domingo, 30 de septiembre de 2018

DIBUJO LIBRE


Dibujo libre



Un poeta escribió que “los niños vienen a la tierra con todo el cielo enredado en los ojos”. Sin duda quiso expresar que tienen unos ojos tan inocentes y puros que nos hacen pensar en la santidad de ese Dios que es todo luz y pureza, “en quien no hay tiniebla alguna” (1Jn 1,5). Lee la anécdota de una niña que parecía traer a Dios prendido en la diafanidad de sus recuerdos…

Una maestra de Jardín observaba a sus alumnos mientras hacían un dibujo libre que les había pedido. Al llegar al lado de una niñita que muy concentrada hacía su trabajo, la maestra le preguntó qué era aquello que dibujaba. La niña le respondió: “Estoy dibujando a Dios”. La maestra le replicó: “Pero es que nadie sabe cómo es Dios, porque nadie lo ha visto”. Sin levantar siquiera la vista del dibujo, la niñita añadió muy segura: “Lo verán dentro de un minuto”.

“Si no vuelven ustedes a ser como niños, no entrarán en el Reino de los cielos”, dijo Jesús. Los niños son puros, inocentes, sencillos, sinceros, humildes, confiados. Pidamos al Señor con insistencia que estas cualidades vayan configurando nuestro corazón para poder ver ese divino rostro que sólo se revelará a los puros de corazón.



* Enviado por el P. Natalio

CONTRATIEMPOS


Contratiempos



Una persona falla a una cita sin avisarte, no puedes hacer una comunicación porque nadie atiende el teléfono, la comida es insuficiente y no de tu gusto, etc., son situaciones que requieren calma y buen humor para permanecer sereno. Aquí te ofrezco unas ideas para fortalecer tu decisión de no dejarte perturbar por las contrariedades de cada día.

Debes estar siempre prevenido. Las adversidades, cuando se las ve venir, son menos de temer que cuando nos hieren de improviso. Pon en el presupuesto de tus previsiones para el día cuatro o cinco contrariedades normales y, cuando te sucedan algunas de ellas, apenas te sorprenderá. Acéptalas de buen grado. Debemos estar dispuestos a soportar las penas y así parecerán menos duras. Mira al Cielo: esta mirada cambia por completo la naturaleza de las cosas para quien tiene fe. Desde esta óptica, la cruz no es cruz, es joya preciosa que es preciso estimar en gran valor. Es una moneda con la que se adquieren bienes inmensos.

Puedes también aprender de los contratiempos, si tratas de encontrar el aspecto positivo de las adversidades. Que no dramatices las dificultades, porque no pocas veces son fantasmas de la imaginación que racionaliza nuestras cobardías, para no salir de la fácil rutina. ¡Ánimo, sé valiente y confía en el Señor!



* Enviado por el P. Natalio

DEJAR DE LADO EL ORGULLO - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 30 SEPTIEMBRE


Dejar de lado el orgullo 




En un cine el protagonista es predicador evangélico.  Se llama a sí mismo “el Apóstol”.  En una escena este predicador mira a un sacerdote bendiciendo una flota de botes de pesca.  No muestra ningún enojo o envidia.  Sólo comenta: “Ellos hacen las cosas en su manera, y yo en mi manera.  Ambos de nosotros cumplimos la tarea”.  De una manera el Apóstol muestra la misma apertura de Jesús en el evangelio hoy.

Juan viene alterado a Jesús.  Los discípulos han encontrado a un exorcista trabajando en su nombre.  Porque no era de los doce, buscan la aprobación del Señor por haberlo prohibido.  Se quiere preguntar: ¿Qué es el problema al fondo?  ¿Es que el exorcista tiene una doctrina extraña? A través del Nuevo Testamento hay gran preocupación por enseñanzas falsas.  Pero el texto no dice nada de doctrina, sólo que el exorcista hizo un servicio en el nombre de Jesús.  A lo mejor los doce resienten que un no conocido se atrevería a hacer el ministerio suyo.  Recordamos cómo eran los doce que recibieron la comisión de expulsar demonios.  También nos acordamos del pasaje del domingo pasado.  Los discípulos entonces discutían entre sí sobre quién era el más importante.  Los discípulos no son purificados de sus tendencias a pecar.  Tienen tan gran orgullo que no quieren que nadie se meta en su campo de ministerio.  En contraste Jesús no tiene una mente estrecha. Quiere que todos experimenten los frutos del Reino de Dios.  Rechaza la petición de Juan firmemente.  Dice: “’Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor’”.

Se ha dicho que el orgullo fue el primer pecado.  Adán y Eva comieron de la fruta porque querían ser grande como Dios.  Se puede ver fácilmente cómo el orgullo lleva a otros pecados en nuestras vidas.  Por el orgullo caemos en la envidia cuando nos entristecemos con el éxito del otro.  Por el orgullo mentimos para esconder nuestras faltas.  En estos modos actuamos en contra de este evangelio hoy.  Jesús está pidiendo que sus discípulos sean perfectos para que no causen escándalo a la “gente sencilla”.   Habla de manera exagerada para enfatizar su posición: “Si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela…” Tenemos el ejemplo de San Francisco de Asís, cuyo día festivo vamos a celebrar en los pocos días más.

Francisco solía decir a todos que él era el peor pecador del mundo.  Cuando sus compañeros le preguntaron cómo podría ser, él les respondió que era la verdad porque a pesar de que Dios le había dado tantos dones, él seguía pecando.  Aunque nos parece exagerado el reclamo que era el peor pecador, tenemos que decir que Francisco de ningún modo era orgulloso.  Al contrario, era muy humilde.  Lo admiramos por su sencillez y por su compromiso completo a los modos de Jesús. Tanto como cualquier santo, Francisco merece nuestra imitación.

Moisés dice en la primera lectura: “’Ojalá que… descendiera sobre todos ellos el espíritu del Señor".  Es lo que ha pasado con la resurrección de Jesucristo de la muerte.  Todos sus discípulos, ciertamente incluyendo a nosotros, son purificados de los pecados.  Ya podemos desvestirnos del orgullo.  Ya podemos hacer lo bueno, evitar lo malo, y nunca causar escándalo.  Ya podemos ser si no perfectos, al menos mucho mejor que antes.



Padre Carmelo Mele O.P

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 30 SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
30 Septiembre




Jesús toma sobre sí nuestros dolores por su propio sufrimiento expiador; siglos antes ya lo afirmó Isaías: Sobre él recayó el castigo que nos da la paz y por sus heridas fuimos sanados (Is 53,5).

Pero entendamos que el Señor Jesús no solamente ha venido a dar un sentido redentor a nuestros sufrimientos, sino, sobre todo, a tomar sobre sí la expiación de nuestros pecados.

Esas son propiamente las enfermedades que ha venido a curarnos; las enfermedades del alma; él asumió ante el Padre la responsabilidad de pagar por nuestros pecados. Por eso nuestro Redentor, nuestro Salvador.

Cuando el camino se te haga difícil , duro o pesado, levanta tu vista y lo verás a él, allá delante de ti, invitándote, dándote fuerzas.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 29 SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
29 septiembre



No basta un cristianismo de fórmula; no son las palabras, sino las obras, las que nos acreditan como verdaderos discípulos del Maestro; no basta lo exterior que podamos ofrecer al mundo que nos rodea; no basta vivir en comunidad, ni presentarse como almas consagradas a Dios, ni ser fieles a determinados reglamentos, necesarios por otra parte; es preciso, antes que nada, vivir íntima y profundamente las palabras del Señor y vivir no menos entregadamente la palabra que nosotros le dimos a él.


P. Alfonso Milagro

PAPA FRANCISCO: HAY QUE RECONOCER A DIOS EN LAS PERSONAS QUE NO PERTENECEN A NUESTRO CÍRCULO


Papa Francisco: Hay que reconocer a Dios en las personas que no pertenecen a nuestro círculo
Redacción ACI Prensa.
 Crédito: © Vatican Media/ACI Prensa. Todos los derechos reservados.




Durante el rezo del Ángelus este domingo 30 de septiembre en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco pidió a los fieles reconocer la presencia de Dios en las personas que no forman parte de nuestro círculo cercano y en ambientes impredecibles.

“Es la invitación que Jesús nos dirige hoy. Él nos llama a no pensar según las categorías de ‘amigo/enemigo’, ‘nosotros/ellos’, ‘quien está dentro/ quien está fuera’, ‘mío/tuyo’, sino a ir más allá, a abrir nuestro corazón para poder reconocer su presencia y la acción de Dios incluso en ambientes insólitos e impredecibles y en personas que no forman parte de nuestro círculo”, dijo el Santo Padre reflexionado sobre el Evangelio de San Marcos 9,38-43 y 45,47-48.

En la lectura se narra que los discípulos de Jesús buscaban prohibirle a un hombre, que no formaba parte del grupo de sus seguidores, que eche demonios en su nombre. Jesús les respondió: “No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí. Y el que no está contra nosotros, está con nosotros”.


En su reflexión, el Santo Padre explicó que Jesús quiere educar a sus discípulos de ayer y hoy, en poner en práctica esa libertad que lo caracteriza y que proviene únicamente “del Espíritu de Dios, que en su acción no está limitado por algún confín o recinto”.

“La gran libertad de Dios en el donarse a nosotros es un desafío y una exhortación a cambiar nuestras actitudes y relaciones”, resaltó el Pontífice.

En ese sentido explicó que, si bien la actitud de los discípulos de Jesús “es muy humana, muy común”, lo que se debe buscar es “estar más atentos a la autenticidad del bien, de lo bello y de lo verdadero que se realiza, que al nombre y al origen de quien lo hace”.


“Y en lugar de juzgar a los demás, debemos examinarnos a nosotros mismos y ‘cortar’ sin compromisos todo lo que pueda escandalizar a las personas más débiles de la fe”, agregó.

Al finalizar, el Santo Padre pidió “que la Virgen María, modelo de dócil acogida de las sorpresas de Dios, nos ayude a reconocer los signos de la presencia del Señor en medio de nosotros, descubriéndolo allí donde Él se manifiesta, incluso en las situaciones más impensables e inusuales”.

“Que nos enseñe a amar a nuestra comunidad sin celos y sin cerrazones, siempre abiertos al vasto horizonte de la acción del Espíritu Santo”, concluyó.

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 30 SEPTIEMBRE 2018


Lecturas de hoy Domingo 26º del Tiempo Ordinario - Ciclo B
Hoy, domingo, 30 de septiembre de 2018


Primera lectura
Lectura del libro de los Números (11,25-29):

El Señor bajó en la nube y habló a Moisés; tomó parte del espíritu que había en él y se lo pasó a los setenta ancianos. Cuando el espíritu de Moisés se posó sobre ellos, comenzaron a profetizar, pero esto no volvió a repetirse. Dos de ellos se habían quedado en el campamento, uno se llamaba Eldad y otro Medad. Aunque estaban entre los elegidos, no habían acudido a la tienda. Pero el espíritu vino también sobre ellos y se pusieron a profetizar en el campamento. 
Un muchacho corrió a decir a Moisés: «Eldad y Medad están profetizando en el campamento.»
Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino diciendo: «¡Señor mío, Moisés, prohíbeselo!»
Moisés replicó: «¿Tienes celos por mí? ¡Ojalá que todo el pueblo profetizara y el Señor infundiera en todos su espíritu!»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 18

R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.

Aunque tu siervo vigila
para guardarlos con cuidado,
¿quién conoce sus faltas?
Absuélveme de lo que se me oculta. R/.

Preserva a tu siervo de la arrogancia,
para que no me domine:
así quedaré libre e inocente
del gran pecado. R/.


Segunda lectura
Lectura de la carta de Santiago (5,1-6):

Vosotros los ricos, gemid y llorad ante las desgracias que se os avecinan. Vuestra riqueza está podrida y vuestros vestidos son pasto de la polilla. Vuestro oro y vuestra plata están oxidados y este óxido será un testimonio contra vosotros y corroerá vuestras carnes como fuego. ¿Para qué amontonar riquezas si estamos en los últimos días? Mirad, el jornal de los obreros que segaron vuestros campos y ha sido retenido por vosotros está clamando y los gritos de los segadores están llegando a oídos del Señor todopoderoso. En la tierra habéis vivido lujosamente y os habéis entregado al placer; con ello habéis engordado para el día de la matanza. Habéis condenado, habéis asesinado al inocente, y ya no os ofrece resistencia.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,38-43.45.47-48):

En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no es de nuestro grupo.»
Jesús replicó: «No se lo prohibáis, porque nadie que haga un milagro en mi nombre puede luego hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros está a favor nuestro. Os aseguro que el que os dé a beber un vaso de agua porque sois del Mesías no quedará sin recompensa. Al que sea ocasión de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran del cuello una piedra de molino y lo echaran al mar. Y si tu mano es ocasión de pecado para ti, córtatela. Más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al fuego eterno que no se extingue. Y si tu pie es ocasión de pecado para ti, córtatelo. Más te vale entrar cojo en la vida, que ser arrojado con los dos pies al fuego eterno. Y si tu ojo es ocasión de pecado para ti, sácatelo. Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios que ser arrojado con los dos ojos al fuego eterno, donde el gusano que roe no muere y el fuego no se extingue.»

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy domingo, 30 de septiembre de  Fernando Torres cmf


El Reino es más grande que la Iglesia

      La parroquia, la diócesis, la Iglesia, el movimiento al que pertenezco. Esos son los grupos básicos a los que pertenece un cristiano. A través de ellos recibe la formación que necesita y canaliza el compromiso de su vida. A través de ellos se relaciona con otros grupos, con otras comunidades, con otras parroquias, con la Iglesia toda. Es maravilloso ver esas concentraciones masivas. Un día se reúnen los catequistas. Otro día se reúnen los miembros del grupo tal o de las comunidades cual. O el obispo convoca una concentración diocesana. Nos juntamos, oramos juntos, celebramos juntos nuestra vida cristiana y nos sentimos animados a seguir trabajando y esforzándonos por vivir mejor nuestro compromiso. 

      Pero, a veces, tenemos la tentación de mirar a todos los que no pertenecen a nuestro grupo como extranjeros y enemigos. Ellos no piensan exactamente como nosotros. Tienen un estilo y una forma diferente de hacer las cosas. Quizá –y esto se dio antiguamente en el caso de las congregaciones religiosas– hasta visten de forma diferente. Eso que sucede dentro de la Iglesia Católica sucede también en relación con las otras Iglesias, con las otras religiones... Miramos a los otros como extraños y, de entrada, les condenamos porque no son como nosotros. Y esa diferencia nos lleva a condenarlos. 

      El Evangelio de hoy nos recuerda algo muy importante: el Reino de Dios es más grande que el pequeño grupo que formamos los discípulos de Jesús, que los que estamos en nuestra parroquia, nuestra comunidad, nuestro grupo o nuestra Iglesia. El Reino abarca a todos los hombres de buena voluntad. Sin excepción. Basta con que abramos los ojos, habiéndolos limpiado previamente de prejuicios, filtros negativos y gafas oscuras, y miremos a nuestro alrededor. Nos sorprenderemos al ver la cantidad de hombres y mujeres que, aún pensando muchas veces de forma muy diferente a como nosotros pensamos o utilizando un nombre diferente para llamar a Dios o, incluso, afirmando con sus labios que Dios no existe, han hecho de su vida un servicio a los demás, a su bienestar, a su felicidad, a la justicia, a la fraternidad. Es clarísimo: ellos también pertenecen al Reino. Jesús nos trajo el mensaje de un Dios que está a favor de la vida del hombre. Y todo el que esté a favor del hombre y de su vida, está de su lado. “El que no está contra nosotros está a favor nuestro”. 

      Los cristianos tendríamos que aprender a jugar el juego de la inclusión y evitar a toda costa el juego de la exclusión. Porque Jesús no excluyó a nadie. Sino que juntó a todos. Hoy es día para sentirnos hermanos y hermanas de todos aquellos que, bajo cualquier fe o ideología, se han dedicado a hacer el bien. Jesús está con ellos y nosotros también. 



Para la reflexión

      ¿Cómo miro a mis hermanos de otros grupos y movimientos? ¿Y a los de otras iglesias? ¿Y a los de otras religiones? ¿Les excluyo o les incluyo en el Reino? ¿Creo en su buena voluntad?

FELIZ DOMINGO





viernes, 28 de septiembre de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 28 SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
28 septiembre



Jesús nos ha dicho que él es el Camino: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14,6)y que ese camino también es estrecho y difícil; él recorrió ese mismo camino; fue el Padre por el sacrificio, por la humillación, por la persecución, por el desprecio, la pasión y la muerte. Ese es el camino que él recorrió; camino difícil y áspero que desembocó en la puerta no menos ás pera y difícil.

Por eso nosotros, que somos sus discípulos, no podemos esperar seguir otro camino, ya que él es el único camino que conduce al Padre.


P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 28 SEPTIEMBRE 2018


Lecturas de hoy Viernes de la 25ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, viernes, 28 de septiembre de 2018



Primera lectura
Lectura del libro del Eclesiastés (3,1-11):

Todo tiene su tiempo y sazón, todas las tareas bajo el sol: tiempo de nacer, tiempo de morir; tiempo de plantar, tiempo de arrancar; tiempo de matar, tiempo de sanar; tiempo de derruir, tiempo de construir; tiempo de llorar, tiempo de reír; tiempo de hacer duelo, tiempo de bailar; tiempo de arrojar piedras, tiempo de recoger piedras; tiempo de abrazar, tiempo de desprenderse; tiempo de buscar, tiempo de perder; tiempo de guardar, tiempo de desechar; tiempo de rasgar, tiempo de coser; tiempo de callar, tiempo de hablar; tiempo de amar, tiempo de odiar; tiempo de guerra, tiempo de paz. ¿Qué saca el obrero de sus fatigas? Observé todas las tareas que Dios encomendó a los hombres para afligirlos: todo lo hizo hermoso en su sazón y dio al hombre el mundo para que pensara; pero el hombre no abarca las obras que hizo Dios desde el principio hasta el fin.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 143,1a.2abc.3-4

R/. Bendito el Señor, mi Roca

Bendito el Señor, mi Roca, 
mi bienhechor, mi alcázar, 
baluarte donde me pongo a salvo, 
mi escudo y mi refugio. R/. 

Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?;
¿qué los hijos de Adán para que pienses en ellos? 
El hombre es igual que un soplo; 
sus días, una sombra que pasa. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,18-22):

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?» 
Ellos contestaron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.» 
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» 
Pedro tomó la palabra y dijo: «El Mesías de Dios.» 
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy viernes, 28 de septiembre de 2018
 CR


Hay tiempo para todo. Y es de sabios saber hacer cada cosa a su tiempo. Ya conté hace unos días la historia de san Francisco de Asís que, cuando envió a sus frailes a evangelizar a los musulmanes les dijo: “Evangelizad siempre. Hablad sólo cuando sea necesario.”

No hay que dudar que Jesús es el modelo del evangelizador. Los creyentes tenemos que mirar a él para saber cómo comportarnos. Pues bien, dedicó muy poco tiempo en su relación con los discípulos a meditaciones del tipo de la del evangelio de hoy. Jesús no se centra en conseguir que sus discípulos confiesen expresamente su fe. Tampoco suele pedir muchas precisiones teológicas a las personas con las que se encuentra. Él multiplica los panes, cura a los enfermos, libera a los endemoniados, ataca sin piedad a los fariseos y escribas que cargan a los demás con pesos insufribles, pero no exige a sus seguidores que se aprendan un catecismo entero, con sus preguntas y respuestas. Lo único que hace es estar con ellos, dejar que le acompañen, que vayan viendo y que vayan descubriendo su mensaje.

Hay veces que ni siquiera los apóstoles entienden a Jesús. El ejemplo de Pedro es palmario. En un momento determinado le tiene que decir con fuerza que se parte de él porque no ha entendido nada. Si tan cortos de entendederas eran los apóstoles, cuánto más los otros que se encontraban accidentalmente con él. Y sin embargo, a nadie echa de su compañía. A todos los acoge, les regala buenas palabras y les llena de esperanza.

Hoy podemos intentar responder a la pregunta que Jesús hace a sus discípulos. Quizá no nos salga una respuesta tan clara y contundente como la de Pedro. Quizá en el fondo no entendamos bien a este galileo ni su forma de comportarse. Quizá a veces nos parezca poco prudente o demasiado radical. Pero lo que tenemos que seguir escuchando es su invitación a seguirle, a estar con él, a escucharle. Aunque no respondamos perfectamente, aunque nuestra vida tampoco sea la traducción práctica de la respuesta perfecta, Jesús no nos expulsa de su lado. Tiene mucha paciencia. La que tuvo con todos los que se encontró. La que tuvo con los apóstoles. Nos da tiempo. Porque sabe que el amor de Dios terminará haciendo su trabajo y haciéndonos descubrir que el amor es lo único que vale verdaderamente la pena en nuestra vida.

BUENOS DÍAS





jueves, 27 de septiembre de 2018

FRENTE AL SEMÁFORO: ANÉCDOTAS Y VIDA DE SAN JOSÉ MARELLO - SEMÁFORO 10


FRENTE AL SEMÁFORO
Semáforo 10
  O SEMINARIO O MUERTE   



“Cuando se tiene una meta fija, aunque el mundo se derrumbe, hay que mirar siempre allá”. (San José Marello)   





El año que José paso en Turín, después de salir del seminario de Asti, fue una larga, amarga y atormentada experiencia. Le resultó difícil adaptarse a esa vida. Fue un experimento frustrado de crearse una “posición social honrada”, en el ambiente político-económico de Turín.   

Había fracasado en el esfuerzo por olvidar el pasado, como también el de tratar de vivir como sus nuevos amigos.   Andaba como un “cura”, como si llevara todavía la sotana, todos se daban cuenta. Y el papá gastaba dinero con la esperanza de verlo encajar bien en la nueva vida. Después de un año de vida de ensueños de búsquedas científicas propias de una fantasía, el empuje hacia el seminario se hizo irreductible: como un grito de la conciencia. Insoportable.   
Tal vez no habría podido vencer las dificultades y sobre todo la oposición del padre, si Dios no hubiera intervenido poniendo en peligro su vida.   José cayó enfermo. El diagnóstico del medito fue: “Tifus”. Una enfermedad que en aquel tiempo era una sentencia de muerte. 

Durante la enfermedad en sus delirios por la alta fiebre, (¿era una realidad?) veía un hábito de sacerdote y sentía la presencia de la Virgen Consolata. Ella le hizo entender que si no volvía al seminario moriría.   

El mismo se lo dijo a su padre. Un día que la fiebre había bajado un poco, llamo con un hilo de voz al papá que estaba a la cabecera de la cama: 

- Papá, ¿quieres que yo sane? - ¿y me lo preguntas? ¡claro que sí; cueste lo que cueste ¡  

- Oye, papá, la Virgen Consolata me dice que si no vuelvo al seminario me va a llevar consigo. Yo quería continuar mis estudios con mis compañeros de seminario… tú no has querido… te he obedecido… la virgen ve los peligros en que me encuentro y ten compasión de mi… déjame volver.   

Un llanto lleno lo ojos del papá… - Si es así, dijo-apenas podía hablar- acepto con tal que tú sanes.   

La curación fue rápida. Una vez más José experimento la gran verdad; si amas a la Virgen no te encontraras nunca en condiciones desesperadas.     

SER MÁS SANOS


Ser más sanos



El egoísmo atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa a los demás, encuentra su madurez y plenitud. Si te preocupas demasiado por ti mismo y tu propio entorno, si vives para acumular dinero y comodidades, no te quedará tiempo para los demás. Si no vives para los demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque la vida sin amor no vale nada.

Padecemos una especie de subdesarrollo emocional que nos impulsa a ciertas conductas autodestructivas, tanto en nuestra vida pública como privada. Nos urge encontrar un camino que nos permita hallar una manera de ser más sanos, y ese camino está íntimamente relacionado con el amor y la espiritualidad. El amor es el mejor símbolo de la salud del hombre, es todo lo opuesto a la agresión, al miedo y a la paranoia, que a su vez representan la patología que nos desune. (Claudio Naranjo).

La regla de oro de las grandes religiones es el amor al prójimo. En el libro de Tobías el anciano ciego, sintiéndose cercano a la muerte, dio preciosos consejos a su hijo. Entre ellos se destaca: “Haz a los demás lo que te agrada que hagan a ti”. Norma fundamental y obvia. Su observancia te dará pacíficas y muy gratas relaciones con tus semejantes.



* Enviado por el P. Natalio

TODAS MUY OCUPADAS


Todas muy ocupadas




Todos tememos la muerte, pero, ¡qué distinto es ver la muerte desde la fe en la vida eterna y no desde el vacío de la incredulidad!  La vida del cristiano es un confiado caminar hacia la Casa del Padre, y la muerte es la puerta. Junto a ella está esperando Dios Padre para introducirnos en la eterna fiesta de su inmenso corazón.

Santa María Mazzarello contó un día la siguiente parábola: “La Muerte llegó a una casa de religiosas y le dijo a la portera: ‘¡Venga conmigo a la eternidad!’. Pero la portera le respondió: ‘Tengo mucho trabajo en la portería y no me puedo alejar de aquí’. Entonces pasó la Muerte a la cocina, y le dijo a la hermana cocinera: ‘¡Venga conmigo a la eternidad!’. Pero la hermana cocinera le dijo: ‘Tengo tanto que cocinar. ¡No puedo acompañarla!’. Y la Muerte se fue donde la Superiora, y le dijo: ‘Ud. tiene que dar a las demás ejemplo de obediencia. ¡Venga conmigo a la eternidad!’. Y la superiora, para dar ejemplo, se fue a la eternidad con la Muerte”.

Don Bosco solía decir a los jóvenes: “La vida es demasiado corta. Los ociosos, al final de la vida, experimentarán grandes remordimientos por el tiempo perdido. Las espinas de la vida serán las flores de la eternidad. A la hora de la muerte se ven las cosas desde otro punto de vista. Un rinconcito de cielo lo arregla todo”. Que lo pienses y tomes tus decisiones.




* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 27 SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
27 septiembre



El Señor no prohíbe un prudente cuidado y moderada preocupación por las cosas materiales; la prudencia en la previsión del futuro, para nosotros y para los demás, es una virtud, no sólo humana, sino también cristiana.

Pero no es posible que un hijo de Dios se preocupe de tal forma por las cosas materiales, que pierda de vista las espirituales.

El desprendimiento de lo material, por la pobreza evangélica, ha de llevarnos a vivir preocupados de un modo intenso por lo espiritual; que lo material ocupe en nuestra vida solamente el lugar necesario.

Dichoso el que, dando a las cosas terrenas la atención necesaria, pone su principal cuidado en que venga el Reino de Dios.

Cuidemos de las cosas de Dios y Dios cuidará de nuestras cosas.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 26 SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
26 septiembre



Amén: Así es. Tú eres el Padre; así es: somos tus hijos; así es: somos todos hermano; tu voluntad y tu Reino es lo que debemos buscar con el mayor ahínco.

Así sea: que te amemos, que nos santifiquemos, que te sirvamos, te adremos y todo lo esperemos de ti, que todo lo recibimos de tu generosa mano, abierta hacia nosotros, por el amor que nos tienes.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 25 SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
25 septiembre



No nos dejes caer en la tentación: sentimos el atractivo del pecado; somos débiles, vacilamos; si tú nos sueltas de tu mano, ciertamente caeremos. No te pedimos que no nos permitas tentaciones; pero sí te pedimos que no nos dejes arrastrar por la tentación.

Líbranos del mal: el mal nos está ahogando; estamos inmersos en un mundo saturado por el mal, que pretende meterse hasta en nuestras entrañas, para malearnos hasta en nuestra misma raíz. Líbranos, Padre, del mal y haz, más bien, que te sirvamos con rectitud y bondad.


P. Alfonso Milagro

QUÉ ES EL CULTO A LA SANTA MUERTE? ES COMPATIBLES CON LA FE CATÓLICA?

¿Qué es el culto a la santa muerte? ¿Es compatible con la fe católica?
Conviene señalar, para los católicos, que esta falsa devoción atenta contra el 1º Mandamiento


Por: Jorge Luis Zarazúa Campa | Fuente: PeriodismoCatolico.com // ApologeticaCatolica.org 



Se trata de una de las supersticiones más difundidas en México. He aquí algunos elementos que nos pueden ayudar a entender su difusión y a estar mejor informados para orientar a los desprevenidos.
Un culto muy extendido
El culto a la Santa Muerte parece estar de moda. En los puestos de periódicos es fácil encontrar folletos y revistas, que se ocupan de promover la «devoción» a la Santísima Muerte, como le llaman afectuosamente sus devotos.
Sus imágenes y todo lo relacionado con esta «devoción» pueden conseguirse con suma facilidad en las tiendas esotéricas y en los mercados populares.
Tanto se ha extendido su culto que muchos católicos la consideran un santo más de la Iglesia católica, tal vez porque sus promotores se encargan de difundirla con estas características, precisamente para atraer a los desprevenidos católicos. No falta algún católico «despistado» que lleva a bendecir la imagen al templo parroquial.

Un origen incierto
El origen del culto a la Santa Muerte es muy incierto, aún para sus mismos promotores. Algunos de ellos lo consideran un culto prehispánico, que sobrevivió a pesar de la oposición de la Iglesia católica.
Según los que promueven esta «devoción», se trataría de la supervivencia del culto a Mictlantecuhtli, que, en la mitología azteca, es el dios de la muerte, señor del Mictlán, el silencioso y oscuro reino de los muertos. Esta divinidad prehispánica se asemeja al dios maya Ah Duch, al que solía representársele como un cuerpo putrefacto con una cabeza casi calavérica adornada con campanas y collares de huesos y plumas.
A Mictlantecuhtli se le representaba como un esqueleto, o al menos su cabeza es una calavera. Los aztecas, con el fin de tener aplacado a Mictlantecuhtli, le enviaban regalos suntuosos, entre los que no faltaban pieles de hombres desollados para que cubriera sus huesos descarnados.
Otros difusores de este tétrico culto lo consideran de origen africano, introducido por los miles de esclavos africanos que fueron arrancados de su tierra para trabajar en los territorios conquistados en el Nuevo Mundo, aunque esta teoría es poco consistente.

Otros más aseguran que en el siglo XIX, sin llegar nunca a precisar la fecha exacta, la Santa Muerte se le apareció en una visión a un brujo chamán del pueblo de Orizaba, en el estado mexicano de Veracruz. Según esta versión, la Santa Muerte le ordenó a este chamán difundir su culto. Ella, por su parte, se comprometió a auxiliar grandemente a quien acudiera a ella en búsqueda de ayuda. A partir de allí, su culto se ha difundido tanto que encontramos comunidades en Internet que propagan esta devoción.
Idolatría y credulidad
Para ayuda de los católicos, conviene señalar que esta falsa devoción atenta contra el 1º Mandamiento, que nos manda amar a Dios sobre todas las cosas. Es, pues, una forma de idolatría, pues los «devotos» de la Santa Muerte creen que las imágenes tienen poder, que no depende tanto del tamaño de la imagen, sino de los rituales que se hacen para «consagrarla».
Los que promueven este culto señalan detalladamente el ritual necesario para «consagrarla» y colocarla en el sitio más adecuado. Según ellos, la «Señora», como también la llaman, se encargará de avisar al «creyente» si le agrada o no el lugar escogido. Esto lo hará a través de un sueño o de un suceso extraño. Si ella quiere ser cambiada de lugar, no hay más que complacerla, repitiendo todo el ritual necesario.
Las ofrendas que se le presentan a la imagen suelen ser las siguientes: manzanas, dulces, pan, licor, etc. Lo que nunca debe faltar en la ofrenda, aseguran sus devotos, es el vaso con agua, una veladora encendida y un pan. Aparte de esto, cada devoto puede ofrecerle lo que considere más conveniente.
Los días más adecuados para festejarla son el dos de noviembre y el aniversario de su llegada a cada casa.
Los devotos de la Santa Muerte la consideran una ayuda invaluable en los problemas familiares, desempleo, envidias, enemistades, cuestiones de salud, amor o cualquier otro problema.
Incluso, aseguran, la Santísima avisa oportunamente a sus devotos para que eviten accidentes, robos o cualquier otro imprevisto que atente contra la integridad del creyente.
La muerte no es una persona, es sólo un proceso biológico
Tal vez lo que favorece la extensión de este culto es su parecido con la devoción católica a los santos y a las imágenes de los santos. Pero no hay que irse con la finta. Mientras las imágenes de los santos representan a personas que vivieron en grado heroico la fe cristiana, la Santa Muerte no representa a nadie, puesto que la muerte no es una persona.
En efecto, la muerte no es otra cosa que la cesación o el término de la vida. Es sólo un proceso biológico que ocurre cuando las funciones vitales — la respiración y la circulación (expresada por los latidos del corazón) — se detienen y se da la pérdida irreversible de actividad cerebral, especialmente cuando se da la ausencia de actividad en los centros cerebrales superiores, principalmente el neocórtex.
Así, pues, la Santa Muerte no puede ayudar a nadie, puesto que no existe. No es un ser personal.
Conclusión
Aunque es comprensible la extensión de este peculiar culto, pues responde a las necesidades más apremiantes de los mexicanos, especialmente en el contexto socioeconómico actual, caracterizado por el desempleo, la pérdida del poder adquisitivo y múltiples problemas en las relaciones interpersonales, conviene señalar que no se trata de una devoción auténtica, pues conduce a la idolatría, tan condenada por las Sagradas Escrituras.
Sin embargo, hay que considerar que la popularidad de este tipo de cultos puede ayudar a que nosotros, los agentes de pastoral, podamos orientar adecuadamente al pueblo católico sobre lo inútil de este tipo de devociones. Al mismo tiempo, podemos informar oportunamente el culto católico a los santos y a sus imágenes, un culto que está completamente de acuerdo con el dato bíblico.
El hecho innegable del culto a la Santa Muerte es, en esta perspectiva, una magnífica oportunidad para promover la devoción auténtica a los santos y a sus imágenes, para purificar la religiosidad popular, añadiéndole el fundamento bíblico y del Magisterio de la Iglesia, tan rico en enseñanzas.
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