viernes, 6 de marzo de 2020

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY VIERNES 6 DE MARZO DE 2020


Lecturas de hoy Viernes de la 1ª semana de Cuaresma
Hoy, viernes, 6 de marzo de 2020



Primera lectura
Lectura de la profecía de Ezequiel (18,21-28):

ESTO dice el Señor Dios:
«Si el malvado se convierte de todos los pecados cometidos y observa todos mis preceptos, practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá y no morirá. No se tendrán en cuenta los delitos cometidos; por la justicia que ha practicado, vivirá. ¿Acaso quiero yo la muerte del malvado —oráculo del Señor Dios—, y no que se convierta de su conducta y viva?
Si el inocente se aparta de su inocencia y comete maldades, como las acciones detestables del malvado, ¿acaso podrá vivir? No se tendrán en cuenta sus obras justas. Por el mal que hizo y por el pecado cometido, morirá.
Insistis: No es justo el proceder del Señor. Escuchad, casa de Israel: ¿Es injusto mi proceder? ¿No es más bien vuestro proceder el que es injusto?
Cuando el inocente se aparta de su inocencia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió. Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él salva su propia vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 129,1-2.3-4.5-7a.7bc-8

R/. Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?

V/. Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R/.

V/. Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes temor. R/.

V/. Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora. R/.

V/. Porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y el redimirá a Israel
de todos sus delitos. R/.



Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,20-26):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio. Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil” tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la condena de la “gehena” del fuego.
Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo».

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy viernes, 6 de marzo de 2020
Edgardo Guzmán, cmf


Queridos amigos y amigas:

La vivencia de la Cuaresma va acompañada de algunas obras: la oración, el ayuno y la limosna. Uno de los riesgos que podemos tener es de quedarnos con el cumplimiento superficial de dichas prácticas, sin ir al sentido profundo de los gestos y símbolos de nuestra fe cristiana. Las lecturas de este día nos ayudan adentrarnos en el espíritu propio de la Cuaresma que apunta a una conversión sincera.

Ezequiel en la primera lectura nos recuerda que la redención de nuestros pecados pasa por la práctica del derecho y de la justicia. En ese sentido la profecía de Ezequiel nos ayuda también a captar que son nuestras malas acciones las que nos llevan a la muerte. El mal que hacemos y las injusticias que cometemos es lo que nos condena a nosotros mismos. Las prácticas cuaresmales vividas desde una clave existencial nos deben ayudar a una auténtica conversión del corazón. Aquella que nos lleva a vencer nuestro egoísmo para abrirnos a los demás. De ahí, que la práctica del derecho y de la justicia es lo que nos redima.

En esa misma perspectiva Jesús en el Evangelio pide a sus discípulos que su justicia sea mayor que la de los escribas y fariseos. Que se quedaban solo con el cumplimiento y la observancia de la ley. El apelo de Jesús es exigente, pero nos abre un horizonte nuevo porque nos libera. En la línea de la tradición profética pide a sus seguidores una auténtica práctica religiosa la que pasa por la experiencia del amor a los hermanos. La conversión que reclama el Evangelio no es solo un cambio en el sentido moral, es ante todo cambiar la forma en la cual nos ubicamos en la vida.

Fraternalmente, Edgardo Guzmán CMF

eagm796@hotmail.com

ORACIONES PARA EL PRIMER VIERNES DEL MES DE MARZO 2020, SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS



PRIMER VIERNES DEL MES DE MARZO
DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 


Breve consideración.- Jesús a su confidente Margarita María de Alacoque:

"Tengo una sed abrasadora de ser honrado en el Santísimo Sacramento del Altar ¡ay!, y casi no encuentro quien, cediendo a mis deseos, mitigue esa sed con una correspondencia generosa a mi Corazón. Sírveme tú de asilo..., recíbeme en la Sagrada Comunión y, entronizando en tu alma, adórame, ofreciéndote al Padre, para obtener piedad por los pobres pecadores. No olvides que una alma santa, y que me pertenezca de veras, puede obtener el perdón de mil y más criminales."


ORACIÓN:

¡Oh Corazón abrasado de amor! ¡Oh santuario de la divinidad, templo de la majestad soberana, altar de la caridad divina, Corazón que ardes en llamas de amor por Dios y por mi! Yo te adoro, y desfallezco de amor en tu presencia. Yo me uno a tus santas intenciones, yo quiero, sí, yo quiero abrazarme en tus ardores y vivir de tu vida. ¡Cuánto huelgo de verte feliz en tus triunfos y en tu gloria! ¡Cuán de veras querría yo padecer y morir antes que desagradarte! ¡Oh corazón mío, si obras, sea tan sólo por los impulsos del Corazón de Jesús; muere, en silencio, delante de Él a todo lo que es natural o humano! ¡Oh Corazón divino!, a Ti me adhiero, en Ti me pierdo, y sólo de Ti quiero vivir. Así, toda mi ocupación será, Señor, enmudecer y adorar anonadado delante de Ti, como una lámpara encendida que se consume delante del Sagrario. ¡Amar, padecir y morir por tu Sagrado Corazón!

(De Santa Margarita María de Alacoque)




TERCERA PROMESA:
"Los consolaré en todas sus aflicciones"


(Agradezcamos esta promesa y pidamos que Jesús la cumpla con nosotros en nuestros  continuos pesares, recitando las:

 LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros
Jesucristo óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.

Trinidad Santa, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.

(A todas las invocaciones que siguen se responde: “Ten misericordia de nosotros”)


Corazón de Jesús, Hijo del Padre Eterno,
Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo,
Corazón de Jesús, al Verbo de Dios substancialmente unido,
Corazón de Jesús, de majestad infinita,
Corazón de Jesús, Templo santo de Dios,
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo,
Corazón de Jesús, Casa de Dios y puerta del cielo,
Corazón de Jesús, Horno ardiente de caridad,
Corazón de Jesús, Santuario de justicia y de amor,
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor,
Corazón de Jesús, Abismo de todas las virtudes,
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza,
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
Corazón de Jesús, en que están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia,
Corazón de Jesús, en que mora toda la plenitud de la divinidad,
Corazón de Jesús, en que el Padre se agradó,
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos nosotros hemos recibido,
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados,
Corazón de Jesús, paciente y muy misericordioso,
Corazón de Jesús, liberal con todos los que te invocan,
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad,
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, colmado de oprobios,
Corazón de Jesús, desgarrado por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
Corazón de Jesús, con lanza traspasado,
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo,
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
Corazón de Jesús, víctima por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan,
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren,
Corazón de Jesús, delicias de todos los Santos,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten misericordia de nosotros.
V.- Jesús manso y humilde de corazón.
R.- Haz nuestro corazón conforme al tuyo.

Oremos: Oh Dios todopoderoso y eterno: mira el Corazón de tu amantísimo Hijo y las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te tributa; y concede aplacado el perdón a éstos que piden tu misericordia en el nombre de tu mismo Hijo Jesucristo. Quien contigo vive y reina en los siglos de los siglos. Amén.


Un Padrenuestro y Avemaría por los agonizantes y pecadores.




Una palabra de Margarita María a sus hermanos asociados: "Si quieres dar un gusto inmenso al Corazón de Jesús, ofrécele, sacrifícale por entero los vuestros un primer viernes, después de comulgar, y prométle en ese instante solemne dos cosas: pertenecerle de veras, amándole sobre todas las cosas, y extender la gloria y el amor de su Sagrado Corazón"

Un Padre Nuestro y Avemaría por los agonizantes y pecadores.



ACTO DE CONSAGRACIÓN
SE SOR MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN


Amabilísimo Jesús, yo me consagro de nuevo y sin reserva a tu Divino Corazón. Te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos, mi alma con todas sus potencias y mi ser todo entero. Te consagro mis pensamientos, palabras, obras, todos mis sufrimientos y trabajos, todas mis esperanzas, consuelos y alegrías. Especialmente te consagro mi pobre corazón para que no ame sino a Ti y se consuma como víctima en las llamas de tu amor. Acepta, !oh Corazón divino!, el deseo que tengo de consolarte y de pertenecerte para simpre. Toma de tal manera posesión de mí, que yo no tenga otra libertad que la de amarte, ni otra vida que sufrir y morir por Ti. Pongo en Ti toda mi confianza, una confianza sin límites, y espero de tu misericordia infinita perdón de todos mis pecados. Deposito en tus manos todos mis intereses, principalmente el de mi salvación eterna.

Prometo amarte y honrarte hasta el último momento de mi vida, y ayudado de tu divina gracia, prometo propagar con celo ardiente el culto de tu Sacratísimo Corazón. !Oh divino Corazón de Jesús!, dispón de mí como te agrade, no quiero más recompensa que tu mayor gloria y tu santo amor. Concédeme la gracia de hacer mi morada en tu Sacratísimo Corazón; allí es donde quiero pasar los días de mi vida y exhalar mi último suspiro.

Haz también de mi  corazón tu morada y el lugar de tu reposo, para quedarnos así íntimamente unidos, hasta que un día pueda yo alabarte, amarte y poseerte por toda la eternidad y cantar para siempre las misericordias de tu dulcísimo Corazón. Amén


Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros (Tres veces)

Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.

San José, Ruega por nosotros.

Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.

miércoles, 4 de marzo de 2020

ORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO


Oración a Jesús Sacramentado



¡Oh Jesús de mi alma, encanto único de mi corazón!, heme aquí postrado a tus plantas, arrepentido y confuso, como llegó el hijo pródigo a la casa de su padre. Cansado de todo, sólo a Ti quiero, sólo a Ti busco, sólo en Ti hallo mi bien. Tú, que fuiste en busca de la Samaritana; Tú, que me llamaste cuando huía de Ti, no me arrojarás de tu presencia ahora que te busco.

Señor, estoy triste, bien lo sabes, y nada me alegra; el mundo me parece un desierto. Me hallo en oscuridad, turbado y lleno de temor e inquietudes…; te busco y no te encuentro, te llamo y no respondes, te adoro, clamo a Ti y se acrecienta mi dolor.

¿Dónde estás, Señor, dónde, pues no gusto las dulzuras de tu presencia, de tu amor?
Pero no me cansaré, ni el desaliento cambiará el afecto que me impulsa hacia Ti. ¡Oh buen Jesús! Ahora que te busco y no te encuentro recordaré el tiempo en que Tú me llamabas y yo huía… Y firme y sereno, a despecho de las tentaciones y del pesar, te amaré y esperaré en Ti.

Jesús bueno, dulce y regalado padre y amigo incomparable, cuando el dolor ofusque mi corazón, cuando los hombres me abandonen, cuando el tedio me persiga y la desesperación clave su garra en mí, al pie del Sagrario, cárcel donde el amor te tiene prisionero, aquí y sólo aquí buscaré fuerza para luchar y vencer.

No temas que te abandone, cuando más me huyas, más te llamaré y verteré tantas lágrimas que, al fin, vendrás… Sí…, vendrás, y al posarte, disfrutaré en la tierra las delicias del cielo.

Dame tu ayuda para cumplir lo que te ofrezco; sin Ti nada soy, nada puedo, nada valgo… Fortaléceme, y desafiaré las tempestades.

Jesús, mío, dame humildad, paciencia y gratitud, amor…, amor, porque si te amo de veras, todas las virtudes vendrán en pos del amor.

Te ruego por los que amo… Tú los conoces, Tú sabes las necesidades que tienen; socórrelos con generosidad. Acuérdate de los pobres, de los tristes, de los huérfanos, consuela a los que padecen, fortalece a los débiles, conmueve a los pecadores para que no te ofendan y lloren sus extravíos.

Ampara a todos tus hijos, Señor, más tierno que una madre.

Y a mí, que te acompaño cuando te abandonan otros, porque he oído la voz de la gracia; a mí, que no te amo por el cielo, ni por el infierno te temo; a mí, que sólo busco tu gloria y estoy recompensado con la dicha de amarte, auméntame este amor y dadme fortaleza para luchar y obtener el apetecido triunfo.

Adiós, Jesús de mi alma salgo de tu presencia, pero te dejo mi corazón; en medio del bullicio del mundo estaré pensando en Ti, y a cada respiración, entiende. Oh Jesús, que deseo ser tuyo.

Amén.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY JUEVES 5 DE MARZO DE 2020


Lecturas de hoy Jueves de la 1ª semana de Cuaresma
Hoy, jueves, 5 de marzo de 2020




Primera lectura
Lectura del libro de Ester (14,1.3-5.12-14):

EN aquellos días, la reina Ester, presa de un temor mortal, se refugió en el Señor.
Y se postró en tierra con sus doncellas desde la mañana a la tarde, diciendo:
«¡Bendito seas, Dios de Abrahán, Dios de Isaac y Dios de Jacob! Ven en mi ayuda, que estoy sola y no tengo otro socorro fuera de ti, Señor, porque me acecha un gran peligro.
Yo he escuchado en los libros de mis antepasados, Señor, que tú libras siempre a los que cumplen tu voluntad. Ahora, Señor, Dios mío, ayúdame, que estoy sola y no tengo a nadie fuera de ti. Ahora, ven en mi ayuda, pues estoy huérfana, y pon en mis labios una palabra oportuna delante del león, y hazme grata a sus ojos. Cambia su corazón para que aborrezca al que nos ataca, para su ruina y la de cuantos están de acuerdo con él.
Líbranos de la mano de nuestros enemigos, cambia nuestro luto en gozo y nuestros sufrimientos en salvación».

Palabra de Dios



Salmo
Sal 137,1-2a.2bc.3.7c-8

R/. Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor

V/. Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque escuchaste las palabras de mi boca;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario. R/.

V/. Daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera tu fama.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R/.

V/. Tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (7,7-12):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.
Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!
Así, pues, todo lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo vosotros con ellos; pues esta es la Ley y los Profetas».

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy jueves, 5 de marzo de 2020
Edgardo Guzmán, cmf


Queridos amigos y amigas:

Ester es una joven hebrea, esposa del rey de Persia. Ella se da cuenta que por las intrigas en el palacio real viene decretado el exterminio de todos los hebreos deportados al reino de Persia. La reina decide ahora exponerse al peligro y afrontar a su esposo para interceder en favor de su pueblo. Antes de presentarse a él, en la angustia, invoca al Señor, acompañando la oración con penitencia.

La reina reconoce que el verdadero Rey es Dios y profesa que Él es el único que la puede salvar. Al invocar su ayuda presenta su propia soledad. Es sorprendente ver en este relato el contraste entre la grandeza y trascendencia de Dios con la pequeñez e impotencia de esta joven. Sin embargo, el texto nos muestra que esa aparente lejanía se convierte en cercanía. En su súplica Ester reconoce, por una parte, las promesas de Dios hechas a sus padres y por otra reconoce el pecado de su pueblo. La lección que podemos sacar de este texto es la de saber orar con confianza en los momentos de dificultad, saber profesar nuestra fe cuando todo se ve mal y en gran oscuridad.

Jesús en el evangelio nos enseña a orar con confianza perseverante. Por la experiencia que tiene de Dios nos revela cómo es el corazón de su Padre. Dios es nuestro Padre y nos ama con un amor gratuito, inmenso, desbordante. Quizás no nos creemos del todo este amor, probablemente lo repetimos y lo decimos seguido, pero puede ser que nos neguemos a experimentarlo en nuestra vida. Este tiempo de Cuaresma como camino de preparación a la Pascua es un momento oportuno para cultivar esta experiencia. Para tomárnosla en serio. Jesús nos invita hoy a entrar en comunión viva con el Padre, es una experiencia que nos puede cambiar interiormente: pedir, buscar, llamar, no permanecer sin esperanza. El Padre de Jesús, fuente inagotable de bondad «dará cosas buenas a los que le pide».

Fraternalmente, Edgardo Guzmán CMF

eagm796@hotmail.com

IMÁGENES DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, 8 DE MARZO
















DESAFÍO CUARESMAL


Desafío Cuaresmal




Durante la Cuaresma, queremos quitar el énfasis en nosotros mismos y ponerlo en nuestra dependencia de Dios. La limosna (compartir bienes materiales con personas necesitadas) es uno de los tres “pilares” de la Cuaresma (los otros dos pilares son la oración y el ayuno).

Podemos dar de otras formas, además de dinero. Al donar cosas que no necesitamos de nuestro hogar, nos despegamos de lo material al tiempo que ayudamos a otros.

Aquí está el reto: durante los 40 días de Cuaresma, encuentra una cosa cada día que no necesites.

Para la mayoría de nosotros, debería ser tarea fácil. Desde algún elemento de la cocina hasta una chaqueta, una bici, algo que nunca llegamos a usar olvidado en un cajón… Revisen los armarios, los cajones, el sótano y hasta el garaje.

Encuentra a alguien a quien dárselo o algún lugar donde hacer la donación. Yo tengo una bolsa junto a la puerta donde guardo mis futuros donativos, excepto las cosas más grandes, claro.

Como recordatorio para mis niños más mayores, lo etiqueto como “40 cosas en 40 días” (todavía no había empezado la Cuaresma y ya teníamos como 10 o 12 artículos dentro… ¡Algunos tenemos demasiadas cosas!).

Hay muchísimos lugares donde estas cosas pueden encontrar un buen uso. La mayoría de mis donativos van a una tienda de segunda mano que me encanta y que dirige una parroquia cerca de mi casa.

Piensa en lugares que admitan donativos de artículos en buen estado: los centros de ayuda a embarazadas recogen artículos de maternidad y de bebé, como sillas de bebé, asientos para niños, cunas, etc.; los centros de ayuda en parroquias normalmente recogen casi cualquier cosa, como vajillas, sábanas y toallas, ropa, juguetes, libros, artículos de deporte, todo en buenas condiciones; los comedores solidarios reciben ayudas en alimentos no perecederos... etc

Caritas, el Ejército de Salvación y la Sociedad San Vicente de Paúl aceptan la mayoría de los donativos. En ciertos casos y en algunos lugares, incluso recogen artículos de gran tamaño.

Al tiempo que limpiamos nuestros armarios, limpiamos también nuestras mentes. Mientras ordenamos podemos pensar en los menos afortunados y sentirnos agradecidos por nuestras bendiciones.

Del Catecismo de la Iglesia Católica, no. 2462: “La limosna hecha a los pobres es un testimonio de caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios”.

CÓMO REZAR BIEN EL AVEMARÍA


Cómo rezar bien el Avemaría
La fórmula del avemaría es un excelente vehículo, para tener un encuentro filial con nuestra Madre del cielo


Por: P. Evaristo Sada LC | Fuente: laoracion.com




Cuando queremos hablar con la Virgen María podemos decirle lo que queramos de manera sencilla y natural, lo que brote del corazón, y cuanta más devoción pongamos, mejor. La fórmula del avemaría es un excelente vehículo, probado millones de veces durante siglos, para tener un encuentro filial con nuestra Madre del cielo. El avemaría nos ofrece palabras y actitudes adecuadas para venerarla, invocarla, decirle algo que sabemos que a ella le agrada y que a nosotros nos hace bien.



Pasos para rezar el Ave María
Propongo algunos pasos para rezar bien el Ave María o para renovar el modo en que lo hacemos. Rezando esta oración con la debida calma y con viva conciencia, poco a poco el Espíritu Santo irá afinando la sensibilidad de nuestra relación filial con Ella, de tal modo que apenas pronunciemos las primeras palabras del avemaría, brotarán del corazón profundas resonancias que favorecerán el contacto de fe y amor con la Santísima Virgen.

1) La recordamos
Lo primero es acordarse de élla. Simplemente con la memoria o con la ayuda de una imagen nos colocamos espiritualmente en su presencia. Se trata de ponerse delante de la Virgen María que está en el cielo, no de una estampa o de una estatua de mármol o de yeso, sino de su persona; las imágenes sólo nos hacen presente a la persona, como las fotografías de los grandes momentos o de nuestros seres queridos.

2) Acto de fe, amor y confianza filial
Teniéndola ya presente, establecemos un contacto de fe y amor con María; si no, la oración mariana por excelencia no será oración. Nos acercamos a ella con la confianza y el cariño con los que todo buen hijo se acerca a su madre, con el deseo de darle afecto, mostrarle gratitud y también de obtener de ella lo que necesitamos, seguros de que nos mirará con amor y nos escuchará con atención.


3) La veneramos
Le decimos que estamos aquí para expresarle afecto, respeto, admiración. Adoramos sólo a Dios, a María la veneramos como Madre de Dios, esposa del Espíritu Santo, Madre de Cristo, Su cooperadora en la Redención y también madre nuestra. Ella nos lleva siempre a Jesús, que es "el único Mediador, es el Camino de nuestra oración; María, su Madre y nuestra Madre es pura transparencia de Él: María muestra el Camino, es su Signo" (Catecismo 2674)

La Constitución Dogmática Lumen Gentium, nos enseña que: "ninguna criatura puede compararse jamás con el Verbo Encarnado nuestro Redentor; pero así como el sacerdocio de Cristo es participado de varias maneras tanto por los ministros como por el pueblo fiel, y así como la única bondad de Dios se difunde realmente en formas distintas en las criaturas, así también la única mediación del Redentor no excluye, sino que suscita en sus criaturas una múltiple cooperación que participa de la fuente única. La Iglesia no duda en atribuir a María un tal oficio subordinado: lo experimenta continuamente y lo recomienda al corazón de los fieles para que, apoyados en esta protección maternal, se unan más íntimamente al Mediador y Salvador."

Te propongo que antes de seguir leyendo, te prepares de esta manera y reces luego un Ave María. Verás cuánto ayuda. Y esto vale igual para las personas más avanzadas en la vida de oración.

4) La alabamos
En la primera parte del avemaría la exaltamos, la elogiamos, celebramos a la humilde esclava del Señor por las maravillas que ha hecho Dios en ella y por medio de ella, en todos los seres humanos. Usamos las palabras del arcángel Gabriel, las de santa Isabel, y nos unimos a su asombro, a su admiración llena de afecto, al contemplar un alma tan bella y dócil al Espíritu Santo, tan humilde esclava del Señor.


Dios te salve, María.
Llena eres de gracia.
El Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres.
Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

5) Le suplicamos
En la segunda parte del avemaría la invocamos. María dio su sí a Dios en la Anunciación, lo sostuvo durante la infancia y la juventud de Jesús en su vida oculta en Nazaret, y al acompañarlo discretamente en la vida pública, y lo renovó en silencio manteniéndose en pie hasta el final junto a su Hijo crucificado. Desde entonces, Ella se ha ocupado de proteger e interceder como la mejor de las madres por los hermanos de su Hijo.

La Lumen Gentium lo explica así: "Una vez recibida en los cielos, no dejó su oficio salvador, sino que continúa alcanzándonos por su múltiple intercesión los dones de la eterna salvación. Con su amor materno cuida de los hermanos de su Hijo, que peregrinan y se debaten entre peligros y angustias y luchan contra el pecado hasta que sean llevados a la patria feliz. Por eso, la Bienaventurada Virgen en la Iglesia es invocada con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora."

Santa María, Madre de Dios.
Ruega por nosotros pecadores.
Ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

VATICANO PIDE COLABORAR CON COLECTA DEL VIERNES SANTO A FAVOR DE TIERRA SANTA


Vaticano pide colaborar con colecta del Viernes Santo a favor de Tierra Santa
Redacción ACI Prensa
 Foto: Mercedes De La Torre / ACI Prensa





Como cada año, la Iglesia Católica universal destinará la colecta del Viernes Santo a favor de Tierra Santa y de Medio Oriente, por lo que el Vaticano animó a los fieles a ser solidaridarios.

“La Iglesia sigue trabajando por la salvaguardia de la presencia cristiana y por dar voz a quien no la tiene. Lo hace, ciertamente, en el campo pastoral y litúrgico, que es fundamental para la vida de nuestras pequeñas comunidades. Pero continúa también, en modo serio, en su empeño por garantizar una educación de calidad”, indicó el Cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.

En una carta enviada a los obispos del mundo el 26 de febrero, Miércoles de Ceniza, y dada a conocer este 4 de marzo, el Purpurado recordó “las pruebas sufridas a lo largo de los siglos por la Iglesia que vive en Tierra Santa y en todo el Medio Oriente”.

“Esas pruebas aún no han terminado, como lo muestra la tragedia de la continua y progresiva reducción del número de fieles locales, con el consiguiente riesgo de ver desaparecer las diversas tradiciones cristianas que vienen de los primeros siglos”, señaló.

El Cardenal Sandri denunció que “largas y destructivas guerras han producido y continúan produciendo millones de refugiados y condicionan fuertemente el futuro de enteras generaciones, que se ven privadas de los bienes más elementales, como el derecho a una paz justa, a una infancia tranquila, a una instrucción escolar orgánica, a una juventud dedicada a la búsqueda de un trabajo, a la formación de una familia, al descubrimiento de la propia vocación, a una vida adulta fructífera y digna, a una vejez serena”.

En esta línea, la autoridad vaticana señaló que “gracias a la generosidad de los fieles de todo el mundo” la Iglesia sigue trabajando “por la salvaguardia de la presencia cristiana y por dar voz a quien no la tiene”.

En concreto, el prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales puntualizó cinco ámbitos en los que la Iglesia trabaja gracias a la colecta del Viernes Santo a favor de Tierra Santa.

El primero es el campo pastoral y litúrgico, que es fundamental para la vida de nuestras pequeñas comunidades; seguido de la educación de calidad a través de las escuelas, que son fundamentales para conservar la identidad cristiana y para construir una convivencia fraterna, especialmente con los musulmanes.

El tercer ámbito es la creación de oportunidades de trabajo. El cuarto ámbito es la ayuda material donde se presentan formas de pobreza endémica, o bien, necesidades sanitarias y emergencias humanitarias unidas a los flujos de refugiados y de trabajadores migrantes extranjeros.

Finalmente, está el cuidado de los santuarios, que resultaría imposible sin la Colecta “pro Terra Sancta”. El Purpurado recordó que en estos lugares se conserva la memoria de la divina revelación, del misterio de la encarnación y de nuestra redención; además de ser donde la comunidad cristiana local encuentra los fundamentos de su propia identidad.

En esta línea, el Cardenal Sandri describió que “en torno a los santuarios y gracias a su presencia, encuentran un trabajo digno muchos de los fieles cristianos dedicados a acoger a los millones de peregrinos que en estos últimos años llegan, cada vez más numerosos, para visitar los Santos Lugares”.

“La Tierra Santa es el lugar físico en el que Jesús ha vivido esta agonía y este sufrimiento transformándolos en acción redentora gracias a un amor infinito. En Getsemaní lo hace hasta sudar sangre. En el Cenáculo, la ofrenda de sí mismo que realizará en la Cruz, la anticipa a través del don de la Eucaristía, pero también a través del lavado de los pies y del mandamiento del amor fraterno. A lo largo de la Vía Dolorosa aún podemos imaginar los lugares del doble proceso y de la condena de Jesús. Podemos verle mientras recorre el camino llevando la Cruz ayudado por el Cirineo, y llegar al Gólgota para ser clavado, y entregarse en las manos del Padre confiandonos a María, y morir colocado en un sepulcro nuevo y vacío de donde resucitará al tercer día”, describió.

Con la colecta que se hace en el Viernes Santo cada año, la Custodia franciscana de Tierra Santa puede cumplir su misión de preservar los Santos Lugares y fomentar la presencia cristiana a través de actividades de solidaridad. Por ejemplo, al mantener estructuras pastorales, educativas, asistenciales, sanitarias y sociales.

Los territorios que se benefician con la colecta son Jerusalén, Palestina, Israel, Jordania, Chipre, Siria, Líbano, Egipto, Etiopía, Eritrea, Turquía, Irán e Irak.

La Custodia de Tierra Santa recibe la mayor parte de la colecta y el resto es destinado por la Congregación para las Iglesias Orientales que lo utiliza para la formación de seminaristas, sustento del clero, actividades escolares, formación cultural y subvenciones en las diversas circunscripciones eclesiásticas de Medio Oriente.

En concreto, la Custodia de Tierra Santa tiene casi 1150 empleados entre Israel y Palestina quienes trabajan en 15 escuelas, 4 casas para peregrinos, 80 santuarios y 25 parroquias.

Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, la recaudación total de la colecta en 2019 fue de 8.279.209,64 dólares de los cuales 3.276.252,00 dólares se destinaron a la formación académica, espiritual y humana de los seminaristas y sacerdotes; y cuando fue posible de los laicos, bajo la jurisdicción de la Congregación para las Iglesia Orientales.

Las ayudas comprenden becas, tasas universitarias, gastos de salud, entre otros, de las que se benefician más de 300 estudiantes. La Congregación para las Iglesias Orientales contribuye también al sustento del Pontificio Instituto Oriental, una institución académica de enseñanza superior.

Por último, la Congregación para las Iglesias Orientales indicó que “la generosidad de los fieles católicos hacia los hermanos y hermanas de Medio Oriente puede resolver tantos problemas, pero la oración y el apoyo moral son aún más necesarios”.

Por ello, el dicasterio vaticano invitó a “adoptar, aunque si no se conoce el nombre, a un cristiano de Medio Oriente, para rezar por él/ella durante todo el año 2020”.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MIÉRCOLES 4 DE MARZO DE 2020

Lecturas de hoy Miércoles de la 1ª semana de Cuaresma
Hoy, miércoles, 4 de marzo de 2020



Primera lectura
Lectura de la profecía de Jonás (3,1-10):

EL Señor dirigió la palabra a Jonás:
«Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré».
Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa; hacían falta tres días para recorrerla. Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando:
«Dentro de cuarenta días, Nínive será arrasada».
Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor.
La noticia llegó a oídos del rey de Nínive, que se levantó de su trono, se despojó del manto real, se cubrió con rudo sayal y se sentó sobre el polvo. Después ordenó proclamar en Nínive este anuncio de parte del rey y de sus ministros:
«Que hombres y animales, ganado mayor y menor no coman nada; que no pasten ni beban agua. Que hombres y animales se cubran con rudo sayal e invoquen a Dios con ardor. Que cada cual se convierta de su mal camino y abandone la violencia. ¡Quién sabe si Dios cambiará y se compadecerá, se arrepentirá de su violenta ira y no nos destruirá!».
Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 50,3-4.12-13.18-19

R/. Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias

V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

V/. Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

V/. Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio segun san Lucas (11,29-32):

EN aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús,
y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 4 de marzo de 2020
Edgardo Guzmán, cmf

Queridos amigos y amigas:

El libro de Jonás es una especie de larga parábola cuyo mensaje principal es la universalidad de la salvación: la misericordia de Dios no se limita solo a su pueblo elegido, sino que abraza a toda la humanidad. Por segunda vez, el profeta viene mandado por Dios a la capital del reino asirio: Nínive, que era una ciudad inmensa. Para anunciar la destrucción de la ciudad a causa del mal comportamiento de sus habitantes. En la primer llamada Jonás responde huyendo de la misión que Dios le confía: ¿Cómo puede un pequeño hombre profetizar la destrucción de una “superpotencia” enemiga en su propio territorio?

En su calidad de profeta Jonás anuncia la palabra de amenaza y de atención en nombre de Dios (v.4) y su predicación toca el corazón de los habitantes de Nínive y del mismo rey. «Los ninivitas creyeron en Dios». Es interesante notar que el cambio de vida, la conversión brota porque «creyeron en Dios». El cambio de comportamiento es sostenido por la esperanza de que el arrepentimiento sincero del ser humano toca el corazón de Dios que ofrece perdón y reconciliación.

Mientras la gente se reúne entorno a Jesús, él les responde a los que «por ponerlo a prueba le han pedido un signo del cielo». Jesús rechaza un signo que apague la curiosidad y la sed de lo sorprendente, en su respuesta deja intuir su propia identidad divina «aquí hay uno que es más que Jonás». Les está diciendo que él mismo es el Signo del cielo, el Mesías prometido y largamente esperado por el pueblo de Israel, pero que ahora no lo reconocen porque se presenta de un modo muy diverso respecto a lo que la gente esperaba de él.

Jesús es un llamado viviente a la conversión, como lo fue Jonás para los habitantes de Nínive, lo sigue siendo él para su comunidad de discípulos. Jesús huye de los signos que llamen la atención, nos ofrece su palabra y la misericordia de Dios. En la Cuaresma estamos invitados a no quedarnos en una práctica superficial de este tiempo, contentándonos con pequeñas acciones, como especie de “floreros cuaresmales”, para tranquilizar nuestra conciencia. El llamado a la conversión debe llegar a lo más profundo de nuestra vida. Ser capaces de descubrir los signos de la presencia del amor de Dios y responder a ellos con gratuidad. De esa forma comenzará a brotar en nosotros el deseo de una vuelta sincera al Señor.

Fraternalmente, Edgardo Guzmán CMF

eagm796@hotmail.com

BUENOS DÍAS!!!!



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