jueves, 8 de junio de 2017

REGALO DE BODAS


Regalo de bodas



No es común captar la fuerza transformadora que tiene el sacrificio generoso para ayudarnos a crecer espiritualmente. El motivo es simple: porque nos ayuda a vencer nuestro egoísmo, el mayor obstáculo que impide amar de verdad. Una anécdota para ejemplificarlo.

Narró la Madre Teresa de Calcuta que una vez dos jóvenes fueron a verla y donaron mucho dinero para dar de comer a la gente. Ella en Calcuta daba de comer a nueve mil personas al día. Querían que el dinero se destinara para alimentar a esta gente. Cuando les preguntó de dónde sacaron tanto dinero, ellos le respondieron: “Nos acabamos de casar hace dos días. Antes de la boda, decidimos que no compraríamos trajes para la ceremonia ni para la fiesta. Queremos darles a ustedes el dinero”. Para un hindú de clase alta esto es un escándalo. Después les preguntó: “¿Por qué lo han hecho?”. Ésta fue la extraña respuesta que le dieron: “Nos amamos tanto que queríamos dar algo a otros para comenzar nuestra vida en común con un sacrificio”. Madre Teresa comentaba: “Me impresionó mucho el constatar cómo estas personas estaban hambrientas de Dios”.

Cada uno tiene algo para dar. Dinero, talento, tiempo o una simple oración. La generosidad es una virtud que nos eleva y nos pone en sintonía con nuestra semejanza divina. ”Dios, que da el fruto y la luz, sirve. Pudiera llamársele así: «El que sirve». Y tiene sus ojos fijos en nuestras manos y nos pregunta cada día: ¿Serviste hoy? ¿A quién? ¿Al árbol, a tu amigo, o a tu madre?”.  


* Enviado por el P. Natalio

CELEBRAR A CRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE


Celebrar a Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
Cristo es el único Salvador del mundo. De un modo personal, profundo, quiere ser, también, mi Salvador.


Por: P.Fernando Pascual, L.C. | Fuente: Catholic.net 




Nuestro corazón está herido por el pecado, nuestra mente vive dispersa en mil distracciones vanas, nuestra voluntad flaquea entre el bien y el mal, entre el egoísmo y el amor.

¿Quién nos salvará? ¿Quién nos apartará del pecado y de la muerte? Sólo Dios. Por eso necesitamos acercarnos a Él para pedir perdón.

Pero, entonces, "¿quién subirá al monte de Yahveh?, ¿quién podrá estar en su recinto santo?" Sólo alguien bueno, sólo alguien santo: "El de manos limpias y puro corazón, el que a la vanidad no lleva su alma, ni con engaño jura" (Sal 24,3-4).

Sabemos quién es el que tiene las manos limpias, quién es el que tiene un corazón puro, quién puede rezar por nosotros: Jesucristo.

Jesucristo puede presentarse ante el Padre y suplicar por sus hermanos los hombres. Es el verdadero, el único, el "Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec" (Hb 5,10; 6,20). Es el auténtico "mediador entre Dios y los hombres" (1Tm 2,5), como explica el "Catecismo de la Iglesia Católica" (nn. 1544-1545).

Cristo es el único Salvador del mundo. De un modo personal, profundo, quiere ser, también, mi Salvador.

Celebrar a Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, nos llena de alegría. El altar recibe la Sangre del Cordero. El Sacerdote que ofrece, que se ofrece como Víctima, es el Hijo de Dios e Hijo de los hombres. El Padre, desde el cielo, mira a su Hijo, el Cordero que quita el pecado del mundo, el Sumo Sacerdote que se compadece de sus hermanos.

El pecado queda borrado, el mal ha sido vencido, porque el Hijo entregó su vida para salvar a los que vivían en tinieblas y en sombras de muerte (cf. Lc 1,79).

Podemos, entonces, subir al monte del Señor, acercarnos al altar de Dios, participar en el Banquete, tocar al Salvador.

Como en la Última Cena, Jesús nos dará su Cuerpo y su Sangre. Como a los Apóstoles, lavará nuestros pies, y nos pedirá que le imitemos: "Pues yo estoy en medio de vosotros como el que sirve” (Lc 22,27). “Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros” (Jn 13,15).

Ese es nuestro Sumo Sacerdote, el Cordero que salva, el Hijo amado del Padre. A Él acudimos, cada día, con confianza: "Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado.

Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna" (Hb 4,15-16).

HOY EN ALGUNOS PAÍSES SE CELEBRA LA FIESTA DE JESUCRISTO SUMO Y ETERNO SACERDOTE


Hoy 8 de junio en algunos países se celebra la Fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote



 (ACI).- El jueves posterior a la Solemnidad de Pentecostés en algunos países se celebra la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, festividad que no aparece en el calendario de la Iglesia universal (como sí lo hacen las fiestas del Sagrado Corazón de Jesús o Jesucristo Rey del Universo), pero que se ha expandido por muchos países.

Esta fiesta tiene sus orígenes en la celebración del sacerdocio de Cristo que en la misa latina se introdujo en algunos calendarios y que tras la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II fue renovada por la Congregación de Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote.

La celebración fue introducida en España en 1973 con la aprobación de la Sagrada Congregación para el Culto Divino. Asimismo, ésta contiene textos propios para la Santa Misa y el Oficio que fueron aprobados dos años antes.

Además de España, otras Conferencias Episcopales incluyeron esta fiesta en sus calendarios particulares como Chile, Colombia, Perú, Puerto Rico, Uruguay, Venezuela. En algunas diócesis este día es también la ‘Jornada de Santificación de los Sacerdotes’.

San Juan Pablo II, en el documento “Ecclesia de Eucharistia” señala que “el Hijo de Dios se ha hecho hombre, para reconducir todo lo creado, en un supremo acto de alabanza, a Aquél que lo hizo de la nada”.

“De este modo, Él, el sumo y eterno Sacerdote, entrando en el santuario eterno mediante la sangre de su Cruz, devuelve al Creador y Padre toda la creación redimida. Lo hace a través del ministerio sacerdotal de la Iglesia y para gloria de la Santísima Trinidad”.

Jesús, Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza

En el Nuevo Testamento con la palabra “sacerdote” no solo se nombra a los ministros, sino que se reserva especialmente para denominar a Cristo y a todo el pueblo de Dios, unidos como un Sacerdocio real:

"Ustedes, en cambio, son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz" (1 Pedro 2,9)

En el capítulo 4 de Hebreos se explica el Sumo Sacerdocio de Jesucristo de esta forma:

"Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos -Jesús, el Hijo de Dios- mantengamos firmes la fe que profesamos. Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado. Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna" (Hebreos 4,14-16)

La carta a los Hebreos también interpreta el sacrificio de Cristo como el nuevo, único y definitivo sacerdocio, diferenciándose así de los sacrificios de los sacerdotes de la antigua alianza:

"Así también Cristo no se apropió la gloria de ser sumo sacerdote, sino que Dios mismo le había dicho: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy. O como dice también en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre igual que Melquisedec" (Hebreos 5,5-6)

La misma carta a los Hebreos añade: "Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos" (Hebreos 9,11)

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 8 DE JUNIO


Los cinco minutos de María
8 de Junio 




Tu nombre bendecimos, mujer de nuestro pueblo que vences en la lucha.

Mujer, en tu pobreza, Dios hace maravillas. Humilde campesina de fe comprometida, tu Sí de amor y entrega a la Vida nos engendra.
Tú, que eres dulce Madre de Dios y de los hombres, tus hijos te pedimos querernos como hermanos.

Santa María de las horas difíciles, que sepamos arreglar nuestras diferencias y olvidar nuestros resquemores.

* P. Alfonso Milagro

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA 8


Nardo del 8 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, que enviaste al Espíritu Santo!

Meditación: Jesús que nos enviaste tu Santo Espíritu, que nos permitiste por Tu inmenso Amor ser templos del mismo Dios, para así vivir en Ti y recibir a la Divinidad en nuestra pobre casa, llenándola de gracias. Que seamos vasijas de barro, purificadas por el Fuego ardiente de Dios, para que Sus dones se derramen en nuestras almas. ¡Oh que sublime posesión sería ésta, ser poseídos por el Espíritu Divino que nos guía y renueva como verdadera Iglesia!.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Pidamos la efusión del Espíritu Santo sobre cada uno de nosotros y sobre toda la Iglesia.

"Ven, Espíritu Santo, ven, por medio de la poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María, Tu Amadísima Esposa, ven¨" (se repite tres veces).

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

IMÁGENES DE PORTADAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS





JUNIO, MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA 8


JUNIO, MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Día 8: El escándalo



El corazón más dulce y más humilde de la tierra es el Corazón de Jesús. Pero este corazón divino no puede quedar indiferente frente a la ruina de tantas almas y es entonces cuando se conmueve y grita: ¡Ay, del mundo por los escándalos!

Jesús trabaja por la salvación de las almas; el escándalo roba las almas a Jesús para dárselas al demonio. Jesús muere en la cruz para redimir a los pecadores; el escándalo hace estragos de la inocencia, destruye y arruina la obra de la redención.


Dice San Agustín que el escandaloso sufrirá tantos infiernos como las almas que él ha asesinado. Examínate bien. La Magdalena fue escandalosa, pero reparó y llegó a ser santa. Haz tú lo mismo.


P. León Dehón

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 8 DE JUNIO DEL 2017


¿Quién piensa en el precio del billete?
San Lucas 22, 14-20. Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote.


Por: H. Balam Loza, LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Te adoro, Dios mío, con todas mis fuerzas y con todo mis ser. Todo te lo debo a Ti y sé que mi vida está en tus manos. Te veo y te contemplo en este pequeño trozo de Pan y me maravillo del gran amor que tienes a la humanidad. No esperas nada y lo das todo. Te pido que aceptes mi ofrenda, que es mi vida. Acepta, Señor, estas dos moneditas que te entrego, es decir, mi voluntad. "Habla, Señor, que tu siervo escucha".
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 22, 14-20
En aquel tiempo, llegada la hora de cenar, se sentó Jesús con sus discípulos y les dijo: "Cuánto he deseado celebrar esta Pascua con ustedes, antes de padecer, porque yo les aseguro que ya no la volveré a celebrar, hasta que tenga cabal cumplimiento en el Reino de Dios". Luego tomó en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias y dijo: "Tomen esto y repártanlo entre ustedes, porque les aseguro que ya no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el Reino de Dios".
Tomando después un pan, pronunció la acción de gracias, lo partió y se los dio diciendo: "Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía". Después de cenar, hizo lo mismo con una copa de vino, diciendo: "Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
"¡Qué bien se está contigo, Señor, junto al sagrario! (…)Hace ya muchos años que vengo a verte diario y aquí te encuentro siempre, amante solitario, solo, pobre, escondido ¡Pensando en mí quizás! (…) Siempre que vengo a verte, siempre te encuentro solo, ¿será, Señor, que nadie sabe que estás aquí? No sé; pero sé, en cambio, que, aunque nadie viniera, aunque nadie te amara ni te lo agradeciera, aquí estarías siempre, esperándome a mí…"
Jesús, no puedo hacer nada más que dejarme amar para que tu sacrificio valga la pena. Podría hacer muchas cosas, pero creo que si Tú has dado tu vida por mí es porque quieres que goce de ese regalo. Pensaba, por ejemplo, que si mi mejor amigo me regalase un billete para ir al lugar más hermoso con él, lo mejor que podría hacer sería aprovecharlo. ¿Quién se pondría a calcular cuánto costó ese regalo aunque fuese grandísimo el precio? Pienso que Tú no has dado la vida, ni te has quedado en la Eucaristía para demostrarnos que no podemos hacer nada, sino por el simple hecho de amarnos. ¿Cuál es el motivo por el que una madre ama? Es absurda la pregunta. Pues lo mismo sucede con la Eucaristía.
Quiero, por lo tanto, disfrutar de cada segundo en tu presencia silenciosa y abrumadora en ese pequeño trozo de pan. Quiero escuchar la voz que me habla en lo profundo del corazón y que invita a dejarme sorprender. Quiero dejar aquí todas mis penas y quiere agradecer todas las maravillas que has realizado en mi vida. No quiero hacer, sino dejar que hagas en mí, que obres en mí tus maravillas y milagros.
"La Iglesia celebra la eucaristía, celebra la memoria del Señor, el sacrificio del Señor porque la Iglesia es comunidad memoriosa. Por eso fiel al mandato del Señor, dice una y otra vez: "Hagan esto en memoria mía". Actualiza, hace real, generación tras generación, en los distintos rincones de nuestra tierra, el misterio del Pan de Vida. Nos lo hace presente y nos lo entrega. Jesús quiere que participemos de su vida y a través nuestro se vaya multiplicando en nuestra sociedad. No somos personas aisladas, separadas, sino el Pueblo de la memoria actualizada y siempre entregada. Una vida memoriosa necesita de los demás, del intercambio, del encuentro, de una solidaridad real que sea capaz de entrar en la lógica del tomar, bendecir y entregar; en la lógica del amor."
(Homilía de S.S. Francisco, 9 de julio de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Jesús, voy a hacer media hora de adoración ante el Santísimo. Voy a repasar mi vida y mi historia para elevar un himno de alabanza. Al final, rezaré el Magnificat para contemplar la gran sencillez de la Virgen María al aceptar las gracias de las que fue portadora.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

BIENVENIDOS!!!




miércoles, 7 de junio de 2017

POR QUÉ SE LLAMA TIEMPO ORDINARIO A ESTE TIEMPO LITÚRGICO?

¿Por qué se llama "Tiempo Ordinario" a este tiempo litúrgico?
La palabra 


Por: Fray Nelson Medina y Padre Sam | Fuente: fraynelson.com // padresam.com 



Pregunta:

En la liturgia estamos entrando ahora mismo al tiempo llamado "ordinario," según explicaba el sacerdote en la misa. No entiendo por qué esa denominación ¿Me explica? --M.H.

Respuesta:

Sucede a veces que una misma palabra tiene diversos significados. Un ejemplo "de libro" es el ´termino "gato" que en algunos países sirve tanto para nombrar al animal doméstico conocido, y a un aparato que se utiliza para levantar pesos considerables, como por ejemplo, el de un automóvil al que hay que repararle una llanta o goma.
Algo así sucede con la palabra "ordinario" que puede hacer referencia a distintas cosas:
(1) Puede ser algo de baja calidad;
(2) Puede ser algo que es muy común;
(3) Puede ser lo que sigue un determinado "orden." He aquí ejemplos de esos tres usos distintos:

(1) Le pedí a mi hija que comprar una tela fina para el mantel y en cambio trajo esta tela ordinaria.


(2) En medio de lo cotidiano y lo ordinario de nuestras vidas, Dios sigue haciendo sus milagros.
(3) De modo ordinario, lo que sigue después de una denuncia es un proceso judicial.
En el caso del tiempo litúrgico llamado "ordinario," no hay por qué suponer que estamos usando las acepciones (1) ó (2). Este tiempo se llama "ordinario" porque sigue el "orden" (que se dice "ordo," en latín) de los Evangelios sinópticos para presentarnos todo el ministerio público de Jesucristo. En este tiempo se medita sobre la “vida ordinaria” de Jesús, es decir, lo qué hizo con sus discípulos, los lugares que visitó, los milagros que realizó. Pero, a diferencia de otros tiempos, en el tiempo ordinario se profundiza en la vida cotidiana Jesús.
Por ejemplo, en el tiempo de Navidad se profundiza sobre el nacimiento de Jesús, en el tiempo de Pascua se profundiza en la Resurrección de Jesús, mientras que en el tiempo ordinario no hay un misterio específico que se profundice, sino más bien se acompaña a Jesús en sus “actividades” de día a día.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 7 DE JUNIO


Los cinco minutos de María
Junio 7



Cuando los sirvientes del convite de las bodas de Caná se acercaron a María, oyeron que la tierna Madre les dijo: “Hagan lo que Él les diga” (Jn 2,5).

María repite las mismas palabras, la misma recomendación a la Iglesia de hoy, a cuantos formamos hoy la Iglesia. Si quieren hallar la salvación, hagan lo que les dice mi Hijo Jesús.

No hallaremos mejor medio de llegar a Jesús que ir a María, obedecer a María, ser dóciles a las inspiraciones de la celestial Señora.

Ella siempre conduce a Jesús, no se guarda las almas para sí, las ofrece a Jesús, el mejor regalo que ella da a sus devotos es su divino Hijo.

Santa María coronada de gloria por la Santísima Trinidad, haznos partícipes de esa gloria.



* P. Alfonso Milagro

JUNIO, MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA 7


JUNIO, MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Día 7: El pecado mortal



Jesús llora ante la muerte de su amigo Lázaro. ¿Sabes tú por qué Jesús ante el cadáver de su amigo llora, vibra, reza?
Porque era cadáver. He aquí tu imagen cuando te duermes en el pecado. No bastan las invitaciones del ángel custodio, las oraciones de la madre, los consejos de los amigos, las correcciones del confesor. Queremos un milagro de Jesús. Es Jesús mismo quien debe llorar, gritar, rezar por ti, alzar su voz. ¿Y tú tan fácilmente te abandonas al pecado?

Con un pecado mortal pierdes todo, todo está perdido. Tú eres sensible a todos los afectos más tiernos y delicados. ¿No sientes nada al ofender a Dios, al ponerlo de nuevo en la cruz? Sobre tu frente está esculpida la imagen de Dios y tú la manchas para echarla en el fango.


P. León Dehón

PAPA FRANCISCO: NO HAY NINGÚN PADRE EN EL MUNDO QUE NOS AME COMO DIOS


Papa Francisco: “No hay ningún padre en el mundo que nos ame como Dios”
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa



VATICANO, 07 Jun. 17 / 03:25 am (ACI).- En su catequesis de la Audiencia General del miércoles, el Papa Francisco animó a los cristianos a dirigirse a Dios como a un padre, ya que “no hay ningún padre en este mundo que nos ame como Él”.

En su catequesis, el Santo Padre explicó el significado de la oración que Jesús enseñó a sus discípulos, el Padre Nuestro, “la oración cristiana por excelencia”. En este sentido, Francisco destacó la “simple invocación” con la que comienza: “Padre”.


El Pontífice destacó que los discípulos de Jesús “estaban asombrados por el hecho de que, especialmente durante la mañana y la noche, se retirara a rezar y se sumergiera en la oración”. Por este motivo, “un día le pidieron que les enseñara también a ellos a rezar”. Es entonces cuando el Señor les enseña el Padre Nuestro.

“Todo el misterio de la oración cristiana se resume aquí, en esa palabra. Se necesita valentía para llamar a Dios con el nombre de Padre. Lo afirma también la liturgia cuando, invitándonos al rezo comunitario de la oración de Jesús, utiliza la expresión ‘nos atrevemos a decir’”.

El Obispo de Roma hizo hincapié en lo extraordinario de llamar “padre” a Dios, porque “llamar a Dios con el nombre de Padre no es en absoluto un hecho habitual. Podemos inclinarnos a utilizar un título más elevado, uno que nos parezca más respetuoso con su trascendencia. Sin embargo, invocarlo como ‘Padre’ nos sitúa en una relación de confianza con Él, como un niño que se dirige a su padre sabiéndose amado y cuidado por él”.

Llamar a Dios Padre, nos revela “el misterio de Dios, que siempre nos fascina y nos hace sentirnos pequeños, pero que nunca nos produce miedo, que no nos desalienta, que no nos angustia. Esta es una revolución difícil de asumir en nuestro ánimo humano”.

“Pensemos en la parábola del padre misericordioso”, propuso Francisco. “Jesús habla de un padre que solo conoce el amor por sus hijos. Un padre que no castiga nunca al hijo por su arrogancia, y que incluso es capaz de confiarle su parte de la herencia y dejarlo irse de casa”.

“Dios es Padre, dice Jesús, pero no a la manera humana, porque no hay ningún padre en este mundo que se comporte como el protagonista de esta parábola”.

Francisco recordó que “Dios es Padre a su manera: bueno, indefenso ante el libre arbitrio del hombre, capaz solo de conjugar el verbo ‘amar’. Cuando el hijo rebelde, después de haberlo gastado todo, regresa finalmente a la casa natal, su padre no aplica criterios de justicia humana, sino que siente ante todo la necesidad de personar, y con su abrazo hace comprender al hijo que en todo aquel largo tiempo de ausencia se le ha echado de menos”.

Así, el Papa subrayó la palabra utilizada hasta dos veces por San Pablo en sus cartas: “abba”. “Se trata de un término incluso más íntimo que el de ‘padre’, y que alguno traduce como ‘papá’”.

“Queridos hermanos y hermanas: ¡Ya no estamos solos nunca más! Podemos estar lejanos, resultar hostiles, podemos incluso profesar que ‘no hay Dios’. Pero el Evangelio de Jesucristo nos revela que Dios no puede estar sin nosotros: Él no será nunca un Dios ‘sin el hombre’. Esta certeza es la fuente de nuestra esperanza que encontramos custodiada en todas las invocaciones del Padre Nuestro”.

Francisco finalizó la catequesis animando a todos a pedir a Dios, al Padre, por nuestras necesidades cotidianas, porque “cuando tenemos necesidad de su ayuda, Jesús no nos pide renunciar y cerrarnos en nosotros mismos, sino que nos llama a dirigirnos al Padre y pedirle cosas con fe”.

“Todas nuestras necesidades, desde aquellas más cotidianas y evidentes, como la comida, la salud, el trabajo, hasta aquellas más trascendentales como ser perdonados y sostenidos en la tentación, no son el espejo de nuestra soledad: en cambio, hay un Padre que siempre nos mira con amor, que nunca nos abandona”, concluyó.   

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 7 DE JUNIO DEL 2017


Un Dios vivo
San Marcos 12, 18-27. IX Miércoles de Tiempo Ordinario



Por: H. Rubén Tornero, LC | Fuente: www.missionkits.org 





En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, gracias por este momento que me regalas para estar en tu presencia. Sólo quiero decirte que te amo. Deseo que mi vida te haga sonreír. Soy débil, Tú bien lo sabes; conoces mis miedos, mis dificultades, mis pecados… mis deseos de ser feliz. Sabes mejor que nadie que, a pesar de todos mis errores, sólo quiero amar y ser amado en plenitud. Dame la gracia de experimentar un poco más el infinito amor que Tú me tienes.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 12, 18-27
En aquel tiempo, fueron a ver a Jesús algunos de los saduceos, los cuales afirman que los muertos no resucitan, y le dijeron: "Maestro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre muere dejando a su viuda sin hijos, que la tome por mujer el hermano del que murió para darle descendencia a su hermano. Había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo se casó con la viuda y murió también, sin dejar hijos; lo mismo el tercero. Los siete se casaron con ella y ninguno de ellos dejó descendencia. Por último, después de todos, murió también la mujer. El día de la resurrección, cuando resuciten de entre los muertos, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque fue mujer de los siete".
Jesús les contestó: "Están en un error, porque no entienden las Escrituras ni el poder de Dios. Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni los hombres tendrán mujer ni las mujeres marido, sino que serán como los ángeles del cielo. Y en cuanto al hecho de que los muertos resucitan, ¿acaso no han leído en el libro de Moisés aquel pasaje de la zarza, en que Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Están, pues, muy equivocados".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Jesús, hoy me dices en este evangelio que eres un Dios de vivos y no de muertos.¡Tú eres la vida misma! ¡Estás vivo! Parece una cosa muy trivial Jesús, pero tantas veces lo paso por alto.
He escuchado tanto de tu resurrección, que ya no me sorprende. A menudo te trato más como un muerto que como un vivo.
Con un muerto no puedo platicar a solas disfrutando un café; no puedo construir mi futuro con él; difícilmente le pediré consejo a un muerto cuando necesito tomar una decisión importante en mi vida; dudo que yo sería capaz de amar y dar la vida por alguien muerto…¡Y tantas veces yo te he tratado igual que a un muerto!
He pasado por alto que vives en mí, que puedo dialogar contigo, que me escuchas en todo momento y que, también, me hablas a través de todo lo que sucede a mi alrededor. Tantas veces te he dejado fuera de mis planes, de mi futuro…de mi "vida"…pero ¿qué vida puedo tener lejos de quien es LA VIDA?
Perdóname, Jesús, porque he dejado que poco a poco la rutina, las preocupaciones y el ajetreo de la vida diaria vayan ahogando mi vida hasta reducir tu gran reino de vida a un ínfimo rincón de mi alma; tu palabra viva, a un mero libro de historia...; la vida que me has dado en mi bautismo, al puro nombre de cristiano.
Jesús, vida de mi vida, ayúdame.
Desde mi error quiero volver a Ti, que eres la verdad.
Desde mi pecado, quiero tornar a Ti, que eres misericordia.
Desde mi muerte, quiero regresar a Ti, que eres LA VIDA… que eres Dios de vivos y no de muertos.
Conviérteme, Jesús, y quedaré convertido…hazme realmente vivir, y viviré por tu amor para Ti.
"El Espíritu es el don de Dios, de este Dios, Padre nuestro, que siempre nos sorprende: el Dios de las sorpresas. Y esto porque es un Dios vivo, es un Dios que habita en nosotros, un Dios que mueve nuestro corazón, un Dios que está en la Iglesia y camina con nosotros; y en este camino nos sorprende siempre. Por eso como Él ha tenido la creatividad de crear el mundo, así tiene la creatividad de crear cosas nuevas todos los días. Él, es el Dios que nos sorprende. "

(Homilía de S.S. Francisco, 8 de mayo de 2017, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, para sacudirme la rutina, voy a llevarle un poco de comida a un pobre y lo voy a invitar a rezar.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA 7

Nardo del 7 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, qué sensible y sencillo sos!


Meditación: Me parece entrever por una ranura de la casa de Nazaret a un Joven trabajador que con habilidad modelaba un rústico trozo de madera; en el aire se percibe un rico olor a viruta fresca…parece absorto. De repente y ante una suave voz levanta Su cabeza…es el Rostro de Mi Señor, que diligente y obediente responde al llamado de Su Madre. En la otra habitación, en su lecho un anciano agonizante respira agitadamente…es el pobre papá José. En la Mirada Amorosa de aquel Joven Niño se reflejan tanto amor, tanto dolor, tanta paz. Entre tiernos cuidados y santas lágrimas José inicia su marcha, hasta que se abra la Puerta de la Morada Santa.

¿Somos capaces de imitar la sencillez y el amor que el Señor prodigó a todos los que tocó en Su vida terrena?. ¿O escapamos en el mundo de hoy del cuidado de los ancianos y necesitados?. Justificándonos en que tenemos nuestro trabajo y en que no podemos angustiarnos tanto, ni siquiera podemos dar una sonrisa para aquel que agoniza. ¡Tenemos que vivir…vivir para morir!. Amar de verdad es dar todo hasta desgarrar nuestro mísero corazón en ofrenda al Señor, como lo hizo el Redentor.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Demos cuidado y amor a un anciano necesitado, como lo hizo y lo hace el Señor.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
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