miércoles, 16 de abril de 2014

IMÁGENES DE SANTA BERNARDITA SOUBIRIOUS













SANTA BERNARDITA SOUBIRIUS, VIDENTE DE LOURDES, 16 DE ABRIL



Autor: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net
Bernardita Soubirous, Santa
Vidente de Lourdes, 16 de abril

Bernardita Soubirous, Santa
Virgen

Martirologio Romano: En Nevers, en Francia, santa María Bernarda Soubirous, virgen, la cual, nacida en Lourdes de una familia muy pobre, siendo aún niña asistió a las apariciones de la Inmaculada Santísima Virgen María y, después, abrazando la vida religiosa, llevó una vida escondida y humilde. († 1879). 

También se la conoce como: Santa Bernardita De Lourdes. 
También se la conoce como: Santa Bernardette. 
También se la conoce como: Santa María Bernarda. 

Etimológicamente: Bernarda = Aquella que es una guerrera, es de origen germánico. 

Fecha de canonización: 8 de diciembre de 1933 por el Papa Pío XI.

El 11 de febrero, fiesta de la Santísima Virgen de Lourdes, nos recuerda las apariciones de la Virgen a una niña de 14 años que no sabía ni leer ni escribir, pero que rezaba todos los días el rosario, Bernardita Soubirous. Nació en Lourdes en 1844 de padres muy pobres. Por medio de ella la Virgen hizo surgir la prodigiosa fuente del milagro, a la cual acuden peregrinos de todo el mundo para reavivar su fe y su esperanza. Muchos regresan de Lourdes curados también en su cuerpo. La Virgen, durante la segunda aparición, le dijo: “No te prometo hacerte feliz en este mundo, pero sí en el otro”. 

A pesar de haber sido dócil instrumento para extener la devoción a la Inmaculada, Bernardita no se contaminó con la gloria humana. El día que el obispo de Lourdes, ante 50.000 peregrinos, colocó la estatua de la Virgen sobre la roca de Massabielle, Bernardita tuvo que permanecer en su celda, víctima de un ataque de asma. Y cuando el dolor físico se hacía más insoportable, suspiraba: “No, no busco alivio, sino sólo la fuerza y la paciencia”. Su breve existencia transcurrió en la humilde aceptación del sufrimiento físico como generosa respuesta a la invitación de la Inmaculada para pagar con la penitencia el rescate de tantas almas que viven prisioneras del mal. 

Mientras junto a la gruta de las apariciones se estaba construyendo un grande santuario para acoger a los numerosos peregrinos y enfermos en busca de alivio, Bernardita pareció desaparecer en la sombra. Pasó seis años en el instituto de Lourdes, de las Hermanas de la Caridad de Nevers, y en el que después fue admitida como novicia. Su entrada se demoró debido a su delicada salud. En la profesión tomó el nombre de Sor María Bernarda. Durante los quince años de vida conventual no conoció sino el privilegio del sufrimiento. Las mismas superioras la trataban con indiferencia, por un designio providencial que les impide a las almas elegidas la comprensión y a menudo hasta la benevolencia de las almas mediocres. Al principio fue enfermera dentro del convento, después sacristana, hasta cuando la enfermedad la obligó a permanecer en la cama, durante nueve años, siempre entre la vida y la muerte. 

A quien la animaba le contestaba con la radiante sonrisa de los momentos de felicidad cuando estaba a la presencia de la blanca Señora de Lourdes: “María es tan bella que quienes la ven querrían morir para volver a verla”. Bernardita, la humilde pastorcita que pudo contemplar con sus propios ojos a la Virgen Inmaculada, murió el 16 de abril de 1879. 

Fue beatificada el 14 de junio de 1925 por el Papa Pío XI, y el mismo Papa la elevó al honor de los altares el 8 de diciembre de 1933. 

En Francia se la festeja el 18 de febrero

ORACIÓN A SANTA BERNARDITA SOUBIROUS - 16 DE ABRIL


ORACIÓN A SANTA BERNADETTE SOUBIROUS


¡Oh bienaventurada Bernardita! Acuérdate que la Virgen te dijo en la Gruta: "Ruega por los pecadores", para que se conviertan y hagan penitencia. Ruega por mí, pecador, para que Dios perdone mis pecados. Ruega por mí a María Inmaculada, pues confío en que te concederá cuanto la pidas, porque fuiste su confidente en la Gruta de Lourdes. Así como Ella te prometió "hacerte feliz en el otro mundo", te concederá que hagas felices a los que devotamente acudan a ti. A ti, pues, acudo humildemente, suplicándote no me dejes ni me abandones hasta verme contigo en el cielo. Amén.

martes, 15 de abril de 2014

DESPUÉS DE DOMINGO DE RAMOS: ¿QUÉ HACER CON LOS RAMOS BENDITOS?


Después del Domingo de Ramos: 
¿qué hacer con los ramos benditos?


“Los ramos benditos en el domingo de Ramos deben ser guardados con respeto y colocados en algún lugar decente del hogar. Sirven para proteger a los cristianos contra rayos e incendios y para ahuyentar al demonio.


Y algunos países se hacen con ellos cruces pequeñas que se clavan en los viñedos, olivos, huertas y semilleros, para preservarlos de las pestes y otros males.


Efectivamente, se pueden usar para todos estos fines, una vez que son cosas benditas y, como tales, vehículos de celestial protección, así como indica la liturgia en el ceremonial de la bendición:(1)


“Dios eterno y todopoderoso, bendice estos ramos, para que, siguiendo con alegría a Cristo, nuestro Rey, lleguemos por él a la eterna Jerusalén. Por Cristo, nuestro Señor. Amén”(2) (JS)


1) AZACARTE, Dom Andrés. Missal Diário para América. Ed. Espanhol-latim. Buenos Aires: Xila, 1946.


2)Missal Romano, 14ª edição . São Paulo: Paulus, 201



Queridos amigos, compartimos esta foto publicada por los colegas del programa Brasileño de la Radio Vaticana, en la que destacan que el Papa Francisco utilizó ayer, domingo de Ramos, la capa pluvial del Papa Juan Pablo II, quien será canonizado el próximo día 27. En la parte inferior de la capa se aprecia el escudo papal de Juan Pablo II.

CADA MAÑANA ES UN REGALO


Cada mañana es un regalo
Autor: Padre Eusebio Gómez Navarro OCD


  UUn ángel ofreció a dos hombres la felicidad, pero al modo en que ellos la entendían.

Primero pidió que, en el futuro, se cumplieran todas sus ambiciones y proyectos.

El segundo pidió encontrar la felicidad en sus condiciones presentes.

El primero nunca fue feliz, porque sus proyectos cambiaban y sus ambiciones crecían, y tenía que aplazar su cumplimiento indefinidamente.

El segundo hombre, el ángel le concedió un corazón libre, para descubrir, en sus realidades presentes, un regalo de Dios, y fue feliz.


Necesitamos un corazón libre para poder descubrir en la realidad de cada día un regalo de Dios. Cuando nuestros ojos están limpios, percibimos todo lo que nos rodea de luz, alegría y felicidad. Todo sonríe, cuando nosotros estamos alegres. “En verdad os digo que si no cambian y se hacen como niños, no entrarán en el reino de los cielos” (Mt.18.3).

El hace nuevas todas las cosas, cuando somos capaces de ver en un poco de agua todo el azul del firmamento. “Cada mañana de Dios es una nueva sorpresa para El mismo” (R.Tagore) y para los que tienen el corazón de Dios: sus hijos.

Felices, pues, aquellos que encuentran sentido a cada minuto.
Felices aquellos que son capaces de asombrarse ante una flor.
Felices los que arriesgan todo y se quedan con el amor.
Felices los que se mantienen alegres con lo que tienen.
Felices los que luchan por la paz, la justicia y la fraternidad.
Feliz aquel que posee un corazón libre para poder ver a dios y a los hermanos cada mañana.

En la libertad de espíritu se halla toda la felicidad que en esta vida se puede desear. Dice Santa Teresa de las personas que han alcanzado esta libertad:

“Ninguna cosa temen ni desean de la tierra, ni los trabajos las turban, ni los contentos las hacen movimiento; en fin, nadie las puede quitar la paz, porque ésta de sólo Dios depende” (Fundaciones 5.7).

PORTADAS PARA BLOGGER Y FACEBOOK DE SEMANA SANTA







SEMANA SANTA.... UNA MÁS EN NUESTRAS VIDAS


Autor: María Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net 
Semana Santa... una más en nuestras vidas
Con la oportunidad de vivirla de una manera diferente, abriéndonos sin miedo a buscar ese manantial de amor y gratitud que guarda nuestro corazón


Tenemos un Domingo de Ramos donde todo parece alborozo a la entrada de Jesús en Jerusalén, palmas y loas, alegría y vítores que luego nos harán comprender lo fugaz y voluble que son los sentimientos humamos...

Un Jueves Santo en cuya noche, antes de ser entregado al sufrimiento de su Pasión, Cristo va a dejarnos la mejor prenda de amor, una misteriosa y sorprendente donación que solo a un Dios en una locura de enamorado se le puede ocurrir... convertirse en Pan para poderse dar en alimento y así darnos la vida eterna. 

Después, un Viernes Santo con una madrugada atado a una columna mientras el látigo cae una y otra vez sobre su espalda, una corona de espinas, que desgarra la piel de su cabeza y su frente como corona de Rey, un manto de color púrpura sobre sus hombros llagados y sobre el rostro golpes y salivazos. Y unos ojos tristes que miran sin rencor a los que a si lo tratan y torturan. Ya entrada la mañana, una cruz, pesado madero que hay que llevar camino del monte Calvario: insultos, voces y gritos, empujones y caídas, pero nada, ningún dolor se puede comparar como saber que su Madre lo acompaña y está entre esa gente que lo conduce a la muerte y cuando se encuentran...¡no cabe más dolor en el mundo que esa mirada de la Madre con la del Hijo!. 

Luego los clavos en pies y manos y unos brazos que se abren como queriendo abrazar a todo el género humano cuando la cruz es levantada: Cuando yo sea levantado de la tierra ,atraeré a todos hacia mi (Juan 12,34). Y una petición al Padre antes de morir:¡ Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen (Lucas 23, 34).

Si profundizamos, si nos detenemos, si meditamos un poco en esta forma de amar, en esta entrega total del Hijo de Dios hacia los hombres es imposible no caer de rodillas para adorar esa imagen de un Dios clavado en una cruz, deseando corresponder con una muestra, aunque sea tan limitada, como es la nuestra, a ese amor.

Y después de su muerte... ¡ese glorioso y radiante amanecer del Domingo de Resurrección!.

CRISTO RESUCITA, HA VENCIDO A LA MUERTE. 

Y esa Resurrección de Cristo nos hace responsables de una vida diferente, de un hecho que nos empuja a dar testimonio de una fe fundada en la grandeza que nos corresponde como hijos de Dios, porque esa resurrección se hace plenamente, cuando después de afirmarla, modificamos nuestra vida personal. 

Estamos pues, a punto de entrar a esta Semana Santa. Una más en nuestras vidas pero con la oportunidad de vivirla de una manera diferente, abriéndonos sin miedo a buscar ese manantial de amor y gratitud que guarda nuestro corazón y que a veces no lo dejamos brotar como decía el Papa Juan Pablo II: Como creyentes hemos de abrirnos a una existencia que se distinga por la gratuidad, entregándonos a nosotros mismos ,sin reserva a Dios y al prójimo.

FELICES PASCUAS PARA TODOS Y QUE ESTA RESURRECCIÓN DE CRISTO SEA UNA RESURRECCIÓN PERSONAL EN CADA UNO. 

HOMBRES DE DIOS - CANCIÓN DE CANONIZACIÓN DE JUAN PABLO II Y JUAN XXIII


Autor: . | Fuente: El Universo 
Hombres de Dios,
 canción para los santos Juan Pablo II y Juan XXIII
13 Cantautores Católicos de Latinoamérica Unidos en un Maravilloso Homenaje a Nuestros Santos Papas
Trece cantantes católicos de América Latina cantan el tema que la Pastoral de la Comunicación de la Arquidiócesis de Guadalajara, en México, lanzó para homenajear a los Papas Juan Pablo II y Juan XXIII.

En El Vaticano, el 27 de abril se realizará la canonización de ambos pontífices.

La canción “Hombres de Dios” ha sido compuesta por Luis Ramírez Estrada, mientras que el arreglo musical corresponde al conocido cantante católico argentino Kiki Troia, informa ACI Prensa.

Además están Athenas Vénica (Argentina), Célines Díaz (Rep. Dominicana), Marco López (Chile), Rogelio Casasola (Guatemala) y Luis Enrique Ascoy (Perú). Los cantantes que completan la lista son los mexicanos Margarita Araux, Margarita Mariscal, Mónica Arrollo, Cristy Villaseñor, Luis Ramírez, Sam de León; y el mexicano-costarricense Martín Valverde.

Las calles de Roma ya han empezado a anunciar la ceremonia de canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II.

MADUREZ

Madurez


Madurez es el arte de vivir en paz con lo que es imposible cambiar.

Madurez es la habilidad de controlar la ira y resolver las discrepancias sin violencia o destrucción. 

Madurez es paciencia; es la voluntad de posponer el placer inmediato a favor de un beneficio a largo plazo. 

Madurez es perseverancia; es la habilidad de sacar un proyecto o una situación adelante, a pesar de fuerte oposición y retrocesos decepcionantes. 

Madurez es la capacidad de encarar disgustos y frustraciones incomodidades y derrotas, sin queja ni abatimiento. 

Madurez es humildad; es ser suficientemente grande para decir me equivoqué; y cuando se está en lo correcto, la persona madura, no necesita la satisfacción de decir: "Te lo dije". 

Madurez es la capacidad de tomar una decisión y sostenerla; los inmaduros pasan sus vidas explorando posibilidades, para al fin no hacer nada. 

Madurez significa confiabilidad; mantener la propia palabra, superar la crisis; los inmaduros son maestros de la excusa, son los confusos y desorganizados, sus vidas son una mezcla de promesas rotas, amigos perdidos, negocios sin terminar, y buenas intenciones que nunca se convierten en realidad. 

Madurez es el arte de vivir en paz con lo que es imposible cambiar.

NUNCA PRIVES


¿POR QUÉ EL PADRE ELIGE ESTE CAMINO?

Autor: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net
¿Por qué el Padre elige este camino?
Martes Santo. Padre, aparta de mí este cáliz; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras Tú.
¿Por qué el Padre elige este camino?

Getsemaní es el momento de la obscuridad de la voluntad de Dios; momentos en los cuales el mismo Cristo pide que se le aparte el cáliz: "¡Abba, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú."

San Marcos refleja la obscuridad que se presenta dentro del alma de Cristo. Los comentaristas de la Escritura siempre han visto aquí un momento en el cual como que Cristo viene a preguntarse: Todo lo que yo voy a hacer, ¿merecerá la pena?

No hay que olvidar el tremendo realismo que supone para Cristo la encarnación, y Él no ha querido, en cierto sentido, ahorrarse ni siquiera esas obscuridades interiores de saber si verdaderamente merecería la pena todo el esfuerzo que Él iba a hacer.

Pero junto con esta obscuridad, hay también otra obscuridad en el camino de Cristo, en el alma de Cristo: ¿Por qué el Padre elige ese camino? ¿Por qué no eligió otro? La elección del camino por parte del Padre es una elección que entra dentro del misterio eterno. ¿Por qué razón la cruz, por qué tanto sufrimiento, por qué tanto dolor? Y si es tremenda la obscuridad ante el camino particularmente duro que se le muestra a Cristo, creo que hay un aspecto muy preocupante y difícil, que es el hecho de que Dios Padre busca en Él el abandono total sin condiciones.

Cristo se sabe Hijo, se sabe, por lo tanto, amado por el Padre, a pesar del dolor que puede embargar el corazón, a pesar de la sangre que pueda brotar de la herida que le produce la renuncia de sí mismo. Sabe que el Padre le exige un abandono total, sin condiciones.

"Si es posible, que pase de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya". Cristo es consciente de que su amor por el Padre no puede tener otra opción sino la renuncia de sí mismo. ¿Qué amor sería el que desconfiara de su fuerza sobre el odio, sobre el dolor, sobre la renuncia total? Cristo se sabe amado por toda la eternidad, desde toda la eternidad, pero eso no le ahorra ni un momento de obscuridad.

El relato evangélico es suficientemente claro respecto a esta obscuridad y soledad que nuestro Señor siente ante la voluntad del Padre. Entremos en la obscuridad en el alma de Cristo.

Cristo ha querido tocar todo el dolor humano, y por eso, también Cristo ha querido, como tantas almas humanas, pasar por la obscuridad, de manera que también el alma de Cristo asuma sobre sí la obscuridad y la redima por medio de la oblación libre, del ofrecimiento libre al Padre.

Cristo sabe que el amor no quita del alma la presencia de la soledad purificadora, que reclama un desprendimiento absoluto de todo lo que podría haberle servido de soporte; la soledad del que tiene que lanzarse a la obscuridad, al dolor, a la angustia; la soledad del que sabe que su camino entra al desfiladero de la muerte, del despojo absoluto de toda seguridad humana; la soledad del que siente en su alma el mordisco implacable de la tristeza y de la amargura. Esa soledad que nadie puede evitar al hombre cuando quiere vivir sin pactos fáciles todas las exigencias de su identidad; una profunda soledad interior que reclama una verdadera convicción, para dar hacia adelante el siguiente paso, para darlo con decisión, con energía, porque sabe que su soledad no es excusa para no entregarse al Padre.

Cristo quiere tocar la soledad de todos los hombres, de los hombres que se sienten retados por la obscuridad del alma ante la misión que se les confía. Y el alma de Cristo es consciente de que esa soledad que Él revive por su libre oblación es posible superarla a través de la oración. Y Cristo busca la oración, busca el contacto con el Padre. Cristo busca el encuentro con su Padre para fortalecerse, quizá no para superar la obscuridad. Porque no hay que olvidar que muchas veces la obscuridad no se supera sino que simplemente se soporta. Muchas veces la obscuridad no se puede quitar, no se puede arrancar del alma por mucho que se quiera.

En el alma de Cristo está presente la obscuridad que proviene del dolor interior, que proviene del peso de los pecados ajenos, y Cristo se abraza a este cáliz del Señor. Cristo quiere ser capaz de corresponder a su Padre abrazándose al cáliz que se le ofrece. Cada uno de nosotros debemos preguntarnos también por todas nuestras obscuridades. No es difícil ser fiel cuando todo es claro, cuando todo es amable. La fidelidad es difícil, más difícil todavía, cuando se realiza en la obscuridad, cuando sólo sabes que tienes que ser fiel, cuando sólo te queda la convicción de que tienes que seguir adelante. Y así es la fidelidad de Cristo en Getsemaní. "Si es posible que pase, pero no lo que yo quiera sino lo que quieras tú". Como dirá la carta a los Hebreos: "Aprendió con gritos y con lágrimas la obediencia, y así se constituyó en causa de salvación para todos los que le obedecen." 

¿Qué hago yo con mis noches en la obscuridad cuando no entiendo qué quieren de mí? ¿Qué hago cuando soy tomado por Dios en caminos que yo no habría escogido para mí, cuando la misión es difícil, cuando el reclamo de la misión supone dar más todavía, cuando yo pensaba que ya estaba en el borde y más no se podía dar?

No tenemos que olvidar que la firmeza interior está en el homenaje de la libertad, en la ofrenda de mi libertad que se vuelve a ofrecer a Dios en medio de la obscuridad. Esa es la fidelidad interior, esa es la firmeza de mi alma. Cristo me da el ejemplo, y Cristo es fiel a sí mismo, fiel a su identidad, fiel a su Padre y fiel a mí, aunque lo único que ve es la obscuridad de una muerte ignominiosa. Fiel, aunque sabe que lo único que lo espera es la noche, el tiempo de las tinieblas, la hora en que el poder, la fuerza, es misteriosamente entregada a los enemigos del Dios fiel que nunca abandona a sus hijos. Cristo es fiel para mí, aunque yo no vea nada, aunque no entienda, aunque a mis ojos el panorama sea sólo la obscuridad, porque la fidelidad en la obscuridad es otro nombre del amor.


  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Cipriano Sánchez LC 

    IMÁGENES Y MEDITACIÓN DE MARTES SANTO








    EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 15 DE ABRIL DEL 2014

    Autor: Miguel Ángel Andrés | Fuente: Catholic.net
    Anuncio de la traición
    Juan 13, 21-33.36-38. Martes Santo. En nuestras manos está ser un discípulo fiel y generoso o ser otro Judas.
     
    Anuncio de la traición
    Del santo Evangelio según san Juan 13, 21-33.36-38

    Cuando dijo estas palabras, Jesús se turbó en su interior y declaró: «En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregará». Los discípulos se miraban unos a otros, sin saber de quién hablaba. Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa al lado de Jesús. Simón Pedro le hace una seña y le dice: «Pregúntale de quién está hablando». El, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice: «Señor, ¿quién es?» Le responde Jesús: «Es aquel a quien dé el bocado que voy a mojar». Y, mojando el bocado, le toma y se lo da a Judas, hijo de Simón Iscariote. Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás. Jesús le dice: «Lo que vas a hacer, hazlo pronto». Pero ninguno de los comensales entendió por qué se lo decía. Como Judas tenía la bolsa, algunos pensaban que Jesús quería decirle: «Compra lo que nos hace falta para la fiesta», o que diera algo a los pobres. En cuanto tomó Judas el bocado, salió. Era de noche. Cuando salió, dice Jesús: «Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto». «Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. Vosotros me buscaréis, y, lo mismo que les dije a los judíos, que adonde yo voy, vosotros no podéis venir, os digo también ahora a vosotros. Simón Pedro le dice: «Señor, ¿a dónde vas?» Jesús le respondió: «Adonde yo voy no puedes seguirme ahora; me seguirás más tarde». Pedro le dice: «¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti». Le responde Jesús: «¿Que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes que tú me hayas negado tres veces».

    Oración introductoria

    Señor, ¿estoy realmente dispuesto a dar todo por Ti? Que ingenuo soy al pensar que podría renunciar a todo por tu amor sino logro serte fiel en el día a día. Permite que esta oración me lleve a crecer en el amor, en lo ordinario del día de hoy, para que así confíe auténticamente en tu gracia y pueda entregarte todo.

    Petición

    Dame la sabiduría para entender, Señor, que la fidelidad no es otra cosa que la obediencia pronta a tus inspiraciones.

    Meditación del Papa Francisco

    He ahí quiénes son los corruptos. Y esto es un peligro también para nosotros: convertirnos en corruptos. Los corruptos están en las comunidades cristianas y hacen mucho mal. Jesús habla a los doctores de la Ley, a los fariseos, que eran corruptos; les dice que son sepulcros blanqueados.
    En las comunidades cristianas los corruptos son así. Se dice: Ah, es buen cristiano, pertenece a tal cofradía; bueno, es uno de nosotros. Pero nada: existen para ellos mismos. Judas empezó siendo pecador avaro y acabó en la corrupción. La senda de la autonomía es un camino peligroso. Los corruptos son grandes desmemoriados, olvidaron este amor con el que el Señor hizo la viña y los hizo a ellos. Cortaron la relación con este amor y se convirtieron en adoradores de sí mismos. ¡Cuánto mal hacen los corruptos en las comunidades cristianas! El Señor nos libre de deslizarnos por el camino de la corrupción... (Cf. S.S. Francisco, 3 de junio de 2013, homilía en la capilla de Santa Marta). 

    Reflexión

    Cristo se turba. Y no era para menos. La situación era desconcertante. Había amado excepcionalmente a Judas, le permitió ver milagros, le reveló los secretos del cielo y le ofrecía el camino hacia el mismo, pero...

    Cristo se duele y se apena por el resultado de esa inversión de amor. Su gran corazón le llevó a darlo todo. Desde un inicio Él sabía que el material de Judas era difícil, poco prometedor, pero no por eso le despreció. Al contrario, le amó con más intensidad y muestra de ello es que, según las referencias de los evangelios, nadie fuera de aquél discípulo infiel besó con tanta confianza al maestro. Sin embargo, el corazón duro de aquel hombre no se abrió a su amor y por ello se duele.

    ¿Seguirá turbándose Cristo? Cristo es el mismo siempre. Sigue con ese corazón sin límites. Quiere lograr de nosotros un santo. Él nos conoce. Tiene en cuenta nuestras cualidades y defectos. Sabe que son muchos nuestro fallos para la obra que pretende lograr. Pero no nos preocupemos. Él dará, amará y perdonará todo lo que sea necesario. Lo que debemos hacer es abrir nuestro corazón y ser buen administrador de ese amor que tiene tantas esperanzas en nosotros. En nuestras manos está ser un discípulo fiel y generoso o ser otro Judas, traidor del plan y del amor del Dios.

    Propósito

    Ante las preocupaciones y los problemas del día, decir: Jesús en ti confío.

    Diálogo con Cristo

    Gracias, Padre mío, por recordarme lo frágil que puede ser mi voluntad. Quiero ser tu amigo fiel que nunca llegue a desconfiar de tu misericordia. Permite que mi servicio a los demás sea humilde y generoso, que no haya nunca un interés egoísta o fines utilitaristas en mis relaciones con los demás. 

    PRIMERAS ESTAMPAS DE JUAN PABLO II Y JUAN XXIII CON LA AUREOLA


    Vaticano: primeras estampas
     de Juan Pablo II y Juan XXIII con la aureola.

    Puestas a disposición en la Sala de Prensa de la Santa Sede, con una oración compuesta por el card. Angelo Comastri


    En la inminencia de la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII, en la Sala de Prensa de la Santa Sede fueron puestas a disposición del público dos estampitas, de ambos pontífices, con la aureola de santos. La aureola está permitida solamente a quienes son canonizados y en la inminencia de la ceremonia del 27 de abril, las imprentas ya están imprimiendo.


    Ambas tienen una oración. La de Juan XXIII dice: “Tu persona simple y tranquila perfumaba de Dios y encendía en el corazón el deseo de la bondad”... Y concluye: “Reza por nosotros para que no nos limitemos a llorar la oscuridad sino que encendamos la luz, llevando a todas partes Cristo y rezando siempre a María. Amén

    La de Juan Pablo II inicia: “Oh san Juan Pablo, desde la ventana del Cielo dónanos tu bendición y bendice a la Iglesia, que tu has servido y guiado, empujándola con coraje en las vías del mundo para llevar a Jesús a todos, y todos a Jesús...”

    Y concluye “Oh san Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos al lado de María, enciende en todos nosotros la bendición de Dios. Amén”.

    Las estampas tienen al pié la indicación: “Card. Angelo Comastri, Vicario General de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano.



    Ciudad del Vaticano, 15 de abril de 2014 (Zenit.org) H. Sergio Mora 

    lunes, 14 de abril de 2014

    IMÁGENES DE SEMANA SANTA









    REFLEXIÓN Y IMÁGENES DEL LUNES SANTO





    ¿POR QUÉ NOS SANTIGUAMOS?

    Autor: Padre Oscar Pezzarini | Fuente: www.feliceslosninos.org
    ¿Por qué nos santiguamos?
    Realizar el gesto de la señal de la cruz no es suficiente si no va acompañado de otros gestos que tiene que ver con nuestra condición de creyentes
     
    ¿Por qué nos santiguamos?
    ¿Por qué nos santiguamos?
    Es común ver a mucha gente realizar lo que llamamos "santiguarse", es decir hacer la señal de la cruz, que es la señal del cristiano, es decir de aquel que cree en Jesús y en lo que Él nos ha revelado.

    Esta señal la hacemos cada vez que comenzamos una Oración, quizás al comienzo y al final del día, pero también vemos que muchos la realizan ante determinados momentos importantes que están por vivir, o antes de comenzar alguna actividad. Ahora, pregunto: ¿Saben realmente lo que están haciendo, saben lo que significa?

    El realizar esta acción no es otra cosa que invocar a Dios en su realidad, tal como nos la ha revelado Jesús y que además constituye el gran "misterio de nuestra fe" y lo que nos identifica.

    ¿Al realizar la señal de la cruz, sabemos y somos conscientes de que con este signo de la cruz sobre nuestro cuerpo, manifestamos nuestra fe en la obra redentora de Jesús?

    ¿Al realizar la señal de la cruz, sabemos que este acto de fe en la Santísima Trinidad nos compromete no sólo a creer en ella, sino a tratar de vivir de acuerdo con su voluntad?

    ¿Todos los que realizamos la señal de la cruz sobre nuestra persona, estamos de acuerdo en el compromiso que significa el creer en Dios y en su realidad más íntima y profunda, y que por lo tanto eso nos compromete de una manera especial en nuestra vida?

    La señal de la cruz es la señal del cristiano, por lo tanto, al hacerla estamos identificándonos con Cristo, con su vida, sus palabras y sus enseñanzas, y debemos tratar de vivir de acuerdo con ello. ¿Somos conscientes de eso?

    Me pregunto si muchas veces quienes nos proclamamos cristianos no estamos realizando gestos (como el de la señal de la cruz) por una simple costumbre, a veces con una gran mezcla de "superstición", quizás creyendo que la "protección" del Señor es casi como algo "mágico" que nos vendrá sólo por un simple gesto que podamos realizar, y nos olvidamos que nuestro seguimiento de Jesús implica un compromiso de toda nuestra vida y que por lo tanto nuestros actos deben reflejar esa fe que tenemos siguiendo el camino que Él nos ha señalado.

    El realizar el gesto de la señal de la cruz, sin dudas que no es suficiente si no va acompañado de otros gestos que tiene que ver con nuestra condición de creyentes. Gestos de acercamiento al que sufre, gestos de amor con quien está necesitado, gestos que signifique respeto a la vida de los demás, ya que Jesús nos enseñó que para ser sus discípulos y que así los demás puedan identificarnos como seguidores suyos, debemos "amarnos los unos a los otros", y no quedarnos "simplemente tranquilos" porque realizamos determinados gestos, pero que sin el compromiso con los demás, quedarán vacíos.

    EL SOL Y EL VIENTO



    EL SOL Y EL VIENTO


    El sol y el viento discutían sobre cuál de dos era más fuerte. 
    La discusión fue larga, porque ninguno de los dos quería ceder. 
    Viendo que por el camino avanzaba un hombre, acordaron en probar sus fuerzas desarrollándolas contra él. 
    -Vas a ver - dijo el viento - como con sólo echarme sobre ese hombre, desgarro sus vestiduras. 
    Y comenzó a soplar cuanto podía. Pero cuanto más esfuerzos hacían, el hombre más oprimía su capa, gruñendo contra el viento, y seguía caminando. 
    El viento encolerizado, descargó lluvia y nieve, pero el hombre no se detuvo y más cerraba su capa. Comprendió el viento que no era posible arrancarle la capa. 
    Sonrió el Sol mostrándose entre dos nubes, recalentó la tierra y el pobre hombre, que se regocijaba con aquel dulce calor, se quitó la capa y se la puso sobre el hombro. 
    -Ya ves - le dijo el Sol al Viento - como con la bondad se consigue más que con la violencia.

    -------------

    Los seres humanos deberíamos pensar profundamente acerca de nuestras acciones. 
    Utilizamos la violencia, la ironía, la agresividad, la sorna y la burla para tratar de lograr nuestros objetivos. Pero no nos damos cuenta de que, la mayoría de las veces, con esos métodos, son más difíciles de alcanzarlos. Siempre una sonrisa puede lograr mucho más que el más fuerte de los gritos. Y basta con ponerse por un momento en el lugar de los demás para comprobarlo. ¿Preferimos una sonrisa o un insulto?... ¿Preferimos una caricia  o una bofetada?... ¿Preferimos una palabra tierna o una sonrisa irónica?... Pensemos que los demás seguramente prefieren lo mismo que nosotros... Entonces tratemos a nuestros semejantes de la misma manera en la que nos gustaría ser tratados... Así veremos que todo será mejor... Que el mundo será mejor... Que la vida será mejor...


      Reflexión: Graciela Heger A.

    LA SEMANA SANTA EN IMÁGENES PARA NIÑOS Y PARA COLOREAR



    RESERVA TIEMPO


    RESERVA TIEMPO

    Reserva tiempo para REÍR,  es ésta la música del alma.
    Reserva tiempo para LEER, es ésta la base de la sabiduría.
    Reserva tiempo para PENSAR, es ésta la fuente del poder.
    Reserva tiempo para TRABAJAR, es éste el precio del éxito.
    Reserva tiempo para DIVERTIRTE, es éste el secreto de la juventud eterna.
    Reserva tiempo para SER AMIGO, es éste el camino de la felicidad.
    Reserva tiempo para SOÑAR, es éste el medio de encontrar tus objetivos.
    Reserva tiempo para AMAR Y SER AMADO, es éste el privilegio de los hijos de Dios.
    Reserva tiempo para SER ÚTIL A LOS OTROS, esta vida es demasiado corta para que seamos egoístas.
    Nosotros no perdemos tiempo en la vida; lo que se pierde es la vida, al perder el tiempo. 

    LA BENDICIÓN DE JESÚS


    EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 14 DE ABRIL DEL 2014

    Autor: P. Juan Jesús Riveros | Fuente: Catholic.net
    La unción en Betania
    Juan 12, 1-11. Lunes Santo. Aunque yo cayera, Su amor no disminuiría, incluso me amaría más.
     
    La unción en Betania
    Del santo Evangelio según san Juan 12, 1-11


    Seis días antes de la Pascua, Jesús se fue a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos. Le dieron allí una cena. Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. Y la casa se llenó del olor del perfume. Dice Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que lo había de entregar: «¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres?» Pero no decía esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella. Jesús dijo: «Déjala, que lo guarde para el día de mi sepultura. Porque pobres siempre tendréis con vosotros; pero a mí no siempre tendréis». Gran número de judíos supieron que Jesús estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también por ver a Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron dar muerte también a Lázaro, porque a causa de él muchos judíos se les iban y creían en Jesús.

    Oración introductoria

    Dame, Señor, la sabiduría y fuerza de voluntad para saber dedicar el mejor tiempo de este día a la oración. Sé que vendrás a mi encuentro para transformarme. ¡Gracias por tu bondad y misericordia!

    Petición

    Señor, que no me ciegue como Judas. Tú eres lo mejor de mi vida, dame un corazón abierto a tu gracia y un alma generosa que sepa corresponder a tu infinito amor.

    Meditación del Papa Francisco

    Si de verdad queremos seguir a Jesús, debemos vivir la vida como un don para dar a los demás, no como un tesoro que se debe preservar. Jesús nos dice hoy una palabra dura: "Nadie tiene un amor más fuerte que el que da su vida". Pero la liturgia de hoy, añadió, también nos muestra a otra persona: Judas, que tenía en sí la actitud opuesta. Y esto porque Judas nunca se dio cuenta de lo que es un don. Pensamos en aquel momento de la Magdalena, que lava los pies de Jesús con el nardo, tan caro: es un momento religioso, un momento de gratitud, un momento de amor. Y él se aísla y hace una dura crítica: "¡Pero esto podría ser utilizado para los pobres!". Esta es la primera referencia que he encontrado, en el evangelio, de la pobreza como ideología. El ideólogo no sabe qué es el amor, porque no sabe entregarse. Judas estaba aislado, en su soledad y esta actitud de egoísmo ha crecido hasta la traición de Jesús... (Cf. S.S. Francisco, 14 de mayo de 2013, homilía en la capilla de Santa Marta). 

    Reflexión

    Jesús se encuentra con sus amigos. Yo soy su amigo. Sale a mi encuentro.
    Es Él quien va a Betania y quien viene a tocar a mi puerta. Desea sentarse a mi mesa, partir el pan conmigo, hablar conmigo.

    Toca a la puerta de mi corazón para iluminarlo y consolarlo: "Sólo Él tiene palabras de vida eterna" No sólo está a mi lado: me lleva en sus brazos para que las asperezas, las piedras y el barro no me salpiquen y no me hagan tropezar y caer, si yo quiero.

    Y, aunque cayera, su amor no disminuiría, incluso me amaría más. Limpiaría mis heridas y manchas del camino. Él sería una María de Betania para con nosotros, nos perfumaría los pies y la cabeza. ¿No deberíamos nosotros hacer lo mismo?

    Ponernos a sus pies y llorar. Llorar por la tristeza de ofenderle y llorar por la alegría de su perdón. Las lágrimas son la mejor oración que podemos elevar a Dios. Y, también, perfumar sus pies; que el perfume de nuestras buenas obras y el ungüento de nuestro perdón sean dignos de un Dios tan misericordioso. Como Él perdona, así perdonar a quienes nos ofenden.

    No nos fijemos en el "derroche" de este caro perfume. Es un perfume que nunca se acaba si es a Cristo a quien lo ofrecemos. Obrando así prepararemos la sepultura del Señor, su resurrección y su permanencia entre nosotros.

    Propósito

    Si hoy tengo un pensamiento negativo sobre una persona, orar y buscar una cualidad de ella para alabarle.

    Diálogo con Cristo

    Jesús, esta Semana Santa es una excelente oportunidad para dedicar más tiempo a fijarme en los demás, como ha propuesto el Papa. Dame tu luz para emprender una labor de fermento en mi propia familia, en mi propio ambiente, para vivir un cristianismo más dinámico, más apasionado, que no mida el esfuerzo o sacrificio. Dame la generosidad de María, que supo escoger siempre la mejor parte. 
    Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...