domingo, 9 de octubre de 2011

PENSAMIENTO MARIANO 4


Pensamiento Mariano


La contemplación de Cristo tiene en María su modelo insuperable. El rostro del Hijo le pertenece de un modo especial. Ha sido de su vientre donde se ha formado, tomando de Ella una semejanza humana, que evoca una intimidad espiritual más grande todavía. 

SS. Juan Pablo II

sábado, 8 de octubre de 2011

AMISTAD...

Amistad

La amistad es el arte de olvidarse por completo de uno mismo.
Para llegar a conocer la personalidad y el carácter de otro también hay que olvidarse de todos los deseos y las necesidades egoístas.
La amistad es aprender a aceptar a una persona, no por lo que es exteriormente, sino por lo que revela desde adentro.
 
Es fortalecerse con las cualidades halladas en un amigo y las experiencias mutuamente compartidas.
Es aprender y llegar a preocuparse por una persona hasta el punto de sufrir cuando ella sufre y de sentir su alegría cuando llega.
 
La amistad es estar dispuesto a dar sin pensar en recibir nada a cambio, a prestar tu apoyo cuando el otro esta débil, a darle tu sonrisa cuando el ha perdido la suya.

La amistad es la fusión de dos almas individuales para formar un espíritu completo, con un lazo común de amor y abnegación.
 
El arte de la amistad, en su forma mas básica, es amor solicito.

BIENAVENTURANZAS DE MARÍA

Bienaventuranzas de María
Padre Ignacio Prado


BIENAVENTURADOS SI RESPONDEMOS A LA IDEA CREADORA DE DIOS

Bienaventurados nosotros si respondemos como ella con todo nuestro ser y en respuesta, va contenida una cooperación perfecta con la gracia de Dios que previene y socorre y una disponibilidad plena y generosa a la acción del Espíritu Santo que hace de nosotros una criatura nueva y abierta a la acción constante y maravillosa de nuestro padre y creador.

BIENAVENTURADOS SI ABIERTOS A SU PALABRA MANTENEMOS UN DIALOGO CONSTANTE CON ÉL

Bienaventurados nosotros si sabemos que creer es "abandonarse" en la verdad misma de la palabra de Dios viviente, sabiendo y reconociendo humildemente cuán inescrutables son sus designios e inescrutables sus caminos. Se conforma a ellos en la penumbra de la fe, aceptando plenamente y con corazón abierto todo lo que está dispuesto en su proyecto eterno de amor.

BIENAVENTURADOS SI EN LAS PRUEBAS Y DIFICULTADES SABEMOS DECIR AMÉN

Bienaventurados nosotros si como Ella, que confió plenamente en Él, en medio de las pruebas y dificultades de la vida y supo decir cada día con más hondura y radical confianza: "Hágase en mí según tu palabra". Que seamos capaces de crecer y cultivar juntos en familia, en grupo, en comunidad, esa Palabra dicha para cada uno, aceptando, descubriendo, asumiendo en toda su profundidad ese beneplácito amoroso de Dios.

BIENAVENTURADOS SI NOS ADHERIMOS A CRISTO, CAMINO Y VERDAD DE NUESTRAS VIDAS

Bienaventurados nosotros si como Ella, llena de Gracia, que está permanentemente presente en el misterio de Cristo, pegada y adherida a Él en todo su peregrinar (terrestre y celeste) y al mismo tiempo, de modo discreto, pero directo y eficaz, haciendo presente a los hombres el misterio de Jesucristo doloroso, muerto y resucitado. Quien cree en Él no muere, vive para siempre.

BIENAVENTURADOS NOSOTROS SI UNIDOS AL ESPÍRITU HACEMOS IGLESIA

Bienaventurados nosotros si estrechamos nuestra unión y abiertos a la acción fecunda del Espíritu Santo, sabemos aguardar con ánimo abierto y esperanzado, la promesa de los dones del Espíritu para hacer brotar y renacer algo nuevo e inesperado, porque las riquezas del Espíritu son inagotables. Para Dios NADA hay imposible. "Dichosa tú que has creído, porque se hará lo que Él ha dicho".

BIENAVENTURADOS SI SOMOS LIBRES Y VIVIMOS EN LA VERDAD Y LA LUZ

Bienaventurados nosotros si abiertos totalmente a la luz de Dios y orientados hacia Él, por el empuje de la fe, vemos en María, al lado de su hijo, la imagen más perfecta de la libertad y de la liberación de la humanidad y del cosmos. La Iglesia debe mirar hacia Ella, Madre y Modelo, para comprender en su integridad el sentido de su misión expresado en el Magnificat.¡Eso engrandece!

BIENAVENTURADOS SI LA ACOGEMOS EN EL ESPACIO MÁS ÍNTIMO DE NUESTRO SER

Bienaventurados nosotros si como auténticos discípulos de Cristo, como Juan al pie de la Cruz, vivimos esta dimensión Mariana, mediante una entrega filial y confiada a la Madre de Dios, iniciada con el testamento del Redentor en el Calvario, "acogiéndola entre las cosas propias" e introduciéndola en todo el espacio de su vida interior, es decir, en su yo humano y cristiano. Vivir en Él.

BIENAVENTURADOS SI VEMOS EN ELLA EL MODELO DE UNA PERSONA PLENA Y REALIZADA

Cultivando los más altos sentimientos de que es capaz el corazón humano: la oblación total del amor, la fuerza que sabe resistir los más fuertes dolores, la fidelidad sin límites, la laboriosidad infatigable y la capacidad de conjugar la intuición penetrante con la palabra de apoyo y de estímulo. El verdadero sentido de la mujer que la Iglesia descubre a la luz de María. "Tú, que para asombro de la naturaleza humana, has dado el ser humano a tu Creador.


RESERVADO PARA SUS AMIGOS...

Reservado para sus amigos
Autor: Santa Clara de Asís


"Coloca tus ojos ante el espejo de la eternidad,
coloca tu alma en el esplendor de la gloria,
coloca tu corazón en aquel que es figura de la sustancia divina
y transfórmate totalmente, por medio de la contemplación,
en la imagen de su divinidad.
Entonces también tú experimentarás
lo que está reservado únicamente a sus amigos,
y gustarás la dulzura secreta que Dios mismo ha reservado
desde el inicio a los que lo aman.
Sin conceder siquiera una mirada a las seducciones,
que en este mundo falaz y agitado
tienden lazos a los ciegos para atraer hacia ellas su corazón,
con todo tu ser ama a aquel que por tu amor se entregó"

TÚ QUE LO ACLARAS TODO

Tú que lo aclaras todo

Espíritu Santo, Tu que me aclaras todo,
que iluminas todos los caminos para que yo alcance mi ideal.

Tu que me das el don Divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen y que en todos los instantes de mi vida estas conmigo.

Quiero en este corto diálogo agradecerte por todo y confirmar que nunca quiero separarme de Ti, por mayor que sea la ilusión material.

Deseo estar contigo y todos mis seres queridos en la gloria perpetua.
Gracias por tu misericordia para conmigo y los mios.
Gracias Dios mio.

viernes, 7 de octubre de 2011

PRIMER VIERNES DEL MES DE OCTUBRE

Primer Viernes del Mes de Octubre
Promesa que se cumple:

"Daré a los sacerdotes el talento de conmover los corazones más empedernidos"

Sagrado Corazón de Jesús... en Vos Confío


La Virgen del Rosario: ¡Vencedora de las batallas!

La Virgen del Rosario: ¡Vencedora de las batallas!

Europa y con ella toda la cristiandad estaba en grave peligro de extinción. Sabemos, por las promesas de Jesucristo, que eso no puede ocurrir pero, humanamente, no había solución para la amenaza del Islam. Los Musulmanes se proponían hacer desaparecer, a punta de espada, el cristianismo. Ya habían tomado Tierra Santa, Constantinopla, Grecia, Albania, África del Norte y España. En esas extensas regiones el cristianismo era perseguido, y muchos mártires derramaron su sangre, muchas diócesis desaparecieron completamente. Después de 700 años de lucha por la reconquista, España y Portugal pudieron librarse del dominio musulmán. Esa lucha comenzó a los pies de la Virgen de Covadonga y culminó con la conquista de Granada, cuando los reyes católicos, Fernando e Isabel, pudieron definitivamente expulsar a los moros de la península en el 1492. ¡La importancia de esta victoria es incalculable ya que en ese mismo año ocurre el descubrimiento de América y la fe se comienza a propagar en el nuevo continente!

La batalla de Lepanto
 
En la época del Papa Pío V (1566 - 1572), los musulmanes controlaban el Mar Mediterráneo y preparaban la invasión de la Europa cristiana. Los reyes católicos de Europa estaban divididos y parecían no darse cuenta del peligro inminente. El Papa pidió ayuda pero se le hizo poco caso. El 17 de septiembre de 1569 pidió que se rezase el Santo Rosario. Por fin en 1571 se estableció una liga para la defensa de Europa. El 7 de octubre de 1571se encontraron las flotas cristianas y musulmanas en el Golfo de Corinto, cerca de la ciudad griega de Lepanto. La flota cristiana, compuesta de soldados de los Estados Papales, de Venecia, Génova y España y comandada por Don Juan de Austria, entró en batalla contra un enemigo muy superior en tamaño. Se jugaba el todo por el todo. Antes del ataque, las tropas cristianas rezaron el santo rosario con devoción. La batalla de Lepanto duró hasta altas horas de la tarde pero, al final, los cristianos resultaron victoriosos.

En Roma, el Papa se hallaba recitando el rosario en tanto se había logrado la decisiva y milagrosa victoria para los cristianos. El poder de los turcos en el mar se había disuelto para siempre. El Papa salió de su capilla y, guiado por una inspiración, anunció con mucha calma que la Santísima Virgen  había otorgado la victoria. Semanas mas tarde llegó el mensaje de la victoria de parte de Don Juan, quién. desde un principio, le atribuyó el triunfo de su flota a la poderosa intercesión de Nuestra Señora del Rosario. Agradecido con Nuestra Madre, el Papa Pío V instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias y agregó a las Letanía de la Santísima Virgen el título de "Auxilio de los Cristianos". Más adelante, el Papa Gregorio III cambió la fiesta a la Nuestra Señora del Rosario.

Los turcos seguían siendo poderosos en tierra y, en el siglo siguiente, invadieron a Europa desde el Este y, después de tomar enormes territorios, sitiaron a Viena, capital de Austria. Una vez mas, las tropas enemigas eran muy superiores. Si conquistaban la ciudad toda Europa se hacia muy vulnerable. El emperador puso su esperanza en Nuestra Señora del Rosario.  Hubo gran lucha y derramamiento de sangre y la ciudad parecía perdida. El alivio llegó el día de la fiesta del Santo Nombre de María, 12 de septiembre, de 1683, cuando el rey de Polonia, conduciendo un ejército de rescate, derrotó a los turcos.

La batalla de Temesvar
El Príncipe Eugenio de Saboya derrotó en Temesvar (en la Rumania moderna) a un ejercito turco dos veces mas grande que el suyo, el 5 de agosto de 1716, que en aquel entonces era la fiesta de Nuestra Señora de las Nieves. El Papa Clemente XI atribuyó esta victoria a la devoción manifestada a Nuestra Señora del Rosario. En acción de gracias, mandó que la fiesta del Santo Rosario fuera celebrada por la Iglesia universal.

SEIS COSAS QUE DAN HONRA

Seis cosas que dan honra
Autor: Padre José Luis Martín Descalzo


La Primera y Principal, el valor de la propia hondura de alma, en capacidad de amor y en apertura de espíritu.

La Segunda, el trabajo, la entrega emocionada a la propia tarea, sea ésta la que sea, hágase con las manos o con el alma, puesto que cuanto hacemos con las manos lo hacemos a la vez con el alma.

La tercera, la entrega a cuantos nos rodean, la solidaridad con todos por encima de razas, colores, aperridos, clases, grupos sociales, sociedades, pensamientos y fortunas.

La cuarta, una incesante búsqueda de la justicia, un agudísimo olfato para encontrar las menores virutas de dolor en los otros, un incansable desasosiego mientras no hayamos encontrado la suficiente felicidad para todos.

La quinta, un apasionado amor a la verdad, un verdadero terror a todo tipo de prejuicios (de derechas o de izquierdas), un constante valor para decir la verdad entera y para decirla -como decía Bernanos- <<sin añadirle ese sádigo placer de hacer daño a quien la escucha>>.

La sexta, e importantísima, una fe radical en el futuro, un saber que los que vienen detrás serán mejores que nosotros, un luchar para que lo sean, una esperanza sin sueños, contruída día a día por todos, y, sobre todo, una invencible alegría, basada en la certeza de que somos amados desde lo alto de los cielos y desde lo ancho de la tierra.


Me gustaría vivir en un mundo en el que fueran estas cosas las valoradas por todos ¿y a ti?

SEÑOR, QUÍTAME TIEMPO

Señor, quítame tiempo
Autor: Alessandro Pronzato
Libro " Tengo ganas de rezar

Señor te he dirigido frecuentemente una oración decididamente sin sentido: te he pedido tiempo.
Mi jornada de veinticuatro horas, no me basta.

Necesito al menos seis horas más para responder a todas las llamadas, atender a los compromisos, despachar el trabajo retrasado, responder puntualmente a las cartas.

Y pedí a todos los que exigían un pedazo de mi tiempo, ya tan escaso, que fueran mis cómplices en aquella petición de una jornada un poco más larga.Espero que no lo hayan hecho.

Solo ahora me doy cuenta de lo equivocado de aquella oración.
Que desfachatez y que presunción, perdóname, Señor.

El tiempo que me has dado, es más que suficiente, lo reconozco, suficiente para hacer aquellas cosas que Tú esperas de mí y para hacerlas bien.

No se trata de tener más tiempo a disposición, sino de tener más ideales a disposición para llenar de significado el tiempo que poseo.
Deseo más bien que mi tiempo sea más rico en significado.

Para eso, te autorizo, Señor a que me quites tiempo.
Esta es mi petición, opuesta a la anterior.

Te pido que me quites horas, de las veinticuatro que tengo a mi disposición. Dos, tres, incluso, seis al menos.
Como quieras mejor.

Que hermosura, Señor, unas cuantas horas tomadas de lo necesario, no de lo superfluo de la jornada, y destinado a Ti.

Poder anunciar: Me faltan seis horas al día, porque las he "despilfarrado" en oración.

Dame la fuerza, Señor, el coraje, la libertad, para realizar este gesto alocado. Entonces estoy seguro de que no desembucharé ya, ante los impacientes y numerosos clientes, la acostumbrada excusa:
"No tengo tiempo"

Podré por el contrario, declarar en tono triunfal: "
¡Tengo Tiempo!" Tiempo para hacer las cosas adecuadas, de la manera adecuada, con el corazón adecuado.

Señor, quítame tiempo, no vendré a pedirte que me pagues los daños por el contrario, te daré las gracias porque el tiempo que me queda, después de tus suculentos cobros, será un tiempo totalmente diverso.

En suma: un capital que aumenta y adquiere valor precisamente cuando disminuye. ¿Vamos a hacer juntos este milagro, Señor?

Amén.

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO - 7 DE OCTUBRE

Autor: . | Fuente: Archidiócesis de Madrid
Nuestra Señora del Rosario
Advocación mariana, 7 de octubre
 
Nuestra Señora del Rosario

Fiesta

Martirologio Romano: Memoria de la santísima Virgen María del Rosario. En este día se pide la ayuda de la santa Madre de Dios por medio del Rosario o corona mariana, meditando los misterios de Cristo bajo la guía de aquélla que estuvo especialmente unida a la encarnación, pasión y resurrección del Hijo de Dios.

Cuenta la leyenda que la Virgen se apareció en 1208 a Santo Domingo de Guzmán en una capilla del monasterio de Prouilhe (Francia) con un rosario en las manos, le enseñó a rezarlo y le dijo que lo predicara entre los hombres; además, le ofreció diferentes promesas referentes al rosario. El santo se lo enseñó a los soldados liderados por su amigo Simón IV de Montfort antes de la Batalla de Muret, cuya victoria se atribuyó a la Virgen. Por ello, Montfort erigió la primera capilla dedicada a la imagen.

En el siglo XV su devoción había decaído, por lo que nuevamente la imagen se apareció al beato Alano de la Rupe, le pidió que la reviviera, que recogiera en un libro todos los milagros llevados a cabo por el rosario y le recordó las promesas que siglos atrás dio a Santo Domingo.

El rezo del Santo Rosario es una de las devociones más firmemente arraigada en el pueblo cristiano. Popularizó y extendió esta devoción el papa san Pío V en el día aniversario de la victoria obtenida por los cristianos en la batalla de Lepanto (1571), victoria atribuída a la Madre de Dios, invocada por la oración del Rosario. Más hoy la Iglesia no nos invita tanto a rememorar un suceso lejano cuanto a descubrir la importancia de María dentro del misterio de la salvación y a saludarla como Madre de Dios, repitiendo sin cesar: Ave María. La celebración de este día es una invitación a meditar los misterios de Cristo, en compañía de la Virgen María, que estuvo asociada de un modo especialísimo a la encarnación, la pasión y la gloria de la resurrección del Hijo de Dios.

Las promesas de la Virgen a los que recen el rosario

Las promesas de la Virgen a los que recen el rosario

Un creciente número de hombres se unió a la obra apostólica de Domingo y, con la aprobación del Santo Padre, Domingo formó la Orden de Predicadores (mas conocidos como Dominicos). Con gran celo predicaban, enseñaban y los frutos de conversión crecían. A medida que la orden crecía, se extendieron a diferentes países como misioneros para la gloria de Dios y de la Virgen.

El rosario se mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos. Cuando la devoción empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alano de la Rupe y le dijo que reviviera dicha devoción. La Virgen le dijo también que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados por medio del rosario y reiteró las promesas dadas a Sto. Domingo referentes al rosario.

Promesas de Nuestra Señora, Reina del Rosario, tomadas de los escritos del Beato Alano:

1. Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
2. Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
3. El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.
4. El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la misericordia divina. Sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo con el amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas.
5. El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.
6. El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna.
7. Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos.
8. Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos bienaventurados.
9. Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario.
10. Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una gloria singular.
11. Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
12. Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
13. He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los cofrades y devotos tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los bienaventurados de la corte celestial.
14. Los que rezan Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.
15. La devoción al Santo rosario es una señal manifiesta de predestinación de gloria.

jueves, 6 de octubre de 2011

COMO REZAR EL SANTO ROSARIO


EL SILENCIO DE MARÍA..

El silencio de María
Padre Ignacio Larrañaga


"Juan fue, seguramente el primero en experimentar aquello que nosotros llamamos la devoción a María: amor filial, admiración, disponibilidad, fe ...

Dios no puede ser objeto de intelección sino de fe. Esto quiere decir que a Dios no se le entiende, se le acoge. Y si se le acoge de rodillas, se le "entiende" mejor.

La fe es eso precisamente: peregrinar, subir, llorar, dudar, esperar, caer y levantarse, siempre caminar como los seres errantes que no saben dónde dormirán hoy y qué comerán mañana.
Como Abraham, como Israel, como Elías, como María.

Pero la peregrinación, normalmente, es desierto.

Eso mismo ocurre entre nosotros. Muchas almas tuvieron en otras épocas visitaciones gratuitas de Dios, experimentaron vivamente su presencia, recibieron gracias infusas y gratuidades extraordinarias, y aquellos momentos quedaron marcados como heridas rojas en sus almas. Fueron momentos embriagadores. Pasan los años. Dios calla. Estas almas son asaltadas por la dispersión y la tentación. La monotonía las invade. Se prolonga obstinadamente el silencio de Dios. Tienen que agarrarse, casi desesperadamente, al recuerdo de aquellas experiencias vivas para no sucumbir ahora.

La grandeza de María no está en imaginarse que ella nunca fue asaltada por la confusión. Está en que cuando no entiende algo, ella no reacciona angustiada, impaciente, irritada, ansiosa o asustada.

En lugar de eso, toma la actitud típica de los Pobres de Dios: llena de paz, paciencia y dulzura, toma las palabras, se encierra en sí misma, y queda interiorizada, pensando: ¿Qué querrán decir estás palabras? ¿Cuál será la voluntad de Dios en todo esto?

La Madre es como una de esa flores que cuando desaparece la claridad del sol se cierran sobre sí mismas: así ella se repliega en su interior y, llena de paz, va identificándose con la voluntad desconcertante de Dios, aceptando el misterio de la vida.

¿Qué se consigue con resistir los imposibles?
En esos momentos nos corresponde actuar como María: cerrar la boca y quedar en paz.

Creer es confiar. Creer es permitir. Creer, sobre todo, es adherirse, entregarse. En una palabra creer es amar. Creer es "caminar en la presencia de Dios" (Gén 17,1). La fe es, al mismo tiempo, un acto y una actitud que agarra, envuelve y penetra todo cuanto es la persona humana: su confianza, su fidelidad, su asentimiento intelectual y su adhesión emocional. Compromete la historia entera de una persona: con sus criterios, actitudes, conducta general e inspiración vital.

A mi entender, las palabras más preciosas de la Escritura son estás: " He aquí la esclava del Señor; hágase en mi según su palabra " (Lc 1,38)

Lo que sabemos, con absoluta certeza, es que la vida normal de esta muchacha de campo fue interrumpida, de forma sorprendente, por una visitación extraordinaria de su Señor Dios.

Frente a la aparición y a estas inauditas proposiciones uno queda pensando cómo esta jovencita no quedó trastornada, cómo no fue asaltada por el espanto y salió corriendo. Siguió llena de dulzura y serenidad.

El hecho de ser inmaculada debió influir decisivamente, porque los desequilibrios son generalmente resultado perturbador del pecado, es decir, el egoísmo.

Todos nosotros llevamos en nuestra constitución personal una franja de soledad en la que y por la que unos somos diferentes de otros. Nadie -excepto Dios- puede compartir ese peso.

Y la pobre muchacha, solitariamente como adulta en la fe, salta por encima de todas las perplejidades y preguntas y, llena de paz, humildad y dulzura, confía y se entrega. "¡Hágase!" Está bien Padre mío.

Sólo un profundo espíritu de abandono y una fe adulta nos librará del desconcierto y nos evitará ser quebratados por el silencio.

Antés de ser Señora nuestra, fue Señora de sI misma."

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES

Oración por los sacerdotes
Autor: Madre Teresa de Calcuta


María Madre de Jesús y de cuantos participan de su misterio
sacerdotal, acudimos a ti como hijos que acuden a su Madre.

Ya no somos niños, sino adultos que de todo corazón desean ser hijos de Dios.

Nuestra condición humana es débil; por eso venimos a suplicar tu ayuda maternal para conseguir sobreponernos a nuestras debilidades. Ruega por nosotros, para que, a nuestra vez, podamos ser personas de oración.

Invocamos tu protección para poder permanecer libres de todo pecado. Invocamos Tu amor para que el amor pueda reinar, y nosotros podamos ser compasivos y capaces de perdonar.

Invocamos tu bendición para que nuestros sacerdotes puedan ser como la imagen de tu Hijo, Señor y Salvador nuestro Jesucristo.

Amén.

BENDITOS SEAN...

Benditos sean

Benditos sean los que tienden la mano para ayudar, los que intentan comprender, los que anhelan compartir.

Benditos sean lo que para dar su opinión no necesitan subirse a ningún podio, los que se hacen tiempo para escuchar y los que saben que siempre hay algo por aprender.

Benditos sean aquellos que tratan de pulir y de borrar sus mezquindades y no simplemente de ocultarlas.

Benditos sean los buenos amigos y el culto a la amistad.

Benditos sean los que llenan las noches de filosofía, los que riegan los caminos hacia la utopía con batallas épicas y los que a cada historia de amor la cargan de locuras.

Benditos sean los que disfrutan del sol y de la luna, del cielo abierto y de la noche cerrada, de escalar la montaña y de zambullirse en el mar.

Benditos sean los que pueden eludir la costra y ver la esencia, los que pueden gozar de la poesía que tiene este mundo maravilloso.

Benditos sean los que no abandonan sus principios ni sus raíces, pero que no se cierran a los cambios ni renuncian a intentar volar.

Benditos sean los que sueñan despiertos, sobre todo si sueñan mejorar el mundo que los rodea, y benditos los que del sueño saltan a la acción.

Benditos los que leen lo que otros escriben, los que escuchan atentamente a quienes tienen necesidad de hablar y los que pierden, a conciencia, para que gane un ser querido.

Benditos sean los que odian el egoísmo, el dolor, y la apatía ante la injusticia.
Benditos sean los que creen que nunca se llega al ideal pero luchan con pasión infatigable por sus ideales.

Benditos sean los que entienden que el amanecer en la playa, el pan recién horneado, la música y las caricias son partes de una fiesta que merecemos todos.

Benditos sean los que piden perdón, los que dicen gracias y los que no se olvidan de decir por favor.

Benditos sean los que aspiran que el mundo tenga lugar suficiente tanto para la hormiga laboriosa como para la cigarra, con su tan necesario arte.

Benditos sean los que quieren abolir las quejas, los que quieren que asciendan mucho los de abajo y desciendan un poco los de arriba, benditos los que quieren que la muerte muera.

Benditos sean los que no subsisten sollozando, mientras esperan el milagro, sino que se proponen forjar algo milagroso.

Benditos sean los que se arriesgan por las causas perdidas, por conquistar corazones y por el bien de los amigos.

Benditos sean los que se arriesgan a mostrar sus sentimientos.

Benditos sean los que se arriesgan.

Benditos sean los que aman la vida.

Benditos sean todos los lugares donde hemos estado, los lugares donde quiero llevarte, los lugares donde estaremos juntos.

Bendito sea el camino que me llevó a conocer tu sonrisa, puerta de tu alma.

Benditos sean tus ojos, porque es bueno que lo sepas, aun en la soledad más profunda me acompaña tu mirada.

miércoles, 5 de octubre de 2011

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


Plegaria Mariana 

Porque en ti veneramos la infinita dulzura,
la señal inequívoca de la vida más pura,
y el hondo sentimiento que se ofrenda en ternura
para que el alma encuentre su senda de ventura.

Venimos a pedirte que seas nuestra guía
y en el tumulto diario de la humana porfía
nos otorgues la gracia, celeste melodía,
de saber que te encuentras en nuestra cercanía.

Venimos a rogarte nos concedas ahora
tu celeste presencia que el corazón implora,
con el éxtasis puro que todo lo colora,
para que estés al lado del alma pecadora.

Con todos nuestros males venimos a rogarte,
porque de toda pena tú eres parte
y todos nuestros daños anhelamos confiarte
y sea nuestro alivio sin recelo nombrarte

Supiste de la angustia que se clava mordiente,
del dolor que penetra cual espada inclemente,
y has sufrido en tu propio corazón la insistente
tristeza irreprimible de una madre sufriente.

Por eso recurrimos, oh Madre, a tu consuelo.
Tú que has sufrido sabes cuál es nuestro desvelo
y comprendes la dulce plenitud de este anhelo
que ansía hallar la senda radiante de tu cielo.

Su ternura hacia un cielo de piedad nos alienta:
por eso repetimos su Nombre en la tormenta,
por eso la llamamos en la hora más cruenta,
y en nuestra propia culpa medimos nuestra afrenta.
Por eso cuando vamos doloridos, llagados,
bajo el fragor y el peso del mal anonadados,
hacemos a la Virgen incesantes llamados
y todos por su nombre salimos consolados.
Amen

EL AMOR Y LOS MILAGROS

El amor y los milagros
Autor: Padre Eusebio Gómez Navarro OCD 
 

La vida está llena de milagros. Más aún, la vida es para hacer milagros.

            El amor lo puede todo: hace ligeras las cargas pesadas, hace dulce lo sabroso, fácil lo difícil y posible lo que parece imposible. “El amor se arma de paz contra el poder, contra la razón, contra el honor, y dulcifica la amargura de todas las violencias, de todos los golpes, de todos los temores” (W. Shakespeare).

Todo es según el color del cristal con que miramos. Cuando se mira con amor, todo cambia en la vida: el paisaje, las personas, la monotonía... Cambia la realidad más difícil, pues “el amor, según yo he oído decir, mira con unos anteojos que hacen parecer oro al cobre, a la pobreza riqueza, y a las legañas perlas” (Miguel de Cervantes). La medida de llevar las empresas más difíciles es el amor. El amor pone alas en la vida. “No es verdad que el amor hace todas las cosas fáciles, sino que el amor te hace capaz de superar las más difíciles” (J. Eliot). De manera parecida se expresa el Kempis cuando dice: “Gran cosa es el amor; él solo hace ligero todo lo pesado y lleva con igualdad todo lo desigual. Pues lleva la carga sin carga, y hace dulce y sabroso todo lo amargo”. Para Dios, que es Amor, todo es posible. Quien ama se asemeja a Dios y todo lo puede conseguir, pues “nada hay difícil para quien ama” (Cicerón).

Las personas que aman tienen una virtud especial para ver todo lo bueno en el corazón de los otros y del mismo mundo. Dios, al terminar la creación, vio que todo era bueno. El amor llena el alma de libertad. “Ama y haz lo que quieras”, decía san Agustín. Porque si el amor es el que guía tu vida, realizarás grandes empresas. Si el amor guía a la humanidad, habrá paz, luz, alegría... “Los seres humanos que quieren tener una vida hermosa, no lo pueden lograr ni por nacimiento, ni por honores, ni por riqueza, ni por cualquier otra cosa, sino únicamente por amor” (Platón).

El amor acerca, une, asemeja... Mientras reina el buen entendimiento, desaparecen las sospechas y las rencillas. Para amar es necesario creer en el amor. Quien ama, confía. Todos los que creen en el amor, aman, y su vida es un canto al amor.

El amor da vida, libera, armoniza, ilumina, mientras que el odio engendra muerte, paraliza, confunde, oscurece. Todos deseamos recibir amor, pero no siempre estamos dispuestos a darlo. “El mejor medio para hacerse amar es amar; y ser amados es el medio para ver seguidos los propios ejemplos, escuchadas las propias palabras, eficaces los propios consejos, creídas las propias afirmaciones, adoptadas las propias creencias (C. de Foucauld).  A la larga o a la corta, el amor siempre resulta. Con el odio y la violencia no se consigue nada; por eso es bueno optar por el amor como fuente de vida. “Donde no hay amor, siembra amor y recogerás amor” (san Juan de la Cruz).

Una de las grandes tareas de los seres humanos es enseñar a amar y volver al amor a quienes lo hubieran perdido. Dios ha creado a la persona para amar, y todos deberíamos ser conscientes de que “en el fondo de todas las almas hay tesoros escondidos que sólo el amor puede descubrir” (E. Rod). El que lo descubre tiene la varita mágica de hacer milagros. Algo que está al alcance de todos, niños y grandes, pobres y ricos, guapos y feos.

JACULATORIA A JESÚS DE LA DIVINA MISERICORDIA


SANTA FAUSTINA KOWALSKA, 5 DE OCTUBRE

Autor: Sinda Miranda
Faustina Kowalska, Santa
Apóstol de la Divina Misericordia, 5 de octubre
Faustina Kowalska, Santa
Apóstol de la Divina Misericordia



Martirologio Romano: En Cracovia, en Polonia, santa María Faustina (Elena) Kowalska, virgen de  las Hermanas de la Bienaventurada Virgen María de la Misericordia, solícita de anunciar el misterio de la divina misericordia (1938).

Fecha de canonización: Fue beatificada el 18 de abril de 1993 y luego canonizada el 30 de abril de 2000, en sendas ceremonias presididas por el Papa Juan Pablo II.

Sor Faustina nació en el año 1905 en la aldea de Glogowiec, cerca de Lodz, como la tercera de diez hermanos en la familia de Kowalski. Desde pequeña se destacó por el amor a la oración, laboriosidad, obediencia y sensibilidad ante la pobreza humana. Su educación escolar duró apenas tres años. Al cumplir 16 años abandonó la casa familiar para trabajar de empleada doméstica en casas de familias acomodadas. A los 20 años entró en la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, donde ­ como Sor María Faustina ­ vivió 13 años cumpliendo los deberes de cocinera, jardinera y portera. Su vida, aparentemente ordinaria, monótona y gris, se caracterizó por la extraordinaria profundidad de su unión con Dios. Desde niña había deseado ser una gran santa y, en consecuencia, caminó hacia este fin colaborando con Jesús en la obra de salvar a las almas perdidas, hasta ofrecerse como sacrificio por los pecadores. Los años de su vida conventual estuvieron marcados, pues, por el estigma del sufrimiento y las extraordinarias gracias místicas.

La misión de sor Faustina consiste en 3 tareas:

Acercar y proclamar al mundo la verdad revelada en la Sagrada Escritura sobre el amor misericordioso de Dios a cada persona.

­ Alcanzar la misericordia de Dios para el mundo entero, y especialmente para los pecadores, por ejemplo a través de la práctica de las nuevas formas de culto a la Divina Misericordia, presentadas por el Señor Jesús: la imagen de la Divina Misericordia con la inscripción: Jesús, en ti confío, la fiesta de la Divina Misericordia, el primer domingo después de la Pascua de Resurrección, la coronilla a la Divina Misericordia y la oración a la hora de la Misericordia (las tres de la tarde). A estas formas de la devoción y a la propagación del culto a la Divina Misericordia el Señor Jesús vinculó grandes promesas bajo la condición de confiar en Dios y practicar el amor activo hacia el prójimo. 

La tercera tarea es inspirar un movimiento apostólico de la Divina Misericordia que ha de proclamar y alcanzar la misericordia de Dios para el mundo y aspirar a la perfección cristiana siguiendo el camino trazado por la beata sor María Faustina. Este camino es la actitud de confianza de niño hacia Dios que se expresa en cumplir su voluntad y la postura de caridad hacia el prójimo. Actualmente este movimiento dentro de la Iglesia abarca a millones de personas en el mundo entero: congregaciones religiosas, institutos laicos, sacerdotes, hermandades, asociaciones, distintas comunidades de apóstoles de la Divina Misericordia y personas no congregadas que se comprometen a cumplir las tareas que el Señor Jesús transmitió por sor María Faustina.

Sor María Faustina manifestó su misión en el Diario que escribió por mandato del Señor Jesús y de los confesores. Registró en él con fidelidad todo lo que Jesús le pidió y describió todos los encuentros de su alma con Él. Secretaria de mi más profundo misterio ‹dijo el Señor Jesús a sor María Faustina‹ tu misión es la de escribir todo lo que te hago conocer sobre mi misericordia para el provecho de aquellos que leyendo estos escritos, encontrarán en sus almas consuelo y adquirirán valor para acercarse a mí (Diario 1693). Esta obra acerca de modo extraordinario el misterio de la misericordia Divina. Atrae no solamente a la gente sencilla sino también a científicos que descubren en ella un frente más para sus investigaciones. El Diario ha sido traducido a muchos idiomas,por citar algunos: inglés, alemán, italiano, español, francés, portugués, árabe, ruso, húngaro, checo y eslovaco.

El 18 de abril de 1993 el Papa Juan Pablo II beatificó a nuestra Sor Faustina Kowalska en la Basílica de San Pedro en Roma. Fue en el primer domingo de Pascua, en el cual, según el pedido expreso de Jesús a Sor Faustina, debía celebrarse la Fiesta de la Misericordia. Y la beatificó precisamente Juan Pablo II, quien siendo aún arzobispo de Cracovia, llevó adelante el proceso arquidiocesano como paso previo a los procesos romanos.

El 30 de abril de 2000, el Santo Padre Juan Pablo II, canonizó a Sor Faustina, en la Basílica de San Pedro, frente a 200.000 devotos de la Divina Misericordia.

EL ATARDECER DE LA VIDA...

El atardecer de la vida

La cruz que llevamos nos parece la más pesada. Creemos que somos los únicos que caminamos por el mundo con ella a cuestas. A veces su peso nos ahoga, sentimos que el pecho se cierra y nos deja sin aire en cada intento de seguir, pesa... sí, pesa...

La cruz que nadie desea llevar... la que queremos abandonar... la que nos tocó en suerte...

La cruz que hizo añicos nuestra felicidad, que oscureció nuestra morada, que lastimó nuestro cuerpo y nuestro espíritu...

La cruz de los problemas, de la infelicidad, de la soledad, del abandono, de la infancia sin juguetes, de la niñez sin padres, del crecimiento a solas, del hogar destruido, de los hijos abandonados, de la mentira, de la estafa, de los que ya no están y dejan en nosotros el dolor de la ausencia...

La cruz de la infidelidad, del engaño, del divorcio, de la humillación, de la perdida de autoestima, del sentir que no somos valiosos...

La cruz de la envidia, de la gula, de la codicia, del egoísmo...

La cruz de la enfermedad que no encuentra su cura, del miedo...

La cruz del trabajo perdido, de la búsqueda incierta...

La cruz de la necesidad, del hambre, de la incertidumbre...

¡Mi cruz es la más pesada!¿Por qué a mi? ¿por qué...? ¿por qué...? ¿por qué...?

Mira a tu alrededor, hay miles caminando contigo, todos llevan una cruz más grande, más chica, más liviana, más pesada...

Algunos caminan arrastrándose porque ya no soportan más su peso, se doblan sus rodillas, porque llevan años cargándola en sus hombros y están lastimados...pero no gritan, no piden ayuda, ni siquiera piensan en detenerse... Siguen... Llevan una sonrisa y la palabra de aliento a quienes la necesitan... Utilizan su experiencia para ayudar a otros... Siembran esperanza en cada lugar por el que pasan...

Mira a tu alrededor...

¿Es tu cruz la más pesada?

Esa cruz que es el símbolo de la vida.

Tu cruz, mi cruz... No son prestadas, son nuestras.

En cada marca de esa cruz se esconde el interior de quien la carga.

La verdadera vida es sólo de aquellos que aprendieron a llevar su cruz con valentía, esfuerzo, voluntad, y por sobre todo con amor, con verdadero amor aún cuando la cruz pesó tanto que se sintieron desfallecer y hoy son ejemplos y modelos para quienes los acompañan en este camino.
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