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domingo, 20 de agosto de 2017

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 20 DE AGOSTO 2017


Domingo 20º del Tiempo Ordinario – Ciclo A
Domingo 20 de Agosto de 2017

“Tú me salvas“





Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (56,1.6-7):

Así dice el Señor: «Guardad el derecho, practicad la justicia, que mi salvación está para llegar, y se va a revelar mi victoria. A los extranjeros que se han dado al Señor, para servirlo, para amar el nombre del Señor y ser sus servidores, que guardan el sábado sin profanarlo y perseveran en mi alianza, los traeré a mi monte santo, los alegraré en mi casa de oración, aceptaré sobre mi altar sus holocaustos y sacrificios; porque mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos.»

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 66,2-3.5.6.8

R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.

Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe. R/.

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Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (11,13-15.29-32):

Os digo a vosotros, los gentiles: Mientras sea vuestro apóstol, haré honor a mi ministerio, por ver si despierto emulación en los de mi raza y salvo a alguno de ellos. Si su reprobación es reconciliación del mundo, ¿qué será su reintegración sino un volver de la muerte a la vida? Pues los dones y la llamada de Dios son irrevocables. Vosotros, en otro tiempo, erais rebeldes a Dios; pero ahora, al rebelarse ellos, habéis obtenido misericordia. Así también ellos, que ahora son rebeldes, con ocasión de la misericordia obtenida por vosotros, alcanzarán misericordia. Pues Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos.

Palabra de Dios

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Lectura del santo Evangelio según san Mateo 15,21-28:

En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.» Él no le respondió nada.
Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.»
Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.»
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.»
Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»
Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.»
Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»
En aquel momento quedó curada su hija.

Palabra del Señor

sábado, 19 de agosto de 2017

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY SÁBADO 19 DE AGOSTO DEL 2017


Decimonovena Semana del Tiempo Ordinario - Año Impar
Sábado 19 de agosto 2017


“ Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí ”



Primera lectura
Lectura del libro de Josué 24,14-29:

En aquellos días, Josué continuo hablando al pueblo: «Pues bien, temed al Señor, servidle con toda sinceridad; quitad de en medio los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en Egipto; y servid al Señor. Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir: a los dioses que sirvieron vuestros padres al este del Éufrates o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis; yo y mi casa serviremos al Señor.»

El pueblo respondió: «¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a dioses extranjeros! El Señor es nuestro Dios; él nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la esclavitud de Egipto; él hizo a nuestra vista grandes signos, nos protegió en el camino que recorrimos y entre todos los pueblos por donde cruzamos. El Señor expulsó ante nosotros a los pueblos amorreos que habitaban el país. También nosotros serviremos al Señor: ¡es nuestro Dios!»

Josué dijo al pueblo: «No podréis servir al Señor, porque es un Dios santo, un Dios celoso. No perdonará vuestros delitos ni vuestros pecados. Si abandonáis al Señor y servís a dioses extranjeros, se volverá contra vosotros y, después de haberos tratado bien, os maltratará y os aniquilará.»

El pueblo respondió: «¡No! Serviremos al Señor.»
Josué insistió: «Sois testigos contra vosotros mismos de que habéis elegido servir al Señor.»
Respondieron: «¡Somos testigos!»
Josué contestó: «Pues bien, quitad de en medio los dioses extranjeros que conserváis, y poneos de parte del Señor, Dios de Israel.»
El pueblo respondió: «Serviremos al Señor, nuestro Dios, y le obedeceremos.»
Aquel día, Josué selló el pacto con el pueblo y les dio leyes y mandatos en Siquén. Escribió las cláusulas en el libro de la ley de Dios, cogió una gran piedra y la erigió allí, bajo la encina del santuario del Señor, y dijo a todo el pueblo: «Mirad esta piedra, que será testigo contra vosotros, porque ha oído todo lo que el Señor nos ha dicho. Será testigo contra vosotros, para que no podáis renegar de vuestro Dios.» Luego despidió al pueblo, cada cual a su heredad.
Algún tiempo después murió Josué, hijo de Nun, siervo del Señor, a la edad de ciento diez años.

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Salmo
Sal 15,1-2a.5.7-8.11 R/. Tú, Señor, eres el lote de mi heredad

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.»
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano. R/.

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.

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Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 19,13-15

En aquel tiempo, le acercaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y rezara por ellos, pero los discípulos los regañaban. Jesús dijo: «Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos.» Les impuso las manos y se marchó de allí.

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Reflexión del Evangelio de hoy

Quitad de en medio los dioses que conserváis
El relato nos sitúa casi en los orígenes del pueblo de Dios. Su travesía del Éxodo, desde Egipto hacia la tierra prometida les ha puesto en contacto con otros muchos pueblos. Han conocido muchos dioses. Y la narración presupone que también los han aceptado y adorado como tales. Nada de extraordinario en esa asimilación de las culturas con las que convivimos…

Pero se diría que la situación se convierte en tan confusa que Josué se siente obligado a plantearles de manera firme y clara la necesidad de decidir “a qué Dios quieren servir”.

Dos matices que me parece advertir en la lectura, en el conjunto de un lenguaje que no es precisamente el que ahora utilizaríamos:

Josué no se impone al pueblo. Les remite a su propia elección, al ejercicio de su responsabilidad para decidir. Él sabe lo que va a hacer, pero del mismo modo, a ellos les toca elegir “con qué Dios se quieren quedar”

Una vez enfrentados a la necesidad de dar una respuesta personal comprobamos que Josué no se lo pone nada fácil. Seguir al Señor es una decisión que tiene inevitables consecuencias en la vida. No precisamente en forma de venganza y castigos como pudiera hacer pensar el lenguaje de la lectura, sino en forma de compromiso vital que supone el abandono sin condiciones de los demás dioses a los que damos culto.

Y la pregunta se presenta inevitable ante nosotros: ¿cuántos diosecillos ocupan mi vida, influyen en mis decisiones, condicionan mi entrega… disfrazados con los mejores y más lógicos argumentos que pueden ofrecerse en nuestras culturas?

Ojalá podamos ir haciendo el camino para poder decir con el salmista: “El Señor es el lote de mi heredad”.

De los que son como los niños es el reino de los cielos
Los dos versículos que escuchamos en el evangelio que hoy se proclama se prestan a muchas interpretaciones.

Los niños de los que el evangelio nos habla tienen muy poco que ver con lo que los niños significan en muchas de nuestras culturas. Sin necesidad de ser especialistas en Biblia nos damos cuenta que los mismo relatos evangélicos dejan traslucir la idea de que los niños no contaban nada en el mundo judío de la época de Jesús. A los discípulos les resulta hasta molesto que la gente pretenda que los niños se puedan acercar a Jesús.

Pero Jesús, como tantas veces, les contradice y les desconcierta. ¡Ahora resulta que el reino de los cielos va a ser para los que son como los niños! Un quebradero de cabeza más… porque no nos gusta ser como los niños, porque pretendemos crecer y ser adultos, porque entendemos que es necesario madurar como personas y dejarnos de infantilismos… Y seguro que todo ello está bien.

Quizá nos estemos jugando la posibilidad de formar parte de aquellos que van a poseer el reino en la actitud con la que vivamos ese proceso de crecimiento. Una actitud que los niños no necesitan cultivar porque forma parte de su realidad existencial: el niño no puede “llegar a ser” por sí mismo, está por definición en manos de los demás, necesita recibirlo todo para vivir.

Tal vez nuestras suficiencias, nuestras pretensiones de alcanzar a Dios, de responderle desde nuestras propias posibilidades, de “merecer”… nos llevan a olvidar la experiencia primaria y fundante de todo ser humano: todo es recibido. Desde ella sí podemos embarcarnos, en libertad y confianza, en el viaje que conduce al Reino.


Hna. Gotzone Mezo Aranzibia O.P.
Congregación Romana de Santo Domingo 

viernes, 18 de agosto de 2017

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 18 DE AGOSTO DEL 2017


El proyecto de amor que Dios quiere
Santo Evangelio según San Mateo 19,3-12. Viernes XIX de Tiempo Ordinario.


Por: H. Cristian Gutiérrez, L.C. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Creo en Ti, Señor. Confío en Ti y pongo en tus manos todo lo que soy y lo tengo. Sé que Tú nunca me vas a fallar y que contigo todo lo puedo. Te amo porque quiero amarte y no sólo porque me lo pides. Quiero amarte más y mejor. Ayúdame a serte fiel en todos los momentos del obrar cotidiano y concédeme aquellas gracias que más necesito en este momento. Te pido por todos los miembros del Movimiento que, en cualquier parte del mundo, nos unimos a Ti en esta oración y ayúdanos a ser tus apóstoles incansables.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 19,3-12
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y, para ponerle una trampa, le preguntaron: "¿Le está permitido al hombre divorciarse de su esposa por cualquier motivo?".
Jesús les respondió: "¿No han leído que el Creador, desde un principio los hizo hombre y mujer, y dijo: ‘Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, para unirse a su mujer, y serán los dos una sola cosa?’ De modo que ya no son dos, sino una sola cosa. Así pues, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre".
Pero ellos replicaron: "Entonces ¿por qué ordenó Moisés que el esposo le diera a la mujer un acta de separación, cuando se divorcia de ella?".
Jesús les contestó: "Por la dureza de su corazón, Moisés les permitió divorciarse de sus esposas; pero al principio no fue así. Y yo les declaro que quienquiera que se divorcie de su esposa, salvo el caso de que vivan en unión ilegítima, y se case con otra, comete adulterio; y el que se case con la divorciada, también comete adulterio".

Entonces le dijeron sus discípulos: "Si ésa es la situación del hombre con respecto a su mujer, no conviene casarse". Pero Jesús les dijo: "No todos comprenden esta enseñanza, sino sólo aquellos a quienes se les ha concedido. Pues hay hombres que, desde su nacimiento, son incapaces para el matrimonio; otros ha sido mutilados por los hombres, y hay otros que han renunciado al matrimonio por el Reino de los cielos. Que lo comprenda aquel que pueda comprenderlo".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
En este pasaje me das algunas lecciones sobre el amor. Amor es una palabra demasiado utilizada en el mundo de hoy. Pero se queda en eso, en palabra. El amor es lo más genérico que puede mencionarse. Para muchos, Señor, el amor es sentimiento, es emoción, es gusto, es placer, es actividad, es mariposeo en el estómago, es rubor en las mejillas, es poesía, es literatura, es novela, es letra de canciones. Pero ¿qué es el verdadero amor? ¿Cuál es el amor que pensaste para el hombre?
En efecto, estas descripciones del amor son demasiado pobres para expresar tan sublime realidad. Tan pobres, que por ello encuentro a tantos que "amando" se sienten infelices, insatisfechos, vacíos, pobres. Se sienten objetos, no personas. Se descubren utilizados más que amados. Se hallan en arenas movedizas más que en suelo firme. Buscador de amor podría ser una definición del hombre. Hecho para el amor, pero un amor verdadero, fuerte, fiel, generoso, sincero, duradero, desinteresado, libre, real. No para ése contaminado, pobre, mezquino, falso, ilusorio, irreal, pasajero, que el mundo pone a la venta en cualquier lugar.
Es desde la perspectiva del amor verdadero desde donde se mira el matrimonio y la virginidad. "Que lo comprenda aquel que pueda comprenderlo" es lo que dices al final del pasaje. Ambos son dones que Tú das para salvaguardar el verdadero amor. Son como los cofres que lo conservan, las cajas fuertes que lo protegen, las bóvedas que los mantienen frescos.
El matrimonio es un regalo tuyo para aquellos que han sabido acoger tu amor y desde él, amar al otro. Entonces el motivo de la unión no es sólo el amor de un hombre por una mujer o al contrario, sino que será tu mismo amor que los ha unido y los quiere mantener así. El uno es instrumento de tu amor por el otro. Tú te encargarás de custodiar ese amor. Porque el amor del matrimonio implica fidelidad, responsabilidad por el otro, cuidado de la pareja, atención a los detalles, frescura en el trato, sinceridad y verdad a toda prueba; saber perdonar y pedir perdón; acoger al otro como es y no como yo quiero que sea; implica renuncia a sí mismo, entrega al otro, desinterés, cariño, sacrificio, ternura. ¡Éste es amor verdadero! No lo que me vende el mundo actual.
Señor, si el matrimonio ya es un don difícil de entender, más lo es el don de la virginidad o la castidad consagrada. Pero ambos son dones tuyos, y por ello ambos son valiosos, hermosos, buenos, santos. Son los que renuncian al matrimonio por entregarse de lleno al servicio del Reino, no porque el matrimonio sea algo malo, sino porque simplemente das a cada uno el tesoro que le corresponde. La castidad o la virginidad no es un "no" al amor. (Así lo ve el mundo de hoy). Por el contrario, es un "Sí" al amor verdadero. Porque así como los esposos se entregan al otro y el motivo de su unión es tu amor por los dos, de igual manera el consagrado se entrega a Ti, y a los demás, movido por el amor que le das y que quiere transmitir.
Amar verdaderamente, en ambos casos, es saberse amado por Ti y ser capaz de amar al otro. Es saberse amado por Ti y entregarse, sacrificarse, donarse para que el otro sea feliz, se sepa amado, se realice, sacie su sed de amor que lleva dentro.
De hecho, sólo a la luz de la locura de la gratuidad del amor pascual de Jesús será comprensible la locura de la gratuidad de un amor conyugal único y usque ad mortem. Para Dios, el matrimonio no es una utopía de adolescente, sino un sueño sin el cual su creatura estará destinada a la soledad. En efecto el miedo de unirse a este proyecto paraliza el corazón humano. Paradójicamente también el hombre de hoy -que con frecuencia ridiculiza este plan- permanece atraído y fascinado por todo amor auténtico, por todo amor sólido, por todo amor fecundo, por todo amor fiel y perpetuo. Lo vemos ir tras los amores temporales, pero sueña el amor autentico; corre tras los placeres de la carne, pero desea la entrega total."
(Homilía de S.S. Francisco, 4 de octubre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy viernes, rezaré el vía crucis para meditar sobre la gratuidad del amor de Dios y procuraré hacer un balance sobre la calidad de mi amor.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

jueves, 17 de agosto de 2017

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 17 DE AGOSTO DEL 2017


Una gota del perfume del perdón
Santo Evangelio según San Mateo 18,21-19,1. Jueves XIX de Tiempo Ordinario.


Por: H. Balam Loza, LC. | Fuente: missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, enséñame en este día a llevar tu amor. No quiero vivir esta oración para mí sino quiero encontrarme con tu amor que me perdona siempre y no mira la grandeza de mis faltas. Me amas profundamente y quiero aprender amar como Tú lo has hecho conmigo. Quiero estar aquí y ver la historia maravillosa de tu amor en mi vida. Quiero ver todas las veces que he salido de casa, me he perdido, me he manchado y Tú, me has esperado con la mesa puesta y con los brazos abiertos.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 18,21-19,1
En aquel tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: "Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?" Jesús le contestó: "No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete".
Entonces Jesús les dijo: "El Reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron le debía muchos millones. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor, arrojándose a sus pies, le suplicaba, diciendo: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo’. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta le perdonó la deuda.
Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: ‘Págame lo que me debes’. El compañero se le arrodilló y le rogaba: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo’. Pero el otro no quiso escucharlo, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda.
Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a contarle al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: ‘Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?’ Y el señor encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta que pagara lo que debía.
Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes si cada cual no perdona de corazón a su hermano". Cuando Jesús terminó de hablar, salió de Galilea y fue a la región de Judea que queda al otro lado del Jordán.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Con los brazos abiertos. Cuántas veces al sentirnos libres abrimos los brazos, podemos decir que es el símbolo de la libertad. Pero si pensamos un poco en ese gesto podemos darnos cuenta de que solamente quien es libre puede recibir a otro. Solamente quien aprende a perdonar se libera de unas cadenas pesadas. Pensemos por un momento en eso que nos puede estar atando. Esas cadenas que puedan estar quitándonos la libertad y la paz. ¡Cuántas noches sin dormir pensando en alguna palabra, tal vez muy pequeña, que me pudo haber ofendido!
Muchas veces el problema lo agrandamos más y nos pesa. Es verdad que en ocasiones es más difícil ya que nuestra confianza ha sido pisada. ¿Qué hacer? Perdón. Es una palabra de seis letras pero que sana el corazón. Es una fragancia que llena las estancias más pobres y más tristes. Es una palabra, en fin, que da vida y libertad.
"Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen" Un hombre en una cruz insultado supo decir "te perdono", pero no sólo eso, esa palabra era la fragancia más valiosa porque estaba cargada de amor. Ese amor me sana y me da vida cada vez que pienso que no soy digno. Detrás del "Yo te absuelvo de tus pecados" hay una mirada de amor que da vida a nuestro corazón, que sana, que libera, que da paz. Eseperdón ilumina nuestras vidas e historias. ¿Qué pasaría si no recibiésemos el perdón de Dios?
Y nosotros somos instrumentos del amor para los demás. A veces podemos encontrarnos con personas que pueden sufrir por dentro y nos hacen sufrir por sus acciones. A veces no las comprendemos, pero es importante ir más allá de un acto ofensivo. Mirar como Jesús mira es el ideal del cristiano. Amar, aunque duela y perdonar siempre, es lo que puede cambiar el mundo de hoy. Una mirada que llega al fondo y no se queda en la primera impresión es lo que puede iluminar a mi hermano que puede estar sufriendo.
En esta escena encontramos todo el drama de nuestras relaciones humanas. Cuando estamos nosotros en deuda con los demás, pretendemos la misericordia; en cambio cuando estamos en crédito, invocamos la justicia. Todos hacemos así, todos. Esta no es la reacción del discípulo de Cristo ni puede ser el estilo de vida de los cristianos. Jesús nos enseña a perdonar, y a hacerlo sin límites: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete".
(Homilía de S.S. Francisco, 4 de agosto de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, o durante la próxima semana, voy a acercarme al sacramento de la reconciliación con una actitud de querer encontrarme con Jesús que sana mi vida y mi corazón.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

miércoles, 16 de agosto de 2017

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MIÉRCOLES 16 DE AGOSTO DEL 2017


Decimonovena Semana del Tiempo Ordinario - Año Impar
Miércoles 16 de agosto del 2017



“ Estoy en medio de los que se reúnen en mi nombre ”



Primera lectura
Lectura del libro del Deuteronomio 34,1-12

En aquellos días, Moisés subió de la estepa de Moab al monte Nebo, a la cima del Fasga, que mira a Jericó; y el Señor le mostró toda la tierra: Galaad hasta Dan, el territorio de Neftall, de Efraín y de Manasés, el de Judá hasta el mar occidental, el Negueb y la comarca del valle de Jericó, la ciudad de las palmeras, hasta Soar; y le dijo: «Ésta es la tierra que prometí a Abrahán, a Isaac y a Jacob, diciéndoles: "Se la daré a tu descendencia." Te la he hecho ver con tus propios ojos, pero no entrarás en ella.»

Y allí murió Moisés, siervo del Señor, en Moab, como había dicho el Señor. Lo enterraron en el valle de Moab, frente a Bet Fegor; y hasta el dia de hoy nadie ha conocido el lugar de su tumba. Moisés murió a la edad de ciento veinte años; no había perdido vista ni había decaído su vigor. Los israelitas lloraron a Moisés en la estepa de Moab treinta días, hasta que terminó el tiempo del duelo por Moisés. Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos; los israelitas le obedecieron e hicieron lo que el Señor había mandado a Moisés. Pero ya no surgió en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor trataba cara a cara; ni semejante a él en los signos y prodigios que el Señor le envió a hacer en Egipto contra el Faraón, su corte y su país; ni en la mano poderosa, en los terribles portentos que obró Moisés en presencia de todo Israel.

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Salmo
Sal 65 R/. Bendito sea Dios, que me ha devuelto la vida

Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre,
cantad himnos a su gloria.
Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!» R/.

Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres.
Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
haced resonar sus alabanzas. R/.

Fieles de Dios, venid a escuchar,
os contaré lo que ha hecho conmigo:
a él gritó mi boca
y lo ensalzó mi lengua. R/.

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Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo18,15-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»

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Reflexión del Evangelio de hoy
No surgió otro profeta como Moisés

Es el relato de la postrera conversación que Yahvé tiene con Moisés en la tierra. Se levanta acta del fin de uno de los personajes más señeros de la historia, Moisés, respecto al cual se expresan todos los extremos posibles tanto entre los historiadores como entre los literatos. De nuestro texto, resalta el clima de afectuosa intimidad entre Yahvé y el hombre elegido por él para conducir a su pueblo, aunque físicamente no rematara el camino hacia la tierra de la Promesa, tantas veces aludida, tantas veces soñada. Dios concede a su siervo Moisés el contemplar los horizontes geográficos de la libertad de su pueblo desde la cumbre del Fasga, en el monte Nebo. Tiempo después, y según lo previsto por Yahvé, fallece en los confines de Moab, y con él desaparece el más grande profeta, el que más se acercó a Dios, y para nosotros, una de las figuras más elocuentes de Jesús el Señor. Su memoria perdura en todos los creyentes del Antiguo como del Nuevo Testamento, y su evocación se vive en el Pueblo de Dios como bendición y gracia para los suyos. Acreditó fidelidad a Yahvé y en el liderazgo de su pueblo derrochó mansedumbre y paciencia; supo hacer oír la voz de Dios y éste le privilegió con su protección y cercanía.

Estoy en medio de los que se reúnen en mi nombre
La pregunta de Caín (¿Soy yo acaso el guardián de mi hermano?)no tiene vigencia en la comunidad seguidora de Jesús de Nazaret. Porque somos corresponsables de la vida y de la felicidad de los otros. En la comunidad creyente no se debe perder ningún aliento de vida. Hemos recibido esta página como un estímulo para la conocida como corrección fraterna, en la que, se decía, hay que remediar lo que rompe la convivencia cristiana. De acuerdo, siempre y cuando tal corrección fraterna se haga desde el servicio y no desde una supuesta primacía moral, desde la autoconciencia de debilidad del que la hace y no desde la perfección ética del que indirectamente humilla con la debilidad que se pretende corregir. Corrección fraterna, siempre y cuando sea una experiencia compartida de misericordia, donde el que corrige como el corrector se sientan mendigos de perdón y acogida. La comunidad aquí no juega el papel de telón de fondo acusador, sino como ámbito fraterno para que, unos y otros, crezcamos en la fe sabedores que nuestra fuerza es nuestra patente debilidad. Sobre todo, la comunidad es el domicilio de Jesús de Nazaret y de su Espíritu, garantes en todo momento del perdón que todos en ella recibimos y disfrutamos. Una comunidad reconciliada, hermanada y, por más señas, orante, es lugar cierto de la presencia de Dios Padre-Madre.

La calidad de vida cristiana de nuestra comunidad ¿nos pide que miremos los unos por los otros desde la debilidad?

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*Fr. Jesús Duque O.P.
Convento de Santo Domingo de Scala-Coeli (Córdoba)

martes, 15 de agosto de 2017

LECTURAS BÍBLICAS DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, MARTES 15 AGOSTO 2017


Lecturas de hoy Asunción de la Virgen María
Hoy, martes, 15 de agosto de 2017




Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (11,19a;12,1.3-6a.10ab):

Se abrió en el cielo el santuario de Dios y en su santuario apareció el arca de su alianza. Después apareció una figura portentosa en el cielo: Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas. Apareció otra señal en el cielo: Un enorme dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos y siete diademas en las cabezas. Con la cola barrió del cielo un tercio de las estrellas, arrojándolas a la tierra. El dragón estaba enfrente de la mujer que iba a dar a luz, dispuesto a tragarse el niño en cuanto naciera. Dio a luz un varón, destinado a gobernar con vara de hierro a los pueblos. Arrebataron al niño y lo llevaron junto al trono de Dios. La mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar reservado por Dios.
Se oyó una gran voz en el cielo: «Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo.»

Palabra de Dios



Salmo
Sal 44,10bc.11-12ab.16

R/. De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir

Hijas de reyes salen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina,
enjoyada con oro de Ofir. R/.

Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu señor. R/.

Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real. R/.



Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (15,20-27a):

Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Porque Dios ha sometido todo bajo sus pies.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,39-56):

En aquellos días, Maria se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de Maria, saltó la criatura en su vientre.
Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»
María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia –como lo había prometido a nuestros padres– en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.»
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

Palabra del Señor




«Proclama mi alma la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador»



Hoy celebramos la solemnidad de la Asunción de Santa María en cuerpo y alma a los cielos. «Hoy —dice san Bernardo— sube al cielo la Virgen llena de gloria, y colma de gozo a los ciudadanos celestes». Y añadirá estas preciosas palabras: «¡Qué regalo más hermoso envía hoy nuestra tierra al cielo! Con este gesto maravilloso de amistad —que es dar y recibir— se funden lo humano y lo divino, lo terreno y lo celeste, lo humilde y lo sublime. El fruto más granado de la tierra está allí, de donde proceden los mejores regalos y los dones de más valor. Encumbrada a las alturas, la Virgen Santa prodigará sus dones a los hombres».

El primer don que te prodiga es la Palabra, que Ella supo guardar con tanta fidelidad en el corazón, y hacerla fructificar desde su profundo silencio acogedor. Con esta Palabra en su espacio interior, engendrando la Vida para los hombres en su vientre, «se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel» (Lc 1,39-40). La presencia de María expande la alegría: «Apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno» (Lc 1,44), exclama Isabel.

Sobre todo, nos hace el don de su alabanza, su misma alegría hecha canto, su Magníficat: «Proclama mi alma la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador...» (Lc 1,46-47). ¡Qué regalo más hermoso nos devuelve hoy el cielo con el canto de María, hecho Palabra de Dios! En este canto hallamos los indicios para aprender cómo se funden lo humano y lo divino, lo terreno y lo celeste, y llegar a responder como Ella al regalo que nos hace Dios en su Hijo, a través de su Santa Madre: para ser un regalo de Dios para el mundo, y mañana un regalo de nuestra humanidad a Dios, siguiendo el ejemplo de María, que nos precede en esta glorificación a la que estamos destinados.


P. Abad Dom Josep ALEGRE Abad de Santa Mª de Poblet 
(Tarragona, España)

lunes, 14 de agosto de 2017

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY LUNES 14 DE AGOSTO DEL 2017


Lun 14 Ago 2017
Decimonovena Semana del Tiempo Ordinario - Año Impar

“ Al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres ”


Primera lectura
Lectura del libro del Deuteronomio 10,12-22:

Moisés habló al pueblo, diciendo: «Ahora, Israel, ¿qué es lo que te exige el Señor, tu Dios? Que temas al Señor, tu Dios, que sigas sus caminos y lo ames, que sirvas al Señor, tu Dios, con todo el corazón y con toda el alma, que guardes los preceptos del Señor, tu Dios, y los mandatos que yo te mando hoy, para tu bien. Cierto: del Señor son los cielos, hasta el último cielo, la tierra y todo cuanto la habita; con todo, sólo de vuestros padres se enamoró el Señor, los amó, y de su descendencia os escogió a vosotros entre todos los pueblos, como sucede hoy. Circuncidad vuestro corazón, no endurezcáis vuestra cerviz; que el Señor, vuestro Dios, es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, fuerte y terrible; no es parcial ni acepta soborno, hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al forastero, dándole pan y vestido. Amaréis al forastero, porque forasteros fuisteis en Egipto. Temerás al Señor, tu Dios, le servirás, te pegarás a él, en su nombre jurarás. Él será tu alabanza, él será tu Dios, pues él hizo a tu favor las terribles hazañas que tus ojos han visto. Setenta eran tus padres cuando bajaron a Egipto, y ahora el Señor, tu Dios, te ha hecho numeroso como las estrellas del cielo.»


Salmo
Sal 147,12-13.14-15.19-20 R/. Glorifica al Señor, Jerusalén


Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R/.

Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz. R/.

Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R/.



Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 17,22-27

En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos Galilea, les dijo Jesús: «Al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día.» Ellos se pusieron muy tristes.
Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: «¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?»
Contestó: «Sí.»
Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: «¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños?»
Contestó: «A los extraños.»
Jesús le dijo: «Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizarlos, ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti.»





Reflexión del Evangelio de hoy
San Maximiliano, mártir de la caridad

El día 10 de octubre de 1982, el entonces Papa Juan Pablo II, hoy santo canonizado, subía a los altares con el título de santo a su compatriota Maximiliano María Kolbe, apodándole mártir de la caridad. En la homilía de su canonización, el Santo Pablo dijo: “Desde hoy la Iglesia quiere llamar «santo» a un hombre a quien le fue concedido cumplir de manera rigurosamente literal estas palabras del Redentor. “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” (Jn 15,13). Así fue. Hacia finales de julio de 1941, después que los prisioneros, destinados a morir de hambre, habían sido puestos en fila por orden del jefe del campo, este hombre, Maximiliano María Kolbe, se presentó espontáneamente, declarándose dispuesto a ir a la muerte en sustitución de uno de ellos. Esta disponibilidad fue aceptada, y al padre Maximiliano, después de dos semanas de tormentos a causa del hambre, le fue quitada la vida con una inyección mortal, el 14 de agosto de 1941. Todo esto sucedía en el campo de concentración de Auschwitz, donde fueron asesinados durante la última guerra unos cuatro millones de personas”.

Esto es heroico; esto no se improvisa. El P. Maximiliano llegó al campo de concentración de Auschwitz de la mano de María, de quien se consideraba su caballero. Y, al mismo tiempo, este acto supremo de caridad estuvo precedido de infinidad de gestos de cercanía y de ayuda hacia cuantos contactaron con él. El gesto último de amor auténtico y su muerte martirial fue el fruto maduro de su vida. Al recordarla, la celebramos, pidiéndole al Señor, por su medio, gestos de caridad similares a los suyos, de la mano de la Santísima Virgen.

Transparencia de Jesús

El soporte evangélico del martirio de San Maximiliano es otro martirio, el del propio Jesús. Es la segunda vez que se lo dice a los discípulos, porque le preocupa por él y por ellos. No sólo cuenta el hecho sino algunos detalles: que lo entregarán y lo matarán, pero –lo más importante- al tercer día resucitará. Pues bien, ellos se pusieron muy tristes, como si fuera la primera vez que lo oían. O quizá es que habían querido olvidar lo sucedido la otra vez, cuando Pedro, con su mejor intención increpó a Jesús oponiéndose a que aquello pudiera llegar a suceder; y, como contrapartida, Pedro recibió una de las mayores reprimendas que salieron de labios de Jesús. El hecho es que Jesús trata de hablar a sus discípulos para que estén preparados; y, al mismo tiempo, se desahoga con ellos, o, al menos, trata de hacerlo.

Y, en segundo lugar, Jesús se muestra cumplidor exquisito de los deberes que tiene como ciudadano. En este caso es sobre el impuesto anual que todo judío de Palestina o del extranjero había de pagar al templo desde los veinte años (Ex 30,11-13; 38,26; cf. Neh 10,33s). Consistía en dos dracmas, el equivalente a dos días de jornal. Se cobraba el impuesto en la segunda quincena de marzo (Adar); en Nisán (Abril), que señalaba el comienzo del año litúrgico, tenía que estar cobrado.

Jesús razona con sus discípulos quiénes tienen que pagar y quiénes deberían estar exonerados de ese tributo. Pero, es más importante la paz; además quiere dar un buen ejemplo a los discípulos, porque ellos sí estaban obligados a cumplir aquella ley. Otro detalle de la transparencia de Jesús, no sólo en lo que hizo sino en el por qué lo hizo.

¿Juega María en mi vida un papel semejante al que tuvo en San Maximiliano?

¿Hasta dónde llega mi caridad samaritana, mi perdón, mi aceptación del otro a todos los niveles?

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* Fray Hermelindo Fernández Rodríguez
La Virgen del Camino
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