jueves, 30 de mayo de 2013

EL SACRAMENTO DE LA SAGRADA EUCARISTÍA


 El Sacramento de la Sagrada Eucaristía

La Eucaristía es el Sacramento que contiene verdaderamente el Cuerpo y Sangre de Jesucristo, juntamente con su Alma y Divinidad, toda la Persona de Cristo vivo y glorioso, bajo las apariencias de pan y vino.

El concilio de Trento define claramente esta verdad, fundamental para la vivencia y adoración de Cristo: " En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía se contiene verdadera, real y sustancialmente el Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo, juntamente con su Alma y Divinidad. En realidad Cristo íntegramente."

Como católicos, creemos que Jesucristo está personalmente presente en el altar siempre que haya una hostia consagrada en el sagrario. Es el mismo Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, que andaba por los caminos de Galilea y Judea. Creemos que El viene ahora como nuestro huésped personal, cada vez que recibimos la Santa Comunión.

La Eucaristía es uno de los siete sacramentos instituidos por Cristo para que participemos de la vida de Dios. Es el mayor de todos los sacramentos, porque contiene a Cristo mismo, el Autor Divino de los Sacramentos.
Hay tres aspectos o momentos en la Eucaristía.

El primero se dice real Presencia de Cristo en el altar, siempre que haya una hostia consagrada en el Sagrario. Segundo, la Eucaristía como sacrificio, que es la Misa. Y tercero, la Santa Comunión.

La palabra Eucaristía, derivada del griego, significa "Acción de gracias". Se aplica a este sacramento, porque nuestro Señor dio gracias a su Padre cuando la instituyó. Además, porque el Santo Sacrificio de la Misa es para nosotros el mejor medio de dar gracias a Dios por sus beneficios.

La Sagrada Eucaristía es el verdadero centro del culto católico, el corazón de la fe. Y porque creemos que el hijo de Dios está verdaderamente presente en el Sacramento del altar, construimos bellas iglesias, ricamente adornadas.

El Sacrificio de la Misa no se limita a ser mero ritual en recuerdo del sacrificio del Calvario. En él, mediante el ministerio sacerdotal, Cristo continua de forma incruente el Sacrificio de la Cruz hasta que se acabe el mundo.

La Eucaristía es también comida que nos recuerda la Ultima Cena; celebra nuestra fraternidad en Cristo y anticipa ya el banquete mesiánico del Reino de los Cielos.

Por la Eucaristía, se da Jesús mismo, Pan de Vida, en alimento a los cristianos para que sean un pueblo más grato a Dios, amándole más y al prójimo por Él.

Se reserva la Eucaristía en nuestras iglesias como ayuda poderosa para orar y servir a los demás. Reservar el Santísimo Sacramento significa que, al terminar la comunión, el Pan consagrado que sobra se coloca en el Sagrario y allí se guarda reverentemente. La Eucaristía en el Sagrario es un signo por el cual Nuestro Señor está constantemente presente en medio de su pueblo y es alimento espiritual para enfermos y moribundos.
Debemos agradecimiento, adoración y devoción a la real presencia de Cristo reservado en el Santísimo Sacramento.

Las tumbas de los mártires, las pinturas murales de las catacumbas y la costumbre de reservar el Santísimo Sacramento en las casas de los primeros cristianos durante las persecuciones, ponen de manifiesto la unidad de la fe en los primeros siglos del Cristianismo sobre la doctrina de la Eucaristía, en la cual Cristo realmente se contiene, se ofrece y se recibe. De la Eucaristía sacó fuerzas toda la Iglesia para luchar valerosamente y conseguir brillantes victorias. La Eucaristía es el centro de toda la vida sacramental, pues es de capital importancia para unir y robustecer la Iglesia.

La novena en honor del Sacramento de la Sagrada Eucaristía puede hacerse muchas veces durante el Año Litúrgico, para ahondar nuestra fe en este gran misterio de amor, centro de toda la vida sacramental de la Iglesia.

¿QUÉ ES CORPUS CHRISTI?


¿QUÉ ES CORPUS CHRISTI?

La celebración del Día de Corpus Christi se remonta a los años 1192-1258 y hasta la fecha estas festividades de la Iglesia Católica se realizan en muchos países del mundo.

Corpus Christi es una fiesta de la Iglesia Católica destinada a celebrar la Eucaristía. Su principal finalidad es proclamar y aumentar la fe de la Iglesia Católica en Jesucristo presente en el Santísimo Sacramento.

La Celebración se lleva a cabo el siguiente jueves al octavo domingo después del Domingo de Resurrección (es decir, 60 días después del Domingo de Resurrección.

En muchos lugares es una fiesta de especial relevancia y en varios países es un día festivo oficial (ciertas partes de España, Austria, partes de Alemania y Suiza, Brasil, República Dominicana, Bolivia, Croacia, Polonia, Trinidad y Tobago, Portugal, Perú y Venezuela).

En Panamá, se celebra el Corpus Christi los Jueves religiosamente en un pueblo llamado La Villa de Los Santos en el interior del país y esta fiesta mantiene gran significación para sus pobladores.

En España dejó de ser un día festivo hace algunos años, excepto en los municipios donde es fiesta local, y desde entonces la Iglesia lo celebra el domingo siguiente.

En Chile fue feriado legal entre 1987 y 2007, siendo reemplazado por el 16 de julio, día de la Virgen del Carmen. Desde 1968 se celebra en ese país el día domingo.

Las celebraciones del Corpus suelen incluir una procesión en la que la hostia, el mismo Cuerpo de Cristo, se exhibe en una custodia.

Origen de la festividad

Por un lado, se cuenta que en Lieja, Bélgica, una religiosa cisterciense llamada Juliana de Cornillón (1192-1258) tuvo una visión que interpretó como la necesidad de instituir una celebración a la presencia de Jesús en la Eucaristía.

Una noche, la luna llena brillaba como plata, pero con una mancha negra; interpretó que la luna representaba a la Iglesia militante en la tierra, que recibe la luz del Sol: Cristo Jesús; la mancha significó para ella la carencia de una celebración litúrgica para la Eucaristía.

Juliana de Cornillón o Juliana de Lieja, como también se le reconoce, presentó petición a las autoridades eclesiásticas, hasta que el Obispo de Lieja Roberto de Theorette en el año de 1246, celebró el primer Corpus.

Más adelante, el Papa Urbano IV -quien conocía bien el asunto de Sor Juliana de Cornillón- instituyó la celebración del Corpus Christi para la Iglesia Católica Universal, fijándola el Jueves después de la fiesta de la Santísima Trinidad.

Por otro lado, se cuenta que en el año 1264 el Padre Pedro de Praga, Bohemia, dudaba sobre el misterio de la transustanciación del Cuerpo y de la Sangre de Cristo en la Eucaristía. Acudió así en peregrinación a Roma para pedir sobre la tumba de San Pedro la gracia de una fe fuerte.

De regreso de Roma, Dios se le manifestó de manera milagrosa ya que cuando celebraba la Santa Misa en Bolsena, en la cripta de Santa Cristina, la Sagrada Hostia sangró llenando el Corporal de la Preciosa Sangre.

La noticia del prodigio llegó pronto al Papa Urbano IV, que se encontraba en Orvieto, ciudad cercana a Bolsena. Hizo traer el corporal y, al constatar los hechos, instituyó la Solemnidad de Corpus Christi.

El mismo Papa Urbano IV encargó a Santo Tomás de Aquino la preparación de un oficio litúrgico propio para esta fiesta y la creación de cantos para celebrar a Cristo Eucaristía. Entre los que compuso está la sublime secuencia “Lauda Sion” que se canta en la Misa de Corpus Christi.

El año 1290 el Papa Nicolás IV, a petición del clero y del pueblo, colocó la primera piedra de la nueva catedral de Orvieto donde aun se encuentra la sagrada reliquia.

¡Esto es mi cuerpo, esta es mi sangre!

Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net
¡Esto es mi cuerpo, esta es mi sangre!
Señor... ¡haznos dóciles siempre a tu amor pero especialmente en este hermosísimo día de Corpus Christi!
 
¡Esto es mi cuerpo, esta es mi sangre!
 
Una vez más ante ti, Señor.

Hoy es un día grande para ti, para nosotros, para tu Iglesia. Es la solemnidad donde se exalta y glorifica la presencia de tu Cuerpo, tu Sangre y tu Divinidad en el Sacramento de la Eucaristía.

¡HOY ES CORPUS CHRISTI !

Tu Cuerpo, tu Sangre.... y tu Divinidad. ¿Qué te podemos decir, Señor? Tan solo caer de rodillas y decirte: - ¡Creo en ti, Señor, pero aumenta mi fe!

Tu lo sabes todo, mi Dios, mi Jesús, y sabías cuando te quedaste en el pan y vino, - aparentemente tan solo de pan y vino -, con el único deseo de ser nuestro alimento, que aunque no te corresponderíamos como tu Corazón desea, no te importó y ahí te quedaste para ser nuestro refugio, nuestra fuerza para nuestras penas y dolores, para ser consuelo, para ser el cirineo que nos ayuda a cargar con la cruz de nuestro diario vivir, a veces demasiado pesada y dolorosa, que nos puede hacer desfallecer sin tu no estás.... y también para bendecirte en los momentos de alegría, para buscar que participes en los momentos en que nuestro corazón está feliz.... ¡ahí estás Tu!...¡ Bendito y alabado seas!

Solo a un Dios locamente enamorado de sus criaturas se le podía ocurrir semejante ofrenda... por que no sabemos corresponder a ese amor, no, Jesús, no te acompañamos en la soledad de tus Sagrarios, no pensamos en tu gran amor .... somos indiferentes, egoístas, muchas veces solo nos acordamos de ti cuando te necesitamos porque las cosas no van, ni están, como nosotros queremos...

Señor... ¡haznos dóciles siempre a tu amor pero especialmente en este hermosísimo día de Corpus Christi!



¡Señor Jesucristo!

¡Gracias porque te nos diste de modo tan admirable, y porque te quedaste entre nosotros de manera tan amorosa!

Danos a todos una fe viva en el Sacramento del amor. Que la Misa dominical sea el centro de nuestra semana cristiana, la Comunión nos sacie el hambre que tenemos de ti, y el Sagrario se convierta en el remanso tranquilo donde nuestras almas encuentren la paz...
(P. García)



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  • Ma. Esther de Ariño

    miércoles, 29 de mayo de 2013

    UN MINUTO MARIANO



    UN MINUTO MARIANO

    La familia nunca es tan familia como el día de la Madre; la Iglesia nunca es tan Iglesia como el día de la Madre, de la Madre de Cristo y Madre nuestra también... así lo sentimos todos: los indiferentes no menos que los fervientes... El mes de María en todas las Iglesias... esas colas interminables de fieles, de hombres, de gente alejada que siente en su corazón tal día como hoy la nostalgia del hogar. Es la Madre y aquí viene María también como cuando pequeños a descansar en su regazo, ¡qué día de tantas emociones para los hijos; de tantas alegrías en el cielo..., porque en el cielo hay alegrías suplementarias... En verdad os digo que más alegría en el cielo por un pecador... que por tantos...

     San  Alberto Hurtado Cruchaga, S.J

    SER COMO UN RÍO QUE FLUYE


    Ser como un río que fluye
    Autor:  Paulo Coelho


    “Un río nunca pasa dos veces por el mismo lugar”, dice un filósofo. “La vida es como un río,” dice otro filósofo, y llegamos a la conclusión de que esta es la metáfora más aproximada al sentido de la vida. En consecuencia, será bueno recordarlo a lo largo de todo el año que viene:

    A] Siempre estamos ante la primera vez. Al recorrer el camino que va desde nuestro manantial (o nacimiento) a nuestro destino (muerte), los paisajes son siempre nuevos. Debemos encarar todas estas novedades con alegría, y no con miedo, porque de nada sirve temer lo que no se puede evitar. Un río no deja nunca de correr.

    B] En un valle, andamos más despacio. Cuando todo a nuestro alrededor se vuelve más fácil, las aguas se calman, nos volvemos más amplios, más largos, más generosos.

    C] Nuestras márgenes son siempre fértiles. La vegetación sólo nace donde existe agua. Aquél que entra en contacto con nosotros, debe entender que estamos allí para dar de beber a quien tiene sed.

    D] Hay que esquivar las piedras. Es evidente que el agua es más fuerte que el granito, pero necesita tiempo. De nada sirve dejarse dominar por obstáculos más fuertes, o intentar batirse contra ellos, pues gastaremos energía en vano. Lo mejor es saber dónde se encuentra la salida, y seguir adelante.

    E] Las depresiones necesitan de paciencia. De repente el río entra en una especie de hoyo, y deja de correr con la alegría de antes. En esos momentos, la única manera de salir es contar con la ayuda del tiempo. En el momento preciso, la depresión se llena, y el agua puede seguir adelante. En lugar del hoyo feo y sin vida, existe ahora un lago que los demás pueden contemplar con alegría.

    F] Somos únicos. Nacemos en un lugar que estaba destinado a nosotros, que nos mantendrá siempre alimentados de agua de modo que, frente a obstáculos o depresiones, podamos tener la paciencia o la fuerza necesarias para seguir adelante. Comenzamos nuestro curso de manera suave, frágil, hasta tal punto que una simple hoja puede detenernos. Sin embargo, como respetamos el misterio del manantial que nos engendró, y confiamos en su Eterna sabiduría, poco a poco vamos ganando todo lo necesario para recorrer nuestro camino.

    G] Aunque seamos únicos, pronto seremos muchos. A medida que caminamos, las aguas de otros manantiales se acercan, porque aquél es el mejor camino a seguir. Entonces ya no somos uno solo, sino muchos, y hay un momento en que nos sentimos perdidos. Sin embargo, como dice la Biblia, “todos los ríos van al mar.” Es imposible permanecer en nuestra soledad, por muy romántica que esta pueda parecer. Cuando aceptamos el inevitable encuentro con el agua de otro manantial, al final entendemos que eso nos hace mucho más fuertes, esquivamos los obstáculos u ocupamos las depresiones en mucho menos tiempo, y con mucha más facilidad.

    H] Somos un medio de transporte. De hojas, de barcos, de ideas. Que nuestras aguas sean siempre generosas, que podamos siempre llevar hacia adelante a todas las personas o cosas que pudieran necesitar de nuestra ayuda.


    I] Somos una fuente de inspiración. Y por lo tanto, dejemos a un poeta brasileño, Manuel Bandeira, las palabras finales:
    Ser como el río que fluye
    Silencioso dentro de la noche.
    No temer las tinieblas de la noche.
    Si hay estrellas en el cielo, reflejarlas.
    Y si los cielos se cubren de nubes,
    Como el río, las nubes son agua,
    Reflejarlas también sin amargura
    En las profundidades tranquilas.

    AGRADECIERON EL MILAGRO


     Agradecieron el milagro
            Autor:  Padre Eusebio Gómez Navarro OCD


            Cuenta el P. de Marchi en su precioso libro “Era una Señora mas brillante que el Sol”, que había pasado toda la noche oyendo confesiones. Aquello no se acababa. Ya de día llega el último penitente. Es un joven de unos veinticinco años. Está descalzo y parece cansado. Le confiesa, y al notar que se levanta con gran dificultad, le pregunta:

             -¿Viene usted de muy lejos?

            -         Sí, señor. Casi trescientos kilómetros ocho días de camino.–----¿Pero no lo habrá hecho usted a pie?

            -         –Sí, señor, todo el viaje. Mi esposa y yo habíamos hecho una promesa y hemos venido a cumplirla. Tenemos una niña que nació ciega. Los médicos dijeron que jamás vería, pero empezamos una novena a Virgen para que la curase. Todas las noches poníamos unas gotas de agua de Fátima en sus ojoS. Yo doy un grito llamando a mi esposa:”Maria, ven,que la niña ve,que está curada,la Virgen ha curado a nuestra hijita”Y aqui estamos, padre, para agradecer a la  Virgen este milagro...(P. de Marchi)
     
    Muchos son los peregrinos que cada año van rumbo a Fátima, Lourdes, Monte Carmelo, en busca de  un encuentro de fe con Jesús a través de la Madre para pedirle, para agradecer tantos milagros que  por  su  mediación  maternal  acontecen cada día en la vida.
     
    María, también fue peregrina en la fe. El Concilio dice que María "avanzó en la peregrinación de la fe y conservó fielmente la unión con su Hijo hasta la cruz" (LG58). Vivió en condiciones de peregrina, con confianza total se abandonó al Señor y, guiada por El, caminó siempre hacia adelante sin saber a dónde iba. En todo momento cree y espera.   Acoge a Cristo y a sus paisanos con una total disponibilidad de servicio, porque tenía un corazón de pobre. Su prima Isabel ve en ella a la creyente y por eso la felicita: "¡Dichosa tú que has creído!. Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
     
    María vive unida a Cristo durante toda su vida, hasta llegar con él a la cruz.  El dolor del hijo se hace dolor para la madre. Está presente cuando llega la hora decisiva y, desde la cruz, colabora y se hace madre de todos los redimidos. Dios se sirve de Ella para "hacer grandes cosas", para colaborar con su Hijo en la obra de la salvación.

    No es de extrañar que los enfermos, los cansados de caminar, los que necesitan una luz para sus vidas quieran caminar desde lejanas tierras para acercarse a estos santuarios de fe, de amor y de paz. No es de extrañar que María, la madre de todos, en especial de los necesitados, esté junto a las vidas rotas de tantas personas como estuvo junto a su Hijo. "Ella sigue con sus ojos misericordiosos" a todos los peregrinos  que acuden a ella invocándola en momentos difíciles.

    LOS CINCO MINUTOS DE DIOS - 29 DE MAYO DEL 2013


    LOS  CINCO MINUTOS DE DIOS
    29 DE MAYO DEL 2013


    Cuando uno cree en Dios, forzosamente siente la necesidad de hablar con El; y hablar con Dios se llama "orar", El alma tiene necesidades tan urgentes como el cuerpo; tiene necesidad de orar; no es un lujo; cuanto más abrumados estemos por el trabajo, tanto mayor será nuestra necesidad de ser aliviados,
    Es necesario rehacer al hombre desde adentro; no nos equivocamos al descubrir en el mundo de hoy una profunda insatisfacción, una infelicidad exasperada, a causa de las falsas recetas de felicidad.
    La oración es la fuerza de los hombres y la debilidad de Dios; se pretende vivir obedeciendo a Dios; pero es completamente ilógico pretender obedecerle sin comenzar por escucharle. De todos modos, tengamos presente que la oración no consiste en pensar mucho, sino en amar mucho; y amar es algo que todos sabemos y podemos hacer.

    "Sed perseverantes en la oración, velando en ella con acción de gracias" (Col,4, 2). Sabemos que nosotros solos nada podemos, pero con Cristo todo lo podemos; es preciso, por lo tanto, recabar la ayuda del Señor por medio de la oración. El que se aparta de la oración no tardará en sentirse alejado de Dios. "El que ora, se salva; el que no ora, se condena", dice San Alfonso.

    Extraído del Libro: "Los cinco Minutos de Dios"  de Alfonso Milagros

    EL EVANGELIO DE HOY : 29.05.2013

    Autor: Gustavo Velázquez | Fuente: Catholic.net
    El Hijo del hombre va a ser entregado
    Marcos 10, 32-45. Tiempo Ordinario. ¿Cuál es el camino que debe recorrer quien quiere ser discípulo? Es el camino de la obediencia total a Dios.
     
    El Hijo del hombre va a ser entregado
    Del santo Evangelio según san Marcos 10, 32-45

    En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos iban camino de Jerusalén, y Jesús se les iba adelantando. Los discípulos estaban sorprendidos y la gente que lo seguía tenía miedo. Él se llevó aparte otra vez a los doce y se puso a decirles lo que le iba a suceder: Ya ven que nos estamos dirigiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; van a condenarlo a muerte y a entregarlo a los paganos; se van a burlar de él, van a escupirlo, a azotarlo y a matarlo; pero al tercer día resucitará».
    Entonces se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dijeron: Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte». Él les dijo: ¿Qué es lo que desean?. Le respondieron: Concédenos que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria». Jesús les replicó: No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que yo seré bautizado?. Le respondieron: Sí podemos. Y Jesús les dijo: Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado. Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reunió entonces a los doce y les dijo: «Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos.


    Oración introductoria

    Jesús, mucho nos falta a los hombres para comprenderte. Tú nos compartes los sentimientos de tu corazón referentes a tu pasión en Jerusalén, y nosotros tan sólo buscamos honores. Jesús, danos a probar lo gozoso que es el servicio abnegado. Te ofrezco esta meditación por todos los gobernantes. Abre sus corazones para que sepan desempeñar su misión en el servicio al prójimo.

    Petición

    Señor, concédeme verte en mis hermanos durante este día, no viendo tanto rostros y apariencias, cuanto almas que valieron cada gota de tu preciosísima sangre.

    Meditación del Papa

    En el pasaje del Evangelio se nos presenta el icono de Jesús como el Mesías -anunciado por Isaías (cf. Is 53) - que no vino para ser servido, sino para servir: su estilo de vida se convierte en la base de las nuevas relaciones dentro de la comunidad cristiana y de un modo nuevo de ejercer la autoridad.

    Jesús va de camino hacia Jerusalén y anuncia por tercera vez, indicándolo a los discípulos, el camino a través del cual va a llevar a cumplimiento la obra que el Padre le encomendó: es el camino del don humilde de sí mismo hasta el sacrificio de la vida, el camino de la Pasión, el camino de la cruz. Y, sin embargo, incluso después de este anuncio, como sucedió con los anteriores, los discípulos manifiestan toda su dificultad para comprender, para llevar a cabo el necesario «éxodo» de una mentalidad mundana hacia la mentalidad de Dios. En este caso, son los dos hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, quienes piden a Jesús poder sentarse en los primeros puestos a su lado en la «gloria», manifestando expectativas y proyectos de grandeza, de autoridad, de honor según el mundo. Jesús, que conoce el corazón del hombre, no queda turbado por esta petición, sino que inmediatamente explica su profundo alcance: «No sabéis lo que pedís»; después guía a los dos hermanos a comprender lo que conlleva seguirlo.
    ¿Cuál es, pues, el camino que debe recorrer quien quiere ser discípulo? Es el camino del Maestro, es el camino de la obediencia total a Dios. Por esto Jesús pregunta a Santiago y a Juan: ¿estáis dispuestos a compartir mi elección de cumplir hasta el final la voluntad del Padre? ¿Estáis dispuestos a recorrer este camino que pasa por la humillación, el sufrimiento y la muerte por amor? Los dos discípulos, con su respuesta segura -«podemos»- muestran, una vez más, que no han entendido el sentido real de lo que les anuncia el Maestro. Y de nuevo Jesús, con paciencia, les hace dar un paso más: ni siquiera experimentar el cáliz del sufrimiento y el bautismo de la muerte da derecho a los primeros puestos, porque eso es «para quienes está preparado», está en manos del Padre celestial; el hombre no debe calcular, simplemente debe abandonarse a Dios, sin pretensiones, conformándose a su voluntad. Benedicto XVI, Homilía del 20 de noviembre de 2010.

    Reflexión

    «Quien no vive para servir, no sirve para vivir». Es una frase realmente fuerte, que expresa sin reparos el valor del servicio. Esforcémonos por ser un reflejo de Cristo entre nuestros familiares y compañeros de trabajo, pensando, actuando y hablando como lo haría Cristo. Enseñemos ante todo con la vida, que el servicio -aunque costoso y constante- es fuente de felicidad, y luego prediquemos nuestra experiencia con las palabras.

    Propósito

    El servicio alegre es capaz de cambiar nuestras vidas y las de los demás, por eso, hoy me ofreceré a hacer alguna actividad costosa del hogar: ayudando, acompañando o sustituyendo a la persona que lo suele hacer.

    Diálogo con Cristo

    ¡Jesús, gracias por el gran regalo del servicio! Es una manera fantástica de llenar mi vida y la de cuantos me rodean con actos de alegría. Ayúdame a practicarla de ahora en adelante. Concédeme la gracia de perseverar en el servicio, haciendo de esta hermosa actitud una forma de vida.


    El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz Beata Madre Teresa de Calcuta.



  • Preguntas o comentarios al autor
  • Gustavo Velázquez

    SEÑOR, HAZME UN INSTRUMENTO DE TU PAZ...




    SEÑOR, HAZME UN INSTRUMENTO DE TU PAZ...

    Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
    Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
    Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.
    Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
    Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
    Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.
    Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
    Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.

    Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar,
    ser comprendido, cuanto comprender,
    ser amado, cuanto amar.
    Porque es dándose como se recibe,
    es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
    es perdonando, como se es perdonado,
    es muriendo como se resucita a la vida eterna.



    (Autoría atribuída a San Francisco de Asís)



     

    ORACIÓN PARA TIEMPOS DIFÍCILES


    Oración para Tiempos Difíciles

    Señor mío,

    A pesar de las tinieblas, te pido el don de la alegría. A pesar de las dificultades y del sufrimiento, te quiero más que nunca y espero  sólo en Ti.

    Por favor, no me dejes. Ayúdame a sacar fruto abundante de este momento dificil. No dejes que caiga en la tristeza o en la angustia. No entiendo, no puedo... pero soy hijo tuyo. Líbrame de esta contrariedad. Si quieres, si lo ves conveniente.

    Y hasta que ese momento llegue quiero abandonarme a ella, seguir tu ejemplo redentor, abrazándome a tu Cruz, junto a María. Porque ya no quiero ni deseo otra cosa que no sea tu voluntad. Para resucitar siepre a la misericordia de tu amor infinito, amén.




    martes, 28 de mayo de 2013

    LOS CINCO MINUTOS DE DIOS - 28 DE MAYO DEL 2013


    LOS  CINCO MINUTOS DE DIOS
    28 DE MAYO DEL 2013

    Te rebelas ante este mundo dividido y enfrentado en el que circulan la droga de la indiferencia, el opio del placer, de la comodidad, la fiebre del dinero o del poder.
    Ideologías irreconciliables, ambiciones encontradas.
    Te asquean la mentira, el cinismo, los manejos turbios, la hipocresía; te atormenta la angustia de este mundo, historia tan sucia, tan cubierta de sangre y de odio, tan gastada en violencias y guerras cruentas.
    Te sublevan la injusticia de los "justos", la estupidez de los "prudentes", la inoperancia de los "declamadores", la tiranía de los "liberadores". ¿Y qué haces? ¿Comentarlo en el café, en las reuniones, en la calle, en la oficina? El mundo seguirá igual. Quizá peor.

    Al mundo no lo cambian los que lo critican, sino los que obran en él, los que se esfuerzan en volcar en él su generosidad, su entusiasmo, su entrega, su sacrificio.
    "A unos, a los que vacilan, tratad de convencerlos; a otros, tratad de salvarlos,arrancándolos del fuego; y a otros mostrad les misericordia con cautela" (Judas, 22).
    A todos hay que tratarlos con el máximo de caridad y comprensión.


    Extraído del Libro: "Los cinco Minutos de Dios"  de Alfonso Milagros

    UN MINUTO MARIANO


    UN MINUTO MARIANO

            María lo contempla, lo acaricia y lo arropa, interrogándose sobre el sentido de los prodigios que rodean el misterio de la Navidad.

     Su Santidad Juan Pablo II

    BESOS EN EL AIRE


     Besos en el aire

            A menudo aprendemos mucho de nuestros hijos. Hace algún tiempo, un amigo castigó a su hija de tres años por desperdiciar un rollo completo de papel dorado para envolturas. Estaban escasos de dinero y el se puso furioso cuando la niña trató de decorar una caja para ponerla bajo el árbol de Navidad. A pesar de todo, la pequeña niña le llevó el regalo a su Papa la mañana siguiente y le dijo: "Esto es para ti, papi." El se sintió avergonzado de su reacción anterior, pero su enojo volvió cuando vio la caja vacía. El le gritó: "¿No sabes que cuando uno da un regalo, se supone que haya algo dentro de el?" La pequeña niña lo miró con lagrimas en sus ojos y dijo: "Papi, no esta vacía, yo tire besitos dentro de la caja, todos para ti, papito." El padre se sintió destrozado. El rodeo con sus brazos a su hijita y le rogó que lo perdonara.

            Mi amigo me dijo que él conservó aquella caja dorada junto a su cama por años. Cuando él se sentía desanimado, sacaba uno de aquellos besos en el aire y recordaba el amor con que una niña los había depositado allí.

    ¡El amor de Dios no tiene límites!


    ¡El amor de Dios no tiene límites!

            El amor de Dios es tan inmenso, que desciende a cualquier profundidad para salvar a alguien; llega a cualquier extremo para rescatarlo. ¡Él puede amar al hombre que haya caído a lo más bajo y salvarlo en su momento de mayor necesidad, cuando se encuentre en su estado más lamentable! ¡Para Él no hay límite ni extremo al que no llegaría para salvar a una pobre alma perdida con Su amor infinito y Su misericordia ilimitada! ¡Él desciende al nivel de nuestra necesidad!

            "¡El amor de Dios va más allá de lo que uno pueda describir! ¡Sobrepasa la más alta estrella y baja hasta el infierno más vil!" ¡Mira cuán grande es la misericordia de Cristo! "Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches" (Mat.12:40). ¡Descendió a las entrañas del infierno para predicar el Evangelio de la liberación a los espíritus allí encarcelados! (1Pe.3:18-20)

            "¿Adónde me iré de tu Espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia? ¡Si subiere a los cielos, allí estás Tú; y si en el infierno hiciere mi estrado, he aquí, allí Tú estás! ¡Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará Tu mano, y me asirá Tu diestra!" (Sal.139:7-10)

    MANOS QUE ORAN


    Manos que oran

    Durante el siglo XV, en una pequeña aldea cercana a Nuremberg, vivía una familia con 18 niños. Para poder poner pan en la mesa para tal prole, el padre, y jefe de la familia, trabajaba casi 18 horas diarias en las minas de oro, y en cualquier otra cosa que se presentara. A pesar de las condiciones tan pobres en que vivían, dos de los hijos de Albrecht Durer tenían un sueño. Ambos querían desarrollar su talento para el arte, pero bien sabían que su padre jamás podría enviar a ninguno de ellos a estudiar a la Academia.

            Después de muchas noches de conversaciones calladas entre los dos, llegaron a un acuerdo. Lanzarían al aire una moneda. El perdedor trabajaría en las minas para pagar los estudios al que ganara. Al terminar sus estudios, el ganador pagaría entonces los estudios al que quedara en casa, con las ventas de sus obras, o como fuera necesario. Lanzaron al aire la moneda un domingo al salir de la Iglesia. Albretch Durer gano y se fue a estudiar a Nuremberg.

            Albert comenzó entonces el peligroso trabajo en las minas, donde permaneció por los próximos cuatro años para sufragar los estudios de su hermano, que desde el primer momento fue toda una sensación en la Academia.

            Los grabados de Albretch, sus tallados y sus óleos llegaron a ser mucho mejores que los de muchos de sus profesores, y para el momento de su graduación, ya había comenzado a ganar considerables sumas con las ventas de su arte.

            Cuando el joven artista regresó a su aldea, la familia Durer se reunió para una cena festiva en su honor. Al finalizar la memorable velada, Albretch se puso de pie en su lugar de honor en la mesa, y propuso un brindis por su hermano querido, que tanto se había sacrificado para hacer sus estudios una realidad.

            Sus palabras finales fueron: "Y ahora, Albert hermano mío, es tu turno.  Ahora puedes ir tú a Nuremberg a perseguir tus sueños, que yo me haré cargo de ti".

            Todos los ojos se volvieron llenos de expectativa hacia el rincón de la mesa que ocupaba Albert, quien tenía el rostro empapado en lágrimas, y movía de lado a lado la cabeza mientras murmuraba una y otra vez: "No... no...no...".

            Finalmente, Albert se puso de pie y secó sus lágrimas. Miró por un momento a cada uno de aquellos seres queridos y se dirigió luego a su hermano, y poniendo su mano en la mejilla de aquel le dijo suavemente: "No, hermano, no puedo ir a Nuremberg. Es muy tarde para mí. Mira lo que cuatro años de trabajo en las minas han hecho a mis manos. Cada hueso de mis manos se ha roto al menos una vez, y últimamente la artritis en mi mano derecha ha avanzado tanto que hasta me costó trabajo levantar la copa durante tu brindis... mucho menos podría trabajar con delicadas líneas el compás o el pergamino y no podría manejar la pluma ni el pincel. No, hermano... para mí ya es tarde".

            Mas de 450 años han pasado desde ese día. Hoy en día los grabados, óleos, acuarelas, tallas y demás obras de Albretch Durer pueden ser vistos en museos alrededor de todo el mundo. Pero seguramente usted, como la mayoría de las personas, sólo recuerde uno. Lo que es más, seguramente hasta tenga uno en su oficina o en su casa.

            Un día, para rendir homenaje al sacrificio de su hermano Albert, Albretch Durer dibujó las manos maltratadas de su hermano, con las palmas unidas y los dedos apuntando al cielo. Llamó a esta poderosa obra simplemente "Manos", pero el mundo entero abrió de inmediato su corazón a su obra de arte y se le cambió el nombre a la obra por el de "Manos que oran".

            La próxima vez que vea una copia de esa creación, mírela bien. Permita que sirva de recordatorio, si es que lo necesita, de que nadie, nunca, ¡triunfa solo!

    EL EVANGELIO DEL DIA - MARTES 28.06.2013

    Autor: Arturo Escalona | Fuente: Catholic.net
    Recibirán cien veces más en esta vida
    Marcos 10, 28-31. Tiempo Ordinario. No cedamos a la tentación de buscar éxitos y apoyos humanos, en vez de contar sólo y siempre con Cristo.
     
    Recibirán cien veces más en esta vida
    Del santo evangelio según san Marcos 10, 28-31

    Entonces Pedro le dijo: Nosotros lo hemos dejado todo para seguirte. Y Jesús contestó: En verdad les digo: Ninguno que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por mi causa y por el Evangelio quedará sin recompensa. Pues, aun con persecuciones, recibirá cien veces más en la presente vida en casas, hermanos, hermanas, hijos y campos, y en el mundo venidero la vida eterna. Entonces muchos que ahora son primeros serán últimos, y los que son ahora últimos serán primeros.

    Oración introductoria

    Jesús, todos te estamos siguiendo, unos casados, otros solteros y otros consagrándose a ti, pero en fin todos buscamos seguirte porque para eso nos has elegido. Ayúdame a comprender, en este rato de oración, que seguirte no me hará la vida color de rosa sino que me exigirá llevar mi cruz. Sólo contigo y con mi colaboración podré llegar a la meta que me tienes marcada y recibir el premio que es estar contigo en el cielo.

    Petición

    Señor Jesús, ayúdame a seguirte más de cerca y que no me engañe siguiendo mis caprichos y pensando que son tus deseos.

    Meditación del Papa

    Todos nosotros, queridos hermanos y hermanas, con el bautismo hemos sido llamados a seguir y servir a Jesús; sabemos que no podemos y no debemos esperar aplausos y reconocimientos en esta tierra. La verdadera recompensa del discípulo fiel está "en los cielos": es Cristo mismo. No olvidemos nunca esta verdad. No cedamos nunca a la tentación de buscar éxitos y apoyos humanos, en vez de contar sólo y siempre con Aquel que vino al mundo para salvarnos y nos redimió en la cruz. Cualquiera que sea el servicio que Dios nos llama a desempeñar en su viña, debe estar siempre animado por una humilde adhesión a su voluntad. Homilía de su santidad Benedicto XVI, viernes 14 de diciembre de 2007

    Reflexión

    Es Pedro quien se gloría de haberlo dejado todo. Tan duras les resultaban las palabras del Maestro cuando decía que ningún rico se salvaría. Ellos no eran ricos. Pero con mucho o con poco se es rico, esto es: todo hombre se apega a las cosas. Pedro, hablando más con el espíritu que con la carne, dice bien: "lo hemos dejado todo y te hemos seguido". Pero, entre las cosas que se nos prometen, está una poco agradable, poco atrayente: la persecución. Se nos prometen persecuciones como premio por el seguimiento de Cristo.
    ¿Quién está libre de las cruces de esta vida? ¿Quién en esta tierra ha vivido sin sufrir algo? Nadie. Todos sufrimos en esta vida. Pero es extraño sufrir para el que no ama. Es una locura sufrir por Cristo si no se le tiene. Quien lo tiene lo da todo por Él, porque lo ama. Quien sufre por alguien amado, crece; se enaltece; siente que recibe más de lo que ha dado. Optar por Cristo siempre será la mejor opción de nuestra vida porque Él da sentido a nuestro dolor.

    Propósito

    Hoy, por amor a Dios, me comprometo a hacer un sacrificio en alguna comida ofreciéndolo por todas las personas que no tienen.

    Diálogo con Cristo

    ¡Dios mío! Qué dura es la vida sin tu compañía, pero es más duro vivir queriendo seguirme a mí mismo, Por eso, te suplico que me des tu gracia para nunca buscar mis propios intereses. Que me esfuerce en servir a todos los que me rodean, para que, al humillarme en esta vida, merezca la gloria de estar contigo en el cielo.


    Experimentar que Dios no es una entidad abstracta, sino una Realidad tan grande y fuerte que llena de modo sobreabundante el corazón del hombre, una Persona viva y cercana, que nos ama y pide ser amada Benedicto XVI, 27 de junio de 2010



  • Preguntas o comentarios al autor
  • Arturo Escalona

    lunes, 27 de mayo de 2013

    UN MINUTO MARIANO


    UN MINUTO MARIANO

     ¡Oh María! Quien te mira se queda reconfortado en todos sus dolores, tribulaciones y penas y vence todas las tentaciones. Quien no sepa lo que Dios es, que recurra a ti, ¡oh María! Quien no encuentre misericordia en Dios, que recurra a ti, ¡oh María! Quien no se conforme con la voluntad de Dios, que recurra a ti, ¡oh María! Quien sienta desfallecer, que recurra a ti que eres fortaleza y poder.

    Quien se encuentra en una lucha continua, que recurra a ti que eres un mar pacífico . Quien se encuentre en tentación, que recurra a ti que eres madre de humildad y no hay nada que ahuyente tan fácilmente al demonio como la humildad. Que acuda a ti, que acuda a ti, ¡oh María!


    Santa María Magdalena de Pazzi

    LOS CINCO MINUTOS DE DIOS - 27 DE MAYO DEL 2013


    LOS  CINCO MINUTOS DE DIOS
    27 DE MAYO DEL 2013


    El mundo es de Dios, pero se lo alquila a los valientes. Es que Dios ha hecho al mundo, pero ha querido ponerlo en manos de los hombres para que lo perfeccionen y desarrollen. Por eso es preciso que los hombres cobren conciencia de esta su responsabilidad: que Dios no hará por sí lo que ha determinado hacer por los hombres.
    Llénate, pues, de coraje; sumérgete en tu tiempo; fórmate apóstol. Quizá tú no puedas contribuir a que el mundo se desarrolle y perfeccione en el campo de la medicina o de la electrónica; pero sí puedes contribuir en el campo de la justicia, de la verdad, de la bondad.
    Fórmate apóstol y se te abrirán caminos para tu apostolado y llegará la paz con su sonrisa y el amor se difundirá para todos como un río de amplias orillas; y habrá un mundo mejor, más perfecto, más justo; y tú habrás colaborado con Dios en su obra creadora.

    "Yo he sido constituido heraldo y apóstol, maestro de los gentiles en la fe y en la verdad" (1 Tim, 2, 7). Piensa si tú también has sido constituido por Dios en apóstol de tus hermanos, que esperan de ti la luz de la fe. Piensa si tú, como el apóstol, "para el servicio del Evangelio has sido constituido heraldo, apóstol 'Y maestro" (2 Tim, 1, 11).

    Extraído del Libro: "Los cinco Minutos de Dios"  de Alfonso Milagros

    EL EVANGELIO DE HOY

    Autor: H. Joel Castañeda Ochoa | Fuente: Catholic.net
    El joven rico
    Marcos 10, 17-27. Tiempo Ordinario. El joven se fue triste. Poseía muchas riquezas y Cristo le pedía todo.
     
    El joven rico
    Del santo Evangelio según san Marcos 10, 17-27

    Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre». El, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud». Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme». Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!»
    Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: «¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios». Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: «Y ¿quién se podrá salvar?» Jesús, mirándolos fijamente, dice: «Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios».


    Oración introductoria

    Dios mío, hoy como a lo largo de toda la historia de la humanidad, sigues llamando hombres a servirte. Tú quieres acercarnos a la verdadera riqueza, capaz de dar la plena felicidad. Guíame y dame tu gracia para ser generoso. Te pido en esta meditación por todas las vocaciones, especialmente por aquellos que están en discernimiento. Ábreles el corazón para que no se apeguen a los bienes terrenales y dales la gracia especial de sentir la mirada amorosa de tu Hijo, para que respondan con generosidad al "¡Ven y sígueme!".

    Petición

    ¡Señor, que la única riqueza de mi vida entera seas tú!

    Meditación del Papa

    Es en este momento cuando Jesús da a sus discípulos -y también a nosotros hoy- su enseñanza: "¡Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas!". Ante estas palabras, los discípulos quedaron desconcertados; y más aún cuando Jesús añadió: "Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios". Pero al verlos atónitos, dijo: "Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo". Comenta san Clemente de Alejandría: "La parábola enseña a los ricos que no deben descuidar la salvación como si estuvieran ya condenados, ni deben arrojar al mar la riqueza ni condenarla como insidiosa y hostil a la vida, sino que deben aprender cómo utilizarla y obtener la vida". La historia de la Iglesia está llena de ejemplos de personas ricas que utilizaron sus propios bienes de modo evangélico, alcanzando también la santidad. Pensemos en san Francisco, santa Isabel de Hungría o san Carlos Borromeo. Que la Virgen María, Trono de la Sabiduría, nos ayude a acoger con alegría la invitación de Jesús para entrar en la plenitud de la vida. (Benedicto XVI, 14 de octubre de 2012).

    Reflexión

    Hoy, como a lo largo de la historia de la humanidad, el hombre tiene deseos de felicidad, de encontrar la vida verdadera. En lo profundo del corazón, nos damos cuenta de que no basta con realizar lo que todos hacen sino que es necesario corresponder a la grandeza de lo que hemos recibido. Pensemos en cuántas veces Cristo ha salido al paso de nuestras vidas para poder corresponderle con generosidad.
    El Maestro, en este pasaje, mira con amor al joven. No es difícil sentir la mirada amorosa de Cristo. Es necesario dejar que sus ojos penetren hasta lo más profundo del alma. Sólo de esa manera se le puede corresponder. Por el contrario, se le daría una respuesta incapaz de durar en el tiempo, sin profundizar en las consecuencias positivas que trae el responderle a Dios con generosidad.
    El joven se fue triste. Poseía muchas riquezas y Cristo le pedía todo. Pensaba que tenía que elegir: Cristo o sus cosas. Pero ya antes Cristo lo había elegido con su mirada amorosa. Imaginemos lo que Cristo proyectó para su vida. Quizás, habría sido uno de los discípulos, pero prefirió sus planes y hoy no sabemos ni siquiera el nombre de aquel joven.
    Cristo respeta nuestra libertad, escucha nuestros planes, nos mira con amor, nos invita finalmente a seguirlo, pero nos fuerza en absoluto. Él espera nuestra respuesta.

    El Señor sigue pasando a lo largo del camino y no se cansa de invitar. Quiere nuestra felicidad. Le entristecen nuestras preferencias por las riquezas y apegos a los bienes materiales. Ayudemos a los demás a centrarse en Cristo, no en lo material y caduco que nos ofrece el mundo.
    Propósito
    Analizar mi vida para ver si hay algo que vale más que Dios. En mi oración personal le pediré a Cristo la gracia de aceptar si voluntad en mi vida y de darle el primer lugar.

    Diálogo con Cristo

    Señor Jesús, gracias porque te has dignado mirarme con amor. Hay muchas personas que no te conocen y tú has querido que yo naciera en el seno de una familia cristiana. Gracias porque me has mirado con amor a lo largo de toda mi vida. Guíame y enséñame a mantenerme fiel hasta la muerte para no alejarme de ti jamás con la mirada triste, sino que permanezca a tu lado hasta poseerte completamente en el cielo.


    "Las renuncias son posibles y, al final, son incluso bellas si tienen un porqué y si este porqué justifica también la dificultad de la renuncia" Benedicto XVI, Discurso en la Plaza de San Pedro, 25 de marzo de 2010)



  • Preguntas o comentarios al autor
  • H. Joel Castañeda Ochoa

    NECESITO A ALGUIEN... TE NECESITO A TÍ

    NECESITO A ALGUIEN...
    TE NECESITO A TÍ



    Envíame a alguien, Señor,
    que tenga tiempo para estar conmigo,
    que venga a verme y rompa el pesado silencio de mis días,
    que me sonría y piense conmigo, que se sienta libre
    para poner su mano en mi corazón
    y sacar a la luz mis más íntimos pensamientos.

    ¿No serás Tú a quien yo espero?
    Tú no tienes reparo en regalarme tu tiempo,
    con tal de que yo sea capaz de advertir tu presencia.

    Tú sabes escucharme,
    con tal de que yo también te escuche
    y sepa estar en silencio delante de Ti.

    Toma mi mano, Señor,
    y quédate junto a mí te necesito..
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