domingo, 10 de mayo de 2020

ACUÉRDATE DE LO BUENO


Acuérdate de lo bueno



Ser optimista es cultivar una visión serena de la vida que nos lleve a descubrir todo lo que hay de bueno, alegre y gratificante en medio de espinas y carencias. No pierdas el sentido de la proporción y más bien destaca todo lo positivo, porque son muchos los especializados en detectar todo lo sombrío y difícil de nuestro diario caminar.

Cuando el cielo está gris, acuérdate cuando lo viste azul. Cuando sientas frío, piensa en un sol radiante que ya te ha calentado. Cuando sufras una temporal derrota, acuérdate de tus triunfos y de tus logros, acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría. Recuerda los regalos que te han hecho, los paisajes que has disfrutado y las risas que han brotado de ti. Porque todo esto lo podrás volver a tener y lo que has logrado, lo podrás volver a ganar. Alégrate y desecha los recuerdos tristes y dolorosos, no te lastimes más. Piensa en lo bueno, en lo amable, y en lo bello. Recorre tu vida y detente en donde haya bellos recuerdos y emociones sanas, y vívelas otra vez.

Busca siempre la faz luminosa y positiva de todos los obstáculos y reveses que te presente cada día. No olvides que puedes desarrollar la escondida sabiduría de convertir un menos en más, un fracaso en victoria y una cruz en resurrección y vida. Que pases un día muy apacible. Hasta mañana.


* Enviado por el P. Natalio

CAMINO, VERDAD Y VIDA - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 10 MAYO 2020


Camino, Verdad y Vida



Al final de la última cena, los discípulos comienzan a intuir que Jesús ya no estará mucho tiempo con ellos. La salida precipitada de Judas, el anuncio de que Pedro lo negará muy pronto, las palabras de Jesús hablando de su próxima partida, han dejado a todos desconcertado y abatidos. ¿Qué va ser de ellos?

Jesús capta su tristeza y su turbación. Su corazón se conmueve. Olvidándose de sí mismo y de lo que le espera, Jesús trata de animarlos: ”Que no se turbe vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí”. Más tarde, en el curso de la conversación, Jesús les hace esta confesión: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí”. No lo han de olvidar nunca.

“Yo soy el camino”. El problema de no pocos no es que viven extraviados o descaminados. Sencillamente, viven sin camino, perdidos en una especie de laberinto: andando y desandando los mil caminos que, desde fuera, les van indicando las consignas y modas del momento. Y, ¿qué puede hacer un hombre o una mujer cuando se encuentra sin camino? ¿A quién se puede dirigir? ¿Adónde puede acudir? Si se acerca a Jesús, lo que encontrará no es una religión, sino un camino. A veces, avanzará con fe; otras veces, encontrará dificultades; incluso podrá retroceder, pero está en el camino acertado que conduce al Padre. Esta es la promesa de Jesús.

“Yo soy la verdad”. Estas palabras encierran una invitación escandalosa a los oídos modernos. No todo se reduce a la razón. La teoría científica no contiene toda la verdad. El misterio último de la realidad no se deja atrapar por los análisis más sofisticados. El ser humano ha de vivir ante el misterio último de la realidad. Jesús se presenta como camino que conduce y acerca a ese Misterio último. Dios no se impone. No fuerza a nadie con pruebas ni evidencias. El Misterio último es silencio y atracción respetuosa. Jesús es el camino que nos puede abrir a su Bondad.

“Yo soy la vida”. Jesús puede ir transformando nuestra vida. No como el maestro lejano que ha dejado un legado de sabiduría admirable a la humanidad, sino como alguien vivo que, desde el mismo fondo de nuestro ser, nos infunde un germen de vida nueva. Esta acción de Jesús en nosotros se produce casi siempre de forma discreta y callada. El mismo creyente solo intuye una presencia imperceptible. A veces, sin embargo, nos invade la certeza, la alegría incontenible, la confianza total: Dios existe, nos ama, todo es posible, incluso la vida eterna.

Nunca entenderemos la fe cristiana si no acogemos a Jesús como el camino, la verdad y la vida.



* Padre José Antonio Pagola

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 5° DE PASCUA, 10 DE MAYO DE 2020


Lecturas de hoy Domingo 5º de Pascua - Ciclo A
Hoy, domingo, 10 de mayo de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (6,1-7):

EN aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, porque en el servicio diario no se atendía a sus viudas. Los Doce, convocando a la asamblea de los discípulos, dijeron:
«No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos del servicio de las mesas. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea; nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de la palabra».
La propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo; a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos orando.
La palabra de Dios iba creciendo y en Jerusalén se multiplicaba el número de discípulos; incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 32,1-2.4-5.18-19

R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti

Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R/.

La palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.

Los ojos del Señor están puestos en quien lo teme,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/. R/.


Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (2,4-9):

QUERIDOS hermanos:
Acercándoos al Señor, piedra viva rechazada por los hombres, pero elegida y preciosa para Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción de una casa espiritual para un sacerdocio santo, a fin de ofrecer sacrificios espirituales agradables a Dios por medio de Jesucristo.
Por eso se dice en la Escritura:
«Mira, pongo en Sion una piedra angular, elegida y preciosa;
quien cree en ella no queda defraudado».
Para vosotros, pues, los creyentes, ella es el honor, pero para los incrédulos «la piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular», y también «piedra de choque y roca de estrellarse»; y ellos chocan al despreciar la palabra. A eso precisamente estaban expuestos.
Vosotros, en cambio, sois un linaje elegido, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las proezas del que os llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (14,1-12):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre».

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy domingo, 10 de mayo de 2020
Fernando Torres cmf


Somos linaje elegido, nación consagrada, pueblo de Dios

      Está avanzado ya el tiempo de Pascua y conviene que los cristianos tengamos una idea clara de nuestra identidad más profunda. A veces, de tanto caminar por los días de diario y los trabajos de cada cual, se nos olvida que hemos sido elegidos como portaestandartes de una bandera que no es sólo para nosotros sino para toda la humanidad. En Cristo Jesús resucitado somos todos sacerdotes que celebramos la acción de gracias por la salvación que Dios ha regalado al mundo. Así es como construimos el reino de Dios. Porque los sacrificios que ofrecemos no son como los de la Antigua Alianza –holocaustos de carneros y toros– sino la entrega de nuestras vidas al servicio del Reino de Dios, comprometidos en formar ya aquí la familia de Dios, donde reina la verdad, el amor y la justicia. 

      Eso es lo que los cristianos somos por nuestro Bautismo. El desafío está en llegar a ser en la vida real lo que ya somos en la presencia de Dios. Nuestra llamada consiste en llevar a la práctica de cada día ese amor con el que Dios nos amó en Jesús y que nos transformó en “pueblo elegido y nación consagrada”. Para llegar a nuestra meta, el evangelio de hoy nos muestra el camino: el mismo Jesús que dice de sí mismo que es “el Camino, la Verdad y la Vida”. A los apóstoles les costó comprender que mucho más importante que aprender unas verdades era seguir a Jesús. Les costó comprender que no se trataba de aprender teología sino de encontrarse con Jesús y dejarle que fuese el guía que les llevase hasta el Reino del Padre. No había más camino que seguir sus huellas. Hoy nos tenemos que decir lo mismo: ser cristiano es seguir las huellas de Jesús, comportarnos como él lo haría, amar a nuestros hermanos y hermanas hasta darlo todo, como él hizo. 

      Hacer eso en la vida cotidiana no siempre es fácil. Hoy enfrentamos problemas y situaciones que no tienen nada que ver con las que enfrentaron Jesús o los apóstoles. Pero ése es precisamente nuestro desafío: encontrar soluciones creativas, en línea con el Reino, a los problemas que nos encontremos. Como hicieron los apóstoles en la primitiva iglesia, al ver que un grupo de la comunidad, las viudas de los “griegos”, no recibían la atención que debían. Inmediatamente solucionaron el problema creando un grupo que las atendiese: los diáconos. Así tenemos que ejercer nuestro seguimiento de Jesús: tratando de ofrecer soluciones a los problemas que nos encontramos, preguntándonos siempre: ¿qué haría Jesús en una situación como ésta? Y dejándonos llevar por el Espíritu. Hasta encontrar las formas y los modos concretos que nos lleven a expresar de la forma más eficaz posible el amor por los hermanos y hermanas, especialmente por los más necesitados. 



Para la reflexión

      ¿Hay personas en nuestra parroquia, comunidad o familia que se quedan sin atender, que sufren sin que nadie les haga caso ni ayude? ¿Qué podemos hacer para estar cerca de ellos y aliviar sus sufrimientos? ¿No es ésa la mejor forma de seguir a Jesús, camino, verdad y vida?

EL REZO DEL SANTO ROSARIO, ORACIÓN QUE ALEGRA EL CORAZÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Ella También
El rezo del rosario, oración que alegra el corazón de la Santísima Virgen.


Por: Nabor Herrera, L.C. | Fuente: Equipo Gama-Virtudes y Valores




Doña Paquita y Doña Soledad vivían en la misma vecindad. Doña Paquita siempre criticaba a Doña Soledad porque rezaba todos los días el rosario. "¡Qué tontería! ¡Qué perdida de tiempo! ¡Cincuenta veces lo mismo!" Aunque Doña Soledad conocía el tamaño de la lengua de Doña Paquita no decía nada.

Por fin un día Doña Paquita se acercó entusiasta a Doña Soledad.

"¡Señora Soledad, no me va a creer!"

"¿Qué?"

"¡Mi hijo ya sabe decir mamá! ¡Me lo ha dicho como treinta o cuarenta veces por lo menos!"

"¡Ah... entonces debe estar usted cansada y aburrida de oír lo mismo tantas veces!"

"¡Claro que no! ¿Pero Doña Soledad, cómo se le ocurre semejante disparate!"

Desde aquel día Doña Paquita comprendió por qué Doña Soledad rezaba todos los días el rosario. Pues claro, Doña Soledad repetía cincuenta veces las palabras que más gustan a Nuestra Madre del Cielo.

Como el niño que apenas sabe balbucear arranca una sonrisa del corazón de la madre cuando dice "mamá", así nosotros con el Ave María alegramos a nuestra Madre. El niño dice "mamá", estira sus tiernos brazos y la madre sin dilación lo coge entre los suyos. Así María. El niño fija los ojos en los de su madre y ella lo acerca a su rostro hasta rozar con la nariz la ternura de su piel. Así María nos acerca a su rostro y roza con su belleza nuestra alma.

Como la mamá estrecha al niño entre sus brazos, lo oprime contra su pecho, porque lo ama, así María, apenas escucha el susurro de nuestra oración, corre, nos abraza, nos acerca hasta su pecho porque nos ama.

¿De que sirve el amor de una madre? No es moneda de cambio, no produce, no consigues nada con él, tampoco con el de María. El amor de una madre da seguridad, orienta tu vida; también el amor de María.

El niño dice mamá, espera la respuesta y siempre la halla. María responde cuando elevamos los ojos del alma y esperamos su respuesta. La madre goza cuando el niño le sonríe y susurra al oído "Te quiero" ¿Acaso María no? La madre ve crecer con santo orgullo a su hijo ¿Acaso María no? La madre ha engendrado con dolores ¿Acaso María no?

Una madre no se cansa de amar, de abrazar, de besar a sus hijos. Tampoco María. Una Madre derrama lágrimas de dolor cuando percibe, aún de lejos, que sus hijos andan tomando decisiones erróneas que los alejan de Dios. ¿Acaso María no? No hay peor dolor para María que el constatar que sus hijos viven distanciados de Dios. Ella les espera pacientemente e intercede día y noche por ellos hasta que como ovejitas descarriadas vuelven al redil en hombros de su Pastor. ¿Y si se olvidan de ella? Ciertamente sufre pero como buena Madre sabe perdonar el olvido.

El corazón de María ama por encima de cualquier olvido. Ama aunque el hijo duerma, cubre su cuerpecito, y acaricia la frente del hijo perdido en sueños.

Así nos ama María. ¿Por qué no repetir una y cien veces su Ave María? Para que así surja una sonrisa en su corazón, nos abrace, acaricie y cubra nuestra alma del frío mientras dormimos.

JOVEN CATÓLICA PINTA A LA VIRGEN MARÍA EN ACERA PARA DAR ESPERANZA EN CUARENTENA


Joven católica pinta a la Virgen María en acera para dar esperanza en cuarentena
Redacción ACI Prensa
María Loh y su pintura de la Virgen María Crédito: Diócesis de Fargo, Dakota del Norte, Estados Unidos




Una adolescente católica artista dibujó y pintó una imagen de la Virgen de Lourdes en la acera de entrada a la casa de sus padres durante la cuarentena, para dar fe y esperanza a sus vecinos ante la emergencia sanitaria por el coronavirus COVID-19.

El 4 de mayo la Diócesis de Fargo, ubicada en Dakota del Norte (Estados Unidos), publicó en Facebook una fotografía donde se aprecia un dibujo de la Virgen de Lourdes hecho con tizas en la acera y a su creadora de 17 años, María Loh.

En declaraciones a CNA del 7 de mayo, la joven artista católica dijo que disfrutó mucho la experiencia de poder compartir su fe y arte con los vecinos de Fargo, el lugar donde creció.

“Tener la posibilidad de interactuar con personas cuando pasaban fue muy conmovedor, porque mucha gente nunca había visto el arte de la acera en la localidad. Por ello, poder compartir este tipo de experiencia fue muy, muy bueno”, dijo Loh a CNA.


Loh también contó que recientemente se ha inspirado en el arte de la tiza y la pintura al pastel, pues tienen colores hermosos y vibrantes. La joven también contó que ha dibujado en las aceras otras pocas veces, en las que dibujó dos imágenes de la Virgen de los Lirios y de La Piedad, de William Adolphe-Bouguereau.

Su más reciente dibujo hecho con tiza es la de la Virgen de Lourdes de Héctor Garrido, una imagen que vio en un imán del refrigerador de sus abuelos desde niña. Loh confesó que la imagen siempre ha sido una inspiración y que se decidió a reproducirla después de que el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes de Francia cerró temporalmente debido a la pandemia del COVID-19.

“Escuché que el santuario había sido cerrado temporalmente al público, y recuerdo… pensar que era muy triste porque especialmente en este momento, realmente estamos buscando curarnos en más de una manera: física, mental y espiritualmente”, señaló Loh.

“Verdaderamente sentí como si la gente no fuera capaz de experimentar eso. Así que sentí que dibujar a Nuestra Señora de Lourdes sería una buena forma de recordarle a la gente que la Virgen de Lourdes está con nosotros, incluso si no podemos ir a su santuario”, añadió.

La joven artista señaló que creció en una familia católica y es la mayor de cinco hermanos. Además, que ha estado involucrada en proyectos de arte y dibujo durante toda su vida y que ha sido inspirada en su fe y el arte religioso en las iglesias.

“Veo nuestra fe tan preciosa… especialmente en la forma de la Eucaristía, el cuerpo y la sangre reales de Cristo. Creo que somos muy bendecidos de tener esto en nuestra fe. Esto ha impactado mucho en mi vida mientras crecía”, dijo Loh.

Loh reveló que mientras trabajaba en la pieza, la mayoría de los transeúntes no sabían quién era la dama de la imagen y dijo que tiene esperanza en que esta ayudará a recordar a la gente sobre María y la belleza de la Iglesia, que para ella es una poderosa atracción para la fe.

“Una cosa que espero que evoque este tipo de arte e imagen es el deseo de saber quién es María y cuán rica es nuestra fe… Todo el bello arte que se puede ver en las iglesias católicas, especialmente en Roma, tiene una belleza casi trascendental que atrae a la gente a la fe y los acerca a conocer cosas que nunca antes habían soñado”, señaló.

Indicó que cuando termine su tercer año de secundaria, verá la posibilidad de estudiar en la Escuela de Arte después de graduarse, y aunque todavía no está segura sobre su futuro, dijo que no abandonará el arte pronto.

“Definitivamente puedo ver [la escuela de arte] como una posibilidad. Tendré que pasar un tiempo, especialmente con Dios, tratando de descubrir qué quiere que haga; pero no creo que el arte se aleje de mi vida pronto”, concluyó.

Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA.

ORACIÓN POR LAS MAMÁS QUE PARTIERON AL CIELO


Día de la madre: una oración para las mamás que partieron al cielo
Redacción ACI Prensa




Muchos países del mundo celebran el segundo domingo de mayo el día de la madre; sin embargo, son muchos quienes ya no la tienen a su lado, pues ya partieron a la Casa del Padre. Para ellas, las mamás que se encuentran en el cielo gozando de la Gloria de Dios, les compartimos la siguiente oración:


Continuamente te rezamos, Señor, por nuestra madre.
La recordamos con paz y con amor ante Ti,
seguros de que ella vive,
como estamos seguros de que vives Tú
y de que tu amor dura para siempre.
La recordamos cuando estaba entre nosotros...
A veces, nos parece sentir el calor y el sosiego
de su presencia protectora
como cuando vivía aquí,
mucho más para nosotros que para sí misma.
Dale, Señor, tu amor, dale tu vida. Dale tu paz.
Tenla muy cerca de Ti.
Sea feliz y ruegue ante Ti por nosotros.
Ayúdanos a vivir lo que ella nos enseño,
más con amor que con palabras.
A rezarte como ella, a quererte como ella,
a hacer de Ti y de los demás, igual que ella,
el sentido de nuestra vida.
Y si por descuido o por debilidad en algo te faltó,
perdónala, Tú que sabes lo que es ser Padre y Madre
y conoces como nadie el amor y el perdón
sin medida ni límites...
Perdónale sus faltas por lo mucho que amó a todos.
Gracias, Señor, por esta oración que nos llena de paz
en el recuerdo de nuestra madre.
Amén.

SAN JUAN DE ÁVILA, 10 DE MAYO


10 de mayo
San Juan de Avila 
Misionero. Director de Almas
(1569)



Jesús en la CruzJuan significa: "Dios es misericordioso".
San Juan de Avila tuvo el privilegio de ser amigo y consejero de seis santos: San Ignacio de Loyola, Santa Teresa, San Juan de Dios, San Francisco de Borja, San Pedro de Alcántara y Fray Luis de Granada. Dicen que él es la figura más importante del clero secular español del siglo 16.

Nació en el año 1500. De una familia muy rica, al morir sus padres repartió todos sus bienes entre los pobres y después de tres años de oración y meditación se decidió por el sacerdocio. Estudió filosofía y teología en la Universidad de Alcalá y allá hizo amistad con el Padre Guerrero que fue después arzobispo de Granada y su amigo de toda la vida.

Desde el principio de su sacerdocio demostró una elocuencia extraodinaria. El pueblo acudía en gran número a escuchar sus sermones donde quiera que él iba a predicar. Cada predicación la preparaba con cuatro o más horas de oración de rodillas. A veces pasaba la noche entera ante un crucifijo o ante el Santísimo Sacramento encomendando la predicación que iba a hacer después a la gente. Y los resultados eran formidables. Los pecadores se convertían a montones. A sus discípulos les decía: "Las almas se ganan con las rodillas". A uno que le preguntaba como hacer para lograr convertir a alguna persona en cada sermón, le dijo: "¿Y es que Ud. espera convertir en cada sermón a alguna persona?". "No, ¡eso no!", respondió el otro. "Pues por eso es que no los convierte", le dijo el santo, "porque para poder obtener conversiones hay que tener fe en que sí se conseguirán conversiones. ¡La fe mueve montañas!."

A otro que le preguntaba cuál era la principal cualidad para poder llegar a ser un buen predicador, le respondió: "La principal cualidad es: ¡amar mucho a Dios!".
Pidió viajar de misionero a América del sur, pero su amigo el Arzobispo de Granada le dijo: "Aquí en España también hay muchos a quienes misionar y evangelizar. ¡Quédese predicando entre nosotros!". Le obedeció y se dedicó a predicar por Andalucía, por todo el sur de España. Y las conversiones que conseguía eran asombrosas. Su predicación era fuerte. No prometía vida en paz a quienes querían vivir en paz con sus pecados, pero animaba enormemente a todos los que deseaban salir de su anterior vida de pecado. Un gran número de sacerdotes le seguía para ayudarle a confesar y colaborarle en la catequesis de los niños y en la administración de los sacramentos. Ricos y pobres, jóvenes y viejos, todos acudían con gusto a escucharle.

Dios le concedió a San Juan de Avila la cualidad especialísima de ejercer un gran ascendiente sobre los sacerdotes. Por eso el Sumo Pontífice lo ha nombrado "Patrono de los sacerdotes españoles". Bastaba con que lo vieran celebrar misa o le oyeran un sermón para que los sacerdotes quedaran muy agradablemente impresionados de su modo de obrar y predicar. Y después en sus sermones, ellos estaban allá entre el público oyéndole con gran atención. El sabio escritor Fray Luis de Granada se colocaba cerca de él, lápiz en mano, e iba escribiendo sus sermones. De cada sermón del santo, sacaba el material para predicar luego diez sermones. Los sacerdotes decían que el Padre Juan de Avila predicaba como si estuviera oyendo al mismo Dios.

Fue reuniendo grupos de sacerdotes y por medio de hacerles meditar en la Pasión de Jesucristo y en la Eucaristía y de rezar y recibir los sacramentos, los iba enfervorizando y después los enviaba a predicar. Y los frutos que conseguía eran inmenoss. Unos 30 de esos sacerdotes se hicieron después Jesuitas. Otros colaboraron con la redforma que San Juan de la Cruz y Santa Teresa hicieron de los padres Carmelitas y muchos más llenaron de buenas obras las parroquias con su gran fervor.


Un día en Granada, mientras San Juan de Avila pronunciaba un gran sermón, de pronto se oyó en el templo un grito fortísimo. Era San Juan de Dios que había sido antes militar y comerciante y que ahora se convertía y empezaba una vida de santidad admirable. En adelante San Juan de Dios tendrá siempre como consejero al Padre Juan de Avila, a quien atribuirá su conversión.

Los enemigos y envidiosos lo acusaron de que su predicación era demasiado miedosa y de que se proponía hacer que las gentes fueran demasiado espirituales. Y el santo fue llevado a la cárcel y allí estuvo de 1532 a 1533. Aprovechó su prisión para meditar más y crecer en santidad. Cuando se le reconoció su inocencia y fue sacado de la prisión el pueblo lo ovacionó como a un héroe.

A muchas personas les dio dirección espiritual por medio de cartas. Después reunió una colección de esas cartas y las publicó con el título de "Oye hija" y fue un libro muy afamado y que hizo gran bien a los lectores.

Su devoción a la Virgen era tan grande que lo hacía exclamar: "Más preferiría vivir sin piel, que vivir sin devoción a la Virgen María".

Fundó más de diez colegios y ayudaba mucho a las universidades católicas. Su autoridad y su ascendiente eran muy grandes en todas partes.

Sus últimos 17 años fueron de enormes sufrimientos por su salud que era muy deficiente. En él se cumplía aquello que dijo Jesús: "Mi Padre, al árbol que más quiere, más lo poda, para que produzca mayor fruto". Pero aunque sus padecimientos eran muy intensos, no por eso dejaba de recorrer ciudades y pueblos predicando, confesando, dando dirección espiritual y edificando a todos con su vida de gran santidad. Tres temas le llamaban mucho la atención para predicar: la Eucaristía, el Espíritu Santo y la Virgen María.

Una de sus cualidades más admirables era su gran humildad. A pesar de sus brillantes éxitos apostólicos, siempre se creía un pobre y miserable pecador. Cuando estaba agonizante vio que un sacerdote lo trataba con muy grande veneración y le dijo: "Padre, tráteme como a un miserable pecador, porque eso es lo que he sido y nada más".

Cuando en su última enfermedad los dolores arreciaban, apretaba el crucifijo entre sus manos y exclamaba: "Dios mío, si sí te parece bien que suceda, está bien, ¡está muy bien!".

El 10 de mayo del año 1569, diciendo "Jesús y María" murió santamente. Fue beatificado en 1894 y el Papa Pablo VI lo declaró santo en 1970.

San Juan de Avila: tú que con tus sermones lograste tantas conversiones de pecadores, alcánzanos del Señor Dios, que también nosotros nos convirtamos.

EL MENSAJE DE LA VIRGEN DE FÁTIMA SOBRE EL PODER DEL SANTO ROSARIO


El mensaje de la Virgen de Fátima sobre el poder del Santo Rosario
Redacción ACI Prensa





El mensaje de la Virgen de Fátima sobre el poder del Santo Rosario
Desde la primera de sus apariciones acotencida un 13 de mayo de 1917, la Virgen de Fátima reveló en su mensaje a tres niños pastores el poder del Santo Rosario.

En aquella ocasión Lucía preguntó si ella y Jacinta irían al cielo. La Virgen les dijo que sí, pero cuando preguntó por Francisco, la Madre de Dios contestó: “También irá, pero tiene que rezar antes muchos rosarios”.

La Virgen de Fátima abrió sus manos y les comunicó a los tres una luz divina muy intensa. Los niños cayeron de rodillas y alabaron a la Santísima Trinidad y al Santísimo Sacramento. Luego María señaló: “Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra”.


En la segunda aparición la Virgen María se les presentó después que ellos rezaron el Santo Rosario, y en la tercera ocasión Nuestra Señora les dijo: “Cuando recéis el Rosario, decid después de cada misterio: ‘Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente las más necesitadas’”.

Para la cuarta aparición ya muchos sabían de las apariciones de la Virgen a los pastorcitos. Entonces Jacinta le preguntó a la Madre de Dios lo que quería que se hiciera con el dinero que la gente dejaba en Cova de Iría. María les indicó que el dinero era para la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario y que lo que quedaba era para una capilla que se debía construir.

Más adelante, tomando un aspecto muy triste, la Virgen les manifestó: “Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno por no tener quién se sacrifique y rece por ellas”.


En el día de la quinta aparición, los niños llegaron a Cova de Iría con dificultad, pues muchas personas se les acercaban para pedirles que presentaran sus necesidades a Nuestra Señora. Los pastorcitos se pusieron a rezar el Rosario con la gente y la Virgen, al aparecérseles, animó nuevamente a los niños a seguir rezando esta oración para lograr el fin de la guerra.

En la última aparición, antes de producirse el famoso milagro del sol, en el que el astro pareció desprenderse del firmamento y caer sobre la muchedumbre, la Madre de Dios pidió que hicieran en ese lugar una capilla en su honor y se presentó como la “Señora del Rosario”.

Posteriormente, tomando un aspecto más triste dijo: “Que no se ofenda más a Dios Nuestro Señor, que ya es muy ofendido”. Esto sucedió el 13 de octubre de 1917.

PAPA FRANCISCO: ORACIÓN Y PREDICACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS SON LA PRIMERA TAREA DEL OBISPO


Papa: Oración y predicación de la Palabra de Dios son la primera tarea del Obispo
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
Foto: Vatican Media


El Papa Francisco dedicó su homilía de este domingo a la oración y recordó que la primera tarea de los obispos es “la oración y la predicación” de la Palabra de Dios, por lo que recordó la importancia de delegar algunos servicios de caridad a los diáconos.

Al reflexionar en la primera lectura de la liturgia de este quinto Domingo de Pascua que es un pasaje del libro de los Hechos de los apóstoles (6, 1-7), el Papa Francisco destacó la importancia de “la oración del obispo” ya que su primera tarea es rezar.

“La gente, al ver al obispo rezar, aprende a rezar. Porque el Espíritu Santo nos enseña que es Dios quien ‘hace las cosas’. Hacemos un poco, pero es Él quien ‘hace las cosas’ de la Iglesia, y la oración es la que lleva a la Iglesia hacia adelante". Y por esta razón. “los Obispos deben seguir adelante con la oración”.

Diáconos en la Iglesia
En esta línea, el Santo Padre se detuvo en diferentes aspectos de este pasaje bíblico del Libro de los Hechos de los apóstoles, para señalar las palabras proféticas del apóstol Pedro: “dejen que los diáconos hagan todo esto, para que el pueblo esté bien cuidado y haya resuelto sus problemas y también sus necesidades” y añadió “pero a nosotros, los obispos, la oración y la proclamación de la Palabra”.

"Es triste ver buenos obispos, buenas personas, pero ocupados con muchas cosas, la economía, y esto y aquello y aquello(...). La oración en primer lugar. Luego, las otras cosas. Pero cuando las otras cosas le quitan espacio a la oración, algo no funciona”, advirtió el Papa.


Por ello, Pontífice recordó a un sacerdote, “un santo y buen párroco”, que cuando se encontraba con un obispo siempre hacía la misma pregunta: “pero Excelencia, ¿cuántas horas al día reza?”, y siempre decía: “porque la primera tarea es rezar, porque es la oración del jefe de la comunidad por la comunidad, la intercesión ante el Padre para que proteja al pueblo”.

Además, el Santo Padre reflexionó en el pasaje del Evangelio en el que San Juan (14,1-12) describe el diálogo de Jesús con los discípulos Tomás y Felipe, conversación en la que Jesucristo les confirma que Él “es el Camino, la Verdad y la Vida”.

En “este discurso de despedida”, el Santo Padre destacó que Jesús dijo se dirigía “hacia el Padre” y dijo que “estará con Él y con quien cree en Él” pues “realizará las obras que Él cumple y cumplirá obras más grandes, ya que va hacia el Padre”.

“Cualquier cosa que pedirán en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Cualquier cosa que pedirán en mi nombre, yo lo haré”, remarcó el Pontífice al citar las palabras de Jesús.

Padre Nuestro
En esta línea, el Santo Padre añadió que “podemos decir que este pasaje del Evangelio de Juan es ‘la declaración del ingreso’ al Padre” y que “el Padre siempre ha estado presente en la vida de Jesús”, pues “Jesús habló”, reiteró Francisco.

“La oración es fuerte. Jesús lo dijo: ‘voy al Padre, y todo lo que pidan en mi nombre al Padre, lo hará, para que el Padre sea glorificado’. Así la Iglesia sigue adelante, con la oración, la valentía de la oración, porque la Iglesia sabe que sin este ingreso al Padre no puede sobrevivir”.


De este modo, el Santo Padre advirtió que “Jesús, dijo que el Padre se preocupa por nosotros y sus criaturas. Y cuando los discípulos le pidieron que les enseñará a rezar, Jesús les enseñó el Padre Nuestro. Pues, Jesús “va siempre al Padre” y “en este paso es muy fuerte” porque “es como si abriera las puertas de la omnipotencia de la oración”, porque dice: “yo estoy con el Padre: ustedes pidan y yo lo haré todo. Pero porque el Padre lo hará conmigo”.

Por ello, el Papa Francisco invitó a “tener confianza en el Padre, confianza en el Padre que es capaz de hacer todo. Esta valentía para rezar, porque rezar requiere valentía, requiere la misma valentía, la misma franqueza que predicar: la misma”.

A continuación, las lecturas comentadas por el Papa Francisco:
Hechos 6, 1-7

1 Por aquellos días, al multiplicarse los discípulos, hubo quejas de los helenistas contra los hebreos, porque sus viudas eran desatendidas en la asistencia cotidiana.
2 Los Doce convocaron la asamblea de los discípulos y dijeron: «No parece bien que nosotros abandonemos la Palabra de Dios por servir a las mesas.
3 Por tanto, hermanos, buscad de entre vosotros a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de sabiduría, y los pondremos al frente de este cargo; 4 mientras que nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra.»
5 Pareció bien la propuesta a toda la asamblea y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía; 6 los presentaron a los apóstoles y, habiendo hecho oración, les impusieron las manos.
7 La Palabra de Dios iba creciendo; en Jerusalén se multiplicó considerablemente el número de los discípulos, y multitud de sacerdotes iban aceptando la fe.

Juan 14, 1-12

1 «No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí.
2 En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar.
3 Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros.
4 Y adonde yo voy sabéis el camino.»
5 Le dice Tomás: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
6 Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.
7 Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.»
8 Le dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»
9 Le dice Jesús: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"?

SANTORAL DE HOY DOMINGO 10 DE MAYO DE 2020

Gordiano de Roma, SantoGordiano de Roma, Santo
Mártir, 10 de mayo
Comgall de Bangor, SantoComgall de Bangor, Santo
Abad, 10 de mayo
Cataldo de Rachau, SantoCataldo de Rachau, Santo
Obispo, 10 de mayo
Beatriz I de Este, BeataBeatriz I de Este, Beata
Virgen, 10 de mayo
Enrique Rebuschini, BeatoEnrique Rebuschini, Beato
Sacerdote, Mayo 10
Iván Merz, BeatoIván Merz, Beato
Laico, 10 de mayo
Nicolás Albergati, BeatoNicolás Albergati, Beato
Cardenal, 10 de mayo
Solange de Bourges, SantaSolange de Bourges, Santa
Virgen y Mártir, 10 de mayo
Job, SantoJob, Santo
Santo del Antiguo Testamento, 10 de mayo
Juan de Ávila, SantoJuan de Ávila, Santo
Memoria Litúrgica, 10 de mayo

¡FELIZ DÍA DE LA MADRE!





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