martes, 23 de enero de 2018

EL ESPÍRITU SANTO Y MARÍA


Espíritu Santo y María
El Padre Nicolás nos invita a reflexionar sobre la relación entre el Espíritu Santo y la Virgen María.


Por: Padre Nicolás Schwizer | Fuente: Retiros y homilías del Padre Nicolás Schwizer 




Quisiera meditar con Uds. algunos momentos en la vida de María.

La Encarnación. No hay duda de que la vida de la Sma. Virgen estaba, desde su inicio, bajo la fuerte influencia del Espíritu de Dios. La Virgen es la “Todasanta” porque desde el primer momento de su existencia fue “sagrario del Espíritu Santo”.

Pero su gran encuentro con el Espíritu fue la Anunciación del ángel que culminó con la encarnación. Allí María tuvo su primer Pentecostés: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el Poder del Altísimo te cubrirá con su sombra” (Lc 1, 35). A partir de ese acontecimiento, Ella es llamada sagrario, tabernáculo, santuario del Espíritu. Con ello se indica la inhabitación del Espíritu Santo en María de un modo del todo singular y superior al de los demás cristianos. Como en todo ser humano, el Espíritu de santidad quiere actuar en la Virgen y a través de Ella.

Pero aquí hay algo más, algo nuevo y único: el Espíritu Santo quiere actuar junto con la Virgen. ¿Y para qué? Quiere unirse y atarse a María para que de Ella nazca Jesucristo, el Hijo de Dios. Y quiere que la Sma. Virgen diga su Sí totalmente voluntario y libre, para entregarse al Espíritu de Dios, para convertirse en Madre de Dios.

Su crecer en el orden del Espíritu. No debemos pensar que la Virgen haya entendido todo desde el primer momento. Evidentemente comprendió mucho más que nosotros. Porque tenía, como dice Santo Tomas de Aquino, la luz profética que le regaló un conocimiento mayor de las cosas de Dios.

Sin embargo, como ser humano, Ella crecía en sabiduría y desarrollaba su entendimiento a lo largo de la vida. Por eso dice el Padre Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt, que María iba adentrándose crecientemente en el orden del Espíritu.

¿Y que quiere decir eso? María tenía que ir comprendiendo, paso a paso, lo que quería Jesús y lo que debía hacer Ella a su lado. Tenía que entrar progresivamente en ese mundo de su Hijo Divino, en el que sólo el Espíritu Santo podía introducirla.

En diálogo con el Espíritu de Dios, tenía que recorrer su propio camino de fe. Pensemos en la pérdida de Jesús, al cumplir los doce años. Cuan difícil fue para Ella cuando su Hijo los abandonó y después les dijo:

“¿No saben que tengo que preocuparme de los asuntos de mi padre?” (Lc 2, 49). Como agrega el texto, María no entendió lo que Jesús acababa de decirles. Pero seguramente se dio cuenta de que su Hijo llevaba en su interior otro mundo, el mundo del Padre, en el cual también Ella tenía que adentrarse de un modo más perfecto.

Otro momento difícil surgió en las bodas de Cana. “Mujer, Tú no piensas como yo: todavía no ha llegado mi hora” (Jn 2.4). El pensar de María es todavía muy humana: quiere ayudar a los novios en su necesidad. Jesús mira más allá, piensa en su gran Hora, la hora de la Cruz. Y, sin embargo, cumple el deseo de su Madre.

Y cuando llegó la gran Hora, sobre el monte Calvario, ya callan en Ella los deseos y necesidades naturales. Todo queda sujeto a la voluntad del Padre. Ya no quiere otra cosa que cumplir perfectamente con su rol en el plan de salvación.

Cumbre de ese insertarse en el orden del Espíritu fue la espera de Pentecostés. Allí María se convirtió en instrumento perfecto del Espíritu Santo. Condujo a los apóstoles y discípulos a la sala del Cenáculo. Les transmitió su anhelo profundo por el Espíritu Divino. E imploró con ellos la fuerza de lo alto sobre toda la Iglesia reunida.

En Pentecostés se colmó su ansia por el Espíritu de Dios. Allí quedó completamente compenetrada y transformada por El. Ya en su vida tuvo un cuerpo espiritualizado, es decir, transformado por el Espíritu, de modo que no podía ser destruido. Y así ya quedó preparada para su último y definitivo paso: la asunción en cuerpo y alma al cielo.

Creo que también en nuestra propia vida debe existir un insertarnos paulatinamente en el orden del Espíritu.

Preguntas para la reflexión
1. ¿ Cómo cultivo mi relación con el ES?
2. ¿Sentimos cómo el Espíritu Santo nos capta e introduce en el mundo de Dios?
3. ¿Es la Virgen mi compañera en la oración?

TEXTO COMPLETO DE RUEDA DE PRENSA DEL PAPA FRANCISCO EN EL VUELO DE REGRESO DE CHILE Y PERÚ

TEXTO COMPLETO: Rueda de prensa del Papa Francisco en el vuelo de regreso de Chile y Perú


El Papa Francisco durante la rueda de prensa en el vuelo de regreso a Roma / Foto: Álvaro de Juana (ACI Prensa)





(ACI).- El Papa Francisco concedió este lunes una rueda de prensa en el avión que lo trajo de regreso a Roma, luego de realizar una visita apostólica a Chile y Perú.

Durante la conferencia, el Santo Padre respondió preguntas sobre la corrupción, las acusaciones contra el Obispo Juan Barros, el Sodalicio de Vida Cristiana, sus palabras sobre los abusos sexuales, las impresiones que tiene sobre la fe en ambos países, así como la boda que celebró durante uno de sus vuelos.

A continuación el texto completo de la rueda de prensa:

Director de la Sala de Prensa del Vaticano, Greg Burke: Gracias, gracias por el tiempo que nos da esta tarde después del largo viaje, por momentos caluroso y húmedo, pero un viaje rico, donde ha tocado el corazón de la gente, el santo pueblo fiel de Dios, con un mensaje de esperanza, pero en el que ha hecho también referencia a los desafíos de las iglesias locales y de la gente.

Papa Francisco: Buenas tardes, gracias por su trabajo, fue un viaje, no sé cómo se dice en italiano, pero en español se dice ‘pasteurizado’, como con la leche, se pasa del frío al calor, del calor al frío, nosotros hemos pasado del sur de Chile, fresco, con un paisaje hermosísimo, al desierto, a la selva de (Puerto) Maldonado, luego a Trujillo, el mar, y luego Lima. Todas las temperaturas, todos los climas. Y esto cansa.

Empezamos con las preguntas del viaje. Cuando terminemos esto, si queda algo del viaje, lo digo yo, y después las otras preguntas si hay.

Pregunta: Quería agradecerle el momento de habernos permitido acompañarlo en este viaje. Usted dijo en el vuelo de ida que no conocía bien el Perú, y en estos días ha tenido la oportunidad de recorrer tres ciudades. Quería preguntarle por este viaje en el que la gente se ha volcado a verlo, incluso ha llegado a decirle cariñosamente ‘Panchito no te vayas’. ¿Qué se lleva del viaje el Santo Padre?, ¿qué se lleva, del viaje al Perú?

Papa Francisco: Me llevo la impresión de un pueblo creyente, un pueblo que pasa muchas dificultades y las pasó históricamente, ¿no? Pero una fe que me impresiona, no solo la fe en Trujillo, donde la piedad popular es muy rica y muy fuerte, si no la fe de las calles. ¿Ustedes vieron lo que eran las calles? Y no solo en Lima, evidentemente, sino también en Trujillo, también en Puerto Maldonado, donde yo pensaba tener el acto en un lugar como este y era una plaza llena y cuando iba de un lado para otro, también. O sea, un pueblo que salió a expresar su alegría y su fe, ¿no?

Es verdad que ustedes tienen, como dije… hoy al mediodía: ustedes son una tierra ‘ensantada’. Son el pueblo Latinoamericano que tiene más santos, y santos de alto nivel, ¿no? Toribio, Rosa, Martín, Juan. De alto nivel. Creo que la fe la tienen muy calada dentro. Yo me llevo de Perú una impresión de alegría, de fe, de esperanza, de volver a andar y, sobre todo, muchos chicos. O sea, volví a ver esa imagen que vi en Filipinas y vi en Colombia: los papás y las mamás a mi paso levantando a los chicos, y eso dice ‘futuro’, eso dice ‘esperanza’, porque nadie trae hijos al mundo si no tiene esperanza.

Lo único que les pido es que cuiden la riqueza. No solo las que tienen las iglesias y los museos, que las obras de arte son geniales, no solo las de la historia de la santidad y de los sufrimientos que los han enriquecido mucho, sino esta riqueza de estos días que yo vi.

Pregunta: Su Santidad, en el Perú la clase política ha defraudado al pueblo con actos de corrupción e indultos negociados, pero también lo han hecho algunos miembros de la Iglesia, basta ver a las víctimas como del Sodalicio de Vida Cristiana esperando justicia. ¿Qué respuesta da usted a ambos casos?

Papa Francisco: Primero el problema de la corrupción. Yo no sabría responderte históricamente el progreso de la corrupción o históricamente en otros sectores del mundo, ¿no? Yo sé que en algunos países de Europa hay mucha corrupción, en algunos. Sí, en Latinoamérica hay muchos focos de corrupción. Ahora está de moda hablar de Odebrecht, por ejemplo, pero eso es un botón de muestra. El origen de la corrupción es, yo diría es, tengo que decir que es el pecado original que te lleva … Escribí un librito una vez, muy pequeño, que se llama pecado original que te lleva… yo leí un librito una vez, muy pequeño, que se llama “Pecado y Corrupción”. Y el lema que saco de ese libro es ‘pecador sí, corrupto no’. Todos somos pecadores, pero yo sé que todos nosotros, los que estamos acá, al menos yo hago la voluntad de mi parte, y pienso que ustedes lo hacen cuando se encuentran en ‘off side’, en un pecado fuerte. ‘Bueno, esto está mal. Acá me porté mal con un amigo, o robé, o hice esto, o me drogué’, y entonces me freno y trato de no hacerlo. Bueno, pero está el perdón de Dios sobre todo eso. Yo al pecado no le tengo miedo, le tengo miedo a la corrupción, porque la corrupción ya te va viciando el alma y el cuerpo, y un corrupto está tan seguro de sí mismo que no puede volver atrás. O sea, la corrupción son como de esos pantanos chupadizos que vos pisás y querés salir, y das un paso y te vas más adentro, y más adentro y te chupó. Es una ciénaga. Sí, es la destrucción de la persona humana. Yo no sé si quieres preguntar algo más sobre la corrupción. Después paso al Sodalicio, ¿eh? Claro, el político tiene mucho poder. También el empresario tiene mucho poder. El empresario que le paga la mitad a sus obreros es un corrupto. Y un ama de casa que está acostumbrada y cree que es lo más normal explotar a las mucamas sea con el sueldo o sea con el modo de tratar, es una corrupta, porque ya lo toma como normal. Recuerdo una conversación que tuve con una persona, un profesional, sí, de cómo llevaba la cosa, joven, tendría 30 años, y él me decía que trataba al personal doméstico de una manera nada noble. Me decía las cosas que hacía con las personas y yo le dije: ‘pero usted no puede hacer eso, eso es pecado’. ‘Padre’, me dice, ‘no vamos a comparar a esa gente conmigo, esa gente está para eso’. Y es lo que piensa el tratante sexual, el tratante de trabajo esclavo, los corruptos.


¿Y en la Iglesia hay corrupción? ¡Sí! Hay casos de corrupción en la Iglesia, en la historia de la Iglesia siempre los hubo. Siempre los hubo y… porque hombres y mujeres de Iglesia entraron en el juego de la corrupción. Y esto me sirve de puente para lo del Sodalicio.

Lo del Sodalicio empezó con un caso de una persona que parecía muy… mucha virtud, murió, e investigando la vida se descubrió que tenía doble vida. Es el primer caso del Sodalicio que yo conozco, ¿eh? Pero de esto hace 20-25 años atrás. Y después una denuncia de abuso, no solo sexual, sino de abuso de manipulación de conciencia para con el fundador. El proceso del fundador entró en la Santa Sede, se le dio una condena. No se lo expulsó del Sodalicio, sino vive solo. Una persona lo atiende. Él se declara inocente de las pruebas que hubo en el juicio y apeló a la Signatura Apostólica, que es la Suprema Corte de Justicia del Vaticano. La causa está en apelación. Por los datos que tengo saldrá en menos de un mes. Lleva un año el proceso, pero en menos de un mes saldrá. ¿Pero que sucedió ahora? Ese juicio fue gatillo para que otras víctimas de esa persona hicieran juicios civil y eclesiástico. Entonces, si la Signatura Apostólica pone fin a este juicio, primero, sea a favor o en contra, ya no tiene sentido porque este hombre, ahora sí, hay cosas mucho más graves que dirá la justicia, pero son varios casos graves e intervino la justicia civil, lo cual en estos casos de abuso siempre es conveniente, siempre es conveniente porque es un derecho y creo por lo que sé, pero no estoy muy al tanto, que la cosa es bastante desfavorable al fundador.

Por otro lado, no era una situación personal solamente, había cosas ahí no del todo claras. Hace casi dos años, yo mandé un visitador al Sodalicio, en la persona del Cardenal Tobin, Obispo de Newark. El Cardenal Tobin hace la visita, descubre cosas que no entiende o que no están claras, nombra dos veedores económicos; y este es el tercer abuso, que también rozaba el fundador: manejo económico. Y después de un estudio recomienda comisariar el Sodalicio. Llegó la carta de él hace 4 semanas, se estudió el caso y hace dos semanas se nombró un comisario. O sea, hoy día el Sodalicio está comisariado por la Santa Sede por todo esto. Un caso parecido, diría en los procedimientos, no en las acusaciones, al de los Legionarios, que ya fue resuelto en su momento por el Papa Benedicto XVI. Que en eso estuvo muy firme y muy fuerte. Benedicto no toleraba esas cosas, y yo aprendí de él a no tolerarlas también. No sé si te respondí. El estado jurídico hoy día del Sodalicio es comisariamiento, y a la vez sigue la visita apostólica.

Pregunta: Muchas gracias por esta oportunidad de plantearle algunas preguntas sobre el viaje. Yo quería preguntarle, a propósito de su primer mensaje en Chile que fue muy duro contra los abusos… que habló de vergüenza, de comprender el dolor de las víctimas, pero el último día en las declaraciones que hizo sobre el Obispo Barros hubo también una declaración en la que finalmente también intentó de mentir o de calumniar a las víctimas. ¿Por qué cree más el testimonio del Obispo Barros que al de las víctimas? ¿No se traiciona un poco esa confianza hacia las víctimas que usted mismo planteó en Chile?

Papa Francisco: Comprendo la pregunta, perfecto. Sobre Barros hice una sola declaración. Yo hablé en Chile, y eso fue en Iquique, al final. Hablé en Chile dos veces sobre los abusos, con mucha fuerza, delante del gobierno, que era hablar delante de la patria, y en la Catedral con los sacerdotes. El discurso que dije a los sacerdotes es lo que yo siento más profundamente respecto a este caso. Ustedes saben que empezó el Papa Benedicto con tolerancia cero. Yo seguí con tolerancia cero, y después de casi 5 años de pontificado, no he firmado un pedido de gracia. Los procesos son así: entran en la Congregación de la Doctrina de la Fe y la Congregación da la sentencia -en los casos de quite del estado clerical, es definitiva la sentencia en primera instancia-. La persona que es condenada tiene derecho a apelar, hay un tribunal de apelación de segunda instancia. El tribunal de apelación sabe que si hay pruebas claras de abuso, no hay lugar para la apelación, eso no se apela. Lo que sí puede apelarse son los procedimientos, falla de procedimientos, irregularidades… entonces ahí tiene que hace revisión del proceso… como en todo juzgado. Si la segunda instancia confirma la primera, solamente le queda una salida a la persona, y es apelar al Papa como gracia. Yo en cinco años habré recibido, no sé el número, 20-25 casos de gracia que se animaron a pedir, no firmé ninguno. Solamente en un caso, que no fue gracia ni nada, fue una discusión de sentencia jurídica, en mi primer año de Pontificado, y me encontré con dos sentencias: una que muy seria que venía de la diócesis, y otra que dio la Doctrina de la Fe. La de Doctrina de la Fe era la más dura. La que venía de la diócesis era muy seria, con mucha cautela y muy condicionada. O sea, con estas condiciones hay que esperar un tiempo y ver que… o sea, no cerraba el caso. Como hay que hacer en buena jurisprudencia, siempre a favor del reo. Opté por la más leve con las condiciones. A los dos años se evaluó que las condiciones no se cumplió y entonces dejé funcionar la otra. Ha sido el único caso del que dudé pero porque eran dos sentencias y había un principio jurídico ‘in dubbio por reo’ y entonces por eso opté por eso. Esa es mi postura.

Ahora, el caso del Obispo Barros. Es un caso que lo hice estudiar, lo hice investigar, lo hice trabajar mucho y realmente no hay evidencia, uso la palabra ‘evidencia’ porque después voy a hablar sobre las pruebas. No hay evidencias. Después voy a hablar de las pruebas. No hay evidencia de culpabilidad, más bien parece que no se van a encontrar porque hay una coherencia en otro sentido. En base a ese no haber evidencias, yo espero alguna una evidencia para cambiar de postura, si no aplico el principio jurídico básico en todo tribunal ‘nemo malus ni si probeto’, ninguno es malo hasta que se pruebe.

Y ahí está palabra ‘prueba’ que creo que es la que me jugo a mí la mala pasada. Yo dije, en español, por lo que recuerdo, estaba entrando, y una periodista de Iquique me pregunta: ‘nosotros en Chile tenemos el gran problema del obispo Barros, ¿qué piensa usted?’ y creo que las palabras que dije fueron estas. Primero pensé respondo o no respondo. Y dije: ‘sí’, porque Barros había sido Obispo de Iquique, y una feligresa de él me lo preguntaba y tiene derecho. Y dije. ‘el día que tenga una prueba, voy a hablar. Creo que dije ‘no tengo pruebas’. Creo, pero no me acuerdo, pero está registrado, lo puedes encontrar.

La respuesta fue dada, el día que yo tenga una prueba hablaré. La palabra ‘prueba’ es la que me ha traicionado y generó confusión. Yo hablaría de evidencias. Y claro, entonces yo sé que hay mucha gente abusada y que no puede traer una prueba, no la tiene. Y que no puede, o a veces la tiene pero tiene vergüenza, que lo tapa y sufre en silencio. El drama de los abusados es tremendo, es tremendo. A mí me toco atender, hace dos meses, a una mujer abusada hace 40 años. Casada, con tres hijos. Esa mujer no recibía la comunión desde esa época, porque en la mano del cura veía la mano del abusador. No podía acercarse. Y era creyente, era católica. No podía. Perdón que continue en español, pero quiero ser preciso con los chilenos.

La palabra ‘prueba’ no era la mejor para acercarme a un corazón dolorido. Yo diría ‘evidencias’. El caso de Barros se estudió, se reestudió, y no hay evidencias. Es lo que quise decir. No tengo evidencias para condenar. Y ahí si yo condenara sin evidencias o sin certeza moral, cometería yo un delito de mal juez.

Hay otra cosa más que quiero decir. Y esto lo explico en italiano. Uno de ustedes se me acercó y me dijo: ‘vio la carta que salió, y me hizo ver una carta que yo escribí hace 2 años, cuando comenzaba el problema de Barros. Esa carta la tengo que explicar, porque es incluso una carta en favor de la prudencia de como ha estado gestionado el problema Barros. Esa carta no es la narración de un hecho puntual, es la narración de más o menos 10-12 meses.

Cuando explotó el escándalo Karadima, un hombre… todos conocemos cuál es su escándalo, se empezó a ver cuántos sacerdotes que fueron formados por Karadima fueron abusados o fueron abusadores. Hay en Chile 4 obispos a los cuales Karadima envió al seminario. Una persona de la Conferencia Episcopal sugirió que estos obispos, tres, porque el cuarto estaba muy enfermo, y no estaba a cargo de una diócesis, pero tres estaban a cargo de una diócesis. Si quizás era mejor que estos obispos renunciaran, diesen su dimisión, se tomaran un año sabático, y después, pasada la tormenta, para evitar acusaciones, porque son buenos obispos, bravos. Y como Barros llevaba ya 20 años de obispo, estaba por terminar el obispado militar… primero fue auxiliar de Valparaíso, después Obispo de Iquique, después Obispo militar por casi 10 años. Tiene casi 20 años de obispo. Pidamos la dimisión a él quizás, y generosamente la dio. Vino a Roma, y dije ‘no’, así no se juega porque esto es admitir culpabilidad previa. Y en cada caso, si son culpables, se investiga. Y yo lo freno.

Cuando fue nombrado y siguió adelante todo este movimiento de protesta, él me dio la renuncia por segunda vez, y le dije ‘no’, tú vas. He hablado largo rato con él. Otros hablaron largo rato con él. Y vas. Y vosotros sabéis lo que pasó el día de la toma de posesión y todo eso. Se continuó a investigar sobre Barros, no vienen las evidencias. Y esto es lo que quise decir: no puedo condenarlo, porque no tengo las evidencias, aunque yo estoy convencido de que es inocente.

Paso a un tercer punto, ¿qué sienten los abusados? Y con esto debo pedir disculpas, porque la palabra ‘prueba’ ha herido, ha herido a muchos abusados: ‘ah, ¿yo tengo que ir a buscar la evidencia de esto?’. No. Es una palabra de traducción del principio legal es herida…. Y les pido perdón si les he herido sin darme cuenta. Es una herida sin quererlo. Y a mí esto me causa tanto dolor porque les recibo a ellos… en Chile los he recibido… dos se saben, y hubo otros más escondidos. En Perú no. En cada viaje siempre hay alguna posibilidad. Han sido publicadas las de Filadelfia, y otras tres fueron publicadas. Otros casos no. Sé cuánto sufren. Sentir que el Papa les dice en la cara ‘denme una carta con la prueba’, es un ‘schiafo’. Ahora yo me doy cuenta de que mi expresión no fue feliz, porque no pensé en eso. Y entiendo, como dice el apóstol Pedro en una de sus cartas, un incendio que se ha provocado. Y esto es lo que yo puedo decirte con sinceridad. Barros quedará ahí si yo no encuentro el modo de condenarlo. Yo no puedo condenarlo si no tengo evidencias. Y hay muchos modos de hacer llegar una evidencia.

Me dicen que después de la turbulencia de Barros y del Sodalicio tenemos una meteorológica. Yo me quedaría aquí.

En el caso de Barros no hay evidencias. Empezó quizás con esa mala decisión de la renuncia y se lo empezó a acusar. Pero de abuso no hay evidencias.

Pregunta: ¿De encubrir un abuso?

Papa Francisco: Sí, sí, pero es un abuso también, ¿no? Encubrir abusos es un abuso. No, no hay evidencia. Por eso, lo mejor es que el que cree que es así, que aporten evidencias rápido. Si honestamente creen que es así. Yo en este momento no creo que sea así, porque no las hay. Pero tengo el corazón abierto a recibirlas.

Y lo otro de Chile es un cuento chino, ¿eh? Yo de Chile me vine contento, no esperaba tanta gente en la calle. Y eso, no pagamos la entrada. O sea, esa gente no fue pagada ni llevada en colectivo. La espontaneidad de la expresión chilena fue muy fuerte. Incluso en Iquique, que yo pensé que iba a ser una cosa muy poquita porque Iquique es desierto y ustedes vieron lo que fue la gente.

En el sur lo mismo. Y en Santiago las calles de Santiago hablaban por sí mismo. En eso creo que la responsabilidad del informador es ir a los hechos concretos. Acá hubo esto, hubo esto, y esto. Y lo del pueblo dividido no sé dónde sale, es la primera vez que lo oigo. Quizás este caso de Barros es lo que lo ha creado, pero ubicándolo en su realidad puede ser por eso. Pero a mí la impresión que me dio es que lo de Chile fue muy gratificante y muy fuerte. Yo después quisiera volver en uno de los momentos que más me conmovio de Chile antes de pasar a otros temas si tenemos tiempo.

Pregunta: Santidad, quería hablarle de lo que ha dicho el otro día en la Amazonía. En su discurso había un elemento se puede decir que nuevo. No solo la amenaza de los grupos económicos, sino también la perversión de algunas políticas ambientalistas que sofocan la vida de las personas. ¿Existe un ambientalismo que está contra el hombre?


Papa Francisco: Sí. Y en esa zona, no puedo en este momento describir bien. Pero por proteger la selva, para salvar a algunas tribus que quedaron fuera y la selva se acabó por explotación. Pero el caso más concreto de este caso está en las estadísticas de las zonas. Encontrarás seguramente los datos precisos. Es un fenómeno de custodiar el ambiente y después de aislar. Han quedado aislados de un progreso real. Es un fenómeno que se ha dado aquí en esta zona. En las informaciones que me enviaron para preparar el viaje yo lo he estudiado.

Pregunta: Mi pregunta es sobre la celebración del matrimonio en el avión. De ahora en adelante, ¿qué le diría a los párrocos, obispos, cuando los novios piden casarse en la playa, en los parques, en los barcos…?

Papa Francisco: Se imagina cruceros con matrimonios, esto sería… Uno de ustedes me dijo que yo estoy loco por hacer estas cosas. Pero fue sencillo. El señor, el hombre, estaba en el primer vuelo. Ella no estaba. Hablamos… luego me di cuenta que me había sondeado. Hablamos de la vida, de qué pensaba yo la vida de la familia. En verdad, una hermosa conversación. El día después estaban ambos. Cuando nos hicimos las fotos me dijeron que estaban por casarse por la Iglesia, se casaron por civil, porque el día anterior (se ve que eran de una ciudad pequeña) la iglesia se destruyó en el terremoto. No hubo boda. De esto hace 8 o 10 años. ‘Que sí, que mañana lo hacemos, después la vida, llega una hija, después la otra hija… pero nosotros siempre hemos tenido esto en el corazón, pero no nos hemos casado’. Los interrogué un poco, y las respuestas eran claras: para toda la vida. ‘¿Y cómo sabéis estas cosas? ¿Tenéis buena memoria del catecismo?’. ‘No, no, no. Nosotros hemos hechos los cursos prematrimoniales’. Estaban preparados. A los párrocos les digo que estaban preparados y yo he juzgado que estaban preparados.

Me lo pidieron. Los sacramentos son para las personas, y vi que las condiciones eran claras y por qué no hacer hoy lo que se puede hacer hoy, ¿no?; para qué mandarlo a mañana, porque mañana quizás hubiesen sido 8 años más. Esta es la respuesta. Porque yo he juzgado que estaban preparados y que sabían lo que hacían. También uno de ellos se ha preparado delante del Señor con el sacramento de la penitencia, y los casé. Y cuando llegaron aquí todo estaba acabado y se han casado.

Me dijeron que les había dicho a alguno: ‘vamos al Papa que nos case’. No se si era verdad o no esa intención. Así ha sido la cosa. Pero decidle a los párrocos que el Papa los interrogó bien, y después cuando me dijeron que habían hecho el curso… Pero eran conscientes de que estaban en una situación irregular.

Pregunta: Ayer el Cardenal O’Malley hizo una declaración sobre sus palabras, sobre el Obispo Barros y han dicho que palabras como esas eran dolorosas para las víctimas, que se han sentido abandonadas y desacreditadas. Usted ha dicho que se sentía mal. Imagino, me pregunto si fueron las palabras del Cardenal O’Malley las que le han dolido. Y luego una pregunta relacionada con esto: la Comisión para la Protección de Menores, del Cardenal O’Malley, acabó su mandato el mes pasado de sus primeros miembros. Hay personas que en esta caducidad se preguntan si esto es una señal de una no prioridad de la proteccion de menores.

Papa Francisco: He visto la declaración del Cardenal O’Malley. También dijo que ‘el Papa siempre ha defendido esto... tolerancia cero… Con esta manifestación no feliz me ha hecho pensar que la palabra ‘prueba’, calumnia… Uno que insiste, sin tener la evidencia, que este ha hecho aquello, es calumnia. Digo que si hay robo, sin evidencia, le estoy calumniando. Yo no he escuchado a ninguna víctima de Barros. No vinieron, no dieron las evidencias para el juicio. Es algo que no se puede tomar. Usted me dice con buena voluntad que existen las víctimas. Pero yo no las he visto, no se han presentado. Es verdad que Barros estaba en el grupo de jóvenes allí, ha entrado en el seminario hace no sé cuánto, por hoy hace 24 años de obispo, o 23. Habrá tenido 15 de sacerdote. Hace tantos años y era jovencísimo. Él dice que no vio nada. Era del grupo, pero después siguió otro camino. En esto tenemos que ser claros. Uno que acusa sin evidencias, con insistencia, es calumnia. Pero si viene una persona y me da la evidencia yo seré el primero en escucharle. Tenemos que ser justos.

Yo he pensado en lo del Cardenal O’Malley. Agradezco al Cardenal O’Malley su declaración, porque ha sido muy justa. Ha dicho todo lo que yo he hecho y hago y que hace la Iglesia y luego habló del dolor de las víctimas, porque como he dicho al inicio, hay muchas víctimas que no son capaces, por vergüenza o por lo que sea, de llevar un documento o un testimonio de esto.

La segunda pregunta que usted me hacía era la Comisión. La Comisión, el nombramiento era por tres años creo, y ha vencido. Se estudió la nueva Comisión, y ellos, la Comisión misma, decidió renovar a una parte y nombrar nuevos. El martes antes de la salida para este viaje llegó la lista de la Comisión definitiva y ahora sigue el trámite normal de la curia. Había algunas observaciones sobre alguno que se tienen que aclarar, porque las personas nuevas se estudian el curriculum. Había observaciones que debían aclararse. Pero sobre esto el Cardenal O’Malley ha trabajado bien, como se debe. Por favor, no pensar que… los tiempos son los tiempos normales para un nombramiento del género. Buscando gente de primera.

Pregunta: Una de las tareas de la Iglesia es luchar contra la pobreza. Chile, en 20 años ha bajado el índice de pobreza del 40% al 11%. Según usted, ¿es el resultado de una política liberal? ¿Existe el bien del liberalismo según usted? Y otra pequeña pregunta sobre el Cardenal Maradiaga, ¿qué piensa usted sobre las noticia del dinero? Gracias.

Papa Francisco: Del Cardenal Maradiaga no es del viaje pero respondo. Él hizo una declaración filmada, en video, yo digo eso que dijo él.

Lo del liberalismo, diré que tenemos que estudiar bien los casos de las políticas liberales. Hay otros países de Latinoamérica con políticas liberales que llevaron al país a una mayor pobreza. No sabré que responder porque no soy técnico en esto: pero en general, una política liberal que no incluye a todo el pueblo, es selectiva, lleva para abajo. Pero no hay una regla general. El caso de Chile no lo conozco para responder, pero vemos en que otros países de Latinoamérica la cosa va para abajo.

Sobre el viaje querría hablar de algo que me conmovió mucho. La cárcel de mujeres. Yo tenía el corazón ahí… siempre soy muy sensible a las cárceles y lo encarcelados, y siempre me pregunto por qué ellos y no yo. Y ver a estas mujeres. Ver la creatividad de estas mujeres, la capacidad de querer cambiar su vida, de reinsertarse en la sociedad con la fuerza del Evangelio…. Uno de ustedes me ha dicho: ‘he visto la alegría del Evangelio'. Quedé muy conmovido. De verdad, muy conmovido de ese encuentro. Fue una de las cosas mas hermosas del viaje.

En Puerto Maldonado, el encuentro con los aborígenes, es obvio, fue emocionante, un signo al mundo. Ese día fue la primera reunión de la comisión sinodal del Sínodo para la Amazonía que será en 2019. Pero me conmoví en el Hogar “El Principito”, de ver a estos niños, la mayoría abandonados. Esos niños y esas niñas que con la educación consiguieron salir adelante, que son profesionales. Esto me ha conmovido mucho. La obra de llevar a una persona arriba. Así como estas cosas de las que hemos hablado antes llevan a la persona arriba. Esto me ha conmovido mucho del viaje allí.

Y la gente, el calor de la gente. Era de no creer lo que vimos hoy. De no creer. El calor de la gente. Yo digo: este pueblo tiene fe. Esta fe me la contagia a mí y le doy las gracias a Dios por eso. Y a vosotros os agradezco el trabajo que les espera para hacer los artículos y las noticias que debéis hacer. Gracias por la paciencia y gracias por hacer las preguntas precisas.

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 23 ENERO 2018

Lecturas de hoy Martes de la 3ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, martes, 23 de enero de 2018



Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel (6,12b-15.17-19):

En aquellos días, fue David y llevó el arca de Dios desde la casa de Obededom a la Ciudad de David, haciendo fiesta. Cuando los portadores del arca del Señor avanzaron seis pasos, sacrificó un toro y un ternero cebado. E iba danzando ante el Señor con todo entusiasmo, vestido sólo con un roquete de lino. Así iban llevando David y los israelitas el arca del Señor entre vítores y al sonido de las trompetas. Metieron el arca del Señor y la instalaron en su sitio, en el centro de la tienda que David le había preparado. David ofreció holocaustos y sacrificios de comunión al Señor y, cuando terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en el nombre del Señor de los ejércitos; luego repartió a todos, hombres y mujeres de la multitud israelita, un bollo de pan, una tajada de carne y un pastel de uvas pasas a cada uno. Después se marcharon todos, cada cual a su casa.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 23,7.8.9.10

R/. ¿Quién es ese Rey de la gloria?
Es el Señor en persona

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria. R/.

¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra. R/.

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria. R/.

¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria. R/.

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,31-35):

En aquel tiempo, llegaron la madre y los hermanos de Jesús y desde fuera lo mandaron llamar.
La gente que tenía sentada alrededor le dijo: «Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan.»
Les contestó: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?»
Y, paseando la mirada por el corro, dijo: «Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy martes, 23 de enero de 2018
Severiano Blanco, cmf


Queridos hermanos:

En la época de Jesús no se estilaba la emancipación de los hijos solteros, tan típica de las sociedades occidentales modernas (si las crisis económicas no lo impiden). Por eso, este desaire de Jesús hacia su familia tuvo que resultar llamativo, quizá escandaloso. Sus oyentes conocían bien el mandamiento “honra a tu padre y a tu madre”, y pertenecían a una cultura en la que los lazos familiares eran mucho más fuerte que en la nuestra. Jesús tuvo que desconcertar. Y tal vez el evangelista Marcos quiso acentuar el desconcierto: en un párrafo tan breve, afirma hasta dos veces que los parientes de Jesús “están fuera”. ¿Querrá insinuar que están “fuera de órbita”, que en relación con Jesús no se enteran de la misa la media, que el parentesco carnal no ayuda? Algo muy extraño en ese momento.

Existe toda una veta de la tradición evangélica que carga las tintas contra la familia de Jesús. En este mismo evangelio, un par de páginas más atrás, escribe el autor que “los suyos salieron a llevárselo porque decían: está fuera de sí” (Mc 2,20). ¿Se sentirían quizá avergonzados de él, de su extraño estilo de vida? Y el cuarto evangelio nos informa sin tapujos de que “ni sus hermanos creían en él” (Jn 7,5) [no entramos ahora en el espinoso asunto del parentesco de estos “hermanos” con Jesús, asunto quizá carente de interés para los evangelistas, que no se molestaron en aclarárnoslo].

En Jesús todo resulta novedoso. Su convicción de que entramos en una nueva época de la historia le lleva a relativizar tradiciones e instituciones. No descalifica el pasado religioso de su pueblo, y menos aún el Decálogo, pero afirma que el Reino es una fuerza tan poderosa que, si se lo acoge, puede hacer estallar los modelos “de siempre”, abriendo a otras posibilidades. “Si uno está en Cristo es una criatura nueva” (2Co 5,17).

Jesús tuvo la amarga experiencia de familias carnales que entorpecieron a algunos el alistarse en su seguimiento. Uno lo pospuso con este simple pretexto: “déjame antes despedirme de los de mi casa” (Lc 9,61); a otros tuvo que decirles: “no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; uno solo es vuestro Padre, el del cielo” (Mt 23,9).

Jesús quiso que sus seguidores viviesen realmente como hermanos, formando una nueva familia, manifestada particularmente en el compartir la mesa, figura proléptica del Reino que veía despuntar: un banquete abierto, sin exclusiones por motivo de desprestigio social o de “impureza” legal (publicanos, prostitutas…). Y esa “nueva” familia ofrecería correctivos a la tradicional: nadie sería el “padre”, el que exige ser servido, sino que todos serían los criados de todos: “Yo estoy en medio de vosotros como el que sirve” (Lc 22,27).

¿Podremos nosotros, desde nuestras comunidades parroquiales o religiosas, ofrecer a creyentes o no creyentes de hoy una forma de “familia” más atrayente, interpelante, capaz  de enriquecer a la “normal” experiencia familiar? La contemplación de Jesús con los suyos, la escucha de su palabra, ¿podrán ser hoy una medicina para tantas familias frustradas, desestructuradas o en peligro de ruptura?

Vuestro hermano
Severiano Blanco cmf

BUENOS DÍAS


lunes, 22 de enero de 2018

10 COSAS QUE NO VISTE DE LA VISITA DEL PAPA FRANCISCO A PERÚ


10 cosas que no viste de la visita del Papa a Perú
POR MARÍA XIMENA RONDÓN




(ACI).- Durante su estadía en Perú del 18 al 21 de enero, el Papa Francisco recibió el cariño y la acogida de muchísimos fieles y él no dudo en corresponder con tiernos gestos que se robaron el corazón de todos.


1.- El “cholito” Francisco

Un joven muy emocionado colocó un chullo, gorro tejido característico de la zona andina del Perú, en la cabeza del Papa Francisco mientras recorría el barrio trujillano de “Buenos Aires”, que fue seriamente afectado por el fenómeno del Niño Costero que azotó el norte del país en el verano de 2017.



2.- Un tierno intercambio

Mientras el Papa Francisco saludaba a un grupo de niños discapacitados en la Nunciatura antes de partir a Trujillo recibió un solideo. Se lo puso y luego se lo dio a Piero André Guidiche Montes un niño de ocho años con parálisis cerebral.

Una de las religiosas que lo acompañaba, la hermana Luz, dijo a ACI Prensa que el pequeño estudia en el colegio “La Alegría del Señor”, administrado por las Siervas del Plan de Dios, y que “se moría de ganas de ver al Papa”.

Ella indicó que Francisco saludó a los diez niños que fueron del colegio a verlo, preguntó por sus enfermedades y rezó por ellos. Las religiosas también le entregaron una caja con las cartas que le escribieron todos los alumnos.


3.- El saludo de una familia numerosa

Durante su visita a la Catedral de Lima, el Papa Francisco recibió una ofrenda floral de parte del abogado de la plataforma Padres en Acción, Justo Balmaceda, quien estaba junto a su esposa embarazada y sus siete hijos. Uno de ellos se tomó un “selfie” con él.


4.- Creatividad peruana

Perú es famoso por su gastronomía y también hace gala de su creatividad. Por ello, con ocasión de la visita del Papa Francisco a Trujillo el 20 de enero, un restaurante de la zona escribió una cita bíblica en la pizarra que anunciaba el menú del día.


“No solo de pan vive el hombre”, (Mt 4,4) se leía en un cartel en el que se ofrecían platos locales como pollo guisado, cabrito, trucha y cerdo.


5.- La “Guardia Suiza”

Un grupo de niños se vistieron como guardias suizos -el cuerpo militar que en el Vaticano custodia al Santo Padre desde hace siglos- y se colocaron a la entrada de la Nunciatura Apostólica para darle la bienvenida.


6.- El relicario del “Santo de la escoba”

Los frailes dominicos le hicieron un simpático regalo la Papa Francisco en Puerto Maldonado: un relicario en forma de escoba con una reliquia de San Martín de Porres, conocido popularmente como el “santo de la escoba” ya que era el barrendero del convento donde vivía.



7.- La seguridad desde el mar

Para garantizar la seguridad durante la celebración de la Misa en la playa de Huanchaco el sábado 20 de enero en Trujillo, la Marina de Guerra envió un buque de la guardia costera. También enviaron un helicóptero.


8.- Un detalle argentino

Durante la visita que realizó este domingo a la Catedral de Lima para venerar las reliquias de los santos peruanos, el Papa Francisco fue recibido con un detalle argentino: un feligrés le ofreció el tradicional mate argentino.



9.- Los futbolistas de la “blanquirroja”

Paolo Guerrero, delantero de la selección peruana, estuvo presente junto a su madre en el Palacio de Gobierno, en Lima, cuando el Santo Padre pronunció su discurso ante las autoridades civiles y el cuerpo diplomático el 19 de enero.



10.- El encuentro con “El Tigre” Gareca

El entrenador de la selección peruana, el argentino Ricardo Gareca, saludó al Santo Padre durante su visita al Palacio Arzobispal este domingo.

Gareca, a quien los peruanos llaman “El Tigre”, consiguió en 2017 que la selección nacional clasificara al mundial de fútbol después de 36 años y por esa razón es muy querido en el país.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 22 ENERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
22 de enero




Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Es que no basta ser pacífico; es preciso trabajar por la instauración de la paz entre los hombres, en el mundo entero.

Trabajar por la paz es establecer a aquellas condiciones de vida que hagan a cada hombre feliz, seguro de sí mismo y de su porvenir; es suavizar relaciones humanas, solucionar problemas, crear a nuestro alrededor un clima de comprensión, dar a casa uno lo suyo, respetando el derecho de todos.


* P. Alfonso Milagro

ESTA ES LA ORACIÓN QUE EL PAPA FRANCISCO REZÓ ANTE LAS RELIQUIAS DE LOS SANTOS PERUANOS


Esta es la oración que el Papa rezó ante las reliquias de los santos peruanos






(ACI).- En la Catedral de Lima el Papa Francisco rezó una especial oración ante las reliquias de los santos peruanos. A continuación la plegaria completa del Pontífice:

Dios y Padre nuestro,
que por medio de Jesucristo
has instituido tu Iglesia
sobre la roca de los Apóstoles,
para que guiada por el Espíritu Santo
sea en el mundo signo e instrumento de tu amor y misericordia,
te damos gracias por los dones
que has obrado en nuestra Iglesia en Lima.

Te agradecemos de manera especial
la santidad florecida en nuestra tierra.
Nuestra Iglesia arquidiocesana,
fecundada por el trabajo apostólico
de santo Toribio de Mogrovejo;
engrandecida por la oración,
penitencia y caridad de santa Rosa de Lima
y san Martín de Porres;
adornada por el celo misionero
de san Francisco Solano
y el servicio humilde de san Juan Macías;
bendecida por el testimonio de vida cristiana
de otros hermanos fieles al Evangelio,
agradece tu acción en nuestra historia
y te suplica ser fiel a la herencia recibida.

Ayúdanos a ser Iglesia en salida,
acercándonos a todos,
en especial a los menos favorecidos;
enséñanos a ser discípulos misioneros
de Jesucristo, el Señor de los Milagros,
viviendo el amor, buscando la unidad
y practicando la misericordia
para que, protegidos por la intercesión
de Nuestra Señora de la Evangelización,
vivamos y anunciemos
al mundo el gozo del Evangelio.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 22 ENERO 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 3ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, lunes, 22 de enero de 2018



Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel (5,1-7.10):

En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron: «Hueso tuyo y carne tuya somos: ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel. Además el Señor te ha prometido: "Tú serás el pastor de mi pueblo Israel, tu serás el jefe de Israel."»
Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel. Tenía treinta años cuando empezó a reinar, y reinó cuarenta años; en Hebrón reinó sobre Judá siete años y medio, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre Israel y Judá. El rey y sus hombres marcharon sobre Jerusalén, contra los jebuseos que habitaban el país.
Los jebuseos dijeron a David: «No entrarás aquí. Te rechazarán los ciegos y los cojos.»
Era una manera de decir que David no entraría. Pero David conquistó el alcázar de Sión, o sea, la llamada Ciudad de David. David iba creciendo en poderío, y el Señor de los ejércitos estaba con él.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 88,20.21-22.25-26

R/. Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán

Un dia hablaste en visión a tus amigos:
«He ceñido la corona a un héroe,
he levantado a un soldado sobre el pueblo.» R/.

«Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso.» R/.

«Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán,
por mi nombre crecerá su poder:
extenderé su izquierda hasta el mar,
y su derecha hasta el Gran Río.» R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,22-30):

En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios.»
Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre.»
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy lunes, 22 de enero de 2018
Severiano Blanco, cmf
Queridos hermanos:

La búsqueda de causas sobrenaturales como explicación de cuanto nuestra inteligencia no puede abarcar por completo tiene todos los visos de una fe humilde, que por ese camino puede encontrar a Dios en cada rincón de la existencia. Pero tiene también sus riesgos, pues puede llevarnos a escamotear las propias responsabilidades en la marcha del mundo. Hace ya 52 años, el Vaticano II hablaba de la “autonomía de las realidades terrenas” (GS 36) y de la responsabilidad humana en conducirlas a buen fin (GS 31).

La puesta en guardia frente a un excesivo “sobrenaturalismo” no es nada nuevo. Los medievales hablaban ya de las “causas segundas”, evitando así atribuir directamente a Dios (“causa primera”), o, en negativo, a Satanás, cuanto sucede en el mundo. Es un trabajo de interpretación de la realidad que aparece ya en la Escritura. La carta de Santiago aboga por que las tentaciones no se atribuyan a Dios y ni al diablo, sino “a las propias concupiscencias de cada uno” (Sant 1,13); con ello invita al dominio propio, en vez de resignarnos a ser constante presa de poderes extraños o sobrenaturales. Y el evangelista Mateo, ante un caso de supuesta posesión diabólica (cf. Mc 9,17), habla de influjo de la luna sobre el estado de ánimo de un joven (Mt 17,15). Interesante sugerencia…

Ciertamente la mentalidad dominante en la época de Jesús era otra, no secular sino “mítica”: el mundo sería conducido por poderes extraños a él, sobrenaturales. Era la idea corriente en la antigüedad, no específicamente cristiana, y que estamos llamados a superar (sin cerrarnos a eventuales intervenciones del sobrenatural: Dios sigue siendo Dios).

No creo posible decir una palabra definitiva sobre la naturaleza de los exorcismos (=expulsión de demonios) realizados por Jesús. Se trate de posesiones diabólicas o de otras psicopatías, hay algo indiscutible: muchas personas que se acercaron a él recobraron su salud mental y su paz interior; fue cercanía sanadora. Y fue una visualización del mensaje evangélico: Dios desea el bien del hombre; cuando viene su Reino, el mal retrocede. El poder de Dios es “más fuerte” que “lo fuerte” del mal de este mundo. Jesús nos lo explica hoy con una parábola elemental, comprensible a todos.

Nuestro pasaje evangélico es, en su conjunto, un enérgico reproche a quienes optan por la ceguera, a quienes buscan explicaciones retorcidas con tal de no reconocer el poder y autoridad de Jesús. Pecan contra la luz, contra el Espíritu Santo, lo que equivale a situarse deliberadamente al margen de su acción salvífica. No es que deje de ofrecérseles el perdón, sino que, en su inmovilista y autosuficiente soberbia, huyen de la salvación.

Ojalá, sin caer en absurda credulidad (superstición) y conscientes de nuestra autonomía y responsabilidad en la marcha de la historia, tengamos al mismo tiempo un corazón humilde, siempre abierto a la sorpresa de la acción sanadora y creadora de Jesús, especialmente cuando se nos acerca en su Palabra y en sus Sacramentos.

Vuestro hermano
Severiano Blanco cmf

BUENOS DÍAS





domingo, 21 de enero de 2018

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 21 ENERO 2018


Comentario al Evangelio de hoy domingo, 21 de enero de 2018
Fernando Torres cmf


Convertíos y seguidme

      Después de los muchos años que pasó de vida oculta en Nazaret con su familia, después de pasar cuarenta días en el desierto y hacerse bautizar por Juan, Jesús tenía ideas claras sobre su misión. Su vida se dedicaría a proclamar la buena nueva de la salvación. El mensaje a comunicar era conciso y concreto: “Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: Convertíos y creed en el Evangelio”. Casi diríamos que en su formulación intervino algún profesional del mundo de la publicidad actual. Jesús le dice a su gente que ha terminado ya el tiempo de la espera. Hay algo nuevo que está aquí, que viene a nosotros. Su venida no depende de nuestro esfuerzo sino de la voluntad de Dios. Ha sido él el que ha roto los plazos y se ha presentado en medio de nuestro mundo. Sin avisar. Sin pedir permiso. En nosotros está acoger ese Reino que viene a nosotros. A que le acojamos convenientemente se dirigen las últimas palabras de Jesús invitándonos a la conversión y a la fe. 

      Se ve que el niño de Belén, al que hace poco celebrábamos entre villancicos y fiestas, ya ha crecido y tiene algo que decirnos. No es un juguete sonrosado con el que podamos hacer lo que queramos. Nos habla como a personas adultas, nos invita a cambiar de vida, a convertirnos. Para acoger el Reino de Dios que está cerca. Porque el tiempo se ha cumplido. Ya no es tiempo de excusas. Dios está aquí y nos llama. 

      Por eso el mensaje de Jesús, que, al principio, parece dirigirse a todos los que le escuchan de una forma abstracta y general, termina por hacerse concreto. Y sus palabras se pronuncian directamente para Simón y su hermano Andrés. Y para Santiago, el hijo del Zebedeo, y su hermano Juan. Jesús pasa a su lado y no los deja tranquilos. Los llama. Los invita a convertirse, a cambiar de vida, a seguirle. Les da una misión. Lo suyo ya no va a ser pescar peces sino pescar hombres y mujeres, reunir a la familia de Dios, convocar a todos los llamados a participar en el Reino del Padre. 

      Hoy somos nosotros los que escuchamos esta Palabra. Jesús pasa a nuestro lado y nos invita a convertirnos porque el Reino está cerca. Y luego nos llama por nuestro nombre. Para que le sigamos, para que seamos sus discípulos, para que participemos en la misión de reunir a los hijos de Dios perdidos y formemos la familia de los hijos en torno al Padre. El momento es apremiante, como dice Pablo en la carta a los corintios. ¿Vamos a perder también esta oportunidad?



Para la reflexión 

      ¿Son mis palabras y mis acciones fuente de división y violencia entre los hermanos? ¿O contribuyo con mi forma de vivir y de relacionarme con los que me rodean a reunir a los hijos de Dios? ¿Qué puedo hacer para cumplir con la misión que Jesús me ha encomendado?
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