domingo, 13 de septiembre de 2015

RECONOCER A JESÚS, EL CRISTO


Reconocer a Jesús, el Cristo



El episodio ocupa un lugar central y decisivo en el relato de Marcos. Los discípulos llevan ya un tiempo conviviendo con Jesús. Ha llegado el momento en que se han de pronunciar con claridad. ¿A quién están siguiendo? ¿Qué es lo que descubren en Jesús? ¿Qué captan en su vida, su mensaje y su proyecto?

Desde que se han unido a él, viven interrogándose sobre su identidad. Lo que más les sorprende es la autoridad con que habla, la fuerza con que cura a los enfermos y el amor con que ofrece el perdón de Dios a los pecadores. ¿Quién es este hombre en quien sienten tan presente y tan cercano a Dios como Amigo de la vida y del perdón?

Entre la gente que no ha convivido con él se corren toda clase de rumores, pero a Jesús le interesa la posición de sus discípulos: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». No basta que entre ellos haya opiniones diferentes más o menos acertadas. Es fundamental que los que se han comprometido con su causa, reconozcan el misterio que se encierra en él. Si no es así, ¿quién mantendrá vivo su mensaje? ¿Qué será de su proyecto del reino de Dios? ¿En qué terminará aquel grupo que está tratando de poner en marcha?
Pero la cuestión es vital también para sus discípulos. Les afecta radicalmente. No es posible seguir a Jesús de manera inconsciente y ligera. Tienen que conocerlo cada vez con más hondura. Pedro, recogiendo las experiencias que han vivido junto a él hasta ese momento, le responde en nombre de todos: «Tú eres el Mesías».

La confesión de Pedro es todavía limitada. Los discípulos no conocen aún la crucifixión de Jesús a manos de sus adversarios. No pueden ni sospechar que será resucitado por el Padre como Hijo amado. No conocen experiencias que les permitan captar todo lo que se encierra en Jesús. Solo siguiéndolo de cerca, lo irán descubriendo con fe creciente.

Para los cristianos es vital reconocer y confesar cada vez con más hondura el misterio de Jesús el Cristo. Si ignora a Cristo, la Iglesia vive ignorándose a sí misma. Si no lo conoce, no puede conocer lo más esencial y decisivo de su tarea y misión. Pero, para conocer y confesar a Jesucristo, no basta llenar nuestra boca con títulos cristológicos admirables. Es necesario seguirlo de cerca y colaborar con él día a día. Ésta es la principal tarea que hemos de promover en los grupos y comunidades cristianas.


© José Antonio Pagola

EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 13 DE SEPTIEMBRE DEL 2015

Quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.
Tiempo Ordinario
Marcos 8, 27-35. Domingo 24o.Tiempo Ordinario B. Sólo podemos entender el lenguaje de la cruz por medio de la fe, que nos coloca en el punto de vista de Dios.


Por: P. Sergio Córdova LC | Fuente: Catholic.net 



Te adelantamos las Reflexiones del Evangelio de la 24a. Semana del Tiempo Ordinario,  del domingo 13 al sábado 19 de septiembre 2015.
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Del santo Evangelio según san Marcos 8, 27-35
Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?» Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas.» Y él les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo.» Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días. Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a reprenderle. Pero él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.» Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.

Oración introductoria
Señor, quiero ir contigo y «perder» mi vida por amor a Ti. No me atrae la cruz, pero creo que Tú eres mi Dios, mi Salvador, mi Amigo y fiel compañero, que ha estado y estará conmigo en todos los momentos de mi vida. Por eso, con mucha fe, esperanza y amor quiero tener este momento de oración.

Petición
Espíritu Santo, transforma mi debilidad en santidad, para poder seguir tu camino.

Meditación del Papa Francisco
Llegamos hoy al punto crucial en el que Jesús, después de haber verificado que Pedro y los otros once habían creído en Él como Mesías e Hijo de Dios "empezó a explicarles que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho..., y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día". Es un momento crítico en el que emerge el contraste entre la forma de pensar de Jesús y la de los discípulos. Pedro, de hecho, se siente en el deber de regañar al Maestro, porque no puede atribuir al Mesías un final así de innoble. Entonces Jesús, a su vez, regaña duramente a Pedro, le marcó la línea, porque no piensa "según Dios, sino según los hombres" y sin darse cuenta hace la parte de Satanás, el tentador.
Sobre este punto insiste también el apóstol Pablo, el cual, escribiendo a los cristianos de Roma, les dice: "No os ajustéis a este mundo, no ir con los esquemas de este mundo, sino transformaros por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es voluntad de Dios". (S.S. Francisco,   ángelus 31 de agosto de 2014).
Reflexión
Cuenta una leyenda que, en una ocasión, una mujer budista acudió al templo con su hijo muerto. Su niño era una criaturita de seis años. Lo llevaba en brazos y, con lágrimas en los ojos, le gritaba a la imagen de Buda pidiendo que lo curase. Y el Buda le dijo que se lo podría traer de nuevo a la vida si ella le llevaba unas semillas de mostaza. Pero con una condición: debían ser semillas recogidas en la casa de alguna persona que no estuviera sufriendo ningún dolor desde el año anterior. La mujer dio un salto de júbilo y salió corriendo a buscar lo que se le pedía. Fue de casa en casa hasta que recorrió casi toda la Tailandia. Al poco tiempo volvió a Buda con las manos vacías. Pero esta vez ya no pidió la curación de su hijo. Había comprendido que no hay ningún hombre sin sufrimiento en esta tierra.

¿A cuántas personas conoces tú, amigo lector, que no sufran algo en la vida? A veces nos puede dar la impresión de que fulanito o menganito no tienen problemas ni sufrimientos... ¡Parece que todo les sonríe y les salen las cosas como ellos las habían planeado!: tienen dinero, gozan de comodidades, buena fama, de una posición económica y social afortunada, amistades, etc., etc., etc.. Diríamos que son personas con bastante "suerte" o que el "destino" les ha favorecido. Pero, en el fondo, yo creo que esos juicios son demasiado ligeros y no tienen ningún fundamento de verdad. Además de que, al hablar así, están demostrando una fe no muy grande en la Divina Providencia. También aquí se cumple el refrán de que "el jardín del vecino siempre parece más verde"...

Yo diría, más bien, que mucha gente "aparenta" ser feliz, como la historia de Garrik de la semana pasada. ¿La recuerdas? ¡Son máscaras de felicidad! Y no digo yo que no existan personas verdaderamente felices. Por supuesto que las hay. ¡Y muchas, gracias a Dios! Pero lo que quiero subrayar ahora es que todos, absolutamente todos en esta tierra, tenemos que sufrir. Y de hecho, sufrimos. ¿Quién no ha tenido, en efecto, una enfermedad, un dolor, un accidente? ¿o una pena personal muy honda por motivos económicos, familiares o espirituales? ¿Y quién no ha sufrido alguna vez el dolor por un problema de un hijo, una enfermedad del esposo, de la esposa o de los propios padres; o la muerte de un ser querido? Y, además, ¡cuántos sufrimientos morales invaden, a veces de improviso, la casa de nuestra alma: pesares, tristezas, depresiones, fracasos, angustias, tribulaciones por tantísimos motivos! La listas de posibilidades es casi infinita....

Y lo curioso es que, cuando nos sobreviene cualquier dolor, casi nunca estamos preparados. Siempre nos coge de sorpresa, a pesar de que el sufrimiento es algo tan común en todos los mortales. Es más, diría yo sin temor a equivocarme que el dolor es un elemento esencial en la vida de todo ser humano; y con mayor razón de todo cristiano. De todo ser humano porque nadie vive, de hecho, sin él; y de todo cristiano porque la cruz es el signo de su identidad. ¿Cuál es, si no, lo primero que una madre cristiana enseña a su niño pequeño? A hacer la señal de la cruz. Y es este signo, en efecto, lo primero que hacemos todos cuando iniciamos una oración y, tal vez, hasta llevamos una cruz colgada en nuestro pecho. Somos cristianos porque seguimos a Cristo y somos sus discípulos. Y sólo existe un Cristo: el Crucificado y el Resucitado por nuestra salvación.

El evangelio de hoy, con su mensaje eterno, nos confirma esta enseñanza. Después de la confesión de Pedro en Cesarea de Filipo, nos cuenta san Marcos que Jesús comenzó a instruir a sus apóstoles: "El Hijo del hombre –les dijo– tiene que padecer mucho, ser condenado por los sumos sacerdotes y por los ancianos del pueblo, ser ejecutado y resucitar a los tres días". El sabía muy bien que ése era el camino de nuestra redención. Más aún, pudiendo haber escogido otros caminos diferentes para salvarnos, quiso escoger precisamente éste. ¿Por qué? Es un misterio. Pero, al menos, estamos seguros de que el camino de la cruz es el más conveniente para nuestra salvación porque fue el que eligió nuestro Redentor.

Cuando Pedro quiso apartar al Señor de esta senda –pues, al igual que nosotros, no entendía por qué su Maestro tenía que sufrir– se llevó la gran "reprimenda" de su vida: "¡Apártate de mi vista, Satanás! –le dijo el Señor a su apóstol predilecto– porque tú piensas como los hombres y no como Dios". Es decir, que sólo podemos entender el lenguaje de la cruz por medio de la fe, que nos coloca en el punto de vista de Dios.

Y, al final de este evangelio, nuestro Señor añade: "El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga". Enseñanza contundente, clarísima, ineludible. Si somos cristianos, hemos de seguir a Cristo abrazando con fe y con amor nuestra propia cruz. Entonces, ¿por qué nos extrañamos cuando ésta se presenta en nuestra vida? Hemos de pedirle a nuestro Señor, más bien, la generosidad, la fortaleza y el amor necesarios para ser cristianos de verdad, siguiéndolo por el mismo camino que va recorriendo El, delante de nosotros.

Propósito
Renovar mi pureza de intención en mis actividades de hoy, y hacer todo para cumplir la voluntad de Dios en mi vida.

Diálogo con Cristo 
Señor, quiero que seas todo para mí. Moldea mi corazón al tuyo para que pueda valorar y experimentar todos los acontecimientos desde tu perspectiva. Ayúdame a amarte sobre todas las cosas para estar listo para seguirte en los momentos de dificultad; cuando se necesite un sacrificio personal o renuncia, sosténme para poder seguir tu camino.

 
Preguntas o comentarios al autor   P. Sergio Cordova LC


TERTULIA ANGELICAL


 TERTULIA ANGELICAL




Unos ángeles estaban de tertulia en el cielo y hablaban de lo que ocurre en la Tierra. Querían repasar las noticias de los últimos años terrícolas:

-Las noticias que llegan del mundo humano son descorazonadoras: guerras, hambres, abortos, infanticidios, abandono de ancianos, congelación y uso de embriones como si fuesen animales de laboratorio... 

-¿No será que los hombres quieren cometer una especie de “suicidio colectivo”? 

-Bueno, bueno, no hay que ser tan pesimistas. También hay cosas buenas. Acabo de encontrarme con una familia “extraña”: los esposos se quieren, se respetan, y son fieles a su matrimonio. Han acogido los 10 hijos que Dios les ha ofrecido, los educan con cariño (que vale mucho más que el dinero), y viven con una alegría envidiable. 

-Pero te olvidas que muchos a su alrededor están criticándoles por su modo de ser “generosos”. Los familiares y amigos dicen que son irresponsables, que no saben en qué mundo viven, que hay que pensar en la carrera de los hijos, que luego habrá problemas de drogas en los más pequeños, etc. 

-No hay que escuchar todo lo que dicen los demás. De lo contrario, nadie podría hacer casi nada: siempre vas a encontrar quien te señale con el dedo. Lo principal es el amor. Si dos esposos se aman y quieren amar los hijos que Dios les permita tener, ¿por qué esa envidia o esa incomprensión que viene de quienes ven cada hijo más como un problema que como una alegría inmensa para sus padres, para el mundo y para el cielo? 

-También he escuchado que hay médicos que se niegan a hacer abortos, y otros que buscan maneras para ayudar a no abortar a las mujeres que sienten una presión muy fuerte para eliminar al hijo más necesitado de ayuda. 

-¿Ves cómo hay cosas buenas allá abajo? Bueno, pido perdón al ángel guardián, pues en el mundo del espíritu no hay arriba y abajo, pero nos entendemos. Lo que importa es mirar a los corazones, y ver que el bien, aunque no aparezca en la televisión, está mucho más activo de lo que se piensa. 

- Me impresionaron mucho esas personas, algunos simples niños, que buscaron maneras para llevarle agua a una pobre señora que estaba agonizando porque le quitaron los tubos de alimentos y de hidratación. Se llamaba Terri y murió el 31 de marzo de 2005, según el calendario de la Tierra. Los policías, claro, tenían que cumplir con su deber, y prefirieron arrestar a estos valientes antes que poner en peligro su carrera. Lo triste es cuando casi todos piensan como los policías: entonces se acabaron los héroes, y las injusticias continúan por años interminables. 

-Héroes los habrá siempre. Acaban de contarme de nuevo la vida del P. Maximiliano Kolbe, que estando prisionero en un campo de concentración, ofreció su vida a cambio de la de un padre de familia, cuyos seres queridos le necesitaban. Hombres y mujeres como él hacen hermosa la Tierra. Aunque a nosotros nos parezca a veces que todo va de mal en peor. 

-Bueno, creo que tenemos que terminar nuestra tertulia de hoy. Acabo de saber que mientras moría aquella señora, Terri (que es una abreviación de Teresa), en un rincón de Europa una señora médica, casada con un médico, daba a luz a su séptima hija, y la van a bautizar con el nombre de Teresa. Será coincidencia, pero frente a quienes buscan la muerte de sus semejantes otros acogen con alegría y generosidad (que a veces implica sacrificios) el nacimiento de nuevos hijos, que algún día también vendrán por acá, a la Casa del Padre. 

-Como siempre digo, los hombres no son tan malos. Si dejásemos que la prensa reservase un 10 por ciento de espacio para buenas noticias, para presentar la generosidad de los que aman la vida de sus semejantes, la gente sería menos pesimista y más dispuesta a hacer el bien. 

El ángel guardián toca la campana. Llega la hora de volver cada uno a sus trabajos. El planeta Tierra gira, las nubes pasean de un lado para otro, y una niña recién nacida puede sentir la caricia de dos padres y seis hermanos que la miran con esa alegría de quienes saben lo hermoso que es la vida enamorada. 

¿QUÉ ES LA BIBLIA?


¿Qué es la Biblia?
Por: ideasrapidas.org



A. ¿QUÉ ES LA BIBLIA?

1. ¿Qué es la Biblia? Se llama Biblia al conjunto de textos inspirados por Dios para conducir a los hombres al cielo. Los libros anteriores a Jesucristo forman el llamado antiguo testamento. Los demás textos son el nuevo testamento. La inspiración divina de la Biblia está avalada por las tradiciones judeo cristianas.

2. ¿Qué dicen los judíos respecto a la Biblia? Los judíos sólo aceptan como inspirados los libros del antiguo testamento. Suelen entenderlos bastante literalmente y con rigor en aplicaciones detalladas.

3. ¿Qué dicen los protestantes respecto a la Biblia? En la teoría protestante todavía imperan los lemas de "sola scriptura" y "libre examen", que rechazan la Tradición y Magisterio eclesiástico, para afirmar que cada uno interprete la Biblia a su manera. Por esto han surgido numerosas divisiones en el protestantismo. Sin embargo en la práctica, los protestantes interpretan la Biblia según la tradición de su rama religiosa, y según las explicaciones de sus dirigentes. Es lógico que sea así.

4. ¿Qué dicen los ortodoxos respecto a la Biblia? En general, los ortodoxos coinciden con los católicos en su visión de la Biblia.

5. ¿Qué dicen los católicos respecto a la Biblia? Los católicos aceptan también que la Biblia es inspirada por Dios. En cuanto a la interpretación bíblica, los católicos siguen la Tradición, y el Magisterio del Papa.


B. INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA

1. ¿La Biblia necesita interpretación? Cualquier persona al leer un libro lo comprende de una manera que puede ser diferente al modo de entenderlo de otro lector. Esto es correcto también al leer la Biblia. Sin embargo, puede suceder que alguna lectura obtenga conclusiones opuestas a lo que Dios quiere decirnos. Por esto, conviene que además de las opiniones personales, exista una interpretación auténtica que garantice la fidelidad al deseo divino. Entre los católicos, esta tarea la realiza el Magisterio de la Iglesia, de acuerdo con la Tradición.

2. ¿Por qué los católicos gozan de esta interpretación auténtica? Porque Jesucristo lo prefirió así, como lo muestra la misma Biblia:

Jesucristo eligió a Pedro como cabeza y pastor de su Iglesia y le dijo: "todo lo que ates sobre la tierra quedará atado en los cielos, y todo lo que desates sobre la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16, 19). (Sin referencias a la Biblia).

Jesús confirma y mejora al antiguo testamento. Sin embargo, en sus indicaciones a los Apóstoles nunca habla de seguir la Biblia, sino de predicarle a Él, sus enseñanzas.

Jesucristo dijo a los Apóstoles: "Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándoles en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo cuanto os he mandado" (Mt 28, 19-20). (Cuanto os he mandado oralmente pues así enseñó Jesús).

Jesucristo no quiso dejar ningún texto escrito, sino que prefirió elegir a sus Apóstoles como transmisores de su doctrina con la ayuda del Espíritu Santo. Las enseñanzas de Cristo son igual o más importantes que las contenidas en el antiguo testamento. Y el Señor prefirió transmitirlas oralmente dando así una categoría decisiva a la Tradición y al Magisterio de la Iglesia. Jesús no quiso escribir, prefirió dejarnos a Pedro.

3. ¿No es raro que unos hombres interpreten la palabra de Dios? No es raro, si estos hombres han recibido el mandato divino de obrar así, enseñando a todas las gentes. Además, el Papa y los obispos mantienen -lógicamente- un exquisito respeto hacia los textos bíblicos, estudiando bien su contenido; y al dar una interpretación actúan bajo la guía del Espíritu Santo y del mismo Jesucristo que cuida de su Iglesia: "Sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28, 19-20).

4. ¿No es mejor que cada uno interprete la Biblia a su manera? Esto no es conveniente, pues con gran facilidad cada uno puede entender lo que le parezca tomando un texto aquí o allá, sin tener en cuenta otros textos bíblicos y otras enseñanzas de Jesucristo. Cada uno inventaría su propia religión en la que él sería quien dictara las normas. Y una religión inventada por uno mismo sin duda es falsa.

5. ¿Por qué Dios ha preferido actuar así? El Señor ha querido unir la Biblia a la Tradición y al Magisterio, buscando el bien del hombre:

La soberbia y autosuficiencia hacen mucho daño al hombre. Fue el pecado del diablo que quiso independizarse de Dios. Nosotros no somos dioses sino criaturas, y la autonomía respecto a Dios nos destroza. Por esto, el Señor previene el orgullo y prefiere que no sea cada uno quien se autodiseñe la Biblia.

Dios creó al hombre como ser social: "No es bueno que el hombre esté solo" (Gn 2, 18). Tampoco el hombre se autosalva, sino que conviene a la naturaleza humana avanzar hacia el Señor con la colaboración de otros hombres. Otros hombres le bautizan y confiesan. Otros hombres le ayudan a entender la Biblia.

6. ¿Algún ejemplo de interpretación bíblica? En el antiguo testamento se prescriben algunas normas limitadas a una época o situación concreta. En el nuevo testamento se corrigen algunas. Otras se han modificado posteriormente. Con esto no se actúa contra la Biblia, sino a favor de su interpretación adecuada, buscando realizar lo que Dios desea, distinguiendo lo que debe hacerse siempre, de lo que sólo eran normas circunstanciales y transitorias.

7. ¿Un ejemplo? En el antiguo testamento estaba ordenado: lapidar a las adúlteras, no comer carne de cerdo, sacrificar dos corderos cada día, realizar la circuncisión (esto era muy importante), etc. En el nuevo testamento, se lee como Dios insta a Pedro a modificar algunas cosas, sobre todo el cambio tan grande de suprimir la circuncisión. Reunidos los apóstoles con Pedro decretaron: "Hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas que las necesarias: abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la fornicación. Obraréis bien al guardaros de estas cosas" (Hch 15, 28-29). Este texto bíblico muestra como el Señor guía a los apóstoles. Aquí, el antiguo y nuevo testamento se oponen aparentemente, pero sigue siendo Dios quien guía a su pueblo, antes mediante Moisés, luego con Pedro, ahora mediante el Papa. Es el estilo divino de actuar.

8. ¿La Iglesia católica prohíbe reflexionar en la Biblia? No, no. La lectura y meditación de la Biblia está muy recomendada en la Iglesia católica, siempre que uno la lea con deseo de orar, aprender y acercarse a Dios. Sobre todo es muy aconsejable leer los evangelios.



C. INSPIRACIÓN DIVINA DE LA BIBLIA

1. ¿Qué significa que la Biblia es inspirada por Dios? La inspiración divina de la Biblia significa que Dios mismo es el autor principal de estos libros, aunque utilizó para escribirlos un instrumento humano. El autor humano escribe con su estilo, pero bajo la inspiración divina, de modo que lo escrito realmente es palabra de Dios.

2. ¿Cómo se sabe que la Biblia está inspirada por Dios? Esta inspiración se conoce por dos motivos principales:

El Señor al dirigirse a los hombres añade a sus palabras unos hechos portentosos -milagros- que testifican esas frases como divinas. La Tradición y el Magisterio transmiten esos textos como auténticos, diferenciándolos de otros libros.

3. ¿Qué milagros ha habido? En el antiguo testamento se narran bastantes milagros, sobre todo en torno a Moisés. En el nuevo testamento son muy conocidos y abundantes los de Jesucristo. También se recogen hechos prodigiosos de los Apóstoles. Actualmente, sigue habiendo milagros de vez en cuando.


D. USO DE LA BIBLIA

1. ¿Cómo se usa la Biblia? Los teólogos emplean las sagradas escrituras para sus estudios. Los católicos usamos la Biblia para aprender y rezar, no para resolver cuestiones. Para solucionar dudas disponemos del catecismo.

2. ¿No para resolver cuestiones? Los protestantes y los judíos se preguntan ¿dónde dice la Biblia esto?, y como si todos fueran grandes teólogos se ponen a analizar las Escrituras, con resultados no siempre acertados pues no todos son expertos bíblicos. Los católicos a la hora de resolver dudas nos preguntamos más bien ¿qué dice el catecismo sobre esto? Y obtenemos grandes ventajas: el catecismo es más claro, reúne enseñanzas más desarrolladas, y es igual de seguro que la Biblia. Para resolver cuestiones, la Biblia reclama estudios e interpretación que no están al alcance de cualquier aficionado. Para rezar es maravillosa.

3. ¿Errores? En torno a la Biblia, hay unos modos de razonar que conducen a equivocaciones. Suelen coincidir en la pretensión de usar la Biblia como sistema para resolver dudas; olvidando la Tradición y el Magisterio. Veamos unos argumentos erróneos:

"Jesucristo nunca dijo esto".- Esta frase conduce a varios errores, porque en la Biblia no aparece todo lo que el Señor dijo, y hay cosas que debemos cumplir aunque Jesús no las mencionara. Por ejemplo, probablemente Jesucristo nunca habló del aborto, de las drogas, del terrorismo, de las armas de destrucción masiva, del uso de anticonceptivos, etc.

En cambio, el Señor habló varias veces del primado de Pedro y de la misión de los apóstoles. Jesús no quiso decirlo todo, sino que nos dejó al Papa como maestro y guía, que nos enseña y conduce hacia Él.

"Esto no está en la Biblia".- Otra frase que conduce a errores parecidos, porque no todo está en la Biblia. Los cristianos no seguimos a la Biblia sino a Cristo, guiados por el Papa.

"Mira lo que dice la Biblia".- Otro modo de pensar equivocado donde vuelve a usarse la Biblia para resolver cuestiones sin ser expertos. Si uno se atiene sólo a la Biblia, puede decidir que se debe lapidar a las adúlteras, que la poligamia está permitida, y que se debe circuncidar a los familiares, animales incluidos... Dejemos a los expertos que analicen las Escrituras y nosotros disfrutemos de su piadosa lectura. Para resolver cuestiones, usemos el catecismo -y lo veremos lleno de citas bíblicas bien escogidas-.

"TEST" PARA SABER SI ME SALVO


"Test" para saber si me salvo
Hay una manera, una especie de test para saberlo, y es hacerse estas cuatro preguntas


Por: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net 




Lo único necesario, según Dios, es nuestra salvación eterna. Pero uno se puede preguntar, se debe preguntar: ¿Ese último día, el día en que se van a repartir los puestos del cielo, de la felicidad eterna o de la infelicidad eterna, ¿dónde estaré yo? ¿Estaré a la derecha? ¿Estaré a la izquierda?

Hay una manera, una especie de test para saberlo, y es hacerse estas cuatro preguntas. Una vez que se responden, puede uno, de manera relativamente segura, adivinar si ese día estará a la derecha o estará a la izquierda.

La primera pregunta es: ¿Qué me dice mi pasado? Por pasado se puede entender toda la vida desde el uso de razón: aproximadamente desde los siete u ocho años hasta el día de ayer. ¿Qué me dice esa vida? ¿Me deja tranquilo, no me preocupa? ¿Puedo seguir igual, o debería cambiar radicalmente, para lograr un día llegar a la puerta del cielo?. Esa sería la primera pregunta: ¿Qué me dice mi pasado? Para los más jóvenes este pasado es breve, para otros es el período quizá más largo; por lo tanto ese pasado tiene mucho que decirme.

La segunda pregunta es: ¿Qué me dice mi presente? Por presente podemos tomar en cuenta lo que llevamos de este año. ¿Qué me dice ese presente? ¿Puedo decir que es el mejor año; puedo decir que está siendo ya un año muy malo, el peor incluso? ¿Puedo continuar igual y no habrá problemas, o realmente debo de dar un cambio radical?.

Tercera pregunta: ¿Qué me dice mi futuro? Ciertamente el futuro no se puede adivinar fácilmente; sin embargo, hay una manera de auscultarlo, una manera de adivinarlo y es el preguntarme si, a medida que pasa el tiempo, voy mejorando o voy empeorando; porque la línea tiende a seguir en la misma dirección. Si voy mejorando, lo normal es que continúe mejorando. Si voy cada vez peor, lo normal es que la línea siga bajando, que siga empeorando. Por eso uno puede adivinar el futuro de su propia vida, viendo cómo va esa línea. Va hacia arriba, va hacia abajo: así tenderá a seguir.

La cuarta pregunta puede ser ésta: ¿Qué me dice mi ambiente? Por ambiente tomo todo el entorno social en que me muevo, comenzando por mi familia, mi esposo, esposa, mis hijos, mis otros parientes, lecturas que tengo, lugares de diversión, lugares de esparcimiento, viajes, trabajo profesional, amistades y todo lo que me rodea. ¿Qué me dice ese ambiente?, o dicho de otra manera, si sigo con ese ambiente, yendo a esos lugares, leyendo lo que leo, viendo lo que veo, teniendo los amigos que tengo, ¿qué va a ser de mí? Muchas veces sucede aquello de :"dime con quién andas, y te diré quién eres”. Muchas veces ocurre que un buen ambiente mejora a las personas, pero también se da el caso de que personas muy buenas y muy sanas se van corrompiendo, cada vez más, con un ambiente adverso.

¿Qué me dice mi pasado, mi presente, mi futuro? ¿Qué me dice mi ambiente? Cada uno puede responder a esas cuatro preguntas, y adivinar, de una manera más o menos convincente, dónde se encontrará ese día: a la derecha o a la izquierda.

Recordemos, para concluir, que Dios no dice: “Hay una cosa muy importante”, sino: “hay una sola cosa necesaria, que es nuestra salvación”. El que logra arreglar este punto, ha logrado arreglar todo; pero el que arregla todo menos esto, su propia salvación, podría recordar aquella frase del mismo Maestro, ¿"De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma ¨?.


¿Qué te dice tu pasado, tu presente, tu futuro, tu ambiente? Tú lo sabes. Sabes ahora que lo más probable es que te salves... o que no te salves.

COMPARTIENDO LA LUZ


Compartiendo la Luz
Que Dios nos dé siempre la luz para iluminar a todos los que pasen por nuestro lado.
Por: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net 




¡Qué paz trae a nuestro corazón la seguridad de caminar por la vida en el camino correcto!

¡Cómo en este caminar de nuestra vida, el ejemplo de las personas deja una marca imborrable!

Tantas y tantas experiencias en donde hemos visto y tocado con nuestras manos y corazón la bondad, la servicialidad, una muestra de cariño, un consejo, o la ayuda en un momento difícil de nuestra vida; estoy seguro que ese gesto no ha caído al vacío, no se ha perdido. Todos tenemos un importante papel que desempeñar, todos estamos llamados a ser luz, apoyo, guía de los demás; en definitiva, todos necesitamos de todos para llenar nuestra vida de la verdadera luz, la luz de Dios, que es la luz del amor y de la felicidad.

Un filósofo contó a sus discípulos la siguiente historia:

"Varios hombres habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde no podían ver casi nada. Pasó algún tiempo y uno de ellos logró encender una pequeña tea; pero la luz que daba era tan escasa, que aun así no se podía ver nada. Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendiera su propia tea, y así, compartiendo la llama con todos, la caverna se iluminó".

Uno de sus discípulos preguntó: -¿qué nos enseña maestro este relato?

Y él contestó: -Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo. Y también nos dice que el compartir nuestra luz no la desvanece, sino que por el contrario, la hace crecer. El compartir nos enriquece en lugar de hacernos más pobres. Los momentos más felices son aquellos que hemos podido compartir.

Que Dios nos dé siempre la luz para iluminar a todos los que pasen por nuestro lado.

La verdadera amistad es flor, que se siembra con honestidad, se riega con afecto y crece a la luz de la comprensión. Si una vela enciende a otra, así pueden llegar a brillar miles de ellas. De igual modo, si iluminas tu corazón con amor, puede que ilumines a otro corazón. Mi deseo en este día para tí es: que sonrías, que seas amable, que te muestres interesado por las personas, y así, tu luz brillará y ésta hará que otra luz se encienda cerca de tí. Hoy nos toca a nosotros.

En los años que llevas de vida ¿a cuántos has iluminado?, ¿con quién has compartido tu luz? Espero que no te hayas cansado de seguir haciéndolo, porque lamentablemente los hombres somos así, nos cansamos.

Recuerda: Que tu luz, si no la compartes, seguirá siendo oscuridad; tu luz, nos diría Jesús, no es para que la escondas debajo de la cama o en el armario de tus egoísmos, es para que ella, uniéndose a todos los que queremos iluminar a este mundo, se sume a la gran antorcha humana, que en definitiva es el reflejo de Dios en el mundo.

Tú eres importante ¡y vaya que sí lo eres! y todos esperamos mucho de tí. Comparte hoy tu luz y verás ¡qué feliz serás!

sábado, 12 de septiembre de 2015

MILAGRO EN BRASIL PERMITIRÍA CANONIZACIÓN DE MADRE TERESA DE CALCUTA


Milagro en Brasil permitiría canonización de Madre Teresa en el Año de la Misericordia
Por Natalia Zimbrao
Beata Madre Teresa de Calculta. Foto: L'Osservatore Romano







SAO PAULO, 11 Sep. 15 / 10:17 am (ACI/EWTN Noticias).- El caso de un hombre curado de forma inexplicable en la ciudad de Santos en el estado de Sao Paulo (Brasil) y que ahora está bajo estudio en el Vaticano, podría ser el milagro que llevaría a la canonización de la Beata Madre Teresa de Calcuta.

El Papa Francisco ha expresado su deseo de canonizar a la Madre Teresa durante el Año de la Misericordia que se iniciará el 8 de diciembre como una “señal de misericordia para el mundo” en el servicio a los pobres.

En declaraciones a ACI Prensa el 10 de septiembre, el Padre Caetano Rizzi, Promotor de justicia en el proceso local, explicó que “el Papa desea en este Jubileo beatificar y canonizar a hombres y mujeres que sean señal de misericordia para el mundo y la Madre Teresa es un modelo, por eso hay cierta prisa para avanzar en su proceso”.

El posible milagro que llevaría a la Madre Teresa a la canonización se dio en el año 2008. Un hombre, cuya identidad no ha sido divulgada para mantener la discreción necesaria de estos casos hasta que concluya la investigación, se curó de manera inexplicable de ocho abscesos que tenía en el cerebro y que debía ser operado por ello.

En el diario de Santos, Presença Diocesana, el P. Elmiram Ferreira, explicó que acompañaba a la familia en esa época: “vi el dolor y el sufrimiento de todos ellos porque él estaba iniciando una vida nueva (estaba recién casado) y la dolencia retardaba muchos sueños. Yo le tenía mucha fe a la gran Madre Teresa y siempre rezo la Santa Misa en la Casa de las hermanas Misioneras de la Caridad en Santos. La manera como ella enfrentaba el dolor, el sufrimiento del mismo Cristo me inspiraba a entender también el sufrimiento de aquella familia”, relató.

El sacerdote les dio una oración para pedir la intercesión de la Beata para que todos la rezaran intensamente. “La Madre Teresa se convirtió en el consuelo y aliento en aquella larga jornada. Así, cuando se verificó la completa recuperación de la salud que los médicos no podían explicar, entendí que allí estaba la mano de la Bienaventurada”, afirmó.

El presbítero le contó lo ocurrido a la superiora de las Misioneras de la Caridad en la diócesis de Santos.

“El médico que cuidó al hombre en Santos fue el mismo que cuidó del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud en 2013, y él le contó el caso al Pontífice. Su Santidad expresó el deseo de estudiar mejor el caso y por ello los encargados de Roma vinieron a Santos”, cuenta el P. Ferreira.

Entre los días 19 y 26 de junio se dio en Santos esta fase del proceso de investigación en el que estuvieron presentes el postulador de la Causa de Canonización de la Madre Teresa, el P. Brian Kolodiejchuk; el delegado episcopal vaticano para el tribunal local, Mons. Robert Sarno; y el P. Caetano Rizzi.

En mayo de este año el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, dijo que “no existe una fecha oficial para la canonización pero puedo decir que la Congregación para las Causas de los Santos está estudiando esta causa”.

El posible milagro debe pasar por una junta de médicos en ese dicasterio del Vaticano y luego por un consejo teológico. De ser aprobado pasa luego para la aprobación del Papa.

“Yo la conocí en 1980 o 1981, cuando fui a una ponencia en Anhembi (São Paulo) sobre el valor de la vida. La Madre Teresa defendió la vida desde la concepción hasta el fin natural. Para mí ella era una ‘santa en vida”, dijo el P. Rizzi a ACI Prensa

Según el calendario del Jubileo o Año Santo de la Misericordia, el 4 de septiembre de 2016 se celebrará el “Jubileo de los voluntarios y operadores de la misericordia”, en memoria justamente de la Madre Teresa cuya fiesta es el 5 de septiembre.

EL DULCE NOMBRE DE MARÍA


El Dulce Nombre de María
Según se cuenta, el origen del Dulce Nombre de María hace referencia a los ocho días después del nacimiento de la Virgen, en que sus padres le impusieron el Nombre


Por: Redacción | Fuente: Varios 




Dulce Nombre de la Virgen María hace referencia a la festividad litúrgica cristiana, con motivo de la conmemoración del nombre de María, madre de Jesucristo. María (en arameo Mariam) es el nombre que se usa en los evangelios para referirse a la madre de Jesús de Nazaret. Para los cristianos católicos, ortodoxos, coptos, anglicanos y otros grupos cristianos orientales, son más usadas las expresiones «Santísima Virgen María», «Virgen María» y «Madre de Dios». En el Islam se usa el nombre árabe Maryam.

Según se cuenta, el origen del Dulce Nombre de María hace referencia a los ocho días después del nacimiento de la Virgen, en el cual sus padres le impusieron el Nombre. Se celebra el 12 de septiembre.

El hecho de que la Santísima Virgen lleve el nombre de María es el motivo de esta festividad, instituida con el objeto de que los fieles encomienden a Dios, a través de la intercesión de la Virgen María, las necesidades de la iglesia, le den gracias por su omnipotente protección y sus innumerables beneficios, en especial los que reciben por las gracias y la mediación de la Virgen María.

Por primera vez, se autorizó la celebración de esta fiesta en el año 1513, en la ciudad española de Cuenca; desde ahí se extendió por toda España y en 1683, el Papa Inocencio XI la admitió en la iglesia de occidente como una acción de gracias por el levantamiento del sitio a Viena y la derrota de los turcos por las fuerzas de Juan III Sobieski, rey de Polonia.

Esta conmemoración es probablemente algo más antigua que el año 1513, aunque no se tienen pruebas concretas sobre ello. Todo lo que podemos decir es que la gran devoción al Santo Nombre de Jesús, que se debe en parte a las predicaciones de San Bernardino de Siena, abrió naturalmente el camino para una conmemoración similar del Santo Nombre de María.

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 12 DE SEPTIEMBRE DEL 2015


sábado 12 Septiembre 2015

Sábado de la vigésima tercera semana del tiempo ordinario
Le Saint Nom de Marie -Santísimo Nombre de María

Beato Pedro Cristóbal Faverge, San Francisco Ch‘oe Kyong-hwam 

Leer el comentario del Evangelio por 
San Bernardo : “Cada árbol se conoce por sus frutos” 

San Pablo a Timoteo 1 1,15-17.
Es doctrina cierta y digna de fe que Jesucristo vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el peor de ellos. 
Si encontré misericordia, fue para que Jesucristo demostrara en mí toda su paciencia, poniéndome como ejemplo de los que van a creer en él para alcanzar la Vida eterna. 
¡Al Rey eterno y universal, al Dios incorruptible, invisible y único, honor y gloria por los siglos de los siglos! Amén. 



Salmo 113(112),1-2.3-4.5a.6-7.
Alaben, servidores del Señor, 
alaben el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor, 
desde ahora y para siempre.

Desde la salida del sol hasta su ocaso, 
sea alabado el nombre del Señor.
El Señor está sobre todas las naciones, 
su gloria se eleva sobre el cielo.

¿Quién es como el Señor, nuestro Dios,
y se inclina para contemplar 
el cielo y la tierra?
El levanta del polvo al desvalido, 

alza al pobre de su miseria.




Lucas 6,43-49.
Jesús decía a sus discipulos: 
«No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos: 
cada árbol se reconoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas. 
El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene en su corazón. El malo saca el mal de su maldad, porque de la abundancia del corazón habla la boca. 
¿Por qué ustedes me llaman: 'Señor, Señor', y no hacen lo que les digo? 
Yo les diré a quién se parece todo aquel que viene a mí, escucha mis palabras y las practica. 
Se parece a un hombre que, queriendo construir una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre la roca. Cuando vino la creciente, las aguas se precipitaron con fuerza contra esa casa, pero no pudieron derribarla, porque estaba bien construida. 
En cambio, el que escucha la Palabra y no la pone en práctica, se parece a un hombre que construyó su casa sobre tierra, sin cimientos. Cuando las aguas se precipitaron contra ella, en seguida se derrumbó, y el desastre que sobrevino a esa casa fue grande.» 




Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios. 
Leer el comentario del Evangelio por : 

San Bernardo (1091-1153), monje cisterciense y doctor de la Iglesia 
Sermón 24 sobre el Cántico 

“Cada árbol se conoce por sus frutos”

Si vosotros creéis en Cristo, haced las obras de Cristo, para que se avive vuestra fe; el amor animará esta fe, la acción será la prueba. Vosotros que pretendéis permanecer en Cristo Jesús, os es necesario caminar a su mismo `paso. Si vosotros queréis encontrar la gloria, si envidiáis a los dichosos de este mundo, si decís mal de los ausentes y devolvéis mal por mal, son cosas que Cristo no ha hecho. Decís que conocéis a Dios, pero vuestros actos lo niegan... “Este hombre me honra con los labios, dice la Escritura, pero su corazón está lejos de mí” (Is 29,13). (...) 


Ahora bien la fe recta, no basta para hacer un santo, un hombre recto, si no obra el amor. Quien está sin amor es incapaz de amar a la Esposa, la Iglesia de Cristo. Y las obras, aún realizadas en la rectitud no llegan sin la fe a hacer un corazón justo. No se puede atribuir la rectitud a un hombre que no agrada a Dios; ahora bien, dice la epístola a los Hebreos: “Sin la fe, es imposible agradar a Dios”(Hb 11,6). Aquel que no agrada a Dios, no puede agradarle. Pero aquel a quien Dios agrada no podrá desagradar a Dios. Y aquel a quien Dios no agrada, la Iglesia-Esposa tampoco le agrada. Como pues podría ser recto, aquel que no ama a Dios ni a su Iglesia, a la cual se ha dicho: “los justos saben amarte” (Ct 1,3 Vulgata). 


Al santo, no basta la fe sin obras, ni las obras sin la fe, para hacer justa al alma. Hermanos, nosotros que creemos en Cristo nos es necesario procurar seguir una vía recta. Elevemos a Dios nuestros corazones y nuestras manos juntas, afin de ser encontrados enteramente rectos confirmando con hechos de rectitud, la rectitud de nuestra fe, amando a la Iglesia- Esposa, y amados del Esposo, nuestro Señor Jesucristo, bendito por Dios en los siglos.

GRACIAS SEÑOR



Gracias Señor


Gracias Señor...
Porque en la cruel tormenta, me haces escuchar el suave susurro de tu voz.

Gracias Señor...
Pues envías rayos de luz que iluminan mi camino en medio de las
adversidades.

Gracias Señor...
Por cada instante y cada problema que me recuerda mi necesidad de Ti.

Gracias Señor...
Porque hasta en lo alto del cielo y en la profundidad del océano Tus
oídos están siempre atentos a escuchar mi clamor.

Gracias Señor...
Porque a pesar de los errores de la gente, Sigues enviando sol y
lluvia sobre todos sin distinción.

Gracias Señor...
Por este día, en el que me das la oportunidad de Buscarte nuevamente

Gracias Señor...
Por cada ser humano que se cruza en mi camino, pues algo deseas que aprenda de él.

Gracias Señor...
Por Ti mismo, que escuchas esta humilde oración proveniente de Tu hijo.

Por todo esto y lo que me sería imposible de contabilizar...
¡¡¡Gracias Señor!!!

Amen

SABIDURÍA DE VIDA



Sabiduría de vida



No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer. No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar. No te mires con tus ojos, contémplate con la mirada de
Dios.

No pienses en lo largo que es el camino de tu transformación, sino en cada paso que puedes dar para ser lo que Dios quiere que seas. No confíes en tus propias fuerzas; pon tu vida en manos de Dios.

No trates que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú. Deja que el amor te toque y no te defiendas de él. Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla. 

Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo. No sufras por lo que viene, recuerda que "cada día tiene su propio afán" (Mt. 6,34)

Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella. No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida, es porque sabe que tú puedes con ella. Si algún día te sientes cansado, busca el descanso en Dios que renovará tus fuerzas. Si algún día te sientes demasiado responsable de otros, recuerda que sólo Jesús es el Mesías. Si te sientes atado a alguien, pídele a Jesús que rompa las ataduras y que su amor vuelva a crear lazos nuevos de amor según su Espíritu.

Si reaccionas ante toda provocación, ruega a Dios para que te enseñe a responder en lugar de reaccionar. Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio. Si necesitas tener todo bajo control, entrega el control de tu vida a Dios y confía en su poder y en su amor por tí.

Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en tí como en algo precioso; eres un hijo de Dios! Piensa que Él está más interesado que tú en que te conviertas en esa creación que Él pensó desde toda la eternidad."

PENSAMIENTO DEL PAPA FRANCISCO


ORACIÓN POR LA HUMILDAD


Oración por la humildad


Señor Jesús, manso y humilde.
Desde el polvo me sube y me domina esta sed de que todos me estimen, de que todos me quieran.

Mi corazón es soberbio. Dame la gracia de la humildad, mi Señor manso y humilde de corazón.

No puedo perdonar, el rencor me quema, las críticas me lastiman, los fracasos me hunden, las rivalidades me asustan.
No sé de donde me vienen estos locos deseos de imponer mi voluntad, no ceder, sentirme más que otros... Hago lo que no quiero. Ten piedad, Señor, y dame la gracia de la humildad.
Dame la gracia de perdonar de corazón, la gracia de aceptar la crítica y aceptar cuando me corrijan. Dame la gracia, poder, con tranquilidad, criticarme a mí mismo.

La gracia de mantenerme sereno en los desprecios, olvidos e indiferencias de otros. Dame la gracia de sentirme verdaderamente feliz, cuando no figuro, no resalto ante los demás, con lo que digo, con lo que hago.

Ayúdame, Señor, a pensar menos en mí y abrir espacios en mi corazón para que los puedas ocupar Tú y mis hermanos.
En fin, mi Señor Jesucristo, dame la gracia de ir adquiriendo, poco a poco un corazón manso, humilde, paciente y bueno.
Cristo Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo. Así sea.


(P. Ignacio Larrañaga)

SEÑOR, AYÚDAME A SER HUMILDE


Señor, ayúdame a ser humilde



Aquí estoy, Señor, para darte ese tiempo de mi vida, que es muy poco, comparado con el tiempo que siempre tengo para trabajar, para distraerme y pasear. Es muy poco pero quiero que sea tuyo y que será el mejor de mi tiempo porque es para ti.

Dame paz, tranquilidad. Auséntame de todas mis preocupaciones, quedarme vacía de todos los problemas y dolores que llevo en mi alma, muchas veces causados por mi equivocado proceder, y entregarme de lleno a ti.

Desconéctame, Señor, de las cosas de mi vida que tanto amo.... quiero que tú me ayudes a encontrar esa "perla escondida" que es aprender a vivir en la humildad.

A veces pienso, al acercarme a ti, que es el único momento en que siento mi nada, mi pequeñez, porque cuando te dejo y me voy a mis ocupaciones me parece que piso firme, que hago bien las cosas, muchas de ellas, muy bien y casi sin darme cuenta reclamo aplausos, reclamo halagos y me olvido de ser humilde, de aceptar, aunque me duela, mis limitaciones, mis errores, mis faltas y defectos de carácter, que siempre trato de disimular para que no vean mi pequeñez y cuando llega el momento de pedir perdón... ¡Cómo cuesta! ¡Qué difícil es reconocer que nos equivocamos, qué juzgamos mal, que lastimamos y rogar que nos perdonen!



SU MADRE, NUESTRA MADRE


Su Madre, nuestra Madre
María no es el Evangelio. No hay ningún evangelio de María. Pero sin María tampoco hay Evangelio. Y ella no falta en ninguno de los cuatro.


Por: Redacción Catholic.net | Fuente: Catholic.net 




Y henos aquí, llegados al término de estas meditaciones sobre la figura de María a través de los cuatro evangelistas. Es cierto que todos ellos nos hablan de María con la intención última de decir lo que desean acerca de Jesús. Sus discursos acerca de Cristo encuentran en ella luz y apoyo. Pero ninguno pudo prescindir de ella para hablar de Jesús y presentárnoslo como Evangelio, que es decir: como anuncio de salvación.

María no es el Evangelio. No hay ningún evangelio de María. Pero sin María tampoco hay Evangelio. Y ella no falta en ninguno de los cuatro.

Ella no sólo es necesaria para envolver a Jesús en pañales y lavarlos... No sólo es necesaria para sostener los primeros pasos vacilantes de su niño sobre nuestra tierra de hombres. Su misión no sólo es contemporanea a la del Jesús terreno, sino que va más allá de su muerte en la Cruz: acompaña su resurrección y el surgimiento de su Iglesia.

Vestida de sol, coronada de estrellas, de pie sobre la luna, María, como su Hijo, permanece. Y aunque el mundo y los astros se desgasten como un vestido viejo, para confusión de los que en estas cosas pusieron su seguridad y vanagloria, María permanecerá, como la Palabra de Dios de la que es Eco.

María, Madre de Jesús, pertenece al acervo de los bienes comunes a Jesús y a sus discípulos. Su Padre es nuestro Padre. Su hora, nuestra hora. Su gloria, nuestra gloria. Su Madre, nuestra Madre.

María en San Marcos: La figura de María según Marcos es, como nos muestra su comparación con los pasajes paralelos de Mateo y Lucas, la figura más primitiva que podemos rastrear a través de los escritos del Nuevo Testamento.

María en San Mateo: Mateo enriquece la figura de María manifestando dos rasgos de la Madre del Mesías: Virgen y esposa de José, hijo de David.

María en San Lucas: A Lucas debemos una serie de rasgos de María, detalles de su figura, que proviene de un interés por ella como testigo de la vida de Jesús.

María en San Juan: La importancia que la figura de la Madre de Jesús tiene en el evangelio según San Juan no la podemos inferir de la abundancia de referencias a ella, pues, como hemos visto, son pocas. La hemos de deducir de la sugestiva colocación, dentro del plan total del evangelio, de las dos únicas y breves escenas en que ella aparece: Caná y el Calvario.
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