domingo, 5 de agosto de 2018

CAPARAZÓN DE TORTUGA


Caparazón de la tortuga



No te aísles dentro de ti mismo, no te cierres en tus propias necesidades y problemas; no limites tu preocupación solamente a ti o a tu hogar. Convéncete más bien de que, de una o de otra forma, todos los seres humanos son tuyos. Despreocuparse de los demás es empobrecerse, quedar gravemente menoscabado y atrofiado. Es una falta de madurez.

Cuenta una leyenda griega que, para celebrar sus bodas, Zeus, padre de los dioses, invitó a todos los animales. Sólo faltó la tortuga. Intrigado por su ausencia, le preguntó al día siguiente: —¿Cómo solamente tú entre todos los animales no viniste a mi festín? —¡Hogar familiar, hogar ideal! —respondió la tortuga. Zeus, indignado contra ella, la condenó a llevar siempre su casa a cuestas (Esopo).

Hay quienes no temen asumir compromisos en su entorno social. Pero otros adoptan como norma el "no te metas", egoísta y estéril. Una cosa es meterse y otra muy distinta "entrometerse". Está bien que no te entrometas en la vida ajena. Pero métete con ellos, en el sentido de comprometerte, preocuparte por su bien, por sus problemas, por sus necesidades.



* Enviado por el P. Natalio

PELEA DE HERMANITOS

Pelea de hermanitos



Hoy recordamos al patrono de los curas párrocos, san Juan Vianney. Un hombre humilde que a duras penas pasó los exámenes antes de ser ordenado sacerdote. Durante décadas multitudes acudían a venerarlo como a una reliquia. Eran personas de toda clase y condición que deseaban confesarse con el carismático Cura de Ars.

Juan Vianney poseía un Rosario que apreciaba mucho. A su hermanita, a quien superaba en dieciocho meses, le agradó también y quiso apoderarse de él. Hubo una escena violenta entre los hermanitos: gritos, pataleo y un amago de combate... El niñito corrió hacia su madre, entristecido. «Hijo mío, dale tu Rosario, le dijo con voz dulce, pero firme; sí dáselo por amor de Dios». Y al instante el niño le alargó sollozando el Rosario. Notable sacrificio de un niñito de cuatro años. Para consolarlo la madre le dio una pequeña imagen de madera de la Virgen María. Quedó muy contento. «Cuánto amaba yo aquella imagen, nos dirá pasados setenta años. No podía separarme de ella ni de día ni de noche. La Santísima Virgen es mi mayor afecto; la amaba aun antes de conocerla». 

Un día de 1829, después de la oración de la tarde, el Cura de Ars acababa de subir a su habitación. De repente, un recio puñetazo conmueve la puerta del patio. Después de dos o tres sacudidas a cuál más violenta, el Cura se decide a bajar y abrir. Un carretero le está aguardando. Ha dejado los animales delante de la iglesia. “Venga, le dice, es un asunto delicado; quiero confesarme y enseguida”. Haz una oración por tu párroco en su día.



* Enviado por el P. Natalio

ESTÓMAGOS AGRADECIDOS? - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 5 AGOSTO 2018


¿Estómagos agradecidos? 



Las personas, por lo que sea, nos dejamos seducir rápidamente por los sucesos extraordinarios. ¿Qué tiene el espectáculo que tanto atrae? Pues eso: espectacularidad, morbo. Nos deslumbra todo aquello que, aparentemente, está fuera de lo común.

En el Evangelio de hoy, en la memoria de muchos, sigue viva la multiplicación de los panes. Sus bocas todavía permanecían abiertas ante el milagro: ¡hubo pan para todos! Pero, Jesús, era consciente de que aquella amistad que le brindaban, no era del todo sincera. Era un tanto interesada.

Siempre recuerdo aquel viejo refrán: “el amigo bueno es como la sangre, acude a la herida”. Jesús, como buen amigo, había acudido en socorro de los que tenían hambre material. Pero no quería que se quedasen en el aquel milagro. Para Jesús, el milagro, seguía siendo palabra. Una buena catequesis, una dinámica para despertar la fe en aquellos corazones cerrados a Dios. ¿Lo entendieron así aquellos estómagos agradecidos? ¿Buscaban a Jesús por la fuente de sus palabras o porque les colmaba de pan? ¿Amaban a Jesús por el Reino que traía entre sus manos o porque les había llenado de alimento sus manos abiertas?

También a nosotros, queridos amigos, el Señor nos interpela en este domingo. ¿Por qué le buscamos? ¿Porque en algunos momentos nos ha confortado en nuestra soledad? ¿Porque, tal vez, ha sido bálsamo en horas amargas o en momentos de pruebas? ¿Por qué buscamos al Señor? ¿Por qué y para qué venimos a la Eucaristía de cada domingo? Sería bueno, amigos, un buen examen de conciencia: ¿qué es Cristo para mí?

La Iglesia, en estos momentos, también tiene el mismo problema que sufrió Jesús en propias carnes. Hay muchos que, lejos de verla como un signo de la presencia de Dios en el mundo, la toleran porque hace el bien. Porque soluciona problemas. Porque llega a los lugares más recónditos del mundo levantando hospitales, construyendo orfanatos o cuidando a los enfermos de Sida. Pero, la Iglesia, no desea que sea apreciada por su labor social o humana. Su fuerza, su orgullo y su poder no está en esas obras apostólicas (que están bien y son necesarias para calmar tantas situaciones de miseria o injusticias). El alma de nuestra Iglesia, de nuestro ser cristiano es Jesús. Un Jesús que tan sólo nos pide creer en Él como fuente de vida eterna. Como salvación de los hombres y de todo el mundo.

Hay un viejo canto que dice “todos queremos más y más y más; el que tiene un euro quiere tener dos; el que tiene cuatro quiere tener seis…..” Y a Jesús, primero, le pedían pan. Luego le exigían más y, al final, solicitaban de Cristo, todo, menos lo esencial: su Palabra, su Reino, la razón de su llegada al mundo.

Que sigamos viviendo nuestra fe con la seguridad de que, Jesús, sigue siendo el pan de la vida. Y, sobre todo, que amemos al Señor no por aquello que nos da, sino por lo que es: Hijo de Dios.



© Padre Javier Leoz

PAPA FRANCISCO: MÁS IMPORTANTE QUE LAS COSAS MATERIALES ES CULTIVAR LA FE


Más importante que las cosas materiales es cultivar la fe, subraya el Papa Francisco
Redacción ACI Prensa
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




Antes del rezo del Ángelus del domingo, el Papa Francisco explicó el Evangelio del día en el que la muchedumbre busca a Jesús, pero a este “no le basta que la gente lo busque, quiere que la gente lo conozca, quiere que la búsqueda de Él y el encuentro con Él vayan más allá de la satisfacción inmediata de la necesidad material”.

“El Señor nos invita a no olvidar que, si es verdad que es necesario preocuparnos por el pan material, todavía más importante es cultivar la relación con Él, reforzar nuestra fe en Él que es el pan de vida, que ha venido para saciar nuestra hambre de verdad, justicia, de amor”, explicó.

El Pontífice, desde la ventana del Palacio Apostólico afirmó que “Jesús ha venido a traernos algo más, a abrir nuestra existencia a un horizonte más amplio respecto a las preocupaciones cotidianas que son el alimentarse, vestirse, la carrera”.


“Él, verdadero ‘pan de vida’, quiere saciar no solo los cuerpos sino también las almas, dando el alimento espiritual que puede satisfacer el hambre más profunda”, añadió.

Francisco habló de la invitación de Jesús a la gente para que “consiga no el alimento que no dura, sino el que permanece para la vida eterna”. “Se trata de un alimento que Jesús nos dona cada día: su Palabra, su Cuerpo, su Sangre. La gente escucha la invitación del Señor, pero no comprende su sentido”, explicó.

“Los que escuchan a Jesús piensan que Él les pide la observancia de los preceptos para obtener así otros milagros, como el de la multiplicación de los panes. Es una tentación común esta e reducir la religión a la práctica de las leyes, proyectando sobre nuestra relación con Dios la imagen de la relación entre los siervos y su padrón: lo siervos deben seguir las tareas que el jefe ha asignado para obtener así su benevolencia”.

Pero la respuesta de Jesús, dijo el Papa, es la misma para hoy día: “la obra de Dios no consiste tanto en el ‘hacer’ las cosas, sino en el ‘creer’, en Aquél que Él ha mandado; o mejor, la fe en Jesús nos permite realizar las obras de Dios”.

“Si nos dejamos envolver en esta relación de amor y fidelidad con Jesús, seremos capaces de cumplir obras buenas que huelen a Evangelio por el bien y la necesidad de los hermanos”.  

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 5 AGOSTO



LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
5 agosto



Decirle al cristiano que debe hablar de Cristo no es otra cosa que decirle que tiene que amar a Jesucristo; y decirle eso, ¿no parece innecesario? Un cristiano sin amor a Jesucristo es un soldado sin armas, un cuerpo sin vida, ojos sin luz, pulmones sin oxigeno.


Pero si el cristiano tiene a Cristo y lo ama de veras con amor profundo, entonces el cristiano debe hablar de Jesucristo. Sin miedos de ninguna especie. Digamos ante todo que, tanto en esto como en lo demás, el creyente debe ser y manifestarse como un hombre cien por ciento normal; debe aborrecer las extravagancias, rarezas y exageraciones, pero guardando  esa áurea regla de la corrección y de la prudencia, deberá desperdiciar ninguna oportunidad de hablar del Señor y de sus cosas; no ha de tener ningún miedo de dar la impresión de que para él ningún tema hay de mayor interés que Cristo y sus cosas; otros tendrán otros ideales; el ideal del cristiano es Jesucristo.


P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 5 AGOSTO 2018


Lecturas de hoy Domingo 18º del Tiempo Ordinario - Ciclo B
Hoy, domingo, 5 de agosto de 2018


Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (16,2-4.12-15):

En aquellos días, en el desierto, comenzaron todos a murmurar contra Moisés y Aarón, y les decían: «¡Ojalá el Señor nos hubiera hecho morir en Egipto! Allí nos sentábamos junto a las ollas de carne, y comíamos hasta hartarnos; pero vosotros nos habéis traído al desierto para matarnos a todos de hambre.»
Entonces el Señor dijo a Moisés: «Voy a hacer que os llueva comida del cielo. La gente saldrá a diario a recoger únicamente lo necesario para el día. Quiero ver quién obedece mis instrucciones y quién no.» 
Y el Señor se dirigió a Moisés y le dijo: «He oído murmurar a los israelitas. Habla con ellos y diles: "Al atardecer comeréis carne, y por la mañana comeréis hasta quedar satisfechos. Así sabréis que yo soy el Señor vuestro Dios."» 
Aquella misma tarde llegaron codornices, las cuales llenaron el campamento; y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. Después que el rocío se hubo evaporado, algo muy fino, parecido a la escarcha, quedó sobre la superficie del desierto. 
Los israelitas, no sabiendo qué era aquello, al verlo se decían unos a otros: «¿Y esto qué es?» 
Moisés les dijo: «Éste es el pan que el Señor os da como alimento.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 77

R/. El Señor les dio un trigo celeste

Lo que oímos y aprendimos,
lo que nuestros padres nos contaron,
lo contaremos a la futura generación: 
las alabanzas del Señor, su poder. R/.

Dio orden a las altas nubes,
abrió las compuertas del cielo:
hizo llover sobre ellos maná,
les dio un trigo celeste. R/.

Y el hombre comió pan de ángeles,
les mandó provisiones hasta la hartura.
Los hizo entrar por las santas fronteras,
hasta el monte que su diestra había adquirido. R/.

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (4,17.20-24):

En el nombre del Señor os digo y encargo que no viváis más como los paganos, que viven de acuerdo con sus vanos pensamientos. Pero vosotros no conocisteis a Cristo para vivir de ese modo, si es que realmente oísteis acerca de él; esto es, si de Jesús aprendisteis en qué consiste la verdad. En cuanto a vuestra antigua manera de vivir, despojaos de vuestra vieja naturaleza, que está corrompida por los malos deseos engañosos. Debéis renovaros en vuestra mente y en vuestro espíritu, y revestiros de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se manifiesta en una vida recta y pura, fundada en la verdad.

Palabra de Dios

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,24-35):

En aquel tiempo, al no ver allí a Jesús ni a sus discípulos, la gente subió a las barcas y se dirigió en busca suya a Cafarnaún. 
Al llegar a la otra orilla del lago, encontraron a Jesús y le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?» 
Jesús les dijo: «Os aseguro que vosotros no me buscáis porque hayáis visto las señales milagrosas, sino porque habéis comido hasta hartaros. No trabajéis por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y os da vida eterna. Ésta es la comida que os dará el Hijo del hombre, porque Dios, el Padre, ha puesto su sello en él.»
Le preguntaron: «¿Qué debemos hacer para que nuestras obras sean las obras de Dios?» 
Jesús les contestó: «La obra de Dios es que creáis en aquel que él ha enviado.» 
«¿Y qué señal puedes darnos –le preguntaron– para que, al verla, te creamos? ¿Cuáles son tus obras? Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: "Dios les dio a comer pan del cielo."» 
Jesús les contestó: «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio el pan del cielo. ¡Mi Padre es quien os da el verdadero pan del cielo! Porque el pan que Dios da es aquel que ha bajado del cielo y da vida al mundo.»
Ellos le pidieron: «Señor, danos siempre ese pan.» 
Y Jesús les dijo: «Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca más tendrá hambre, y el que en mí cree, nunca más tendrá sed.»

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy domingo, 5 de agosto de 2018
 Fernando Torres cmf


El pan que da la vida

      Hay muchas clases de pan. Quizá porque hay muchas clases de hambre. Hay personas que viven pensando y deseando tanto el pan de mañana que se olvidan de disfrutar el pan que tienen delante ahora mismo. O quizás lloran porque ayer no tuvieron pan, sin ver el banquete que está preparado ante ellos. También están los que sólo son capaces de preocuparse por su propio estómago, incapaces de darse cuenta de que hay hermanos y hermanas cerca que carecen del necesario pan.

Comentario al Evangelio del domingo, 5 de agosto de 2018      Y la mayoría de la humanidad trabaja duramente cada día para procurarse el pan, o el arroz, o el maíz, necesario para sobrevivir, para poder llegar al día siguiente. Sólo ellos saben lo necesario que es el “pan nuestro de cada día”. Y generalmente son ellos los que mejor saben gozar, y agradecer, y disfrutar del pan que tienen en la mesa cada día, tanto si es fruto de su trabajo como si es un regalo. Cuando la vida se vive pendiente de un hilo, todo lo que se tiene es pura gracia y se recibe como un regalo.

      Los que habían comido del pan que les había dado Jesús, fueron a buscarle, cuando se dieron cuenta de que había desaparecido. Habían gozado tanto. Estaba tan rico aquel pan. Para aquellos cuya vida había significado sólo lucha y sufrimiento el hecho de haber sido regalados con semejante banquete, un poco de pan y un poco de pescado, fue motivo suficiente para ir a la búsqueda del que se lo había regalado. Por eso, buscan a Jesús.

      Ciertamente aquellos que buscaban a Jesús, de los que nos habla el Evangelio de hoy, no entendieron a la primera lo que significaba que Jesús fuera el “pan de vida”. Ellos lo que entendían con total claridad era el pan y el pescado que comieron, que Jesús les había dado, que les hizo sentirse saciados y quizá les posibilitó hasta dormir una buena siesta. Y lo entendían sencillamente porque tenían hambre. Será necesario un largo proceso hasta que lleguen a pasar del hambre físico al hambre de vida que era el que Jesús les estaba ofreciendo saciar. Pero, al menos, el primer paso ya lo han dado. Por el contrario, los que no tienen hambre desprecian el pan, los que se sienten saciados no necesitan de nada. Jesús puede estar en su vida, pero no pasará de ser un adorno más.



Para la reflexión 

      ¿Qué tipos de hambres descubrimos en nuestro mundo? ¿En nuestra comunidad? ¿En nuestra familia? ¿En nosotros mismos? ¿Es Jesús sólo un adorno en nuestra vida o en nuestra familia o realmente encontramos en él el “pan de vida”? ¿Qué significa para nosotros que Jesús es el “pan de vida”?

FELIZ DOMINGO




sábado, 4 de agosto de 2018

ORACIÓN A SAN JUAN MARÍA VIANNEY

Oración a San Juan María Vianney



¡Oh tipo acabado del pastor de almas!
el supremo jerarca de la Iglesia Pío XI
te declaró patrón de todo el clero secular.

Mira desde el cielo a esta porción de la Iglesia,
para que, estando ella a la altura de su misión,
ceda su altísimo ministerio en mayor gloria de Dios
y bien del rebaño de Jesucristo.

Amén.

ORACIÓN POR EL PÁRROCO DE NUESTRA COMUNIDAD - FELIZ DÍA DEL PÁRROCO


ORACIÓN POR EL PÁRROCO
 DE LA COMUNIDAD 



Señor Jesús, te agradecemos porque tenemos 
en medio de nosotros al 
Párroco .... (MENCIONAR SU NOMBRE Y APELLIDOS)
 tu servidor y administrador de los misterios divinos. 

Te rogamos que le des: fidelidad y 
perseverancia en este humilde 
servicio, y a nosotros la fe viva para 
que veamos en él a tu mensajero. 

Lo has constituido nuestro 
guía y padre espiritual, 
dale espíritu de sabiduría y 
consejo, sinceridad de amor 
paterno;y a nosotros el don de respeto 
y entrega para que con fe podamos 
escuchar sus palabras y con alegría nos 
acerquemos en torno a su altar 
sobre el cual realiza los santos misterios. 

Danos a nosotros y a él Paciencia 
y mutua comprensión. 

Dale salud y fortaleza en su 
cargo de responsabilidad. 

Llénalo con el espíritu de fervor 
Y santidad, para que sea siempre 
Nuestro buen Pastor, y para que
nos Conduzca al Cielo. 

Amén

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 4 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
4 agosto




El ideal polariza todos los esfuerzos del hombre que lo tiene. 

¿Es Cristo el que realmente absorbe tus energías, y da sentido a todos tus entusiasmos?

Cristo no es un recuerdo histórico, sino una presencia. Una presencia viva y vivificante. 

Déjate vivificar por Cristo.


P. Alfonso Milagro



LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 3 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
3 agosto



Bajos las especies de pan y vino que vemos en nuestros altares debemos saber descubrir a Cristo.

Pero también -aunque en menos intensidad- debemos saber descubrirlo "bajo las especies y formas" de nuestro prójimo. Es que el prójimo es el sacramento de Cristo.


P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 4 AGOSTO 2018


Lecturas de hoy Sábado de la 17ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, sábado, 4 de agosto de 2018



Primera lectura
Lectura de la profecía de Jeremías (26,11-16.24):

En aquellos días, los sacerdotes y los profetas dijeron a los príncipes y al pueblo: «Este hombre es reo de muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, como lo habéis oído con vuestros oídos.»
Jeremías respondió a los príncipes y al pueblo: «El Señor me envió a profetizar contra este templo y esta ciudad las palabras que habéis oído. Pero, ahora, enmendad vuestra conducta y vuestras acciones, escuchad la voz del Señor, vuestro Dios; y el Señor se arrepentirá de la amenaza que pronunció contra vosotros. Yo, por mi parte, estoy en vuestras manos: haced de mí lo que mejor os parezca. Pero, sabedlo bien: si vosotros me matáis, echáis sangre inocente sobre vosotros, sobre esta ciudad y sus habitantes. Porque ciertamente me ha enviado el Señor a vosotros, a predicar a vuestros oídos estas palabras.»
Los príncipes del pueblo dijeron a los sacerdotes y profetas: «Este hombre no es reo de muerte, porque nos ha hablado en nombre del Señor, nuestro Dios.» 
Entonces Ajicán, hijo de Safán, se hizo cargo de Jeremías, para que no lo entregaran al pueblo para matarlo. 

Palabra de Dios


Salmo
Sal 68

R/. Escúchame, Señor, el día de tu favor

Arráncame del cieno, que no me hunda;
líbrame de los que me aborrecen,
y de las aguas sin fondo.
Que no me arrastre la corriente,
que no me trague el torbellino,
que no se cierre la poza sobre mí. R/.

Yo soy un pobre malherido;
Dios mío, tu salvación me levante.
Alabaré el nombre de Dios con cantos,
proclamaré su grandeza con acción de gracias. R/.

Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos. R/.

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (14,1-12):

En aquel tiempo oyó el virrey Herodes lo que se contaba de Jesús, y dijo a sus ayudantes: «Ese es Juan Bautista que ha resucitado de entre los muertos, y por eso los Poderes actúan en él.» 
Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado por motivo de Herodías, mujer de su hermano Felipe, porque Juan le decía que no le estaba permitido vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta. El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos, y le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que pidiera. Ella, instigada por su madre, le dijo: «Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan Bautista.» 
El rey lo sintió; pero, por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran; y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven, y ella se la llevó a su madre. Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron y fueron a contárselo a Jesús. 

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy sábado, 4 de agosto de 2018
CR


Queridos amigos:

En la historia de la Iglesia hay varias parejas de esposos canonizadas o beatificadas: aparte de san Joaquín y santa Ana, podemos señalar a san Isidro Labrador y santa María de la Cabeza, o los esposos Martin, padres de Teresa del Niño Jesús, o el matrimonio italiano Luigi y Maria Beltrame. Ellos, y tantos más, han sido recíprocamente signo y estímulo para vivir el evangelio, mediación del amor de Dios.

Pero en la historia se han dado también influencias en sentido contrario. No es el caso de Herodías el primero que narra la Escritura sobre el influjo negativo de la mujer del rey sobre la decisión del monarca. Baste evocar la historia de Ajab y Jezabel a propósito de la viña de Nabot. Jezabel urde una red de complicidades (ancianos, notables y un par de canallas) y provoca la ejecución de Nabot. Ajab, libre ya de todo escrúpulo, podrá por fin apoderarse de la viña.

También hallamos un poderoso influjo en el terreno de la amistad: mencionemos, por solo citar historias luminosas, la de Francisco y Clara de Asís o la de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz. Apuntamos una algo más reciente: la Madre Magdalena de Jesús Sacramentado, pasionista, ejerció una influencia muy positiva sobre el P. Juan Arintero, dominico y director espiritual suyo; en cierto modo podemos decir que la dirigida se volvió directora, punto en que se manifiesta un rasgo admirable del “genio femenino”.

Hay otro aspecto en la historia de hoy: Herodías influye en la decisión de Herodes por tercero interpuesto: su propia hija. La madre ha sabido aguardar el momento y, entre bastidores, mueve los hilos de un drama que se consuma en la muerte del Bautista. El evangelista denuncia la red de complicidades que se dan en esta muerte y anticipa la que se tejerá en torno a la muerte de Jesús. La cuestión que se plantea es esta: ¿en qué sentido encauzas tu ascendiente sobre otras personas?, ¿en qué sentido ejerces tu influencia sobre los más cercanos a ti?

FELIZ FIN DE SEMANA





jueves, 2 de agosto de 2018

ENSÉÑAME TU CAMINO


Enséñame tu camino



Cuando en la Biblia se habla de “camino”, casi siempre se refiere simbólicamente a las “normas de conducta de cada persona”, o en otras palabras a “su estilo de vida”. En el salmo 1º se lee: “El Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal”. Jesús, cuando dijo “Yo soy el camino”, nos comunicaba que con su vida expresaba el querer de Dios.

Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad; mantén mi corazón entero en el temor de tu nombre (86). Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia,  de alegría perpetua a tu derecha (16). Bendeciré al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente (16). Enséñame, Señor, a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón (119). He examinado mi camino para enderezar mis pies a tus preceptos (119). Dichoso el que con vida intachable camina en la voluntad del Señor (118). Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos, dame vida con tu palabra (119). Ensánchame el corazón y correré por el camino de tus mandatos (119).

Es bueno tener presente las palabras que en los salmos, en especial el 119, significan casi lo mismo que “camino”: como puedes apreciar en estas frases: cumplir tus mandatos, seguir tus caminos, observar tus preceptos, obrar según tu voluntad, practicar tus palabras, guardar tus consignas, obedecer tu santa ley. Alimenta tu oración con la riqueza de la Palabra.



* Enviado por el P. Natalio

SE VENDE CASA...


Se vende casa...




La imaginación es una noble capacidad humana que embellece la vida y libera de la rutina. Reviste de luz, alegría y belleza a todo cuanto toca. Le bastan muy pocos elementos para suscitar interés, entusiasmo, es una magia especial que puede enaltecer todo. Como dijo el poeta “es como la sonrisa de las cosas sin luz, transfiguradas por el silencio blanco de la nieve”.

Cierto día un señor se encontró en la calle con un gran amigo suyo, que era un buen poeta, y le dijo: —Necesito vender mi casa. Tú la conoces muy bien. ¿Podrías redactar un aviso para el diario? El poeta tomó lápiz y papel, y escribió: "Se vende encantadora propiedad, donde gorjean los pájaros al amanecer en los árboles del parque, rodeado por las cristalinas aguas de un lindo riachuelo. La casa, por las tardes, bañada por el sol poniente, ofrece la sombra tranquila de una amplia terraza". Meses después, el poeta encontró al señor, y le preguntó si ya había vendido su casa. —No pensé más en eso -dijo el hombre-. Después de leer el aviso, me di cuenta de la maravilla que tenía.

Una persona, sin ser poeta, puede ser creativa e imaginativa, si tiene ideas nuevas. Ahora bien, las ideas nuevas son la rueda del progreso. Sin ellas reinaría el estancamiento en todos los órdenes. Por eso la habilidad para generar buenas ideas es esencial para alcanzar el éxito, sea cual sea tu profesión o tarea. Cultívala. 



* Enviado por el P. Natalio

ORACIONES AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Consagración de la familia al Sagrado Corazón



Corazón Sagrado de Jesús, que has manifestado a Santa Margarita María el deseo de reinar en las familias cristianas; te pedimos que reines siempre en nuestra familia.

Reina en nuestra inteligencia por la sencillez y la firmeza de nuestra fe; reina en nuestros corazones por el amor, que alimentaremos recibiendo con frecuencia la Sagrada Eucaristía.

Dígnate, Divino Corazón de Jesús, presidir nuestras reuniones, bendecir nuestras empresas espirituales y temporales, santificar nuestro trabajo, ahuyentar nuestros pesares, aliviar nuestras penas y llenarnos de tu alegría y de tu paz.

Si alguno de nosotros tuviera la desgracia de ofenderte, recuérdale que eres Bueno y Misericordioso para el pecador arrepentido.

Y cuando llegue la hora en que la muerte venga a cubrirnos de luto, todos, tanto los que partan como los que queden, estaremos sumisos a tus decretos eternos. Nos consolaremos con el pensamiento de que llegará un día en que toda esta familia que te ama y  te adora, reunida en el Cielo, cantará para siempre tu Gloria y tu Amor infinito hacia nosotros.

Sagrado Corazón de Jesús. ten misericordia de nosotros y danos tu Amor y tu Paz. Amén.





Oración de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús


Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies, 
renovamos alegremente la Consagración 
de nuestra familia a tu Divino Corazón.

Sé, hoy y siempre, nuestro Guía, 
el Jefe protector de nuestro hogar, 
el Rey y Centro de nuestros corazones.

Bendice a nuestra familia, nuestra casa, 
a nuestros vecinos, parientes y amigos.


 Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones.

 Danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre.

 Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en nuestro hogar y en nuestras comunidades. 
Queremos ser instrumentos de paz y de vida.

 Que nuestro amor a tu Corazón compense, de alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o rechazan.

 Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti. Confianza profunda, ilimitada.


PARA QUÉ SON LAS VACACIONES?


¿Para qué son las vacaciones?
Las vacaciones son un momento de crecimiento interior y armonia


Por: P. Antonio Rivero, L.C. | Fuente: Catholic.net 




Hay una frase en los evangelios que nos demuestra que el descanso es una creatura de Dios buena, legítima y necesaria. Esta frase la pronunció el mismo Jesús, hombre verdadero, para quien las cosas humanas, nuestras cosas, no le eran indiferentes. Dice así: “Venid conmigo a un lugar retirado y tranquilo y descansad un poco “ (Marcos 6, 31). Es un gesto de Jesús lleno de delicadeza, de amor, de humanismo. Cabe preguntarnos: ¿para qué sirven las vacaciones, el descanso corporal? En este artículo trataremos de dar alguna luz sobre esta experiencia humana que todos los años toca a nuestra puerta: el descanso veraniego, las vacaciones.

1. Las vacaciones para un cristiano son un medio óptimo para reponer y restaurar fuerzas físicas.

El trabajo del año ha sido arduo y desgastante. “El descanso -dirá el papa Juan Pablo II- significa dejar las ocupaciones cotidianas, despegarse de las normales fatigas del día, de la semana y del año”. El cuerpo no es un camión de carga, ni una máquina que funciona las veinticuatro horas del día, los doce meses del año. Necesita de su descanso y del sano esparcimiento. No podemos tenerlo siempre en tensión, pues se quebraría.

Se cuenta de un santo que acariciaba apaciblemente una perdiz. De pronto un cierto filósofo se aproxima con aparejo de cazador y se maravilla de que el santo varón, que gozaba de tanta reputación, se entretuviera y perdiera el tiempo en cosas tan insignificantes como el acariciar a una perdiz. Entre los dos personajes se entabló este diálogo.

- “¿Eres tú el santo insigne del que me hablaron? ¿Por qué te entretienes en diversiones tan ridículas?” - pregunta el filósofo.
- “¿Qué es esto que llevas en la mano?” - le preguntó a su vez el santo varón.
- “Un arco” -respondió en filósofo.
- “Y, ¿por qué no lo llevas siempre tenso?” -Dijo el santo.
- “No conviene - responde el filósofo-, pues si estuviese siempre tenso se echaría a perder el arco. Así, cuando fuera necesario lanzar un disparo más potente contra alguna fiera, por haber perdido su fuerza debido a la continua rigidez, el tiro no iría ya con la violencia necesaria”.
- “Pues bien, -concluyó el santo- no te admire tampoco, joven, que yo conceda a mi espíritu este inocente y breve esparcimiento. Si de vez en cuando no le permitiese descansar de su tensión, concediéndole algún solaz, la misma continuidad del esfuerzo le ablandaría y aflojaría, y no podría obedecer a las órdenes y a las exigencias del espíritu”.

Este ejemplo nos pone ante la vista la necesidad de concedernos al año una tregua de descanso, para reponer nuestras fuerzas y poder después trabajar por Dios, por la familia, por los demás...y de esta manera ir construyendo ya en vida nuestra eternidad. Y esta tregua se logra encontrándonos con la naturaleza, escalando montañas, contemplando el mar o la arboleda, nadando en la playa, jugando con los hijos, y mil diversiones más, que están a nuestro alcance y que hacen que nuestro arco - nuestro cuerpo- no se rompa.

2. Las vacaciones son, además, un medio maravilloso para alimentar un poco más el alma.

Durante el año no tenemos tanto tiempo para la oración, para la lectura de la biblia, para acudir a la misa diaria, para rezar el rosario en familia y para otras actividades que elevan el espíritu y el alma.

Ahora, en estos meses de verano, sin el trajín y el agobio del trabajo, podemos dedicar más tiempo a Dios y al alma. ¡Qué hermoso sería que durante las vacaciones la familia entera se reuniera varias veces a la semana para escuchar y participar de la misa! ¡Cómo se nutriría el alma si al final del día se sentaran padres e hijos para leer unas líneas de los santos evangelios y se comentasen entre todos! ¿Cuántos de nosotros durante las vacaciones visitamos un museo o un parque nacional, asistimos a un concierto de buena música o a una obra teatral? Todas estas actividades alegran el espíritu, lo elevan, lo dignifican, por ser creaciones del ingenio humano.

Nuestra madre Iglesia, experta en humanismo, nos dice: “El tiempo libre se debe emplear rectamente para el descanso del espíritu y para cuidar la salud de la mente y del cuerpo, por medio de ocupaciones y estudios libres, por medio de viajes a otras regiones, que enriquecen el espíritu y que, además, enriquecen a los hombres con un conocimiento mutuo; por medio también de ejercicios y manifestaciones deportivas, que son una ayuda para conservar el equilibrio psíquico, incluso colectivamente, así como para establecer relaciones fraternas ente los hombres de toda condición, de todas las naciones o de razas diferentes” (Concilio Vaticano II, Gaudium et spes 61).

3. Finalmente, las vacaciones son excelente medio para darnos y entregarnos de lleno a los demás, sobre todo, a la propia familia. 

Durante el año, el papá y, a veces, la mamá trabajaban hasta altas horas de la tarde. Los niños cursaban por la mañana sus estudios en la escuela y en la tarde tenían sus actividades extraescolares (deporte, inglés, natación, etc...). Apenas se ven, apenas tienen un diálogo familiar, apenas se conocen, apenas comparten gozos y alegrías, preocupaciones, penas y proyectos.

En las vacaciones se pueden crear lazos de unión mucho más estrechos e íntimos entre padres e hijos, entre nietos y abuelos, entre tíos y primos. El hijo quiere estar a solas con su papá y la hija con su mamá, conocerlos más y más...y por eso el padre debería invitar a su hijo a pescar o a jugar y tener sus ratos de conversación serena con ese hijo; la madre, por su parte, debería hacerse un huequito al día para pasear con su hija, sentarse en la plaza y abrir su alma y su corazón a esa hija de sus entrañas, que tanta necesidad tiene del cariño materno; a ella le compete introducir a su hija en el hermoso misterio de la vida. También el abuelo quiere sentirse amado y querido. Ansía tener entre sus rodillas a ese nietecillo y acariciarlo y contarle experiencias vividas, pues todo anciano es portador de vivencias acumuladas durante los largos años de la vida. La abuela quiere sentirse útil. Quisiera peinar a su nietita, enseñarle a coser y a rezar. Quisiera ser amada, estimada, escuchada. Las vacaciones son momento privilegiado para lograr estos objetivos.

Ojalá que estas vacaciones sean un momento de crecimiento interior, de armonía y conocimiento familiar y de descanso corporal, a fin de comenzar el nuevo año con nuevos bríos, alegría renovada y contagiante entusiasmo...y así seguir construyendo desde aquí abajo la eternidad tan deseada.

PAPA FRANCISCO: HACE HISTÓRICO CAMBIO EN ENSEÑANZA DE LA IGLESIA SOBRE LA PENA DE MUERTE


El Papa hace histórico cambio en enseñanza de la Iglesia sobre la pena de muerte
Redacción ACI Prensa
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




El Papa Francisco ha autorizado la modificación del artículo 2267 del Catecismo de la Iglesia Católica sobre la pena de muerte, declarando “inadmisible” la aplicación de esta condena en cualquier caso, y pide su abolición en todo el mundo.

Mediante una frase pronunciada por Francisco en octubre de 2007 por el 25° aniversario del Catecismo, la nueva redacción de este artículo señala que “la Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que ‘la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona’”.

Además, la nueva redacción afirma que la Iglesia “se compromete con determinación a su abolición (de la pena de muerte) en todo el mundo”.

El nuevo artículo 2267 del Catecismo explica que “durante mucho tiempo el recurso a la pena de muerte por parte de la autoridad legítima, después de un debido proceso, fue considerado una respuesta apropiada a la gravedad de algunos delitos y un medio admisible, aunque extremo, para la tutela del bien común”.

Sin embargo, “hoy está cada vez más viva la conciencia de que la dignidad de la persona no se pierde ni siquiera después de haber cometido crímenes muy graves. Además, se ha extendido una nueva comprensión acerca del sentido de las sanciones penales por parte del Estado”.


Por último, recuerda que “se han implementado sistemas de detención más eficaces, que garantizan la necesaria defensa de los ciudadanos, pero que, al mismo tiempo, no le quitan al reo la posibilidad de redimirse definitivamente”.

Un cambio coherente

En una carta explicativa dirigida a los obispos, el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Luis Francisco Ladaria, señala que esta nueva redacción del Catecismo es la culminación de un proceso comenzado por San Juan Pablo II y continuado por Benedicto XVI destinado a fijar el compromiso de la Iglesia Católica con la abolición de la pena de muerte.

Aseguró que el nuevo texto sigue los pasos de la enseñanza de San Juan Pablo II en la Encíclica Evangelium Vitae.

En este sentido recordó las palabras del Papa Francisco en la carta al presidente de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte en marzo de 2015 en las que afirmaba que “hoy en día la pena de muerte es inadmisible por cuanto grave haya sido el delito del condenado”. Según afirmaba el Santo Padre, la pena de muerte “implica un trato cruel, inhumano y degradante”.

En coherencia con estas afirmaciones, el Pontífice, según afirmó el Cardenal Ladaria, pidió “una revisión de la formulación del Catecismo de la Iglesia Católica sobre la pena de muerte”.

De esta manera, “la nueva redacción del n. 2267 del Catecismo de la Iglesia Católica, aprobado por el Papa Francisco, se sitúa en continuidad con el Magisterio precedente, llevando adelante un desarrollo coherente de la doctrina católica”.

Sobre la afirmación de la nueva redacción del Catecismo de que “la supresión de la vida de un criminal como castigo por un delito es inadmisible porque atenta contra la dignidad de la persona, dignidad que no se pierde ni siquiera después de haber cometido crímenes muy graves”, el Cardenal señala que “a esta conclusión se llega también teniendo en cuenta la nueva comprensión de las sanciones penales aplicadas por el Estado moderno, que deben estar orientadas ante todo a la rehabilitación y la reinserción social del criminal”.

Además recuerda que “dado que la sociedad actual tiene sistemas de detención más eficaces, la pena de muerte es innecesaria para la protección de la vida de personas inocentes”.

Versión anterior

En la anterior redacción del artículo 2267 del Catecismo aprobado en 1992, y modificada hoy, se señalaba que “la enseñanza tradicional de la Iglesia no excluye, supuesta la plena comprobación de la identidad y de la responsabilidad del culpable, el recurso a la pena de muerte, si esta fuera el único camino posible para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas”.

Sin embargo, “si los medios incruentos bastan para proteger y defender del agresor la seguridad de las personas, la autoridad se limitará a esos medios, porque ellos corresponden mejor a las condiciones concretas del bien común y son más conformes con la dignidad de la persona humana”.

“Hoy, en efecto, como consecuencia de las posibilidades que tiene el Estado para reprimir eficazmente el crimen, haciendo inofensivo a aquél que lo ha cometido sin quitarle definitivamente la posibilidad de redimirse, los casos en los que sea absolutamente necesario suprimir al reo ‘suceden muy [...] rara vez [...], si es que ya en realidad se dan algunos’”, señalaba la anterior versión. 
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