viernes, 14 de diciembre de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 13 DE DICIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
13 de Diciembre




Ya hace días que todos estamos pensando en la próxima Navidad; estamos pensando en ella y la estamos esperando; como espera el niño el día de fiesta o el paseo; con la ilusión de la novia que sueña en el momento de la consagración de su amor ante el altar de Dios.

Y es que la fiesta de Navidad es para los cristianos de todo el mundo todo eso: una fiesta, un paseo, una entrega de Dios al hombre.


P. Alfonso Milagro

FELIZ VIERNES!!







miércoles, 12 de diciembre de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 12 DE DICIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
12 de Diciembre



¿Por qué la Noche de Navidad es Nochebuena?

Porque nace el verdadero Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo, ese pecado colectivo que fabricamos todos los hombres de todos los tiempos. Porque nace Aquel que nos dará como precepto de su religión: Ámense los unos a los otros. Porque nace el que pudo decir: Yo soy la resurrección y la vida; quien cree en mí, aunque muera, vivirá para siempre.

Motivos más que suficientes para que llamemos a esa noche una verdadera Nochebuena.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 11 DE DICIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
11 de Diciembre



¿Por qué la Noche de Navidad es Nochebuena?

Porque en ella nace el mensajero de la Buena Nueva de Dios para todos los hombres. Porque nace la luz del mundo, para que no caminemos en nuestra vida por las tinieblas del pecado. Porque nace el que viene a darnos verdaderas ganas de vivir, otorgando a nuestra vida un nuevo sentido y una nueva orientación. Porque nace aquel que ha sido el único capaz de poder afirmar con verdad: Vengan a mí todos los que están tristes y sufriendo. Yo los aliviaré.


P. Alfonso Milagro



ES CORRECTO DECIR FELICES FIESTAS EN ESTA ÉPOCA DE NAVIDAD?


¿Es correcto decir "felices fiestas" en esta época de Navidad?
Nuestra sociedad parece perder más y más el sentido de estas festividades


Por: P. Edgardo Rodriguez | Fuente: PadreSam.com 




Aunque todavía estamos en Adviento, el ambiente navideño se deja sentir por todas partes. La ornamentación en las calles de la ciudad, en las casas, en los centros comerciales así como las celebraciones festivas en las empresas, en los negocios y en otros lugares, nos hacen pensar que ya ha llegado la Navidad. Quizá ninguna otra época en el año despierta tantos sentimientos nobles cómo esta. La sonrisa en el rostro de los niños, el compartir con los demás, el llevar un poco de alegría a los más pobres y desamparados están a la orden del día.

Pero nuestra sociedad parece perder más y más el sentido de estas festividades. Se nos olvida incluso, que Jesucristo es el motivo principal de estas celebraciones. Por eso, un hecho que aconteció hace unos días, causó sorpresa en muchos. Se los comparto: el 1° de diciembre recién pasado, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, al iluminar el árbol de Navidad nacional en Washington D.C., hizo referencia a Jesús en el discurso que dirigió en esa ocasión, afirmando que Jesucristo es el motivo principal de las celebraciones navideñas. Se trata de una sorpresa doble, pues, en primer lugar, sabemos que el presidente del país norteamericano no goza de la simpatía de muchos, debido a sus actitudes discriminatorias, prepotentes, racistas, machistas y otras. En segundo lugar, en años anteriores, los mensajes navideños del presidente de los Estados Unidos, omitían toda referencia a Jesucristo, en concordancia con la actitud laicista de su gobierno y de otros gobiernos de la tierra. Y es que, en los últimos años, el laicismo va ganando terreno. Lo notamos por todas partes: se pretende minimizar o hasta anular toda expresión religiosa y toda referencia a Dios y a lo sagrado. Y esa corriente influye incluso en el lenguaje, pues ahora en muchos lugares las personas ya no se desean “Feliz Navidad” sino más bien, “Felices Fiestas”, pues según los que piensan así, los no cristianos pueden sentirse ofendidos o discriminados al hacer cualquier alusión a Jesucristo en los discursos oficiales, así como en las conversaciones privadas.

Tengamos cuidado de no caer nosotros también en esas actitudes. Evitemos usar el “felices fiestas” en esta temporada. Digamos más bien “Feliz Navidad”. Recordemos que el nacimiento de Jesucristo es el que le da sentido a todas estas festividades, pues Él, con su advenimiento, trajo paz, alegría y salvación a los hombres y mujeres de todos los pueblos de la tierra.

No perdamos nuestra identidad como cristianos, y tampoco nos dejemos robar la Navidad.

ORACIONES A LA VIRGEN DE GUADALUPE


Oraciones a la Virgen de Guadalupe
Fuente: Aciprensa




Oración I

¡Oh Virgen Inmaculada, Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos y preséntala ante tu Hijo Jesús, único redentor nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todos nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa.

Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorga abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe, y celosos dispensadores de los misterios de Dios.


Oración II

Dios de poder y de misericordia, bendeciste las Américas en el Tepeyac con la presencia de la Virgen María de Guadalupe. Que su intercesión ayude a todos, hombres y mujeres, a aceptarse entre sí como hermanos y hermanas.

Por tu justicia, presente en nuestros corazones, reine la paz en el mundo. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.


Oración III

Santa María de Guadalupe, Mística Rosa, intercede por la Iglesia, protege al Soberano Pontífice, oye a todos los que te invocan en sus necesidades. Así como pudiste aparecer en el Tepeyac y decirnos: "Soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios", alcánzanos de tu Divino Hijo la conservación de la Fe. Tú eres nuestra dulce esperanza en las amarguras de esta vida. Danos un amor ardiente y la gracia de la perseverancia final. Amén.


Oración IV

Virgen Santísima de Guadalupe, Madre de Dios, Señora y Madre nuestra. Venos aquí postrados ante tu santa imagen, que nos dejaste estampada en la tilma de Juan Diego, como prenda de amor, bondad y misericordia. Aún siguen resonando las palabras que dijiste a Juan con inefable ternura: "Hijo mío queridísimo, Juan a quien amo como a un pequeñito y delicado," cuando radiante de hermosura te presentaste ante su vista en el cerro del Tepeyac.

Haz que merezcamos oír en el fondo del alma esas mismas palabras. Sí, eres nuestra Madre; la Madre de Dios es nuestra Madre, la más tierna, la más compasiva. Y para ser nuestra Madre y cobijarnos bajo el manto de tu protección te quedaste en tu imagen de Guadalupe.

Virgen Santísima de Guadalupe, muestra que eres nuestra Madre. Defiéndenos en las tentaciones, consuélanos en las tristezas, y ayúdanos en todas nuestras necesidades. En los peligros, en las enfermedades, en las persecuciones, en las amarguras, en los abandonos, en la hora de nuestra muerte, míranos con ojos compasivos y no te separes jamás de nosotros.


Oración V

Virgen de Guadalupe, Madre de América. Tiende tu protección sobre todas las naciones del Continente y renueva su fidelidad a Cristo y a la Iglesia. Suscita propósitos de equidad y rectitud en sus gobernantes. Protege a los hermanos de Juan Diego para que no sufran discriminación. Cuida a los niños. Guarda la unidad de las familias... Que desde esta tu Imagen manifiestes siempre tu clemencia, tu compasión y tu amparo. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



Oración VI

Virgen Santísima de Guadalupe, Madre y Reina de nuestra patria. Aquí nos tienes humildemente postrados ante tu prodigiosa imagen. En Ti ponemos toda nuestra esperanza. Tú eres nuestra vida y consuelo. Estando bajo tu sombra protectora, y en tu maternal regazo, nada podremos temer. Ayúdanos en nuestra peregrinación terrena e intercede por nosotros ante tu Divino Hijo en el momento de la muerte, para que alcancemos la eterna salvación del alma. Amén.

IMÁGENES Y GIFS DE LA VIRGEN DE GUADALUPE



































FELIZ FIESTA DE LA VIRGEN DE GUADALUPE!! 12 DE DICIEMBRE


¡Feliz Fiesta de la Virgen de Guadalupe!
POR ABEL CAMASCA | ACI Prensa





“No se entristezca tu corazón… ¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”, le dijo la Virgen de Guadalupe al afligido Juan Diego un 12 de diciembre de 1531. Ella, la Emperatriz de América y Patrona de México, quiso dejar su imagen desde ese día en una sencilla “tilma” como señal del Amor de Dios para creyentes y no creyentes.

Con motivo de esta gran celebración, las puertas de Basílica de San Pedro se abrirán hoy para que el Papa Francisco junto a miles de fieles latinoamericanos y 750 sacerdotes concelebrantes festejen una gran Misa criolla en castellano.

La historia de la Virgen del Tepeyac

Solo diez años después de la conquista de México, los misioneros tenían poco éxito en la evangelización y conversión de los nuevos pueblos, en gran parte por el mal ejemplo de los que llamándose cristianos, abusaban de los nativos.

El 9 de diciembre de 1531 la Virgen se le apareció a un humilde indio, convertido al cristianismo, llamado Juan Diego, en un lugar denominado Tepeyac. María se presentó como “la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios”.

La Reina del Cielo le encomendó que en su nombre le pidiese al Obispo Capitalino, el franciscano Juan de Zumárraga, la construcción de una Iglesia en el lugar de la aparición.

El Obispo no aceptó la idea y la Virgen le pidió que insistiera. Al día siguiente, Juan Diego volvió a encontrar al Prelado, quien lo examinó en la doctrina cristiana y le pidió pruebas objetivas del prodigio.

El martes 12 de diciembre, la Virgen se le presentó y consoló a Juan Diego diciéndole “No temas…”  porque su tío ya estaba curado. Luego lo invitó a subir a la cima de la colina del Tepeyac para que recogiera flores y se las trajera.

A pesar de la estación invernal y la aridez del lugar, San Juan Diego encontró flores muy hermosas y la colocó en su “tilma”. La Virgen entonces le mandó que se las presentara al Obispo.

Estando frente al Prelado, el Santo abrió su “tilma” y dejó caer las flores. En el tejido apareció la imagen de la Virgen de Guadalupe y el Obispo y demás presentes cayeron de rodillas con gran asombro. Luego el Obispo pidió perdón.

Al día siguiente fueron al monte del Tepeyac, donde de inmediato la gente se ofreció para elevar el templo. Juan Diego pidió permiso y fue presurosamente a ver a su tío Juan Bernardino, que había estado muy grave de salud, y al llegar vio que su pariente estaba recuperado.

Allí Juan Diego le contó lo sucedido y el tío respondió diciendo que la Virgen también se le había aparecido y que Ella le había pedido que contara lo de su curación al Obispo.

Con el manto, la Virgen trajo reconciliación entre nativos y españoles porque con los símbolos que allí aparecen, las dos culturas podían entender perfectamente el mensaje del Cielo. De igual modo, les ayudó a comprender que la fe cristiana no es propiedad de nadie, sino un don de amor para todos.

En los 7 años después de las apariciones, hubo una conversión de 8 millones de nativos. Lo que es un promedio de 3 mil hombres diarios y que hace recordar a la predicación de San Pedro en el día de Pentecostés, en el que también se convirtieron 3 mil hombres aquella fecha.

Cada año se acercan a la venerada imagen alrededor de 20 millones de fieles y en el día de su fiesta, se calcula que casi tres millones acuden al santuario.

“Mucho quiero, ardo en deseos de que aquí tengan la bondad de construirme mi templecito, para allí mostrárselo a ustedes, engrandecerlo, entregárselo a Él, a Él que es todo mi amor, a Él que es mi mirada compasiva, a Él que es mi auxilio, a Él que es mi salvación”, dijo la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego.

“Porque en verdad yo me honro en ser madre compasiva de todos ustedes, tuya y de todas las gentes que aquí en esta tierra están en uno, y de los demás variados linajes de hombres, mis amadores, los que a mí clamen, los que me busquen, los que me honren confiando en mi intercesión. Porque allí estaré siempre dispuesta a escuchar su llanto, su tristeza, para purificar, para curar todas sus diferentes miserias, sus penas, sus dolores”, añadió la Madre de las Américas.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...