miércoles, 1 de noviembre de 2017

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 1 NOVIEMBRE 2017, SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS


Lecturas de hoy Todos los Santos
 Hoy, miércoles, 1 de noviembre de 2017




Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (7,2-4.9-14):

Yo, Juan, vi a otro Ángel que subía del Oriente y tenía el sello de Dios vivo; y gritó con fuerte voz a los cuatro Ángeles a quienes había encomendado causar daño a la tierra y al mar: «No causéis daño ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que marquemos con el sello la frente de los siervos de nuestro Dios.» 
Y oí el número de los marcados con el sello: ciento cuarenta y cuatro mil sellados, de todas las tribus de los hijos de Israel. Después miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y el Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. 
Y gritan con fuerte voz: «La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero.»
Y todos los Ángeles que estaban en pie alrededor del trono de los Ancianos y de los cuatro Vivientes, se postraron delante del trono, rostro en tierra, y adoraron a Dios diciendo: «Amén, alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor, poder y fuerza, a nuestro Dios por los siglos de los siglos, amén.»
Uno de los Ancianos tomó la palabra y me dijo: «Esos que están vestidos con vestiduras blancas quiénes son y de dónde han venido?»
Yo le respondí: «Señor mío, tú lo sabrás.»
Me respondió: «Esos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado sus vestiduras y las han blanqueado con la Sangre del Cordero.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 23,1-2.3-4ab.5-6

R/. Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor 

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.

Quién puede subir al monte del Señor?
Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.


Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (3,1-3):

Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él porque le veremos tal cual es. Todo el que tiene esta esperanza en él se purificará a sí mismo, como él es puro. 

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,1-12):

Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.» 

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 
1 de noviembre de 2017
Ciudad Redonda


Queridos hermanos:

Hoy celebramos la gran fiesta de la comunidad cristiana y, por extensión, de la humanidad entera. En la Iglesia hemos hablado mucho de los santos en sentido canónico. Son aquellas personas que han sido declaradas tales una vez que se ha probado a lo largo de un complicado proceso que han vivido una vida realmente santa. Tanto hemos hablado de esos santos que se nos ha olvidado que santos lo somos todos por la gracia de Dios, que “santo” era una forma común de denominarse los creyentes unos a otros en los primeros años de la Iglesia.

Santos son los 144.000 marcados de todas las tribus de Israel, pero santos son también todos los que forman esa muchedumbre inmensa, que nadie puede contar, venidos de todas partes, de toda clase y condición. Santos son todos los que reconocen en su corazón que Dios es el que nos da la vida y le alaban y le dan gracias. Santos son los que han pasado por las tribulaciones de la vida, han puesto su esperanza más allá de sus propias fuerzas y han dejado que sea el amor de Dios el que les salve. Santos somos los que vamos caminando en la esperanza de que Dios nos dará la vida en plenitud. Y, viviendo en esa esperanza, como dice la primera carta de Juan, nos hacemos ya puros como él, como Dios.

Santos son todos los que se alegran en su corazón con el mensaje de las bienaventuranzas, las palabras más revolucionarias de Jesús. Porque sólo los sencillos de corazón, los humildes y los pequeños entienden de verdad ese mensaje que dice que son dichosos (no dice que “serán” sino que “son”) los pobres, los sufridos, los que lloran, los hambrientos, los que trabajan por la justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz... Porque sienten en su corazón que esos son de verdad los preferidos de Dios y que él no los va a dejar de su mano. Porque saben que esos son santos de verdad.

Hoy celebramos nuestra fiesta. La fiesta de los sencillos y los humildes. La fiesta del pueblo, de la comunidad, de la humanidad. Sentimos el amor de Dios que se ha derramado sobre nosotros y nos llena de esperanza y de gozo. Porque somos “santos” y es nuestra fiesta.  ¡Feliz día a todos!

FELIZ DÍA DE TODOS LOS SANTOS!!! 1 NOVIEMBRE



martes, 31 de octubre de 2017

IMÁGENES DEL DÍA DE TODOS LOS SANTOS 1 NOVIEMBRE







VENGO POR TI


Vengo por ti



Vengo por ti Estoy cansado de trabajar y de ver a la misma gente, camino a mi trabajo todos los días, llego a la casa y mi esposa sirvió lo mismo de la comida para cenar, la cual no me gustó mucho que digamos y tengo que comer la comida que no me gusta.

Voy a entrar al baño y mi hija de apenas año y medio no me deja porque quiere jugar conmigo. No entiende que estoy cansado y quiero entrar al baño.

Después, tomo mi teléfono móvil para revisar los mensajes pendientes en mi sillón y mi hija nuevamente quiere jugar y que la arrulle entre mis brazos. Yo quiero revisar mi smartphone con tranquilidad, y sale mi esposa con su: "¿Qué tal me ves? Me arreglé para ti".

Le digo que bien, sin despegar mis ojos de mi móvil. Para variar, se enoja conmigo por que dice que no la comprendo y que nunca la escucho. No sé por qué se enoja si le pongo toda mi atención, es más, aún viendo la televisión le pongo atención, bueno, siempre y cuando haya malos anuncios. A veces quisiera estar solo y no escuchar nada, yo sólo quiero descansar. Suficientes problemas tengo en el trabajo para escuchar los de mi casa.

Mi padre también me molesta algunas veces y entre clientes, esposa, hija, padre, me vuelven loco, quiero paz. Lo único bueno es el sueño, al cerrar mis ojos siento un gran alivio de olvidarme de todo y de todos.

-Hola, vengo por ti.

-¿Quién eres tú? ¿Cómo entraste?

-Me manda Dios por ti, dice que escuchó tus quejas y tienes razón, es hora de descansar.

-Eso no es posible, para eso tendría que estar...

-Así es, sí lo estás; ya no te preocuparás por ver a la misma gente, ni por caminar, ni de aguantar a tu esposa con sus guisos, ni a tu pequeña hija que te moleste; es más, jamás escucharás los consejos de tu padre.

-Pero... ¿Qué va a pasar con todo? ¿Con mi trabajo?

-No te preocupes; en tu empresa ya contrataron a otra persona para ocupar tu puesto y por cierto, está muy feliz porque no tenía trabajo.

-¿Y mi esposa y mi hijita?

-A tu esposa le fue dado un buen hombre que la quiere, respeta y admira por sus cualidades que tú nunca observaste en ella y él acepta con gusto todos sus guisos sin reclamarle nada, porque gracias a Dios y a ella, tiene algo que llevarse a la boca todos los días a diferencia de otras personas que no tienen nada que comer y pasan hambre hasta durante meses. Y además, se preocupa por tu hija y la quiere como si fuera de él y por muy cansado que siempre llegue del trabajo, le dedica tiempo para jugar; son muy felices.

-No, no puedo estar muerto.

-Lo siento, la decisión ya fue tomada.

-Pero... eso significa que jamás volveré a besar la mejillita de mi hijita; ni a decirle te amo a mi esposa; ya no veré a mis amigos para decirles lo mucho que los aprecio; ni darle un abrazo a mi padre. Ya no volveré a vivir, ya no existiré más, me enterrarán en el panteón y ahí se quedará mi cuerpo cubierto de tierra. Nunca más volveré a escuchar las palabras que me decían: "Hey amigo, eres el mejor"; "Hijo mío, estoy orgulloso de ti"; "Cuánto amo a mi esposo"; "Hermano mío, me alegro de que vinieras a mi casa"; "Papi..."

-No, no quiero morir; quiero vivir, envejecer junto a mi esposa, no quiero morir todavía...

-Pero es lo que querías, descansar, ahora ya tienes tu descanso eterno, duerme para siempre.

-No, no quiero, no quiero. ¡Por favor, Dios!

-¿Qué te pasa amor? ¿Tienes una pesadilla? - dijo mi esposa despertándome.

-No, no fue una pesadilla, fue otra oportunidad para disfrutar de ti, de mi bebé, de mi familia, de todo lo que Dios creó. ¿Sabes?, Estando muerto ya nada puedes hacer y estando vivo tienes la oportunidad de hacer felices a los demás y hacer la voluntad de Dios. Una vez cerrados tus ojos, nadie te garantiza volver a abrirlos.

¡Que bello es vivir! Hoy lo logré, mañana... mañana Dios dirá

HAY PECADOS IMPERDONABLES?


¿Hay pecados imperdonables?

1) Para saber

¿Hay algún pecado que Dios no perdone? Sabemos que Dios es infinitamente misericordioso, pero hay un texto en el Evangelio que nos dice que el pecado contra el Espíritu Santo no será perdonado (cfr. Mt 12, 32; Mc 3, 29). ¿A qué se refiere este pecado?

El Magisterio de la Iglesia, a través del “Catecismo de la Iglesia Católica”, nos da la explicación: “No hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo. Semejante endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna” (n. 1864).

Al habernos creado libres, Dios respeta esa libertad y si alguno no quiere arrepentirse y no pide perdón, queda sin el perdón divino.

2) Para pensar

El Papa Francisco recordó que hay dos grandes obstáculos para la reconciliación de los hombres o de los grupos o naciones:

En primer lugar, la soberbia del que no reconoce la propia culpa y se niega por tanto a pedir perdón a quienes ha podido ofender con sus actos. No recibe el perdón, quien no muestra arrepentimiento.

En segundo lugar, la soberbia de quien se considera ofendido y espera que los "ofensores" se disculpen y le pidan el perdón de sus ofensas.

En las dos partes hay obstáculos para la reconciliación porque la soberbia ofusca: agranda las ofensas cometidas por los demás y esconde nuestras culpas.

El Papa Francisco, en un discurso vibrante y encendido, se refirió al “síndrome de Jonás” como aquella enfermedad que pueden sufrir las personas de bien y que consiste en encerrarse en su propia torre de marfil. En la historia de Jonás, el Señor le pide que vaya a Nínive para advertirles de su pecado, pero Jonás huyó a otro lugar. El Papa lo explica: “Jonás tenía las cosas claras: "la doctrina es ésta y se debe hacer esto" y que los pecadores "se las arreglen ellos solos, yo me voy".

A aquellos que viven según este “síndrome de Jonás", añadió el Pontífice, Jesús "llama hipócritas, porque no quieren la salvación de la gente pobre, de los ignorantes y de los pecadores… se busca una santidad -me permito la palabra- una santidad de lavandería, toda bonita, impecable, pero sin ese celo de ir a predicar el Señor". Síndrome que consiste en no tener celo por la conversión de la gente.

Podemos pensar si no habremos contraído dicho síndrome al ocuparnos nada más de hacer bien nuestras cosas, sin atender a los necesitados.

3) Para vivir

En el momento en que uno se siente "bueno", su propia bondad se convierte en el principal obstáculo de la reconciliación. En el mismo momento en que se enroca en su castillo, se separa de los pecadores. La soberbia no sólo exalta al pecador, también lo lleva a despreciar a los demás.

Por eso el Papa nos invita a todos a salir de nosotros mismos y de ir al encuentro de los demás, sin tener en cuenta las culpas de unos y de otros. Más aún, dando el paso de reconocer nuestras culpas y de pedir perdón a quienes hemos ofendido.

Nosotros podemos siempre perdonar, aunque nadie nos haya pedido perdón. Así seguiremos el consejo de Jesús: “Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso” (Mt 6,36).


Pbro. José Martínez Colín

BENDICE MIS TRABAJOS


Bendice mis trabajos




Utiliza en la vida los talentos que posees. Un autor dijo sagazmente que “el bosque estaría muy silencioso si sólo cantasen los pájaros que mejor cantan”. Para que tus capacidades se desarrollen plenamente debes liberarte del temor al fracaso. No pierdas entusiasmo, porque el Señor está contigo y te bendice y protege. Aquí tienes una oportuna oración del P. Fernández.

Señor, tú eres mi salvador, confiaré en ti. Bendice con tu infinito poder todos mis trabajos. Dame luz, habilidad, sabiduría para hacer las cosas bien, para no equivocarme en mis decisiones, para usar bien mis capacidades. Tómame, Señor, y capacítame con tu poder. Dejo en tus manos todos mis trabajos, Dios mío. No quiero debilitarme y perder el entusiasmo por el temor al fracaso. Quiero trabajar firme y seguro, porque tú estarás conmigo para liberarme. Contigo todo estará bien, todo terminará bien, y también de mis errores y fracasos sacarás una bendición para mi vida. Gracias, Señor. Amén.

Confiar en Dios que nos ama, es fundamental para aceptar, con ánimo sereno, los contratiempos y dificultades de cada día. Nunca tendrás pruebas superiores a tus fuerzas. El Señor correrá a darte una mano cuando te hundas. Basta que lo invoques con fe y todo redundará para tu mayor bien.



Enviado por el P. Natalio

PAPA FRANCISCO PIDE VALENTÍA PARA HACER CREER EL REINO DE DIOS


El Papa Francisco pide valentía para hacer crecer el Reino de Dios
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 31 Oct. 17 / 05:53 am (ACI).- Durante la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, el Papa Francisco pidió a la Iglesia valentía para hacer crecer el Reino de Dios, servirse de la esperanza, aunque parezca pequeña, para sembrar la semilla del Espíritu Santo.

“La esperanza es la que nos da la plenitud –explicó–, la esperanza de salir de nuestra cárcel, de nuestras limitaciones, de nuestra esclavitud, de la corrupción y llegar a la gloria. El camino hacia la plenitud es un camino de esperanza, y la esperanza es un regalo del Espíritu. Es justamente el Espíritu Santo el que, dentro de nosotros, nos proporciona algo grandioso: la liberación, la gran alegría. Por eso Jesús dice: ‘Del interior de una semilla de mostaza, de ese grano pequeño, surge una fuerza que genera un crecimiento inimaginable’”.

Esa fuerza “es el Espíritu Santo que habita en nosotros y que da esperanza”. Francisco explicó que esa fuerza interior, esa esperanza “crece en nosotros no por medio del proselitismo, sino mediante la fuerza del Espíritu Santo”.

En este sentido, el Santo Padre animó a los miembros de la Iglesia a dejar que crezca esa semilla con la fuerza del Espíritu, pues “muchas veces vemos que se prefiere una pastoral de conservación en vez de dejar que crezca el Reino de Dios. Para que el Reino crezca se necesita valentía, la valentía de dejar que crezca el grano y de mezclar la levadura”.

El Pontífice animó a no tener miedo a ensuciarse las manos a la hora de sembrar la semilla del Reino de Dios. “¡Ay de aquellos que predican el Reino de Dios con la intención de no ensuciarse las manos! Esos son custodios de museos: prefieren las cosas bellas antes que el gesto de sembrar y mezclar para que la fuerza crezca”.

Ese es el mensaje de Pablo en la carta a los Romanos: “esa tensión que va de la esclavitud del pecado a la plenitud de la gloria. La esperanza es la que va adelante, la esperanza no decepciona. A veces la esperanza puede parecer pequeña, como también parece pequeño el grano del que surge un gran árbol o la levadura que hace crecer”.

“La esperanza es la virtud más humilde”, explicó el Papa, y concluyó insistiendo en la valentía necesaria para “hacer crecer el Reino de Dios”.

Evangelio comentado por el Papa Francisco:

Lucas 13:18-21

18 Decía, pues: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé?

19 Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su jardín, y creció hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.»

20 Dijo también: «¿A qué compararé el Reino de Dios?

21 Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.»

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 31 OCTUBRE


Los Cinco Minutos de María
31 de Octubre




El Himno maravilloso del Magníficat que entonó la Santísima Virgen, alabando la gloria del Señor y agradeciéndole las maravillas que en ella había obrado, viene a ser como la parte del solista, que la humanidad encontró a la Virgen y que ella ejecutó en nombre de todo el coro, en nombre de toda la humanidad, que así agradecía a Dios el haberse hecho hombre para salvar a todos los hombres.

Nuestra Señora del Magníficat epresa la alegría de los pobres, que han vivido la experiencia de un Dios Salvador.


* P Alfonso María

SAN QUINTÍN, MÁRTIR, 31 OCTUBRE


Hoy 31 de octubre se recuerda a San Quintín, en quien se inspiró la frase “se armó la de San Quintín”
Por Abel Camasca


 (ACI).- El 31 de octubre la Iglesia Católica celebra al mártir San Quintín, cuyo nombre dio origen a la famosa frase “se armó la de San Quintín”. Aquí lo que no sabías de este Santo.

San Quintín fue hijo de un senador romano y bautizado por su amigo, el Papa San Marcelino. Viajó como misionero a Francia para evangelizar, donde curaba a los enfermos y expulsaba a los demonios, lo que impresionaba a los paganos que luego decidían convertirse.


Los líderes religiosos se quejaron entonces con el gobernador Riciovaro, quien lo mandó llamar y le preguntó a San Quintín por qué propagaba la fe en un crucificado. El Santo respondió que esto era un honor mayor que ser el hijo de un senador romano.

Riciovaro lo mandó a encadenar y azotar, pero por la noche las cadenas se soltaron y sin saber cómo, se encontró libre y en la calle. Al día siguiente San Quintín continuó predicando, pero el gobernador lo volvió a arrestar y lo mandó a matar en el año 287.

La historia de este santo no termina aquí. Más adelante su nombre sería estrechamente vinculado con un hecho muy contrario a la paz y el amor de Dios que propagó.

A mediados del siglo XVI las coronas francesas y españolas se enfrentaron en San Quintín, localidad francesa situada en la región de Picardía. La victoria la obtuvieron los españoles, pero fue tanto el sufrimiento de ambos bandos durante la “Batalla de San Quintín” que esta experiencia dio lugar a la conocida frase “Se armó la de San Quintín”. La cual se usa actualmente para describir una gran trifulca o polémica.

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 31 OCTUBRE 2017



Trigésima semana del Tiempo Ordinario - Año Impar
Lecturas bíblicas de hoy martes 31 Octubre 2017




Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 18-25

Sostengo que los sufrimientos de ahora no pesan lo que la gloria que un dia se nos descubrirá. Porque la creación, expectante, está aguardando la plena manifestación de los hijos de Dios; ella fue sometida a la frustración, no por su voluntad, sino por uno que la sometió; pero fue con la esperanza de que la creación misma se vería liberada de la esclavitud de la corrupción, para entrar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que hasta hoy la creación entera está gimiendo toda ella con dolores de parto. Y no sólo eso; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior, aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvados. Y una esperanza que se ve ya no es esperanza. ¿Cómo seguirá esperando uno aquello que ve? Cuando esperamos lo que no vemos, aguardamos con perseverancia.


Salmo
Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6 

R/. El Señor ha estado grande con nosotros


Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R/.

Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres. R/.

Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares. R/.

Al ir, iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R/.



Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 18-21

En aquel tiempo, decía Jesús: «¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas.»
Y añadió: «¿A qué compararé el reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta.»



Reflexión del Evangelio de hoy
“En esperanza fuimos salvados”

San Pablo nos explica la esperanza cristiana para que vivamos emocionados ante lo que nos espera. Lo que nos espera para toda la eternidad es algo tan grandiosamente bello y lleno de felicidad que los malos ratos, los sufrimientos, los trabajos de nuestra vida presente “no pesan lo que la gloria que un día se nos descubrirá”.

San Pablo llega a decirnos que ese deseo de la plenitud de felicidad la vive y la siente la creación entera que “está gimiendo toda ella con dolores de parto”, esperando que una vez “liberada de la esclavitud de la corrupción… entrará en la libertad gloriosa de los hijos de Dios”.

Eso mismo nos sucede a cada uno de nosotros. ¿Quién no ha deseado verse libre de los males que le acechan y gozar de la sola alegría para siempre. “También nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo”.

Se parece a un grano de mostaza que crece y se hace un arbusto
El reino de Dios es algo que no puede estancarse. Está llamado a ir creciendo siempre. Tanto a nivel comunitario, esa comunidad que acepta a Dios como su Rey y Señor, como a nivel personal, las personas que nombramos a Dios como nuestro único Rey y nuestro único Dios en nuestras vidas, tiene que parecerse al grano de mostaza y a la levadura de la que nos habla Jesús en el evangelio de hoy.

Cada cristiano, cada seguidor de Jesús, hemos de dejar a Dios que, poco a poco y de manera continua, reine en nosotros, se apodere de todas las zonas de nuestro ser, de nuestra inteligencia, de nuestro corazón, de nuestros sentimientos…

Sabiendo que cada uno tenemos nuestro papel. A nosotros nos toca “plantar, regar”, hacer que la semilla de Dios caiga en buena tierra, pero el “que da el crecimiento es Dios”. Lo nuestro es trabajar en equipo con Jesús, con nuestro Dios.


Fray Manuel Santos Sánchez
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

BUENOS DÍAS





HALLOWEEN A LA LUZ DE LA BIBLIA. ¿Es correcto disfrazarse? Sacerdote cat...

lunes, 30 de octubre de 2017

NOVICIO IMPACIENTE


Novicio impaciente



La oración es la llave que abre los tesoros del cielo. Es el puente siempre accesible por el que llegamos a Dios. El arte de orar es el arte de amar al Señor. Pero orar bien es un regalo del Señor. Como los apóstoles implorémoslo con frecuencia. Pidamos al Padre, por Jesús, que derrame sobre nosotros un Espíritu de oración y de alabanza (Zac. 12, 10).

Después de una sesión matinal de oraciones en el monasterio, el novicio preguntó al abad: —¿Estas oraciones hacen que Dios se acerque a nosotros? —Te voy a responder con otra pregunta –dijo el abad. —¿Estas oraciones harán que el sol salga mañana? —¡Claro que no! ¡El sol sale porque obedece a una ley universal! —Entonces, ahí ésta la respuesta. Dios está cerca de nosotros, no por las oraciones que recemos. El novicio se enojó: —¿Entonces estas oraciones son inútiles? —Absolutamente. Si tú no te despiertas temprano no podrás ver la salida del sol. Si tú no rezas, aunque Dios esté siempre cerca, no conseguirás notar su presencia.

Para robustecer tu fe en el Señor que te ama y te acompaña, lee con atención la Biblia. Al inicio del capítulo 43 de Isaías encontramos esta perla deslumbrante: “Tú eres de gran precio ante mis ojos, porque eres valioso, y yo te amo. No temas, yo estoy siempre contigo”. Medítalo, y agradece al Señor su ternura por ti.




Enviado por el P. Natalio

NO ESTÁS SOLO


No estás solo



Tú no estás solo, jamás lo has estado y nunca lo estarás. Dios está contigo en cada segundo de tu vida, más cerca que tus propios pensamientos. Sólo es tu idea la que te hace creer que Dios te puede abandonar, pero esto es imposible.

Te voy a explicar: Dios está en el aire que estás respirando y te da la vida. Si te pones la mano en el corazón, sentirás que ese latido de vida es Dios en tu corazón.

El sol que nos viene alumbrar cada mañana es una bendición de Dios para ti, para que vivas y seas feliz.

¡Tú no tienes por qué estar triste nunca! El estado natural del hombre es la alegría, lo que pasa es que vivimos quejándonos por todo lo malo, en vez de dar gracias por todo lo que tenemos y esto nos pone tristes.

Comienza ya a dar gracias por el aire que respiras, por cada objeto de vestir o de adorno que llevas en el cuerpo, por la cama que tienes, por cada pedacito de comida que te llevas a la boca, por cada canción que te sabes. Cada vez que pienses en quejarte, busca algo por lo cual dar gracias a Dios.

Acostúmbrate a decir por todo "Gracias Padre". Tú vas a ver como tu mundo va a cambiar.

Comienza a sonreírle a todo, y no importa lo que te diga la gente, es mejor sonreír que estar mal encarado. Sonríele al guardia, al médico, al abogado, al barrendero, al maestro, al cajero, a los que cocinan, al chofer, a la enfermera. Sonríele al mundo y verás que el mundo te sonreirá también.

El rencor y el odio son la madre de la infelicidad. Comienza a perdonar ya a todo el mundo, no importa lo que te hayan hecho o dicho, eso es problema del que condena; el tuyo es el de perdonarlos. Diles: te doy mi amor y mi perdón.

Si hablan mal de ti, te critican o te condenan, eso no importa, de los más grandes seres se han dicho las peores cosas. Piensa: si eso lo dicen, ¿dónde está lo que hacen? Yo soy un ser que hago y solo me entiendo con los que hacen y no con los que dicen. Si has perdido algo o te han robado, eso tampoco importa. Acuérdate que lo verdaderamente valioso y eterno en ti nadie te lo puede quitar, es tu Ser y tu derecho soberano de sentir y pensar.

"Lo maravilloso de cuando se pierde es que solamente nos queda Dios". Acostúmbrate a bendecir en vez de maldecir o decir malas palabras y verás que las cosas se transforman. Di constantemente a todas las cosas y a todas las personas, no importa lo que sean, hagan o digan: "Dios te bendice".

Cada vez que no sepas qué hacer y estés desesperado y no te acuerdes de nada, repite simplemente el nombre de Dios tantas veces te sea necesario y verás milagros.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 30 OCTUBRE


Los Cinco Minutos de María
30 de Octubre





El hombre que no está en Dios, es ciertamente un excéntrico.

De la Virgen María nos afirma San Lucas que conserva en su Corazón todas las palabras de Jesús y las meditaba en su intimidad; así nos enseña que la Palabra de Dios, la voluntad de Dios, debe guiarnos como norma de conducta en nuestra vida.

Es Dios el que debe señalarnos la nota que hemos de seguir.

Imitemos a la Virgen María, recibiendo con docilidad y guardando con amor la Palabra de Dios.

Nuestra Señora del trabajo, cuyas manos no fueron ociosas, su misión, como la de Jesucristo, fue servir.


*P. Alfonso Milagro

CÓMO DEJAR QUE CRISTO SANE MIS HERIDAS EN LA ORACIÓN?


¿Cómo dejar que Cristo sane mis heridas en la oración?
La oración es una cita con el Médico de nuestras almas, nuestro Creador y Redentor.


Por: P. Guillermo Serra, LC | Fuente: La-oracion.com 




La oración es una cita con el Médico de nuestras almas, nuestro Creador y Redentor. El conoce y guarda nuestras entradas y salidas (Salmo 120), nuestra historia, nuestras heridas, nuestras miserias y también nuestros deseos de sanar, de vivir y caminar en su presencia (Salmo 144)

Al hacer silencio en la oración, acallo mis heridas, mi dolor, mis "por qués", mis frustraciones y fijo mi mirada en el Divino doctor. Dejo así que sea Él quien me pregunte por mis heridas, cicatrices, mi historia.

Me sorprenderé si le dejo hablar. Él las conoce mejor que yo. Él estuvo y está presente, a mi lado, me ha cargado y me cargará para que no sufra tanto el peso de estas heridas. Es más, Él ha experimentado primero estas heridas en su propia carne y por ellas, hemos sido curados (Isaías 53,5)

Descubro que Él no está tan lejos, no estuvo tan lejos. Que necesito que Él me cuente mi historia, como lo hizo con los discípulos de Emaús (Lucas 24). Pedirle que camine conmigo, que se quede en mi casa, en mi corazón. Que parta su pan en mi presencia, que coma con Él la Eucaristía y que así yo pueda vivir y alimentarme de sus heridas y de su Pasión.

Jesús sana heridas

Era necesario que Jesús viniese a mi alma en la oración para que sanase mis heridas con sus manos taladradas por los clavos, con su mirada penetrante, dulce, suave y serena; con su voz firme y acogedora; con su presencia paciente y luminosa.

"Cuéntame tú Señor mi historia, la historia de mi vida, de mis heridas. Sáname Señor, porque Tú eres mi luz y mi salvación y ninguna herida ni nadie me podrá hacer temblar (Salmo 26)

Toma mis heridas, Señor, son tuyas; y déjame que las tuyas sean mías. Escóndeme en las mías y yo me esconderé en las tuyas. Mira tú mi vida, redímela y sánala; mire yo la tuya y acójala con amor y esperanza.

Que mi soledad y dolor sean ahora sanados por tu protección y amor. Amigo fiel que nunca fallas, Doctor de mi alma, Médico de mis llagas y de mis heridas.

Me dan miedo y me avergüenzan mis heridas. Pero tus heridas fueron tu gloria y el triunfo que presentaste a tu Padre. Por mis heridas seré victorioso si te las presento a ti para que las cures y las conviertas en señal de amor y victoria. Con esta señal llegaré al cielo y me presentaré con confianza ante tu Padre, que es también mi Padre"


¿Cómo hacer una revisión médica espiritual frente a Cristo?

Acto de fe: "creo que Señor que eres el Divino doctor, Hijo de Dios, encarnado por amor a mí. Vienes a sanarme con tus heridas"

Acto de confianza: "confío en ti Señor porque tus promesas son eternas y quieres mi bien. Enséñame a conocer mi bien abriéndote mi alma y mis heridas"

Acto de amor: "te amo Señor porque me has amado tú primero. Te amo Señor porque me lo has demostrado con tu amor, con tus heridas que siguen abiertas para que yo me esconda en ellas"

Acto de entrega: "te entrego mi historia, mi pasado, mi presente y mi futuro. Con mi historia te entrego los capítulos tristes y los alegres. Mis heridas, confusiones, dolores, ofensas, traiciones, infidelidades, indiferencias, pecados, pérdidas, abusos, rencores, todo. Las que he sufrido y las que he hecho yo sufrir a mis hermanos. Con mi presente te entrego mis cruces diarias, mis amores, mis dolores. Con mi futuro te entrego lo que soy y puedo ser, mis anhelos, mis sueños y mis penas futuras".

Acto de "despojo": despojarse de toda vestidura, protección, careta. Desnudar el alma ante Dios, presentarle mis heridas como son, donde están. No hay nada oculto para Dios. "Así soy Señor, así he sufrido, están son mis heridas, tú las conoces, aquí te las presento con cierto temblor pero a la vez confianza. Es mi vida, mi historia, mi identidad. No lo puedo cambiar, pero sí puedo dejar que me sanes".

Acto de humildad: "entra Señor en mis heridas, me duele abrírtelas, me humilla volver a ellas, pero sé que hasta que no sean tuyas, no sanarán. Tuyas son, habítalas; tuyas son, sánalas".

Para la oración

¿Cuáles son mis heridas? Identificarlas en la oración, repasando la propia vida junto a Cristo, entrando en nuestro corazón.

¿He perdonado a Dios? ¿Me he perdonado a mí mismo? ¿Me falta perdonar a alguien?

¿He pedido perdón a Dios?

¿Dónde me puede dar Dios cita, dónde puedo encontrarle para que me sane? ¿Cómo va mi oración? ¿Mi cercanía a la Eucaristía? ¿Con qué frecuencia me confieso?

¿Estoy abierto desde la fe al milagro que experimentaron tantos hombres y mujeres en el Evangelio? ¿Sé realmente "qué es lo que quiero que Jesús haga en mi corazón?

"Gracias Señor por entrar en mis heridas, por estar siempre presente, por ayudarme a curarlas, a cicatrizarlas. Quiero que esta marca que quede sea un recuerdo de tu amor, un compromiso de mi decisión de vivir confiando en ti.

Escóndeme en esa divina herida que no sanará, que no cicatrizará. Esa herida que siempre está abierta para que podamos escondernos en tu corazón y así entendamos cuánto nos amas y cómo quieres sanarnos. En ti Señor confié, nunca quedaré defraudado"

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 29 OCTUBRE


Los Cinco Minutos de Maria
29 de Octubre,




María Santísima fue elegida por Dios para ser la Madre del Verbo Encarnado; desde ese momento en María no podemos dejar de ver su divina Maternidad, que es la que da la explicación de toda su vida, de todos los privilegios que le fueran concedidos por Dios.

Así el cristiano es cristiano en toda su vida y ha de conducirse como cristiano en toda circunstancia y en todo momento.

Nuestra Señora de las Gracias, pues no hay gracia que Dios nos conceda que no pase por las manos de María.


* P. Alfonso Milagro 

POR QUÉ EL CULTO A LOS SANTOS?


¿Por Qué El Culto A Los Santos?
¿Por qué la iglesia venera tantos santos. ¿No se supone que a Dios es al único que hay que adorar?


Por: P. Miguel Ángel Fuentes, VE | Fuente: Institudo del Verbo Encarnado // www.teologoresponde.com.ar 




¿Por qué el culto a los santos?

Esta objeción completa la anterior. Muchos protestantes objetan no sólo el hacer imágenes sino el rendir cualquier tipo de culto a los santos. Hemos separado las respuestas para que quede más claro. He aquí algunas cartas que he recibido sobre este tema:

A pesar de haber leído las explicaciones referentes al culto a los Santos, siempre tengo algunas dudas al respecto. La primera es que, a través de este tipo de culto, podemos perder la atención de nuestro centro que es Cristo. Fácilmente, mucha gente cae en la petición de favores a los Santos como en una especie de acto supersticioso (...) Además, siempre me ha parecido que el culto a los Santos no es otra cosa que una especie de “sincretismo” que se ha producido luego de siglos de historia, en que la propagación del Evangelio se ha ido topando con pueblos cuyas mitologías estaban plagadas de deidades menores, a las cuales se le erigían templos en donde sus fieles realizaban sacrificios a fin de tenerlos propicios. ¿No es esto lo que se produce con los Santos hoy en día? J. C. (Chile) 

Otra:
Quiero preguntarle por qué la iglesia venera tantos santos. ¿No se supone que a Dios es al único que hay que adorar? 

Otra:

Hermano: si usted le reza a una virgen, le reza a una virgen muda. El único mediador entre Dios y los hombres es Jesucristo. 

Estas objeciones repiten algo que ya hemos respondido en el punto anterior, añadiendo otros pormenores. Tratemos de responder.

Al hermano que nos enseña que sólo hay un mediador entre Dios y los hombres, no sólo le doy la razón sino que lo felicito porque está afirmando exactamente lo que enseña la Iglesia católica: sólo hay un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo. Los santos que la Iglesia católica venera (venerar es honrar, y supongo que la persona que me escribe me entenderá, pues ella misma, si es buena cristiana, debe honrar a sus padres y abuelos) no son considerados como mediadores alternativos o independientes de Jesucristo, sino como buenos amigos e incluso en algún caso (la Virgen María) como familiar de Jesucristo (no creo que se anime a negar esto, al menos con la Biblia en la mano, puesto que allí Ella es llamada “la madre de Jesús”, “toma al niño –Jesús– y a su madre”, como le dice el ángel a José); y por tanto se les pide que intercedan ante él. Creemos que Ella sigue haciendo lo que hizo en Caná: enviar a los hombres a su Hijo y decirles que hagan lo que él les dice (cf. Jn 2,5).

Los santos que están en el Cielo, a quienes verdaderamente rezamos y honramos (sus imágenes, como ya dije antes, son un simple recordatorio como las fotos de nuestros abuelos –no creo que alguien crea tener a su abuelo encerrado en un álbum–) no son mudos, pues el libro del Apocalipsis, cuando habla de los santos que asisten al trono del Cordero, dice que ellos cantan un cántico nuevo delante del trono (cf. Ap 14,3). Y se puede leer su hermoso cántico en Ap 19,6-8.

Respecto a la veneración de María Santísima, hemos de suponer que Jesús cumplió más que ningún otro el mandamiento de “honrar a los padres”, por tanto, honró a su Madre, la cual es María. Nosotros simplemente intentamos imitarlo en esta honra.

En cuanto a los demás santos, sus imágenes, no cumplen otra función que recordarnos que esas personas fueron capaces de imitar a Jesús y que nos vamos a salvar si hacemos lo que hicieron ellos (imitar a Jesús); y como sabemos que están en el Cielo (lo dice el Apocalipsis cuando habla de la multitud de santos que asisten al trono del Cordero) y que sus oraciones suben a Dios como incienso (lo que también dice el Apocalipsis 5,8; 8,3-4) les pedimos que en esas oraciones nos tengan presentes a nosotros.

Si la idea de nuestros interlocutores protestantes acerca del “culto católico a los santos” es otra, debemos aclararles que lo que acabo de exponer es lo que pueden encontrar leyendo los documentos de la Iglesia, como por ejemplo, el Catecismo de la Iglesia católica.
Esto no quita que algunas personas, católicas de nombre, tengan una actitud confusa respecto de la veneración que merecen las imágenes y los santos en general. Ignorancia de la propia religión siempre ha habido y los mismos apóstoles en los Evangelios discutían de cosas que fastidiaban al Señor. Pero no es ésa la doctrina de la Iglesia . Si algún católico venera una imagen de manera supersticiosa, no lo hace por ser católico sino a pesar de lo que enseña la Iglesia. También entre los protestantes hay quienes confunden cosas elementales de su fe; pero no podemos juzgar el luteranismo, o el calvinismo o el anglicanismo por lo que erróneamente piensa algún luterano o calvinista singular.

El culto de veneración a los santos se remonta a los comienzos de nuestra fe. En los más antiguos documentos de la literatura cristiana aparece que ya en los primeros tiempos de la Iglesia se tributaba un culto a los mártires y a sus reliquias. En el s. IV se añadió el culto a los Obispos que sobresalieron por la santidad de su vida, y muy pronto también el de los anacoretas y otros fieles que con su vida de grande austeridad imitaron de algún modo a los mártires. La Iglesia al canonizarlos (o sea, al ponerlos de modelo, de canon) da testimonio y sanciona que estos hombres y mujeres ejercitaron las virtudes de un modo heroico, y que actualmente gozan de Dios en el cielo. De esta forma ellos se convierten para los creyentes en un modelo de santidad y en intercesores en favor nuestro.

Alguno me ha dicho que no necesitamos otro modelo de santidad que el modelo perfectísimo que nos da Jesús. Sería una afirmación que equivale a lo que dice quien nos escribe que Cristo es el único camino. Esto es verdad, pero no significa que no haya habido hombres y mujeres que, transitando el único camino que es Cristo, puedan a su vez transformarse para nosotros en ejemplo del seguimiento de Jesús. Así lo afirma San Pablo: Para mí la vida es Cristo, y la muerte es una ganancia... Hermanos, seguid mi ejemplo y fijaos también en los que viven según el ejemplo que nosotros les hemos dado a ustedes (Fil 1,21 y 3,17). Y a Timoteo le escribe: Seguid mi ejemplo como yo sigo el ejemplo de Cristo Jesús (1Tim 1,16). En estos textos vemos claramente que Pablo se pone a sí mismo y a otros como ejemplos de seguidores de Cristo, e incita a los creyentes a ser sus imitadores, como ellos lo son de Cristo.

La veneración singular a María (veneración que, para distinguirla de la que reciben los demás santos se denomina “de hiperdulía”, mientras que la veneración u honra que se tributa a aquéllos se denomina “dulía”, y el culto propio de Dios “latría”) está profetizada por el mismo Evangelio; San Lucas pone en boca de María en casa de Isabel: en adelante todos los hombres me llamarán bienaventurada (Lc 1,48). No podemos entender, entonces, por qué algunos protestantes nos condenan cuando la llamamos “bienaventurada”, pues no es otra cosa el honrarla o venerarla.


LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 28 OCTUBRE


Los Cinco Minutos de María
 28 de Octubre




El Evangelio nos trae aquella hermosa narración que nos presenta a la Virgen en las bodas de Caná, preocupándose del bienestar de los convidados.

Ahora en el cielo no ha perdido su preocupación por nosotros y está siempre dispuesta a socorrernos en todas nuestras necesidades espirituales y temporales.

Invoquemos a la Virgen todos los días de nuestra vida con confianza, sabiendo que ella es maternalmente bondadosa; con humildad, pues ella es poderosa para conseguir cuanto se le pida; con amor, pues ella es nuestra Madre celestial.

Nuestra Señora de la Santidad no desea para nosotros ninguna cosa tan interesante como que seamos santos a los ojos de Dios.



* P. Alfonso Milagro 
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