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lunes, 24 de julio de 2017

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 24 DE JULIO DEL 2017


Te pido una señal…
Santo Evangelio según San Mateo 12,38-42. XVI Lunes de Tiempo Ordinario.


Por: H. Iván Yoed González, L.C. | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, ¿cómo puedo interesarme más por Ti en un mundo que poco me habla de Ti? Tengo deseos, pero no encuentro muchos caminos para saciarlos. ¿Qué me queda hacer? Pedirte la gracia simplemente y ofrecerte nuevamente mi corazón. Llévame hacia Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 12,38-42
En aquel tiempo, le dijeron a Jesús algunos escribas y fariseos: "Maestro, queremos verte hacer una señal prodigiosa". Él les respondió: "Esta gente malvada e infiel está reclamando una señal, pero la única señal que se le dará, será la del profeta Jonás. Pues de la misma manera que Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre de la ballena, así también el Hijo del hombre estará tres días y tres noches en el seno de la tierra.
Los habitantes de Nínive se levantarán el día del juicio contra esta gente y la condenarán, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay alguien más grande que Jonás.
La reina del sur se levantará el día del juicio contra esta gente y la condenará, porque ella vino de los últimos rincones de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien más grande que Salomón".
Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Te pido una señal, Señor, pero en realidad no sé qué es lo que pido. Cuando te pido felicidad, me olvido del camino que me podría llevar a ella. Cuando te pido gozo, me olvido que quizá tendré que andar por el crisol. Cuando te pido paz, me olvido que quizá tendré que renunciar a lo que me la quita. Es extraño el camino de la cruz, pero aquellos que lo han recorrido, testimonian su plenitud.
Dame una señal. Muéstrame un prodigio. Estaré dispuesto a recibir con corazón abierto lo que Tú me quieras dar. No te pido que se haga mi voluntad, sino la tuya. Yo confío en Ti, seguiré el camino que me muestres. ¿Será doloroso? Señor, si Tú me lo muestras, lo andaré con confianza. ¿Me cuesta aún confiar? Te pido la confianza y te pido la gracia de atreverme a dar siquiera el primer paso, en la dirección que me señales.
Señor, los fariseos te pedían una señal. Jamás se imaginaron que les sería dada la más grande: tu resurrección. Yo estaré abierto a las señales que me quieras regalar. Sean sencillas, sean difíciles de acoger, las buscaré, las recibiré y con todo lo que soy y tu gracia, las sabré agradecer.
"Cuándo y cuál… Siempre nos mueve la curiosidad: se quiere saber cuándo y recibir señales. Pero esta curiosidad a Jesús no le gusta. Por el contrario, él nos insta a no dejarnos engañar por los predicadores apocalípticos. El que sigue a Jesús no hace caso a los profetas de desgracias, a la frivolidad de los horóscopos, a las predicaciones y a las predicciones que generan temores, distrayendo la atención de lo que sí importa. Entre las muchas voces que se oyen, el Señor nos invita a distinguir lo que viene de Él y lo que viene del falso espíritu. Es importante distinguir la llamada llena de sabiduría que Dios nos dirige cada día del clamor de los que utilizan el nombre de Dios para asustar, alimentar divisiones y temores."
(Homilía de S.S. Francisco, 13 de noviembre de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy aceptaré la voluntad de Dios, aunque no concuerde con lo que yo quiero.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

domingo, 23 de julio de 2017

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 23 DE JULIO DEL 2017


Lecturas de hoy Domingo 16º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Hoy, domingo, 23 de julio de 2017



Primera lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (12,13.16-19):

Fuera de ti, no hay otro dios al cuidado de todo, ante quien tengas que justificar tu sentencia. Tu poder es el principio de la justicia, y tu soberanía universal te hace perdonar a todos. Tú demuestras tu fuerza a los que dudan de tu poder total, y reprimes la audacia de los que no lo conocen. Tú, poderoso soberano, juzgas con moderación y nos gobiernas con gran indulgencia, porque puedes hacer cuanto quieres. Obrando así, enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser humano, y diste a tus hijos la dulce esperanza de que, en el pecado, das lugar al arrepentimiento.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 85,5-6.9-10.15-16a

R/. Tú, Señor, eres bueno y clemente

Tú, Señor, eres bueno y clemente, 
rico en misericordia, con los que te invocan. 
Señor, escucha mi oración, 
atiende la voz de mi súplica. R/.

Todos los pueblos vendrán 
a postrarse en tu presencia, Señor; 
bendecirán tu nombre: 
«Grande eres tú, y haces maravillas; 
tú eres el único Dios.» R/. 

Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso, 
lento a la cólera, rico en piedad y leal, 
mírame, ten compasión de mí. R/.



Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,26-27):

El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables. Y el que escudriña los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los santos es según Dios.

Palabra de Dios



Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,24-43):

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: "Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?" Él les dijo: "Un enemigo lo ha hecho." Los criados le preguntaron: "¿Quieres que vayamos a arrancarla?" Pero él les respondió: "No, que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero."»

Les propuso esta otra parábola: «El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas y vienen los pájaros a anidar en sus ramas.»

Les dijo otra parábola: «El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina y basta para que todo fermente.»

Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré los secretos desde la fundación del mundo.»

Luego dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.» 
Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será el fin del tiempo: el Hijo del Hombre enviará sus ángeles y arrancarán de su reino a todos los corruptos y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su padre. El que tenga oídos, que oiga.»

Palabra del Señor

sábado, 22 de julio de 2017

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 22 DE JULIO DEL 2017



A todo correr
Santo Evangelio según San Juan 20,1.11-18. Festividad de Santa María Magdalena


Por: H. Balam Loza, L.C. | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
"Antes de haberte formado yo en el vientre, te conocía: antes de que nacieses te había consagrado yo profeta; te tenía destinado a las naciones" (Jr.1, 5). Señor, Tú me has creado y me has amado. Poniéndome en el mundo me has confiado una misión y por eso vengo hoy aquí para escuchar lo que quieres decirme y hacer lo que quieres pedirme. Señor, tuyo soy, para Ti nací, ¿qué quieres de mí?

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 20,1.11-18
El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto".
María se había quedado llorando junto al sepulcro de Jesús. Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno en la cabecera y el otro junto a los pies. Los ángeles le preguntaron: "¿Por qué estás llorando, mujer?". Ella les contestó: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo habrán puesto".
Dicho esto, miró hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús. Entonces él le dijo: "Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?". Ella, creyendo que era el jardinero, le respondió: "Señor, si tú te lo llevaste, dime dónde lo han puesto". Jesús le dijo: "¡María!". Ella se volvió y exclamó: "¡Rabbuní!", que en hebreo significa ‘maestro’. Jesús le dijo: "No me retengas, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: ‘Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios’".
María Magdalena se fue a ver a los discípulos y les anunció: "¡He visto a mi Señor!", y les contó lo que Jesús le había dicho.
Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
"Echó a correr". La vida de María Magdalena está marcada por una continua búsqueda de Jesús. Su alma está sedienta de escuchar esas palabras del Maestro, y su corazón está tranquilo mientras está a sus pies a la caída del sol en Betania, compartiendo la mesa. María, la pecadora, ha hecho la experiencia de la misericordia del Señor.
En este pasaje sale María muy de mañana y a todo correr. Su vida está siempre al cien. Tal vez no habría dormido y estaría cansada, pero el amor lo soporta todo. Y he ahí que Jesús no se deja ganar en generosidad y se le presenta vivo y luminoso. ¡Resucitado! Jesús la llama por su nombre y la colma de alegría. El encuentro no habría sido muy largo, pero seguramente muy intenso. Acto seguido sale a todo correr a anunciar a todos que había visto al Señor.
El ser cristiano es justamente esto, transmitir a los demás lo que se ha experimentado en la oración. Hacerles partícipes del gran encuentro con el Amigo, con el Padre, con el Hermano, con el mismo Dios. El cristiano es alguien que arde en deseos por llevar la alegría a todo aquel que la necesita. No es alguien apagado sino alguien ilusionado por un mundo mejor. No se desanima al ver la gran cantidad de noticias tristes que pueda leer en el periódico o ver en la televisión, sino que sale corriendo al encuentro de los necesitados para trasmitirles su experiencia.
"Y eso es lo que esta noche nos invita a anunciar: el latir del Resucitado, Cristo Vive. Y eso cambió el paso de María Magdalena y la otra María, eso es lo que las hace alejarse rápidamente y correr a dar la noticia. Eso es lo que las hace volver sobre sus pasos y sobre sus miradas. Vuelven a la ciudad a encontrarse con los otros.
Así como ingresamos con ellas al sepulcro, los invito a que vayamos con ellas, que volvamos a la ciudad, que volvamos sobre nuestros pasos, sobre nuestras miradas. Vayamos con ellas a anunciar la noticia, vayamos… a todos esos lugares donde parece que el sepulcro ha tenido la última palabra, y donde parece que la muerte ha sido la única solución. Vayamos a anunciar, a compartir, a descubrir que es cierto: el Señor está Vivo".
(Homilía de S.S. Francisco, 15 de abril de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a ir a visitar algún familiar o conocido que esté solo o triste. Voy a llevarle algún detalle que le pueda alegrar y lo invitaré a rezar conmigo.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

viernes, 21 de julio de 2017

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 21 DE JULIO 2017


Un corazón misericordioso
Santo Evangelio según San Mateo 12,1-8. XV Viernes de Tiempo Ordinario.


Por: H. Rubén Tornero, LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, una vez más me tienes aquí, en tu presencia. Te doy las gracias por el don de la fe que me has regalado el día de mi bautismo. Gracias porque me has obsequiado tu presencia en mi corazón. Soy tu hijo. Me amas. Tú siempre has cuidado de mí infinitamente más de lo que una madre cuida a su pequeño o de lo que yo mismo me cuido. Nunca me ha faltado ni tu amistad ni tu amor. A todos lados llega tu gracia y en todo momento me da la fuerza de seguir adelante. Gracias, Jesús, no permitas que en esta oración endurezca mi corazón. Dame la gracia de reconocer tu voz y la fuerza para seguirla.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 12,1-8
Un sábado, atravesaba Jesús por los sembrados. Los discípulos, que iban con Él, tenían hambre y se pusieron a arrancar espigas y a comerse los granos. Cuando los fariseos los vieron, le dijeron a Jesús: "Tus discípulos están haciendo algo que no está permitido hacer en sábado".
Él les contestó: "¿No han leído ustedes que lo hizo David una vez que sintieron hambre él y sus compañeros? ¿No recuerdan cómo entraron en la casa de Dios y comieron los panes consagrados, de los cuales ni él ni sus compañeros podían comer, sino tan sólo los sacerdotes?
¿Tampoco han leído en la ley que los sacerdotes violan el sábado porque ofician en el templo y no por eso comenten pecado? Pues Yo les digo que aquí hay alguien más grande que el templo.
Si ustedes comprendieran el sentido de las palabras: Misericordia quiero y no sacrificios, no condenarían a quienes no tienen ninguna culpa. Por lo demás, el Hijo del hombre también es dueño del sábado".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Jesús, en este texto del evangelio invitas a los fariseos a comprender que Tú quieres misericordia y no sacrificios; los invitas a amar como Tú amas: misericordiosamente.
Jesús, a veces se me olvida que Tú amabas también a los fariseos. Tus reproches no tenían como fin fastidiarlos, sino despertarlos del funesto sopor de sentirse justos.
Muchas veces, Jesús, este peligro también se hace presente en mi vida. Puedo correr el riesgo de sentirme mejor que los demás precisamente porque reconozco mis pecados. Me he dado la libertad de ser juez de los jueces, de juzgar farisaicamente a los fariseos, de quejarme de lo malo que sucede a mi alrededor sin apenas mover un dedo para solucionarlo.
Es real el peligro de despreciar y tachar de intransigentes e inmisericordes a quienes denuncian los pecados ajenos, sin darme cuenta de que yo caigo en ese mismo error. Es como si la mujer adúltera, luego de ser perdonada por Ti, hubiera arengado a la multitud a apedrear a sus acusadores. No me parece que esa sea tu actitud.
Tú detestas el pecado… pero nunca rechazas a ningún pecador. Y si Tú no lo haces, ¿por qué yo tendría que hacerlo?
Ayúdame, Jesús, a experimentar profundamente en don de tu amor misericordioso de manera que yo pueda ser un reflejo de ese mismo amor.
Jesús, dame tu corazón y enséñame a amar a los demás como los amas Tú.
"La misión nos purifica del pensar que hay una Iglesia de los puros y una de los impuros: todos somos pecadores y todos necesitamos el anuncio de Cristo, y si yo cuando anuncio en la misión a Jesucristo no pienso, no siento que lo que digo a mí mismo, me separo de la persona y me creo -puedo creerme- puro y al otro como impuro que tiene necesidad. La misión nos afecta a todos como pueblo de Dios, nos transforma: nos cambia el modo de ir por la vida, de "turista" a comprometido, y nos quita de la cabeza esa idea de que hay grupos, que en la Iglesia hay puros e impuros: todos somos hijos de Dios. Todos pecadores y todos con el Espíritu Santo dentro que tiene la capacidad de hacernos santos."
(Discurso de S.S. Francisco, 27 de mayo de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a evitar hacer juicios negativos o condenatorios de las personas que me rodean.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

jueves, 20 de julio de 2017

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 20 DE JULIO DEL 2017


Esto es el descanso de mi vida
Santo Evangelio según San Mateo 11, 28-30. XV Jueves de Tiempo Ordinario.


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Un nuevo día. Un nuevo comienzo… la misma vida… Hoy vuelvo a optar por Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 11, 28-30
En aquel tiempo, Jesús dijo: "Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Ir hacia Ti, Señor… Ir hacia Ti.

No puedo negar que este caminar es cansado. No puedo negar que mientras más avanzo, mientras más subo, la vista es más hermosa pero… aumenta el cansancio.
Avanzo y voy perdiendo la visión, voy perdiendo la motivación y la capacidad de sorprenderme pues me enfoco sólo en el camino, en la subida, en la carga. Me enfoco más en lo que voy dejando, en el tiempo que ha pasado, lo que he perdido… lo que he ganado, y me olvido de Aquél que va conmigo.
No se trata de avanzar, de retroceder; de caminar, de correr… sino de recorrer el camino junto a Alguien; junto a Él.
¿Hay cansancio?...sí. ¿Hay cargas?... también. No hay por qué negarlas o evitarlas; hay que saber que éstas no son lo verdaderamente importante, sino que lo importante es caminar sabiendo que Alguien comparte mi cansancio, que Alguien va conmigo de la mano. Esto es lo esencial… esto es el descanso de mi vida.
Ir hacia Ti, Señor… Ir hacia Ti…es no fijarme en el cansancio… es no fijarme en la carga; es saber que Tú estás conmigo.
"Dios nos salva haciéndose pequeño, cercano y concreto. Ante todo, Dios se hace pequeño. El Señor, "manso y humilde de corazón", prefiere a los pequeños, a los que se ha revelado el Reino de Dios; estos son grandes ante sus ojos, y a ellos dirige su mirada. Los prefiere porque se oponen a la "soberbia de la vida", que procede del mundo. Los pequeños hablan su mismo idioma: el amor humilde que hace libres. Por eso llama a personas sencillas y disponibles para ser sus portavoces, y les confía la revelación de su nombre y los secretos de su corazón."
(Homilía de S.S. Francisco, 28 de julio de 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Iré a Cristo al participar humildemente en una hora eucarística, poniendo en sus manos mi fatiga y agobio.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

miércoles, 19 de julio de 2017

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 19 DE JULIO DEL 2017


Lecturas de hoy Miércoles de la 15ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, miércoles, 19 de julio de 2017




Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (3,1-6.9-12):

En aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián; llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta llegar a Horeb, el monte de Dios. El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse.
Moisés se dijo: «Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver cómo es que no se quema la zarza.»
Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: «Moisés, Moisés.»
Respondió él: «Aquí estoy.»
Dijo Dios: «No te acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado.»
Y añadió: «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob.»
Moisés se tapó la cara, temeroso de ver a Dios.
El Señor le dijo: «El clamor de los israelitas ha llegado a mí, y he visto cómo los tiranizan los egipcios. Y ahora marcha, te envío al Faraón para que saques a mi pueblo, a los israelitas.»
Moisés replicó a Dios: «¿Quién soy yo para acudir al Faraón o para sacar a los israelitas de Egipto?»
Respondió Dios: «Yo estoy contigo; y ésta es la señal de que yo te envío: cuando saques al pueblo de Egipto, daréis culto a Dios en esta montaña.»

Palabra de Dios

_____________________


Salmo
Sal 102,1-2.3-4.6-7

R/. El Señor es compasivo y misericordioso

Bendice, alma mía, al Señor, 
y todo mi ser a su santo nombre. 
Bendice, alma mía, al Señor, 
y no olvides sus beneficios. R/.

Él perdona todas tus culpas 
y cura todas tus enfermedades; 
él rescata tu vida de la fosa 
y te colma de gracia y de ternura. R/.

El Señor hace justicia 
y defiende a todos los oprimidos; 
enseñó sus caminos a Moisés 
y sus hazañas a los hijos de Israel. R/.

___________________

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,25-27):

En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.»

Palabra del Señor

______________

Queridos hermanos:

La primera lectura nos regala hoy una de las escenas bíblicas más conocidas, más conmovedoras y de mayor hondura: la vocación de Moisés junto a la zarza ardiendo. Algunos acentos:

Curiosidad, dinamismo, decisión: ¿quiénes seríamos hoy sin esos momentos en los que nos hemos dejado llevar por un deseo interior profundo, un impulso a conocer, a no dejar pasar lo que nos llama la atención y nos interpela aunque no sepamos qué es? Esas pequeñas zarzas ardiendo nuestras, donde Dios nos espera cada día… y esa gran zarza ardiendo que dio sentido a nuestra vida en un momento concreto…
Escuchar y responder: si no hubiera estado atento, se hubiera quedado en una anécdota, en un espectáculo… pero Moisés escuchó… y escuchó de tal manera que respondió. No se fue ni se recluyó en sí mismo… Respondió!
Respeto amoroso al Misterio: descalzarse… desprotegerse… tomar contacto con la realidad piel a piel… Y desde ahí, en esa humildad, respetar el Misterio que nos hace entender que nada realmente importante se reduce a nosotros mismos… Nos sobrepasa, es mayor… es otra cosa…
Entrar en contacto con la tradición y con el dolor actual de nuestros hermanos y hermanas: porque ¡no estamos solos!. Muchos nos preceden, a muchos debemos parte de lo que somos hoy, de muchos hemos recibido. Dios es todo menos mío… y es todo menos ajeno al clamor de quienes sufren. ¡Dios llama a hombres y mujeres porque no soporta los gritos de angustia de su pueblo! ¿Y yo…?
Envío misionero y liberador, teniendo a Dios como única señal y garantía: Yo estoy contigo. Y la señal es tan decisiva como desestabilizadora: hacer realidad el reto y la misión que hoy se nos encomienda, será señal de que Dios ha estado con nosotros. No hay garantías previas… Hay que vivirlo primero. No hay red para saltar, o mejor aún, la red no la vemos hasta que no hayamos pasado.
¿No os parece que desde aquí, podemos orar con luz nueva el evangelio de hoy? «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Porque sigues acompañándonos en zarzas ardientes que nos descalzan de nuestros propios temores, ideas, prejuicios y planes. Porque siempre que nos llamas, nos envías y no hay envío cristiano que no conlleve liberar un poquito del sufrimiento y la injusticia de nuestros hermanos. Gracias, Señor. Sigue haciéndonos pequeños. Sigue revelándonos tu amor»


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