martes, 18 de marzo de 2014

EL ABC DE SAN JOSÉ



ABC de San José

Abierto con todas las consecuencias a la voluntad de Dios.

Bueno en actitudes, de corazón y pensamiento.

Comedido en palabras pero valiente en sus decisiones.

Dándose con todas las consecuencias sin esperar nada a cambio.

Enfrentándose a las dudas de la noche y aguardando sin medida.

Gentil y afable, honrado y transparente en su camino.

Hombre fiel y solícito a lo reclamado de su persona.

Inmaculado en su ser y en su obrar.

Joven y dócil en espíritu.

Leal a Dios hasta el final de sus días.

Mirando siempre el bien de Jesús y María.

Nadando en las aguas de la sencillez, la obediencia y la humildad.

Obediente aun sin entender ni comprender.

Partícipe de las horas más grandes de Jesús.

Queriendo y respetando los designios salvíficos.

Resolviendo los primeros pasos de Jesús en la tierra.

Sencillo en su forma de vivir y entender la vida.

Tomando con generosidad los mandatos del Señor.

Uniendo  y tejiendo en torno a su hogar una misma familia.

Viendo con los ojos de la fe lo que acontecía en su existencia.

Xilófono con los tonos de la verdad, la paciencia y la austeridad.

Yacente en el último día de su vida con un corazón en paz.

Zambulléndose en las aguas de un amor incondicional a María.

IMÁGENES DE SAN JOSÉ





















EL EVANGELIO DE HOY: 19 DE MARZO DEL 2014

Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
Jesús perdido en el templo
Lucas 2, 41-51. Solemnidad de San José. San José creyó, y, porque creyó, fue el primero en adorar Aquel Niño que trajo la salvación al mundo entero
 
Jesús perdido en el templo
Del santo Evangelio según san Lucas 2, 41-51

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca.
Al tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se quedaron atónitos y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué te has portado así con nosotros? Tu padre y yo te hemos estado buscando, llenos de angustia". Él les respondió: "¿Por qué me andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?" Ellos no entendieron la respuesta que les dio. Entonces volvió con ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad.


Oración introductoria

Oh Dios, Padre bueno, no dejes que me desanime ante los problemas y angustias de la vida. Haz que aprenda de la Sagrada Familia a peregrinar en el claroscuro de la fe. Que la fe sea lo que me ilumine en los momentos de dificultad y lo que me fortalezca en los momentos de dolor.

Petición

Señor, revive mi la fe en Jesucristo «para entrar en su mismo torrente de amor por el Padre y por cada hermano y hermana» que encuentre hoy. San José, intercede para que pueda escuchar la voz de Dios, abrazar su voluntad y permanecer siempre cerca de Jesús y de María, como tú lo hiciste.

Meditación del Papa Francisco

Que sean capaces de "guardar" el rebaño que les será confiado, o sea, de tener solicitud por todo lo que lo mantiene unido; de "velar" por él, de prestar atención a los peligros que lo amenazan; pero sobre todo capaces de "velar" por el rebaño, de estar en vela, de cuidar la esperanza, que haya sol y luz en los corazones; de sostener con amor y con paciencia los designios que Dios obra en su pueblo.
Pensemos en la figura de san José que vela por María y Jesús, en su solicitud por la familia que Dios le ha confiado, y en la mirada atenta con la que la guía para evitar los peligros. Por ello, que los pastores sepan estar ante el rebaño a fin de indicar el camino, en medio del rebaño para mantenerlo unido, detrás del rebaño para evitar que nadie se quede atrás y porque el rebaño mismo tiene, por así decirlo, el olfato de encontrar el camino. ¡El pastor debe moverse así! (Cf. S.S. Francisco, 21 de julio de 2013, homilía en la capilla de Santa Marta). .

Reflexión

Los designios de Dios son siempre maravillosos y, en ocasiones, incomprensibles para nuestra pobre mente.

La dificultad de José no era banal. Estaba turbado porque no alcanzaba a percibir con claridad la voluntad de Dios. Hay momentos en la vida en los cuales no estamos seguros de cómo debemos actuar para permanecer en la justicia. En estos momentos de incerteza nos parece que Dios fuese lejano: no sentimos su voz y no encontramos una salida.

En realidad Dios no está nunca lejos. Al contrario, está muy cerca. Como sucedió a José, si somos fieles, Él se hará presente con su palabra de consuelo: ¡No temas!

Lo más importante es saber actuar según lo que Él nos dice, a ejemplo de José, también cuando no alcanzamos a comprenderlo todo. Dios es fiel. De José no nos ha llegado a nosotros una sola palabra. En el evangelio él debe tan sólo obedecer bajo la sombra de la fe. Su fe normal, cotidiana, escondida, enfrentada a miles de dificultades, nos debe dar el ejemplo de la firmeza y fortaleza en la fe

A nuestros oídos llega nuevamente la voz del ángel del Señor: "No temas". No temas recibir a María, no temas recibir a Jesús, al Dios hecho niño. Emmanuel, Dios con nosotros. Dios que se hace hombre y viene a nacer en el corazón de cada hombre para traerle la salvación. El Amor de Dios que se hace carne.

San José no dudó en poner en obras las palabras del ángel, pues era hombre de corazón justo que no sabía negarle nada a Dios. San José creyó, y, porque creyó, fue el primero en adorar Aquel Niño que trajo la salvación al mundo entero, la paz, el amor, la felicidad.

No temas. No temas abrir tu corazón al Niño Jesús. Prepara en tu corazón. Él no pide más. Simplemente un pequeño lugar. Lo único que quiere es amar y ser amado.

Emmanuel, Dios con nosotros. Dios en tu corazón, el Amor en tu corazón, la salvación en tu corazón. No temas.

Propósito

Pedir hoy, en una oración especial, la intercesión de san José para imitar su sencillez y humildad para cumplir la voluntad de Dios.

Diálogo con Cristo

Señor, Tú que viviste treinta años oculto en Nazaret, viviendo bajo la custodia de María y de José, ayúdame a imitarte en tu obediencia pronta, alegre y heroica. Que san José, a quien celebramos hoy, patrono de la Iglesia universal, de la familia y de la buena muerte, interceda por mí para que sepa imitar el respeto, el apoyo y el servicio que él vivió y dio a los demás. 

SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN MARÍA, MARZO 19


Autor: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net
José, Santo
Esposo de la Virgen María, Marzo 19

José, Santo
Esposo de la Virgen María

Martirologio Romano: Solemnidad de san José, esposo de la bienaventurada Virgen María, varón justo, nacido de la estirpe de David, que hizo las veces de padre al Hijo de Dios, Cristo Jesús, el cual quiso ser llamado hijo de José y le estuvo sujeto como un hijo a su padre. La Iglesia lo venera con especial honor como patrón, a quien el Señor constituyó sobre su familia. 

Etimológicamente; José = Aquel al que Dios ayuda, es de origen hebreo.


Las fuentes biográficas que se refieren a san José son, exclusivamente, los pocos pasajes de los Evangelios de Mateo y de Lucas. Los evangelios apócrifos no nos sirven, porque no son sino leyendas. “José, hijo de David”, así lo llama el ángel. El hecho sobresaliente de la vida de este hombre “justo” es el matrimonio con María. La tradición popular imagina a san José en competencia con otros jóvenes aspirantes a la mano de María. La elección cayó sobre él porque, siempre según la tradición, el bastón que tenía floreció prodigiosamente, mientras el de los otros quedó seco. La simpática leyenda tiene un significado místico: del tronco ya seco del Antiguo Testamento refloreció la gracia ante el nuevo sol de la redención. 

El matrimonio de José con María fue un verdadero matrimonio, aunque virginal. Poco después del compromiso, José se percató de la maternidad de María y, aunque no dudaba de su integridad, pensó “repudiarla en secreto”. Siendo “hombre justo”, añade el Evangelio -el adjetivo usado en esta dramática situación es como el relámpago deslumbrador que ilumina toda la figura del santo-, no quiso admitir sospechas, pero tampoco avalar con su presencia un hecho inexplicable. La palabra del ángel aclara el angustioso dilema. Así él “tomó consigo a su esposa” y con ella fue a Belén para el censo, y allí el Verbo eterno apareció en este mundo, acogido por el homenaje de los humildes pastores y de los sabios y ricos magos; pero también por la hostilidad de Herodes, que obligó a la Sagrada Familia a huir a Egipto. Después regresaron a la tranquilidad de Nazaret, hasta los doce años, cuando hubo el paréntesis de la pérdida y hallazgo de Jesús en el templo. 

Después de este episodio, el Evangelio parece despedirse de José con una sugestiva imagen de la Sagrada Familia: Jesús obedecía a María y a José y crecía bajo su mirada “en sabiduría, en estatura y en gracia”. San José vivió en humildad el extraordinario privilegio de ser el padre putativo de Jesús, y probablemente murió antes del comienzo de la vida pública del Redentor. 

Su imagen permaneció en la sombra aun después de la muerte. Su culto, en efecto, comenzó sólo durante el siglo IX. En 1621 Gregorio V declaró el 19 de marzo fiesta de precepto (celebración que se mantuvo hasta la reforma litúrgica del Vaticano II) y Pío IX proclamó a san José Patrono de la Iglesia universal. El último homenaje se lo tributó Juan XXIII, que introdujo su nombre en el canon de la misa.


ESTAMPAS DEL VÍA CRUCIS CON ORACIONES
















lunes, 17 de marzo de 2014

CONFIÉSATE EN LA CUARESMA 2014


CONSEJOS PARA VIVIR LA CUARESMA


Consejos para Vivir la Cuaresma
San Benito, un águila y consejos para vivir la Cuaresma



Con la Cuaresma, la Iglesia no busca hacernos la vida imposible, sino fortalecer nuestro espíritu, para soportar los grandes vuelos que tiene la vida.



Aunque la vida del monje debería tener en todo tiempo una observancia cuaresmal, sin embargo, como son pocos los que tienen semejante fortaleza, los exhortamos a que en estos días de Cuaresma guarden su vida con suma pureza, y a que borren también en estos días santos todas las negligencias de otros tiempos. Lo cual haremos convenientemente, si nos apartamos de todo vicio y nos entregamos a la oración con lágrimas, a la lectura, a la compunción del corazón y a la abstinencia.


Por eso, añadamos en estos días algo a la tarea habitual de nuestro servicio, como oraciones particulares o abstinencia de comida y bebida, de modo que cada uno, con gozo del Espíritu Santo, ofrezca voluntariamente a Dios algo sobre la medida establecida, esto es, que prive a su cuerpo de algo de alimento, de bebida, de sueño, de conversación y de bromas, y espere la Pascua con la alegría del deseo espiritual» (San Benito, Regla, Capítulo 49).


Uno de mis animales favoritos es el águila. Siempre lo ha sido. Ver sus alas extendidas en su majestuoso vuelo o la pose orgullosa y elegante de su cabeza ha constituido desde mi más tierna infancia objeto de admiración. Por ese motivo, no dudé en abrir una de las miles de presentaciones de Power Point que me llegaron esta semana con el título de "El reto del águila". Decía exactamente lo siguiente:


El águila es una de las aves de mayor longevidad. Llega a vivir 70 años. Pero para llegar a esa edad, en su cuarta década tiene que tomar una seria y difícil decisión.


A los 40 años, ya sus uñas se volvieron tan largas y flexibles que no puede sujetar a las presas de las cuales se alimenta. El pico alargado y en punta, se curva demasiado y ya no le sirve. Apuntando contra el pecho están las alas, envejecidas y pesadas en función del gran tamaño de sus plumas y, para entonces, ¡volar se vuelve tan difícil!


Entonces, tiene sólo dos alternativas: Dejarse estar y morir... o enfrentar un doloroso proceso de renovación que le llevará aproximadamente 150 días. Ese proceso consiste en volar a lo alto de una montaña y recogerse en un nido, próximo a un paredón donde ella no necesita volar y se siente más protegida.


Entonces, una vez encontrado el lugar adecuado, el águila comienza a golpear la roca con el pico ¡hasta arrancarlo! Luego espera que le nazca un nuevo pico con el cual podrá arrancar sus viejas uñas inservibles. Cuando las nuevas uñas comienzan a crecer, ella desprende una a una, sus viejas y sobrecrecidas plumas. Y después de todos esos largos y dolorosos cinco meses de heridas, cicatrizaciones y crecimiento, logra realizar su famoso vuelo de renovación, renacimiento y festejo para vivir otros 30 años más.


No sé si sea verdad o una mera ficción, pero a mí me ha recordado el período de Cuaresma que estamos viviendo, un tiempo que, para muchos, puede ser costoso. De hecho, lo era para San Benito.


El texto del santo que arriba he querido compartirles lo deja muy claro: no se puede vivir la Cuaresma durante todo el año. No todos tenemos las fuerzas para vivirlo. Pero también es verdad que la Cuaresma es necesaria, así como para el águila era necesario ese esconderse en su nido. Sin este período de renuncias, nuestra alma puede volverse vieja, rutinaria y no rejuvenecer.


Por ello, con este tiempo litúrgico que la Iglesia nos propone no es que se busque hacernos la vida imposible, sino que, con la oración y los pequeños sacrificios que uno realiza -«que prive a su cuerpo de algo de alimento, de bebida, de sueño, de conversación y de bromas», para decirlo con las palabras de San Benito- se nos ayuda a fortalecer nuestro espíritu, a darle más fuerza y soportar, luego, los grandes vuelos que aún tengamos por delante en nuestra vida: vuelos que no estarán exentos de dificultades y tentaciones; vuelos que nos llevarán, si Dios quiere, al vuelo definitivo a la Eternidad, al abrazo con Dios.


¿Cuántas "uñas largas e inservibles" tengo yo en mi vida y que necesito arrancarme? ¿Cuál es mi lista de vicios o de pequeñas cosas que puedo ofrecer a Dios? Sería muy positivo, si no lo han hecho aún, trazarse unos objetivos, sencillos y claros, para estos 40 días de Cuaresma y ponerlos delante de Dios en la oración. Así, podremos renovar nuestra alma y, de esta manera, podremos ser también objetos de admiración...pero no de cualquiera, sino del mismo Dios. 


Autor: P. Juan Antonio Ruiz J., L.C. | Fuente: www.la-oracion.com

BAILA CON DIOS


Baila con Dios


Estaba tan cansado que su rostro parecía sembrado de surcos. Como el cuero viejo, sus mejillas colgaban. Sus ojos veían a lontananza como si ya no quisieran mirar.

"¿Para qué?", se preguntó en voz alta. El tono de su voz sugería que no encontraba respuesta posible.

"Mi esposa me ha abandonado. Mi situación financiera es desastrosa. Mi salud va cuesta abajo. Pronto van a despedirme por no presentarme a trabajar".

Era cierto. No tenía sentido alguno decir al mecánico de 45 años que se alegrara. Su vida estaba en estado de desastre.

Se comprende que se hubiera olvidado de bailar con Dios. Ya no podía oír la música. Vacío y carente de energía, estaba sentado junto a la pared. Por lo que podía verse, este hombre abandonado dejaría de bailar para siempre.

Lo que había olvidado -si es que alguna vez lo había sabido- es que cuando bailamos con Dios bailamos a ritmo de vals. Nada rápido. Nada complejo. Apenas un movimiento lento y calmo. Un paso a la vez.

Los creyentes no necesitamos ver el mañana, la semana entrante o más allá. No buscamos comprender cómo se arreglarán las cosas. Por eso nos llaman creyentes.

Para bailar, sólo hay que poner un pie delante del otro. Es ésa toda la fe que necesitamos. Un paso y después otro. No tenemos que ver a dónde nos llevará el paso diez o el paso cien. Dios baila hacia adelante, a veces hacia los lados, y bailamos mejor cuando lo hacemos a su ritmo.

Levántate de esa silla. Da el primer paso. Vístete. Come un pan tostado. Sal por la puerta. ¿Qué harás cuando hayas salido? Ya tendrás tiempo de preguntártelo. Sigue moviéndote. Así es este baile.

Es difícil bailar sentado. Aún más si estás mirando al piso.

¿Y qué tal si te caes o si luces torpe al azotar contra el suelo? En ocasiones nos olvidamos de que Dios está a nuestro lado, de que nos tiende la mano y baila con nosotros. Eso hace toda la diferencia.

DATE TIEMPO


Date Tiempo
Autor: Miguel Angel Cornejo y Rosado



Date tiempo para trabajar, es el precio del éxito.

Date tiempo para pensar, es la fuente del poder.

Date tiempo para jugar, es el secreto de la juventud.

Date tiempo para leer, es la base del conocimiento.

Date tiempo para disfrutar de tus seres queridos, es la fuente de la felicidad.

Date tiempo para amar, es el sacramento de la vida.

Date tiempo para soñar, por ello el alma está cerca de las estrellas.

Date tiempo para reír, así las cargas son más ligeras.

Date tiempo para planear, porque planear es el secreto para tener tiempo para todo lo anterior.

FUERZA EN LA DEBILIDAD


Fuerza en la debilidad


Un joven de 15 años sufrió un accidente con su ciclomotor y tuvieron que amputarle el brazo izquierdo. Luego de un año de recuperación decidió aprender Judo. Su Sensei (maestro) era un anciano experto en este arte marcial. 

Al cabo de tres meses y pese a demostrar gran entusiasmo, el maestro sólo le había enseñado un movimiento. Lo aprendió a la perfección, pero comenzó a aburrirse. Pidió que le enseñara más ; le dijo que por ahora era todo lo que él necesitaría aprender.

Cansado de repetir hasta el cansancio la misma toma miles de veces, abandonó la práctica.

Una tarde recibió un llamado del maestro invitándolo a competir en un torneo. 

Luego de varias rondas clasificó para disputar la final. Su adversario era grande y demostraba mucha destreza. El sentía poca confianza pero el maestro lo alentaba a continuar.

Fue una larga lucha, su oponente perdía concentración. Rápidamente, el muchacho aprovechó ésto y logró vencerlo.

De regreso a casa el muchacho preguntó: "¿Cómo pude ganar un torneo con sólo un movimiento?" 

El Sensei contestó: "Tú has logrado dominar uno de los movimientos más difíciles en el judo. La única defensa contra esa toma era que tu rival se agarrase de tu brazo izquierdo".

Todos tenemos un brazo izquierdo, un flanco aparentemente débil. Cuando concentramos el foco y logramos transformar esa debilidad en una fortaleza, el resultado sobrepasa cualquier expectativa, derriba toda estrategia. 

Ser fuertes en nuestra debilidad nos hace imbatibles. 

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 18 DE MARZO DEL 2014

Autor: Luis Felipe Nájar | Fuente: Catholic.net
Escribas y fariseos al descubierto
Mateo 23, 1-12. Cuaresma. Cristo vivió lo que predicó y fue insobornable ante el miedo, valiente en su predicación porque hablaba con verdad.
 
Escribas y fariseos al descubierto
Del santo Evangelio según san Mateo 23, 1-12

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos diciendo: En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame "Rabbí". Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar "Rabbí", porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie "Padre" vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar "Directores", porque uno solo es vuestro Director: el Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado. 

Oración introductoria

Señor, el mundo necesita, sobre todo, testigos más que maestros, testimonio más que sermones, humildad más que vanagloria, por ello te pido que ilumines mi oración para que sea el fuego de tu amor el que transforme mis actitudes de debilidad en fortaleza, de egoísmo en amor, y de soberbia en servicio.

Petición

Jesús, dame tu gracia y la fuerza para vivir siempre de acuerdo a tu Evangelio.

Meditación del Papa Francisco

Su actitud es: volverse rígidos, moralistas, especialistas en ética, pero sin bondad. La pregunta podría ser esta, ¿no?: ¿Por qué un cristiano puede llegar a ser así? ¿Qué sucede en el corazón de aquel cristiano, de ese presbítero, de ese papa, que se vuelve así? Solo hay una explicación: aquel cristiano no ora. Y si no hay oración, siempre cerrarás la puerta. La llave que abre la puerta a la fe es la oración.
Cuando un cristiano no ora, sucede aquello. Y su testimonio es un testimonio altivo. Es un soberbio, es un orgulloso, es un seguro de sí mismo. No es humilde. Busca su propia promoción. Cuando un cristiano ora, no se aparta de la fe, habla con Jesús. Y, cuando digo orar, no digo decir oraciones, porque estos maestros de la ley decían muchas oraciones. En cambio, Jesús dice: Cuando ores, entra en tu habitación y ora al Padre en secreto, de corazón a corazón. Una cosa es orar y otra es decir oraciones. Estos no oran, abandonan la fe y la convierten en ideología moralista, en casuística, sin Jesús. (Cf. S.S. Francisco, 17 de octubre de 2013, homilía en la capilla de Santa Marta). 

Reflexión

"El más grande entre vosotros será vuestro servidor". Estas palabras de Cristo nos pueden recordar aquellas otras en las dicen: "el hijo del hombre no vino para ser servido sino para servir". ¡Qué dura es la condena contra los fariseos que se creen justos, pero que el Señor los pone al descubierto, porque Él conoce el corazón del hombre! Es una primera lección. La humildad que Cristo predicó y que vivió.

Cuando le vemos en la oscura y fría cueva de Belén. Él, que tiene el dominio de todo. O en la pobre casa de Belén, el que enriquece el mundo de belleza. Cuando muere en la cruz, vejado y abandonado por los hombres. Sí, Cristo nos vino a enseñar el camino al Padre, el camino de la sencillez, de la humildad. Qué lejos de Dios están los soberbios porque en su corazón sólo habitan ellos y Dios no puede entrar.

Cristo, por otra parte, no reprocha la doctrina de los fariseos sino que reprocha su incoherencia, entre lo que predican y lo que viven. Cristo vivió lo que predicó y derramó su bendita sangre por nuestros pecados. Fue insobornable ante el miedo, valiente en su predicación porque hablaba con verdad. Por eso mismo sus perseguidores exclamaron: "todo lo ha hecho bien".

Propósito

Rectificar mis intenciones varias veces al día.

Diálogo con Cristo

Señor, ayúdame a vivir esta Cuaresma en la perspectiva del amor. Que sea fiel a mi vocación de discípulo y misionero. Que por amor a Ti sea auténtico, generoso y desinteresado en todas mis relaciones con los demás. Que el amor me lleve a cumplir mi misión para que otros puedan experimentar la alegría de tu presencia. 

PENSAMIENTO DE SANTA TERESITA DE LISIEUX


TRES PALABRAS: GRACIAS, AYUDA Y PERDÓN


T R E S   P A L A B R A S
En estos últimos momentos del año que hoy termina, heme aquí, Señor, en el silencio y en recogimiento.

Para darte: GRACIAS;
para solicitarte: AYUDA;
para implorarte: PERDON.



G R A C I A S

Señor, por la paz, por la alegría, por la unión que los hombres, mis hermanos me han dado:
Por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron,
por esa mano oportuna que me levantó,
por esos labios cuyas palabras y sonrisas me alentaron,
por esos oídos que me escucharon,
por ese corazón que amistad, cariño y amor me dió,

Gracias, Señor. . .  me cuesta trabajo decírtelo. . .
por el insulto, por el engaño, por la injusticia, por el fallecimiento del ser querido.
Tú lo sabes, Señor, cuán difícil fue aceptarlo; quizá estuve al punto de la desesperación, pero ahora me doy cuenta que todo esto me acercó más a Ti. ¡Tú sabes lo que hiciste!

Gracias, Señor, sobre todo por la fe que me has dado en Ti y en los hombres.
Por esa fe que se tambaleó pero que Tú nunca dejaste de fortalecer cuando tanta veces encorvado
bajo el peso del desánimo me hizo caminar en el sendero de la verdad a pesar de la oscuridad.



A Y U D A

Te he venido también a implorar para el año que muy pronto va a comenzar.
Lo que el futuro me depara, lo desconozco, Señor, vivir en la incertidumbre, en la duda, no me gusta, me molesta, me hace sufrir.
Pero sé que Tú siempre me ayudarás.
Yo te puedo dar la espalda. Soy libre. Tú nunca me la darás. Eres fiel.
Yo sé que contaré con tu ayuda. Tú sabes que no siempre cooperaré.
Yo sé que me tenderás la mano. Tú sabes que no siempre la tomaré.

Por eso hoy te pido que me ayudes a ayudarte, que llenes mi vida de esperanza y generosidad. No abandones la obra de tus manos, Señor.


P E R D Ó N

No podía retirarme sin pronunciar esa palabra que tantas veces te debería de haber dicho por que por negligencia y orgullo he callado.

Perdón; Señor, por mis negligencias, descuidos y olvidos, por mi orgullo y vanidad, por mi necedad y capricho, por mi silencio y mi excesiva locuacidad.

Perdón, Señor, por prejuzgar a mis hermanos, por mi falta de alegría y entusiasmo, por mi falta de fe y confianza en Ti, por mi cobardía y mi temor en mi compromiso.

Perdón porque me han perdonado y no he sabido perdonar.

Perdón por mi hipocresía y doblez, por esa apariencia que con tanto esmero cuido pero que sé en el fondo no es más que engaño a mí mismo.

Perdón por esos labios que no sonrieron, por esa palabra que callé, por esa  mano que no tendí, por esa mirada que desvié, por esa verdad que omití, por ese corazón que no amó. . .  por ese YO que se prefirió.

Señor, no te he dicho todo. Llena con tu amor mi silencio y cobardía.

GRACIAS por todos los que no te dan gracias.

AYUDA a todos los que te imploran Tu ayuda.

PERDON por todos los que no te piden perdón.

Señor, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar.

Valor para cambiar las cosas que si puedo y sabiduría para distinguir la diferencia.

Me has escuchado. .  . Ahora, Señor, te escucho.

TIEMPO DE MISERICORDIA

Autor: P. Ramiro Pellitero | Fuente: iglesiaynuevaevangelizacion.blogspot.com.es
Tiempo de misericordia
Esto no se refiere solamente a la Cuaresma, sino al tiempo que vivimos los católicos, con raíces en el pasado siglo
 
Tiempo de misericordia
Tiempo de misericordia
Me contó un sacerdote lo que le sucedió una vez en misa, al comienzo de la lectura del Evangelio. Tocaba el pasaje que relata cómo acudían a Jesús muchos tullidos ciegos, lisiados, sordomudos y otros, para ponerse a sus pies y Él los curaba. Entonces “Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: ‘Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer…’” (Mt 15, 32).

Al llegar a este punto de su lectura, el sacerdote tuvo que pararse unos momentos. Se le había puesto un nudo en la garganta. Había pasado sobre ese texto muchas veces, como también había leído que, en otra ocasión, “Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor” (Mc 6, 32). Pero nunca le había afectado de esa manera.

Vivimos en un tiempo de misericordia. Esto no se refiere solamente a la Cuaresma, sino al tiempo que vivimos los católicos, con raíces en el pasado siglo.


"Estamos viviendo en tiempo de misericordia"

Santa Faustina Kowalska, “apóstol de la Divina Misericordia”, murió en 1938, y fue beatificada y canonizada por Juan Pablo II. “La luz de Divina Misericordia –afirmó en la homilía de la canonización de sor Faustina– iluminará el camino de los hombres del tercer milenio”. El Papa polaco estableció el domingo segundo de Pascua como Domingo de la Misericordia. En nuestros días, Francisco ha hecho de la misericordia (como también de la ternura, de la cercanía y de otras manifestaciones de la caridad) el emblema de su pontificado.

Por eso es tan emblemático el encuentro con el clero de Roma, el 6 de marzo, en el que el Papa afirmó precisamente esto y lo desarrolló en la primera parte de su discurso: “Estamos viviendo en tiempo de misericordia, desde hace treinta años o más, hasta ahora. (…) En toda la Iglesia es el tiempo de la misericordia”. Y propuso a los sacerdotes que dieran prioridad al sacramento de la Reconciliación y, al mismo tiempo, a las obras de misericordia.


El sacramento de la Reconciliación y las obras de misericordia

En un segundo paso se preguntaba el Papa qué significa misericordia para los sacerdotes. Como fruto de contemplar la imagen del Buen Pastor señala: “El sacerdote es hombre de misericordia y compasión, cercano a su gente y servidor de todos. Este es un criterio pastoral que quisiera subrayar mucho: ¡la cercanía!” Y añade Francisco que el sacerdote demuestra esto particularmente al administrar el sacramento de la Reconciliación, de la confesión de los pecados; sobre todo si él mismo ha sabido confesarse bien, dejándose abrazar por Dios Padre.

Cuenta de un sacerdote argentino, gran confesor, que tenía miedo de “perdonar demasiado”, pero pedía perdón al Señor ante el Sagrario, y se iba tranquilo.

Al llegar a este punto de su discurso el Papa evoca su modo de ver la Iglesia como un “hospital de campaña”; porque, dice, hay que curar tantas heridas, por problemas materiales, por escándalos, también en la Iglesia. Y los sacerdotes debemos estar ahí, cerca de la gente: “Misericordia significa, ante todo, curar las heridas”. Incluso cuando –como prescribía la ley mosaica para los leprosos– haya quienes se alejan por vergüenza de mostrar sus heridas; pero en el fondo quieren una caricia. Por eso, señala Francisco, hemos de preguntarnos si conocemos esas heridas, si las intuimos, si estamos cerca de esas personas.

Y desde aquí pasa de nuevo al sacramento de la Reconciliación, para señalar que “Misericordia significa ni manga ancha ni rigidez”, ni laxismo ni rigorismo. Es normal, apunta, que entre los confesores haya diferencias de estilo, pero “esas diferencias no pueden afectar a la sustancia, es decir a la sana doctrina moral y a la misericordia”.

“Ni el laxista ni el rigorista –explica Francisco– dan testimonio de Jesucristo, porque ni el uno ni el otro se hacen cargo de la persona que encuentra. El rigorista se lava las manos: de hecho, se las clava a la ley, entendida de modo frío y rígido; el laxista también se lava las manos: solo aparentemente es misericordioso, pero en realidad no se toma en serio el problema de aquella conciencia, minimizando el pecado. La verdadera misericordia se hace cargo de la persona, la escucha atentamente, se acerca con respeto y con verdad a su situación, y la acompaña en el camino de la reconciliación. ¡Y eso es agotador, sí, ciertamente! El sacerdote verdaderamente misericordioso se comporta como el Buen Samaritano. Pero, ¿por qué lo hace? Porque su corazón es capaz de compasión, ¡es el corazón de Cristo!"

De este modo, añade, el sacerdote acompaña en el camino de la santidad, sabiendo sufrir con y por las personas, como un padre y una madre sufren por sus hijos. Esto implica que a veces hay que llorar por nuestro pueblo, intercediendo por las personas que lo necesitan ante el sagrario, y saber “luchar” con el Señor como Abrahám (cf. Gn 18, 22-33).


Como el buen samaritano

En la última parte de su discurso, el Papa vuelve a la misericordia en el trato corriente del sacerdote, especialmente con los niños, los ancianos y los enfermos: “¿Sabes acariciarlos, o te da vergüenza acariciar a un anciano? No tengas vergüenza de la carne de tu hermano”.

Y pone el contraejemplo del sacerdote y del levita en la parábola del buen samaritano. No supieron acercarse a aquella persona atacada por los bandidos, porque su corazón estaba cerrado. Se justificaron quizá en sus compromisos o falta de tiempo, excusas al fin y al cabo: “¡Excusas! Tenían el corazón cerrado. Y el corazón cerrado justifica siempre lo que no hace”.

“En cambio –observa Francisco–, el samaritano abre su corazón, se deja conmover en sus entrañas, y ese movimiento interior se traduce en acción práctica, en una intervención concreta y eficaz para ayudar a esa persona”.

E insiste en su mensaje: “Al final de los tiempos, será admitido a contemplar la carne glorificada de Cristo solo quien no haya tenido vergüenza de la carne de su hermano herido y excluido. Os confieso que a mí me ayuda algunas veces leer la lista sobre la que seré juzgado, me hace bien: está en Mateo 25”.

El Papa concluye su encuentro con el clero romano apelando al ejemplo de tantos sacerdotes misericordiosos que estarán en el cielo, también para pedirles esa gracia.


* * *

Lección de misericordia, en línea con el mensaje de Cuaresma y con las predicaciones de las últimas semanas. Lección que condensa el mensaje de este primer año de pontificado. Un mensaje proclamado, gritado, con la propia vida, claro para quien lo quiera ver.

En su tweet del 13 de marzo, transcurrido un año de pontificado, el Papa ha pedido: “Recen por mí”. Una manera concreta de vivir la misericordia es responder con generosidad.
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