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domingo, 10 de diciembre de 2017

SEGUNDO DOMINDO DE ADVIENTO: UNA VOZ GRITA EN EL DESIERTO


Segundo Domingo de Adviento y “una voz grita en el desierto”
ROMA, 10 Dic. 17 / 12:01 am (ACI).- 




Este segundo Domingo de Adviento “una voz grita en el desierto”, dice el Evangelio. Es la voz de Juan Bautista que llama a la conversión y por ello se invita a los fieles a preparar el corazón para el Señor Jesús, con el Sacramento de la Reconciliación.

Meditemos en el Evangelio de hoy y encendamos en familia la segunda llama de nuestra Corona con la liturgia que te ofrecemos aquí. 

Evangelio: Mateo 3,1-12

Convertíos, porque está acerca el reino de los cielos


Por aquel tiempo, Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando: "Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos." Éste es el que anunció el profeta Isaías diciendo: "Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos." Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y del valle del Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.

Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les dijo: "¡Camada de víboras!, ¿quién os ha enseñado a escapar del castigo inminente? Dad el fruto que pide la conversión. Y no os hagáis ilusiones, pensando: "Abrahán es nuestro padre", pues os digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán de estas piedras. Ya toca el hacha la base de los árboles, y el árbol que no da buen fruto será talado y echado al fuego. Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí puede más que yo, y no merezco ni llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Él tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga."

En la segunda semana, la Iglesia motiva a la reconciliación con Dios mediante la Confesión. La cual nos devuelve la amistad con el Señor, que se había perdido por el pecado.

En este contexto, el encendido de la segunda vela morada de la Corona de Adviento es signo del proceso de conversión que se está viviendo.

Para estos días se recomienda buscar los horarios de confesiones del templo más cercano para aprovechar las gracias que Dios derrama en el Sacramento de la Reconciliación.


De esta manera, cuando llegue la Navidad, se podrá estar bien preparado interiormente, unido a Jesús y los hermanos en la Eucaristía.

Para conocer todo lo referente al perdón de los pecados, visite el especial de Penitencia.

MEDITACIÓN PARA EL II DOMINGO DE ADVIENTO 2017


CON JESÚS COMIENZA ALGO BUENO




A lo largo de este nuevo año litúrgico, los cristianos iremos leyendo los domingos el evangelio de Marcos. Su pequeño escrito arranca con este título: «Comienzo de la buena noticia de Jesús, el Mesías, Hijo de Dios». Estas palabras nos permiten evocar algo de lo que encontraremos en su relato.

Con Jesús «comienza algo nuevo». Es lo primero que quiere dejar claro Marcos. Todo lo anterior pertenece al pasado. Jesús es el comienzo de algo nuevo e inconfundible. En el relato, Jesús dirá que «el tiempo se ha cumplido». Con él llega la buena noticia de Dios.

Esto es lo que están experimentando los primeros cristianos. Quien se encuentra vitalmente con Jesús y penetra un poco en su misterio sabe que con él empieza una vida nueva, algo que nunca había experimentado anteriormente.

Lo que encuentran en Jesús es una «Buena Noticia». Algo nuevo y bueno. La palabra «evangelio» que emplea Marcos es muy frecuente entre los primeros seguidores de Jesús y expresa lo que sienten al encontrarse con él. Una sensación de liberación, alegría, seguridad y desaparición de miedos. En Jesús se encuentran con «la salvación de Dios».

Cuando alguien descubre en Jesús al Dios amigo del ser humano, el Padre de todos los pueblos, el defensor de los últimos, la esperanza de los perdidos, sabe que no encontrará una noticia mejor. Cuando conoce el proyecto de Jesús de trabajar por un mundo más humano, digno y dichoso, sabe que no podrá dedicarse a nada más grande.

Esta Buena Noticia es Jesús mismo, el protagonista del relato que va a escribir Marcos. Por eso su intención primera no es ofrecernos doctrina sobre Jesús ni aportarnos información biográfica sobre él, sino seducirnos para que nos abramos a la Buena Noticia que solo podremos encontrar en él.

Marcos le atribuye a Jesús dos títulos: uno típicamente judío; el otro, más universal. Sin embargo, reserva a los lectores algunas sorpresas. Jesús es el «Mesías» al que los judíos esperaban como liberador de su pueblo. Pero un Mesías muy diferente del líder guerrero que muchos anhelaban para destruir a los romanos. En su relato, Jesús es descrito como enviado por Dios para humanizar la vida y encauzar la historia hacia su salvación definitiva. Es la primera sorpresa.

Jesús es «Hijo de Dios», pero no dotado del poder y la gloria que algunos hubieran imaginado. Un Hijo de Dios profundamente humano, tan humano que solo Dios puede ser así. Solo cuando termine su vida de servicio a todos, ejecutado en una cruz, un centurión romano confesará: «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios». Es la segunda sorpresa.



Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Mc 1,1-8

PAPA FRANCISCO: ADVIENTO: ES EL TIEMPO DE RECONOCER LOS VACÍOS QUE TENEMOS EN NUESTRA VIDA


Adviento es el tiempo de reconocer los vacíos que tenemos en nuestra vida, dice el Papa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




VATICANO, 10 Dic. 17 / 06:14 am (ACI).- Antes de rezar el Ángelus del domingo, el Papa Francisco explicó de nuevo qué significa el Adviento y afirmó que es un tiempo propicio para cambiar de actitud.

“Es un tiempo para reconocer los vacíos que necesitan ser llenados en nuestra vida, para suavizar la aspereza del orgullo y hacer espacio a Jesús que viene”, dijo al comenzar.

Francisco señaló que, por ejemplo, “un vacío en nuestra vida puede ser el hecho de que no oramos o rezamos poco”. “El Adviento –dijo entonces– es el momento favorable para orar con más intensidad, para reservar a la vida espiritual el lugar importante que le espera”.

“Otro vacío podría ser la falta de caridad hacia el prójimo, sobre todo hacia las personas más necesitadas de ayuda no solo material, sino también espiritual”, porque “estamos llamados a estar más atentos a las necesidades de los otros, a ser más cercanos”.

Francisco puso el ejemplo de Juan Bautista y aseguró que “los montes y las colinas que deben ser bajados son el orgullo, la soberbia y la prepotencia”, y exhortó a asumir “actitudes de mansedumbre y de humildad para preparar la venida de nuestro Salvador, que es manso y humilde de corazón”.

El Papa puso otro ejemplo: “Cuando viene alguien querido a visitarnos a casa, predisponemos todo con cuidado y felicidad. Del mismo modo queremos predisponernos para la venida del Señor: atenderlo cada día con solicitud, para ser colmados de su gracia cuando venga”.

“El Salvador que esperamos es capaz de transformar nuestra vida con la fuerza del Espíritu Santo, con la fuerza del amor”, concluyó.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

ADVIENTO ES UN PERÍODO PARA ABRIR LOS OJOS


Adviento es un período para abrir los ojos
Volver a centrarse, prestar atención, tomar conciencia de la presencia de Dios en el mundo y en nuestras vidas. 


Por: P. Thomas Rosica | Fuente: Catholic.net 




El Adviento no cambia a Dios. El Adviento profundiza en nuestro deseo y en nuestra espera de que Dios realice lo que los profetas anunciaron. Rezamos para que Dios ceda a nuestra necesidad de ver y sentir la promesa de salvación aquí y ahora.

Durante este tiempo de deseo y de espera del Señor, se nos invita a rezar y a profundizar en la Palabra de Dios, pero estamos llamados ante todo a convertirnos en reflejo de la luz de Cristo, que en realidad es el mismo Cristo. De todas formas, todos sabemos lo difícil que es reflejar la luz de Cristo, especialmente cuando hemos perdido nuestras ilusiones, cuando nos hemos acostumbrado a una vida sin luz y ya no esperamos más que la mediocridad y el vacío. Adviento nos recuerda que tenemos que estar listos para encontrar al Señor en todo momento de nuestra vida. Como un despertador despierta a su propietario, Adviento despierta a los cristianos que corren el riesgo de dormirse en la vida diaria.

¿Qué esperamos de la vida o a quién esperamos? ¿Por qué regalos o virtudes rezamos en este año? ¿Deseamos reconciliarnos en nuestras relaciones rotas? En medio de nuestras oscuridades, de nuestras tristezas y secretos, ¿qué sentido deseamos encontrar? ¿Cómo queremos vivir las promesas de nuestro Bautismo? ¿Qué cualidades de Jesús buscaremos para nuestras propias vidas en este Adviento? Con frecuencia, las cosas, las cualidades, los regalos o las personas que buscamos y deseamos dicen mucho sobre quiénes somos realmente. ¡Dime qué esperas y te diré quién eres!

Adviento es un período para abrir los ojos, volver a centrarse, prestar atención, tomar conciencia de la presencia de Dios en el mundo y en nuestras vidas.

Adviento ofrece la maravillosa oportunidad de realizar las promesas y el compromiso de nuestro Bautismo.

El cardenal Joseph Ratzinger escribió que "el objetivo del año litúrgico consiste en recordar sin cesar la memoria de su gran historia, despertar la memoria del corazón para poder discernir la estrella de la esperanza. Esta es la hermosa tarea del Adviento: despertar en nosotros los recuerdos de la bondad, abriendo de este modo las puertas de la esperanza".

En este tiempo de Adviento, permítanme presentarles algunas sugerencias:

Acaben con una riña. Hagan la paz. Busquen a un amigo olvidado. Despejen la sospecha y sustitúyanla por la confianza. Escriban una carta de amor.

Compartan un tesoro. Respondan con dulzura, aunque les gustara una respuesta brutal. Alienten a un joven a tener confianza en él mismo. Mantengan una promesa. Encuentren tiempo, tómense tiempo. No guarden rencor. Perdonen al enemigo. Celebren el sacramento de la reconciliación. Escuchen más a los otros. Pidan perdón si se han equivocado. ¡Sean gentiles aunque no se hayan equivocado! Traten de comprender. No sean envidiosos. Piensen antes en el otro.

Rían un poco. Ríanse un poco más. Gánense la confianza. Opónganse a la maldad. Sean agradecidos. Vayan a la iglesia. Quédense en la iglesia más de tiempo de lo acostumbrado. Alegren el corazón de un niño. Contemplen la belleza y la maravilla de la tierra. Expresen su amor. Vuélvanlo a expresar. Exprésenlo más fuerte. Exprésenlo serenamente.

¡Alégrense porque el Señor está cerca!

EL SUEÑO DE LA VIRGEN MARÍA


El sueño de la Virgen María






José, anoche tuve un sueño muy extraño, como una pesadilla. La verdad es que no lo entiendo. Se trataba de una fiesta de cumpleaños de nuestro Hijo.

La familia se había estado preparando por semanas decorando su casa. Se apresuraban de tienda en tienda comprando toda clase de regalos. Parece que toda la ciudad estaba en en lo mismo porque todas las tiendas estaban abarrotadas. Pero algo me extrañó mucho: ninguno de los regalos era para nuestro Hijo.

Envolvieron los regalos en papeles lindísimos y les pusieron cintas y lazos muy bellos. Entonces los pusieron bajo un árbol. Si, un árbol, José, ahí mismo dentro de su casa. También decoraron el árbol; las ramas estaban llenas de bolas de colores y ornamentos brillantes. Había una figura en el tope del árbol. Parecía un angelito. Estaba precioso.

Por fin, el día del cumpleaños de nuestro Hijo llegó. Todos reían y parecían estar muy felices con los regalos que daban y recibían. Pero fíjate José, no le dieron nada a nuestro Hijo. Yo creo que ni siquiera lo conocían. En ningún momento mencionaron su nombre. ¿No te parece raro, José, que la gente pase tanto trabajo para celebrar el cumpleaños de alguien que ni siquiera conocen? Me parecía que Jesús se habría sentido como un intruso si hubiera asistido a su propia fiesta de cumpleaños.

Todo estaba precioso, José y todo el mundo estaba tan feliz, pero todo se quedó en las apariencias, en el gusto de los regalos. Me daban ganas de llorar que esa familia no conocía a Jesús. ¡Qué tristeza tan grande para Jesús - no ser invitado a Su propia fiesta!Estoy tan contenta de que todo era un sueño, José. ¡Qué terrible si ese sueño fuera realidad!

martes, 5 de diciembre de 2017

IMÁGENES DE ADVIENTO 2017
















ADVIENTO: ESPERA, PREPARACIÓN Y ACOGIDA


Adviento: Espera, preparación y acogida




El Adviento es tiempo de espera para la gran celebración de la Navidad. El nacimiento de Jesús es el gran acontecimiento largamente esperado por el Pueblo de Israel que durante tantos años vivió anhelando el cumplimiento de la promesa que Dios le había hecho de que le enviaría un Salvador.

Nuestra cultura no está habituada a esperar y nos es difícil comprender que el Pueblo de Israel haya esperado siglos y siglos para el cumplimiento de esta promesa. La nuestra es la cultura de la prisa, de lo inmediato, de lo "express". Esperar implica acomodarse al tiempo de otro y es realmente difícil aceptar los tiempos de "otro” cuando no coinciden con los nuestros, incluso si son tiempos de Dios.

El Adviento nos invita a esperar el tiempo de Dios; la venida de Jesús.

El Adviento no es aún la fiesta, sino espera, preparación y expectación para la gran fiesta. El gozo propio del adviento es de quien ha recibido una promesa y espera ilusionado su cumplimiento y verificación. Sin embargo, hoy ya no lo vivimos esperando una promesa. Hemos adelantado la fiesta y hemos perdido el clima de "espera", "de promesa", de "don".

Lo anticipamos todo: durante el Adviento, nos damos regalos, los abrimos, comemos pavo, dulces, etc. No sabemos esperar. Esta anticipación del festejo nos ha "robado" el tiempo de preparación espiritual propuesto por la Iglesia para una celebración profunda de la Navidad, que tendría que ser para cada cristiano, un encuentro "de corazón a corazón” con el Dios-niño, tan sencillo y pequeño, que se encuentra al alcance de todos. Actualmente hay muchos festejos "navideños” que nada tienen que ver con el misterio de la Navidad y muchas veces para el 24 de diciembre, ya nos encontramos cansados y agobiados; incluso "saturados" de tantos compromisos; agotados por la prisa y el estrés. La forma en la que solemos vivir el Adviento, en lugar de prepararnos para celebrar la Fe en un clima de paz y gozo espiritual, muy probablemente nos acelera, dispersa y distrae para lo esencial.

María, la Madre que supo esperar con verdadera esperanza y gran amor, es el gran personaje del Adviento que nos enseña a vivir este tiempo como camino hacia el portal de Belén, lugar de encuentro y adoración del Dios-niño.

Tres actitudes muy hermosas de María que nos pueden ayudar a vivir este Adviento son: la espera, la preparación del corazón y la acogida sincera.

1. María espera con gozo, con profunda esperanza, la llegada de Jesús a su vida.
2. María prepara su corazón con vivos sentimientos de ternura para con el Niño Jesús que viene y de gratitud profunda para con Dios que cumple sus promesas.
3. María cultiva en su corazón una acogida generosa, abriéndolo de par en par para que realmente entre Jesús a su vida. Ella lo esperaba sinceramente, no lo acoge sólo de palabra, sino que le ofrece su corazón.

Que María nos enseñe a vivir este Adviento en una espera gozosa; a aprovechar este tiempo para preparar nuestro corazón para que Jesús realmente encuentre en él un lugar donde quedarse y desde el cual podamos descubrirlo como verdadero Salvador: como el Dios que viene a iluminar lo que en nuestra vida está oscuro; a sanar lo que en nuestra vida está enfermo; y a liberarnos de todo lo que nos impide vivir en el gozo de su Amor.




Autor: María de Lourdes Rodero Elizondo, o.p. | Fuente: Catholic.net

IDEAS PARA VIVIR EL ADVIENTO


Ideas para vivir el Adviento
Esta es una época del año en la que estamos “bombardeados” por la publicidad. 
Por: Tere Vallés




La palabra latina "adventus" significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.

Durante el tiempo de Adviento se puede escoger alguna de las opciones que presentamos a continuación para vivir cada día del Adviento y llegar a la Navidad con un corazón lleno de amor al niño Dios.



1.Pesebre y pajas:

En esta actividad se va a preparar un pesebre para el Niño Dios el día de su nacimiento. El pesebre se elaborará de paja para que al nacer el niño Dios no tenga frío y la paja le dé el calor que necesita. Con las obras buenas de cada uno de los niños, se va a ir preparando el pesebre. Por cada buena obra que hagan los niños, se pone una pajita en el pesebre hasta el día de la celebración del nacimiento de Cristo.


2.Vitral del Nacimiento:

En algún dibujo en el que se represente el Nacimiento se puede ir coloreando alguna parte de éste, cada vez que lleven a cabo una obra buena, para irlo completando para la Navidad.

3.Calendario Tradicional de Adviento:

En esta actividad se trata de hacer un calendario de Adviento en donde marquen los días del Adviento y escribir sus propósitos a cumplir. Pueden dibujar en la cartulina el día de Navidad con la escena del nacimiento de Jesús. Diario revisarán los propósitos para ir preparando su corazón a la Navidad. Este calendario lo podrán llevar a la Iglesia el día de Navidad si así lo desean.


Se sugieren los siguientes propósitos:

1. Ayudaré en casa en aquello que más me cueste trabajo.

2. Rezaré en familia por la paz del mundo.

3. Ofreceré mi día por los niños que no tienen papás ni una casa donde vivir.

4. Obedeceré a mis papás y maestros con alegría.

5. Compartiré mi almuerzo con una sonrisa a quien le haga falta.

6. Hoy cumpliré con toda mi tarea sin quejarme.

7. Ayudaré a mis hermanos en algo que necesiten.

8. Ofreceré un sacrificio por los sacerdotes.

9. Rezaré por el Papa.

10. Daré gracias a Dios por todo lo que me ha dado.

11. Llevaré a cabo un sacrificio.

12. Leeré algún pasaje del Evangelio.

13. Ofreceré una comunión espiritual a Jesús por los que no lo aman.

14. Daré un juguete o una ropa a un niño que no lo tenga.
15. No comeré entre comidas.

16. En lugar de ver la televisión ayudaré a mi mamá en lo que necesite.

17. Imitaré a Jesús en su perdón cuando alguien me moleste.

18. Pediré por los que tienen hambre y no comeré dulces.

19. Rezaré un Ave María para demostrarle a la Virgen cuanto la amo.

20. Hoy no pelearé con mis hermanos.

21. Saludaré con cariño a toda persona que me encuentre.

22. Hoy pediré a la Santísima virgen por mi país.

23. Leeré el nacimiento de Jesús en el Evangelio de 
S. Lucas 2, 1-20.

24. Abriré mi corazón a Jesús para que nazca en él.


4.- Novena de Navidad 

Esta es una época del año en la que vamos a estar “bombardeados” por la publicidad para comprar todo tipo de cosas, vamos a estar invitados a muchas fiestas. Todo esto puede llegar a hacer que nos olvidemos del verdadero sentido del Adviento. Esforcémonos por vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.
De esta forma viviremos la Navidad del Señor ocupados del Señor de la Navidad.

lunes, 4 de diciembre de 2017

INICIAMOS ADVIENTO 2017


INICIAMOS ADVIENTO 2017




Les anuncio que comienza el Adviento. Alcen la vista, abran los ojos, miren el horizonte. Reconozcan el momento. Abran lo oídos. Capten los gritos y susurros, el viento, la vida...

Empezamos el Adviento, y una vez más renace la esperanza en el horizonte.

Al fondo, clareando ya, la Navidad. Una Navidad sosegada, íntima, pacífica, fraternal, solidaria, encarnada, también superficial, desgarrada, violenta...; pero siempre desposada con la esperanza.
Es Adviento esa niña esperanza que todos llevamos, sin saber cómo, en las entrañas; una llama temblorosa, imposible de apagar, que atraviesa el espesor de los tiempos; un camino de solidaridad bien recorrido; la alegría contenida en cada trayecto; unas huellas que no engañan; una gestación llena de vida; anuncio contenido de buena nueva; una ternura que se desborda...

Estén alerta y escuchen. Lleno de esperanza grita Isaías: "Caminemos a la luz del Señor".

Con esperanza pregona Juan Bautista: "Conviértanse, porque ya llega el reino de Dios".

Con la esperanza de todos los pobres de Israel, de todos los pobres del mundo, susurra María su palabra de acogida: "Hágase en mí según tu palabra".

Alégrense, salten de júbilo. Vistan su mejor traje. Perfúmense con los perfumes más fragantes. ¡Que se note! Viene Dios. Aviven alegría, paz y esperanza.

Preparen el camino. Ya llega nuestro Salvador. Viene Dios... y está a la puerta.


¡Despierten a la vida!

FRASES PARA EL ADVIENTO


Frases para el Adviento   




*La esperanza del Adviento es saber a quién estamos esperando: A JESÚS.

*El Señor no nos dice cuándo será su venida definitiva pero, en cambio, nos da pistas de cómo hemos de estar a su llegada: VIGILANTES.

*Esperar al Señor implica hacerlo con aquello que Él nos dijo: salir con amor al encuentro del AMOR.

*Estar alerta es descubrir que, de mil maneras, Dios pasa a nuestro lado: DIOS INVISIBLE PERO SENSIBLE.

*El  Adviento es un compás con tres movimientos: VIGILANCIA, ORACIÓN, CONVERSIÓN Y ALEGRÍA.

*Ir al encuentro de Aquel que viene es poner luz en nuestro corazón para disipar las tinieblas que nos impiden verle.

*El problema del mundo es que desespera por todo. La grandeza del cristiano es que espera en medio de toda desesperanza.

*La oración, en Adviento, es un papel en el que el cristiano escribe su carta personal al Dios que viene en Belén.

*La Palabra de Jesús, además de fortalecernos, nos da seguridad en nuestra esperanza: HABLA.

*El mundo se empeña en cambiar las cosas pero, el Señor, va al fondo de las personas: AL CORAZÓN.

*La rutina es enemiga del vigilante. ¿Quieres y deseas un futuro con Dios? PERMANECE EN PIE.

*La sociedad ¿espera en algo? Posiblemente no. Nosotros en cambio esperamos otro nuevo mundo.

*Las mejores autopistas necesitan constantemente arreglos. La llegada del Señor ¿cómo encuentra los caminos de nuestros corazones?

*¡Qué alegría sentimos cuando alguien nos devuelve algo que es nuestro! ¿Sentimos la misma alegría con el nacimiento de Jesús que nos trae y nos devuelve a Dios?

*Amar a María es llenarnos de lo que, en María, fue constitutivo: la Palabra de Dios. ¿La escuchamos y la veneramos? ¿La reflexionamos y la llevamos a nuestra vida?

*Preparar los caminos al Señor es salir a su encuentro; no detenernos en los escaparates que seducen nuestros instintos pero adormecen nuestras ansias de ir a los brazos de Dios.

*Celebremos la primera Navidad pero, además de eso, levantemos un poco más nuestras cabezas: la segunda venida del Señor está al caer. ¿Cuándo? Eso es lo de menos. Lo importante es….la esperanza.

*Sobran palabras y faltan testimonios. En Belén, con pocas palabras y con una presencia, Dios lo dijo todo. ¿Por qué será que a nosotros nos cuesta tanto el hacer y tan poco el hablar?



P. Javier Leoz

domingo, 3 de diciembre de 2017

ALABANZAS A LA VIRGEN DE ADVIENTO

Alabanzas a la Virgen de Adviento



¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendito vuestro purismo seno, en que por nueve meses hizo su morada el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendito vuestro maternal regazo en que reposó y durmió dulcemente el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros santísimos brazos, que llevaron, abrazaron y tiernamente estrecharon al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditas vuestras hermosísimas manos, que acariciaron y cuidadosamente sirvieron al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros ojos virginales que con tanto deleite se recrearon contemplando el rostro del Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros oídos castísimos, que con tanta frecuencia oyeron el dulce nombre de Madre de la boca del Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

¡Oh Santísima Virgen María! sean una y mil veces benditos vuestros candidísimos labios, que con gozo inexplicable imprimieron tiernos besos en el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

¡Oh Santísima Virgen María! sea una y mil veces bendita vuestra lengua angelical, que sin cesar alabó y llamó hijo querido al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. Avemaría.

PAPA FRANCISCO: EL ADVIENTO NOS INVITA A ESTAR VIGILANTES Y VENCER EL DESÁNIMO


Papa Francisco: El Adviento nos invita a estar vigilantes y vencer el desánimo
 Foto: ACI Prensa





VATICANO, 03 Dic. 17 / 06:16 am (ACI).- Pocas horas después de regresar de su viaje en Myanmar y Bangladesh, el Papa Francisco se asomó a la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano para presidir el rezo del Ángelus, durante el que pidió prepararse para la Navidad y estar vigilantes para acoger a Dios.

En el primer domingo de Adviento, el Pontífice explicó que “es el tiempo que nos es dado para acoger al Señor que viene a nuestro encuentro, para verificar nuestro deseo de Dios, para mirar hacia delante y prepararnos al retorno de Cristo”.

“Él volverá a nosotros en la fiesta de la Navidad, cuando haremos memoria de su venida histórica en la humildad de la condición humana” pero que “viene a nosotros cada vez que estamos dispuestos a recibirlo”.

Francisco comentó que las lecturas de la liturgia del día invitan a estar vigilantes y en espera. “La persona que pone atención es la que, a pesar del rumor del mundo, no deja de abrumarse por las distracciones o la superficialidad, sino que vive de manera plena y consciente, con una preocupación dirigida ante todo a los demás”.

“La persona atenta se dirige también al mundo, buscando contrastar la indiferencia y la crueldad presentes en ella, y alegrándose por los tesoros de belleza que también existen y deben ser cuidados”.

El Papa también subrayó que la persona vigilante es la que no “se deja vencer por el sueño del desánimo, de la falta de esperanza, de la desilusión” y al mismo tiempo “rechaza la solicitud de tantas vanidades de las que desborda el mundo y detrás de las cuales, a veces, se sacrifican tiempo y serenidad personal y familiar”.

Por último, invitó a no “vagar perdidos en nuestros pecados e infidelidades” y a no buscar "la felicidades en otras partes", sino a recorrer la “buena vía, la de la fe y el amor”.

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 3 DICIEMBRE 2017 - PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO


1 Domingo de Adviento – Ciclo B
Domingo 3 de diciembre de 2017

“Estad en vela“





Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (63,16b-17.19b;64,2b-7):

Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es «Nuestro redentor». Señor, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema? Vuélvete, por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad. ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia! Bajaste y los montes se derritieron con tu presencia, jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en él. Sales al encuentro del que practica la justicia y se acuerda de tus caminos. Estabas airado, y nosotros fracasamos; aparta nuestras culpas, y seremos salvos. Todos éramos impuros, nuestra justicia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento. Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano.

Palabra de Dios

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Salmo

Salmo 79,2ac.3b.15-16.18-19

R/. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve

Pastor de Israel, escucha,
tú que te sientas sobre querubines, resplandece.
Despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.

Dios de los ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó,
y que tú hiciste vigorosa. R/.

Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti;
danos vida, para que invoquemos tu nombre. R/.

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Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,3-9):

La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel!

Palabra de Dios

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Lectura del santo evangelio según san Marcos (13, 33-37):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»

Palabra del Señor

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Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Mc 13, 33-37

UNA IGLESIA DESPIERTA

Jesús está en Jerusalén, sentado en el monte de los Olivos, mirando hacia el Templo y conversando confidencialmente con cuatro discípulos: Pedro, Santiago, Juan y Andrés. Los ve preocupados por saber cuándo llegará el final de los tiempos. A él, por el contrario, le preocupa cómo vivirán sus seguidores cuando ya no lo tengan entre ellos.

Por eso, una vez más, les descubre su inquietud: «Mirad, vivid despiertos». Después, dejando de lado el lenguaje terrorífico de los visionarios apocalípticos, les cuenta una pequeña parábola que ha pasado casi inadvertida entre los cristianos.

«Un señor se fue de viaje y dejó su casa». Pero, antes de ausentarse, «confió a cada uno de sus criados su tarea». Al despedirse solo les insistió en una cosa: «Vigilad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa». Que, cuando venga, no os encuentre dormidos.

El relato sugiere que los seguidores de Jesús formarán una familia. La Iglesia será «la casa de Jesús» que sustituirá a «la casa de Israel». En ella, todos son servidores. No hay señores. Todos vivirán esperando al único Señor de la casa: Jesús, el Cristo. No lo han de olvidar jamás.

En la casa de Jesús nadie ha de permanecer pasivo. Nadie se ha de sentir excluido, sin responsabilidad alguna. Todos somos necesarios. Todos tenemos alguna misión confiada por él. Todos estamos llamados a contribuir a la gran tarea de vivir como Jesús. Él vivió siempre dedicado a servir al reino de Dios.

Los años irán pasando. ¿Se mantendrá vivo el espíritu de Jesús entre los suyos? ¿Seguirán recordando su estilo servicial a los más necesitados y desvalidos? ¿Le seguirán por el camino abierto por él? Su gran preocupación es que su Iglesia se duerma. Por eso les insiste hasta tres veces: «Vivid despiertos». No es una recomendación a los cuatro discípulos que le están escuchando, sino un mandato a los creyentes de todos los tiempos: «Lo que os digo a vosotros os lo digo a todos: velad».

El rasgo más generalizado de los cristianos que no han abandonado la Iglesia es seguramente la pasividad. Durante siglos hemos educado a los fieles para la sumisión y la obediencia. En la casa de Jesús, solo una minoría se siente hoy con alguna responsabilidad eclesial.

Ha llegado el momento de reaccionar. No podemos seguir aumentando aún más la distancia entre «los que mandan» y «los que obedecen». Es pecado promover el desafecto, la mutua exclusión o la pasividad. Jesús nos quería ver a todos despiertos, activos, colaborando con lucidez y responsabilidad en su proyecto del reino de Dios.

sábado, 2 de diciembre de 2017

SIETE PREGUNTAS MÁS COMUNES SOBRE EL ADVIENTO


Respuestas a las 7 preguntas más comunes sobre el Adviento




Muchos fieles cuentan con una comprensión intuitiva y basada en la experiencia del Adviento, pero ¿qué dicen los documentos de la Iglesia sobre este tiempo de preparación para la Navidad?

Estas son algunas de las preguntas y respuestas más comunes acerca del Adviento, que este año comienza el domingo 3 de diciembre.

1. ¿Cuál es el propósito del Adviento?

El Adviento es un tiempo en el calendario litúrgico de la Iglesia, específicamente, del calendario de la Iglesia Latina, que es la más grande en comunión con el Papa. Otras iglesias católicas –así como muchas no católicas– tienen su propia celebración del Adviento.

Según las Normas Generales para el Año Litúrgico y el calendario, esta fiesta tiene un carácter doble: en primer lugar es una temporada para prepararnos para la Navidad, cuando se recuerda la primera venida de Cristo; y en segundo lugar, una estación que apela directamente a la mente y el corazón para esperar la segunda venida de Cristo al final de los tiempos.

El Adviento es, entonces, un período de espera devota y alegre (Norma 39) que trae a la mente las dos venidas de Cristo.

2. ¿Cuándo comienza y termina el Adviento?

El primer domingo de Adviento es el primer día del Nuevo Año Litúrgico, que este año será el 3 de diciembre. Los tres domingos de Adviento restantes serán el 10, 17 y 24 de diciembre. La duración de este tiempo de preparación puede variar de 21 a 28 días, dado que se celebran los cuatro domingos más próximos a la festividad de Navidad.

3.- ¿Por qué no se canta ni se recita el gloria?

En Adviento, no se recita el gloria porque es una de las maneras de expresar concretamente que, mientras dura nuestro peregrinar, falta algo para que el gozo sea completo.

Cuando el Señor se haga presente en medio de su pueblo, habrá llegado la Iglesia a su fiesta completa, significada por Solemnidad de la fiesta de la Navidad, cuando se cante nuevamente el gloria.

El Misal Romano señala que el gloria se recita o se canta los domingos fuera de los tiempos de Adviento y Cuaresma.

Las excepciones a esta regla durante el Adviento son la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre; y la fiesta de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre.

4. ¿Cuál es el color que distingue a este tiempo?

El color normal del Adviento es el morado. El numeral 346 de la Instrucción General del Misal Romano (IGMR) dispone que “el color morado se usa en los Tiempos de Adviento y de Cuaresma. Puede usarse también en los Oficios y Misas de difuntos”.

En muchos lugares, hay una notable excepción para el tercer domingo de Adviento, conocido como el domingo de Gaudete: “El color rosado puede usarse, donde se acostumbre, en los domingos Gaudete (III de Adviento) y Laetare (IV de Cuaresma)” (IGMR, 346).

5. ¿Es el Adviento un tiempo penitencial?

A menudo pensamos en el Adviento como una temporada penitencial porque el color litúrgico es el morado, como en la Cuaresma. Sin embargo, según el canon 1250 del Código de Derecho Canónico: “los días y tiempos penitenciales en la Iglesia universal son todos los viernes de todo el año y la temporada de Cuaresma”.

Aunque las autoridades locales pueden establecer días penitenciales adicionales, este es un listado completo de los días y tiempos penitenciales de la Iglesia Latina en su conjunto, y el Adviento no es uno de ellos.

6. ¿Cómo se decoran las iglesias?

El numeral 305 de la Instrucción General del Misal Romano señala que “durante el tiempo de Adviento el altar puede adornarse con flores, con tal moderación, que convenga a la índole de este tiempo, pero sin que se anticipe a la alegría plena del Nacimiento del Señor”.

“Los arreglos florales sean siempre moderados, y colóquense más bien cerca de él, que sobre la mesa del altar”.

7. ¿Qué expresiones de piedad popular podemos usar en este tiempo?

Hay una variedad de expresiones de piedad popular que la Iglesia ha reconocido para su uso durante el Adviento. Entre ellas se encuentra la Corona de Adviento, procesiones, solemnidad de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre, novena de Navidad, el Nacimiento, etc.

Se puede leer acerca de estas devociones en el Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia (comenzando en el N°96),

Bonus: ¿Cómo debe ser la música?

El numeral 305 de la Instrucción General del Misal Romano señala que “en Adviento el uso del órgano y de otros instrumentos musicales debe ser marcado por una moderación adecuada al carácter de esta época del año, sin expresar con anticipación la alegría plena de la Natividad del Señor”.


Por: Jimmy Akin | Fuente: NCRegister.com // ACIprensa.com 

SEIS RECOMENDACIONES DE LA IGLESIA PARA VIVIR EL ADVIENTO


6 recomendaciones de la Iglesia para vivir el Adviento
Por María Ximena Rondón





 (ACI).- El Adviento es un tiempo de preparación para recibir la Navidad, donde celebramos el nacimiento de Jesucristo; y para vivirlo correctamente, es que el Vaticano ha elaborado una serie de recomendaciones.

Las recomendaciones que presentamos a continuación figuran en el Capítulo IV del Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia, elaborado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede y publicado en el año 2002.

1.- Meditar sobre la fe y humildad de María

El Vaticano recordó que durante el Adviento “la Liturgia celebra con frecuencia y de modo ejemplar a la Virgen María”, especialmente en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, que se celebra el 8 de diciembre.

Por ello invita a reflexionar sobre “la actitud de fe y de humildad con que María de Nazaret se adhirió, total e inmediatamente, al proyecto salvífico de Dios”. La Santa Sede recomendó rezar la Novena a la Inmaculada Concepción. Esta inició el 29 de noviembre y puede encontrarla AQUÍ.

2.- No caer en el consumismo           

La Santa Sede advirtió que en la actualidad los valores del Adviento se ven “amenazados por la costumbre de convertir la preparación a la Navidad en una ‘operación comercial’, llena de propuestas vacías, procedentes de una sociedad consumista”.

Por ello, recomendaron orar y meditar para no olvidar el sentido del Adviento y celebrar el nacimiento de Jesús “en un clima de sobriedad y de sencillez alegre, y con una actitud de solidaridad para con los pobres y marginados”.

3.- Que toda la familia arme el pesebre de Belén

La Santa Sede recomendó que toda la familia participe en el armado del pesebre porque es una oportunidad para que “entren en contacto con el misterio de la Navidad”.

Invitaron a que “se recojan en un momento de oración o de lectura de las páginas bíblicas referidas al episodio del nacimiento de Jesús”.

4.- Rezar la Novena de Navidad

El Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia indica que la Novena de Navidad es un ejercicio de piedad valioso que ayuda a preparar el corazón en los días previos a la celebración del nacimiento del Niño Jesús.

Destacaron que es una práctica antigua que “nació para comunicar a los fieles las riquezas de una Liturgia a la cual no tenían fácil acceso”.

La Novena de Navidad inicia el 16 de diciembre y termina el 24 de diciembre. Puede encontrarla AQUÍ.

5.- Profundizar en las lecturas bíblicas que invitan a la conversión


La Santa Sede recomendó profundizar en los pasajes bíblicos que se leerán durante el Adviento porque invitan a la conversión “mediante la voz de los profetas y sobre todo de Juan Bautista”.

Recordaron que “Dios mantenía, mediante las profecías, la esperanza de Israel en la venida del Mesías” y que “está sólidamente enraizada en el pueblo cristiano la conciencia de la larga espera que precedió a la venida del Salvador”.

6.- Participar en el rezo de la Corona de Adviento y las Posadas

El Vaticano indicó que el rezo de la corona y el encendido de sus cuatro velas se ha “convertido en un símbolo del Adviento en los hogares cristianos”.

Destacaron que en el encendido de cada vela, correspondiente a los cuatro domingos de Adviento, se recuerdan “las diversas etapas de la historia de la salvación antes de Cristo”.  

También invitaron a participar en la celebración de las “Posadas”, una “tradición española y latinoamericana” que representa “el camino de José y María hacia Belén, y su búsqueda de un lugar acogedor para el nacimiento de Jesús”.
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