viernes, 14 de marzo de 2014

EL AYUNO EN CUARESMA


UN CHEQUEO CUARESMAL



UN  CHEQUEO CUARESMAL 
  
Querido amigo, la Iglesia está celebrando el Santo Tiempo de Cuaresma, como recuerdo e imitación de los cuarenta días que Yo quise pasar en el desierto haciendo oración y penitencia. 

Me alegra mucho que se dedique una larga temporada a preparar la celebración de la Pascua. Ya se que para muchos la Cuaresma no significa nada.  Y que la Semana Santa será una ocasión más para disfrutar de unas vacaciones y divertirse. Mi Pasión y Muerte para muchos no significa nada.  Pero yo lo hice por todos, por ellos también.  Y perdoné a todos, y a ellos también. 

Y este año, como todos los años, a pesar de todo voy a celebrar contigo, y con todos mis amigos, la Pascua.  Cada vez que se celebra la Eucaristía vuelvo a ofrecerme sacramentalmente al Padre por todos vosotros. Pero en Semana Santa quiero vivir esa entrega con más viveza, con el gozo y la alegría que me produce el reunirme con los míos, para pensar también en los que están lejos.
  La historia de mi Pasión está siempre viva, y los personajes que intervinieron y las actitudes que adoptaron hoy se repiten. 
Yo no soy un dato en la historia, un personaje de libro.

 Estoy vivo.  Y la humanidad sigue con las mismas necesidades. 
Y la Iglesia no es un conglomerado de personas piadosas que se dedican a recordar el pasado  y preparar el por venir. La Iglesia es una familia viva,  en donde yo estoy vivo, y lo que celebramos es real, ocurre hoy, sus frutos son para ahora. 

El pasado tuvo su momento, y el futuro ya llegará,
 pero el hoy de la historia lo estamos viviendo tú y Yo juntos en estos momentos. La Cuaresma es la vivencia de una realidad,
 en la que tú te miras a ti mismo, a la luz de la fe,  y te sientes necesitado de salud, de fortaleza, de virtudes, de gracia… 
 
Es un tiempo adecuado para hacer una revisión a fondo de la salud del alma, y detectar con tiempo cuales son las deficiencias que pueda haber, y poner a tiempo el remedio.
 
         En este sentido te ofrezco unas recomendaciones prácticas de un amigo nuestro que, con un argot médico, trata de diagnosticar la enfermedades espirituales  y los tratamientos que tú, seguramente, necesitas.
 
Lee despacio y saca tus conclusiones: 
      Así como cada año hay que hacerse un chequeo médico, diariamente, y más profundamente en tiempo de Cuaresma,
 hay que hacerse un chequeo espiritual… 


        Dice este hermano Mío y tuyo: - Fui al Hospital del Señor a hacerme una revisión de rutina y constaté que estaba enfermo… 
  
        Cuando Dios me tomó la presión,  vio que estaba bajo de ternura… 
  
Al medirme la temperatura el termómetro registró 40 grados de Egoísmo…. Hizo un electrocardiograma y el diagnostico fue que necesitaba varios “By-Pass” de Amor porque mis venas  estaban bloqueadas y no abastecían mi corazón vacío… 
 
Pasé hacia ortopedia: no podía caminar al lado de mi hermano y tampoco podía abrazarlo porque me había fracturado al tropezar con mi Vanidad… 
 
También me encontraron miopía ya que no podía ver más allá de las Apariencias…
 
Cuando me quejé de sordera, Dios me diagnosticó quedarme sólo en las palabras vacías de cada día. 
  
Los bueno de esto es que las consultas son gratuitas… 
  
Por tu gran Misericordia… Prometo al salir de aquí, usar  solamente los remedios naturales que recetas mediante Tu Palabra:
 
+ Para empezar, mañana en la mañana tomaré una vaso de Agradecimiento…
 
+ Al llegar al trabajo, una cucharada sopera de Buen Día… 
 
+ Cada hora un compromiso de Paciencia y un vaso de Humildad… 
 
+ Al llegar a casa, Señor, voy a tener diariamente una inyección de Amor, y al irme a acostar dos cápsulas de Conciencia tranquila…
 
+ Y me dicen que para todo ello me hace falta una buena trasfusión  de Gracia de Dios,  y u alimento sano a base de Oración y Sacramentos… 
  
Buena medida esta para caminar con Vida mientras hay camino, y al final morir sanos de Amor. Ya se dice en Jeremías 33,6: 
“Dice Dios: Yo les traeré sanidad y medicina; 
y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad”. 
  
Amigo mío, felicito al que tuvo esta originalidad para hablar de la necesidad de cuidar la salud del alma. 

No olvides que soy tu médico. Y recuerda que cuando me trajeron al paralítico lo primero que curé fue su alma. 

Es la salud del espíritu lo que más me importa. Todo lo demás viene por añadidura si es bueno para la santidad. 

Te deseo para esta Cuaresma un buen chequeo espiritual, y que te tomes la medicina adecuada para cada achaque que podamos encontrar en ti. Yo estaré junto a tu cama de enfermo para decirte: - ¡Levántate y anda! 
     
Un saludo de corazón de tu amigo  
 Jesús 


jueves, 13 de marzo de 2014

EL AMOR DE DIOS

El Amor de Dios


Usa la imaginación que Dios te ha dado e imagínate como un bebe pequeño en los brazos de su padre y piensa que ese padre es Dios. Te quiere porque has nacido en su familia, eres parte suya.  Tienes su sangre, la de Jesús. El ha dado su vida, la vida eterna. La tienes dentro de ti, El quería otro hijo en la familia, por eso te engendró.

Ahora, tú eres ese bebé en los brazos de tu Padre Dios y está durmiendo. Para qué le sirves?

    - Para que te mire. A Dios le gusta mirarte.
    - Para que te sienta. A Dios le gusta sentirte en sus brazos.
    - Para que te ame. Dios es amor y le gusta amar.
    - Para que te tenga. Dios es un Padrazo y le gusta tener hijos en su familia

    Qué tienes que hacer para que Dios te mire ? Nada
    Qué tienes que hacer para que Dios te sienta ? Nada
    Qué tienes que hacer para que Dios te tenga ? Nada
    Qué tienes que hacer para que Dios te... ? Nada
    Qué tienes que hacer para que Dios te ame ? N... A... D... A...

Dios te ama porque eres suyo. Si eres bueno o malo, todavía te ama. El padre amaba al hijo pródigo (y era malo) porque era su hijo. Dios te ama porque quiere amarte y no hay nada que puedas hacer para que te deje amar o puedas ganar su amor. Es su naturaleza amar.

EL AMIGO DEL HIJO


El amigo del hijo


Era la reunión del domingo por la noche de un grupo apostólico en una iglesia de la comunidad.  Después que cantaron los himnos, el sacerdote de la iglesia se dirigió al grupo y presentó a un orador invitado; se trataba de uno de sus amigos de la infancia, ya entrado en años.

Mientras todos lo seguían con la mirada, el anciano ocupó el púlpito y comenzó a contar esta historia:

"Un hombre junto con su hijo y un amigo de su hijo estaban navegando en un velero a lo largo de la costa del Pacífico, cuando una tormenta les impidió volver a tierra firme.  Las olas se encresparon a tal grado que el padre, a pesar de ser un marinero de experiencia, no pudo mantener a flote la embarcación, y las aguas del océano arrastraron a los tres."

Al decir esto, el anciano se detuvo un momento y miró a dos adolescentes que por primera vez desde que comenzó la plática estaban mostrando interés; y siguió narrando:

"El padre logró agarrar una soga, pero luego tuvo que tomar la decisión más terrible de su vida:  Escoger a cuál de los dos muchachos tirarle el otro extremo de la soga.  Tuvo sólo escasos segundos para decidirse.  El padre sabía que su hijo era un buen cristiano, y también sabía que el amigo de su hijo no lo era.  La agonía de la decisión era mucho mayor que los embates de las olas."

"Miró en dirección a su hijo y le gritó:  ¡TE QUIERO, HIJO MIO! y le tiró la soga al amigo de su hijo.  En el tiempo que le tomó al amigo halar hasta el velero volcado en campana, su hijo desapareció bajo los fuertes oleajes en la oscuridad de la noche.  Jamás lograron encontrar su cuerpo."

Los dos adolescentes estaban escuchando con suma atención, atentos a las próximas palabras que pronunciara el orador invitado.

"El padre"  -continuó el anciano-  "sabía que su hijo pasaría la eternidad con Cristo, y no podía soportar el hecho de que el amigo de su hijo no estuviera preparado para encontrarse con Dios.  Por eso sacrificó a su hijo.  ¡Cuán grande es el amor de Dios que lo impulsó a hacer lo mismo por nosotros!"

Dicho esto, el anciano volvió a sentarse, y hubo un tenso silencio.  Pocos minutos después de concluida la reunión, los dos adolescentes se encontraron con el anciano.  Uno de ellos le dijo cortésmente:

"Esa fue una historia muy bonita, pero a mí me cuesta trabajo creer que ese padre haya sacrificado la vida de su hijo con la ilusión de que el otro muchacho algún día decidiera seguir a Cristo."

"Tienes toda la razón", le contestó el anciano mientras miraba su Biblia gastada por el uso.  Y mientras sonreía, miró fijamente a los dos jóvenes y les dijo:

"Pero esa historia me ayuda a comprender lo difícil que debió haber sido para Dios entregar a su Hijo por mí.  A mí también me costaría trabajo creerlo si no fuera porque el amigo de ese hijo era yo."

HAZ LA DIFERENCIA EN ESTA CUARESMA - PRIMERA PARTE

Autor: Dennis Doren LC | Fuente: Catholic.net
Haz la diferencia en esta Cuaresma (1)
Reflexiones que te ayuden a vivir este tiempo, con un deseo sincero rectificar el rumbo.
 
Haz la diferencia en esta Cuaresma  (1)
Cuarenta días dedicados a contemplar el rostro doliente de Cristo crucificado, en el cual se nos revela nuestra identidad más íntima como hombres y como cristianos; y en el que podemos aprender, además, la lección suprema que Él vino a enseñarnos: la vida sólo tiene sentido cuando se ama, y el amor consiste en la donación plena de sí mismo a ejemplo de Cristo. En Cristo Crucificado, por tanto, encontramos el secreto para ser felices y para vivir con plenitud nuestra vocación cristiana. ¿qué sentido tiene todo esto?, ¿de qué ha servido tanto sufrimiento?

«¡Oh, vosotros, todos los que pasáis por el camino -nos dice Cristo desde la Cruz-, mirad y ved si puede haber un dolor tan grande como el mío!» (Lm 1,12). ¿Podía Dios haber hecho algo más para demostrarme su amor? Si fuese yo el único en esta tierra, la única persona necesitada de su Redención, Él se habría encarnado y habría muerto igualmente en la Cruz por amor a mí, para salvarme de mi pecado.

Te comparto algunos reflexiones que te ayuden a vivir este tiempo, con un deseo sincero rectificar el rumbo, de forma que puedas dirigir tu vida hacia Dios y corresponder un poco a su gran amor.

1. DESPRÉNDETE: de tantas palabras huecas y sin sentido: llénate de la Palabra de DIOS. Ella guiará tus pasos hacia la Voluntad de Dios.

2. ABONA TU FE: con la participación frecuente en la Eucaristía. Un peregrino, no puede llegar al final de su trayecto, sin saber por qué o por quién lo hace. El que come mi carne y bebe mi Sangre tiene Vida Eterna.

3. CARGA TU CONCIENCIA con la rectitud del Espíritu. No caigas en la tentación de pensar que, tu conciencia, es aquello que te da la posibilidad de realizar, pensar o creer lo que a ti te convenga. Deja que Dios la eduque.

4. VIVE CON SOBRIEDAD estos días. No por tener mucho se es más feliz. La felicidad la da el uso correcto y sensato de las cosas, no el despilfarro ni la simple apariencia.

5. Busca, insistentemente, un ESPACIO DE SILENCIO. En el silencio escucharás a Dios Para y El te hablará al corazón. En el silencio de la Iglesia o de tu cuarto te encontrarás con El.

6. Recapacita sobre quién necesita de tu COMPRENSIÓN O DE TU PERDÓN. Si estás enojado con alguien, derriba esos muros que les separan. Si, por el contrario, otros están distantes de ti, no dudes en pedir perdón y acercarte a ellos.

7. Lee, cada noche, un fragmento de la PALABRA DE DIOS. ¿De qué nos sirve una mesa si no se sirve comida?, ¿Para qué una valiosa joya si nunca se luce?. La Biblia es la perla más preciosa y, no siempre la más codiciada, en un hogar cristiano.


No lo olvides, La Cruz de Cristo es una eterna paradoja. Una vida tronchada brutalmente en su plena madurez, un hombre fracasado, desnudo y abandonado, que se apaga en los estertores de una lenta y horrible agonía... Todo en la Cruz invita a hundirse en el abismo de la desesperación; y, sin embargo, es precisamente en la más densa y amarga oscuridad donde Cristo realiza el gesto más luminoso y rico de significado que un hombre pueda realizar: ofrecerse a sí mismo al Padre y a cada uno de nosotros en un acto perfecto de amor. «Nadie tiene más amor que aquel que da la vida por sus amigos» (Jn 15,13). Vive con sentido tu cuaresma.


  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Dennis Doren LC 

    PACÍFICOS


    Pacíficos
    Autor: Karl Rahner


    Es pacífico sólo el que consigue, 
    incluso a costa de vencerse a sí mismo 
    y de superar los propios prejuicios, alabar al otro.

    Es pacífico el que está dispuesto 
    a reconocer las razones de su adversario.

    Somos pacíficos si no interpretamos 
    los comportamientos y los esfuerzos de los demás 
    con criterios superficiales.

    Servimos a la causa de la paz 
    si nos comprometemos 
    no sólo por la causa de nuestra libertad 
    sino también por la de los otros.

    Servimos a la causa de la paz 
    si aprendemos poco a poco 
    a no percibir sólo la injusticia 
    de la que nosotros somos víctimas, 
    sino también la injusticia 
    de la que son víctimas otros.

    Somos pacíficos si cumplimos cada día 
    pequeños actos de virtud: 
    ser amable con quienes se tiene poder, 
    no inclinarse ante quienes son más fuertes, 
    no considerarse demasiado importante 
    ni creerse insustituible.

    ORACIÓN A SAN JOSÉ


    ORACIÓN A SAN JOSÉ 

    Al Glorioso Patriarca San José


    José dulcísimo y Padre amantísimo de mi corazón, a tí te elijo como mi protector en vida y en muerte; y consagro a tu culto este día, en recompensa y satisfacción de los muchos que vanamente he dado al mundo, y a sus vanísimas vanidades.

    Yo te suplico con todo mi corazón que por dolores y goces me alcances de tu adoptivo Hijo Jesús y de tu verdadera esposa, María Santísima, la gracia de emplearlos a mucha honra y gloria suya, y en bien y provecho de mi alma.

    Alcánzame vivas luces para conocer la gravedad de mis culpas, lágrimas de contricción para llorarlas y detestarlas, propósitos firmes para no cometerlas más, fortaleza para resistir a las tentaciones,
    perseverancia para seguir el camino de la virtud; particularmente lo que te pido en esta oración y una cristiana disposición para morir bien.

    Esto es, Santo mío, lo que te suplico; y esto es lo que mediante tu poderosa intercesión, espero alcanzar de mi Dios y Señor, a quien deseo amar  y servir, como tú lo amaste y serviste siempre, por siempre, y por una eternidad. 

    Amén.

    EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 14 DE MARZO DEL 2014

    Autor: Héctor Laguna, L.C. | Fuente: Catholic.net
    Perdona a tu hermano
    Mateo 5, 20-26. Cuaresma. Nos cuesta entender que el primer medio de alabanza a Dios pasa por medio del perdón, de la reconciliación y del amor.
     
    Perdona a tu hermano
    Del santo Evangelio según san Lectura del santo Evangelio según Mateo 5, 20-26

    En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el reino de los cielos. Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mate será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar del castigo. Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro de que no saldrás de ahí hasta que hayas pagado el último centavo".

    Oración introductoria

    Señor, quiero tomar conciencia de la cercanía que Tú tienes conmigo, para que pueda valorar lo que Tú haces por mí.Señor,Tú me has perdonado muchas veces. Concédeme verlo y palparlo,para que, siguiendo tu ejemplo, mi corazón perdone y ame a los que me hieran de alguna forma.

    Petición

    Señor, que me dé cuenta de que soy un cristiano necesitado de tu gracia y de amor.

    Meditación del Papa Francisco

    Ante el pasaje del evangelio de Mateo que narra que quien se enfada con el propio hermano será procesado y san Juan dice que quien expresa resentimiento y odio hacia el hermano, en realidad, en su corazón, ya lo mata, hay necesidad de entrar en la lógica del perfeccionamiento, es decir, ajustar nuestra conducta. No se puede desacreditar al hermano a partir de pasiones interiores nuestras. Se ha extendido en la tradición latina recurrir al insulto con una creatividad maravillosa, porque vamos inventando uno tras otro. [...]
    Respecto al insulto, Jesús va mucho más allá. Porque dice que cuando ya en tu corazón hay algo negativo contra el hermano y se expresa con un insulto, con una maldición o con enojo, hay algo que no funciona, y te tienes que convertir, tienes que cambiarlo. Pidamos al Señor la gracia para ajustar nuestra vida a esta nueva ley, que es ley de la mansedumbre, ley del amor, ley de la paz para cuidar un poquito más la lengua con lo que decimos de los demás. Sin duda es una pequeña penitencia, pero da buenos frutos. (S.S. Francisco, 21 de junio de 2013, homilía en misa matutina en la capilla de Santa Marta). 

    Reflexión 

    Cristo nos plantea un punto de partida: "Si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no podrán entrar en el reino de los cielos". Nos pone este punto, porque sabía que ellos no estaban del todo mal, pues intentaban seguir a la perfección los preceptos de la ley;sólo que olvidaban una cosa, lo que Dios había dicho: "Misericordia quiero y no sacrificios".

    Esto era lo que no entendían ellos,e incluso hoy en día, muchas veces nos cuesta entender que el primer medio de alabanza a Dios pasa por medio del perdón, de la reconciliación y del amor. Nosotros, como cristianos, estamos llamados a ser transmisores del amor que Dios ha tenido a la humanidad.

    Cuando vayas de camino con tu adversario arréglate pronto, no sea que te entregue....Con el paso del tiempo, nos acercamos cada vez más al final de nuestra vida, y, querámoslo o no, tendremos que presentar cuentas a nuestro Juez. ¿Por qué no nos esforzamos desde ahora por arreglarnoscon la persona que nos ha hecho -o a la que le hemos hecho- mal, que no nos cae muy bien y a la que solemos criticar? Y en vez de presentarnos con un enemigo aquel día, ganemos amigos que sean nuestros abogados, para la hora de este momento.

    El mensaje de este evangelio es un mensaje de paz y de amor. ¡Cuánta paz alcanza un hombre que no está enemistado con otro! Paz que no es ausencia de guerra sino que es presencia de Dios, presencia de Amor.

    La luz de un nuevo día, las flores que despiertan, el murmullo del viento que roza nuestra ventana, nos enseña cuán grande y bello es el creador de todo. Y lo hizo para mí. Y lo hizo para mi hermano. Y lo hizo, también, para aquel con el que estoy enemistado. Y lo habría hecho igual aunque sólo fuera yo el único habitante de este mundo, aunque fuera el otro el único habitante de este mundo. Si Dios, que es Padre, nos da esto, cuanto más nosotros debemos dar lo mejor de nosotros mismos a los demás, aun siendo el otro.

    Jesús da un nuevo sentido a la ley rabínica, un nuevo sentido a nuestro modo de pensar; no matarás decía la antigua ley, Cristo dice: no te enfades con tu hermano, perdona. A veces es difícil perdonar, pero tenemos el ejemplo de Cristo que nos perdona todo, si se lo pedimos; que perdona a cualquier pecador si, en su corazón, se arrepiente.

    Hoy podemos aprender una nueva cosa: amar. Amar nunca se aprende totalmente. "El amor que no se practica se seca", dicen. Hoy es el día oportuno para volver a regar esa planta del amor. Esa planta que es la rosa más preciosa del Jardín de Dios.

    Propósito

    Rezar un Ave María por aquellas personas que nos han ofendido y pedir a Dios la gracia de perdonar de corazón.

    Diálogo con Cristo

    Jesús,Tú me conoces muy bien y sabes cuánto quiero agradarte, pero también conoces cuán débil soy y que tengo muchas caídas a pesar de mis luchas. Ayúdame, por eso, Señor, a esforzarme por agradarte más, sirviendo a los hombres, quienes son tus hijos y mis hermanos. Quiero practicar cada día más la caridad, virtud principal de tu corazón. Ayúdame como cristiano a ser faro del amor. Pues sólo así seré reconocido como discípulo tuyo.


    «Nada nos asemeja más a Dios que el estar siempre dispuestos a perdonar» (San Juan Crisóstomo, Hom. sobre S. Mateo, 61)



  • Preguntas o comentarios al autor
  • Héctor Laguna, L.C. 

    OREMOS POR LOS SACERDOTES


    IMÁGENES DEL PRIMER ANIVERSARIO DEL PONTIFICADO DEL PAPA FRANCISCO: 13 DE MARZO DEL 2014











































    GRACIAS PAPA FRANCISCO!!
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