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viernes, 3 de octubre de 2014
JESUCRISTO BUSCA TU SALVACIÓN
CINCO MINUTOS CON JESÚS
Por: Alfonso Milagro
Jesucristo, busca Tu Salvación
Jesucristo dice que el Reino de Dios es para todos, también para aquellos a quienes se los considera pecadores. Todos pueden salvarse con tal que no pongan resistencia al llamamiento de Dios. Es Él quien los busca, Él quien los ayuda con su gracia, Él quien los lleva en su corazón.
Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad ( 1 Tim 2,4). Esto debe producir en ti sentimientos de profunda confianza en la bondad de Dios, que por todos los medios busca tu salvación.
EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 3 DE OCTUBRE DEL 2014
Autor: José Rodrigo Escorza | Fuente: Catholic.net Ciudades incrédulas | |||
Lucas 10, 13-16. Tiempo Ordinario. Creer en los milagros que Cristo va cumpliendo cada día de nuestra vida. | |||
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LA PACIENCIA
LA PACIENCIA
La paciencia es la virtud por la cual se sabe sufrir y tolerar los infortunios y adversidades con fortaleza, sin lamentarse. También significa ser capaz de esperar con serenidad lo que tarda en llegar.
Vivimos en un mundo frenético. La marabunta de la tecnología y el progreso de las comunicaciones nos han traído enormes beneficios y comodidades. Sin embargo, nos han hecho olvidar la paciencia y la serenidad. Hoy todo es urgente. Te mandé un mail y no lo viste. Te llamé cinco veces y no me contestaste. Te envié un mensajito por el teléfono móvil y no me respondiste. Te estuve esperando quince minutos y no llegaste. ¿Dónde te has metido? ¿Por qué no me avisaste inmediatamente? ¡Date prisa! ¡Al grano! ¿Qué estás esperando?
Por estas circunstancias, es importante que se aprenda a formar la virtud de la paciencia desde el seno familiar. Las dificultades cotidianas vividas con amor y paciencia nos ayudan a prepararnos para la venida del Reino de Dios. Cuando el niño pequeño llora, cuando el adolescente es rebelde, cuando la hija es respondona, cuando la esposa grita, cuando el marido se enoja, cuando el abuelo chochea, cuando otra vez han dejado entrar al perro en la casa y ha llenado todo de pelos… nos llevamos las manos a la cara y exclamamos: ¡Señor, dame paciencia… pero ahora!
Es cierto, la paciencia es un fruto del Espíritu Santo y debemos pedirlo constantemente. Esta virtud es la primera perfección de la caridad, como dice san Pablo: “La caridad es paciente, es servicial; no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa, no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra en la injusticia; se alegra en la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta” (1 Co 13,4-7)
La vida familiar aquí en la Tierra es un gimnasio para entrenarnos en esta virtud. Las adversidades diarias nos invitan a sufrir con paciencia la ignorancia, el error, los defectos e imperfecciones de los miembros de la familia. Sufrir con paciencia, se convierte en una hermosa obra de misericordia espiritual. ¡Cuánto más paciente ha sido Cristo con nosotros!
Paciencia es espera y sosiego en las cosas que se desean.
Paciencia es aprender a esperar cuando realmente no quieres.
Es descubrir algo que te gusta hacer mientras estás aguardando, y disfrutar tanto de lo que estás haciendo que te olvidas que estás haciendo tiempo.
Paciencia es dedicar tiempo a diario a soñar tus propios sueños y desarrollar la confianza en ti mismo para convertir tus deseos en realidad.
Paciencia es ser complaciente contigo mismo y tener la fe necesaria para aferrarte a tus anhelos, aún cuando pasan los días sin poder ver de qué manera se harán realidad.
Paciencia es amar a los demás aún cuando te decepcionen y no los comprendas.
Es renunciar y aceptarlos tal y como son y perdonarlos por lo que hayan hecho.
Paciencia es amarte a ti mismo y darte tiempo para crecer; es hacer cosas que te mantengan sano y feliz y es saber que mereces lo mejor de la vida y que estás dispuesto a conseguirlo, sin importar cuánto tiempo sea necesario.
Paciencia es estar dispuesto a enfrentarte a los desafíos que te ofrezca la vida, sabiendo que la vida también te ha dado la fuerza y el valor para resistir y encarar cada reto.
Paciencia es la capacidad de continuar amando y riendo sin importar las circunstancias, porque reconoces que, con el tiempo, esas situaciones cambiarán y que el amor y la risa dan un profundo significado a la vida y te brindan la determinación de continuar teniendo paciencia.
Paciencia, tú la tienes, úsala.
Señor, enséñanos a orar en familia como santa Teresa para tener paciencia: “Nada te turbe. Nada te espante. Todo se pasa. Dios no se muda. La paciencia, todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta: sólo Dios basta”.
APUNTES DE ANATOMÍA
APUNTES DE ANATOMÍA
Que los PIES te lleven por el camino más largo hacia la felicidad, porque la felicidad son sólo puntos en el mapa de la vida, y el verdadero disfrute está en buscarlos en el conocimiento y profundidad de DIOS.
Que los OJOS reconozcan la diferencia entre un colibrí y el vuelo que lo sostiene. Aunque se detenga seguirá siendo un colibrí, y es conveniente que sepas, para que no confundas el sol con la luz, ni lo alto del cielo con la LA GRANDEZA DE DIOS.
Que las MANOS se tiendan generosas en el dar y agradecidas en el recibir, y que su gesto más frecuente sea la caricia para reconfortar a los que te rodean igual que Jesús entregó sus manos en la cruz.
Que el OÍDO sea tan fiel a la hora del reproche, como debe serlo a la hora del halago, para que puedas mantener el equilibrio en cualquier circunstancia, y así poder distinguir la voz del Señor al hablarte.
Que las RODILLAS te sostengan con firmeza a la altura de tus sueños y se aflojen mansamente cuando llegue el tiempo de oración y charla con el Todopoderoso.
Que la ESPALDA sea tu mejor soporte y no la carga más pesada, pues en la cruz se entregaron y vencieron las cargas de tu alma.
Que la BOCA refleje la sonrisa que hay adentro, para que sea una ventana del alma y no la vidriera de los dientes, para que te comuniques con sabiduría y entendimiento.
Que los DIENTES te sirvan para aprovechar mejor el alimento, y no para conseguir la tajada más grande en desmedro de los otros, y para que los muestres al mundo en señal de agradecimiento por las bendiciones que Dios te ha concedido.
Que la LENGUA encuentre las palabras más exactas para expresarte sin que te malinterpreten, hablando palabras de consolación y vida.
Que las UÑAS crezcan lo suficiente para protegerte, sin lastimar a nadie, siempre peleando la buena batalla.
Que la PIEL te sirva de puente y no de valla, cuando al tacto de tus semejantes emanes la energía espiritual de sanidad y salvación que nuestro Divino Señor ha depositado en ti.
Que el PELO le de abrigo a tus ideas, que siempre adornen más que un buen peinado, adornando pensamientos de prosperidad.
Que los BRAZOS sean la cuna de los abrazos y no camisa de fuerza para nadie, y sí la fuerza para apoyar al herido y levantar al caído.
Que el CORAZÓN toque su música con amor para que tu vida sea un paso del UNIVERSO hacia delante, bendiciendo tu vida y la de los tuyos.
LA INTRANSIGENCIA DE LA IGLESIA
Autor: cristiandad.org
La intransigencia de la Iglesia
Cuando la Iglesia dice Sí, sí, no, no
La intransigencia de la Iglesia
Es verdad que la Iglesia, durante mucho tiempo, ha sido intransigente, muy intransigente con sus dogmas y principios.
Precisamente esa intransigencia de la Iglesia Católica en sus verdades fundamentales, es una de las causas más poderosas de que yo sea católico. ¿Sabe por qué?
Porque la intransigencia es una demostración, un síntoma, de que se está convencido de poseer la verdad. El que tiene la plena convicción de conocer la verdad, no transige; en cambio, la mentira transige.
Me explico: Vaya a donde está un matemático y dígale: Yo creo que dos y dos son cinco.
Verá como él contesta: No señor, usted está equivocado, son cuatro.
Bueno, dígale, vamos a no decir que son cinco, pero acépteme que son cuatro y una milésima.
Le dirá el matemático: No señor, no son cuatro y una milésima, son cuatro exactos.
¡Pero, por Dios! ¡Transija Ud.! ¡Qué más le da transigir por sólo una milésima, que es algo insignificante!
No transijo ni en una milésima, le contestará el matemático; la verdad es sólo una: que suman cuatro, y no puedo transigir porque con sólo alterar la verdad en una milésima, ya no sería la verdad, se convertiría en una mentira. La verdad no se puede alterar en lo más mínimo.
Fíjese: era intransigente, porque estaba convencido de que tenía la verdad; y no podía alterar ésta, porque se hacía mentira.
Todas las ciencias exactas y verídicas son intransigentes: las matemáticas, el álgebra, la física, la química, etc.
Por eso la Iglesia es intransigente en sus Dogmas, porque está convencida de que son los principios verdaderos, los dados por Dios, y no los puede variar ni una milésima porque se harían mentira.
En cambio, fíjese cómo la mentira puede transigir.
Diga que dos y dos son cinco; he ahí una gran mentira.
Diga que son veinte; la mentira sigue tan campante.
Diga que son cincuenta millones; la mentira se echa fresco.
¿Por qué sucede esto? Porque lo único verdadero es que son cuatro y todo lo otro que se diga es mentira, y mientras más te apartes de cuatro, más grande es la mentira; es como un agujero, que mientras más le quitan, más grande se hace. ¿Ve cómo puedes transigir con una mentira y ésta no se altera en lo más mínimo?
Vaya a las Iglesias Protestantes, todas ellas le dirán que son muy intransigentes con sus Dogmas. Conclusión: sáquela Ud. mismo.
Fíjese que le he dicho a través de todo este artículo que la intransigencia de la Iglesia es con sus Dogmas, no con los hombres, la Iglesia no es intransigente con los hombres; Jesucristo combatía intansigentemente el pecado, pero perdonaba a todos los pecadores que se arrepentían.
Por último, quiero que oigas las palabras siguientes de labios del propio Jesús, eterna Verdad: "El que no está conmigo, está contra Mí".
Jesús no admitía posiciones intermedias, pequeñas discrepancias, o todo, o nada, Jesucristo... Jesucristo era intransigente.
PRIMER VIERNES DEL MES DE OCTUBRE 2014 - DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
PRIMER VIERNES DEL MES DE OCTUBRE
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
VIERNES 3 DE OCTUBRE DEL 2014
Breve consideración: Jesús a su sierva Margarita María: " Me he acercado a ti, hija mía, para sustituir mi alma por la tuya, mi espíritu por el tuyo, mi Corazón por tu corazón, a fin de trocar nuestras vivdas. Tú sabes no quiero participación en tu cariño; así es que todas tus facultades de amar, de pensar y de padecer queden sepultadas, junto con tu voluntad, en la llaga de mi pecho; ahí encontrarás valor para vencerte a ti misma; ahí hallarás inefables delicias en la muerte de ti misma y en la victoria de mi Corazón"
ORACIÓN
CONTRATO DE AMOR, EN FORMA DE PLEGARIA:
Yo te suplico, Jesús mío, que no me hagas conforme a la vida (la cual, según nuestros sentidos, es vida de muerte) que llevas en el Santísimo Sacramento, donde te haces obediente hasta el aniquilamiento a la sola voz del Sacerdote. Haz, Salvador mío, que en honra de tu obediencia y anonadamiento, sea yo también humilde y obediente por amor y para gloria de tu Sagrado Corazón.
Por Ti, Jesús, sacrifico mi libertad y mi propia voluntad a la tuya, y esto sin reservas. Detesto de todo corazón y renuncio los respetos, repugnancias y desabrimientos que me sugiera el amor prohibido, en cuanto me sea mandado o prohibido.
Este es el contrato que mi corazón hace con el tuyo, !Oh Divino Jesús!, de obrar en todo por amor y con humildad, pues quiero vivir y morir en este ejercicio de amor perfecto. Suplícote que te hagas dueño de mi corazón y de cuanto pueda darte gloria en mí, en el tiempo y en la eternidad. Amén.
Santa Margarita María de Alacoque.
DECIMA PROMESA que se cumple para el mes de Octubre:
DARÉ A LOS SACERDOTES LA GRACIA DE MOVER LOS CORAZONES MÁS EMPEDERNIDOS.
Bendigamos a Jesús por esta preciosa promesa, y pidámosle la cumpla con todos sus apóstoles, recitando las Letanías del Sagrado Corazón de Jesús.
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, ten piedad de nosotros.
R: Cristo, ten piedad de nosotros.
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, óyenos.
R: Cristo, óyenos.
V: Cristo, escúchanos.
R: Cristo, escúchanos.
V: Dios, Padre celestial,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Hijo, Redentor del mundo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Espíritu Santo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Trinidad Santa, un solo Dios,
R: ten piedad de nosotros.
V: Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
R: Ten piedad de nosotros.
V: Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el
seno de la Virgen María, R/.
Corazón de Jesús, unido substancialmente al
Verbo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, de majestad infinita, R/.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, R/.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor, R/.
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad, R/.
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, R/.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, R/.
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, R/.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, R/.
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros
de la sabiduría y la ciencia, R/.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud
de la divinidad, R/.
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus
complacencias, R/.
Corazón de Jesús, en cuya plenitud
todos hemos recibido, R/.
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, R/.
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia, R/.
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan, R/.
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, R/.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, R/.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, R/.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, R/.
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, R/.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, R/.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, R/.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, R/.
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, R/.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren
y esperan, R/.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, R/.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: perdónanos, Señor.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: óyenos, Señor.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: ten piedad y misericordia de nosotros.
V: Jesús, manso y humilde de corazón,
R: haz nuestro corazón semejante al Tuyo.
V: Sagrado Corazón de Jesús,
R: en Vos confío.
V: Sagrado Corazón de María,
R: salvad el alma mía.
V: Jesús y María os quiero con toda mi alma,
R: salvad almas y salvad el alma mía.
Una palabra de Santa Margarita María Alacoque a sus hermanos asociados: "Abismada en el divino Corazón pude ver los tesoros de amor y de gracia que reservaba a los que se sacrifican por procurar su reinado de este culto, y al mismo tiempo el bien incalculable que conseguirán para gloria de Jesús y en provecho de las almas, con este apostolado omnipotente".
Un PadreNuestro y Avemaría por los agonizantes y pecadores.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos Confío!!
ACTO DE CONSAGRACIÓN
SE SOR MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN
Amabilísimo Jesús, yo me consagro de nuevo y sin reserva a tu Divino Corazón. Te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos, mi alma con todas sus potencias y mi ser todo entero. Te consagro mis pensamientos, palabras, obras, todos mis sufrimientos y trabajos, todas mis esperanzas, consuelos y alegrías. Especialmente te consagro mi pobre corazón para que no ame sino a Ti y se consuma como víctima en las llamas de tu amor. Acepta, !oh Corazón divino!, el deseo que tengo de consolarte y de pertenecerte para simpre. Toma de tal manera posesión de mí, que yo no tenga otra libertad que la de amarte, ni otra vida que sufrir y morir por Ti. Pongo en Ti toda mi confianza, una confianza sin límites, y espero de tu misericordia infinita perdón de todos mis pecados. Deposito en tus manos todos mis intereses, principalmente el de mi salvación eterna.
Prometo amarte y honrarte hasta el último momento de mi vida, y ayudado de tu divina gracia, prometo propagar con celo ardiente el culto de tu Sacratísimo Corazón. !Oh divino Corazón de Jesús!, dispón de mí como te agrade, no quiero más recompensa que tu mayor gloria y tu santo amor. Concédeme la gracia de hacer mi morada en tu Sacratísimo Corazón; allí es donde quiero pasar los días de mi vida y exhalar mi último suspiro.
Haz también de mi corazón tu morada y el lugar de tu reposo, para quedarnos así íntimamente unidos, hasta que un día pueda yo alabarte, amarte y poseerte por toda la eternidad y cantar para siempre las misericordias de tu dulcísimo Corazón. Amén
Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros (Tres veces)
Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.
San José, Ruega por nosotros.
Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.
jueves, 2 de octubre de 2014
CONSERVA TU TENEDOR
CONSERVA TU TENEDOR
Una mujer, a quien le habían diagnosticado una enfermedad terminal y le habían dado tres meses de vida estaba poniendo sus cosas "en orden". Le pidió al sacerdote que fuera a su casa para discutir ciertos aspectos de sus deseos finales. Le dijo qué canciones quería que cantaran en su funeral, qué lecturas le gustaría que leyeran y con qué ropas querría ser enterrada. También pidió que la enterraran con su Biblia favorita. Cuando el sacerdote estaba preparándose para irse, de pronto la mujer recordó algo muy importante para ella y dijo: "hay una cosa más". "¿Qué es?", preguntó el sacerdote. "Esto es muy importante", continuó la mujer, "quiero que me entierren con un tenedor en la mano derecha".
El sacerdote se quedó parado mirando a la mujer sin saber qué decir.
- "Esto le sorprende, ¿no?", dijo la mujer.
- "Bueno, para ser honesto, estoy extrañado por su petición", dijo el sacerdote.
La mujer explicó: "recuerdo que en todos los años de concurrir a comidas en la iglesia, cuando se retiran las fuentes del plato principal, alguien inevitablemente dice ‘conserva tu tenedor’. Era mi momento favorito porque sabía que algo mejor venía... como torta de chocolate o pastel de manzana, algo maravilloso y sustancial. De modo que quiero que la gente me vea en mi ataúd con un tenedor en la mano y quiero que pregunten: ‘¿Para qué es el tenedor?’. Entonces quiero que por favor les diga: ‘Conserva tu tenedor.... aún falta lo mejor.’
"Los ojos del sacerdote se llenaron de lágrimas de alegría cuando se despidió de ella. Sabía que era una de las últimas veces que la vería antes de morir. Pero también sabía que la mujer entendía mejor que él lo que era la Gloria. Ella sabía que algo mejor venía.
En el funeral, la gente que se acercaba al ataúd veía el vestido que más le gustaba, su Biblia favorita y el tenedor en la mano derecha. Una y otra vez el sacerdote escuchaba la pregunta "¿Para qué es el tenedor?" y él sonreía. Durante su mensaje, el sacerdote les contó la conversación que había tenido con la mujer poco tiempo antes de morir. También les contó sobre el tenedor y lo que simbolizaba para ella; les contó cómo él no podría dejar de pensar en el tenedor y quizás ellos tampoco podrían hacerlo. Tenía razón.
De modo que la próxima vez que tomes un tenedor, deja que te recuerde muy suavemente que aún falta lo mejor.
EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 2 DE OCTUBRE DEL 2014
Autor: Lucrecia R. de Planas | Fuente: Catholic.net El mayor en el Reino de los Cielos | |||
Mateo 18, 1-5.10. Ángeles Custodios. Tenemos que hablar con él, llamarle, tratarlo como el amigo que es. | |||
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miércoles, 1 de octubre de 2014
PIEDRECITAS
PIEDRECITAS
En cierta ocasión, un hombre caminaba por la playa en una noche de luna llena. Iba pensando de esta forma: Si tuviera un coche nuevo, sería feliz. Si tuviera una casa grande, sería feliz. Si tuviera un excelente trabajo, sería feliz. Si tuviera una pareja perfecta, sería feliz, cuando tropezó con una bolsita llena de piedras.
Comenzó a arrojar las piedrecitas una por una al mar cada vez que decía: Sería feliz si tuviera...
Así lo hizo hasta que solamente quedó una piedrecita en la bolsita, que decidió guardar. Al llegar a su casa percibió que aquella piedrita era en realidad un diamante muy valioso.
¿Te imaginas cuántos diamantes arrojó al mar sin detenerse a pensar?
Así son las personas - arrojan sus preciosos tesoros por estar esperando lo que creen perfecto o soñando y deseando lo que no tienen, sin darle valor a lo que tienen cerca de ellas. Si mirasen alrededor, deteniéndose a observar, percibirían lo afortunadas que son.
Muy cerca de sí está su felicidad. Cada piedrecita debe ser observada -puede ser un diamante valioso. Cada uno de nuestros días puede ser considerado un diamante precioso, valioso e insustituible.
Depende de cada uno aprovecharlo o lanzarlo al mar del olvido para jamás recuperarlo.
¿Y tú como estás lanzando tus piedrecitas? que pueden ser novios, amigos, trabajo, e inclusive tus mismos sueños...
"El mundo está en las manos de aquellos que tienen el valor de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños."
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