jueves, 4 de octubre de 2012

SER FELIZ A TIEMPO...


 
SER FELIZ A TIEMPO

Cuenta la leyenda que un hombre oyó decir que la felicidad era un tesoro. A partir de aquel instante comenzó a buscarla.

Primero se aventuró por el placer y por todo lo sensual, luego por el poder y la riqueza, después por la fama y la gloria, y así fue recorriendo el mundo del orgullo, del saber, de los viajes, del trabajo, del ocio y de todo cuanto estaba al alcance de su mano. En un recodo del camino vio un letrero que decía: "Le quedan dos meses de vida".

Aquel hombre, cansado y desgastado por los sinsabores de la vida se dijo: "Estos dos meses los dedicaré a compartir todo lo que tengo de experiencia, de saber y de vida, con las personas que me rodean". Y aquel buscador infatigable de la felicidad, sólo al final de sus días, encontró en su interior, en lo que podía compartir, en el tiempo que le dedicaba a los demás, en la renuncia que hacía de sí mismo por servir, estaba el tesoro que tanto había deseado.

Comprendió que para ser feliz se necesita amar; aceptar la vida como viene; disfrutar de lo pequeño y de lo grande; conocerse a sí mismo y aceptarse así como se es; sentirse querido y valorado, pero también querer y valorar; tener razones para vivir y esperar y también razones para morir y descansar.

Entendió que la felicidad brota en el corazón, con el rocío del cariño, la ternura y la comprensión. Que son instantes y momentos de plenitud y bienestar; que está unida y ligada a la forma de ver a la gente y de relacionarse con ella; que siempre está de salida y que para tenerla hay que gozar de paz interior.

Finalmente descubrió que cada edad tiene su propia medida de felicidad y que sólo Dios es la fuente suprema de la alegría, por ser ÉL: amor, bondad, reconciliación, perdón y donación total. Y en su mente recordó aquella sentencia que dice: ¡Cuánto gozamos con lo poco que tenemos, y cuánto sufrimos por lo mucho que anhelamos!

Autor Desconocido

EN MOMENTOS DIFÍCILES... NO PIERDAS LA FE EN TI


En momentos difíciles,
No pierdas. La fe en ti.

Hay momentos en la vida.
En que no todo es perfecto.
Y los problemas parecen rodearte.

Mientras buscas la salida.
Es importante conservar.
Una actitud positiva.
En relación a tu vida y tu rumbo.

Tal vez dudes de haber tomado.
Las decisiones correctas.
Quizás te preguntes como saldría todo.
Si tomaras un camino diferente.

Pero eres una persona.
Fuerte y motivada,
Capaz de hacer frente
A cualquier desafío.

Eres una persona cálida y afectuosa.
Que ama la vida.
Y sabrás superar
Esos tiempos difíciles.

martes, 2 de octubre de 2012

DAR TIEMPO AL SILENCIO


OPORTUNIDADES...


Oportunidades

Un hombre recibió una noche la visita de un ángel, quien le comunicó que le esperaba un futuro fabuloso: se le daría la oportunidad de hacerse rico, de lograr una posición importante y respetada dentro de la comunidad y de casarse con una mujer muy hermosa.

Ese hombre se pasó la vida esperando que los milagros prometidos llegasen, pero nunca lo hicieron, así que al final murió solo y pobre. Cuando llegó a las puertas del cielo vio al ángel que le había visitado tiempo atrás y protestó: "Me prometiste riqueza una buena posición social y una bella esposa. ¡Me he pasado la vida esperando en vano!".

        - "Yo no te hice esa promesa"- replicó el ángel- "Te prometí la oportunidad de riqueza, una buena posición social y una esposa hermosa".  El hombre estaba realmente intrigado. "No entiendo lo que quieres decir", confesó.
 
- "¿Recuerdas que una vez tuviste la idea de montar un negocio, pero el miedo al fracaso te detuvo y nunca lo pusiste en práctica?". El hombre asintió con un gesto. - "Al no decidirte unos años más tarde se le dio la idea a otro hombre que no permitió que el miedo al fracaso le impidiera ponerla en práctica. Recordarás que se convirtió en uno de los hombres más ricos del reino". - 
 
"También recordarás", prosiguió el ángel, "aquella ocasión en que un terremoto asoló la ciudad, derrumbó muchos edificios y miles de personas  quedaron atrapadas en ellos. En aquella ocasión tuviste la oportunidad de ayudar a encontrar y rescatar a los sobrevivientes, pero no quisiste dejar tu hogar sólo por miedo a que los muchos saqueadores que habían te robasen tus pertenencias. Así que ignoraste la petición de ayuda y te quedaste en casa". 
 
El hombre asintió con vergüenza. - "Esa fue tu gran oportunidad de salvarle la vida a cientos de personas, con lo que hubieras ganado el respeto de todos ellos", continuó el ángel. - "Por último, recuerdas aquella hermosa mujer pelirroja, que te había atraído tanto? La creías incomparable a cualquier otra y nunca conociste a nadie igual. Sin embargo, pensaste que tal mujer no se casaría con alguien como tú y para evitar el rechazo, nunca llegaste a proponérselo".
 
El hombre volvió a asentir, pero ahora las lágrimas rodaban por sus mejillas.  - "Sí, amigo mío, ella podría haber sido tu esposa", dijo el ángel. "Y con ella se te hubiera otorgado la bendición de tener sanos y hermosos hijos y multiplicar la felicidad en tu vida".

 A todos se nos ofrecen a diario muchas oportunidades, pero muy a menudo, como el hombre de la historia, las dejamos pasar por nuestros temores e inseguridades. Pero tenemos una ventaja sobre el hombre del cuento.  Aún estamos vivos.


AQUÍ HAY ALGUIEN...



Aquí hay alguien
        Autor: Jesús David Rodríguez González

 Aquí hay alguien más grande, que todo el Universo.
Aquí hay alguien más resplandeciente, que el mismo Sol.
Aquí hay alguien más bello, que las Estrellas.
Aquí hay alguien más profundo, que los Mares de la tierra.
Aquí hay alguien más sabio, que todas las Ciencias.
Aquí hay alguien más importante, que el Oro del mundo.
Aquí hay alguien más fuerte, que la Roca.
Aquí hay alguien más misterioso, que cualquier Secreto.
Aquí hay alguien más dulce, que la Miel.
Aquí hay alguien más necesario, que la Vida.
Aquí hay alguien más grande, su nombre es.....Jesús y se encuentra en la Eucaristía.

NUESTRO ÁNGEL DE LA GUARDA

Nuestro ángel de la guarda
Necesitamos renovar nuestro trato afectuoso y sencillo con nuestro ángel de la guarda que está a nuestro lado y nos ayuda de mil modos.
Nuestro ángel de la guarda
Muchos tienen la costumbre de hablar con su ángel de la guarda. Le piden ayuda para resolver un problema familiar, para encontrar un estacionamiento, para no ser engañados en las compras, para dar un consejo acertado a un amigo, para consolar a los abuelos, a los padres o a los hijos.

Otros tienen al ángel de la guarda un poco olvidado. Quizá escucharon, de niños, que existe, que nos cuida, que nos ayuda en las mil aventuras de la vida. Recordarán, tal vez, haber visto el dibujo de un niño que camina, cogido de la mano, junto a un ángel grande y bello. Pero desde hace tiempo tienen al ángel “aparcado”, en el baúl de los recuerdos.

De grandes es normal que hablemos a los niños de su ángel de la guarda. Nos sería de provecho pensar también en nuestro ángel que está a nuestro lado y nos ayuda de mil modos.

Es verdad: Dios es el centro de nuestro amor, y a veces no tenemos mucho tiempo para pensar en los espíritus angélicos. Podemos, sin embargo, ver a nuestro ángel de la guarda no como una “devoción privada” ni como un residuo de la niñez, sino como un regalo del mismo Dios, que ha querido hacernos partícipes, ya en la tierra, de la compañía de una creatura celeste que contempla ese rostro del Padre que tanto anhelamos.

Necesitamos renovar nuestro trato afectuoso y sencillo, como el de los niños que poseen el Reino de los cielos (cf. Mt 19,14), con el propio ángel de la guarda. Para darle las gracias por su ayuda constante, por su protección, por su cariño. Para sentirnos, a través de él, más cerca de Dios. Para recordar que cada uno de nosotros tiene un alma preciosa, magnífica, infinitamente amada, invitada a llegar un día al cielo, al lugar donde el Amor y la Armonía lo son todo para todos. Para pedirle ayuda en un momento de prueba o ante las mil aventuras de la vida.

Necesitamos repetir, o aprender de cero, esa oración que la Iglesia, desde hace siglos, nos ha enseñado para dirigirnos a nuestro ángel de la guarda:

Ángel del Señor, que eres mi custodio,
puesto que la Providencia soberana me encomendó a ti,
ilumíname, guárdame, rígeme y gobiérname en este día.
Amén
.


  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Fernando Pascual LC

    ORACIÓN AL ANGEL DE LA GUARDA



    lunes, 1 de octubre de 2012

    TERESA DEL NIÑO JESÚS, SANTA 1 OCTUBRE











    Autor: Ángel Amo | Fuente: Catholic.net
    Teresa del Niño Jesús, Santa
    Sencillez y perfección en las cosas pequeñas, Octubre 1
    Teresa del Niño Jesús, Santa

    Virgen y Doctora de la Iglesia

    Martirologio Romano: Memoria de santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia, que entró aún muy joven en el monasterio de las Carmelitas Descalzas de Lisieux, llegando a ser maestra de santidad en Cristo por su inocencia y simplicidad. Enseñó el camino de la perfección cristiana por medio de la infancia espiritual, demostrando una mística solicitud en bien de las almas y del incremento de la Iglesia, y terminó su vida a los veinticinco años de edad, el día treinta de septiembre (1897)

    La Iglesia le dedica este día para que la conozcamos y tratemos de imitar sus virtudes de delicadeza y pefección en las cosas pequeñas.

    Hay dos santas con el mismo nombre: Santa Teresita del Niño Jesús o de Lisieux y Santa Teresa de Ávila (15 de Octubre). Ambas fueron monjas carmelitas, nos dejaron una autobiografía y son santas doctoras de la Iglesia.

    María Francisca Teresa (Santa Teresita del Niño Jesús o de Lisieux) nació el 2 de Enero de 1873 en Francia. Hija de un relojero y una costurera de Alençon. Tuvo una infancia feliz y ordinaria, llena de buenos ejemplos. Teresita era viva e impresionable, pero no particularmente devota.

    En 1877, cuando Teresita tenía cuatro años, murió su madre. Su padre vendió su relojería y se fue a vivir a Lisieux donde sus hijas estarían bajo el ciudado de su tía, la Sra. Guerin, que era una mujer excelente. Santa Teresita era la preferida de su padre. Sus hermanas eran María, Paulina y Celina. La que dirigía la casa era María y Paulina que era la mayor se encargaba de la educación religiosa de sus hermanas. Les leía mucho en el invierno.

    Cuando Teresita tenía 9 años, Paulina ingresó al convento de las carmelitas. Desde entonces, Teresita se sintió inclinada a seguirla por ese camino. Era una niña afable y sensible y la religión ocupaba una parte muy importante de su vida.

    Cuando Teresita tenía catorce años, su hermana María se fue al convento de las carmelitas igual que Paulina. La Navidad de ese año, tuvo la expeirencia que ella llamó su “conversión”. Dice ella que apenas a una hora de nacido el Niño Jesús, inundó la oscuridad de su alma con ríos de luz. Decía que Dios se había hecho débil y pequeño por amor a ella para hacerla fuerte y valiente.
    Al año siguiente, Teresita le pidió permiso a su padre para entrar al convento de las carmelitas y él dijo que sí. Las monjas del convento y el obispo de Bayeux opinaron que era muy joven y que debía esperar.

    Algunos meses más tarde fueron a Roma en una peregrinación por el jubileo sacerdotal del Papa León XIII. Al arrodillarse frenta al Papa para recibir su bendición, rompió el silencio y le pidió si podía entrar en el convento a los quince años. El Papa quedó impresionado por su aspecto y modales y le dijo que si era la voluntad de Dios así sería

    Teresita rezó mucho en todos los santuarios de la peregrinación y con el apoyo del Papa, logró entrar en el Carmelo en Abril de 1888. Al entrar al convento, la maestra de novicias dijo; “ Desde su entrada en la orden, su porte tenía una dignidad poco común de su edad, que sorprendió a todas las religiosas.” Profesó como religiosa el 8 de Septiembre de 1890. Su deseo era llegar a la cumbre del monte del amor.

    Teresita cumplió con las reglas y deberes de los carmelitas. Oraba con un inmenso fervor por los sacerdotes y los misioneros. Debido a esto, fue nombrada después de su muerte, con el título de patrona de las misiones, aunque nunca habia salido de su convento.

    Se sometió a todas las austeridades de la orden, menos al ayuno, ya que era delicada de salud y sus superiores se lo impidieron. Entre las penitencias corporales, la más dura para ella era el frío del invierno en el convento. Pero ella decía “Quería Jesús concederme el martirio del corazón o el martirio de la carne; preferiría que me concediera ambos.” Y un día pudo exclamar “He llegado a un punto en el que me es imposible sufrir, porque todo sufrimiento es dulce.”

    En 1893, a los veinte años, la hermana Teresa fue nombrada asistente de la maestra de novicias. Prácticamente ella era la maestra de novicias, aunque no tuviera el título. Con respecto a esta labor, decía ella que hacer el bien sin la ayuda de Dios era tan imposible como hacer que el sol brille a media noche.

    Su padre enfermó perdiendo el uso de la razón a causa de dos ataques de parálisis. Celina, su hermana, se encargó de cuidarlo. Fueron unos año difíciles para las hijas. Al morir el padre, Celina ingresó al convento con sus hermanas.

    En este mismo año, Teresita se enfermó de tuberculosis. Quería ir a una misión en Indochina pero su salud no se lo permitió. Sufrió mucho los últimos 18 meses de su vida. Fue un período de sufrimiento corporal y de pruebas espirituales. En junio de 1897 fue trasladada a la enfermería del convento de la que no volvió a salir. A partir de agosto ya no podía recibir la Comunión debido a su enfermedad y murió el 30 de Septiembre de ese año. Fue beatificada en 1923 y canonizada en 1925. Se le presenta como una monja carmelita con un crucifijo y rosas en los brazos. Ella decía que después de su muerte derramaría una lluvia de rosas.
    El culto a esta santa comenzó a crecer con rapidez. Los milagros hechos gracias a su intercesión atrajeron a atención de los cristianos del mundo entero.

    Escribió el libro “Historia de un alma” que es una autobiografía. Escribe frases preciosas como éstas en ese libro: “Para mí, orar consiste en elevar el corazón, en levantar los ojos al cielo, en manifestar mi graitud y mi amor lo mismo en el gozo que en la prueba.”; “Te ruego que poses tus divinos ojos sobre un gran número de almas pequeñas.” Teresita se contaba a sí misma entre las almas pequeñas, decía “Yo soy un alma minúscula, que sólo puede ofrecer pequeñeces a nuestro Señor.”

    ¿Qué nos enseña Santa Teresita?

    Nos enseña un camino para llegar a Dios: la sencillez de alma. Hacer por amor a Dios nuestras labores de todos los días. Tener detalles de amor con los que nos rodean. Esta es la “grandeza” de Santa Teresita. Decía: “Quiero pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra.”El secreto es reconocer nuestra pequeñez ante Dios, nuestro Padre. Tener una actitud de niño al amar a Dios, es decir, amarlo con simplicidad, con confianza absoltua, con humildad sirvendo a los demás. Esto es a lo que ella llama su “caminito”. Es el camino de la infancia espiritual, un camino de confianza y entrega absoluta a Dios.

    Nos enseña a servir a los demás con amor y perfección viendo en ellos a Jesús. Toda su vida fue de servicio a los demás. Ser mejores cada día con los demás en los detalles de todos los días.

    Nos enseña a tener paciencia ante las dificultades de la vida. Su enfermedad requi-rió de mucha paciencia y aceptación. Sólo estando cerca de Dios el sufrimiento se hace dulce.

    Nos enseña a tener sentido del humor ante lo inevitable. Dicen que durante la meditación en el convento, una de las hermanas agitaba su rosario y esto irritaba a Santa Teresita. Decidió entonces en lugar de tratar de no oir nada, escuchar este ruido como si fuera una música preciosa. En nuestras vidas hay situaciones o acciones de los demás que nos molestan y que no podemos evitar. Debemos aprender a reirnos de éstas, a disfrutarlas por que nos dan la oportunidad de ofrecer algo a Dios.

    Nos enseña que podemos vivir nuestro cielo en la tierra haciendo el bien a los que nos rodean. Actuar con bondad siempre, buscando lo mejor para los demás. Esta es una manera de alcanzar el cielo.

    Nos enseña a ser sencillos como niños para llegar a Dios. Orar con confianza, con simplicidad. Sentirnos pequeños ante Dios nuestro Padre.

    Oración
    Virgen María y Santa Teresita, ayúdenme a tener más amor a Dios para servir mejor a los que me rodean.

    Si quieres saber más de la vida de Santa Teresa del Niño Jesús en corazones.org encontrarás un sitio hermoso para seguir consultando

    Consulta también Una mujer ¿Puede ser el corazón de la Iglesia?

    Teresa del Niño Jesús, Santa

    Luis y Celia, padres de Santa Teresita

    miércoles, 26 de septiembre de 2012

    EL PENSAMIENTO DEL DÍA


    DECÁLOGO PARA LEER CON PROVECHO LA BIBLIA


    DECÁLOGO PARA LEER CON PROVECHO LA BIBLIA




    1. Nunca creer que somos los primeros que han leído la Santa Escritura. Muchos, muchísimos a través de los siglos la han leído, meditado, vivido, transmitido. Los mejores intérpretes de la Biblia son los santos.

    2. La Escritura es el libro de la comunidad eclesial. Nuestra lectura, aunque sea a solas, jamás podrá ser en solitario. Para leerla con provecho, hay que insertarse en la gran corriente eclesial que conduce y guía el Espíritu Santo.

    3. La Biblia es “Alguien”. Por eso se lee y celebra a la vez. La lectura mejor de la Biblia es la que se hace en la Liturgia.

    4. El centro de la Santa Escritura es Cristo; por eso, todo debe leerse bajo la mirada de Cristo y cumplido en Cristo. Cristo es la clave interpretativa de la Santa Escritura.

    5. Nunca olvidar que en la Biblia encontramos hechos y dichos, obras y palabras íntimamente unidas unas con otras; las palabras anuncian e iluminan los hechos, y los hechos realizan y confirman las palabras.

    6. Una manera práctica y provechosa de leer la Escritura es comenzar con los santos Evangelios, seguir con los Hechos y las Cartas e ir entreverando con algún libro del Antiguo Testamento: Génesis, Éxodo, Jueces, Samuel, etcétera... No querer leer el libro del Levítico de corrido, por ejemplo. Los Salmos deben ser el libro de oración de los grupos bíblicos. Los profetas son el “alma del Antiguo Testamento: hay que dedicarles un estudio especial.

    7. La Biblia se conquista como la ciudad de Jericó: dándole vueltas. Por eso, es bueno leer los lugares paralelos. Es un método entretenido, pero muy provechoso. Un texto esclarece al otro, según aquello de San Agustín: “El Antiguo Testamento queda patente en el Nuevo y el Nuevo está latente en el Antiguo”.

    8. La Biblia debe leerse y meditarse con el mismo Espíritu con que fue escrita. El Espíritu Santo es su autor principal y es su principal intérprete. Hay que invocarlo siempre antes de comenzar a leerla y al final, dar gracias.

    9. Nunca debe utilizarse la Santa Biblia para criticar y condenar a los demás.

    10. Todo texto bíblico tiene un contexto histórico donde se originó y un contexto literario donde se escribió. Un texto bíblico, fuera de su contexto histórico y literario, es un pretexto para manipular la Palabra de Dios. Esto es tomar el nombre de Dios en vano.


    † Mario De Gasperín Gasperín

    CUANDO TE CREES ESTRELLA Y ERES COMETA...

    Autor: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net
    Cuando te crees estrella y eres cometa
    Es bueno sentir que hemos sido luz para muchos amigos, y que ellos nos han iluminado a su vez.
     
    Cuando te crees estrella y eres cometa

    Nuestra vida hay que cimentarla sobre roca, como nos enseña Jesús en el Evangelio, de forma que cuando pasen tormentas y lluvias, no se derrumbe.

    Para tener una vida cimentada sobre roca, se necesitan sólidas bases, esas bases se construyen paso a paso y con mucho esfuerzo. Construir la vida con valores, principios, convicciones, buenas decisiones, es construir en roca y eso traerá como resultado una vida estable y duradera, así como las estrellas. Ese es mi deseo para ti con esta reflexión.

    Hay personas estrellas.

    Hay personas cometas.

    Los cometas pasan, apenas son recordados por las fechas que pasan y vuelven. Las estrellas permanecen.

    Hay mucha gente cometa, pasan por nuestra vida apenas por instantes; no cautivan a nadie, y nadie los cautiva. Gente sin amigos, pasan por la vida sin iluminar, sin calentar, sin marcar presencia. Así son muchos artistas, brillan apenas por instantes en los escenarios de la vida, y con la misma rapidez que aparecen, desaparecen. Así son muchos reyes y reinas: de naciones, de clubes deportivos o concursos de belleza. Así mismo son hombres y mujeres que se enamoran y se dejan enamorar con la mayor facilidad.

    Así son personas que viven en una misma familia y pasan por el otro sin ser presencia, sin existir.

    Lo importante es ser estrella. Hacer sentir nuestra presencia. Ser "luz", "calor", "vida".

    Los Amigos son estrellas. Los años pueden pasar, surgir distancias; pero en nuestros corazones quedan sus marcas.

    Ser cometa no es ser amigo, es ser compañero por instantes, explotar sentimientos, aprovecharse de las personas y de las situaciones, es hacer creer y hacer dudar al mismo tiempo. La soledad es el resultado de una vida cometa. Nadie permanece, todos pasan y nosotros también pasamos para ellos.

    Es necesario crear un mundo de "estrellas", verlas y sentirlas todos los días, poder contar con ellas todos los días, todos los días ver su luz y sentir su calor. Así son los amigos, "estrellas en nuestras
    vidas", se puede contar con ellos, ellos son refugio en los momentos de tensión, luz en los momentos obscuros, pan en los momentos de debilidad, seguridad en los momentos de desánimo.

    Al mirar los cometas, es bueno no sentirnos como ellos, ni desear el amarrarnos de su cola; al mirar los cometas, es bueno sentirse "estrella"; dejar por sentada nuestra existencia, nuestra constante presencia. Haber vivido y construido una historia personal.

    Es bueno sentir que hemos sido luz para muchos amigos, y que ellos nos han iluminado a su vez. Es bueno sentir que hemos sido calor para muchos corazones, y que esos corazones nos arroparon cuando el frío nos castigó. Ser "estrella" en este mundo pasajero, en este mundo lleno de personas cometas es un desafío, pero por encima de todo, una recompensa. Es nacer y haber vivido, y no haber existido apenas.

    Para ustedes: "estrellas de verdad".




  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Dennis Doren LC

    martes, 25 de septiembre de 2012

    PAGADO EN SU TOTALIDAD


    Pagado en su Totalidad

    Cierto  pequeño  se  acercó a su madre en la cocina, una noche, cuando ella preparaba  la  cena  y  la  entregó  un  pedazo de papel sobre el que había escrito algo.

    Después  de que la mamá se secó las manos en el delantal, lo leyó y esto es lo que decía:

         Por cortar el pasto                                                                   5.00
         Por limpiar mi habitación esta semana                                    1.00
         Por ir a la tienda cuando me envías                                        0.50
         Por cuidar a mi hermano mientras fuiste de compras             0.25
         Por sacar la basura                                                                  1.00
         Por obtener una buena boleta de calificaciones                      5.00
         Por limpiar y barrer el patio                                                    2.00

    Total que me debes                                                                  $ 14.75



    Les  diré  que  su madre lo miró de pie a la expectativa y pude ver que los recuerdos  pasaban  por su mente.  Toma la pluma, le da vuelta a la hoja de papel que el niño había escrito y anotó lo siguiente:

    Por  los  nueve  meses  que  te  llevé mientras crecías en mi interior, SIN CARGO. Por  todas las noches que estuve sentada a tu lado, cuidándote y orando por ti, SIN CARGO. Por todos los momentos difíciles y todas las lágrimas que causaste a través de los años, SIN CARGO. Por  todas  las  noches  de  temor  y  por las preocupaciones que sabía que tendría, SIN CARGO. Por  los  juguetes,  la  comida, la ropa y por limpiar tu nariz, SIN CARGO, hijo. Cuando sumes todo, el costo total del verdadero amor es SIN CARGO.

    Así,  cuando  el  niño terminó de leer lo que su madre había escrito, había grandes lágrimas en sus ojos, miró directamente a su madre y dijo:

    "Mamá,  en  verdad  te  amo".    Después  tomó la pluma y con letras grandes escribió:

    "PAGADO EN SU TOTALIDAD"

    LAS BIENAVENTURANZAS DE LOS AMIGOS DICHOSOS



            Bienaventuranzas de los amigos dichosos

            Dichosos:


            Los que ponen su alegría en alegrar a otros, porque ellos experimentarán la alegría de Dios.

            Los que se hacen dignos de que sus amigos les confíen sus secretos, porque de ellos es el reino de los corazones.

            Los que alaban, los que colaboran, los que dan, los que entregan, porque con la misma medida que midieren serán medidos.

            Los que hacen favores a sus amigos, aún ahorrándoles la molestia de pedirlos; porque ellos conocerán que el gozo de dar es mayor que el de recibir.

            Los que siguen amando a sus amigos cuando los ven caídos en desgracia, más aún los que aportan su dinero, su tiempo y su bondad para que no caigan, porque ellos serán levantados en sus días.

            Los que aman a Jesucristo que amó incluso a los desconocidos, a los ingratos, a los molestos, porque ellos cumplen el mandato nuevo del Amor.

            Los que tienen hambre y sed de amor como quiere Cristo, porque ellos serán saciados con la amistad de la familia de Dios.

            Los que aman con corazón limpio, porque ellos verán a Dios.

    No fijarse en el aspecto

    No fijarse en el aspecto


    Se encontraba una familia de cinco personas pasando el día en la playa. Los niños estaban haciendo
    castillos de arena junto al agua cuando, a lo lejos, apareció una anciana, con sus vestidos sucios y
    harapientos, que recogía cosas del suelo y las introducía en una bolsa.
    Los padres llamaron junto a sí a los niños y les dijeron que no se acercaran a la anciana. Cuando
    ésta pasó junto a ellos, inclinándose una y otra vez para recoger cosas del suelo, dirigió una
    sonrisa a la familia. Pero no le devolvieron el saludo.
    Muchas semanas más tarde supieron que la anciana llevaba toda su vida limpiando la playa de
    cristales para que los niños no se hirieran los pies.

    ¿De qué sirve rezar? ¿De qué sirve hacer un regalo a Dios?

    Autor: P Evaristo Sada LC | Fuente: www.la-oracion.com
    ¿De qué sirve rezar? ¿De qué sirve hacer un regalo a Dios?
    El amor de Dios a nosotros es una continua invitación a que nosotros le tratemos a Él con la misma generosidad con que Él nos trata.
     
    ¿De qué sirve rezar? ¿De qué sirve hacer un regalo a Dios?

    Al principio encontramos a Adán y Eva en el jardín con Dios. Cuando Cristo resucitó, se apareció a María Magdalena también en el jardín (Jn 20,11) Ese jardín es hoy nuestro corazón. Con el bautismo, Dios ha hecho de nuestro corazón un jardín donde quiere pasarlo bien con cada uno de sus hijos, en una relación íntima y familiar, como lo hacía con Adán mientras paseaba con él en el jardín del Edén tomando la brisa de la tarde.

    Dios está dentro, pero los espacios físicos para el encuentro con Dios importan; pueden ayudar o estorbar. Dios quiso que lo percibiéramos con los sentidos. Dios se ha hecho visible: "Lo que ha sido desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado, lo que hemos tocado con las manos..." (1 Jn 1,1)

    Las cosas de Dios deben irradiar la luz de la belleza divina. Son camino para conocerle a Él y medio para despertar o avivar el deseo del encuentro. De allí la importancia del sentido estético en las capillas.

    Estábamos construyendo una ermita dedicada al Sagrado Corazón en un centro misionero y de espiritualidad que tenemos en Chilapa, en el Pico de Orizaba, México. Gracias a Dios ya la terminamos.

    Desde que comencé a misionar en aquel lugar, quedé sorprendido por su belleza: la belleza de la gente y de los paisajes. Me daba la impresión de que era la belleza de Dios derramada sobre el mundo. Las cosas bellas nos transportan hasta la belleza de Dios, nos hablan de Él

    Darse el tiempo para gustar la belleza de la creación es darle al Espíritu la oportunidad de que haga brotar en nosotros una oración como la de San Agustín:

    "¡Tarde te amé, Belleza siempre antigua y siempre nueva! Tarde te amé. Tú estabas dentro de mí, pero yo andaba fuera de mí mismo, y allá afuera te andaba buscando. Me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo pero yo no estaba contigo... Pero tú me llamaste, y más tarde me gritaste, hasta romper finalmente mi sordera." (S. Agustín, Confesiones

    Alguien me preguntó: ¿De qué sirve hacer una ermita? Es como preguntar: ¿De qué sirve rezar?
    En la relación con Dios, la gratuidad es determinante. Él no se preguntó eso cuando nos hizo. No puedo explicarlo mejor que Javier Sánchez (Sevilla), en su artículo: "Lo bello y lo inútil de la liturgia". Cito algunos párrafos:

    "Nada más destructivo que preguntar: "¿para qué sirve?", en vez de admirar la cosa en sí misma, en su bondad y belleza intrínsecas. Es la pregunta de la sociedad utilitarista. En el caótico mundo de la producción y la eficacia, ¿cabe aún lo inútil? ¿Para qué sirven las rosas? Para nada... pero ¿sería mundo de personas un mundo sin rosas? ¿Para qué sirven las plantas, el lirio y la margarita.... el abrazo fraterno, el regalo navideño, la llamada telefónica...? Para nada.... sin embargo, ¿sería habitable nuestro mundo sin una bocanada de natural gratuidad, que nos invita a recrearnos olvidándonos de la agitada producción?"

    El "hacer" no es el criterio del "valer". Mirar las cosas con los ojos del pragmatismo es igual que cerrar los ojos ante el multiforme espectáculo de la belleza de la vida, de la creación, de la persona. Y el que cierra los ojos no penetra sólo en su egoísta función: todo lo mide, lo cuantifica, lo pesa, ¿cabe por algún sitio lo gratuito?

    "Lo bello vale tanto como lo útil. Tal vez aún más".

    La estética humaniza y eleva al hombre, le hace salir de sí mismo y entrar en la belleza, permitiéndole el acceso a unas realidades superiores donde el espíritu humano penetra con respeto y, a la vez, se enriquece. Aquí las ideas se disparan y multiplican, y, al verse impotentes en su descripción, enmudecen, dejando paso al asombro, a la admiración, al silencio contemplativo. Y también aquí los sentimientos empiezan a surgir, sin orden ni concierto, en maravillosa sinfonía, como tormenta torrencial que deja la tierra humedecida.

    En el mundo de la naturaleza todo es gratuito. Nada ha sido producido por el hombre. Si este deja de tomar las cosas por su eficacia y productividad, y las mira por lo que son, no por lo que valen, las maravillas de la naturaleza se tornarán en fuente de belleza y primer ejemplo de gratuidad: todo le ha sido dado al hombre.


    La gratuidad es indispensable en el amor; también en el amor a Dios. Gratuidad es generosidad, es dar sin necesidad, sin tener que hacerlo, simplemente por amor. Dios ha sido magnánimo con nosotros, se nos ha dado en sobreabundancia, sin ningún mérito por parte nuestra. El estilo de amor de Dios con nosotros es una continua invitación a que nosotros le tratemos a Él con la misma generosidad con que Él nos trata.

    Y quisiera citar otro texto que habla del mismo tema desde otro punto de vista. Para mí es una invitación a orar más, a contemplar más a Dios, a darme más tiempo y tiempo de más calidad para estar con Él simplemente "porque sí" y luego dejar que Dios se manifieste.

    "La obra de la cultura es, en efecto, revelación. Ella intenta, aunque el artesano no pueda tener conciencia del Espíritu que le ilumina, manifestar la Gloria de Dios oculta y cautiva en la creación. En la vasija que modela, en los hijos que despierta a su libertad o en el poema que crea, el hombre que cultiva la creación trata de revelar el significado de una inmensa sinfonía donde él es, a la vez, instrumento insustituible y testigo maravillado. Busca el Rostro amado que lo llama desde las profundidades de su ser" (...)
    "Para que nuestra mirada libere toda la Belleza escondida en todos los seres, necesita antes ser bañada de luz, en Aquel cuya mirada derrama la Belleza. Para que nuestra palabra pueda expresar la sinfonía del Verbo, debe primero fundirse en el silencio y en la armonía. Para que nuestras manos modelen el icono de la creación, antes tenemos que dejarnos hacer por Aquel que une nuestra Carne al esplendor del Padre".
    (Jean Corbon)

    jueves, 20 de septiembre de 2012

    EL VERDADERO AMIGO




    ORACIÓN A SAN PIO DE PIETRELCINA


    ORACIÓN A SAN PIO DE PIETRELCINA
    San Pío de Pietrelcina, te pedimos nos enseñes la humildad de corazón, para ser considerados entre los pequeños del Evangelio, a los que el Padre prometió revelar los misterios de su Reino.
    Ayúdanos a orar sin cansarnos jamás con la certeza de que Dios conoce lo que necesitamos antes de que se lo pidamos.

    Alcánzanos una mirada de fe capaz de reconocer prontamente en los pobres y en los que sufren el rostro mismo de Jesús.
    Protégenos en la hora de la lucha y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del sacramento del perdón.
    Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y Madre nuestra.

    Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la patria feliz, a donde esperamos llegar también nosotros para contemplar eternamente la gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

    FORMULA PARA IR AL CIELO


    Formula para ir al cielo

    En cierta ocasión le preguntaron a Ramesh uno de los grandes sabios de la India, lo siguiente: "¿ Por qué existen personas que salen fácilmente de los problemas más complicados, mientras que otro sufren por problemas muy pequeños y se ahogan en un vaso de agua?"

    El simplemente sonrió y contó una historia . . .

    Era un sujeto que vivió amorosamente toda su vida. Cuando murió, todo el mundo decía que él iría al

    cielo, pues un hombre tan bondadoso solamente podría ir al Paraíso. En aquella época el cielo todavía no había pasado por un programa de calidad total. La recepción no funcionaba muy bien, y quien lo atendió dio una ojeada rápida a las fichas de entrada, pero como no vió su nombre en la lista, le orientó para que pudiera llegar al infierno. Y como en el infierno nadie pedía identificación, ni invitación

    cualquiera que llegara era invitado a entrar), el sujeto entró y se quedó.
    Algunos días después Lucifer llegó furioso a las puertas del Paraíso y le dijo a San Pedro: "¡Eso que me estás haciendo es puro terrorismo! Mandaste aquel sujeto al infierno y el me está desmoralizando. Llegó escuchando a las personas, mirándolas a los ojos, conversando con ellas, abrasándose, besándose. El infierno no

    es lugar para eso, por favor trae a ese sujeto para aca Cuando Ramesh terminó de contar esta historia dijo: "Vive con tanto amor en el corazón que, si por error vas a parar al infierno, el propio demonio te traiga de vuelta al Paraíso"

    MANIFIESTA ENTUSIASMO EN TODO..


    Manifiesta entusiasmo en todo

    Una persona sin entusiasmo  es como un reloj sin cuerda.
    El entusiasmo  es un ingrediente fundamental  para una personalidad de éxito,
    eficiente y competente.

    Para volverte entusiasta  respecto a un objetivo
    debes pensar en los frutos y beneficios
    que reporta dicho objetivo,
    más esforzado y empeñoso serás
    en alcanzarlos.

    El entusiasmo proviene  del interior del hombre:
    brota en una mente positiva y  crece con acciones positivas.

    Para ser entusiasta...,  ¡hay que actuar con entusiasmo!

    "DIOS, TE DOY GRACIAS POR TENER FE"

    No es fácil ser entusiasta  cuando muchas cosas me salen mal cada día. Por eso te pido ayuda  para empezar cada día
    con visión positiva y actitud entusiasta.
    Si de pronto mi corazón se desalentara
    por algún fracaso por favor refuérzame
    con nuevas dosis de entusiasmo.

    Amén

    MI CASA NO SE CAE


    lunes, 17 de septiembre de 2012

    CALMA...


    Calma...


            Si usted está apunto de estallar mentalmente, silencie algunos instantes pensar.

            Si el motivo es alguna molestia en su cuerpo, la intranquilidad la empeora.

            Si la razón es la enfermedad en un ser querido, su descontrol es factor agravante.

            Si usted sufrió perjuicios materiales, la actitud de reclamo es como bomba retardada.

            Si perdió algún afecto, la queja hará de usted una persona menos simpática entre sus amigos.

            Si perdió alguna oportunidad valiosa tiempo atrás,  la inquietud es desperdicio de tiempo.

            Si aparecen contrariedades, el acto de irritarse apartará de usted la asistencia espontánea.

            Si usted cometió un error, la desesperación es puerta abierta para fallas mayores.

            Si usted no alcanzó lo que deseaba, la impaciencia hará más larga la distancia entre usted y el objetivo a alcanzar.

            Sea cual fuere la dificultad, conserve la calma; porque en todo problema, la serenidad es el techo del alma pidiendo el servicio como solución.

    OFENSAS ENTERRADAS


    Ofensas enterradas
    Autor: Carol Parrott

            Un buen día yo enterré una ofensa que dolía.
            Creí que podría olvidarla si la dejaba escondida.
            El agravio iba creciendo.
            Cada día lo tapaba.
            No logré dejarlo atrás.
            Mucho, mucho me costaba.
            La alegría me abandonó, no conocí sino penas.
            Incapaz era de amar, tenía el alma en cadenas.
            A la vera de aquel hoyo clamé con el alma a Dios:
            «Sana esta herida profunda,
            Tú que eres el Dios de amor».

            Sentí entonces Su presencia; en Sus brazos me sentí.
            Enjugó mis agrias lágrimas, hizo azul el cielo gris.
            Sincerándome con Él, le expliqué mi gran afrenta.
            Me prestó Su atento oído mientras yo le daba cuenta.
            Cavé, ahondé y arranqué la afrenta que me oprimía,
            y entregándola el Maestro libre al fin quedé aquel día.

            Así fue como Él quitó la negrura de mi alma
            y algo hermoso fue a nacer;
            donde había estado la llaga.

            Cuando vi en qué convirtió mi tormento y mi pesar,
            aprendí a dárselo a Él y no enterrarlo jamás.

    UN RATO DE LIBERTAD...

    Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
    Un rato de libertad
    Tal vez sea difícil encontrar momentos así, disponibles para llevar a cabo lo que más anhelo...
     
    Un rato de libertad

    Las prisas cubren nuestras vidas. Tenemos mil cosas que hacer en cada instante. Sentimos por momentos agobios que asfixian. Buscamos entonces pequeños oasis de libertad para serenar el alma.

    En otras ocasiones vivimos más serenos, tocamos instantes de paz. Nadie nos pide acciones urgentes. Nadie nos interpela sobre lo que hagamos o dejemos de hacer. Tenemos ante nosotros tiempo disponible para ocuparlo solo en aquello que deseamos desde lo más íntimo del alma.

    Si encuentro un rato de libertad, ¿qué viene a mi mente y a mi corazón? ¿Qué escojo si la decisión de lo que voy a hacer depende por completo de mí?

    Habrá quien tome un libro y empiece a leer una novela tantas veces programada y dejada una y otra vez para más tarde. Otro buscará en Internet una música que le hará volver a su infancia. Otro abrirá el armario de los recuerdos y releerá cartas y cartas de familiares y amigos. En la era electrónica, más de uno buceará en la famosa carpeta de “asuntos pendientes” que lleva demasiado tiempo sin ser "desempolvada".

    Un cristiano, un seguidor de Jesucristo, ¿qué desearía hacer si contase con un rato de libertad? Sería hermoso que pensase en su Amigo, que dedicase algo de tiempo a la oración, que abriese una Biblia y pudiera releer palabras que Dios ofrece a los hombres. De este modo, recordaría "lo único necesario", lo que vale la pena más allá de las prisas de nuestro mundo desquiciado.

    También sería "lógico" que un cristiano, en un rato de libertad, mirase a su alrededor y dedicase lo mejor de esos instantes "libres" para ayudar al hambriento, al sediento, a quien busca un poco de consuelo y de esperanza.

    Yo, ¿qué haría si se me concediese ahora un poco de tiempo libre? ¿Qué ideas ocuparían mi mente inquieta? ¿Qué deseos surgirían en mi corazón? ¿Qué planes y proyectos nacerían desde mi voluntad?

    Si tuviese un rato de libertad... Tal vez sea difícil encontrar momentos así, disponibles para llevar a cabo lo que más anhela mi alma. Pero si llegase un momento así, desvelaría dimensiones profundas de mi vida que no aparecen por culpa de las prisas que me agobian.

    Sería triste si un rato de libertad me hiciera descubrir que vivo de modo egoísta, sin dejar espacio ni a Dios ni a mis hermanos. Sería hermoso si un momento así desvelase que en mi existencia Cristo no es sólo un nombre del pasado, sino un Amigo que me indica el Camino y que me invita a avanzar hacia la fe y hacia el amor sincero a los hermanos.




  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Fernando Pascual LC

    FELIZ LUNES


    domingo, 16 de septiembre de 2012

    LOS CUATRO NOVIOS

     
    LOS CUATRO NOVIOS.
    Había una vez una joven que tenía cuatro novios.
    Al cuarto lo amaba muchísimo: le regalaba elegantes trajes, le servía deliciosas comidas.
    Al tercero también lo amaba mucho. Iban de paseo a los mejores resorts, pero temía que algún día la abandonara.
    El segundo era su confidente. Confiaba en él. La ayudaba a salir de las dificultades.
    El primer novio era muy leal. Hacía grandes esfuerzos por ayudarla. Ella apenas le hacía caso, a pesar de que él la amaba profundamente.
    Un día cayó enferma. Le quedaba poco tiempo. Pensó en su vida de lujos y que al morir estaría sola.Entonces dijo al cuarto: “Te he amado mucho y cuidado grandemente. Estoy muriendo. ¿Te irías conmigo?”.
    “¡Ni soñarlo!”-y se alejó rápidamente. Ella sintió un cuchillo en su corazón.
    Preguntó al tercero: “Te he amado toda mi vida. Estoy muriendo. ¿Te irías conmigo?”
    “¡No! La vida es demasiado buena. Cuando mueras, me iré con otra”. Ella quedó devastada.
    Al segundo le dijo: “Siempre me has apoyado. Cuando muera, ¿me acompañarás?”
    “Lo lamento. Tan sólo hasta la tumba.” Fue como si le cayera un rayo.
    Entonces oyó una voz que le decía: “Yo iré contigo. Te seguiré donde vayas.” Vio que era su primer novio, bien delgado porque sufría de malnutrición y descuido.
    Sorprendida, le contestó: “¡Debí haberte cuidado mucho mejor cuando podía!”

    Y es que todos tenemos cuatro novios, o cuatro novias, según sea el caso.

    El cuarto es tu cuerpo. Por más que lo cuides, te dejará cuando mueras.

    El tercero son tus bienes. Al morir pasarán a otros.

    El segundo son la familia y los amigos. Por mucho que les hayas dado, te acompañarán solamente hasta la tumba.

    El primero, el alma. Siempre maltrecha por tú perseguir riquezas, poder y placeres.
    Es lo único que tendrás donde vayas. Cultívala, fortalécela, dale cariño. Será la única que te seguirá hasta el trono de Dios y continuará contigo por toda la eternidad.

    lunes, 10 de septiembre de 2012

    QUIÉN TIENE UN AMIGO... TIENE UN TESORO



    Quién tiene un amigo, tiene un tesoro
    Un amigo que es desde siempre y para siempre. Sabe transformar el juicio en perdón, la culpabilidad en inocencia, el sufrimiento en amor.
    Autor: Jaime Bordons, L.C. | Fuente: Catholic.net


    Distraigo su atención sólo para compartir con ustedes algo que viví hace poco.

    Yo no sé porqué desde hace mucho tiempo escucho que el mejor amigo del hombre es el perro. Yo tenía uno y la verdad es que nunca lo percibí como a un amigo.


    Cuando la vida arrecia fuerte, los problemas pesan mucho y las lágrimas surgen en lo más íntimo del corazón, se apetece la compañía de un amigo y se entiende mejor aquello que dice la Sagrada Escritura "quién tiene un amigo, tiene un tesoro"

    Recientemente tuve el gozo (y digo bien, ¡gozo!) de atender espiritualmente a personas cuyas vidas no son un poema de amor, que conocen en carne propia el sabor de la derrota y el aroma del fracaso en sus múltiples variedades de dolor y desesperación.

    Aquí lo fácil es juzgar y condenar, señalar con el dedo y alegrarnos nosotros de no ser así, de haber tenido mejor suerte.

    A un amigo se le reconoce cuando lo necesitamos, cuando requerimos de un consejo, cuando nos hace falta que alguien nos escuche y comprenda.

    En esas personas, después de conocer sus vidas y las heridas que laceraban sus almas, su fondo y la amargura de su dolor, vi de pronto brillar una esperanza. Habían encontrado, sorpresivamente, al mejor amigo.

    Un amigo que es desde siempre y para siempre. Un amigo que sabe transformar el juicio en perdón, el pecado en pureza, la culpabilidad en inocencia, el sufrimiento en amor.

    Uno de ellos me preguntó si el Cielo todavía era para él... Coloqué una imagen de ese amigo con el rostro agonizante en la mesa, comentamos juntos lo hizo por cada uno de nosotros y no fue necesaria otra respuesta. Gran hallazgo, ese amigo también había creado el Cielo para ellos, y diría más, pensando en ellos.

    ¡Cuánto nos hace falta descubrir el amor!

    Esas personas que les comento, descubrieron que precisamente, cuando sentimos que tocamos fondo en la vida, cuando ya no le encontramos gusto a las cosas, es ahí precisamente, cuando en nuestra conciencia resuena la voz del amigo que viene en nuestra ayuda.

    Su voz es suave y si no queremos no la escuchamos porque no usa violencia alguna, nunca sale en la radio ni en la televisión. Sólo gusta hablarnos en lo íntimo de la conciencia.

    El amigo que así habla no busca nunca su propio interés sino el nuestro, sabe de dolores ya que Él los vivió primero que nosotros en carne propia y le agrada curar nuestras heridas más profundas, aquellas que tantas veces no nos atrevemos a reconocer.

    Para mí fue un privilegio estar con ellos y poder contemplar y ser testigo que Él está cuando otros ya no quieren saber nada y nos ofrece sinceramente su amistad y su perdón. Y después dicen algunos por ahí que es aburrido ser sacerdote...

    A todos ellos les vi con el rostro distinto, más tarde, terminada la Misa, con paz en el corazón y con una ilusión renovada en la vida.

    ¡Habían encontrado al amigo de sus almas!, "nadie tiene amor mayor que el que da la vida por sus amigos"... nos enseñaba el Señor.

    Por cierto, que no se me olvide decirles dónde vive ese amigo para que lo puedan encontrar (si así lo desean), vive en dos lugares a la vez: en el Cielo y en el Sagrario de la Capilla, en realidad los dos son lo mismo.

    Desde allí, enseña a los que le visitan cómo cambiar en el dolor en esperanza, el olvido en amor, la propia cruz de cada día en vida eterna, porque precisamente es "el mejor amigo"


    Que no nos engañen más con aquello de que el mejor amigo del hombre es el...

    EL PENSAMIENTO DEL DÍA


    EL PODER DE UN BUEN PROPÓSITO


    El poder de un buen propósito

    ¡Ahora! Vuelve a tu vida noble ahora. -No te dejes engañar: "ahora" no es demasiado pronto... ni demasiado tarde.

    ¿Quieres que te diga todo lo que pienso de "tu camino"? -Pues, mira: que si correspondes a la llamada, trabajarás por Cristo como el que más: que si te haces hombre de oración, tendrás la correspondencia de que hablo antes y buscarás, con hambre de sacrificio, los trabajos más duros... Y serás feliz aquí y felicísimo luego, en la Vida.

    Esa llaga duele. -Pero está en vías de curación: sé consecuente con tus propósitos. Y pronto el dolor será gozosa paz.

    Estás como un saco de arena. -No haces nada de tu parte. Y así no es extraño que comiences a sentir los síntomas de la tibieza. -Reacciona.



     Fr. Nelson M.
    amigos@fraynelson.com

    DE NUEVO, SOBRE EL PECADO...

    Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
    De nuevo, sobre el pecado
    Hace falta, tener valor para llamar las cosas por su nombre y para reconocer la propia falta.
     
    De nuevo, sobre el pecado

    No resulta fácil hablar del pecado. Primero, porque personalmente a nadie le gusta encararse con esta realidad. Segundo, porque provoca extrañeza tocar el argumento en ambientes donde el pecado es visto como un residuo de culturas ya superadas.

    Nos cuesta, sí, en lo personal, hablar del pecado. Si hemos fallado a una promesa, si el egoísmo nos encerró en un capricho deshonesto, si dejamos abandonado al necesitado, con facilidad inventamos excusas que "borren" nuestro pecado.

    "Estaba cansado... No era para tanto... En el mundo en el que vivimos no podemos ser perfectos... No siempre tengo que ser yo quien tienda una mano... Me encontraba en un momento muy tenso y me permití aquello como desahogo..."

    Pero las muchas excusas que pasan por la cabeza no son suficientes para eliminar esa voz interior que nos susurra, respetuosamente, que hemos actuado mal, que hemos pecado.

    Hace falta, en lo personal, tener valor para llamar las cosas por su nombre y para reconocer la propia falta. Sólo desde una actitud de sinceridad y desde la grandeza de alma podremos decir, sin excusas falsas: he pecado, he fallado ante Dios y ante mis hermanos.

    Palpamos, además, que en muchos ambientes la gente ha cerrado los ojos y el corazón ante la idea del pecado. Psicólogos y sociólogos, filósofos y pensadores, literatos y personas “de la calle”, rechazan cualquier idea de pecado como obsoleta o incluso dañina.

    Por eso explican las acciones ajenas (además de las propias) desde teorías más o menos articuladas. Algunos explican todo lo que hacemos o dejamos de hacer con la educación recibida en casa, en la escuela o en el grupo. Otros ven como origen de nuestros actos las fuerzas interiores de la propia psicología. Otros simplemente niegan la libertad y consideran que cada comportamiento humano está controlado por el destino, por las neuronas o por férreas "leyes de la naturaleza".

    En esas perspectivas, no es posible negar que existen actos que causan rechazo y que son condenados. Pero incluso la condena queda explicada simplemente por el disgusto que esos actos provocan en algunos, sin que haya que calificarlos con una palabra, "pecado", que consideran fuera de lugar en un mundo moderno y maduro.

    Las negaciones de uno mismo o de otros no pueden suprimir la realidad profunda del pecado, de ese acto que realizamos, con un conocimiento claro y con una aceptación plena, contra el amor. Porque en el fondo del pecado hay, como ya explicaba san Agustín, un rechazo a Dios y una opción extraña y egoísta por uno mismo. Es decir, el pecado nos aparta del núcleo más hermoso de toda existencia humana, porque nos impide amar a Dios y entregarnos sanamente a los hermanos.

    Hace falta tener valor para recordar lo que es el pecado. Sólo entonces comprenderemos por qué Cristo vino al mundo y por qué murió en un Calvario. Manifestó, de esa manera, lo grave que es el pecado, al mismo tiempo que reveló esa verdad que da sentido a toda la existencia humana: "Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él" (Jn 3,16-17).

    Cuando reconocemos, sencilla y honestamente, que hemos pecado, estamos listos para dar los siguientes pasos: pedir perdón, acoger la misericordia en el sacramento de la confesión, reparar el daño cometido, y empezar a vivir llenos de gratitud desde el abrazo que nos llega de un Dios cercano y misericordioso.


  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Fernando Pascual LC

    FELIZ LUNES


    miércoles, 5 de septiembre de 2012

    TERESA DE CALCUTA, 5 DE SEPTIEMBRE

    Autor: Judith Corsino | Fuente: judithcorsino.com
    Teresa de Calcuta, Beata
    Fundadora, 5 de septiembre
     
    Teresa de Calcuta, Beata

    Teresa (Inés) Gonhxa Bojaxhiu
    Fundadora

    Martirologio Romano: En la ciudad de Calcuta, en la India, beata Teresa (Inés) Gonhxa Bojaxhiu, virgen, que, nacida en Albania, trató de apagar la sed de Cristo clavado en la cruz atendiendo con eximia caridad a los hermanos más pobres, y fundó las congregaciones de Misioneros y Misioneras de la Caridad, para servir a los enfermos y abandonados (1997).

    La Madre Teresa fue albanesa de nacimiento y su nombre original es Agnes Gonxha Bojaxhiu. En el año 1948 la Madre Teresa adquirió la ciudadanía hindú. A los 18 años de edad, la Madre Teresa ingresó a la Orden de las Hermanas de Nuestra Señora de Loreto en Irlanda. Recibió su formación religiosa en Dublín, Irlanda y en Dardjiling, India.

    En el año 1931, la Madre Teresa tomó el nombre de Teresa en honor a una monja francesa, Thérèse Martin quien fue canonizada en 1927 con el título de Santa Thérèse de Lisieux. En el año 1937 la Madre Teresa tomó los votos religiosos y enseñó por 20 años en el Colegio Santa María en Calcuta, India y en el año 1946, precisamente el 10 de setiembre, recibió otro llamado de Dios, el servicio hacia los más pobres. En el año 1948, el Papa Pio XII le concedió a la Madre Teresa permiso para dejar sus funciones como monja independiente y empezó a compartir su vida en las calles de Calcuta con los más pobres, los enfermos y los hambrientos.

    La Madre Teresa fundó una congregación llamada las Misioneras de la Caridad. Su trabajo inicial fue el de enseñar a leer a los niños pobres de la calle. En el año 1950, la Madre Teresa empezó a ayudar a las personas enfermas de lepra. En el año 1965, el Papa Pablo VI colocó a la congregación de las Misioneras de la Caridad bajo el control del Papado y autorizó a la Madre Teresa a expandir la Orden religiosa en otros países. Alrededor de todo el mundo se abrieron centros para atender leprosos, ancianos, ciegos y personas que padecen del SIDA y se fundaron escuelas y orfanatos para los pobres y niños abandonados.

    La Madre Teresa merece un lugar especial en esta red gigantesca de comunicación porque su obra es un mensaje de amor. Su trabajo demuestra que una convicción verdadera siempre está acompañada por una acción, que el amor en acción es servicio. Ganó el Premio Nobel de la Paz en el año 1979 contra su voluntad pero que agradeció en nombre de los más pobres entre los pobres.

    Beatificación: 19 Octubre, 2003

    Una mujer, una verdadera heroína


    Sito oficial motherteresacause.info

    ORACIÓN POR LAS SONRISAS


    CUANDO LA RAIZ ES EL AMOR Y LA FE

    Autor: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net
    Cuando la raíz es el amor y la fe
    Lo que nos mantiene firmes en los momentos difíciles, no son las apariencias, sino lo que está oculto en las raíces, dentro de tu corazón.
     
    Cuando la raíz es el amor y la fe


    El hombre hoy se jacta de su belleza física y gasta dinero e invierte tiempo en mantenerse por fuera en perfecto estado, con una figura esbelta cuidada a base de dietas, pastillitas e idas al gimnasio; son horas tras horas que se dedica a engrandecer su figura, minutos y minutos que detrás de un espejo se contempla airoso y lleno de orgullo y algo de vanidad.

    Y para variar, luego lo va exponiendo sin reparos ni pudor.. Para muchos, la vida se ha reducido sólo a ello, pero sabemos que todo no termina aquí, la vida nos enseña que las tormentas se superan cuando la casa se ha edificado sobre roca y no sirve de nada una mansión hermosísima por fuera si no tiene los fundamentos capaces de superar los fuertes vientos y las constantes lluvias. Por eso, antes de mirarte al espejo y verte con tu figura como dios o diosa griega, piensa si tienes los fundamentos que te aseguran la verdadera felicidad. Ama y haz lo que quieras decía San Agustín, es decir, comprométete, sacrifícate, sé fiel, cree en Dios y hunde profundamente tus raíces en el Ser y no en el tener ni el aparecer.

    Cerca de un arroyo de aguas frescas, había un pequeño bosque. Los árboles eran muy variados.

    Todos gastaban las energías en ser más altos y grandes, con muchas flores y perfumes, pero quedaban débiles y tenían poca fuerza para echar raíz.

    En cambio, un laurel dijo:

    "Yo, mejor, voy a invertir mi savia en tener una buena raíz: así creceré y podré dar mis hojas a todos los que me necesiten".

    Los otros árboles estaban muy orgullosos de ser bellos; ¡en ningún lado había tantos colores y perfumes! Y no dejaban de admirarse y de hablar de los encantos de unos y otros, y así, todo el tiempo, mirándose y riéndose de los demás.

    El laurel sufría a cada instante esas burlas.

    Se reían de él, señoreando sus flores y perfumes, meneando el abundante follaje.

    "¡Laurel!...le decían, - ¿para qué quieres tanta raíz? Mira, a nosotros todos nos alaban porque tenemos poca raíz y mucha belleza. ¡Deja de pensar en los demás! ¡Preocúpate solo de ti!"

    Pero el laurel estaba convencido de lo contrario; deseaba amar a los demás y por eso tenía raíces fuertes.

    Un buen día vino una gran tormenta, y sacudió, sopló y resopló sobre el bosque.

    Los árboles más grandes, que tenían un ramaje inmenso, se vieron tan fuertemente golpeados, que por más que gritaban no pudieron evitar que el viento los volteara.

    En cambio, el pequeño laurel, como tenía pocas ramas y mucha raíz, apenas si perdió unas cuantas hojas. Entonces todos comprendieron que:

    Lo que nos mantiene firmes en los momentos difíciles, no son las apariencias, sino lo que está oculto en las raíces, dentro de tu corazón... allí... en tu alma... Y ESO SE LLAMA AMOR Y FE.


  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Dennis Doren LC

    FELIZ MIERCOLES


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