miércoles, 11 de julio de 2012

Tanta prisa y al final ¿qué?

Autor: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net
Tanta prisa y al final ¿qué?
Estamos tan preocupados viviendo nuestra monótona, pero ajetreada y estresada vida, que no nos damos cuenta de las cosas que son realmente importantes.
 
Tanta prisa y al final  ¿qué?
Conversando con un padre de familia, me hizo el siguiente comentario: Padre, parece que hoy vivimos en un estado de guerra, en estado de sitio continuo; presiones, preocupaciones, ¿la vida tiene que ser así, será lo que Dios había pensado para el hombre? Yo pensé para mis adentros, ¡qué sensato cuestionamiento!

Nosotros los humanos, estamos tan preocupados viviendo nuestra monótona, pero ajetreada y estresada vida, que no nos damos cuenta de las cosas que son realmente importantes. Pasamos los días como máquinas de computadora, pasamos toda o parte de nuestra vida conviviendo con las mismas personas y ni siquiera sabemos quiénes son en realidad, no sabemos qué sienten, cómo piensan; simplemente nos limitamos a juzgarlos por lo que dice la gente y por la imagen que proyectan. Vamos tan a prisa que no nos damos cuenta siquiera lo que se está derrumbando a nuestro alrededor, quién necesita nuestra ayuda, nuestra mano amiga, nuestro hombro para apoyarse.

Por la mañana nos levantamos corriendo, queremos hacer todo tan deprisa. El amor se esfuma como el humo, la sonrisa la ocultamos entre los dientes, las caricias las dejamos para nuestras mascotas, ¿a dónde se fue lo que da sentido a la vida? Vamos tan frenéticamente, que nos despertamos y olvidamos darle gracias a Dios por el nuevo sol; no nos damos tiempo para disfrutar lo mejor de la vida, preferimos perder el tiempo y nuestras vidas en cosas vanas, como tener dinero, poder, buena posición social; y cuando al fin lo tenemos, ¡vaya sorpresa! nos damos cuenta de que ahí no estaba la felicidad, ¡qué desengaño nos damos!

Aprendamos a dedicar tiempo a lo esencial. Creo que no existe mejor sensación en el mundo que recibir el abrazo de un ser querido, acompañarle en el dolor y experimentar en la brisa o en el amanecer, la presencia amorosa y eterna de Dios.
Bien lo decía el Papa Benedicto XVI en su última encíclica sobre la esperanza: "No es la ciencia la que redime al hombre. El hombre es redimido por el amor". "No es el progreso quien da la solución a los interrogantes del hombre, es Dios". "Es verdad que quien no conoce a Dios, aunque tenga múltiples esperanzas y proyectos, en el fondo está sin esperanza, sin la gran esperanza que sostiene toda la vida (Sir 33,14). La verdadera, la gran esperanza del hombre que resiste a pesar de todas las desilusiones, sólo puede ser Dios, el Dios que nos ha amado y que nos sigue amando «hasta el extremo», «hasta el total cumplimiento"» (cf. Jn 13,1; 19,30). (Spe Salvi Nº 27). ¡Qué fácil es caer en el vacío, qué fácil es no encontrarle sentido a la vida!
Se cuenta que un niño se perdió de su caravana en pleno desierto y fue encontrado por unos mercaderes. Le preguntaron: ¿quién eres?, ¿de dónde vienes?, ¿a dónde te diriges? A cada pregunta respondía invariablemente el pobre niño: "Yo no sé". Él se había vuelto loco en aquella soledad.
De tales locos, por desgracia, está lleno el mundo. Uno de ellos tuvo un momento de lucidez y dictó el siguiente epitafio para su tumba: "Aquí yace un loco que se fue de este mundo sin saber si quiera por qué había venido".

Dediquemos el tiempo necesario para QUERER, AMAR, SONREIR, SER FELIZ. ¿Nos cuesta tanto trabajo dedicar unos minutos al día para mirar al cielo y decirle a Dios ¡GRACIAS! y mirar a nuestro ser querido a los ojos y decirle te quiero? Algo tan sencillo como eso es capaz de convertir un día gris en uno de los mejores. Tenemos que querer, pero no aferrarnos; disfrutar el momento, sonreír, abrazar, mirar hacia el futuro con confianza y esperanza, porque la vida es sólo eso, momentos, oportunidades que pasan y que no se vuelven a repetir, la certeza de un mundo futuro mejor. La vida es corta, el tiempo se acaba, y no estás sintiendo realmente lo que es estar vivo.





  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Dennis Doren LC

    martes, 10 de julio de 2012

    LA VIRGEN DEL CARMEN MADRE DE TODOS


    La Virgen del carmen Madre de todos
    Autor:  Padre Eusebio Gómez Navarro OCD 
            


    Muchas son las advocaciones con las que invocamos a María. La Virgen del Carmen ha sido una de las devociones más populares durante setecientos años. Muchos cristianos se han sentido protegidos por María con el Escapulario. El escapulario es un signo especial de la protección de María, madre y hermana nuestra. El Escapulario del Carmen nos compromete a vivir como María, a ser personas orantes, a estar abiertos a Dios y a las necesidades de los hermanos.

    María fue la favorecida de Dios, la “llena de gracia”. Sabía que el Señor estaba con ella, sentía su presencia. Dios se había fijado en su humildad y cuidaba de ella. Estaba arropada por la fuerza de Dios. No podía temer a nada ni a nadie. María conocía el corazón de Dios, sabía de su infinita misericordia. Por eso, lo alababa y adoraba. Vivía de Dios, con Dios y para Dios.

    Concibió y dio a luz a su hijo, “el Hijo del Altísimo” a quien puso por nombre Jesús, Salvador de cada pueblo y de todos aquellos que creen en él. En su vientre había llevado a Jesús y facilitó que estuviera en su corazón durante toda su vida.

    María fue una mujer sencilla. Se ubicó entre los socialmente considerados inferiores, entre los que no tienen ni voz ni voto. Todos los necesitados tenían cabida en su corazón. Sin demora ni tardanza se puso en camino para atender a su pariente Isabel, para llevarle al Dios de la vida, para asistirla y ayudarla.

    María tiene muchos títulos. Entre todos ellos, todos hermosos y grandes, sobresale el de ser  Madre de Cristo y Madre nuestra. María es Madre de la Iglesia. Como dice Pablo, sufre por ella dolores de parto hasta ver a Cristo formado en cada uno de los creyentes. Ella cuida de sus hijos, como buena madre,  durante la vida y en la hora de la muerte. Ella ayuda a caminar con Jesús y a esperar hasta el final.

    María estuvo junto a su hijo en todos los momentos de su vida. En las alegrías y, sobre todo, en el momento de la cruz. Lo acompañó hasta la tragedia final del Calvario. Ella, la Dolorosa, también está cercana a nuestras penas y sufrimientos cotidianos. Los pobres, los enfermos, los que sufren, alcanzan de María la fuerza y ayuda para sobrellevar con fe una vida plagada de dificultades.

    La historia y la leyenda nos han mostrado a la Virgen del Escapulario siempre cercana a todos aquellos que, viviendo momentos difíciles y amargos, han acudido a ella pidiendo su protección.

                Llevar el Escapulario de la Virgen del Carmen es ponerse, como ella, un vestido nuevo, el ropaje de la fe, de la alegría...

    Sí, hemos sido revestidos de Cristo y, como María, debemos permanecer fieles a Dios hasta el final.

    PENSAMIENTO SOBRE LA PAZ

    PANCAKES...

     Pancakes

                El pequeño Luis de seis años decidió una mañana prepararles pancakes a sus papás para desayunar.
            Encontró un gran tazón y una cuchara, acercó una silla a la mesa, y trató de alzar el pesado paquete de harina para abrirlo. La mitad del paquete quedó desparramada entre la mesa, la silla y el suelo. Tomó toda la que pudo con sus manitas y la puso dentro del tazón, y después le puso un poco de leche y azúcar, haciendo una mezcla pegajosa que empezaba a chorrear por los bordes.
            Además habían ya pequeñas huellas de harina por toda la cocina, dejadas por él y su gatito.

            Luis estaba totalmente cubierto con harina, y estaba empezando a frustrarse.
            El quería darles una sorpresa a sus papás haciendo algo muy bueno, pero todo le estaba saliendo al revés. No sabía qué más había que agregar a su pasta, o si había que hornear los pancakes, pues ni siquiera sabía como usar el horno. Cuando miró otra vez la mesa, su gatito estaba lamiendo el tazón, por lo que corrió a apartarlo de la mesa, pero por accidente se volcó el cartón de leche y además se quebraron unos huevos que habían sobre la mesa al caer al suelo. Intentó agacharse a limpiarlo pero se resbaló y quedó con toda su pijama pegajosa, llena de harina y huevo.

            En ese momento vio a su papá de pie en la puerta.
            Dos grandes lágrimas se asomaron a sus ojos.
            El sólo quería hacer algo bueno, pero en realidad había causado un gran desastre.
            Estaba seguro de que su papá lo iba a regañar y muy posiblemente a castigarlo.
            Pero su papá sólo lo miraba en medio de aquel desorden. Entonces, caminando encima de todo aquello, tomó en sus brazos a su hijo que lloraba, y le dio un gran abrazo lleno de amor, sin importarle llenarse él mismo de harina y huevo.

            Así es como Dios nos trata. A veces tratamos de hacer las cosas bien, pero sin quererlo terminamos haciendo un desastre. Nuestra familia se pelea, insultamos a un amigo, o hacemos mal nuestras obligaciones, o desordenamos nuestra vida.

            Otras veces sólo podemos llorar, porque ya no sabemos qué más hacer.

            Entonces es cuando Dios nos toma en brazos, nos perdona y nos demuestra que nos ama, sin importarle que pueda ensuciarse con nuestra suciedad.

            Pero por el simple hecho de habernos equivocado, no debemos dejar de "preparar pancakes" para Dios o para alguien especial...
            Tarde o temprano lo lograremos, y Dios estará orgulloso de nosotros, porque no nos dimos por vencidos...

    PARA LEVANTAR EL ANIMO...

     
    Para levantar el ánimo
    Autor: Madre Teresa de Calcuta



    Si eres amable,
    las personas pueden acusarte de egoísta e interesado...
    Aun así se gentil.

    Si eres un triunfador,
    tendrás algunos falsos amigos y algunos enemigos verdaderos...
    Aun así triunfa.

    Si eres honesto y franco, las personas pueden engañarte...
    Aun así se honesto y franco.

    Lo que tardaste años para construir, alguien puede destruirlo en un minuto...
    Aun así... Construye

    Si tienes paz. Y eres feliz, las personas pueden sentir envidia...
    Aun así... Se feliz.

    El bien que hagas hoy, puede ser olvidado mañana...
    Aun así... Haz el bien.

    Da al mundo lo mejor de ti, aunque eso pueda ser nunca suficiente...
    Aun así... da lo mejor de ti mismo.

    y recuerda que, al fin de cuentas... Es entre Tu y DIOS.
    ¡Nunca fue entre tu y los demás!

    No soy totalmente feliz aquí, pero quiero serlo

    Autor: P. Juan Antonio Ruiz J., L.C. | Fuente: www.la-oracion.com
    No soy totalmente feliz aquí, pero quiero serlo
    Soy peregrino en este mundo, que va de paso, que está dirigiéndose a su patria: a la eternidad con Dios.
     
    No soy totalmente feliz aquí, pero quiero serlo
    Aquí tienes mi corazón ansioso, ensanchado por el inmenso deseo de las realidades futuras, que desde hace mucho tiempo está suspirando por ti, por el regreso a la patria: desea, antes que amanezca, contemplar ya aquí en la tierra los gozos de la felicidad futura. Desea saber qué gozos esperan a las almas de los difuntos después de la muerte del cuerpo, y qué glorificación se les añade después de recibir sus cuerpos. [...]
    Yo, queriendo volar al interior de aquella patria, de la que se dicen tantas cosas, te pido subir por Ti, que eres el camino; que no te ofenda a Ti, que eres la verdad; que llegue a Ti, que eres la vida. Que de ninguna manera me separe de Ti, que eres el camino de la felicidad plena; que de ningún modo desista por la dificultad de estas cosas, sino que subiendo por Ti, al morir no sufra [el ataque del] al ladrón, y, una vez muerto, no lleve al acusador [conmigo]
    (San Julián de Toledo, La oración que Julián dirige a Dios).


    ¿A quién no le gusta reírse a carcajada limpia? Estoy seguro que todos disfrutamos un buen chiste, una puntada cómica. Y si eso viene acompañado de imágenes, todavía más. Como las películas o series de televisión divertidas -para quienes las ven- que logran hacernos olvidar muchas veces las preocupaciones de todos los días.

    Me vino esto a la mente cuando veía una entrevista que Andreu Buenafuente, humorista español, le hizo a Mons. Xavier Novell, obispo de Solsona (España). Y lo admito: me dio mucha rabia. No porque Mons. Xavier no respondiese bien, pues estuvo bastante bien a decir verdad. Lo que me enojó fue ver que gente con mucho talento en el mundo del espectáculo, como el caso de Buenafuente, no sean creyentes y que, en numerosas ocasiones, critiquen y ridiculicen a la Iglesia y a Dios. Y entiéndanme, sé que ataques siempre habrán, pero es que creo que los cómicos y humoristas pueden tener un papel fundamental en mostrar lo que será el cielo en la eternidad: una risa sin fin, un eterno sentirse llenos por dentro, una compañía de Dios que nunca se acabará.

    ¿No les pasa a ustedes? A mí siempre me viene un deseo profundo de dejar de sufrir, de que los malos momentos no sucedan más, que ya no tenga tragos amargos en mi vida. Y luego, en contrapartida, desearía detener el segundero del reloj cuando le doy un abrazo a un ser querido, cuando paso un buen momento con los amigos, cuando tengo a Cristo en mis manos como sacerdote. Y aunque en ocasiones deseo callar mi corazón, es tal el anhelo de felicidad que no puedo hacerme ilusiones: mis ansias de eternidad son mayores.

    San Julián de Toledo era muy consciente de este sentimiento dentro del corazón del hombre y por ello dedicó gran parte de su vida a estudiar y meditar la eternidad. Prueba de ello es este extracto de la bellísima oración que le dirige a Dios: una oda a la búsqueda que todo ser humano tiene de felicidad. Es un sentirse peregrino en este mundo, que va de paso, que está dirigiéndose a su patria. Dialogar con Dios de estas realidades no es sólo recomendable, sino necesario. De hecho, algunos maestros de la vida espiritual recomiendan poner ante nuestros ojos estas realidades futuras por lo menos una vez por semana.

    Ésta es, creo yo, la gran enseñanza que San Julián nos deja y que debemos tatuarnos en el alma con el fuego de la oración: soy peregrino, esta vida es a fin de cuentas sólo pasajera. Y aunque debo trabajar y ayudar en la sociedad aquí, el apellido de mis actos sólo puede ser "eternidad". Si no, la felicidad seguirá rondando nuestro corazón, sin tocarlo del todo en este mundo.

    ¿Y los humoristas qué pintan en todo esto? Pues mucho. Porque cada vez que reímos, tocamos un poco la orla del manto de la eternidad y nos sentimos plenos. Y por eso un buen comediante, si es creyente, puede ser un buen predicador. Tal vez por eso que me he tomado muy en serio la petición que el mismo Andreu Buenafuente le hizo a Mons. Xavier Novell al final de la entrevista mencionada.

    Decía: "Si habla usted con Dios, hable bien de nosotros. Porque a lo mejor no vamos mucho a misa, pero nos gusta ser buenas personas". ¡Cuenta con ello, Andreu!

    lunes, 9 de julio de 2012

    No importa cómo me pintes...

    No importa cómo me pintes...

    Tienes la paleta en tus manos...
    Mezclas las tintas nerviosa...
    Tu lienzo al frente te espera...
    Sin saber cómo nos miramos.

    Tímidas pinceladas al principio.
    Poco a poco trazas líneas...
    vas configurando tu idea
    y plasmas despacio mi Rostro.

    ¡No quiero una cara bonita.!
    Me haces daño si asi me pintas.
    ¿Sabes?, sufrí mucho. Lloré,
    sudé sangre y eran rojas las perlas.


    Mi Rostro... mi Rostro era indefinido.
    Hinchado, moreteado, golpeado...
    ¿De dónde te viene pintor
    obtener en tu lienzo un rostro hermoso.?

    Insistes en colgarme de un madero pulido.
    ¿Qué no sabes que no había tiempo?
    Que mi Cruz, madero rústico
    era el esfuerzo de la humanidad,
    de los que sufren, desamparados,
    difamados, marginados,
    violados en sus derechos.

    No vine al mundo
    en medio de un lecho de rosas
    y no menos mi final humano,
    sería en algodones.
    Cuántos como tú...
    pasaron bajo mis pies sin mirarme siquiera
    sin regalarme una sonrisa,
    sin entender que por ellos
    dí mi Vida para salvarlos.

    Ahora tú, pintor conocido
    me presentas al mundo,
    de la forma más irreal que existe.
    No aceptas mi Credo, no lo vives
    y te atreves a criticar
    a los que luchan en su credo por Servirme.

    Sientes que me retribuyes
    con un lienzo maravilloso
    sin siquiera vivir los trazos que hoy,
    en tu afán de sobresalir en tu arte
    de tu vida, cómoda y burgues
    te puedes acordar de mi dolor.

    ¡No impòrta cómo me pintes.!
    Pero al menos sea tu acuarela
    un recuerdo de mi Rostro Vivo
    en cada hermano que ves.

    ¡Sí.! En el rostro del niño de la calle,
    en el hombre que está preso,
    en aquél que ha sido expuesto,
    en la mujer violada,
    en el marginado del mundo,
    en el perseguido que calla,
    ¡Sí.! Ese es mi rostro real.

    No olvides que como a Magdalena,
    por muy grandes que fueron sus pecados
    le perdoné y en su humildad,
    su corazón quedó sano.

    ¡No importa cómo me pintes!...
    Cada uno expresa su sentir
    y Yo,
    conozco el corazón humano

    El amor y los milagros

    El amor y los milagros
    Autor: Padre Eusebio Gómez Navarro OCD  


    La vida está llena de milagros. Más aún, la vida es para hacer milagros.

                El amor lo puede todo: hace ligeras las cargas pesadas, hace dulce lo sabroso, fácil lo difícil y posible lo que parece imposible. “El amor se arma de paz contra el poder, contra la razón, contra el honor, y dulcifica la amargura de todas las violencias, de todos los golpes, de todos los temores” (W. Shakespeare).

    Todo es según el color del cristal con que miramos. Cuando se mira con amor, todo cambia en la vida: el paisaje, las personas, la monotonía... Cambia la realidad más difícil, pues “el amor, según yo he oído decir, mira con unos anteojos que hacen parecer oro al cobre, a la pobreza riqueza, y a las legañas perlas” (Miguel de Cervantes). La medida de llevar las empresas más difíciles es el amor. El amor pone alas en la vida. “No es verdad que el amor hace todas las cosas fáciles, sino que el amor te hace capaz de superar las más difíciles” (J. Eliot). De manera parecida se expresa el Kempis cuando dice: “Gran cosa es el amor; él solo hace ligero todo lo pesado y lleva con igualdad todo lo desigual. Pues lleva la carga sin carga, y hace dulce y sabroso todo lo amargo”. Para Dios, que es Amor, todo es posible. Quien ama se asemeja a Dios y todo lo puede conseguir, pues “nada hay difícil para quien ama” (Cicerón).

    Las personas que aman tienen una virtud especial para ver todo lo bueno en el corazón de los otros y del mismo mundo. Dios, al terminar la creación, vio que todo era bueno. El amor llena el alma de libertad. “Ama y haz lo que quieras”, decía san Agustín. Porque si el amor es el que guía tu vida, realizarás grandes empresas. Si el amor guía a la humanidad, habrá paz, luz, alegría... “Los seres humanos que quieren tener una vida hermosa, no lo pueden lograr ni por nacimiento, ni por honores, ni por riqueza, ni por cualquier otra cosa, sino únicamente por amor” (Platón).

    El amor acerca, une, asemeja... Mientras reina el buen entendimiento, desaparecen las sospechas y las rencillas. Para amar es necesario creer en el amor. Quien ama, confía. Todos los que creen en el amor, aman, y su vida es un canto al amor.

    El amor da vida, libera, armoniza, ilumina, mientras que el odio engendra muerte, paraliza, confunde, oscurece. Todos deseamos recibir amor, pero no siempre estamos dispuestos a darlo. “El mejor medio para hacerse amar es amar; y ser amados es el medio para ver seguidos los propios ejemplos, escuchadas las propias palabras, eficaces los propios consejos, creídas las propias afirmaciones, adoptadas las propias creencias (C. de Foucauld).  A la larga o a la corta, el amor siempre resulta. Con el odio y la violencia no se consigue nada; por eso es bueno optar por el amor como fuente de vida. “Donde no hay amor, siembra amor y recogerás amor” (san Juan de la Cruz).

    Una de las grandes tareas de los seres humanos es enseñar a amar y volver al amor a quienes lo hubieran perdido. Dios ha creado a la persona para amar, y todos deberíamos ser conscientes de que “en el fondo de todas las almas hay tesoros escondidos que sólo el amor puede descubrir” (E. Rod). El que lo descubre tiene la varita mágica de hacer milagros. Algo que está al alcance de todos, niños y grandes, pobres y ricos, guapos y feos.

    ACEPTACIÓN...

    Aceptación
    Autor: Gonzalo Gallo González


    Una de las actitudes más necesarias en la vida es la capacidad de aceptación que nace del realismo.

    Gracias a ella dejamos de estrellarnos contra los hechos y buscamos lo mejor con lo que somos y lo que tenemos.

    Con aceptación cancelamos las exigencias del perfeccionismo y la pasividad del conformismo.

    Nada mejor para amarnos y amar que aceptarnos y aceptar a los otros con una conciencia clara de dos realidades:

    1. Nuestras limitaciones y las ajenas.
    2. Nuestros valores y los de los demás.

    Es un amor tolerante el que nos lleva a ser realistas sin dejar de luchar por mejorar día tras día.

    La aceptación nada tiene que ver con la resignación que paraliza y anestesia a los pusilánimes.

    Es más bien un paso de sabiduría hacia la superación: Es modelar el barro que se tiene hasta lograr una obra maestra.

    Crece en realismo y gozarás de paz en tu alma y en tus relaciones.

    FRASES PARA TENER EN CUENTA


            Frases para tener en cuenta
            Autor: Paulo Coelho


            "Sólo una cosa convierte en imposible un sueño: el miedo a fracasar."

            "El miedo a sufrir es peor que el propio sufrimiento. Y ningún corazón sufrió jamás cuando fue en busca de sus sueños."

            "La posibilidad de hacer realidad un sueño es justamente lo que vuelve la vida interesante."

            "Seas quien fueres o lo que hagas, si deseas algo con firmeza, es porque ese deseo nació antes en el alma del Universo. Y es tu misión en la tierra."

            "Cuando se ama, no es necesario entender todo lo que sucede allá afuera, porque todo sucede dentro de nosotros."

            "Siempre existe en el mundo una persona que espera a otra, ya sea en el medio del desierto o en medio de una gran ciudad. Y cuando estas personas se cruzan y sus ojos se encuentran, todo el pasado y todo el futuro pierden completamente su importancia y sólo existe aquel momento."

            "Es en el presente donde está el secreto; si prestas atención al presente podrás mejorarlo. Y si mejoras el presente, lo que sucederá después también será mejor.

            "Cada día trae en sí la Eternidad."

             ahogado!” Y el patito respondió: “No, madre, descubrí lo que es bueno para mí, y esto es que estoy en mi ambiente. Voy a continuar aquí, aunque tú no sepas lo que significa un lago.”

    SALUTACIONES A LA VIRGEN DEL CARMEN

      
    SALUTACIONES A LA VIRGEN DEL CARMEN

    1ª. Madre mía del Carmen, bendita seas; los serafines, los santos y los justos te llenen de alabanzas, porque me has dado Tu Escapulario. Dios te salve, María...

    2ª. Madre mía del Carmen, bendita seáis; los serafines, los santos y los justos os llenen de alabanzas, porque con vuestro Escapulario sois salud de mi alma. Dios te salve, María...

    3ª. Madre mía del Carmen, bendita seáis; los tronos, los santos y los justos os llenen de alabanzas, porque con vuestro Escapulario me protegéis contra todos los peligros. Dios te salve, María...

    4ª. Madre mía del Carmen, bendita seáis una y mil veces; las dominaciones, los santos y los justos os llenen de alabanzas, porque con vuestro Escapulario me defendéis de las tentaciones del enemigo. Dios te salve, Maria...

    5ª. Madre mía del Carmen y Reina de mi corazón, bendita seáis; los querubines, los santos y los justos os llenen de alabanzas, porque con vuestro Escapulario sois la paz y la alegría de mi alma. Dios te salve, María...

    6ª. Madre mía del Carmen, bendita seáis; los arcángeles, los justos y los santos os llenen de alabanzas, porque con vuestro Escapulario me habéis hecho especialísimo hijo vuestro. Dios te salve, María...

    7ª. Madre mía, madre de mi corazón y Reina de mi amor, os doy mi alma, mi vida, mi corazón, y quiero que os alaben las Virtudes y todas las criaturas, porque con vuestro Escapulario me habéis infundido la esperanza de que os veré en el cielo... No me dejéis, Madre mía. Dios te salve, María...

    CREER, ESPERAR Y AMAR...

    Autor: P. Mariano de Blas | Fuente: Catholic.net
    Creer, esperar y amar
    Esperar sobre todo en que tu tronco viejo produzca brotes nuevos; confiar a pesar de la niebla, del huracán y del hastío.
     
    Creer, esperar y amar

    Debes cultivar las virtudes teologales: muy teologales virtudes pero que, si no las haces tuyas, se quedan en eso, en teologales.

    Aprender a creer. Aceptar el reto de Jesús cuando decía: "Si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a ese monte: -arrójate al mar-, y os obedecerá".

    Esperar, esperar sobre todo en que tu tronco viejo produzca brotes nuevos; esperar, confiar a pesar de la niebla, del huracán y del hastío.

    Amar apasionadamente a Cristo y a las almas. ¿La hoguera encendida de tus días mejores se ha convertido en rescoldo casi apagado? El amor es capaz de despertar al genio dormido, de resucitar a los muertos. Amor que has hecho de adúlteras santas y de bandidos mártires, ¿no podrías encenderme a mí también?

    Perseverar en el amor. Comenzar a amar es obra de todos; todos han amado algo o a alguien algún día. Continuar amando ya cuesta más; menos lo practican. Pero amar hasta el final, a despecho del cansancio y las dificultades del camino, es obra de santos o de auténticos enamorados. El reto te llama, ¿verdad?

    viernes, 6 de julio de 2012

    ORACIÓN A SANTA MARÍA GORRETI


    BIENAVENTURANZAS DE MARÍA



    Bienaventuranzas de Maria
            Autor: Padre Ignacio Prado, inspiradas en la Carta "Redemptoris Mater"



            BIENAVENTURADOS SI RESPONDEMOS A LA IDEA CREADORA DE DIOS

            Bienaventurados nosotros si respondemos como ella con todo nuestro ser y en respuesta, va contenida una cooperación perfecta con la gracia de Dios que previene y socorre y una disponibilidad plena y generosa a la acción del Espíritu Santo que hace de nosotros una criatura nueva y abierta a la acción constante y maravillosa de nuestro padre y creador.

            BIENAVENTURADOS SI ABIERTOS A SU PALABRA MANTENEMOS UN DIALOGO CONSTANTE CON ÉL

            Bienaventurados nosotros si sabemos que creer es "abandonarse" en la verdad misma de la palabra de Dios viviente, sabiendo y reconociendo humildemente cuán inescrutables son sus designios e inescrutables sus caminos. Se conforma a ellos en la penumbra de la fe, aceptando plenamente y con corazón abierto todo lo que está dispuesto en su proyecto eterno de amor.

            BIENAVENTURADOS SI EN LAS PRUEBAS Y DIFICULTADES SABEMOS DECIR AMÉN

            Bienaventurados nosotros si como Ella, que confió plenamente en Él, en medio de las pruebas y dificultades de la vida y supo decir cada día con más hondura y radical confianza: "Hágase en mí según tu palabra". Que seamos capaces de crecer y cultivar juntos en familia, en grupo, en comunidad, esa Palabra dicha para cada uno, aceptando, descubriendo, asumiendo en toda su profundidad ese beneplácito amoroso de Dios.

            BIENAVENTURADOS SI NOS ADHERIMOS A CRISTO, CAMINO Y VERDAD DE NUESTRAS VIDAS

            Bienaventurados nosotros si como Ella, llena de Gracia, que está permanentemente presente en el misterio de Cristo, pegada y adherida a Él en todo su peregrinar (terrestre y celeste) y al mismo tiempo, de modo discreto, pero directo y eficaz, haciendo presente a los hombres el misterio de Jesucristo doloroso, muerto y resucitado. Quien cree en Él no muere, vive para siempre.

            BIENAVENTURADOS NOSOTROS SI UNIDOS AL ESPÍRITU HACEMOS IGLESIA

            Bienaventurados nosotros si estrechamos nuestra unión y abiertos a la acción fecunda del Espíritu Santo, sabemos aguardar con ánimo abierto y esperanzado, la promesa de los dones del Espíritu para hacer brotar y renacer algo nuevo e inesperado, porque las riquezas del Espíritu son inagotables. Para Dios NADA hay imposible. "Dichosa tú que has creído, porque se hará lo que Él ha dicho".

            BIENAVENTURADOS SI SOMOS LIBRES Y VIVIMOS EN LA VERDAD Y LA LUZ

            Bienaventurados nosotros si abiertos totalmente a la luz de Dios y orientados hacia Él, por el empuje de la fe, vemos en María, al lado de su hijo, la imagen más perfecta de la libertad y de la liberación de la humanidad y del cosmos. La Iglesia debe mirar hacia Ella, Madre y Modelo, para comprender en su integridad el sentido de su misión expresado en el Magnificat.¡Eso engrandece!

            BIENAVENTURADOS SI LA ACOGEMOS EN EL ESPACIO MÁS ÍNTIMO DE NUESTRO SER

            Bienaventurados nosotros si como auténticos discípulos de Cristo, como Juan al pie de la Cruz, vivimos esta dimensión Mariana, mediante una entrega filial y confiada a la Madre de Dios, iniciada con el testamento del Redentor en el Calvario, "acogiéndola entre las cosas propias" e introduciéndola en todo el espacio de su vida interior, es decir, en su yo humano y cristiano. Vivir en Él.

            BIENAVENTURADOS SI VEMOS EN ELLA EL MODELO DE UNA PERSONA PLENA Y REALIZADA

            Cultivando los más altos sentimientos de que es capaz el corazón humano: la oblación total del amor, la fuerza que sabe resistir los más fuertes dolores, la fidelidad sin límites, la laboriosidad infatigable y la capacidad de conjugar la intuición penetrante con la palabra de apoyo y de estímulo. El verdadero sentido de la mujer que la Iglesia descubre a la luz de María. "Tú, que para asombro de la naturaleza humana, has dado el ser humano a tu Creador.

    ORACIÓN A SANTA MARÍA GORETTI


    Oración a SANTA MARÍA GORETTI

    Santa María Goretti, este día te pido que me ayudes a vivir la virtud de la pureza, para entender que la castidad es un medio para cultivar mi voluntad y así, lograr la santidad en el estado de vida al que Dios me llama.

    Amén.

    SANTA MARIA GORETTI, 6 JULIO


    Autor: . | Fuente: Catholic.net
    María Goretti, Santa
    Biografía y virtudes a imitar. Julio 6 de 1902
    María Goretti, Santa

    Hoy celebramos a Santa María Goretti, una joven que vivió la virtud de la pureza hasta el heroísmo.
    Una santa que prefirió morir antes que ofender a Dios.


    Un poco de historia

    Santa María Goretti nació en 1890 en Italia. Su padre, campesino, enfermó de malaria y murió.

    Una tarde, María estaba sentada en lo alto de la escalera de la casa, remendando una camisa. Aunque aún no cumplía los doce años, era ya una mujercita.

    Alejandro, un joven de 18 años, subió las escaleras con intención de violar a la niña. María opuso resistencia y trató de pedir auxilio; pero como Alejandro la tenía agarrada por el cuello, apenas pudo protestar y decir que prefería morir antes que ofender a Dios. Al oír esto, el joven desgarró el vestido de la muchacha y la apuñaló brutalmente. Ella cayó al suelo pidiendo ayuda y él huyó.

    María fue transportada a un hospital, en donde perdonó a su asesino de todo corazón, invocó a la Virgen y murió veinticuatro horas después.

    Alejandro fue condenado a 30 años de prisión. Por largo tiempo, fue obstinado en no arrepentirse de su pecado, hasta que una noche, tuvo un sueño en el que vio a la niña María, recogiendo flores en un prado y luego ella se acercaba a él y se las ofrecía. A partir de ese momento, cambió totalmente y se convirtió en un prisionero ejemplar. Se le dejó libre al cumplir 27 años de su condena. Al salir de la cárcel, una noche de Navidad, la de 1938, pidió perdón a la mamá de María, y aquella noche, en la misa de Gallo, comulgaron juntos.

    El caso de María Goretti se extendió por todo el mundo. En 1947, el Papa Pío XII la beatificó y en 1950 la canonizó. En la ceremonia estuvieron presentes su madre, de 82 años, dos hermanas y un hermano. Y, aunque parezca increíble, también asistió Alejandro, el arrepentido asesino de la santa.

    Santa María Goretti fue santa no por el hecho de tener una muerte injusta y violenta, sino porque murió por defender una virtud inculcada por la fe cristiana. A esta santa se la llama la “Mártir de la pureza”. Sus imágenes la representan como una campesina con un lirio en la mano, que es el símbolo de la virginidad, y con la corona del martirio.

    María Goretti era una muchacha soltera que conocía el valor del matrimonio y de las relaciones sexuales. Sabía que la complementariedad de los sexos se manifiesta plenamente en el acto sexual, en el cual el hombre y la mujer se unen íntima y totalmente en alma y cuerpo por el amor que existe entre ellos. Entendía que el acto sexual sólo puede efectuarse dentro del matrimonio ya que es una manifestación de amor entre los esposos y para la procreación de los hijos.

    Los jóvenes podrán preguntarse: ¿Hasta el matrimonio? ¡Faltan “miles de años”! Y mientras... ¿qué? Pueden aprovechar el tiempo del noviazgo para conocerse, tratarse, vivir en amistad y hacerse felices el uno al otro. El noviazgo es una preparación para el futuro matrimonio.

    ¿Qué hacer para vivir esta virtud?

    Debes cuidar todo lo que ves y oyes. Y, recordar que tú eres una persona que tiene dignidad, inteligencia y voluntad y que eres diferente de los animales que tienen relaciones sexuales por puro instinto. La virtud de la castidad te dará fuerza para dominar y controlar tu impulso sexual.
    Es más persona quien sabe dominarse, quien sabe controlarse, quien sabe guardarse íntegro para entregarse sin reservas a su futura esposa o esposo, que aquel cobarde y sin fuerzas de voluntad que entrega su cuerpo a cualquiera ante el primer estímulo que pasa frente a sus ojos.

    ¿Qué nos enseña la vida de María Goretti?

    La principal enseñanza es la vivencia de la virtud de la pureza: pureza de alma y cuerpo.

    A perdonar a nuestros enemigos, a pesar de que nos hayan causado un daño irreparable. Como también lo hizo el Papa Juan Pablo II, al perdonar a Alí Agca, quien tratara de asesinarlo en 1981.

    María Goretti nos enseña a ser fuertes ante situaciones difíciles, confiando siempre en Dios.

    REZAR...

    Rezar
    Autor: José L. Carreño, S.D.B.


            Rezar es departir con el Maestro,
            es echase a sus plantas en la yerba,
            o entrar en la casita de Betania
            para escuchar las charlas de su cena.


            Rezar es informarle de un fracaso,
            decirle que nos duele la cabeza;
            rezar es invitarle a nuestra barca
            mientras la red largamos a la pesca,
            y mullirle una almohada sobre
            un banquillo en popa, a nuestra vera.


            Y, si acaso se duerme,
            no aflojar el timón mientras El duerma;
            y es rezar despertarle, si, de pronto,
            la mar se pone fea.


            Es rezar - ¡que rezar! - decir "te quiero",
            y lo es - ¡no lo iba a ser! - decir "me pesa",
            y el "quiero ver" del ciego,
            y el "¡límpiame!" angustioso de la lepra,
            la lagrima sin verbo de la viuda,
            y el "no hay vino" en Caná de Galilea.


            Y es oración, con la cabeza gacha,
            después de un desamor gemir "¡que pena!";
            cualquier sincero suspirar del alma,
            cualquier contarle a Dios nuestras tristezas,
            cualquier poner en El nuestra confianza...
            - y esta vida esta llena de "cualquieras" -,
            todo tierno decir a nuestro Padre, todo es rezar...
            ¡Y hay gente que no reza!

    DESILUCIONES Y ESPERANZAS...

    Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
    Desilusiones y esperanzas
    Hay momentos en los que sentimos una pena profunda. Parece que la vida no tiene sentido. Seguimos adelante, sin saber ni hacia dónde ni cómo.
     
    Desilusiones y esperanzas
    Los fracasos llegan. Tarde o temprano, anunciados o por sorpresa.

    Tras su llegada, queda en el corazón una sensación más o menos profunda de tristeza: perdimos un amigo, un trabajo, un afecto, un proyecto.

    La vida sigue su ritmo. El cielo no detiene sus pasos. La Tierra gira, mientras los pájaros buscan la comida diaria y el Sol se pasea por el horizonte.

    Un corazón siente el peso del fracaso. Sobre todo, cuando descubre su miseria, cuando toca su cobardía, cuando desentraña su egoísmo atroz.

    Hay momentos en los que sentimos una pena profunda. Parece que la vida no tiene sentido. Seguimos adelante, entonces, casi por inercia, quizá sin saber ni hacia dónde ni cómo.

    Cuando la pena ahoga el alma, necesitamos fuerzas y luces para mirar hacia arriba. Más allá de las desilusiones y los fracasos, existe un Dios en quien podemos anclar la propia vida. Hay Alguien que nos ama, a pesar de todo, simplemente, sin condiciones: un Padre es "más Padre" cuando el hijo está más enfermo y necesitado, cuando ha sido mordido por el veneno de la derrota.

    Las desilusiones no pueden extinguir el fuego de una esperanza basada en la certeza de Cristo. Si le hemos dejado entrar en nuestras vidas, si le hemos abierto las puertas del alma, quedan siempre motivos para reemprender la lucha, para avanzar hacia metas buenas, para tender la mano humilde a quien nos pide ayuda, aunque sintamos todavía el peso de la pena por las propias faltas.

    Las esperanzas dan sentido a cada vida humana. Pequeñas o grandes, como recordaba el Papa Benedicto XVI en su encíclica Spe salvi, las esperanzas son el fuego interior que guía nuestros pasos y nos lanza a conquistas nuevas. También después del mayor de los fracasos: el pecado.

    Dios nos espera con su perdón eterno. Nos devolverá la paz del alma y nos lanzará a seguir, llenos de esperanza, en el camino misterioso de la vida humana.


  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Fernando Pascual LC


    jueves, 5 de julio de 2012

    JESÚS SANA


    RECETAS PARA LA SALUD EMOCIONAL

    Recetas para la salud emocional

    1. Enfrente de a uno por vez los problemas que le causan tensión emocional, y haga una cosa por vez.

    2. Haga lo mejor que pueda en cada situación de estrés, y luego deje de preocuparse por ella.

    3. Sea positivo y exprese sus sentimientos con honestidad.

    4. Trate a los demás con el respeto que espera para usted mismo.

    5. Tome conciencia de sus necesidades, en lugar de dejar que se la dicten los otros.

    6. No contemple a su vida como algo cerrado; considere que siempre hay alternativas.

    7. Elija sentirse bien y contento.

    8. Tome distancia de sus problemas. Piense en qué pensará de sus problemas de hoy dentro de un año, cinco años, una década.

    9. Adopte una perspectiva humorística, de modo de ver sus problemas de manera más objetiva y poder reírse de ellos.

    10. Viva en el presente.

    DE BUENA GANA...


    De buena gana
    Autor: Gonzalo Gallo González


    "No hay cosa tan fácil que no parezca dificilísima cuando se hace de mala gana". Horacio. Pon el corazón en lo que haces y hasta el fardo más pesado se hará ligero y soportable. El amor y la fe permiten a muchos sobrellevar con calma terribles penas o dolencias.

    Se cuenta que un periodista visitaba un hospital y se asombró al ver como una religiosa limpiaba con cariño las llagas purulentas de un enfermo. Con la nariz cubierta para soportar el hedor le dijo: "Hermana, yo no haría eso ni por diez mil dólares." La hermana sonrió y respondió con sencillez: "Yo tampoco. Lo hago por amor a Dios y al hermano."

    Los seres orantes crecen en capacidad de aceptación y conservan la calma cuando otros reniegan. El amor a Dios y a los demás te impide hundirte en el tremedal del descontento cuando el dolor pesa.

    JESÚS ES EL PAN DE VIDA


    Autor: P. Mariano de Blas | Fuente: Catholic.net
    Jesús se nos da como Pan de Vida
    Necesitan un pan espiritual, un pan especial, y, si yo me hago ese pan, calmarán su hambre de todo



    Se nos da como Pan de vida. Eso es la Eucaristía: Un Dios que se regala como se regala un pedazo de pan. Cristo nos vio, y nos ve, y tal vez nos seguirá viendo con hambre, mucha hambre y sed. Hambre y sed de felicidad, de vida, de paz y de amor. Hambre, también, de cambiar, de ser fiel, de ser distinto. Entonces Él pensó: "Necesitan un pan espiritual, un pan especial, y, si yo me hago ese pan, calmarán su hambre de todo". Y así, Cristo es la vida, y comemos la vida; Cristo es la verdad, la felicidad, la paz, y, al comerlo a Él, comemos la vida, le verdad, la felicidad y la paz.

    Tenemos todo en ese pan de la Eucaristía, pero hay que tomarlo con fe. Yo preguntaría a tantos jóvenes y adultos hambrientos, angustiados, desesperanzados, buscadores de la verdad, del amor y de la felicidad: ¿Dónde van a buscar eso que necesitan? ¿Por qué no le dan a Cristo Eucaristía la oportunidad de que realmente sacie su hambre y su sed? Porqué Él nos dijo: "Venid a mí todos los que andáis fatigados y agobiados por la carga, y yo os aliviaré". ¿Creemos, o no creemos en esas palabras de Dios?

    Porque, cuando nos sentimos enfermos, vamos al médico; cuando tenemos hambre, vamos a buscar pan; cuando tenemos sed, vamos a buscar agua, y, cuando por dentro en el alma sentimos hambre y sed, ¿a dónde vamos?, ¿a Jesucristo?, ¿a ese pan de la vida?

    ¿Qué es el Sagrario para ti?, ¿qué sacas de allí?, ¿sacas paz, energía, valor, amor, celo apostólico? Uno podría decir, si ha comulgado el día de hoy, si de veras he recibido ese Pan de Vida ¡qué felicidad, qué fuerza y qué horno de amor!

    lunes, 18 de junio de 2012

    Benditos sean

    Benditos sean

    Benditos sean los que tienden la mano para ayudar, los que intentan comprender, los que anhelan compartir.

    Benditos sean lo que para dar su opinión no necesitan subirse a ningún podio, los que se hacen tiempo para escuchar y los que saben que siempre hay algo por aprender.

    Benditos sean aquellos que tratan de pulir y de borrar sus mezquindades y no simplemente de ocultarlas.

    Benditos sean los buenos amigos y el culto a la amistad.

    Benditos sean los que llenan las noches de filosofía, los que riegan los caminos hacia la utopía con batallas épicas y los que a cada historia de amor la cargan de locuras.

    Benditos sean los que disfrutan del sol y de la luna, del cielo abierto y de la noche cerrada, de escalar la montaña y de zambullirse en el mar.

    Benditos sean los que pueden eludir la costra y ver la esencia, los que pueden gozar de la poesía que tiene este mundo maravilloso.

    Benditos sean los que no abandonan sus principios ni sus raíces, pero que no se cierran a los cambios ni renuncian a intentar volar.

    Benditos sean los que sueñan despiertos, sobre todo si sueñan mejorar el mundo que los rodea, y benditos los que del sueño saltan a la acción.

    Benditos los que leen lo que otros escriben, los que escuchan atentamente a quienes tienen necesidad de hablar y los que pierden, a conciencia, para que gane un ser querido.

    Benditos sean los que odian el egoísmo, el dolor, y la apatía ante la injusticia.
    Benditos sean los que creen que nunca se llega al ideal pero luchan con pasión infatigable por sus ideales.

    Benditos sean los que entienden que el amanecer en la playa, el pan recién horneado, la música y las caricias son partes de una fiesta que merecemos todos.

    Benditos sean los que piden perdón, los que dicen gracias y los que no se olvidan de decir por favor.

    Benditos sean los que aspiran que el mundo tenga lugar suficiente tanto para la hormiga laboriosa como para la cigarra, con su tan necesario arte.

    Benditos sean los que quieren abolir las quejas, los que quieren que asciendan mucho los de abajo y desciendan un poco los de arriba, benditos los que quieren que la muerte muera.

    Benditos sean los que no subsisten sollozando, mientras esperan el milagro, sino que se proponen forjar algo milagroso.

    Benditos sean los que se arriesgan por las causas perdidas, por conquistar corazones y por el bien de los amigos.

    Benditos sean los que se arriesgan a mostrar sus sentimientos.

    Benditos sean los que se arriesgan.

    Benditos sean los que aman la vida.

    Benditos sean todos los lugares donde hemos estado, los lugares donde quiero llevarte, los lugares donde estaremos juntos.

    Bendito sea el camino que me llevó a conocer tu sonrisa, puerta de tu alma.

    Benditos sean tus ojos, porque es bueno que lo sepas, aun en la soledad más profunda me acompaña tu mirada.

    EL AMOR Y LOS DETALLES

    El amor y los detalles
    Autor:  Padre Justo López Melús


            El amor se manifiesta sobre todo en los pequeños detalles. Y es que cuando hay amor hay detalles, y cuando no hay detalles es que no hay amor. Un corazón sensible no admite extravagancias ni faltas de respeto. Un caballero, por ejemplo, no permite que se burlen de su madre, y no tiene reparos humanos en mostrarle cariño.

            Cuenta el cardenal Suenens que en una ocasión acompañaba al rey Balduino por una carretera secundaria. Conducía el rey, él era el único pasajero. De repente dio un brusco frenazo. Al pasar cerca de un pueblo vio una imagen de la Virgen sobre un pedestal, pero alguien había tenido el mal gusto de profanarla poniéndole en la cabeza un casco militar. El rey se bajó del coche, quitó el casco y lo tiró a una zanja. Luego cogió el volante y arrancó sin comentarios, como la cosa más natural del mundo.

    Naranjas para el personal

    Naranjas para el personal
       
    José trabajaba en una empresa desde hace dos años. Siempre fue muy serio, dedicado y cumplidor de sus obligaciones. Llegaba puntual y estaba orgulloso que en 2 años nunca recibió una amonestación
     
    Cierto día buscó al Gerente para hacerle un reclamo:
    -Señor, trabajo en la empresa hace dos años con bastante esmero y estoy a gusto con mi puesto, pero siento que he sido postergado.

    Mire; Fernando ingresó a un puesto igual al mío hace sólo 6 meses y ya ha sido promovido a Supervisor.

    -¡Uhmm!-mostrando preocupación- le dice el gerente. Mientras resolvemos esto, quisiera pedirte que me ayudes a resolver un problema. Quiero dar fruta al personal para la sobremesa del almuerzo de hoy. En la bodega de la esquina venden fruta. Por favor, averigua si tienen naranjas.

            José se esmeró en cumplir con el encargo y en 5 minutos estaba de  vuelta.
    -Bueno José, ¿qué averiguaste? 
    -Señor, tienen naranjas para la venta.
    -¿Y cuánto cuestan?
            -¡Ah!............... No pregunté por eso.
     -Ok, ¿pero viste si tenían suficientes naranjas para todo el personal? (preguntaba serio).

    -Tampoco pregunté por eso señor.
    -¿Hay alguna fruta que pueda sustituir la naranja?
     
    -No sé señor, pero creo...
    -Bueno, siéntate un momento.
    El Gerente tomó el teléfono y mandó llamar a Fernando.

            Cuando se presentó, le dio las mismas instrucciones que le diera a José y en 10 minutos estaba de vuelta. Cuando retornó el Gerente pregunta:
    -Bien Fernando, qué noticias me tienes?
            -Señor, tienen naranjas, lo suficiente para atender a todo el personal, y si prefiere también tienen plátano, papaya, melón y mango.

            La naranja está a 1,5 pesos el kilo, el plátano a 2,2, el mango a 0,9 el kilo, la papaya y el melón a 2,8 pesos el kilo.
            Me dicen que si la compra es por cantidad, nos darán un descuento del 8%.He dejado separada la naranja pero si usted escoge otra fruta debo regresar para confirmar el pedido.

            -Muchas gracias Fernando, pero espera un momento..
            Se dirige a José, que aún seguía esperando estupefacto y le dice:
    -José, qué me decías?
    Nada señor, eso es todo, muchísimas gracias, con su permiso..

    Nardo del 18 de Junio !Oh Sagrado Corazón, sediento de amor!


    Nardo del 18 de Junio
    !Oh Sagrado Corazón, sediento de amor!

    Meditación: Jesús, Jesús...ya sobre la tierra te han elevado, no puedes sostener Tu Cabeza, de Ella Sangre gotea...de Tu Santa Boca salen hilos de Sangre. Señor, te escucho decir: "tengo sed...", pero me miras a mi, ¿Señor, tienes sed de mí?, ¿de esta pobre criatura?. Repites "tengo sed...", sí, Señor, sed de amor, sed de éste pobre amor que te niego yo...perdón Señor, ¡perdón Mi Dios!. Mi Cristo, mi amado, escúchame bien, ya que te lo digo de corazón: "Jesús en Ti confío, perdona todos mis olvidos, "Jesús en Ti confío", perdona porque te he hecho un "mendigo", un mendigo de amor, que espera a mi pobre corazón.
    Padre, míralos. Mira a Tu Hijo aún mancillado, mira a Su Madre también Crucificada, cambia nuestro corazón para que siendo hijos Tuyos, te llenemos de orgullo.

    Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

    ¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

    Florecilla: Hagamos una Hora Santa de Adoración Eucarística.

    Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

    SED DE AMOR

    Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
    Sed de amor
    ¿Qué hay dentro de mí? ¿Por qué esa inquietud eterna? ¿Por qué la vida cotidiana no basta para llenar mis sueños? ¿Qué busco?
     
    Sed de amor

    Una sed que está ahí. Presente, respetuosa, a veces con un deje de cansancio o de pena. Quisiera levantar nuestro corazón a nuevos horizontes, abrir nuestra mente a verdades profundas, desatar energías que duermen en la satisfacción de la nada.

    Cada uno tenemos, muy dentro, indestructible, una sed intensa, profunda, insaciable. Sed de amor y de verdad. Sed de alegría y de entrega. Sed de justicia y de paz. Aunque también hemos acumulado mucha arena para apagar o esconder el deseo de un amor más grande.

    Encendemos la radio, entramos en internet para buscar novedades, conversamos con personas desconocidas en un chat de emociones, salimos a la calle a ver una película o a divertirnos con los amigos, vamos a un parque para contemplar cipreses y jilgueros... La sed no se deja saciar, parece implacable, como un anhelo de algo que nos falta, de algo más grande, más hermoso, más profundo, más bello.

    ¿Qué hay dentro de mí? ¿Por qué esa inquietud eterna? ¿Por qué la vida cotidiana no basta para llenar mis sueños? ¿Qué busco? ¿Hacia dónde me dirijo? ¿Será que alguien me llama o me espera más allá del gris de mis mañanas?

    Los encuentros se suceden. Las prisas llenan la jornada. Tenemos muchas cosas que hacer. Muy pocas las hacemos realmente por gusto. Pero incluso aquello que tanto deseaba, aquello por lo que soñé meses y meses (un viaje, un encuentro, una conquista profesional), cuando llega no me satisface, no me llena.

    Es una sed misteriosa, profunda, discreta. No sé si hoy la dejaré de lado, no sé si buscaré nuevamente caminos fugaces para contentar mi espíritu con vientos y nubes pasajeras. No sé si hoy será otro día más, monótono, gris, tal vez lleno de emociones intensas y huecas. No sé si esta noche, cuando llegue a la cama, sentiré de nuevo esa sed que me inquieta y que me invita a nuevas metas, a horizontes de amor y de esperanza.

    Una sed que quizá me lleve a pensar en ese Dios del que he nacido, que me ama. Un Dios hacia el que avanzo, mientras la tierra gira imperturbada y un gorrión canta, sencillo y bullicioso, junto a mi ventana...



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