… La fe se autentifica como verdadera cuando viene envuelta de pobreza, discreción, normalidad y sencillez. Es de una altísima madurez cristiana el ver a Dios en las cosas ordinarias, aquellas precisamente que con frecuencia nos resultan cansinas y rutinarias.

Hay veces en las que, para seguir la voluntad de Dios, debemos defraudar y hacer sufrir a los más cercanos y queridos. La docilidad infantil huele a chamusquina. Todos hemos dicho o hemos oído que hay muchas veces en la vida en las que tenemos que decir “no”. Eso, aunque nuestra autoimagen lo acuse y resienta, es robustez de espíritu. Es una forma no popular de imitar a Jesús.

BUENOS DÍAS!!





lunes, 29 de enero de 2018

EL SÍNDROME DE PETER PAN

El Síndrome de Peter Pan
¿Estamos educando a nuestros hijos para la vida adulta?


Por: Lucía Legorreta de Cervantes | Fuente: yoinfluyo.com 




El llamado Síndrome de Peter Pan está muy extendido en la actual sociedad y paradójicamente se refiere a los hijos mayores, con trabajo bien retribuido y que no se marchan de su casa.

Adultos no independientes

En el ámbito familia, suelen sentirse con el derecho para exigir a los demás cualquier sacrificio, se preocupan excesivamente de su aspecto físico y bienestar personal y se las ingenian para que toda su familia esté pendiente y gire en torno a él.  Sólo con mucha dificultad disculpan cualquier omisión, retraso o error en los pequeños encargos que realizaron a sus familiares y se manifiestan incapaces de tolerar la más pequeña crítica negativa, aunque esté objetivamente fundada.

En el ámbito profesional suelen manifestarse excesivamente hipersensibles ante el hecho de ser evaluados por sus superiores, no toleran la frustración que acompaña a las críticas, a pesar de que éstas estén bien fundadas, reaccionan de forma explosiva o inhibiéndose, ante cualquier pequeña corrección que se le hace, les encanta hablar de sí mismos, de sus logros, éxitos y triunfos hasta la auto-exaltación, les incomoda tener que escuchar lo que otros refieren de ellos mismos y manifiestan una intensa intolerancia e incomprensión ante los defectos ajenos.

En el ámbito social, algunas de las notas que concurren a su caracterización son las siguientes:  no disponen de verdaderos amigos, aunque si de muchos conocidos, el compromiso propio de la amistad les pone nerviosos, sus relaciones sociales son muy inestables y poco duraderas y nadie les parece suficientemente bueno o digno de su amistad,  cambian de parecer súbitamente, de acuerdo a que satisfagan o no sus intensas exigencias en lo relativo a su personalidad, posición social y necesidades y casi siempre exigen un trato y consideración especiales.

¿Habías escuchado esto antes?  ¿conoces a un adulto joven, que presenta estas características?

Pues es algo serio y que está presente en nuestra sociedad. El Síndrome de Peter Pan, ha sido y es estudiado por psiquiatras y especialistas en la psicología, que han visto que en la mayoría de ellos presentan tres rasgos en su biografía infantil:

1. Déficit afectivo: se produce cuando el niño recibe menos afecto y dedicación familiar del que necesita para sentirse querido. También puede producirse como consecuencia de agravios comparativos con sus hermanos, u otros niños que formen parte de su círculo íntimo, en relación a los cuales pueda sentirse inferior o tratado de forma discriminatoria.

2. Déficit escolar: se refiere a la percepción que tiene el niño de que su rendimiento y aprovechamiento escolar no le está permitiendo ganar seguridad ni sentirse competente. Se desarrolla un sentimiento de desconfianza con respecto a sus valores y capacidades.  Ambos déficits tienden a retroalimentarse puesto que los problemas afectivos suelen influir negativamente en el rendimiento escolar y viceversa.

3. Educación permisiva: exceso de protección y falta de límites en que fue educado por sus padres, falta de relación entre esfuerzo y recompensa que lleva a la conclusión que el mejor modo de realizar sus deseos es seguir comportándose como un niño.

Y nos encontramos con hombres que tienen un claro perfil de Peter Pan, el cual:

- Mantiene un alto grado de necesidad afectiva.

- Posee un exceso de egocentrismo y narcisismo

- Tiene escasa resistencia a la frustración.

- Desarrolla poco la capacidad de autocrítica.

- Presenta dificultades para aceptar relaciones simétricas con el otro sexo.

Cada uno de estos rasgos genera unas necesidades básicas correlacionadas, mismas que dan lugar a la problemática que caracteriza su comportamiento:

- Como necesita sentirse muy querido, busca afanosamente el amor sin pararse a pensar si se enamora de la persona adecuada o si la relación es viable.

- Como es egocéntrico y narcisista, necesita sentirse protagonista aunque ello pueda implicar herir o desatender a sus seres queridos.

- Como tiene poca resistencia a la frustración, precisa evadirse de la realidad, lo cual puede conducirle a refugiarse en paraísos artificiales.

- Como se critica poco, tiende a criticar a los demás y desplaza en ellos sus propias culpas y responsabilidades.

- Como no acepta relaciones simétricas, tiende a adoptar actitudes narcisistas y a establecer con sus parejas relaciones de ventaja y poco compromiso.

En definitiva, el hombre Peter Pan es una completa mezcla de necesidades contrapuestas.   Por un lado, necesita sentirse querido y admirado, por otro, tiene dificultades para mantener relaciones estables porque eso significaría actuar con un nivel de responsabilidad y capacidad de autocrítica que no ha desarrollado. Son hombres que prefieren mantenerse en la infancia.

Si estás en esta situación o conoces a un hombre que la viva, acude de inmediato con un profesional que te ayude a aceptar que los adultos también pueden disfrutar placeres y vivir aventuras.

PROGRAMACIÓN DE LA CUARESMA 2018



EL ESPÍRITU INMUNDO SALIÓ DE ÉL


El espíritu inmundo salió de él




«Entonces un hombre poseído por un espíritu inmundo se puso a gritar: “¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios”. Jesús, entonces, le conminó diciendo: “Cállate y sal de él”. Y agitándose violentamente el espíritu inmundo dio un fuerte grito y salió de él». ¿Qué pensar de este episodio narrado en el Evangelio de este domingo y de muchos otros sucesos análogos presentes en el Evangelio? ¿Existen aún los «espíritus inmundos»? ¿Existe el demonio?

Cuando se habla de la creencia en el demonio, debemos distinguir dos niveles: el nivel de las creencias populares y el nivel intelectual (literatura, filosofía y teología). En el nivel popular, o de costumbres, nuestra situación actual no es muy distinta de la de la Edad Media, o de los siglos XIV al XVI, tristemente famosos por la importancia otorgada a los fenómenos diabólicos. Ya no hay, es verdad, procesos de inquisición, hogueras para endemoniados, caza de brujas y cosas por el estilo; pero las prácticas que tienen en el centro al demonio están aún más difundidas que entonces, y no sólo entre las clases pobres y populares. Se ha transformado en un fenómeno social (y comercial) de proporciones vastísimas. Es más, se diría que cuanto más se procura expulsar al demonio por la puerta, tanto más vuelve a entrar por la ventana; cuánto más es excluido por la fe, tanto más arrecia en la superstición.

Muy diferentes están las cosas en el nivel intelectual y cultural. Aquí reina ya el silencio más absoluto sobre el demonio. El enemigo ya no existe. Creo que uno de los motivos por los que muchos encuentran difícil creer en el demonio es porque se le busca en los libros, mientras que al demonio no le interesan los libros, sino las almas, y no se le encuentra frecuentando los institutos universitarios, las bibliotecas y las academias, sino, precisamente, a las almas. Pablo VI reafirmó con fuerza la doctrina bíblica y tradicional en torno a este «agente oscuro y enemigo que es el demonio». Escribió, entre otras cosas: «El mal ya no es sólo una deficiencia, sino una eficiencia, un ser vivo, espiritual, pervertido y pervertidor. Terrible realidad. Misteriosa y espantosa».

También en este campo, sin embargo, la crisis no ha pasado en vano y sin traer incluso frutos positivos. En el pasado a menudo se ha exagerado al hablar del demonio, se le ha visto donde no estaba, se han cometido muchas ofensas e injusticias con el pretexto de combatirle; es necesaria mucha discreción y prudencia para no caer precisamente en el juego del enemigo. Ver al demonio por todas partes no es menos desviador que no verle por ninguna. Decía Agustín: «Cuando es acusado, el diablo se goza. Es más, quiere que le acuses, acepta gustosamente toda tu recriminación, si esto sirve para disuadirte de hacer tu confesión».

Antes aún de que Jesús dijera algo aquel día en la sinagoga de Cafarnaúm, el espíritu inmundo se sintió desalojado y obligado a salir al descubierto. Era la «santidad» de Jesús que aparecía «insostenible» para el espíritu inmundo. El cristiano que vive en gracia y es templo del Espíritu Santo, lleva en sí un poco de esta santidad de Cristo, y es precisamente ésta la que opera, en los ambientes donde vive, un silencioso y eficaz exorcismo.


© P. Raniero Cantalamessa

TE AMO, POR ESO TE CORRIJO


Te amo, por eso te corrijo




El fin de la corrección fraterna es reparar la relación que ese ser querido ha roto con Dios. La corrección fraterna es un acto de caridad. Es un medio formativo evangélico, pero no por eso compete practicarlo solo a los creyentes. No, esto es una obligación -y derecho- de todo aquel que ama y que busca el bien de sus semejantes.

Es decir, corregimos -y se nos debe corregir- como fruto de un profundo amor hacia el alma de la persona y, aún más importante, amor hacia “La Verdad”. Por lo tanto, hay que hacer de la corrección fraterna una herramienta de justicia -Virtud Cardinal- para crecer en el amor.

Cuando nos viene esa inspiración interior de querer corregir al prójimo es porque ya hemos observado repetidamente que tiene algún comportamiento desordenado que no conviene a su persona. No se le está condenando, al contrario, le amamos tanto que deseamos que sienta la plenitud del amor de Dios.

La corrección fraterna tiene sus reglas las cuales son básicas tomar en cuenta para que la persona a la que deseamos hacerle saber nuestro amor por medio de nuestra observación se sienta abrazada por nuestro cariño y compasión y no atacada o juzgada negativamente.

Antes de hacer una corrección fraterna:

- Hacer oración, sacrificio y penitencia por la persona que se desea corregir y por esa intención. Antes de confrontar a la persona es importante hacer oración y hablar a Dios acerca de ella. Él nos dirá qué y cómo decir las cosas. Dios es quien cambiará el corazón de la otra persona y no lo que nosotros le digamos. Es decir, Dios dispondrá su actitud y su corazón para escuchar lo que Él le quiere decir a través de nosotros. También es importante poner en práctica nuestro juicio moral -habilidad de razonar correctamente sobre lo que debe hacerse en una situación específica-. Este juicio nos ayuda a tomar decisiones y juicios de valor sobre lo que está bien o sobre lo que está mal.

- Consultar la corrección con alguien que sea respetable, que tenga peso moral y que nos ayude a ver las cosas de una forma imparcial y a discernir las razones que nos llevan a dicha corrección. Se trata de pedir ayuda para tomar en cuenta de una forma sincera nuestra lucha personal precisamente en ese aspecto que deseamos corregir porque a veces podemos estar obstinados con el mismo defecto. Repito, corregimos -no lo que nos molesta de forma personal-, sino lo que tiene en riesgo el alma de nuestros semejantes.

Al hacer la corrección fraterna. Una vez que ya están en acción las armas espirituales sigue el paso que más trabajo cuesta: llevar a cabo la corrección.

- Hacerlo en tiempo y forma prudente. No cuando yo quiera o por un mero capricho personal, sino cuando observe que todo está alineado para hacerlo. No hay que desesperarse porque puede tomar tiempo. El chiste es no retrasarlo o dejarla de hacer por cobardía. Recordemos que lo que está en riesgo es el alma.

- Soltar el miedo de lastimar a la persona. Si no corregimos, entonces lastimamos y no estamos amando. De verdad, cuesta más trabajo hacer una corrección que recibirla. Por lo mismo siempre hay que recordar que la corrección fraterna no es para humillar a nadie ni para demostrar que estamos en lo correcto o que somos buenos; no estamos juzgando a su persona, sino ayudándole a que modifique su actuar y que -haciendo uso de su libre albedrío- corrija aquello que le puede estar restando dignidad.

- Corregir en privado -uno a uno- y jamás, bajo ninguna circunstancia mostrar al mundo los defectos del prójimo. El hecho de que se consulte una corrección fraterna es una medida de prudencia y caridad y nunca su fin será exponer las debilidades de nadie.

- Hablar de una forma amorosa. Cuidemos que cada palabra que digamos vaya llena de caridad. Que cada frase que pronunciemos le hagamos sentir nuestro amor y que solo buscamos su bien. Si la persona no siente amor y se siente juzgada de inmediato se cerrará a escucharnos.

Repito: nunca se corrige “porque a mí me moleste” lo que alguien dice o hace, sino porque su alma y bienestar están en riesgo. Si la persona se siente verdaderamente amada por nosotros aceptará la sugerencia de una forma más amable porque tendrá la certeza de que viene de alguien que le ama incondicionalmente y solo busca su bien.

Como decía San Agustín: “Debemos corregir por amor; no con deseo de hacer daño, sino con la cariñosa intención de lograr su enmienda”.



© Luz Ivonne Ream

PAPA FRANCISCO IMPULSA REFORMA DE FACULTADES Y UNIVERSIDADES ECLESIÁSTICAS CON NUEVO DOCUMENTO


El Papa impulsa reforma de facultades y universidades eclesiásticas con nuevo documento
Foto Daniel Ibáñez / ACI Prensa




(ACI).- El Papa Francisco alienta el proceso de reforma de las universidades y facultades eclesiásticas mediante una nueva Constitución Apostólica, titulada “Veritatis gaudium”, que se presentó este lunes 29 de enero en el Vaticano.

La Constitución se divide en dos partes: una primera que recoge normas comunes, y una segunda en la que se establecen normas aplicativas para la correcta ejecución de lo establecido en este nuevo documento.

Firmado el 8 de diciembre de 2017 y publicada hoy, el documento cuyo nombre en latín significa “La alegría de la verdad”, está orientado para el servicio de las universidades y facultades eclesiásticas que, a diferencia de las universidades católicas regulares, ofrecen grados aprobados por el Vaticano para enseñar en seminarios o en universidades pontificias.

El documento abroga cualquier norma contraria establecida por San Juan Pablo II en la Constitución Apostólica “Sapientia Christiana” de 1979, emitida después de un atento estudio del decreto del Concilio Vaticano II “Optatam Totius” sobre los estudios eclesiásticos.

Es necesario precisar que la nueva Constitución “Veritatis Gaudium” no afecta la Constitución Apostólica “Ex corde Ecclesiae” de 1990, también de San Juan Pablo II, que rige a las universidades católicas en todo el mundo y no a las centros eclesiásticos.

El Papa Francisco explica que “hoy es urgente y necesaria una oportuna revisión y actualización de dicha Constitución Apostólica (Sapientia Christiana) en fidelidad al espíritu y a las directrices del Vaticano II”.

“Aunque sigue siendo plenamente válida en su visión profética y en sus lúcidas indicaciones, se ha visto necesario incorporar en ella las disposiciones normativas emanadas posteriormente, teniendo en cuenta, al mismo tiempo, el desarrollo de los estudios académicos de estos últimos decenios, y también el nuevo contexto socio-cultural a escala global, así como todo lo recomendado a nivel internacional en cuanto a la aplicación de las distintas iniciativas a las que la Santa Sede se ha adherido”.

Con esta Constitución se pretende poner a las Universidades y Facultades de estudios eclesiásticos al servicio de una Iglesia misionera en salida.


Principales novedades

De esta manera, el Papa Francisco renueva el compromiso de la Iglesia con los estudios eclesiásticos mediante esta Constitución en la que, como señaló Mons. Angelo Vincenzo Zani, Secretario de la Congregación para la Educación Católica, “además de confirmar las disposiciones normativas precedentes, establece varias novedades de diferente naturaleza. Algunas afectan a los cursos de estudio y a los títulos, otros a las figuras de los docentes y de quienes desempeñan cargos de responsabilidad, y otros a aspectos institucionales”.

La principal novedad del documento afecta a las características y objetivos del AVEPRO, la Agencia para la Evaluación y la Promoción de la Calidad, creada en septiembre de 2007 por el Papa Benedicto XVI y que ahora figura insertada en las nuevas normas.

Al respecto, en el Artículo 1 de las Normas Aplicativas para la Ejecución de la Constitución dice: “Las Universidades y Facultades eclesiásticas, además de las otras instituciones de educación superior, están por norma sujetas a la evaluación de la Agencia de la Santa Sede para la Evaluación y la Promoción de la Calidad de las Universidades y Facultades eclesiásticas (AVEPRO)”.

Según indicó Mons. Zani, “esta novedad se debe al hecho de que la Santa Sede se haya adherido a las convenciones y acuerdos internacionales en virtud de los cuales el sistema de los estudios eclesiásticos puede entrar en diálogo con la cultura académica en general. Así, puede garantizar, tanto al interior como, principalmente, al exterior del propio sistema de estudios, la calidad de la oferta formativa, como se está haciendo hoy en todos los países del mundo”.

Esta Agencia “debe ser siempre una entidad autónoma con respecto al Ministerio, en el caso de la Santa Sede, la Congregación para la Educación Católica”.

En el Artículo 8 de las Normas Comunes establecidas en el documento se señala que las universidades no eclesiásticas aprobadas por la Santa Sede deberán regirse en función por lo dictado en el presente texto jurídico.

Se especifica que “las Facultades eclesiásticas erigidas o aprobadas por la Santa Sede dentro de Universidades no eclesiásticas, que confieren grados académicos tanto canónicos como civiles, deben observar las prescripciones de esta Constitución, respetando los acuerdos bilaterales y multilaterales que hayan sido estipulados por la Santa Sede con las distintas Naciones o con las mismas Universidades.”.

Otro de los puntos novedosos de esta nueva Constitución afecta a la educación a distancia, un servicio “cada vez más demandado”. “La revolución informática y telemática se ha introducido ampliamente en los sistemas de estudios académicos, abriendo escenarios hasta hace poco impensables”, explicó Mons. Zani.

En el Artículo 33 de las Normas Aplicativas de la Constitución se puede leer: “Una parte de los cursos pueden impartirse en la modalidad de educación a distancia si el ordenamiento de los estudios, aprobado por la Congregación para la Educación Católica, lo establece y determina las condiciones”.

Mons. Zani indicó que “el Dicasterio, a partir de este artículo, iniciará de forma inmediata la preparación de una instrucción que contenga los criterios aplicables para la enseñanza a distancia, para que se sustente en un espíritu de colaboración entre instituciones y no de competencia”.


Por otro lado, se ha introducido otro artículo, el 32 de las Normas Comunes establecidas en el documento, “que afecta a la misión de los Institutos de estudios superiores a la hora de afrontar el creciente fenómeno de los refugiados y solicitantes de asilo”.

Según este artículo, la Facultad debe determinar “en sus estatutos los procedimientos para evaluar las modalidades de tratamiento en el caso de refugiados, prófugos o personas en situaciones análogas desprovistos de la regular documentación exigida”.

Criterios fundamentales

Según aclara el Papa Francisco en el Proemio de la Constitución, se proponen cuatro criterios fundamentales en los que se deben sustentar la renovación y el relanzamiento de los estudios eclesiásticos a partir de las enseñanzas del Concilio Vaticano II.

El primero de estos criterios es “la contemplación y la introducción espiritual, intelectual y existencial en el corazón del kerygma, es decir, la siempre nueva y fascinante buena noticia del Evangelio de Jesús (…) en la vida de la Iglesia y de la humanidad”.

Un segundo criterio sería “el diálogo a todos los niveles, no como una mera actitud táctica, sino como una exigencia intrínseca para experimentar comunitariamente la alegría de la Verdad y para profundizar su significado y sus implicaciones prácticas”.

El tercer criterio apuntado por el Santo Padre es “la inter y la transdisciplinariedad ejercidas con sabiduría y creatividad a la luz de la Revelación”.

Finalmente, el cuarto criterio “se refiere a la necesidad urgente de «crear redes» entre las distintas instituciones que, en cualquier parte del mundo, cultiven y promuevan los estudios eclesiásticos, y activar con decisión las oportunas sinergias también con las instituciones académicas de los distintos países y con las que se inspiran en las diferentes tradiciones culturales y religiosas”.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 29 DE ENERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
29 de enero




Si cuando el discípulo llegue a ser perfecto, será como su Maestro (Lc. 6,40), nosotros también debemos ponerse nuestro afán de imitar a Jesús; él nos enseña que no nos basta una mera o teórica aceptación de la Palabra del Padre, sino que se requiere el cumplimiento práctico y real de esa divina voluntad.

No basta que aceptes a Jesús como tu Maestro, si luego no llevas a la práctica sus enseñanzas, si no vives sus Palabras y su Verdad; con esto Jesús te pone en alerta contra un cristianismo de meras fórmulas o de simples aceptaciones de verdades y dogmas, pero que no llega a que esas verdades se hagan vida.



* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 28 DE ENERO


LOS CINCO MINUTO DE JESÚS
28 de enero



La verdadera compasión no se contenta con lamentar el mal; lo remedia, si puede, y cuando no lo puede remediar, comparte, al menos, la aflicción y el dolor.

Jesús pone toda su omnipotencia al servicio de su compasión y así realiza aquel estupendo milagro de la multiplicación de los panes y los peces.

No puedes decir que no te presentan a ti cien y mil ocasiones de ejercer la compasión con tu prójimo que sufre; acepta voluntariamente y con sincero corazón el sacrificio que debas imponerte para remediar las necesidades de tu prójimo; siente como  tuyas sus penas y aflicciones y cumple así el mandamiento de la caridad, amado como dice San Juan: No con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad (1 Jn 3,18)


* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 29 DE ENERO 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 4ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, lunes, 29 de enero de 2018



Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel (15,13-14.30;16,5-13a):

En aquellos días, uno llevó esta noticia a David: «Los israelitas se han puesto de parte de Absalón.»
Entonces David dijo a los cortesanos que estaban con él en Jerusalén: «¡Ea, huyamos! Que, si se presenta Absalón, no nos dejará escapar. Salgamos a toda prisa, no sea que él se adelante, nos alcance y precipite la ruina sobre nosotros, y pase a cuchillo la población.»
David subió la cuesta de los Olivos; la subió llorando, la cabeza cubierta y los pies descalzos. Y todos sus compañeros llevaban cubierta la cabeza, y subían llorando. Al llegar el rey David a Bajurín, salió de allí uno de la familia de Saúl, llamado Semeí, hijo de Guerá, insultándolo según venía. 
Y empezó a tirar piedras a David y a sus cortesanos –toda la gente y los militares iban a derecha e izquierda del rey–, y le maldecía: «¡Vete, vete, asesino, canalla! El Señor te paga la matanza de la familia de Saúl, cuyo trono has usurpado. El Señor ha entregado el reino a tu hijo Absalón, mientras tú has caído en desgracia, porque eres un asesino.»
Abisay, hijo de Seruyá, dijo al rey: «Ese perro muerto ¿se pone a maldecir a mi señor? iDéjame ir allá, y le corto la cabeza!»
Pero el rey dijo: «¡No os metáis en mis asuntos, hijos de Seruyá! Déjale que maldiga, que, si el Señor le ha mandado que maldiga a David, ¿quién va a pedirle cuentas?»
Luego dijo David a Abisay y a todos sus cortesanos: «Ya veis. Un hijo mío, salido de mis entrañas, intenta matarme, ¡y os extraña ese benjaminita! Dejadlo que me maldiga, porque se lo ha mandado el Señor. Quizá el Señor se fije en mi humillación y me pague con bendiciones estas maldiciones de hoy.»
David y los suyos siguieron su camino.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 3,2-3.4-5.6-7

R/. Levántate, Señor, sálvame

Señor, cuántos son mis enemigos,
cuántos se levantan contra mí;
cuántos dicen de mí:
«Ya no lo protege Dios.» R/.

Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria,
tú mantienes alta mi cabeza.
Si grito, invocando al Señor,
él me escucha desde su monte santo. R/.

Puedo acostarme y dormir y despertar:
el Señor me sostiene.
No temeré al pueblo innumerable
que acampa a mi alrededor. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (5,1-20):

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la orilla del lago, en la región de los gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, desde el cementerio, donde vivía en los sepulcros, un hombre, poseído de espíritu inmundo; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para domarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras.
Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó a voz en cuello: «¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes.»
Porque Jesús le estaba diciendo: «Espíritu inmundo, sal de este hombre.»
Jesús le preguntó: «¿Cómo te llamas?»
Él respondió: «Me llamo Legión, porque somos muchos.»
Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca. Había cerca una gran piara de cerdos hozando en la falda del monte. 
Los espíritus le rogaron: «Déjanos ir y meternos en los cerdos.»
Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al lago y se ahogó en el lago. Los porquerizos echaron a correr y dieron la noticia en el pueblo y en los cortijos. Y la gente fue a ver qué había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Se quedaron espantados. Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su país. Mientras se embarcaba, el endemoniado le pidió que lo admitiese en su compañía. Pero no se lo permitió, sino que le dijo: «Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia.»
El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy lunes, 29 de enero de 2018
 Ciudad Redonda


Queridos hermanos:

La narración de la curación del endemoniado de Gerasa parece estar escrita en superlativo. Todo es en ella desmesurado: Los formidables síntomas de posesión de aquel hombre, la infinidad de de demonios, la espectacularidad de la sanación, el excesivo número de cerdos,… hasta la dura negativa de Jesús a que el enfermo le siguiera, una vez sanado. Por otra parte, según los entendidos el relato está cargado de indicios que aluden al mundo pagano dominado por el maligno. Al seleccionar algunos puntos para nuestra meditación sugiero éstos:

Detengámonos en dos efectos del mal que padece este hombre poseído: Por un lado, la fuerza sobrehumana que le hace capaz de romper cadenas y cepos y, por otro, vivir en el cementerio entre sepulcros. En dos pinceladas el evangelista hace un retrato certero del Maligno: Tiene una fuerza irresistible y conduce a la muerte.

Los seres humanos somos incapaces de resistir la furia del mal, especialmente si hemos crecido en ambientes hostiles o hemos sido marcados por experiencias dañinas. Con nuestros propios medios humanos no conseguiremos jamás romper sus cadenas. Necesitamos al más fuerte, a Jesús, el Hijo de Dios. El vino a la tierra no tanto para enseñarnos a vivir mejor, sino sobre todo para liberarnos luchando contra el mal. ¡Ojalá que nuestra vida sea permanente lucha contra el mal, combatiendo bajo la bandera del Maestro bueno!

Por otra parte, el destino de muerte que graba nuestra cultura, afecta a muchos de nuestros hábitos, deseos y opciones. La cultura de la muerte nos causa mucho daño. Es Jesús quien puede pronunciar sobre nosotros aquella palabra que nos rescata de sus garras de tristeza y de muerte. Su resurrección consistió en hacernos vivir de alegría. En palabras de Dostoievsky: “No fue el dolor de la gente , sino su alegría lo que Cristo vino a ver. Realizó su primer milagro para contribuir al contento humano”.

Por último, ¿Por qué Jesús no le permite al hombre liberado el poder seguirle como  discípulo? El, que solía pedir que le siguieran, niega ahora a este hombre su deseo.

No sabemos exactamente por qué actúa así Jesús, pero sí deja en claro que no todos debemos responder de la misma manera a sus llamadas. A unos les pide vivir en comunidad de vida con El, a otros permanecer en sus casas… Pero a todos les envía (¡ve!) a anunciar y a compartir la buena noticia de sentirse liberado y salvado por Él. Es la consigna de la evangelización: salir a compartir la experiencia de sentirnos amados y liberados por el Señor.

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