martes, 17 de noviembre de 2020

LECTURAS BÍBLICAS DE LA SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO, DOMINGO 22 DE NOVIEMBRE DEL 2020

 


MISA JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO, 
Solemnidad 2020


La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2020-11-22 lo siguiente:
Último domingo del Tiempo Ordinario.



PRIMERA LECTURA DE LA MISA
A vosotras, ovejas mías, os voy a juzgar
Lectura del Profeta Ezequiel 34, 11-12. 15-17

Así dice el Señor Dios:
—Yo mismo en persona buscare a mis ovejas siguiendo su rastro.
Como un pastor sigue el rastro de su rebaño cuando se encuentran las ovejas dispersas, así seguiré yo el rastro de mis ovejas; y las libraré, sacándolas de todos los lugares donde se desperdigaron el día de los nubarrones y de la oscuridad.
Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear —oráculo del Señor Dios—.
Buscaré las ovejas perdidas, haré volver las descarriadas, vendaré a las heridas, curaré a las enfermas; a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré debidamente.
En cuanto a vosotras, ovejas mías, así dice el Señor Dios:
—He aquí que yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío.
Palabra de Dios.



SALMO RESPONSORIAL
Salmo responsorial Sal 22, 1-2a. 2b-3. 5-6

V/. El Señor es mi pastor, nada me falta.
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.
V/. El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar.
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.
V/. Me conduce hacia fuentes tranquilas, y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.
V/. Preparas una mesa ante mí enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor, por años sin término.
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.

SEGUNDA LECTURA DE LA MISA
Devolverá el Reino de Dios Padre para que Dios sea todo en todo
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 15, 20-26a. 28

Hermanos:
Cristo ha resucitado, primicia de todos los que han muerto.
Si por un hombre vino la muerte,
por un hombre ha venido la resurrección.
Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.
Pero cada uno en su puesto:
primero Cristo como primicia;
después, cuando él vuelva, todos los cristianos;
después los últimos,
cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino,
una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza.
Cristo tiene que reinar
hasta que Dios «haga de sus enemigos estrado de sus pies».
—El último enemigo aniquilado será la muerte.
Al final, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo.
Y así Dios lo será todo para todos.
Palabra de Dios


Aclamación del Evangelio
Aleluya Mc 11, 10

(Si no se canta, puede omitirse)
Aleluya, aleluya.
Bendito el que viene en nombre del Señor:
Bendito el reino que viene de nuestro padre David. Aleluya.


EVANGELIO DE LA MISA
Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 25, 31-46

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
—Cuando venga en su gloria el Hijo del Hombre y todos los ángeles con él se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones.
El separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha:
—Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.
Entonces los justos le contestarán:
—Señor, ¿Cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?;¿Cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?;¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?
Y el rey les dirá:
—Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.
Y entonces dirá a los de su izquierda:
—Apartaos de mí, malditos; id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis.
Entonces también éstos contestarán:
—Señor, ¿Cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel y no te asistimos ?
Y él replicará:
—Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo.
Y éstos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna.
Palabra de Dios





«A Jesucristo Rey de reyes venid y adorémosle»

Es día de proclamar su realeza, de decir entre suspiros: ¡Venga a nosotros tu reino! De decir al Padre: ¡Padre glorifica a tu Hijo!

Jesucristo no es Rey por gracia nuestra, ni por voluntad nuestra, sino por derecho de nacimiento, por derecho de filiación divina, por derecho también de conquista y de rescate.

«Así que Cristo es Rey universal de este mundo por su propia esencia y naturaleza» (Sn. Cirilo de Alejandría), en virtud de aquella admirable unión que llaman hipostática, la cual le da pleno dominio no sólo sobre los hombres, sino sobre los ángeles y todas las criaturas. (Pío XI)

Y ¿qué de extraño tiene sea Rey de los hombres el que fue Rey de los siglos? Pero Jesucristo no es Rey para exigir tributos o para armar un ejército con hierro y pelear visiblemente contra sus enemigos. Es Rey para gobernar los espíritus, para proveer eternamente al mundo, para llamar al reino de los cielos a los que creen, esperan y aman.

Nadie tema vaya a perder algo porque se someta al «suavísimo imperio de Cristo». (Col) No teman las sociedades porque Él es quien las funda y las sustenta. No teman los poderosos porque « no quita los reinos mortales quien da los celestiales». No teman tampoco los individuos porque servir a Cristo es reinar. Es un Rey tal, que no esclaviza, ni esquilma a sus servidores; un Pastor y un Señor que no toma nada de su rebaño, sino que todo lo da, y antes se desvive por los suyos y se les entrega, con todos sus bienes ya desde la tierra, hasta que sean capaces de poseerle y de gozarle más cumplidamente en el cielo.

Piensan los insensatos que les va a privar de la libertad, cuando se la va a acrecentar y perfeccionar, proscribiendo tan sólo el libertinaje, tan fatal para el alma como para los cuerpos, para las naciones como para los individuos, ya que «lo que hace míseros a los pueblos es el pecado». 

Conviene, pues que Él reine, porque su reinado «es eterno y universal, es un reinado de verdad y de vida, de santidad y de gracia, de justicia, de amor y de paz. Quiere ante todo reinar en las inteligencias, en las voluntades y en los corazones de los hombres.

lunes, 16 de noviembre de 2020

IMÁGENES VARIADAS DE NAVIDAD

 















































IMÁGENES DE CALENDARIO DE ADVIENTO 2020 - EN ESPAÑOL Y INGLÉS






 

SI PIENSAS QUE ...


 

Si piensas que…



Tu vida es el resultado de tus pensamientos habituales. Sí, si tienes pensamientos felices, serás feliz. Si tienes pensamientos desdichados, serás desdichado. Si tienes pensamientos temerosos, tendrás miedo. Si piensas en el fracaso, seguramente fracasarás. Según pienses en tu corazón, así serás.

Si piensas que estás cansado, lo estás. Si piensas que no te atreves, no lo harás. Si piensas que te gustaría ganar pero no puedes, no lo lograrás. Si piensas que perderás, ya has perdido. Porque en la vida encontrarás que el éxito comienza por la voluntad del hombre. Todo está en la actitud mental. Porque muchas carreras se han perdido antes de haberse corrido. Y muchos cobardes han fracasado antes de haber empezado su trabajo. Piensa en grande y tus hechos crecerán. Piensa en pequeño y te quedarás atrás. Piensa que puedes y podrás. Todo está en  la disposición interior. Tienes que pensar bien para elevarte. Tienes que estar seguro de ti mismo antes de intentar ganar un premio. La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte o el más ligero. Porque tarde o temprano, el hombre que gana es aquel que cree poder hacerlo.

Según pienses y sientas en tu corazón, así serás y así te irá en la vida. Sabiduría tuya será elegir los pensamientos habituales que estarán en la base de tus decisiones y conductas. También debes ser prudente para que no se instalen en tu mente ideas negativas que erosionen tus aspiraciones profundas. 



* Enviado por el P. Natalio

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 16 DE NOVIEMBRE DEL 2020


 

Lecturas de hoy Lunes de la 33ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, lunes, 16 de noviembre de 2020


Primera lectura

Comienzo del libro del Apocalipsis (1,1-4;2,1-5a):

Revelación de Jesucristo, que Dios le encargó mostrar a sus siervos acerca de lo que tiene que suceder pronto. La dio a conocer enviando su ángel a su siervo Juan, el cual fue testigo de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo de todo cuanto vio. Bienaventurado el que lee, y los que escuchan las palabras de esta profecía, y guardan lo que en ella está escrito, porque el tiempo está cerca.

Juan a las siete iglesias de Asia:

«Gracia y paz a vosotros

de parte del que es, el que era y ha de venir;

de parte de los siete Espíritus que están ante su Trono».

Escuché al Señor que me decía:

Escribe al ángel de la Iglesia en Éfeso:

«Esto dice el que tiene las siete estrellas en su derecha, el que camina en medio de los siete candelabros de oro. Conozco tus obras, tu fatiga, tu perseverancia, que no puedes soportar a los malvados, y que has puesto a prueba a los que se llaman apóstoles, pero no lo son, y has descubierto que son mentirosos. Tienes perseverancia y has sufrido por mi nombre y no has desfallecido. Pero tengo contra ti que has abandonado tu amor primero. Acuérdate, pues, de dónde has caído, conviértete y haz las obras primeras».


Palabra de Dios



Salmo

Sal 1,1-2.3.4.6


R/. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida.


V/. Dichoso el hombre

que no sigue el consejo de los impíos,

ni entra por la senda de los pecadores,

ni se sienta en la reunión de los cínicos;

sino que su gozo es la ley del Señor,

y medita su ley día y noche. R/.


V/. Será como un árbol,

plantado al borde de la acequia:

da fruto en su sazón

y no se marchitan sus hojas;

y cuanto emprende tiene buen fin. R/.


V/. No así los impíos, no así;

serán paja que arrebata el viento.

Porque el Señor protege el camino de los justos,

pero el camino de los impíos acaba mal. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,35-43):

Cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le informaron:

«Pasa Jesús el Nazareno».

Entonces empezó a gritar:

«¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!».

Los que iban delante lo regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte:

«Hijo de David, ten compasión de mí!».

Jesús se paró y mandó que se lo trajeran.

Cuando estuvo cerca, le preguntó:

«¿Qué quieres que haga por ti?».

Él dijo:

«Señor, que recobre la vista».

Jesús le dijo:

«Recobra la vista, tu fe te ha salvado».

Y enseguida recobró la vista y lo seguía, glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alabó a Dios.


Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 16 de noviembre de 2020

Juan Carlos Martos, cmf


Queridos amigos y amigas:

El relato que recoge el evangelio de hoy tuvo gran importancia para la primera comunidad cristiana. De hecho, lo repiten los sinópticos, lo cual es claro indicio de su significación y alcance. Los hechos discurren en Jericó a unos 20 kms. de Jerusalén, la ciudad santa hacia donde se encamina Jesús para culminar su vida terrenal. ¿Qué resalta el relato? ¿En qué centra nuestra atención?

En la ceguera, que es una enfermedad que los humanos no somos capaces de curar. Afecta no solo a los ojos de la cara, sino al fondo del corazón, a su capacidad de ver claro y entender el sentido más profundo de la realidad y de la vida. Y, lo peor, un ciego es alguien que ha perdido la luz de visión, de orientación y de esperanza.

En el camino, que es lugar de paso, de avances y de encuentros. También de baches, pérdidas y retrocesos. Representa la misma vida como espacio insustituible por el que transcurre nuestra historia en constante movimiento… Ahí, y no en otro lugar, es donde en ocasiones Jesús se hace el encontradizo.

De una pregunta, absurda en apariencias: “¿Qué quieres que haga por ti?” -le dice Jesús. Pero que no es desatinada en absoluto. Al formularla, además de entablar una conversación personal y directa, el Hijo de David le despierta el deseo de cambiar. Le da un motivo de esperanza. Le abre las puertas del futuro.

De sanación. Es posible la sanación. Para el Señor nada hay imposible, cuando nos dejamos afectar por su amor. El mal tiene arreglo. Hay alguien que lo supera y lo vence.

¡Cómo envidiamos a este ciego! Se atrevió a hacer lo que está también al alcance de cualquiera de nosotros: Gritar y pedir. Y eso solo se hace cuando se está necesitado y uno escucha el paso del Nazareno por su camino.


Vuestro hermano en la fe

Juan Carlos Martos cmf

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