miércoles, 20 de mayo de 2020

IMÁGENES VARIADAS DE LA VIRGEN MARÍA





















LA TAZA DE TE


La taza de té



Elimina hoy de tu agenda dos días: ayer y mañana. Ayer fue para aprender y mañana será la consecuencia de lo que hoy puedas realizar. Hoy es la ocasión para enfrentarte a la vida con la convicción de que este día jamás volverá. Opone hoy resistencia al pesimismo y conquista al mundo con una sonrisa, con la actitud positiva de esperar siempre lo mejor.

Sólo siendo consciente del presente, disfrutarás una taza de té: tus manos sentirán el calor de la taza; sólo en el presente, aspirarás el aroma del té, saborearás su dulzura y llegarás a apreciar su exquisitez. Si estás obsesionado por el pasado o preocupado por el futuro, dejarás escapar la oportunidad de disfrutar una buena taza de té. Cuando mires el interior de la taza, su contenido ya habrá desaparecido. Con la vida, ocurre lo mismo. Si no vives plenamente el presente, en un abrir y cerrar de ojos, la vida se te habrá escapado. Suelta el pasado y no te inquietes por el futuro. Sólo así experimentarás la alegría de vivir.

Si esperas el momento oportuno de hacer algo verdaderamente grande, ¿cuántas veces en tu vida se te presentarán ocasiones semejantes? Aprovecha las ocasiones que te ofrece cada día para realizar acciones ordinarias de manera extraordinaria. Cada tarea te permite dedicarte con lo mejor de ti mismo, madurar y vivir a pleno.



* Enviado por el P. Natalio

EL MEJOR DÍA


El mejor día



Es importante adviertas que depende de ti la elección de la actitud que asumas como respuesta a las situaciones que vas viviendo. No puedes cambiar el pasado ni puedes modificar la actuación libre de las personas. Pero puedes controlar tu reacción ante todo eso. En todo momento eres responsable de tu actitud: optimista o negativa, acertada o equivocada. 

Esta mañana me desperté emocionado ante la responsabilidad de elegir qué clase de día voy a tener. Hoy puedo quejarme porque llueve, o dar gracias a Dios porque las plantas reciben gratis el riego necesario. Hoy puedo quejarme de mi salud o puedo regocijarme porque estoy vivo. Hoy puedo lamentarme porque mis padres no me dieron una buena educación, o sentirme agradecido porque me permitieron nacer. Hoy puedo quejarme porque debo ir a trabajar o gritar de alegría porque tengo un trabajo. El día se presenta ante mí esperando a que yo le dé forma, y ¡aquí estoy yo!... su escultor. Lo que suceda hoy depende de mí, de nadie más. Yo debo escoger qué tipo de día voy a tener.

Tu felicidad depende en gran medida de tu forma de ver las cosas. La felicidad es un estado de ánimo que nace en tu interior y, desde luego, no depende necesariamente de sucesos externos favorables. Aunque los demás puedan influir en determinadas ocasiones, en última instancia, de ti depende ser feliz. Controla tus actitudes y estados anímicos.


* Enviado por el P. Natalio

LA TERAPIA DEL PERDÓN


La terapia del perdón
El perdón es como la confianza, que no se puede simplemente exigir, sino que hay que darlo, hay que merecerlo, hay que ofrecerlo y hay que ganarlo


Por: Alfonso Aguiló | Fuente: interrogantes.net




Cuenta Roland Joffé el impacto que le produjo una entrevista en la CNN en la que una mujer hutu de Ruanda estaba tomando el té con un hombre al que ella misma presentaba como miembro de una tribu tutsi que había asesinado a su familia. El entrevistador, muy sorprendido, le decía: “¿Y por qué toma el té con él…? ¿Le ha perdonado?”. “Sí –respondía ella–, le he perdonado”. Y explicaba a continuación que aquel hombre iba todas las semanas a tomar el té con ella. “Lo hace para vivir en mi perdón”, añadía.

Ese era el modo –continuaba Joffé– que ella tenía de tratar con su dolor. Y ese era el modo que aquel otro hombre tenía de tratar con el suyo. Del sufrimiento humano de ambos, salía algo nuevo y mucho más grande. En aquel acto heroico de la voluntad había un propósito. Aquella mujer estaba dignificando su propia vida al perdonar a aquel hombre hutu. Era una mujer campesina de una sencillez conmovedora, pero sobre todo de un enorme poder moral, que se estaba sobreponiendo a la llamada del odio para imponerse a sí misma la terapia del perdón.

A todos nos gustaría ver más perdón en el mundo, pero luego a todos nos cuesta perdonar. Es difícil saber por qué unas personas logran perdonar y otras no. Es un misterio extraordinario, con el que todos convivimos. Todos los seres humanos tenemos la posibilidad de perdonar. ¿Por qué, entonces, algunas personas se sienten incapaces de hacerlo? ¿Qué influencias hay dentro de un hombre a la hora de afrontar ese dilema?

Por ejemplo, si en la infancia te han enseñado que la venganza es algo importante, que tu dignidad como ser humano se sustenta en ejercer la venganza, entonces acabas en una espiral donde la venganza se perpetúa. Sin embargo, si desde pequeño te enseñan y te dan las reflexiones y los argumentos necesarios para entender que la venganza y el rencor no conducen a nada, ese deseo ancestral, por el que alguien tiene que pagar una cuenta pendiente, pasa a verse como lo que es, como una respuesta primitiva y visceral, que nos hace daño y que nos perjudica a todos.

En el interior de cada persona, igual que en lo profundo de la misma sociedad, hay siempre una batalla en la que pugnan por abrirse paso nuestro orgullo, nuestro rencor, nuestro individualismo egoísta. Debemos reconocerlos como tales, y hacerles frente, aunque nos parezca que luchamos un poco contra nuestra propia naturaleza. Lo que sería una pena es no reconocerlos como unos monstruos que devoran nuestro interior. Que quisiéramos disfrazarlos de dignidad, de patriotismo, de servicio a unas supuestamente elevadas causas que pretenden justificar lo injustificable.

La terapia del perdón de aquella mujer ruandesa era un comportamiento heroico en su situación. Una memorable muestra de su esfuerzo por desmarcarse de la devoradora máquina de la venganza y el rencor que amenazaba con invadirlo todo. Una lucha admirable para no dejarse absorber por la dinámica del odio, para no formar parte de esa gran conjura inacabable. Si nuestras vidas tienen profundidad, y deben tenerla, hemos de preguntarnos qué tenemos que hacer ante las ofensas o perjuicios que hemos sufrido y que quizá no sabemos bien cómo gestionar. El perdón es como la confianza, que no se puede simplemente exigir, sino que hay que darlo, hay que merecerlo, hay que ofrecerlo y hay que ganarlo. Por ambas partes puede ser heroico, pues muchas veces cuesta más pedir perdón que darlo. Pero siempre será una muestra de la grandeza del hombre, que sabe elevarse por encima de lo que era habitual en las civilizaciones antiguas y que, por desgracia, todavía sigue demasiado presente en nuestra vida cotidiana.

FIELES REZAN EL ROSARIO Y LLENAN DE ROSAS LA CAPILLA DE EWTN EN HONOR A LA VIRGEN MARÍA


Fieles rezan el Rosario y llenan de rosas la capilla de EWTN en honor a María
Redacción ACI Prensa




Bendición de las flores a la imagen de la Virgen de Fátima Créditos: Facebook Franciscanos Misioneros de la Eterna Palabra
Bendición de las flores a la imagen de la Virgen de Fátima Créditos: Facebook Franciscanos Misioneros de la Eterna Palabra
Fieles de todo el mundo, seguidores de EWTN, ofrecieron el rezo del Rosario en honor a la Virgen María y llenaron con miles de rosas la capilla que la cadena católica tiene en honor a la Madre de Dios, hasta desbordarla, gesto que bendijo a muchos floristas afectados por la pandemia del coronavirus en Estados Unidos.

Todo comenzó el Día de la Madre, celebrado el 10 de mayo, cuando durante la Misa en la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles, ubicada en Irondale, Alabama, un suburbio de Birmingham, el capellán de EWTN pidió a los fieles rezar el Rosario y enviar una rosa por rezo para honrar a la Virgen.

Sin embargo, lo que inició como una sencilla petición por amor a María, luego se convirtió en una bendición económica y espiritual para los floristas del área de Birmingham, cuyos negocios estaban severamente paralizados por las medidas de contención de la expansión del virus.

"Al final de mi homilía, alenté a la gente a rezar el Rosario y, como señal de ese compromiso, a enviar una rosa", dijo el P. Joseph Mary Wolfe, capellán y decano de la capilla de EWTN y miembro de los Misioneros Franciscanos de la Palabra Eterna, a National Catholic Register.

"Es cosa de Dios cuando algo sucede más allá de tus intenciones y simplemente se expande sin límites", añadió.

A pesar de que era domingo, esa misma tarde los televidentes de todo el país e incluso de otros países comenzaron a llamar a los floristas del área y a ordenar entre tres y varias docenas de flores, casi todas rosas por su asociación con el Rosario y la Santísima Madre.

"El padre Joseph encendió el fósforo y yo arrojé gasolina al fuego", dijo el P. John Paul Mary Zeller, de la misma orden franciscana, quien al día siguiente en su homilía reiteró la invitación del P. Wolfe.


“¿No sería hermoso darle a Nuestra Señora una rosa por cada Rosario rezado y llenar esta capilla con rosas?", fue el mensaje del P. Zeller en su homilía, quien declaró a NCR que “desde el lunes, el teléfono ha estado sonando para anunciar más entregas de flores".

El P. Zeller contó que la estatua de Nuestra Señora de Fátima, cuya fiesta se celebró el 13 de mayo, ahora está rodeada con una gala de flores que se extienden por el suelo de la capilla alrededor del altar, y desembocan en una sala contigua conocida como el Salón de San Miguel. Las flores son llamadas cariñosamente el "Jardín de María".


“¡Hay tantas rosas!" exclamó Michelle Johnson, directora de comunicaciones de EWTN. “Reciben entregas constantemente. Un hombre envió 32 rosas para representar a cada miembro de su familia. Huele glorioso; huele a cielo", añadió.

El P. Zeller contó que cuando entró en la capilla llena de rosas para rezar un Rosario el martes por la noche, se puso a reír al descubrir que el P. Wolfe ya estaba rezando uno. “Me sentí tan feliz de ver este regalo de amor y devoción desbordantes a Nuestra Señora”, dijo. “Si crees que este santuario con todas estas flores es hermoso, esto no es nada comparado con un alma en estado de gracia, como Dios mira a sus hijos e hijas”, añadió.

La inspiración para enviar flores también se ha convertido en una bendición sorprendente para los floristas del área de Birmingham devastados por la pandemia. "Les ha ayudado porque no han tenido bodas, ni funerales en las últimas seis semanas", dijo el P. Wolfe.

“Una florista dijo que fue realmente una experiencia espiritual para ella ver esta devoción. Las personas que llaman dicen: ‘Dios los bendiga’ al final de sus llamadas, y muchos están evangelizando. Los floristas dicen que esta ha sido una experiencia muy conmovedora para ellos", añadió el sacerdote.

“El P. Joseph pidió a los fieles seguidores de EWTN que enviaran rosas a la Virgen María. Honestamente hemos hablado con personas de todos los estados de nuestra nación. Después de cerrar mi tienda debido al coronavirus, fue una verdadera bendición para mí... y nuestros empleados”, dijo Shirley Carmack, de la florería de Shirley en Trussville, en la página de Facebook de su tienda.

“Nuestras cuentas serán pagadas y haremos la nómina porque un hombre de Dios le dijo al mundo que hiciera esto. Cada pequeña florería en el área de Birmingham ha sido bendecida esta semana. ¡Gracias Eternal [Word] Television Network!”, añadió Carmack.

Asimismo, en una entrevista posterior, Carmack llamó a este gesto como una respuesta a la oración. "Nos quedamos estupefactos, para ser honestos. Perdimos mucho trabajo por el COVID-19. Esto fue una bendición para mucha gente. Todo el beneficio gotea hacia abajo”, dijo.

Carmack contó que cada pedido incluye una tarjeta para María, y las personas que llaman han hecho más que solo pedir flores. "Rezaron con nosotros. Nos dieron testimonio por teléfono. Fue simplemente increíble. Un grupo más devoto que nunca he conocido. Fue tan sincero, tan lleno de amor", señaló.

Cameron Pappas, de la florería Norton, dijo que el martes su tienda recibió al menos 200 llamadas telefónicas de los televidentes de EWTN. “Las personas que llamaban no tenían idea de qué bendición, qué impacto tuvo en nuestra empresa. ¡Es increíble cómo trabaja Dios!”, señaló.

El P. Wolfe declaró a NCR que hay más entregas programadas hasta fin de mes. "Cada 15 minutos, la seguridad llama para decir que hay otra carga de rosas aquí", dijo el capellán.


Asimismo, explicó que todas las flores se llevan ante la estatua de la Virgen, donde se reza una oración de bendición sobre ellas y por quienes las enviaron y las prepararon. Además, dijo que en la fiesta de Nuestra Señora de Fátima, junto al P. Zeller grabaron una bendición de las rosas.

La bendición que surgió de esta iniciativa impactó en el bien de muchas más personas, pues para dar cabida a todas las nuevas entregas, muchas de las flores “obtienen una segunda vida”.  

Así, algunas de las flores se han entregado a un hogar de ancianos local donde se reparten a los residentes que han expresado su agradecimiento, pues muchos no han podido salir, ni han visto a sus seres queridos en meses. 

Otros ramos se han dado a la iglesia del Santo Rosario, ubicada cerca, en una zona más pobre de la ciudad, donde los visitantes no solo disfrutan de las flores, sino también pueden llevarse algunas a casa.

“Nos ha alegrado mucho ver todas estas hermosas y magníficas flores llenando la capilla”, dijo el P. Wolfe, quien junto al P. Zeller expresó su agradecimiento a los espectadores de EWTN y ahora, los alientan a enviar “ramos espirituales” para los Rosarios, las coronas de la Divina Misericordia y las ofrendas de los sacrificios. 

Los ramos enviados también se rezan y se colocan en una canasta que se ha puesto ante la estatua de la Santísima Madre, explicaron.

Los interesados en enviar ramos espirituales a EWTN pueden hacerlo a la siguiente dirección: Eternal Word Television Network, 5817 Old Leeds Road, Irondale, AL, 35210. También pueden escribir al siguiente correo electrónico: viewer@ewtn.com

Los sacerdotes recomiendan a los fieles enviar tarjetas o correos electrónicos, pero no realizar llamadas, pues como la pandemia casi ha triplicado la audiencia de EWTN, las entre 15 y 20 personas encargadas de la central telefónica reciben 70 llamadas diarias por persona, por ello, lamentablemente, muchas de ellas se van al correo de voz.

PAPA FRANCISCO: EL SIMPLE HECHO DE EXISTIR ABRE EL CORAZÓN DEL HOMBRE A LA ORACIÓN


Papa Francisco: “El simple hecho de existir abre el corazón del hombre a la oración”
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



“La vida, el simple hecho de que existamos, abre el corazón del hombre a la oración”, afirmó el Papa Francisco durante la Audiencia General de este miércoles 20 de mayo en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, en la que continuó sus catequesis sobre la oración.

El Pontífice destacó que Dios, “con la palabra, separó la luz de las tinieblas” en la Creación y subrayó que la contemplación de la belleza y del misterio de la Creación genera “en el corazón del hombre la primera palabra que suscita la oración”.

“El orante contempla el misterio de la existencia a su alrededor, ve el cielo estrellado que lo sobrepasa y que la astrofísica nos muestra en toda su inmensidad, y se pregunta qué diseño de amor debe existir detrás de una obra así de poderosa”.

En ese contexto, “la oración del hombre está estrechamente ligada al sentimiento del estupor. La grandeza del hombre es infinitesimal si se compara con las dimensiones del Universo. Sus más grandes conquistas parecen muy poca cosa”.


“Es una experiencia que muchos de nosotros hemos tenido. Si los problemas de la vida, con todas sus amarguras, parece en ocasiones que va a extinguir en nosotros el don de la oración, basta con la contemplación de un cielo estrellado, de un atardecer, de una flor para reavivar la chispa del agradecimiento”.

“Y en esta inmensidad ilimitada, ¿qué es el hombre?”, se preguntó el Pontífice. “Casi nada, dice uno de los Salmos: un ser que nace, un ser que muere, una criatura fragilísima. Y, sin embargo, en todo el universo, el ser humano es la única criatura consciente de tanta concentración de belleza”.

El hombre es “un ser pequeño que nace, que muere, que hoy está, mañana no está… Pero es el único consciente de esta belleza”. “Pero el hombre no es una nadería. En la oración se afirme prepotente un sentimiento de misericordia”.

Recordó que “nada existe por casualidad: el secreto del Universo está en una mirada benévola que se cruza en nuestros ojos”.

Afirmó que “la relación con Dios es la grandeza del hombre: su entronización. Por naturaleza somos casi nada, pero por vocación, somos hijos del gran Rey”.


Por eso, “la oración es la primera fuerza de la esperanza. Tú rezas y la esperanza crece, va adelante. La oración abre la puerta a la esperanza. La esperanza ahí está, y con mi oración le abro la puerta”.

“Los hombres y las mujeres que rezan saben que la esperanza es más fuerte que el desánimo. Creen que el amor es más potente que la muerte, y tienen por seguro que un día triunfará, incluso si ese triunfo llega en tiempos y modos que no conocemos. Los hombres y mujeres de oración muestran reflejos de luz en el rostro porque, incluso en los días más oscuros, el sol no deja nunca de iluminarlos”.

El Papa Francisco finalizó su catequesis insistiendo en que “la oración te ilumina, te ilumina el alma, te ilumina el corazón, y te ilumina el rostro. Incluso en los tiempos más oscuros, incluso en los tiempos de más dolor”.

“Todos somos portadores de alegría. ¿Habéis pensado esto? ¿Qué eres un portador de alegría? ¿O prefieres portar noticias malas? ¿Cosas que entristecen? Todos somos capaces de llevar alegría”, concluyó.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MIÉRCOLES 20 DE MAYO DE 2020


Lecturas de hoy Miércoles de la 6ª semana de Pascua
Hoy, miércoles, 20 de mayo de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (17,15.22–18,1):

EN aquellos días, los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas, y se volvieron con el encargo de que Silas y Timoteo se reuniesen con él cuánto antes.
Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo:
«Atenienses, veo que sois en todo extremadamente religiosos. Porque, paseando y contemplando vuestros monumentos sagrados, encontré incluso un altar con esta inscripción: “Al Dios desconocido”.
Pues eso que veneráis sin conocerlo os lo anuncio yo. “El Dios que hizo el mundo y todo lo que contiene”, siendo como es Señor de cielo y tierra, no habita en templos construidos por manos humanas, ni lo sirven manos humanas, como si necesitara de alguien, él que a todos da la vida y el aliento, y todo.
De uno solo creó el género humano para que habitara la tierra entera, determinando fijamente los tiempos y las fronteras de los lugares que habían de habitar, con el fin de que lo buscasen a él, a ver si, al menos a tientas, lo encontraban; aunque no está lejos de ninguno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos; así lo han dicho incluso algunos de vuestros poetas: “Somos estirpe suya”.
Por tanto, si somos estirpe de Dios, no debemos pensar que la divinidad se parezca a imágenes de oro o de plata o de piedra, esculpidas por la destreza y la fantasía de un hombre. Así pues, pasando por alto aquellos tiempos de ignorancia, Dios anuncia ahora en todas partes a todos los humanos que se conviertan. Porque tiene señalado un día en que juzgará el universo con justicia, por medio del hombre a quien él ha designado; y ha dado a todos la garantía de esto, resucitándolo de entre los muertos».
Al oír «resurrección de entre los muertos», unos lo tomaban a broma, otros dijeron:
«De esto te oiremos hablar en otra ocasión».
Así salió Pablo de en medio de ellos. Algunos se le juntaron y creyeron, entre ellos Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos más con ellos.
Después de esto, dejó Atenas y se fue a Corinto.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 148,1-2.11-12.13.14

R/. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria

Alabad al Señor en el cielo,
alabad al Señor en lo alto.
Alabadlo todos sus ángeles;
alabadlo todos sus ejércitos. R/.

Reyes del orbe y todos los pueblos,
príncipes y jueces del mundo,
los jóvenes y también las doncellas,
los ancianos junto con los niños. R/.

Alaben el nombre del Señor,
el único nombre sublime.
Su majestad sobre el cielo y la tierra. R/.

Él acrece el vigor de su pueblo.
Alabanza de todos sus fieles,
de Israel, su pueblo escogido. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (16,12-15):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 20 de mayo de 2020
Carlos Latorre, cmf



Queridos hermanos:

En Atenas el apóstol Pablo se enfrenta con las religiones paganas que desconocen las tradiciones de los judíos. La ciudad vivía su decadencia económica y política, pero disfrutaba de un gran ambiente cultural, que habían creado los grandes sabios.

El discurso que allí pronunció Pablo es de suma importancia para Lucas, hombre abierto a la cultura griega, dialogante y conciliador. El discurso está colocado justo al comienzo de la gran misión de Pablo que le llevará a predicar el Evangelio en el mundo greco-romano, donde, desde el punto de vista religioso, la diversidad de religiones era la nota dominante.

Para nosotros hoy día lo fascinante de este relato es que justamente uno de los representantes más cualificados de la Iglesia de entonces escuche con respeto a los filósofos. Y haga suyas las convicciones del mundo cultural griego de tolerancia hacia las religiones y dialogue y anuncie el mensaje de Jesús.

Hoy llamaríamos a la actuación misionera de Pablo en Atenas diálogo interreligioso, la última y desafiante frontera de la misión universal de la Iglesia que estamos viviendo con tanta pasión en nuestros días.

Esta escena de Pablo dialogando con las religiones no cristianas, representadas por los filósofos de Atenas, se repetirá en otros momentos de la vida de la iglesia. En la actualidad y gracias al Concilio Vaticano II, que abrió las puertas al diálogo atento y respetuoso con los creyentes de otras religiones, sin descalificaciones, prejuicios ni condenas. Ese diálogo continúa impulsado por el Papa Francisco. Todos somos hijos de Dios y a  todos nos llama a sentirnos miembros de una familia de hijos. Esta fraternidad universal tiene actualmente más posibilidades que en otras épocas de la historia de la humanidad.

En nuestra relación siempre hemos de buscar primero lo que nos une, más que lo que nos separa. O como  alguien escribió: “Hay quienes aman a Dios de todo corazón porque le conocen y quienes le buscan de todo corazón porque no le conocen”. “¡Qué feliz es la gente que cree! ¿Si fuera verdad? ¡Es verdad! ¡Dios existe, está ahí! ¡Es alguien, es un ser tan personal como yo! ¡Me ama! ¡Me llama!”

En la última Cena Jesús tiene una larga conversación con sus discípulos y durante esta conversación les habla en cinco oportunidades del Espíritu Santo. Los discípulos sienten una gran tristeza porque Jesús se va a retirar de su lado. Ante la magnitud de esta desolación, Jesús conforta a los discípulos con la promesa del Espíritu Santo que fortalecerá la fe de los discípulos incluso en los momentos de crisis y persecución.

Hoy también la promesa de Jesús es actualísima a favor de todos nosotros sus discípulos, que también queremos seguirle, pero encontramos tantas dificultades en el camino. No se trata de “comprender” quién es el Espíritu Santo, se trata de invocarlo y acogerlo como el “dulce huésped” del alma. Y decirle de corazón: “Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles e infunde en ellos el fuego de tu amor”.

Alguno me dirá: “Padre, pero si no entiendo quién es, cómo le voy a llamar e invocar”.  El misterio de esta Persona Divina es como el fuego, que si no te acercas a él, no te calienta. Déjale entrar en tu corazón y serás de verdad otro. Es decir serás un cristiano de fuego, lleno de espíritu. Jesús nos lo prometió: “Cuando venga él el Espíritu de la Verdad os guiará hasta la verdad completa”.

No busquemos actos de publicidad, que nos reivindiquen como los mejores, porque ese no fue el estilo de Jesús. Dios, nuestro Dios es más inteligente que nosotros. Su Espíritu, el gran protagonista de la Misión hoy y siempre, encontrará siempre los caminos mejores. La fortaleza de la comunidad católica no depende de los méritos de sus miembros sino de Jesús, que en su despedida dijo a sus apóstoles: “yo estoy con vosotros todos los días hasta el final de este mundo”.

Vuestro hermano en la fe.
Carlos Latorre
carloslatorre@claretianos.es

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 20 DE MAYO DE 2020

Protasio Chong Kuk-bo, SantoProtasio Chong Kuk-bo, Santo
Mártir, 20 de mayo
Austregisilo de Bourges, SantoAustregisilo de Bourges, Santo
Obispo, 20 de mayo
Lidia de Tiatira, SantaLidia de Tiatira, Santa
Comerciante, 20 de mayo
Lucífero de Cagliari, SantoLucífero de Cagliari, Santo
Obispo, 20 de mayo
Luis Talamoni, BeatoLuis Talamoni, Beato
Sacerdote y Fundador, 20 de mayo
Josefa Stenmanns, BeataJosefa Stenmanns, Beata
Co-Fundadora, 20 de mayo
Arcángel Tadini, SantoArcángel Tadini, Santo
Sacerdote y Fundador, 20 de mayo
Bernardino de Siena, SantoBernardino de Siena, Santo
Memoria Litúrgica, 20 de mayo

FELIZ MIÉRCOLES





lunes, 18 de mayo de 2020

SAN JUAN PABLO II Y LAS VOCACIONES


Juan Pablo II y las vocaciones





«Vale la pena dedicarse a la causa de Cristo, que quiere corazones valientes y decididos. Vale la pena dedicarse a ayudar al hombre en el camino hacia la eternidad. Vale la pena hacer la opción por un ideal que proporciona grandes alegrías, aunque exija no pocos sacrificios». Juan Pablo II (México, 30-1-1979).  Del mismo Papa es esta oración:

Señor Jesús, te pedimos por los muchachos y chicas que invitas a seguirte de cerca; haz que sean capaces de desapegarse de las cosas de este mundo y abran su corazón a la voz que los llama.; que sientan el coraje de dedicarse por toda la vida, con un corazón no dividido, a ti y a la Iglesia; que crean que la gracia les dará la fuerza para tal donación y vean la belleza y la grandeza de la vida sacerdotal, religiosa y misionera. Haz, Señor, que los jóvenes sepan acoger con coherente aplicación las exigencias del llamado para el sacerdocio y para las otras formas de vida consagrada; bendícelos con la misericordia infinita de tu corazón. Amén.

La vocación es una llamada que Dios hace a quien él quiere, y que exige una gran renuncia de sí mismo para poder amar a todos. Es un servicio, es un testimonio, es amor. Es en definitiva, una llamada a vivir plenamente la gracia bautismal. Es vivir un riesgo absurdo a los ojos de los hombres, pero maravilloso a la luz de la fe.



* Enviado por el P. Natalio

¿CÓMO CONTEMPLAR EL CORAZÓN DE JESÚS Y EL CORAZÓN DE MARÍA?


¿Cómo contemplar el Corazón de Jesús y el Corazón de María?
El corazón es un signo sencillo que encierra un gran misterio. Es asequible, concreto y profundo. Dice más de lo que es, mucho más.


Por: P Evaristo Sada LC | Fuente: www.la-oracion.com




El corazón es un signo sencillo que encierra un gran misterio. Es asequible, concreto y profundo. Dice más de lo que es, mucho más. Está cargado de afectos. Referirse al corazón es un modo sintético de considerar el gran misterio de la entrega en el amor. Los enamorados pintan corazones en los árboles y en las iglesias.
El Sagrado Corazón no es sólo una representación sensible, ni su devoción se queda en un conjunto de prácticas religiosas. La devoción al Sagrado Corazón evoca el amor del Hijo de Dios que se encarnó por amor y que entregó su cuerpo en la cruz mediante un acto de amor. Esta devoción ayuda a centrar la vida espiritual en el amor de Jesús, rico en misericordia.

Si alguien tiene sed que venga a mí y beba (Jn 17, 37)

El buscador de Dios encuentra en la oración una respuesta. La meditación diaria es un momento de gracia en que el Espíritu Santo viene con Su poder y nos cubre con Su sombra (cf Lc 1,35). Allí, el amor se convierte para el sediento en la única ocupación.

Desde el día en que el soldado traspasó el costado de Jesús con su lanza (Jn 19,34), la Iglesia es regada por esa fuente de la que mana la Vida. Por eso ayuda mucho contemplar en la oración la herida en el costado de Jesús. Junto a María, al pie de la cruz, ver cómo brotan el agua y la sangre, figuras del bautismo y de la eucaristía. Es un continuo fluir de la misericordia divina que nos lava y nos nutre y sacia nuestra sed a través de los sacramentos. El costado traspasado de Jesús nos baña con su infinita misericordia que brota del manantial del amor: el Sagrado Corazón.

Un modo de contemplar el amor de Jesús es, pues, a través del costado traspasado. Les comparto tres consideraciones delante de la herida del costado de Jesús que me han ayudado en la oración:

1. Dios nos ama con un corazón humano

Una dificultad frecuente en la vida de oración consiste en que se ve el mundo espiritual demasiado lejano a nuestra realidad cotidiana. Me gusta imaginar a un bebé buscando desde el suelo la mirada de su padre sin poder alcanzarlo. De pronto el padre se tumba en el suelo, se pone a su nivel y le sonríe. Luego lo carga y lo levanta. Nosotros no alcanzamos a Dios y, de pronto, Él desciende hasta nosotros y nos eleva a Sí.

En Cristo, Dios se hace asequible. (cf Jn 1,14) El Corazón de Jesús representa la humanidad de Cristo; lo vemos como uno de los nuestros. Dios se encarnó para amarnos con un corazón humano. Así nos permitió vivir la comunión de vida con Él. Y cuando vemos a Dios amándonos así, con un corazón como el nuestro, nos brota espontáneo decirle: ¡Así te necesito, de carne, sangre y hueso!

Si el amor de Dios nos parece demasiado espiritual para estar a nuestro alcance es que aún no conocemos a Jesús de Nazareth, el que nació en Belén y murió en Jerusalén por amor a nosotros.

2. Contemplar para escuchar

Otra dificultad que se plantea continuamente en la dirección espiritual y en los cursos de oración cuando se explica que orar es sobre todo escuchar, es la pregunta ¿Y qué significa escuchar en la oración? ¿Cómo se hace para escuchar a Dios? Mi respuesta suele ser: si quieres escuchar, contempla.

Contémplalo en la cueva de Belén, contémplalo en la cruz, contémplalo en la creación, contémplalo en el Sagrario, contempla los corazones traspasados de Jesús y de María…. y escucharás que te dice que te ama.

Contemplar los misterios de la vida de Cristo es comprobar la abundancia del amor de Dios a nosotros. "Mirarán al que traspasaron" (Jn 19, 37; Zac 12, 10). Mirarle con los ojos interiores, mirarle sobre todo cuando estamos dolidos y arrepentidos y escuchar que nos dice una y otra vez: “No pasó nada, te sigo amando igual”.

Así se lo dijo a Sor Faustina:

“Has de saber hija mía, que mi corazón es la Misericordia misma. Desde este mar de Misericordia las Gracias se derraman sobre el mundo entero. Ningún alma que se haya acercado a Mí ha partido sin haber sido consolada. Cada miseria se hunde en mi Misericordia y de este manantial brota toda Gracia salvadora y santificante..." (Diario de Sor Faustina # 1777, p. 626)

3. Dejarse amar

¿Quién entiende la pasión de Cristo? ¿Quién entiende la Eucaristía? No tratemos de entender, son misterios que más bien es preciso contemplar y agradecer.

El icono de este artículo que se encuentra en la parte superior, apareció en el siglo XII en Oriente es fuente de fecunda inspiración.

Centra la mirada en las manos de Jesús. No están atadas con cuerdas. Las cuerdas que le atan debe descubrirlas el corazón contemplativo: son las cuerdas del amor a la Iglesia. Se encuentran libres, pero Jesús libremente se somete y se ofrece como manso cordero.
“Nadie me quita la vida, yo la doy voluntariamente” (Jn 10,18) “Su no-violencia es la fuerza del amor” (Jean Corbon)

Después de resucitado quiere quedarse con las manos voluntariamente atadas, preso en el Sagrario, para que vaya a visitarle y allí encontrar yo mi descanso: “Venid a mí los que estáis cansados y agobiados, que yo os aliviaré” (Mt 11, 28). Él es el preso y sin embargo, cuando voy a acompañarle, soy yo el que sale consolado.

Para mí, éste icono, llamado “Del esposo”, es el icono de los Corazones traspasados de Jesús y de María. Mira los rostros de Jesús y de María.

Jesús reclina su cabeza sobre la Madre, significando aceptación. Y María, representándonos a todos nosotros, se une a Jesús llena de compasión (en este contexto puedes leer con provecho el artículo ¿Cómo sé si rezo bien el rosario?). Ese diálogo contemplativo de la mirada de María, nos hace comprender que el quehacer en la oración es dejarse amar y amar. El rostro de Cristo Redentor: manso y misericordioso. En sus ojos cerrados repasa la historia de tu vida y de la suya, deja que te invada de paz y junto con San Pablo concluye sin decir palabra: “Me amó y se entregó por mí” (Gal 2, 20)

Y una vez que has experimentado el grande amor que Dios te tiene: dale amor. El camino nos lo indican las dos manos de María. ¿Hacia dónde están orientadas? Hacia el costado traspasado: así nos muestra ella el camino de la interioridad y la conversión. Conocer el amor, vivir el amor, compartir el amor.

Este icono me dice que la oración, más que actos y técnicas es un tiempo para estar juntos, sin preocuparnos de pasos y de métodos, sino de estar en su presencia, contemplando el rostro de Cristo. Estarse allí, como María: dándole amor, gustando su amor, compartiendo su amor.

Una sugerencia para la meditación personal en la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

En la solemnidad del Sagrado Corazón haré mi oración de esta manera, tal vez alguno quiera hacer lo mismo: trayendo a la memoria el icono de los Corazones traspasados estaré rumiando esta expresión de San Agustín que me hace tanto bien en el momento presente de mi vida:

“El pasado ponlo en las manos de la Divina Misericordia.
El futuro en manos de la Divina Providencia.
El presente en manos del Divino Amor.”
¡Sagrado Corazón de Jesús! En ti confío

¿CÓMO TOCAR EL CORAZÓN DE DIOS CON LA ORACIÓN?


¿Cómo tocar el corazón de Dios con la oracion?
En la oración nos presentamos conscientes de nuestra debilidad, pero a la vez llenos de fe en el poder de Dios


Por: P. Guillermo Serra, .L.C. | Fuente: La-oracion.com




La oración es acercarse a Jesús con humildad y tocarlo desde la fe. La oración llena de fe es "la debilidad" de Dios y la fuerza del hombre. Jesús no se resiste a hacer milagros cuando percibe una gran fe. No basta con tocar a Jesús, sino tocarlo con fe y experimentar cómo muchas virtudes, gracias, salen de Él para curar nuestro corazón y cuerpo.

"Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que no había podido ser curada por nadie, se acercó por detrás y tocó la orla de su manto, y al punto se le paró el flujo de sangre. Jesús dijo: «¿Quién me ha tocado?» Como todos negasen, dijo Pedro: «Maestro, las gentes te aprietan y te oprimen». Pero Jesús dijo: «Alguien me ha tocado, porque he sentido que una fuerza ha salido de mí». Viéndose descubierta la mujer, se acercó temblorosa, y postrándose ante él, contó delante de todo el pueblo por qué razón le había tocado, y cómo al punto había sido curada. Él le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz". (Lucas 8,43-48)

Nuestra propia enfermedad debe ser presentada con fe y esperanza
La mujer hemorroisa sufría desde hacía 12 años esta enfermedad. No había encontrado remedio, se había gastado todo en doctores. Sólo le quedaba una esperanza, ese Jesús del que toda la gente hablaba. Debido a su enfermedad era impura y todo lo que tocase automáticamente se convertía en impuro. Vivía en una soledad total, separada de la sociedad, de su familia, 12 años queriendo "volver a vivir". Esta soledad, necesidad de vivir, de ser alguien, hizo que sin temor se acercase a Jesús. Percibía en Él alguien que podría devolverle la vida, que podría dar sentido a esta enfermedad y poder ser curada.

En la oración nos presentamos también enfermos, débiles, con temores, resistencias, profundas heridas que todavía sangran. Con facilidad buscamos en el mundo diversos “doctores” que nos puedan curar, distracciones, pasatiempos que en el fondo nos dejan igual y nos vamos desgastando. En la oración nos presentamos conscientes de esta debilidad, pero a la vez llenos de fe porque estamos ante el único que nos puede curar de raíz, el que puede devolvernos la vida, dar un sentido profundo y nuevo a nuestra existencia, a nuestra soledad. Este acto de fe y confianza son los pasos necesarios para llegar hasta el Maestro: "Creo en ti Señor, espero en tu amor, confío en ti, quiero amarte para vivir". Presentamos nuestra vida ante Él, nuestra debilidad, enfermedad, con fe y confianza para que Él nos cure.

Acercarse a Jesús con humildad, con la mirada siempre fija en su Amor y ternura
Con gran fe, se acercó a Jesús por detrás, y con delicadeza, consciente de su impureza, se atrevió a tocarle con fe la orla de su manto.

Cuando hay fe y amor, la oración se convierte en un buscar el bien de la otra Persona: acogerle, cuidarlo, amarlo. Esto es lo que hace la hemorroisa. No piensa en sí misma. No quiere "molestar" al Señor: con humildad se acerca por detrás y busca tocar tan sólo el borde de su manto. Esto sería suficiente. La fe no busca evidencia, no quiere tocar a toda costa, palpar como lo hizo Santo Tomás. Basta con un detalle, un gesto cercano y tierno. Es un decirle a Jesús: "no te quiero molestar, sé que me amas y con tocarte el borde del manto, te darás cuenta que te necesito, que estoy aquí, que te amo y que quiero poderte abrazar… pero soy impura, mi alma es impura, necesito que tu amor me purifique y me haga digna de Ti".

Así la hemorroisa buscando el bien de Jesús, el no "hacerle" impuro, logra su propio bien. La oración es buscar al otro para encontrarse con el otro. Es dejarse encontrar buscando. Es rozar su Corazón para encontrase dentro de él.

La fe mueve el Corazón de Jesús y fija su mirada en la humildad
La mujer queda curada al instante. Jesús no espera a que la mujer le diga qué necesita. Así es el Buen Pastor, conoce a sus ovejas, nos conoce y sabe lo que necesitamos incluso antes de que se lo pidamos. Por eso, muchas veces la oración es ponerse en su presencia, quizás experimentando un silencio que no es indiferencia por parte de Jesús, sino un querer expresar ternura, contemplar a su creatura tan amada y admirarla con amor.

Jesús estaba siendo oprimido por la multitud, sin embargo, sintió que una virtud salía de Él y gritó: « ¿Quién me ha tocado? » Los discípulos, asombrados, no entienden esta pregunta. Decenas de personas están agolpadas, se empujan y estrujan a Jesús y sólo una "le ha tocado", aquella que apenas ha rozado el borde de su manto.

Aquí Jesús nos dice con claridad que tocarle es amarle, es tener la humildad de confiar en Él, de tratarle con ternura y fe. De acercarse a Él como un niño a su Padre y estar, sí, estar junto a Él. Muchos estaban más cerca que la mujer, pero no tenían fe, era quizás más bien curiosidad, rutina.

La oración nunca puede ser curiosidad o rutina. No es una actividad para llenarme de ideas o repetir fórmulas aprendidas de memoria. Esto sería como empujar y estrujar a Jesús, como aquel grupo que lo seguía. No, esta mujer nos enseña que para tocar a Jesús hay que tener fe, hay que acudir con confianza, presentarse con humildad y tener ternura hacia Dios. ¡Ah!, y sobre todo, hay que dejarse querer por el Maestro que nos conoce, nos espera y al instante nos abraza con amor.

Queremos tocarte Jesús. Ayúdanos Señor a tocarte con fe.
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