lunes, 3 de septiembre de 2018

FRENTE A LOS QUE SÓLO BUSCAN EL ESCÁNDALO Y LA DIVISIÓN, EL PAPA FRANCISCO PROPONE ESTA RESPUESTA


Frente a los que sólo buscan el escándalo y la división el Papa propone esta respuesta
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media




Frente a aquellas personas que sólo buscan crear discordia, división y generar escándalo, incluso en el seno de la familia, el Papa Francisco propuso actuar del mismo modo que actuaba Jesús frente a aquellos que le perseguían: el silencio.

En su homilía durante la Misa celebrada este lunes 3 de septiembre en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano, el Santo Padre explicó cómo Jesús empleaba el silencio para derrotar al diablo cuando éste se metía en el corazón de las personas.

Como ejemplo de ello, se refirió al fragmento del Evangelio del día, de San Lucas, en el que se narra su enseñanza en la sinagoga de Cafarnaúm y cómo se revela al pueblo proclamando que las palabras del profeta Isaías se cumplían en Él: “Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy”.

Ante el revuelo ocasionado entre los oyentes mostrando incredulidad y asombro por las palabras de Jesús, su paisano al que conocían de toda la vida, el Señor responde con palabras duras, lo que provoca la ira de la gente: “Levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó”, dice el Evangelio.

Francisco explicó que aquellas gentes no se comportaban como personas, sino como “una jauría de perros salvajes que lo sacaron fuera de la ciudad. No razonaban, gritaban. Jesús callaba. Lo llevaron a lo alto de un monte para despeñarlo”.

El Santo Padre destacó la actitud silenciosa de Jesús, y cómo consigue librarse de la muchedumbre enfurecida con total facilidad. “La dignidad de Jesús: con su silencio vence a aquella jauría salvaje y se marcha, porque aún no había llegado la hora”.

Según señaló el Papa, el cambio de actitud de las gentes de Cafarnaúm –que pasaron de acudir a la sinagoga empujados por la curiosidad de ser testigos de los que haría y diría Jesús, a querer asesinarlo– responde a la acción del diablo.

El Pontífice aseguró que es lo mismo que ocurrió el Viernes Santo: “La gente que el domingo llevaba las palmas, festejaba la llegada de Jesús y lo aclamaba diciendo ‘bendito tú, hijo de David’, pasó a gritar ‘crucifícalo’. Habían cambiado. El diablo había sembrado la cizaña en el corazón, y Jesús se mantenía en silencio”.

La enseñanza de Jesús, continuó el Papa, es que “cuando se produce esta reacción que impide ver la verdad, sólo se puede actuar con el silencio”.

“El silencio que vence, por medio de la Cruz. El silencio de Jesús. Pero cuántas veces en las familias comenzamos una discusión sobre política, sobre deporte, sobre dinero y una vez y otra esas familias terminan destruidas. Destruidas por discusiones en las que se ve que es el diablo el que quiere destruir”.

Frente a esa situación el Papa propone el silencio. “Porque la verdad es tierna, la verdad es silenciosa, la verdad no es ruidosa. No es fácil hacer lo que hizo Jesús, pero está la dignidad del cristiano que permanece anclada a la fuerza de Dios”.

“Con las personas que no tienen buena voluntad, con las personas que tan sólo buscan el escándalo, que tan solo buscan la división, que sólo buscan la destrucción, incluso en las familias: silencio. Y oración”, concluyó el Papa.

Evangelio comentado por el Papa Francisco:

Lucas 4:16-30

16 Vino a Nazará, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura.

17 Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito:

18 El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos

19 y proclamar un año de gracia del Señor.

20 Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él.

21 Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy.»

22 Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»

23 El les dijo: «Seguramente me vais a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria.»

24 Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria.»

25 «Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país;

26 y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón.

27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio.»

28 Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira;

29 y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle.

30 Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 3 SEPTIEMBRE 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 22ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 3 de septiembre de 2018


Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (2,1-5):

Yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado. Me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 118,97.98.99.100.101.102

R/. ¡Cuánto amo tu voluntad, Señor!

¡Cuánto amo tu voluntad!:
todo el día estoy meditando. R/.

Tu mandato me hace más sabio que mis enemigos,
siempre me acompaña. R/.

Soy más docto que todos mis maestros,
porque medito tus preceptos. R/.

Soy más sagaz que los ancianos,
porque cumplo tus leyes. R/.

Aparto mi pie de toda senda mala,
para guardar tu palabra. R/.

No me aparto de tus mandamientos,
porque tú me has instruido. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (4,16-30):

En aquel tiempo, fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista; para dar libertad a los oprimidos, para anunciar el año de gracia del Señor.»
Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.» 
Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?» 
Y Jesús les dijo: «Sin duda me recitaréis aquel refrán: "Médico, cúrate a ti mismo"; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.» 
Y añadió: «Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Elíseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.»
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 3 de septiembre de 2018
CR


Anunciar el año de gracia

Nos metemos con Jesús en la sinagoga de Nazaret. Es sábado, y Jesús se pone en pie para leer las Escrituras. Le toca un mensaje de gracia: llevar la buena noticia a los pobres, libertad a los presos y oprimidos y anunciar el año favorable del Señor.  Lo sorprendente es su comentario: “Hoy se cumple esta palabra delante de vosotros.” Él es el profeta, se identifica como el consagrado para anunciar al pueblo tan buenas noticias, tiempos felices para los hombres.

Nos pueden sorprender las reacciones de sus paisanos de Nazaret. Tan volubles, tan humanas. De entrada, se admiran de la belleza y autoridad de sus palabras; como tantas veces, la gente quedaba seducida. Pero pronto aparecen las malas hierbas que crecen en el corazón humano, y de las que, con frecuencia, habla Jesús, y todo se tuerce: la hipocresía, la envidia, la religión formalista, la imagen de Dios manipulada, el pecado no reconocido, lo que sea.

Además, el profeta Jesús, en su mensaje y en sus proyectos, no cautivaba demasiado las expectativas de la gente de su pueblo. Presentaba un proyecto, universal y de servicio, para pobres y cautivos que no juzgaban adecuado a lo que les pertenecía por paisanaje.

¿Y nosotros? Acordándonos de la parábola del sembrador, sabemos con qué facilidad pasamos de una acogida fervorosa de la Palabra al olvido y la actitud tibia con Jesús. (Y no pensemos en el rechazo o la infidelidad).

Más sutil y más torcida sería la reacción de los que se niegan al Dios de la “gracia y liberación.” Y es el Dios que nos revela Jesús. ¡Reacción que se da! Estiman que es un Dios de rebajas porque no insiste en el castigo, en la ira y en la desolación. ¿Cómo es posible la afición a tantas revelaciones recientes con mensajes terribles que nos amenazan con mil castigos inminentes de Dios?
Qué bien estaría que nosotros, como seguidores de Jesús, fuéramos siempre anunciadores de “tiempos de gracia”, de libertad, de perdón, de justicia. Y si acaso esto puede llevarnos a momentos de ser mal mirados (¡ilusos, buenistas, dais armas al enemigo, ingenuos!) el Señor nos dirá la última palabra.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 3 SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
3 septiembre



Ser cristiano es estar impregnado hasta las raíces mismas del propio ser por la persona viva de Cristo de tal modo que sea Cristo el que vive en nosotros.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 2 SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
2 septiembre



El Bautismo nos hace piedras del edificio de Jesucristo; la Confirmación, nos hace arquitectos. Sé un buen arquitecto, que se luzca en alguna obra maestra, que condense todo tu ideal.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 1 SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
1 Septiembre


El apostolado es el desbordamiento de la vida interior; no podrás desbordar, si no estás saturado.

El que no arde, no enciende. Debemos vivir a Cristo y luego irradiar a Cristo.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 30 Y 31 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
30 agosto


Nuestra vida, entregada al Señor y a los hermanos; nuestra preocupación por dar a conocer a Cristo y hacerlo amar por todos los hermanos; no pensar sino en Cristo, no hablar sino de Cristo, no fatigarnos sino por las cosas de Cristo, no tener otro ideal sino Cristo... Nadie lo podrá entender, si no es mirándola con proyección escatológica.

Es el esfuerzo que hacemos para que el Reino de Dios, que es Reino de justicia, de verdad, de amor y de paz, se adelante ya a nuestros días, a nuestro mundo, a nuestro hoy y a nuestro aquí.


P. Alfonso Milagro




LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
31 agosto

El que no trae la paz, no puede ser considerado apóstol de Cristo; el que no predica la paz, ni construye, ni ofrece la paz, es inútil que se diga y presente como apóstol de Cristo; es lobo rapaz disfrazado con piel de oveja. Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces (Mt 7,15)


P. Alfonso Milagro

FELIZ SEMANA




miércoles, 29 de agosto de 2018

DIOS ES FIEL


¡Dios es fiel!
¿Alguna vez te has peleado o enfadado con alguien? 


Por: Rosario Hernández | Fuente: elblogdelafe.com 




Quiero compartirles una vez más mi historia de amor con Dios, una historia que me cambió profundamente y que ha hecho maravillas en mi vida. Les agradezco que lean las siguientes lineas.

Confieso que no soy una experta en la oración, mucho menos en la vida espiritual (que creo que es un misterio). Creo que es Dios mismo que pone las palabras y que se las ingenia para llegar a cada uno de sus hijos. Una disculpa si hablaré mucho…espero que valga la pena.

¿Alguna vez te has peleado o enfadado con alguien? Supongo que posiblemente sí… Una vez me enojé muy feo con un amigo (de muchas que lo he hecho con él, sin contar las veces que me enojado con otras personitas). Admito que me enojé muy feo, casi como una loca furiosa. Y luego viene lo peor, me sentí mal por todo ello. No me atrevía a acercarme a mi amigo para pedirle perdón, sentía pena y se me caía la cara de vergüenza. Al final lo hice y, ¿saben qué?, me perdonó, ¡Bendito Dios!

¿Que aprendí de eso? Muchas veces nos pasa lo mismo con Dios, nos alejamos, pecamos, le desagradamos, quizá le negamos, dudamos de él… nos escondemos y no nos acercamos a él. ¡Dios es fiel!

Lo que a Él le importa es que volvamos y nos presentarnos ante Él con un corazón sincero, débil, pobre, humilde. «Un corazón contrito, tú Señor, no lo desprecias». Acercarnos a Él como un amigo, no como alguien cualquiera, sino como el mejor de los amigos.

¡Es una dicha muy grande tener al Hijo de Dios como nuestro mejor amigo! ¡Qué más se puede pedir!

Seguramente pase en nuestros pequeños cerebros la pregunta: ¿dónde está Dios? y lleguemos a dudar de su amor (amor personal tú y Jesús). No es posible imaginar su amor porque es eterno, simplemente no cabe en nuestros pequeños cerebros. Pero se manifiesta en pequeños detalles de la vida…y la gracia es estar en diálogo con él, aunque al principio sea amargo y no nos guste la oración, pero ahí manifiesta su amor, aún sin sentir su presencia física.

MEDITO TU PALABRA


Medito tu palabra



En la Biblia la “ley” del Señor, se nombra con distintas palabras: el camino del Señor, su voluntad, sus palabras, su enseñanza, su sabiduría, su verdad, su voz, sus preceptos, sus normas, sus consignas y algunas más. Estos sinónimos complementan, enriquecen y profundizan el concepto de “ley”, Te ofrezco hoy este responsorio sacado del salmo 1º.

- Dichoso el hombre cuyo gozo es la ley del Señor.
- Dichoso el hombre cuyo gozo es la ley del Señor.

- Y la medita de día y de noche.
- Su gozo es la ley del Señor.

- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
- Dichoso el hombre cuyo gozo es la ley del Señor.

Meditar la palabra de Dios contenida en la Biblia es excelente. Pero puedes meditar con cualquier otro buen libro que te sirva de estímulo para pensar y reflexionar sobre los grandes temas de la vida. La meditación es una fuente de paz, de orientación, y sabiduría. Te animo a iniciar este camino. Será una acertada decisión.



* Enviado por el P. Natalio

PAPA FRANCISCO RECUERDA EL DOLOR Y LA AMARGURA DE LOS CASOS DE ABUSOS SEXUALES EN IRLANDA


Papa Francisco recuerda el “dolor y la amargura” de los casos de abusos sexuales en Irlanda
Redacción ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




En la Audiencia General del miércoles, el Papa Francisco repasó su reciente viaje a Irlanda con motivo del Encuentro Mundial de las Familias de la semana pasada y recordó el dolor por los casos de abusos sexuales.

“Mi visita a Irlanda, además de la gran alegría, tenía que hacerse cargo del dolor y de la amargura por los sufrimientos causados en el país por los varios tipos de abuso, también por parte de miembros de la Iglesia, y por el hecho de que las autoridades eclesiásticas en el pasado no hayan sabido afrontar de manera adecuada estos crímenes”.

“El encuentro con los sobrevivientes –continuó– ha dejado un signo profundo y en varias ocasiones he pedido perdón al Señor por estos pecados, por el escándalo y el sentido de traición causados”.

Francisco recordó que “he implorado a la Virgen para que interceda por la curación de las víctimas y nos de la fuerza de perseguir con firmeza la verdad y la justicia”.

“Los obispos irlandeses han emprendido un serio camino de purificación y reconciliación con aquellos que han sufrido abusos, y con la ayuda de las autoridades nacionales han establecido una serie de normas severas para garantizar la seguridad de los jóvenes”, explicó.

Sobre el mismo tema, argumentó que en el encuentro con los obispos “los animé en el esfuerzo para remediar los fracasos del pasado con honestidad y coraje, confiando en las promesas del Señor y teniendo en cuenta la profunda fe del pueblo irlandés para inaugurar un tiempo de renovación de la Iglesia en Irlanda”.

Por otro lado, afirmó que su presencia en Irlanda tenía como objetivo “confirmar a las familias cristianas en su vocación y en la misión”. “Las miles de familias –esposos, abuelos, hijos– llegados a Dublín, con toda la variedad de sus lenguas, culturas y experiencias, han sido un signo elocuente de la belleza del sueño de Dios por toda la familia humana”.

“El sueño de Dios es la unidad, la armonía y la paz, fruto de la fidelidad, del perdón y de la reconciliación que Él nos ha donado en Cristo”.

“Las familias están llamadas a hacer resplandecer la alegría evangélica, irradiando el amor de Cristo”, remarcó.

Francisco agradeció la acogida a las autoridades del país y dijo que “los testimonios de amor conyugal dados por los matrimonios de cada edad” han “recordado que el amor del matrimonio es un especial don de Dios, que hay que cultivar cada día en la ‘iglesia doméstica’ que es la familia”.

“Nos han mostrado también como la fe se pone en práctica en la vida cotidiana, ‘en torno a la mesa de casa’ y difunda su belleza en la gran comunidad de la Iglesia y de la sociedad”.

“¡Cuánto necesita el mundo de una revolución de amor, de ternura!”, exclamó en la catequesis en la Plaza de San Pedro.

Sobre el encuentro en la Pro-Catedral de Dublín, rememoró que allí “recordé que el matrimonio cristiano, pacto sacramental fundado en el amor de Cristo, es fuente de continua gracia para caminar juntos y superar la cultura de lo provisional”.

En la Fiesta de las Familias el sábado por la noche, “hemos escuchado testimonios que nos han tocado mucho, de familias que han sufrido por las guerras, familias renovadas por el perdón, familias que el amor ha salvado de la espiral de las dependencias, familias que han aprendido a usar bien los smartphones y las tablets y a dar prioridad al pasar tiempo juntos”.

Tras recordar brevemente su visita al santuario de Knock, subrayó que el Encuentro Mundial de las Familias “ha sido una experiencia profética, reconfortante, de muchas familias comprometidas en el camino evangélico del matrimonio y de la vida familias; familias discípulas y misioneras, fermento de bondad, santidad, justicia y paz”.

“En camino hacia el próximo Encuentro Mundial, que se celebrará en en rRma en 2021, confiémosle la protección de la Santa Familia de Jesús, María y José, para que en sus casas, parroquias y comunidades puedan ser verdaderamente ‘alegría para el mundo’”, concluyó.

LA EUCARISTÍA ES LA FUERZA DEL CATEQUISTA


La Eucaristía es la fuerza del catequista, afirma obispo
Redacción ACI Prensa
 Crédito: Daniel Ibañez - ACI Prensa




El Obispo de Avellaneda-Lanús (Argentina), Mons. Rubén Frassia, afirmó que Jesús presente en la Eucaristía “es la fuerza de un catequista”, quien podrá cumplir con su misión siempre y cuando pase “por la experiencia del encuentro con Él y de la conversión”.

“No pongan límites a la gracia de Dios, no se queden en excusas superficiales, el Espíritu Santo está soplando muy fuertemente”, animó el Prelado en la Jornada Catequística Diocesana del 25 de agosto, realizada en el colegio María Auxiliadora de la ciudad de Avellaneda.

En la Misa, Mons. Frassia explicó a los catequistas que sin un encuentro con Jesús, “vamos a decir muy poco a los demás. ¿Saben por qué? Porque no estamos convencidos”.


“A veces la tarea apostólica está agarrada superficialmente con alfileres: con algunos datos, con algunas costumbres, con alguna cercanía de las personas, con una cierta estructura de la parroquia o de la capilla; está todo agarrado con alfileres. Y cuando viene la crisis grande, cuando viene un viento fuerte, si no hay raíces, ‘uno se va al tacho’”, advirtió.

Frente a esto, el obispo animó a preguntarse “¿a quién seguimos?”. “No seguimos fórmulas, no seguimos doctrinas, no seguimos ideologías. ¡Seguimos a la persona por excelencia: Jesucristo, el Hijo de Dios y el Hijo de María Virgen! Una persona que está viva y no muerta”, afirmó.

En ese sentido, el encuentro con Jesucristo en estos tiempos difíciles “da el fundamento a todo”, por lo tanto urge buscarlo en su Palabra “que nos alimenta, nos nutre, nos poda, nos purifica, nos robustece”.

Sobre todo Jesús está “en la Eucaristía”, y “cuando lo adoramos, cuando lo contemplamos, cuando le hablamos, cuando escuchamos, cuando estamos en silencio en la adoración, estamos recibiendo mucha fuerza, mucha gracia; estamos recibiendo la vida, pero una vida que no tiene ocaso, no termina”, aseguró.


“La Eucaristía es la fuerza de un creyente, es la fuerza de un catequista; es la fuerza de las horas hermosas y de los momentos difíciles; es la vida que tiene esos altibajos, pero Él está presente en la Eucaristía. Es la persona por excelencia y de allí mana toda la fuerza del Espíritu de Dios”, insistió Mons. Frassia.

Finalmente, cuestionó: “¿Qué excusa uno puede poner? ‘Estoy tentado’, ‘no tengo ganas’, ‘me hicieron esto y aquello’, ‘me defraudaron los demás’ o ‘me hicieron a un lado’ o ‘me peleé con el cura’ o ‘me pasó tal cosa’; nosotros ¿seguimos esas razones? ¡Son insuficientes! ¡Nosotros seguimos a Él! Y al seguirlo a Él todo lo demás se pone en segundo lugar”.

Finalmente, el obispo pidió a los catequistas preocuparse “para que la fe crezca siempre en ustedes” y recordar que fue Jesús quien “misteriosamente irrumpió nuestra soledad, quebrantó nuestro egoísmo, nos sacó de la oscuridad y nos hizo ver la luz”.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 29 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
29 agosto



En el Evangelio hay una expresión que dice: cargar con su cruz. Los primeros cristianos la habían plasmado en el seguimiento del Maestro, que llevó la cruz hasta el calvario.

Y no deja de ser una gran verdad; cada día debemos tomar la cruz sobre nuestros hombros; cada día trae su propia cruz; cada día la cruz tiene sus aristas propias; y todo eso debe ser aceptado cada día, con renovada generosidad de entrega al amor del Señor.

Y si el amor se reconoce en la cruz y se acrisola en la cruz, la aceptación diaria de la cruz será el renuevo diario del amor. Será decirle al Señor, cada día y quizá a cada hora: Señor, cuento contigo; Tú puedes contar conmigo.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 28 agosto


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
28 agosto 



Juan el Bautista reconoció que convenía que él disminuyera, para que Cristo creciera (Jn 3,30); destruir nuestro yo, solamente para anular la propia personalidad sería no evangélico, ni humano; pero destruir el yo, para elevar a ese yo a la identificación con Cristo, no es propiamente destrucción del yo, sino sublimación.

Esa negación de sí mismo es necesaria para todo cristiano... Al fin y al cabo, el mismo camino de renuncia a sí mismo, de sufrimiento y de muerte, que siguió el Maestro, debe recorrer el que pretende ser su discípulo.


P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 29 AGOSTO 2018, MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA


Vigésimo primera Semana del Tiempo Ordinario
  Hoy es: Martirio de San Juan Bautista (29 de Agosto)


“ No os canséis de hacer el bien ”


Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3,6-10.16-18:
En nombre de nuestro Señor Jesucristo, hermanos, os mandamos: no tratéis con los hermanos que llevan una vida ociosa y se apartan de las tradiciones que recibieron de nosotros. Ya sabéis cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: no vivimos entre vosotros sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie. No es que no tuviésemos derecho para hacerlo, pero quisimos daros un ejemplo que imitar. Cuando vivimos con vosotros os lo mandamos: El que no trabaja, que no coma. Que el Señor de la paz os dé la paz siempre y en todo lugar. El Señor esté con todos vosotros. La despedida va de mi mano, Pablo; ésta es la contraseña en toda carta; ésta es mi letra. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos vosotros.

__________________________

Salmo
Sal 127,1-2.4-5 R/. Dichosos los que temen al Señor

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.
Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.

__________________________

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 17-29
En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo habla metido en la cárcel, encadenado.
El motivo era que Herodes se habla casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano.
Herodías aborrecia a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto.
La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea.
La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven:
-«Pídeme lo que quieras, que te lo doy.»
Y le juró:
-«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.»
Ella salió a preguntarle a su madre:
-«¿Qué le pido?»
La madre le contestó:
-«La cabeza de Juan, el Bautista.»
Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió:
-«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.»
El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre.
Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.


__________________


Reflexión del Evangelio de hoy

No os canséis de hacer el bien

Esta recomendación de San Pablo es fundamental para entender la misión del cristiano en su entorno vital y, muy especialmente, en la comunidad. Y esto lo dice en nombre de Cristo que, desde el principio de su vida pública, quiso vincular el Evangelio a una comunidad concreta. Hoy esta comunidad es la Iglesia en sus distintas circunscripciones: parroquia, diócesis, orden religiosa, movimiento… Donde dos o más se reúnen en el nombre de Jesús ya queda constituida la Iglesia.

Pero esto no basta. Es necesario implicarse. El bautismo ciertamente nos constituye muy especialmente en hijos de Dios y miembros de la Iglesia. Somos, por la gracia, sacerdotes, profetas y reyes, pero hemos de ejercer como tales y construir, junto a los demás, la Iglesia en su proyecto del Reino. El cristiano es “otro” Cristo y, como Él, dar testimonio con su vida del Evangelio. Es importante conocer la Palabra. Es importante participar en la eucaristía, pues es el Sacramento por excelencia. Es importante la oración que nos mantiene en la escucha del Señor… pero si todo eso no nos lleva a implicarnos en la Iglesia y en el mundo, seremos como esos cristianos que critica San Pablo y que suponían una rémora para la comunidad.

Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo
San Marcos nos narra con detalle la muerte del último gran profeta del Antiguo Testamento: Juan el Bautista. Juan muere, ciertamente, como un Profeta, es decir, como la persona que hace presente a Dios con su palabra y sus gestos, que ha comprometido su vida en esta misión y no le duelen prendas en denunciar las injusticias. Por el contrario, Herodes era un gobernante corrupto al servicio de los romanos y de sus propios intereses.

Sin embargo, Herodes, nos dice San Marcos, “temía” y “respetaba” al Profeta y, por tanto, a Dios y su Justicia, pero eso no le impidió asesinarle ante la presión de su esposa, hijastra y comensales, es decir, el “establishment” del mal, ante el que pronunció el “seudojuramento”, es decir puso su propio interés por encima del de Dios, que decía “respetar”.

En nuestro mundo abundan los “Herodes” y escasean los profetas. De hecho, la mayoría de estos últimos han sido asesinados o silenciados. Nos indignan hoy los casos de corrupción en el gobierno, las administraciones del estado, en la propia Iglesia, pero quizá tendríamos que mirarnos más las manos y el corazón para cerciorarnos de que no están manchados… Y es que es muy fácil dejarse llevar por nuestros seudojuramentos, es decir, por poner mi ego como garantía de fidelidad, a pesar de que reconocemos y respetamos a Cristo y el Evangelio.

El verdadero respeto a Dios implica la vida, toda la vida.

¿Me implico en la Iglesia o simplemente estoy?

Ante tanta corrupción, ¿me miro mis manos y mi corazón?

¿Temo y respeto a Dios o trato, más bien, de silenciar a sus Profetas?



D. Carlos José Romero Mensaque, O.P.
Fraternidad Fray Bartolomé de las Casas (Sevilla)

FELIZ MIÉRCOLES




lunes, 27 de agosto de 2018

LA LITURGIA DE LAS HORAS


La liturgia de las horas




Es común ver a sacerdotes o religiosos y religiosas detenidos durante el día para ofrecer oraciones recogidas en un pequeño libro negro. A veces incluso los laicos tienen ese mismo libro negro y se sientan en los bancos traseros de la iglesia para rezar. ¿Qué están rezando?

Sacerdotes, religiosos y diáconos están obligados a rezar diariamente lo que se denomina la Liturgia de las Horas, también conocida como Oficio Divino. Consiste en rezar un conjunto de oraciones cada día a diferentes horas, desde la mañana a la noche. Es una rutina de oración no exclusiva de los consagrados a Dios, sino una práctica de oración común para muchos laicos.

Históricamente, los judíos han rezado en intervalos fijos a lo largo del día. El rey David, quien se cree escribió los salmos, proclama:
“De tarde, de mañana, al mediodía, gimo y me lamento, pero él escuchará mi clamor”. (Salmos 55:18)

Incluso el profeta Daniel parece haber rezado a intervalos específicos.
“Cuando Daniel supo que el documento había sido firmado, entró en su casa. Esta tenía en el piso superior unas ventanas que se abrían en dirección a Jerusalén, y tres veces por día, él se ponía de rodillas, invocando y alabando a su Dios, como lo había hecho antes” (Daniel 6:11).

El pueblo judío inició una tradición de rezar tres veces al día: mañana, tarde y noche. Esto creció hasta desarrollar un programa de oraciones de salmos en particular, ya que expresaban los múltiples deseos del corazón humano.

Jesús aparece rezando los salmos en varias ocasiones, como en una de sus palabras más famosas, del salmo 22, pronunciado desde la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”.

Ya que la mayoría de los primeros cristianos eran conversos del judaísmo, continuaron con la tradición judía de rezar los salmos. Este tipo de oración se mantuvo a medida que creció la Iglesia y, según señala el padre Timothy Gallagher en su libro ‘Praying the Liturgy of the Hours’ [Rezar la Liturgia de las Horas]: “Por toda la Iglesia, en Palestina, Antioquía, Constantinopla y África, los cristianos se reunían en sus iglesias dos veces al día para rezar los salmos. Diariamente se reunían para los ‘himnos matinales y nocturnos’”.

Más tarde, esta tradición se extendió en los monasterios a rezar los salmos siete u ocho veces al día, en un esfuerzo por vivir las palabras de san Pablo de “orar sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17). Esta tradición tiene la siguiente forma:

- Maitines (durante la noche, a menudo a medianoche); también llamados Vigilias o Nocturnos (Oficio Nocturno)
- Laudes u “Oración de la mañana” (al amanecer o a las 3 a.m.)
- Prima u “Oración de la madrugada” (Primera Hora, en torno a las 6 a.m.)
- Tercia u “Oración de Media mañana” (Tercera Hora, alrededor de las 9 a.m.)
- Sexta u “Oración de Mediodía” (Sexta Hora, en torno al mediodía)
- Nona u “Oración de Media Tarde” (Novena Hora, en torno a las 3 p.m.)
- Vísperas u “Oración del Atardecer” (en torno a las 6 p.m.)
- Completa u “Oración de la Noche” (antes de ir a dormir, normalmente a las 8 p.m. o 9 p.m.)

La Iglesia extendió los 150 salmos a lo largo de estas horas y con el tiempo terminó creando un ciclo de oración. Actualmente consiste en un Salterio de cuatro semanas con el que se rezan todos los salmos en un periodo de cuatro semanas (si se observan todas las “horas” de oración).

Los monasterios contemplativos mantienen este ritmo de oración, mientras que los sacerdotes u otros religiosos activos tienden a “agrupar” las horas juntas. Por ejemplo, si un párroco tiene reuniones toda la tarde y noche, rezará la Oración del Atardecer y la Oración de la Noche seguidas inmediatamente antes de retirarse a dormir. El momento del día es menos importante para los que viven en el mundo que para los hombres y mujeres enclaustrados, que acatan un ritmo sagrado de oración y trabajo.

Desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia ha continuado fomentando esta práctica y animado al laico a unirse a esta Liturgia.
“Procuren los pastores de almas que las Horas principales, especialmente las Vísperas, se celebren comunitariamente en la iglesia los domingos y fiestas más solemnes. Se recomienda, asimismo, que los laicos recen el Oficio divino o con los sacerdotes o reunidos entre sí e inclusive en particular” (Sacrosanctum Concilium, 100).

Pero, ¿cómo se reza el Oficio Divino?
Puede resultar un poco confuso y complejo asumir la práctica de rezar la Liturgia de las Horas. En otro artículo les guiamos a través del rezo de la Liturgia de las Horas y les ofrecemos una “guía para principiantes” que desmitificará esta oración poderosa y habitual de la Iglesia.



© Philip Kosloski  

PORTADORES DE LA PAZ


Portadores de paz



La paz del corazón es un tesoro tan grande que debes cuidarla y defenderla. La ansiedad por el futuro perturba de tal manera que te impide concentrar tus energías en el presente y disfrutar las alegrías de cada día. Abandónate confiadamente en Dios que te ama y podrás vivir con plenitud y paz el momento presente.

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a la oración, especialmente hoy cuando Satanás quiere la guerra y el odio. Yo los invito de nuevo, hijitos: oren y ayunen para que Dios les dé la paz. Testimonien la paz a cada corazón y sean portadores de paz en este mundo sin paz. Yo estoy con ustedes e intercedo ante Dios por cada uno de ustedes. Y no teman, porque quien ora no teme el mal y no tiene odio en su corazón. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”.

Ojalá que, por propia experiencia, tengas la certeza que el mejor descanso, ese oasis interior de paz que necesitas al fin del día, son los brazos divinos de Dios. Allí está “la verde pradera donde recostarte, de él fluye la fuente tranquila que repara tus fuerzas agotadas”. La oración es la llave para cerrar sabiamente cada jornada. El Señor te bendiga y proteja.



* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 27 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
27 agosto



Pedro le dice al Señor: Tú eres el Cristo, el enviado del Padre... Ahora Cristo nos dice a cada uno de nosotros: Tú eres mi pequeño Cristo, mi enviado... enviado para realizar, para completar, para continuar mi obra de salvación.


Meditemos hoy cómo estamos cumpliendo nuestra misión.

Negarse a sí mismo es decir"no" a las exigencias del yo, es hacer desaparecer el yo, destruir el yo, para que se pueda construir y ver en nosotros a Cristo.


P. Alfonso Milagro
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...