domingo, 16 de julio de 2017

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 15 y 16 DE JULIO


Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro
15 julio



El Corazón de la Virgen es como una lira perfecta; no le falta ninguna cuerda y todas vibran con perfección.

Con la lira del corazón se puede tocar un himno a Dios o a un ídolo de la tierra; el Corazón de la Virgen sólo vibró para Dios. Nosotros tenemos en nuestras manos la lira del corazón, pero a menudo con ella no cantamos a Dios, sino a los ídolos de la tierra.

Ordena tus afectos, para que tu corazón se asemeje al de la Virgen.

Virgen, modelo de las vírgenes, que viva consagrado a Dios, y sólo a Dios.

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Los cinco minutos de María
Julio 16



La cruz y la resurrección estuvieron presentes en el Corazón de María. La cruz y la resurrección del Señor se actualizan en nuestras vidas. En la historia y en la existencia personal, la cruz es un libro abierto donde Dios se nos hace presente y visible si lo leemos desde la fe. La resurrección es un libro cerrado que se abre si primero leemos el libro de la cruz. Como en la vida de Jesús y de su Madre, se llega a la resurrección si se pasa por la cruz.

Virgen María, tú que sabes de las cosas de Dios, enséñanos a descubrir a Dios cuando se oculta en la cruz y a reconocerlo cuando se manifiesta en la resurrección.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ DOMINGO!!!




viernes, 14 de julio de 2017

LO IMPORTANTE EN LA VIDA

Lo importante en la vida


Los infortunios y reveses traen siempre algún valioso mensaje que debes aprovechar con sabiduría. Pero hay que reflexionar con calma para atesorar la experiencia que dejan, porque las desgracias descubren al alma luces que en la prosperidad no llegas a percibir.

Es imposible cruzar la vida sin que un trabajo salga mal hecho, sin que una amistad cause decepción, sin padecer algún quebranto de salud, sin que un amor nos abandone, sin que ningún ser querido fallezca, sin equivocarse en algún negocio. Ése es el costo de vivir. Sin embargo, lo importante no es lo que suceda, sino cómo sobrellevarlo. Si te pones a coleccionar heridas eternamente, vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.

A veces suceden cosas que te cuestionan seriamente y te preguntas angustiado, ¿cómo Dios permite esto? Ten la seguridad que Dios va a sacar de todo mal, sufrimiento o desgracia, un bien mucho más grande. Como lo sacó de la muerte ignominiosa de Jesús, su Hijo, Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 14 DE JULIO


Los cinco minutos de María
Julio 14



Seguramente en algunas ocasiones has necesitado desahogarte en el Corazón de la Madre de Dios, que es todo ternura y compasión. Acude a ella con confianza y amor, cuéntale todas tus cosas, consúltala en tus dudas,  pídele consuelo en tus penas, comparte con ella tus éxitos y tus alegrías.

Virgen prudente, que siempre siga tus consejos.


* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 14 DE JULIO DEL 2017


Como ovejas entre lobos
Santo Evangelio según San Mateo 10, 16-23. XIV Viernes de Tiempo Ordinario.


Por: H. Rubén Tornero, LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, gracias por este momento de intimidad contigo. Soy indigno de Ti, por eso en Ti confío y sólo a Ti entrego todo mi ser: porque me conoces hasta lo más profundo y aún así me amas y has querido estar a mi lado. Te pido que estés siempre a mi lado y nunca me abandones. No Te merezco… pero Te necesito. Dame tu mano y guíame como un papá guía a su hijo que da los primeros pasos. Soy débil, no me dejes sólo. Dame un corazón que ame y entienda los corazones de los demás, especialmente el Tuyo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 10, 16-23
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "Yo los envío como ovejas entre lobos. Sean, pues, precavidos como las serpientes y sencillos como las palomas.
Cuídense de la gente, porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas, los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. Pero, cuando los enjuicien, no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque en ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes.
El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre a su hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin, se salvará.
Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. Yo les aseguro que no alcanzarán a recorrer todas las ciudades de Israel, antes de que venga el Hijo del hombre".

Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Hoy Jesús me dices que me envías como oveja en medio de lobos. Me da miedo. Sabes que el mundo es agresivo. No me escondes el peligro ni el dolor. Me dices que me odiarán por llevar tu mensaje y que incluso llegarán a quitarme la vida… pero que si persevero hasta el fin, me salvaré. Tengo miedo Jesús, pero si Tú estás conmigo, ¿qué tengo que temer? Tú ves mucho más allá de lo que yo puedo siquiera imaginar.
Donde yo veo lobos terribles, personas antipáticas que me lastiman, situaciones que me hacen sufrir, Tú ves corderos con piel de lobo, personas lastimadas que necesitan de tu amor y de tu misericordia, oportunidades que me hacen despertar de mi comodidad.
Donde yo veo sombras, Tú me haces ver la luz, pues sólo hay sombras allí donde hay alguna luz que las proyecte.
Ayúdame a no tener miedo de las adversidades. Hoy no quisiera pedirte que me quites de mi vida la montaña del sufrimiento, sino que me des la fuerza para subirla y que camines siempre a mi lado. Dame la gracia de llevar tu mensaje de amor a quien más lo necesite… así como Tú me lo has dado a mí por medio de la cruz.
"El verdadero predicador es el que sabe que es débil, que sabe que no puede defenderse de sí mismo. El enviado "en medio de los lobos" podría objetar: ¿Pero, Señor, para que me coman? La respuesta es: ¡Tú ve! Este es el camino. Veamos una reflexión muy profunda de Juan Crisóstomo: "Pero si tú no vas como cordero, si vas como lobo entre los lobos, el Señor no te protege: defiéndete solo". Es decir: cuando el predicador se cree demasiado inteligente o cuando ese que tiene la responsabilidad de llevar adelante la Palabra de Dios quiere hacerse el astuto y quizá piensa: ¡Ah, yo puedo con esta gente!, entonces terminará mal, o negociará la Palabra de Dios: con los poderosos, con los soberbios..."
(Homilía de S.S. Francisco, 17 de febrero de 2017, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a hablar con una persona que me resulte antipática y la invitaré a rezar un avemaría juntos.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

DECÁLOGO DE LOS SERVIDORES DE LOS ENFERMOS

Decálogo de los servidores de los enfermos. 
San Camilo de Lelis
(Aplicable a todos)



1-Honra la dignidad y sacralidad de mi persona, imagen de Cristo, por encima de mi fragilidad y limitaciones.

2-Sírveme con amor respetuoso y solícito: con todo tu corazón, con toda tu inteligencia, con todas tus fuerzas y con todo tu tiempo.

3-Cuídame como tú quisieras ser atendido, o como lo harías con la persona más querida que tengas en el mundo.

4-Sé voz de los sin voz: hazte defensor de mis derechos, para que sean reconocidos y respetados.

5-Evita toda negligencia que pueda poner en peligro mi vida o prolongar mi enfermedad.

6-No frustres mi esperanza con tu afán e impaciencia, con tu falta de delicadeza y competencia.

7-Soy un todo, un ser integral: sírveme así. No me reduzcas a un número o a una historia clínica, y no te limites a una relación puramente funcional.

8-Conserva limpios tu corazón y tu profesión: no permitas que la ambición y la sed de dinero los manchen.

9-Preocúpate por mi pronta mejoría; no olvides que he venido al hospital para salir recuperado lo antes posible.

10-Comparte mis angustias y sufrimientos: aunque no puedas quitarme el dolor, acompáñame. Me hace falta tu gesto humano y gratuito que me hace sentir alguien y no algo, o un caso interesante.

Y... cuando hayas hecho todo lo que tienes que hacer, cuando hayas sido todo lo que debes ser..., no olvides darme las gracias.

(Deducido del pensamiento y actuación de Camilo).

SAN CAMILO DE LELIS, PATRONO DE LOS ENFERMOS, 14 DE JULIO

San Camilo de Lelis (Lellis)
1550-1614. Fundador de los Siervos de los enfermos. 
Fiesta: 14 de julio

Patróno de los enfermos, profesionales de la salud y hospitales.



De la vida de San Camilo:
Servidor de Cristo en la persona de los hermanos

Encontró a Jesucristo en los enfermos pobres, a los que amaba y servía con todo su corazón. Su congregación cuidaba de los enfermos y contribuyó en el saneamiento de Roma y otras ciudades. Enseñaban como prevenir y cuidar las enfermedades. Consideraron la función de la dieta en la salud y enseñaron el sistema de organizar a los enfermos por pabellones. Todo movido por amor a Cristo. San Camilo está enterrado en la Iglesia de Sta. María Magdalena, Roma.

San Camilo nació en 1350 en Bucchianico, cerca de Chieti, región de los Abruzos, Italia. Su madre era sexagenaria cuando tuvo a su hijo.

Era alto de estatura para la época, de 1.9mts. Se enroló en el ejército veneciano para luchar contra los turcos pero pronto contrajo una enfermedad en la pierna que le hizo sufrir toda su vida. En 1571 ingresó como paciente y criado en el hospital de incurables de San Giacomo, en Roma. Nueve meses después fue despedido a causa de su temperamento revoltoso y volvió a ser soldado contra los turcos.

Mas tarde reconoció que era un gran pecador. Uno de sus vicios era el juego de azar que se nutre de la avaricia. En 1574 apostó en las calles de Nápoles sus ahorros, sus armas, todo lo que poseía y perdió hasta la camisa que llevaba puesta. Obligado a la miseria y recordando un voto que había hecho mucho tiempo antes de ingresar en los franciscanos, entró a trabajar en la construcción de un convento capuchino (franciscanos) en Manfredonia.  Las prédicas en el convento lo llevaron a una profunda conversión. Camilo cayó de rodillas, pidió perdón de sus pecados con muchas lágrimas y se encomendó a la misericordia de Dios.  La conversión tuvo lugar en 1575, a sus 25 años de edad. Desde entonces comenzó una nueva vida de completa sumisión a Jesucristo y de penitencia. Ingresó a los capuchinos pero la enfermedad de su pierna impidió su profesión. Entonces volvió al hopital de San Giacomo donde se consagró al cuidado de los enfermos. Al cabo de un tiempo llegó a ser superintendente del hospital, sirviendo como con ejemplar caridad.

Los hospitales de la época empleaban a personas sin dedicación hacia los enfermos. Esto llevó a Camilo a fundar una asociación de personas deseosas de consagrarse, por caridad, al cuidado de los enfermos. Encontró seguidores pero también graves obstáculos por las envidias y rumores que provocan las grandes obras de Dios. Después de consultar con su confesor, San Felipe Neri, decidió recibir las órdenes sagradas. Fermo Calvi, un caballero romano, le asignó una renta el día de su ordenación. San Camilo decidió entonces independizarse del hospital de San Giacomo y empezar la tarea por su cuenta, contra la opinión de San Felipe Neri. Con dos compañeros comenzó la nueva congregación, los Siervos de los Enfermos, observando una regla común. Iban cada día al gran hospital del Espíritu Santo para asistir a los enfermos. Lo hacían con tanto amor como si curasen las heridas de Cristo. Los preparaban para recibir los sacramentos y morir en las manos de Dios. 

En 1585, habiendo crecido la comunidad, prescribió a sus miembros un voto de atender a los prisioneros, a los enfermos infecciosos y a los enfermos graves de las casas particulares. Desde 1595 envió religiosos con las tropas para servir de enfermeros.  Tal fue el comienzo de los enfermeros de guerra, antes que existiese la Cruz Roja fundada por Enrique Dunant.

En 1588 un barco con enfermos apestados no recibió permiso para entrar en Nápoles. Los Siervos de los Enfermos fueron al barco a asistirlos y murieron de la enfermedad, los primeros mártires de la nueva congregación. San Camilo también asistió heroicamente a Roma durante una peste que asoló a la ciudad. En 1591 San Gregorio XIV elevó la congregación de San Camilo a la categoría de orden religiosa.

En la actualidad los Siervos de los Enfermos cuentan con sacerdotes y hermanos consagrados a cuidar a los enfermos.

San Camilo sufrió mucho toda su vida. Padeció por 46 años por su pierna, que además tuvo fracturada desde sus 36 años. Tenía también dos llagas muy dolorosas en la planta del pie.  Desde mucho antes de morir padeció de nauseas y apenas podía comer. Sin embargo, en vez de buscar el cuidado de sus hermanos, los enviaba a servir a otros enfermos.

San Camilo introdujo la práctica de cerciorarse que los enfermos estuviesen muertos antes de enterrarlos, que las oraciones continuasen al menos un cuarto de hora después de la muerte aparente. Fundó 15 casas religiosas y 8 hospitales. Tenía el don de profecía y milagros además de muchas gracias extraordinarias.

En 1607, San Camilo renunció a la dirección de su orden pero asistió al capítulo de su orden en 1613. Murió el 14 de julio de 1614, a los 64 años de edad. Fue canonizado en 1746. El Papa León XIII le proclamó patrono de los enfermos junto con San Juan de Dios, Pío XI lo nombró patrono de los enfermos y de sus asociaciones.

-Datos compilados de la Vida de los Santos, Butler, Vol III

FELIZ FIN DE SEMANA!!!





jueves, 13 de julio de 2017

FIJA METAS POSIBLES


Fija metas posibles



Una característica de las personas que han triunfado en la vida es su capacidad de ser realistas y concretos. Han tenido sueños que los han impulsado a trabajar y luchar, pero han comenzado desde lo que tenían a la mano, de lo posible y cotidiano. 

Muchas veces se tiene la impresión de que la gente prefiere que le vaya mal en la vida. Si tú tienes deseos de amargarte la vida, hay una forma muy sencilla y eficaz de lograrlo: fíjate un objetivo imposible de realizar, y tendrás tu amargura asegurada. Si no quieres fracasar, no te propongas cosas imposibles, ni pierdas tiempo en lamentarte por no alcanzarlas. Deja a un lado los amores imposibles, los trabajos imposibles, los proyectos imposibles, los cambios imposibles. No pierdas tiempo en lamentarte. Concéntrate en lo posible, y te sentirás mejor.

Lo posible es fácil y simple. Crece con lentitud, pero crece con seguridad. Pon tan solo constancia e ilusión, y verás cómo el éxito coronará la fortaleza que has puesto en perseverar. Que el Señor te ilumine y asista. Hasta mañana aquí mismo.


* Enviado por el P. Natalio

HACE 100 AÑOS LA VIRGEN DE FÁTIMA MOSTRÓ EL INFIERNO A LOS TRES PARTORCITOS


Hace 100 años la Virgen de Fátima mostró el infierno a los tres pastorcitos




 (ACI).- Hace 100 años, el 13 de julio de 1917, la Virgen de Fátima mostró a los tres pastorcitos Lucía, Francisco y Jacinta, en la Cova da Iria (Portugal), una visión del infierno que muestra las trágicas consecuencias que trae la falta de arrepentimiento y lo que espera en el mundo invisible a quienes no se convierten.

Esta visión, mostrada en la tercera de las apariciones de Fátima, proveyó a los pequeños un secreto en tres partes. En la primera parte del secreto, donde el infierno fue mostrado, Nuestra Señora les dio a los niños una manera de ayudar a otros para que no se condenen:

“Hagan sacrificios por los pecadores, y digan seguido, especialmente cuando hagan un sacrificio: Oh Jesús, esto es por amor a Ti, por la conversión de los pecadores, y en reparación por las ofensas cometidas contra el Inmaculado Corazón de María”.

Una visión aterradora

En el libro La verdadera historia de Fátima del P. John de Marchi, se relata cómo el padre de la pastorcita Jacinta, Ti Marto, presenció lo ocurrido en Cova da Iria aquel día.

Recordó que “Lucía jadeó de repente horrorizada, que su rostro estaba blanco como la muerte y que todos los que estaban allí la oyeron gritar de terror frente a la Virgen Madre, a quien llamaba por su nombre. Los niños miraban a su Señora aterrorizada, sin palabras, e incapaces de pedir socorro por la escena que habían presenciado”.

Más tarde, a petición del Obispo de Leiria, Lucía describió la visión en sus “Memorias”:

“Mientras Nuestra Señora decía estas palabras abrió sus manos una vez más, como lo había hecho en los dos meses anteriores. Los rayos de luz parecían penetrar la tierra, y vimos como si fuera un mar de fuego. Sumergidos en este fuego estaban demonios y almas en forma humana, como tizones transparentes en llamas, todos negros o color bronce quemado, flotando en el fuego, ahora levantadas en el aire por las llamas que salían de ellos mismos junto a grandes nubes de humo, se caían por todos lados como chispas entre enormes fuegos, sin peso o equilibrio, entre chillidos y gemidos de dolor y desesperación, que nos horrorizaron y nos hicieron temblar de miedo (debe haber sido esta visión la que hizo que yo gritara, como dice la gente que hice). Los demonios podían distinguirse por su similitud aterradora y repugnante a miedosos animales desconocidos, negros y transparentes como carbones en llamas. Horrorizados y como pidiendo auxilio, miramos hacia Nuestra Señora, quien nos dijo, tan amablemente y tan tristemente: ‘Ustedes han visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Es para salvarlos que Dios quiere establecer en el mundo una devoción a mi Inmaculado Corazón. Si ustedes hacen lo que yo les diga, muchas almas se salvarán, y habrá paz’”.

Luego, después de la visión, María les indicó una oración esencial para ayudar a los pecadores: “Cuando ustedes recen el Rosario, digan después de cada misterio: Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu infinita Misericordia”.

El P. de Marchi señaló que los niños comprendieron por qué la Virgen de Fátima pidió orar y hacer sacrificios por los pecadores. “Haz esto”, decía la Señora. “Es una cosa grande, buena y amorosa, y agradará a Dios que es Amor”.


“Se convirtieron, de su libre albedrío, corredentores con Cristo. La visión del infierno que habían visto en julio no se borró de sus mentes. Oraron incesantemente. Ellos buscaban nuevos sacrificios. Rezando el Rosario, nunca se olvidaron de incluir la oración que Nuestra Señora les enseñó a decir después de cada decena”, indicó el sacerdote en su libro.

Además de la visión del infierno del 13 de julio de 1917, el mensaje de la Virgen de Fátima indica que se debe orar el Rosario todos los días, hacer sacrificios y orar por los pecadores, practicar la devoción de los 5 primeros sábados de mes en honor del Inmaculado Corazón de María, y la consagración personal también a su Inmaculado Corazón.

Para leer el mensaje completo ingrese AQUÍ.


EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 13 DE JULIO DEL 2017


…Y yo, ¿con quién me he encontrado?
Santo Evangelio según San Mateo 10, 7-15. XIV Jueves de Tiempo Ordinario.


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Gracias, Señor, por todos los dones que me has dado… Gracias por la oportunidad de dar a los demás lo que de Ti he recibido.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 10, 7-15
En aquel tiempo, envió Jesús a los Doce con estas instrucciones: "Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente.
No lleven con ustedes, en su cinturón, monedas de oro, de plata o de cobre. No lleven morral para el camino ni dos túnicas ni sandalias ni bordón, porque el trabajador tiene derecho a su sustento.
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, pregunten por alguien respetable y hospédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar, saluden así: ‘Que haya paz en esta casa’. Y si aquella casa es digna, la paz de ustedes reinará en ella; si no es digna, el saludo de paz de ustedes no les aprovechará. Y si no los reciben o no escuchan sus palabras, al salir de aquella casa o de aquella ciudad, sacúdanse el polvo de los pies. Yo les aseguro que el día del juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor que esa ciudad".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El amor, para que sea amor, tiene que ser fecundo…tiene que dar fruto… no puede ser para uno mismo.
Cuando hay amor, no se puede callar, no se puede esconder… se tiene que dar. Es como un volcán que necesita estallar.
El amor exige salir, proclamar, anunciar aquello se ha encontrado. Y yo, ¿con quién me he encontrado?
¿Me he encontrado con un Dios que ha dado todo por mí? ¿Que se ha interesado no por la multitud, como algo general, sino por mí, de una manera personal? ¿Me he encontrado con una persona que ha dado todo de sí, que ha dado todo por mí?...
Estas ganas de amor… estos deseos de seguir, de dar… de anunciar, ya sea estando en la luz o en la obscuridad, me dicen que sí…Me he encontrado con Alguien…me he encontrado con Dios.
Hoy me mandas a dar aquello que me has regalado. Me mandas a compartir el amor que me has dado; no como una tarea o como algo obligado sino como fruto del amor que he experimentado, que gratuitamente he recibido.
"Y cuando estemos cansados, o se nos haga pesada la tarea de evangelizar, es bueno recordar que la vida que Jesús nos propone responde a las necesidades más hondas de las personas, porque todos hemos sido creados para la amistad con Jesús y para el amor fraterno.
Hay algo que es cierto, no podemos obligar a nadie a recibirnos, a hospedarnos; es cierto y es parte de nuestra pobreza y de nuestra libertad. Pero también es cierto que nadie puede obligarnos a no ser acogedores, hospederos de la vida de nuestro Pueblo. Nadie puede pedirnos que no recibamos y abracemos la vida de nuestros hermanos, especialmente la vida de los que han perdido la esperanza y el gusto por vivir. Qué lindo es imaginarnos nuestras parroquias, comunidades, capillas, donde están los cristianos, no con las puertas cerradas sino como verdaderos centros de encuentro entre nosotros y con Dios. Como lugares de hospitalidad y de acogida."
(Homilía de S.S. Francisco, 12 de julio de 2015).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, trataré de ayudar a alguien en alguna necesidad que se presente.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 13 DE JULIO


Los cinco minutos de María
Julio 13



La vida de la Santísima Virgen estuvo llena de sobresaltos, temores, ocultaciones y éxodos ante los peligros que amenazaban la existencia de su Hijo; todo eso resonó profundamente en su Corazón.

En esas horas de angustia, ¿dónde puso ella su Corazón?
En Dios, que era claridad en las sombras, consuelo en sus dolores, dirección en sus dudas y descanso en su inquietud.
Dichoso el cristiano que ha aprendido a mirar al cielo.
Virgen mansa de corazón, que todas las inquietudes de la vida no logren hacerme perder la paz.


* P. Alfonso Milagro

EL ANUNCIO DEL REINO DE DIOS


El anuncio del Reino de Dios
El Reino que Él anuncia no es una amenaza, sino luz, salvación, paz, reconciliación. Es un reino que no tenemos que esperar, porque empieza hoy.


Por: P. Alberto Ramírez Mozqueda | Fuente: Catholic.net 




La conversión del agua en vino en las bodas de Caná, fue el comienzo de muchas preguntas de la gente y de los primeros apóstoles de Jesús. ¿Quién era este extraordinario y oscuro carpintero que tenía tales poderes? ¿Dónde había adquirido tal poder? ¿Adónde iría a parar con esas cualidades? Cristo no contestó a ninguna pregunta, y parece que huyera de la admiración que el milagro causó en las gentes. Bajó de Caná a las inmediaciones del Mar de Galilea, junto con su Madre y ahí comenzó la aventura del Reino que él venía a hacer presente entre los hombres, llamándolos a todos a la conversión del corazón, para tenerlo fijo en el corazón mismo de Dios que espera la llegada de todos los hijos.

María fue la primera confidente del Reino de Dios sobre la tierra. A ella le comunica el Ángel del Señor, que si ella presta reverente su cuerpo y su persona, Dios vendría a la tierra y el Hijo que ella concebiría, sería Rey y con un reinado que no terminaría jamás. María aceptó complacida, silenciosa y alegre, la misión que el Padre le confiaba. Pero nunca contempló a su Hijo como rey, con cetro, corona y trono, por lo menos como los reyes de la tierra. Sin embargo, ella meditaba en su corazón y acogía generosa el reino de Dios que apareció con la llegada de su Hijo a la tierra.

Juan Bautista también habló del Reino de Dios, como algo ya presente, como algo que llega. Y hay que recibirlo, hay que preparar los caminos, alzar los valles y las hondonadas y abajar los cerros y las montañas, para que el camino estuviera seguro y recto para la llegada del gran Rey. Pero el reino que Juan Bautista anuncia llega de improviso y como una amenaza: “Raza de víboras... el hacha está ya puesta a la raíz del árbol: árbol que no produzca frutos buenos, será cortado y arrojado al fuego... Él os bautizará con el Espíritu Santo y con el fuego... ya empuña el bieldo para aventar la era: el trigo lo reunirá en el granero, la paja la quemará en un fuego que no se apaga”.

Para Cristo, el anuncio del Reino es básico en su predicación y en su vida, y a ello dedica su misma vida. El Reino que Él anuncia no es una amenaza, sino luz, salvación, paz, reconciliación. Es un reino que no tenemos que esperar, menos para después de la muerte, porque el Reino comienza hoy, y no está sólo entre los hombres, sino dentro ellos.

En sus parábolas, pronunciadas una aquí y una allá, Cristo va mostrando las características del Reino al que todos nosotros hemos sido invitados desde nuestro bautismo. Los hombres de su tiempo entendían sus parábolas, porque Cristo se las pidió prestadas a los profetas que ellos conocían, pero dándoles una profundidad y un alcance, que no soñaron ni los profetas mismos.

1
“Salió un sembrador a sembrar... unos granos cayeron junto al camino, pero los pájaros se los comieron... otros cayeron entre las piedras y como no pudieron enraizar, pronto se secaron... otros cayeron entre cardos y espinas, que los ahogaron... pero otros cayeron en tierra fértil y dieron fruto, unos ciento, otros sesenta y otros treinta”.

La semilla siempre ha sido signo de la palabra que se anuncia. Y tan importante será en la siembra de la Palabra de Dios, la mano que siembra, pero también la tierra que recibe la semilla. Ya el profeta Isaías había cantado la excelencia del sembrador: “Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero de la buena noticia, que anuncia la paz, que trae la felicidad, que anuncia la salvación, que dice a Sión: Reina tu Dios”. Y San Agustín explicaba así la parábola a sus gentes: “Cambien de conducta mientras se puede, dad vuelta a las partes duras con la reja del arado, echad fuera del campo las piedras, arrancad las espinas. No tengáis el corazón duro, que aniquila inmediatamente la palabra de Dios. No tengáis una capa ligera de tierra, donde la caridad no puede arraigar profundamente. No permitáis que las preocupaciones y deseos del siglo ahoguen la buena semilla, haciendo inútiles nuestros trabajos por vosotros. Todo lo contrario: sed la buena tierra. Y el uno producirá el ciento, el otro el sesenta y un tercero el treinta por ciento. Y todos harán el granero”.

Y el granero de Dios será grande y todos los que fructificaron tendrán cabida en él. Porque el reino de Dios es un reino de vivos. Esto será el desquite del sembrador por tantas semillas que no lograron dar fruto.

2
“El reino de Dios es como un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero un enemigo, de noche, sembró mala hierba y se marchó sigilosamente. Cuando las plantitas brotaron y los servidores se dieron cuenta, le pidieron permiso al amo para cortar la cizaña, la mala hierba. Pero el amo les contestó que esperaran, pues al final, cuando el trigo estuviera maduro, lo cortarían, lo meterían en el granero y a la mala hierba también la cortarían y la harían arder en el fuego...”

La parábola de la cizaña no viene a inculcarnos solo la paciencia, sino una enseñanza sobre el reino que es vida, que es amor, que es luz, que es acogida, pero en el cuál se siente la presencia del maligno, del enemigo. La palabra de Cristo era luz, y sin embargo suscitaba aversión y hostilidad entre algunas gentes. En el mismo colegio apostólico se metió la cizaña y uno de los suyos, traicionó al Maestro. Los hombres, que queremos las cosas al instante, quisiéramos arrasar por completo a los malos, a los que provocan guerras, dolor y muerte. Pero el Padre piensa lo contrario. No quiere poner a todos en el mismo saco. Y sabe que en este mundo a veces están tan entremezclados el trigo y la cizaña, que no quiere correr el riesgo de que se pierda uno solo de los que el Padre le encomendó a Cristo. Y por eso espera, y espera, le da tiempo al pecador, contamos con él hasta el último momento. Y Dios consigue milagros, gracias a los cuales, esperó a Mateo, recaudador de impuestos para hacerlo discípulo, a Pablo, de persecutor, a Apóstol y a Francisco, de dilapidador y parrandero, al hombre que confía solo en Dios. Dios aguarda la salvación de todos.

3
“El reino de Dios se parece a un hombre que arroja la semilla en su tierra, y mientras duerme y vela, de noche y de día, la semilla germina y crece sin que él sepa cómo... la tierra produce su fruto... la caña, la espiga... el trigo... y cuando ya está maduro, mete la hoz porque el fruto está maduro...”

Ésta parábola es admirable por su sencillez, y refleja una gran característica del Reino de Dios. La acción del reino es del Señor, el don es gratuito, y la obra admirable. A veces quisiéramos ayudarle al Señor, meterle unas buenas vitaminas, meter poderosos insecticidas, pero la semilla tiene fuerza interna, y nada le podemos agregar. Eso lo sabía el agricultor, por eso dormía tan plácidamente, como un niño, dejando que su Señor completara la obra que él había comenzado.. Y así, la sencillez y la confianza en Dios ha sido lo que ha creado a los grandes santos, los grandes héroes de la Iglesia, que no hacen mucho ruido, que no viven en la alharaca del mundo, sino que se han dejado cultivar por el Señor, han dejado que la gracia crezca en ellos, y ahora los tenemos como los grandes modelos de vida y de entrega a la misión del Señor Jesús. Deja entonces que María aliente en ti la santidad a la que has sido llamado. No opongas resistencia, sólo preocúpate de mantener la gracia del bautismo en ti.

4
“El reino de Dios se parece a un grano de mostaza que un hombre siembra en su campo, y pesar de ser la más pequeña de las semillas, crece como un grande árbol y vienen los pájaros y anidan en sus ramas...”

La mostaza es una semilla pequeña en verdad, pero viene a ser un gran árbol, que es muy buscado por los jilgueros, precisamente por sus semillas. En este árbol está significado Cristo Jesús que ya precisaba Daniel en su libro: “Y vi un árbol en el centro de la tierra, exageradamente alto. El árbol creció, se hizo fuerte: su altura tocaba al cielo y se veía desde los confines de la tierra. Y las aves del cielo anidaban en sus ramas”.

Sin embargo, si simbolizamos en la mostaza a la Iglesia, que tiene que anunciar el Reino de los cielos, nos daremos cuenta que su estado el día de hoy, no se parece al árbol frondoso, sino más bien a los orígenes de ella misma, pues después de veinte siglos, seguimos siendo minoría en el mundo, y la labor para llevar el Evangelio a todas las naciones, a pesar de que contamos con medios modernos de comunicación, necesita un fuerte impulso de todos los cristianos, para que se haga realidad el Mensaje de Cristo entre todos los hombres.

5
“El reino de Dios se parece a la levadura que una mujer toma, y la mezcla con la harina hasta que ésta fermenta y puede hacer un delicioso pan...”

Qué comparación tan familiar en labios de Cristo para hablar del Reino de los cielos. Él contempló muchas ocasiones a su madre poner la levadura en la harina, y veía complacido y con ojos de admiración cómo iba creciendo la masa, hasta que estaba a punto para darle forma y meterla al horno en el patio de la casa. Podría parecer que ésta parábola es como la del grano de mostaza, pero tiene su característica propia: la semilla tiene fuerza interna, pero además repercute en el ambiente, y así el grupo de doce apóstoles que era un grupo de pobretones e ilusos que nunca lograron entender el mensaje de su Maestro, Cristo los insta a mirar con confianza el futuro, pues ellos estaban llamados a ser levadura entre los hombres. Hoy la Iglesia, la auténtica Iglesia, tiene que salir y buscar a los hombres que se han alejado de ella, pero tiene que ir más y más allá hasta los confines del mundo, para que Cristo sea el Salvador entre todos los hombres.

6
“El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo, y el hombre que lo descubre, mientras abre los surcos, lo vuelve a esconder y todo contento, vende todas sus posesiones para comprar aquél campo...”

Las parábolas anteriores, nos hablan del Reino de Dios como lo da a conocer Jesús, pero las dos últimas parábolas, nos hablan de la actitud de los hombres que han sido llamados al Reino de Dios. Israel, situado entre Egipto y Mesopotamia, muchas veces se vio como un campo de batalla, y había que esconder rápidamente los ahorros acumulados en muchos años. Aún el día de hoy, los hombres de esas latitudes sueñan con encontrarse algún día con un tesoro guardado por los antepasados. Así nos podemos imaginar la alegría y el regocijo de un pobre labriego que trabaja en campo ajeno. Y cuando con su azadón da en alguna vasija de barro que contiene monedas de oro y plata, va presuroso a vender cuanto tiene para quedarse con el campo y quedarse con el tesoro. Así tendríamos que alegrarnos nosotros de pertenecer al Reino de los cielos, y gozar ya ahora, no después, del gran tesoro que la Iglesia pone a nuestra disposición, los sacramentos, la oración de la Iglesia, la generosidad, la caridad que ha levantado escuelas, hospitales, centros de formación comunitaria y muchas, muchas parroquias desde donde se distribuye la gracia y los dones del Señor.

7
“También se parece el reino de los cielos a un mercader que busca perlas finas, y al descubrir una de gran valor, va, vende todas sus posesiones y la compra...”

La mentalidad oriental veía como algo muy preciado, las perla, que eran buscadas por buceadores expertos en el Mar Rojo, el golfo Pérsico o en océano Indico para ser montadas en bellos engarces que eran el orgullo de las mujeres. El mercader de la parábola entonces, no se encuentra por casualidad con una perla preciosa entre todas las otras. Él la busca, y cuando la encuentra, lo empeña todo porque quiere ser el propietario de ella. Esa es la alegría, la intrepidez y el entusiasmo que el Reino de los cielos ha suscitado en grandes hombres y mujeres que tuvieron en muy poco la vida anterior, lo que el mundo les prometía a manos llenas, cuando se encontraron con el Reino y entraron a formar parte de él. San Francisco regaló todo lo que pudo, las telas y posesiones de su casa, todo, cuando sintió la amistad divina, y no rehusó dejar la casa paterna, para entregarse a la dama pobreza, y ser el hombre más libre del mundo. Teresa de Calcuta, es beatificada en estos días, no dudó en entregar su vida entera a atender y a consolar a los más pobres entre los pobres, para llevarlos a todos al cielo.

BUENAS TARDES!!!




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