lunes, 1 de septiembre de 2014

PENSAMIENTO DEL PAPA JUAN PABLO II


DIOS TE QUIERE SANTO



Autor: P. Angel Peña O.A.R. | Fuente: Catholic.net
Dios te quiere santo
¿Y tú? Él te conoce por tu nombre y apellidos. Él quiere siempre lo mejor para ti y sigue soñando maravillas en tu vida.

Dios te quiere santo


Dios, tu Padre, que te ha creado, quiere lo mejor para ti Y, por eso, quiere que seas santo. La voluntad de Dios es tu santificación (1 Tes 4,3). Dios te eligió desde antes de la formación del mundo para que seas santo e inmaculado ante Él por el amor (Ef 1,4). Por eso, en la Biblia, que es una carta de amor de Dios, se insiste mucho: “Sed santos, porque yo vuestro Dios soy santo” (Lev 19,2; 20,26). Y Jesús nos dice: “Sed santos como vuestro Padre celestial es santo” (Mt 5,48). Así que tú y yo, y todos "los santificados en Cristo Jesús, estamos llamados a ser santos" (l Co 1,2). 

El mismo Catecismo de la Iglesia Cató1ica nos habla en este sentido: "Todos los fieles son llamados a la plenitud de la vida cristiana" (Cat 2028). "Todos los cristianos, de cualquier estado o condición están llamados cada uno por su propio camino, a la perfección de la santidad" (Cat 825). 

En el concilio Vaticano II, en la Constitución "Lumen gentium", todo el capítulo V está dedicado a la vocación universal a la santidad. Y dice en concreto: “Quedan invitados, y aun obligados, todos los fieles cristianos a buscar insistentemente la santidad y la perfección dentro del propio estado” (Lumen gentium n° 42). 

Así que está claro que puedes ser santo. Dios lo quiere ¿y tú? No digas que no tienes las cualidades necesarias. No digas que Dios no te ha llamado. No has venido al mundo por casualidad. No eres un cualquiera para Dios, no eres uno más entre los millones de hombres que han existido, existen o existirán. Él te ama con un amor personal. Él te conoce por tu nombre y apellidos. Él quiere siempre lo mejor para ti y sigue soñando maravillas en tu vida. ¿Lo vas a defraudar en sus planes divinos? ¿Crees que no vales nada? ¿Crees que todos los demás valen más que tú? Tú tienes que cumplir tu misión y ser santo, cumpliendo tu misión con las cualidades que Dios te ha dado. No envidies a nadie. No sueñes con otras misiones, no te sientas triste por no tener lo que tú quisieras “humanamente hablando”. Dios te ama así como eres. No te compares con los demás para devaluarte o para creerte superior. Levántate de tus cenizas y de tus pecados. Levanta la cabeza y mira hacia el cielo. Allí te espera tu Padre Dios y cuenta contigo para salvar al mundo. 

Sé humilde y servicial con todos. Sé amable, procura hacer felices a cuantos te rodean. Sé instrumento del amor de Dios para los demás. Que el amor sea la norma suprema de tu vida y que, por amor, des tu vida entera a1 servicio de los demás. Y tu Padre Dios se sentirá orgulloso de ti y te sonreirá en tu corazón y sentirás su paz y felicidad dentro de ti. No temas. Jesús te espera en la Eucaristía para ayudarte y nunca te abandonará. María es tu Madre y vela por ti. Los santos son tus hermanos. Y un ángel bueno te acompaña. 




DESEO DE SANTIDAD 

El primer paso para ser santo es querer ser santo. Si no quieres serlo, porque crees que es imposible para ti o simplemente no quieres, porque crees que hay que sufrir demasiado y prefieres tu vida tranquila y sin complicaciones... Entonces, estás perdido y nunca llegarás a la santidad. 

Santa Teresa de Jesús nos habla de que hay que tener una "determinada determinación", una decisión seria de querer ser santos. Evidentemente, las personas que tienen una voluntad muy débil y que se quedan en bonitos deseos, pero no ponen de su parte y no se esfuerzan, nunca podrán llegar a ser santos, mientras no adquieran esa fuerza de voluntad que es necesaria para hacer grandes cosas. 

Recuerdo que un día estaba paseando con otro sacerdote y se nos acercó un buen hombre que le dijo a mi compañero: “Padre, Ud. es un santo”. Y él le dijo: “No soy santo, pero quiero ser santo". Una buena respuesta, reconocer que somos pecadores y nos falta mucho, pero decir claramente y sin vergüenza: “Quiero ser santo”. Personalmente, cuando me dicen algo así, les digo: “Solamente soy un aspirante a la santidad”, ¿y tú? 

Si quieres ser santo de verdad, debes comenzar por ser un buen cristiano. Eso significa que nunca debes mentir, ni robar, ni decir malas palabras ni ser irresponsable. Eso supone una decisión firme de evitar todo lo que ofenda a Dios y a los demás y querer ser siempre sincero, honesto, honrado, responsable... 

Una vez que estás bien encaminado y deseas amar a Dios sobre todas las cosas, no debes angustiarte por no ver avances importantes, pues la santidad es un regalo de Dios que debes pedir también humildemente todos los días. ¿Lo pides de verdad y con sinceridad? Pero no pidas un determinado tipo de santidad, sea con dones místicos o sin ellos, con buena salud para trabajar o con enfermedad, con puestos importantes o sin ellos. Déjale a Dios que escoja el tipo de santidad que quiere para ti. Él te conoce y te ama, déjate llevar sin condiciones, e invoca a tu santo patrono. ¡Qué importante es tener un nombre cristiano y tener un santo protector a quien invocar con devoción! 

ESTAMPAS CON ORACIONES A SAN PÍO DE PIETRELCINA - SEPTIEMBRE 23








IMÁGENES DE SAN PÍO DE PIETRELCINA


























EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 1 DE SETIEMBRE DEL 2014



Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
Jesús en Nazaret
Lucas 4, 16-30. Tiempo Ordinario. En nuestra vida como cristianos todos tenemos una misión muy concreta que realizar.
 
Jesús en Nazaret
Del santo Evangelio según san Lucas 4, 16-30

En aquel tiempo fue Jesús a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en Él. Comenzó, pues, a decirles: Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy. Y todos daban testimonio de Él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: ¿No es éste el hijo de José? Él les dijo: Seguramente me vais a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria. Y añadió: En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria. Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país; y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio. Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. Pero Él, pasando por medio de ellos, se marchó. 

Oración introductoria

Jesús, concédeme iniciar esta meditación con una actitud abierta y dócil para poder escuchar y percibir tu presencia. No quiero ser un pasivo espectador, con un corazón duro y ciego, insensible y mediocre… porque estoy hecho para ser el reflejo de tu amor. Quiero reconocerte en todas las personas que hoy podría, por amor a Ti, servir.

Petición

Dios mío, dame la gracia de reconocerte y amarte más el día de hoy.

Meditación del Papa Francisco

En el evangelio de san Mateo, en uno de los momentos que Jesús regresa a su pueblo, a Nazaret, y habla en la sinagoga, se pone de relieve el estupor de sus conciudadanos por su sabiduría, y la pregunta que se plantean: "¿No es el hijo del carpintero?". Jesús entra en nuestra historia, viene en medio de nosotros, naciendo de María por obra de Dios, pero con la presencia de san José, el padre legal que lo protege y le enseña también su trabajo. Jesús nace y vive en una familia, en la Sagrada Familia, aprendiendo de san José el oficio de carpintero, en el taller de Nazaret, compartiendo con él el trabajo, la fatiga, la satisfacción y también las dificultades de cada día.
Esto nos remite a la dignidad y a la importancia del trabajo. El libro del Génesis narra que Dios creó al hombre y a la mujer confiándoles la tarea de llenar la tierra y dominarla, lo que no significa explotarla, sino cultivarla y protegerla, cuidar de ella con el propio trabajo. El trabajo forma parte del plan de amor de Dios; nosotros estamos llamados a cultivar y custodiar todos los bienes de la creación, y de este modo participamos en la obra de la creación. El trabajo es un elemento fundamental para la dignidad de una persona» (S.S. Francisco, 1 de mayo de 2013).

Reflexión

Es muy común preguntar a los niños pequeños: ¿qué quieres ser cuando seas grandes? Y para orgullo de los padres los niños responden: "quiero ser como mi papá". Si esta misma pregunta se la hiciéramos a Cristo durante su vida oculta en Nazaret, no cabe duda que respondería que Él sería lo que su Padre ha pensado para Él desde siempre. Prueba de ello es la respuesta que dio a su madre angustiada cuando se perdió en el templo: "pero no sabíais que debo ocuparme en las cosas de mi Padre", no debería haber motivo de preocupación por mi ausencia.

En nuestra vida como cristianos todos tenemos una misión muy concreta que realizar. Cristo desenrolló las escrituras (porque estaban en forma de pergaminos) y encontró justamente aquello que Dios Padre deseaba de Él. "Anunciar la Buena Nueva, proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor". Todo esto lo cumplió Jesús a lo largo de su vida terrena y aunque algunos se empeñaban en no abrir su corazón a las enseñanzas de Cristo, como es le caso de los escribas y fariseos. A pesar de su obstinada actitud Cristo no desmayó en su esfuerzo por predicarles la ley del amor.

Propósito

De la misma forma que Cristo predicaba las enseñanzas de su Padre nosotros también atrevámonos a predicar el evangelio sin temor ni vergüenza. Antes bien pidámosle confianza y valor para que nos haga auténticos defensores de nuestra fe.

Diálogo con Cristo

Padre Santo, ¿por qué tanta cerrazón y dureza de corazón? Tú siempre dispuesto a darme todo lo que me puede llevar a la santidad y yo pretendiendo ser el protagonista principal en vez de darte el lugar que te corresponde en mi vida. Gracias, Señor, por el don de mi fe que me lleva a reconocerte en el amor, en el ejercicio continuo de la caridad. Ayúdame a ser santo desde ahora para aprovechar, así, la fe que me has dado. 

DÍ LO QUE SIENTES...


Dí lo que sientes

Siempre dí lo que sientes y haz lo que piensas...
Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.
Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.
Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría te quiero y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuánto te quiero y que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo.

Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas.
Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para un sonrisa, un abrazo, un beso, y que estuviste muy ocupado para concederle a alguien un último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos.

Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.

CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO



Consagración al Espíritu Santo 

Recibid ¡Oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón. 

Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones.
¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.

¿SOY CULPABLE DE MÍ MISMO?



Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
¿Soy culpable de mí mismo?
Necesito abrir los ojos ante mi situación actual y verla con realismo y con esperanza.

¿Soy culpable de mí mismo?


Cada decisión deja una huella: en mi vida, en la de los seres cercanos, en otros corazones que no conozco pero que, de modos misteriosos, quedan bajo la influencia de mis actos. 

Con el pasar del tiempo, las decisiones configuran un mosaico. Como enseñaba san Gregorio de Nisa, en cierto sentido somos padres de nosotros mismos a través de nuestros actos. 

¿Qué imagen he trazado en mi alma? ¿Hacia dónde está dirigida mi mirada? ¿Qué busco, qué sueño, qué temo, qué lloro, qué me causa alegría? ¿Hacia dónde oriento el cincel cada vez que plasmo la estatua de mi vida? 

Si los defectos dominan mi corazón, siento pena. Surge entonces la pregunta: ¿soy culpable de mí mismo? ¿Son mis decisiones las que me llevaron a esta situación de apatía, de tibieza, de orgullo, de envidia, de rencores? 

En ocasiones busco la culpa fuera de mí. Incluso tal vez tenga algo de razón: hay personas que me han herido profundamente, que un día llegaron a provocar esa angustia o ese odio que me carcome a todas horas. Pero en otras ocasiones tengo que reconocerlo: la culpa es completamente mía. 

Necesito abrir los ojos ante mi situación actual y verla con realismo y con esperanza. Sobre todo, necesito aprender a leer mi vida desde un corazón que me conoce como nadie: el corazón de Dios. 

A Él puedo preguntarle si soy culpable de mí mismo, si me he dañado tontamente, si he permitido que me ahoguen asuntos insustanciales, si me he encerrado en un pesimismo dañino. 

Luego, desde el diagnóstico del Médico divino, podré abrirme a su gracia para curar mi voluntad, para orientar mis pensamientos a un mundo nuevo y bello, para dar pasos concretos que me permitan perdonar y pedir perdón. 

Será posible, entonces, que esa libertad con la que tantas veces he hecho daño, a otros y a mí mismo, empiece a ser usada para construir una vida nueva, desde la luz del Espíritu Santo y con la meta que embellece todo: amar a Dios y a los hermanos. 

AMIGO...


Amigo...


Deja que estreche tu mano, amigo Sólo por un instante.
¿Por qué te lo pido?
Porque te necesito, porque estoy herido.
Déjame estar cerca, necesito de tu  alivio.
No me hables, tu silencio es lo que pido.
Sólo...eso... amigo mío.


Déjame que te cuente, la alegría que he tenido.
Deja que yo escuche, la que a tu puerta ha venido.
Compartamos los instantes de nuestros miedos vencidos.
Y, riamos de los que se asoman atrevidos.


¡Qué sería de mi cielo, sin tu brillo extendido!
¡Qué sería de mi suelo, sin tu espera y tu asilo!


¿Sabes, amigo mío? Cada día te bendigo,
Porque mi vida,  es vida por haberte conocido.


Y doy gracias, cada día porque puedo ofrecerte,
de  mi destino, todo lo que parte o llega, sin pedirlo.


Y doy gracias porque aceptas
mis defectos, mis delirios, mis alegrías,
mis penas y mis alivios.
Bendito seas, amigo, por haberte conocido.


Autor: León PDG Maggie Brown
Argentina


domingo, 31 de agosto de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 31 DE AGOSTO DEL 2014



Autor: P. Sergio A. Cordova LC | Fuente: Catholic.net
No te olvides de lo principal
Mateo 16, 21-27. Tiempo Ordinario. "¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si al final pierde su alma?"
 
No te olvides de lo principal
Del santo Evangelio según san Mateo 16, 21-27

Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día. Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: «¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso!» Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres! Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará. Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida? «Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta.

Oración preparatoria 

Jesús, hoy comienzo mi oración pidiendo perdón por las veces en que te he traicionado, por miedo, por debilidad, por indiferencia. Confío en que esta oración me lleve a convertirme hoy un poco más a tu amor y a vivir con más generosidad.

Petición

Señor, dame tu gracia para seguirte fielmente, sin temor ni egoísmo.

Meditación del Papa Benedicto XVI

El relato del evangelista Mateo nos dice en primer lugar que el reconocimiento de la identidad de Jesús pronunciado por Simón en nombre de los Doce no proviene "de la carne y de la sangre", es decir, de su capacidad humana, sino de una particular revelación de Dios Padre. En cambio, inmediatamente después, cuando Jesús anuncia su pasión, muerte y resurrección, Simón Pedro reacciona precisamente a partir de la "carne y sangre": Él "se puso a increparlo: [Señor] eso no puede pasarte". Y Jesús, a su vez, le replicó: "Aléjate de mí, Satanás. Eres para mí piedra de tropiezo...". El discípulo que, por un don de Dios, puede llegar a ser roca firme, se manifiesta en su debilidad humana como lo que es: una piedra en el camino, una piedra con la que se puede tropezar. (Benedicto XVI, 29 de junio de 2012). 

Reflexión

Se cuenta que el famoso escritor católico francés, Julien Green (1900-1998), dimitió de uno de los escaños más ambicionados de la nación, la Academia de Francia. Y así justificó su decisión en una carta escrita a su amigo Tassani un año antes de morir: “He dejado la Academia porque me era ya insoportable y no tenía nada que hacer allí, y me siento ahora mucho más libre. ¿Acaso llegaremos al Paraíso bordados de medallas y de títulos? Afortunadamente, no”.

Muchas veces, absortos por tantas preocupaciones e inquietudes, nos olvidamos de las cosas verdaderamente esenciales de la vida y perdemos a menudo la brújula y el sentido de nuestra existencia. Hacemos muchas cosas y nos afanamos en una y mil actividades sin reparar en el porqué o para qué de todo aquello. Nos sucede lo que le ocurrió a un brillante general –también francés– que, estando en una reunión familiar, relataba dramáticas hazañas de su expedición en Marruecos. De pronto, una sobrinita, que seguía llena de admiración los relatos de su tío, le pone una de sus manitas sobre las rodillas, y le pregunta: "Tío, has hecho cosas maravillosas por Francia. Y por Dios, ¿qué has hecho?" El gran general se quedó sin palabras ante la pregunta inocente de una pequeña y pasó toda aquella tarde pensativo. ¡No había hecho absolutamente nada por Dios! Al poco tiempo dejó la carrera militar y se consagró al servicio de Dios y de los demás. Había nacido un gran misionero y un futuro santo: Charles de Foucauld.

En el Evangelio de hoy, nuestro Señor nos dirige una pregunta sumamente importante y trascendental; más aún, de la respuesta que demos a ese interrogante depende el sentido y el futuro de nuestra misma existencia: "¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si al final pierde su alma? ¿O qué podrá dar para recobrarla?". Es ésta una de las preguntas que atraviesan de polo a polo la historia de la humanidad y ante la cual nadie puede quedar indiferente. ¿Qué has hecho tú por Cristo hasta el día de hoy?...

Se cuenta que el gran general romano Julio César, cuando desembarcó con su ejército en Cádiz, reparó en una estatua de Alejandro Magno y que, al verla, se conmovió y se echó a llorar amargamente. Sus generales quedaron consternados. Y César, mirando su asombro, les dijo: "Lloro porque, a mi edad, Alejandro era ya señor de la mayor parte del mundo, y yo todavía no he hecho nada". Y tú, ¿qué has hecho por Dios a tu edad? Por favor, no sigas leyendo sin dar una respuesta adecuada a esta pregunta. Sé valiente y afróntala ante tu propia conciencia. ¿Sabías que la vida de muchos santos y misioneros ha dependido de la respuesta que han dado a esta pregunta?

Cristo te cuestiona hoy a ti, directamente, querido amigo, amiga: ¿De qué te va a servir ganar el mundo entero con placeres, poderes, lujos y vanidades, con dineros, bailes y fiestas superficiales si al final pierdes tu alma o te quedas sin lo más importante y esencial? Y para ti, ¿qué es lo más importante?

Te voy a contar otra breve historia. Una pobre mujer, con su hijo pequeño en brazos, pasaba delante de una caverna, cuando escuchó una voz misteriosa que desde dentro le decía: "Entra y toma todo lo que quieras, pero no te olvides de lo principal. Una vez que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo más importante..." La mujer entró toda temblorosa en la caverna y encontró allí mucho oro y diamantes. Entonces, fascinada por las joyas, puso al niño en el suelo y empezó a recoger, ansiosamente, todo lo que cabía en su delantal. De pronto, la voz misteriosa habló nuevamente: "Te quedan sólo cinco minutos". La mujer, afanada, continuaba recogiendo lo más que podía. Al fin, cargada de oro y de piedras preciosas, corrió y llegó presurosa a la entrada de la cueva cuando la puerta ya se estaba cerrando. En menos de un segundo se cerró. Y en ese momento se acordó de que su hijo se había quedado dentro... ¡La cueva estaba ya sellada para siempre! El gozo de la riqueza desapareció enseguida y la angustia y la desesperación la hicieron llorar amargamente.

Lo mismo nos sucede a la mayoría de nosotros. ¡Tenemos unos cuantos años para vivir en este mundo, y casi siempre dejamos de lado lo principal! ¿Qué es lo principal en esta vida? Dios, tu vida de gracia, tus valores morales y espirituales, la familia, los hijos y la total armonía con Dios y con tu prójimo. Las riquezas y los placeres materiales nos suelen fascinar tanto; el trabajo y otras obligaciones secundarias nos absorben tan en demasía que lo principal siempre se queda a un lado... ¡Así agotamos nuestra vida y olvidamos lo esencial!

Propósito

Nunca te olvides de la enseñanza que nuestro Señor te da el día de hoy: "¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si al final pierde su alma?". Recuerda que la vida pasa demasiado rápido y que la muerte nos llega de sorpresa, inesperadamente. Cuando la puerta de esta vida se cierra para nosotros, de nada valdrán las lamentaciones.... Piensa en esto por un momento y no pases de largo ante esta llamada de Dios.....¡¡Pon, desde ahora mismo, manos a la obra!!




  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Sergio Cordova LC 

    EL ARTE DE HABLAR - LA VIRTUD DE CALLAR



    El arte de Hablar - La virtud de callar


    HABLAR es fácil, pero CALLAR requiere prudencia y dominio.
    HABLAR oportunamente, es acierto.
    HABLAR frente al enemigo, es civismo.
    HABLAR ante la injusticia, es valentía.
    HABLAR para rectificar, es un deber.
    HABLAR para defender, es compasión.
    HABLAR ante un dolor, es consolar.
    HABLAR para ayudar a otros, es caridad.
    HABLAR con sinceridad, es rectitud.
    HABLAR de si mismo, es vanidad.
    HABLAR restituyéndote fama, es honradez.
    HABLAR disipando falsos, es conciencia.
    HABLAR de defectos, es lastimar.
    HABLAR debiendo callar, es necedad.
    HABLAR por hablar, es tontería.

    CALLAR cuando acusan, es heroísmo.
    CALLAR cuando insultan, es amor.
    CALLAR las propias penas, es sacrificio. 
    CALLAR de si mismo, es humildad. 
    CALLAR miserias humanas, es caridad. 
    CALLAR a tiempo, es prudencia. 
    CALLAR en el dolor, es penitencia. 
    CALLAR palabras inútiles, es virtud. 
    CALLAR cuando hieren, es santidad. 
    CALLAR para defender, es nobleza. 
    CALLAR defectos ajenos, es benevolencia. 
    CALLAR debiendo hablar, es cobardía.

    Debemos aprender primero a CALLAR para luego poder HABLAR 

    Recuerda siempre: 

    Que tus palabras sean más importantes que el silencio que rompes.

    ¡AH! SI YO CAMBIARA



    Autor: P. Dennis Doren LC | Fuente: Catholic.net
    ¡Ah! Si yo cambiara
    Ha llegado el momento del cambio; no de tu sociedad, tu familia, tu escuela o tu trabajo, sino de ti.

    ¡Ah! Si yo cambiara
    Todos queremos un mundo mejor; siempre estamos a la expectativa, nos alegran las buenas noticias y estamos ávidos de ellas. Las malas noticias nos producen malestar y miramos a nuestro alrededor a la caza despiadada de los culpables; todos vamos detrás de un mundo más humano, más justo, más tolerante y comprensivo; qué diferente sería todo. Por eso ha llegado el momento del cambio; no del cambio de tu sociedad, de tu familia, de tu escuela o universidad, ni de tu trabajo, sino de ti. 

    Tú eres el único que puede cambiar, para luego cambiar tu entorno. Con Cristo Resucitado todo ha cambiado y renacen en nuestro corazón las ganas de vivir, nuestra vida así se ve con alegría, armonía y sencillez. Aprovecha esta experiencia, te llenará de satisfacción, pero recuerda, el cambio real comienza desde ti. No pares nunca… 


    Si yo cambiara mi manera de pensar hacia los otros... los comprendería. 

    Si yo encontrara lo positivo en todos... con qué alegría me comunicaría con ellos. 

    Si yo cambiara mi manera de actuar ante los demás... los haría felices. 

    Si yo aceptara a todos como son... sufriría menos. 

    Si yo deseara siempre el bienestar de los demás... sería feliz. 

    Si yo criticara menos y amara más... cuántos amigos ganaría. 

    Si yo comprendiera plenamente mis errores y defectos y tratara de cambiarlos... cuánto mejoraría mi hogar y mi ambiente. 

    Si yo cambiara el tener más por el ser más... sería mejor persona. 

    Si yo cambiara de ser Yo, a ser Nosotros... comenzaría la civilización del Amor. 

    Si yo cambiara los ídolos: poder, dinero, sexo, ambición, egoísmo y vanidad definitivamente por: Libertad, Bondad, Verdad, Justicia, Compasión, Belleza y Amor... comenzaría a vivir la verdadera felicidad. 

    Si yo cambiara el querer dominar a los demás por el autodominio... aprendería a amar en libertad. 

    Si yo dejara de mirar lo que hacen los demás... tendría más tiempo para hacer más cosas. 

    Si yo cambiara el fijarme cuánto dan los otros para ver cuánto más puedo dar yo... erradicaría de mí la avaricia y haría este mundo más justo y equitativo. 

    Si yo cambiara el creer que sé todo... me daría la posibilidad de aprender más. 

    Si yo cambiara el identificarme con mis posesiones: títulos, dinero, status, posición familiar... me daría cuenta que lo más importante de mí es que yo soy un ser que ama. 

    Si yo cambiara todos mis miedos por amor... sería definitivamente libre. 

    Si yo cambiara el competir con los otros por el competir conmigo mismo... sería cada vez mejor. 

    Si yo dejara de envidiar lo ajeno... usaría todas mis energías para lograr lo mío. 

    Si yo cambiara el querer colgarme de lo que hacen otros por el desarrollar mi propia creatividad... haría cosas maravillosas. 

    Si yo cambiara el esperar cosas de los demás... no esperaría nada y recibiría como regalo todo lo que me dan. 

    Si yo amara el mundo... lo cambiaría. 

    Si yo cambiara... ¡cambiaría el mundo! 

    No dejes que la inercia en tu vida y tus buenas intenciones no realizadas paralicen tu corazón. Comienza a cambiar desde dentro. Así verás cómo tus percepciones y modos de enfrentar la vida no han sido lo suficientemente plenos; comprende que la decisión que tomaste, influenciada por tus amigos, no era lo más conveniente. Comienza hoy el cambio y verás qué serás feliz. 

    EL PAPA FRANCISCO CELEBRARÁ UNA MISA POR LA FIESTA DE LA VIRGEN DE GUADALUPE


    El Papa Francisco
    celebrará una misa por la fiesta de la Virgen de Guadalupe

    El papa Francisco celebrará una solemne misa por la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de toda América, el próximo 12 de diciembre, en la Basílica de San Pedro. Lo ha confirmado el secretario de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), Guzmán Carriquiry Lecour, en una entrevista publicada en el Osservatore Romano el pasado 27 de agosto.


    "La ‘Morenita’ guía nuestros pasos. El próximo 12 de diciembre, día de su fiesta litúrgica, colaboraremos en la preparación de un gran evento: la Misa que el papa Francisco presidirá en la Basílica de San Pedro”, afirmó Carriquiry en la entrevista al diario vaticano.

    Por otro lado, hablando de iniciativas futuras del dicasterio, Carriquiry indica que están pensando promover, junto al Consejo Pontificio Cor Unum "una jornada de comunión y solidaridad tras cinco años del terremoto de Haití".

    Asimismo, explica que del 13 al 15 de marzo del 2015 habrá un congreso importante en Bogotá, organizado por el Celam y en colaboración con la Pontificia Comisión, "en el que más de ochenta obispos de todos los países latinoamericanos se reunirán para individuar juntos las vías de aplicación creativa de la exhortación apostólica Evangelii gaudium" .

    Además, el secretario de la Pontificia Comisión para América Latina explica que están contentos de que dicho dicasterio sea cada vez más, en el ámbito de la Curia romana, una referencia acogedora y de ánimo para los latinoamericanos, comenzando por muchos obispos que les visitan. "Vamos a publicar un documento sobre la evangelización y la pastoral de los jóvenes en América Latina, que será enviado muy pronto a los obispos; y hemos publicado recientemente las actas del encuentro-peregrinación que el pasado mes de noviembre ha reunido en el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe más de ochenta obispos de todo el continente, junto con muchos otros participantes de América del Norte", ha precisado en la entrevista.

    Finalmente, hace referencia a unas palabras de Benedicto XVI en el avión que lo traía de vuelta de Brasil: "Estoy convencido -dijo refiriéndose al continente latinoamericano- que aquí se decide, al menos en parte y en una parte fundamental, el futuro de la Iglesia Católica". Con el Papa Francisco -añade Carriquiry- está también en juego el futuro de América Latina.

    ORACIÓN A SAN RAMÓN NONATO PARA UN BUEN PARTO


    IMÁGENES DE SAN RAMÓN NONATO, 31 DE AGOSTO







    SAN RAMÓN NONATO, CARDENAL, 31 DE AGOSTO



    Autor: . | Fuente: Archidiócesis de Madrid
    Ramón Nonato, Santo
    Cardenal, 31 de agosto

    Ramón Nonato, Santo
    Religioso, cardenal, Patrón de las parturientas

    Martirologio Romano: En Cardona, de Cataluña, san Ramón Nonato, que fue uno de los primeros socios de san Pedro Nolasco en la Orden de la Bienaventurada Virgen María de la Merced, y es tradición que, por el nombre de Cristo, sufrió mucho para la redención de los cautivos (c. 1240). 

    Fecha de canonización: Fue canonizado en 1657 por el Papa Alajandro VII

    Nació en los mismos comienzos del siglo XIII. 

    Su nombre deja boquiabierto a quien lo oye o lo lee por primera vez. Nonnato -Nonato por más breve- sugiere a un santo sólo potencial; como si la palabra fuera un slogan publicitario que estuviera invitando a quien lo lee o escucha a que se decidiera a iniciar una programa que acabara con la santidad del guión preestablecido. De hecho, significa no-nacido. ¿Pretenderá decir el extraño nombre que, por no haber nacido todavía el santo que rellene el expediente completo de sus cualidades y virtudes, está como esperando la Iglesia a que haya uno que se decida de una vez a reproducirlas? Eso sería, lógicamente, confundir la santidad como algo que brota de la voluntad y decisión humana, cuando ella es en verdad el resultado de la acción del Espíritu Santo con quien se coopera libremente. Sería sencillamente pelagianismo. 

    El calificativo -que ha pasado ya a ser nombre- le viene a Ramón por el hecho de haber sido sacado del claustro materno, por medio de una intervención quirúrgica, cuando ya había muerto su madre. Por eso no nació como nacen normalmente los niños, lo extrajeron. Fue en Portell, en Lérida, cuando se iniciaba el siglo XIII. 

    La buena y alta situación de su padre le posibilitó crecer en buen ambiente y formación, aunque sin el cariño y los cuidados de una madre. Cuentan de su primera juventud la devoción especialísima a la santísima Virgen que le llevaba con frecuencia a visitar la ermita de san Nicolás donde pasaba ratos mientras sus rebaños pastaban. Luego su padre quiso irlo incorporando poco a poco a las tareas de administración de sus posesiones y esa fue la razón por la que se le encuentra en Barcelona en el intento de aprender letras y números. Allí tuvo ocasión de trabar amistad con Pedro Nolasco -que por aquel entonces era comerciante- y de compartir mutuamente los deseos de fidelidad a la fe cristiana vivida con radicalidad, llegando incluso a considerar la posibilidad de entrar en el estado clerical. 

    Como el padre disfruta de un gran sentido práctico, lo reincorpora al terruño de Portell y le encarga la explotación de varias de sus fincas. Pero, sigue diciendo la antigua crónica, que la misma Virgen María le comunica su deseo de que ingrese en la recién fundada Orden de la Merced y allí está de nuevo en Barcelona puesto a disposición completa en las manos de su antes amigo Pedro Nolasco. 

    Noviciado, profesión, ordenación sacerdotal y ministerio en el hospital de santa Eulalia se suceden con la normalidad propia de quien tiene prisa para cumplir el cuarto voto mercedario consistente en redimir a los cautivos y servir de rehén en su lugar si procede. 

    En el norte del continente negro predica, consuela, cura, fortalece, atiende y transmite paciencia a los cautivos de los piratas berberiscos; comprende bien su situación y se hace cargo de que están rodeados de todos los peligros para su fe. Incluso él mismo tuvo que soportar cárcel y la tortura de que sellaran sus labios por ocho meses con un candado para impedirle la predicación. 

    A su vuelta a España entre el clamor de las multitudes, lo nombra Cardenal de la Iglesia el papa Gregorio IX, reconociendo sus méritos y virtud de la caridad practicada de modo heroico; pero no le dio tiempo a llegar a Roma por morir, antes de cumplir los cuarenta años, cuando se disponía a hacerlo. 

    Por el empeño de hacerse cargo de su cuerpo tanto los frailes mercedarios como los nobles señores de Cardona, decidieron de común acuerdo darle sepultura allá donde lo decidiera una mula ciega que lo llevó a lomos hasta que quiso pararse ante la ermita de San Nicolás, de Portell. 

    Desaparecieron las reliquias, irrecuperables ya para la veneración, en el año 1936. 

    Lo que no ha sido relegado al olvido por sus paisanos es la figura del santo y su acción caritativa. Esa devoción secular que se refleja incluso en las fiestas y en el folklore. No digamos nada sobre la devoción que le profean todas las parturientas que lo tienen como especial patrón para su trance. 

    Se divulgó por el mundo la pintura que lo muestra con la Custodia en la mano derecha expresando así la fuente de su caridad con los hombres. 

    sábado, 30 de agosto de 2014

    IMÁGENES DE SANTA ROSA DE LIMA







    EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 30 DE AGOSTO DEL 2014


    Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
    El tesoro y la perla
    Mateo 13, 44-46. Fiesta Sta. Rosa de Lima. El problema no es buscar el tesoro, sino saber dónde se encuentran los tesoros que Dios ha preparado para nuestra vida.
     
    El tesoro y  la perla
    Del santo Evangelio según san Mateo 13, 44-46


    En aquel tiempo dijo Jesús a la gente: El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder, y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.

    Oración introductoria

    Jesús, Tú eres mi mayor tesoro. Mi vida sin Ti no vale ni sirve para nada. Permite que sepa darte el cien por ciento de este tiempo de oración. Que nada ni nadie interrumpa este diálogo que creo y espero tener con Quien tanto me ama.

    Petición

    Dios mío, dame la gracia de amarte más este día.

    Meditación del Papa Francisco

    "El misionero está convencido de que existe ya en las personas y en los pueblos, por la acción del Espíritu, una espera, aunque sea inconsciente, por conocer la verdad sobre Dios, sobre el hombre, sobre el camino que lleva a la liberación del pecado y de la muerte. El entusiasmo por anunciar a Cristo deriva de la convicción de responder a esta esperanza".
    El entusiasmo evangelizador se fundamenta en esta convicción. Tenemos un tesoro de vida y de amor que es lo que no puede engañar, el mensaje que no puede manipular ni desilusionar. Es una respuesta que cae en lo más hondo del ser humano y que puede sostenerlo y elevarlo. Es la verdad que no pasa de moda porque es capaz de penetrar allí donde nada más puede llegar. Nuestra tristeza infinita sólo se cura con un infinito amor.(S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 265).

    Reflexión

    Siempre me ha parecido lo más normal, que un hombre haga todo lo que está a su alcance para conseguir la perla o el tesoro más valioso del mundo. Eso fue lo que hizo Kalif. No tenía trabajo y los problemas económicos empezaban a ser cada vez más serios para su familia. Una noche, soñó que bajo el puente que unía la ciudad con el resto del valle, había un tesoro.

    De madrugada se levantó, fue al puente y comenzó a cavar. La policía le vio excavando y dudó de sus intenciones. El pobre Kalif, después de unos intentos por evitar la respuesta, se sinceró: hoy soñé que debajo del puente había un tesoro y por ello vine aquí.

    Uno de los policías con ironía le respondió: ¿cómo es posible que usted crea eso? Fíjese, hoy también soñé yo que debajo de la casa de un tal Kalif había un tesoro escondido. ¿Usted cree que me lo voy a creer?. Kalif calló, regresó a su casa, excavó y encontró el tesoro.

    El problema no es buscar el tesoro, sino saber dónde se encuentran los tesoros que Dios ha preparado para nuestra vida. ¿Cuáles son tus tesoros? ¿Consideras tu vida matrimonial y tus hijos, verdaderos tesoros o no te das cuenta del regalo que Dios te ha concedido, porque sólo sientes el cansancio y el sudor que produce el remover la tierra para disfrutar de ellos?

    ¿Alguna vez has experimentado el valor de la Santa Misa y de la confesión, o la pereza de levantarte unos minutos antes el domingo te lo han ocultado?

    Propósito

    No se puede amar lo que no se conoce, por eso, buscaré participar en alguna actividad formativa en torno a la Eucaristía.

    Diálogo con Cristo 

    Gracias, Señor, por tu generosidad porque gratuitamente y sin ningún merito de mi parte me ofreces el tesoro de la Eucaristía y tu Palabra. No tengo que vender nada, sólo debo dejar a un lado todo lo que me pueda apartar de Ti. Ayúdame a ser santo al saber aprovechar cada minuto de la vida que me has regalado para crecer en el amor a Ti y a los demás. 

    IMÁGENES DE SANTA ROSA DE LIMA PARA COLOREAR - 30 DE AGOSTO






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