miércoles, 11 de junio de 2014

EL GOL MÁS IMPORTANTE



EL GOL MÁS IMPORTANTE


Miguel era un muchacho a quien le gustaba mucho el fútbol. De hecho, pertenecía a un club muy popular en su barrio. Siempre que su equipo jugaba se veía al padre de Miguel en las tribunas, alentando al equipo de su hijo.

Sin embargo, había un detalle: el entrenador nunca consideraba a Miguel como titular y las pocas veces que lo hacía saltar al campo, él jugaba con desgana y mal. A pesar de eso, Miguel siempre iba acompañado de su padre a los partidos y siempre se veía a su padre como el más entusiasta de los hinchas.

Sucedió que un día antes del partido más importante de esa temporada, el padre de Miguel cayó enfermo y no pudo asistir. El día del encuentro, ya en los vestuarios y mientras los jugadores se preparaban para el partido, el entrenador recibió una llamada. La noticia recibida le puso un rostro de consternación. Al terminar, se dirigió hacia Miguel lentamente. Necesito hablar contigo un momento, le dijo.
Miguel, la llamada que acabo de recibir era de la clínica donde está internado tu padre. Hace una hora entró en coma cerebral y me acaban de decir que ha muerto en brazos de tu madre…
Al escuchar esto Miguel se puso a llorar desconsoladamente.
Tienes que ser fuerte muchacho, le decía el entrenador.
De pronto, retirando las manos del rostro, con voz serena y lágrimas en los ojos, pero con una gran determinación, Miguel le dijo al entrenador:
-Quiero jugar este partido. Quiero que me deje jugar, aunque sea unos minutos.
Sorprendido, el entrenador no podía creer que después de darle una noticia tan terrible, el muchacho tuviese ánimos para jugar. Lo pensó por un momento, y diciendo para sus adentros que jugando unos minutos no afectaría al rendimiento del equipo, le pidió que se cambiara, que jugaría desde el principio, al menos el primer tiempo.
Esa tarde Miguel no falló un pase. Fue una muralla infranqueable. Tan bien jugó que el entrenador lo mantuvo en el campo todo el partido. Incluso el gol que le dio la victoria a su equipo fue obra de Miguel.
Las tribunas enloquecieron coreando su nombre. Fue sin duda, el partido de su vida. Al final del encuentro, y ya cuando todos los jugadores se habían retirado a celebrar el triunfo, el entrenador encontró a Miguel parado en la cancha mirando hacia la tribuna en donde tantas veces se había sentado su padre para animar a su equipo. Al acercársele, notó que el muchacho aunque con lágrimas en los ojos, miraba hacia la tribuna fijamente,
-Miguel, quisiera tener las palabras exactas con las cuales poder reconfortarte en estos momentos. Sé la estrecha relación que tenías con tu padre y creo saber cuánto te ha afectado. Hoy has jugado como nunca te he visto jugar. Y aunque quizás no sea apropiado preguntarte ahora, me gustaría saber por qué quisiste jugar esta tarde, Miguel.
Miguel miró al entrenador y le dijo:
-Mire, muchas veces usted vio a mi padre sentado en la tribuna ¿verdad?
-Sí, siempre venía para animar al equipo aunque supiera que tú no ibas a jugar. 
-No señor –le interrumpió Miguel- Mi padre no sabía que yo no jugaba. Mi padre era ciego, señor.
Unas lágrimas recorrieron nuevamente el rostro del muchacho.
Por eso cuando me tocaba jugar, yo no jugaba bien porque sabía que él, a pesar de estar en la tribuna, no me veía. Yo siempre al final de los partidos le decía que había hecho tal o cual jugada y notaba como se le iluminaba el rostro de satisfacción… Sin embargo, esta tarde yo sí sabía que él me estaba mirando desde el cielo, por eso, yo me esforcé mucho para que el me viera jugar bien.
Gracias señor, gracias por haber permitido que mi padre me viera jugar al fútbol por primera vez….
En ese momento, el muchacho se abrazó fuertemente al entrenador, desahogaron su pena y su dolor. Desde ese día, Miguel no dejó nunca de jugar un partido y siempre que convertía un gol, se acercaba a la tribuna donde se sentaba su padre, mirando y levantando las manos hacia el cielo…

Mira hoy a tu hijo si lo tienes o cuando lo tengas… y nunca dejes de mirarlo… Más que con los ojos, míralo con el corazón…
En el juego de la vida, tú siempre eres titular. Trata siempre de jugar muy bien y jugar limpio en todas las cuestiones de la vida, porque tanto tu Madre Celestial, la Virgen María, como Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo te están viendo y amando de corazón. ¡No les defraudes jugando a ser una persona mediocre y desganada!

DE RODILLAS ANTE TI, PEDIMOS AYUDA AL ESPÍRITU SANTO


Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net
De rodillas ante Ti, pedimos ayuda al Espíritu Santo
Espíritu de alegría, consuelo y fortaleza, sánanos del desánimo, el miedo y la tristeza.



Acabamos de celebrar este domingo que pasó la fiesta de Pentecostés, donde recordamos la venida del Espíritu Santo. 

Hoy tengo el alma aligerada, con la alegría de una gran emoción. Nos hemos consagrado al Espíritu Santo, que es frecuentemente el GRAN DESCONOCIDO, y que es el Espíritu de Dios. 

El es, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, Tres Personas distintas y un solo Dios Verdadero. Es el Misterio profundo de esa Trinidad donde ninguno es mayor ni menor que el otro. Tienen su propia personalidad, por decirlo así: 

El Padre que no tuvo ni principio ni fin, que no fue hecho, ni creado, ni engendrado. 

El Hijo no fue hecho, ni creado, sino engendrado en María la Virgen para hacerse hombre y 

El Espíritu Santo que no fue hecho ni engendrado, sino que procede del Padre y del Hijo. 

Dios Padre se da plenamente al Hijo con infinito amor, el Hijo se da al Padre con el mismo infinito amor y de esta comunicación de amor brota el Espíritu Santo, amor sustancial del Padre y del Hijo, es así como nos lo enseña Santo Tomás en su Suma Teológica. 

Después de la muerte y a pesar de haber visto resucitado a Jesús, los apóstoles estaban sumidos en el miedo hecho terror. ¿Cómo ellos pobres pescadores, algunos analfabetos, podrían cumplir el mandato, la misión que les dejaba el Maestro y Señor?. Id, a predicar a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo... y también.... si yo no me voy, el Paráclito no vendrá a vosotros; pero si ve voy, os lo enviaré Y estando reunidos llegó el Espíritu de Dios y todo cambió para ellos. 

Así también nosotros hemos de llamarlo: 

¡Ven Espíritu Santo! 

Él desea entrar para darnos sus Dones, es el Gran Consolador, Intercesor y Luz y se convierte en el dulce huésped del alma y nos llena de paz y de sabiduría. Lo necesitamos porque El es el fruto del Amor de Dios. 

Es un beneficio inmenso que nos consagremos al Espíritu Santo, en estos tiempos tan difíciles, con la falta de fe, robos, situación económica difícil, levantamientos, pero también desesperanza y desilusión en nuestros corazones 

Vamos a tener la ayuda amadísima del Espíritu Santo y de rodillas ante Dios, todos los días pidamos su ayuda y protección con esta oración, que es para todos los países: 





CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO 

"Espíritu Santo, te consagramos nuestra patria. Intercede por quienes vivimos en ella. 
No nos dejes perdernos por caminos sin Dios, reoriéntanos al gozo de la fe y la verdad. 

Espíritu de paz, perdón y misericordia, líbranos de la violencia y la discordia y enséñanos a hablar las lenguas siempre nuevas de la fraternidad. 

Espíritu de alegría, consuelo y fortaleza, sánanos del desánimo, el miedo y la tristeza. 

Espíritu de generosidad y de justicia, apártanos del egoísmo y de la avaricia, inspíranos acciones para crear condiciones que permitan a todos vivir con dignidad. 

Tu eres fuente de la vida, rescátanos de la cultura de la muerte, fecúndanos con tus dones, tus frutos y carísmas. 

Ilumina nuestra tierra, renueva las naciones, ven como en Pentecostés e incendia con tu fuego de amor los corazones. AMÉN. 

Y quiero pedirte también por todos los sacerdotes, ya que mañana celebramos Nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote. Que cada vez se esfuercen más en dar con el ejemplo de sus vidas ánimo y valor a los fieles, a todos los que componemos el gran ejército de la Santa Madre, la Iglesia Católica. 

Te pedimos por ellos, Señor, mándales tu fuerza, tu paz, y fortaleza en los momentos difíciles. 

PADRE MÍO...


EL EVANGELIO DE HOY: MIÉRCOLES 11 DE JUNIO DEL 2014

Autor: Buenaventura Acero | Fuente: Catholic.net
Jesús ante la Ley antigua
Mateo 5, 17-19. Tiempo Ordinario. No basta cumplir con reglas para estar cerca de Dios, hay que amarlo.
 
Jesús ante la Ley antigua
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19 


«No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley. Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos. 

Oración introductoria

Dios mío, me postro ante Ti en esta oración, quiero escucharte y ser dócil a tus inspiraciones, porque sólo Tú podrás dar plenitud a mi vida.

Petición

Señor, dame la gracia para que nunca contradiga tus mandamientos, concédeme ser un auténtico seguidor y testigo de tu amor.

Meditación del Papa Francisco

Esta ley es sagrada porque conducía al pueblo a Dios. Por lo tanto, no se puede tocar. Había quien decía que Jesús cambiaba esta ley. Él, en cambio, buscaba hacer entender que se trataba de un camino que conduciría al crecimiento, es más, a la plena madurez de esa ley. Y decía: Yo vengo a dar cumplimiento. Así como el brote que “despunta” y nace la flor, así es la continuidad de la ley hacia su madurez. Y Jesús es la expresión de la madurez de la ley.
El papel del Espíritu Santo en la transmisión de esta ley. Pablo dice que esta ley del Espíritu la tenemos por medio de Jesucristo, porque no somos capaces de pensar algo como procedente de nosotros; nuestra capacidad viene de Dios. Y la ley que Dios nos da es una ley madura, la ley del amor, porque hemos llegado a la última hora. El apóstol Juan dice a su comunidad: Hermanos, hemos llegado a la última hora. A la hora del cumplimiento de la ley. Es la ley del Espíritu, la que nos hace libres… (Cf. S.S. Francisco, 12 de junio de 2013, homilía en Santa Marta).

Reflexión

Toda esa tremenda legislación se convirtió en una carga demasiado pesada. Los mismos judíos experimentan esta casi insuperable dificultad. Ser un hombre perfecto, como Dios lo quiere, sin estar unido verdaderamente a Dios desde el interior, es una tarea imposible.

Los actos externos, el culto, los ritos y todos los sacrificios, no pueden todo unido llegar al valor de un simple acto de contricción, de una simple y sencilla oración que nace del corazón y que diga: "Señor, ten piedad de mi, porque soy un pecador... un corazón contrito y humillado tú, Oh Dios, no lo desprecias", dice el salmo. Cuántos se habían olvidado de esto en aquellos tiempos, y cuántos hoy pensamos que para tranquilizar la conciencia basta un acto externo, una limosna, o ni siquiera eso... Hemos adaptado tanto a nuestro antojo la ley de Dios que su contenido casi ha desaparecido o nos contentamos con "decir algo a Dios de vez en cuando"...

El camino de una verdadera conversión interior, es el de un leal esfuerzo por interiorizar nuestra experiencia y relación con Él, pero sin dejar de aprovechar las riquezas espirituales de la Iglesia, sobre todo a través de los sacramentos. Ahí encontraremos al Señor siempre que le busquemos. Su espíritu está ahí presente y actúa por encima de las instituciones y de las personas... Yo estaré con vosotros hasta el final del mundo...

Propósito

Cumplir siempre las leyes civiles y de la Iglesia y reflexionar en qué sentido me lleva a vivir más plenamente el amor.

Diálogo con Cristo

Señor, erróneamente existe la tendencia de pensar que así como el agua y el aceite no se mezclan, tampoco lo hacen tus mandamientos y la felicidad. Por eso, con diligencia voy adormilando mi conciencia, y sutilmente hago a un lado todo lo que implique renuncia, esfuerzo, sacrificio. Gracias por recordarme que me ofreces tu gracia y amor para ser fiel siempre a tu ley, que tiene como fundamento el amor. 

martes, 10 de junio de 2014

REFLEXIONES DIARIAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS: MARTES 10 DE JUNIO




JUNIO, MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Una reflexión para cada día del mes de junio.


Oración introductoria de cada día

Corazón amantísimo de Jesús digno de todo amor y de toda mi adoración; movido por el deseo de reparar y de lavar las ofensas graves y numerosas hechas contra ti, y para evitar que yo mismo me manche de la culpa ingrato, te ofrezco y te consagro enteramente mi corazón, mis afectos, mi trabajo y todo mi ser.

Por cuanto son pobres mis méritos, ¡oh Jesús!, te ofrezco mis oraciones, mis actos de penitencia, de humildad, de obediencia y de las demás virtudes que practicaré hoy y durante mi vida entera hasta el último suspiro.

Propongo hacer todo por tu gloria, por tu amor y para consolar a tu Corazón. Te suplico aceptes mi humilde ofrecimiento por las manos purísimas de tu Madre y Madre mía María.

Dispón de mí y de mis cosas,Señor, según el beneplácito de tu Corazón. Amén.



P. León Dehón




10.-LA MURMURACIÓN

Toma la vida de Jesús y léela a fondo: no verás en Él una palabra de murmuración. El Sagrado Corazón es siempre Él mismo: tiene una palabra dulce para los justos y los pecadores, una palabra de ternura para sus traidores, una palabra de perdón para los que le crucifican. Sobre todos extiende el manto benigno de la caridad. Por eso odia tanto la murmuración y establece una regla especial: "No juzguéis y no seréis juzgados", dice.

En la medida con la que juzguéis a los otros, seréis juzgados. ¿Por qué ves la mota en el ojo de tu hermano y no ves la viga en el tuyo?

BONDAD




Bondad
Enviado por: Idalia López


La bondad perfecciona a la persona porque sabe dar y darse sin temor a verse defraudado, transmitiendo aliento y entusiasmo a quienes lo rodean.

En ocasiones el concepto de bondad es confundido con el de debilidad. A nadie le gusta ser "el buenito" de la oficina, de quien todo el mundo se aprovecha. Bondad es exactamente lo contrario, es la fortaleza que tiene quien sabe controlar su carácter, sus pasiones y sus arranques para convertirlos en mansedumbre.

La bondad es una inclinación natural a hacer el bien, con una profunda comprensión de las personas y sus necesidades, siempre paciente y con ánimo equilibrado. Este valor, por consiguiente, desarrolla en cada persona la disposición para agradar y complacer en justa medida a todas las personas y en todo momento.

¿En qué momentos nos alejamos de una actitud bondadosa? Es muy sencillo apreciarlo en las actitudes agresivas que se adoptan con los malos modales y la manera de hablar, a veces con palabras altisonantes, con la razón de nuestra parte o sin ella; la indiferencia que manifestamos ante las preocupaciones o inquietudes que tienen los demás, juzgándolas de poca importancia o como producto de la falta de entendimiento y habilidad para resolver problemas. ¡Qué equivocados estamos al considerarnos superiores! Al hacerlo, nos convertimos en seres realmente incapaces de escuchar con interés y tratar con amabilidad a todos los que acuden a nosotros buscando un consejo o una solución.

Equivocadamente, nuestro ego puede regocijarse cuando alguien comete un error a pesar de las advertencias, casi saboreando aquellas palabras de: "no quiero decir te lo dije, pero... te lo dije", y nos empeñamos en poner "el dedo en la llaga", insistiendo en demostrar lo sabios que son nuestros consejos; seguramente todo esto sale sobrando, pues la persona ya tiene suficiente con haber reconocido su error y quizá en ese momento esta afrontando las consecuencias.

La bondad no se detiene a buscar las causas, sino a comprender las circunstancias que han puesto a la persona en la situación actual, sin esperar explicaciones ni justificación y en procurar el encontrar los medios para que no ocurra nuevamente. La bondad tiene tendencia a ver lo bueno de los demás, no por haberlo comprobado, sino porque evita enjuiciar las actitudes de los demás bajo su punto de vista, además de ser capaz de "sentir" de alguna manera lo que otros sienten, haciéndose solidario al ofrecer soluciones .

Una persona con el ánimo de "exaltar" su bondad, puede subrayar constantemente "lo bueno que ha sido", "todo lo que ha hecho por su familia", "cuánto se ha preocupado por los demás" y eso por supuesto no es bondad. La bondad es generosa y no espera nada a cambio. No necesitamos hacer propaganda de nuestra bondad, porque entonces pierde su valor y su esencia. El hacernos pasar por incomprendidos a costa de mostrar lo malos e injustos que son los demás, denota un gran egoísmo. La bondad no tiene medida, es desinteresada, por lo que jamás espera retribución. Podemos añadir que nuestro actuar debe ir acompañado de un verdadero deseo de servir, evitando hacer las cosas para quedar bien... para que se hable bien de nosotros.

El ser bondadoso tampoco equivale a ser blando, condescendiente con la injusticia, o indiferente ante lo que esta bien o esta mal en las actitudes y palabras de quienes nos rodean, por el contrario, sigue siendo enérgico y exigente, sin dejar de ser comprensivo y amable. Del mismo modo, jamás responde con insultos y desprecio ante quienes así lo tratan, por el dominio que tiene sobre su persona, procura comportarse educadamente a pesar del ambiente adverso.

La bondad, como hemos visto, va más allá que un simple ofrecimiento de cosas materiales en condiciones precarias, para fomentar este valor en nuestra vida podemos considerar que debemos:

- Sonreír siempre
- Evitar ser pesimistas: ver lo bueno y positivo de las personas y circunstancias
- Tratar a los demás como quisiéramos que nos trataran: con amabilidad, educación y respeto.
- Corresponder a la confianza y buena fe que se deposita en nosotros.
- Ante la necesidad de llamar fuertemente la atención (a los hijos, un subalterno, etc.), hacer a un lado el disgusto, la molestia y el deseo de hacer sentir mal al interesado: buscar con nuestra actitud su mejora y aprendizaje.
- Visitar a nuestros amigos: especialmente a los que están enfermos, los que sufren un fracaso económico o aquellos que se ven afectados en sus relaciones familiares.
- Procurar dar ayuda a los menesterosos, sea con trabajo o económicamente.
- Servir desinteresadamente.

El valor de la bondad perfecciona a la persona que lo posee porque sus palabras están cargadas de aliento y entusiasmo, facilitando la comunicación amable y sencilla; sabe dar y darse sin temor a verse defraudado; y sobre todo, tiene la capacidad de comprender y ayudar a los demás olvidándose de sí mismo.

BAJO SUS ALAS



Bajo sus alas


La revista, "National Geographic", publicó hace unos años un artículo sobre algo que ocurrió después de un incendio en el Parque Nacional Yellowstone de los Estados Unidos.

Una vez sofocado el fuego, empezó la labor de evaluación de daños. Caminando por el parque, un guardabosques encontró un ave calcinada al pie de un árbol en una posición bastante extraña. No parecía que hubiese muerto mientras huía o atrapada por el fuego. Simplemente, estaba con las alas cerradas alrededor de su cuerpo.

Cuando el asombrado guardabosques la golpeó suavemente con una vara, tres pequeños polluelos vivos emergieron debajo de las alas carbonizadas de su madre.

El ave, sabiendo que sus hijos no podrías escapar del fuego, no los abandonó. Tampoco se quedó con ellos en el nido sobre el árbol donde el humo sube y el calor se acumula. Los llevó, tal vez uno a uno, a la base del árbol.

PODEMOS IMAGINAR ESA ESCENA:

EL FUEGO RODEÁNDOLO TODO. LOS POLLUELOS ASUSTADOS Y LA MADRE MUY DELICADA, COMO DICIÉNDOLES: 

"NO TEMAN, VENGAN CONMIGO, NADA LES PASARÁ". 

Tan seguros estaban ahí tocando sus plumas, que ni siquiera habían intentado salir del refugio materno horas después de apagado el incendio.

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS: MARTES 10 DE JUNIO


Nardo del 10 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, modelo de virtudes sos!

Meditación: Jesús, que desde pequeño fuiste perfecto, que corrías y cantabas dando al mundo esperanza, pues ya se acercaba la Primera Santa Pascua. La Luz del Sol se ocultaba en Tu interior, cubierta con pétalos de humildad y obediencia al Creador. ¿Por qué no entendemos los hombres que tenemos que imitarte, que es un honor llevar Tu imagen, y que debemos dejarnos modelar por Tus Benditas Manos de Carpintero, para llegar a ser a semejanza de Nuestro Maestro?. ¡Qué honor el nuestro!. Pero qué bajo que caemos, pues cuan pocos son los que quieren ser como Cristo, Nuestro Rey Divino. Cambiemos nuestro pobre corazón por Su Sagrado Corazón, sabiendo que recibiremos todos los gozos, pues así el Señor habitará en nosotros, y tendremos la dicha de participar en la Santa Llaga, pues la humanidad hoy le clava nuevamente en Su Sagrado Corazón la lanza.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Leamos la Santa Palabra para conocer más profundamente cómo es Nuestro Señor, y así llegar a ser Su imitación.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

INTENCIONES PAPALES - JUNIO 2014


INTENCIONES PAPALES – JUNIO 2014

La intención universal del apostolado de la oración del Santo Padre para el mes de Junio de 2014 es “para que los desempleados reciban el apoyo y el trabajo que necesitan para vivir con dignidad”.

Mientras que la intención evangelizadora del Papa es “para que Europa reencuentre sus raíces cristianas a través del testimonio de fe de los creyentes”.


CRISTO NOS INVITA ... DESDE LA MONTAÑA



Autor: P. José Luis Richard | Fuente: Catholic.net
Cristo nos invita... desde la montaña.
Si quieres ser feliz, siembra hoy para cosechar mañana; lucha hoy, para triunfar en el futuro; sacrifícate ahora para recibir los frutos después.

Cristo nos invita... desde la montaña.
En el Sermón de la Montaña, Cristo desborda su corazón, revela los misterios del Reino. Nos da a conocer la sabiduría de Dios y la clave de la felicidad: sembrar con paciencia para recoger los frutos llegado el tiempo, pagar el precio justo. 

Es impresionante cómo ha ido cambiando nuestro mundo y con qué rapidez. Para los hombres de hace medio siglo, sería una verdadera fantasía el pensar en la informática, tan avanzada y al alcance de todos. Nuestros bisabuelos nunca se imaginaron los nuevos artefactos de guerra tan sofisticados, tan precisos. Jamás soñaron con nuestros medios de transporte tan seguros y veloces... 

Los hombres de hace cincuenta o sesenta años sabían que si alguien quería una buena cosecha, tendría que trabajar muy duro durante todo el otoño y pasarse la primavera escardando sus campos. El alfarero, el zapatero, el herrero, todos ellos tenían muy bien sabido que si querían producir más, les hacían falta más horas de trabajo, más mano de obra... 

Nosotros, con nuestra tecnología, nos hemos acostumbrado a lo automático, a lo fácil, lo cómodo. A encender la televisión desde la cama con un botón, a abrir la puerta de casa desde el coche, a viajar cómodamente con la visa... pagando después. 

A la gente de nuestra época se le atrae así. Si quieren vendernos algo, que sea rápidamente y sin complicaciones. 

Si algo ha de producirnos comodidad, alegría, felicidad, placer, tiene que ser al instante, sin tardar. Si se oprime el botón, es para que el trabajo quede listo en un momento. No queremos trabajos sin frutos inmediatos. Queremos la mayor cantidad de bienes con el menor esfuerzo. Es la moda. 

Y sin embargo, Cristo, desde la montaña, usa un vocabulario completamente opuesto: Si quieres ser feliz, siembra hoy para cosechar mañana; lucha hoy, para triunfar en el futuro; sacrifícate ahora para recibir los frutos después. 

Cristo nos propone abandonarnos a nosotros mismos para seguir su Evangelio. No consentir a las pasiones. No ser tan delicados. Aguantar y ser firmes ante el sufrimiento. Ser generosos y aceptar el dolor por amor a Él, como un medio seguro para conseguir la ansiada felicidad. El Reino de los cielos no se consigue con palancas y botones sino con sacrificio y amor a Cristo. 

Nuestra misma sociedad puede explicarnos muy bien lo que Cristo nos invita a hacer desde la montaña. La vida actualmente es muy cara, muy difícil. Hay que pagar por todo. Nada se regala. También nuestra felicidad tiene un precio: pisar las mismas huellas de Cristo. Aunque más de una vez nuestros pies sangren. 

Señor, quiero desde hoy trabajar con paciencia y generosidad, sembrar sin prisas, para alcanzar con mi sacrificio la verdadera felicidad. 

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 10 DE JUNIO DEL 2014

Autor: Luis Felipe Nájar | Fuente: Catholic.net
Ustedes son la luz del mundo
Mateo 5, 13-16. Tiempo Ordinario. El que lleva la luz de la fe no puede ir con la cabeza agachada.
 
Ustedes son la luz del mundo
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 13-16

«Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Oración introductoria

Dios mío, me has llamado a la santidad. Ilumina mi mente y mi corazón en esta oración para descubrir dónde se encuentra la verdadera felicidad, sólo ésta quiero desear y no las burdas imitaciones que me ofrece el mundo.

Petición

Señor, te pido que deje entrar tu luz a mi conciencia para ser sal que ilumine y dé sabor a la vida de los demás.

Meditación del Papa Francisco

¿Qué es la sal en la vida de un cristiano, cuál es la sal que nos dio Jesús? La sal que nos da el Señor es la sal de la fe, de la esperanza y de la caridad. Pero hay que tener cuidado de que esta sal, que hemos recibido de la certeza de que Jesús murió y resucitó para salvarnos, no pierda su sabor, que no pierda su fuerza. Esta sal no es para conservarla, porque si la sal se conserva en un frasco no consigue nada, no sirve.
La sal tiene sentido cuando se da para condimentar las cosas. También creo que la sal guardada en un frasco, con la humedad, pierde fuerza y no sirve. La sal que hemos recibido es para darla, es para condimentar, está para ofrecerla. Lo contrario la vuelve insípida y no sirve. Debemos pedirle al Señor no ser cristianos con sal pero sin sabor, con sal guardada en un frasco. Pero la sal también tiene otra característica especial: cuando la sal se utiliza bien, no se siente el sabor de la sal... ¡No se siente! Se siente el sabor de cada comida: la sal ayuda a que el sabor de aquella comida sea mejor, se conserve más, sea más buena, más sabrosa. ¡Esta es la originalidad cristiana!
Cuando predicamos la fe, con esta sal, los que reciben el anuncio, lo reciben a su manera, como para las comidas. Y así, cada uno, con sus propias peculiaridades, recibe la sal y esta se vuelve mejor» (S.S. Francisco, 23 de mayo de 2013, homilía en Santa Marta). .

Reflexión

¡Cuántas veces ponemos sal a los alimentos para darles más sabor! Jesucristo usa los hechos de la vida común para darnos una enseñanza. En esta ocasión, Jesús habla con comparaciones a sus seguidores. Los compara con la sal y con la luz.

Ser sal es dar sabor, es cambiar el gusto a las cosas que normalmente pasan o que no podemos evitar, como el dolor físico o moral. Cosas que a veces hasta nos hunden en un vacío de amargura tan desabrido como la sal que ha perdido su sabor. Darle sabor a la vida es cambiar el vinagre en vino dulce.

Cuando el sufrimiento nos aflige debemos ponerle un poco de esa sal que cambia ese mal rato en algo mejor. La sal es el amor. Sólo el amor tiene las cualidades de la sal que da sabor a nuestras angustias más íntimas. El amor pone sabor a todo. Amor que es la característica del cristiano. Amor que se traduce en caridad, perdón, servicialidad con mi prójimo.

La luz y la oscuridad nunca se juntan, es imposible unir el día con la noche. Debemos ser para los demás, alzándonos del polvo de la tierra que son la concupiscencia de la carne y la soberbia del espíritu. Debemos levantar la antorcha de luz, nuestra fe. Sin miedo, orgullosos de ser cristianos. El que lleva la luz de la fe no puede ir con la cabeza agachada, sino con una sonrisa en el rostro. La alegría de ser sal y ser luz para el mundo está en Cristo que murió y resucitó por cada uno de nosotros.

Propósito

Ser el primero en disculparme u ofrecer una solución en alguna discusión que se presente.

Diálogo con Cristo

Jesús, me llamas a ser la sal y la luz para los demás, esto implica que mi testimonio de vida, palabras y acciones deben ser un reflejo de tu amor, de tu misericordia infinita. Tu gracia es la fuente para la felicidad. Ayúdame, Señor, a guiarme en todo por el Espíritu Santo, para que Él sea quien edifique, en mí, al auténtico testigo de tu amor.


La gente que ama mucho sonríe fácilmente, porque la sonrisa es, ante todo, una gran fidelidad a sí mismo. Y atención porque se habla de sonrisa y no de risa. "Mayor felicidad hay en dar que en recibir" (Hch 20, 35). 

lunes, 9 de junio de 2014

REFLEXIONES DIARIAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS: 9 DE JUNIO




JUNIO, MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Una reflexión para cada día del mes de junio.


Oración introductoria de cada día

Corazón amantísimo de Jesús digno de todo amor y de toda mi adoración; movido por el deseo de reparar y de lavar las ofensas graves y numerosas hechas contra ti, y para evitar que yo mismo me manche de la culpa ingrato, te ofrezco y te consagro enteramente mi corazón, mis afectos, mi trabajo y todo mi ser.

Por cuanto son pobres mis méritos, ¡oh Jesús!, te ofrezco mis oraciones, mis actos de penitencia, de humildad, de obediencia y de las demás virtudes que practicaré hoy y durante mi vida entera hasta el último suspiro.

Propongo hacer todo por tu gloria, por tu amor y para consolar a tu Corazón. Te suplico aceptes mi humilde ofrecimiento por las manos purísimas de tu Madre y Madre mía María.

Dispón de mí y de mis cosas,Señor, según el beneplácito de tu Corazón. Amén.



P. León Dehón


9. -EL PECADO VENIAL

En el tribunal de Anás, Jesús recibe una bofetada de un siervo y en la humildad de su Corazón exclama: El pecado venial deliberado es una bofetada a Jesús; no lo pone en la cruz como el pecado mortal, pero es siempre un agravio, una injusticia, una ofensa.


¿Qué diríamos de un criado que obedeciese los mandatos del amo, pero despreciase sus deseos y sus consejos? ¿Qué diríamos de un hijo que diese una bofetada a su madre? Nosotros hacemos algo peor con Jesús cuando cometemos el pecado venial.

DAR...



Dar


Hay quienes dan como dan las piedras, sólo cuando se les parten.

Hay quienes dan como las esponjas, sólo cuando se les estrujan.

Hay quienes dan como el panal de miel, que reboza y da como si esa fuese su tarea.

Hay quienes dan por obligación y le quitan a la dádiva el gozo de la comprensión y la ternura.

Hay quienes dan con quejas y protestas, quitándole al don la melodía de amor que le pueden hacer inmortal.

Hay quienes dan con indiferencia como si su dádiva y aquella a la que ella va dirigida no valiera nada, creando barreras en vez de tender puentes.

Hay quienes tratan de dar como da Dios, con amor, con misericordia, con fe, "enviando sol sobre buenos y malos y su lluvia sobre justos e injustos".

Estos son los únicos que pueden comprender que "más bienaventurado es dar que recibir"

¿Cómo das tú?

MADUREZ



Madurez
Autor: Ann Landers


Madurez es la habilidad de controlar la ira y resolver
las discrepancias sin violencia o destrucción.

Madurez es paciencia. Es la voluntad de posponer el
abrazo inmediato en favor de un beneficio de largo
plazo.

Madurez es perseverancia, es la habilidad de sacar
adelante un proyecto o una situación a pesar de fuerte
oposición y retrocesos decepcionantes.

Madurez es la capacidad de encarar disgustos y
frustraciones, incomodidades y derrotas, sin queja ni
abatimiento.

Madurez es humildad. Es ser suficientemente grande
para decir "me equivoque". Y cuando se esta en lo
correcto la persona madura no necesita experimentar la
satisfacción de decir "Te lo dije".

Madurez es la capacidad de tomar una decisión y
sostenerla. Los inmaduros pasan sus vidas explorando
posibilidades para al fin no hacer nada.

Madurez significa confiabilidad, mantener la propia
palabra, superar la crisis. Los inmaduros son
maestros de la excusa. Son los confusos y
desorganizados. Sus vidas son una confusión de
promesas rotas, amigos perdidos, negocios sin terminar
y buenas intenciones que nunca se convierten en
realidad.

Madurez es el arte de vivir en paz con lo que no se
puede cambiar.

LAS VIRTUDES DE LA VIRGEN MARÍA


Las Virtudes de la Virgen María
Obediencia de María

San Alfonso María de Ligorio

Por el amor que María tenía a la virtud de la obediencia, cuando recibió la Anunciación del ángel san Gabriel no quiso llamarse con otro nombre más que con el de esclava: "He aquí la esclava del Señor". Sí, dice santo Tomás de Villanueva, porque esta esclava fiel ni en obras ni en pensamiento contradijo jamás al Señor, sino que, desprendida de su voluntad propia, siempre y en todo vivió obediente al divino querer. Ella misma declaró que Dios se había complacido en esta su obediencia cuando dijo: "Miró la humildad de su esclava" (Lc 1,48), pues la humildad de una sierva se manifiesta en estar pronta a obedecer. Dice san Agustín que la Madre de Dios, con su obediencia, remedió el daño que hizo Eva con su desobediencia. La obediencia de María fue mucho más perfecta que la de todos los demás santos, porque todos ellos, estando inclinados al mal por la culpa original, tienen dificultad para obrar el bien, pero no así la Virgen. Escribe san Bernardino: María, porque fue inmune al pecado original, no tenía impedimentos para obedecer a Dios, sino que fue como una rueda que giraba con prontitud ante cualquier inspiración divina. De modo que, como dice el mismo santo, siempre estaba contemplando la voluntad de Dios para ejecutarla. El alma de María era, como oro derretido, pronta a recibir la forma que el Señor quisiera.

Bien demostró Maria lo pronto de su obediencia cuando por agradar a Dios quiso obedecer hasta al emperador romano, emprendiendo el viaje a Belén estando en estado y en pobreza, de modo que se vio constreñida a dar a luz en un establo. También, ante el aviso de san José, al punto, la misma noche, se puso en camino hacia Egipto, en un viaje largo y difícil. Pregunta Silveira: ¿Por qué se reveló a José que había que huir a Egipto y no a la Virgen que había de experimentar en el viaje más trabajos? Y responde: Para darle ocasión de ejercitar la obediencia, para la cual estaba muy preparada. Pero, sobre todo, demostró su obediencia heroica cuando por obedecer a la divina voluntad consintió la muerte de su Hijo con tanta constancia. Por eso, a lo que dijo una mujer en el Evangelio: "Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron", Jesús respondió: "Más bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la cumplen" (Lc 11,28). En consecuencia, conforme a Beda el Venerable, María fue más feliz por la obediencia al querer de Dios que por haber sido hecha la Madre del mismo Dios.

Por esto agradan muchísimo a la Virgen los amantes de la obediencia. Se cuenta que se le apareció la Virgen a un religioso franciscano llamado Accorso cuando estaba en la celda, pero en ese instante fue llamado para confesar a un enfermo y se fue. Mas al volver encontró que María lo estaba esperando, alabándole mucho su obediencia. Como, al contrario, reprendió a un religioso que después de tocar la campana se quedó completando ciertas devociones.

Hablando la Virgen a santa Brígida de la seguridad que da el obedecer al padre espiritual, le dijo: La obediencia es la que introduce a todos en la gloria. Porque, decía san Felipe Neri, que Dios no nos pide cuenta de lo realizado por obedecer, habiendo dicho él mismo: "El que a vosotros oye, a mí me oye; el que a vosotros desprecia, a mí me desprecia" (Lc 10,16). Reveló también la Madre de Dios a santa Brígida que ella, por los méritos de su obediencia, obtuvo del Señor que todos los pecadores que a ella se encomiendan sean perdonados.

Reina y Madre nuestra, ruega a Jesús por nosotros, consíguenos por los méritos de tu obediencia ser fieles en obedecer a su voluntad y las órdenes del director espiritual. Amén.


DIOS ME BUSCA SIN DESCANSO


Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
Dios me busca sin descanso
También hoy, en medio de mis prisas y mis miedos, entre mis distracciones y trabajos.



Me sorprendes continuamente con tu espera. No entiendo por qué me buscas sin descanso. ¿Qué ganas con mi amor pequeño y frágil? ¿Qué conquistas cuando pienso en Ti y dejo mi egoísmo? 

No te entiendo, Dios mío. Tu Amor es infatigable. No lo merezco, pero ahí sigue. A veces te olvido, pero Tú no dejas de buscarme. 

Me lo han dicho tantas veces: soy hijo tuyo. Pero un hijo pecador, un hijo infiel, un hijo ingrato. ¿Por qué, entonces, insistes? ¿Por qué no me dejas a un lado para atender a otro que sí Te escuche y Te ame? 

Lo sé: el amor es como un torrente incontenible. Nada puede destruirlo. Y Tú eres Amor: Amor divino, infinito, fiel, incansable, misericordioso. 

Por eso sigues tras mis huellas. Por eso me buscas si he pecado. Por eso me recoges si estoy caído. Por eso me arropas cuando el frío del mundo envuelve mi alma. 

Me sorprende tanto amor, tanta paciencia, tanta ternura. Pero no puedo cambiarte, mientras que Tú anhelas que yo cambie. 

¿De verdad crees que puedo abandonar el pecado, romper con mi pasado, dejar atrás pasiones dañinas, perdonar y pedir perdón? ¿Crees que mi alma llegará un día a brillar de esperanza y me dejaré purificar con la Sangre que derramó Tu Hijo en el Calvario? 

Dios, me buscas siempre. También hoy, en medio de mis prisas y mis miedos, entre mis distracciones y trabajos. Estás en lo más dentro de mi alma (me lo recuerda tu amigo Agustín de Hipona), como un Enamorado bueno que sólo encontrará alegría cuando el hijo lo mire y se deje abrazar. 

Sólo entonces podré iniciar, contigo, una vida nueva, bella; una vida que inicia en este mundo inquieto y sigue, para siempre, en el encuentro eterno de los cielos. 

LAS BIENAVENTURANZAS



LAS BIENAVENTURANZAS 


Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Bienaventurados los mansos , porque ellos posseerán en herencia la tierra.

Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.

REFLEXIÓN SOBRE LAS BIENAVENTURANZAS



REFLEXIÓN SOBRE LAS BIENAVENTURANZAS 

De entre todas las virtudes posibles, Dios eligió estas para ti. Seguramente son las más difíciles, pero también son las que te harán feliz. ¿Acaso la felicidad es fácil? Pero, ¿por qué éstas y no otras? Muy sencillo. Imagina estas "otras bienaventuranzas": 

Bienaventurados los ricos, porque tendrán poder para abusar de los demás. 

Bienaventurados los orgullosos, los rebeldes, los que protestan y no siguen ninguna norma porque sabrán odiar cuando les contradigan. 

Bienaventurados los que ríen a carcajadas, porque no les importará el sufrimiento de los demás y podrán disimular su propia amargura interior. 

Bienaventurados los airados y resentidos, los que no tienen misericordia, porque no conocerán lo que es el perdón. 

Bienaventurados los que se lo pasan bien, los que disfrutan a costa de lo que sea, porque ya no tendrán nada que gozar en el cielo. 

Bienaventurados los que siembran revoluciones y guerras, porque ellas se volverán en su contra. 

Bienaventurados seréis cuando os alaben, porque seréis esclavos de vuestra propia vanidad. 

Así, pues, Jesucristo eligió el "Bien Eterno" y nos dio ejemplo viviendo las Bienaventuranzas. 

Podemos decir en pocas palabras: ¿Qué nos enseña Cristo? ¿Qué nos pide y qué nos da? La respuesta es clara y sencilla: nos muestra el camino hacia la felicidad, hacia la plenitud, hacia el amor. Son cosas que todos queremos, pero también son cosas que no todos conseguimos. 

¿Y cómo se logra? Relee el evangelio. Mira si eres pobre, o si estás todo el día apegado a tus grandes o tus pequeñas cosas. Mira si eres manso, si sabes responder con paciencia ante los insultos o agresiones de los demás. Mira si eres de los que lloran y sufren por los demás, si haces tuyos los sufrimientos de todos. Mira si trabajas por la paz, si siembras armonía en casa, con los amigos, con las personas que encuentras en la calle. Mira si te persiguen porque eres honesto, porque no haces trampas como todos, porque no calumnias, porque das a cada uno según una medida justa. 

Ese es el camino de los profetas, de los santos, de los mártires. Sólo estaré seguro de que lo sigo si "me duele". Y sólo me pondré a caminar si Cristo me da su fuerza y su amor. Sin Cristo las bienaventuranzas son una locura, son un fracaso, son una derrota. Con Cristo hay alegría incluso en los momentos más difíciles de la vida. Basta con ver a los santos, envidiarlos... y no tener miedo de seguir sus huellas, según las bienaventuranzas de Cristo. 

EL PENSAMIENTO DEL DÍA

EL PENSAMIENTO DEL DÍA

Dichoso el hombre que ha encontrado la sabiduría y el hombre que alcanza la prudencia; más vale su ganancia que la ganancia de la plata, su renta es mayor que la del oro.

 Pr 3, 13-14.


NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS: LUNES 9 DE JUNIO


Nardo del 9 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, fuente inagotable de amor!

Meditación: Jesús tanto nos amó que no sólo hasta Su última gota de Sangre derramó, obedeciendo la Voluntad del Padre que lo envió, sino que también desde la Cruz nos dejó a Su Santísima Madre, a la más Bella Mujer que jamás existiría, para que sea nuestra guía. En Pentecostés, Ella, confirmando su apostolado, está reunida con los discípulos esperando la venida del Paráclito, cumpliendo así con lo señalado por su Divino Hijo. Así la Criatura más Perfecta, la Inmaculada, la Llena de Gracia, se convierte en Madre de la Iglesia, participando del misterio de la Corredención. Ella ve con dolor y con amor todas las asechanzas, tropiezos y persecuciones que el enemigo prepara frente a nosotros, interponiéndose para nuestra protección como la Mujer Vestida de Sol, y señalando el camino del regreso de Cristo.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Recemos el Rosario a la Santísima Virgen, para que sea nuestra protectora y nuestra guía.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 9 DE JUNIO DEL 2014

Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
Las Bienaventuranzas
Mateo 5, 1-12. Tiempo Ordinario. Mira si eres pobre, o si estás apegado a tus grandes o pequeñas cosas.
Las Bienaventuranzas
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 1-12

Viendo la muchedumbre, Jesús subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.

Oración introductoria

Señor, gracias por indicarme tan claramente el camino para poder alcanzar la dicha, la alegría que me hará saltar de contento por toda la eternidad. Guía mi oración para que este día esté orientando hacia mi meta final.

Petición

Dios mío, que las bienaventuranzas sean mi criterio de vida, mi forma de pensar y de comportarme.

Meditación del Papa Francisco

La Cruz sigue siendo escándalo, pero es el único camino seguro: el de la Cruz, el de Jesús, la encarnación de Jesús. Por favor, no licuen la fe en Jesucristo. Hay licuado de naranja, hay licuado de manzana, hay licuado de banana, pero, por favor, no tomen licuado de fe. La fe es entera, no se licua. Es la fe en Jesús. Es la fe en el Hijo de Dios hecho hombre, que me amó y murió por mí.
Entonces: Hagan lío; cuiden los extremos del pueblo, que son los ancianos y los jóvenes; no se dejen excluir, y que no excluyan a los ancianos. Segundo: no licuen la fe en Jesucristo. Las bienaventuranzas. ¿Qué tenemos que hacer, Padre? Mira, lee las bienaventuranzas que te van a venir bien. Y si quieres saber qué cosa práctica tienes que hacer, lee Mateo 25, que es el protocolo con el cual nos van a juzgar. Con esas dos cosas tienen el programa de acción: Las bienaventuranzas y Mateo 25. No necesitan leer otra cosa. Se lo pido de corazón.(S.S. Francisco, 25 de julio de 2013). .

Reflexión

De entre todas las virtudes posibles, Dios eligió estas para ti. Seguramente son las más difíciles, pero también son las que te harán feliz. ¿Acaso la felicidad es fácil? Pero, ¿por qué éstas y no otras? Muy sencillo. Imagina estas "otras bienaventuranzas":

Bienaventurados los ricos, porque tendrán poder para abusar de los demás.

Bienaventurados los orgullosos, los rebeldes, los que protestan y no siguen ninguna norma porque sabrán odiar cuando les contradigan.

Bienaventurados los que ríen a carcajadas, porque no les importará el sufrimiento de los demás y podrán disimular su propia amargura interior.

Bienaventurados los airados y resentidos, los que no tienen misericordia, porque no conocerán lo que es el perdón.

Bienaventurados los que se lo pasan bien, los que disfrutan a costa de lo que sea, porque ya no tendrán nada que gozar en el cielo.

Bienaventurados los que siembran revoluciones y guerras, porque ellas se volverán en su contra.

Bienaventurados seréis cuando os alaben, porque seréis esclavos de vuestra propia vanidad.

Así, pues, Jesucristo eligió el "Bien Eterno" y nos dio ejemplo viviendo las Bienaventuranzas.

Podemos decir en pocas palabras: ¿Qué nos enseña Cristo? ¿Qué nos pide y qué nos da? La respuesta es clara y sencilla: nos muestra el camino hacia la felicidad, hacia la plenitud, hacia el amor. Son cosas que todos queremos, pero también son cosas que no todos conseguimos.

¿Y cómo se logra? Relee el evangelio. Mira si eres pobre, o si estás todo el día apegado a tus grandes o tus pequeñas cosas. Mira si eres manso, si sabes responder con paciencia ante los insultos o agresiones de los demás. Mira si eres de los que lloran y sufren por los demás, si haces tuyos los sufrimientos de todos. Mira si trabajas por la paz, si siembras armonía en casa, con los amigos, con las personas que encuentras en la calle. Mira si te persiguen porque eres honesto, porque no haces trampas como todos, porque no calumnias, porque das a cada uno según una medida justa.

Ese es el camino de los profetas, de los santos, de los mártires. Sólo estaré seguro de que lo sigo si "me duele". Y sólo me pondré a caminar si Cristo me da su fuerza y su amor. Sin Cristo las bienaventuranzas son una locura, son un fracaso, son una derrota. Con Cristo hay alegría incluso en los momentos más difíciles de la vida. Basta con ver a los santos, envidiarlos... y no tener miedo de seguir sus huellas, según las bienaventuranzas de Cristo.

Propósito

Hoy en día el mensaje de Jesús en la Montaña sigue plenamente vigente. ¡Sólo se necesitan almas nobles, valientes y generosas que quieran ser auténticamente felices y quieran poner por obra su mensaje! Serán realmente dichosas. Y el mundo cambiará.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...