sábado, 27 de agosto de 2016

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 27 DE AGOSTO 2016, LA PARÁBOLA DE LOS TALENTOS



Parábola de los talentos
Parábolas


Mateo 25, 14-30. Tiempo Ordinario. ¿Qué has hecho hoy? ¿Cuántas veces has dejado sin hacer lo que debías? 


Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 25, 14-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: Un hombre que se iba al extranjero llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó. enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco. Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos. En cambio el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos. Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado. Su señor le dijo: ¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegándose también el de los dos talentos dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado. Su señor le dijo: ¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegándose también el que había recibido un talento dijo: Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo. Mas su señor le respondió: Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos. Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. 

Oración introductoria
Señor, gracias por los talentos que me has dado. No permitas que la apatía o el desánimo me lleven a enterrarlos o a utilizarlos para mi beneficio personal. Ilumina mi oración, permite que me acerque a Ti con confianza y con un corazón sincero, para desprenderme de mi voluntad y unirme más a la tuya.

Petición
Padre, ayudanos a comprender que lo que se nos ha dado se multiplica dándolo. Es un tesoro que hemos recibido para gastarlo, invertirlo y compartirlo con todos.


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Poner a trabajar el talento recibido.
En este pasaje pareciera descubrir un Dios severo, un Dios ambicioso que sólo se preocupa por su dinero y por la eficacia de sus empleados. Pero necesito no quedarme en lo superficial de tu Evangelio sino poder ir a lo profundo, a la enseñanza que me quieres dejar.
Algo en lo que podría fijar mi mirada es que no dejas a ningún obrero sin talento. A todos les das algo con lo cual puedan fructificar. A uno le das diez, a otro cinco, a otro uno. Y a mí, ¿cuántos me has dado? … Dame la gracia de descubrir cuáles son esos talentos y ayúdame a no compararme con aquellos que puedan tener más o mejores talentos que los míos. Tú has repartido los talentos de acuerdo a la capacidad de cada uno.
Los talentos no son un derecho. Son un regalo que tu amor me hace. Generalmente un regalo se recibe para usarlo, ponerlo en acción, compartirlo. No lo recibo para guardarlo sin destapar y mantenerlo ajeno a mi vida. Esto fue lo que hizo aquel siervo del Evangelio. No se detuvo a valorar la confianza que le había dado su señor, ni lo valioso del único talento que poseía, ni lo mucho que podía ganar con él. Simplemente recibió y escondió, desenterró y entregó.
Dame la gracia, Señor, de poner a trabajar los regalos, los talentos que me has dado. Que no tema arriesgar los talentos que me has regalado para así hacerlos multiplicar. Dame la confianza necesaria para poner toda mi vida al ruedo y así crecer en mi plenitud personal y en la extensión de tu Reino.


«Ante las necesidades del prójimo, estamos llamados a privarnos —como esos niños, de la mitad del filete— de algo indispensable, no sólo de lo superfluo; estamos llamados a dar el tiempo necesario, no sólo el que nos sobra; estamos llamados a dar enseguida sin reservas algún talento nuestro, no después de haberlo utilizado para nuestros objetivos personales o de grupo.»
(S.S. Francisco, Angelus, 8 de noviembre  de 2015).
Reflexión
Los talentos no sólo representan las pertenencias materiales. Los talentos son también las cualidades que Dios nos ha dado a cada uno.

Vamos a reflexionar sobre las dos enseñanzas del evangelio de hoy. La primera alude al que recibió cinco monedas y a su compañero, que negoció con dos. Cada uno debe producir al máximo según lo que ha recibido de su señor. Por eso, en la parábola se felicita al que ha ganado dos talentos, porque ha obtenido unos frutos en proporción a lo que tenía. Su señor no le exige como al primero, ya que esperaba de él otro rendimiento.

Igualmente se aplica a nosotros, según las posibilidades reales de cada individuo. Hay personas que tienen gran influencia sobre los demás, otras son muy serviciales, otras, en cambio, son capaces de entregarse con heroísmo al cuidado de personas enfermas, los hay con una profesión, con un trabajo, con unos estudios, con una responsabilidad concreta en la sociedad...

Pero puede darse el caso del tercer siervo del evangelio: no produjo nada con su talento. A Cristo le duele enormemente esa actitud. Se encuentra ante alguien llamado a hacer un bien, aunque fuera pequeño, y resulta que no ha hecho nada. Eso es un pecado de omisión, que tanto daña al corazón de Cristo, porque es una manifestación de pereza, dejadez, falta de interés y desprecio a quien le ha regalado el talento.

Analiza tu jornada. ¿Qué has hecho hoy? ¿Qué cualidades han dado su fruto? ¿Cuántas veces has dejado sin hacer lo que debías?

Propósito
Señor, qué fácilmente olvido lo fugaz y lo temporal de esta vida. En vez de buscar multiplicar, en clave al amor a los demás, los numerosos talentos con los que has enriquecido mi vida, frecuentemente me dejo atrapar por el camino fácil de la comodidad o la ley del menor esfuerzo. Concédeme la gracia de saber reconocer y multiplicar los dones recibidos.

A CUÁL HIJO QUIERES MÁS?



¿A cuál hijo quieres más?


Preguntó Dios a una madre: —¿A cuál de tus hijos quieres más? Y ella respondió:

—Señor, al ausente, hasta que vuelva; al enfermo, hasta que sane; al triste, hasta que de nuevo esté alegre; al preso, hasta que recobre la libertad; al que sufre, hasta que se sienta consolado; al malo, hasta que otra vez sea bueno; al que le falta todo, hasta que no le falte nada; al descarriado, hasta que retorne al buen camino; al que está solo, hasta que no padezca de su soledad. Conmovido, dijo entonces Dios: —No sé por qué dudan algunos de que hay un Dios en el cielo, si hay tantas madres como tú en la tierra.

El amor auténtico se manifiesta en servir, ayudar, proteger. “Obras son amores, y no buenas razones”, dice el refrán español. Bajar a lo concreto, aterrizar en la realidad de la vida, es el signo del amor maduro. Evidentemente esto requiere sacrificio, entrega y olvido de sí mismo.


* Enviado por el P. Natalio

SALMO 32 - DICHOSO EL PUEBLO QUE EL SEÑOR SE ESCOGIÓ COMO HEREDAD


Salmo
Sal 32

R/. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad



Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el cielo,
se fija en todos los hombres. R/.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.

Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos. R/.

EL PODER DEL AGUA BENDITA


El poder del agua bendita



Un amigo sacerdote me aseguró que innumerables católicos, aun de los más instruidos, no saben para lo que sirve el agua bendita. ¡Es una lástima!  ¡Por eso no se benefician con este precioso instrumento instituido por la Iglesia para ayudarlos en prácticamente todas las circunstancias y dificultades de la vida! 

Hay varias formas de usarla. La más común es persignarse con ella. Otra es aspergirla (salpicarla) sobre sí mismo, sobre otras personas, lugares u objetos. Cualquier laico o laica puede hacer esto. Naturalmente, si lo hace un sacerdote tiene más valor. 

Su efecto más importante es alejar al demonio, que “ronda como león rugiente”, buscando toda especie de mal, como nos advierte San Pedro (I Pe 5,8). Los espíritus malignos, cuyas misteriosas y siniestras operaciones afectan incluso las actividades físicas del hombre, quieren ante todo inducirnos al pecado grave, que conduce  al infierno. Para ello emplean todos los recursos. 

A veces, por ejemplo, nos provocan un sinnúmero de molestias físicas o psicológicas. Otras veces provocan pequeños incidentes en nuestra vida diaria, causar enredos que parecen tener causas meramente naturales.  Por ejemplo, al momento de cumplir un deber, la persona siente un inexplicable malestar, un inesperado desánimo, un raro dolor de cabeza... 

En ciertas oportunidades, sin motivo alguno, el marido se irrita repentinamente con la esposa, o viceversa, de eso surge una discusión y se rompe la paz del hogar. O si no, el padre o la madre se dejan llevar por un movimiento de impaciencia y reprenden duramente al hijo, en vez de amonestarlo con dulzura. El hijo se rebela, sale de casa. ¡Se creó un problema! Todo eso puede evitarse ahuyentando al demonio con una simple señal de la cruz hecha con agua bendita. Cuando sienta usted una irritación extraña, haga la prueba y ponga atención al efecto saludable que produce. Enseguida volverá la serenidad. 

Además, el agua bendita es un sacramental que nos alcanza el perdón de los pecados veniales, puede librarnos de accidentes (tránsito, asaltos, caídas), y ayuda hasta a curar enfermedades. El agua bendita, como todo sacramental, nos invita en las diversas circunstancias del día a invocar el socorro del Divino Espíritu Santo, para el bien de nuestra alma y de nuestro cuerpo. 

Otro beneficio muy interesante y poco conocido: se la puede usar eficazmente en provecho de personas que se encuentran distantes de nosotros.  Y aún más, cada vez que la utilizamos para hacer la señal de la cruz por la intención de las almas del purgatorio, ellas son aliviadas en sus sufrimientos. 

¿De dónde viene ese poder maravilloso?  Viene del hecho de ser un sacramental instituido por la Santa Iglesia Católica. El sacerdote bendice el agua como ministro de Dios, en nombre de la Iglesia y como su representante, seguro que nuestro Divino Salvador siempre la atenderá con benevolencia. Es importante recordar que para que sea agua bendita debe ser bendecida por el sacerdote según el ceremonial prescrito por la Iglesia, en el “Ritual de Bendiciones” y en el propio “Misal Romano”.

Son hermosas y altamente significativas las oraciones para la bendición del agua. Por ejemplo, esta:  “Señor, Padre Santo, dirige tu mirada sobre nosotros, que redimidos por tu Hijo, hemos nacido de nuevo del agua y del Espíritu Santo en la fuente bautismal; concédenos, te pedimos, que todos los que reciban la aspersión de esta agua queden renovados en el cuerpo y en el alma y te sirvan con limpieza. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén”.

¡Así que no se olvide! Es muy conveniente llevar siempre consigo agua bendita para usar en cualquier circunstancia. Por ejemplo, santiguarse con ella al salir o entrar en la iglesia, en casa o en el lugar de trabajo; al iniciar una oración, un trámite, un viaje. 

Para alejar del hogar la influencia maléfica de los demonios, es muy aconsejable aspergir en la casa algunas gotas de vez en cuando. Esto puede hacerlo cualquier persona de la familia. Claro está que pedirle a un sacerdote que bendiga la casa es mucho mejor. ¡Por lo tanto, el agua bendita es siempre benéfica y eficaz!

NO ESTÁS SOLA, LAS VOCACIONES AÚN EXISTEN


No estás sola...
Las vocaciones aún existen

Sé que es fácil decir esto, pero que cuesta mucho que lo comprendamos y más que lo vivamos


Por: Germán Sánchez | Fuente: Catholic.net 




No me refiero a la ayuda de Cristo, ¡ésa seguro la tienes! Pues desde el inicio de este artículo hemos establecido que si la vida consagrada es un patrimonio de la Iglesia, Jesucristo ha prometido siempre su asistencia a Ella, por lo tanto nunca nos faltará su ayuda.

Me refiero más bien a tu comunidad, a tu Congregación. La labor pastoral vocacional no es una labor individual. No es una labor para la "animadora vocacional" a quien la vemos todos los viernes subir a un autobús guitarra en mano, con diez o quince chiquillas y verla regresar el domingo medio muerta, pero con la sonrisa de oreja a oreja. La labor vocacional tampoco es la preocupación de la Madre General y su Consejo que nos ha exteriorizado sus angustias y desvelos en la última carta circular, pidiendo una colaboración más estrecha en la búsqueda de vocaciones. Tampoco es la responsabilidad de las religiosas ancianitas de nuestra comunidad que ofrecen sus oraciones, sacrificios y penurias por las vocaciones.- No. La labor vocacional es obra de todas. Desde la religiosa que atiende la portería, hasta nuestra hermana que está en cama, pasando por la última novicia que acaba de entrar en la Congregación hasta llegar a la maestra de novicias, o de júniores, incluso le atañe a la hermana que preparara las comidas en el hospital o hace la guardia nocturna en el pasillo de enfermos terminales o quien va a visitar a los encarcelados. Con esto quiero decir que la labor vocacional es obra de todas y cada una de las religiosas en la Congregación.

Sé que es fácil decir esto, pero que cuesta mucho que lo comprendamos y más que lo vivamos. Es necesario que comprendamos los tiempos que estamos viviendo. Sé que para lagunas religiosas por su edad, su psicología o por el ambiente en el que han vivido resulta muy difícil entender que todas deben ponerse a buscar vocaciones. Pero es necesario dar este paso.

Ahora bien "buscar vocaciones" no significa dejar el puesto de trabajo y lanzarse al África, a las Filipinas o a la América Latina como cazadores en busca de presas. Desde el punto en donde Dios quiere a cada una de las religiosas, desde ahí se puede hacer labor vocacional. Es necesario por ello crear una "mística vocacional" al interno de cada una de las Congregaciones. Lo repito: esto no se logra de la noche a la mañana y llevará tiempo, fatigas y desvelos, pero es necesario hacerlo. De nada sirve que una o dos hermanas en la Congregación estén motivadas en la labor vocacional si no encuentran apoyo en la Congregación.

Una labor lenta pero segura, sabiendo de antemano que las vocaciones aún existen.

SUCESORA DE MADRE TERESA PROPONE ENSEÑANZA CLAVE DE LA BEATA EN VÍSPERAS DE CANONIZACIÓN


Sucesora de Madre Teresa propone enseñanza clave de la Beata en vísperas de canonización

Madre Teresa (1994) / L' Osservatore Romano




ROMA, 26 Ago. 16 / (ACI).- La Hermana Mary Prema, actual Superiora General de las Misioneras de la Caridad, aseguró que la enseñanza más importante que pudo dejar la Beata Madre Teresa de Calcuta fue “hacer siempre las cosas pequeñas con gran amor”.

“No tenemos que esperar grandes ocasiones para amar y darnos a nosotros mismos, sino en las pequeños momentos de nuestra vida en comunidad, y especialmente en el servicio a los pobres. Al limpiar, lavar, al dar una sonrisa o una palabra amable”, expresó la sucesora de la Madre Teresa en diálogo con ACI Prensa, días antes de la canonización de la Beata el 4 de septiembre en el Vaticano.

La religiosa aconsejó también que “no tengamos prisa” y “no participemos en una carrera en la que los proyectos y planes nos priven de lo que realmente nos hace humanos, que es amar y ser amado (…). Insistir y trabajar en el amor nos hace más capaces de aceptar lo que Dios nos muestra a través del sufrimiento, por medio de rechazo u otras dificultades”.

Sor Mary Prema conoció a la Madre Teresa en 1980 cuando apenas tenías 20 años, justo después de leer su biografía “Algo Bonito para Dios” de Malcolm Muggeridge. “La vi por primera vez cuando ella tenía 70 años, por lo que ya estaba un poco encorvada, pero sus ojos estaban llenos de vida y en el interior estaba su grandeza”.


Aseguró que el amor incondicional de madre fue lo más destacable de su predecesora: “no fue su apariencia, fue la forma como se relacionó conmigo y con la que se hizo a sí misma útil en la comunidad lo que me hizo conocer a una persona que ama, que me aceptó, que me quiso y fue una madre para mí”.

Al poco tiempo de conocerla, Sor Mary Prema sintió el llamado a unirse a las Misioneras de la Caridad y por ello se trasladó a la India.

"Me impresionó la sencillez de la vida que las hermanas llevaban en Calcuta y yo no podía olvidarlo. Luego, lentamente, conforme mi vida de oración se fue haciendo más rica, sabía que quería dar todo por Jesús”, recordó.

Elegida como Superiora General de las Misioneras de la Caridad el 24 de marzo de 2009, Sor Mary Prema se convirtió en la segunda sucesora de la Madre Teresa tras su fallecimiento en 1997.

Para la Madre Teresa, relata Sor Mary Prema, no sólo había mucho sufrimiento físico en el mundo, sino también un profundo sufrimiento invisible y espiritual que se encuentra "en el pecado y en la adicción a las conductas pecaminosas”.

“El sufrimiento espiritual no solo es un verdadero sufrimiento para aquellos que están en la ceguera del pecado, sino también para aquellos que están sufriendo las consecuencias de esos pecados", añadió la religiosa.


La solución, para la Madre Teresa, era simplemente amar a Jesús y practicar la misericordia. “Ella fue un pequeño lápiz en la mano de Dios. Y tenía un solo deseo, conocer y amar a Jesús, y que sea conocido y amado por todos. Su gran deseo era hacer que la gente se beneficie y sea bendecida por el amor misericordioso de Dios, con el que ella, a través de sus trabajos humildes, presentaba de una forma tangible a las personas”.

Finalmente dijo estar “muy feliz” por haber llegado a Roma a tiempo para ayudar con los preparativos de una serie de celebraciones litúrgicas y actividades para la canonización de Madre Teresa.

“Percibo cada vez más cuán ventajoso es para la Iglesia y especialmente para nuestra congregación que nuestra fundadora sea canonizada. Estamos muy, muy agradecidas a Dios y al Santo Padre por haberle dado este honor”, concluyó.

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 27 DE AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Agosto 27



Testigo es el que testifica, el que testimonia, el que da fe de algo o de alguien; ser testigo es afirmar la veracidad y la rectitud de algo o de alguien, es exponer y comprometer la propia palabra y la propia vida por defender a esa persona o a esa posición.

Todos debemos ser testigos de la verdad y del bien; en todas partes debemos dar testimonio de la verdad y del bien, defenderlos aún a costa de nuestra personalidad, debemos comprometer nuestra rectitud y toda nuestra vida; eso será ser testigo.

Siendo testigos, estaremos dispuestos a sacar siempre la cara por la verdad y por el bien; aunque ello suponga para nosotros ciertas incomodidades, la pérdida de ciertas posiciones o conveniencias, ya que por encima de todo eso, que es nuestro, debemos ubicar la bondad y la verdad.

Debemos pues, ser testigos de la verdad y del bien, pero como Cristo ha dicho que Él es la Verdad y el Bien, debemos ser testigos de Cristo; y eso con todas las consecuencias que antes hemos mencionado.

“Recibirán la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y hasta los confines de la tierra” (Hch 1,8). No puede haber ningún lugar donde el discípulo de Cristo no se sienta ‘testigo del Señor’, con su voz y con su vida, con su palabra y su testimonio.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ FIN DE SEMANA!!!

viernes, 26 de agosto de 2016

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 26 DE AGOSTO 2016, PARÁBOLA DE LAS VÍRGENES PRUDENTES


Parábola de las vírgenes prudentes

Parábolas


Mateo 25, 1-13. Tiempo Ordinario. La vida lleva su rumbo sin preguntar, le damos la Luz de Cristo y comienza a brillar. 



Por: Francisco Valencia | Fuente: Catholic.net 




Del santo Evangelio según san Mateo 25, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús: «Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron. Mas a media noche se oyó un grito: "¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!" Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: "Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan." Pero las prudentes replicaron: "No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis." Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: "¡Señor, señor, ábrenos!" Pero él respondió: "En verdad os digo que no os conozco."Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora". 

Oración introductoria
Señor, qué fácilmente puedo dejarte a un lado, en un segundo plano, y acordarme de Ti sólo cuándo hay una necesidad o problema. Ese descuido, irresponsabilidad o apatía me trae muchas consecuencias negativas porque debilita mi capacidad de amar. Ayúdame, por medio de esta oración, a comprender la necesidad de mantenerme siempre alerta, dispuesta a recibir tu gracia que me hace capaz de transformarme y transformar mi mundo.

Petición
Señor, dame la gracia de tener un corazón alerta y vigilante, para obrar siempre el bien.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
 La lámpara que tenemos, es la mejor.
Cuántas veces uno se despista y vive en la oscuridad. Y a veces unos se quieren poner a la luz del otro, como estas jóvenes que buscaron poner en sus lámparas el aceite de las otras. Pero cada uno tiene su luz. En cada uno Dios ha dejado una luz particular, una luz que le hace ser él mismo. Por eso, en el Reino de los cielos cada uno tiene que ser él mismo.
Unas luces son más fuerte, otras más débiles, otras cambian constantemente… Y así podemos encontrar un sinfín de luces como personas. Y cada uno tiene que cuidar  y dar cuentas de esa luz que recibió. Porque esa lámpara que Dios nos ha dado la tenemos que poner en el candelabro. Y puede que a veces no me guste mi lámpara, no me guste mi luz o gaste mi aceite. Puede que a veces utilice mis cualidades para presumir o a veces quiera ocultar esa luz, esas virtudes o defectos. Incluso a veces no quiero mi lámpara.


Pero esa lámpara puede ser fea, puede tener una luz muy tenue, puede que vea más la oscuridad que la luz. Pero es la luz que no me ha regalado Dios; es la luz que me acompañará a lo largo de mi vida. Por lo tanto tengo que aceptarla. Y tengo que cuidarla. Y me puede pasar que piense que no me va bien esta lámpara. Quisiera otra más o menos luminosa. Y siempre estoy queriendo la vela o el aceite de los otros. Pero, en realidad, la lámpara que tengo es la mejor, ¡porque es mi lámpara! Es un regalo de Dios. Lo importante es ver mi vida y mi historia desde los ojos de Dios y no desde una mirada humana. He de elevar la mirada; contemplar la maravillosa obra de Dios en mi vida y darle las gracias.
«La lámpara, cuando comienza a debilitarse, tenemos que recargar la batería. ¿Cuál es el aceite del cristiano? ¿Cuál es la batería del cristiano para producir la luz? Sencillamente la oración. Tú puedes hacer muchas cosas, muchas obras, incluso obras de misericordia, puedes hacer muchas cosas grandes por la Iglesia —una universidad católica, un colegio, un hospital...—, e incluso te harán un monumento de bienhechor de la Iglesia, pero si no rezas todo esto no aportará luz. Cuántas obras se convierten en algo oscuro, por falta de luz, por falta de oración de corazón».
 (Cf Homilía de S.S. Francisco, 10 de junio de 2016, en Santa Marta).
Reflexión
Como cuando un escalador se detiene para ver lo recorrido y para contemplar la cima deseada y anhelada, así también Dios nos concede a veces momentos que son como esas paradas, y vemos lo recorrido en la vida y contemplamos la cima deseada y anhelada: la eternidad. Y entendemos el sentido de la vida y se nos hacen amargos todos los consuelos de la Tierra.

En esta situación estaban estas muchachas: el Esposo deseado... ¡Qué gozo!, ¡Qué alegría vivir así, esperando al Esposo! ¡Como si ya tuvieran ganada la Cima! ¡Cómo les rebotaría el corazón a estas chicas!

¡Qué contentas estarían! Así se encontraba Santa Teresita del Niño Jesús cuando descubrió los primeros síntomas de su enfermedad que la llevaría a la muerte, escribe: "¡Ah, mi alma se sintió henchida de gran consuelo! Estaba íntimamente persuadida de que Jesús (...) quería hacerme oír una primera llamada. Era como un dulce y lejano murmullo que me anunciaba la llegada del Esposo. (...) Gozaba por entonces de una fe tan viva, tan clara , que el pensamiento del cielo constituía toda mi felicidad" (Manuscrito C, F. 5r-5v).

Pero así como las vírgenes se durmieron, el caminante sigue caminando, a nosotros nos envuelve el remolino de la vida, y a Teresita se le duerme la fe.(cfr Manuscrito C, 5v). ¿Qué, pues es lo que importa si hasta los prudentes también se duermen? Tener encendidas nuestras lámparas y llevar el aceite para alimentarlas. Digamos que la lámpara es la vida, la Luz es la Vida de Gracia y el aceite es la Caridad.

La vida lleva su rumbo sin preguntar, le damos la Luz de Cristo y comienza a brillar, pero para que nunca de apague se necesita alimentarla con obras de caridad. Es así como nos va a reconocer el esposo: "En esto reconocerán que sois discípulos míos, si tenéis amor los unos para con lo otros". "Entonces el Rey les dirá: Venid, benditos de mi Padre, (...)porque cuanto hicisteis con uno de estos pequeños, conmigo lo hicisteis"

Propósito
Dar la Luz de Cristo a nuestra vida para que comienza a brillar, pero para que nunca de apague se necesita alimentarla con obras de caridad.

Diálogo con Cristo 
San Agustín dijo que tuviéramos cuidado de la gracia de Dios que pasa y no vuelve. Por eso te pido, Padre bueno, que me ayudes a percibir tu presencia en lo cotidiano de este día para que con tu gracia pueda ser tu fiel discípulo y misionero. Mis decisiones labran mi destino, que terrible sería que me descuidará y siguiera el camino fácil que ofrece el mundo, por eso te pido me ayudes a vivir con el constante deseo de trabajar por ti.

SALMO 32 - LA MISERICORDIA DEL SEÑOR LLENA LA TIERRA


Salmo
Sal 32


R/. La misericordia del Señor llena la tierra



Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R/.

Que la palabra del Señor es sincera, 
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho, 
y su misericordia llena la tierra. R/.

El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos,
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad. R/.

PALABRAS HIRIENTES


Palabras hirientes


En verdad las palabras pueden doler como los golpes físicos. Los padres deben saber que la crítica, el desprecio y los insultos –aun cuando se los diga en broma– pueden lastimar el amor propio, o dañar la autoestima, o detener el crecimiento de una imagen sana de sí mismo en los niños.

Las palabras dichas con amor ofrecen un real elemento constructivo de elogio, aliento, gratitud, disculpa a quien escucha. Nuestras palabras pueden herir o reconfortar, impedir o ayudar, frustrar o inspirar a la acción. He aquí algunas frases que son dulce música al oído y al corazón: “¡Muy buen trabajo!”. “Déjame ayudarte”. “Cometí un error, perdóname”. “¡Felicitaciones!”. “Estamos orgullosos de ti”. “Gracias”. “Te quiero”. “Admiro tu capacidad”. “Tú puedes hacerlo muy bien”.

“No profieran palabras inconvenientes; al contrario, que sus palabras sean siempre buenas, para que resulten edificantes cuando sea necesario y hagan bien a aquellos que las escuchan” (Efesios 4, 29). San Francisco de Sales escribió: “El trato cortés y delicado es la crema de la caridad”. Que este mensaje oriente cada día tu conducta.


* Enviado por el P. Natalio

RESEÑA BIOGRÁFICA DE MAMA ANTULA


Beatificación de Mama Antula



Este sábado 27 de agosto a las 10 de la mañana, en la ciudad de Santiago del Estero, Argentina, será beatificada la Venerable María Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula. La ceremonia se realizará en el Parque Aguirre de la ya mencionada ciudad y será presidida por el Cardenal Ángelo Amato, Prefecto de la Sagrada Congregación para la causa de los santos, en representación del Papa Francisco.

Reseña Biográfica
La Venerable María Antonia de Paz y Figueroa, conocida por el pueblo como “Mama Antula”  nació en 1730 en Santiago del Estero, Argentina. Desciende de una ilustre familia de conquistadores y gobernantes. Su niñez la pasa en el campo, en la hacienda paterna en contacto con los pueblos originarios. A los 15 años decide consagrase a Dios y toma el nombre de Maria Antonia de San José. Algunos santiagueños lamentan la decisión ya que ella era muy bonita, de facciones finas y grandes ojos azules. En aquella época no existían religiosas activas fuera del convento de clausura, con lo cual ella decide vestir una túnica negra y vivir junto a otras mujeres la vida activa, se las llamaban “beatas” (lo que sería ahora laicas consagradas).

Guiadas por un sacerdote jesuita, el Padre Gaspar Juárez, se dedicaban a ayudar a los sacerdotes, instruir a los niños, cosían, bordaban, cuidaban enfermos y repartían limosnas. En 1767 Carlos III decide expulsar a los Jesuitas de América. María Antonia cuenta con 37 años cuando sucede esto, y quiere reinstaurar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Esto no fue bien visto por la sociedad, el medio era hostil, pero ella sigue con su idea de organizar esta práctica piadosa. Los participantes vivían en un lugar cerrado durante varios días escuchando charlas a fin de que reflexionen sobre su vida y apliquen lo que les es un bien para su alma.

Comienza María Antonia invitando uno a uno a estos retiros desde 1768 a 1770. Lo hace caminando descalza por las tierras de Santiago del Estero, Silípica, Loreto, Salavina, Soconcho, Atamasqui, etc. Luego decide salir a otras provincias y se va caminando a Catamarca, La Rioja, Jujuy, Salta y Tucumán. El Obispo de Tucumán le da la licencia y así comienzan a aceptarse nuevamente esta práctica religiosa. Los frutos de los Ejercicios se conocen por el bien que le hace al pueblo y sus cambios en la vida diaria. Los Ejercicios duraban 10 días y se hacían todo el año. Convivían las Damas con sus siervas y en tandas separadas los hombres con sus ayudantes de campo.

Luego del éxito y buenos frutos de estos retiros, decide ir a Buenos Aires. En ese momento era considerado una locura ya que debían caminar 1400 kilómetros a pie. Los peligros son múltiples ya que las zonas eran habitadas por animales salvajes: jaguares, chanchos del monte y ladrones que atacaban a los viajeros. Una de sus frases que guían sus pasos era “la paciencia es buena pero más la perseverancia”, y lo aplica en su máxima expresión.

Cuando llega a Buenos Aires en Septiembre 1779 va a visitar al Virrey y al Obispo durante un año para que le otorguen la licencia. El Virrey Vértiz tenía una antipatía visceral por todo lo que era jesuítico, le niega la autorización. En 1780 comienzan los retiros en Buenos Aires con un éxito increíble. Es allí cuando el Obispo cambia su parecer y apoya esta obra, por los frutos que dan en sus fieles. Llegaron a ver tandas de 200 personas y la Providencia fue muy generosa en asistir a todas las necesidades de los practicantes.

La comida que sobraba se repartía a los presos y a los mendigos que concurrían a la Casa. Ella escribe: “Veo que la Divina Providencia me socorre indefectiblemente para su continuación y que cada día más experimenta el publico el fruto de ellos. En cuatro años de ejercicios se han acercado más de 15.000 personas.”

Luego sus ansias de “quisiera andar hasta donde Dios no fuese conocido” la llevan a Uruguay, Colonia y Montevideo, donde está tres años. Retorna a Buenos Aires y comienza la edificación de lo que hoy es uno de los edificios más antiguos de Buenos Aires, la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, en Av. Independencia 1190, Capital Federal, Argentina. Ella va tocando puerta por puerta, hasta el Virrey acepta su obra. Ella dice “la obra era de Dios y para Dios” y es así como se edifica esta magnífica Casa.

Su obra es conocida en Francia, en el monasterio de Saint-Denis de Paris donde la priora del Carmelo era tía del rey Luis XVI. Sus cartas eran traducidas en varios idiomas: latín, francés, inglés, alemán y ruso. Estas cartas se envían a distintos países entre ellos Rusia. La fuerza testimonial que emana de sus cartas son modelos para los conventos por la fuerza que transmite. Se escribe un trabajo sobre ella llamado “el estandarte de la mujer fuerte” que se edita en 1791.
          
María Antonia realiza muchos hechos pródigos entre ellos cuando faltaba alimentos para sus practicantes la comida se reproducía de la olla o el pan se transformaba en fruta, o cuando faltaba grasa para preparar la comida, pasaba un donante por la puerta dejando justo lo que se necesitaba ese día.
          
El 7 de Marzo de 1799 muere a los 69 años. Sus restos descansan en la Basílica de Nuestra Señora de la Piedad en la calle Bartolomé Mitre 1524, Capital Federal, Argentina. El 12 de Julio de 1799 se le rinde homenaje en la Basílica de Santo Domingo. Cuando muere se calcula que unas 70.000 a 80.000 personas se habían beneficiado de los retiros espirituales.
          
Ha sido Maria Antonia quien introdujo en la Argentina la devoción a “San Cayetano”, muy arraigada en nuestro pueblo con una afluencia de miles de personas cada año visitan el Santuario de Liniers pidiendo pan, trabajo y salud. Subsisten vínculos históricos y pastorales que unen el Santuario de Liniers con la Congregación de las Hijas del Divino Salvador.
          
En 1905 los Obispos elevaron la causa de canonización de Madre Antonia a la Santa Sede. El 2 de julio de 2010, Benedicto XVI autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar el decreto por el que se reconoce que la sierva de Dios María Antonia de Paz y Figueroa (María Antonia de San José) practicó las virtudes cristianas en grado heroico y la proclamó venerable. Y finalmente, el 9 de febrero de 2016, la comisión de obispos y cardenales, tras evaluar el milagro que se le adjudica a Mama Antula, aprobó en forma unánime y elevó la propuesta al Papa Francisco que firmó el decreto que la incorporará en el libro de los beatos.

IMÁGENES DE MARÍA ANTONIA DE PAZ Y FIGUEROA, MAMA ANTULA














MILES ASISTIRÁN A BEATIFICACIÓN DE MAMA ANTULA EN ARGENTINA


Miles asistirán a beatificación de Mama Antula en Argentina
Por Carolina Requena



BUENOS AIRES, 25 Ago. 16 /  (ACI).- El corazón de los argentinos de Santiago del Estero, diócesis ubicada a unos mil kilómetros de Buenos Aires, se prepara para recibir a miles personas para la celebración de la beatificación de María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula, el próximo sábado 27 de agosto.

Sandro Mansilla, miembro de la comisión de organización de la ceremonia de beatificación, dijo a ACI Prensa que ya han confirmado su asistencia diversas autoridades provinciales además de la vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti, y casi 40 obispos del país.

"Existe una gran alegría en todo el pueblo ante el acontecimiento y tenemos un equipo que está ultimando todos los detalles con mucha esperanza. También muchas personas han abierto las puertas de sus casas, parroquias y colegios para acoger a los peregrinos", destacó.

La ceremonia de beatificación, que presidirá el Prefecto para la Congregación de las Causas de los Santos, Cardenal Ángel Amato, en representación del Papa Francisco, se realizará a partir de las 11:00 a.m. (hora local), en el Parque Aguirre donde en 1994 se celebró el Congreso Eucarístico Nacional.


Hasta el lugar llegarán a su vez en peregrinación las imágenes de diversos santuarios de la provincia Santiago del Estero como el Señor del Mailín, la Virgen de Sumampa, la Cruz de Matará, Nuestra Señora de Loreto, entre otras.

La fiesta comenzará un día antes, el viernes a las 17:00 horas con la Peregrinación Juvenil y el campamento de los jóvenes en el predio del Colegio San José. Allí habrá obras de teatro, videos, animación, música y danzas folclóricas.

De otro lado, en un video divulgado por la oficina de prensa de la Conferencia Episcopal Argentina, el Obispo de Santiago del Estero, Mons. Vicente Bokalic, recalcó la importancia del testimonio de vida de la próxima beata.

“Sabemos que un santo, un beato camino a la santidad es un don de Dios para su pueblo, es como una caricia de ese Dios que se hace presente a través de estas figuras ejemplares que nos han ayudado a conocer a Jesucristo y construir comunidades eclesiales”, dijo.

Mama Antula, afirmó el Prelado fue “una mujer muy fuerte, muy valiente que supo afrontar infinidad de dificultades confiando en la providencia de Dios”.

María Antonia de Paz y Figueroa nació en 1730 en Santiago del Estero. Trabajó desde muy joven con los jesuitas colaborando en la organización de ejercicios espirituales. Luego partió a Buenos Aires, donde se dedicó durante veinte años a predicar el mensaje de Cristo.


En 1795 fundó la Santa Casa de Ejercicios Espirituales en Buenos Aires, la que aún cumple su misión bajo el cuidado de la congregación Hijas del Divino Salvador. Falleció el 7 de marzo de 1799 en dicha residencia. Sus restos descansan en la actualidad en la Iglesia Nuestra Señora de la Piedad, en Buenos Aires.

El 4 de marzo el Papa Francisco aprobó el decreto que reconoce el milagro obrado por intercesión de la Sierva de Dios: en 1904 la religiosa María Rosa Vanina, de las Hijas del Divino Salvador, se recuperó de manera inexplicable de una colecistitis aguda con shock séptico, luego que los médicos pronosticaron una muerte segura.

ABRIR UNA RENDIJA PARA DIOS


Abrir una rendija para Dios
Ante los dolores de la vida, ante las penas que carcomen el alma, ansiamos una luz, una mano amiga, una rendija de esperanza.


Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net 




El corazón está herido. Por los propios pecados, por envidias profundas, por rencores que duran años, por miradas que nos reprochan faltas reales o delitos nunca cometidos.

Ante los dolores de la vida, ante las penas que carcomen el alma, ansiamos una luz, una mano amiga, una rendija de esperanza.

Hay dolores que hunden, que destrozan vidas. Hay dolores que se convierten en heridas abiertas en continua supuración. Hay dolores que provocan autocompasiones que destruyen.

En esos momentos, necesitamos abrir la mente a una verdad que salva: Cristo no vino a llamar a los justos, sino a los pecadores (cf. Lc 5,32).

En vez de dejar al mal destruir mi vida, necesito abrir una rendija a Dios. Sólo entonces Cristo podrá venir a mi casa, cenar conmigo, derramar el aceite de la misericordia sobre mis heridas, sacar mi alma de pesimismos enfermizos.

Abrir una rendija a Dios es posible siempre. Basta con recordar que el Maestro no ha dejado a los hombres. Cristo sigue en los mil caminos de la historia humana, tras las huellas de cada oveja perdida. Sigue tras mis pasos, respetuoso, en silencio, pero con un amor que quema, que purifica, que sana.

Hoy puedo abrirle la puerta de mi alma. Entonces Jesús entrará. Me dará fuerzas para llorar mis pecados con lágrimas confiadas. Me impulsará a invocar y acoger su misericordia en el sacramento de la confesión. Me ayudará a perdonar y a pedir perdón a quien haya herido con mis actos egoístas. Me invitará, revestido con una túnica blanca, a participar, ya aquí en la Tierra, en el gran banquete de la alegría de los cielos.

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 26 DE AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Agosto 26


Nos resulta difícil admitir a los otros tal como ellos son; siempre tratamos de corregirlos, de hacerlos como somos nosotros.
Pero, ¿con qué derecho pretendemos anular su personalidad, hacerlos de distinta forma de como los hizo Dios?

Por otra parte, si nosotros pretendemos cambiarlos, para que sean como nosotros, es porque inconscientemente estamos convencidos de que nosotros somos como hay que ser, de que nuestra forma de ser es la mejor de todas; por eso quisiéramos que los demás fueran como nosotros.

Y tener ese convencimiento es evidentemente un orgullo desmedido.

Cada uno tiene su personalidad y todos debemos respetar la personalidad de los demás; reconocer que ellos tienen derecho a ser distintos de nosotros y a pensar que la forma de ser de ellos es mejor que la nuestra.

En conclusión: hay que aceptar a los demás tal como son y sin pretender cambiarlos a nuestro gusto.

“Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados… porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes” (Lc 6,36-38).


* P. Alfonso Milagro

SEÑOR, A QUIÉN IREMOS?


Señor, ¿a quién iremos?



Un día decidimos subir a tu barca,
confiarte el timón.
Desde entonces
navegamos por la vida
y escuchamos sonidos diversos,
el ruido del trueno
que anuncia la tormenta,
los cantos de sirena
que prometen paraísos imposibles,
el bramido de un mar poderoso
que nos recuerda nuestra fragilidad,
las conversaciones al atardecer
con distintos compañeros de viaje,
los nombres de lugares
que aún no hemos visitado,
y los de aquellos sitios
a los que no volveremos.

A veces nos sentimos tentados
de abandonar el barco,
de cambiar de ruta,
de refugiarnos en la seguridad
de la tierra firme.
Pero, Señor,
¿a quién iremos…
si solo tú puedes ayudarnos
a poner proa
hacia la tierra del amor
y la justicia?

José Mª Rodríguez Olaizola, sj

FELIZ FIN DE SEMANA!!!


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