martes, 10 de enero de 2012

ENFRENTATE A LA VIDA

ENFRENTATE A LA VIDA

Esta vez, no te hablaré de lo que es la vida. Compartiré los momentos que te hacen firme ante ella.

Si estás cansado de llevar siempre la misma rutina, ¡¡FIJA TUS METAS!!!
Traza las líneas del horizonte que te gustaría alcanzar y lucha por llegar a Ellas.

Sé que será difícil; pues hay obstáculos que te hacen caer, mas te puedes levantar y seguir adelante.
Encontrarás tropiezos que te harán más fuerte para enfrentarte a ella con valor.

Podrás ver al sol frente a frente y sin temor a la oscuridad de la noche, que a veces te resulta fría y aterradora.

Si deseas ser una de tantas personas que van por la vida, cual hoja al viento, no hagas nada, tan solo déjate llevar. Más aún si el viento deja de soplar, en cualquier momento caerás.

¡¡LUCHA, SÉ VALIENTE!!. La vida está en tus manos. ¡¡ERES JOVEN!!, tienes todo el potencial para realizar tus sueños anhelados.

Por último quiero decirte que todo esto nunca tendrá razón si no llevas a tu lado a aquel que Te dio la vida. A tu creador.

Gamaliel Díaz Cervantes

DIOS NOS BUSCA...

Dios nos busca
Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.


Dice Juan Pablo no que Dios nos busca. Que Dios nos busca en Jesucristo para hacemos abandonar los caminos del mal. Lo cierto es que buscándonos hasta pareciera que el mismo Dios se pierde inclinándose tanto, abajándose, descendiendo, humillándose tanto, hasta confundirse con un delincuente, un forajido, un criminal, un culpable.

¿Dónde está Dios? Se pregunta la gente cuando sufre o cuando ve el sufrimiento de la gente inocente. ¿Dónde está Dios? Se pregunta la gente que conoce la bondad y la inocencia de Jesús, convertido ahora en un reo de muerte. Sí, allí está Dios en Jesucristo, saliendo fuera de la ciudad,: condenado, excluido, despojado de todos los derechos, su vida en manos de soldados ejecutores de tortura y de muerte. Es él y allí está, aunque a nosotros nos cueste tanto cambiar quizá la imagen falsa que tenemos de un Dios milagrero: bajate de la cruz le gritaran algunos. Bajate de la cruz si sos el Hijo de Dios y creeremos en ti... y no ven y quizá no vemos que el verdadero milagro es el perdón; el perdón del amor infinito que brota de sus llagas. El milagro es su paciencia y el ofrecimiento de su vida por nosotros en esa pequeñeces y hasta anonimato, porque para muchos no puede ser que Dios se abaje tanto y como reo del hombre acepte ser como un gusano.

Condenado a morir fuera de los muros del corazón del hombre, excluido como quien solo merece desaparecer, allí esta Jesucristo; este es Jesucristo el Nazareno hijo de Dios... Ecce homo.

PENSAMIENTO MARIANO 11

Pensamiento Mariano

Las madres de la tierra no abandonan nunca a sus hijos. Del mismo modo María, que ama tanto a sus hijos durante la vida, con cuánta ternura, con cuánta bondad acudirá a protegerlos en sus últimos instantes, cuando mayor es la necesidad. 


San Juan Bosco

ORACIÓN PARA CONCEBIR UN HIJO


PIDIENDO CONSEJO A CRISTO EN MI ORACIÓN

Autor: P. Juan Antonio Ruiz J., L.C. | Fuente: www.la-oracion.com
Pidiendo consejo a Cristo en mi oración
El Señor no habla en el pasado, sino que habla en el presente, él habla hoy con nosotros, nos concede su luz, nos muestra el camino.
Pidiendo consejo a Cristo en mi oración
Cumplo con mi deber, obedeciendo los preceptos de Cristo, que dice: Estudiad las Escrituras, y también: Buscad, y encontraréis, para que no tenga que decirme, como a los judíos: Estáis muy equivocados, porque no comprendéis las Escrituras ni el poder de Dios. Pues, si, como dice el apóstol Pablo, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios, y el que no conoce las Escrituras no conoce el poder de Dios ni su sabiduría, de ahí se sigue que ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo.

Por esto, quiero imitar al padre de familia que del arca va sacando lo nuevo y lo antiguo, y a la esposa que dice en el Cantar de los cantares: He guardado para ti, mi amado, lo nuevo y lo antiguo; y, así, expondré el libro de Isaías, haciendo ver en él no sólo al profeta, sino también al evangelista y apóstol. Él, en efecto, refiriéndose a sí mismo y a los demás evangelistas, dice: ¡Qué hermosos son los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la Buena Nueva! Y Dios le habla como a un apóstol, cuando dice: ¿A quién mandaré? ¿Quién irá a ese pueblo? Y él responde: Aquí estoy, mándame» (San Jerónimo, del prólogo al comentario al profeta Isaías).

Tengo un buen amigo que le gusta mucho la fotografía. Es un apasionado del tema. Reconozco que a veces fastidia un poco, pues cuando ves con él cualquier foto, en vez de recordar el evento que ahí quedó plasmado, se dedica a criticar la luz, el enfoque, etc. Y considera Photoshop como la mayor herejía existente en cuanto a arte se refiere.

Aún así, mi amigo reconoce que posee un conocimiento más bien pobre de la ciencia fotográfica. Y por eso ha decidido estudiar un poco por su cuenta. Hablando hace poco por teléfono con él, me refería sus primeras adquisiciones de las librerías: ¿Sabes cuál ha sido el libro que más me ha ayudado de todos? El de "Fotografía para tontos". Yo no pude sino sonreír.

¿Si conocen el libro al que se refiere, verdad? Es esa colección que en inglés titulan "For Dummies" y que ha revolucionado el mundo del aprendizaje. Por lo menos el más elemental de ello. Existe hasta un "Juan Pablo II for Dummies", en el que repasan los elementos más esenciales de la vida del Papa. Y reflexionando este hecho, me di cuenta que si un libro puede ayudarnos en lo más elemental de nuestro camino de oración, no dudaría en decirlo: la Biblia es esa "oración for Dummies".

Es verdad que no todos los pasajes de la Escritura son fáciles. Pero también es verdad, y hablo especialmente del Evangelio, que su lectura ha sido inspiración para la vida del cristianismo desde el inicio de nuestra era. De ahí que San Jerónimo diga que desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo mismo. Tal vez alguno lo haya ya experimentado. Tomen, por ejemplo, la vida de cualquier santo. ¿Cuál es el que más les gusta? ¿Francisco de Asís, Ignacio de Loyola, Teresa del Niño Jesús? No importa qué vida de santo se tope uno, no hay ninguna que no tenga de por medio, en su momento de conversión, la lectura de la Sagrada Escritura. Todos han bebido de su lectura, especialmente del Evangelio. Y la meditación y contemplación de los pasajes ahí descritos han sido la inspiración para todos.

San Lorenzo era muy consciente de ello y por eso mismo dedicó gran parte de su vida al estudio y meditación de los textos sagrados. Otro santo, San Francisco de Asís, decía que «leer la Sagrada Escritura es pedir consejo a Cristo». En este aspecto, los protestantes han tal vez madurado mucho más que nosotros y conocen con profundidad la Biblia. Muchas veces nos impacta y hasta ridiculizamos cuando ellos toman decisiones cruciales y del día a día de su vida leyendo el Evangelio.

Pero yo creo que debemos aprender a leer con Dios la Biblia, en oración. ¿Qué sería de nuestra vida si hablásemos con Cristo tantos pasajes de la Escritura y pudiesen así ayudarnos en nuestra vida diaria? Porque «la Sagrada Escritura no es algo que pertenezca al pasado. El Señor no habla en el pasado, sino que habla en el presente, él habla hoy con nosotros, nos concede su luz, nos muestra el camino de la vida, nos regala su comunión y nos prepara y nos abre así a la paz (Benedicto XVI, 29-03-2006).

¿Recomendación? La Iglesia siempre ha invitado a sus fieles a leer todos los días un pequeño pasaje evangélico y buscar una enseñanza para ello. Incluso hay lugares donde ya tienen un “Evangelio del día” meditado, incluso via Internet. Ojalá que cada día, aunque sean cinco minutitos, vayamos a la Sagrada Escritura y le pidamos consejo a Cristo, directamente. Será, sin duda alguna, uno de los mejores caminos para una profunda oración.





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Esperamos tus comentarios, participa. Comparte tu sed y tu experiencia de Dios con apertura y humildad, para ayudarnos entre todos en un clima de amistad.



Este artículo se puede reproducir sin fines comerciales y citando siempre la fuente www.la-oracion

lunes, 9 de enero de 2012

DURANTE LA ORACIÓN...

 Durante la oración...


  Construyo una conciencia cada vez mayor de la presencia de Dios en mí. Esta conciencia de Dios dentro de mí aumenta mi percepción de Dios en el prójimo.
Percibo una esperanza en situaciones donde había creído que no había ninguna. Observo un carácter sagrado en otras personas, cualquiera sea su personalidad o su estado de ánimo.
Consciente de la belleza en mi mundo, avivo en mí la alegría de vivir. El estímulo que recibe mi imaginación me motiva para fijarme nuevas metas.
Como soy sensible a los sentimientos ajenos, escucho con amor y percibo el gozo, la preocupación o la soledad que está más allá de las palabras que otros
pronuncian. Me regocijo con su gozo y oro con ellos para que todas sus necesidades queden satisfechas.
Tengo conciencia de que Dios está presente en mí y en mi alrededor.

 

DIOS ES AMOR...


BUSCATE EN MI ...

Búscate en mi
Autor: Santa Teresa de Jesús



Alma, buscarte has en Mí,
Y a Mí buscarme has en ti.

De tal suerte pudo amor,
Alma, en Mí te retratar,
Que ningún sabio pintor
Supiera con tal primor
Tal imagen estampar.

Fuiste por amor criada
Hermosa, bella, y ansí
En mis entrañas pintada,
Si te pierdes, mi amada,
Alma, buscarte has en Mí.

Que Yo sé que te hallarás
En mi pecho retratada
Y tan al vivo sacada,
Que si te ves te holgarás
Viéndote tan bien pintada.

Y si acaso no supieres
Donde me hallarás a Mí,
No andes de aquí para allí,
Sino, si hallarme quisieres
A Mí, buscarme has en ti.

Porque tú eres mi aposento,
Eres mi casa y morada,
Y así llamo en cualquier tiempo,
Si hallo en tu pensamiento
Estar la puerta cerrada.

Fuera de ti no hay buscarme,
Porque para hallarme a Mí,
Bastará solo llamarme,
Que a ti iré sin tardarme
Y a Mí buscarme has en ti.

EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU

El Bautismo del Espíritu


Todos los años, después de la fiesta de la Epifanía o manifestación de Jesús a los magos, la Iglesia nos presenta otra epifanía, que es la manifestación ante san Juan Bautista al terminar el bautismo. Estamos en el ciclo B y la narración corresponde al evangelista san Marcos, quien no habla de la infancia de Jesús, sino que comienza el evangelio con la predicación del Bautista. Predicaba sobre todo la penitencia como preparación para la venida del Mesías y para que esa penitencia fuese más expresiva entre aquellos que estaban arrepentidos, les bautizaba con agua en el río Jordán.

El comienzo del evangelio de este día nos trae las palabras del Bautista en que, con humildad, nos dice que él bautiza con agua; pero llega ya uno mucho más digno que él que sí bautizará de verdad dando el Espíritu Santo. Esta es la gran diferencia entre el bautismo de Juan, que sólo es significativo del acto interior, y el bautismo que nos dejará Jesús, que nos da el gran regalo de Dios.

Claro que ese gran don de Dios nosotros luego lo podemos desechar, como desgraciadamente tantas veces sucede; pero podemos y debemos acrecentarlo. Hay algunos que critican el hecho de que se dé el bautismo a niños pequeños, como solemos hacerlo, porque dicen que eso debería dejarse a la libre voluntad del niño cuando sea mayor. Y no se dan cuenta que la misma vida también es un regalo, para lo cual ellos no han puesto la libertad, ni el alimento ni los vestidos ni tantos regalos. Así el bautismo es un gran regalo de Dios. Lo que hace falta es que luego les enseñemos a cuidarlo y a aumentar esa Gracia.

Jesús vino desde Nazaret hasta donde estaba el Bautista. Es muy posible que desde Nazaret y algunos pueblos vecinos se organizase una especie de peregrinación para ver al “profeta”, como se llamaba a san Juan. Jesús iría como uno más del grupo y como uno más, entre la gente devota, entró en el río Jordán para ser bautizado por san Juan. Ya sabemos que Jesús no podía arrepentirse de nada. El bautismo por lo tanto tiene una significación diferente que para otras personas. En Jesús aparece la unidad con la humanidad sufriente y pecadora, para cargar con los pecados del mundo, que un día llevaría hasta la cruz para redimirlos. San Marcos no dice nada si hubo algún diálogo entre Jesús y el bautista. Parecía un bautismo normal.

Lo importante es lo que sucedió al terminar el bautismo: la manifestación de Dios, por lo menos, ante san Juan Bautista: se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo y se oyó la voz del Padre. Son expresiones simbólicas, como acostumbra la Biblia en momentos muy importantes. El “rasgarse el cielo” venía de una creencia de que el azul que vemos fuese una división de la tierra al lugar donde está Dios. Es para expresar que se manifiesta Dios, que viene personalmente a nosotros. Y para expresar más gráficamente que viene el Espíritu, lo manifiesta por la figura de una paloma, animal amable, que suele volar rápidamente hacia el suelo. Esto es importante porque Jesús, como hombre, es investido o inundado por el Espíritu Santo, para poder ya comenzar su predicación.

También nosotros fuimos investidos por la gracia del Espíritu el día de nuestro bautismo; pero desgraciadamente muchos lo hemos perdido. Por eso en este día es una ocasión más para recordar nuestro bautismo y pedir al Espíritu Santo que nos llene de sus dones. Afortunadamente Dios nos da esta oportunidad para crecer en el Espíritu, y no una sola vez, sino siempre está dispuesto para crecer en nuestra alma.

Se oyó una voz que decía: “Tu eres mi Hijo, a quien yo quiero, mi predilecto”. También Dios nos dice a cada uno: Tú eres mi hijo, te quiero, te amo. Lo debemos sentir en nuestro corazón. Ciertamente el día de nuestro bautismo nos lo dijo. Quizá nosotros estamos más atentos a las voces mundanas que nos hablan de éxitos materiales, que nos animan a hacer algo espectacular, de modo que nos sirva para crecer en la fama o escalar puestos. Dios hoy nos habla en el corazón o por medio de la Iglesia y las personas buenas para que trabajemos por la justicia y el amor.

P. Silverio Velasco
(España)

domingo, 8 de enero de 2012

JESÚS SE MANIFIESTA EN NUESTRA VIDA



JESÚS SE MANIFIESTA EN NUESTRA VIDA

La salvación de Dios que Jesucristo, el Hijo encarnado, viene a traer no se circunscribe a un solo pueblo. Dios ama a la humanidad entera y ofrece su salvación a todos los hombres. El mensaje de salvación universal resuena con especial gozo en quienes no siendo del pueblo de Israel conocen que para ellos también hay salvación. La solemnidad de hoy está impregnada de un alegre mensaje que se condensa en la antífona que repetimos en el salmo responsorial; "Los confines  de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios". Ese mensaje es corroborado por san Pablo en la segunda lectura, pues él,  judío de raza y religión, proclama "que también los otros pueblos comparten la misma herencia, son miembros del mismo cuerpo y partícipes de la promesa en Jesucristo, por medio del Evangelio".

El Evangelio, la Buena Nueva es que todos los hombres y pueblos podemos ser salvados por la adhesión a él, todos los confines de la tierra pueden contemplar la salvación de Dios. Lo más importante es lo que esa escena quiere comunicar: los magos, miembros de pueblos paganos, han sido iluminados por la luz de Jesús el Señor, han sabido ponerse en camino hacia el Señor y han sabido reconocer en Él al  Salvador que es Dios, hombre y rey, como los simbolizan sus ofrendas de oro, incienso y mirra.

La adoración de los magos es signo claro de la voluntad de salvación universal que Dios tiene, es signo de que el Señor ofrece las señales necesarias para que le encuentre quien le busca, es invitación a ponernos también nosotros en camino para, día a día, identificar las señales que nos permiten reconocer al Señor en la vida cotidiana a fin de postrarnos ante Él con nuestra actitud de servicio, reverencia y alabanza.

Pbro. Pedro Hidalgo Díaz.
 
 

NO TODO VALE...

 
No todo vale

Jesús va caminando hacia Jerusalén. Su marcha no es la de un peregrino que sube al templo para cumplir sus deberes religiosos. Según el Evangelio de Lucas, Jesús recorre ciudades y aldeas “enseñando”. Hay algo que necesita comunicar a estas personas: Dios es un Padre bueno que ofrece a todos su salvación. Todos son invitados a acoger su perdón.

Su mensaje sorprende a todos. Los pecadores se llenan de alegría al oír a Jesús hablar de la bondad sin medida de Dios: también ellos pueden esperar la salvación. En los sectores fariseos, sin embargo, critican el mensaje de Jesús y también cómo acoge a los recaudadores, las prostitutas y los pecadores: ¿no está Jesús abriendo el camino hacia una relajación religiosa y hacia una moral que no se puede aceptar?

Según el Evangelio de Lucas, un desconocido interrumpe su marcha y le pregunta por el número de los que se salvarán: ¿serán pocos?, ¿serán muchos?, ¿se salvarán todos?, ¿se salvarán sólo los justos? Jesús no responde directamente a su pregunta. Lo importante no es saber cuántos se salvarán. Lo decisivo es vivir con actitud lúcida y responsable para acoger la salvación de ese Dios tan Bueno. Jesús quiere recordarlo a todos: «Esfuércense por entrar por la puerta estrecha».

De esta manera, corta de raíz la reacción de quienes entienden su mensaje como una invitación a la facilidad. Sería burlarse de Dios Padre. La salvación no es algo que se recibe de manera irresponsable de un Dios que lo permite todo. No es tampoco el privilegio de algunos elegidos. No basta ser hijos de Abrahán. No es suficiente haber conocido al Mesías.

Para acoger la salvación de Dios es necesario esforzarnos, luchar, imitar al Padre, confiar en su perdón. Jesús no rebaja sus exigencias: «Sean misericordiosos como el Padre de Ustedes es misericordioso»; «No juzguen y no serán juzgados»; «Perdonen setenta veces siete» como el Padre de Ustedes; «Busquen el Reino de Dios y su justicia».

Para entender correctamente la invitación a «entrar por la puerta estrecha», debemos recordar las palabras de Jesús que podemos leer en el Evangelio de Juan: «Yo soy la puerta; si uno entra por mí, se salvará» (Juan 10,9). Entrar por la puerta estrecha es «seguir a Jesús»; aprender a vivir como Él; tomar su cruz y confiar en el Padre que lo ha resucitado.

En este seguimiento a Jesús, no todo vale, no todo da lo mismo; debemos responder con fidelidad al amor del Padre. Lo que Jesús pide no es el rigor de la ley, sino el amor radical a Dios y al hermano. Por eso, el llamado que nos hace es fuente de exigencia, pero no de angustia. Jesucristo es una puerta siempre abierta. Nadie la puede cerrar. Sólo nosotros lo hacemos, cuando nos cerramos a su perdón.

José Antonio Pagola


 

IMAGEN DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR


sábado, 7 de enero de 2012

Descansa en Paz Matt Barkley



La Comunidad Tiberiades y sus participantes se unen a la pena que embarga a los familiares de:

Matt Barkley (USA)

De 22 años de edad. Quien elevó  su alma al Señor el día de Ayer 5 de Enero de 2012.

Hacemos extensivo este pésame:  a la Familia Frizzie, especialmente a Brian y Eric, sabedores que nos unimos toda la comunidad en oración por sus intenciones.

Agradecemos de corazón sus oraciones por Matt.
En Paz Descanse.

Dale Señor el descanso eterno y brille para él la luz perpetua, descansa  en paz Matt Barkley, amén!












Nos unimos en oración por el descanso eterno de:
Matt Barkley (USA)
a todos nuestros visitantes y asiduos lectores de Gotitas Espirituales, les solicitamos nos acompañen con sus oraciones por el eterno descanso de Matt. Bendiciones!
 

OFRENSAS ENTERRADAS...

 Ofensas enterradas
Autor: Carol Parrott


Un buen día yo enterré una ofensa que dolía.
Creí que podría olvidarla si la dejaba escondida.
El agravio iba creciendo.
Cada día lo tapaba.
No logré dejarlo atrás.
Mucho, mucho me costaba.
La alegría me abandonó, no conocí sino penas.
Incapaz era de amar, tenía el alma en cadenas.
A la vera de aquel hoyo clamé con el alma a Dios:
«Sana esta herida profunda,
Tú que eres el Dios de amor».

Sentí entonces Su presencia; en Sus brazos me sentí.
Enjugó mis agrias lágrimas, hizo azul el cielo gris.
Sincerándome con Él, le expliqué mi gran afrenta.
Me prestó Su atento oído mientras yo le daba cuenta.
Cavé, ahondé y arranqué la afrenta que me oprimía,
y entregándola el Maestro libre al fin quedé aquel día.

Así fue como Él quitó la negrura de mi alma
y algo hermoso fue a nacer;
donde había estado la llaga.

Cuando vi en qué convirtió mi tormento y mi pesar,
aprendí a dárselo a Él y no enterrarlo jamás.

Devoción de los Cinco Primeros Sábados.


Devoción de los Cinco Primeros Sábados.
 
Después de su entrada a los cielos, el Corazón de María sigue ejerciendo a favor nuestro su amorosa intercesión. El amor de su corazón se dirige primero a Dios y a su Hijo Jesús, pero se extiende también con solicitud maternal sobre todo el género humano que Jesús le confió al morir; y así la veneramos por la santidad de su Inmaculado Corazón y le solicitamos su ayuda maternal en nuestro camino a su Hijo.

El Inmaculado Corazón de María, nuestra madre, es el camino mas rápido y seguro para llegar a Jesús.

Venerar el Inmaculado Corazón de María es venerar a la mujer que esta llena del Espíritu Santo, llena de gracia, y siempre pura para Dios. Su corazón femenino siempre está lleno de amor por sus hijos. Por eso se representa rodeado de blancas rosas.

Veneramos el corazón que guarda todas las cosas de Dios en su Corazón y que nos ayuda a sanar y consagrar a Dios nuestro propio corazón.

Devoción de los Cinco Primeros Sábados:
Es una devoción al Corazón de María. En diciembre de 1925, la Virgen se le apareció a Lucía Martos, una de las tres pastorcitas vidente de Fátima, y le dijo: "Yo prometo asistir a la hora de la muerte, con las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en los primeros sábados de cinco meses consecutivos, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen la tercera parte del Rosario, con intención de darme reparación".  Junto con la devoción a los nueve Primeros Viernes de Mes, ésta es una de las devociones más conocidas.

Entreguémonos al Corazón de María diciéndole: "¡Llévanos a Jesús de tu mano! ¡Llévanos, Reina y Madre, hasta las profundidades de su Corazón adorable! ¡Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros!

SUPLICAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN

SUPLICAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN

Dame tus ojos, Madre, para saber mirar;
si miro con tus ojos jamás podré pecar.

Dame tus labios, Madre para poder rezar,
si rezo con tus labios Jesús me escuchara.

Dame tu lengua, Madre, para ir a comulgar,
es tu lengua, patena de gracia y santidad.

Dame tus labios, Madre, que quiero trabajar,
entonces mi trabajo valdrá una eternidad.

Dame tu manto, Madre, que cubra mi maldad,
cubriendo con tu manto al cielo he de llegar.

Dame tu cielo, Oh Madre, para poder gozar,
si tu me das Cielo, que mas puedo anhelar?.

Dame Jesús, Oh Madre, para poder amar,
esta será mi dicha por una eternidad.

viernes, 6 de enero de 2012

PRIMER VIERNES DEL MES DE ENERO

SAGRADO CORAZON DE JESÚS, EN VOS CONFIO!!

ACTO PARA DESAGRAVIAR Y CONGRACIARSE AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

ACTO PARA DESAGRAVIAR Y CONGRACIARSE
AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Oh Corazón clementísimo de Jesús, divino propiciatorio, por el cual prometió el Eterno Padre que oiría siempre nuestras oraciones: yo me uno con vos para ofrecer a vuestro Eterno Padre este mi pobre y mezquino corazón, contrito y humillado en su divino acatamiento, y deseoso de reparar cumplidamente sus ofensas, en especial las que vos recibís de continuo en la Eucaristía, y señaladamente las que yo, por mi desgracia, también he cometido. Quisiera, divino Corazón, lavar con lágrimas y borrar con sangre de mis venas las ingratitudes con que todos hemos pagado vuestro tierno amor. Junto mi dolor, aunque tan leve, con aquella angustia mortal que os hizo en el huerto sudar sangre a la sola memoria de nuestros pecados. 

Ofrecédselo, Señor, a vuestro Eterno Padre, unido con vuestro amabilísimo Corazón. Dadle infinitas gracias por los grandes beneficios que nos hace continuamente, y supla vuestro amor nuestra ingratitud y olvido. Concededme la gracia de presentarme siempre con gran veneración ante el acatamiento de vuestra divina Majestad, para resarcir de algún modo las irreverencias y ultrajes que en vuestra presencia me atreví a cometer, y que de hoy en adelante me ocupe con todo mi conato en atraer con palabras y ejemplos muchas almas que os conozcan y gocen las delicias de vuestro Corazón. Desde este momento me ofrezco y dedico del todo a dilatar la gloria de este sacratísimo y dulcísimo Corazón. Le elijo por el blanco de todos mis afectos y deseos, y desde ahora para siempre constituyo en él mi perpetua morada, reconociéndole, adorándole y amándole con todas mis ansias, como que es el Corazón de mi amabilísimo Jesús, de mi Rey y soberano dueño, Esposo de mi alma, Pastor y Maestro, verdadero Amigo, amoroso Padre, Guía segura, firmísimo Amparo y Bienaventuranza. Amén.

SIGNIFICADOS DE LA EPIFANIA

Significados de la Epifanía


Epifanía significa   manifestación de Dios. Dios se revela a todos: ricos y pobres, poderosos y humildes, judíos y no judíos. Después de nacer se manifestó a los pastores, pero luego se manifestó a los magos de oriente. Hoy también quiere manifestarse a todos. Veamos las enseñanzas que el suceso de los magos nos da para que Dios se manifieste en nosotros y a través de nosotros en otros muchos.

1- “Ven la estrella”: En realidad hay muchas estrellas. Unos las ven y otros no. Estas estrellas pueden ser nuestros familiares y amigos. Especialmente es la Iglesia en general con los responsables y con todos los que quieren ser fieles al Señor. Nosotros podemos y debemos ser estrellas para otros muchos: con nuestras palabras y consejos; pero sobre todo con nuestro buen ejemplo de vida.

2- “Se ponen en camino”: No basta ver la estrella. Hay que actuar. No basta saber el camino. Hay que ponerse a caminar. Y esto aunque no sepamos el camino exacto, como les pasaba a los magos. Dejémonos conducir por las enseñanzas de la Iglesia.

3- “La estrella desapareció”: No todo es fácil en el camino hacia Dios. Hay momentos difíciles, que pueden llegar a ser como “noches oscuras”. Dios siempre está con nosotros, nunca nos abandona. Debemos seguir teniendo esperanza.

4- “Y preguntaron”: Para responder está la Iglesia y especialmente los sacerdotes. Hay que ser valientes y consultar. Puede ser una catequista que nos oriente en la fe. Lo importante es consultar, ya que Dios verá en ello un deseo del bien. Aunque se pregunte a una persona equivocada, como hicieron los magos que fueron a Herodes para consultar. Pero Dios se valió del malo para darles una buena respuesta.

5- “Apareció de nuevo la estrella”: Dios parece que se esconde. Si todo fuese muy fácil no tendríamos mérito. Pero Dios siempre termina por consolar a aquel que sinceramente le busca de corazón.

6- “Y encontraron a Jesús”: Jesús debe ser el final de toda nuestra búsqueda espiritual. Nosotros no vamos tras de unas ideas o filosofías; Vamos tras de una persona que es Dios que se hizo hombre por nuestro amor. Y nuestra tranquilidad es que le podemos encontrar. Está sobre todo en la Eucaristía. Está también en los sencillos, en los pobres, en su Palabra, en el amor fraternal.

7- “Y le ofrecieron sus dones”: ¿Qué le ofreceremos nosotros? Lo mejor que le podemos ofrecer es nuestro corazón; pero, juntamente con él, también le ofrezcamos nuestro trabajo apostólico, de modo que podamos hacer que al menos alguien se acerque un poco más al Señor. Si queremos simbolizar los dones de los magos, podemos ofrecerle el oro de nuestro amor como la mejor ofrenda a Dios, el incienso, que es nuestra constante oración que se eleva al cielo, y la mirra, que es la aceptación paciente de los trabajos, sufrimientos y dificultades de nuestra vida.

8- “Y se volvieron por otro camino”: Quien encuentra verdaderamente a Jesús no puede seguir el camino anterior. Debe comenzar a vivir por otro camino, el camino de la justicia, de la paz, del amor.

Quizá la intención principal de san Mateo, cuando contaba el suceso de los magos, era exponer, como luego lo hizo a través de todo el evangelio, que el mensaje de Jesús es universal, que no es sólo para una raza o una nación, sino para todo el mundo. Por eso al recordar este suceso, la Iglesia nos estimula a trabajar por la evangelización de todas las gentes. Este es un día misionero por excelencia, porque Jesús no sólo se manifestaba a los judíos, sino desde el principio nos enseñó que había venido para salvar a todos los pueblos.

P. Silverio Velasco

ORACIÓN POR LA EPIFANIA DEL SEÑOR


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