lunes, 12 de mayo de 2014

LETANÍAS A LA VIRGEN DE FÁTIMA


Letanías a Nuestra Señora de Fátima  

Señora de Fátima, ruega por nuestro 
querido país.
Señora de Fátima, santifica al clero.
Señora de Fátima, aumenta el fervor 
de los católicos.
Señora de Fátima, guía e inspira a 
nuestros gobernantes.
Señora de Fátima, consuela a los que 
sufren y en ti confían.
Señora de Fátima, ayuda a los que 
te invocan.
Señora de Fátima, líbranos de todo peligro.
Señora de Fátima, ayúdanos a resistir 
la tentación.
Señora de Fátima, obtén para nosotros 
aquello que te suplicamos.
Señora de Fátima, regresa al buen camino 
a nuestros hermanos que se han alejado.
Señora de Fátima, perdona nuestros múltiples pecados y ofensas.
Señora de Fátima, trae a la humanidad a los pies del Divino Niño.
Señora de Fátima, obtén la paz para el mundo.

Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos. Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros ahora y a la hora de nuestra muerte. 

Amén.

ORACIÓN: 

Oh Dios de bondad y misericordia infinita, te rogamos inflames nuestros corazones para que rebocen de confianza en Tu querida Madre, a quien invocamos bajo el título de Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora  de Fátima. Concédenos por medio de su poderosa intercesión las gracias, espirituales y materiales, que necesitamos y pedimos. 

Por Jesucristo, Nuestro Señor. 

Amén.

LA SONRISA DEL HOMBRE


LA SONRISA DEL HOMBRE

Sólo del hombre es el privilegio de la sonrisa.
Mira que el sol calienta, da salud, hace germinar las plantas... su misión es muy grande. Sin él, el mundo no podría existir, pero... ¿sonríe? No, aunque él alimenta el día del universo.
Cuando el hombre sonríe, es más grande que el sol. Es expresión, es dulzura, es alegría, es amor. Es algo que el sol, por muy astro que sea, por muy grande que sea, no tendrá nunca.  

¿Sonríen las plantas, las flores? Tampoco. Alimentan al hombre, le cobija su sombra, embellecen los montes y los campos, perfuman las flores con aromas deliciosos. Pero ¿sonríen...? No. Tienen para mí ante el hombre más influencia que el sol. No sonríen pero pueden hace sonreír al hombre, por su belleza, por su aroma, por su sombra...
Mirad los animales, el pájaro, el felino, el pez ¿sonríen ... ? No. Al hombre pueden hacerle sonreir, pero jamás se dibujará en su rostro la sonrisa.

Mirad el mar, el valle, la montaña, el cielo, las estrellas... Son hermosos y pueden ser inmensos o estar llenos de majestuosa estampa. Pero no pueden sonreír,  aunque también pueden provocar en el hombre, la sonrisa de placer.

Por eso, yo pido al hombre que sonría, que haga uso de ese privilegio exclusivo creado para él. Si el hombre sonriera más, habría en su mirada la pureza del niño, la paz en la conciencia, el entendimiento con el hermano... La mano del que lo tiene todo, se parecería al del que no tiene nada.. :

Si el hombre sonriera más, si utilizara más ese "don" único que le regala la gracia de Dios, haría de la sonrisa un gran manto de amor que cubriría la tierra, como la mejor ofrenda en el altar de la vida, porque en la sonrisa del hombre, está ¡la sonrisa de Dios!



FLORECILLAS A MARÍA: 12 DE MAYO


FLORECILLAS A MARÍA
Flor del  12 de mayo: Madre del buen ejemplo

Meditación: “Sigue fiel hasta la muerte, y te daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2,10). María la más fiel… “hágase en mí según Tu Palabra”. Grande fue la fe de María, quien cumplió a la perfección la Santa Voluntad de Dios, ya que a El todo entregó. En el Calvario a su Hijo dio y confiada con llagas en su Corazón esperó la Resurrección. ¿Somos realmente “fieles” a Dios y a Su Iglesia, cuando no cumplimos nuestro deber, cuando no nos comprometemos con el Señor y tenemos un tibio corazón lleno de vanidad y sin amor?. ¿Somos ejemplo como María, o somos un alma sin vida que no cumple con lo que Dios dicta?. Pregúntate en éste día: ¿he favorecido con mis obras y palabras al Señor, o al maligno?. Sigamos a María con un corazón pequeño y recto.

Oración: ¡Oh Madre que nos guiaste, que todo entregaste!. Dígnate Madre a enseñarnos y a llevarnos siempre de tu mano, para que seamos realmente cristianos, perteneciendo a Cristo, tu Hijo Amado. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Ser un Jesús y una María para los que nos rodean, como testimonio de cristiandad.

EL TAPIZ MARAVILLOSO



EL TAPIZ MARAVILLOSO


Un buen hombre recibió una carta de un amigo. Le comunicaba que le iba a regalar un hermoso tapiz. Era precioso, le decía, y hacía los mayores elogios del tapiz precioso que iba a recibir todo él bordado en oro, representaba primorosamente unas escenas bellísimas de cacería, los colores estaban perfectamente conseguidos. Su valor, en una palabra, era incalculable.

A los pocos días llamaron a su puerta para entregarle el tapiz.
Lo desembaló a toda prisa, y al verlo, no pudo menos de sentirse defraudado. Aquello no era sino un montón de hilos mal distribuidos sin formar dibujo alguno inteligible. Aquí y allá se veían nudos empalmados de cualquier manera. Por ningún sitio veía aquellas maravillosas escenas de cacería de que le había hablado. ¿No será fruto de la imaginación de mi amigo?, llegó a pensar. ¡Tantos elogios para tan poca cosa!

De repente, y casi sin advertirlo, dio la vuelta al regalo y respiró aliviado. Desgraciadamente, lo había estado mirando del revés. Ahora sí pudo admirar los riquísimos matices de los colores, las bellas escenas representadas... En fin, le pareció que su amigo se había quedado corto en las alabanzas.

Así nos ocurre a nosotros con el dolor. Depende de por dónde lo miremos. Mirado de un lado nos parece un sinsentido, un absurdo. Visto desde los ojos de Dios puede convertirse en una ocasión maravillosa para encontrarnos con lo mejor de nosotros mismos, con los demás y con el mismo Dios.

OFRECER UN CONSEJO



Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
Ofrecer un consejo
Es hermoso ofrecer consejos, sobre todo si son buenos. Es más hermoso todavía hacerlo de modo correcto.



Un consejo llega a nuestros oídos. "Calma, calma..." Por el tono de voz, podemos distinguir si se trata de un reproche amargado o de una invitación desde el cariño. 

También nosotros a veces damos consejos y exhortaciones a otros desde diferentes estados de ánimo. En ocasiones, lo hacemos con el alma inquieta o incluso con rabia. Más que ofrecer una palabra buena para ayudar, tomamos una actitud negativa hacia el otro. 

Otras veces el momento y el tono de voz desvelan en nuestro corazón una actitud cercana, buena, comprensiva hacia quien ofrecemos nuestro consejo, con un deseo humilde y sincero de dar una mano. 

Es hermoso ofrecer consejos, sobre todo si son buenos. Es más hermoso todavía hacerlo de modo correcto. El arte de la corrección fraterna no es fácil, pues requiere de mucha paciencia, tacto, empatía. Por eso necesitamos estar atentos a la hora de encontrar el modo que permita ayudar amablemente a un familiar o conocido. 

¿Cómo ofrecer un consejo de modo oportuno y cordial? Primero, desde la paciencia. Una palabra dicha con prisas, casi para deshacernos del otro, seguramente estará herida. Más vale esperar un momento adecuado que lanzar un dardo que pueda herir a mi hermano. 

Segundo, desde la propia experiencia. Cuando alguien nos ha dicho algo bueno con un tono de enfado e impaciencia, sentimos cierta pena. Al revés, la ternura de un familiar o amigo que nos aconseja con respeto suaviza nuestro corazón y nos hace disponibles a la acogida. Desde esa introspección podemos aprender cómo aconsejar a quienes viven a nuestro lado. 

Ofrecer un consejo es todo un arte. Podemos mejorar mucho si encontramos rostros amables que nos orientan hacia el buen camino. Podemos apoyar a otros con una palabra serena y dicha en el momento adecuado. 

"Calma, calma..." Sí, acepto tu consejo, porque me lo ofreces con ese afecto que tanto necesita cada corazón humano; porque con tus palabras reflejas un poco la bondad de Dios, que es tierno y amable con cada uno de sus hijos. 

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 12 DE MAYO DEL 2014

Autor: Luis E. Camarena | Fuente: Catholic.net
¡El Señor es mi Pastor!
Juan 10, 11-18. Pascua. Cristo sigue tocando a la puerta de nuestro corazón para que nos abramos a la conversión
 
¡El Señor es mi Pastor!
Del santo Evangelio según san Juan 10, 11-18

Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor. Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre.

Oración introductoria

Señor, dame tu gracia para darme cuenta que tú estás realmente presente en todo momento de mi vida, que nunca me olvide que estás junto a mí y que eres el huésped de mi corazón. Dame tu gracia para ser dócil a tus inspiraciones, a tus sugerencias para identificarme contigo, para confiar plenamente en tu voluntad y tus designios, especialmente cuando son contrarios a mis puntos de vista. Transforma mi corazón para que sepa amar de verdad, desinteresadamente, para descubrirte en quien me humilla y ofende y para ser un reflejo de tu ternura para los más débiles y necesitados. Que María, nuestra Madre, me lleve siempre de la mano para caminar junto a ti.

Petición

Señor que vea en cada sufrimiento, en cada incomodidad, en cada contratiempo una oportunidad para corresponder a tu infinito amor por mí.

Meditación del Papa Francisco

En estos días, Jesús les ha repetido con insistencia la invitación a ser sus discípulos misioneros; han escuchado la voz del Buen Pastor que les ha llamado por su nombre y han reconocido la voz que les llamaba. ¿No es verdad que, en esta voz que ha resonado en sus corazones, han sentido la ternura del amor de Dios? ¿Han percibido la belleza de seguir a Cristo, juntos, en la Iglesia? ¿Han comprendido mejor que el evangelio es la respuesta al deseo de una vida todavía más plena? ¿Es verdad? […] Pidamos a la Virgen que nos ayude también a nosotros a llevar la alegría de Cristo a nuestros familiares, compañeros, amigos, a todos. No tengan nunca miedo de ser generosos con Cristo. ¡Vale la pena! Salgan y vayan con valentía y generosidad, para que todos los hombres y mujeres encuentren al Señor. (S.S. Francisco, 28 de julio de 2013). 

Reflexión 

"Yo soy el buen pastor". Esta afirmación es una de las más bellas del evangelio, pues refleja con muchísima claridad el corazón de Cristo. No fue sólo un título usado por Cristo para describir su misión, sino algo que llevó a cabo, de allí que sus primeros discípulos hayan resumido su vida con esta frase: "pasó haciendo el bien" (Hch 10, 38). Cristo pasa todavía por nuestras vidas haciendo el bien como hace dos mil años, Cristo sigue tocando a la puerta de nuestro corazón para que nos abramos a la conversión cómo lo hicieron Mateo, María Magdalena, el buen ladrón, Cristo sigue sufriendo su Via Crucis cuando nosotros lo ofendemos y no somos capaces de amar como Él, pero Cristo, también, se alegra hoy cuando ve al hijo pródigo regresar a casa porque Él es el buen pastor.

"Conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí". Cristo nos ama porque nos conoce, porque nuestra grandeza y nuestra miseria no son desconocidas para Él, precisamente, porque nos conoce, vino a este mundo para salvarnos, porque nos conoce quiso quedarse en la eucaristía y dejarnos su perdón en el sacramento de la penitencia. Pero ahora nos debemos preguntar ¿Realmente conozco a Cristo? ¿Realmente lo conozco como el buen pastor? Que nunca nos olvidemos que Dios, que se ha revelado por Jesucristo, es Amor, es misericordia, comprensión y perdón.

El profeta Ezequiel decía: Porque así dice el Señor Yavé: Yo mismo iré a buscar a mis ovejas y las reuniré... Yo mismo apacentaré a mis ovejas y yo mismo las llevaré a la majada..., buscaré la oveja perdida, traeré a la extraviada, vendaré la perniquebrada y curaré la enferma... apacentaré con justicia. (Ez 34, 11, 15-16). Que este evangelio sea para nosotros una invitación a ser también los buenos pastores para con nuestros hermanos los hombres, que con sus nombres y apellidos se cruzan todos los días por nuestras vidas. Que realmente seamos ese bálsamo que sane sus heridas, que cure sus almas atribuladas por el dolor, la tristeza, el odio. Que les demos de comer manjares de eternidad con nuestra palabra y testimonio de cristianos auténticos. Que al final nuestras vidas se puedan resumir al igual que la de Cristo: Pasó haciendo el bien.

Propósito

Buscar reflejar a Cristo, Buen Pastor, preocupándome más por los demás que de mí mismo.

Diálogo con Cristo

Jesús manso y humilde de corazón has mi corazón semejante al tuyo. Que tú seas siempre mi modelo y mi guía a lo largo de mi vida, que siempre camine a tu lado y que nunca me separe de ti. Por último, te pido Señor que me des la fortaleza que necesito para ser tu apóstol que no se canse de gritar a este mundo que tú eres el único que da sentido a nuestras vidas, que tú eres el único que me conduce a la verdadera felicidad.


Al meditar en el Evangelio del buen Pastor, pidamos al Señor que abra cada vez más nuestro corazón y nuestra mente para escuchar su llamada. En verdad, Jesús "nos conoce" más profundamente de lo que nos conocemos a nosotros mismos, y tiene un plan para cada uno de nosotros. También sabemos que donde él nos llama encontraremos felicidad y realización personal, pues nos encontraremos a nosotros mismos. (Benedicto XVI, 10 de mayo de 2009)



  • Preguntas o comentarios al autor
  • Luis E. Camarena 

    domingo, 11 de mayo de 2014

    FELIZ DÍA MAMÁ - 11 DE MAYO 2014


    LA FELICIDAD ESTÁ A CUATRO PASOS


    LA FELICIDAD ESTÁ A CUATRO PASOS

    Muchas veces decimos que un sitio "está a cuatro pasos" para indicar que está muy cerca. Pues bien, amigos, la felicidad está a cuatro pasos. Todos buscamos la felicidad, pero no somos conscientes de que en realidad, puede estar mucho más cerca de lo que pensamos. Además, una vez encontrada, no será algo efímero, sino que puede ser permanente. Entonces, ¿cuáles son esos cuatro pasos para alcanzar la felicidad? 



    1.- MANTENER LA FE.

    La fe es aceptar lo imposible, arreglárselas sin lo indispensable y sobrellevar lo intolerable.

    La fe ve lo invisible, cree lo increíble y recibe lo imposible.

    La fe es ociosa cuando las circunstancias son favorables; es únicamente ante la adversidad cuando ejercitamos nuestra fe en Dios. 

    La fe, igual que un músculo, se vuelve fuerte y flexible con el ejercicio.

    Nunca aprenderemos a tener más fe mientras estemos rodeados de comodidades. 

    Las victorias más grandes son las victorias de la fe. 

    Lo que cuenta no es tanto lo que podemos hacer, sino lo que podemos creer que Dios hará. 

    La fe acaba donde comienza la preocupación y la preocupación acaba donde comienza la fe. 


    2.- PERSEVERAR EN LA ORACIÓN

    Nadie puede vivir con dudas si ha orado con fe.

    Dios no concede giros cuando no hay depósitos.

    Para alcanzar una elevada estatura espiritual, antes hay que aprender a arrodillarse. 

    Cuando recibes el pan de cada día por el cual siempre oras, no te quejes de que no sea un pastel.

    Alguna gente dice que el Cielo queda muy lejos. Los que están destinados a él sólo necesitan unas pocas palabras para llegar.

    Tal vez nuestros problemas serían mayores, si Dios respondiera todas nuestras oraciones. 


    3.- LLENARNOS DE PAZ

    La paz no se hace en las mesas de negociaciones ni con tratados, sino en los corazones de los hombres. 

    Cuando Cristo es Señor de la mente, la paz es señora del día.

    La paz de Dios sobrepasa todo entendimiento y malentendido.

    Si tenemos paz en nuestras almas, nada nos afectará. 

    La paz no es la ausencia de conflictos, sino la presencia de Dios, sea cual sea el conflicto. 


    4.- DISFRUTAR DE LA FELICIDAD

    La felicidad no se encuentra ni dentro ni fuera de nosotros, sino que es fruto de nuestra comunión con Dios. 

    Estar felices con lo que tenemos es la mayor de todas las riquezas. 

    La diferencia entre los placeres espirituales y los terrenales es tan grande como la que existe entre un banquete del que uno disfruta y uno retratado sobre un muro.

    Hay dos maneras de ser rico: una es tener todo lo que uno quiere y la otra es estar satisfecho con lo que uno tiene. 

    Seremos más felices si damos a los demás un pedacito de nuestro corazón, en lugar de un producto de nuestra mente. 

    Nuestro corazón es más feliz cuando late por los demás. 

    DE PROFESIÓN .... MAMÁ


    DE PROFESIÓN... MAMÁ


    El trabajo en el hogar es, sin duda alguna, el trabajo con mayor dimensión social que existe.

    Aún desarrollándose entre cuatro paredes, tiene una repercusión importantísima en la buena salud de la sociedad.

    Cuando una madre funciona bien, funciona bien la familia y, a su vez, funciona bien toda la colectividad.

    Mis logros personales no pueden competir con los de un alto ejecutivo, ni salen en televisión, ni cotizan en la bolsa. Sin embargo, yo no lo cambio por nada.

    Mis satisfacciones son mucho mayores, y en mis manos está el mejor negocio de mi vida pues me siento como la empresaria más importante del planeta.

    Me animo a escribir estas sencillas reflexiones pensando, en especial, en aquellas mujeres, trabajadoras como yo, cuyo sueldo es el apoyo y la ayuda de sus maridos y la sonrisa de sus hijos.

    Pertenezco a una empresa familiar ubicada en un edificio ocupado, en su mayoría, por negocios similares al mío.

    Como toda buena compañía que se precie, goza de unas instalaciones dignas, sencillas, soleadas y, sobretodo, muy acogedoras.

    Así, estamos convencidos, se trabaja más, mejor y se está a gusto. La sala de juntas, por ejemplo, es amplia, luminosa, sin ningún elemento decorativo ostentoso (porque ni nos da para ello ni es nuestro estilo) y hace las veces de biblioteca, sala de reuniones, estudio con audiovisuales, aula de descanso..., lo que haga falta.

    Sin embargo, es en el que podríamos llamar laboratorio, donde paso la mayor parte del tiempo.

    Es aquí donde intento transformar las materias primas que recibo de mis proveedores en exquisitos productos elaborados; donde se lavan los trapos sucios de la empresa, se alisan las arrugas de la convivencia, y un montón de cosas más.

    La mesa de mi despacho está entre la nevera y el microondas. El hilo musical que suena de fondo es el del lavaplatos (por cierto, Dios mío, gracias por poder tenerlo porque ¡el trabajo que ahorra!). El sillón de cuero lo sustituí por una banqueta de cocina, bastante cómoda también.

    En ocasiones, me traslado momentáneamente al despacho de otro trabajador para poder usar el ordenador. Es una habitación compartida con un futbolín, un corralito y su habitante eventual (al que tengo que atender a cada frase), libros, enseres de descanso, un armario que antes creía muy amplio, cachibaches por doquier, etc.

    Y pues, como si de cualquier otro ministro se tratara, me resulta bastante difícil hacer algo sin interrupción, puesto que, esté donde esté, en mi lugar de trabajo entran cada dos por tres mis secretarios particulares de 1, 3, 6, 8 y 10 años, solicitando mi atención para resolver cualquier tipo de problema socio-laboral o simplemente de subsistencia.

    Es muy gratificante pensar que eres necesario para los demás. En lo que respecta a mis secretarios, hablaría de ellos horas y horas, como lo haría una madre de sus pequeñuelos.

    Digo bien cuando los llamo secretarios porque están bien enseñados (nuestros esfuerzos nos cuesta) y colaboran en el bien de la empresa, ¡todos!

    Por supuesto que cada uno ha de ocuparse de que sus pertenencias y material de trabajo esté recogido. Pero, aparte, cada uno tiene un pequeño encargo pensado un poco en el servicio a los demás.

    Por ejemplo, José Ramón limpia los zapatos, los suyos y los de sus hermanos; Fran riega las plantas, a veces, cuando ya están un poco desmayadas y piden el agua a gritos; Covadonga repone el papel higiénico en los baños, importantísimo; Macarena se encarga de sacar la basura a la escalera, y ¡por Dios! que nadie se la saque porque sino tenemos follón; por último, Ignacio, que como todavía no sabe caminar (aunque eso no es excusa pues con el andador llega a todos los sitios, lo tenemos comprobado), de momento sólo recoge sus juguetes en el cesto.

    Esto, escrito así, se ve muy bonito, pero dada la corta edad laboral de la mayoría del personal, para su buen funcionamiento, requiere una ardua tarea de inspección y seguimiento.

    Y como la voluntad tarda más en desarrollarse que la inteligencia hay que repetir las cosas infinidad de veces. Aquí, la paciencia juega un papel fundamental. La paciencia y la gracia del sacramento del matrimonio que en ocasiones creo haberla visto materialmente. ¡Como para desperdiciarla!

    Por otro lado, estos empleadillos, son muy dados a pedir enseguida recompensa. Es, entonces, cuando se reúnen los sindicatos con la patronal para llegar a un acuerdo. Por mi parte, quedan desterradas las pagas por recompensar un servicio o una ayuda que, a fin de cuentas, no tiene precio.

    La colaboración entre los trabajadores no se puede expresar con dinero, y además, somos de la opinión de que cuanto menos tengan de eso, mejor. Sí suelo ser generosa en besos y achuchones (no creo que sea acoso sexual en el trabajo) y también muy efusiva en halagos y felicitaciones. Procuro que el premio lo vean ellos mismos con la satisfacción del trabajo bien hecho, ¡y cómo cuesta convencerles a veces!

    Y con todo esto, que quizás a algunos le parezcan paparruchas ... ¡no me siento maruja! Es más, me horroriza la expresión. Y protesto enérgicamente contra aquellos que piensan que las amas de casa, madres de familia, nos dedicamos a esto porque no dimos para más y ahí estamos, sufriendo en silencio, como si de almorranas se tratara.

    Tengo estudios universitarios y he ejercido mi profesión antes de casarme. Ahora no tengo un sueldo (bien que lo siento) pero mi trabajo, de horario más amplio y de mayores alegrías, es una especie de conglomerado de varios ministerios.

    Ejerzo de ministra de educación y ciencia al hacer los deberes con mis hijos, o al asistir a las reuniones del colegio, del brazo de mi marido, en las que tanto aprendemos y tan bien lo pasamos. O cuando, simplemente, les enseño a actuar de tal o tal manera porque honradamente es lo más correcto; al hacer las cosas con orden, cumplir un horario, o una promesa,...

    Como ministra de sanidad, poco a poco me fui soltando: no llego a recetar pero sí me ahorro alguna que otra visita al pediatra, porque de todo se aprende.

    En cuanto al ministerio de agricultura, pesca y alimentación lo voy manejando mejor, aunque me costó lo mío. No es que cultive nada, pero cuando te casas sin saber cocinar ...

    Sobre la cartera de asuntos sociales, sólo señalar que el hecho de que se vea pasear por la calle a una familia de más de cuatro miembros, es ya una buena aportación a la sociedad.

    Dado el número de empleados que tenemos, es el ministerio de economía el que nos trae más de cabeza. Es por ello que hicimos de una frase que repetía mi padre un lema familiar: "soldado que se guarda, vale para segunda vez" y la herencia ha venido a formar parte de nuestras vidas. Sólo hay que cuidar las cosas un poquito.

    Todo esto se lleva a cabo con una estrecha colaboración entre marido y mujer, por supuesto.

    He de reconocer que la cartera de deportes se la lleva él. Como también quisiera señalar que hay otro aspecto que ejerzo en solitario, al igual que cantidad de mujeres en mi misma situación. Yo lo llamaría el ministerio de imagen y buen aspecto: hemos de ser verdaderas expertas en combinación de colores y prendas.

    Tengo, en ocasiones, la tentación de hacer un esquema y pegarlo por dentro del armario: tal pantalón va con tal jersey: si pones este jersey, con tal y tal camisa o color de calcetín, ... Es posible que algún marido se sienta un tanto ofendido, pero hasta nuestra redacción no nos han llegado noticias de ninguno que tenga esta capacidad.

    Para terminar, si se me admite un consejo, animaría a todas mis colegas a defender su profesión con la cabeza bien alta. A prepararse de alguna manera para mejorarla, tanto en la cocina como en la educación de los hijos y en muchas cosas más.

    Y a no sentir ningún complejo de inferioridad ante esas "supermujeres" que nos vende la televisión, de maletín, peluquería y alta costura, porque en valía personal, como mínimo, estamos a la misma altura.

    ALABA A DIOS


    AMOR DE MADRE



    AMOR DE MADRE

    De niños creemos que mamá todo lo puede, que no siente cansancio, que no sufre... esa imagen que guardamos de ella con el tiempo no coincide con la que vemos cuando pasan los años... Entonces descubrimos que mamá también sufre, se cansa, está triste, no tiene fuerza, calla ocultando el dolor...

    La vemos como un héroe sobrevivir a grandes tragedias, llevarnos de la mano conteniéndonos y mostrándonos la vida siempre del lado más bello...
    De niños no entendemos sus lágrimas... de adultos nos preocupan... o no las comprendemos...
    Así como nosotros necesitamos tantas veces de la protección de esos brazos fuertes, de la comprensión de nuestros gestos o de nuestros silencios, de nuestro dolor... ella también nos necesita...

    Por eso debemos detenernos y observarla... abrazarla y hacer que sienta que estamos allí... que nos importa, que es valiosa... y de esta forma regresaremos a ella el más hermoso sentimiento que nos enseñó, el sentimiento que lleva paz y tranquilidad en los momentos difíciles de la vida, el que nos contiene, el que minimiza el dolor, el que nos hace luchar por nuestros sueños e ideales... pero por sobre todo nos enseña a dar sin pedir nada a cambio: El Amor.

    Reflexión: Graciela Heger

    FLORECILLAS A MARÍA: 11 DE MAYO


    FLORECILLAS A MARÍA
    Flor del 11 de mayo: Virgen clemente

    Meditación: María camino a Belén…fatigada y esperanzada, pues llevaba en sus entrañas al Dios que amaba; María en Belén…frío y pobreza para cobijar al Rey, pero Ella era Palacio de Pureza y Cristal para que se pudiera acurrucar. María junto a la Cruz…, “estaba junto a la Cruz de Jesús Su Madre” (Juan 19,25). ¡Cuanta soledad y miseria!. Si, la miseria de todos los hombres de todos los siglos. Mis miserias también…
    María es Madre de pobreza y sacrificio, debemos imitarla si queremos ser sus verdaderos hijos.

    Oración: ¡Oh Virgen clemente, oh Madre de misericordia!. Llévanos a la santidad por el camino de la Verdad, y no toleres nuestros pecados, sino que enséñanos a ser santos. Que sepamos ver lo que no hacemos bien, teniendo la clemencia del Corazón de Tu Hijo para con nuestros hermanos, porque así como perdonamos seremos perdonados. Amén.

    Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

    Florecilla para este día: Meditar sobre las propias miserias, para no volver a juzgar las miserias de los demás.

    EL VALOR DE LA MUJER



    EL VALOR DE LA MUJER

    Cuenta la leyenda que al principio del mundo, cuando Dios decidió crear a la mujer, encontró que había agotado todos los materiales sólidos en el hombre y no tenía más de que disponer.

    Ante este dilema y después de profunda meditación, hizo esto:
    Tomo la redondez de la luna, las suaves curvas de las olas, la tierna adhesión de la enredadera, el trémulo movimiento de las hojas, la esbeltez de la palmera, el tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del ciervo, la alegría del sol y las gotas del llanto de las nubes, la inconstancia del viento y la fidelidad del perro, la timidez de la tórtola y la vanidad del pavo real, la suavidad de la pluma de un cisne y la dureza del diamante, la dulzura de la paloma y la crueldad del tigre, el ardor del fuego y la frialdad de la nieve.
    Mezclo tan desiguales ingredientes, formó a la mujer y se la dio al hombre.

    Después de una semana, vino el hombre y le dijo: ¡¡¡Señor, la criatura que me diste me hace desdichado, quiere toda mi atención, nunca me deja solo, charla incesantemente, llora sin motivo, parece que se divierte al hacerme sufrir y vengo a devolvértela porque no puedo vivir con ella!!!

    Bien, contestó Dios y tomó a la mujer.
    Pasó otra semana, volvió el hombre y le dijo: Señor, me encuentro muy solo desde que te devolví a la criatura que hiciste para mí, ella cantaba y jugaba a mi lado, me miraba con ternura y su mirada era una caricia, reía y su risa era música, era hermosa a la vista y suave al contacto. Me cuidaba y protegía cuando lo necesitaba, me daba dulzura, ternura, comprensión y amor sin condiciones, por  favor Dios, devuélvemela, ¡¡¡porque no puedo vivir sin ella!!!

    Ya veo, dijo Dios, ahora valoras sus cualidades, eso me alegra mucho, claro que puedes tenerla de nuevo, fue creada para ti, pero no olvides cuidarla, amarla, respetarla y protegerla, porque de no hacerlo, corres el riesgo de quedarte de nuevo sin ella...

    ¿SERVISTE HOY?



    ¿Serviste hoy?

      Toda la naturaleza es un anhelo de servicio
      Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.
      Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú.
      Donde haya un esfuerzo, que todos esquivan, acéptalo tú.
      Se tú el que apartó la piedra del camino,
      El odio entre los corazones,
      Las dificultades del problema.

      Hay la alegría del ser sano y la de ser justo.
      Pero hay sobre todo, la hermosa, la inmensa alegría de servir.
      Que triste sería el mundo, si todo en él estuviera hecho...
      Si no hubiera un rosal que plantar, una empresa que emprender.

      No sólo se hace mérito de los grandes trabajos; hay pequeños servicios:
      Adornar una mesa, ordenar unos libros...

      El servir no es faena de los seres superiores.
      Dios que da el fruto y la luz, sirve.
      Tiene los ojos fijos en nuestras manos y nos pregunta cada día...

      ¿Serviste Hoy?

    SALMO 23 - EL BUEN PASTOR




    SALMO 23
    EL BUEN PASTOR
    Salmo de David.

    1El Señor es mi pastor, 
    nada me puede faltar. 

    2 Él me hace descansar en verdes praderas, 
    me conduce a las aguas tranquilas 
    3 y repara mis fuerzas; 
    me guía por el recto sendero, 
    por amor de su Nombre. 

    4 Aunque cruce por oscuras quebradas, 
    no temeré ningún mal, 
    porque tú estás conmigo: 
    tu vara y tu bastón me infunden confianza. 

    5 Tú preparas ante mí una mesa, 
    frente a mis enemigos; 
    unges con óleo mi cabeza 
    y mi copa rebosa. 

    6 Tu bondad y tu gracia me acompañan 
    a lo largo de mi vida; 
    y habitaré en la Casa del Señor, 
    por muy largo tiempo. 

    sábado, 10 de mayo de 2014

    ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA : BENDITA SEA TU PUREZA



    BENDITA SEA TU PUREZA

    Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, en tan graciosa belleza. A Ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día, alma vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Amén.

    LETRAS ANIMADAS DE FELICIDADES MAMÁ PARA TUS MENSAJES

















    BENDITA SEAS MAMÁ


    BENDITA SEAS MAMÁ

    Gracias mil, querido Dios
    doy a ti con regocijo
    al clamar cual digno hijo
    "¡Cual mamá no existen dos!"

    Ella es santa de alma pura
    que me quiere con ternura
    y no hay amor mas grande que el ella me da.

    Mi sendero alumbra ella
    con la luz que da la estrella
    de su noble corazón...

    Ella es buena... Yo la quiero
    por lo tanto que me mima
    y a mí nadie me ama así
    ni me da su amor entero...

    Por eso te pido que la cuides te todo mal
    porque sin ella moriría.

    Porque soy, Jesús, buena niña,
    como premio a su cariño
    y perenne devoción,
    por ser ella mi tesoro,
    con sentido amor te imploro
    que le des tu bendición.



    Colaboración de Jassibe Díaz Ruiz
    México

    HOLA MAMÁ



    Hola mamá...

    Te escribo porque te extraño
    Y porque no te he olvidado
    Y porque aunque pase uno o mil años
    Yo madre mía te sigo amando.

    Como olvidar aquella carita blanca y pecosa
    Siempre sonriente siempre dichosa
    Tu buen humor y tu comida deliciosa
    Tu amor y tus regaños por ser yo perezosa.

    No olvido madre mía que tuviste 11 hijos
    Y que a todos nos atendías aún después 
    De haber trabajado y ayudado a mi padre
    Tu labor madre mía no fue cosa fácil.

    Sin embargo ahí estabas 
    cuando yo llegaba de la escuela
    Olía a sopita y se sentía el calor de hogar
    Mientras tú seguías lavando ropa 
    y acomodando todo en su lugar.

    Mi chaparrita preciosa mi naricita chatita
    Mi gordita con mandil que no te cambiaría
    Por nada.

    No lo pude evitar, te fuiste
    Y cada día te extraño más.

    Mira nada más
    yo te criticaba por algunas cosas
    Y ahora soy igual.

    Como tú quiero ser la mejor madre 
    Y he visto mi suerte cambiar,
    antes me preocupaba mi persona
    y ahora sólo me preocupa él.

    Si, mi hijo madre mía 
    al que tu me enseñaste a cuidar
    y te preocupabas pensando que 
    yo me iba a rajar.

    Ya viste que no mi querida mamá
    que con tu ejemplo me enseñaste
    que a un hijo no se le debe pegar
    si no al contrario con el amor de madre
    los cariños y la buena comida
    el crece y crecerá mas.

    Gracias, madre mía, siempre te voy a extrañar.



    Colaboración de Teresa Mares
    México

    EL AMOR ES DARSE TODO


    Amor es darse todo..

    El hombre estaba tras el mostrador, mirando la calle distraídamente.
    Una niñita se aproximó al negocio y apretó la naricita contra el vidrio de la vitrina. Los ojos de color del cielo brillaban cuando vio un determinado objeto. Entró en el negocio y pidió para ver el collar de turquesa azul.

    * "Es para mi hermana. ¿Puede hacer un paquete bien bonito?". -dijo ella.
    El dueño del negocio miró desconfiado a la niñita y le preguntó:
    * ¿Cuánto dinero tienes?
    Sin dudar, sacó del bolsillo de su ropa un pañuelo todo atadito y fue deshaciendo los nudos.

    Los colocó sobre el mostrador y dijo feliz:
    * "¿Esto alcanza?".
    Eran apenas algunas monedas las que exhibía orgullosa.

    * "¿Sabe?, quiero dar este regalo a mi hermana mayor. Desde que murió nuestra madre, ella cuida de nosotros y no tiene tiempo para ella. Es su cumpleaños y estoy segura que quedará feliz con el collar que es del color de sus ojos"

    El hombre fue para la trastienda, colocó el collar en un estuche, lo envolvió con un vistoso papel rojo e hizo un trabajado lazo con una cinta verde.

    * "Tome, dijo a la niña. Llévelo con cuidado".
    Ella salió feliz, corriendo y saltando calle abajo.

    Aún no acababa el día, cuando una linda joven entró en el negocio. Colocó sobre el mostrador el ya conocido envoltorio deshecho e indagó: 
    * ¿Este collar fue comprado aquí? "¿Cuánto costó?
    * "Ah!", - habló el dueño del negocio. "El precio de cualquier producto de mi tienda es siempre un asunto confidencial entre el vendedor y el cliente".
    * La joven exclamó: * "Pero mi hermana tenía solamente algunas monedas. El collar es verdadero, ¿no? Ella no tendría dinero para pagarlo".

    El hombre tomó el estuche, rehizo el envoltorio con extremo cariño, colocó la cinta y lo devolvió a la joven y le dijo:

    * "Ella pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar: ELLA DIO TODO LO QUE TENÍA".

    El silencio llenó la pequeña tienda y dos lágrimas rodaron por la faz emocionada de la joven en cuanto sus manos tomaban el pequeño envoltorio.

    La verdadera donación es darse por entero, sin restricciones. La gratitud de quien ama no conoce límites para los gestos de ternura. Agradece siempre, pero no esperes el reconocimiento de nadie.  Gratitud con amor no sólo reanima a quien recibe, reconforta a quien ofrece.

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