domingo, 26 de agosto de 2018

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 26 AGOSTO 2018


Lecturas de hoy Domingo 21º del Tiempo Ordinario - Ciclo B
 Hoy, domingo, 26 de agosto de 2018



Primera lectura
Lectura del libro de Josué (24,1-2a.15-17.18b):

En aquellos días, Josué reunió a las tribus de Israel en Siquén. Convocó a los ancianos de Israel, a los cabezas de familia, jueces y alguaciles, y se presentaron ante el Señor. Josué habló al pueblo: «Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir: a los dioses que sirvieron vuestros antepasados al este del Éufrates o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis; yo y mi casa serviremos al Señor.»
El pueblo respondió: «¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a dioses extranjeros! El Señor es nuestro Dios; él nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la esclavitud de Egipto; él hizo a nuestra vista grandes signos, nos protegió en el camino que recorrimos y entre todos los pueblos por donde cruzamos. También nosotros serviremos al Señor: ¡es nuestro Dios!»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 33,2-3.16-17.18-19.20-21.22-23

R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria. R/.

Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra fe sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos. R/.

Aunque el justo sufra muchos males,
de todos lo libra el Señor;
él cuida de todos sus huesos,
y ni uno solo se quebrará. R/.

La maldad da muerte al malvado,
y los que odian al justo serán castigados.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él. R/.


Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (5,21-32):

Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano. Las mujeres, que se sometan a sus maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia; él, que es el salvador del cuerpo. Pues como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres corno Cristo amó a su Iglesia. Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.» Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,60-69):

En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?»
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: «¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.»
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.» Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»
Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.»

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy domingo, 26 de agosto de 2018
 Fernando Torres cmf


Reafirmar la fe en tiempos de dificultad

      Se hacía difícil para los judíos escuchar a Jesús. La oferta era ciertamente atractiva, pero les sacaba totalmente de los caminos trillados a que se habían acostumbrado. Frente a Jesús ya no eran los que conocían la ley. Tampoco podían presentar mérito ninguno. Simplemente tenían que aceptar lo que Jesús decía. Seguir a Jesús de verdad exige siempre dejarlo todo y ponerse en sus manos. Hay que abrirse a la acción de Dios que nos guía por caminos insospechados.

Comentario al Evangelio del domingo, 26 de agosto de 2018      A lo largo de su vida pública Jesús se encontraría más de una vez con el rechazo de parte de los que le escuchaban. No sólo eso. Más de una vez también, aquellos que él había elegido para seguirle, se separarían del grupo para volver atrás, a su mundo, a sus ocupaciones habituales. Se les hacía difícil caminar con Jesús, seguir su ritmo. Ciertamente, su palabra y su estilo de vida, su predicación, era atrayente, pero era también muy exigente. Y detrás habían dejado la pequeña seguridad de sus casas y sus trabajos, de sus familias y sus gentes, su mundo, su hogar.

      El Evangelio de hoy nos pone delante una de estas situaciones de crisis en el mismo grupo de Jesús. Dice expresamente que “muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él”. Pero también nos ofrece la respuesta valiente de algunos otros. Ciertamente ni unos ni otros sabían con seguridad cuál sería el final del camino. Pero los que decidieron quedarse estaban seguros de que Jesús tenía palabras de vida eterna. Su novedad les había deslumbrado de tal manera que valía la pena dejar cualquier cosa por seguirle. Fue Pedro, como otras veces, el encargado de responder en nombre del grupo. “Señor, ¿a quién vamos a acudir?” Sus palabras fueron solemnes, pero detrás de ellas se esconde un largo proceso de dudas y vacilaciones, pasos adelante y pasos atrás. Recordemos que éste es el mismo Pedro que negaría a Jesús tres veces durante la Pasión. Y que, mientras tanto, los demás discípulos habían huido. 

      Para nosotros, es importante recordar estas palabras de Pedro. En los momentos de dificultad y vacilación, cuando sentimos la tentación de abandonar a Jesús, de dejar la comunidad, de entregarnos a una vida cómoda y descomprometida, cuando todo se nos hace cuesta arriba, estas palabras se pueden convertir en nuestra oración: “Señor, ¿a quien iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.” Seguro que en ellas y en la gracia de Dios encontramos la fuerza para volver a empezar. 



Para la reflexión

      ¿Qué partes del Evangelio se nos hacen más difíciles de aceptar? ¿Qué es lo que no aceptamos de la vida de la Iglesia o de nuestra comunidad cristiana? ¿Cuándo nos hemos sentido desilusionados? ¿Qué ha sido lo que nos ha ayudado a volver a caminar? ¿Recurrimos entonces a la oración para encontrar en el Señor la fuerza necesaria para seguir caminando?

FELIZ DOMINGO





sábado, 25 de agosto de 2018

DISEÑOS CATÓLICOS DE MEDITACIÓN






























VIVE CON SENCILLEZ


Vive con sencillez



A veces la vida del hombre moderno corre inquieta, agitada por la locura de tener más y más. Ganarás en paz y serenidad de espíritu cuando reduzcas esas necesidades ficticias que nos imponen los que sólo anhelan mayores ventas. Aquí te ofrezco una ingeniosa reflexión de Sócrates que, junto con poetas y filósofos de todos los tiempos, opinó de la misma manera.

Como buen filósofo que era, Sócrates creía que la persona sabia viviría instintivamente de manera sencilla. Él mismo ni siquiera llevaba zapatos; sin embargo, una y otra vez cedía al hechizo de la plaza del mercado y solía acudir allí a ver las mercancías que se exhibían. Cuando un amigo le preguntó la razón, Sócrates le dijo: —Me encanta ir allí y descubrir que soy perfectamente feliz, sin tantas cosas superfluas (A. de Mello).

¿No podrías simplificar tu vida, volviéndola más sencilla, para dedicarte a tus aspiraciones profundas? El salmista nos informa que ha llegado a “acallar y moderar sus deseos como un niño en brazos de su madre, ya no pretende grandezas que superan su capacidad, ni fomenta ambiciones en su corazón” (S. 131). Anímate a dar algún paso en esa dirección.


* Enviado por el P. Natalio

CUÁNDO EL MAQUILLARSE SE VUELVE VANIDAD Y OTROS PECADOS?


¿Cuándo el maquillarse se vuelve Vanidad y otros pecados?
¿Qué pecados graves me lleva a cometer una práctica desordenada del maquillaje?


Por: Yasmín Oré | Fuente: Religión en Libertad 




Como mujer católica que soy, hoy en este artículo quise abordar este tema de manera especial para todas nosotras, pues es necesario saber que también el uso exagerado del maquillaje nos puede llevar a ofender a Dios, faltando así a virtudes cristianas como la modestia o la castidad.

Sabemos por el Magisterio de la Iglesia, que usar maquillaje o cosméticos no es un pecado en sí como si ocurre en la doctrina de algunas sectas fundamentalistas, quienes los prohíben tajantemente en las mujeres. Sin embargo, esto no quiere decir que no debamos guardar ciertos límites en su utilización. El maquillaje para una mujer cristiana, debe ser visto por sobre todo como una forma de cuidado o arreglo personal más que por la búsqueda de la perfección estética, ni tampoco como la única forma de atracción con el sexo opuesto, que es donde muchas jovencitas fallan pues centran toda su atención, dinero y tiempo creyendo que con sólo una cara bonita conquistaran al hombre de su vida.

Algunos Santos nos han dejado algunas enseñanzas sobre el correcto uso del maquillaje para evitar caer en el pecado:

San Alfonso María de Ligorio en su libro de Teología Moral, para diferenciar los pecados veniales de los graves, enseña: "...que las mujeres pueden seguir sus costumbres locales de maquillarse sin cometer pecados mortales, siempre que no tengan una intención pecaminosa."

Santo Tomás de Aquino considera la cuestión del maquillaje en la Summa Theologiae. Él da varias circunstancias en las que uno podría usarlo con un propósito pecaminoso: “En primer lugar, podría ser una fuente de vanidad. Una mujer que usa cosméticos como parte de su vestido puede sentirse vana sobre su apariencia y temer las opiniones de los demás sobre ella si no lo usara. En segundo lugar, es incorrecto usar cosméticos con la intención de inducir a otra persona a la lujuria o controlar a otra persona, como cuando una mujer usa maquillaje con una intención específica para ser deseada y atractiva para una persona que no debería desearla.”

También Santo Tomás de Aquino señala que usar maquillaje para ocultar una imperfección (cicatrices, manchas,etc.), pero no cambiar la apariencia de una persona no es problemático (siempre y cuando se haga con la intención correcta).

Lamentablemente hoy en día muchas mujeres usan el maquillaje no por intentar verse mejor, sino como una especie de máscara o segunda tez que cambia completamente su apariencia y hace que no se parezca en nada a su aspecto original o natural.

¿Qué pecados graves me lleva a cometer una práctica desordenada del maquillaje?

De acuerdo a lo expuesto anteriormente por estos Santos, puedo decir que podemos cometer dos pecados graves principalmente como son la vanidad y la sensualidad. Aunque también en estos tiempos, debido a la excesiva comercialización de estos productos en el mercado, habría que agregar un tercero y es el pecado del consumismo.


Vanidad
Cuando una mujer se maquilla por querer sentirse más bella que otras mujeres o anhelar ser el centro de atención siempre  ya sea en la calle o una reunión y así captar la mirada de los varones. También por lograr la perfección estética recurriendo a muchos productos cada vez más sofisticados. No es extraño que este tipo de mujeres no queden satisfechas y luego recurran a la cirugía estética, el botox o tratamientos más eficientes y caros. La búsqueda de la belleza puede volverse en ellas una obsesión o un camino de nunca acabar.

Sensualidad
Cuando una mujer se maquilla exageradamente por querer atraer o buscar el deseo de muchos hombres, incluso siendo casada. Este tipo de maquillaje puede incitar a otros pecados como la fornicación, la lujuria o la infidelidad matrimonial.


Consumismo
No es una novedad que hoy en día muchas “youtubers” se dediquen a dar consejos de belleza (lifestyle) recomendando un sin fin de productos, con el fin de inyectar el consumismo en sus seguidoras. Por tal motivo, muchas de estas mujeres acumulan una variedad de cosméticos de distintas marcas, precios y colores. Muchas de ellas dejan incluso de comprar bienes necesarios para su persona o su familia por hacer caso de esta nueva moda.

Conclusión: Como podrán darse cuenta, en el maquillaje también debemos aplicar la virtud de la prudencia o la moderación pues en caso contrario, fácilmente podemos llegar a caer en las garras del pecado. Por eso, en estos casos se aconseja que las mujeres no deban sólo centrarse en el aspecto físico, sino que busquen alimentar su espíritu con buenos libros religiosos, apostolados y mejor aún con una vida sacramental activa y constante.

Por último les dejaré una cita bíblica que podemos aplicar también al maquillaje pues este tiene que ser modesto como el resto de nuestro atuendo:

Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos; sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que profesan la piedad.

1 Timoteo 2, 910

ANOTA TUS BENDICIONES


Anota tus bendiciones



Escribir brevemente lo que te gratifica, lo que te da satisfacción y contento cada día, agradeciéndolo al Señor, trae sus beneficios. Lo puedes hacer semanalmente, preguntándote: “¿qué es lo que más me alegró en estos últimos días, lo que me hizo sentir realizado?”. He aquí algunas ventajas para que lo intentes:

Favorece el valioso hábito de concentrarte en lo positivo y apreciarlo cada vez más. Releer este material ayuda mucho en los momentos de baja autoestima, porque te da una perspectiva de esperanza. Te recuerda que también esa situación penosa pasará. Lo negativo y frustrante adquiere su verdadera dimensión parcial. Comprendes que incluso esto puede abrirte a brillantes oportunidades. Al recordar ese cúmulo de logros y fortalezas se incentivan las buenas ideas, se amplía el horizonte y te sientes alentado a perseverar en aquello que te dio alegría y satisfacción.

Te sugiero algunos ejemplos: una decisión en la que persistes desde hace varias semanas;  un trabajo concluido; una lectura que disfrutaste; una carta esperada que te alegró mucho; una compra que hiciste de algo especialmente deseado; una conversación interesante con un amigo, etc.  Que sepas recordar, con acción de gracias, las bendiciones que Dios te regala cada día.



* Enviado por el P. Natalio

PAPA FRANCISCO: EL PRIMER Y MÁS IMPORTANTE LUGAR PARA TRANSMITIR LA FE ES EL HOGAR


Papa Francisco: El primer y más importante lugar para transmitir la fe es el hogar
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media




Uno de los temas a los que el Papa Francisco aludió en la tarde del sábado en Dublín, durante su visita a la Procatedral de Santa María, es la transmisión de la fe a los hijos, motivo por el que dijo que “el primer y más importante lugar para trasmitir la fe es el hogar”.

Tras escuchar a un matrimonio de ancianos que acaba de celebrar sus 50 años de casados ofreció su testimonio, y otros dos matrimonios jóvenes le hicieron unas preguntas.

Francisco aseguró que “en la casa, que podemos llamar ‘iglesia doméstica’, los hijos aprenden el significado de la fidelidad, de la honestidad y del sacrificio”. “Ven cómo mamá y papá se comportan entre ellos, cómo se cuidan el uno al otro y a los demás, cómo aman a Dios y a la Iglesia”.

“Así los hijos pueden respirar el aire fresco del Evangelio y aprender a comprender, juzgar y actuar en modo coherente con la fe que han heredado. La fe, hermanos y hermanas, se trasmite alrededor de la mesa doméstica, en la conversación ordinaria, a través del lenguaje que solo el amor perseverante sabe hablar”.


En este sentido, destacó que “la fe se transmite en dialecto, dialecto de la casa, dialecto de la vida del hogar, de la vida en familia”.

Recomendó a continuación rezar “juntos en familia”. “Hablad de cosas buenas y santas, dejad que María nuestra Madre entre en vuestra vida familiar. Celebrad las fiestas cristianas”.

“Vivid en profunda solidaridad con cuantos sufren y están al margen de la sociedad”, añadió.

“Cuando hacéis esto junto con vuestros hijos, sus corazones poco a poco se llenan de amor generoso por los demás. Puede parecer obvio, pero a veces se nos olvida. Vuestros hijos aprenderán a compartir los bienes de la tierra con los demás, si ven que sus padres se preocupan de quien es más pobre o menos afortunado que ellos. En fin, vuestros hijos aprenderán de vosotros el modo de vivir cristiano; vosotros seréis sus primeros maestros en la fe”.

Dirigiéndose al matrimonio que celebra sus 50 años, el Papa preguntó: “¿Habéis discutido mucho?”. “Es parte del matrimonio, el matrimonio donde no se discute es un poco aburrido. Pueden hasta volar los platos, pero el secreto es hacer las paces antes de que termine el día. Y para hacer las paces no es necesario un discurso, basta una caricia y se hacen las paces”, afirmó.

El Pontífice lamentó que “hoy no estamos acostumbrados a algo que dure realmente toda la vida”, y puso algunos ejemplos. “Si siento que tengo hambre o sed, puedo nutrirme, pero mi sensación de estar saciado no dura ni siquiera un día. Si tengo un trabajo, sé que podría perderlo aun contra mi voluntad o que podría verme obligado a elegir otra carrera diferente”.

“¿No hay nada verdaderamente importante que dure? ¿Ni siquiera el amor?”, se preguntó. “Sabemos lo fácil que es hoy caer prisioneros de la cultura de lo provisorio, de lo efímero. Esta cultura ataca las raíces mismas de nuestros procesos de maduración, de nuestro crecimiento en la esperanza y el amor. ¿Cómo podemos experimentar, en esta cultura de lo efímero, lo que es verdaderamente duradero?”.


El Papa aseguró que “entre todas las formas de la fecundidad humana, el matrimonio es único. Es un amor que da origen a una vida nueva. Implica la responsabilidad mutua en la trasmisión del don divino de la vida y ofrece un ambiente estable en el que la vida nueva puede crecer y florecer”.

“El matrimonio en la Iglesia, es decir el sacramento del matrimonio, participa de modo especial en el misterio del amor eterno de Dios. Cuando un hombre y una mujer cristianos se unen en el vínculo del matrimonio, la gracia del Señor los habilita a prometerse libremente el uno al otro un amor exclusivo y duradero. De ese modo su unión se convierte en signo sacramental de la nueva y eterna alianza entre el Señor y su esposa, la Iglesia”.

El Papa les invitó a “arriesgar, porque el matrimonio es un riesgo que vale la pena, para toda la vida. Porque el amor es así”.

“No tengáis miedo de ese sueño. Soñad en grande. Custodiadlo como un tesoro y soñadlo juntos cada día de nuevo. Así, seréis capaces de sosteneros mutuamente con esperanza, con fuerza, y con el perdón en los momentos en los que el camino se hace arduo y resulta difícil recorrerlo”.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 25 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
25 agosto




Los discípulos pasaron de la ceguera a la iluminación paulatina, respecto a la persona y a la misión de Jesús.

También nosotros necesitamos ser curados de nuestra ceguera. Esa ceguera que luego se apodera de nosotros y que nos impide ver a Dios no sólo en los hombres, sino también en las cosas, en los acontecimientos , en los signos de los tiempos.

Pero la visión, producida por el contacto con el Señor, nos permitirá ver todas las cosas como medios salvíficos, estaremos cerca de Dios, porque ellas nos conducirán a Dios.


P. Alfonso Milagro

DESPEDIDAS


Despedidas
El tren o el avión tiene que partir. Un último abrazo, tal vez alguna lágrima, y el viaje inicia


Por: P.Fernando Pascual, L.C. | Fuente: Catholic.net 




Hay despedidas difíciles. Porque juntos pasamos momentos buenos y momentos de tormenta. Porque nos ayudamos y nos sentimos libres en una amistad sincera. Porque no sabemos si será posible un reencuentro.

Pero llega la hora de decir adiós. La partida pondrá distancias en nuestras vidas. Quizá tenues, gracias a los medios electrónicos, pero no por ello menos reales: la relación no será la misma.

Quedan tantos recuerdos de experiencias compartidas. Diálogos, tal vez discusiones, trabajos en común, momentos de dificultad, reencuentros, ayudas, regalos, ideales que empujaban hacia nuevas metas.

La vida sigue su camino. No termina una amistad, pero tampoco será como antes. Lo importante es ver lo bueno compartido durante una etapa de la historia común para que siga iluminando el presente y el futuro.

El adiós deja abiertas posibilidades de reencuentro aquí en la tierra. Gracias a un viaje será posible esa alegría del estar juntos, del constatar los cambios (también las canas) en cada uno, de comunicarse una amistad auténtica.


No siempre ocurre ese reencuentro. El pasar del tiempo puede enfriar una relación por la llegada de nuevas personas en las respectivas vidas. Pero para el amor humano pleno siempre quedan modos de mantener encendida la unión de espíritus.

Esperamos, desde la fe compartida, reencontrarnos en el cielo, bajo el amor misericordioso de un Dios Padre que envío a su Hijo. Fue ese Hijo el que llamó a los humanos "amigos" y quiso estar siempre con nosotros en el Espíritu.

El tren o el avión tiene que partir. Un último abrazo, tal vez alguna lágrima, y el viaje inicia. Dos amigos se despiden con pena, pero también con la certeza de que lo bueno que les unió mantendrá su fuerza ahora y en el mundo definitivo de los cielos...

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 25 AGOSTO 2018


Lecturas de hoy Sábado de la 20ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, sábado, 25 de agosto de 2018


Primera lectura
Lectura de la profecía de Ezequiel (43,1-7a):

En aquellos días, el ángel me condujo a la puerta oriental: vi la gloria del Dios de Israel que venia de oriente, con estruendo de aguas caudalosas: la tierra reflejó su gloria. La visión que tuve era como la visión que había contemplado cuando vino a destruir la ciudad, como la visión que había contemplado a orillas del río Quebar. Y caí rostro en tierra. La gloria del Señor entró en el templo por la puerta oriental. Entonces me arrebató el espíritu y me llevó al atrio interior. La gloria del Señor llenaba el templo.
Entonces oí a uno que me hablaba desde el templo –el hombre seguía a mi lado–, y me decía: «Hijo de Adán, éste es el sitio de mi trono, el sitio de las plantas de mis pies, donde voy a residir para siempre en medio de los hijos de Israel.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 84,9ab.10.11-12.13-14

R/. La gloria del Señor habitará en nuestra tierra

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Díos anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos. »
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.

La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.

El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos.R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,1-12):

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy sábado, 25 de agosto de 2018
 CR



Queridos hermanos:

La Iglesia nos propone hoy el comienzo del capítulo 23 de Mateo; volveremos a él el lunes y el martes próximos. ¿Lo escucharemos de verdad?

En el París de 1968 un físico español repartía octavillas a la salida del metro. De repente, apartándose de la reacción de casi todos los demás viandantes, un hombre se dio la vuelta: “¡pero si el papel que usted me ha dado está en blanco!”. “Claro -respondió el militante español-, está en blanco para que usted lo rellene”.

¿Con qué actitud entramos a diario a leer los comentarios de Ciudad Redonda? Demos un paso más: ¿con qué actitud nos colocamos ante la Palabra de Dios de cada día? No dudo de las sanísimas intenciones de la mayoría de nosotros. Pero no está de sobra que nos hagamos algunas preguntas: ¿qué vengo buscando?, ¿a qué estoy dispuesto/a?, ¿qué hemos ido a ver ‘en el desierto’ (Mt 11, 7)?...

Habrá quien lea los comentarios sin leer siquiera los textos sagrados; me temo que algo falla. Habrá quien busque sobre todo palabras ‘para otros’ (qué decir a los fieles, a los chicos de catequesis, a…); ¿y lo que la Palabra nos tiene que decir a cada uno? ¡Cuidado!

Habrá quien busque que la octavilla esté bien llena, y las propuestas de acción bien claras… Los trozos en blanco nos ponen nerviosos. Hace unas décadas se hablaba mucho del miedo a la libertad. Está claro que también tenemos miedo al amor y al compromiso, y al camino compartido y a la corrección… Es admirable que busquemos ayuda, pero tengamos cuidado: hay pasos y respuestas que sólo cada uno de nosotros puede dar. Para ello hay mucha Palabra que escuchar y mucho silencio que hacer. Caminamos. Como siempre, María, silenciosa y sonriente, nos acompaña: vamos bien. ¡Feliz fin de semana!

ORACIÓN OFICIAL DE LAS FAMILIAS - ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS 2018


ORACIÓN OFICIAL DE LAS FAMILIAS PARA EL ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS 2018



Dios, Padre nuestro,
Somos hermanos y hermanas en Jesús, tu Hijo,
Una familia, en el Espíritu de tu amor.
Bendícenos con la alegría del amor.
Haznos pacientes y bondadosos,
Amables y generosos,
Acogedores de aquellos que tienen necesidad.
Ayúdanos a vivir tu perdón y tu paz.
Protege a todas las familias con tu cuidado amoroso,
Especialmente a aquellos por los que ahora te pedimos:

[Hacemos una pausa y recordamos a los miembros de la familia y a otras personas por su nombre].

Incrementa nuestra fe,
Fortalece nuestra esperanza,
Protégenos con tu amor,
Haz que seamos siempre agradecidos por el regalo de la vida que compartimos.
Te lo pedimos, por Jesucristo nuestro Señor,
Amén.

María, madre y guía, ruega por nosotros.
San José, padre y protector, ruega por nosotros.
San Joaquín y Santa Ana, rueguen por nosotros.
San Luis y Santa Celia Martin, rueguen por nosotros.

FELIZ SÁBADO





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