lunes, 15 de febrero de 2021

PIDEN ORAR POR BEATIFICACIÓN DE RELIGIOSA QUE DEDICÓ SU VIDA A LOS ENFERMOS - MADRE MARY POTTER

  


Piden orar por beatificación de religiosa que dedicó su vida a los enfermos

Redacción ACI Prensa




El Obispo de Nottingham (Inglaterra), Mons. Patrick Joseph McKinney, ha pedido oraciones para promover la causa de beatificación de la Madre Mary Potter, una religiosa que dedicó su vida al cuidado de los enfermos.

En una Misa transmitida en vivo el 8 de febrero, Mons. McKinney instó a los fieles a visitar, en cuanto se pueda, la tumba de la religiosa en la Catedral de San Bernabé en Nottingham, una ciudad en la región de East Midlands. 

“Cuando la situación de COVID mejore, animaría a la gente a rezar en su tumba en la catedral y buscar su intercesión en oración. Un milagro que pudiera atribuirse a la intercesión de la Madre María sin duda aceleraría el cuidadoso proceso de canonización de la Iglesia”, dijo el Obispo de Nottingham acerca de la religiosa fundadora de la Pequeña Compañía de María.

La hermana Potter nació en Londres en 1847. Debido a una enfermedad congénita del corazón y los pulmones, sufrió de mala salud de por vida, incluida una tos crónica. Su padre se fue de casa a Australia un año después de su nacimiento y nunca regresó.

Después de probar brevemente su vocación con las Hermanas de la Misericordia en Brighton, se convenció de que Dios la había llamado a fundar una comunidad de religiosas dedicadas a servir a los enfermos y moribundos.

Por invitación del entonces Obispo de Nottingham, Mons. Edward Bagshawe, comenzó su misión en 1877 junto a dos compañeros en una fábrica de medias abandonada en una zona pobre de la ciudad. El lugar prosperó durante la Revolución Industrial gracias a su industria textil.

Finalmente, fundó la Pequeña Compañía de María, cuyos miembros vestían un hábito negro y un distintivo velo azul pálido. Alimentaron a los niños pobres, educaron a los niños locales y visitaron a los enfermos y moribundos.

La hermana Potter luchó contra el cáncer de mama y la escarlatina o fiebre escarlata, y en ocasiones se enfrentó al obispo sobre la dirección de la comunidad. 

En 1882, pese a los problemas de salud, viajó a Roma para pedir la bendición del Papa León XIII sobre su trabajo. El Papa invitó a las hermanas a abrir una casa en Roma y en 1886 declaró a la Pequeña Compañía de María un instituto de derecho pontificio.

McKinney reconoció que la religiosa “tenía una salud frágil desde sus primeros días, sufría problemas cardíacos y, más tarde en la vida, cáncer y tuberculosis”, pero “la Madre María tenía una fuerte empatía personal por los enfermos y los moribundos, y esos altos estándares del trabajo de enfermería y los cuidados paliativos y espirituales continúan ahora en muchos países de todo el mundo donde las hermanas Pequeña Compañía de María tienen sus fundamentos”.

Cuando murió la hermana Mary Potter, el 9 de abril de 1913, la congregación se había expandido hasta Nueva Zelanda. Fue enterrada en Roma, pero en 1997 sus restos fueron trasladados a Nottingham.

En 1988, el Papa San Juan Pablo II la declaró “venerable”.

Al concluir su homilía, Mins. McKinney dijo: “¡Qué bueno sería si también pudiéramos anteponer la palabra 'santa' a su nombre y su legado aquí en Nottingham y en muchas partes del mundo! Termino invitándolos a unirse a mí en la oración por su beatificación”.


Oración por la beatificación de la Madre Mary Potter

“Oh Dios, para cuya gloria la Venerable Mary Potter fundó la Pequeña Compañía de María, concédenos que pronto sea beatificada, para que su obra y su espíritu beneficien aún más a los miembros sufrientes de Jesucristo. Amén." 

“María, Madre de la Iglesia, que esta ardiente apóstol de tu Corazón Materno sea más conocida por los favores especiales que se conceden por su intercesión. (Aquí haz tu petición) Padre nuestro, Ave María, Gloria”.

PAPA FRANCISCO REZA POR LOS NIÑOS ENFERMOS CON CÁNCER

 


Papa Francisco reza por los niños enfermos con cáncer

Redacción ACI Prensa

 Foto: Vatican Media




Con ocasión del día internacional del niño con cáncer que se celebra cada año el 15 de febrero, el Papa Francisco encomendó a los médicos y a todos los niños enfermos a la Virgen María.

En un mensaje a través de su cuenta oficial de Twitter @Pontifex_es, el Santo Padre rezó para que “el Señor inspire a cada uno a acercarse a quienes sufren, sobre todo a los pequeños, y a poner a los débiles en primer lugar” y encomendó a la Virgen María “a los médicos y a todos los niños enfermos… para que vele sobre ellos con su afecto de madre”.

Que el Señor inspire a cada uno a acercarse a quienes sufren, sobre todo a los pequeños, y a poner a los débiles en primer lugar. Encomiendo a los médicos y a todos los niños enfermos a la Virgen María, para que vele sobre ellos con su afecto de madre. #ICCDay


— Papa Francisco (@Pontifex_es) February 15, 2021

En diversas ocasiones, el Papa Francisco ha encontrado a niños enfermos de cáncer acompañados por sus familiares y personas que los atienden en los hospitales, tal fue el caso en noviembre de 2018 cuando recibió en el Vaticano a un grupo procedente de una clínica de oncología de Polonia a quienes los invitó a no desanimarse.

“Piensen bien esto: no hay dificultad en la vida que no se pueda vencer. La victoria es diferente para cada persona: cada uno vence a su modo, pero siempre vencer es el ideal, es el horizonte para ir hacia adelante”. “¡No se desanimen!”, alentó en esa ocasión el Pontífice.

En esta línea, el Santo Padre dijo que “su camino en la vida es un poco difícil, queridos niños, porque deben cuidarse, vencer la enfermedad o convivir con la enfermedad: esto no es fácil” pero recordó a los pequeños la importancia de tener amigos que les ayudan mucho, así como también sus familiares que “les ayudan a ir hacia adelante”.


Ángel custodio

Además, el Papa recordó en aquel entonces que “a cada uno de nosotros el Señor le ha dado un ángel custodio, desde que somos pequeños hasta que somos ancianos. El Señor lo ha dado para que nos ayude en la vida. Cada uno de ustedes tiene el suyo”.

“Acostúmbrense a hablar con su ángel, para que los cuide, les de inspiración y los lleve a vencer siempre en la vida”, invitó el Pontífice.

HOY CELEBRAMOS A SAN CLAUDIO DE LA COLOMBIERE, APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, 15 DE FEBRERO



 Claudio de la Colombiére, Santo

Presbítero, 15 de febrero

Por: Redacción | Fuente: Corazones.org



Presbítero Jesuita

Martirologio Romano: En Paray-le-Monial, de Borgoña, en Francia, san Claudio de La Colombière, presbítero de la Compañía de Jesús, que siendo hombre entregado a la oración, con sus consejos dirigió a muchos en su esfuerzo para amar a Dios (1682).


Fecha de canonización: 31 de mayo de 1992 por el Papa Juan Pablo II.


Breve Biografía


Glorias para Nuestro Dios

Un artista, contemporáneo de Claudio, nos ha dejado un retrato, pintado cuando éste tenía entre treinta y cinco y cuarenta y un años: rostro alargado, ojos pequeños pero brillantes y de mirada penetrante, frente amplia, boca bien proporcionada y mentón un tanto afilado. Se dice que cuando Claudio entró en la Compañía de Jesús era más bien robusto, de carácter muy alegre, de elevados ideales, prudente y agradable. La vida religiosa no hizo sino desarrollar sus dones naturales.

Su inteligencia innata se acostumbró a los juicios agudos y certeros. Claudio amaba las bellas artes y sostuvo una correspondencia con Oliverio Patru, miembro de la Academia Francesa, quien alaba mucho sus escritos. Pero poco valor habrían tenido estos dones naturales en el trabajo por las almas, si no hubiera unido a ellos el espíritu interior de un religioso sediento de la gloria de Dios. La fuente de su vida interior era la unión con Dios en la oración, a la que se entregaba constantemente. Llegó a habituarse de tal modo a referirlo todo a Dios, que el respeto humano y los motivos mundanos no existían para él. Este extraordinario despego del mundo fue su característica principal.


Nacimiento y más acontecimientos

El santo Claudio nació en Saint-Symphorien d´Ozon, cerca de Lyón, en 1641. Su familia estaba bien relacionada, era piadosa y gozaba de buena posición. No poseemos ningún dato especial sobre su vida antes de ingresar en el colegio de la Compañía de Jesús de Lyón. Aunque sentía gran repugnancia por la vida religiosa, logró vencerla y fue inmediatamente admitido en la Compañía. Hizo su noviciado en Aviñón y, a los dos años, pasó al colegio de dicha ciudad a completar sus estudios de filosofía. Al terminarlos fue destinado a enseñar la gramática y las humanidades, de 1661 a 1666. Desde 1659, la ciudad de Aviñón había presenciado choques constantes entre los nobles y el pueblo En 1662, ocurrió en Roma el famoso encuentro entre la guardia pontificia y el séquito del embajador francés. A raíz de ese incidente, las tropas de Luis XIV ocuparon Aviñón, que se hallaba en el territorio de los Papas. Sin embargo, esto no interrumpió las tareas del colegio, y el aumento del calvinismo no hizo más que redoblar el celo de los jesuitas, quienes se consagraron con mayor ahínco a los ministerios apostólicos en la ciudad y en los distritos circundantes.

Cuando la paz quedó restablecida, Aviñón celebró la canonización de San Francisco de Sales. En el más antiguo de los dos conventos de la Visitación se llevó a cabo una gran función litúrgica. En aquella ocasión, el Santo Claudio desplegó por primera vez sus dotes de orador, pues, aunque todavía no era sacerdote, fue uno de los elegidos para predicar el panegírico del santo obispo en la iglesia del convento. El texto que escogió fue: "De la fuerza ha brotado la suavidad" (Jueces: 14, 14), y el sermón resultó magnífico. Entre tanto, los superiores habían decidido enviar al joven Claudio a terminar sus estudios de teología en París, centro de la vida intelectual de Francia. En dicha ciudad se le confió el honor de velar por la educación de los dos hijos del famoso Colbert. Lo que ocurrió, probablemente, es que Colbert descubrió la envergadura intelectual de Claudio y lo escogió para ese importante oficio, aunque él personalmente no era amigo de los jesuitas. Sin embargo, las relaciones del santo con esa distinguida familia terminaron mal, pues una frase satírica que Claudio había escrito llegó al conocimiento del ministro, quien se mostró sumamente ofendido y pidió a los superiores de la Compañía que enviaran al santo nuevamente a su provincia. Esto no pudo realizarse, sino hasta 1670.


La Palabra es proclamada y el Corazón elevado

En 1673, el joven sacerdote fue nombrado predicador del colegio de Aviñón. Sus sermones, en los que trabajaba intensamente, son verdaderos modelos del género, tanto por la solidez de la doctrina como por la belleza del lenguaje. El santo parece haber predicado más tarde los mismos sermones en Inglaterra, y el nombre de la duquesa de York (María de Módena, que fue después reina, cuando Jacobo II heredó el trono), en cuya capilla predicó Claudio, está ligado a las ediciones de dichos sermones. El santo, durante su estancia en París, había estudiado el Jansenismo con sus verdades a medias y sus calumnias, a fin de combatir, desde el púlpito sus errores, animado como estaba por el amor al Sagrado Corazón, cuya devoción sería el mejor antídoto contra el Jansenismo. A fines de 1674, el P. La Chaize, rector del santo, recibió del general de la Compañía la orden de admitirle a la profesión solemne, después de un mes de ejercicios espirituales en la llamada "tercera probación". Ese retiro fue de gran provecho espiritual para Claudio que se sintió, según confesaba, llamado a consagrarse al Sagrado Corazón. El santo añadió a los votos solemnes de la profesión un voto de fidelidad absoluta a las reglas de la Compañía, hasta en sus menores detalles. Según anota en su diario, había ya vivido durante algún tiempo en esa fidelidad perfecta, y quería consagrar con un voto su conducta para hacerla más duradera. Tenía entonces treinta y tres años, la edad en la que Cristo murió, y eso le inspiró un gran deseo de morir completamente para el mundo y para sí mismo. Como escribió en su diario: "Me parece, Señor, que ya es tiempo de que empiece a vivir en Tí y sólo para Tí, pues a mi edad, Tú quisiste morir por mí en particular".


Escogido por y para el Corazón de Jesús

Dos meses después de haber hecho la profesión solemne, en febrero de 1675, Claudio fue nombrado superior del colegio de Paray-le-Monial. Por una parte, era un honor excepcional confiar a un joven profeso el gobierno de una casa; pero por otra parte, la pequeña comunidad de Paray, que sólo tenía cuatro o cinco padres, era insignificante para las grandes dotes de Claudio.

En realidad se trataba de un designio de Dios para ponerle en contacto con un alma que necesitaba de su ayuda: Margarita María Alacoque. Dicha religiosa se hallaba en un período de perplejidad y sufrimientos, debido a las extraordinarias revelaciones de que la había hecho objeto el Sagrado Corazón, cada día más claras e íntimas. Siguiendo las indicaciones de su superiora, la madre de Saumaise, Margarita se había confiado a un sacerdote muy erudito, pero que carecía de conocimientos de mística. El sacerdote dictaminó que Margarita era víctima de los engaños del demonio, cosa que acabó de desconcertar a la santa. Movido por las oraciones de Margarita, Dios le envió a su fiel siervo y perfecto amigo, Claudio de la Colombiére.

El P. La Colombiére fue un día a predicar a la comunidad de la Visitación. "Mientras él nos hablaba escribió Margarita, oí en mi corazón estas palabras: "He aquí al que te he enviado" Desde la primera vez que Margarita fue a confesarse con el P. La Colombiere, éste la trató como si estuviese al tanto de lo que le sucedía. La santa sintió una repugnancia enorme a abrirle su corazón y no lo hizo, a pesar de que estaba convencida de que la voluntad de Dios era que se confiase al santo. En la siguiente confesión, el P. La Colombiere le dijo que estaba muy contento de ser para ella una ocasión de vencerse y, "en seguida -dice Margarita-, sin hacerme el menor daño, puso al descubierto cuanto de bueno y malo había en mi corazón, me consoló mucho y me exhortó a no tener miedo a los caminos del Señor, con tal de que permaneciese obediente a mis superiores, reiterándome a entregarme totalmente a Dios, para que Él me tratase como quisiera. El padre me enseñó a apreciar los dones de Dios y a recibir Sus comunicaciones con fe y humildad". Este fue el gran servicio del P. La Colombiere a Margarita María. Por otra parte, el santo trabajó incansablemente en la propagación de la devoción al Sagrado Corazón, pues veía en ella el mejor antídoto contra el jansenismo.


Testimonio ante la persecución

El santo no estuvo mucho tiempo en Paray. Su siguiente ocupación fue muy diferente. Por recomendación del P. La Chaize, que era el confesor de Luis XIV, sus superiores le enviaron a Londres como predicador de María Beatriz d´ Este, duquesa de York. El santo predicó en Inglaterra con el ejemplo y la palabra. El amor al Sagrado Corazón era su tema favorito. El proceso de beatificación habla de su apostolado en Inglaterra y de los numerosos protestantes que convirtió. La posición de los católicos en aquel país era extremadamente difícil, debido a la gran hostilidad que había contra ellos. En la corte se formó un movimiento para excluir al duque de York, que se había convertido al catolicismo, de la sucesión a la Corona sustituyéndole por el príncipe de Orange o algún otro candidato. El infame Titus Oates y sus secuaces inventaron la historia de un "complot de los papistas", en el que el P. La Colombiere se hallaría complicado con el resto de los católicos. El complot tenía por objeto, según los calumniadores, el asesinato del rey Carlos II y la destrucción de la Iglesia de Inglaterra, Claudio fue acusado de ejercer los ministerios sacerdotales y de haber convertido a muchos protestantes. Aunque fue hecho prisionero, la intervención de Luis XIV impidió que sellase su vida con el martirio. El santo fue simplemente desterrado de Inglaterra. La prisión había acabado con su débil salud. A su vuelta a Francia, en 1679, el santo estaba ya mortalmente enfermo; aunque en algunas temporadas se rehacía un poco y podía ejercer los ministerios sacerdotales, una enfermedad de los riñones no le dejaba reposo. Sus superiores, pensando que los aires natales podrían ayudarle a recobrar la salud, le enviaron a Lyón y a Paray. Durante una de sus visitas a esta última ciudad, Margarita María le avisó que moriría ahí.

El P.Claudio llega a Paray en Abril de 1681, enviado por los médicos en busca de la salud que le negaban otros climas; siendo así hubo comunicación entre el P. Claudio y la Hermana Margarita. Hablando de los ardores de sus almas y proyectos apostólicos en favor del Sagrado Corazón.

Aquí se agravó la enfermedad del P.Claudio; estaba listo para ir a otros climas, pero Sta. Margarita avisa que si le era posible sin faltar a la obediencia se quedara en Paray. Y le envía este mensaje: El me ha dicho que quiere aquí el sacrificio de vuestra vida. Tan categórica afirmación deshizo todos los preparativos de viaje.


Muerte y gloria

En efecto, después de haber dado maravilloso ejemplo de humildad y paciencia, Claudio La Colombiére entregó su alma a Dios al atardecer del 15 de febrero de 1682. Al día siguiente Santa Margarita María recibió un aviso del cielo en el sentido de que Claudio se hallaba ya en la gloria y no necesitaba de oraciones. Así escribió a una persona devota del querido difunto: "Cesad en vuestra aflicción. Invocadle. Nada temáis; mas poder tiene ahora que nunca para socorrernos."

El P. La Colombiére fue beatificado en 1929 y su Santidad Juan Pablo II lo declaró santo en 1992. La Iglesia Universal celebra su fiesta el día 15 de febrero.


¡Felicidades a quienes lleven este nombre!

FELIZ SEMANA

  






domingo, 14 de febrero de 2021

AMIGO DE LOS EXCLUIDOS - REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 14 DE FEBRERO DEL 2021



 Amigo de los excluidos


Jesús era muy sensible al sufrimiento de quienes encontraba en su camino, marginados por la sociedad, olvidados por la religión o rechazados por los sectores que se consideraban superiores moral o religiosamente.

Es algo que le sale de dentro. Sabe que Dios no discrimina a nadie. No rechaza ni excomulga. No es solo de los buenos. A todos acoge y bendice. Jesús tenía la costumbre de levantarse de madrugada para orar. En cierta ocasión desvela cómo contempla el amanecer: "Dios hace salir su sol sobre buenos y malos". Así es él.

Por eso a veces, reclama con fuerza que cesen todas las condenas: "No juzguéis y no seréis juzgados". Otras, narra una pequeña parábola para pedir que nadie se dedique a "separar el trigo y la cizaña" como si fuera el juez supremo de todos.

Pero lo más admirable es su actuación. El rasgo más original y provocativo de Jesús fue su costumbre de comer con pecadores, prostitutas y gentes indeseables. El hecho es insólito. Nunca se había visto en Israel a alguien con fama de "hombre de Dios" comiendo y bebiendo animadamente con pecadores.

Los dirigentes religiosos más respetables no lo pudieron soportar. Su reacción fue agresiva: "Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de pecadores". Jesús no se defendió. Era cierto, pues en lo más íntimo de su ser sentía un respeto grande y una amistad conmovedora hacia los rechazados por la sociedad o la religión.

Marcos recoge en su relato la curación de un leproso para destacar esa predilección de Jesús por los excluidos. Jesús está atravesando una región solitaria. De pronto se le acerca un leproso. No viene acompañado por nadie. Vive en la soledad. Lleva en su piel la marca de su exclusión. Las leyes lo condenan a vivir apartado de todos. Es un ser impuro.

De rodillas, el leproso hace a Jesús una súplica humilde. Se siente sucio. No le habla de enfermedad. Solo quiere verse limpio de todo estigma: «Si quieres, puedes limpiarme». Jesús se conmueve al ver a sus pies aquel ser humano desfigurado por la enfermedad y el abandono de todos. Aquel hombre representa la soledad y la desesperación de tantos estigmatizados. Jesús «extiende su mano» buscando el contacto con su piel, «lo toca» y le dice: «Quiero. Queda limpio».

Siempre que discriminamos desde nuestra supuesta superioridad moral a diferentes grupos humanos (vagabundos, prostitutas, toxicómanos, psicóticos, inmigrantes, homosexuales...) o los excluimos de la convivencia negándoles nuestra acogida, nos estamos alejando gravemente de Jesús.

 

(P. José Antonio Pagola)

AÑO DE SAN JOSÉ: DÍA 14 DE FEBRERO

 

AMISTAD ... ¿QUÉ ES UN AMIGO?



 Amistad: ¿Qué es un amigo?

Un verdadero amigo es aquel que se interesa en el bien y la felicidad del amigo, esto le lleva a no buscar tener amigos, sino a buscar ser amigo.


Por: Ricardo Laredo Delgado, L.C. | Fuente: Gama - Virtudes y Valores

 


Cuando estamos inmersos en un problema y pensamos que no podremos salir, cuánto deseamos la mano de un amigo fiel y verdadero que nos brinde su consuelo y su aliento. Su consejo nos da ánimo, su compañía paz, y hasta su simple presencia nos obliga a mantenernos en pie, firmes como los árboles.

Hay quienes “desean” tener muchos amigos para “sentirse populares”, presumen de amigueros. Viven para su buena fama y desprecian a los que no pertenecen a su “bolita”. ¡Pobres insensatos! Ignoran que no tienen ningún amigo y que ellos, de amigos, no tienen nada.

Un verdadero amigo no busca “tener amigos”, sino “ser amigo”. Con todo lo que esto implica. No le importa ni la fama, ni el dinero, ni el coche del otro. Le interesa el bienestar y la vida de su amigo.

No se puede llamar amigo a cualquiera. Los amigos no son la “bolita” de personas con las que me junto para ir a la plaza, a la disco, al bar, al café o a las fiestas. Con los que me la paso más o menos bien y dizque me divierto, pero cuando me despido de ellos con sonrisa de azafata, no dejan de ser más que unos desconocidos; unos “amiguetes” con los que anduve vagando y en los que busqué mis intereses.

El amigo, dicho con todas las de la ley, busca sólo el bien de su amigo aunque le cueste. Está en las buenas y en las malas, siempre cerca. Perdona y excusa las ofensas y los errores con paciencia. Y si le compete lo corrige y lo ayuda con sinceridad. Si el amigo cae, lo levanta. Si está herido lo cura y lo lleva en brazos. Luchan juntos en la vida y se impulsan en los ideales. Se alegra cuando el amigo se alegra y sufre con el amigo que sufre. Los dos son “un solo corazón y una sola alma”.

El amigo tiene el corazón puesto en el amigo y le procura el mayor bien: llevarlo al Cielo. No busca acumularlo aquí en la tierra, sino que su amistad esté arraigada en Cristo.

Un amigo es también un hermano. El hermano es, de hecho, el amigo que la naturaleza nos da y nos unen vínculos de sangre.

El amigo, no será sangre de su sangre, pero es alma de su alma, y los une un vínculo irrompible.

No se nace con la amistad, pero sin ella es imposible crecer. Para el niño, el amigo significa mucho y crece con sus amigos. Es mejor descubrir la vida en aventuras junto a un amigo, que solo. “El hierro con el hierro se aguza y el hombre con su prójimo se afina” (Proverbios. 27, 17)

No cabe duda, el amigo es uno de los mayores tesoros que Dios nos ha dado, un impulso para llegar al Cielo.

Cristo, el mejor Amigo, nos sublima esta virtud, y nos lo confirma en el Evangelio:

“Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos”.

CUIDA TU CORAZÓN



 ¡Cuida tu corazón!

El ser humano permanece siempre abierto al crecimiento interior, al perfeccionamiento como persona.

Por: P. Alejandro Ortega | Fuente: www.la-oracion.com



"¡Cuida tus alas!", decía San Agustín a los jóvenes. En obvia alusión a sus deseos de volar alto, de volar lejos, de volar con prisa. Hoy Jesús parece decirnos: "¡Cuida tu corazón!". Porque el corazón, en sentido bíblico, constituye las alas del espíritu.

Ahí, en tu corazón, decides si levantas el vuelo o te quedas en tierra; si vuelas con rumbo o vas a la deriva del viento; si vuelas alto o bajo; si vuelas lejos o te quedas revolando sobre restos putrefactos. Por eso, más allá de la polémica de Jesús con los fariseos y su tradicional hipocresía, me parece que el evangelio de hoy nos grita a todos ¡cuida tu corazón!


¿Qué es el corazón?

El pensamiento griego –particularmente Aristóteles– separa como esferas distintas de la persona, aunque íntimamente relacionadas, sensibilidad, emotividad, afectividad, inteligencia y voluntad.

El pensamiento hebreo, en cambio, mucho más sintético y vivencial, concentra todas estas dimensiones en el corazón de la persona.

Así, para la Biblia, el corazón es la sede no sólo de los sentimientos y afectos, de los sueños y proyectos, sino también de las grandes decisiones morales. Todo "se cocina" ahí dentro.


Corazón y moralidad

En el Evangelio de hoy, Jesús insiste, particularmente, en el corazón como centro de la moralidad del ser humano. Ahí donde decidimos nuestra calidad, estatura y valor como personas. Porque la esencia de la persona humana, a diferencia de la de los animales y las cosas, es una esencia abierta.

El ser humano permanece siempre abierto al crecimiento interior, al perfeccionamiento como persona. Más aún, dicho crecimiento es una ley interior, un mandato inscrito en su propia esencia. Por eso en nuestro corazón resuena siempre una voz que nos dice: "¡Sé más!". So pena de ser menos.

El ser humano no puede seguir siendo el mismo con el paso del tiempo: o crece y mejora, o empeora; o se humaniza más o se deshumaniza. Lo explicaba el filósofo español José Ortega y Gasset: «Mientras el tigre no puede dejar de ser tigre, no puede "destigrarse", el hombre vive en riesgo permanente de deshumanizarse». La dignidad moral del ser humano radica, en definitiva, en esa posibilidad de ser más o ser menos persona.

Y para Jesús, el ser más o ser menos persona se juega en el corazón. «No es lo de fuera lo que mancha al hombre; es lo que sale del hombre lo que mancha al hombre». Ahí, en el sagrario íntimo de tu corazón, es donde tú decides quién realmente quieres ser.


La maldad del corazón

El corazón humano puede llegar a ser muy bueno. El pecado original introdujo la malicia en el corazón humano. Sin por ello eliminar la aspiración congénita del corazón a la verdad, a la bondad, a la belleza. Por eso, en el corazón humano tantas veces se dan cita lo mejor y lo peor de cada persona. Tristemente, con frecuencia ha prevalecido la maldad.

El profeta Jeremías dejó constancia de esta realidad: «El corazón es lo más retorcido; no tiene arreglo: ¿quién lo conoce?» (Jer. 17, 9). Y Jesús, en el Evangelio de hoy, apunta en la misma dirección: «Porque de dentro, del corazón, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre»


Corazón y libertad

Como vimos, en realidad cada uno decide qué cocina en su corazón: Si intenciones buenas, nobles, generosas, altruistas, bondadosas. O intenciones malas, mezquinas, egoístas, amargas. Y, en particular, tú decides, en cada momento, qué haces con lo que te llega de fuera o con lo que te brota de dentro.

De fuera pueden venir tentaciones, ofensas, agresiones, olvidos. De dentro pueden venir malas inclinaciones, pasiones desordenadas, emociones descontroladas. Tú decides qué haces con todo ello. Puedes sentir la fuerza de las tentaciones o de las malas inclinaciones, pero tu corazón tiene siempre la suprema libertad de consentir o no.

Viktor Frankl, neurólogo y psiquiatra austriaco, célebre por su experiencia en los campos de concentración nazis, solía fortalecer su corazón durante el cautiverio con lo que él llamaba ejercicios de suprema libertad. El régimen nazi, para debilitar, desmoralizar y hasta "animalizar" a los presos, les proporcionaba una ración claramente insuficiente de pan al día. Frankl tomaba su minúsculo trozo, lo partía a la mitad, y se comía la cantidad que él decidía tomar. El resto lo compartía. Así mantenía su libertad intacta, por muy "preso" que estuviera. Así seguía siendo "dueño de sí mismo".

La decisión de ser más o ser menos persona no depende de las circunstancias; está en tu corazón.


Y tú, ¿cuidas tu corazón?

Tu corazón es un jardín. De él brotan tus pensamientos, deseos y acciones. Si de tu corazón brotan buenos pensamientos, deseos nobles, acciones honestas, volarás y serás más y más persona.

Si de tu corazón brotan malos pensamientos, deseos perversos, acciones viles, no volarás, y serás menos persona. ¡Cuida tu corazón! Claro está, cuidar el corazón supone trabajar el corazón.

El corazón se cultiva igual que un jardín: hay que escoger bien lo que se siembra, arrancar abrojos, eliminar plagas, regar frecuentemente y podar cuando hace falta. Los corazones buenos no se improvisan.


María

María, como buena Madre, conoce como nadie el corazón humano. Pon el tuyo en sus manos. Dile que quieres cuidarlo. Pídele que te ayude a sembrar y cultivar en él sólo buenos pensamientos, buenos deseos y buenas acciones.

EL PAPA FRANCISCO FELICITA A NOVIOS Y PROMETIDOS POR LA FIESTA DE SAN VALENTÍN

 


El Papa Francisco felicita a novios y prometidos por la fiesta de San Valentín

Redacción ACI Prensa

 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa



El Papa Francisco felicitó a los novios y prometidos de todo el mundo por la festividad de San Valentín, patrón de los enamorados.

Al finalizar el rezo del Ángelus este domingo 14 de febrero desde la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Santo Padre se dirigió a los fieles congregados bajo la ventana del Palacio Apostólico y subrayó que “no puede faltar hoy, día de San Valentín, dirigir un pensamiento y una felicitación a los prometidos, a los enamorados: los acompaño con mi oración y los bendigo”.

El Pontífice se sumó así a las celebraciones en honor de este santo, que la Iglesia propone como intercesor de los prometidos y de los matrimonios cristianos.

Cada 14 de febrero, fecha de su martirio, se recuerda a San Valentín, patrono de los enamorados. Según la tradición, durante la persecución a los cristianos en los primeros siglos el santo ponía en riesgo su vida para unir a las parejas en matrimonio.

En la ciudad italiana de Terni, donde se veneran sus reliquias, unas 30 parejas de prometidos acudieron ayer sábado 13 de febrero, a rezar ante su tumba en la conocida como Fiesta de la Promesa de los Prometidos.

HOY 14 DE FEBRERO ES LA FIESTA DE SAN VALENTÍN, PATRONO DE LOS ENAMORADOS

 



 ¿Cómo fue la vida de San Valentín, el patrono de los enamorados? Sacerdote lo explica

Redacción ACI Prensa



La vida de San Valentín no fue fácil porque en aquellos tiempos ser cristiano era un delito, señaló Mons. Chihade Abboud, rector de la Basílica de Santa María en Cosmedín localizada en el centro de Roma, donde se custodia como reliquia el cráneo del patrono de los enamorados, cuya memoria se celebra cada año el 14 de febrero.

En declaraciones a EWTN, Mons. Abboud recordó que San Valentín vivió en el Siglo III, “el momento en el cual la Iglesia en Roma todavía no era pública”.

“Fue un cristiano en la época que era casi un delito, pero Valentín buscó evangelizar, tenía celo apostólico para difundir la fe en Jesucristo y no tenía miedo de evangelizar a los paganos, también a los jefes políticos”, destacó el sacerdote.

Asimismo, explicó que en aquella época el emperador romano impedía casarse a los soldados porque “pensaban que si un soldado estaba casado perdía un poco su fuerza, perdía la concentración en la guerra para ir contra los enemigos que estaban atacando el país”.

Por ello, San Valentín fue “un santo incómodo porque creía que la vida familiar daba un apoyo a la persona y continuó a administrar el Sacramento del Matrimonio según la fe cristiana, en el sentido de una unión sagrada entre un hombre y una mujer” y “a causa de este comportamiento San Valentín fue encarcelado”.

Por ello, Mons. Chihade Abboud afirmó que San Valentín fue un ejemplo de pastor y de cuidado ferviente por su rebaño y exhortó a pedir su intercesión para poder “vivir nuestra fe y los sacramentos con una fe profunda y fuerte”.

Sobre la reliquia que se conserva en la basílica, Mons. Abboud dijo que muchas personas acuden a rezar ante este. Además, dijo que en esta iglesia se celebra cada domingo la Misa en el rito católico greco melquita en italiano, griego y árabe.




Cada 14 de febrero se recuerda a San Valentín, patrono de los enamorados. Según la tradición, durante la persecución a los cristianos en los primeros siglos el santo ponía en riesgo su vida para unir a las parejas en matrimonio.

Todos los santos se caracterizan por haber llevado su amor a Dios al extremo de dar su vida por Él. Incluso hay quienes fueron asesinados por odio a este amor, los cuales son llamados mártires.

No obstante, de todos ellos, solo a San Valentín se le suele relacionar con el amor de pareja. Su celebración fue asociada con la creencia común en la Edad Media, generalmente en Inglaterra y Francia, de que el 14 de febrero las aves comienzan a aparearse.

Los norteamericanos adoptaron la costumbre a principios del siglo XVIII.


Los tres mártires San Valentín

En antiguos martirologios se menciona en la fecha del 14 de febrero al menos a tres santos de nombre Valentín, todos ellos mártires.

A uno se le describe como un sacerdote de Roma que solía socorrer a los presos que serían martirizados durante la persecución del emperador Claudio II.

Este fue detenido y enviado por el emperador al prefecto de Roma, quien al ver que todas sus promesas para hacerlo renunciar a su fe eran ineficaces, mandó que lo golpearan y después lo decapitaran.

El otro San Valentín, y el más conocido, es el obispo de Pignataro Interamna (actualmente Terni, en Italia), famoso por su evangelización, milagros y curaciones, y que fue decapitado en tiempos del emperador romano Marco Aurelio.

Ambos al parecer fueron martirizados en la segunda mitad del siglo III y sepultados en la Via Flaminia, pero en diferentes lugares de la ciudad.

De ambos San Valentines se conserva algún tipo de acta, pero son de fechas relativamente posteriores y sin valor histórico.

Acerca del tercer San Valentín, fuera de que fue martirizado en África junto con un cierto número de sus compañeros.



sábado, 13 de febrero de 2021

EXTENDER LA MANO - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 14 DE FEBRERO DEL 2021



EXTENDER LA MANO



La felicidad solo es posible allí donde nos sentimos acogidos y aceptados. Donde falta acogida, falta vida; nuestro ser se paraliza; la creatividad se atrofia. Por eso una «sociedad cerrada es una sociedad sin futuro, una sociedad que mata la esperanza de vida de los marginados y que finalmente se hunde a sí misma» (Jürgen Moltmann).

Son muchos los factores que invitan a los hombres y mujeres de nuestro tiempo a vivir en círculos cerrados y exclusivistas. En una sociedad en la que crece la inseguridad, la indiferencia o la agresividad es explicable que cada uno tratemos de asegurar nuestra «pequeña felicidad» junto a los que sentimos iguales.

Las personas que son como nosotros, que piensan y quieren lo mismo que nosotros, nos dan seguridad. En cambio, las personas que son diferentes, que piensan, sienten y quieren de manera diferente, nos producen inquietud y temor.

Por eso se agrupan las naciones en «bloques» que se miran mutuamente con hostilidad. Por eso buscamos cada uno nuestro «recinto de seguridad», ese círculo de amigos, cerrado a aquellos que no son de nuestra misma condición.

Vivimos como «a la defensiva», cada vez más incapaces de romper distancias para adoptar una postura de amistad abierta hacia toda persona. Nos hemos acostumbrado a aceptar solo a los más cercanos. A los demás los toleramos o los miramos con indiferencia, si no es con cautela y prevención.

Ingenuamente pensamos que, si cada uno se preocupa de asegurar su pequeña parcela de felicidad, la humanidad seguirá caminando hacia su bienestar. Y no nos damos cuenta de que estamos creando marginación, aislamiento y soledad. Y que en esta sociedad va a ser cada vez más difícil ser feliz.

Por eso el gesto de Jesús cobra especial actualidad para nosotros. Jesús no solo limpia al leproso. Extiende la mano y lo toca, rompiendo prejuicios, tabúes y fronteras de aislamiento y marginación que excluyen a los leprosos de la convivencia. Los seguidores de Jesús hemos de sentirnos llamados a aportar amistad abierta a los sectores marginados de nuestra sociedad. Son muchos los que necesitan una mano extendida que llegue a tocarlos.


 Evangelio Comentado por:

José Antonio Pagola

Mc (1,40-45)

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 14 DE FEBRERO DEL 2021

 



 Lecturas de hoy Domingo 6º del Tiempo Ordinario - Ciclo B

Hoy, domingo, 14 de febrero de 2021



Primera lectura

Lectura del libro del Levítico (13,1-2.44-46)

El Señor dijo a Moisés y a Aarón: «Cuando alguno tenga una inflamación, una erupción o una mancha en la piel, y se le produzca la lepra, será llevado ante Aarón, el sacerdote, o cualquiera de sus hijos sacerdotes. Se trata de un hombre con lepra: es impuro. El sacerdote lo declarará impuro de lepra en la cabeza. El que haya sido declarado enfermo de lepra andará harapiento y despeinado, con la barba tapada y gritando: "¡Impuro, impuro!" Mientras le dure la afección, seguirá impuro; vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento.»


Palabra de Dios



Salmo

Sal 31,1-2.5.11


R/. Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación


Dichoso el que está absuelto de su culpa,

a quien le han sepultado su pecado;

dichoso el hombre a quien el Señor

no le apunta el delito. R/.


Había pecado, lo reconocí,

no te encubrí mi delito;

propuse: «Confesaré al Señor mi culpa»

y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R/.


Alegraos, justos, y gozad con el Señor;

aclamadlo, los de corazón sincero. R/.



Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (10,31–11,1):

Cuando comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. No deis motivo de escándalo a los judíos, ni a los griegos, ni a la Iglesia de Dios, como yo, por mi parte, procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propio bien, sino el de la mayoría, para que se salven. Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.


Palabra de Dios


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,40-45):


En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme.»

Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero: queda limpio.»

La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.

Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»

Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.


Palabra del Señor




«Si quieres, puedes limpiarme»


Rev. D. Ferran JARABO i Carbonell

(Agullana, Girona, España)

Hoy, el Evangelio nos invita a contemplar la fe de este leproso. Sabemos que, en tiempos de Jesús, los leprosos estaban marginados socialmente y considerados impuros. La curación del leproso es, anticipadamente, una visión de la salvación propuesta por Jesús a todos, y una llamada a abrirle nuestro corazón para que Él lo transforme.

La sucesión de los hechos es clara. Primero, el leproso pide la curación y profesa su fe: «Si quieres, puedes limpiarme» (Mc 1,40). En segundo lugar, Jesús -que literalmente se rinde ante nuestra fe- lo cura («Quiero, queda limpio»), y le pide seguir lo que la ley prescribe, a la vez que le pide silencio. Pero, finalmente, el leproso se siente impulsado a «pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia» (Mc 1,45). En cierta manera desobedece a la última indicación de Jesús, pero el encuentro con el Salvador le provoca un sentimiento que la boca no puede callar.

Nuestra vida se parece a la del leproso. A veces vivimos, por el pecado, separados de Dios y de la comunidad. Pero este Evangelio nos anima ofreciéndonos un modelo: profesar nuestra fe íntegra en Jesús, abrirle totalmente nuestro corazón, y una vez curados por el Espíritu, ir a todas partes a proclamar que nos hemos encontrado con el Señor. Éste es el efecto del sacramento de la Reconciliación, el sacramento de la alegría.

Como bien afirma san Anselmo: «El alma debe olvidarse de ella misma y permanecer totalmente en Jesucristo, que ha muerto para hacernos morir al pecado, y ha resucitado para hacernos resucitar para las obras de justicia». Jesús quiere que recorramos el camino con Él, quiere curarnos. ¿Cómo respondemos? Hemos de ir a encontrarlo con la humildad del leproso y dejar que Él nos ayude a rechazar el pecado para vivir su Justicia.

FELIZ DOMINGO!!!

 





AÑO DE SAN JOSÉ: DÍA 13 DE FEBRERO


 

CUARESMA 2021: PAPA FRANCISCO PIDE AYUNAR DE LO QUE ESTORBA PARA ABRIR EL CORAZÓN A DIOS



 Cuaresma 2021: Papa Francisco pide ayunar de lo que estorba para abrir el corazón a Dios

POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa

 Foto: Vatican Media



El Papa Francisco pidió ayunar en esta Cuaresma liberando “de todo lo que estorba, incluso de la saturación de informaciones -verdaderas o falsas- y de los productos de consumo” para así poder abrir el corazón a Dios.

Así lo escribió el Santo Padre en su mensaje para la Cuaresma 2021 titulado: “Miren, estamos subiendo a Jerusalén... (Mt 20,18). Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad” publicado por el Vaticano el 12 de febrero.

“La Cuaresma es un tiempo para creer, es decir, para recibir a Dios en nuestra vida y permitirle ‘poner su morada’ en nosotros”, dijo el Papa.

En esta línea, “ayunar significa liberar nuestra existencia de todo lo que estorba, incluso de la saturación de informaciones -verdaderas o falsas- y productos de consumo, para abrir las puertas de nuestro corazón a Aquel que viene a nosotros pobre de todo, pero ‘lleno de gracia y de verdad’: el Hijo de Dios Salvador”, advirtió.

Además, el Santo Padre subrayó que “el ayuno vivido como experiencia de privación, para quienes lo viven con sencillez de corazón lleva a descubrir de nuevo el don de Dios y a comprender nuestra realidad de criaturas que, a su imagen y semejanza, encuentran en Él su cumplimiento”.

“El ayuno, la oración y la limosna, tal como los presenta Jesús en su predicación, son las condiciones y la expresión de nuestra conversión. La vía de la pobreza y de la privación (el ayuno), la mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido (la limosna) y el diálogo filial con el Padre (la oración) nos permiten encarnar una fe sincera, una esperanza viva y una caridad operante”, destacó el Papa.

Asimismo, el Santo Padre invitó a “vivir una Cuaresma de caridad que quiere decir cuidar a quienes se encuentran en condiciones de sufrimiento, abandono o angustia a causa de la pandemia de COVID-19” y añadió que “en un contexto tan incierto sobre el futuro, recordemos la palabra que Dios dirige a su Siervo: ‘No temas, que te he redimido’, ofrezcamos con nuestra caridad una palabra de confianza, para que el otro sienta que Dios lo ama como a un hijo”.

De este modo, el Papa señaló que “la caridad es don que da sentido a nuestra vida y gracias a este consideramos a quien se ve privado de lo necesario como un miembro de nuestra familia, amigo, hermano”.

“Lo poco que tenemos, si lo compartimos con amor, no se acaba nunca, sino que se transforma en una reserva de vida y de felicidad… Así sucede con nuestra limosna, ya sea grande o pequeña, si la damos con gozo y sencillez”, explicó el Papa.

El Santo Padre también exhortó a que esta Cuaresma sea “un tiempo de conversión” para renovar la fe y dijo que “acoger y vivir la Verdad que se manifestó en Cristo significa ante todo dejarse alcanzar por la Palabra de Dios, que la Iglesia nos transmite de generación en generación”.

En este sentido, el Papa señaló que “esta Verdad no es una construcción del intelecto, destinada a pocas mentes elegidas, superiores o ilustres, sino que es un mensaje que recibimos y podemos comprender gracias a la inteligencia del corazón, abierto a la grandeza de Dios que nos ama antes de que nosotros mismos seamos conscientes de ello”.

“Queridos hermanos y hermanas: Cada etapa de la vida es un tiempo para creer, esperar y amar. Este llamado a vivir la Cuaresma como camino de conversión y oración, y para compartir nuestros bienes, nos ayuda a reconsiderar, en nuestra memoria comunitaria y personal, la fe que viene de Cristo vivo, la esperanza animada por el soplo del Espíritu y el amor, cuya fuente inagotable es el corazón misericordioso del Padre”, indicó el Papa.

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 13 DE FEBRERO DEL 2021

 


Lecturas de hoy Sábado de la 5ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, sábado, 13 de febrero de 2021



Primera lectura

Lectura del libro del Génesis (3,9-24):

EL Señor Dios llamó al hombre y le dijo:

«Dónde estás?».

Él contestó:

«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí».

El Señor Dios le replicó:

«Quién te informó de que estabas desnudo?, ¿es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».

Adán respondió:

«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí».

El Señor Dios dijo a la mujer:

«¿Qué has hecho?».

La mujer respondió:

«La serpiente me sedujo y comí».

El Señor Dios dijo a la serpiente:

«Por haber hecho eso, maldita tú entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón».

A la mujer le dijo:

«Mucho te haré sufrir en tu preñez, parirás hijos con dolor, tendrás ansia de tu marido, y él te dominará».

A Adán le dijo:

«Por haber hecho caso a tu mujer y haber comido del árbol del que te prohibí, maldito el suelo por tu culpa: comerás de él con fatiga mientras vivas; brotará para ti cardos y espinas, y comerás hierba del campo. Comerás el pan con sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste sacado; pues eres polvo y al polvo volverás».

Adán llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.

El Señor Dios hizo túnicas de piel para Adán y su mujer, y los vistió.

Y el Señor Dios dijo:

«He aquí que el hombre se ha hecho como uno de nosotros en el conocimiento del bien y el mal; no vaya ahora a alargar su mano y tome también del árbol de la vida, coma de él y viva para siempre».

El Señor Dios lo expulsó del jardín de Edén, para que labrase el suelo de donde había sido tomado.

Echó al hombre, y a oriente del jardín de Edén colocó a los querubines y una espada llameante que brillaba, para cerrar el camino del árbol de la vida.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 89,2.3-4.5-6.12-13


R/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación


V/. Antes que naciesen los montes

o fuera engendrado el orbe de la tierra,

desde siempre y por siempre tú eres Dios. R/.


V/. Tú reduces el hombre a polvo,

diciendo: «Retornad, hijos de Adán».

Mil años en tu presencia son un ayer que pasó;

una vela nocturna. R/.


V/. Si tú los retiras

son como un sueño,

como hierba que se renueva:

que florece y se renueva por la mañana,

y por la tarde la siegan y se seca. R/.


V/. Enséñanos a calcular nuestros años,

para que adquiramos un corazón sensato.

Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?

Ten compasión de tus siervos. R/.



Evangelio de hoy

Lectura del santo Evangelio San Marcos (8,1-10):

POR aquellos días, como de nuevo se había reunido mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:

«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer, y si los despido a sus casas en ayunas, van a desfallecer por el camino. Además, algunos han venido desde lejos».

Le replicaron sus discípulos:

«¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí, en despoblado, para saciar a tantos?».

Él les preguntó:

«¿Cuántos panes tenéis?».

Ellos contestaron:

«Siete».

Mandó que la gente se sentara en el suelo y tomando los siete panes, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente.

Tenían también unos cuantos peces; y Jesús pronunció sobre ellos la bendición, y mandó que los sirvieran también.

La gente comió hasta quedar saciada y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil y los despidió; y enseguida montó en la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.


Palabra del Señor






«No tienen qué comer»

Rev. D. Carles ELÍAS i Cao

(Barcelona, España)

Hoy, tiempo de inclemencia y desasosiego, también Jesús nos llama para decirnos que siente «compasión de esta gente» (Mc 8,2). Hoy, con la paz en crisis, puede abundar el miedo, la apatía, el recurso a la banalidad y a la evasión: «No tienen qué comer».

¿A quién llama el Señor? Dice el texto: «A sus discípulos» (Mc 8,1), es decir, me llama a mí, para no despedirlos en ayunas, para darles algo. Jesús se ha compadecido —esta vez en tierra de paganos— porque también tienen hambre.

¡Ah!, y nosotros —refugiados en nuestro pequeño mundo— decimos que nada podemos hacer. «¿Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto?» (Mc 8,4). ¿De dónde sacaremos una palabra de esperanza cierta y firme, sabiendo que el Señor estará con nosotros cada día hasta el fin de los tiempos? ¿Cómo decir a los creyentes y a los incrédulos que la violencia y la muerte no son solución?

Hoy, el Señor nos pregunta, simplemente, cuántos panes tenemos. Los que sean, ésos necesita. El texto dice «siete», símbolo para paganos, como doce era símbolo para el pueblo judío. El Señor quiere llegar a todos —por eso la Iglesia se quiere reconocer a sí misma desde su catolicidad— y pide tu ayuda. Dale tu oración: ¡es un pan! Dale tu Eucaristía vivida: ¡es otro pan! Dale tu decisión por la reconciliación con los tuyos, con los que te han ofendido: ¡es otro pan! Dale tu reconciliación sacramental con la Iglesia: ¡es otro pan! Dale tu pequeño sacrificio, tu ayuno, tu solidaridad: ¡es otro pan! Dale tu amor a su Palabra, que te da consuelo y fuerza: ¡es otro pan! Dale, en fin, lo que Él te pida, aunque creas que sólo es un poco de pan.

Como nos dice san Gregorio de Nisa, «el que parte su pan con los pobres se constituye en parte de aquél que, por nosotros, quiso ser pobre. Pobre fue el Señor, no temas la pobreza».

FELIZ FIN DE SEMANA





 

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