domingo, 15 de noviembre de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 15 DE NOVIEMBRE DEL 2015


El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no
Signos de los tiempos


Marcos 13, 24-32. Domingo 33o. del Tiempo Ordinario B. Pongamos nuestra mirada y nuestro corazón en el cielo, viviendo llenos de alegría, de optimismo y de esperanza.


Por: P . Sergio Córdova LC | Fuente: Catholic.net 



Te adelantamos las Reflexiones del Evangelio de la Semana 33o. del Tiempo Ordinario, del domingo 15 al sábado 21 de noviembre 2015.
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Del santo Evangelio según san Marcos 13, 24-32
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Pasado el sufrimiento de aquellos días, el sol se oscurecerá y la luna no dará resplandor; las estrellas caerán del cielo y las fuerzas celestiales se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre entre nubes con gran poder y gloria; él enviará entonces a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra al extremo del cielo. Fíjense en el ejemplo de la higuera: cuando sus ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, saben que el verano está cerca. Pues lo mismo ustedes, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el Hijo del hombre ya está cerca, a la puerta. Les aseguro que no pasará esta generación sin que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto al día aquel y a la hora, nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sino sólo el Padre».

Oración introductoria
Señor, me acerco hoy a Ti con fe, sabiendo que eres el Señor de la vida y de la historia. Consciente de mis debilidades y caídas, pongo mi confianza en Ti, porque Tú siempre cumples tus promesas. Mientras contemplo tu amor que se convierte en fidelidad, yo deseo también corresponder con mi fidelidad. Estoy ante Ti en esta oración para escucharte y, descubrir tu voluntad en este día.

Petición
Espíritu Santo, concédeme estar atento a tus inspiraciones y fortalece mi voluntad para poder seguirlas.

Meditación del Papa Francisco

El pueblo de Dios ha sufrido tanto, han sido perseguidos, asesinados, pero ha tenido la alegría de saludar de lejos las promesas de Dios. Esta es la paciencia, que debemos tener en las pruebas: la paciencia de una persona adulta, la paciencia de Dios que nos lleva sobre sus hombros.


¡Qué paciente es nuestro pueblo! ¡Incluso ahora! Cuando vamos a las parroquias y nos encontramos con esas personas que sufren, que tienen problemas, que tienen un hijo con discapacidad o que tienen una enfermedad, pero llevan la vida con paciencia. No piden signos, saben leer los signos de los tiempos: saben que cuando germina la higuera, viene la primavera; saben distinguir eso. Sin embargo, estos impacientes del Evangelio de hoy, que querían una señal, no sabían leer los signos de los tiempos, y es por eso que no han reconocido a Jesús.
La gente de nuestro pueblo, gente que sufre, que sufre de muchas, muchas cosas, pero que no pierde la sonrisa de la fe, que tiene la alegría de la fe. Y esta gente, nuestro pueblo, en nuestras parroquias, en nuestras instituciones - mucha gente - es la que lleva adelante a la Iglesia, con su santidad, de todos los días, de cada día. «Hermanos míos, tengan por sumo gozo cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que sean perfectos y cabales, sin que les falte cosa alguna». Que el Señor nos dé a todos la paciencia, la paciencia alegre, la paciencia del trabajo, de la paz, nos dé la paciencia de Dios, la que Él tiene, y nos dé la paciencia de nuestro pueblo fiel, que es tan ejemplar. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 17 de febrero de 2014, en Santa Marta).
Reflexión
Nos encontramos ya en el penúltimo domingo del tiempo ordinario. Y, como todos los años, el Evangelio de este día nos habla de las realidades escatológicas y de las señales apocalípticas que acompañarán el fin de los tiempos, cuando llegue el momento de la "segunda venida" del Mesías.

El fin del mundo ha sido una preocupación del hombre en todas las épocas. Tal vez por su curiosidad natural o por su temor ante un futuro desconocido, siempre se ha interesado en estos temas. Y esta conciencia colectiva se ha agudizado sobre todo en ciertos períodos críticos de la historia. Así, por ejemplo, en las primeras décadas de la Iglesia, cuando todavía estaban frescas en la mente y en el corazón de los cristianos las enseñanzas de Cristo sobre el juicio final, se creía próxima la "parusía".

También, en el cambio del primer milenio, en el año 1000, se dio una "crisis" universal ante el temor del fin del mundo. Pero eso no sólo sucedió en el medioevo. En pleno siglo XX, a pesar de los progresos tecnológicos y los avances de la ciencia, se dieron muchos movimientos en esta dirección. Incluso hasta surgieron varias sectas -como los testigos de Jehová, lo adventistas del séptimo día, los secuaces de la así llamada "iglesia universal de Dios" y otras más- para quienes la idea del fin del mundo es parte fundamental de su credo.

Por supuesto que nuestro Señor profetizó el fin del mundo. Y el Evangelio de hoy es una prueba clarísima de ello: "Después de una gran tribulación -nos dice Jesús- el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas del cielo se caerán y los ejércitos celestes temblarán. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad". Todo esto es muy cierto. Y nuestro Señor no nos habló de ello sólo para aterrorizarnos, como si estuviera narrando un cuento de miedo a unos niños.

Sin embargo, también tenemos que interpretar correctamente estas palabras del Señor. La Biblia razona con categorías relativas e históricas, más que absolutas y metafísicas. El lenguaje oriental –y, por tanto, también el bíblico y el usado por Jesús en su predicación- no siempre se ha de entender en un sentido literal y absoluto, sobre todo en los temas apocalípticos. Por este mismo motivo, mucha gente no entiende las expresiones del Apocalipsis del apóstol san Juan e interpreta erróneamente muchos de sus pasajes.

Pero, volviendo al Evangelio, cuando Cristo habla del fin del mundo, no sólo se refiere al fin de los tiempos en absoluto, sino también al fin de "SU" mundo, al término de una época o a la vida de los oyentes. Por eso, nosotros, más que inquietarnos por "el" fin del mundo, tendríamos que preocuparnos de "nuestro" propio fin. Y las palabras que vienen a continuación: "Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo esto suceda" se cumplieron perfectamente.

En efecto, el año 70 d.C. las legiones romanas, al mando del emperador Tito, sitiaban Jerusalén y prendían fuego a la ciudad, "sin dejar piedra sobre piedra". ¡Les llegó "su" fin del mundo, tal como Cristo lo había anunciado! Y podemos hablar, en términos análogos, del saqueo de Roma por los vándalos en el año 410; de la caída del Imperio romano en el 476; o de la caída de Constantinopla en el 1453. O, en épocas más recientes, el derrocamiento de las monarquías europeas durante la revolución francesa, la revolución bolchevique del 1917 y la caída del imperio zarista; las dos grandes guerras mundiales, la explosión del comunismo y su difusión por muchas partes del planeta, y todas esas formas de totalitarismo que azotaron al mundo -el nazismo, el fascismo, el marxismo, etc.- hasta llegar al derrumbamiento definitivo de esas mismas ideologías con la caída del muro de Berlín en 1989… Todos estos trágicos eventos han sido, en cierto modo, otras formas de "fin del mundo".

Pero, más que detenernos en la profecía escatológica de Cristo -por lo demás, totalmente desconocida para nosotros, como nos lo dice Él mismo: "El día y la hora nadie la sabe, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sólo el Padre"- concentrémonos en el presente: en la necesidad de velar y de estar preparados para la venida de Cristo. Es decir, en la necesidad de vivir en gracia y de llevar una vida cristiana digna y santa.

Propósito
Pongamos nuestra mirada y nuestro corazón en el cielo, viviendo llenos de alegría, de optimismo y de esperanza: "Aprended de la higuera: cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, sabéis que la primavera está cerca; pues cuando veáis suceder todo esto, sabed que Él está cerca, a la puerta". ¡Cristo está para llegar! Entonces, ¡qué dicha debe invadir nuestra alma! Está comenzando la primavera. Y el Señor nos invita hoy a descubrir esos signos de los tiempos, que nos descubren un nuevo amanecer. No se está acabando el mundo. En realidad, está naciendo uno nuevo; ¡está llegando otra primavera del espíritu!

Dialogo con Cristo
¿Qué signos de esperanza descubo Señor, en la Iglesia y el mundo de hoy? Meditaré en esta pregunta, contemplando la higuera, y encontraré muchísimos brotes de vida.

NO OFREZCA RESISTENCIA



No ofrezca resistencia 


De William Penn se cuenta una anécdota maravillosa. Desde la infancia, William Penn estaba habituado a portar una espada a toda hora, porque en su época, esa arma formaba parte del atuendo de un caballero. Un día, se le ocurrió que la espada era incongruente con sus creencias cuáqueras, pero por otra parte sabía que se sentiría muy avergonzado de no llevarla.

Consultó a George Fox, aunque no dudaba que su líder le diría: “Es algo malo. Debes dejar de usarla.”

Sin embargo, George Fox no le dio esa respuesta. Fox guardó silencio por un momento, y al cabo dijo: “Lleva tu espada hasta que no puedas llevarla más.

Aproximadamente un año después, Penn advirtió que llevar la espada sería más vergonzoso que andar sin ella, y le resultó muy fácil dejar de usarla.

LA CRUZ DE CADA DÍA


La cruz de cada día 



Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando, "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". El señor, como siempre, acudió y le contestó, "Hijo mío, si no puedes llevar el peso de tu cruz, guárdala dentro de esa habitación. Después, abre esa otra puerta y escoge la cruz que tú quieras".
El joven suspiró aliviado. "Gracias, Señor" dijo, e hizo lo que le había dicho. Al entrar, vio muchas cruces, algunas tan grandes que no les podía ver la parte de arriba. Después, vio una pequeña cruz apoyada en un extremo de la pared.

"Señor", susurró, "quisiera esa que está allá". Y el Señor contestó, "Hijo mío, esa es la cruz que acabas de dejar".

SI CREES QUE NO SIRVE, PRUEBA


Si crees que no sirve, prueba
Como tantas cosas en la vida, no se puede saborear ni ver los resultados hasta que no se toma en serio.


Por: P. Eusebio Gómez Navarro OCD | Fuente: Catholic.net 




Un monje, se encontró una piedra preciosa y se la regaló a un viajero. Éste después de algún tiempo volvió donde el monje, le devolvió la joya y le suplicó: “Ahora te ruego que me des algo de mucho más valor que esta joya, valiosa como es. Dame, por favor, lo que te permitió dármela a mí”.

En la oración encontramos luz y fuerza para descubrir los tesoros y para regalarlos. En la oración encontramos fuerza para gastar y entregar la vida.

San Juan de la Cruz afirma que “quien huye de la oración, huye de todo lo bueno” (Dichos de luz, 185 ).

Santa Teresa supo por experiencia los resultados de la oración. Sin ella no encontraba la vida, ni camino, ni paz ni alegría. Es puerta y camino para ir a Dios. “La oración es principio para alcanzar todas las virtudes y cosas (en la) que nos va la vida comenzarla todos los cristianos” ( C 16, 3 ). Y en otro lugar: “Para ir a Dios, creedme, y no os engañe nadie en mostraros otro camino sino el de la oración” ( C 21, 6 ).

La oración nos lleva a amar y respetar a la tierra y a los otros. “Simplemente, estoy convencido de que sólo la persona de oración puede evitar que estas realidades buenas lleguen a ser ídolos malos. Sólo ella puede orientarlos al respeto del ser humano y al respeto de la tierra. De ahí la utilidad social y hasta cósmica de lo que aparentemente es la inutilidad misma. La oración es una reserva de silencio donde rehacer las energías; el silencio es armonía y plenitud. El hombre de oración es como el árbol. Influye en el ambiente”(Barreau).

La oración sirve para crecer, alcanzar virtudes, para sufrir, para arrancar los vicios. Así se expresa san Buenaventura:

“Si quieres sufrir con paciencia las adversidades y miserias de esta vida, sé hombre de oración.

Si quieres alcanzar virtud y fortaleza para vencer las tentaciones del enemigo, sé hombre de oración.

Si quieres mortificar tu propia voluntad con todas sus aficiones y deseos, sé hombre de oración.

Si quieres vivir alegremente, y caminar con suavidad por el camino de la penitencia y del trabajo, sé hombre de oración.

Si quieres alejar de tu ánima las moscas importunas de los vanos pensamientos y cuidados, sé hombre de oración...

Finalmente, si quieres desarraigar del ánima todos los vicios y plantar en su lugar las plantas de las virtudes, sé hombre de oración. Porque en ella se recibe unción y gracias del Espíritu Santo, la cual enseña al hombre todas las cosas”.

¡Cuánto bien ha hecho la oración!, ¡Cómo ha cambiado a las personas!. “¡Oh cuántas danzas ha hecho la poderosa mano de Dios con este suave y eficaz y celestial remedio de la oración! ¡Oh con cuánta facilidad ha hecho dejar los deleites mundanos y convertidlos en divinos!

¡Cuán frecuentemente ha hecho soltar de las manos rentas, estados, dignidades y señoríos que el hombre tenía pegado a su corazón!” (Diego de Guzmán).

La oración nos ayuda en nuestro caminar, por el día y por la noche, mientras duran lo días de esta vida intranquila, hasta que las sombras desaparezcan. Y en ésta búsqueda se pide la realización del encuentro. “Señor, concede a todos los que Te buscan, que Te encuentren, y a todos los que ya Te han encontrado, que Te busquen de nuevo, hasta que todo nuestro buscar y encontrar sea cumplido en tu presencia” (Hermann Bezzel).

La oración brota desde una necesidad, desde un deseo, desde una frustración. Así se expresaba Cervantes en el Quijote: “Abrid camino, señores míos, dejadme volver a mi antigua libertad; dejadme que vaya a buscar la vida pasada, para que me resucite de esta muerte presente. Yo no nací para ser gobernador, ni para defender ínsulas, ni ciudades de los enemigos que quisieran acometerlas.

Mejor se me entiende a mí de arar y cavar, podar y ensarmentar las viñas, que de leyes ni de defender provincias ni reinos. Bien se está San Pedro en Roma: quiero decir que bien se está cada uno usando el oficio para que fue nacido.

Vuestras mercedes se queden con Dios, y queden con Dios, y digan al Duque mi señor que desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano: quiero decir, que sin blanca entré en este gobierno, y sin ella salgo, bien al revés de cómo suelen salir los gobernadores de otras ínsulas”.

La oración, como tantas cosas en la vida, no se puede saborear ni ver los resultados hasta que no se toma en serio. Por eso quien dude de su eficacia, que la pruebe.

LA SANTA MUERTE, LEJOS DE LA RELIGIOSIDAD CRISTIANA

La Santa Muerte, lejos de la religiosidad cristiana
Especialistas consultados explican el origen y el alcance del fenómeno de esta secta.


Fuente: RIES // ACI Prensa 



En su libro La Santa Muerte, el mal de ojo y otras supersticiones, el P. Jorge Zarazúa precisó que el origen del culto a la santa muerte "es muy incierto, aún para sus mismos promotores". "Algunos de ellos lo consideran un culto prehispánico, que habría sobrevivido a pesar de la oposición de la Iglesia Católica. Según los que promueven esta ´devoción´, se trataría de la supervivencia del culto a Mictlantecuhtli, que, en la mitología azteca, es el dios de la muerte, señor del Mictlán, el silencioso y oscuro reino de los muertos", afirma. El P. Zarazúa señaló también que, de acuerdo a otros seguidores de esta secta, su origen se remonta a los africanos que llegaron para trabajar como esclavos en el continente americano. Sin embargo, el sacerdote precisó que es muy difícil que este culto pueda tener un origen prehispánico o africano, "pues los elementos con los cuales se le representa son más bien de la cultura occidental, como son el manto, la túnica, la guadaña y el reloj de arena".

"Las antropólogas Katia Perdigón y Elsa Malvido señalan que el culto a la santa muerte nació en los años cincuenta y que no tiene ninguna raíz prehispánica", subrayó. El P. Jorge Zarazúa constató que la pertenencia a esta secta se ha extendido entre los fieles católicos, al punto que muchos "la consideran un santo más de la Iglesia Católica, tal vez porque sus promotores se encargan de difundirla con métodos similares a la forma en que se promueven las devociones católicas (rosarios, procesiones, "misas", etc.), precisamente para atraer y atrapar a los católicos más desprevenidos y desorientados".

El P. Luis Santamaría, sacerdote diocesano español y miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), señaló que a pesar que muchos católicos creen que es posible pertenecer a este culto o incluirla entre sus devociones, esto está "lejos de una religiosidad verdaderamente cristiana". "Basta ver su vinculación directa con la delincuencia y el narcotráfico, y la clase de valores que promueve, para hacer un juicio negativo sobre este culto tan peculiar", indicó. El P. Santamaría recordó que "los pastores de la Iglesia han tenido, desde el principio, una palabra crítica y profética ante una realidad creciente que se nutre de la falta de formación religiosa y la superstición".

El sacerdote dominico y también miembro de RIES, P. Pedro Fernández, dijo que el culto a la santa muerte "es un verdadero problema en los niveles social y religioso" en la capital de México. "Así como encuentras imágenes de la Virgen de Guadalupe o de San Martín de Porres, hallas imágenes de la Santa Muerte". El P. Fernández también consideró que este culto se ha extendido de forma particular entre "la gente popular y el crimen organizado, debido, sobre todo, a una mezcla muy peligrosa de religiosidad, ignorancia y violencia". Para el sacerdote español, este culto se ve favorecido "por la crisis total de valores morales en la que nos encontramos".

Roberto Federigo, experto en sectas y miembro de RIES, reveló que este peligroso culto se ha extendido a Argentina, donde recibe el nombre de "san la muerte". "Se estima que nació como un sincretismo pagano-cristiano, una fusión de divinidades de los pueblos originarios guaraníes con algo del simbolismo ornamental de los jesuitas". Federigo indicó que el culto a "san la muerte" se encuentra actualmente "muy difundido en la zona conurbana de Buenos Aires (denominado Gran Buenos Aires), debido a las migraciones internas y de países limítrofes". "Muchos asocian este culto a la delincuencia, pues algunos delincuentes le prometerían veneración a cambio de protección. Desde hace algunos años, además de su proliferación, han aparecido templos y lugares de culto permanentes, con ministros y fieles, con regular asistencia y un principio de sistema de creencia organizado que podría asemejarse al de los cultos afrobrasileños u otros de la religiosidad popular".

El 27 de marzo de 2012, ocho personas, que serían integrantes de una misma familia, fueron detenidos por las autoridades de México acusados de haber asesinado a dos niños de 6 y 7 años y una mujer adulta de 55, como sacrificios a la santa muerte. Un portavoz de las autoridades mexicanas señaló que las víctimas fueron asesinadas con cuchillos, y se les extrajo la sangre como "ofrenda" a la santa muerte.

EL MEJOR CATECISMO: MIS PAPÁS REZANDO


El mejor catecismo: mis papás rezando
!Qué alegría para unos padres escuchar de su hijo, que fueron ellos, con su vida y ejemplo, su mejor catecismo!


Por: Marcelino de Andrés y Juan Pablo Ledesma | Fuente: Catholic.net 




Hay recuerdos infantiles que se graban indelebles en la memoria y el corazón. Así como hay lecciones que uno, sin darse mucha cuenta, aprende de pequeño para siempre.

Recuerdo por ejemplo una que, aunque común y casi desapercibida entonces, ahora me parece magnífica. Mi padre, de vez en cuando, me preguntaba cuánto le quería, y yo, abriendo y estirando los brazos a más no poder -como queriendo abarcar el mundo entero- le respondía: “así”; pero percibía que mis bracitos no alcanzaban a medir el inmenso amor que sentía por él. Mi madre, teniéndome en su regazo, también me lo interrogaba, y yo, contestando lo mismo, le abrazaba el cuello lo más fuerte que podía; pero sintiendo que me faltaban fuerzas para demostrarle todo mi amor por ella.

En hechos tan simples fui aprendiendo una lección digna de todo un tratado y de una entera vida: que el amor que uno llega a experimentar por su padre, no hay metro que lo mida; y que ante la deuda incalculable de amor con nuestra madre, siempre nos descubriremos faltos de fuerzas para saldarla del todo.

Es en el hogar donde se aprende el amor; donde se aprende a amar. Y junto a ésta, otras lecciones magistrales tienen su cátedra en la familia. Son los padres los maestros que deben ir grabando en sus hijos, con cosas sencillas de hoy, otras que no han de olvidar nunca mañana.

Así es como creo que muchos de nosotros no podremos olvidar que fue de nuestros padres de quienes recibimos el tesoro de la fe y de quienes aprendimos a rezar.

A este propósito, acabo de leer unas líneas preciosas y emocionantes, escritas por alguien que a su vez guarda imborrable en su alma la gran lección, impartida por sus padres, de cómo hablar con Dios. Voy a dejarle la palabra a él, auque esto se lleve la mitad de este artículo. A mí no me importa. Y tú mismo pensarás lo mismo tras escucharlo:

"En casa, nada de piedad expansiva y solemne; sólo cada día el rezo del rosario en común, pero es algo que recuerdo claramente y que lo recordaré mientras viva...

“Yo iba aprendiendo que hace falta hablar con Dios despacio, seria y delicadamente. Es curioso cómo me acuerdo de la postura de mi padre. Él, que por sus trabajos en el campo o por el acarreo de madera siempre estaba cansado, que no se avergonzaba de manifestarlo al volver a casa; después de cenar... se arrodillaba, los codos sobre la silla, la frente entre sus manos, sin mirar a sus hijos, sin un movimiento, sin impacientarse.

Y yo pensaba: Mi padre, que es tan valiente, que es insensible ante la mala suerte y no se inmuta ante el alcalde, los ricos y los malos, ahora se hace un niño pequeño ante Dios. ¡Cómo cambia para hablar con Dios! Debe ser muy grande Dios para que mi padre se arrodille ante él y también muy bueno para que se ponga a hablarle sin mudarse de ropa.

“En cambio, a mi madre nunca la vi de rodillas. Demasiado cansada, se sentaba en medio, el más pequeño en sus brazos, su vestido negro hasta los tacones, sus hermosos cabellos caídos sobre el cuello, y todos nosotros a su alrededor, muy cerquita de ella. Musitaba las oraciones de punta a cabo, sin perder una sílaba, todo en voz baja.

Lo más curioso es que no paraba de mirarnos, uno tras otro, una mirada para uno, más larga para los pequeños. Nos miraba, pero no decía nada. Nunca, aunque los pequeños enredasen o hablasen en voz baja, aunque la tormenta cayese sobre la casa, aunque el gato volcase algún puchero. Y yo pensaba: Debe ser sencillo Dios cuando se le puede hablar teniendo un niño en brazos y en delantal. Y debe ser una persona muy importante para que mi madre no haga caso ni del gato ni de la tormenta.

“Las manos de mi padre, los labios de mi madre... ellos fueron mi mejor catecismo."

¡Qué mayor alegría y satisfacción para un padre y una madre que escuchar del propio hijo, a la vuelta de los años, que para él fueron ellos, con su vida y ejemplo, el mejor catecismo!

IMÁGENES DE ADVIENTO 2015











FELIZ DOMINGO!!



sábado, 14 de noviembre de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 14 DE NOVIEMBRE DEL 2015


¡Hazme justicia contra mi adversario!
Parábolas


Lucas 18, 1-8, Tiempo Ordinario. Dios quiere que recemos, que vayamos todos los días a llamar a su puerta. 


Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 18, 1-8
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos que era preciso orar siempre sin desfallecer, les propuso esta parábola: Había un juez en una ciudad, que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. Había en aquella ciudad una viuda que, acudiendo a él, le dijo: "¡Hazme justicia contra mi adversario!" Durante mucho tiempo no quiso, pero después se dijo a sí mismo: "Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que no venga continuamente a importunarme." Dijo, pues, el Señor: Oíd lo que dice el juez injusto; y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche, y les hace esperar? Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?

Oración introductoria
Señor, quiero crecer en mi amor a Ti y a los demás; alimentar mi amistad contigo por medio de la oración humilde y perseverante. Ayúdame a buscar cumplir tu voluntad sobre mi vida, dejando que tus palabras modelen todo mi comportamiento. No permitas que el miedo me acobarde. Aumenta mi confianza, mi amor y mi fe.

Petición
Señor, ¡auméntame la fe y mi perseverancia en la oración!

Meditación del Papa Francisco
Hay una lucha que llevar adelante cada día; pero Dios es nuestro aliado, la fe en Él es nuestra fuerza y la oración es la expresión de esta fe. Por eso Jesús nos asegura la victoria, pero nos pregunta: "Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?" Si se apaga la fe, se apaga la oración y nosotros caminamos en la oscuridad, nos perdemos en el camino de la vida.
Aprendamos por tanto de la viuda del Evangelio a rezar siempre, sin cansarnos. Era buena esta viuda, sabía luchar por sus hijos, y pienso en tantas mujeres que luchan por su familia, que rezan, que no se cansan nunca. Un recuerdo hoy todos nosotros a estas mujeres que con su actitud nos dan un verdadero testimonio de bien, de valentía, de poder de la oración. Un recuerdo a ellas. Luchar, rezar siempre ¡Pero no para convencer al Señor a fuerza de palabras! ¡Él sabe mejor que nosotros qué necesitamos! Más bien la oración perseverante es expresión de la fe en un Dios que nos llama a combatir con Él, cada día, en cada momento, para vencer al mal con el bien. (S.S. Francisco, 20 de octubre de 2013).
Reflexión
Un mosquito en la noche es capaz de dejarnos sin dormir. Y eso que no hay comparación entre un hombre y un mosquito. Pero en esa batalla, el insecto tiene todas las de ganar. ¿Por qué? Porque, aunque es pequeño, revolotea una y otra vez sobre nuestra cabeza con su agudo y molesto silbido. Si únicamente lo hiciera un momento no le daríamos importancia. Pero lo fastidioso es escucharle así durante horas. Entonces, encendemos la luz, nos levantamos y no descansamos hasta haber resuelto el problema.

Este ejemplo, y el del juez injusto, nos ilustran perfectamente cómo debe ser nuestra oración: insistente, perseverante, continua, hasta que Dios "se moleste" y nos atienda.

Es fácil rezar un día, hacer una petición cuando estamos fervorosos, pero mantener ese contacto espiritual diario cuesta más. Nos cansamos, nos desanimamos, pensamos que lo que hacemos es inútil porque parece que Dios no nos está escuchando. Sin embargo lo hace. Y presta mucha atención, y nos toma en serio porque somos sus hijos. Pero quiere que le insistamos, que vayamos todos los días a llamar a su puerta. Sólo si no nos rendimos nos atenderá y nos concederá lo que le estamos pidiendo desde el fondo de nuestro corazón.

Propósito
Dedicar especial tiempo de mi día a la oración con la confianza que Dios me escucha si lo pido con fe y esperanza.

Diálogo con Cristo
Jesús, eres mi juez, pero también mi Padre y mi Salvador. Te suplico que esta oración me lleve a crecer en la fe, en la esperanza, en el amor y en la confianza, en mi vida diaria. Abre mi corazón para pueda perseverar en la oración, dame la humildad y la sabiduría para reconocer que sólo unido a Ti podré recorrer mi camino a la santidad.

AMIGOS DE VERDAD


Amigos de verdad
Autor: Padre Benigno Álvarez Lago s.j.


¿Por qué es importante tener amigos de verdad? Hay preguntas tan fáciles que a veces no se como responder, porque me faltan palabras. O quizá me sobren.

Un día me encontré con el mar, y nos quedamos charlando. Le pregunté sobre mi duda, pero él seguía a lo suyo, yendo y viniendo. 

Cuando me alejé de él, para volver a la vida de cada día, los ecos de nuestro encuentro resonaban en mi corazón. Me volví hacia donde estaba, y sus palabras se grabaron en mí:

"Necesito ser transparente, me decía, porque quiero que disfrutéis de mi fondo. Las maravillas que hay dentro de mí, son para vosotros. Por eso cuando aparece la basura, me tapa, me oculta, no soy yo. 

Necesito las rocas, quiero chocar contra ellas, quiero que me devuelvan a donde vengo, pero distinto. Con cuanta más fuerza, mejor. Luego mis aguas se remansan mucho más tiempo y llegan más lejos.

Y qué me dices de la brisa, parece que no se nota, pero está ahí. Es la caricia de mis aguas, es la que me hace ser diferente cada día aunque mis aguas lleguen siempre al mismo sitio. La brisa me hace sentir cada momento como una oportunidad nueva. Cada una de mis pequeñas olitas que ves a lo lejos, es la sonrisa de sentirla cerca.

Por último está la playa. Ahora soy yo quien acaricio. Me llevo pequeños recuerdos y ella también hace sus hoyos para quedarse con alguna parte de mí. Y nos mezclamos. Cada vez que caigo en ella, parece que allí me quiere atrapar, pero siempre me suelta... Cada una seguimos nuestros caminos y mientras ella parece inmóvil, yo me llevo alguna de sus arenas a lo largo del mundo. 

Mira el horizonte allí te está esperando siempre un nuevo día, un nuevo amigo, una nueva vida…"

DATE TIEMPO


Date tiempo





En muchas ocasiones tenemos miedo, miedo de lo que tal vez no podamos hacer, miedo de lo que pensará la gente si tratamos. Permitimos que nuestros miedos se interpongan en nuestros sueños. Decimos NO, cuando queremos decir SI. Murmuramos cuando queremos GRITAR, y después gritamos con quién no debíamos hacerlo ¿POR QUÉ? Después de todo, cruzamos por esta vida una sola vez, NO HAY TIEMPO PARA TENER MIEDO, ASI QUE...

Intenta aquello que nunca has intentado, ARRIÉSGATE!. Habla en contra de lo que no te gusta, Llámale y dile cuánto le amas. Participa en el Maratón, escribe aquella carta, visita pueblos que no conozcas. Enfréntate como ganador a las cosas cotidianas NADA QUE PERDER Y TODO, POR GANAR!

Te deseo mucha bendición de Dios y mucho éxito en tu vida, espero que siempre trates de vivir al máximo todo lo que hagas y lo hagas con gusto. Date tiempo para trabajar, que es el precio del éxito. Date tiempo para pensar, que es la fuente de una buena decisión. Date tiempo para disfrutar a tus seres queridos, es la fuente de la felicidad. Date tiempo para amar, es el sustento de la vida. Date tiempo para soñar, por ello el alma está cerca de las estrellas. Date tiempo para reír, así las cargas son más ligeras. Date tiempo para planear, porque planear es el secreto para tener tiempo de todo lo anterior. Date tiempo para buscar a Dios, porque Él es el todo del hombre.




SANTA SENCILLEZ


Santa sencillez
Autor: Miguel de Unamuno




¡Felices aquellos cuyos días
son todos iguales! 
Lo mismo les es un día que otro, 
lo mismo un mes que un día, 
y un año lo mismo que un mes. 

Se acuestan tranquilos 
esperando el nuevo día, 
y se levantan alegres a vivirlo... 

Viven a Dios, 
que es más que pensarlo, 
sentirlo o quererlo. 

Su oración no es algo que se destaca 
y separa de sus demás actos... 

Oran viviendo. 

Y por fin mueren como muere 
la claridad del día al venir la noche, 
yendo a brillar a otra región. 

¡Santa sencillez!

PARA VIVIR MÁS Y MEJOR



Para vivir más y mejor



Hay algunos consejos médicos que no por reiterados dejan de tener valor para mejorar nuestra salud. Así por ejemplo:

A- Evite el cigarrillo. No fume y evite estar cerca de personas que fuman. El combustible de sus células es el oxígeno. El humo les quita oxígeno a ellas haciéndolas envejecer y morir prematuramente.

B- Evite los excesos de alcohol. Solo consúmalo ocasionalmente en situaciones que no le exijan reflejos rápidos o razonamientos complejos.

C- Mantenga un peso adecuado; así evitará problemas de articulaciones, enfermedades de corazón y aparato circulatorio, presión alta, elevación de azúcar y grasas, entre otros.

D- Consuma una dieta baja en grasa. Las grasas de origen animal se pueden consumir pero no debe hacerlo todos los días.

E- Proteja sus riñones, consumiendo diariamente una cantidad razonable de agua. Al menos tome cuatro vasos de líquido, asegurando que su origen sea higiénico.

F- Practique ejercicio regularmente. Escoja una actividad que le guste y dedíquele al menos 30 minutos cada día. Comience de manera gradual y regular.

G- Asegure un reposo adecuado a su cuerpo y a su mente. Duerma diariamente entre 8 y 10 horas. Respete su descanso de fin de semana.

H- Mantenga su red social. Los vínculos de amistad y afecto procuran salud a su alma.

Pero mantener una buena salud no se limita solo a comer alimentos saludables, tomar líquido y hacer ejercicios... Estar sano también tiene que ver con los estados físicos y emocionales que desarrollamos en nuestro estilo de vida. Puede que en ocasiones no tengamos el impulso natural de comer sano pero podemos hacer otras cosas para mejorar nuestro estilo de vida. Tal vez no sabías que cantar puede prevenir un resfriado o que incluso correr descalzo produce maravillas para tu cuerpo.

1- Comer en bandeja hace que comamos más sano.
¿Sabías que cuando se opta por una bandeja de comida en la cantina o en la cafetería somos más propensos a escoger comida sana?  Según investigadores de la Universidad de Cornell el uso de bandejas anima a los comensales a incluir platos como ensaladas, platos principales y postres en su almuerzo.

2- Ver películas por segunda vez restaura la energía mental.
Seguro que muchas veces has llegado cansado de trabajar y has optado por ver una película que ya habías visto antes o una seria de televisión. En realidad no se trata de perder el tiempo. Según científicos de la Universidad de Buffalo, ver programas repetidos tiene un efecto calmante y restaurador para tu cerebro. El hecho de que ya conoces la trama significa que la actividad requiere un esfuerzo mental mínimo. Así que la próxima vez que tengas un largo día considera la opción de ver algo repetido para restaurar tu energía mental.

3- El agua fría calma los nervios.
Cuando nos sentimos enfurecidos o creemos que vamos a iniciar una pelea siempre tendemos a pensar que una bebida caliente nos puede calmar pero en realidad es mucho más efectivo tomar algo bien frío, como un vaso de agua fría, un granizado, batido o un helado. Al parecer, nos volvemos más empáticos con el frío y podemos ver el punto de vista de la otra persona.

4- Reír con amigos incrementa la tolerancia al dolor.
La risa es la mejor de las medicinas pero es mucho más efectiva si reímos en compañía de alguien. La risa, en general, tiene un montón de beneficios incluyendo una mayor tolerancia al dolor, debido a la liberación de endorfinas  en el cerebro. Sin embargo, los investigadores de la Universidad de Oxford han llegado a la conclusión de que la tolerancia al dolor es más efectiva cuando se ríe en compañía que cuando se hace de manera individual.

5- Televisores en la pared reducen el dolor de cuello
Los televisores instalados sobre la pared se cuelgan por encima de la altura de los ojos, a diferencia de muchos televisores ordinarios que se colocan más abajo. Esta posición es más cómoda para la cabeza.  Según Scott Bautch (experto en salud ocupacional y ergonomía) estas televisiones producen menos tensión en el cuello, ya que viendo la televisión a la altura de los ojos se inclina automáticamente la cabeza hacia adelante. Otro tanto sucede con las pantallas de las computadoras: siempre deben estar a la altura de tus ojos, no más bajas.

6- Caminar descalzo promueve la salud de los pies
Cuando optamos por mejorar la salud de nuestros pies, por lo general buscamos zapatos cómodos que se ajusten perfectamente a nuestros pies. Aunque esto ayuda mucho, es posible también hacer otra cosa mucho más primitiva: anda descalzo. Aunque puede sonar extraño, no puedes imaginarte lo beneficioso que es para liberar el estrés de nuestros pies. Así que pruébalo, de vez en cuando camina un poco descalzo ya sea en el interior o en tu propio jardín o terraza.

7- Cantar previene los resfriados
Todos sabemos que el canto puede mejorar nuestro estado de ánimo de manera significativa. Sin embargo, en esta ocasión nos referimos a cantar en solitario, sino más bien a cantar con otras personas, ya que esta actividad requiere más coordinación. Los estudios han demostrado que el canto en grupo puede aumentar los niveles de IgA-s (responsable de la secreción de inmunoglobulina A), que es el anticuerpo presenta en la saliva que nos impide contraer infecciones bacterianas y virales. Los científicos aseguran que las personas que cantan en grupo, como los cantantes del coro, tienen niveles más bajos de estrés, así como mejor estado de ánimo, dos aspectos que contribuyen a un sistema inmunológico saludable.



Agradecemos este material a Gloria Miguez
Pequeñas Semillitas

EL PAPA FRANCISCO CONDENA LOS ATAQUES EN FRANCIA EN TELEGRAMA AL ARZOBISPO DE PARÍS


El Papa condena enérgicamente los ataques en Francia en telegrama al Arzobispo de París



 (ACI).- El Papa Francisco ha enviado esta mañana un telegrama de condolencias a través del Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, al Arzobispo de París, el Cardenal André Vingt-Trois, por los ataques terroristas que la capital de Francia sufrió en la tarde y noche de ayer y que ha dejado al menos 120 muertos y unas 250 han resultado heridas.

“Una vez más, el Santo Padre condena enérgicamente la violencia, que no puede resolver nada, y le pide a Dios que inspire a todos pensamientos de paz y de solidaridad, y extiende, sobre las familias que están en la prueba y sobre todos los franceses, la abundancia de sus bendiciones”.


 
“Informado de los horribles ataques terroristas que tuvieron lugar en París y en el Estado de Francia, matando a decenas de personas e hiriendo a muchos otros, Su Santidad Francisco se une en oración al sufrimiento de las familias afectadas por el drama y el dolor del pueblo francés”.

El Papa “invoca a Dios, Padre de misericordia, para que dé a las víctimas la paz de su luz y aporte consuelo y esperanza a los heridos y sus familias”.

“Les asegura a ellos y a todas las personas que participaron en el rescate su cercanía espiritual”, dice el telegrama.

DOLOR Y LUTO POR LA CADENA DE ATENTADOS SIMULTÁNEOS EN PARÍS - OREMOS

Dolor y luto por la cadena de atentados simultáneos en París
Mensaje del arzobispo de París: unirse a la fuerza de la oración y seguir estrictamente las medidas de prudencia emitidas por las autoridades públicas


Por: Iacopo Scaramuzzi | Fuente: vaticaninsider.lastampa.it 



«Nuestra ciudad de París, nuestro país, fueron golpeados ayer por la noche de manera particularmente salvaje e intensa», dijo por su parte el arzobispo de París, el cardenal André Vingt-Trois, en una nota publicada esta mañana. «Después de los ataques del enero pasado, después del atentado de esta semana en Beirut y muchos otros durante los últimos meses, sobre todo en Nigeria y en otros países africanos, nuestro país conoce nuevamente el dolor del luto y debe afrontar la barbarie propagada por estos grupos fanáticos. Esta mañana rezo e invito a los católicos de París a rezar por quienes fueron asesinados ayer y por sus familias, por los heridos y por sus seres queridos, así como por quienes se activaron para socorrerlos, por las fuerzas del orden sometidas a una tensión enorme, por nuestros gobernantes y por nuestro país, para que juntos permanezcamos en la unidad y en la paz de los corazones».
El cardenal parisino también invitó a todos los fieles de la ciudad a seguir «estrictamente las medidas de prudencia emitidas por las autoridades públicas. Les pido hacer de este día y del día de mañana, domingo, días de luto y de oración».  Y también anunció que «mañana por la tarde, a las 18.30, presidiré la misa en Notre-Dame en París, dedicada a las víctimas de esta noche, a sus seres queridos y a nuestro país. La campana de la catedral sonará a las 18.15. La televisión católica Kto transmitirá la misa, permitiendo que participen en ella todos los que lo deseen. Frente a esta violencia de los hombres —concluyó el cardenal arzobispo de la capital francesa—, podemos recibir la gracia de un corazón firme y sin odio. Que la moderación, la templanza y el dominio de los que todos han dado prueba hasta el momento se confirmen en las semanas y en los meses próximos. Que las personas no se dejen abandonar al pánico o al odio. Pidamos la gracia de ser artesanos de paz. No debemos nunca dejar de esperar en la paz, si se construye la justicia».
El Consejo francés del culto musulmán (Cfcm) condenó, durante la noche de ayer, «con el mayor vigor estos ataques odiosos y abyectos». La organización, dirigida por Anotar Kbibech, «expresa su profunda compasión a las familias de las numerosas víctimas y desea una pronta curación a los heridos». El Cfcm invitó a los musulmanes franceses a «rezar para que Francia pueda afrontar esta terrible prueba con calma y dignidad». Un comunicado del mismo tono fue publicado por la Gran mezquita de París, representada por Dalil Boubakeur, quien deploró «con la fuerza más grande esta terrible oleada homicida de atentados terroristas».
El terrorismo ciego, escribe la Federación de las organizaciones islámicas en Europa, «demuestra una vez más su rostro asesino que siembra miedo y terror entre las poblaciones»; por su parte, la Unión de las mezquitas de Francia (Umf) hace un llamado a los musulmanes del país para que «eleven oraciones por la protección de nuestra nación y de nuestros compatriotas». La Unión de organizaciones islámicas de Francia (Uoif) declaró estar «horrorizada y shockeada por estos ataques infames que siembran el caos y el miedo», además de expresar «plena comunión con la nación», sumándose al «dolor de los familiares de las víctimas, así como a todo el pueblo francés: «En una prueba semejante, solamente la unidad permitirá vencer a este terrorismo bárbaro».

FELIZ SÁBADO!!


viernes, 13 de noviembre de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 13 DE NOVIEMBRE DEL 2015


Quien pierda su vida por mí, la salvará
Tiempo Ordinario


Lucas 17, 26-37. Tiempo Ordinario. 


Por: P. Juan Gralla | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 17, 26-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre. Comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca; vino el diluvio y los hizo perecer a todos. Lo mismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían; pero el día que salió Lot de Sodoma, Dios hizo llover fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos. Lo mismo sucederá el Día en que el Hijo del hombre se manifieste. Aquel Día, el que esté en el terrado y tenga sus enseres en casa, no baje a recogerlos; y de igual modo, el que esté en el campo, no se vuelva atrás. Acordaos de la mujer de Lot. Quien intente guardar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará. Yo os lo digo: aquella noche estarán dos en un mismo lecho: uno será tomado y el otro dejado; habrá dos mujeres moliendo juntas: una será tomada y la otra dejada. Y le dijeron: ¿Dónde, Señor? Él les respondió: Donde esté el cuerpo, allí también se reunirán los buitres.

Oración introductoria
Señor, hoy me llamas a vivir en actitud de vigilancia, a vivir en guardia frente a las mentalidades del mundo que sin darme cuenta me hacen creer que es más importante el «tener» o el «aparecer» que el «ser». Por ello te pido que seas el centro de mi oración, que ilumines mi mente y fortalezcas mi voluntad.

Petición
Señor, te pido tu gracia para saber desprenderme de mi juicio y de mi voluntad para poder abrirme a tu gracia y amor.

Meditación del Papa Francisco
Hay aquí una síntesis del mensaje de Cristo, y está expresado con una paradoja muy eficaz, que nos permite conocer su modo de hablar, casi nos hace percibir su voz... Pero, ¿qué significa “perder la vida a causa de Jesús”? Esto puede realizarse de dos modos: explícitamente confesando la fe o implícitamente defendiendo la verdad. Los mártires son el máximo ejemplo del perder la vida por Cristo. En dos mil años son una multitud inmensa los hombres y las mujeres que sacrificaron la vida por permanecer fieles a Jesucristo y a su Evangelio. Y hoy, en muchas partes del mundo, hay muchos, muchos, muchos mártires —más que en los primeros siglos—, que dan la propia vida por Cristo y son conducidos a la muerte por no negar a Jesucristo. Esta es nuestra Iglesia. Hoy tenemos más mártires que en los primeros siglos. Pero está también el martirio cotidiano, que no comporta la muerte pero que también es un “perder la vida” por Cristo, realizando el propio deber con amor, según la lógica de Jesús, la lógica del don, del sacrificio. Pensemos: cuántos padres y madres, cada día, ponen en práctica su fe ofreciendo concretamente la propia vida por el bien de la familia. (S.S. Francisco, 23 de junio de 2013).

Reflexión
Cuando alguien empieza una discusión con su marido (o esposa), o con un amigo, se cumple eso de que "el que pierde, gana". ¿Qué significan estas palabras? Que el que está dispuesto a ceder es quien obtiene el triunfo. Triunfa sobre el egoísmo, vence en la caridad y gana la estima de Dios y de la persona con la que estaba discutiendo.

Porque hay muchas victorias en el ámbito humano que son momentáneas, superficiales. Contentan un rato, pero luego dejan insatisfacción. Hay que ir más a fondo, evaluar si es preciso "ganar" siempre, tener la razón en todo, imponer los propios gustos a los demás. Con un poco de atención, veremos que la felicidad auténtica no viene por ahí. Aunque parezca extraño, nos sentimos más felices después de hacer un sacrificio, de haber dado una alegría a otro, etc. ¿Por qué? Porque eso viene de Dios, y sólo Él es quien puede hacernos auténticamente felices.

El que está dispuesto a "perder la vida" ha entrado en el camino que Cristo siguió para la redención de los hombres. Es el camino de negarse a uno mismo, el camino de la cruz. Sólo a la luz de Cristo crucificado se puede vivir con autenticidad el cristianismo. Jesús lo perdió todo: sus discípulos le abandonaron, los soldados le arrancaron sus ropas, la muchedumbre se burló de Él... Sin embargo, gracias a la donación por amor al Padre, nos salvó de la condenación que merecían nuestros pecados y triunfó sobre el poder de la muerte, resucitando.

Propósito
Estar dispuesto a ceder ante los demás por algo que a mi me guste. Triunfar sobre el egoísmo.

Diálogo con Cristo
Señor, aumenta mi deseo de vivir una relación cercana a Ti. Ordena todas mis actividades y relaciones de acuerdo a tu voluntad. «Todo aquello que quieres tú, Señor, lo quiero yo, precisamente porque lo quieres Tú, como Tú lo quieras y durante todo el tiempo que lo quieras» (Oración del Papa Clemente XI). El día que me llames no va importar quién sea o qué tenga, lo único que va contar es mi relación contigo, porque el único y verdadero tesoro es vivir siendo fiel a tu amor y no perder nunca tu amistad por el pecado. Todo lo demás es valioso en la medida en que me ayude a conservar y vivir en gracia.
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