jueves, 29 de abril de 2021

OREMOS POR LAS VOCACIONES!!!!




 La plegaria del Papa Francisco para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

Redacción ACI Prensa

Fotografía: Oblatos de San José - Seminario San José Marello

https://www.facebook.com/seminario.sanjosemarello



Con ocasión de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Papa Francisco propuso, hace un año, una oración para pedir al Señor por quienes son llamados al sacerdocio o la vida consagrada.

Este año la jornada se celebra con el lema “Empujados por el espíritu Santo para la Misión”. En el texto propuesto para este día, el Santo Padre se centró "en la dimensión misionera de la llamada cristiana. Quien se deja atraer por la voz de Dios y se pone en camino para seguir a Jesús, descubre enseguida, dentro de él, un deseo incontenible de llevar la Buena Noticia a los hermanos, a través de la evangelización y el servicio movido por la caridad. Todos los cristianos han sido constituidos misioneros del Evangelio".


La oración es la siguiente:


“Padre de misericordia, que has entregado a tu Hijo por nuestra salvación y nos sostienes continuamente con los dones de tu Espíritu, concédenos comunidades cristianas vivas, fervorosas y alegres, que sean fuentes de vida fraterna y que despierten entre los jóvenes el deseo de consagrarse a Ti y a la evangelización.

Sostenlas en el empeño de proponer a los jóvenes una adecuada catequesis vocacional y caminos de especial consagración. Dales sabiduría para el necesario discernimiento de las vocaciones de modo que en todo brille la grandeza de tu amor misericordioso.

Que María, Madre y educadora de Jesús, interceda por cada una de las comunidades cristianas, para que, hechas fecundas por el Espíritu Santo, sean fuente de auténticas vocaciones al servicio del pueblo santo de Dios”. Amén.

SANTA CATALINA DE SIENA, VIRGEN Y DOCTORA DE LA IGLESIA, 29 DE ABRIL



 Catalina de Siena, Santa

Memoria Litúrgica, 29 de abril

Por: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net



Virgen y Doctora de la Iglesia

Patrona de Italia y de Europa

Martirologio Romano: Memoria de santa Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia, que habiendo entrado en las Hermanas de la Penitencia de Santo Domingo, deseosa de conocer a Dios en sí misma y a sí misma en Dios, se esforzó en asemejarse a Cristo crucificado y trabajó también enérgica e incansablemente por la paz, para que el Romano Pontífice regresara a la Urbe y por la unidad de la Iglesia, dejando espléndidos documentos llenos de doctrina espiritual († 1380).

Etimológicamente: Aquella que es pura y casta, es de origen griego.


Breve Biografía

Lo que más maravilla en la vida de Santa Catalina de Siena no es tanto el papel insólito que desempeñó en la historia de su tiempo, sino el modo exquisitamente femenino con que lo desempeñó. Al Papa, a quien ella llamaba con el nombre de “dulce Cristo en la tierra”, le reprochaba la poca valentía y lo invitaba a dejar Aviñón y regresar a Roma, con palabras humanísimas como éstas: “¡Animo, virilmente, Padre! Que yo le digo que no hay que temblar”. A un joven condenado a muerte y a quien ella había acompañado hasta el patíbulo, le dijo en el último instante: “¡a las bodas, dulce hermano mío! que pronto estarás en la vida duradera”.

Pero la voz sumisa de la mujer cambiaba de tono y se traducía frecuentemente en ese “yo quiero” que no admitía tergiversaciones cuando entraba en juego el bien de la Iglesia y la concordia de los ciudadanos.

Catalina nació en Siena (Italia) el 25 de marzo de 1347 y era la vigésimo cuarta hija de Santiago y Lapa Benincasa. A los quince años entró a la Tercera Orden de Santo Domingo, comenzando una vida de penitencia muy rigurosa. Para vencer la repugnancia hacia un leproso maloliente, se inclinó y le besó las llagas. A los diecinueve años (1366) celebró su místico matrimonio con Cristo. Esto no se debió a fantasías juveniles, sino que era el comienzo de una extraordinaria experiencia mística, como se pudo comprobar después.

Como no sabía leer ni escribir, comenzó a decir a varios amanuenses sus cartas, afligidas y sabias, dirigidas a Papas, reyes, jefes y a humilde gente del pueblo. Su valiente compromiso social y político suscitó no pocas perplejidades entre sus mismos superiores y tuvo que presentarse ante el capítulo general de los dominicos, que se celebró en Florencia en mayo de 1377, para explicar su conducta.

En Siena, en el recogimiento de su celda, dictó el “Diálogo sobre la Divina Providencia” para tributar a Dios su último canto de amor. En los comienzos del gran cisma aceptó el llamamiento de Urbano VI para que fuera a Roma. Aquí se enfermó y murió rodeada de sus muchos discípulos a quienes recomendó que se amaran unos a otros. Era el 29 de abril de 1380: hacía un mes que había cumplido 33 años.

Fue canonizada el 29 de abril de 1461. En 1939 fue declarada patrona de Italia junto con San Francisco de Asís, y el 4 de octubre de 1970 Pablo VI la proclamó doctora de la Iglesia, y el 1 de Octubre de 1999 S.S. Juan Pablo II la declaró Patrona de Europa.


Además Santa Catalina tiene los siguientes patronatos:

° contra los incendios;

° contra los males corporales;

° contra la enfermedad;

° contra los abortos involuntarios;

° contra las tentaciones;

° Allentown, Pennsylvania;

° para la prevención de incendios;

° de los bomberos;

° de las enfermeras;

° de las personas ridiculizadas por su piedad;

° de los enfermos.





Oración

Bendita y amada del Señor,

y gloriosa santa Catalina:

por aquella felicidad que recibisteis de poder unirte a Dios

y prepararte para una santa muerte,

alcanzadme de su divina Majestad

la gracia de que purificando mi conciencia

con los sufrimientos de la enfermedad

y con la confesión de mis pecados,

merezca disponer mi alma,

confortándola con el trance terrible de la muerte,

y poder volar por ella a la eterna bienaventuranza de la gloria. Amén.

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