miércoles, 24 de julio de 2013

MÁS QUE UN ANILLO DE COMPROMISO


Más que un anillo de compromiso


Un muchacho entró con paso firme a la joyería y pidió que le mostraran el mejor anillo de compromiso que tuviera. El joyero le presentó uno. La hermosa piedra, solitaria, brillaba como un diminuto sol resplandeciente.

El muchacho contempló el anillo y con una sonrisa lo aprobó. Preguntó luego el precio y se dispuso a pagarlo. ¿Se va usted a casar pronto? - Le preguntó el joyero. No - respondió el muchacho - Ni siquiera tengo novia. La muda sorpresa del joyero divirtió al comprador.

Es para mi mamá -dijo el muchacho - Cuando yo iba a nacer estuvo sola; alguien le aconsejó que me matara antes de que naciera, así se evitaría problemas; pero ella se negó y me dio el don de la vida. Y tuvo muchos problemas. Muchos.

Fue padre y madre para mí. Fue mi amiga, mi hermana y mi maestra. Me hizo ser lo que soy. Ahora que puedo le compro este anillo de compromiso. Ella nunca tuvo uno. Yo se lo doy como promesa de que si ella hizo todo por mí, ahora yo haré todo por ella. Quizá después entregue otro anillo de compromiso, pero será el segundo.

El joyero no dijo nada. Solamente ordenó a su cajera que hiciera al muchacho el descuento aquel que se hacía nada más que a los clientes importantes.

REFLEXIÓN

Tenemos casas más grandes, pero familias más pequeñas.

Tenemos más compromisos, pero menos tiempo.

Tenemos más medicinas, pero menos salud.

Hemos multiplicado nuestras fortunas, pero hemos reducido nuestros valores.

Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.

Hemos llegado a la Luna y regresamos, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.

Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior.

Tenemos mayores ingresos, pero menos moral.

Estos son tiempos con mas libertad, pero menos alegría.

Con más comida, pero menos nutrición.

Son días en los que quizás llegan dos sueldos, pero entran los divorcios.

Son tiempos de casas más bonitas, pero más hogares rotos.

No guardes nada "para una ocasión especial", porque cada día que vives es una ocasión especial.

Lee más, siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte en las malas hierbas.

Pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos.

Come tu comida preferida y visita los sitios que te encantan..

La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no es sólo para sobrevivir.

Usa tus copas de cristal; no guardes tu mejor perfume, úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo. Las frases "Uno de estos días", "algún día", quítalas de tu vocabulario. Escribamos aquella carta que pensábamos escribir "uno de estos días".

Digamos hoy a nuestros familiares y amigos, cuanto los queremos.

Por eso no retardes nada que agregue risa y alegría en tu vida. Cada día, hora, minuto, es especial.

EL EVANGELIO DE HOY: 24.07.2012

Autor: H. Jonas Massaneiro | Fuente: Catholic.net
Las semillas caen en diferente tierra
Mateo 13, 1-9. Tiempo Ordinario. Dejemos que Cristo siembre su amor en nuestro corazón. Que no sea un lugar áspero a sus semillas.
 
Las semillas caen en diferente tierra
Del santo Evangelio según san Mateo 13, 1-9

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a él, que hubo de subir a sentarse en una barca, y toda la gente quedaba en la ribera. Y les habló muchas cosas en parábolas. Decía: «Una vez salió un sembrador a sembrar. Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra; pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron. Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta. El que tenga oídos, que oiga».

Oración introductoria

Señor, hoy vengo a recibir tu Palabra, que es una pequeña semilla. Pero quiero que me hables claro sobre lo que necesito. No quiero, por mi parte, cerrar el corazón a esta pequeña semilla, sino recibirla con alegría. Para esto te pido fe, que me lleve a reconocer en tu semilla mi salvación y me permita acogerla. Necesito también confianza, para que tu semilla, Dios mío, crezca. Y por último pido amor, ese amor que hace fructificar en mi vida el ciento por uno. Así sea.

Petición

Señor, hazme dócil a tu Palabra; que te escuche con atención. Dame la "tierra buena", de la que tú hablas en el Evangelio, Señor. Que no sea sordo a tu voz.

Meditación del Papa

Señor arroja con abundancia y gratuidad la semilla de la Palabra de Dios, aun sabiendo que podrá encontrar una tierra inadecuada, que no le permitirá madurar a causa de la aridez, y que apagará su fuerza vital ahogándola entre zarzas. Con todo, el sembrador no se desalienta porque sabe que parte de esta semilla está destinada a caer en "tierra buena", es decir, en corazones ardientes y capaces de acoger la Palabra con disponibilidad, para hacerla madurar en la perseverancia, de modo que dé fruto con generosidad para bien de muchos.
La imagen de la tierra puede evocar la realidad más o menos buena de la familia; el ambiente con frecuencia árido y duro del trabajo; los días de sufrimiento y de lágrimas. La tierra es, sobre todo, el corazón de cada hombre, en particular de los jóvenes, a los que os dirigís en vuestro servicio de escucha y acompañamiento: un corazón a menudo confundido y desorientado, pero capaz de contener en sí energías inimaginables de entrega; dispuesto a abrirse en las yemas de una vida entregada por amor a Jesús, capaz de seguirlo con la totalidad y la certeza que brota de haber encontrado el mayor tesoro de la existencia. Quien siembra en el corazón del hombre es siempre y sólo el Señor, (Benedicto XVI, 21 de julio de 2009).

Reflexión 

Cristo se pone a la orilla del lago de nuestra vida y quiere entrar con su barca, no como extraño, sino como amigo que trae la paz. Y ¿de qué forma? Por su palabra y su presencia. En esto hay una relación muy estrecha entre la lectura y el Evangelio. Así como Dios dio alimento a los israelitas en el desierto, también Cristo quiere darse como alimento a nuestras almas. Él quiere que nos demos cuenta de las dos únicas fuentes de vida: su Palabra en el Evangelio y su cuerpo en la Eucaristía. Todo el evangelio se centra en nuestro primero alimento vital, que es ésta semilla lanzada a tu alma en particular. Pero el sembrador es el protagonista de la escena y no nuestro pobre terreno, con sus espinas y piedras, porque si miramos bien, no podemos trabajar la tierra sin la ayuda de Dios. Si nos creemos el centro de la escena, estaremos equivocados; pero si entendemos nuestro papel de colaboración con la obra de Dios, entonces hemos atinado en nuestra relación con Él.

Ahora bien, es bonito percibir el amor de Dios que lanza con cariño las semillas, y sentimos vergüenza de la aspereza con que recibimos su Palabra en el Evangelio, sin mejorar nuestra vida. Entonces ¿qué podemos hacer? Primero, analizar el grado de sintonía entre lo que yo quiero y lo que Dios quiere. Después, aceptar o no su voluntad, pero nunca estar indecisos porque nos mueve a la desesperación, y por último, llevar a cabo la Palabra de Dios en el día, esto es, vivirlos dos mandamientos de Dios: Amarlo a Él y al prójimo como a nosotros mismos. Vivir de cara a Dios, hablándole en la oración como amigo, esposo y Señor, respetando su cuerpo en la Eucaristía. Y al prójimo, preocupándonos por todo el que está a nuestro lado, prestando atención al que me habla, demostrando cariño a todos. Así Dios podrá producir el “ciento por uno” en nuestras almas.

Propósito

Trataré con respeto y cariño a todos los que vengan hablarme como si lo hiciera al mismo Cristo, Nuestro Señor.

Diálogo con Cristo

Señor, hoy me has hablado claro, sé que solo con escucharte y recibirte en la Eucaristía no pereceré en este desierto que es el mundo. También me has mostrado mi ingratitud para contigo, especialmente cuando no hago fructificar tus semillas: aquellas gracias y oportunidades para crecer en el amor y en la paciencia, porque he cerrado mi corazón. Pero ahora te pido de rodillas, que ya no dejes pasar mis días sin amarte, viendo en todo tu mano de Padre, y rezando con el corazón y no con la boca. Amaré a todos los que vea hoy como si fuese mi último día en la tierra, con amor y con cariño. Jesús, que nunca deje de te amar. Amén.

Como Jesús fue el anunciador del amor de Dios Padre, también nosotros lo debemos ser de la caridad de Cristo: somos mensajeros de su resurrección, de su victoria sobre el mal y sobre la muerte, portadores de su amor divino. (Benedicto XVI, 5 de abril de 2010).





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  • H. Jonas Massaneiro 

    UN CORAZÓN HUMILLADO ....



    martes, 23 de julio de 2013

    FOTOS PRIMER DÍA DE JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD - 2013


    FOTOGRAFÍAS DEL PRIMER DÍA EN LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD, RIO 2013

    JULIO 23





















    UN EJEMPLO DE FE: PEREGRINO VIAJA 18 DÍAS A DEDO


    PEREGRINO ARGENTINO VIAJA 18 DÍAS A DEDO PARA LLEGAR A LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD


    Ante la falta de recursos económicos para viajar a la JMJ Rio2013, el peregrino Facundo Tolaba, decidió seguir el camino de su fe y peregrinar desde su ciudad natal, Jujuy en Argentina hasta Río de Janeiro a dedo.

    Facundo decidió peregrinar el día de su cumpleaños. Ese día, el chico le tenía que comunicar al Fraile de su comunidad que por su nível económico le era imposible viajar a la Jornada.

    “LLegué a la Iglesia a hablar con el Fraile. Pero al entrar comencé a llorar sin saber porque. No entendia nada, el Fraile me dijo que era el Espíritu  Santo actuando en mí. Me confesé y después me fui a orar y en una foto que había del Papa Francisco en ese lugar sentí un llamado que me decía vení vení”.

    Tras ese episodio y motivado por la humildad del Santo Padre, el chico decidió dedicar cada centavo de su trabajo como repartidor de golosinas para pagar la cuota de inscripción a la #JMJ. Una vez que la pagó renunció a su trabajo y  empreendió el viaje a dedo.

     De esa forma, Facundo inició su peregrinaje, con apenas 600 pesos argentinos en la bolsa, pero confiando en que la providencia de Dios nunca lo abandonaría.

    “Ese día que salí fui a Misa como una especie de envío para mí solo. Sin conocer el mundo, yo nunca había sabido de Jujuy. Fue muy duro porque a veces pasabas horas y ningún auto me alzaba”.

    Sin tener el dinero suficiente para pagar su alimentación y hospedaje relata que la providencia de Dios nunca faltó.

    “Era gracia de Dios sentía hambre y siempre hubo alguien que me daba, era algo raro, fue una providencia de Dios.”

    Atravesó la frontera y ya vez en Brasil, encontró un grupo de frailes estadounidenses que lo acompañaron en su pelegrinaje hasta el Santuario de la Virgen de Aparecida en São Paulo. Allí siguió con otro fraile argentino y con él llegó a Rio 18 días después de su salida.

    De la experiencia, el joven relata que aunque en algunos momentos sintió mucha frustación aprendió el verdadero sentido de peregrinar y encomendar su destino al Señor.

    “Cada vez me sentía frustado lo que hacía era ponerme a rezar llenarme de fe, cargar mi cruz y saber que Dios no me abandonaria. Saber que mi fe y mi sudor me iban a traer hasta acá. Me decía a mí mismo, voy a llegar, tengo que llegar y me di cuenta del significado de la peregrinación,” concluyó el joven.

    EL PAPA LLEGA A LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD


    LLEGADA DE PAPA FRANCISCO A LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD - BRASIL - RIO  
    23 AL 28 DE JULIO DEL 2013


    El Papa Francisco inició hoy en Brasil el primer viaje internacional de su pontificado, para presidir entre mañana y el domingo en Río de Janeiro la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

    El avión que transportó a Francisco aterrizó a las 15:43 hora local (13:43 hora peruana) 17 minutos antes de lo previsto en la base aérea de Galeao, donde lo esperaban altos representantes de la Iglesia y del gobierno, entre ellos la presidenta Dilma Rousseff.

    La mandataria brasileña lo recibió a los pies de la escalerilla del avión A330 de Alitalia que lo trajo desde Roma. Una multitud estalló en cantos y bailes, agitando banderas del Vaticano y de sus países de origen, cuando Francisco puso sus pies en suelo brasileño.

    El Papa se dirigirá a la catedral metropolitana y luego se paseará en un papamóvil descubierto por el centro de la ciudad.

    Francisco cumplirá una intensa agenda en este país –sacudido recientemente por protestas sociales contra la corrupción– que incluye una visita a una favela, a adictos de crack y al mayor santuario católico de Brasil, Aparecida, en Sao Paulo.

    A bordo del avión papal, Francisco advirtió que el mundo corre el riesgo de tener una generación entera de jóvenes desempleados y condenó “la cultura del rechazo a los ancianos”.

    EL EVANGELIO DEL DIA: 23.07.2013

    Autor: P. Francisco Javier Arriola LC | Fuente: Catholic.net
    Mi madre y hermanos cumplen la voluntad de Dios
    Mateo 12, 46-50. Tiempo Ordinario. Cristo quiere que seamos sus verdaderos hermanos o madres de Él, pero distinguiéndonos por nuestra docilidad al Padre.
     
    Mi madre y hermanos cumplen la voluntad de Dios
    Del Evangelio según san Mateo 12, 46 - 50

    Todavía estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con él. Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte». Jesús le respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?». Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: «Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre».

    Oración Introductoria

    "Corazón de Jesús traspasado de amor por mí, haz mi corazón semejante al tuyo". Abre, Señor, mi entendimiento para recibir tus palabras y hacerlas fructificar en mi vida. Renueva mis oídos del alma para escuchar tu mensaje, y concede a mi voluntad la fortaleza y decisión para cumplir tus designios de amor. Aumenta mi fe para verte en la oración; aumenta mi esperanza para entusiasmarme con el día en que pueda gozar eternamente de ti en el cielo y amarte sin fin.

    Petición

    Jesús, Señor de Misericordia, ayúdame a incrementar mi familiaridad contigo por la fe, de tal modo que te conozca cada vez más; y conociéndote, te ame más; y amándote, te imite más; e imitándote te siga y me entregue todo a ti sin reservas.

    Meditación

    "Quien acoge a Cristo en la intimidad de su casa se sacia con las alegrías más grandes". El Señor Jesús fue su gran atractivo, el tema principal de su reflexión y de su predicación, y sobre todo el término de un amor vivo e íntimo. Sin duda, el amor a Jesús vale para todos los cristianos, pero adquiere un significado singular para el sacerdote célibe y para quien ha respondido a la vocación a la vida consagrada: sólo y siempre en Cristo se encuentra la fuente y el modelo para repetir a diario el "sí" a la voluntad de Dios. "¿Qué lazos tenía Cristo?", se preguntaba san Ambrosio, que con intensidad sorprendente predicó y cultivó la virginidad en la Iglesia, promoviendo también la dignidad de la mujer. A esa pregunta respondía: "No tiene lazos de cuerda, sino vínculos de amor y afecto del alma". Y, precisamente en un célebre sermón a las vírgenes, dijo: "Cristo es todo para nosotros. Si tú quieres curar tus heridas, él es médico; si estás ardiendo de fiebre, él es fuente refrescante; si estás oprimido por la iniquidad, él es justicia; si tienes necesidad de ayuda, él es vigor; si temes la muerte, él es la vida; si deseas el cielo, él es el camino; si huyes de las tinieblas, él es la luz; si buscas comida, él es alimento". (Benedicto XVI, 2 de junio de 2012).

    Reflexión 

    En esta meditación no nos detendremos a elucubrar pensamientos sobre si Jesús tuvo hermanos o no, porque somos conscientes de que la palabra -hermano- y se usaba para designar a un rango muy amplio de familiares, parientes y cercanos. La virginidad de María, por gracia y designio de Dios, estuvo siempre intacta y San José fue siempre, con palabras del Evangelio, un justo y santo varón, el casto esposo de María.

    Lo más importante es comprender que las palabras de Jesús no fueron ningún desaire para su Madre la Virgen Santísima. A primera vista puede parecer un rechazo o un desprecio hacia María. Pero hay que advertir que se trata de uno de los halagos y piropos más bellos a la Virgen María. El Señor les dice que la que le busca fuera del recinto no es sólo quien lo ha engendrado, sino quien más se ha destacado por cumplir la Voluntad de Dios. Es como darse cuenta de que no hay que reducir a su madre como a un simple hecho biológico, sino que Ella es el ser más excelso de la creación, la mujer que mejor ha obedecido a Dios reflejándolo en su incondicional "fiat", "hágase". De este modo, cualquiera que pretenda ser madre, hermano o hermana de Jesús, tiene que serlo primero por el fiel cumplimiento de la Voluntad de su Padre que está en los cielos.

    Cristo quiere que seamos sus verdaderos hermanos o madres de Él, pero distinguiéndonos principalmente por nuestra docilidad al Padre. Todos deseamos tener el beneplácito del Señor, que Él nos mire y nos diga que nos conoce porque cumplimos la voluntad de Dios. ¿Dónde encontramos su voluntad? En nuestro deber diario según nuestra condición de vida, en los mandamientos, en hacer el bien, en transmitirlo a los demás, en vivir de cara a Dios.

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    María, antes de concebir a Dios en su seno, lo concibió en la fe. Dicen los santos padres que Cristo elogia a su Santísima Madre en este pasaje, para elevarla más aún sobre todo parentesco meramente humano a la maternidad espiritual. Todos estamos llamados a ser cercanos a Jesús, familiares, parientes, pero sobre todo hermanos porque con el bautismo hemos sido recibidos en adopción divina y Él nos ha rescatado con su muerte para hacernos hermanos.

    María es una persona muy importante en la misión de Cristo, y en Ella, nosotros estamos llamados a ser piezas clave para la continuación de la misión de Cristo en el mundo. Por este motivo, no podemos ser extraños o ajenos al Señor, pues no nos sentiríamos interpelados con el encargo, por ejemplo, de ir y proclamar el Evangelio a todas las naciones. Hay que conocer, amar a Cristo como un hermano, hermana o madre. Sólo desde el amor los lazos humano-divinos se fortalecen.

    Propósito

    Rezaré un misterio del rosario para pedir a María que me enseñe a valorar a Cristo y a descubrirlo en los demás, de modo que vea a las personas como hermanos a quienes puedo ayudar.

    Diálogo con Cristo

    Padre Santo, tú que te manifestaste en Cristo para que nos reconociéramos como hermanos, hijos tuyos, concédeme la gracia de comprender que el mejor modo de comportarnos como miembros de esta familia santa es cumpliendo tu voluntad. Ilumina mi mente para descubrir lo que quieres de mí y para ver el camino que debo seguir para encontrarte a ti. Mira mi debilidad, mis rencores, desánimos, errores y pecados, y bórralos con el fuego de tu amor para que sea un digno miembro de tu Iglesia.


    «Toda la pedagogía de la liturgia cuaresmal concreta este imperativo fundamental. Seguir a Cristo significa, ante todo, ponernos a la escucha de su palabra. La participación en la liturgia dominical, semana tras semana, es necesaria para todo cristiano precisamente para entrar en una verdadera familiaridad con la palabra divina: el hombre no sólo vive de pan, o de dinero, o de la carrera; vive de la palabra de Dios, que nos corrige, nos renueva y nos muestra los verdaderos valores fundamentales del mundo y de la sociedad.» Joseph Ratzinger, 26 de marzo de 2005




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  • P. Francisco Javier Arriola LC 

    lunes, 22 de julio de 2013

    NO TEMAS...


    BUSCANDO EL CAMINO PERDIDO

    Buscando el camino perdido
    Autor: Paulo Coelho


    Salimos al mundo a la búsqueda de nuestros sueños e ideales, pese a saber que a menudo imaginamos en lugares remotos lo que en realidad está al alcance de nuestras manos. Cuando descubrimos el error, nos damos cuenta del largo tiempo que perdimos buscando tan lejos aquello que teníamos tan cerca. Nos dejamos entonces atormentar por el sentimiento de culpa, por los pasos errados, la vana búsqueda y el dolor que causamos.

    No debería ser así: aunque el tesoro que anhelas esté enterrado en tu casa, sólo lo encontrarás cuando te alejes. Si el hijo pródigo no lo hubiese abandonado todo, su padre jamás lo habría recibido a su vuelta con tan gran regocijo.

    Existen en nuestras vidas ciertas cosas marcadas con un sello que reza: "sólo cuando me hayas perdido y recuperado, apreciarás mi valor". De nada sirve intentar acortar este camino. En Japón, fui invitado a visitar el templo zen budista de Guncan-Gima. Al llegar allí, me orprendió que la bellísima estructura, situada en medio de un bosque inmenso, estuviera junto a un gigantesco terreno baldío. Cuando le pregunté al encargado por aquel terreno, me explicó: "Es el lugar de la próxima construcción. Cada 20 años destruimos este templo que está usted viendo, y lo volvemos a construir al lado. De esta forma, los monjes carpinteros, pedreros y arquitectos pueden siempre ejercer sus habilidades, y enseñárselas, a través de la práctica, a sus aprendices. También mostramos con ello que nada en la vida es eterno, pues incluso los templos están en un proceso de constante perfeccionamiento."

    Si el camino que recorres es el de tus sueños, comprométete con él. No dejes abierta la puerta de salida, con la excusa de que "esto más o menos, pero no es lo que busco". Esta frase tan utilizada guarda dentro de sí la simiente de la derrota. Asume tu camino. Aunque hayas de dar pasos en falso, aunque tengas que destruir y construir constantemente, aunque sepas que puedes dar más de ti. Si aceptas tus posibilidades en el presente, con toda certeza mejorarás en el futuro.

    Al maestro Achaan Chah le dieron una hermosa parcela para que construyese en ella un monasterio. Chah debía emprender un viaje y ausentarse por un tiempo, así que dejó la construcción en manos de sus discípulos.

    A su vuelta, cinco meses más tarde, las obras no habían empezado todavía. Los discípulos habían encargado varios estudios a los arquitectos locales. Uno de ellos le preguntó a Chah: –¿Cuál de los proyectos debemos llevar adelante? ¿Cómo proceder para tomar la decisión acertada?

    Chah respondió: –Cuando se quiere el bien, los resultados son siempre buenos.

    Liberados así del miedo a errar, tomaron una decisión y el resultado fue magnífico.

    Afronta tu camino con valentía, no temas la crítica de los otros. Y sobre todo, no dejes que tu propia crítica te paralice.

    REGRESO AL HOGAR

    Regreso al hogar


    Corría el tren por la vía en busca de las estaciones que se acercaban sin cesar. Entre el bullicio que había en el pasillo, nadie reparó en un joven que estaba sentado con el rostro entre las manos en un compartimiento. Cuando levantaba el rostro, se veían en él las huellas de la tristeza, el desencanto y la preocupación. Después de varias estaciones, un señor mayor que estaba sentado frente a él, se animó a preguntarle cuál era el motivo de su turbación.

    Verá, -dijo el joven- siendo adolescente, era muy rebelde y no hice caso a mi madre que me aconsejaba a dejar las malas compañías. En una de esas andanzas mías, en una pelea, maté a una persona. Fui juzgado, condenado a diez años de cárcel y mi sentencia la tuve que purgar en un presidio lejos de mi casa. Nadie me escribió durante ese tiempo, y todas las cartas que envié no tuvieron respuesta.

    Unos meses atrás, -prosiguió el joven- cuando supe la fecha de mi liberación le escribí a mi madre una carta. En ella le decía más o menos así: "Querida mamá, sé que has sufrido mucho por mi causa en estos diez años. Sé que he sido un mal hijo y que entiendo tu silencio al no querer comunicarte conmigo. Dentro de unos meses voy a estar libre y quisiera regresar a casa. No sé si me estarás esperando, por lo cual te ruego que me des una señal que me aceptarás. ¿Te acuerdas el peral que hay en la estación de trenes? Yo voy a comprar un pasaje que sirva para más allá de nuestro pueblo. Si tú me perdonaste y aceptas mi regreso, te ruego le pongas una cinta amarilla a ese peral, entonces yo al verlo me bajaré. Si es que no aceptas mi regreso, al no ver la cinta amarilla en el árbol, seguiré de largo y nunca más te molestaré."

    Esta es mi historia, señor, y quisiera pedirle un favor. ¿Podría mirar Ud. en la próxima estación si ve el árbol con cinta amarilla? Tengo tanto miedo que no me animo a mirar.

    En silencio, solo interrumpido por los sollozos del joven, el tren fue avanzando, acercándose cada vez más a la estación asignada. De repente, el señor que estaba enfrente gritó lleno de júbilo:

    -¡Joven, joven, mire! Alzando los ojos surcados por las lágrimas, el joven contempló el espectáculo más hermoso que podían ver sus ojos. El peral no tenía una cinta amarilla. Estaba lleno de cintas amarillas, pero no solo él, sino todos los árboles del pueblo estaban llenos de cintas amarillas.

    REGLAS DE ORO DEL DÍA


    Reglas de oro del día


    Si abriste, cierra.
    Si encendiste, apaga.
    Si conectaste, desconecta.
    Si desordenaste, ordena.
    Si ensuciaste, limpia.
    Si rompiste, arregla.
    Si no sabes arreglar, busca al que sepa.
    Si no sabes qué decir, cállate.
    Si debes usar algo que no te pertenece, pide permiso.
    Si te prestaron, devuelve.
    Si no sabes cómo funciona, no toques.
    Si es gratis, no lo desperdicies.
    Si no es asunto tuyo, no te entrometas.
    Si no sabes hacerlo mejor, no critiques.
    Si no puedes ayudar, no molestes.
    Si prometiste, cumple.
    Si ofendiste, discúlpate.
    Si no sabes, no opines.
    Si opinaste, hazte cargo.
    Si algo te sirve, trátalo con cariño.

    Si no puedes hacer lo que quieres, trata de querer lo que haces

    EL EVANGELIO DE HOY: 21.07.2013

    Autor: Clemente González | Fuente: Catholic.net
    La aparición a María Magdalena
    Juan 20, 1-2. 11-18. Tiempo Ordinario. Es en los momentos duros cuando Dios está más cercano a nosotros.
     
    La aparición a María Magdalena
    Del santo Evangelio según san Juan 20, 1-2. 11-18


    El domingo por la mañana, muy temprano estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puest". María se había quedado junto al sepulcro llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. Ellos le preguntan: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto». Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré». Jesús le dice: «María». Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro» Jesús le dice: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios». Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras.

    Oración introductoria

    Señor mío, te necesito. No soy digno y humildemente te pido perdón por todas mis debilidades. Permite, por tu inmensa misericordia, que hoy pueda reconocerte y experimentar tu cercanía para salir como Magdalena a anunciar a todos la Buena Nueva.

    Petición

    Dios mío, no permitas que las actividades diarias ni las atracciones del mundo me distraigan de mi fin último, de tu gloria y de tu servicio.

    Meditación del Papa

    Por tanto, la resurrección no es una teoría, sino una realidad histórica revelada por el Hombre Jesucristo mediante su "pascua", su "paso", que ha abierto una "nueva vía" entre la tierra y el Cielo. No es un mito ni un sueño, no es una visión ni una utopía, no es una fábula, sino un acontecimiento único e irrepetible: Jesús de Nazaret, hijo de María, que en el crepúsculo del Viernes fue bajado de la cruz y sepultado, ha salido vencedor de la tumba. En efecto, al amanecer del primer día después del sábado, Pedro y Juan hallaron la tumba vacía. Magdalena y las otras mujeres encontraron a Jesús resucitado; lo reconocieron también los dos discípulos de Emaús en la fracción del pan; el Resucitado se apareció a los Apóstoles aquella tarde en el Cenáculo y luego a otros muchos discípulos en Galilea. El anuncio de la resurrección del Señor ilumina las zonas oscuras del mundo en que vivimos.(Benedicto XVI, 12 de abril de 2009).

    Reflexión

    Es justo para María Magdalena que, en su infinita ternura y misericordia, Jesús Renacido prefiera mostrarse por primera vez a ella con su cuerpo transfigurado. La compasión que Jesús siempre ha demostrado respecto a las almas en pena lo ha llevado a mostrar mayor atención hacia ellas. María Magdalena siguió durante años a Cristo en sus recorridos por las calles de Israel compartiendo alegrías y esperanzas con los otros discípulos, y ahora recibe el consuelo de ser la primera en ver a su Maestro vivo.

    ¿Cuántas veces también nosotros nos sentimos deprimidos, trastornados, embrujados por los hechos que se arremolinan violentamente en nuestra vida? Es precisamente en estos momentos cuando Dios está más cercano a nosotros, ansioso de donarnos el consuelo de su abrazo y su Resurrección, si logramos renunciar a nuestra autocompasión y dejamos de hurgar, orgullosos, en nuestro corazón herido buscando sólo el bien propio. Si nos esforzamos por volver a la luz, entonces secaremos de nuestros ojos las lágrimas de la desesperación. Entonces veremos la esperanza de Cristo, el Hijo de Dios que ha triunfado sobre el dolor, el pecado y la muerte.

    Diálogo con Cristo

    Jesús, con frecuencia me parece tan difícil darme el tiempo y buscar el mejor lugar para poder encontrarte en mi oración. Me dejo envolver en mis asuntos y no sé descubrirte en los demás. Dame un corazón humilde y sabio, para reconocer siempre que sin Ti no soy nada y que nada de lo que haga, por más maravilloso que pueda parecer, tendrá valor.

    Propósito

    Pedir al Espíritu Santo la sabiduría y la fortaleza para cambiar esta actitud o comportamiento que no es propio de un auténtico discípulo y misionero de Cristo. 

    domingo, 21 de julio de 2013

    IMPORTANCIA DE LAS PALABRAS DE ESTÍMULO


    Importancia de las palabras de estimulo
    Autor: Nido Qubein


    Algunos de los mayores éxitos de la historia se produjeron después de una palabra de estímulo o de un acto de confianza por parte de una persona querida o un amigo fiel. Si no hubiera sido por una esposa confiada, Sophia, tal vez no habríamos tenido entre los grandes nombres de la literatura el de Nathaniel Hawthorne, Cuando Nathaniel, un hombre acongojado, fue a su casa a decirle a su esposa que era un fracaso y que lo habían echado de su trabajo en la aduana, ella lo sorprendió con una exclamación de alegría.

    - ¡Ahora puedes escribir tu libro! - dijo triunfante.

    - Sí - repuso el hombre con vacilante aplomo - y de qué vamos a vivir mientras lo escribo?

    Para su gran sorpresa, ella abrió un cajón y sacó una cantidad considerable de dinero.
    - De dónde sacaste eso? - exclamó él.

    - Siempre supe que eras un hombre de talento - le dijo -. Sabía que algún día escribirías una obra maestra. De modo que cada semana, del dinero que me dabas para la casa, ahorraba un poco. Tenemos suficiente para un año entero.
    De su confianza y su fe salió una de las novelas más importantes de la literatura norteamericana: La carta escarlata.

    FORTALEZA


    Fortaleza


    Cuando estés en la noche oscura del sufrimiento no culpes a Dios, no te culpes a ti mismo, ni culpes a los demás. 

    En lugar de ahogarte con la culpa fortalece tu espíritu con la oración, buenas lecturas y el apoyo de quienes te aman. 

    No te concentres únicamente en tus penas y valora todo lo bueno que aún puedes disfrutar. 

    Si no te dejas vencer por el desespero serás capaz de luchar, como lo hacen tantos que están en peores situaciones. 

    Por eso te conviene mirar hacia abajo y adarte cuenta de que otros sonríen sin pies cuando tú lloras por no tener zapatos. 

    Hay penas que nos parecen insufribles pero paso a paso vamos saliendo adelante si avivamos la fe y la esperanza. 

    Nos pasa como el alpinista que ve la cumbre lejana, pero poco a poco sus bríos lo llevan hasta arriba. 

    Dios nunca te abandona y está allí contigo aunque a veces no lo sientas. Sigue adelante y verás como puedes más de lo que crees.

    MI VIDA ERA SÓLO VIDA


    Mi vida era sólo vida 
    Autor: Padre Ignacio Larrañaga


    Mi vida era triste, mi vida era vacía,
    no había emociones, amores ni pasiones,
    mi vida era sólo vida, yo no vivía mi vida.
    Era tan sólo vida vivida, porque era vida.

    Mi vida con sus problemas,
    mi vida con sus vivencias,
    asi trancurría mi vida,
    y sólo la vivía día tras día,
    sin Fe ni esperanza,
    y siempre andaba ciega por la vida.

    Hasta que vino a mi vida
    Aquel que nos dio la vida.
    El me enseñó a amar,
    sacó las vendas de mis ojos.

    El me enseñó como vivir la vida
    y me mostró todo lo que El 
    nos había regalado en esta vida.
    la naturaleza, el mar, el amor...

    Y asi empecé a disfrutar la vida,
    desde una hoja, caída en el otoño,
    hasta un capullo recién brotando,
    en una linda primavera.

    Desde una gota de lluvia,
    caída en un invierno crudo,
    hasta la rosa ya crecida,
    en un caluroso verano.

    Ahora vivo yo la vida,
    no es simplemente vida,
    Vive Dios en mí vida,
    y yo vivo en Dios, que es Vida.

    EL EVANGELIO DEL DIA: 21.07.2013

    Autor: P. Sergio A. Córdova LC | Fuente: Catholic.net
    La sabiduría de la hermana menor
    Lucas 10, 38-42. Tiempo Ordinario. ¡Cristo es el Único necesario! Todo lo demás nos lo dará Él por añadidura.
     
    La sabiduría de la hermana menor
    Del santo Evangelio según san Lucas 10, 38-42


    Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada».

    Oración introductoria

    Jesús, así como aquel día entraste en la casa de Marta, hoy también vienes en esta oración a mi vida. Ayúdame a ponerme espiritualmente a tus pies. Quiero dejar de lado todas las distracciones, preocupaciones, ideas y sentimientos que me impidan ponerme a tu escucha.

    Petición

    Jesús, ayúdame a escoger siempre la mejor parte, que es la oración, que es tu Reino, que es tu amor.

    Meditación del Papa

    En la Iglesia, contemplación y acción, simbolizadas de alguna manera por las figuras evangélicas de las hermanas Marta y María, deben coexistir e integrarse. La prioridad corresponde siempre a la relación con Dios y el verdadero compartir evangélico debe estar arraigado en la fe. A veces, de hecho, se tiene la tendencia a reducir el término "caridad" a la solidaridad o a la simple ayuda humanitaria. En cambio, es importante recordar que la mayor obra de caridad es precisamente la evangelización, es decir, el "servicio de la Palabra". Ninguna acción es más benéfica y, por tanto, caritativa hacia el prójimo que partir el pan de la Palabra de Dios, hacerle partícipe de la Buena Nueva del Evangelio, introducirlo en la relación con Dios: la evangelización es la promoción más alta e integral de la persona humana. Como escribe el siervo de Dios el Papa Pablo VI en la Encíclica Populorum progressio, es el anuncio de Cristo el primer y principal factor de desarrollo. La verdad originaria del amor de Dios por nosotros, vivida y anunciada, abre nuestra existencia a aceptar este amor haciendo posible el desarrollo integral de la humanidad y de cada hombre. (Benedicto XVI, Mensaje para la Cuaresma 2013).

    Reflexión

    Se cuenta que, en una ocasión, un famoso científico alemán quiso realizar una expedición por el Amazonas. Era una eminencia en los diversos ramos del saber. Llegado al Brasil, le pidió a uno de los naturales del lugar que lo llevara en su barca, río adentro. El joven aceptó con gusto. Durante la travesía, el sabio preguntó al joven: ¿Sabes astronomía? No. ¿Y matemáticas? Tampoco. ¿Y biología o botánica? –No, yo no sé nada de esas cosas, señor –le respondió el muchacho, muy confundido—. Yo sólo sé remar y nadar. ¡Qué pena! –le dijo el científico— has perdido la mitad de tu vida. Y guardaron silencio. Al cabo de una media hora se precipitó una tormenta tropical y la barca amenazaba naufragar. Entonces el barquero preguntó al científico: ¿Sabe usted nadar, señor? –No –contestó el sabio-. Y el muchacho, con tono apenado, le dijo: -¡Pues usted ha perdido toda su vida!

    Esta simpática historia nos puede ayudar a comprender que hay cosas buenas y necesarias, pero que no son las más importantes de la vida. Mientras que otras, aunque sean aparentemente menos importantes, son las más fundamentales. En otras palabras, nos descubre el sentido de lo esencial.

    El Evangelio de hoy es uno de los pasajes que a mí más me gustan, precisamente porque nos revela de una manera clarísima el sentido de lo esencial en nuestra vida.

    A Jesús le complacía hospedarse en la casita de Betania porque allí tenía buenos amigos que lo querían, lo acogían con gusto y con quienes pasaba unos ratos de descanso y de familiaridad muy agradables. Lázaro, Marta y María eran amigos y confidentes de nuestro Señor. Marta –la hermana mayor— fungía de anfitriona, de ama de casa, y se multiplicaba para atender lo mejor posible a un Huésped y a un Amigo tan singular. Y la señora de casa hacía todo lo posible por ofrecerle lo mejor y por "lucirse" en el servicio y en las atenciones... "Se multiplicaba para dar abasto con el servicio" nos dice el evangelista.

    Mientras tanto, María, toda despreocupada, "sin hacer nada", se sentaba plácidamente a los pies del Señor a escuchar su palabra. Marta, toda nerviosa y ajetreada, se para entonces un momento y, en tono de queja, le dice a Jesús que le pida a la hermana menor que la ayude en el servicio, ya que ella no alcanza con todo.

    Seguramente esperaba que, ante la petición del Maestro, su hermana se levantaría a ayudarla. Y, sin embargo... ¡le salió el tiro por la culata! No sólo no logró que María le echara una mano, sino que, además, se ganó una dulce reprensión de parte del Señor: "Marta, Marta, tú te inquietas y te turbas por muchas cosas... pero sólo UNA es necesaria –le dice-. María ha escogido la mejor parte, y no le será arrebatada".

    Yo creo que no siempre se ha hecho justicia a Marta. Tal vez hemos pensado que Marta se ganó la "regañina" del Señor porque estaba equivocada. No. Marta estaba haciendo una cosa estupenda, maravillosa: estaba sirviendo al Señor. ¡Qué privilegio! Sin embargo, a pesar de todo, sí tuvo un error, y Jesús no tardó en hacérselo ver. El problema no está en servir al Señor, sino en la manera de hacerlo. Lo que Jesús reprueba no son sus servicios y sus atenciones, sino la agitación, la dispersión, el andar corriendo en mil direcciones y perder la paz del corazón.

    Marta se deja ganar por lo urgente y sacrifica lo importante; se queda con lo accidental y descuida lo esencial; se deja copar por el activismo y olvida la contemplación, la escucha de la palabra del Señor, que es lo que verdaderamente importa. Olvidó que la llegada del Señor a su casa era la gran oportunidad para estar con Él y escucharlo, y prefiere, en cambio, la acción. Pero cae, al mismo tiempo, en la precipitación, en el ruido, en la agitación y el nerviosismo. "La prisa –nos dice Tito Livio en un pasaje de sus Annales- es imprudente y ciega". Marta acoge a Jesús en su casa, pero María lo acoge dentro de su corazón, en su propia intimidad.

    Tal vez incluso Marta quería quedar bien ante el Señor, reservándole lo mejor de sus servicios, pero se quedó en las cosas del Señor; mientras que María escogió al Señor de las cosas y le entregó su ser entero.
    Por eso, creo que habría que preguntarnos hoy a qué damos nosotros más importancia en nuestra vida: al "actuar" o al "ser"; al activismo y a una cierta "herejía de la acción" o a la oración y a la contemplación, que es la condición indispensable para una acción fecunda en el apostolado. Si no tenemos el corazón lleno de Dios, nuestra acción será sólo un ruido vacío y estéril. "Mucho ruido y pocas nueces", reza el proverbio popular.

    No se trata de preferir una de las dos actitudes y de descartar la otra. Hemos de unir las dos dimensiones en nuestra vida, pero insistiendo en lo ESENCIAL: oración y acción, escucha y servicio. Pero siempre, poniendo lo primero en el lugar que le corresponde. Ojalá que a nosotros no nos tenga que llamar la atención nuestro Señor, como a Marta: "Tú te inquietas y te turbas por muchas cosas, pero una sola es necesaria".

    Propósito

    Ojalá que nosotros sepamos, como María, escoger la parte mejor –al Señor- pues nadie nos lo arrebatará. ¡Él es el Único necesario! Todo lo demás nos lo dará Él por añadidura.

    Diálogo con Cristo 

    Jesús, gracias por este momento de oración. Quiero permanecer a tus pies, como María, porque mi vida depende de escucharte y experimentar tu cercanía. Dame la gracia de que en mi vida triunfe siempre la gracia sobre el pecado, la fidelidad sobre las tinieblas, el amor sobre el egoísmo, la oración sobre el activismo. Porque sólo si me lleno de Ti, podré darte a los demás.



  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Sergio Cordova LC 

    sábado, 20 de julio de 2013

    TU AMISTAD BENDICE Y ALEGRA MI VIDA


    ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL PARA PEDIR LA PROTECCIÓN DEL CIELO


    ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL
    PARA PEDIR LA PROTECCIÓN DEL CIELO

    Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales, custodio y defensor de las almas, guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales. Humildemente te rogamos, te digne librar de todo mal a los que a ti recurrimos con confianza; que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que, mediante tu incomparable protección adelantemos cada vez más en el servicio del Señor; que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra vida, especialmente en el trance de la muerte, para que, defendidos por tu poder del infernal dragón y de todas sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos presentados por tí, libres de toda culpa, ante la Divina Majestad.

    Amén.

    EL AMIGO DEL HIJO


    EL AMIGO DEL HIJO


    Era la reunión del domingo por la noche de un grupo apostólico en una iglesia de la comunidad. Después de cantar los himnos, el sacerdote de la iglesia se dirigió al grupo y presentó a un orador invitado; se trataba de uno de sus amigos de la infancia, ya entrado en años.

    Mientras todos lo seguían con la mirada, el anciano ocupó el púlpito y comenzó a contar esta historia:

    "Un hombre junto con su hijo y un amigo de su hijo estaban navegando en un velero a lo largo de la costa del Pacífico, cuando una tormenta les impidió volver a tierra firme. Las olas se encresparon a tal grado que el padre, a pesar de ser un marinero de experiencia, no pudo mantener a flote la embarcación, y las aguas del océano arrastraron a los tres."

    Al decir esto, el anciano se detuvo un momento y miró a dos adolescentes que por primera vez desde que comenzó la plática estaban mostrando interés y siguió narrando:

    "El padre logró agarrar una soga, pero luego tuvo que tomar la decisión más terrible de su vida: Escoger a cuál de los dos muchachos tirarle el otro extremo de la soga. Tuvo sólo escasos segundos para decidirse. El padre sabía que su hijo era un buen cristiano, y también sabía que el amigo de su hijo no lo era. La agonía de la decisión era mucho mayor que los embates de las olas."

    "Miró en dirección a su hijo y le gritó: ¡TE QUIERO, HIJO MIO! y le tiró la soga al amigo de su hijo. En el tiempo que le tomó al amigo llegar hasta el velero volcado en campana, su hijo desapareció bajo los fuertes oleajes en la oscuridad de la noche. Jamás lograron encontrar su cuerpo."

    Los dos adolescentes estaban escuchando con suma atención, atentos a las próximas palabras que pronunciara el orador invitado.

    "El padre" -continuó el anciano- "sabía que su hijo pasaría la eternidad con Cristo, y no podía soportar el hecho de que el amigo de su hijo no estuviera preparado para encontrarse con Dios. Por eso sacrificó a su hijo. ¡Cuán grande es el amor de Dios que lo impulsó a hacer lo mismo por nosotros!"

    Dicho esto, el anciano volvió a sentarse, y hubo un tenso silencio. Pocos minutos después de concluida la reunión, los dos adolescentes se encontraron con el anciano. Uno de ellos le dijo cortésmente:

    "Esa fue una historia muy bonita, pero a mí me cuesta trabajo creer que ese padre haya sacrificado la vida de su hijo con la ilusión de que el otro muchacho algún día decidiera seguir a Cristo."

    "Tienes toda la razón", le contestó el anciano mientras miraba su Biblia gastada por el uso. Y mientras sonreía, miró fijamente a los dos jóvenes y les dijo:

    "Pero esa historia me ayuda a comprender lo difícil que debió haber sido para Dios entregar a su Hijo por mí. A mí también me costaría trabajo creerlo si no fuera porque el amigo de ese hijo era yo."

    RECUPERAR LA CALMA


    Recuperar la calma

    Un día, un padre dio a su hijo una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, debería clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa. El primer día el niño clavó 37 clavos en la cerca, el segundo clavó 22... Pero poco a poco fue calmándose, porque descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca. Finalmente, llegó el día en que el muchacho no perdió la calma para nada... y se lo dijo a su padre.

    Entonces el padre le sugirió que, por cada día que controlara su carácter debería sacar un clavo de la cerca. Los días pasaron y el joven pudo finalmente decirle a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó de la mano a su hijo a la cerca de atrás y le dijo: "Mira hijo, has hecho bien; pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Ya la cerca nunca podrá ser la misma de antes. "Cuando dices o haces cosas con coraje, dejas una cicatriz como este agujero en la cerca. Es como meterle un cuchillo a alguien; aunque lo vuelvas a sacar la herida ya quedó hecha... No importa cuántas veces pidas disculpas, la herida está ahí. Una herida física es igual de grave que una herida verbal. Los amigos son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte. Demuéstrales a tus amigos cuánto los quieres. 

    Cada pequeño saludo, cada pequeña sonrisa, cada mano que damos para ayudar salva a un corazón herido. Con este mensaje te quiero decir que tú eres especial.

    EL EVANGELIO DE HOY: 20.07.2013

    Autor: H. Miguel Alejandro Velázquez Rocha | Fuente: Catholic.net
    No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante
    San Mateo 12, 14-21. Tiempo Ordinario. Las cañas ya maltrechas, pueden ser nuestras almas frías por la rutina o dobladas por la inconsciencia o la tibieza.
     
    No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante
    Del Santo Evangelio según San Mateo 12, 14-21

    En seguida los fariseos salieron y se confabularon para buscar la forma de acabar con él. Al enterarse de esto, Jesús se alejó de allí. Muchos lo siguieron, y los curó a todos. Pero él les ordenó severamente que no lo dieran a conocer, para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isaías: «Este es mi servidor, a quien elegí, mi muy querido, en quien tengo puesta mi predilección. Derramaré mi espíritu sobre él y anunciará la justicia a las naciones. No discutirá ni gritará, y nadie oirá su voz en las plazas. No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia; y las naciones pondrán la esperanza en su nombre». 

    Oración introductoria

    Señor, me pongo en tu presencia en este día. Tómame de las manos, Padre mío, y conduce mi alma en esta meditación y durante toda mi vida. Te agradezco tantas gracias que me has concedido sin yo merecerlas: mi vida, la fe, mi familia, tu amor y tu perdón. Por todo te doy gracias, Señor.

    Petición

    Señor, te pido que me ilumines para escucharte en esta meditación y así pueda acercarme más a ti.

    Meditación del Papa

    Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, no vive su "ser como Dios" para triunfar o para imponer su supremacía, no lo considera como una posesión, un privilegio, un tesoro que celar. Más bien, "se despojó", se anonadó a sí mismo, asumiendo, dice el texto griego, la morphedoulos, la "forma de esclavo", la realidad humana marcada por el sufrimiento, la pobreza, la muerte; se ha asemejado plenamente a los hombres, excepto en el pecado, de modo que se comporta como un servidor dedicado al servicio de los demás. En este sentido, Eusebio de Cesarea --siglo IV--, dice: "Él tomó sobre sí la fatiga de los miembros que están sufriendo. Ha hecho suyas nuestras simples enfermedades. Él sufrió y trabajó por amor a nosotros: esto en conformidad con su gran amor por la humanidad"- San Pablo continúa definiendo el marco "histórico" en el que se hizo este abajamiento de Jesús "se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte". El Hijo de Dios se hizo verdaderamente hombre, y ha realizado un camino en completa obediencia y fidelidad a la voluntad del Padre, hasta el sacrificio supremo de su vida. (Benedicto XVI, 27 de julio de 2012).

    Reflexión

    El Evangelio de hoy nos muestra la misericordia y la bondad de Dios.

    «No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia; y las naciones pondrán la esperanza en su nombre».

    Cuando vemos algo a punto de romperse, con frecuencia lo terminamos de romper o simplemente lo desechamos de inmediato. Dios no es así, Él es misericordioso. Las cañas ya maltrechas o las mechas casi extintas, pueden ser nuestras almas frías por la rutina o dobladas por la inconsciencia, la tibieza o el pecado. Más Él no termina de romper, apagar y desechar nuestras almas, sino que espera. Aún más, ¡cuántas veces nos rehace y enciende de nuevo! Porque Él mismo dijo: «No vengo a condenar sino a dar la salvación». No condena sino que espera el momento de nuestra conversión, porque nos ama y porque su misericordia es eterna.

    Lo que Cristo desea es que regresemos. Por eso aguarda con amor a que volvamos a Él para encender la llama de su amor en nuestro corazón.

    «Este es mi servidor». Evidentemente estas palabras se refieren a Jesús. No obstante, el Padre nos dice a cada uno: «Este es mi servidor quien pregonará por toda la tierra mi amor y misericordia».

    Por el bautismo, cada cristiano es constituido mensajero de la Buena Nueva, el Evangelio. A nosotros nos corresponde ayudar a otros a fijar sus ojos en el Señor y que su reino llegue a todos los confines de la tierra.

    Propósito

    Hoy daré testimonio de mi fe en Cristo siendo amable con todos los que trate.

    Diálogo con Cristo

    Padre mío, te amo. ¿Qué más puedo esperar de ti si eres tan bueno y misericordioso? Mi corazón se ensancha de alegría cada vez que pienso cuánto me amas, Señor.

    Ayúdame a ser testimonio elocuente de tu amor en el mundo. Que solo tu amor me llene, que solo tu amor me sacie. Te amo, Señor, por el don inmerecido de tu amor.


    «No está el amor de Dios en tener lágrimas ni estos gustos ni ternura, sino en servir con justicia y fortaleza de ánimo y humildad» (Sta. Teresa de Jesús). 
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