martes, 27 de junio de 2017

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 27 DE JUNIO DEL 2017


¿Por qué no entrar?
Santo Evangelio según San Mateo 7, 6. 12-14. XII Martes de Tiempo Ordinario


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Hay tantas cosas que me angustian, que me distraen en esta vida. Otras que me encantan que me fascinan… Ante todas ellas, lo único que me importa es vivirlas contigo, para que todas mis actividades sean para tu gloria y el bien de los demás.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 7, 6. 12-14
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No den a los perros las cosas santas ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes y los despedacen.
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto se resumen la ley y los profetas.
Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y amplio el camino que conduce a la perdición, y son muchos los que entran por él. Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que conduce a la vida, y qué pocos son los que lo encuentran!".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
¿Quién no ha tenido que luchar para alcanzar aquello que se quiere? ¿Quién no ha tenido que sufrir una caída para saber lo que es levantarse?... ¿Quién?...
De frente ante los caminos de la vida siempre hay uno que atrae más que otro, aun a sabiendas que en aquel que no atrae tanto se puede encontrar algo muy preciado.
Vemos carteles publicitarios que nos venden: "[…] sin esfuerzo", "hazlo en tan sólo diez minutos" Para algunas cosas esto podría funcionar, pero… ¿para lo verdaderamente importante? No lo creo, de hecho me hace preguntarme, ¿esto de verdad es vivir?
Muchos han encontrado este camino pero la puerta estrecha suele dar un poco de miedo pues implica voluntad; requiere atrevimiento; se necesita confiar en que aunque al principio no se vea nada, más allá se encontrará algo espectacular. Algo grande… más de lo que se puede esperar.
Es el camino que todos buscamos; que todos deseamos, pero que muy pocos deciden tomar.
Éste es el camino de la verdad, del amor; de la vida. Sólo en él se ama, sólo en él se puede experimentar lo que es vivir de verdad.
Es el camino al que Dios me invita… Sin embargo, aquí es donde entra el hermoso misterio de la libertad.
¿Qué acaso no haría todo para alcanzar aquello que más deseo? ¿Qué acaso no caminaría una y otra vez más el camino que me lleva a lo que más anhelo? ¿Por qué no entrar?...
"La puerta de la misericordia de Dios es estrecha pero ¡siempre abierta de par en par para todos! Dios no tiene preferencias, sino que acoge siempre a todos, sin distinción. Una puerta estrecha para restringir nuestro orgullo y nuestro miedo; una puerta abierta de par en par para que Dios nos reciba sin distinción. Y la salvación que Él nos ofrece es un flujo incesante de misericordia que derriba toda barrera y abre interesantes perspectivas de luz y de paz. La puerta estrecha pero siempre abierta: no os olvidéis de esto."
(Homilía de S.S. Francisco, 21 de agosto de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Trataré de vivir hoy, de una manera especial, la regla de oro del Evangelio: "Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes."
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

¿EL SPINNER ES SATÁNICO? Sacerdote católico se pronuncia.


VIDEO: ¿Es satánico el “fidget spinner”? Un sacerdote responde


 (ACI).- Juan Mariano Ávalos Sanabria, que se identifica como pastor del grupo evangélico “congregación pentecostal de los primeros cristianos”, dijo recientemente que el popular juguete “fidget spinner” es “satánico”. ¿Qué hay de verdad en eso? Un sacerdote responde.

En un video publicado en su cuenta de Facebook, Ávalos Sanabria aseguró que al sostener el “spinner”, las personas realizan con su mano el “signo del diablo” y el “666, la marca del diablo”.

“No permitan que usen en sus casas” este juguete, pidió el pastor evangélico.

En respuesta, el P. Samuel Bonilla, conocido en redes sociales como el “Padre Sam”, alentó a los fieles a “no caer en satanizar todo eso que vemos, escuchamos, leemos”.

“Qué tal si cristianizamos todo esto que es posible cristianizar, obviamente con el discernimiento con el Espíritu Santo”, dijo el sacerdote, en un video publicado en su canal de YouTube.

El Padre Sam aseguró que el popular juguete “no es satánico”.

“A Dios y al diablo se le recibe con actos de libertad y voluntad, no se les reciben por accidente, no queda una persona endemoniada por accidente, no aclama una persona a Satanás por accidente. Lo mismo respecto a Dios, no es que por casualidad acepté a Dios”, explicó.

“Si este aparatito le ayuda a un niño, a un joven, al Padre Sam para el estrés, perfecto. Yo no estoy invocando al diablo al estar girando esto. Para invocar a Dios o para invocar a Satanás siempre son actos en libertad y en voluntad”, subrayó.

El sacerdote alentó además a los católicos a pedirle al Espíritu Santo “el don del discernimiento: Señor que pueda yo discernir lo bueno de lo malo. Por sus frutos, dirá Jesús, los conocerán”.

FELIZ MARTES!!!




lunes, 26 de junio de 2017

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA 26 DE JUNIO


Nardo del 26 de Junio
!Oh Corazón Sagrado, amado reposo de las almas!

Meditación: ¿Sabes, Señor?, cuando te miro Tu sabes que sonrío, pues veo Tu Dulzura y Poder. Yo sé que eres mi Rey, sé cuánto me conoces y me quieres, que estás junto a mi y me sigues, que evitas que caiga, y que consuelas mi alma. Cuando tengo dolor, cuando la oscuridad me quiere atrapar, Te me acercas y Tu mano me das, y es entonces cuando siento cuánto me cuidas. Y me dices: "descansa ya, pues Yo, el Amor, estoy junto a vos". Es allí cuando se disipa mi aflicción y siento Tu calor, me siento dichoso y mi alma goza. Y el dolor y la noche ya no están, pues Tú lo permitiste para que vea mi debilidad y conozca Tu Fortaleza. El sufrimiento que purifica, la oscuridad que hace ver la Luz, porque allí siempre estas Tú.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Preparemos y seamos un Altar a Jesús, tanto físico como espiritual, para agradecer cuánto nos da.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 26 DE JUNIO


Los cinco minutos de María
Junio 26



Quien se acerca al fuego, siente calor; quien se acerca a María, se santifica, pues María es tan santa que no solamente lo es para sí, comunica santidad a cuantos se le acercan.

Nos acercamos a María pensando en ella, leyendo lo que de ella se ha escrito, invocándola con nuestras plegarias, amándola con filial ternura, tratando de imitarla en sus virtudes.

También el cristianismo debe cristianizar a cuantos lo rodean, pues el Evangelio es un fuego que abrasa donde pasa.

Santa María de la respuesta generosa a los designios de Dios, que yo también responda afirmativamente a su llamado.


* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 26 DE JUNIO DEL 2017


Sácate primero la viga que tienes en el ojo y luego podrás ver bien
Santo Evangelio según San Mateo 7, 1-5. XII Lunes de Tiempo Ordinario.



Por: H. Hiram Samir Galán Jaime, L.C. | Fuente: www.missionkits.org 





En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, llena mi corazón de amor para que yo sea capaz de amar a todos con todo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 7, 1-5
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No juzguen y no serán juzgados; porque así como juzguen los juzgarán y con la medida que midan los medirán.
¿Por qué miras la paja en el ojo de tu hermano y no te das cuenta de la viga que tienes en el tuyo? ¿Con qué cara le dices a tu hermano: 'Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo', cuando tú llevas una viga en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga que tienes en el ojo, y luego podrás ver bien para sacarle a tu hermano la paja que lleva en el suyo".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Paradójicamente, las personas que cometemos más errores somos al mismo tiempo los más duros e inflexibles. Y resulta evidente cuando un corazón no tiene paz y amor dentro; está divido y no puede sino proyectar toda esa frustración y amargura hacia los demás.
Muy diverso es el testimonio de los santos y las personas que se han distinguido en la virtud. Siempre son ejemplos de beneficencia y caridad. Por ello, la clave de la santidad no está en muchos propósitos y reglas de perfección sino en amar. No cansarse de amar. Amar de día y de noche. Amar con el corazón y con el pensamiento. Amar a todos en y desde Dios.
Madre Santísima, ayúdanos a tener un corazón amante como el tuyo que sólo busca acoger y amar a los demás, sobre todo con predilección a los pobres pecadores.
"Es tan feo juzgar: el juicio ¡sólo a Dios, sólo a Él! A nosotros nos compete el amor, la comprensión, el rezar por los demás cuando vemos cosas que no están bien, si es necesario también hablar con ellos para ponerlos en guardia si algo no parece ir en la dirección correcta. Pero nunca juzgar, nunca, porque si nosotros juzgamos es hipocresía. Cuando juzgamos nos colocamos en el lugar de Dios, esto es verdad, pero nuestro juicio es un pobre juicio: nunca, nunca puede ser un verdadero juicio porque el verdadero juicio es el que da Dios. Y ¿por qué el nuestro no puede ser como el de Dios?; ¿por qué Dios es omnipotente y nosotros no? No, porque a nuestro juicio le falta la misericordia. Y cuando Dios juzga, juzga con misericordia."

(Homilía de S.S. Francisco, 20 de junio de 2016, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Dedicaré un tiempo de mi día a recordar todas las veces que el Señor me ha perdonado mi pecado y me ha renovado con la fuerza de su amor, para hacer yo lo mismo con los demás.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

FELIZ SEMANA!!!



domingo, 25 de junio de 2017

SÍNTESIS DE SABIDURÍA


Síntesis de sabiduría



Intercambiar experiencias entre personas sabias es enriquecedor. Se aprende mucho sin necesidad de sufrirlo en la propia piel. Los clásicos decían, “de lo sucedido a uno sólo, aprendan todos”. Son consejos que debes confrontar con tus experiencias y darles el punto justo, para aprovecharlos con discernimiento. He aquí algunos.

El día más bello... Hoy.  La cosa más fácil... Equivocarse. El obstáculo más grande... El miedo. La raíz de todos los males... El egoísmo. La peor derrota... El desaliento.  La primera necesidad... Comunicarse. Lo que más hace feliz... Ser útil a los demás. El peor defecto... El mal humor. El sentimiento más ruin... El rencor. El regalo más bello... El perdón  La sensación más grata... La paz interior. La fuerza más potente del mundo…La fe. Lo más bello de todo... El amor. La distracción más bella... El trabajo.  La persona más peligrosa... La mentirosa. Lo más imprescindible... El hogar. El resguardo más eficaz...El optimismo.  La mayor satisfacción... El deber cumplido. Las personas más necesarias…Los padres. (Madre Teresa de Calcuta).    

“Cometiendo errores, se aprende”, dice el proverbio. Es verdad. Pero es sin duda mejor aprender de los errores, búsquedas, experiencias… de los que ya han transitado los caminos de la vida. Con razón afirmó Benjamín Franklin: “La experiencia es una excelente escuela, en la que lamentablemente no se inscriben los necios”.


* Enviado por el P. Natalio

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA 25 DE JUNIO


Nardo del 25 de Junio
!Oh Sagrado Corazón, fuente de unión!

Meditación: ¿Señor, me dejas espiar por una rendija en Tu vida...?. Te veo caminando por la pequeña Nazaret, pero no pareces un rey...tampoco un juez. Te ves esbelto, fuerte, de rostro hermoso. Tu mirada es profunda...miras los corazones de todos los hombres. Junto a Ti algunos discípulos van caminando, creo que son Pedro, Santiago y Juan...los escucho hablar de otros hermanos que han encontrado, y dicen que no tienen un corazón sano. De repente los miras y con imponente voz interrumpes su conversación. Se Te escucha decir: "no os quiero ver juzgar, sino sólo amar y predicar para cambiar lo que está mal...". Los discípulos hacen silencio, pues ha hablado el Maestro. 

Y ahora me imagino, Señor, verte caminar aquí...a mi lado, y que yo también voy hablando de mis hermanos. Señor, Tú me dirías lo mismo y me recordarais Tus enseñanzas: "...así como juzguéis seréis juzgados...", o aquella otra: "...el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra...". Señor, creo que no soportaría Tu Mirada, pues cómo verías mi alma, la verías manchada. Señor, yo también voy a hacer silencio, para sacar de mi corazón todo lo que no es bueno y poder seguir así las enseñanzas de mi Maestro. Señor, no permitas que yo ponga discordia, porque conozco Tu gran Misericordia. Haz que busque la unión como símbolo de amor, para ser Uno como lo sos Vos con el Creador y el Espíritu de Santificación.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Oremos para que descienda el Espíritu Santo sobre nosotros, y que por Su intermedio nos sigamos purificando, conociendo todo aquello en lo que a Dios no agradamos.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

TEMOR O CONFIANZA


Temor o confianza
Hoy en día los sentimientos de temor o impotencia contra los oscuros riesgos y amenazas de la vida son más grandes que nunca y nos acompañan a cada paso.


Por: Padre Nicolás Schwizer | Fuente: Homilías del Padre Nicolás Schwizer 




Mateo 10, 26-33
«No les tengáis miedo. Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse. Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo vosotros a la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde los terrados. «Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. ¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos. «Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos.

Reflexión
Tres veces Jesús exhorta, en este Evangelio, a sus discípulos: “no temáis”. Y no queda duda, de que dirige esta exhortación hoy también a todos nosotros: “no temáis”.

El Señor lo sabe y nosotros lo experimentamos siempre de nuevo que el temor es un sentimiento primario del hombre. A la existencia humana están apegados el desamparo y la inseguridad y, por consiguiente, la angustia y el miedo, ya sea escondido o manifiesto, ya sea consciente o no.

Las angustias del mundo de hoy.
Y hoy en día los sentimientos de temor o impotencia contra los oscuros riesgos y amenazas de la vida son más grandes que nunca y nos acompañan a cada paso. Nos angustiamos por la situación económico social de nuestra patria. Por el futuro político de nuestro pueblo. Los padres se inquietan por el porvenir de sus hijos y de su familia. Los ancianos y jubilados se preocupan de su pan de cada día. Muchos tienen miedo de los demás, no sólo de asaltantes y malhechores, sino también de vecinos o parientes, e incluso tienen miedo de Dios. Y, por último, todos tenemos temor a la muerte.

¿Por qué tanta desconfianza y miedo? ¿Cuál es el sentido de la inseguridad y de la angustia que sufrimos en el mundo actual?

Una verdad conocida, que olvidamos en el trajín de nuestra vida, nos revela que la seguridad y el cobijamiento no podemos encontrarlos en este mundo, debemos buscarlos en el otro mundo, debemos buscarlos en Dios. El temor extraordinario de hoy – en su valor positivo – nos lleva a buscar la ayuda de Dios. Esto es lo que el Padre del cielo quiere decirnos por medio de nuestra situación difícil:

Buscad tranquilidad, amparo y cobijamiento en mí, en mis manos bondadosas, en mi corazón paternal.



Porque Dios no se preocupa solamente del mundo en general, ni de un pueblo determinado, sino que también – impulsado por una profunda paternidad – vela por cada individuo. Frecuentemente recalca Jesús que el Padre se preocupa de cada uno personalmente, incluso hasta de sus pequeñeces más insignificantes.

“¿Acaso no se vende un par de gorriones por unas monedas? Y sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo, no hay comparación entre vosotros y los gorriones”.

Aquel que cuida de las aves del cielo, cuánto más se preocupará por cada ser humano, cuánto más amará, con su cariño paternal, a todos sus hijos.

Por eso, si Dios está conmigo, no puedo tener miedo. Al contrario, mi preocupación más grande debería ser: estar despreocupado en cada momento, no por negligencia, sino porque confío en Dios. Es más fuerte siempre aquel que tiene a Dios por aliado.

Todos debemos llegar a ser héroes de la confianza.
Sin esa confianza filial, hoy es imposible permanecer firme y victorioso en medio de las tormentas de este mundo. No se puede dominar la vida actual, ninguno de nosotros podrá hacerlo, si Dios no está a nuestro lado.

Pensemos en la tormenta sobre el lago. Es algo extraño: los apóstoles en la barca son maestros en el dominio del mar. Además, Jesús está con ellos. Y si embargo se angustian y se desesperan y tienen que despertar al Señor, para que los salve.

Entonces, si tenemos esa confianza profunda en Dios, venceremos el temor y la inseguridad de este mundo. Si aceptamos filialmente la voluntad del Padre, en horas agradables y en horas difíciles, dando así testimonio valiente de Cristo, entonces Él nos recibirá un día en la casa del Padre.

“Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo”.

¡Qué así sea!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Padre Nicolás Schwizer
Instituto de los Padres de Schoenstatt

NUESTROS MIEDOS


NUESTROS MIEDOS


Cuando nuestro corazón no está habitado por un amor fuerte o una fe firme, fácilmente queda nuestra vida a merced de nuestros miedos. A veces es el miedo a perder prestigio, seguridad, comodidad o bienestar lo que nos detiene al tomar las decisiones. No nos atrevemos a arriesgar nuestra posición social, nuestro dinero o nuestra pequeña felicidad.

Otras veces nos paraliza el miedo a no ser acogidos. Nos atemoriza la posibilidad de quedarnos solos, sin la amistad o el amor de las personas. Tener que enfrentarnos a la vida diaria sin la compañía cercana de nadie.

Con frecuencia vivimos preocupados solo de quedar bien. Nos da miedo hacer el ridículo, confesar nuestras verdaderas convicciones, dar testimonio de nuestra fe. Tememos las críticas, los comentarios y el rechazo de los demás. No queremos ser clasificados. Otras veces nos invade el temor al futuro. No vemos claro nuestro porvenir. No tenemos seguridad en nada. Quizá no confiamos en nadie. Nos da miedo enfrentarnos al mañana.

Siempre ha sido tentador para los creyentes buscar en la religión un refugio seguro que nos libere de nuestros miedos, incertidumbres y temores. Pero sería un error ver en la fe el agarradero fácil de los pusilánimes, los cobardes y asustadizos.

La fe confiada en Dios, cuando es bien entendida, no conduce al creyente a eludir su propia responsabilidad ante los problemas. No le lleva a huir de los conflictos para encerrarse cómodamente en el aislamiento. Al contrario, es la fe en Dios la que llena su corazón de fuerza para vivir con más generosidad y de manera más arriesgada. Es la confianza viva en el Padre la que le ayuda a superar cobardías y miedos para defender con más audacia y libertad el reino de Dios y su justicia.

La fe no crea hombres cobardes, sino personas resueltas y audaces. No encierra a los creyentes en sí mismos, sino que los abre más a la vida problemática y conflictiva de cada día. No los envuelve en la pereza y la comodidad, sino que los anima para el compromiso.

Cuando un creyente escucha de verdad en su corazón las palabras de Jesús: «No tengáis miedo», no se siente invitado a eludir sus compromisos, sino alentado por la fuerza de Dios para enfrentarse a ellos.



Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Mt 10,26-33

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 25 DE JUNIO DEL 2017


Domingo 12º del Tiempo Ordinario – Ciclo A
Domingo 25 de Junio de 2017

“Dios me conoce, conoce de mí cada cabello“



Primera lectura
Lectura del libro de Jeremías 20,10-13:

Dijo Jeremías: «Oía el cuchicheo de la gente: “Pavor en torno; delatadlo, vamos a delatarlo.” Mis amigos acechaban mi traspié.” A ver si se deja seducir, y lo abatiremos, lo cogeremos y nos vengaremos de él.” Pero el Señor está conmigo, como fuerte soldado; mis enemigos tropezarán y no podrán conmigo. Se avergonzarán de su fracaso con sonrojo eterno que no se olvidará. Señor de los ejércitos, que examinas al justo y sondeas lo íntimo del corazón, que yo vea la venganza que tomas de ellos, porque a ti encomendé mi causa. Cantad al Señor, alabad al Señor, que libró la vida del pobre de manos de los impíos.»

Palabra de Dios    

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Salmo
Salmo Responsorial: 68,8-10.14.17.33-35

R/. Que me escuche tu gran bondad, Señor

Por ti he aguantado afrentas,
la vergüenza cubrió mi rostro.
Soy un extraño para mis hermanos,
un extranjero para los hijos de mi madre;
porque me devora el celo de tu templo,
y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. R/.

Pero mi oración se dirige a ti,
Dios mío, el día de tu favor;
que me escuche tu gran bondad,
que tu fidelidad me ayude.
Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia;
por tu gran compasión, vuélvete hacia mí. R/.

Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos.
Alábenlo el cielo y la tierra,
las aguas y cuanto bulle en ellas. R/.

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Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5,12-15:

Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron. Porque, aunque antes de la Ley había pecado en el mundo, el pecado no se imputaba porque no había Ley. A pesar de eso, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con una transgresión como la de Adán, que era figura del que había de venir, Sin embargo, no hay proporción entre el delito y el don: si por la transgresión de uno murieron todos, mucho más, la gracia otorgada por Dios, el don de la gracia que correspondía a un solo hombre, Jesucristo, sobró para la multitud.

Palabra de Dios

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Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10,26-33:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «No tengáis miedo a los hombres, porque nada hay cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuchéis al oído pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; no hay comparación entre vosotros y los gorriones. Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.»

Palabra del Señor

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 25 DE JUNIO


Los cinco minutos de María
Junio 25



¡Con cuánta frecuencia se reuniría María con los Apóstoles, antes que éstos se dispersaran para evangelizar al mundo!

Ella, la dulce Madre de la Iglesia y Maestra de los Apóstoles, los amaba a todos y deseaba en su corazón ser útil a todos, darles un mensaje puro de conformidad con las palabras de su Hijo.

Los apóstoles de hoy, no menos que los de ayer, deben acudir a María para conseguir la luz de la Palabra y el esfuerzo para su gesta evangelizadora.

Santa María que recibiste el Mensaje de Vida enséñanos a manifestarlo a todo el mundo.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ DOMINGO!!!



sábado, 24 de junio de 2017

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY 24 DE JUNIO 2017, NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA


Lecturas de hoy Natividad de san Juan Bautista



Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (49,1-6):

Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos: Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo: «Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso.» Mientras yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas», en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios. Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel –tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza–: «Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 138,1-3.13-14.15

R/. Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente

Señor, tú me sondeas y me conoces; 
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares. R/.

Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente,
porque son admirables tus obras;
conocías hasta el fondo de mi alma. R/.

No desconocías mis huesos,
cuando, en lo oculto, me iba formando,
y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R/.


Segunda lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (13,22-26):

En aquellos días, dijo Pablo: «Dios nombró rey a David, de quien hizo esta alabanza: “Encontré a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos.” Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Antes de que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía: “Yo no soy quien pensáis; viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias.” Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que teméis a Dios: A vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación.»

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,57-66.80):

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. 
La madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan.»
Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así.»
Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va a ser este niño?» Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.

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Comentario al Evangelio de hoy sábado, 24 de junio de 2017
Fernando Torres cmf


      ¡Hoy estamos de fiesta! El nacimiento de un niño es siempre un motivo de fiesta. Es la vida que despierta, que empieza, que se desenvuelve y despliega en toda su fuerza. Tiene su gracia que celebremos tanto el nacimiento de un niño porque en realidad un niño es más una promesa que una realidad. Es la indefensión absoluta. Su vida es precaria y está amenazada por mil peligros. Tiene que pasar mucho tiempo y muchos cuidados, hasta que se pueda decir que algo de esa promesa se ha convertido en realidad. Por el camino se ha podido desviar mil veces de su senda. Y la vida se ha podido, se puede siempre, malograr. 

      Pero eso no se piensa en el momento del nacimiento. Ese momento es de gran alegría. Las familias se reúnen y el gozo estalla. En todas las culturas, en todos los países. Es como si el nacimiento de un niño nos diese la sensación de que tenemos un poco más de futuro para nosotros mismos. Ese futuro, siempre incierto, se ilumina con la nueva vida recién nacida, que nos asegura de que la vida es más fuerte que la nada y el vacío al que a veces nos parece que estamos abocados. 

      Hoy estamos de fiesta porque celebramos el nacimiento de Juan, el hijo de Zacarías, el viejo sacerdote, y de Isabel, su también anciana mujer. De donde ya parecía que no era posible que brotase la vida, ha surgido el milagro. ¡Un niño nos ha nacido! Por eso la alegría de los vecinos y de todos los que conocieron la noticia. 

      Y surge la pregunta. Es la misma que surge ante cualquier niño: ¿Qué va a ser de este niño? Lo que no sabían aquellas buenas gentes es que aquel niño, su vida y misión iba a estar en el umbral de una nueva era. Con aquel niño comenzaba el amanecer de un nuevo mundo marcado por la presencia salvadora de Dios. La luz del día que entonces empezaba iba a ser tan fuerte que, posiblemente, ni siquiera Juan, el niño ya hecho mayor, iba a entender en plenitud la novedad de ese nuevo amanecer que se iba a materializar en Jesús, el hijo de María, la prima de su madre. 

      Sería bueno que hoy viviésemos la fiesta de la nueva vida que comienza, que revivamos en nuestros corazones el espíritu de aquellas gentes. Y que, en medio de la alegría, nos preguntemos de nuevo: ¿Qué va a ser de este niño? Y tomemos conciencia del nuevo mundo que está ya aquí presente en medio de nosotros. Donde la muerte, el odio, la venganza, la ira y la injusticia, están ya vencidas y la luz del amor, de la misericordia, de la justicia, del perdón y la reconciliación brilla sobre nuestros corazones. 

POR LAS PERSONAS QUE QUIERO


Por las personas que quiero



El Señor quiere que vivas en paz. Es un valor fundamental que debes defender cada día de cualquier cosa que la perturbe. Especialmente del temor por el bien de tus seres queridos. Son pensamientos que asaltan y generan imágenes de peligros, atentados, desastres… Libérate de estas ansiedades dejando al cuidado del Señor estas personas. Y dile, “Jesús, yo confío en ti”.

Aquí estoy otra vez ante ti, Dios mío, para pedirte por las personas que quiero. A veces pierdo la paz cuando me preocupo por ello y temo por lo que les pueda pasar. Pero es imposible tener todo bajo control. Por eso te ruego que mires sus dificultades, que los ayudes y acompañes. Señor, muéstrales el camino para que vivan en paz y tengan la verdadera vida. Los dejo en tus brazos y me quedo sereno, porque allí en tus brazos ellos están seguros y todas sus preocupaciones tendrán un buen fin. Tómalos, Señor, y no los abandones nunca. Amén.

Hay en los salmos invocaciones apropiadas para pedir protección al Señor: “Guárdame, Señor, como a las niñas de tus ojos; a la sombra de tus alas, escóndeme”, (S. 16). “Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo, mi alcázar, mi libertador” (S. 17). Suplicar al Señor, te hará crecer en confianza y humildad, dos virtudes muy sólidas. El Señor te bendiga.


* Enviado por el P. Natalio
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