miércoles, 13 de mayo de 2015

CONTRA LA TIBIEZA, LA EUCARISTÍA


Contra la tibieza, Eucaristía
Porque la tibieza lleva al alma a la rutina, a la indiferencia, a la frialdad, al apartamiento de las cosas de Dios.


Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net




Nos asusta el avance del ateísmo y de la indiferencia religiosa en el mundo. Pero nos debería asustar igual o más ver cómo la tibieza anida en tantos corazones cristianos.

Porque la tibieza lleva al alma a la rutina, a la indiferencia, a la frialdad, al apartamiento de las cosas de Dios.

Porque la tibieza arruina a los jóvenes, los acerca al pecado, los aleja de los sacramentos, los empequeñece en su formación católica.

Porque la tibieza lleva a los esposos a descuidar los gestos de cariño, a no rezar en la mañana o en la noche, a no ir a misa los domingos, a no confesarse más que una vez al año (o incluso más tarde), a usar anticonceptivos con excusas vanas y contra lo que enseña la Iglesia, a no tener aquellos hijos que podrían recibir amorosamente como regalo de Dios.

Porque la tibieza lleva a los trabajadores al mínimo esfuerzo, a pequeñas trampas y robos “insignificantes”, a la mentira, a crearse certificados falsos para no ir a la oficina, a arrojar palabras de crítica para que otro “baje” y uno pueda ascender.

Porque la tibieza lleva a los mismos consagrados, a los religiosos, a los sacerdotes, a pensar más en sí mismos que en las almas que tienen encomendadas, a buscar el menor esfuerzo, a rehuir los trabajos difíciles, a evitarse problemas y “enemigos” al precio de no enseñar a los hombres la belleza y la exigencia del Evangelio.

Pero la tibieza se rompe si nos acercamos al fuego, si dejamos a Dios el primer lugar en la propia vida, si tomamos la Palabra divina y la aplicamos en serio, si estudiamos (para vivirlas) las enseñanzas de la Iglesia.

La tibieza queda herida de muerte, sobre todo, si nos acercamos a la Eucaristía. Si hacemos de la Misa dominical el centro de toda la semana. Si buscamos momentos para visitar, en una iglesia, a Jesucristo presente en el Tabernáculo.

La tibieza retrocede, incluso se apaga, ante la compañía del Cordero, que da su Cuerpo, que da su Sangre, que lava, que cura, que anima, que corrige, que enseña, que susurra al corazón palabras llenas de Amor pleno.

Valen, para romper el cerco de la tibieza, las palabras sinceras y exigentes que Dios dirigió a la Iglesia de Laodicea:

“Conozco tu conducta: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Ahora bien, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca.

Tú dices: «Soy rico; me he enriquecido; nada me falta». Y no te das cuenta de que eres un desgraciado, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo.

Te aconsejo que me compres oro acrisolado al fuego para que te enriquezcas, vestidos blancos para que te cubras, y no quede al descubierto la vergüenza de tu desnudez, y un colirio para que te des en los ojos y recobres la vista.

Yo, a los que amo, los reprendo y corrijo. Sé, pues, ferviente y arrepiéntete. Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo.

Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono. El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias” (Ap 3,15-22).

HOY FIESTA DE LA VIRGEN DE FÁTIMA, PALABRAS Y ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO: 13 DE MAYO 2015


HOY, FIESTA DE LA VIRGEN DE FÁTIMA. PALABRAS Y ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO



La Virgen de Fátima volvió a estar presente, una vez más, en la Plaza de San Pedro, cumpliendo un deseo del Papa Francisco, ya que hoy se recuerda la primera aparición de Nuestra Señora en Cova de Iría (Portugal) a los tres pastorcitos: Lucía, Jacinta y Francisco.

La imagen - bendecida en el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima - acompañó la audiencia semanal del Papa con los peregrinos llegados de tantas partes del mundo. Antes de dar inicio a la audiencia, el Pontífice se detuvo en oración ante la imagen. Luego, destacó la fecha del 13 de mayo:

«En este día de la Virgen de Fátima, los invito a multiplicar los gestos cotidianos de veneración e imitación de la Madre de Dios. Encomiéndenle todo lo que son y todo lo que tienen. Y así lograrán ser un instrumento de la misericordia y de la ternura de Dios para sus familiares, para todos los que los rodean y todos los amigos».
En sus palabras dedicadas a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, el Papa dijo:

«Hoy es la memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen de Fátima. Queridos jóvenes, aprendan a cultivar la devoción a la Madre de Dios, con el rezo cotidiano del Rosario. Queridos enfermos, sientan a María presente en la hora de la cruz, y ustedes, queridos recién casados, récenle para que nunca falte en su hogar el amor y el respeto recíproco».


ACTO DE CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DE FÁTIMA (POR EL PAPA FRANCISCO):

Bienaventurada María Virgen de Fátima,
con renovada gratitud por tu presencia maternal
unimos nuestra voz a la de todas las generaciones
que te llaman bienaventurada.
Celebramos en ti las grandes obras de Dios,
que nunca se cansa de inclinarse con misericordia hacia la humanidad,
afligida por el mal y herida por el pecado,
para curarla y salvarla.

Acoge con benevolencia de Madre
el acto de consagración que hoy hacemos con confianza,
ante esta imagen tuya tan querida por nosotros.
Estamos seguros de que cada uno de nosotros es precioso a tus ojos, y que nada de lo que habita en nuestros corazones es ajeno a ti.

Nos dejamos alcanzar por tu dulcísima mirada
y recibimos la consoladora caricia de tu sonrisa.
Custodia nuestra vida entre tus brazos:
bendice y refuerza todo deseo de bien;
reaviva y alimenta la fe;
sostiene e ilumina la esperanza;
suscita y anima la caridad;
guíanos a todos nosotros por el camino de la santidad.

Enséñanos tu mismo amor de predilección
por los pequeños y los pobres,
por los excluidos y los que sufren,
por los pecadores y los extraviados de corazón:
congrega a todos bajo tu protección
y entrégalos a todos a tu dilecto Hijo, el Señor nuestro Jesús.
Amén.


(Acto de consagración a la Virgen de Fátima, al final de la Misa con ocasión de la Jornada mariana - Plaza de San Pedro, 13 de octubre de 2013)
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...