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martes, 29 de agosto de 2017

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 29 DE AGOSTO 2017, MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA


Vigésimo primera Semana del Tiempo Ordinario - Año Impar
Hoy es: Martirio de San Juan Bautista (29 de Agosto)
Martes 29 de agosto 2017



“ Os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos ”



Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 1-8

Sabéis muy bien, hermanos, que nuestra visita no fue inútil.
A pesar de los sufrimientos e injurias padecidos en Filipos, que ya conocéis, tuvimos valor -apoyados en nuestro Dios- para predicaros el Evangelio de Dios en medio de fuerte oposición. Nuestra exhortación no procedía de error o de motivos turbios, ni usaba engaños, sino que Dios nos ha aprobado y nos ha confiado el Evangelio, y así lo predicamos, no para contentar a los hombres, sino a Dios, que aprueba nuestras intenciones.
Como bien sabéis, nunca hemos tenido palabras de adulación ni codicia disimulada. Dios es testigo. No pretendimos honor de los hombres, ni de vosotros, ni de los demás, aunque, como apóstoles de Cristo, podíamos haberos hablado autoritariamente; por el contrario, os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos.
Os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor.



Salmo
Sal 138, 1-3. 4-6 R. Señor, tú me sondeas y me conoces.

Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos; 
distingues mi camino y mi descanso, 
todas mis sendas te son familiares. R.

No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda. 
Me estrechas detrás y delante, 
me cubres con tu palma. 
Tanto saber me sobrepasa, 
es sublime, y no lo abarco. R.


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 17-29

En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo habla metido en la cárcel, encadenado.
El motivo era que Herodes se habla casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano.
Herodías aborrecia a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto.
La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea.
La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven:
-«Pídeme lo que quieras, que te lo doy.»
Y le juró:
-«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.»
Ella salió a preguntarle a su madre:
-«¿Qué le pido?»
La madre le contestó:
-«La cabeza de Juan, el Bautista.»
Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió:
-«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.»
El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre.
Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.




Reflexión del Evangelio de hoy

Os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos
Contemplamos a San Pablo desahogando su tierno corazón con los tesalonicenses. Les expresa sus verdades y sus sentimientos. La predicación del evangelio entre ellos no fue fácil, sino “entre frecuentes luchas”. Y lo hizo limpiamente, con la única pretensión de presentarles el auténtico evangelio de Jesús. Sin desfigurarlo, sin buscar agradarles con adulaciones, ni conseguir su aplauso y reconocimiento. Sin imponerles su autoridad como apóstol de Cristo. Fue tan amable y cariñoso con ellos como lo es una madre con sus hijos. Su única pretensión fue entregarles el gran tesoro que es el evangelio de Jesús, el que nos salva e ilumina nuestra vida, donde Jesús, su vida, muerte y resurrección es el protagonista.

Curioso este pasaje donde el casi siempre fuerte, e incluso, a veces, duro, San Pablo muestra su parte más tierna, cariñosa.

¿Qué quieres que pida? La cabeza de Juan el Bautista
Nos encontramos ante el martirio de Juan el Bautista, el precursor de Jesús, el que también le precedió en una muerte injusta.

Todo este episodio está presidido por la injusticia. El texto nos dice que Herodes sabía que Juan “era un hombre honrado y santo y lo defendía”. Sin embargo, por instigación de Herodías y porque Juan, anteponiendo, como todo verdadero profeta, la verdad a su vida, no aprobaba el nuevo matrimonio de Herodes “lo había metido en la cárcel encadenado”. Un acto de injusticia y abuso de poder.

Otro acto de injusticia y de claro abuso de poder es la decisión de Hedores de matar a Juan después del baile de la hija de Herodías y su petición de la cabeza de Juan.

En el día de su martirio, tengamos presentes a tantas personas que a lo largo de la historia han muerto y siguen muriendo de manera injusta por el abuso del poder del más fuerte. Nos consuela profundamente saber que la última palabra no la tienen los más fuertes, sino nuestro Dios. Esa es nuestra esperanza.


Fray Manuel Santos Sánchez
Real Convento de Predicadores (Valencia)

lunes, 28 de agosto de 2017

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY LUNES 28 DE AGOSTO 2017



Vigésimo primera Semana del Tiempo Ordinario - Año Impar
Lunes 28 de agosto 2017


Hoy es: San Agustín de Hipona (28 de Agosto)
“ Ni entráis ni dejáis entrar a los que lo intentan ”




Primera lectura
Comienzo de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (1,1-5.8b-10):
Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz. Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordarnos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido y que, cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros, no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda. Sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien. Vuestra fe en Dios había corrido de boca en boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la acogida que nos hicisteis: cómo, abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro.


Salmo
Sal 149,1-2.3-4.5-6a.9b R/. El Señor ama a su pueblo


Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R/.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R/.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R/.



Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 23,13-22

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito y, cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: "Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga!" ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga." ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él.»





Reflexión del Evangelio de hoy
Hipócrita incoherencia


Pocas veces en la historia de la humanidad se ha hablado tanto, y con tanta razón, de corrupción. La Iglesia, Reino de Dios, no ha sido ajena, por desgracia, a este problema. ¿Ahora más que otras veces? No lo sé, pero no lo creo. Lo que sí pienso es que, al menos parte del actual desprestigio de la Iglesia, puede deberse a la incoherencia de algunos de sus representantes, muy pocos, pero suficientes, entre vida y fe, entre lo que decimos creer y lo que practicamos.

Hoy, en la fiesta de San Agustín, el soporte evangélico de su celebración nos habla de este problema, personalizado en los escribas y fariseos, en su hipocresía e incoherencia. Tenían una formación cuidadísima, y eran tenidos por maestros e intérpretes autorizados de la Ley. Eran cumplidores acabados, no ya de las leyes, sino hasta de los detalles más insignificantes. Pero se lo tenían tan creído que despreciaban a los demás, juzgándolos muy duramente; y ellos se sentían tan a gusto con su forma de ser que se creían no sólo perfectos sino los únicos amigos auténticos de Dios.

Jesús, hablando a los que le seguían y a sus discípulos, dice refiriéndose a los fariseos y escribas: “Haced y guardad lo que os digan, pero no los imitéis en las obras, porque ellos no hacen lo que dicen”. Tampoco, según Jesús, son sinceros: “Hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres”. Y, con ese mismo fin, “ensanchan sus filacterias y alargan los flecos, buscando los primeros puestos en las sinagogas y en los banquetes”.

Jesús fue muy duro con ellos, pensando en los sencillos y en los que no tenían la formación ni el poder que ellos ostentaban. Y lo dijo también por nosotros, para que imitemos su formación y cumplimiento y, evitando sus defectos, añadamos los valores y actitudes que brillan en San Agustín.

Honradez y Transparencia
Agustín fue un hombre muy dotado, tanto que a los 19 años ya tenía su propia Escuela de Lengua y Literatura, en la modalidad de Retórica y Dialéctica; escuela que llevó, luego, a Cartago, y, más tarde, a Roma. Pero, su vida personal no era acorde con la profesional. Hasta que, fruto de la reflexión, de la ayuda y oración de su madre, Santa Mónica, que le acompañó en el camino de la conversión, junto con el trato de San Ambrosio, Obispo de Milán, donde Agustín había sido contratado como profesor de Retórica, se produjo el milagro de su conversión. Y se convirtió en el Santo y Sabio Obispo y Padre de la Iglesia que hoy celebramos. Esquemáticamente, tres notas en San Agustín:

Honradez: Dándose cuenta de la ayuda de su madre, tiene para ella las palabras más tiernas y agradecidas que puede tener un hijo. Se equivocó en la vida que llevó, y lo reconoce y lamenta en sus Confesiones; y, convertido, empleó todas sus cualidades en escribir, enseñar y orientar, como Obispo, a sus diocesanos.

Verdad. Tuvo auténtica pasión por la verdad, buscándola en Dios, en su Palabra, en la vida y en sus hermanos. Fruto de esta pasión, nos dejó un legado inmenso: libros, sermones, cartas, etc.

Amor. No fue un frío pensador, sino alguien que supo sazonar su vida y sus escritos con el mandamiento primero y último de Jesús a sus discípulos: “Amaos”, no de cualquier forma, “como yo os he amado” (Jn 13,34).

“¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé!

Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por fuera te buscaba... Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Reteníanme lejos de ti aquellas mismas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían... Pero ahora te anhelo. Gusté de ti y ahora siento hambre y sed de ti. Me tocaste y deseé con ansia la paz que procede de ti” (Confesiones, VIl, 10.18-19; X 27).


Fray Hermelindo Fernández Rodríguez
La Virgen del Camino

domingo, 27 de agosto de 2017

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 27 DE AGOSTO 2017


Domingo 21º del Tiempo Ordinario – Ciclo A
Domingo 27 de Agosto de 2017

“¿Quién decís que soy yo?“





Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (22,19-23):

Así dice el Señor a Sobná, mayordomo de palacio: «Te echaré de tu puesto, te destituiré de tu cargo. Aquel día, llamaré a mi siervo, a Eliacín, hijo de Elcías: le vestiré tu túnica, le ceñiré tu banda, le daré tus poderes; será padre para los habitantes de Jerusalén, para el pueblo de Judá. Colgaré de su hombro la llave del palacio de David: lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá. Lo hincaré como un clavo en sitio firme, dará un trono glorioso a la casa paterna.»

Palabra de Dios

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Salmo

Sal 137,1-2a.2bc-3.6.8bc

R/. Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre. R/.

Por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R/.

El Señor es sublime,
se fija en el humilde
y de lejos conoce al soberbio.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R/.

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Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (11,33-36):

¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva? Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.

Palabra de Dios

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Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,13-20):

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.»
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

Palabra del Señor

sábado, 26 de agosto de 2017

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 26 DE AGOSTO 2017


Verdad y amor… dan libertad
Santo Evangelio según San Mateo 23,1-12. Sábado XX de Tiempo Ordinario.



Por: H. Cristian Gutiérrez, L.C. | Fuente: missionkits.org 





En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Gracias, Jesús, por estar de nuevo conmigo en este momento de encuentro. Dispón mi corazón para que sepa acoger todo aquello que me quieres dar. Ilumina mi mente para discernir lo que quieres de mí. Fortalece mi voluntad para que lo acepte y lo procure con esfuerzo, y dame apertura para dejar que tu gracia toque mi vida y poco a poco me vaya modelando mejor según tu imagen. María, madre mía, acompáñame en este rato de oración.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 23,1-12
En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos: "En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover.
Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame ‘maestros’.
Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen ‘maestros’, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen ‘padre’, porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar ‘guías’, porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Señor, sabes que muchas veces en mi vida actúo como un fariseo. Soy duro de juicio, critico a los demás; no acepto mis errores pero sí comento los de los otros; vivo en el legalismo de cumplir o no cumplir sin ir al amor; busco ser el centro de atención y que me traten de manera superior que a los me rodean.
Me invitas a no actuar conforme a lo que los demás piensen de mí. Me llamas a vivir de cara a Ti. Es esto lo que al final me hará una persona libre, sin temores, audaz, feliz. ¡Cuánta tristeza embarga mi alma cuando busco sólo dejar ante los demás una imagen de lo que no soy!
Me pasa como los perfiles de Facebook en los que miles de fotos presentan y construyen la imagen de una persona, sin que de verdad muestre todo de ella. Son las imágenes de la apariencia, no de la verdad. Son imágenes, no personas. Trato de vivir de acuerdo a las modas, a lo que los demás hacen o dicen, a lo que mis amigos usan o a lo que los famosos tienen. Pero entonces no hay verdad. Se hace todo sólo para que los demás vean lo "feliz, bueno, cool, divertido, incluso, santo" que soy.
Ayúdame, Señor, a buscar la verdad en mi vida, a buscarla con pasión y sin temor. Ayúdame a vivir de acuerdo a ella y a transmitirla sin temor. Porque sé que sólo la verdad y amor verdadero me hacen libre.
"Así Jesús enseña cómo hacer plenamente la voluntad de Dios y usa esta palabra: con una "justicia superior" respecto a la de los escribas y fariseos. Una justicia animada por el amor, por la caridad, por la misericordia, y por lo tanto capaz de realizar la sustancia de los mandamientos, evitando el riesgo del formalismo. El formalismo: esto puedo, esto no puedo; hasta aquí puedo, hasta aquí no puedo... No”.
(Homilía de S.S. Francisco, 12 de febrero de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy procuraré decir en todo momento la verdad.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

viernes, 25 de agosto de 2017

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 25 DE AGOSTO DEL 2017


Un cambio de 180º y en camino de la libertad
Santo Evangelio según San Mateo 22,34-40. Viernes XX del Tiempo Ordinario.


Por: H. Balam Loza, LC. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

La vida es un instante comparado con la eternidad. Quiero detenerme en este frenesí para estar contigo, Jesús, Amigo mío. Quiero poner toda mi vida aquí y quiero comenzar de nuevo. Comenzaré a caminar contigo, a tu lado. Muchas veces soy yo quien camino solo, pienso que puedo llevar toda la carga por mí mismo y me doy cuenta que no puedo, que necesito de Ti.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 22,34-40
En aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?".

Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas".

Palabra del Señor.


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

"Como a ti mismo" Es interesante darnos cuenta que Jesús nos pide amar al prójimo como a nosotros. ¿Qué es lo que podemos aprender de esto? No es casualidad sino algo muy importante. En el orden de estos mandamientos está la paz y la libertad. Lo primero es amar a Dios, pero para amar a Dios hay que darse cuenta de todo el amor que hemos recibido de Él. El Papa Benedicto XVI nos decía que el ser cristiano nace de una experiencia profunda. Es necesario aprender a ver la propia vida e historia como un regalo de un Dios, que es Padre, Hermano y Amigo.

Sólo cuando uno se da cuenta del amor recibido y del cariño con el cual lo ve Dios, cuando uno se da cuenta que Dios es un Ser personal que nos ama tal cual somos, es cuando todo cambia. Cuando sentimos que alguien nos mira con amor, nuestra vida da un giro de 180º.

Al mismo tiempo, al sentirme amado me doy cuenta que soy un regalo para los demás, que mi historia, con sus más y con sus menos, es un camino marcado por el amor. En fin, que mi historia y todo lo que soy es algo amable, es algo que he de valorar y he de mirar con alegría. Dios me ha creado, me ha formado, me ha mandado a una familia… Es en este momento cuando entiendo quetodo lo que soy, con toda mi historia, es un tesoro, del mismo modo el otro es un tesoro para mí, es un regalo. En una palabra, es mi hermano. A veces podrá tener muchos defectos, pero es mi hermano y lo amo. Somos hijos del mismo Padre y hemos sido llevados de la mano con todo el amor. Cuando hago la experiencia de un Dios Padre y del prójimo como hermano,alcanzo la paz.

Y el Nuevo Testamento nos enseña que el pleno cumplimiento de la justicia es amar al prójimo como a sí mismo. Cuando nosotros seguimos, con la gracia de Dios, este mandamiento, ¡cómo cambian las cosas! ¡Porque cambiamos nosotros! Esa persona, ese pueblo, que vemos como enemigo, en realidad tiene mi mismo rostro, mi mismo corazón, mi misma alma. Tenemos el mismo Padre en el cielo. Entonces, la verdadera justicia es hacer a esa persona, a ese pueblo, lo que me gustaría que me hiciesen a mí, a mi pueblo.

(Homilía de S.S. Francisco, 6 de junio de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy visitaré algún familiar o conocido que esté solo o triste. Voy a llevarle algún detalle que le pueda alegrar y, si es prudente, lo invitaré a rezar conmigo.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

jueves, 24 de agosto de 2017

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 24 DE AGOSTO DEL 2017


Ser otros Cristos.
Santo Evangelio según San Juan 1, 45-51. Fiesta de San Bartolomé Apóstol.


Por: H. Luis De Ávila, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria(para ponerme en presencia de Dios)
Señor mío y Dios mío, creo que estás aquí presente, que me cuidas y me escuchas. Sé que tienes algo qué decirme hoy. Concédeme en esta oración la gracia de escuchar tu Palabra y la fortaleza necesaria para actuar.
Evangelio del día(para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Juan 1, 45-51
En aquel tiempo, Felipe se encontró con Natanael y le dijo: "Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en la ley y también los profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José". Natanael replicó: "¿Acaso puede salir de Nazaret algo bueno?" Felipe le contestó: "Ven y lo verás".
Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: "Este es un verdadero israelita en el que no hay doblez". Natanael le preguntó: "¿De dónde me conoces?". Jesús le respondió: "Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera". Respondió Natanael: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel". Jesús le contestó: "Tú crees, porque te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver". Después añadió: "Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Natanael se sorprendió que Jesús supiera todo de él. "Éste es un verdadero israelita en el que no hay doblez". Muchas veces, debido a nuestra falta de fe, a nuestra naturaleza humana tan limitada, nos cuesta trabajo pensar que Cristo realmente piense particularmente en cada uno de nosotros. Sin embargo, vemos que no es así. Jesús sabe como me encuentro en este momento presente que leo esta meditación; me llama por mi nombre; me ama tal cual soy, y se llena de ilusión pensando en todo el bien que podría hacer con tan sólo ser un poco más dócil a su llamada, que todos los días sale a mi encuentro.
Jesús se manifiesta en las cosas simples, le gusta hacerse presente en la persona que está por salirme al encuentro; de hecho le encantaría que yo sea su rostro para tantas personas que encontraré hoy en mi camino.
Qué hermoso que Jesús pensará de nosotros al final de este día "Éste es un verdadero israelita en el que no hay doblez", es decir, ser cristianos de una sola pieza, ser otros Cristos para los demás, vivir abnegados y buscar en todo la mayor gloria de Dios.
Nosotros cristianos por la fe, tenemos al Espíritu Santo dentro de nosotros, que nos hace ver y escuchar la verdad de Jesús, que ha muerto por nuestros pecados y ha resucitado. Esto, por lo tanto, es el anuncio de la vida cristiana: ¡Cristo está vivo! ¡Cristo ha resucitado! Cristo está entre nosotros en la comunidad, nos acompaña en el camino. Y no obstante la fatiga que a veces hacemos para comprender, una de las dimensiones de la vida cristiana es precisamente esta: el anuncio. Lo entendemos bien por el pasaje de la Escritura donde se lee que Juan afirmó: "Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos". Como si dijera: Cristo resucitado es una realidad y yo doy testimonio de esto.
(Homilía de S.S. Francisco, 22 de abril de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Trataré de preguntarme 10 veces en este día: ¿qué haría Cristo en mi lugar en esta determinada situación?, y atreverme a resolverlo como Él lo haría.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

lunes, 21 de agosto de 2017

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY LUNES 21 DE AGOSTO DEL 2017


Vigésima semana del Tiempo Ordinario - Año Impar
Lunes 21 de agosto 2017


 Hoy es: San Pío X (21 de Agosto)



Primera lectura
Lectura del libro de los Jueces 2,11-19

En aquellos días, los israelitas hicieron lo que el Señor reprueba, dieron culto a los ídolos; abandonaron al Señor, Dios de sus padres, que los habla sacado de Egipto, y se fueron tras los otros dioses, dioses de las naciones vecinas, y los adoraron, irritando al Señor. Abandonaron al Señor y dieron culto a Baal. y a Astarté. El Señor se encolerizó contra Israel: los entregó a bandas de saqueadores que los saqueaban, los vendió a los enemigos de alrededor, y los israelitas no podían resistirles. En todo lo que emprendían, la mano del Señor se les ponía en contra, exactamente como él les habla dicho y jurado, llegando así a una situación desesperada. Entonces el Señor hacía surgir jueces, que los libraban de las bandas de salteadores; pero ni a los jueces hacían caso, sino que se prostituían con otros dioses, dándoles culto, desviándose muy pronto de la senda por donde habían caminado sus padres, obedientes al Señor. No hacían como ellos. Cuando el Señor hacia surgir jueces, el Señor estaba con el juez; y, mientras vivía el juez, los salvaba de sus enemigos, porque le daba lástima oírlos gemir bajo la tiranía de sus opresores. Pero, en cuanto moría el juez, recalan y se portaban peor que sus padres, yendo tras otros dioses, rindiéndoles adoración; no se apartaban de sus maldades ni de su conducta obstinada.

__________________________

Salmo
Sal 105 R/. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo


No exterminaron a los pueblos
que el Señor les había mandado;
emparentaron con los gentiles,
imitaron sus costumbres. R/.

Adoraron sus ídolos y cayeron en sus lazos;
inmolaron a los demonios sus hijos y sus hijas. R/.

Se mancharon con sus acciones
y se prostituyeron con sus maldades.
La ira del Señor se encendió contra su pueblo,
y aborreció su heredad. R/.

Cuántas veces los libró;
mas ellos, obstinados en su actitud,
perecían por sus culpas;
pero él miró su angustia,
y escuchó sus gritos. R/.

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Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 19,16-22

En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: «Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?»
Jesús le contestó: «¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.»
Él le preguntó: «¿Cuáles?»
Jesús le contestó: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo.»
El muchacho le dijo: «Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?»
Jesús le contestó: «Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres –así tendrás un tesoro en el cielo– y luego vente conmigo.»
Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.


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Reflexión del Evangelio de hoy
La vida eterna



La vida eterna es la vida que tenemos ahora y la que vamos a tener después, a perpetuidad. ¿Es la misma? Sí y no. Sí, porque hablamos de mi vida, no de la de dos seres o personas, sino de la mía; y no, porque sus características, en uno y otro estadio, van a ser distintas, aunque correspondan a la vida de la misma persona. De ahí que hablemos de una vida pasajera, la actual, y de una vida eterna, la de después.

¿Dónde está la distinción? Pido disculpas por repetir la cita del Papa emérito Benedicto XVI, que, creo, ya he mencionado en algún otro comentario sobre el mismo tema. Pero, yo no lo podría explicar mejor; y mis palabras nunca tendrían la seguridad y la fuerza de las suyas. En el segundo volumen de su obra “Jesús de Nazaret”, dice, a este propósito, lo siguiente: “La expresión vida eterna no significa la vida que viene después de la muerte -como tal vez piensa de inmediato el lector moderno- en contraposición a la vida actual, que es ciertamente pasajera y no una vida eterna. Vida eterna significa la vida misma, la vida verdadera, que puede ser vivida también en este tiempo y que después ya no puede ser rebatida por la muerte física. Esto es lo que realmente interesa: abrazar ya desde ahora la vida, la vida verdadera, que ya nada ni nadie puede destruir”.

¿Qué hacer para obtenerla?
Jesús contesta hoy a esta pregunta cuando lo hace dirigiéndose al joven que le había preguntado. El evangelista acaba la descripción del encuentro del joven con Jesús diciendo: “Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico”. Y es cierto. Las riquezas pueden ser un obstáculo para el seguimiento, pero no insalvable. Solamente lo es cuando se convierten –o las convertimos- en otro dios alternativo al verdadero y único.

Nos ayudará a comprenderlo Jesús, cuando, en otra ocasión, habla sobre el mismo tema en estos términos: “Trabajad –les decía Jesús en Cafarnaún- no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna. Ellos le preguntaron: ¿Y qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios y poder tener la vida eterna? Respondió Jesús: La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado” (Jn 6,29).

Entre el deseo del joven y la oferta de Jesús hay un gran vacío que sólo se salva con un gran paso cualitativo: la fe en el enviado. La fe es a la vez gracia de Dios y esfuerzo del hombre. Este es el trabajo que Dios quiere: que creamos en su enviado. Tener fe en Jesús, entendido como un trabajo, como una tarea a realizar. Jesús le dice al joven y nos dice a nosotros que escojamos: él o lo demás –riquezas, poderes, seguridades humanas-. Si optamos por él, seguiremos necesitando, por humanos y peregrinos, de las cosas de aquí abajo. Pero, sirviéndonos de ellas para que Dios garantice, nunca nosotros ni nuestras obras, la vida, la verdadera, la eterna La que vivió, predicó y santificó al Papa San Pío X, y que hoy nos sirve de recuerdo, modelo y protector.

Las preocupaciones de muchos hoy son las que tenía el joven del Evangelio. ¿Crees que se atreven, como él a preguntar a Jesús?
En caso afirmativo, ¿no te parece que la respuesta de Jesús sería similar a la que dio al joven, confianza en él y coherencia de vida?


Fray Hermelindo Fernández Rodríguez
La Virgen del Camino
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