sábado, 15 de diciembre de 2018

IMÁGENES DE PESEBRE NAVIDEÑO PARA COLOREAR Y IMPRIMIR


































IMÁGENES DE PESEBRE NAVIDEÑO PARA IMPRIMIR












LOS ORÍGENES DE LA CELEBRACIÓN DE LA NAVIDAD


Los orígenes de la celebración de la Navidad
Es bastante difundida la versión de que ese día se celebraba en Roma la victoria de la luz sobre la oscuridad


Por: Francisco Vaaro | Fuente: www.primeroscristianos.com 




Los cristianos de la primera generación, es decir, aquellos que escucharon directamente la predicación de los Apóstoles, conocían bien y meditaban con frecuencia la vida de Jesús. Especialmente los momentos decisivos: su pasión, muerte redentora y resurrección gloriosa.

También recordaban sus milagros, sus parábolas y muchos detalles de su predicación. Era lo que habían oído contar a aquellos que habían seguido al Maestro durante su vida pública, que habían sido testigos directos de todos aquellos acontecimientos.

Acerca de su infancia sólo conocían algunos detalles que tal vez narrara el propio Jesús o su Madre, aunque la mayor parte de ellos María los conservaba en su corazón

Cuando se escriben los evangelios sólo se deja constancia en ellos de lo más significativo acerca del nacimiento de Jesús. Desde perspectivas diferentes, Mateo y Lucas recuerdan los mismos hechos esenciales: que Jesús nació en Belén de Judá, de la Virgen María, desposada con  José, pero sin que Ella hubiese conocido varón. Además, hacia el final de los relatos sobre la infancia de Jesús, ambos señalan que después fueron a vivir a Nazaret.

Mateo subraya que Jesús es el Mesías descendiente de David, el Salvador en el que se han cumplido las promesas de Dios al antiguo pueblo de Israel. Por eso, como la pertenencia de Jesús al linaje de David viene dada por ser hijo legal de José, Mateo narra los hechos fijándose especialmente en el cometido del Santo Patriarca.

Por su parte,  Lucas, centrándose en la Virgen -que representa también a la humanidad fiel a Dios-, enseña que el Niño que nace en Belén es el Salvador prometido, el Mesías y Señor, que ha venido al mundo para salvar a todos los hombres.

En el siglo II el deseo de saber más sobre el nacimiento de Jesús y su infancia hizo que algunas personas piadosas, pero sin una información histórica precisa, inventaran relatos fantásticos y llenos de imaginación. Se conocen algunos a través de los evangelios apócrifos. Uno de los relatos más desarrollados sobre el nacimiento de Jesús contenido en los apócrifos es el que se presenta en el llamado Protoevangelio de Santiago, según otros manuscritos, Natividad de María, escrito a mediados del siglo II.

En las primeras generaciones de cristianos la fiesta por excelencia era la Pascua, conmemoración de la Resurrección del Señor. Todos sabían bien en qué fechas había sido crucificado Jesús y cuándo había resucitado: en los días centrales de la celebración de la fiesta judía de la Pascua, en torno al día 15 de Nisán, es decir, el día de luna llena del primer mes de primavera.

Sin embargo, posiblemente no conocían con la misma certeza el momento de su nacimiento. No formaba parte de las costumbres de los primeros cristianos la celebración del cumpleaños, y no se había instituido una fiesta particular para conmemorar el cumpleaños de Jesús.


¿Por qué se celebra el 25 de diciembre?
Hasta el siglo III no tenemos noticias sobre el día del nacimiento de Jesús. Los primeros testimonios de Padres y escritores eclesiásticos señalan diversas fechas. El primer testimonio indirecto de que la natividad de Cristo fuese el 25 de diciembre lo ofrece Sexto Julio Africano el año 221. La primera referencia directa de su celebración es la del calendario litúrgico filocaliano del año 354 (MGH, IX,I, 13-196): VIII kal. Ian. natus Christus in Betleem Iudeae ("el 25 de diciembre nació Cristo en Belén de Judea"). A partir del siglo IV los testimonios de este día como fecha del nacimiento de Cristo son comunes en la tradición occidental, mientras que en la oriental prevalece la fecha del 6 de enero.



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Una explicación bastante difundida es que los cristianos optaron por ese día porque, a partir del año 274, el 25 de diciembre se celebraba en Roma el dies natalis Solis invicti, el día del nacimiento del Sol invicto, la victoria de la luz sobre la noche más larga del año.

Esta explicación se apoya en que la liturgia de Navidad y los Padres de la época establecen un paralelismo entre el nacimiento de Jesucristo y expresiones bíblicas como "sol de justicia" (Ma 4,2) y "luz del mundo" (Jn 1,4ss.).

Sin embargo, no hay pruebas de que esto fuera así y parece difícil imaginarse que los cristianos de aquel entonces quisieran adaptar fiestas paganas al calendario litúrgico, especialmente cuando acababan de experimentar la persecución.

Otra explicación más plausible hace depender la fecha del nacimiento de Jesús de la fecha de su encarnación, que a su vez se relacionaba con la fecha de su muerte. En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirma que "nuestro Señor fue concebido el 8 de las kalendas de Abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día que murió" (B. Botte, Les Origenes de la Noël et de l’Epiphanie, Louvain 1932, l. 230-33). En la tradición oriental, apoyándose en otro calendario, la pasión y la encarnación del Señor se celebraban el 6 de abril, fecha que concuerda con la celebración de la Navidad el 6 de enero.

La relación entre pasión y encarnación es una idea que está en consonancia con la mentalidad antigua y medieval, que admiraba la perfección del universo como un todo, donde las grandes intervenciones de Dios estaban vinculadas entre sí.

Se trata de una concepción que también encuentra sus raíces en el judaísmo, donde creación y salvación se relacionaban con el mes de Nisán.

El arte cristiano ha reflejado esta misma idea a lo largo de la historia al pintar en la Anunciación de la Virgen al niño Jesús descendiendo del cielo con una cruz.

Así pues, es posible que los cristianos vincularan la redención obrada por Cristo con su concepción, y ésta determinara la fecha del nacimiento. "Lo más decisivo fue la relación existente entre la creación y la cruz, entre la creación y la concepción de Cristo" (J. Ratzinger, El espíritu de la liturgia, 131).

La difusión de la celebración litúrgica de la Navidad fue rápida. En la segunda mitad del siglo IV se va extendiendo por todo el mundo cristiano: por el norte de Africa (año 360), por Constantinopla (año 380), por España (año 384) o por Antioquía (año 386). En el siglo V la Navidad es una fiesta casi universal.

ESTOS 5 POSTRES NO SOLO ENDULZAN, TAMBIÉN TIENE UNA INSPIRACIÓN CRISTIANA

Estos 5 postres no solo endulzan, también tienen una inspiración cristiana



¿Has probado alguno de estos postres? Son muy comunes en muchas regiones del mundo.

Cada uno de ellos guarda una relación increíble y poco conocida con la fe cristiana.


Waffles
Son parte del desayuno típico estadounidense, pero lo que pocos saben es que en sus inicios se inspiraron en las hostias.

Después de años y variaciones en su diseño y uso, terminaron siendo los deliciosos waffles que muchos conocemos hoy.



Turrón de Doña Pepa:
En el siglo XVIII, una esclava peruana llamada Josefa Marmanillo, comenzó a padecer parálisis en los brazos.

Escuchó las noticias sobre los milagros concedidos a los devotos del llamada Cristo de Pachacamilla y oró por su curación. Se recuperó muy pronto y en agradecimiento creó un postre en honor a Él.

Así surgió Turrón de Doña Pepa, conformado por galletas de harina y manteca en forma de bastones unidos entre sí, bañado en miel de chancaca, frutas y grageas de caramelo.

Doña Josefa (o Doña Pepa) preparaba su dulce para honrar a Cristo y lo solía compartir con la gente.


Rosca de Reyes
Este postre español que fue adoptado por la mayoría de los países hispanohablantes. Se come tradicionalmente el 6 de enero para celebrar la Epifanía o Bajada de Reyes.

Su forma redonda se asemeja a una corona, y en una de las tradiciones se coloca un muñeco de Jesús y una haba en la masa.

Al repartirlo, quien le toque el pedazo con el Niño Jesús o un muñeco será considerado afortunado, y quien le toque la haba será considerado como “el tonto del haba”.



Pionono
Es un bizcochuelo delgado, enrollado con dulce de leche. Fue preparado por primera vez en 1897 por Ceferino Isla González para honrar al Papa San Pío IX (Pío Nono), en agradecimiento por proclamar el dogma de la Inmaculada Concepción.

Dicen que no solo quiso usar el nombre del Pontífice sino copiar algunas características físicas: aspecto cilíndrico y revestido de blanco.



Bastones de Dulce
Estos caramelos blancos y rojos clásicos de Navidad son muy populares en los países de habla inglesa y conocidos en todo el mundo.

Una de las historias de su origen cuenta que un hombre quiso dar mensajes cristianos en una época de persecución en Europa en el siglo XVIII.

Este hombre creó el dulce y mientras algunos pensaban que era un bastón de caramelo, los cristianos sabían que invirtiéndolo sería una “J”, la inicial de Jesús. Además lleva el rojo por la sangre de la Pasión y el blanco por su Resurrección.  

UNA ORACIÓN PARA ENCENDER LA TERCERA VELA DE LA CORONA DE ADVIENTO 2018


Una oración para encender la tercera vela de la Corona de Adviento
 diciembre 15, 2018
Fuente: ChurchPOP 




Enciende la tercera vela de la Corona de Adviento (sí, la rosada) con esta oración:

Guía: En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.

Guía: Ven Espíritu Santo,

Todos: Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Guía: Envía tu Espíritu creador.

Todos: Y renovarás la faz de la tierra.

Guía: ¡Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo!, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre del bien y gozar de sus consuelos. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Todos: Amén.

Bienvenida
Guía: Una vez más nos reunimos, atentos al anuncio de la llegada de Dios Nuestro Señor. Se acerca la gran fiesta de Navidad, la fiesta del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo en Belén y en nuestros corazones. Preparémonos a recibir a nuestro Salvador reuniéndonos en torno a esta corona.

(Se enciende la tercera vela)

Palabra De Dios
Guía: Escuchemos la palabra de Dios. 
Lector: Lectura del Santo Evangelio según San Juan 
(Jn 1, 6-8.19-28)

En medio de vosotros está uno a quien no conocéis
“Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz, y este fue el testimonio de Juan, a que le preguntaran: ‘¿Tú quién eres?’ Él confesó sin reservas: ‘Yo no soy el Mesías.’ Le preguntaron: ‘¿Entonces qué? ¿Eres tú Elías?’ Él dijo: ‘No lo soy.’ ‘¿Eres tú el Profeta?’ Respondió: ‘No.’ Y le dijeron: ‘¿Quién eres?’ Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ‘¿qué dices de ti mismo?’ Él contestó: ‘Yo soy la voz que grita en el desierto: ‘Allanad el camino del Señor’ (como dijo el Profeta Isaías.’ Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: ‘Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?’ Juan les respondió: ‘Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, que existía antes que yo y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.’ Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando”.
Lector: Palabra de Dios. 
Todos: Gloria a Tí, Señor, Jesús.

Reflexión
Guía: Él ha venido como el médico que cura las más profundas enfermedades del hombre. Por esto, la peor de nuestras enfermedades, el pecado, en esta visión de la gran misericordia del Señor, es simplemente un obstáculo porque el Salvador divino ha venido a socorrernos.

Diálogo
(Después de unos momentos de silencio el guía debe motivar que los participantes hagan comentarios sobre el texto bíblico. Para terminar este diálogo se invita a los presentes a hacer un compromiso.)

Compromiso
Guía: Pongámonos en presencia de Dios y meditemos: 
En el contacto con Dios, a través de la oración nos damos cuenta de lo que aún tenemos que cambiar. La conversión es un proceso de todos los días, y tiene sólo un límite: el ser perfectos como nuestro Padre celestial es perfecto. 
(Reflexión en silencio)

Despedida
Guía:Señor, gracias por reunirnos una vez más en torno a esta corona. Ayúdanos a vivir intensamente este Adviento y prepararnos para recibirte. Por Cristo Nuestro Señor.
Todos: Amén. 
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 
Todos: Amén.



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