sábado, 25 de agosto de 2018

PAPA FRANCISCO: EL PRIMER Y MÁS IMPORTANTE LUGAR PARA TRANSMITIR LA FE ES EL HOGAR


Papa Francisco: El primer y más importante lugar para transmitir la fe es el hogar
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media




Uno de los temas a los que el Papa Francisco aludió en la tarde del sábado en Dublín, durante su visita a la Procatedral de Santa María, es la transmisión de la fe a los hijos, motivo por el que dijo que “el primer y más importante lugar para trasmitir la fe es el hogar”.

Tras escuchar a un matrimonio de ancianos que acaba de celebrar sus 50 años de casados ofreció su testimonio, y otros dos matrimonios jóvenes le hicieron unas preguntas.

Francisco aseguró que “en la casa, que podemos llamar ‘iglesia doméstica’, los hijos aprenden el significado de la fidelidad, de la honestidad y del sacrificio”. “Ven cómo mamá y papá se comportan entre ellos, cómo se cuidan el uno al otro y a los demás, cómo aman a Dios y a la Iglesia”.

“Así los hijos pueden respirar el aire fresco del Evangelio y aprender a comprender, juzgar y actuar en modo coherente con la fe que han heredado. La fe, hermanos y hermanas, se trasmite alrededor de la mesa doméstica, en la conversación ordinaria, a través del lenguaje que solo el amor perseverante sabe hablar”.


En este sentido, destacó que “la fe se transmite en dialecto, dialecto de la casa, dialecto de la vida del hogar, de la vida en familia”.

Recomendó a continuación rezar “juntos en familia”. “Hablad de cosas buenas y santas, dejad que María nuestra Madre entre en vuestra vida familiar. Celebrad las fiestas cristianas”.

“Vivid en profunda solidaridad con cuantos sufren y están al margen de la sociedad”, añadió.

“Cuando hacéis esto junto con vuestros hijos, sus corazones poco a poco se llenan de amor generoso por los demás. Puede parecer obvio, pero a veces se nos olvida. Vuestros hijos aprenderán a compartir los bienes de la tierra con los demás, si ven que sus padres se preocupan de quien es más pobre o menos afortunado que ellos. En fin, vuestros hijos aprenderán de vosotros el modo de vivir cristiano; vosotros seréis sus primeros maestros en la fe”.

Dirigiéndose al matrimonio que celebra sus 50 años, el Papa preguntó: “¿Habéis discutido mucho?”. “Es parte del matrimonio, el matrimonio donde no se discute es un poco aburrido. Pueden hasta volar los platos, pero el secreto es hacer las paces antes de que termine el día. Y para hacer las paces no es necesario un discurso, basta una caricia y se hacen las paces”, afirmó.

El Pontífice lamentó que “hoy no estamos acostumbrados a algo que dure realmente toda la vida”, y puso algunos ejemplos. “Si siento que tengo hambre o sed, puedo nutrirme, pero mi sensación de estar saciado no dura ni siquiera un día. Si tengo un trabajo, sé que podría perderlo aun contra mi voluntad o que podría verme obligado a elegir otra carrera diferente”.

“¿No hay nada verdaderamente importante que dure? ¿Ni siquiera el amor?”, se preguntó. “Sabemos lo fácil que es hoy caer prisioneros de la cultura de lo provisorio, de lo efímero. Esta cultura ataca las raíces mismas de nuestros procesos de maduración, de nuestro crecimiento en la esperanza y el amor. ¿Cómo podemos experimentar, en esta cultura de lo efímero, lo que es verdaderamente duradero?”.


El Papa aseguró que “entre todas las formas de la fecundidad humana, el matrimonio es único. Es un amor que da origen a una vida nueva. Implica la responsabilidad mutua en la trasmisión del don divino de la vida y ofrece un ambiente estable en el que la vida nueva puede crecer y florecer”.

“El matrimonio en la Iglesia, es decir el sacramento del matrimonio, participa de modo especial en el misterio del amor eterno de Dios. Cuando un hombre y una mujer cristianos se unen en el vínculo del matrimonio, la gracia del Señor los habilita a prometerse libremente el uno al otro un amor exclusivo y duradero. De ese modo su unión se convierte en signo sacramental de la nueva y eterna alianza entre el Señor y su esposa, la Iglesia”.

El Papa les invitó a “arriesgar, porque el matrimonio es un riesgo que vale la pena, para toda la vida. Porque el amor es así”.

“No tengáis miedo de ese sueño. Soñad en grande. Custodiadlo como un tesoro y soñadlo juntos cada día de nuevo. Así, seréis capaces de sosteneros mutuamente con esperanza, con fuerza, y con el perdón en los momentos en los que el camino se hace arduo y resulta difícil recorrerlo”.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 25 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
25 agosto




Los discípulos pasaron de la ceguera a la iluminación paulatina, respecto a la persona y a la misión de Jesús.

También nosotros necesitamos ser curados de nuestra ceguera. Esa ceguera que luego se apodera de nosotros y que nos impide ver a Dios no sólo en los hombres, sino también en las cosas, en los acontecimientos , en los signos de los tiempos.

Pero la visión, producida por el contacto con el Señor, nos permitirá ver todas las cosas como medios salvíficos, estaremos cerca de Dios, porque ellas nos conducirán a Dios.


P. Alfonso Milagro

DESPEDIDAS


Despedidas
El tren o el avión tiene que partir. Un último abrazo, tal vez alguna lágrima, y el viaje inicia


Por: P.Fernando Pascual, L.C. | Fuente: Catholic.net 




Hay despedidas difíciles. Porque juntos pasamos momentos buenos y momentos de tormenta. Porque nos ayudamos y nos sentimos libres en una amistad sincera. Porque no sabemos si será posible un reencuentro.

Pero llega la hora de decir adiós. La partida pondrá distancias en nuestras vidas. Quizá tenues, gracias a los medios electrónicos, pero no por ello menos reales: la relación no será la misma.

Quedan tantos recuerdos de experiencias compartidas. Diálogos, tal vez discusiones, trabajos en común, momentos de dificultad, reencuentros, ayudas, regalos, ideales que empujaban hacia nuevas metas.

La vida sigue su camino. No termina una amistad, pero tampoco será como antes. Lo importante es ver lo bueno compartido durante una etapa de la historia común para que siga iluminando el presente y el futuro.

El adiós deja abiertas posibilidades de reencuentro aquí en la tierra. Gracias a un viaje será posible esa alegría del estar juntos, del constatar los cambios (también las canas) en cada uno, de comunicarse una amistad auténtica.


No siempre ocurre ese reencuentro. El pasar del tiempo puede enfriar una relación por la llegada de nuevas personas en las respectivas vidas. Pero para el amor humano pleno siempre quedan modos de mantener encendida la unión de espíritus.

Esperamos, desde la fe compartida, reencontrarnos en el cielo, bajo el amor misericordioso de un Dios Padre que envío a su Hijo. Fue ese Hijo el que llamó a los humanos "amigos" y quiso estar siempre con nosotros en el Espíritu.

El tren o el avión tiene que partir. Un último abrazo, tal vez alguna lágrima, y el viaje inicia. Dos amigos se despiden con pena, pero también con la certeza de que lo bueno que les unió mantendrá su fuerza ahora y en el mundo definitivo de los cielos...

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 25 AGOSTO 2018


Lecturas de hoy Sábado de la 20ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, sábado, 25 de agosto de 2018


Primera lectura
Lectura de la profecía de Ezequiel (43,1-7a):

En aquellos días, el ángel me condujo a la puerta oriental: vi la gloria del Dios de Israel que venia de oriente, con estruendo de aguas caudalosas: la tierra reflejó su gloria. La visión que tuve era como la visión que había contemplado cuando vino a destruir la ciudad, como la visión que había contemplado a orillas del río Quebar. Y caí rostro en tierra. La gloria del Señor entró en el templo por la puerta oriental. Entonces me arrebató el espíritu y me llevó al atrio interior. La gloria del Señor llenaba el templo.
Entonces oí a uno que me hablaba desde el templo –el hombre seguía a mi lado–, y me decía: «Hijo de Adán, éste es el sitio de mi trono, el sitio de las plantas de mis pies, donde voy a residir para siempre en medio de los hijos de Israel.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 84,9ab.10.11-12.13-14

R/. La gloria del Señor habitará en nuestra tierra

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Díos anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos. »
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.

La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.

El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos.R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,1-12):

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy sábado, 25 de agosto de 2018
 CR



Queridos hermanos:

La Iglesia nos propone hoy el comienzo del capítulo 23 de Mateo; volveremos a él el lunes y el martes próximos. ¿Lo escucharemos de verdad?

En el París de 1968 un físico español repartía octavillas a la salida del metro. De repente, apartándose de la reacción de casi todos los demás viandantes, un hombre se dio la vuelta: “¡pero si el papel que usted me ha dado está en blanco!”. “Claro -respondió el militante español-, está en blanco para que usted lo rellene”.

¿Con qué actitud entramos a diario a leer los comentarios de Ciudad Redonda? Demos un paso más: ¿con qué actitud nos colocamos ante la Palabra de Dios de cada día? No dudo de las sanísimas intenciones de la mayoría de nosotros. Pero no está de sobra que nos hagamos algunas preguntas: ¿qué vengo buscando?, ¿a qué estoy dispuesto/a?, ¿qué hemos ido a ver ‘en el desierto’ (Mt 11, 7)?...

Habrá quien lea los comentarios sin leer siquiera los textos sagrados; me temo que algo falla. Habrá quien busque sobre todo palabras ‘para otros’ (qué decir a los fieles, a los chicos de catequesis, a…); ¿y lo que la Palabra nos tiene que decir a cada uno? ¡Cuidado!

Habrá quien busque que la octavilla esté bien llena, y las propuestas de acción bien claras… Los trozos en blanco nos ponen nerviosos. Hace unas décadas se hablaba mucho del miedo a la libertad. Está claro que también tenemos miedo al amor y al compromiso, y al camino compartido y a la corrección… Es admirable que busquemos ayuda, pero tengamos cuidado: hay pasos y respuestas que sólo cada uno de nosotros puede dar. Para ello hay mucha Palabra que escuchar y mucho silencio que hacer. Caminamos. Como siempre, María, silenciosa y sonriente, nos acompaña: vamos bien. ¡Feliz fin de semana!

ORACIÓN OFICIAL DE LAS FAMILIAS - ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS 2018


ORACIÓN OFICIAL DE LAS FAMILIAS PARA EL ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS 2018



Dios, Padre nuestro,
Somos hermanos y hermanas en Jesús, tu Hijo,
Una familia, en el Espíritu de tu amor.
Bendícenos con la alegría del amor.
Haznos pacientes y bondadosos,
Amables y generosos,
Acogedores de aquellos que tienen necesidad.
Ayúdanos a vivir tu perdón y tu paz.
Protege a todas las familias con tu cuidado amoroso,
Especialmente a aquellos por los que ahora te pedimos:

[Hacemos una pausa y recordamos a los miembros de la familia y a otras personas por su nombre].

Incrementa nuestra fe,
Fortalece nuestra esperanza,
Protégenos con tu amor,
Haz que seamos siempre agradecidos por el regalo de la vida que compartimos.
Te lo pedimos, por Jesucristo nuestro Señor,
Amén.

María, madre y guía, ruega por nosotros.
San José, padre y protector, ruega por nosotros.
San Joaquín y Santa Ana, rueguen por nosotros.
San Luis y Santa Celia Martin, rueguen por nosotros.

FELIZ SÁBADO





viernes, 24 de agosto de 2018

EL ENEMIGO DE LA SANTIDAD


El enemigo de la santidad



1) Para saber
En su último capítulo de la Exhortación Apostólica, el Papa Francisco quiere prevenirnos contra un enemigo que no dejará de luchar por impedir que consigamos la santidad: el mismo demonio. Por ello, dice el Papa, no pensemos que el diablo es un mito, una representación, un símbolo, una figura o solo una idea. Si pensáramos que no existe, ese engaño nos llevaría a descuidarnos y a quedar más expuestos. Él no necesita aparecerse ni poseernos, sino que nos envenena con el odio, con la tristeza, con la envidia, con los vicios, queriendo destruir nuestra vida, nuestras familias y nuestras comunidades.
Cuando Jesús nos enseñó el Padrenuestro quiso que termináramos pidiendo al Padre que nos libere del Malo, que indica un ser personal que nos acosa. Jesús nos enseñó a pedir cotidianamente esa liberación para que su poder no nos domine.


2) Para pensar
Una religiosa que conoció a san Francisco de Sales, relató que en una ocasión presenció un exorcismo. Era un hombre joven que desde hacía cinco años estaba poseído por el demonio. Los interrogatorios al poseso se hicieron junto a los restos mortales de san Francisco. Durante una de las sesiones, el demonio exclamó lleno de furia: «¿Por qué he de salir?». Estaba presente una religiosa de las Madres de la Visitación, que al oírlo, asustada quizá por el furor demoníaco de la exclamación, invocó a la Virgen: «¡Santa Madre de Dios, rogad por nosotros...!». Al oír esas palabras, decía la monja, el demonio gritó más fuerte: «¡María, María! ¡Para mí no hay María! ¡No pronuncies ese nombre, que me hace estremecer! ¡Si hubiera una María para mí, como la que hay para ustedes, yo no sería lo que soy! Pero para mí no hay María».
Todos los presentes estaban sobrecogidos por la escena e incluso algunos rompieron a llorar. Pero el demonio continuó: «¡Si yo tuviera un instante de los muchos que ustedes pierden…! ¡Un solo instante y una María, y yo no sería un demonio!»
Decía san Alfonso María de Ligorio que en este mundo los hombres no se dividen en los fuertes que vencen tentaciones y en los débiles que son derrotados, no. El mundo se divide en los débiles que rezan y vencen y, por otro lado, en los débiles que no rezan y son derrotados. Pensemos si en las tentaciones sabemos acudir a la intercesión la Virgen María.


3) Para vivir
Así, además de luchar contra una mentalidad mundana que nos engaña y contra la propia fragilidad, es preciso también una lucha constante contra el diablo, que es el príncipe del mal.
El Papa nos señala las armas poderosas que el Señor nos da para el combate tenemos: la fe que se expresa en la oración, la intercesión de la Virgen, la meditación de la Palabra de Dios, la celebración de la Misa, la adoración eucarística, la reconciliación sacramental, las obras de caridad, la vida comunitaria, el empeño misionero…
Sin embargo, el camino de la santidad no es de miedo o temor, sino fuente de paz y de gozo que nos regala el Espíritu, dice el Papa. Aunque requiere que estemos «con las lámparas encendidas» (Lc 12,35) y permanezcamos atentos, hemos de caminar sabiéndonos acompañados y amados por el Señor.



© Pbro. José Martínez Colín

HUMILDAD Y PACIENCIA


Humildad y paciencia



Paciencia es amar a los demás aun cuando te decepcionen y no los comprendas. Es aceptarlos tal como son y perdonarlos por lo que hayan hecho. Paciencia es amarte a ti mismo y darte tiempo para crecer; es hacer cosas que te mantengan sano y feliz; y es saber que mereces lo mejor de la vida y que estás dispuesto a conseguirlo, sin importar cuánto tiempo sea necesario.

Toma la costumbre de alegrarte cuando se te presente una ocasión de practicar la humildad o ejercitar la paciencia. Es totalmente superfluo querer crear estas situaciones, porque podrías caer en lo artificial y perderte en la complacencia por tu virtud. Ten la seguridad de que encontrarás tantas ocasiones de humillarte y ser paciente como sean necesarias, y serán exactamente las que te hagan falta. Si adviertes que has dejado escapar alguna, repróchate esta negligencia, porque has actuado como el marino inexperto que no supo aprovechar el viento favorable.

La paciencia es una madurez. Presupone virtudes tan sólidas como la humildad y la fe en Dios. Conseguirás la paciencia meditando en Jesús bondadoso, sufrido, servicial, y suplicándole vuelva tu corazón a semejanza del suyo, manso y humilde. Que el Señor te ayude a dar pasos para crecer en estas virtudes tan necesarias.



* Enviado por el P. Natalio

CATÓLICOS ENGANCHADOS AL MÓVIL O CELULAR


Católicos enganchados al móvil
La tecnología ejerce una poderosa atracción, nos dispersa y es un gran peligro para la vida espiritual


Por: Javier Navascués Pérez | Fuente: InfoCatolica.com 




El gran poder de atracción que ejerce la tecnología y la adicción a los smartphones, tablets, redes sociales etc. son hechos evidentes en la sociedad postmoderna del siglo XXI. No es sólo cosa de adolescentes, muchos adultos son cada vez más adictos. Y de este apego y dependencia del móvil no están eximidos los católicos, ni quiera en los grupos más piadosos o incluso hasta en personas de mucha oración. Un servidor también entona el mea culpa por haberse dejado seducir por las redes de la redes. Al percatarme de los efectos nocivos de esta adicción, hice el firme propósito de usar el móvil lo estrictamente necesario. Y por supuesto de apagarlo en la iglesia, de no perder el tiempo en trivialidades, aunque la tentación siempre está ahí.

El demonio suele camuflarse bajo la capa del bien. A través del facebook se puede realizar mucho apostolado, contactar con personas alejadas de Dios, difundir excelentes videos, óptimos artículos…El whatsapp puede ser un canal eficaz para solicitar oraciones, para convocar vigilias de oración, para organizar actos de desagravio….Muchas órdenes religiosas y un buen número de sacerdotes usan estos medios modernos. Es ciertamente difícil el uso moderado de ellos y el recto orden. En cambio que fácil es engancharse y permanecer disperso todo el día, perder el tiempo, cuando no ponerse en ocasión de pecado. Y lo digo por propia experiencia. El que esté libre de las tentaciones informáticas que tire la primera piedra virtual.

Es muy desedificante observar a personas con el móvil en la Iglesia. Se esconden en los últimos bancos para chatear a hurtadillas. Es muy triste que suene el móvil en medio de la Santa Misa. A veces incluso tienen la desfachatez de contestar la llamada. Llevo tiempo fijándome y es una plaga cada vez más común. Todo esto contribuye a la pérdida del sentido de lo sagrado. ¿Cómo vamos a hacer oración si no podemos estar 10 minutos sin mirar el móvil? ¿Qué respeto tenemos a la presencia real de Cristo si miramos el móvil en la capilla como si nada?

Por eso la consigna es muy clara. Hay que cortar de raíz con esta tentación. Apaguemos el móvil al entrar en la Iglesia, tengámoslo en silencio cuando hagamos oración en casa y usémoslo lo estrictamente necesario. Tenemos que discernir si nos conviene estar en tantos grupos, tener tanta prisa en responder mensajes, perder tanto tiempo en memes, que aunque algunos no sean malos, incluso simpáticos y ocurrentes, dispersan y nos alejan de nuestro fin último.

La vida es algo muy serio, vivamos con gravedad
San Ignacio de Loyola nos dice en el Principio y Fundamento de sus Ejercicios Espirituales que nuestro fin es servir, alabar y reverenciar a Dios y mediante esto salvar el alma. Y que hay que usar de las criaturas tanto en cuanto nos ayuden a este fin y no usar de ellas tanto en cuanto nos separen del mismo. Pensemos seriamente si las vanidades, los compromisos vacuos, las superficialidades etc. nos acercan o nos alejan de nuestro fin último.


Meditemos sobre el día del juicio de Dios, donde tendremos que dar cuenta de toda palabra ociosa, del tiempo perdido, de lo que hayamos escandalizado. Querido lector, aunque te cueste mucho, te pediría que por amor a Cristo hagas el gran esfuerzo de desengancharte del uso del móvil y engancharte más a Dios en el recogimiento y en el silencio interior.

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 24 AGOSTO 2018, SAN BARTOLOMÉ


Lecturas de hoy San Bartolomé, apóstol
Hoy, viernes, 24 de agosto de 2018


Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (21,9b-14):

El ángel me habló así: «Ven acá, voy a mostrarte a la novia, a la esposa del Cordero.» 
Me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios. Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido. Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel. A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas. La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 144,10-11.12-13ab.17-18

R/. Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, 
que te bendigan tus fieles; 
que proclamen la gloria de tu reinado, 
que hablen de tus hazañas. R/. 

Explicando tus hazañas a los hombres, 
la gloria y la majestad de tu reinado. 
Tu reinado es un reinado perpetuo, 
tu gobierno va de edad en edad. R/. 

El Señor es justo en todos sus caminos, 
es bondadoso en todas sus acciones; 
cerca está el Señor de los que lo invocan, 
de los que lo invocan sinceramente. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,45-51):

En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice: «Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret.» 
Natanael le replicó: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?» 
Felipe le contestó: «Ven y verás.» 
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.» 
Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?» 
Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.» 
Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.» 
Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has ver cosas mayores.» Y le añadió: «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy viernes, 24 de agosto de 2018
 CR


Queridos hermanos:

Nuestra lectura continua de fragmentos del evangelio según San Mateo se interrumpe hoy, día 24, por la celebración litúrgica de la fiesta del apóstol Bartolomé. Conforme a una tradición extendida desde hace más de mil años, la Iglesia identifica a Bartolomé -de quien no hay más referencias bíblicas que la aparición de su nombre en las listas de los apóstoles- con Natanael, uno de los discípulos que encontramos al comienzo y al final del Cuarto Evangelio.

Esta identificación explica que este hermoso texto esté hoy ante nosotros. Felipe ha quedado impactado por la llamada de Jesús y comparte su descubrimiento con Natanael. Este formula una rotunda objeción: ¿pero de Nazaret puede salir algo bueno? (¡Atención! No es la primera vez que esta semana nos encontramos con nuestro empeño en decirle al Señor como tiene que hacer las cosas).

Felipe reacciona rehuyendo la discusión teórica o incluso erudita. No merece la pena cuestionar si Nazaret es mediación aceptable o no de la salvación: “ven y compruébalo” (“ven y lo verás tú mismo”). Su invitación da paso a un bello diálogo entre Jesús y quien va a acabar reconociéndole como Hijo de Dios y Rey de Israel.

En las catequesis que dedicó en 2006 a cada uno de los apóstoles, Benedicto XVI comentó este texto evocando a Bartolomé y subrayó cómo una vez más el Señor se revela precisamente donde no lo esperamos. Nuestras conversaciones siguen llenas de alusiones que a veces rayan el desprecio e incluso la blasfemia: “con la vida que llevan aquellos…”; “…y estos qué se creen”, “habrase visto…”.  Escuchemos al Jesús que siempre se ha adelantado a nosotros. Callemos un poco. Hablamos demasiado. Dejemos que sea Dios quien hable. Y que, como casi siempre, nos sorprenda y desinstale.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 24 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
24 agosto



Ver en los hombres la dignidad de la persona humana, con todas las implicaciones de su igualdad y de sus derechos, es algo que el cristiano no puede perder de vista; pero nosotros debemos ir más allá: debemos ver en el hombre al hijo de Dios; a un hijo de Dios quizá alejado del Padre, olvidado del Padre, enemistado con el Padre; pero, al fin y al cabo, un hijo de Dios.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 23 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
23 agosto



Esta es la diferencia entre el pan material, el hambre de pan y el pan espiritual, el hambre de Dios; aquel se puede saciar comiendo, pero éste cuanto más se come, más hambre se tiene, más ansias de Dios y de sus cosas, de su justicia y de su amor, de su Espíritu y de su vida.

El que ama desea amar más; el que es feliz, ansía nueva felicidad; el hijo de Dios anhela a su Padre celestial cada vez más, hasta llegar a la eterna comunión en la que todo gozo será satisfecho y toda felicidad cumplida.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 22 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
22 agosto



En estos tiempos como en los tiempos de Jesucristo hay una muchedumbre incontable, que tiene hambre de pan, de comida para su sustento, para su vida; Jesús sintió compasión de aquellos hambrientos y los socorrió milagrosamente.

Tú debes sentir compasión de los hombres que están hambrientos, de toda esa multitud


P. Alfonso Milagro

BUENOS DÍAS









jueves, 23 de agosto de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 21 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
21 agosto



El seguimiento de Jesucristo nos obliga a resoluciones duras, sacrificadas.

Hay cristianos que siguen a Jesucristo mientras no sufren menoscabo sus intereses materiales. Pero cuando la ley de Dios o el cumplimiento de sus deberes religiosos les reporta algún sacrificio o alguna pérdida material, ya no siguen a Jesús.

De ahí que haya muchos apóstoles que no se entregan por completo al apostolado, por miedo a que ello redunde en perjuicio de sus intereses materiales.

Se olvidan de que el Señor es dueño de todo y que él ha prometido que, a los que busquen el Reino de Dios y su justicia, todo lo demás se les dará por añadidura.


P. Alfonso Milagro

PAPA FRANCISCO INVITA A HUIR DE LA HIPOCRESÍA Y PIDE SER CRISTIANOS COHERENTES Y SIN FALSEDAD


Papa Francisco invita a huir de la hipocresía y pide ser cristianos coherentes y sin falsedad
Redacción ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa



El mandamiento “No pronunciarás el nombre de Dios en vano” centró la catequesis del Papa Francisco de la Audiencia General de este miércoles, en la que el Pontífice pidió llevar una vida coherente para que el anuncio de la Iglesia sea mejor escuchado.

En la catequesis, aseguró que “si se multiplican los cristianos que se hacen cargo del nombre de Dios sin falsedad, el anuncio de la Iglesia será escuchado mejor y resultará más creíble”.

“Si nuestra vida concreta manifiesta el nombre de Dios se verá qué hermoso es el Bautismo y qué grande es el don de la Eucaristía”, añadió.

El Santo Padre expresó que “de la cruz de Cristo en adelante ninguno puede despreciarse a sí mismo y pensar mal de su propia existencia” “a pesar de cualquier cosa que haya hecho”, “porque el nombre de cada uno de nosotros está sobre los hombros de Cristo. Vale la pena tomar en nosotros el nombre de Dios porque Él se ha hecho cargo de nuestro nombre hasta el fondo, también del mal que hay en nosotros, para poner en nuestro corazón su amor”.

“Justamente leemos esta Palabra como la invitación a no ofender el nombre de Dios y evitar usarlo de forma inoportuna. Este claro significado nos prepara para profundizar más sobre estas preciosas palabras”, dijo el Papa.

Francisco dijo que “en la Biblia, el nombre es la verdad íntima de las cosas y sobre todo de las personas”. “El nombre representa a menudo la misión”, dijo para poner de ejemplo a continuación a Abraham o a Simón Pedro en los Evangelios, quienes reciben un nombre nuevo para indicar el cambio de la dirección de su vida”.

“Conocer verdaderamente el nombre de Dios lleva a la transformación de la propia vida”, indicó.

El Papa también dijo que “el nombre de Dios, en los ritos hebreos, viene proclamado solemnemente en el Dios del Gran Perdón y el pueblo viene perdonado porque por medio del nombre se entra en contacto con la vida misma de Dios que es misericordia”.

“Tomar sobre uno el nombre de Dios quiere decir asumir en nosotros su realidad, entrar en una relación fuerte, estrecha con Él. Para nosotros los cristianos, este mandamiento es el reclamo a recordarnos de que somos bautizados ‘en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo’, como afirmamos cada vez que hacemos en nosotros mismos el signo de la cruz, para vivir nuestras acciones cotidianas en comunión sentida y real con Dios, es decir, en su amor”.

Pero el Papa advirtió de que “se puede vivir un relación falsa con Dios” y “esta Palabra del Decálogo es la invitación a una relación con Dios sin hipocresías, a una relación en la cual nos confiamos a Dios con todo aquello que somos”.

“En el fondo –continuó–, hasta el día en el que no arriesgamos la existencia con el Señor tocando con la mano que en Él se encuentra la vida, hacemos solo teorías”.

“Esto es el cristianismo que toca los corazones. ¿Por qué los santos son capaces de tocar el corazón?”, se preguntó. “Porque en los santos vemos aquello que nuestro corazón desea profundamente: autenticidad, relaciones verdaderas, radicalidad”, y esto se observa también en esos ‘santos de la puerta de al lado que son, por ejemplo, los padres que dan a los hijos ejemplo de una vida coherente, simple, honesta y generosa”.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 23 AGOSTO 2018


Lecturas de hoy Jueves de la 20ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, jueves, 23 de agosto de 2018


Primera lectura
Lectura de la profecía de Ezequiel (36,23-28):

Así dice el Señor: «Mostraré la santidad de mi nombre grande, profanado entre los gentiles, que vosotros habéis profanado en medio de ellos; y conocerán los gentiles que yo soy el Señor –oráculo del Señor–, cuando les haga ver mi santidad al castigaros. Os recogeré de entre las naciones, os reuniré de todos los países, y os llevaré a vuestra tierra. Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar. Y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos. Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres. Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 50,12-13.14-15.18-19

R/. Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará de todas vuestras inmundicias

Oh Dios, crea en mi un corazón puro, 
renuévame por dentro con espíritu firme; 
no me arrojes lejos de tu rostro, 
no me quites tu santo espíritu. R/. 

Devuélveme la alegría de tu salvación, 
afiánzame con espíritu generoso: 
enseñaré a los malvados tus caminos, 
los pecadores volverán a ti. R/. 

Los sacrificios no te satisfacen: 
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. 
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; 
un corazón quebrantado y humillado, 
tú no lo desprecias.R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (22,1-14):

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda." Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»

Palabra del Señor


Comentario al Evangelio de hoy jueves, 23 de agosto de 2018
CR


Queridos hermanos:

Algunos estudiosos de la Escritura insinúan que el texto evangélico de hoy está formado por dos parábolas inicialmente independientes que se han agrupado por su afinidad. La primera (vv. 1-10) nos habla claramente de la voluntad salvífica del Padre, que invita al banquete del Reino a hombres y mujeres de toda raza, lengua, pueblo y nación, y de la dureza de corazón con que el primer Israel fue rechazando esa invitación. Una vez más Israel podemos ser nosotros: unos nos vamos al campo, otros a nuestros negocios, otros… y la llamada del Señor pasa a un segundo lugar. No falta quien llega a responder con violencia a los enviados del Señor. Pocos versículos antes el evangelista ha recogido lo que solemos llamar la parábola de los viñadores homicidas.

La segunda parábola (vv. 11-14) advierte de que no todos los invitados que llegan a acercarse al banquete lo hacen en las condiciones adecuadas. Hay quien no lleva un traje apropiado. Las palabras usadas por Jesús nos resultan duras: “atadlo, echadlo fuera, allá será el llanto y el crujir de dientes”. En casi todos nuestros países hay normas y costumbres que indican cómo hemos de vestirnos según la circunstancia: nadie en su sano juicio se pone la misma ropa para ir a bañarse a la playa que para asistir a un funeral. La Carta a los Colosenses nos invita a revestirnos de “profunda compasión, amabilidad, humildad, mansedumbre, paciencia”; la dirigida a los Efesios a lucir el cinturón de la verdad y la coraza de la justicia. Que el amor real y efectivo al Padre y a los hermanos, hecho gestos concretos de vida, sea nuestro mejor traje.

BUENOS DÍAS




Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...