sábado, 8 de junio de 2013

EL EVANGELIO DE HOY: 08.06.2013

Autor: Misael Cisneros | Fuente: Catholic.net
El Niño Jesús en el templo
Lucas 2, 41-51. Corazón Inmaculado de María. Que como María, nuestra vida sea un peregrinar en la fe cuando no entendamos los por qué de la vida.
 
El Niño Jesús en el templo
Del santo Evangelio según san Lucas 2, 41-51


María y José iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo su padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca. Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando. Él les dijo: Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre? Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio. Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón. 

Oración introductoria

Señor, quiero ocuparme en tus cosas, quiero que seas Tú el centro de mi vida y, cumplir tu voluntad, el incentivo de todas mis acciones. ¡Ven Espíritu Santo! Ilumina mi mente y mi corazón en esta oración.

Petición

Espíritu Santo, dame la fortaleza para cumplir la voluntad de Dios.

Meditación del Papa

Narrándonos el episodio de Jesús que, a los doce años de edad, va al templo y se sienta a enseñar a los maestros, el evangelista Lucas deja entrever que Jesús, quien reza después del bautismo del Jordán, tiene una larga costumbre de oración íntima con Dios Padre, radicada en las tradiciones, en el estilo de vida de su familia, en las experiencias decisivas vividas en ella. La repuesta del niño de doce años a José y a María indica ya esta filiación divina, que la voz celestial manifiesta después del bautismo: "¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?". Al salir de las aguas del Jordán, Jesús no inaugura su oración, sino que continúa su relación contante, habitual con el Padre; y, en esta unión íntima con Él, da el paso de su vida escondida de Nazaret a su ministerio público. La enseñanza de Jesús sobre la oración viene, seguramente, de su forma de rezar adquirida en familia, pero que tiene su origen profundo y esencial en el hecho de ser el Hijo de Dios, en su relación única con Dios Padre. Benedicto XVI, 30 de noviembre de 2011.

Reflexión

Quién mejor que una madre como María sabe lo que significa perder al Hijo de Dios, y a su propio hijo. Si en eso momentos Dios Padre le hubiese pedido cuentas a María de la educación de su hijo ¿qué hubiese respondido María? ¿Se me perdió y no lo encuentro o está cumpliendo tu voluntad? Por lo angustiada que estaba parecería que respondería se me perdió. Con esto no hay otra prueba más convincente de que María amaba a Jesús como tantas otras madres posiblemente amaban sus hijos. Era su hijo y como tal lo amaba y lo cuidaba. Sin embargo, el mismo amor de madre le llevó a callarse ante la respuesta de Jesús: tenía que ocuparme de las cosas de mi padre. ¿Que Jesús no sabía que María estaba dando su vida por Él? ¿No sabía que sin la ayuda de una madre no hubiese podido sobrevivir? ¿Y que si no moría de hambre moriría asesinado por los hombres de Herodes? Posiblemente lo sabía pero también tenía bien claro la misión que debía cumplir, y debía comenzar cuanta antes.

Pero detengamos por más tiempo nuestra mirada en María. Una madre que ha cuidado durante 12 años a su hijo y ahora su hijo le sale con esta respuesta tan desconcertante. Son los riesgos de una madre. A más amor por el hogar más sacrificios que debe afrontar.

Ojalá que en nuestra vida también se cumplan estas palabras que dijo Juan Pablo II de ella: toda su vida fue una peregrinación de fe. Porque caminó entre sombras y esperó en lo invisible, y conoció las mismas contradicciones de nuestra vida terrena.

Propósito

Que como María también nuestra vida sea un peregrinar en la fe cuando no entendamos los por qué de la vida y ofrecer un misterio del rosario por un miembro de mi familia que esté alejado de la Iglesia.

Diálogo con Cristo

Señor Jesús, la angustia que pasó la santísima Virgen al no encontrarte es la peor pesadilla de cualquier padre de familia. Qué difícil debe haber sido para ella el no entender tu aparente indiferencia a su sufrimiento. Permíteme crecer en tu gracia para que, al igual que María, sepa aceptar la angustia o el dolor, sin dejar mi oración, confiando siempre en tu Divina Providencia. 

FIESTA DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA: 8 DE JUNIO


FIESTA DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
Junio 8 , 2013

María, Madre de Jesús y nuestra, nos señala hoy su Inmaculado Corazón. Un corazón que arde de amor divino, que rodeado de rosas blancas nos muestra su pureza total y que atravesado por una espada nos invita a vivir el sendero del dolor-alegría.

La Fiesta de su Inmaculado Corazón nos remite de manera directa y misteriosa al Sagrado Corazón de Jesús. Y es que en María todo nos dirige a su Hijo. Los Corazones de Jesús y María están maravillosamente unidos en el tiempo y la eternidad...

La Iglesia nos enseña que el modo más seguro de llegar a Jesús es por medio de su Madre.

Por ello, nos consagramos al Corazón de Jesús por medio del Corazón de María. Esto se hace evidente en la liturgia, al celebrar ambas fiestas de manera consecutiva, viernes y sábado respectivamente, en la semana siguiente al domingo del Corpus Christi.

Santa María, Mediadora de todas las gracias, nos invita a confiar en su amor maternal, a dirigir nuestras plegarias pidiéndole a su Inmaculado Corazón que nos ayude a conformarnos con su Hijo Jesús.

Venerar su Inmaculado Corazón significa, pues, no sólo reverenciar el corazón físico sino también su persona como fuente y fundamento de todas sus virtudes. Veneramos expresamente su Corazón como símbolo de su amor a Dios y a los demás.

El Corazón de Nuestra Madre nos muestra claramente la respuesta a los impulsos de sus dinamismos fundamentales, percibidos, por su profunda pureza, en el auténtico sentido. Al escoger los caminos concretos entre la variedad de las posibilidades, que como a toda persona se le ofrece, María, preservada de toda mancha por la gracia, responde ejemplar y rectamente a la dirección de tales dinamismos, precisamente según la orientación en ellos impresa por el Plan de Dios.

Ella, quien atesoraba y meditaba todos los signos de Dios en su Corazón, nos llama a esforzarnos por conocer nuestro propio corazón, es decir la realidad profunda de nuestro ser, aquel misterioso núcleo donde encontramos la huella divina que exige el encuentro pleno con Dios Amor.

viernes, 7 de junio de 2013

ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS PARA UNA GRAVE NECESIDAD


ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN
DE JESÚS PARA UNA GRAVE NECESIDAD

Oh Divino Jesús que dijiste: «Pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca encuentra, y a quien llama se le abre». Mírame postrado a tus plantas suplicándote me concedas una audiencia. Tus palabras me infunden confianza, sobre todo ahora que necesito que me hagas un favor:

(Se ora en silencio pidiendo el favor)
¿A quién he de pedir, sino a Ti, cuyo Corazón es un manantial inagotable de todas las gracias y dones? ¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas de la clemencia y generosidad divinas? ¿A dónde he de llamar sino a la puerta de ese Corazón Sagrado, a través del cual Dios viene a nosotros, y por medio del cual vamos a Dios?

A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús, porque en Ti encontramos consuelo, cuando afligidos y perseguidos pedimos protección; cuando abrumados por el peso de nuestra cruz, buscamos ayuda; cuando la angustia, la enfermedad, la pobreza o el fracaso nos impulsan a buscar una fuerza superior a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes concederme la gracia que imploro, porque tu Misericordia no tiene límites y confío en que tu Corazón compasivo encontrará en mis miserias, en mis tribulaciones y en mis angustias, un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno de la confianza con que oró el centurión romano en favor de su criado; de la confianza con que oraron las hermanas de Lázaro, los leprosos, los ciegos, los paralíticos que se acercaban a Ti porque sabían que tus oídos y tu Corazón estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.

Sin embargo... dejo en tus manos mi petición, sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo; y que, si no me concedes esta gracia que te pido, sí me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma; y me concederás mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera, desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón misericordioso. Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre.

Sacratísimo Corazón de Jesús, en Vos confío. (3 veces).

CUANDO PASO...

 
 CUANDO PASO..

Cuando paso unos momentos reflexionando en la gracia sublime de Dios, me lleno de gozo. La gracia es el amor divino que recibo en cualquier circunstancia o en todas, ahora y por siempre. La gracia me asegura que estoy siempre en la presencia de Dios.
Me regocijo sabiendo que soy un hijo de Dios. Por lo tanto, soy amado incondicionalmente. Comprender esto me da fortaleza incluso en los momentos más difíciles.

 

TEN CALMA...

 
TEN CALMA..

 Ten calma, desacelera el ritmo de tu corazón silenciando tu mente. Afirma tu paso con la visión del futuro. Encuentra la calma de las montañas. Rompe la tensión de tus nervios y músculos con la dulce música de los arroyos que viven en tu memoria. Vive intensamente la paz del sueño.
Aprende a tomar vacaciones de un minuto, al detenerte a mirar una flor, al conversar con un amigo, al contemplar un amanecer o al leer algunas líneas de un buen libro. Recuerda cada día la fábula de la liebre y la tortuga, para que sepas que vivir más intenso no quiere decir vivir más rápido y que la vida es más que aumentar la velocidad.

Voltea hacia las ramas de roble que florece y comprende que creció grande y fuerte porque creció despacio y bien. Ten calma, desacelera el paso y echa tus raíces en la buena tierra de lo que realmente vale, para así crecer hacia las estrellas.
Hellen Keller-ciega, sorda y muda de nacimiento-
 

EL EVANGELIO DE HOY: 7.6.2013 - SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Autor: Luis Felipe Nájar | Fuente: Catholic.net
La oveja perdida
Lucas 15, 3-7. Solemnidad Sagrado Corazón de Jesús Ciclo C. Esperemos confiados pues no se olvida de nosotros el corazón de Cristo que sólo genera e irradia amor.
La oveja perdida
Del santo Evangelio según san Lucas 15, 3-7

En aquel tiempo Jesús dijo esta parábola a los escribas y fariseos. ¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las 99 en el desierto, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros; y llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido." Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de conversión. 

Oración introductoria

Dios mío, Tú eres rico en misericordia, al punto tal de entregarnos a tu Hijo Jesús, para librarnos del pecado. Me reconozco pecador, indigno y débil, humildemente imploro me acojas en esta oración porque quiero permanecer en tu rebaño.

Petición

Sagrado Corazón de Jesús, traspasado por mis pecados, ten piedad y misericordia.

Meditación del Papa Benedicto XVI

Cuántas veces, en cambio, constatamos que construir ignorando a Dios y su voluntad nos lleva a la desilusión, la tristeza y al sentimiento de derrota. La experiencia del pecado como rechazo a seguirle, como ofensa a su amistad, ensombrece nuestro corazón. Pero aunque a veces el camino cristiano no es fácil y el compromiso de fidelidad al amor del Señor encuentra obstáculos o registra caídas, Dios, en su misericordia, no nos abandona, sino que nos ofrece siempre la posibilidad de volver a Él, de reconciliarnos con Él, de experimentar la alegría de su amor que perdona y vuelve a acoger.
Queridos jóvenes, ¡recurrid a menudo al Sacramento de la Penitencia y la Reconciliación! Es el Sacramento de la alegría reencontrada. Pedid al Espíritu Santo la luz para saber reconocer vuestro pecado y la capacidad de pedir perdón a Dios acercándoos a este Sacramento con constancia, serenidad y confianza. El Señor os abrirá siempre sus brazos, os purificará y os llenará de su alegría: habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierte. (Benedicto XVI, Mensaje para la XXVII Jornada Mundial de la Juventud).

Reflexión

Cristo nos quiere mostrar una fotografía suya y nos deja una de sus mejores poses. Nos enseña la del buen pastor que va en busca de la oveja perdida. Pensemos que esa oveja perdida tal vez somos nosotros. Es una fotografía que revela el amor más sincero que jamás persona alguna nos ha manifestado.

Un amor sin miedo a dejar el resto del rebaño para buscar en el desierto la oveja descarriada, para salir al encuentro del alma que vive perdida en el desierto de su pecado, de su desinterés por el amor de Dios, de su soberbia. ¿Alguna vez nos hemos preguntado las ocasiones en que Jesús ha salido a nuestro encuentro para tornarnos a casa sobre sus hombros? Sí, justo aquella ocasión en que llevaba 2 años sin confesión y gracias al testimonio de una persona o de un "no sé qué interior", volví del desierto de mi soberbia para reconciliarme con Cristo. ¿Cuántas veces se lo hemos agradecido? ¿Cuántas veces le hemos dicho "gracias Señor por llevarme en tus hombros cuando estaba perdido en mi orgullo y no sabía cómo regresar al redil de tu gracia? Pero ahora que estoy en tus hombros déjame decirte que jamás quiero volver a separarme de ti".

Digámoselo hoy, fiesta del Sagrado Corazón, y esperemos confiados pues, ¿cómo va a olvidarse de nosotros el corazón de Cristo que sólo genera e irradia amor?


Oración de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús

Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies, consagramos alegremente nuestra familia a tu Divino Corazón.

Sé, hoy y siempre, nuestro Guía,
el Jefe protector de nuestro hogar,
el Rey y Centro de nuestros corazones.

Bendice a nuestra familia, nuestra casa, a nuestros vecinos, parientes y amigos.

Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones.

Danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre.

Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en nuestro hogar y en nuestros grupos de amigos de estudio y trabajo.
Queremos ser instrumentos de paz y de vida.

Que nuestro amor a tu Corazón compense,
de alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o rechazan.

Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti.
Confianza profunda, ilimitada.


Diálogo con Cristo

Es mejor si este diálogo se hace espontáneamente, de corazón a Corazón.
En unos de sus «tuits» el Papa Francisco nos exhorta: «Acoge a Jesús resucitado en tu vida. Aunque te hayas alejado, da un pequeño paso hacia Él: te está esperando con los brazos abiertos». Señor, gracias por tu misericordia, gracias por tu paciencia, gracias por comprender mi debilidad, gracias por tanto amor.

Propósito

Poner en mi agenda de actividades la fecha de mi próxima confesión.

______________________________ 

Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús Una devoción permanente y actual.

Junio, mes del Sagrado Corazón Orígen y significado de la fiesta, promesas del Sagrado Corazón.
 

jueves, 6 de junio de 2013

SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS: 7 DE JUNIO DEL 2013

 
SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

El 7 de junio de 2013 se celebra el día del Sagrado Corazón. La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, desde que se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. De ese Corazón nació la Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo.

La Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús se celebra después de la Octava de Corpus, a petición del mismo Jesús a Sta. Margarita María de Alacoque.







ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA


Oración a Jesús Eucaristía


Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias.
A ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte.

Al juzgar de ti se equivocan la vista, el tacto, el gusto, pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios; nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.

En la Cruz se escondía solo la Divinidad, pero aquí se esconde la humanidad;
sin embargo, creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió el ladrón arrepentido.

No veo las llagas como las vio Tomás, pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en ti, que en ti espere y que te ame.

¡Memorial de la muerte del Señor!

Pan vivo que da la vida al hombre: concede a mi alma que de ti viva, y que siempre saboree tu dulzura.

Señor Jesús, Pelícano bueno: límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero.

Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío:
que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria.

Amén.




GRATITUD DE AMIGO

Gratitud de amigo

Por la amistad que me profesas, por mis defectos que no notas, por mis valores que estimulas, por mi fe que alimentas,
por esta paz que nos transmitimos,
por este pan de amor que repartimos,
por el silencio que dice casi todo,
por esa mirada muda que reprueba, por esa mirada que dice:
¡Amigo, vas hacia adelante!.

Porque no te callas y no consientes,
por la pureza de estos sentimientos,
por estar presente en todos los momentos, aun cuando estás ausente,
por ser feliz cuando me ves contento,
por estar triste cuando estoy entristecido,
 por reír conmigo cuando estoy alegre,
por reprenderme cuando estoy equivocado, por mi secreto que siempre guardaste, por tu secreto que sólo yo conozco, y por darme cuenta que apenas lo merezco, porque en cada instante me acercas a Dios, por ese amor fraterno tan constante, por todo esto y mucho más yo te digo:
Dios te bendiga, mi querido amigo.


(Padre Zezinho)


LA BELLEZA DEL CORAZÓN

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxJTy95w2Tlvgmj55_MUYn7m2bHtcuQL-M9lPv-efO84pP4_xu1awAZTWvxDWA80OCKgkiG9h29dpfFFSr1b4oiePsuIrC5y2LMp0BVH8nuQiFIe64btHw_k5td053rCa1viKoPIqqodk/s1600/CTVCCorazonesJesusMariaC1.gif
Belleza en el corazón

Una mujer preguntó a un filósofo: "¿Puede una mujer hacer feliz a un hombre?". "Puede intentarlo", dijo el filósofo, "pero para ello debe tener una serie de cualidades".
"Dígame si las cualidades que yo creo son las que se necesitan y deme una puntuación a cada una de ellas".
"Veamos"
"Belleza física" "0"
"Simpatía" "0"
"Hermosura" "0"
"Belleza de corazón" "1"
"Pero doctor, la puntuación es 0001, tan baja que con ello y a pesar de esas buenas cualidades, una mujer no va a conseguir hacer feliz a un hombre", dijo la mujer.
"Efectivamente, pero si damos la vuelta a las cualidades y empezamos por la Belleza en el Corazón, obtendremos 1 y si además es guapa, simpática y hermosa, obtendremos una puntuación de 1000; pero fíjese que la belleza, la simpatía y la hermosura no tienen ningún valor si van delante de la Belleza en el Corazón".







EL EVANGELIO DE HOY: 6.6.2013

Autor: Roberto Méndez | Fuente: Catholic.net
Ama a tu prójimo como a ti mismo
Marcos 12, 28-34. Tiempo Ordinario. Aunque cueste trabajo amar al que está más cercano a nosotros.
 
Ama a tu prójimo como a ti mismo
Del santo Evangelio según san Marcos 12, 28-34

En aquel tiempo, uno de los letrados se acercó a Jesús y le preguntó: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó: El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos. Le dijo el escriba: Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que El es único y que no hay otro fuera de El, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios. Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: No estás lejos del Reino de Dios. Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.

Oración introductoria

Señor, quiero amarte por sobre todas las cosas, pero Tú sabes cómo me cuesta dejar mi propia manera de pensar y de actuar. Por ello te pido ilumines mi oración para que, creyendo y confiando en Ti, aproveche tu gracia para realmente vivir una caridad universal y delicada.

Petición

Señor, ayúdame a amarte con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fuerzas.

Meditación del Papa Benedicto XVI

Antes que un mandato -el amor no es un mandato- es un don, una realidad que Dios nos hace conocer y experimentar, de forma que, como una semilla, pueda germinar también dentro de nosotros y desarrollarse en nuestra vida. Si el amor de Dios ha echado raíces profundas en una persona, ésta es capaz de amar también a quien no lo merece, como precisamente hace Dios respecto a nosotros. El padre y la madre no aman a sus hijos sólo cuando lo merecen: les aman siempre, aunque naturalmente les señalan cuándo se equivocan. De Dios aprendemos a querer siempre y sólo el bien y jamás el mal. Aprendemos a mirar al otro no sólo con nuestros ojos, sino con la mirada de Dios, que es la mirada de Jesucristo. Una mirada que parte del corazón y no se queda en la superficie; va más allá de las apariencias y logra percibir las esperanzas más profundas del otro: esperanzas de ser escuchado, de una atención gratuita; en una palabra: de amor. Pero se da también el recorrido inverso: que abriéndome al otro tal como es, saliéndole al encuentro, haciéndome disponible, me abro también a conocer a Dios, a sentir que Él existe y es bueno. Amor a Dios y amor al prójimo son inseparables y se encuentran en relación recíproca. Jesús no inventó ni el uno ni el otro, sino que reveló que, en el fondo, son un único mandamiento, y lo hizo no sólo con la palabra, sino sobre todo con su testimonio: la persona misma de Jesús y todo su misterio encarnan la unidad del amor a Dios y al prójimo, como los dos brazos de la Cruz, vertical y horizontal. (Benedicto XVI, 4 de noviembre de 2012).

Reflexión

¿Quién es mi prójimo? No nos compliquemos investigando quién es nuestro prójimo. ¿Será aquél que nos encontramos en la calle, el pobre, el sucio...? Sí, él es nuestro prójimo. Pero también recordemos que prójimo es sinónimo de próximo. Algunas veces nos cuesta trabajo amar verdaderamente a nuestro prójimo que está más cercano a nosotros, en el trabajo, en la escuela. Aquella persona con la que tengo contacto personal cotidiana y que a veces humanamente me es difícil convivir, que es una cosa muy normal, pero en esos momentos es donde verdaderamente entra el verdadero amor a nuestro prójimo.

"No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti". ¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase? Muchas ocasiones, ¿verdad?, ¿No nos parece que se queda un poco corta? Es un poco pasiva, indiferente. Le falta algo. ¡Es un poco seca!

Cambiémosla a alguna frase más activa, más dinámica, que nos mueva a realizar algo y que nos ayude a quedarnos en el "no hagas a los demás". Sería mejor decir: "haz a los demás lo que quieras que te hicieran a ti". Interpretándola de forma correcta, no esperando en realidad que por nuestros actos tenemos que recibir el mismo pago. O esta otra que dice hacer el bien sin mirar a quien. Pero aquí en lugar del “sin mirar a quién” veamos a Cristo representado en mi prójimo

¿A quién no le gusta recibir una sonrisa, un buenos días, un comentario positivo? La sonrisa es un buen detalle práctico de amor al prójimo. Sonreír plácidamente, ser amable cordial y abierto con todos. Es un lenguaje universal; lo mismo lo entiende un polaco que un chino; muchas veces ayuda a quitar aquel polvillo rutinario del trabajo, que se ha ido acumulando a lo largo de las jornadas. ¿Que más prueba de amor al prójimo podemos dar? Esta es una forma sencilla y práctica. Así construiremos un clima de benevolencia en nuestro alrededor. ¡Hagamos la prueba!

El escriba hace una anotación, que estos mandamientos valen más que todos los holocaustos y sacrificios hechos a Dios para el perdón de sus pecados y para pedir gracias especiales. Que mi vida no tenga ya otra motivación, ni otro sentido, ni otra meta que el amarte en los demás..

Diálogo con Cristo

Jesús, la más grande realidad de mi vida consiste, no en que yo te quiera, sino en que Tú me has amado primero. Ayúdame a vivir en el amor, a vivir para el amor y a vivir de amor, y así, poder entrar en ese estupor que comentó el Papa Francisco: «¿Qué es este estupor? Es algo que hace que estemos un poco fuera de nosotros por la alegría: esto es grande, muy grande. No es un mero entusiasmo, también los hinchas en el estadio se entusiasman cuando gana su equipo, ¿no? No, no es solamente entusiasmo, es algo más profundo: es el estupor que viene del encuentro con Jesús» (4/3/2013). Que mi vida no tenga ya otra motivación, ni otro sentido, ni otra meta que el amarte en los demás.

Propósito

Luchar por erradicar toda falta de caridad, en mi familia y/o en mis relaciones sociales, e invitar a otros a hacer lo mismo, con gentileza y prudencia. 

AMARGARSE LA VIDA ES FÁCIL...

 
Amargarse la vida es fácil

Es relativamente frecuente encontrarnos con personas instaladas en la amargura, en la tristeza, el pesimismo y el desinterés. Todos conocemos a personas empeñadas en encontrar el lado negativo de todo lo que pasa a su alrededor: son los pesimistas tenaces.

Cualquiera de nosotros tiene motivos, casi cada día, para preocuparse o entristecerse, pero estropearse la vida a propósito es una habilidad que se aprende, no es suficiente con sufrir experiencias negativas.

Cómo vivir en la amargura y la infelicidad:

- Créate problemas, y si no tienes bastante con los tuyos asume como propios los de los demás, y recréate en ellos.

- Llena tu vida de complicaciones reales o ficticias y concede gran importancia a todos los sucesos negativos.

- Piensa que siempre tienes la razón, todo es blanco o negro, y solo existe una verdad absoluta: la tuya.

- Rechaza de entrada lo que digan los demás. Si la idea o propuesta no es 100% tuya, deséchala, seguro que no te aportará nada.

- Vive obsesionado.

- Elige un acontecimiento suficientemente negativo de tu memoria, conviértelo en recuerdo imborrable y tráelo a tu mente una y otra vez, hasta que solo vivas para pensar en ello. Así, los acontecimientos cotidianos no absorberán tu atención.

- El presente no merece la pena, piensa siempre en el futuro. Aplaza el disfrute de los placeres de este o aquel momento, porque no puedes saber lo que te deparará el futuro.

- Confórmate con lo malo conocido y no te arriesgues ante lo bueno por conocer.

- Tortúrate pensando en todo lo negativo que te podría ocurrir dentro de unos años.

- Jamás te perdones. Llegarás a un punto en el que tan solo sentirás autocompasión.

- Piensa que tú eres el único responsable de lo que te ocurre y nunca creas que haya situaciones que escapan a tu control.

Qué hacer para no dejarnos invadir por los pensamientos negativos:

- Reflexionar sobre la influencia que nuestros pensamientos o interpretaciones tienen sobre nuestras emociones y conductas.

- Identificar los pensamientos que nos hacen sentir mal en una situación determinada. Una vez identificados, debemos controlarlos, objetivarlos, anotarlos en un papel y asociarlos a las circunstancias que los crearon, para reflexionar sobre ellas.

- Analizar estos pensamientos para ver hasta qué punto se corresponden con la realidad y en qué grado nos afectan.

- Finalmente, busquemos pensamientos alternativos a los que nos hacen sentir mal, estos deben ser racionales y positivos.


 


 

miércoles, 5 de junio de 2013

FIESTA DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA: SABADO 8 DE JUNIO



Fiesta del Inmaculado Corazón de María: Sábado 8 de Junio

Una fiesta íntimamente vinculada con la del Sagrado Corazón de Jesús. Los Corazones de Jesús y de María están maravillosamente unidos en el tiempo y la eternidad desde el momento de la Encarnación. La Iglesia nos enseña que el modo más seguro de llegar a Jesús es por medio de María; por eso nos consagramos al Corazón de Jesús a través de su Corazón. "Jesús es el Camino; María es el Atajo".

Al venerar el Inmaculado Corazón de María, reverenciamos no sólo el corazón físico, real, de nuestra Santísima Madre, sino también su persona como fuente y fundamento de todas sus virtudes. Honramos expresamente su Corazón como símbolo de su amor a Dios y a los demás.

Después de su entrada a los cielos, el Corazón de María sigue ejerciendo a favor nuestro su amorosa intercesión. El amor de su corazón se dirige primero a Dios y a su Hijo Jesús, pero se extiende también con solicitud maternal sobre todo el género humano que Jesús le confió al morir; y así la alabamos por la santidad de su Inmaculado Corazón y le solicitamos su ayuda maternal en nuestro camino a su Hijo.

Como ha querido el Sagrado Corazón que esté con Él en el Cielo el amante Corazón de su Madre, así desea que se le honre a ella juntamente con Él en la tierra.

Entregumonos al Corazón de María diciéndole: "¡Llévanos a Jesús de tu mano! ¡Llévanos, Reina y Madre, hasta las profundidades de su Corazón adorable! Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros!"



Reseña histórica de la Devoción:

Una práctica que hoy en día forma parte integral de la devoción al Corazón de María, es la Devoción a los Cinco Primeros Sábados. En diciembre de 1925, la Virgen se le apareció a Lucía Martos, vidente de Fátima y le dijo: "Yo prometo asistir a la hora de la muerte, con las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en los primeros sábados de cinco meses consecutivos se confiesen, reciban la Sagrada Comunión y recen la tercera parte del Rosario, con intención de darme reparación". Junto con la devoción a los nueve Primeros Viernes de Mes, ésta es una de las devociones más conocidas entre el pueblo creyente.

En una de las primeras apariciones de Fátima, en 1917, dijo nuestra Seora que Luca iba a quedarse poco más tiempo para propagar la devoción al Corazón de María.

En la tercera aparición de Fátima, el 13 de junio del mismo ao, la Santísima Virgen dijo a Luca: "Nuestro Señor quiere que se establezca en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado. Si se hace lo que te digo se salvarán muchas almas y habrá paz; terminará la guerra.... Quiero que se consagre el mundo a mi Corazón Inmaculado y que en reparación se comulgue el primer sábado de cada mes.... Si se cumplen mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz.... Al final triunfará mi Corazón Inmaculado y la humanidad disfrutará de una era de paz."

El 31 de Octubre de 1942 el Papa Pio XII, al clausurarse la solemne celebración en honor de las Apariciones de Fátima, conforme al mensaje de éstas, consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María. Los Papas Pablo VI y Juan Pablo II han repetido la misma consagración.

Poco antes de morir Jacinta, de diez años, dijo a Lucía: "A mí me queda poco tiempo para ir al Cielo, pero tú te vas a quedar aquí abajo para dar a conocer al mundo que nuestro Señor desea que se establezca en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado de María. Diles a todos que pidan esta gracia por medio de ella y que el Corazón de Jesús desea ser venerado juntamente con el Corazón de su Madre. Insísteles en que pidan la paz por medio del Inmaculado Corazón de María, pues el Señor ha puesto en sus manos la paz del mundo."

Por obediencia a su superior eclesiástico y a su confesor, Lucía reveló parte del secreto que le había confiado nuestra Señora, referente a la devoción al Inmaculado Corazón de María.
La fiesta del Corazón Inmaculado de María fue oficialmente establecida en toda la Iglesia por el Papa Pío XII, el 4 de mayo de 1944, para obtener por medio de la intercesión de María "la paz entre las naciones, libertad para la Iglesia, la conversión de los pecadores, amor a la pureza y la práctica de las virtudes".
El Papa Juan Pablo II recientemente declaró que la conmemoración del Inmaculado Corazón de María, será de naturaleza "obligatoria" y no "opcional".

Esta fiesta se celebra en la Iglesia, todos los años, el sábado siguiente al segundo domingo después Pentecostés.

Para meditar:

Hay textos en la Biblia que son los primeros en sugerir la veneración al Inmaculado Corazón de María. Después que los pastores llegaron al pesebre, leemos: "María ... observaba cuidadosamente estos acontecimientos y los guardaba en su corazón" (Lc 2, 19).

Después que María y José encontraron a Jesús, ya de doce años, en el Templo, "volvió con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndoles. Su madre guardaba fielmente en su corazón todos estos recuerdos" (Lc 2, 51).

Cuando Jesús fue presentado en el Templo, predijo el anciano Simeón: "Y a ti misma una espada te atravesará el alma" (Lc 2, 35). Palabras que se hicieron realidad bajo la Cruz. Cuando el Corazón de Jesús fue perforado por la lanza, el Corazón de la Santísima Madre fue traspasado por una espada de dolor. El Corazón de Jesús latió por primera vez en el refugio del purísimo Corazón de María, su Madre, y este purísimo Corazón también recibió en espíritu el último palpitar del Corazón de Jesús.

ORACIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS POR UN ENFERMO.


 ORACIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS POR UN ENFERMO.

Dulcísimo Jesús, que dijisteis:

"Yo soy la Resurrección y la Vida", que recibiendo y llevando en Vos nuestras enfermedades, curabas las dolencias de cuantos se te acercaban; a Ti acudo para implorar de tu Divino Corazón a favor de los enfermos, suplicándote por intercesión de tu Santísima Madre, la bienaventurada siempre Virgen María, salud de los enfermos, quieras aliviar y sanar en la presente enfermedad a tu siervo ........ , si es conveniente para su bien espiritual y el de mi alma.

Señor Jesús, que al funcionario real que te decía: "Venid, Señor, antes que mi hijo muera", le respondisteis: "Vete, tu hijo vive". Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que al ciego de Jericó, que sentado junto al camino te decía en alta voz: "Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí", le respondiste: "Recupera tu vista, tu fe te ha salvado", y al momento vio. Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que diciendo: "Quiero, sé limpio", limpiaste al leproso, que te decía suplicante: "Señor, si quieres puedes limpiarme". Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que librasteis al mudo poseído del demonio, hablando luego con admiración a las turbas el que antes era mudo. Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que sanaste al enfermo que llevaba treinta y ocho años de su enfermedad, junto a la piscina de las ovejas, diciéndole: "Levántate, toma tu camilla y anda" y anduvo. 
Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que delante del hijo muerto de la viuda de Naím, enternecido, dijiste a la madre: "No llores"; y tocando el féretro, añadiste: "Joven, a ti te digo, levántate"; entregándolo luego vivo a su madre. Sánalo, Señor.
Señor Jesús, que dijisteis: "Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados". Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que dijisteis: "En verdad, en verdad te digo, que todo cuanto pidieras al Padre, en mi Nombre, os lo dará". Sánalo, Señor.

Omnipotente y sempiterno Dios, eterna salud de los que creen, escúchanos en bien de tus siervos enfermos, por quienes imploramos el auxilio de tu Misericordia; a fin de que recobrada la salud, te den en tu Iglesia ferviente acción de gracias. Por Cristo Nuestro Señor. Así sea.

BENDICIÓN


Bendición

Transformo mi vida hoy pidiendo a Dios que me bendiga!

A veces tenemos la impresión de que pedirle a Dios que nos bendiga, sería un acto egoísta. Así que expresamos: "Que Dios te bendiga; o Señor bendice estos alimentos." Sin embargo, no muy a menudo decimos: "Señor bendíceme". El pedir a Dios que nos bendiga sin poner un específico no es un acto egoísta en virtud de que Dios, va a decidir cómo nos va a bendecir y no nosotros. Le has pedido a Dios que te bendiga hoy?

Le doy un giro al día de hoy pidiéndole a Dios que me bendiga. Reconozco que es un hecho verdadero: una vida de bendición esta a mi alcance, mas debo pedir e implorar a Dios para recibir (Mateo 7:8)porque todo el que pide recibe!

"Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se abrirá." Mateo 7:7

ORDENAR LOS AFECTOS


Ordenar los Afectos
Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.


Desde la ventana se puede gozar la belleza del parque que Alfredo, el jardinero, trabaja con esmero. Es como un pequeño paraíso, pero es grande el trabajo constante de Alfredo, porque si lo descuida deja de ser un paraíso.

Dios es generoso en la abundancia de semillas, formas y colores, pero esta abundancia es una selva sin el trabajo del hombre contra los yuyos y la maleza, sin el trabajo para que las flores crezcan como deben crecer.

Este jardín de Alfredo es en pequeño lo que pasa en el mundo. Dios nos da las semillas, pero las semillas crecen indiscriminadamente, y muchas veces la maleza ahoga los frutos y las flores. Tenemos que poner mucho trabajo una y otra vez, todos los días de la vida, para tener un jardín en medio de la selva impenetrable y peligrosa.

Si los afectos son semillas del corazón, pasa lo mismo que con la tierra: tenemos que seleccionar las flores y los frutos que queremos, y cultivarlos con trabajo y cuidado, para que sean un jardín en nuestra vida y no una selva de afectos descontrolados y primitivos, que hacen de la vida un verdadero infierno en vez de un cielo sobre la tierra, como el jardín de Alfredo. Para tener en la vida un jardín como el de Alfredo, tenemos que ponerle un poco de inteligencia y trabajo al corazón

LA ATRACCIÓN DEL SEÑOR



La atracción del Señor

  
Atráeme, Señor, para que me libere de lo que me esclaviza
Atráeme, Señor, y pueda vivir más contigo.

Atráeme, Señor, y que escuche tu voz con más nitidez.

Atráeme, Señor, para sumergirme en la Pascua.

Atráeme, Señor, y comparta yo contigo tu hora.

Atráeme, Señor, así descubra la grandeza de tu obra.

Atráeme, Señor, y que seas Tú, mi imán y mi fuerza.

Atráeme, Señor, y que vuelva de aquello que me debilita.

Atráeme, Señor, y sienta el calor de tu Palabra.

Atráeme, Señor, y comprenda la necesidad de ser salvado.

Atráeme, Señor, y sácame del lodo que me arrastra.

Atráeme, Señor, y empújame para subir contigo a Jerusalén.

Atráeme, Señor, y así no quede perdido.

Atráeme, Señor, quiero algo de tu vida.

Atráeme, Señor, necesito más fe y mayor esperanza.

Atráeme, Señor, y hazme descubrir el rostro de Dios.

Atráeme, Señor, y si me escapo –no lo dudes- soy recuperable:

Torpe para las cosas del Padre

rápido para las que el mundo me ofrece

Frágil para retenerte como al mejor amigo

confiado con aquellos que no lo son tanto.

Y, si ves que me resisto, Señor –que te cuesta atraerme-

no me pierdas de vista, aunque me vaya lejos

pues, por muy remotamente que yo me encuentre,

sigo creyendo que tu ojo lo alcanza todo

y todo lo invade.

Amén

EL EVANGELIO DE HOY: 05.06.2013

Autor: Juan María Piñero | Fuente: Catholic.net
Acerca de la resurrección
Marcos 12, 18-27. Tiempo Ordinario. Lo que a nosotros nos parece imposible para Él es posible.
 
Acerca de la resurrección
Del santo Evangelio según san Marcos 12, 18-27 

Se le acercan unos saduceos, esos que niegan que haya resurrección, y le preguntaban: «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de alguno y deja mujer y no deja hijos, que su hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermano. Eran siete hermanos: el primero tomó mujer, pero murió sin dejar descendencia; también el segundo la tomó y murió sin dejar descendencia; y el tercero lo mismo. Ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos, murió también la mujer. En la resurrección, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer». Jesús les contestó: «¿No estáis en un error precisamente por esto, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios? Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en los cielos. Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos. Estáis en un gran error». 

Oración introductoria

Dios Padre, hazme comprender que me llamas respetando mi libertad, aunque desgraciadamente a veces haga mal uso de ella. Por eso vengo a esta meditación buscando, la luz para no desviarme del camino y la fuerza para no doblegarme ante las dificultades.

Petición

Espíritu Santo, que no desconfíe del poder de Dios y sepa comprender su Palabra.

Meditación del Papa

Qué es el hombre, cuál es el sentido y el fin de nuestra vida, el bien y el pecado, el origen y el fin del dolor, el camino para conseguir la verdadera felicidad, la muerte, el juicio, la sanción después de la muerte? ¿Cuál es, finalmente, aquel último e inefable misterio que envuelve nuestra existencia, del cual procedemos y hacia donde nos dirigimos?. El hombre sabe que no puede responder por sí mismo a su propia necesidad fundamental de entender. Aunque sea iluso y crea todavía que es autosuficiente, tiene la experiencia de que no se basta a sí mismo. Necesita abrirse al otro, a algo o a alguien, que pueda darle lo que le falta, debe salir de sí mismo hacia Él que puede colmar la amplitud y la profundidad de su deseo.
El hombre lleva dentro de si una sed del infinito, una nostalgia de la eternidad, una búsqueda de la belleza, un deseo de amor, una necesidad de luz y de verdad, que lo empujan hacia el Absoluto; el hombre lleva dentro el deseo de Dios. Y el hombre sabe, de algún modo, que puede dirigirse a Dios, que puede rezarle. Benedicto XVI, 11 de mayo de 2011.

Reflexión

Es normal en el hombre preguntar cuando se tienen dudas, y más aún cuando se es niño. En este estado de la vida se interroga sobre todo lo que le rodea. En el colegio los chicos se dan cuenta que los profesores no siempre lo saben todo y buscan ponerles a prueba para poder reírse de ellos. Más o menos es la postura que encontramos entre los saduceos que se acercan a Jesús con una pregunta un poco rebuscada para comprobar si está preparado. Sin embargo, al igual que el hombre está abierto a la pregunta, debe estarlo también a la verdad y a la rectificación. En este caso los saduceos no están en esta situación.

En ocasiones queremos también nosotros probar a Dios y ponerle nuestras preguntas complicadas. Pero Él siempre está abierto a una respuesta simple, que podamos entender como hace la madre ante la pregunta del niño. Nuestra actitud debe ser la del niño que acepta la respuesta de la mamá.

Jesucristo nos pide que confiemos abiertamente en Él ya que lo que a nosotros nos parece imposible para Él es posible porque lo que busca es que seamos felices: en el caso de los judíos su felicidad consistía en tener descendencia que hiciera honor a la familia, ente otros aspectos. En nuestro caso, Dios está dispuesto a darnos lo que le pedimos siempre y cuando sea en beneficio para nuestra santificación. Dirijámonos a Cristo con aquellas peticiones que Él crea que son más convenientes para nuestra salvación eterna.

Propósito

Dedicar más y mejor tiempo para hacer un examen de conciencia, profundo, sobre los progresos y retrocesos en mi vida espiritual.

Diálogo con Cristo

Padre mío, me has creado con una naturaleza que busca trascender, porque me has dado la dignidad de ser tu hijo. Ilumina mi meditación para que confirme que nunca será en las personas, por más buenas que sean, y por mucho que las ame, donde podré saciar esta sed de trascendencia, porque todas las creaturas, fallamos y somos finitas. Permite que sepa comprender que la gran verdad de mi vida es que Tú me amas. 

EL DIVINO CONSTRUCTOR

Autor: Oscar Schmidt | Fuente: Catholic.net
El Divino Constructor
Sin duda que es el Espíritu Santo que, paso a paso, logro tras logro, ha construido la Iglesia.
 
El Divino Constructor



Sabemos bien que Jesús, en su paso por este mundo, nos dejó los fundamentos de la Iglesia. Por ejemplo cuando en aquella noche de Jueves Santo nos legó dos Sacramentos: la maravilla de Su Presencia real y viva en la Eucaristía, y el Sacramento del Orden Sacerdotal.

Sin embargo, Jesús mismo anunció entonces que era necesario que El partiera, para que viniera Quien iba a continuar e impulsar la construcción de la Iglesia. Fue así que en Pentecostés el Espíritu Santo descendió y dio fortaleza, dirección y consuelo a los que fueron padres de la Iglesia primitiva. De un puñado de mujeres y hombres, surgió así el cristianismo como el gran fenómeno que conmovió y transformó la historia de la humanidad. Por eso, y si bien muchas cosas se han dicho del Espíritu Santo, hoy los invito a que lo admiremos y adoremos como El Divino Constructor.

Jesús nos dejó los Evangelios como sostén de nuestra fe, Su Palabra, la Revelación Pública que nos dice todo lo que necesitamos. Pero fue la acción del Espíritu Santo la que fue guiando poco a poco, a través de los impredecibles caminos de la historia, a aquellos que valientemente dieron sus vidas en nombre de Jesucristo, el Salvador. ¿Cómo es que supieron ellos lo que debían hacer? ¿De donde sacaron la fortaleza necesaria?

Sin dudas que es el Espíritu Santo el Divino Constructor de la Iglesia, paso a paso, logro tras logro. Y ha sido una construcción contrastada por la acción destructora de quienes desde dentro y desde fuera, inspirados por otro espíritu no particularmente santo, trataron de demoler lo construido.

Un momento crucial que debemos meditar en esta historia, ocurrió en la Porciúncula, en Asís. Allí San Francisco miró el Crucifijo que aún colgaba de aquella capilla destruida, y escuchó la Voz de Jesucristo Crucificado que le dijo: "Reconstruye Mi Iglesia". Algo aconteció allí que cambió el curso de la historia, cuando Dios decidió revelar al Hombre un pedido concreto, una misión imposible para Francisco, pero posible para Dios.

Varias conclusiones se desprenden de esta revelación del Señor al joven de Asís:

  • La primera es que Dios interviene en forma directa en la historia, revelando Su Voluntad a almas elegidas, como fue la de Francisco. A pesar de que todo ha sido ya revelado a través de las Sagradas Escrituras, resulta evidente que Dios considera conveniente el seguir hablando al hombre, a través de Sus mensajes a santos y místicos que se cuentan por cientos, siglo tras siglo, en la tradición de la Iglesia.
  • La segunda conclusión es que, ante el pedido de Jesús a Francisco, resulta obvio que si había algo para reconstruir, es que algo estaba siendo destruido. La Iglesia estaba en un muy mal momento histórico, con malas costumbres divulgándose entre muchos de sus pastores, con desviaciones del propósito que El Constructor había impregnado en las piedras que se apilaron en el diseño original del edificio. Y Dios quiso que Francisco, desde la nada, reconstruyera en base a los planos originales, los planos del Autor.
  • La tercera conclusión es que Jesús no le dice a Francisco: “oye, mi Iglesia está siendo destruida, ve y construye otra”. Jamás Dios pediría o inspiraría eso a alma alguna. En siglos pasados algunos hombres de la Iglesia, horrorizados ante la corrupción de algunos pastores, incurrieron en el abominable error de crear su propia iglesia en lugar de luchar desde dentro como Dios espera. El Constructor quiere que reconstruyamos, no que nos vayamos de Su Casa.
  • La cuarta conclusión es que Dios literalmente hizo Su obra en Francisco, interviniendo por medio de El Divino Constructor, el Espíritu Santo que luego del pedido original de Jesús en la Porciúncula, guió a este miserable enamorado de la amada pobreza, hasta producir un estallido de luz que iluminó la noche de la Iglesia. ¿Qué duda cabe de que sin la ayuda de El Divino Constructor, a ningún puerto hubiese llegado la loca odisea de Francisco?

    El Divino Constructor, de este modo, trabaja en base a la santidad y a la acción iluminada de los santos. Tomás de Kempis puso en Boca del Señor estas palabras (Kempis, libro III, cap. 58): “Yo soy el Creador de todos los santos; Yo les di la Gracia, Yo los llevé a la Gloria. He conocido a mis amados antes de los siglos, y los he elegido del mundo y no fueron ellos los que me eligieron a Mi (Jn. 15,16.19). Los he llamado con mi Gracia y atraído con Mi Misericordia y los he llevado a través de muchas tentaciones. Les infundí consuelos admirables, Les di la perseverancia y coroné su paciencia”.

    Así, el Constructor sigue edificando, mientras otros se esfuerzan en demoler. El Espíritu Santo es Quien nos llena de santas inspiraciones en la forma de invitaciones a poner manos a la obra y reconstruir, piedra por piedra, lo que otros destruyen. No debemos desanimarnos, porque es Él quien guía la obra. Por más que veamos la eficiente demolición de algunos cercanos, y otros lejanos, no temamos, porque el Divino Constructor no permitirá que Su Casa caiga, jamás. Esto es una verdad revelada, parte central de nuestra fe: “Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré Mi Iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:13-18).

    Mientras tanto, pidamos al Señor intensamente para que la Iglesia viva un siglo de santos, de santidad. Necesitamos más sacerdotes santos, y laicos también. Necesitamos más santidad, y es Dios quien debe darnos esa Gracia, pero muy especialmente debemos ser nosotros dignos de ese don, ya que todos estamos llamados a la santidad. ¿Quieres, realmente y de corazón, la santidad?

    Unidos a nuestro Papa Francisco, escuchemos la Voz del Divino Maestro que una vez más nos dice:

    "Francisco, reconstruye mi Casa" 


  • Preguntas o comentarios al autor
  • Oscar Schmidt 

    martes, 4 de junio de 2013

    EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y NUESTRO CORAZÓN


    Autor: Padre Nicolás Schwizer | Fuente: Catholic.net 
    El Sagrado Corazón de Jesús y nuestro corazón  
    Durante este mes de junio nos llama nuevamente a nosotros: ¡Mirad cómo os he amado! ¡Sólo os pido una cosa: que correspondáis a mi amor! 


    Todo este mes de junio está dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Por eso vamos a meditar, sobre el significado y la actualidad de la devoción al Corazón de Jesús.

    Este culto se basa en el pedido del mismo Jesucristo en sus apariciones a Santa Margarita María de Alacoque. Él se mostró a ella y señalando, con el dedo, el corazón, dijo: “Mira este corazón que tanto ha amado a los hombres y a cambio no recibe de ellos más que ultrajes y desprecio. Tú, al menos ámame”. Esta revelación sucedió en la segunda mitad del siglo diecisiete.

    Hoy en día, tenemos que preguntarnos: ¿es popular entre los jóvenes esta devoción? ¿La devoción al Sagrado Corazón de Jesús es de interés palpitante para nuestro tiempo actual? 

    Cuando hablamos del Corazón de Jesús, importa menos el órgano que su significado. Y sabemos que el corazón es símbolo del amor, del afecto, del cariño. Y el corazón de Jesús significa amor en su máximo grado; significa amor hecho obras; significa impulso generoso a la donación de sí mismo hasta la muerte.

    Cuando Cristo mostró su propio corazón, no hizo más que llamar nuestra atención distraída sobre lo que el cristianismo tiene de más profundo y original; el amor de Dios. También durante este mes nos llama nuevemente a nosotros: ¡Mirad cómo os he amado! ¡Sólo os pido una cosa: que correspondáis a mi amor!

    Nuestra respuesta del amor, en general, no es muy adecuada a su llamada. Porque sufrimos una grave y crónica afección cardíaca, que parece propia de nuestro tiempo: está disminuyendo e incluso muriendo el amor; el corazón se enfría y ya no es capaz de amar ni de sentirse amado.
    Es una característica de los últimos tiempos - como nos indica la Santa Escritura - de que se “enfriará la caridad de muchos” (Mt 24,12).

    ¿Quién de nosotros no sufre bajo esta enfermedad del tiempo actual? ¿Quién de nosotros no sufre bajo esta falta de amor desinteresado hacia Dios y hacia los demás? ¿Quién de nosotros no se siente cautivo de su propio egoísmo, el cual es el enemigo mortal de cada amor auténtico? ¿Y quién de nosotros no experimenta, día a día, que no es amado verdaderamente por los que lo rodean?

    Cuántas veces nuestro amor es fragmentario, defectuoso, impersonal, porque no encierra la personalidad total del otro. Amamos algo en el otro, tal vez un rasgo característico, tal vez un atributo exterior (- su lindo rostro, su peinado, sus movimientos graciosos -) pero no amamos la persona como tal, con todas sus propiedades, con todas sus riquezas y también con todas sus fragilidades. 

    Tampoco amamos a Dios tal como Él lo espera: “con todo nuestro corazón. Con toda nuestra alma. Con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas” (Mc 12,30).

    He aquí, pues, el sentido y la actualidad de nuestra devoción al Sagrado Corazón de Jesús. A este tan enfermo corazón moderno contraponemos el corazón de Jesús, movido de un amor palpable y desbordante. Y le pedimos que una nuestro corazón con el suyo, que lo asemeje al suyo. Le pedimos un intercambio, un transplante de nuestro pobre corazón, reemplazándolo por el suyo, lleno de riqueza. 

    ¡Que tome de nosotros ese egoísmo tan penetrante, que reseca nuestro corazón y deja inútil e infecunda nuestra vida! ¡Que encienda en nuestro corazón el fuego del amor, que hace auténtica y grande nuestra existencia humana! 

    Debiéramos juntarnos también con la Santísima Virgen María. Ella tiene tan grande el corazón que puede ser Madre de toda la humanidad. ¡Que, con cariñoso corazón maternal, ella nos conduzca en nuestros esfuerzos hacia un amor de verdad, sin egoísmo y sin límites! 

    ¡Qué así sea! 

    En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
    Amén.

    Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...