martes, 18 de octubre de 2011

SEÑOR DE LOS MILAGROS - 28 DE OCTUBRE


Historia del Señor de los Milagros
El Señor de los Milagros, imagen venerada por peruanos y extranjeros en el Perú y alrededor del mundo, es una de las manifestaciones religiosas más numerosas del mundo católico.


Historia del Señor de los Milagros

En el siglo XVII, Lima contaba con una población de 35 mil habitantes, cantidad que se iba incrementando con la llegada de miles de personajes atraídos por la prosperidad y riqueza. Además, era común el tráfico de esclavos quienes llegaban procedentes de Africa Occidental, clasificados por castas: congos, mandingas, caravelíes, mondongos, mozambiques, terranovos, minas y angolas.

Precisamente, los angolas fueron llevados a la zona de Pachacamilla en 1651 y al estar instalados, se organizaron para construir sus cabañas o callejones divididos en habitaciones, en donde rendían culto a distintas imágenes o santos. Estos actos les recordaban su libertad y cantaban siempre en su lengua nativa. Ellos también se preocupaban por los enfermos, y que tuvieran un entierro decente.

Los negros angola eran el grupo más numerosos entre los esclavos negros, pero no eran muy valorados (eran los más baratos) porque eran considerados como pusilánimes, enfermizos y pocos propensos a la cristianización.

Un grupo de negros construyeron una cofradía en el barrio de Pachacamilla, llamado así porque habitaron allí unos indígenas de la zona prehispánica de Pachacamac. En una de sus paredes de adobes, un negro angoleño, bajo inspiración divina, plasmó en 1651 la imagen de Cristo crucificado. La imagen fue pintada al templo en una pared tosca, cerca de una acequia de regadío y con un acabado imperfecto. El esclavo angoleño no tuvo estudios de pintura y ejecutó la obra por su propia fe y devoción a Cristo.

El 13 de noviembre de 1655, a las 14:45 horas, un fuerte terremoto estremeció Lima y Callao, derrumbando templos, mansiones y las viviendas más frágiles, generando miles de víctimas mortales y damnificados. El temblor, afectó también la zona de Pachacamilla, donde todas las paredes del local de la cofradía se derrumbaron menos una: el débil muro de adobe donde estaba la imagen de Cristo, quedó intacto y sin ningún daño. Fue el primer milagro.

Tras ese milagro, se efectuaron reuniones para venerar la imagen los viernes por la noche. Los pobladores llevaban flores, perfumaban el ambiente, entonaban plegarias y con el correr del tiempo fue aumentando la peregrinación. Viendo con malos ojos todos estos hechos el párroco de San Sebastián, José Laureano de Mena, hace de conocimiento al entonces virrey conde de Lemos, don Pedro Antonio Fernández de Castro que intervenga como autoridad, para que prohibiese las reuniones y que diera la orden irrevocable de borrar al Cristo, ya que, según su criterio, estaba fuera de los cultos religiosos

El virrey mandó al promotor fiscal del Arzobispado José Lara y Galván, quien verificó la existencia de la imagen de Cristo Crucificado. Dictaminó que se borre la imagen entre los días 6 y 13 de setiembre de 1671. El primer en intentarlo fue un pintor indio, quien al momento de subir por la escalera, sintió temblores y escalofríos, teniendo que ser atendido para proseguir luego con su tarea. Pero fue tal su impresión que bajó raudamente y se alejó asustado del lugar.

El segundo hombre se acercó a la imagen, pero algo vio en ella que le hizo desistir de raspar la imagen. El tercero, fue un soldado real de ánimo más templado, éste subió, pero bajó rápidamente explicando luego que cuando estuvo frente a la imagen, vio que ésta se ponía más bella y que la corona de espinas se tornaba verde.

Ante la insistencia de las autoridades por borrar la imagen, la población manifestó su disgusto y comenzó a protestar. Por ello, el virrey y el vicario del Arzobispado, decidieron revocar la orden y el vicario autorizó su culto. Tras una visita del virrey, se dispuso el levantamiento de una ermita provisional y el 14 de setiembre se celebró la primera misa oficial en la ermita.

El 20 de octubre de 1687, otro violento terremoto arrasó con Lima y el Callao, derribando la ermita edificada en honor al Cristo. Pero como sucedió anteriormente, la imagen del Señor quedó en pie, por lo que se ordenó la confección de una copia al óleo y que saliera por primera vez en andas por las calles de Pachacamilla. 

IMAGINO...

Imagino

Imagino un mundo donde las personas se reconocen desde siempre por la transparencia de sus ojos y la tranquilidad de su sonrisa.

Imagino que su corazón esta tan lleno de amor que resulta contagioso, de solo acercarse, de solo rozarse un brazo al momento de una oración.

Imagino un mundo donde los abrazos casi que se dan a través de la envoltura de unas hermosas palabras.

Imagino un mundo donde las personas se encuentran sin motivo aparente, donde el tiempo no existe, en el espacio donde pueden florecer .

Imagino un mundo donde Dios se asegura que los encuentros no solo sean virtuales sino en la calle.

Imagino un mundo como el de esta mañana.

LUCAS, SANTO - 18 DE OCTUBRE - EVANGELISTA

Autor: P. Angel Amo | Fuente: Catholci.net
Lucas, Santo
Evangelista, 18 de octubre




Breves notas en las Cartas de San Pablo son las únicas noticias que la Sagrada Escritura nos presenta sobre San Lucas, el solícito investigador de la buena noticia y autor del tercer Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles. Por sus apuntes de viaje, es decir, por las páginas de los Hechos en los que San Lucas habla en primera persona, podemos reconstruir parte de su actividad misionera. Fue compañero y discípulo de los apóstoles. El historiador Eusebio subraya: “... tuvo relaciones con todos los apóstoles, y fue muy solícito”. De esta sensibilidad y disponibilidad suyas hacia el prójimo nos da testimonio el mismo San Pablo, unido a él por grande amistad. En la carta a los Colosenses leemos: “Os saluda Lucas, médico amado...”.

La profesión médica nos trace suponer que él se dedicó mucho tiempo al estudio. Su formación cultural se nota también por el estilo de sus libros: su Evangelio está escrito en un griego sencillo, limpio y bello, rico en términos que los otros tres evangelistas no tienen. Hay que hacer otra consideración sobre su Evangelio, a más del hecho estilístico e historiográfico: Lucas es el evangelista que mejor que lo otros nos pintó la humana fisonomía del Redentor, su mansedumbre, sus atenciones para con los pobres y los marginados, las mujeres y lo pecadores arrepentidos. Es el biógrafo de la Virgen y de la infancia de Jesús. Es el evangelista de la Navidad. Los Hechos de los Apóstoles y el tercer Evangelio nos hacen ver el temperamento de San Lucas, hombre conciliador, discreto, dueño de sí mismo; suaviza o calla expresiones que hubieran podido herir a algún rector, con tal que esto no vaya en perjuicio de la verdad histórica.
Al revelarnos los íntimos secretos de la Anunciación, de la Visitación, de la Navidad, él nos hace entender que conoció personalmente a la Virgen. Algún exégeta avanza la hipótesis de que fue la Virgen María misma quien le transcribió el himno del “Magnificat”, que ella elevó a Dios en un momento de exultación en el encuentro con la prima Isabel. En efecto, Lucas nos advierte que hizo muchas investigaciones y buscó informaciones respecto de la vida de Jesús con los que fueron testigos oculares.

Un escrito del siglo II, el Prólogo antimarcionista del Evangelio de Lucas, sintetiza el perfil biográfico del modo siguiente: “Lucas, un sirio de Antioquía, de profesión médico, discípulo de los apóstoles, más tarde siguió a San Pablo hasta su confesión (martirio). Sirvió incondicionalmente al Señor, no se casó ni tuvo hijos. Murió a la edad de 84 años en Beocia, lleno de Espíritu Santo”. Recientes estudios concuerdan con esta versión.

ORACIÓN A SAN LUCAS


lunes, 17 de octubre de 2011

ATENCIÓN PERSONALIZADA



Atención personalizada
Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.


Aunque el egoísmo nos distraiga mucho tiempo ocupándonos enteros solo en nuestras propias ‘cositas’ personales, tarde o temprano descubrimos que necesitamos de los otros no para usarlos o sacarles provecho, sino para interactuar, trabajar juntos, acompañarnos en las dificultades, dialogar, unir fuerzas frente a la adversidad, proyectar algo más grande que nuestra sola visión personal corta y pobre cuando es solitaria.

Desmigajado, el mundo se derrama en infinidad de fragmentos; en múltiples individualidades solitarias que no logran unirse en un proyecto común, que no encuentran la dirección de la solidaridad y la fraternidad que orienta en el sentido del bien común. Y por eso estas individualidades solitarias se chocan en infinitos desencuentros que plasman la injusticia, el dolor la miseria de este mundo roto.

Por eso ya en los primeros párrafos de esas cartas de Dios que son los libros sagrados aparece la afirmación de Dios: ‘No es bueno que el hombre esté solo’, que Jesús asumirá hasta las últimas consecuencias hasta concretar su modo de ser y de vivir en un mandato universal: ‘ámense entre ustedes así como yo los amo’.

Su ser es la plenitud de la apertura al otro, de la magnanimidad, del dar y ‘perder’ la vida en el servicio de amor.

Si pudiéramos mirar en sus entrañas, en su corazón, nos veríamos como en un espejo, bien definidos con nuestros rasgos más profundos, nuestros deseos más hondos, nuestras penas y angustias más amargas. Porque toda la ‘carne’ de Jesús de Nazaret, sus huesos, cada célula de su piel le sirven para sentirnos, para percibirnos, para escucharnos, para mirarnos, para ocuparse de nosotros.

¿QUIERES AYUDAR?

¿Quieres ayudar?


¿Quieres ayudar? Ayúdate primero.
Sólo los amados, aman.
Sólo los libres liberan.
Sólo son fuentes de paz quienes están en paz consigo mismos.
Los que sufren, hacen sufrir.
Los fracasados necesitan ver fracasar a otros.
Los resentidos, siembran violencia.
Los que tienen conflictos, provocan conflictos a su alrededor.
Los que no se aceptan, no pueden aceptar a los demás.

Es tiempo perdido y utopía pura pretender dar a tus semejantes lo
que tú no tienes. ¡Debes empezar por ti mismo!

Motivarás a realizarse a tus allegados en la medida en que tú estés realizado.
Amarás realmente al prójimo en la medida en que aceptes y ames serenamente tu persona y tu pasado.
Amarás al prójimo como a ti mismo, sin perder de vista la medida en que eres "tú mismo".

Para ser útil a otros, el importante debes ser tú mismo.
¡Sé feliz tú y tus semejantes se llenarán de alegría!

LA NECESIDAD DEL SILENCIO...

La necesidad del silencio

• 1) Para saber

Hace pocos días el Papa Benedicto XVI visitó un monasterio: la Cartuja de San Bruno, que se caracteriza por custodiar con particular cuidado el silencio y la soledad. Recordando a San Bruno,  destacaba la necesidad de estar "Captus ab Uno", es decir, estar "aferrado por el Uno", por Dios. Pues hoy en día, el progreso técnico, los transportes y las comunicaciones, han hecho la vida del hombre más confortable, pero también más agitada. Las ciudades son casi siempre ruidosas, raramente hay silencio, incluso de noche.

El peligro está en que nos impidan percibir la presencia de Dios, que se nos dificulte experimentar la Plenitud, la Realidad más real que exista, y que está más allá de la dimensión sensible.

Cada vez más, incluso sin darse cuenta, las personas están inmersas en una dimensión virtual a causa de mensajes audiovisuales que lo acompañan todo el día. Quienes han nacido en esta condición, parecen querer llenar de música y de imágenes cada momento vacío, casi por el miedo de sentir, precisamente, este vacío. Muchos parecen incapaces de quedarse durante mucho rato en silencio y en soledad, temiendo encontrar en su interior un vacío.

• 2) Para pensar

Basado en un relato de Anthony de Melo, la siguiente historia nos muestra el temor para encontrarnos con la verdad misma.

Sucede que un hombre caminaba por las calles de la ciudad cuando un modesto local le llamó la atención. Intrigado se acercó y pudo leer un cartelito que anunciaba: “Tienda de la verdad”.

El hombre sorprendido entró. Se acercó a la señorita que estaba atendiendo y preguntó: “Perdón, ¿esta es la tienda de la verdad?” Le respondió: “Sí, señor, ¿qué tipo de verdad quiere: la parcial, la relativa, la estadística o la completa?”

Nunca se había imaginado que esto era posible, llegar y llevarse la verdad, era maravilloso.

“Quiero la Verdad completa -contestó el hombre sin dudarlo- estoy tan cansado de mentiras y de falsificaciones; no quiero más generalizaciones, justificaciones, ni engaños”.

“Muy bien, pero… ¿el señor sabe el precio?”

“No, ¿cuál es?”, pues estaba dispuesto a pagar lo que fuera.

“Si usted se la lleva, el precio es que nunca más podrá estar en paz”.

Un frío corrió por la espalda del hombre, nunca se había imaginado que el precio fuera tan grande. “Gra... gracias, disculpe...”, balbuceó.

Se dio vuelta y salió triste y avergonzado al darse cuenta de que no estaba preparado para la verdad, de que todavía necesitaba de mentiras donde encontrar descanso, de trampas y apariencias para sentirse superior, algunas justificaciones para no tener que enfrentarse consigo mismo. “Quizás más adelante”, pensó...

• 3) Para vivir

El hombre ha de ser capaz, decía el Papa, de percibir a Dios, que es la Verdad, en medio del mundo, una presencia perceptible en toda criatura: en el aire que respiramos, en la luz que vemos y nos calienta, en la hierba, en los demás... Dios, Creador de todas las cosas, pero está más allá, y precisamente por esto es el fundamento de todo.

Que sepamos encontrar en el día momentos de silencio para comunicarnos con el Señor, de tal manera que luego, en las diversas actividades, seamos conscientes de su presencia.

Pbro. José Martínez Colín

sábado, 15 de octubre de 2011

ALEGRÍA EN TU CORAZÓN


Alegría en tu corazón
Autor: Eileen Caddy, Libro: Dios me hablo


Comienza el día con alegría en tu corazón y pala­bras de agradecimiento en tus labios. Hay tanto por lo cual estar agradecido. Eleva tu con­ciencia de inmediato.

Comenzar el día embotado y confuso no es prove­choso para ti, ni para tu familia, ni para nadie.

Si te sientes con espíritu crítico hacia alguien, encuentra algo en esa persona que sea positivo y bueno.

Concéntrate en esto hasta que sientas que el amor fluye a través de ti hacia esa persona.

Sé paciente y afectuoso y nunca, en ningún mo­mento, te desesperes por el alma de nadie.

En algún lugar, de algún modo, podrás estar en contacto con eso que traerá nueva vida, alegría y esperanza.

La clave está allí, oculta quizás. Deja que esto sea como la búsqueda del tesoro, una pista que conduce a la próxima, hasta que llega al alma.

La perseverancia es fundamental.

Llegar a algunas almas es más difícil que llegar a otras, pero aquellas son frecuentemente las que nece­sitan ser alcanzadas.
Elige las más difíciles; haz esto con Mi ayuda y Mi guía constante y no podrás fallar.

Bendice todo, da gracias continuamente, llena tu co­razón con amor e irradia esto a todos los que están en contacto contigo.

SANTA TERESA DE ÁVILA - 15 DE OCTUBRE

Autor: P. Angel Amo | Fuente: Catholic.net
Teresa de Jesús (de Ávila), Santa
Doctora de la Iglesia, 15 de octubre
Teresa de Jesús (de Ávila), Santa

Virgen Carmelita
Doctora de la Iglesia

Martirologio Romano: Memoria de santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia, que nacida en Ávila, ciudad de España, y agregada a la Orden de los Carmelitas, llegó a ser madre y maestra de una observancia más estrecha, y en su corazón concibió un plan de crecimiento espiritual bajo la forma de una ascensión por grados del alma hacia Dios, pero a causa de la reforma de su Orden hubo de sufrir dificultades, que superó con ánimo esforzado, y compuso libros en los que muestra una sólida doctrina y el fruto de su experiencia (1582).

Etimología: Teresa = Aquella que es experta en la caza, viene del griego


Nacida en Ávila el año 1515, Teresa de Cepeda y Ahumada emprendió a los cuarenta años la tarea de reformar la orden carmelitana según su regla primitiva, guiada por Dios por medio de coloquios místicos, y con la ayuda de San Juan de la Cruz (quien a su vez reformó la rama masculina de su Orden, separando a los Carmelitas descalzos de los calzados). Se trató de una misión casi inverosímil para una mujer de salud delicada como la suya: desde el monasterio de San José, fuera de las murallas de Avila, primer convento del Carmelo reformado por ella, partió, con la carga de los tesoros de su Castillo interior, en todas las direcciones de España y llevó a cabo numerosas fundaciones, suscitando también muchos resentimientos, hasta el punto que temporáneamente se le quitó el permiso de trazar otras reformas y de fundar nuevas cases.

Maestra de místicos y directora de conciencias, tuvo contactos epistolares hasta con el rey Felipe II de España y con los personajes más ilustres de su tiempo; pero como mujer práctica se ocupaba de las cosas mínimas del monasterio y nunca descuidaba la parte económica, porque, como ella misma decía: “Teresa, sin la gracia de Dios, es una pobre mujer; con la gracia de Dios, una fuerza; con la gracia de Dios y mucho dinero, una potencia”. Por petición del confesor, Teresa escribió la historia de su vida, un libro de confesiones entre los más sinceros e impresionantes. En la introducción hace esta observación: “Yo hubiera querido que, así como me han ordenado escribir mi modo de oración y las gracias que me ha concedido el Señor, me hubieran permitido también narrar detalladamente y con claridad mis grandes pecados. Es la historia de un alma que lucha apasionadamente por subir, sin lograrlo, al principio”. Por esto, desde el punto de vista humano, Teresa es una figura cercana, que se presenta como criatura de carne y hueso, todo lo contrario de la representación idealista y angélica de Bernini.

Desde la niñez había manifestado un temperamento exuberante (a los siete años se escapó de casa para buscar el martirio en Africa), y una contrastante tendencia a la vida mística y a la actividad práctica, organizativa. Dos veces se enfermó gravemente. Durante la enfermedad comenzó a vivir algunas experiencias místicas que transformaron profundamente su vida interior, dándole la percepción de la presencia de Dios y la experiencia de fenómenos místicos que ella describió más tarde en sus libros: “El camino de la perfección”, “Pensamientos sobre el amor de Dios” y “El castillo interior”.

Murió en Alba de Tormes en la noche del 14 de octubre de 1582, y en 1622 fue proclamada santa. El 27 de septiembre de 1970 Pablo VI la proclamó doctora de la Iglesia.Si quieres ahondar más en la vida de Santa Teresa de Ávila consulta:

  • Teresa de Jesus, Fundadora y Orante
  • Una Santa muy Española
  • EWTN
  • Corazones.org
  • Editorial Monte Carmelo
  • Fiesta de santa Teresa de Ávila


  • La Voz de Dios en Santa Teresa de Jesús
  • ¿Qué nos enseña Santa Teresa de Ávila?

    ¿Qué nos enseña Santa Teresa de Ávila?

    A mantenernos en la oración aunque tengamos períodos de aridez espiritual como los que tuvo ella.
    A vencer las dificultades de la vida con buen ánimo y con una gran confianza en Dios. Saber poner en manos de Dios nuestras dificultades.
    A perseverar en las situaciones difíciles de nuestra vida sin perder de vista nuestro objetivo: llegar al cielo.
    Paciencia ante las acusaciones de las gentes. No guardó rencor a la gente que tanto se opuso a ella y sus ideas.
    Valor ante las dificultades. Era capaz de solucionar los problemas que se le iban presentando.
    Aceptar la voluntad de Dios en su vida.
    A escuchar a Dios en la oración.
    A ofrecer a Dios también las cosas alegres y no sólo los sufrimientos.

    PENSAMIENTO DE SANTA TERESA DE ÁVILA


    viernes, 14 de octubre de 2011

    OBSEQUIOS A LA VIRGEN MARÍA


    Obsequios a la Virgen María

    Que los hijos amantes suelen tributar a su Santísima Madre; y pueden servir de flores  espirituales. 


    1) Consagrarle el mes que va desde el 7 de noviembre al 7 de diciembre. 


    2) Tener una imagen de María adornada en casa, y obsequiarla lo mejor que se pueda. 


    3) Saludarla afectuosamente al pasar delante de alguna iglesia o imagen suya. 


    4) Pedirle la bendición al levantarse por la mañana, y al acostarse por la noche. 


    5) Al salir de casa pide a la Virgen que bendiga tus pasos y acciones. 


    6) Inspirar la devoción de María a otros, sobre todo a los hijos y amigos. 


    7) Decir con grande afecto el Avemaría cuando diere el reloj. 


    8) En los peligros y tentaciones acogerse al manto de la Virgen invocando su auxilio. 


    9) Decir mañana y tarde un Avemaría con alguna oración a la Virgen.
    10) Decir con toda confianza el “Acordaos” para alcanzar una buena muerte. 


    11) No dejes pasar día alguno sin ofrecer tu familia y tus trabajos a la Virgen. 


    12) Hacer a María protectora del hogar y la familia. 


    13) Llevar siempre algún escapulario o medalla de la Virgen. 


    14) Oír o hacer celebrar Misa en honor a María Santísima. 


    15) Visitar alguna Iglesia o altar consagrado a María. 


    16) Dar limosna a los pobres en obsequio de nuestra Señora. 


    17) Visitar y consolar algún enfermo por amor a María. 


    18) Socorrer a las almas del purgatorio más devotas de María rezando por ellas. 


    19) Entrar en alguna Congregación de la Virgen y observar fielmente sus estatutos. 


    20) Llevar medalla de la Virgen, y, apretándola de cuando en cuando al corazón, decirle: yo te lo  entrego para siempre, oh Madre mía. 


    21) Compadecerse de los dolores de la Virgen y rezar en su honor siete Avemarías. 


    22) Tener los sentidos, principalmente la vista, recogidos en honor de la Virgen. 


    23) Rezar con especial devoción el Angelus. 


    24) Ejercitarse en algún trabajo bajo y humilde por amor a María. 


    25) Ofrecer de cuando en cuando las penas y trabajos a María. 


    26) Imitar las virtudes de la Virgen, y para esto preguntarse a menudo: ¿qué haría María puesta  en las circunstancias en que yo me hallo? 


    27) Ofrecer el Corazón a la Virgen. 


    28) Trabajar en la conversión de algún pecador. 


    29) Frenar la lengua en honor de María. 


    30) El principal obsequio y el más agradable a María es perseverar, en su devoción, cualquiera  sea. 


    31) Rezar por el Santo Padre. 


    32) Hacer comuniones espirituales durante el día. 


    33) Rezar con fervor el Santo Rosario. 


    34)Hacer alguna mortificación en la comida. 

    35)Rezar por las misiones y los misioneros. 


    36) Hacer una visita a Jesús sacramentado. 


    37) Lectura espiritual sobre la Virgen. 


    38) Rezar por nuestro Padre Fundador y sus intenciones.

    Fuente: cristorey.org

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    En cierta ocasión, un reportero le preguntó a un agricultor si podía divulgar el secreto de su maíz, que ganaba el concurso al mejor producto, año tras año.  El agricultor confesó que se debía a que compartía su semilla con sus vecinos.

    "¿Porqué comparte su mejor semilla de maíz con sus vecinos, si usted también entra al mismo concurso año tras año?" preguntó el reportero.

    "Verá usted, señor," dijo el agricultor, "¿no lo sabía usted? El viento lleva el polen del maíz maduro, de un sembrío a otro.  Si mis vecinos cultivaran un maíz de calidad inferior, la polinización cruzada degradaría constantemente la calidad del mío.  Si voy a sembrar buen maíz, debo ayudar a que mi vecino también lo haga"

    Y lo mismo es con otras situaciones de nuestra vida.  Quienes quieran lograr el éxito, deben ayudar que sus vecinos también tengan éxito.  Quienes decidan vivir bien, deben ayudar  a que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca.  Y quienes optan por ser felices, deben ayudar a que otros encuentren la felicidad, porque el bienestar de cada uno se halla unido al bienestar de todos.

    DATE CUENTA DE

    Te has dado cuenta que...

    Cuando otro actúa de esa manera, decimos que tiene mal genio; pero cuando tú lo haces, son los nervios.

    Cuando el otro se apega a sus métodos, es obstinado; pero cuando tú lo haces, es firmeza.

    Cuando el otro no le gusta tu amigo, tiene prejuicios; pero cuando a ti no te gusta su amigo, sencillamente muestras ser un buen juez de la naturaleza humana.

    Cuando el otro hace las cosas con calma, es una tortuga; pero cuando tú lo haces despacio es porque te gusta pensar las cosas.

    Cuando el otro gasta mucho, es un despilfarro; pero cuando tú lo haces, eres generoso.

    Cuando el otro encuentra defectos en las cosas, es maniático; pero cuando tú lo haces, es porque sabes discernir.

    Cuando el otro tiene modales suaves, es débil; cuando tú lo haces, eres cortés.

    Cuando el otro rompe algo, es torpe; cuando tú lo haces  eres enérgico.

    ¿Por qué te fijas en las astillas que tiene tu hermano y no te fijas en la viga que tienes en el tuyo?

     Veamos las virtudes de los demás, y dejemos de juzgar, que conforme a nuestro juicio seremos juzgados. 

    jueves, 13 de octubre de 2011

    FUENTES DE LA MARIOLOGIA

    Fuentes de la Mariologia
    Congregación para el Clero, Vaticano

    Obtenemos noticias sobre la Virgen Madre de Dios y de la Iglesia:

    De las fuentes de la Revelación: Palabra de Dios escrita (Sagrada Escritura) y Palabra de Dios transmitida de viva voz a través de todas las generaciones (Tradición).

    LA SAGRADA ESCRITURA, en el Antiguo Testamento, nos habla de la Virgen de manera misteriosa.

    En el GENESIS aparece íntimamente llegada a la promesa del Redentor inmediatamente después del pecado de nuestros progenitores, así como Eva estaba íntimamente ligada con Adán en la comisión de ese pecado. Las palabras de Yahvé:

    " Yo pongo enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo; él te aplastará la cabeza mientras tú te abalances a su calcañal " (Gén 3, l5),

    Nos hacen ver a Cristo con María triunfando sobre el demonio tentador.

    En las personas bíblicas de Rut, Judit, Ester, así como en la Esposa de los Cantares y, sobre todo en la Hija de Sión, se ha visto vislumbrada la figura de María, así como en múltiples textos de los libros sapienciales, que la Iglesia recibe en su liturgia mariana.

    Así también aparece, según el mismo entender de los santos padres, la figura del misterio de la Virgen Fecunda en la nube que el profeta Elías divisara desde el Monte Carmelo, y que se convirtió en abundante lluvia (l Re l8, 44), con grandes beneficios para la tierra de Israel esterilizada tras larga sequía.

    En el NUEVO TESTAMENTO aparece María aureolada de una sobriedad maravillosa que hace más admirables y llenos de frescor natural los relatos. En los Sinópticos (Evangelios de San Mateo, San Marcos y San Lucas), especialmente en San Lucas, se nos manifiesta la presencia histórica de María en los hechos de la Infancia del Señor. El Evangelio de San Juan nos complementa, por decirlo así, la Mariología del Nuevo Testamento con el relato detallado del papel espiritual de María en las Bodas de Caná y al pie de la Cruz del Señor, en el Calvario. (Jn 2,l2, l9,25-27)

    LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES nos completan la figura neotestamentaria de María, describiéndonos su presencia en la naciente Iglesia del Cenáculo y Pentecostés y, por fin, en el Apocalipsis se vislumbra, según la constante interpretación de la Iglesia en sus Santos Padres y en la Liturgia, el misterio de la gloria de María.

    LA TRADICION, segunda gran fuente de la Palabra de Dios revelada, nos presenta a María, bien sea a través de las decisiones de los concilios y de los Sumos Pontífices acerca de sus diversos misterios, o bien en los comentarios de los Santos Padres y escritores eclesiásticos, así como también en las manifestaciones de la arqueología, del arte cristiano de todos los tiempos, y de la liturgia.

    Fuente: Clerus.org

    BIENANVENTURANZAS DE LA AMISTAD

    Bienaventuranzas de la amistad

    1.  Felices los amigos que son pobres de espíritu y siempre están abiertos a dar y recibir.


    2. Felices los amigos que aún en el dolor se dan con alegría.


    3. Felices los amigos que esperan con paciencia el crecimiento del amigo.


    4. Felices los amigos que juntos fomentan y viven la justicia y el amor.


    5. Felices los amigos que son compasivos y misericordiosos.


    6. Felices los amigos que promueven la paz y defienden la vida.


    7. Felices los amigos que temen la persecución por defender la verdad, la justicia y el amor.


    8. Felices los amigos que cantan su fe y la manifiestan con valor y esperanza.

    A JESÚS HOSTIA

    A Jesús Hostia
    Autor: Hernando Holguín y C.


    Oh, vivir junto a Ti; siempre a tu lado
    descanso hallar y conversar contigo,
    ser de tu amor y tu bondad testigo,
    Tú, de bondad y amor, nunca saciado.

    En tu bendito Corazón sagrado
    poner la frente y encontrar abrigo,
    como la puso tu mejor amigo,
    tu dulce Juan, ¡tu compañero amado!

    Oh, vivir junto a Ti, cual la sencilla
    lámpara tenue que callada brilla
    entre las sombras de tu templo santo;

    y mientras rueda en su bullicio el mundo,
    solo contigo, en éxtasis profundo,
    darte mi amor y mi abundoso llanto.

    CAMINANDO POR JESÚS


    miércoles, 12 de octubre de 2011

    OBEDIENCIA DE MARÍA

    Las Virtudes de María
    Obediencia de María
    San Alfonso María de Ligorio



    Por el amor que María tenía a la virtud de la obediencia, cuando recibió la Anunciación del ángel san Gabriel no quiso llamarse con otro nombre más que con el de esclava: "He aquí la esclava del Señor". Sí, dice santo Tomás de Villanueva, porque esta esclava fiel ni en obras ni en pensamiento contradijo jamás al Señor, sino que, desprendida de su voluntad propia, siempre y en todo vivió obediente al divino querer. Ella misma declaró que Dios se había complacido en esta su obediencia cuando dijo: "Miró la humildad de su esclava" (Lc 1,48), pues la humildad de una sierva se manifiesta en estar pronta a obedecer. Dice san Agustín que la Madre de Dios, con su obediencia, remedió el daño que hizo Eva con su desobediencia. La obediencia de María fue mucho más perfecta que la de todos los demás santos, porque todos ellos, estando inclinados al mal por la culpa original, tienen dificultad para obrar el bien, pero no así la Virgen. Escribe san Bernardino: María, porque fue inmune al pecado original, no tenía impedimentos para obedecer a Dios, sino que fue como una rueda que giraba con prontitud ante cualquier inspiración divina. De modo que, como dice el mismo santo, siempre estaba contemplando la voluntad de Dios para ejecutarla. El alma de María era, como oro derretido, pronta a recibir la forma que el Señor quisiera.

    Bien demostró Maria lo pronto de su obediencia cuando por agradar a Dios quiso obedecer hasta al emperador romano, emprendiendo el viaje a Belén estando en estado y en pobreza, de modo que se vio constreñida a dar a luz en un establo. También, ante el aviso de san José, al punto, la misma noche, se puso en camino hacia Egipto, en un viaje largo y difícil. Pregunta Silveira: ¿Por qué se reveló a José que había que huir a Egipto y no a la Virgen que había de experimentar en el viaje más trabajos? Y responde: Para darle ocasión de ejercitar la obediencia, para la cual estaba muy preparada. Pero, sobre todo, demostró su obediencia heroica cuando por obedecer a la divina voluntad consintió la muerte de su Hijo con tanta constancia. Por eso, a lo que dijo una mujer en el Evangelio: "Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron", Jesús respondió: "Más bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la cumplen" (Lc 11,28). En consecuencia, conforme a Beda el Venerable, María fue más feliz por la obediencia al querer de Dios que por haber sido hecha la Madre del mismo Dios.

    Por esto agradan muchísimo a la Virgen los amantes de la obediencia. Se cuenta que se le apareció la Virgen a un religioso franciscano llamado Accorso cuando estaba en la celda, pero en ese instante fue llamado para confesar a un enfermo y se fue. Mas al volver encontró que María lo estaba esperando, alabándole mucho su obediencia. Como, al contrario, reprendió a un religioso que después de tocar la campana se quedó completando ciertas devociones.

    Hablando la Virgen a santa Brígida de la seguridad que da el obedecer al padre espiritual, le dijo: La obediencia es la que introduce a todos en la gloria. Porque, decía san Felipe Neri, que Dios no nos pide cuenta de lo realizado por obedecer, habiendo dicho él mismo: "El que a vosotros oye, a mí me oye; el que a vosotros desprecia, a mí me desprecia" (Lc 10,16). Reveló también la Madre de Dios a santa Brígida que ella, por los méritos de su obediencia, obtuvo del Señor que todos los pecadores que a ella se encomiendan sean perdonados.

    Reina y Madre nuestra, ruega a Jesús por nosotros, consíguenos por los méritos de tu obediencia ser fieles en obedecer a su voluntad y las órdenes del director espiritual. Amén.

    GRACIAS SEÑOR...

    Gracias Señor...

    Gracias, Señor, por ese mundo lleno de amor que sale a nuestro paso para llenar el corazón con su belleza.

    Gracias por el pan que nos das para aplacar el hambre.

    Por la risa del niño que se vuelve caricia. Por el mar y la nube.
    Por el don de sentir a plenitud la vida.

    Gracias por cada hora, aún cuando no todas sean iguales de buenas.

    Gracias por el valor de la mariposa que enciende sin conciencia de su milagro, un pabilo de ensueño.

    Gracias, Señor, por los espejos maravillosos del mirar de nuestros padres y nuestras mentes.

    Por la amistad que prolonga ese sereno privilegio de ser hermanos.

    Gracias por la lluvia fuerte, por la llovizna bienhechora, por haber puesto trinos y alas en las ramas.

    Gracias por cada gota de rocío y por el arcoiris y por el árbol que madruga su júbilo en el fruto.

    Gracias, Señor, por el ayer que se prendió al recuerdo. Por el hoy que vivimos y por el mañana que nos espera con sus brazos repletos de misterio.

    Gracias, a través de mis labios, desde mi alma, en nombre de aquellos que se olvidaron de dártelas, en nombre de los que somos y los que seremos.

    Gracias por toda la eternidad.

    Amén.
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