sábado, 14 de marzo de 2015

TERTULIA ANGELICAL


 TERTULIA ANGELICAL



Unos ángeles estaban de tertulia en el cielo y hablaban de lo que ocurre en la Tierra. Querían repasar las noticias de los últimos años terrícolas:

-Las noticias que llegan del mundo humano son descorazonadoras: guerras, hambres, abortos, infanticidios, abandono de ancianos, congelación y uso de embriones como si fuesen animales de laboratorio... 

-¿No será que los hombres quieren cometer una especie de “suicidio colectivo”? 

-Bueno, bueno, no hay que ser tan pesimistas. También hay cosas buenas. Acabo de encontrarme con una familia “extraña”: los esposos se quieren, se respetan, y son fieles a su matrimonio. Han acogido los 10 hijos que Dios les ha ofrecido, los educan con cariño (que vale mucho más que el dinero), y viven con una alegría envidiable. 

-Pero te olvidas que muchos a su alrededor están criticándoles por su modo de ser “generosos”. Los familiares y amigos dicen que son irresponsables, que no saben en qué mundo viven, que hay que pensar en la carrera de los hijos, que luego habrá problemas de drogas en los más pequeños, etc. 

-No hay que escuchar todo lo que dicen los demás. De lo contrario, nadie podría hacer casi nada: siempre vas a encontrar quien te señale con el dedo. Lo principal es el amor. Si dos esposos se aman y quieren amar los hijos que Dios les permita tener, ¿por qué esa envidia o esa incomprensión que viene de quienes ven cada hijo más como un problema que como una alegría inmensa para sus padres, para el mundo y para el cielo? 

-También he escuchado que hay médicos que se niegan a hacer abortos, y otros que buscan maneras para ayudar a no abortar a las mujeres que sienten una presión muy fuerte para eliminar al hijo más necesitado de ayuda. 

-¿Ves cómo hay cosas buenas allá abajo? Bueno, pido perdón al ángel guardián, pues en el mundo del espíritu no hay arriba y abajo, pero nos entendemos. Lo que importa es mirar a los corazones, y ver que el bien, aunque no aparezca en la televisión, está mucho más activo de lo que se piensa. 

- Me impresionaron mucho esas personas, algunos simples niños, que buscaron maneras para llevarle agua a una pobre señora que estaba agonizando porque le quitaron los tubos de alimentos y de hidratación. Se llamaba Terri y murió el 31 de marzo de 2005, según el calendario de la Tierra. Los policías, claro, tenían que cumplir con su deber, y prefirieron arrestar a estos valientes antes que poner en peligro su carrera. Lo triste es cuando casi todos piensan como los policías: entonces se acabaron los héroes, y las injusticias continúan por años interminables. 

-Héroes los habrá siempre. Acaban de contarme de nuevo la vida del P. Maximiliano Kolbe, que estando prisionero en un campo de concentración, ofreció su vida a cambio de la de un padre de familia, cuyos seres queridos le necesitaban. Hombres y mujeres como él hacen hermosa la Tierra. Aunque a nosotros nos parezca a veces que todo va de mal en peor. 

-Bueno, creo que tenemos que terminar nuestra tertulia de hoy. Acabo de saber que mientras moría aquella señora, Terri (que es una abreviación de Teresa), en un rincón de Europa una señora médica, casada con un médico, daba a luz a su séptima hija, y la van a bautizar con el nombre de Teresa. Será coincidencia, pero frente a quienes buscan la muerte de sus semejantes otros acogen con alegría y generosidad (que a veces implica sacrificios) el nacimiento de nuevos hijos, que algún día también vendrán por acá, a la Casa del Padre. 

-Como siempre digo, los hombres no son tan malos. Si dejásemos que la prensa reservase un 10 por ciento de espacio para buenas noticias, para presentar la generosidad de los que aman la vida de sus semejantes, la gente sería menos pesimista y más dispuesta a hacer el bien. 

El ángel guardián toca la campana. Llega la hora de volver cada uno a sus trabajos. El planeta Tierra gira, las nubes pasean de un lado para otro, y una niña recién nacida puede sentir la caricia de dos padres y seis hermanos que la miran con esa alegría de quienes saben lo hermoso que es la vida enamorada. 

CRISTO QUE NOS LLAMA A LA CONVERSIÓN DEL ESPÍRITU


Cristo que nos llama a la conversión del espíritu
Meditaciones para toda la Cuaresma
Sábado tercera semana Cuaresma. ¿Qué esfuerzo he hecho para que Cristo sea el centro de mi vida?


Por: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net




La experiencia de buscar convertir nuestro corazón a Dios, que es a lo que nos invita constantemente la Cuaresma, nace necesariamente de la experiencia que nosotros tengamos de Dios nuestro Señor. La experiencia del retorno a Dios, la experiencia de un corazón que se vuelve otra vez a nuestro Señor nace de un corazón que experimenta auténticamente a Dios. No puede nacer de un corazón que simplemente contempla sus pecados, ni del que simplemente ve el mal que ha hecho; tiene que nacer de un corazón que descubre la presencia misteriosa de Dios en la propia vida.

Durante la Cuaresma muchas veces escuchamos: “tienes que hacer sacrificios”. Pero la pregunta fundamental sería si estás experimentando más a Dios nuestro Señor, si te estás acercando más a Él.

En la tradición de la Iglesia, la práctica del Vía Crucis —que la Iglesia recomienda diariamente durante la Cuaresma y que no es otra cosa sino el recorrer mentalmente las catorce estaciones que recuerdan los pasos de nuestro Señor desde que es condenado por Pilatos, hasta el sepulcro—, necesariamente tiene que llevarnos hacia el interior de nosotros mismos, hacia la experiencia que nosotros tengamos de Jesucristo nuestro Señor.

Tenemos que ir al fondo de nuestra alma para ahí ver la profundidad que tiene Dios en nosotros, para ver si ya ha conseguido enraizar, enlazarse con nosotros, porque solamente así llegamos a la auténtica conversión del corazón. Al ver lo que Cristo pasó por mí, en su camino a la cruz, tengo que preguntarme: ¿Qué he hecho yo para convertir mi corazón a Cristo? ¿Qué esfuerzo he hecho para que mi corazón lo ponga a Él como el centro de mi vida?

Frecuentemente oímos: “es que la vida espiritual es muy costosa”; “es que seguir a Cristo es muy costoso”; “es que ser un auténtico cristiano es muy costoso”. Yo me pregunto, ¿qué vale más, lo que a mí me cuesta o lo que yo gano convirtiéndome a Cristo? Merece la pena todo el esfuerzo interior por reordenar mi espíritu, por poner mis valores en su lugar, por ser capaz de cambiar algunos de mis comportamientos, incluso el uso de mi tiempo, la eficacia de mi testimonio cristiano, convirtiéndome a Cristo, porque con eso gano.

A la persona humana le bastan pequeños detalles para entrar en penitencia, para entrar en conversión, para entrar dentro de sí misma, pero podría ser que ante la dificultad, ante los problemas, ante las luchas interiores o exteriores nosotros no lográramos encontrarnos con Cristo.

Nosotros, que tenemos a Jesucristo todos los días si queremos en la Eucaristía; nosotros, que tenemos a Jesucristo si queremos en su Palabra en el Evangelio; nosotros, que tenemos a Jesucristo todos los días en la oración, podemos dejarlo pasar y poner otros valores por encima de Cristo. ¡Qué serio es esto, y cómo tiene que hacer que nuestro corazón descubra al auténtico Jesucristo!

Dirá Jesucristo: “¿De qué te sirve ganar todo el mundo, si pierdes tu alma? ¿Qué podrás dar tú a cambio de tu alma?” Es cuestión de ver hacia dónde estamos orientando nuestra alma; es cuestión de ver hacia dónde estamos poniendo nuestra intención y nuestra vida para luego aplicarlo a nuestras realidades cotidianas: aplicarlo a nuestra vida conyugal, a nuestra vida familiar, a nuestra vida social; aplicarlo a mi esfuerzo por el crecimiento interior en la oración, aplicarlo a mi esfuerzo por enraizar en mi vida las virtudes.

Cuando en esta Cuaresma escuchemos en nuestros oídos la voz de Cristo que nos llama a la conversión del espíritu, pidámosle que sea Él quien nos ayude a convertir el corazón, a transformar nuestra vida, a reordenar nuestra persona a una auténtica conversión del corazón, a una auténtica vuelta a Dios, a una auténtica experiencia de nuestro Señor.

¿CÓMO SANAR LAS HERIDAS DE CRISTO EN LA ORACIÓN?




¿Cómo sanar las heridas de Cristo en la oración? 

Aquí estoy, déjame sanar tu corazón Jesús.
Por: P. Guillermo Serra, LC | Fuente: La-oracion.com



La oración es acompañar a un Dios que se hace vulnerable y que toma sobre sí mi pecado. Es mirar cómo me ama, cómo sufre, cómo es herido y cómo en silencio sube hasta la cruz por mí. Es hacer silencio para escuchar ese corazón herido, entrar en Él y para nunca más volver a salir. Es seguir viendo el rostro de Dios en un Cristo que se deja deformar por el odio cruel, y así formar en mí el cielo de laredención.

Contemplar las heridas de Cristo y mi respuesta
Aquella primera herida de tu Corazón en Getsemaní: aquella soledad que te llenó de pavor y llevó tu alma hasta una tristeza de muerte. Tus amigos te traicionaban, te entregaban y te dejaban solo: "Padre mío, si es posible, que pase lejos de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lc 22, 42).
No te abandonaré, te haré compañía, secaré tus lágrimas, consolaré tu corazón con mifidelidad y mi presencia. Escucharé tu diálogo al Padre y lo haré mío. Abrazaré mi cáliz cada día, aprenderé de Ti y buscaré sólo consolar tu corazón. Mi beso no será como el de Judas, sino el del amigo fiel que se hace presente.
Aquí estoy, déjame sanar tu corazón Jesús.

¿Cómo quito de tu rostro los salivazos, de tu espalda las llagas y la sangre que corre tras los terribles latigazos?

Me presentaré ante Ti cada día, limpiaré tu rostro con mi amor delicado, constante, sencillo y tierno. Cubriré tu espalda del bálsamo de mi feesperanza y caridad.
Aquí estoy, déjame sanar tus llagas.

¿Cómo te quito la corona de espinas que penetró tu cabeza sagrada?

Miraré tu santa frente, las espinas crueles clavadas en ti. Pensaré en mis pecados y seré fiel para que nunca más se claven en tu santa cabeza. Quitaré tu corona alejando de mí las envidias, malos pensamientos, orgullo, odio, rencor.
Aquí estoy, déjame sanar tu santa cabeza.

¿Cómo alivio las heridas de tus manos traspasadas por los clavos, de tus pies fijados al madero?

Pondré mis manos en las tuyas, mis dedos entre los tuyos y no me separaré de tu divina voluntad. Entrelazaré mis dedos entre los tuyos para que dirijas mi vida y no se separe de Ti. Fijaré mis pies junto a los tuyos, dejaré libertades para fijarlos en Ti. Caminaré por donde Tú camines, subiré tus montañas, viajaré tus mares, junto a Ti.
Aquí estoy, déjame aliviar las heridas de tus pies y manos.

¿Cómo consuelo la herida del costado abierto por la lanza?

Consolaré su costado escondiéndome en él para siempre. Haré silencio en mi corazón para escuchar sólo sus latidos, así mi corazón latirá al unísono. Seremos un corazón, un mismo sentir, un mismo querer.
Dejaré que mi corazón también quede abierto, para que Él pueda entrar. Su Eucaristíaserá mi consuelo, el signo de nuestro amor sellado hoy en la cruz.
Llevaré almas a su corazón y su corazón a las almas. Hablaré sólo de amor y por el amor. Experimentaré su infinita misericordia y abriré siempre mi miseria a su infinito amor. Le pediré perdón y escucharé su perdón. Dejaré que Él me robe mi corazón y también robaré el suyo como el buen ladrón.
Aquí estoy, déjame habitar siempre en tu corazón.

Para la oración

  1. Seguir repasando la Pasión, cada detalle de amor de Cristo y convertirlo en un diálogo y en un compromiso.
  2. Contemplar sus heridas y mis heridas. Decirle: "todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío" (Jn 17,10).
  3. Diálogo: "Perdóname Señor por tantas heridas. Déjame curarlas con mi fidelidad, mi ternura, mi delicadeza en el amor. Aquí estoy, yo te he herido y yo quiero sanar tus heridas".

PENSAMIENTOS DEL PAPA FRANCISCO



viernes, 13 de marzo de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 13 DE MARZO DEL 2015


¡Amor a Dios es amor al prójimo!

Cuaresma y Semana Santa


Marcos 12, 28-34. Cuaresma. Cuando falta Dios, desaparece la paz dentro y fuera del hombre, 



Por: Rodrigo Parra | Fuente: Catholic.net





Del santo Evangelio según san Marcos 12, 28-34 
En aquel tiempo, uno de los letrados se acercó a Jesús y le preguntó: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó: El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos. Le dijo el escriba: Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios. Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: No estás lejos del Reino de Dios. Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.

Oración introductoria
Señor Jesús, amigo y creador mío, te agradezco por permitirme una vez más encontrarme contigo; te agradezco por todos los dones que me concedes. Te pido por todos aquellos que buscamos acercarnos más a ti y por aquellos que quieren encontrar un sentido a la vida. Pongo en tus manos todas las intenciones de mi corazón para que por intercesión de nuestra Madre, María, se cumpla tu amorosa Voluntad en mi vida.

Petición
Señor que al escuchar tu palabra abra mi corazón para ponerte al centro de mi vida y que te exprese mi amor con actos concretos de caridad a mi prójimo.

Meditación del Papa Francisco
Es Cristo, por lo tanto, quien continuamente nos interpela con su Palabra para que confiemos en él, amándole “con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser”. Por eso, toda vocación, no obstante la pluralidad de los caminos, requiere siempre un éxodo de sí mismos para centrar la propia existencia en Cristo y en su Evangelio. Tanto en la vida conyugal, como en las formas de consagración religiosa y en la vida sacerdotal, es necesario superar los modos de pensar y de actuar no concordes con la voluntad de Dios. Es un “éxodo que nos conduce a un camino de adoración al Señor y de servicio a él en los hermanos y hermanas”. Por eso, todos estamos llamados a adorar a Cristo en nuestro corazón para dejarnos alcanzar por el impulso de la gracia que anida en la semilla de la Palabra, que debe crecer en nosotros y transformarse en servicio concreto al prójimo.
No debemos tener miedo: Dios sigue con pasión y maestría la obra fruto de sus manos en cada etapa de la vida. Jamás nos abandona. Le interesa que se cumpla su proyecto en nosotros, pero quiere conseguirlo con nuestro asentimiento y nuestra colaboración.» (Mensaje de S.S. Francisco, para la jornada de oración por las vocaciones, mayo del 2014).
Reflexión
Cristo nos invita a que le amemos con toda nuestra vida; con todo nuestro corazón, inteligencia y ser. Impulsados por ese amor al Señor le podremos encontrar y ver, también, en nuestros hermanos. De esta forma lograremos amar a Dios en nuestros hermanos seguros de que eso vale más que mil sacrificios y renuncias. Esa es la mejor forma de estar más cerca del Reino de los cielos.

Es necesario iluminar y transformar nuestra vida diaria a través de la luz que nos brinda la verdad de la Palabra de Cristo. Ser cristiano significa vivir con plenitud nuestra vocación al amor, pues como decía el apóstol San Juan: “si alguno dice que ama a Dios a quien no ve, pero odia a su hermano a quien ve, es un mentiroso” (cf. 1Jn 4, 20). Vivamos estos días cercanos a la Semana Santo acompañando a Cristo con nuestra oración y caridad. Demostrémosle a Cristo nuestra Fe con el amor a nuestro prójimo.

Propósito
Ofreceré a Dios un pequeño sacrifico en la mesa por aquellas personas con las que he podido tener algún tipo de problema.

Diálogo con Cristo
Gracias Jesús porque una vez más iluminas con tu Palabra mi vida. Te pido que yo no sea sordo a tu voz, ni egoísta en mi vida; que sepa en todo momento tenerte a ti como único centro de mi vida para vivir en el servicio a mis hermanos.

El amor cristiano al prójimo, puro y universal, surge de su misma esencia del amor a Cristo que ha entregado su vida por nosotros» Card. Joseph Ratzinger, Cooperadores de la Verdad, Meditación del día 24 de mayo


PARA VIVIR LA CUARESMA: 21 RECOMENDACIONES SENCILLAS


Para vivir la Cuaresma



Para no perder el rumbo esta Cuaresma, encontrarás a continuación 21 sencillas recomendaciones:

1. Procura ser amable con las personas con quienes convives.

2. Haz un esfuerzo por dialogar en familia sobre aquellos asuntos que convienen al espíritu familiar.

3. Sé atento con tus semejantes. Y si conduces, hazlo cristianamente.

4. Recorta las horas de televisión y el tiempo dedicado a las redes sociales de Internet. En cambio, amplía las de reflexión y oración.

5. Haz alguna lectura que te ayude a profundizar tu fe.

6. Controla tus apetitos: dulces, refrescos, tabaco, alcohol y sé más libre.

7. Dedica algún tiempo diario a la lectura de la Palabra de Dios.

8. Lucha contra el malhumor y la tristeza. Saborea lo bello de la vida.

9. Presta mayor atención a las personas que a las cosas. En especial, quienes más lo necesitan: ancianos, enfermos, necesitados. Trátalos con cariño.

10. Comparte tu dinero un poco más con otros que tienen menos, a costa de caprichos, chucherías, aperitivos,  etc.

11. Mejora en el trabajo, consciente de tu ideal cristiano.

12. Cuida la naturaleza como don de Dios, evitando todo desorden.

13. Evita la crítica negativa, viendo y hablando de lo positivo que puedes descubrir en cada semejante.

14. Disminuye el consumo de alcohol y si alguien cercano se excede, ayúdale a planteárselo e intentar superar el vicio.

15. Fomenta la paz a tu alrededor. Prescinde de enfados, violencias, malos modales, groserías, insultos, etc.

16. Participa más en los actos y celebraciones de la Comunidad y de los Sacramentos.

17. Di la verdad. Habla claro, sin hipocresías ni mentiras.

18. Intenta hacer felices a los tuyos, con tus detalles y cariños.

19. Reduce tu tiempo de uso del teléfono móvil y minimiza el envío de mensajes SMS. Utiliza menos tu netbook y tu Ipad.

20. Haz un propósito concreto, signo principal de tu ejercicio cuaresmal, de tu primera atención; y participa en todas las celebraciones de Cuaresma y Pascua.

21. Realiza un retiro Cuaresmal. Ponte en silencio para meditar delante del Señor y pregúntale qué es lo que quiere de ti, qué es lo que espera de ti en tus circunstancias actuales.


© Web Católico de Javier

PAPA FRANCISCO: CAMINAR, EDIFICAR Y CONFESAR


Papa Francisco: Caminar, edificar y confesar
En compañía de los cardenales electores, Jorge Mario Bergoglio celebró la primera misa de su Pontificado en la Capilla Sixtina


Por: Vatican Insider | Fuente: www.lastampa.it




«Caminar, edificar y confesar» son las prioridades de la Iglesia. Lo dijo el Papa Francisco durante la misa en la Capilla Sixtina.

Los 114 cardenales electores esperaban en la Capilla Sixtina la llegada del nuevo Papa Francisco para concelebrar todos juntos la primera misa del nuevo Pontificado. Como establece el "Ordo rituum Conclave", esta tarde comenzó la misa por la Iglesia Universal en la Capilla Sixtina celebrada por el Jorge Mario Bergoglio, que llevaba el bastón papal, y todos los cardenales electores.

«Cuando caminamos, edificamos y confesamos sin la Cruz –indicó el Papa Francisco– no somos discípulos del Señor». «Cuando caminamos sin la Cruz somos mundanos. Podemos ser obispos, sacerdotes, cardenales, pero no somos discípulos». Bergoglio después insistió en que «Caminar siempre, en presencia del Señor, a la luz del Señor, tratando de vivir con la irreprensibilidad que Dios pedía a Abraham en su promesa». Por lo que, explicó, la Iglesia no es una Ong piadosa.

«Quisiera –concluyó Francisco– que todos nosotros, después de estos días de gracia, tengamos la valentía de caminar en presencia del Señor y de confesar la única gloria: Cristo crucificado. Así la Iglesia seguirá delante. Espero que el Espíritu Santo y la Virgen nos concedan esta gracia».

En la misa "pro ecclesia" celebrada por el Papa Bergoglio en la Capilla Sixtina, además de los 114 cardenales que lo eligieron, también estaba el padre Georg Gänswein, secretario particular de Benedicto XVI, en calidad de Prefecto de la Casa Pontificia.

PENSAMIENTO DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA SANTIDAD



JESÚS, LA MEJOR OPCIÓN EN LA VIDA


Jesús, la mejor opción en la vida
Meditaciones para toda la Cuaresma
Viernes tercera semana Cuaresma. A veces nuestras decisiones nos llevan por otros caminos.


Por: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net




La Escritura habla constantemente de la presencia de Dios como el único, como el primero en el corazón del pueblo de Israel, y usa la imagen del escuchar, del oír para indicar precisamente esta relación entre Dios y su pueblo.

Cuando a Jesús le preguntan ¿cuál es el primero de todos los mandamientos?, para responder Jesús emplea las palabras de una oración que los israelitas rezan todas las mañanas: "Escucha Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor, no tendrás otro Dios delante de ti".

Dentro del camino de la Cuaresma -que es el camino de conversión del corazón-, la escucha, el llegar a oír, el ser capaces de recibir la Palabra de Dios en el corazón es un elemento fundamental que se mezcla en nuestro interior con el elemento central del juicio, que es nuestra conciencia.

El profeta Oseas decía: "Ya no tendré más ídolos en mí". Es necesario aprender a no tener más ídolos en nosotros; hacer que nuestra conciencia se vea plena y solamente iluminada por Dios nuestro Señor, que ningún otro ídolo marque el camino de nuestra conciencia. Podría ser que en nuestra vida, en ese camino de aprendizaje personal, no tomásemos como criterio de comportamiento a Dios nuestro Señor, sino como dirá el Profeta Oseas: "a las obras de nuestras manos". Y Dios dice: "No vuelvas a llamar Dios tuyo a las obras de tus manos; no vuelvas a hacer que tu Dios sean las obras de tus manos". Abre tu conciencia, abre tu corazón a ese Dios que se convierte en tu alma en el único Señor.

Sin embargo, cada vez que entramos en nosotros mismos, cada vez que tenemos que tomar decisiones de tipo moral en nuestra vida, cada vez que tenemos que ilustrar nuestra existencia, nos encontramos como «dios nuestro» a la obras de nuestras manos: a nuestro juicio y a nuestro criterio. Cuántas veces no hacemos de nuestro criterio la única luz que ilumina nuestro comportamiento, y aunque sabemos que es posible que Dios piense de una forma diferente, continuamos actuando con las obras de nuestras manos como si fueran Dios, continuamos teniendo ídolos dentro de nuestro corazón.

La Cuaresma es este camino de preparación hacia el encuentro con Jesucristo nuestro Señor resucitado, que, vencedor del pecado y de la muerte, se nos presenta como el único Señor de nuestro corazón. La preparación cuaresmal nos tiene que llevar a hacer de nuestra conciencia un campo abierto, sometido, totalmente puesto a la luz de Dios.

A veces nuestras decisiones nos llevan por otros caminos, ¿qué podemos hacer para que nuestra conciencia realmente sea y se encuentre sólo con Dios en el propio interior? Recordemos el ejemplo tan sencillo de una cultura de tipo agrícola que nos da la Escritura: "Volverán a vivir bajo mi sombra". Dios como la sombra que en los momentos de calor da serenidad, da paz, da sosiego al alma. Dios como el árbol a cuya sombra tenemos que vivir.

Tenemos que darnos cuenta de que esta ruptura interior, que se produce con todos los ídolos, con todas las obras de nuestras manos, con todos los criterios prefabricados, con todos los criterios que nosotros hemos construido para nuestra conveniencia personal, acaban chocando con el salmo: "Yo soy tu Dios, escúchame". Él es nuestro Dios, ¿escuchamos a nuestro Dios? ¿Hasta qué punto realmente somos capaces de escuchar y no simplemente de oír? ¿Hasta qué punto hacemos de la palabra de Dios algo que se acoge en nuestro corazón, algo que se recibe en nuestro corazón? Nunca olvidemos que de la escucha se pasa al amor y de la acogida se pasa a la identificación.

Éste es el camino que tenemos que llevar si queremos estar viviendo según el primero de los mandamientos y si queremos escuchar de los labios de Jesús las palabras que le dice al escriba: "No estás lejos del reino de Dios". Solamente cuando el hombre y la mujer son capaces de hacer de la palabra de Dios en su corazón la única luz, y cuando hacer la única luz se concreta a una escucha, a un amor identificado con nuestro Señor, es cuando realmente nuestra vida empieza a encontrarse próxima al reino de Dios. Mientras nosotros sigamos teniendo los ídolos de nuestras manos dentro del corazón, estaremos encontrarnos alejados del reino de Dios, aunque nosotros pensemos que estamos cerca.

En nuestra conciencia la voz de Dios tiene que ser la luz auténtica que nos acerca a su Reino. Siempre que recibamos la Eucaristía, no nos quedemos simplemente con el hermoso sentimiento de: "¡qué cerca estás de mí, Señor!". Busquemos, pidamos que la Eucaristía se convierta en nuestro corazón en la luz que va transformando, que va rompiendo, que va separando del alma los ídolos, y que va haciendo de Dios el único criterio de juicio de nuestros comportamientos.

Solamente así podremos escuchar en nuestro corazón esas palabras tan prometedoras del profeta Oseas "Seré para Israel como el rocío; mi pueblo florecerá como el lirio, hundirá profundamente sus raíces. Como el álamo y sus renuevos se propagarán; su esplendor será como el del olivo y tendrá la fragancia de los cedros del Líbano. Volverán a vivir bajo mi sombra." Que la luz de Dios nuestro Señor sea la sombra a la cual toda nuestra vida crece, en la cual toda nuestra vida se realiza en plenitud.

martes, 10 de marzo de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 10 DE MARZO DEL 2015


Perdona no sólo siete veces, sino setenta veces siete

Cuaresma y Semana Santa


Mateo 18, 21-35. Cuaresma. Te pido, Señor, la gracia de tener un corazón como el tuyo, que sepa amar y perdonar. 



Por: Miguel García | Fuente: Catholic.net




Del santo Evangelio según Mateo 18, 21-35
En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó: Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces? Jesús le dijo: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Y les propuso esta parábola: el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase. Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: "Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré." Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda. Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía: "Paga lo que debes." Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: "Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré." Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido.
Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: "Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?" Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano.


Oración introductoria
Jesús mío, Tú me has amado tanto que has querido dar tu vida por mí. Tú has amado a cada hombre hasta el punto de morir por nosotros, a través del sacrificio de la cruz. Padre bueno, bendícenos a nosotros, a nuestros padres, a nuestras familias y nuestros amigos. Te ofrezco esta meditación por todos mis parientes, especialmente por aquellos que están más alejados de tu gracia y de tu amor. Por aquellos que están peleados o tienen riñas dentro del hogar. Abre nuestros corazones, para que hagamos siempre lo que tú nos pides y te descubramos en el prójimo, para saber perdonarlo de corazón.

Petición
Señor, que a ejemplo tuyo, perdone al que me ofenda. Que tenga paciencia con aquellos que son más ásperos o que pueden ser un poco duros, que te vea en mis hermanos y en ellos te ame con corazón magnánimo.

Meditación del Papa Francisco
En el Evangelio de hoy, Pedro pregunta al Señor: “Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?”. Y el Señor le responde: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”. Estas palabras son centrales en el mensaje de reconciliación y de paz de Jesús. Obedientes a su mandamiento, pedimos cada día a nuestro Padre del cielo que nos perdone nuestros pecados “como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden”. Si no estuviésemos dispuestos a hacerlo, ¿cómo podríamos rezar sinceramente por la paz y la reconciliación?
Jesús nos pide que creamos que el perdón es la puerta que conduce a la reconciliación. Diciéndonos que perdonemos a nuestros hermanos sin reservas, nos pide algo totalmente radical, pero también nos da la gracia para hacerlo. Lo que desde un punto de vista humano parece imposible, irrealizable y, quizás, hasta inaceptable, Jesús lo hace posible y fructífero mediante la fuerza infinita de su cruz. La cruz de Cristo revela el poder de Dios que supera toda división, sana cualquier herida y restablece los lazos originarios del amor fraterno.» (Homilía de S.S. Francisco, 18 de agosto de 2014).
Reflexión 
La entrega de Jesucristo en la cruz por nosotros, no puede dejarnos indiferentes. Esforcémonos particularmente por perdonar a nuestro prójimo y sobre todo saber pedir perdón a Dios. Necesito salir de mí mismo; que mi alma vaya cambiando y creciendo en amor a los demás. Que con mi testimonio anime aquellos que están lejos del amor a Dios y que les acerque al sacramento de la confesión.

Propósito
Tendré paciencia y perdonaré a aquél que sea ofensivo conmigo; a ejemplo de Cristo que perdonó a todos los que le crucificaban.

Diálogo con Cristo
Jesús, me alegra tanto saber que Tú siempre estas allí para enseñarme a perdonar y sobre todo que me enseñas tu perdón; cuando yo peco también te estoy condenando y ofendiendo nuevamente, al igual que tus verdugos. Cuando ofendo a mi hermano también te hago daño a ti. Pero a pesar de ser así, me queda el consuelo más grande de mi fe: ¡Dios me ama! Te pido, Señor, la gracia de tener un corazón como el tuyo, que sepa amar y perdonar a pesar de las grandes o pequeñas dificultades de la vida.


"Que la Santa Madre de Dios, que nos indica a su Hijo, nuestro hermano, nos recuerde a los cristianos de todo lugar el deber de amar a nuestro prójimo, de ser constructores de paz y los primeros en perdonar a quien ha pecado contra nosotros, así como nosotros hemos sido perdonados" (Benedicto XVI, 22 de marzo de 2009)

¿CÓMO ESTAMOS VIVIENDO ESTA CUARESMA


Autor: María Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net
¿Cómo estamos viviendo esta Cuaresma?
La tenemos en nuestras manos. No sabemos si habrá una próxima. Que no se nos escape ésta, la de este año, la de ahora.



¿Cómo estamos viviendo esta Cuaresma?

Estamos avanzando ya sobre el tiempo de cuaresma.

Es increíble con qué velocidad pasan los días y las horas. Las semanas apenas nos parecen empezarlas y ya nos encontramos en su final.

Pero aún es tiempo, si no lo hicimos en su comienzo, de dedicar un poco de atención a este tiempo cuaresmal.

Pronto diremos: "Ya llegó la Semana Santa, ¡qué rápido!" Pero ya dijimos, aún estamos a tiempo para prepararnos precisamente para esa Semana Santa.

Tal vez salgamos de vacaciones y eso nos puede distraer sobre el profundo significado que para nosotros los cristianos tienen esos días santos.

Por eso no desperdiciaremos este tiempo anterior a ellos para redoblar nuestras oraciones, para renovar nuestro espíritu tal con ejercicios espirituales en nuestra Parroquia o en algún lugar de retiro o simplemente en nuestra casa darle a este tiempo un valor especial unido a la oración y al sacrificio. Estos por pequeños que sean son muy valiosos, pues llevan además del amor a Dios, el fortalecer nuestra voluntad que ya de por sí suele ser demasiado débil.

El propio Cristo nos enseña cómo para prepararse a esos días de tremendos suplicios y al final su muerte, se retiró a orar.

Ayunó cuarenta días en el desierto y allí fue tentando por Satanás.

Nada le faltó a nuestro Redentor para ser semejante al hombre, solamente hubo una diferencia, Él sí estuvo libre de pecado pero padeció y asumió todos y cada uno de los pecados de la humanidad, esa humanidad que tanto amó y ama.

Y nosotros estando en este tiempo, próximos a la conmemoración de un Jueves Santo lleno de tristeza, de despedida, de un inconmensurable amor; noche de misterio y de entrega al quedarse para siempre, como alimento de nuestras almas en el Sacramento de la Eucaristía, de un Viernes Santo donde un hombre, que es Dios, padece las más terribles afrentas y torturas que ha conocido la naturaleza humana y por último una muerte de cruz, podemos corresponder a todo esto con una reflexión profunda y sobre todo con nuestro amor.

Pero no termina todo ahí. Llegará esa madrugada de resurrección. De vida, de triunfo sobre la muerte y por eso la cruz es el signo de nuestra victoria.

Cristo nos dio las primicias de la vida eterna derrotando a la muerte. Cristo vuelve para que sepamos que hay una vida que no termina y que nuestro final está en la Casa del Padre.

Por eso aún es tiempo.

Estamos viviendo esta cuaresma, la tenemos en nuestras manos. No sabemos si habrá una próxima. Que no se nos escape ésta, la de este año, la de ahora.

Vivámosla con entrega, con amor, con generosidad, pero sobre todo con oración, con mucha oración.

Nos hace tanta falta....

EL MEJOR LENGUAJE SOBRE DIOS


EL MEJOR LENGUAJE SOBRE DIOS




Dije al almendro: háblame de Dios y el almendro floreció,

Dije al pobre: háblame de Dios, y el pobre me ofreció su capa.

Dije al sueño: háblame de Dios y el sueño se hizo realidad.

Dije a un campesino: háblame de Dios y el campesino me enseñó a labrar.

Dije a la naturaleza: háblame de Dios y la naturaleza se cubrió de hermosura

Dije a un amigo: háblame de Dios y el amigo me enseñó a amar.

Dije a un pequeño: háblame de Dios y el pequeño sonrió.

Dije a un ruiseñor: háblame de Dios y el ruiseñor se puso a cantar.

Dije a la fuente: háblame de Dios y el agua brotó.

Dije a mi madre: háblame de Dios y mi madre me dio un beso en la frente.

Dije a la gente: habladme de Dios y la gente se amaba.

Dije a la voz: háblame de Dios y la voz no encontró palabras.

Dije al dolor: háblame de Dios y el dolor se transformó en agradecimiento.

Dije a la Biblia: háblame de Dios y la Biblia no paró de hablar

Dije a Jesús: háblame de Dios y Jesús rezó el Padrenuestro.

Dije temeroso al sol poniente: háblame de Dios y el sol se ocultó sin decirme nada. Pero al día siguiente al amanecer, cuando abría la ventana, ya me volvió a sonreir.

BIENAVENTURANZAS DE MARÍA, LA MADRE DE JESÚS


BIENAVENTURANZAS DE MARÍA , 
LA MADRE DE JESÚS




BIENAVENTURADOS SI RESPONDEMOS A LA IDEA CREADORA DE DIOS

Bienaventurados nosotros si respondemos como ella con todo nuestro ser y en respuesta, va contenida una cooperación perfecta con la gracia de Dios que previene y socorre y una disponibilidad plena y generosa a la acción del Espíritu Santo que hace de nosotros una criatura nueva y abierta a la acción constante y maravillosa de nuestro padre y creador.  


BIENAVENTURADOS SI ABIERTOS A SU PALABRA MANTENEMOS UN DIALOGO CONSTANTE CON ÉL

Bienaventurados nosotros si sabemos que creer es "abandonarse" en la verdad misma de la palabra de Dios viviente, sabiendo y reconociendo humildemente cuán inescrutables son sus designios e inescrutables sus caminos. Se conforma a ellos en la penumbra de la fe, aceptando plenamente y con corazón abierto todo lo que está dispuesto en su proyecto eterno de amor.


BIENAVENTURADOS SI EN LAS PRUEBAS Y DIFICULTADES SABEMOS DECIR AMÉN

Bienaventurados nosotros si como Ella, que confió plenamente en Él, en medio de las pruebas y dificultades de la vida y supo decir cada día con más hondura y radical confianza: "Hágase en mí según tu palabra". Que seamos capaces de crecer y cultivar juntos en familia, en grupo, en comunidad, esa Palabra dicha para cada uno, aceptando, descubriendo, asumiendo en toda su profundidad ese beneplácito amoroso de Dios.


BIENAVENTURADOS SI NOS ADHERIMOS A CRISTO, CAMINO Y VERDAD DE NUESTRAS VIDAS

Bienaventurados nosotros si como Ella, llena de Gracia, que está permanentemente presente en el misterio de Cristo, pegada y adherida a Él en todo su peregrinar (terrestre y celeste) y al mismo tiempo, de modo discreto, pero directo y eficaz, haciendo presente a los hombres el misterio de Jesucristo doloroso, muerto y resucitado. Quien cree en Él no muere, vive para siempre.


BIENAVENTURADOS NOSOTROS SI UNIDOS AL ESPÍRITU HACEMOS IGLESIA

Bienaventurados nosotros si estrechamos nuestra unión y abiertos a la acción fecunda del Espíritu Santo, sabemos aguardar con ánimo abierto y esperanzado, la promesa de los dones del Espíritu para hacer brotar y renacer algo nuevo e inesperado, porque las riquezas del Espíritu son inagotables. Para Dios NADA hay imposible. "Dichosa tú que has creído, porque se hará lo que Él ha dicho".


BIENAVENTURADOS SI SOMOS LIBRES Y VIVIMOS EN LA VERDAD Y LA LUZ

Bienaventurados nosotros si abiertos totalmente a la luz de Dios y orientados hacia Él, por el empuje de la fe, vemos en María, al lado de su hijo, la imagen más perfecta de la libertad y de la liberación de la humanidad y del cosmos. La Iglesia debe mirar hacia Ella, Madre y Modelo, para comprender en su integridad el sentido de su misión expresado en el Magnificat.¡Eso engrandece!


BIENAVENTURADOS SI LA ACOGEMOS EN EL ESPACIO MÁS ÍNTIMO DE NUESTRO SER

Bienaventurados nosotros si como auténticos discípulos de Cristo, como Juan al pie de la Cruz, vivimos esta dimensión Mariana, mediante una entrega filial y confiada a la Madre de Dios, iniciada con el testamento del Redentor en el Calvario, "acogiéndola entre las cosas propias" e introduciéndola en todo el espacio de su vida interior, es decir, en su yo humano y cristiano. Vivir en Él.


BIENAVENTURADOS SI VEMOS EN ELLA EL MODELO DE UNA PERSONA PLENA Y REALIZADA

Cultivando los más altos sentimientos de que es capaz el corazón humano: la oblación total del amor, la fuerza que sabe resistir los más fuertes dolores, la fidelidad sin límites, la laboriosidad infatigable y la capacidad de conjugar la intuición penetrante con la palabra de apoyo y de estímulo. El verdadero sentido de la mujer que la Iglesia descubre a la luz de María. "Tú, que para asombro de la naturaleza humana, has dado el ser humano a tu Creador.

¿NO TE PARECE EXTRAÑO?


¿NO TE PARECE EXTRAÑO...?



¿No te parece extraño cómo un billete de 20 € "parece" tan grande cuando lo llevas a la Iglesia, pero tan pequeño cuando lo llevas a las tiendas?

¿No te parece extraño cuán larga parece una hora cuando oímos de Dios, pero cuán corta cuando un equipo juega al fútbol por "sólo" 90 minutos?

¿No te parece extraño cuán larga parece una hora cuando estás en la Iglesia, pero qué corta es cuando estás divirtiéndote en algún lugar?

¿No te parece extraño que no puedes pensar en algo que decir cuando rezas, pero no tienes ninguna dificultad en pensar cosas de qué conversar con un amigo?

¿No te parece extraño cuánto nos emocionamos cuando un partido de fútbol llega a la prórroga y se extiende un tiempo extra, pero nos quejamos cuando el sermón es un poquito más largo que lo usual?

¿No te parece extraño lo difícil que es leer un capítulo de la Biblia, pero qué fácil es leer 100 páginas de cualquier revista popular?

¿No te parece extraño cómo las personas desean los asientos del frente en cualquier partido o concierto, pero hasta se esfuerzan para buscar los asientos de atrás en las iglesias?

¿No te parece extraño que necesitemos 2 ó 3 semanas de aviso para incluir un evento de la Iglesia en nuestra agenda, pero podemos ajustar nuestra agenda para otros eventos en el último momento?

¿No te parece extraño lo difícil que es aprender una verdad simple del Evangelio para compartirla con otros, pero qué fácil es para las mismas personas entender y repetir un chisme?

¿No te parece extraño cómo creemos rápida y facilmente lo que dicen los periódicos, pero cuestionamos lo que dice la Biblia?

¿No te parece extraño que todos quieran ir al cielo, siempre y cuando no tengan que creer, o pensar, o decir, o hacer alguna cosa que requiera esfuerzo?

¿No te parece extraño cómo podemos enviar miles de chistes por correo electrónico y se esparcen como reguero de pólvora, pero cuando empezamos a enviar mensajes acerca de Dios, la gente lo piensa dos veces antes de compartirlos con otros?

Es extraño, ¿no te parece?...

No tengas miedo de hablar de Dios y dar gracias al Señor porque Él es bueno!

Ahora que has leído este mensaje, recomienda  a todas las personas que consideres tus amigos que visiten esta página. Si no lo haces, simplemente tú y ellos se perderán la bendición de que les recuerden algo tan importante y simplemente habrás dejado de compartir algo "realmente importante" con los demás.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...