viernes, 17 de marzo de 2017

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 17 DE MARZO DEL 2017


Justo aun entre injustos
San Mateo 21, 33-43.45-46. II Viernes de Cuaresma


Por: H. Iván Yoed González Aréchiga LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Dios, creador mío, Tú eres la única fuente del amor, de la esperanza, de la caridad. Quiero poner en tus manos mi corazón, mi persona, para que en ella florezcan estas virtudes.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 21, 33-43.45-46
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola: “Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego la alquiló a unos viñadores y se fue de viaje.
Llegando el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo.
Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: “A mi hijo lo respetarán”. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: “Éste es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia”. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron.
Ahora díganme: Cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos viñadores? Ellos le respondieron: Dará muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo”.
Entonces Jesús les dijo: ¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable?
Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos.
Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la multitud, pues era tenido por un profeta.
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Dios constantemente envía criados a este mundo. Ahora bien, ¿los profetas fueron profetas porque Dios los predispuso a esta vocación?, ¿o fueron profetas porque lo lograron por propia voluntad? La respuesta son ambas. Misterio que se palpa en la experiencia del cristiano. Ni con el simple querer se alcanzaría el ser profeta, ni con la simple gracia me tornaría profeta. Gracia y libertad. Libertad y gracia.
El primer criado fiel que fue asesinado por los labradores murió libremente. Y, aunque esto es una parábola, Señor, cuánto es realidad también en este mundo, que hasta podría decir, que yo conozco el nombre de los criados.
No existe nada más doloroso que hacer el bien en medio de injusticias. Siendo justo sin triunfar en esta vida, mientras otros «triunfan» sin ser justos. Es difícil, pero es así, Señor. O quizá he acaso perdido el sentido moral de mi vida. Quizá he olvidado que el bien que yo obro no es menor aunque se encuentre en medio de males. Que el mal que yo obro no es menor aunque se encuentre en medio de bienes. Lo mismo el mal entre males o el bien entre bienes. Que mi obrar es uno y uno solo delante de Dios. ¿Quién murió en una cruz sin haberla merecido?, ¿cuál era su motivación?
Quizá la consciencia de lo que significa ser persona, individuo, autor de mis actos, criatura libre, responsable ha desaparecido en mí. Porque así fuesen mil criados justos los que hubiesen muerto a manos de los labradores, no habrían dejado de ser justos. Ni las muertes suyas habrían dejado de ser una injusticia. Ni siquiera cuando el silencio de la corrupción no hablase más de aquel delito cometido. El bien habrá permanecido bien. El mal habrá permanecido mal.
Vivir de cara a Ti, Señor, ése es mi deseo. No de cara a los hombres, no a mi entorno, no a la opinión pública. Pues, aunque es verdad que debo considerar todo esto y mucho más, no son ellos los que rigen mi actuar. No son ellos mi fuente, tampoco mi fin, son personas como yo, que están llamadas a ir a Ti. Sólo existe una verdad, sólo un camino para hacer el bien -y ése eres Tú, Señor.
Soy un criado, fui llamado, fui creado para custodiar tu viña, para proclamar tu nombre. Pero eso no sucederá sin que yo acoja con mi libertad esta sublime vocación.
¿Seré capaz? Sólo hay una respuesta: libertad y gracia; gracia y libertad. Confío en Ti. Confías en mí.
El Señor planta una viña, la rodea de una cerca, cava un lagar y edifica una torre. Esto el Señor lo ha hecho siempre con tanto amor y con tanta ternura. Él recuerda siempre a este pueblo cuando le era fiel, cuando lo seguía en el desierto, cuando buscaba su rostro. Pero después la situación se volvió al revés y el pueblo se adueñó de este don de Dios. Nosotros somos nosotros, somos libres. Ese pueblo no piensa, no recuerda que fueron las manos, el corazón de Dios quien lo hizo, y así se convierte en un pueblo sin memoria, un pueblo sin profecía, un pueblo sin esperanza. Es, por lo tanto, a los dirigentes de este pueblo a quienes Jesús se dirige con esta parábola: un pueblo sin memoria ha perdido la memoria del don, del regalo; y atribuye a sí mismo lo que es: Nosotros podemos.
(Homilía de S.S. Francisco, 30 de mayo de 2016, en santa Marta).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy es el día para cambiar aquello que sé que debo cambiar, aunque vaya a ser difícil por el entorno en que me encuentro. Pongo en tus manos este propósito, Señor.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

LO QUE ME TIENTA


Lo que me tienta



Ayúdame a hacer silencio, Señor, quiero escuchar tu voz. Toma mi mano, guíame al desierto. Que nos encontremos a solas, Tú y yo.

Necesito contemplar tu rostro, me hace falta el calor de tu voz, caminar juntos" callar, para que hables Tú.

Quiero revisar mi vida, descubrir en qué tengo que cambiar, afianzar lo que anda bien, sorprenderme con lo nuevo que me pides.

Me pongo en tus manos, ayúdame a dejar a un lado las prisas, las preocupaciones que llenan mi cabeza.

Barre mis dudas e inseguridades, quiero compartir mi vida y revisarla a tu lado. Ver dónde aprieta el zapato para urgir el cambio.

Me tienta el activismo. Me tienta la seguridad, hay que hacer, hacer y hacer. Y me olvido del silencio, dedico poco tiempo a la oración. ¿Leer tu Palabra en la Biblia?... para cuando haya tiempo.

Me tienta la incoherencia. Hablar mucho y hacer poco. Mostrar apariencia de buen cristiano, pero dentro, donde sólo Tú y yo nos conocemos, tenemos mucho que cambiar.

Me tienta ser el centro del mundo. Que los demás giren a mi alrededor. Que me sirvan en lugar de servir. Me tienta la idolatría. Fabricarme un ídolo con mis proyectos, mis convicciones, mis certezas y conveniencias, y ponerle tu nombre de Dios.

Me tienta la falta de compromiso. Es más fácil pasar de largo que bajarse del caballo y actuar como el buen samaritano. ¡Hay tantos caídos a mi lado, Señor, y yo me hago el distraído!

Me tienta la falta de sensibilidad, no tener compasión, acostumbrarme a que otros sufran y tener excusas, razones, explicaciones que no tienen nada de Evangelio pero que me conforman un rato, Señor, porque en el fondo no puedo engañarte.

Me tienta separar la fe y la vida. Leer el diario, ver las noticias sin indignarme evangélicamente por la ausencia de justicia y la falta de solidaridad.

Me tienta el mirar la realidad sin la mirada del Reino. Me tienta el alejarme de la política, la economía, la participación social, "que se metan otros" yo, cristiano sólo el Domingo. Misa y gracias.

Me tienta el tener tiempo para todo menos para lo importante. La familia, los hijos, la oración al cuadragésimo lugar. Hay cosas más importantes. ¿Las hay?

Me tienta, Señor, el desaliento, lo difícil que a veces se presentan las cosas. Me tienta la desesperanza, la falta de utopía. Me tienta el dejarlo para mañana, cuando hay que empezar a cambiar hoy.

Me tienta creer que te escucho cuando escucho mi voz. ¡Enséñame a discernir! Dame luz para distinguir tu rostro.

Llévame al desierto de la oración, Señor, despójame de lo que me ata, sacude mis certezas y pon a prueba mi amor. Para empezar de nuevo, humilde, sencillo, con fuerza y Espíritu para vivir fiel a Ti. Amén.


© Web católico de Javier

LA CORAZA DE SAN PATRICIO


La Coraza de San Patricio


Cristo conmigo,
Cristo ante mí,
Cristo tras de mí,
Cristo en mí,
Cristo bajo mí,
Cristo sobre mí,
Cristo a mi derecha,
Cristo a mi izquierda,
Cristo cuando me acuesto,
Cristo cuando me siento,
Cristo cuando me levanto,
Cristo en el corazón de todo hombre
que piensa en mí,
Cristo en la boca de todo hombre
que hable de mí,
Cristo en todo ojo que me ve,
Cristo en todo oído que me escucha.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 17 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 17



En algunas estampas se nos presenta a la Virgen María con el pecho resplandeciente y las manos juntas, como guardando la intimidad de su Corazón, el secreto de la presencia de la Trinidad en lo más profundo de su ser.

María fue el más sagrado templo donde habitaba el Espíritu Santo y con eso te está presentando la manera como debes vivir tu vida; vive tu intimidad con Dios aún en medio de la agitación de la vida moderna; guarda celosamente la presencia en ti de ese Dios uno y trino, que vive en ti por la gracia y se ha convertido en tu propia vida.

No te olvides nunca de que, por la gracia, te has convertido en un templo sagrado de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Madre de la Iglesia por el hecho de ser Madre de Dios, por conquista de martirio, por aclamación de tus hijos, que nunca olvidemos que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo.


* P. Alfonso Milagro

SAN PATRICIO, APÓSTOL DE IRLANDA, 17 DE MARZO


Hoy 17 de marzo es fiesta de San Patricio, el Patrono de Irlanda que cambió la historia de Nueva York



 (ACI).- "Yo era como una piedra en una profunda mina; y aquel que es poderoso vino, y en su misericordia, me levantó y me puso sobre una pared”, decía San Patricio, Patrono de Irlanda cuya fiesta se celebra el 17 de marzo. La devoción por el Santo de los irlandeses en Nueva York (Estados Unidos) hizo que esta ciudad se torne todos los años de color verde.

San Patricio nació en Gran Bretaña hacia el 385. Siendo joven fue llevado cautivo a Irlanda. Cuando recobró la libertad siguió el camino del sacerdocio y más adelante llegó a ser Obispo en Irlanda.


En su lenguaje sencillo para evangelizar, solía explicar que así como las tres hojitas de un trébol hacen una hoja, de igual modo el Padre, Hijo y Espíritu Santo forman un solo Dios verdadero.


Sus opositores fueron los magos druidas que creían en dioses paganos y los herejes pelagianos. Sin embargo, San Patricio siguió firme construyendo abadías e iglesias cristianas.

Se dice que un Sábado Santo, cuando San Patricio encendió el fuego pascual, los druidas se lanzaron a apagarlo, pero no lo lograron. Entonces uno de ellos exclamó: "El fuego de la religión que Patricio ha encendido, se extenderá por toda la isla". Esto se cumplió porque convirtió al cristianismo a toda Irlanda.

El Santo formó un clero local, consagró sacerdotes y Obispos.

Al final de su vida escribió las “Confesiones” donde dejó como legado algo cómo se sentía y actuaba en la misión que Dios le había encomendado.

Logró la reforma de las leyes civiles de Irlanda y la legislación fue hecha con los principios católicos. Partió a la Casa del Padre en el año 461 y fue sepultado en Saúl, región de Stragford Lough, donde edificó su primera iglesia.


En Nueva York, una de las tradiciones más antiguas es el desfile por el día de San Patricio o “Saint Patrick’s day” que data desde la época colonial. Los irlandeses, parte del ejército británico, solían vestirse de verde y entonaban canciones típicas al son de gaitas.

Esto ha permanecido en el tiempo y hoy es una de las celebraciones más grandes de la ciudad estadounidense. El color representativo sigue siendo el verde y se mantiene el gran desfile de marcha militar que pasa por la Catedral de San Patricio de Nueva York.


San Patricio y sus enemigos



Sus acérrimos opositores fueron los druidas, representantes de los dioses paganos. También sufrió mucho a manos de los herejes pelagianos, que para arruinar su obra recurrieron inclusive a la calumnia. Para defenderse, Patricio escribió su Confessio. Por fortuna poseemos una colección bastante nutrida de esos escritos, que nos muestra algo de él mismo, como sentía y actuaba.

Circulaba entre los paganos un extraño vaticinio, una profecía, respecto al santo, que Muirchu, su historiador nos transmite textualmente así: "Cabeza de azuela (referencia a la forma aplanada de la cabeza tonsurada) vendrá con sus seguidores de cabezas chatas, y su casa (casulla o casuela, es decir casa pequeña) tendrá un agujero para que saque su cabeza. Desde su mesa clamará contra la impiedad hacia el oriente de su casa. Y todos sus familiares responderán, Amén, Amén". Los augurios agregaban esto todavía: "Por lo tanto, cuando sucedan todas estas cosas, nuestro reino, que es un reinado de idolatría, se derrumbará".

En la evangelización, San Patricio puso mucha atención en la conversión de los jefes, aunque parece ser que el mismo rey Laoghaire no se convirtió al cristianismo, pero si, varios miembros de su familia.

Consiguió el amparo de muchos jefes poderosos, en medio de muchas dificultades y constantes peligros, incluso el riesgo de perder la vida (más de cinco veces) en su trato con aquellos bárbaros. Pero se notaba que había una intervención milagrosa de Dios que lo libraba de la muerte todas las veces que los enemigos de la religión trataban de matarlo. En un incidente que ocurrió en misión, su cochero Odhran, quizás por algún presentimiento, insistió en reemplazar al santo en el manejo de los caballos que tiraban del coche, por consiguiente fue Odhram quien recibió el golpe mortal de una lanza que estaba destinada a quitarle la vida a San Patricio.

No obstante los contratiempos, el trabajo de la evangelización de Irlanda, siguieron firme. En varios sitios de Irlanda, construyó abadías, que después llegaron a ser famosas y alrededor de ellas nacieron las futuras ciudades. En Leitrim, al norte de Tara, derribó al ídolo de Crom Cruach y fue uno de los lugares donde edificó una de las iglesias cristianas. En la región de Connaught, realizó cosas notables. En la población de Tirechan se conservó para la posteridad la historia de la conversión de Ethne y Fedelm, hijas del rey Laoghaire. También existen las narraciones de las heroicas predicaciones de San Patricio en Ulster, en Leinster y en Munster.

Por su santidad, manifiesta en su carácter su lenguaje sencillo al evangelizar y por el don de hacer milagros, San Patricio logró muchas victorias sobre sus oponentes paganos y hechiceros. Ese triunfo le sirvió para que los pobladores de Irlanda se abrieran a la predicación del cristianismo. De hecho hacen referencias en los textos del Senchus Mor (el antiguo código de las leyes irlandesas) a cierto acuerdo concertado en Tara entre los paganos y el santo y su discípulo San Benigno (Benen). Dicen esos libros que "Patricio convocó a los hombres del Erin para que se reunieran todos en un sitio a fin de conferenciar con él. Cuando estuvieron reunidos, se les predicó el Evangelio de Cristo para que todos lo escucharan. Y sucedió que, en cuanto los hombres del Erin escucharon el Evangelio y conocieron como este daba frutos en el gran poder de Patricio demostrado desde su arribo y al ver al rey Laoghaire y a sus druidas asombrados por las grandes maravillas y los milagros que obraba, todos se inclinaron para mostrar su obediencia a la voluntad de Dios y a Patricio".

Hay muchas fantasías sobre las confrontaciones de San Patricio con los magos druidas pero también hay relatos que tienen un trasfondo sin duda histórico. Dicen que un Sábado Santo, cuando nuestro santo encendió el fuego pascual, se lanzaron con toda su furia a apagarlo, pero por más que trataron no lo lograron. Entonces uno de ellos exclamó: "El fuego de la religión que Patricio ha encendido, se extenderá por toda la isla". Y se alejaron. La frase del mago se ha cumplido; la religión católica se extendió de tal manera por toda Irlanda, que hoy sigue siendo un país católico, iluminado por la luz de la religión de Cristo, y que a su vez ha dado muchos misioneros a la Iglesia.


Vida de Santidad



Solo llegaremos a comprender el hondo sentimiento humano que tenía el santo y el profundo amor a Dios que lo animaba, si estudiamos detenidamente sus escritos contenidos en las "Confesiones", la Lorica y la carta a Coroticus de San Patricio. Conoceremos el secreto de la extraordinaria impresión que causaba a los que lo conocían personalmente. Patricio era un hombre muy sencillo, con un gran espíritu de humildad. Decía que su trabajo misionero era la simple actuación de un mandamiento divino y que su aversión contra los pelagianos se debía al absoluto valor teológico que él atribuía a la gracia. Era profundamente afectuoso, por lo que vemos en sus escritos referirse tantas veces al inmenso dolor que le produjo separarse de su familia de sangre y de su casa, a la que le unía un gran cariño. Era muy sensible, le hacía sufrir mucho que digan que trabajaba en la misión que había emprendido para buscar provecho propio, por eso insistía tanto en el desinterés que lo animaban a seguir trabajando.

De sus Confesiones: "Incontables dones me fueron concedidos con el llanto y con las lágrimas. Contrarié a mis gentes y también, contra mi voluntad, a no pocos de mis mayores; pero como Dios era mi guía, yo no consentí en ceder ante ellos de ninguna manera. No fue por mérito propio, sino porque Dios me había conquistado y reinaba en mí. Fue El quien se resistió a los ruegos de los que me amaban, de suerte que me aparté de ellos para morar entre los paganos de Irlanda, a fin de predicarles el Evangelio y soportar una cantidad grande de insultos por parte de los incrédulos, que me hacían continuos reproches y que aun desataban persecuciones contra mí, en tanto que yo sacrificaba mi libertad en su provecho. Pero si acaso se me considera digno, estoy pronto a dar hasta mi vida en nombre de Dios, sin vacilaciones y con gozo. Es mi vida la que me propongo pasar aquí hasta que se extinga, si el Señor me concede esa gracia".


La santidad da frutos

El buen éxito de la misión de San Patricio se debe ante todo a su fe por la que se disponía a cualquier sacrificio y a la inteligente organización que supo crear en esa isla, carente de ciudades y dividida en muchas tribus o clanes, dirigidos por un jefe independiente cada una. El supo adaptarse a las condiciones sociales del lugar, formando un clero local, consagró obispos y sacerdotes y fundo monasterios y pequeñas comunidades cristianas dentro del mismo clan, sin rechazar usos ni costumbres tradicionales. Tuvo la feliz idea de que el obispo de cada región fuera al mismo tiempo el Abad o superior del monasterio más importante del lugar, así cada obispo era un fervoroso religioso y tenía la ayuda de sus monjes para enseñar la religión al pueblo. Las vocaciones que consiguió para el sacerdocio y la vida religiosa fueron muchísimas.

La obra de evangelización pudo progresar rápidamente gracias también a que San Patricio atrajo muchos discípulos fieles, como Benigno quién estaba destinado a sucederle. Siempre fue muy fiel a la Iglesia y, a pesar de la distancia, el santo se mantenía en contacto con Roma. En el año 444 se fundó la iglesia catedral de Armagh (hoy Armoc), la sede principal de Irlanda, dato que está asentado en los "Anales de Ulster". Es probable que no haya pasado mucho tiempo antes que Armagh se convirtiera en un gran centro de educación y administración.

San Patricio, en el transcurso de 30 años de apostolado, convirtió al cristianismo a "toda Irlanda". El propio santo alude, más de una vez, a las "multitudes", a los "muchos miles" que bautizó y confirmó. "Ahí", dice San Patricio, "donde jamás se había tenido conocimiento de Dios; allá, en Irlanda, donde se adoraba a los ídolos y se cometían toda suerte de abominaciones, ¿cómo ha sido posible formar un pueblo del Señor, donde las gentes puedan llamarse hijos de Dios? Ahí se ha visto que hijos e hijas de los reyezuelos escoceses, se transformen en monjes y en vírgenes de Cristo". Sin embargo, como es lógico pensar, el paganismo y el vicio no habían desaparecido por completo. En las "Confesiones", que fueron escritas hacia el fin de su vida, dice el santo: "A diario estoy a la espera de una muerte violenta, de ser robado, de que me secuestren para servir como esclavo, o de cualquier otra calamidad semejante". Pero más adelante agrega: "Me he puesto en manos del Dios de misericordia, del Todopoderoso Señor que gobierna toda cosa y, como dijo el profeta: 'Deja tus cuidados con el Señor y El proveerá la manera de aliviarlos". En esta confianza estaba, sin duda su incansable valor y la firme decisión de San Patricio a lo largo de su heroica carrera. Su fortaleza de no permitir a los enemigos del catolicismo que propagaran por allí sus herejías, fue una de las razones para que Irlanda se haya conservado tan católica.

La obra del incansable misionero dio muchos frutos con el tiempo: Lo vemos en el maravilloso florecimiento de santos irlandeses. Logró reformar las leyes civiles de Irlanda, consiguió que la legislación fuera hecha de acuerdo con los principios católicos, lo cual ha contribuido a que esa nación se haya conservado firme en la fe por más de 15 siglos, a pesar de todas las persecuciones.

Según un cronista de Britania, Nennius, San Patricio subió a una montaña a rezar y hacer ayuno y "desde aquella colina, Patricio bendijo al pueblo de Irlanda y, el objeto que perseguía al subir a la cima, era el de orar por todos y el de ver el fruto de sus trabajos…Después, en edad bien avanzada, fue a recoger su recompensa y a gozar de ella eternamente. Amén". Patricio murió y fue sepultado en el año 461, en Saúl, región de Stragford Lough, donde había edificado su primera iglesia.


LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 16 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 16


Es emocionante leer la confianza y la amistad con la que algunos santos trataron a la Santísima Virgen; su devoción a la celestial Señora era tan íntima y tan sincera, que los llevó a penetrar en la intimidad del Corazón de María.

Nuestra devoción a la dulce Madre del cielo ha de romper los esquemas que nos impiden, o al menos dificultan, llegar a una relación íntima de amor y de trato con ella; nada puede interponerse entre el hijo y la madre, nada puede haber o suceder que el hijo de María la sienta como su Madre, la ame como tal y la trate como tal.
Se dijo que la madre es la mejor amiga de su hijo, que eso suceda y se dé entre la Virgen y nosotros.

Madre de Jesús, tú que eres también Madre de todos los redimidos, y la amiga entrañable de tus hijos, ayúdanos a cultivar la amistad y la fraternidad.


* P. Alfonso Milagro

DOMINGO 19 DE MARZO: DÍA DE ORACIÓN Y SOLIDARIDAD POR LOS DAMNIFICADOS DEL PERÚ


Domingo 19 de marzo: Día de oración y solidaridad por los damnificados del Perú





LIMA, 16 Mar. 17 / 04:16 pm (ACI).- Los obispos de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) hicieron un especial llamado para que el domingo 19 de marzo sea un día de oración y solidaridad con todos los damnificados por las lluvias e inundaciones que golpean estos días al Perú.

Las lluvias y las inundaciones han afectado a los departamentos de Lima, Ica, Huancavelica, Arequipa, Piura, Tumbes y Chiclayo, según datos de Cáritas del Perú.

Hasta el momento los desbordes y las intensas lluvias han dejado 43 muertos y 72 heridos. Según el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), el fenómeno ya afectó a más de 546.000 personas y destruyó 6.500 viviendas, 27 escuelas y un centro de salud.

Ante estos graves hechos, señala un comunicado dado a conocer este jueves, la CEP expresó su “solidaridad y cercanía con todos los hermanos y hermanas que sufren a consecuencia de estos fenómenos naturales, tanto por la muerte de algún ser querido como por la pérdida de todo lo que tenían para vivir”.

Debido a la emergencia actual, los prelados alentaron a todos los peruanos a colaborar “con ayuda material que ha de ser entregada en las zonas más golpeadas de nuestra Patria”.

Asimismo, han invitado a que “este domingo 19 de marzo sea un día de oración y del mismo modo para que nuestros fieles, de todas las parroquias y centros religiosos de nuestra Patria, puedan expresar su generosidad y su amor a Jesucristo en el hermano que sufre”.

Los obispos exhortaron a mantener la “fe que ilumina y fortalece, conservemos la esperanza que alimenta la solidaridad, abramos las puertas de la caridad para que el alivio de tantos necesitados sea pronto y oportuno”.

“Elevamos nuestra oración al Señor y le pedimos por la intercesión de la Virgen María su misericordia y su bondad”, concluyeron.

Ayuda a Piura, una de las zonas más afectadas

Cáritas Piura y Tumbes, con el apoyo de Cáritas del Perú, así como las Parroquias de la Arquidiócesis siguen realizando su cruzada de ayuda a los damnificados.

La ayuda que brindan es básicamente de tres tipos: alimentos, refacción de viviendas y ayuda para evacuar aguas estancadas. Hasta la fecha han distribuido 1500 paquetes de alimentos esenciales.

Para colaborar como voluntario los interesados pueden comunicarse con el teléfono + 51 073 311203; o escribir al correo electrónico: cpiura.administracion@caritas.org.pe


Las donaciones pueden hacerse en las siguientes cuentas a nombre del Arzobispado de Piura:

Banco de Crédito del Perú (soles) - 475-1781584-0-75

Banco de Crédito del Perú (dólares) - 475-1535423-1-11

Caja Piura (soles) - 110-01-2606701

EL NIÑO CAUSA DESASTRES EN PERÚ Y CÁRITAS LANZA CAMPAÑA DE EMERGENCIA


#PrayforPeru: El Niño causa desastres en Perú y Cáritas lanza campaña de emergencia






LIMA, 16 Mar. 17 / 11:31 am (ACI).- Cáritas del Perú lanzó la campaña “Emergencia por huaycos e inundaciones” para ayudar a las decenas de miles de damnificados que han ocasionado las lluvias y desbordes de ríos en diferentes partes del país, sobre todo en la costa norte a raíz del fenómeno de El Niño.

“Desde el pasado 14 de enero, intensas lluvias ocasionaron huaycos (deslizamiento de tierra y rocas) e inundaciones afectando viviendas, vías de comunicación, puentes peatonales e instituciones educativas, causando daños en la vida y la salud de las personas en los departamentos de Lima, Ica, Huancavelica, Arequipa, Piura, Tumbes y Chiclayo”, señaló Cáritas en su sitio web.


Hasta el momento hay 43 muertos, 72 heridos. Según el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), el fenómeno ya afectó a más de 546.000 personas y destruyó 6.500 viviendas, 27 escuelas y un centro de salud.

Por ello, Cáritas del Perú “hace un llamado de solidaridad (…) a fin de aliviar las necesidades más urgentes de los damnificados en Lima, Ica, Arequipa, Lambayeque, Piura y Tumbes”.

Indicó que la ayuda “será canalizada a través de las Cáritas Diocesanas de Chosica, Cañete, Ica, Arequipa, Chulucanas, Piura- Tumbes y Chiclayo quienes están realizando un trabajo activo en las zonas de emergencia”.

En ese sentido, pidieron a la población “donar alimentos no perecibles, agua envasada, artículos de higiene personal, calaminas, materiales de construcción y carpas”.

Asimismo, se pueden hacer aportes económicos a las siguientes cuentas:

BANCO DE CRÉDITO DEL PERÚ

CÁRITAS DEL PERÚ - CAMPAÑA NACIONAL

Cta. Cte.Soles:  193-2236439-0-91

Interbancario CCI:  00219300223643909118


Cta. Cte. Dólares: 193-2238776-1-07

Interbancario CCI:  00219300223877610719

Código SWIFT:  BCPLPEPL

Para más información se puede ingresar al sitio web www.caritas.org.pe

FELIZ VIERNES


miércoles, 15 de marzo de 2017

ORAS POR LOS DIFUNTOS?


¿Oras por los difuntos?




Las almas del Purgatorio no pueden ya hacer nada en su propio favor, porque con la muerte termina el tiempo de expiar y purificarse. Si los vivos no rezan por ellas, quedan abandonadas. Nosotros tenemos el inmenso poder de aliviarlas. Mientras estamos vivos podemos reparar el mal que hayamos hecho. Pero a menudo no le damos importancia.

San Juan Macías, hermano dominico, tenía una gran caridad con las almas del Purgatorio. ¡El obtuvo por sus oraciones (principalmente por la recitación del santo Rosario) la liberación de un millón cuatrocientas mil almas! En retribución, él consiguió para sí mismo las más abundantes y extraordinarias gracias; y esas almas vinieron a consolarlo en su lecho de muerte y a acompañarlo hasta el Cielo. Este hecho es tan cierto que fue insertado por la Iglesia en el decreto de su beatificación.

Cuando las almas benditas son liberadas de sus penas y gozan la beatitud del Cielo, no olvidan a sus amigos de la Tierra: su gratitud no conoce límites. Postradas ante Dios, no cesan de orar por sus bienhechores. Santa Catalina de Bologna dice: "He recibido muchos favores de los Santos, pero mucho más grandes de las almas del Purgatorio". Orar por los difuntos es una excelente obra de misericordia.


* Enviado por el P. Natalio

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 15 DE MARZO DEL 2017


Cada instante, un regalo
San Mateo 20, 17-28. II Miércoles de Cuaresma


Por: H. Balam Loza, LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, tuyo soy, para Ti nací, ¿qué quieres de mí? Quiero cumplir tu voluntad en cada momento de mi vida. Tal vez, como tus apóstoles, soy débil y no soy capaz de darte todo. Conozco bien que soy una creatura de barro. Por eso vengo a ponerme delante de Ti, para que seas Tú quien me indique qué es lo que quieres de mí. Yo soy capaz de hacer grandes y heroicas promesas, pero necesito que llenes mi corazón de amor para poder darte con totalidad mi vida.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 20, 17-28
En aquel tiempo, mientras iba de camino subiendo a Jerusalén, Jesús llamó aparte a los Doce y les dijo: “Ya vamos subiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, que lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; pero al tercer día, resucitará”.
Entonces se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo, junto con ellos, y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: “¿Qué deseas?”. Ella respondió: “Concédeme que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, en tu Reino”. Pero Jesús replicó: “No saben ustedes lo que piden. ¿Podrán beber el cáliz que Yo he de beber?”. Ellos contestaron: “Sí podemos”. Y él les dijo: “Beberán mi cáliz; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; es para quien mi Padre lo tiene reservado”.
Al oír aquello, los otros diez discípulos se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: “Ya saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. Que no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo; así como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida por la redención de todos”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Jesús, ¿cómo vivías con tus discípulos? Quiero contemplar, por un instante esos momentos tan familiares y tan profundos. A veces puedo pensar que eras una persona infatigable, pero ¿cómo eras? Tú, eras el maestro y sin embargo te veo en la última cena lavando los pies de tus discípulos, y dejando a Juan recostarse en tu pecho… y no me es difícil imaginar las largas caminatas, llenas de cordialidad. Puedo pensar, en la paciencia que tendrías al escuchar a tus discípulos y sin duda te reirías, internamente, de la valentía de la madre de los Zebedeos ante tal petición… en fin, no dudo que más que un Señor, serías un gran Amigo.
Y hoy, al arrodillarme delante de la cruz y ver que diste tu vida por mí, veo algo más que una imagen fría, veo a un Dios, a un amigo que lo dio todo por mí, hasta la última gota. Sé que estás aquí para ser mi amigo. Es verdad que mis sentidos no te perciben, pero al igual que tus discípulos puedo gozar de este rato de oración, puedo escucharte, puedo descansar en tu pecho, en tu corazón y gozar de este momento. Te abro mi corazón y te pido ser santo. Sí, es un poco atrevida la petición y no sé si soy capaz de compartir tu sufrimiento, pero Tú has dicho que tocásemos a la puerta y para eso estoy aquí.
Te amo, Jesús, con todo mi corazón, con la sencillez de un niño y estoy aquí para pasar un rato con mi mejor amigo, con el auténtico amigo. No quiero hacer grandes cosas sino quiero vivir cada instante con pasión, hasta la más mínima cosa, pues cada instante es un regalo de tu amor.
Un corazón tibio se encierra en una vida perezosa y sofoca el fuego del amor. El que es tibio vive para satisfacer sus comodidades, que nunca son suficientes, y de ese modo nunca está contento; poco a poco termina por conformarse con una vida mediocre. El tibio reserva a Dios y a los demás algunos “porcentajes” de su tiempo y de su corazón, sin exagerar nunca, sino más bien buscando siempre recortar.[…] Hay una segunda tentación en la que se puede caer, no por ser pasivos, sino por ser “demasiado activos”: es la de pensar como dueños, de trabajar sólo para ganar prestigio y llegar a ser alguien. Entonces, el servicio se convierte en un medio y no en un fin, porque el fin es ahora el prestigio, después vendrá el poder, el querer ser grandes. “Entre vosotros -nos recuerda Jesús a todos- no será así: el que quiera ser grande entre vosotros que sea vuestro servidor”. Así se edifica y se embellece la Iglesia.
(Homilía de S.S. Francisco, 2 de octubre de 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a vivir con especial alegría, pues la vida del cristiano es un servir con alegría a ejemplo de Jesús.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ABRIR NUESTRO CORAZÓN AL DON DE DIOS


Abrir nuestro corazón al don de Dios
 Pidámosle a Cristo nos conceda abrir nuestro corazón al don de Dios, y nos permita abrir el nuestro para ser don de Dios para los demás.


Por: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net 




Nuestra vida no es simplemente una serie de circunstancias, una serie de días que van pasando uno detrás de otro, sino que todos los días de nuestra vida son un don de Dios, no sólo para nosotros, sino sobre todo un don de Dios para los demás, para aquellos que viven con nosotros. Un don de Dios que requiere, por parte nuestra, reconocerlo y hacernos conscientes de que efectivamente es un regalo de Dios. Y permitir, como consecuencia, que en nuestro corazón haya un espíritu agradecido por el hecho de ser un don de Dios.

En la historia de la Iglesia, Dios nuestro Señor ha ido dando dones constantemente, y a veces Él se prodiga de una forma particular en algunas circunstancias, por lo demás muy normales, muy corrientes, pero que se convierten de modo muy especial en don de Dios para sus hermanos. Es Él quien decide dar hombres y mujeres a su Iglesia que ayuden a los demás a caminar, que ayuden a los demás a encontrarse más profundamente con Cristo; es Él quien decide hacer de nuestras vidas un don para los demás.

Ciertamente que esto requiere, por parte de quien toma conciencia de ser un don de Dios para los demás, una correspondencia. No basta con decir “yo me entrego a los demás”, “yo soy un don de Dios para los demás”, es necesario, también, estar conscientes de lo que por nuestra parte esto va a suponer. A veces podemos convivir con el don de Dios y no ser conscientes de que lo tenemos a nuestro lado y no ser conscientes de que Dios está junto a nosotros. Podemos estar conviviendo con el don de Dios y no reconocerlo.

Algo así les había pasado a Santiago y a Juan, los hijos de Zebedeo. A pesar de llevar ya tiempo con nuestro Señor, no habían captado el don de Dios. Tanto es así que, justamente después que Cristo les habla de pasión, de muerte y de resurrección, acompañados de su madre, llegan y le dicen a Jesús: “Queremos sentarnos uno a tu derecha y otro a tu izquierda”. Cuando Jesús está hablando de renuncia, de entrega, de sacrificio, de redención, ellos le hablan a Cristo de dignidades, de cargos y de honores.
¡Qué misterio es el hecho de que se puede convivir con el don de Dios y, sin embargo, no reconocerlo! Nuestra vida puede ser una vida semejante a la de los hijos de Zebedeo, que tenían el don de Dios más grande —Cristo nuestro Señor—, y no lo habían reconocido.

El don de Dios, el Hijo de Dios caminaba con ellos, comía con ellos, dormía con ellos, les hablaba, les enseñaba, y ¡no lo habían reconocido! Es necesario tener los ojos abiertos y el corazón dispuesto a acoger el don de Dios, porque nos damos cuenta de que, no solamente Juan y Santiago no habían captado nada del don de Dios que era Cristo para sus vidas, tampoco nosotros mismos, muchas veces, lo hemos captado.

En este Evangelio encontramos una serie de características que tiene que tener nuestro corazón para ser capaz de reconocer el don de Dios: En primer lugar, estar dispuestos a servir a los demás; en segundo lugar, estar dispuestos a beber el cáliz del Señor, y en tercer lugar, estar dispuestos a ir con Cristo, como corredentores, por el bien de los demás.

Corredentor, compañero y servidor son las características del corazón que está dispuesto a reconocer el don de Dios y del corazón que está dispuesto a ser don de Dios para nuestros hermanos. A nosotros, entonces, nos correspondería preguntarnos: ¿Soy yo también corredentor? ¿Tomo yo como mía la misión de la Iglesia, la misión de Cristo, que es salvar a los hombres? ¿Soy compañero de Cristo, es decir, lo tengo frecuentemente en mi corazón, bebo su cáliz, comparto con Él todo? ¿Su vida es mi vida, sus intereses los míos, sus inquietudes las mías? ¿Soy servidor de los demás? ¿Estoy dispuesto a ser de los que sirven, de los que ayudan, de los que colaboran, de los que cooperan, de los que se entregan, de los que dan sin esperar necesariamente una recompensa?

Así como el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida como rescate de muchos, ¿tenemos nosotros la conciencia de que éste debe ser el retrato de nuestra vida: corredentores, compañeros y servidores de Cristo? Esta conciencia, que nos convierte en don de Dios para los demás, es la que nos convierte en colaboradores, en ayuda y en camino de Dios para nuestros hermanos los hombres.

No soñemos pensando que simplemente porque los criterios del Evangelio más o menos se nos emparejen y estemos de acuerdo con ellos, ya por eso tenemos claro el don de Dios. Si no eres con Cristo corredentor, si no eres capaz de beber su cáliz y si no eres con Cristo servidor de tus hermanos, serás lo que seas, pero no me digas que has encontrado el don de Dios, porque te estás engañando.

Cuando el Señor nos llama a la fe cristiana, es para llenarnos de cosas cotidianas y normales, como es cada una de nuestras vidas. En lo cotidiano está el don, no tenemos que buscar cosas extraordinarias ni milagros ni cosas raras.

Pidámosle a Cristo que nos conceda abrir nuestro corazón al don de Dios, pero también pidámosle que nos permita abrir nuestro corazón para que también nosotros, corredentores, compañeros y servidores, sepamos ser don de Dios para los demás.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 15 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 15



Nada hay tan fecundo como la virginidad de María. Solemos presentar a la virginidad como algo estéril, como si la esterilidad fuera una característica de la virginidad. En cambio, en María, conciliamos la fecundidad maternal con el brillo de su límpida virginidad.

Tu vida ha de estar consagrada a Dios, al amor de Dios, en la plenitud de la entrega de una virginidad espiritual: de Dios, todo de Dios, sólo de Dios y para siempre de Dios.

Por eso tu entrega debe obligarte a gastarte por tus prójimos, desvivirte por ellos, sufrir por ellos, morir por ellos.
“Madre, ayúdanos a enseñar la verdad que ha anunciado tu Hijo y a extender el mandamiento del amor” (San Juan Pablo II)



* P. Alfonso Milagro

FELIZ MIÉRCOLES


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...