Mostrando entradas con la etiqueta EL EVANGELIO DEL DIA - 2020. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta EL EVANGELIO DEL DIA - 2020. Mostrar todas las entradas

lunes, 14 de diciembre de 2020

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 3° SEMANA DE ADVIENTO, 14 DE DICIEMBRE DEL 2020

 Lecturas de hoy Lunes de la 3ª semana de Adviento

Hoy, lunes, 14 de diciembre de 2020



Primera lectura

Lectura del libro de los Números (24,2-7.15-17a):

EN aquellos días, Balaán, tendiendo la vista, divisó a Israel acampado por tribus. El espíritu de Dios vino sobre él, y entonó sus versos:

«Oráculo de Balaán, hijo de Beor,

oráculo del hombre de ojos perfectos;

oráculo del que escucha palabras de Dios,

que contempla visiones del Poderoso,

que cae y se le abren los ojos:

¡Qué bellas tus tiendas, oh Jacob,

y tus moradas, Israel!

Como vegas dilatadas,

como jardines junto al río,

como áloes que plantó el Señor

o cedros junto a la corriente;

el agua fluye de sus cubos,

y con el agua se multiplica su simiente.

Su rey es más alto que Agag,

y descuella su reinado».

Y entonó sus versos:

«Oráculo de Balaán, hijo de Beor,

oráculo del hombre de ojos perfectos;

oráculo del que escucha palabras de Dios

y conoce los planes del Altísimo,

que contempla visiones del Poderoso,

que cae en éxtasis, y se le abren los ojos:

Lo veo, pero no es ahora,

lo contemplo, pero no será pronto:

Avanza una estrella de Jacob,

y surge un cetro de Israel».


Palabra de Dios




Salmo

Sal 24,4-5ab.6-7bc.8-9


R/. Señor, instrúyeme en tus sendas


V/. Señor, enséñame tus caminos,

instrúyeme en tus sendas:

haz que camine con lealtad;

enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.


V/. Recuerda, Señor, que tu ternura

y tu misericordia son eternas;

acuérdate de mí con misericordia,

por tu bondad, Señor. R/.


V/. El Señor es bueno y es recto,

enseña el camino a los pecadores;

hace caminar a los humilles con rectitud,

enseña su camino a los humildes. R/.


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (21,23-27):


EN aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle:

«¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?».

Jesús les replicó:

«Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?».

Ellos se pusieron a deliberar:

«Si decimos “del cielo”, nos dirá: “¿Por qué no le habéis creído?”. Si le decimos “de los hombres”, tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta».

Y respondieron a Jesús:

«No sabemos».

Él, por su parte, les dijo:

«Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto».


Palabra del Señor



«¿Con qué autoridad haces esto? 

¿Y quién te ha dado tal autoridad?»


Rev. D. Melcior QUEROL i Solà

(Ribes de Freser, Girona, España)

Hoy, el Evangelio nos invita a contemplar dos aspectos de la personalidad de Jesús: la astucia y la autoridad. Fijémonos, primero, en la astucia: Él conoce profundamente el corazón del hombre, conoce el interior de cada persona que se le acerca. Y, cuando los sumos sacerdotes y los notables del pueblo se dirigen a Él para preguntarle, con malicia: «Con qué autoridad haces esto?» (Mt 21,23), Jesús, que conoce su falsedad, les responde con otra pregunta: «El bautismo de Juan, ¿de dónde era?, ¿del cielo o de los hombres?» (Mt 21,25). Ellos no saben qué contestarle, ya que si dicen que venía de Dios, entrarían en contradicción con ellos mismos por no haberle creído, y si dicen que venía de los hombres se pondrían en contra del pueblo, que lo tenía por profeta. Se encuentran en un callejón sin salida. Astutamente, Jesús con una simple pregunta ha denunciado su hipocresía; les ha dado la verdad. Y la verdad siempre es incómoda, te hace tambalear.

También nosotros estamos llamados a tener la astucia de Jesús, para hacer tambalear a la mentira. Tantas veces los hijos de las tinieblas usan toda su astucia para conseguir más dinero, más poder y más prestigio; mientras que los hijos de la luz parece que tengamos la astucia y la imaginación un poco adormecidas. Del mismo modo que un hombre del mundo utiliza la imaginación al servicio de sus intereses, los cristianos hemos de emplear nuestros talentos al servicio de Dios y del Evangelio. Por ejemplo: cuando uno se encuentra ante una persona que habla mal de la Iglesia (cosa que pasa con frecuencia), ¿con qué astucia sabemos responder a la crítica negativa? O bien, en un ambiente de trabajo, con un compañero que sólo vive para él mismo y “pasa de todos”, ¿con qué astucia sabremos devolver bien por mal? Si le amamos, como Jesús, nuestra presencia le será muy “incómoda”.

Jesús ejercía su autoridad gracias al profundo conocimiento que tenía de las personas y de las situaciones. También nosotros estamos llamados a tener esta autoridad. Es un don que nos viene de lo alto. Cuanto más nos ejerzamos en poner las cosas en su sitio —las pequeñas cosas de cada día—, mejor sabremos orientar a las personas y las situaciones, gracias a las inspiraciones del Espíritu Santo.

sábado, 12 de diciembre de 2020

EL EVANGELIO Y MEDITACIÓN DE HOY DOMINGO 3° DE ADVIENTO - CICLO B- DOMINGO 13 DE DICIEMBRE DEL 2020



 Lecturas de hoy Domingo 3º de Adviento - Ciclo B

Hoy, domingo, 13 de diciembre de 2020



Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (61,1-2a.10-11):

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.


Palabra de Dios



Salmo

Lc 1,46-48.49-50.53-54


R/. Me alegro con mi Dios


Proclama mi alma la grandeza del Señor,

se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;

porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones. R/.


Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:

su nombre es santo,

y su misericordia llega a sus fieles

de generación en generación. R/.


A los hambrientos los colma de bienes

y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,

acordándose de la misericordia. R/.


Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (5,16-24):

Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.


Palabra de Dios



Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan (1,6-8.19-28):

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.

Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?»

Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.»

Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?»

El dijo: «No lo soy.»

«¿Eres tú el Profeta?»

Respondió: «No.»

Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿Qué dices de ti mismo?»

Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías.»

Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?»

Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.»

Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.


Palabra del Señor






TESTIGOS DE LA LUZ


Es curioso cómo presenta el cuarto evangelio la figura del Bautista. Es un «hombre», sin más calificativos ni precisiones. Nada se nos dice de su origen o condición social. Él mismo sabe que no es importante. No es el Mesías, no es Elías, ni siquiera es el Profeta que todos están esperando. Solo se ve a sí mismo como «la voz que grita en el desierto: Allanad el camino al Señor». Sin embargo, Dios lo envía como «testigo de la luz», capaz de despertar la fe de todos. Una persona que puede contagiar luz y vida. ¿Qué es ser testigo de la luz?

El testigo es como Juan. No se da importancia. No busca ser original ni llamar la atención. No trata de impactar a nadie. Sencillamente vive su vida de manera convencida. Se le ve que Dios ilumina su vida. Lo irradia en su manera de vivir y de creer.

El testigo de la luz no habla mucho, pero es una voz. Vive algo inconfundible. Comunica lo que a él le hace vivir. No dice cosas sobre Dios, pero contagia «algo». No enseña doctrina religiosa, pero invita a creer. La vida del testigo atrae y despierta interés. No culpabiliza a nadie. No condena. Contagia confianza en Dios, libera de miedos. Abre siempre caminos. Es como el Bautista, «allana el camino al Señor».

El testigo se siente débil y limitado. Muchas veces comprueba que su fe no encuentra apoyo ni eco social. Incluso se ve rodeado de indiferencia o rechazo. Pero el testigo de Dios no juzga a nadie. No ve a los demás como adversarios que hay que combatir o convencer: Dios sabe cómo encontrarse con cada uno de sus hijos e hijas.

Se dice que el mundo actual se está convirtiendo en un «desierto», pero el testigo nos revela que algo sabe de Dios y del amor, algo sabe de la «fuente» y de cómo se calma la sed de felicidad que hay en el ser humano. La vida está llena de pequeños testigos. Son creyentes sencillos, humildes, conocidos solo en su entorno. Personas entrañablemente buenas. Viven desde la verdad y el amor. Ellos nos «allanan el camino» hacia Dios. Son lo mejor que tenemos en la Iglesia.


Evangelio Comentado por:

José Antonio Pagola

Mc (1,6-8.19-28)


LECTURAS BÍBLICAS DE HOY SÁBADO 2DA. SEMANA DE ADVIENTO, 12 DE DICIEMBRE DEL 2020



 Lecturas de hoy Sábado de la 2ª semana de Adviento

Hoy, sábado, 12 de diciembre de 2020


Primera lectura

Lectura del libro del Eclesiástico (48,1-4.9-11):

EN aquellos días, surgió el profeta Elías como un fuego,

sus palabras quemaban como antorcha.

Él hizo venir sobre ellos hambre,

y con su celo los diezmó.

Por la palabra del Señor cerró los cielos

y también hizo caer fuego tres veces.

¡Qué glorioso fuiste, Elías, con tus portentos!

¿Quién puede gloriarse de ser como tú?

Fuiste arrebatado en un torbellino ardiente,

en un carro de caballos de fuego;

tú fuiste designado para reprochar los tiempos futuros,

para aplacar la ira antes de que estallara,

para reconciliar a los padres con los hijos

y restablecer las tribus de Jacob.

Dichosos los que te vieron

y se durmieron en el amor.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 79,2ac.3b.15-16.18-19


R/. Oh Dios, restáuranos,

que brille tu rostro y nos salve.


V/. Pastor de Israel, escucha,

tú que te sientas sobre querubines, resplandece.

Despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.


V/. Dios del universo, vuélvete:

mira desde el cielo, fíjate,

ven a visitar tu viña.

Cuida la cepa que tu diestra plantó,

y al hijo del hombre que tú has fortalecido. R/.


V/. Que tu mano proteja a tu escogido,

al hombre que tú fortaleciste.

No nos alejaremos de ti:

danos vida, para que invoquemos tu nombre. R/.



Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (17,10-13):


CUANDO bajaban del monte, los discípulos preguntaron a Jesús:

«¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?».

Él les contestó:

«Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos».

Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.


Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy sábado, 12 de diciembre de 2020

Severiano Blanco, cmf

Querido hermanos:


Por segunda vez en esta semana se nos invita a contemplar la figura del Bautista. Su frecuente mención en los evangelios es señal de la importancia que tuvo para Jesús y para los primeros cristianos. Y también hoy es comparado con Elías, o, mejor, identificado con él. S. Agustín, en el lejano siglo IV, ya se admiraba de que al Bautista (único caso entre los santos) dedicase la Iglesia dos días de fiesta: la de su nacimiento, el 24 de junio, y la de su muerte, el 29 de agosto. Pero consideraba que no era sin motivo.

Elías, Juan el Bautista, Jesús: tres hombres de fuego. El evangelio apócrifo de Tomás, del siglo II, pone en boca de Jesús este dicho: “El que está cerca de mí está cerca del fuego; el que está lejos de mí está lejos del reino”; quizá sea una variante del que encontramos en Lc 12,49: “He venido a prender fuego a la tierra y ojalá estuviera ya ardiendo”. El Bautista, por su parte, anunciaba a Jesús en estos términos: “el que viene detrás de mí bautizará con Espíritu [Santo] y fuego” (Mt 3,11; quizá originariamente fuese “con una ráfaga de fuego”; espíritu y viento son en arameo la misma palabra). Y Eclo 48,1 nos dice: “surgió el profeta Elías como fuego, su palabra abrasaba como antorcha”.

Jesús y sus dos profetas precursores piensan en una humanidad que necesita ser purificada por el poder de Dios; Malaquías anunciaba el día del Señor, introducido por Él mismo o por un emisario suyo, como “fuego de fundidor, lejía de lavandero” (Mlq 3,2). Más allá de esta imaginería apocalíptica, para nosotros hay al menos dos mensajes claros:

a.- Una llamada a la conversión, personal y colectiva, que abrase cuanto hay en nosotros de ganga y libere el metal precioso, que se deje atrás la escoria y se dé paso a una humanidad tal como Dios la programó. Esto supone purificar, quemar, limpiar, desechando lo envejecido y deteriorado. La Escritura no pretende hablar de cataclismos cósmicos ni fenómenos siderales, sino de sacudidas internas y cambios en los corazones; hace tiempo aprendimos que el mensaje del mito no es cosmológico sino antropológico. Tales sacudidas implican dar de mano a apegos, costumbres, actitudes que no reflejan el evangelio, abriéndonos a que Dios nos trabaje y poniendo nosotros la carne en el asador.

b.- El recuerdo de que el ejercicio de la profecía, la exhortación a vivir incendios y cataclismo personales será molesta, causará rechazo y quizá persecución. La denuncia evangélica, la manifestación del desacuerdo, el distanciamiento crítico de “lo que se lleva”… (digamos trapicheos monetarios, eutanasia, aborto, lascivia sin control…) no suelen tener buen fin, al menos en un primer momento: Jesús y el Bautista murieron mártires del propio mensaje, sus oponentes “hicieron con ellos lo que quisieron”; y Elías, por haber combatido la idolatría, se jugó la vida ante las iras de la reina Jezabel y hasta se deseó la muerte, por encontrar muy pesado el encargo profético recibido (1Re 19,1-4).  

Adviento: tiempo gozoso, contemplación anticipada del plan de Dios plenamente realizado (el niño jugando tranquilamente con la víbora, arados y podaderas en vez de espadas y lanzas, ¡hermoso…!); pero también una llamada enérgica a captar la seriedad del momento, a la fortaleza y decisión: nos toca esperar de Dios y nos toca hacer…


Vuestro hermano

Severiano Blanco cmf

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY 12 DE DICIEMBRE DEL 2020 - SOLEMNIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE

 


 

Lecturas Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe 

(12 de diciembre) 



PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del profeta Isaías: 7,10-14

En aquellos días, el Señor habló a Acaz:

—«Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo».

Respondió Acaz:

—«No la pido, no quiero tentar al Señor».

Entonces dijo Dios:

—«Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal:

Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo,

y le pondrá por nombre Emmanuel,

que significa "Dios-con-nosotros"».

Palabra de Dios


O bien:

Lectura del libro del Eclesiástico: 24,23-31

Yo soy como una vid de fragantes hojas y mis flores son producto de gloria y de riqueza.

Yo soy la madre del amor, del temor del conocimiento y de la santa esperanza.

En mí está toda la gracia del camino y de la verdad, toda esperanza de vida y de virtud.

Vengan a mí, ustedes, los que me aman y aliméntense de mis frutos.

Porque mis palabras son más dulces que la miel y mi heredad, mejor que los panales.

Los que me coman seguirán teniendo hambre de mí, los que me beban seguirán teniendo sed de mí;

los que me escuchan no tendrán de qué avergonzarse y los que se dejan guiar por mí no pecarán.

Los que me honran tendrán una vida eterna.


Palabra de Dios.


Salmo responsorial: Salmo 66

R. Oh Dios, que te alaben los pueblos,

que todos los pueblos te alaben.


El Señor tenga piedad y nos bendiga,

ilumine su rostro sobre nosotros;

conozca la tierra tus caminos,

todos los pueblos tu salvación. R.


Que canten de alegría las naciones,

porque riges el mundo con justicia,

riges los pueblos con rectitud

y gobiernas las naciones de la tierra. R.


La tierra ha dado su fruto,

nos bendice el Señor, nuestro Dios.

Que Dios nos bendiga; que le teman

hasta los confines del orbe. R. 


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas: 4, 4-7

Hermanos:

Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.

Como sois hijos, Dios envió a vuestros corazones al Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá! (Padre). Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.

Palabra de Dios.



EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas: 1, 39-48

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito;

—«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá».

María dijo:

«Proclama mi alma la grandeza del Señor,

se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;

porque ha mirado la humillación de su esclava».


Palabra del Señor



viernes, 11 de diciembre de 2020

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 11 DE DICIEMBRE DEL 2020

 


 

Lecturas de hoy Viernes de la 2ª semana de Adviento

Hoy, viernes, 11 de diciembre de 2020



Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (48,17-19):

ESTO dice el Señor, tu libertador,

el Santo de Israel:

«Yo, el Señor, tu Dios,

te instruyo por tu bien,

te marco el camino a seguir.

Si hubieras atendido a mis mandatos,

tu bienestar sería como un río,

tu justicia como las olas del mar,

tu descendencia como la arena,

como sus granos, el fruto de tus entrañas;

tu nombre no habría sido aniquilado,

ni eliminado de mi presencia».


Palabra de Dios




Salmo

Sal 1,1-2.3.4.6

R/. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.


V/. Dichoso el hombre

que no sigue el consejo de los impíos,

ni entra por la senda de los pecadores,

ni se sienta en la reunión de los cínicos;

sino que su gozo es la ley del Señor,

y medita su ley día y noche. R/.

V/. Será como un árbol

plantado al borde de la acequia:

da fruto en su sazón

y no se marchitan sus hojas;

y cuanto emprende tiene buen fin. R/.

V/. No así los impíos, no así;

serán paja que arrebata el viento.

Porque el Señor protege el camino de los justos,

pero el camino de los impíos acaba mal. R/.


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,16-19):


EN aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:

«¿A quién compararé esta generación?

Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo: “Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”.

Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.

Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras».


Palabra del Señor




«¿Con quién compararé a esta generación?»


Rev. D. Antoni CAROL i Hostench

(Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Hoy debiéramos removernos ante el suspiro del Señor: «Con quién compararé a esta generación?» (Mt 11,16). A Jesús le aturde nuestro corazón, demasiadas veces inconformista y desagradecido. Nunca estamos contentos; siempre nos quejamos. Incluso nos atrevemos a acusarle y a echarle la culpa de lo que nos incomoda.

Pero «la Sabiduría se ha acreditado por sus obras» (Mt 11,19): basta contemplar el misterio de la Navidad. ¿Y nosotros?; ¿Cómo es nuestra fe? ¿No será que con esas quejas tratamos de encubrir la ausencia de nuestra respuesta? ¡Buena pregunta para el tiempo de Adviento!

Dios viene al encuentro del hombre, pero el hombre —particularmente el hombre contemporáneo— se esconde de Él. Algunos le tienen miedo, como Herodes. A otros, incluso, les molesta su simple presencia: «Fuera, fuera, crucifícalo» (Jn 19,15). Jesús «es el Dios-que-viene» (Benedicto XVI) y nosotros parecemos "el hombre-que-se-va": «Vino a los suyos y los suyos no le recibieron» (Jn 1,11).

¿Por qué huimos? Por nuestra falta de humildad. San Juan Bautista nos recomendaba "menguarnos". Y la Iglesia nos lo recuerda cada vez que llega el Adviento. Por tanto, hagámonos pequeños para poder entender y acoger al "Pequeño Dios". Él se nos presenta en la humildad de los pañales: ¡nunca antes se había predicado un "Dios-con-pañales"! Ridícula imagen damos a la vista de Dios cuando los hombres pretendemos encubrirnos con excusas y falsas justificaciones. Ya en los albores de la humanidad Adán lanzó las culpas a Eva; Eva a la serpiente y…, habiendo transcurrido los siglos, seguimos igual.

Pero llega Jesús-Dios: en el frío y la pobreza extrema de Belén no vociferó ni nos reprochó nada. ¡Todo lo contrario!: ya empieza a cargar sobre sus pequeñas espaldas todas nuestras culpas. Entonces, ¿le vamos a tener miedo?; ¿de verdad van a valer nuestras excusas ante ese "Pequeño-Dios"? «La señal de Dios es el Niño: aprendamos a vivir con Él y a practicar también con Él la humildad» (Benedicto XVI).

jueves, 10 de diciembre de 2020

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 10 DE DICIEMBRE DEL 2020



 Lecturas de hoy Jueves de la 2ª semana de Adviento

Hoy, jueves, 10 de diciembre de 2020



Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (41,13-20):


YO, el Señor, tu Dios,

te tomo por la diestra y te digo:

«No temas, yo mismo te auxilio».

No temas, gusanillo de Jacob,

oruga de Israel,

yo mismo te auxilio

-oráculo del Señor-,

tu libertador es el Santo de Israel.

Mira, te convierto en trillo nuevo,

aguzado, de doble filo:

trillarás los montes hasta molerlos;

reducirás a paja las colinas;

los aventarás y el viento se los llevará,

el vendaval los dispersará.

Pero tú te alegrarás en el Señor,

te gloriarás en el Santo de Israel.

Los pobres y los indigentes

buscan agua, y no la encuentran;

su lengua está reseca por la sed.

Yo, el Señor, les responderé;

yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.

Haré brotar ríos en cumbres desoladas,

en medio de los valles, manantiales;

transformaré el desierto en marisma

y el yermo en fuentes de agua.

Pondré en el desierto cedros,

acacias, mirtos, y olivares;

plantaré en la estepa cipreses,

junto con olmos y alerces,

para que vean y sepan,

reflexionen y aprendan de una vez,

que la mano del Señor lo ha hecho,

que el Santo de Israel lo ha creado.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 144,1.9.10-11.12-13ab


R/. El Señor es clemente y misericordioso,

lento a la cólera y rico en piedad.


V/. Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;

bendeciré tu nombre por siempre jamás.

El Señor es bueno con todos,

es cariñoso con todas sus criaturas. R/.


V/. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,

que te bendigan tus fieles.

Que proclamen la gloria de tu reinado,

que hablen de tus hazañas. R/.


V/. Explicando tus hazañas a los hombres,

la gloria y majestad de tu reinado.

Tu reinado es un reinado perpetuo,

tu gobierno va de edad en edad. R/.


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,11-15):


EN aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:

«En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.

Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. Los Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo.

El que tenga oídos, que oiga».


Palabra del Señor




«El Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan»


Rev. D. Ignasi FABREGAT i Torrents

(Terrassa, Barcelona, España)

Hoy, el Evangelio nos habla de san Juan Bautista, el Precursor del Mesías, aquel que ha venido a preparar los caminos del Señor. También a nosotros nos acompañará desde hoy hasta el día dieciséis, día en el que acaba la primera parte del Adviento.

Juan es un hombre firme, que sabe lo que cuestan las cosas, es consciente de que hay que luchar para mejorar y para ser santo, y por eso Jesús exclama: «Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan» (Mt 11,12). Los “violentos” son los que se hacen violencia a sí mismos: —¿Me esfuerzo para creerme que el Señor me ama? ¿Me sacrifico para ser “pequeño”? ¿Me esfuerzo para ser consciente y vivir como un hijo del Padre?

Santa Teresita de Lisieux se refiere también a estas palabras de Jesús diciendo algo que nos puede ayudar en nuestra conversación personal e íntima con Jesús: «Eres tú, ¡oh Pobreza!, mi primer sacrificio, te acompañaré hasta que me muera. Sé que el atleta, una vez en el estadio, se desprende de todo para correr. ¡Saboread, mundanos, vuestra angustia y pena, y los frutos amargos de vuestra vanidad; yo, feliz, obtendré de la pobreza las palmas del triunfo». —Y yo, ¿por qué me quejo enseguida cuando noto que me falta alguna cosa que considero necesaria? ¡Ojalá que en todos los aspectos de mi vida lo viera todo tan claro como la Doctora!

De un modo enigmático Jesús nos dice también hoy: «Juan es Elías (...). El que tenga oídos que oiga» (Mt 11,14-15). ¿Qué quiere decir? Quiere aclararnos que Juan era verdaderamente su precursor, el que llevó a término la misma misión que Elías, conforme a la creencia que existía en aquel entonces de que el profeta Elías tenía que volver antes que el Mesías.

miércoles, 9 de diciembre de 2020

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 9 DE NOVIEMBRE DEL 2020

 


Lecturas de hoy Miércoles de la 2ª semana de Adviento

Hoy, miércoles, 9 de diciembre de 2020



Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (40,25-31):

«¿CON quién podréis compararme,

quién es semejante a mi?», dice el Santo.

Alzad los ojos a lo alto y mirad:

¿Quién creó esto?

Es él, que despliega su ejército al completo

y a cada uno convoca por su nombre.

Ante su grandioso poder, y su robusta fuerza,

ninguno falta a su llamada.

¿Por qué andas diciendo, Jacob,

y por qué murmuras, Israel:

«Al Señor no le importa mi destino,

mi Dios pasa por alto mis derechos»?

¿Acaso no lo sabes, es que no lo has oído?

El Señor es un Dios eterno

que ha creado los confines de la tierra.

No se cansa, no se fatiga,

es insondable su inteligencia.

Fortalece a quien está cansado,

acrecienta el vigor del exhausto.

Se cansan los muchachos, se fatigan,

los jóvenes tropiezan y vacilan;

pero los que esperan en el Señor

renuevan sus fuerzas,

echan alas como las águilas,

corren y no se fatigan,

caminan y no se cansan.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 102,1-2.3-4.8.10


R/. Bendice, alma mía, al Señor


V/. Bendice, alma mía, al Señor,

y todo mi ser a su santo nombre.

Bendice, alma mía, al Señor,

y no olvides sus beneficios. R/.


V/. Él perdona todas tus culpas

y cura todas tus enfermedades;

él rescata tu vida de la fosa,

y te colma de gracia y de ternura. R/.


V/. El Señor es compasivo y misericordioso,

lento a la ira y rico en clemencia.

No nos trata como merecen nuestro pecados

ni nos paga según nuestras culpas. R/.


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,28-30):


EN aquel tiempo, Jesús tomó la palabra y dijo:

«Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.

Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».


Palabra del Señor




«Mi yugo es suave y mi carga ligera»


P. Jacques PHILIPPE

(Cordes sur Ciel, Francia)

Hoy, Jesús nos conduce al reposo en Dios. Él es, ciertamente, un Padre exigente, porque nos ama y nos invita a darle todo, pero no es un verdugo. Cuando nos exige algo es para hacernos crecer en su amor. El único mandato es el de amar. Se puede sufrir por amor, pero también se puede gozar y descansar por amor…

La docilidad a Dios libera y ensancha el corazón. Por eso, Jesús, que nos invita a renunciar a nosotros mismos para tomar nuestra cruz y seguirle, nos dice: «Mi yugo es suave y mi carga ligera» (Mt 11,30). Aunque en ocasiones nos cuesta obedecer la voluntad de Dios, cumplirla con amor acaba por llenarnos de gozo: «Haz que vaya por la senda de tus mandamientos, pues en ella me complazco» (Sal 119,35).

Me gustaría contar un hecho. A veces, cuando después de un día bastante agotador me voy a dormir, percibo una ligera sensación interior que me dice: —¿No entrarías un momento en la capilla para hacerme compañía? Tras algunos instantes de desconcierto y resistencia, termino por consentir y pasar unos momentos con Jesús. Después, me voy a dormir en paz y tan contento, y al día siguiente no me despierto más cansado que de costumbre.

No obstante, a veces me sucede lo contrario. Ante un problema grave que me preocupa, me digo: —Esta noche rezaré durante una hora en la capilla para que se resuelva. Y al dirigirme a dicha capilla, una voz me dice en el fondo de mi corazón: —¿Sabes?, me complacería más que te fueras a acostar inmediatamente y confiaras en mí; yo me ocupo de tu problema. Y recordando mi feliz condición de "servidor inútil", me voy a dormir en paz, abandonando todo en las manos del Señor…

Todo ello viene a decir que la voluntad de Dios está donde existe el máximo amor, pero no forzosamente donde esté el máximo sufrimiento… ¡Hay más amor en descansar gracias a la confianza que en angustiarse por la inquietud!

«Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados (...) y hallaréis descanso»


martes, 8 de diciembre de 2020

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA, 8 DE DICIEMBRE



 Lecturas de hoy Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.

Hoy, martes, 8 de diciembre de 2020



Primera lectura

Lectura del libro del Génesis (3,9-15.20):

Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre: «¿Dónde estás?»

Él contestó: «Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí.»

El Señor le replicó: «¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer?»

Adán respondió: «La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí.»

El Señor dijo a la mujer: «¿Qué es lo que has hecho?»

Ella respondió: «La serpiente me engañó, y comí.»

El Señor Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón.»

El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 97,1.2-3ab.3c-4

R/. Cantad al Señor un cántico nuevo,

porque ha hecho maravillas


Cantad al Señor un cántico nuevo,

porque ha hecho maravillas:

su diestra le ha dado la victoria,

su santo brazo. R/.


El Señor da a conocer su victoria,

revela a las naciones su justicia:

se acordó de su misericordia y su fidelidad

en favor de la casa de Israel. R/.


Los confines de la tierra han contemplado

la victoria de nuestro Dios.

Aclama al Señor, tierra entera;

gritad, vitoread, tocad. R/.


Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (1,3-6.11-12):

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por su medio hemos heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria.


Palabra de Dios


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (1.26-38):


En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.

El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»

Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.

El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»

Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»

El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»

María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»

Y la dejó el ángel.


Palabra del Señor




«Y entrando, le dijo: ‘Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo’»

Rev. D. David COMPTE i Verdaguer
(Manlleu, Barcelona, España)

Hoy, el Evangelio toca un acorde compuesto por tres notas. Tres notas no siempre bien afinadas en nuestra sociedad: la del hacer, la de la amistad y la de la coherencia de vida. Hoy día hacemos muchas cosas, pero, ¿tenemos un proyecto? Hoy, que navegamos en la sociedad de la comunicación, ¿tiene cabida en nuestros corazones la soledad? Hoy, en la era de la información, ¿nos permite ésta dar forma a nuestra personalidad?

Un proyecto. María, una mujer «desposada con un hombre llamado José, de la casa de David» (Lc 1,28). María tiene un proyecto. Evidentemente, de proporciones humanas. Sin embargo, Dios irrumpe en su vida para presentarle otro proyecto... de proporciones divinas. También hoy, quiere entrar en nuestra vida y dar proporciones divinas a nuestro quehacer humano.

Una presencia. «No temas, María» (Lc 1,30). ¡No construyamos de cualquier manera! No fuera caso que la adicción al “hacer” escondiera un vacío. El matrimonio, la vida de servicio, la profesión no han de ser una huida hacia adelante. «Llena de gracia, el Señor está contigo» (Lc 1,28). Presencia que acompaña y da sentido. Confianza en Dios, que —de rebote— nos lleva a la confianza con los otros. Amistad con Dios que renueva la amistad con los otros.

Formarnos. Hoy día, que recibimos tantos estímulos con frecuencia contrapuestos, es necesario dar forma y unidad a nuestra vida. María, dice san Luis María Grignion, «es el molde vivo de Dios». Hay dos maneras de hacer una escultura, expone Grignion: una, más ardua, a base de golpes de cincel. La otra, sirviéndose de un molde. Ésta segunda es más sencilla. Pero el éxito está en que la materia sea maleable y que el molde dibuje con perfección la imagen. María es el molde perfecto. ¿Acudimos a Ella siendo nosotros materia maleable?

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...