martes, 10 de noviembre de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 10 DE NOVIEMBRE DEL 2015



Siervos inútiles ante el Señor
Tiempo Ordinario


Lucas 17, 7-10. Tiempo Ordinario. A veces llegamos a creer que nosotros le hacemos un favor a Dios y nada más estamos haciendo lo que debíamos hacer. 


Por: P. Juan Gralla | Fuente: Catholic.net 



Te adelantamos las Reflexiones del Evangelio de la Semana 32o. del Tiempo Ordinario, del domingo 8 al sábado 14 de noviembre 2015.
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Del santo Evangelio según san Lucas 17, 7-10
En aquel tiempo, dijo el Señor: ¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: "Pasa al momento y ponte a la mesa?" ¿No le dirá más bien: "Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?" ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer. 

Oración introductoria
Padre ayudanos a decir: "Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer".

Petición
Te suplico toda tu gracia y misericordia para poder ser humilde en lo más profundo de mi corazón para ser digno de presentarme ante Ti en esta oración.

Meditación del Papa Francisco
Porque la fe es un encuentro con Jesús, y nosotros debemos hacer lo mismo que hace Jesús: encontrar a los demás. Vivimos una cultura del desencuentro, una cultura de la fragmentación, una cultura en la que lo que no me sirve lo tiro, la cultura del descarte. Pero sobre este punto os invito a pensar —y es parte de la crisis— en los ancianos, que son la sabiduría de un pueblo, en los niños... ¡la cultura del descarte! Pero nosotros debemos ir al encuentro y debemos crear con nuestra fe una “cultura del encuentro”, una cultura de la amistad, una cultura donde hallamos hermanos, donde podemos hablar también con quienes no piensan como nosotros, también con quienes tienen otra fe, que no tienen la misma fe. Todos tienen algo en común con nosotros: son imágenes de Dios, son hijos de Dios. Ir al encuentro con todos, sin negociar nuestra pertenencia» (S.S. Francisco, 18 de mayo de 2013).

Reflexión
Los hombres tendemos a convertir en "heroico" las cosas más ordinarias de nuestro deber. Nos llegamos a considerar "héroes" por llegar puntuales al trabajo o por respetar las señales de tráfico. Los niños creen que se merecen un premio por cumplir con sus deberes escolares... Sólo estamos haciendo lo que debíamos hacer.

También como cristianos se nos presenta esta tentación. Aunque nunca lo expresamos así, llegamos a creer que nosotros le hacemos un favor a Dios cuando rezamos, participamos en la Misa dominical, o cuando cumplimos los Mandamientos. Cristo nos ofrece este mensaje para prevenirnos de esta actitud, con la que nos olvidamos de que Él nos ha dado infinitamente más de lo que nosotros podemos ofrecerle.

Pero Dios no es un amo déspota y desconsiderado. No pensemos que al final de nuestra vida, después de haber trabajado y luchado sinceramente por Dios, seremos recibidos en el cielo con un seco y frío: "Sólo has hecho lo que tenías que hacer". Eso lo tenemos que decir nosotros, pero no lo dirá Él. Sus palabras las conocemos: dirá a quienes hayan vivido su mensaje: "Venid, benditos de mi Padre...". Y nos sentaremos con Cristo a gozar del banquete eterno.

Propósito
Tener una actitud de humildad, agardeciendo a Dios todo lo que soy y lo que tengo, no por méritos propios, sino por su generosidad.

Diálogo con Cristo 
Exigir con altanería «mis derechos», querer acaparar siempre la atención, buscar ser servido, son manifestaciones de mi orgullo. Señor, ayúdame a recordar siempre que sólo los humildes y los sencillos de corazón son los que están cerca de Ti y pueden poseerte. Jesús, haz mi corazón semejante al tuyo.

FRASES SOBRE LA HUMILDAD


FRASES SOBRE LA HUMILDAD





La humildad es en las virtudes lo que la cadena en los rosarios: quitad la cadena, y todos los granos caen; quitad la humildad, y todas las virtudes desaparecen
(Santo Cura De Ars)

La humildad es la virtud que regula la tendencia del hombre a exaltarse por encima de su propia realidad. Consiste, ante todo, en reconocer a Dios como Dios y Señor, y al hombre como criatura y siervo (Santo Tomás De Aquino)

La humildad es la fuente de toda tranquilidad (San Juan Bosco)

La humildad consiste no sólo en decir y pensar que estáis llenas de defectos, sino en gozaros de que lo piensen y digan los demás (Santa Teresita Del Niño Jesús)

La síntesis entre sabiduría y humildad es la herencia eterna de los discípulos del Divino Maestro (Beato Juan Pablo II)

En esto consiste la humildad: en conocer que soy nada, que nada puedo sino pecar, que estoy pendiente de Dios en todo, y estoy contentísimo de Dios  (San Antonio María Claret)

Humildad es desprecio de propia excelencia (San Estanislao de Kostka)

La humildad es la virtud mediante la cual el hombre se desprecia a causa del claro conocimiento que tiene de sí mismo (San Bernardo)

La mansedumbre y humildad de corazón, en modo alguno significan debilidad (Beato Juan Pablo II)

La humildad procede del conocimiento que tiene el alma de sí misma (Santa Catalina de Siena)

Humilde es el que se esconde en su propia nada y se sabe dejar en Dios 
(San Juan De La Cruz)

El que es humilde admite de buena gana que todos le manden (Santa Teresita Del Niño Jesús)

No es humilde quien no desea ser despreciado (San José de Calasanz)

Cuanto más humildes, mayor será el bien que haréis (Santo Cura De Ars)

El desecho del mundo, lo que no es nada, lo eligió Dios para destruir lo que es, para que nadie pueda gloriarse ante Dios (1 Cor 1,28-29)

Nadie es verdaderamente humilde si no está sometido a toda criatura, y primeramente y por encima de todo, a la Santa Iglesia nuestra madre (San Francisco de Asís)

La primera manera de humildad es necesaria para la salvación eterna, y es que me baje y me humille cuanto me sea posible, para que en todo obedezca a la ley de Dios, de suerte tal que aunque me hiciesen señor de todas las cosas de este mundo, ni por la propia vida temporal, quebrante un mandamiento divino o humano que me obligue a pecado mortal (San Ignacio de Loyola)

La segunda manera de humildad es más perfecta que la primera, y es que yo me hallo en tal punto que no quiero ni apetezco más tener riqueza que pobreza, querer honor que deshonor, desear vida larga que corta... y ni porque me quiten la vida, hacer un pecado venial 
(San Ignacio de Loyola)

La tercera manera es humildad perfectísima, y es que, incluyendo la primera y la segunda, y por imitar y parecerme más a Cristo nuestro Señor, quiero y elijo más pobreza, con Cristo pobre, que riqueza; oprobios, con Cristo lleno de ellos, que honores; y desear más ser estimado por vano y loco por Cristo, que por sabio ni prudente en este mundo (San Ignacio de Loyola)

El segundo grado de humildad consiste en que uno, al no amar su propia voluntad, no se complace en satisfacer sus deseos, sino que responde con hechos a la voluntad de Dios (San Benito)

El tercer grado de humildad consiste en someterse al superior con toda obediencia por amor de Dios, imitando al Señor (San Benito) 

El cuarto grado consiste en que, en la obediencia, dificultades, contradicciones e incluso injusticias a que uno se ve sometido, se abrace con la paciencia en su interior sin decir nada, y no se canse 
ni se eche atrás (San Benito) 

El quinto grado consiste en no esconder, sino manifestar humildemente los malos pensamientos y las faltas cometidas secretamente (San Benito) 

El sexto grado consiste en contentarse con las cosas más viles y abyectas, y considerarse como inepto e indigno para cuanto se le mande (San Benito) 

Con humildad todo se consigue; por fuerza, nada (San Francisco Javier)

No le aprovechará el conocimiento… sin humildad (San Buenaventura)

La humildad enaltece, porque nos hace súbditos de Dios (San Agustín)

La humildad es el camino de la verdad (San Bernardo)

La humildad es hija de la verdad; para ser humilde hay que conocer perfectamente a Dios y al hombre (San Luis María Grignon)

Cuanto mayores son los dones que Dios nos da, más humildes debemos ser; porque sin humildad, ninguna virtud es acepta a Dios (San Francisco de Asís)

San José es el modelo de los humildes (Beato Juan Pablo II)

Lo que le agrada a Dios es ver que amo mi pequeñez y mi pobreza, es la esperanza ciega que tengo 
en su misericordia (Santa Teresita Del Niño Jesús)

La humildad es el imán de la Gracia: como el imán atrae el hierro, así la humildad atrae la Gracia (San Luis María Grignon)

Con ningún medio se consigue más fácilmente la humildad que con la oración (San Estanislao De Kostka)

La humildad es la primera gracia que trajo Jesús al entrar en el mundo (San Cipriano)

Para conseguir humildad es necesario tener gran deseo de ella, y ejercitarla (San Estanislao De Kostka)

Para nosotros, peregrinos en la tierra, el camino más seguro para llegar a la patria es la humildad, el conocimiento y menosprecio de sí mismo (San Lorenzo Justiniano)

Hijo mío, que no te ensoberbezca la prosperidad ni te desanime la adversidad. Sé humilde, para que Dios 
te ensalce, ahora y en el futuro. (San Esteban, Rey de Hungría)

Que nunca busque yo, que nunca encuentre cosa alguna fuera de ti; que las criaturas no sean nada para mí; que yo no sea nada para ellas, y que tú, Jesús, lo seas todo... que nunca sea una carga para los demás, y que nadie se ocupe de mí; que me vea pisada y olvidada, como un granito de arena tuyo, Jesús... Que se cumpla en mí perfectamente tu voluntad... Mi tarea es no ocuparme de mí misma. (Santa Teresita Del Niño Jesús).

10 NORMAS ANTES DE PUBLICAR INFORMACIÓN DE SUS HIJOS EN REDES SOCIALES


10 Normas antes de publicar información de sus hijos en redes sociales 


Debemos partir de la certeza que en las redes sociales, especialmente Facebook, no solamente están sus amigos y conocidos, también se encuentra gente mala...


Por: Juan Camilo Díaz | Fuente: El Tiempo.com 




Los padres de familia vivimos orgullosos de nuestros hijos. Como la familia es el único lugar en donde se ama realmente a la persona por lo que es, pues amamos a nuestros hijos de una manera increíble, a tal punto que nuestro Facebook está destinado y dedicado, en muchos casos, a exaltar la belleza, capacidades, destrezas y actividades de los menores (hijos, sobrinos).



Sin embargo, publicar información y/o fotos de los chiquitines puede ser muy peligroso ya que no podemos saber a ciencia cierta quienes las van a ver y para qué las pueden utilizar (pornografía por ejemplo…). Por ese motivo es necesario que tome atenta nota de estas 10 normas que debe tener en cuenta antes de publicar imágenes de sus hijos y/o sobrinos en las redes sociales:

1. Jamás se debe ver en la foto los lugares, como colegio o parques, que el menor de edad frecuenta. Esto le daría señales a los criminales de los lugares donde lo pueden encontrar.

2. Evite publicar imágenes en donde el menor aparezca al lado del automóvil y mucho menos que se vea claramente la placa.

3. Esta es de sentido común: evite publicar información, además de la imagen, en donde indique nombre, apellido y edad. Incluso sea cuidadoso para que el archivo original no contenga esa información.


4. Nunca publique información que contenga las actividades y los horarios del pequeño. Por ejemplo: “Hoy clase de arte a las 5 pm en La Calleja”.

5. Por favor evite comentarios sentimentales. Me explico: si está de viaje no publique una foto en donde el texto sea algo como “los extraño mucho, ya el sábado nos veremos”. Eso es decirle a los criminales: “sigan, adelante, están solos. ¡Y hasta el sábado!”.

6. Como está de moda geolocalizar las imágenes que tomamos con celulares y tabletas, es recomendable que desactive esa herramienta ya que le está dando información de más a los malandros.

7. Esta es muy lógica: por favor no publique imágenes en donde el niño o niña aparezca con el uniforme y el escudo del colegio en donde estudia. ¡Y mucho menos si el menor aparece en ropa interior o vestido de baño!

8. Advierta a familiares y amigos para que no comparta la información si usted de repente se pasó de comunicador…

9. Tenga en cuenta que una vez publicada la información ya es PÚBLICA, es decir que desde ese momento es IMPOSIBLE borrarla.

10. Una pregunta antes de publicar: ¿tengo el derecho, o por lo menos es responsable, publicar información de mis hijos o sobrinos sin su consentimiento? ¿Te gustaría que alguien publicara tu vida en la web?

Lamentablemente debemos tener en cuenta que en Internet abundan los malos, los criminales, que se aprovechan, en muchos casos, de nuestra inocencia e ingenuidad. Queremos exaltar a nuestros hijos y sobrinos, pero eso tiene sus riesgos. Por eso hay que ser cuidadosos.

Creo que se escapa una norma 11: así como cuidamos a nuestros niños en el mundo real, en la calle, así de precavidos debemos ser en el mundo virtual…

*Este artículo fue publicado incialmente en ElTiempo.com Con la autorización de su autor y, por su utilidad, lo reproducimos también en nuestro portal.

PENSAMIENTO DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA ORACIÓN


DIEZ CLÁSICOS DEL CINE QUE NINGÚN CATÓLICO SE PUEDE PERDER

10 clásicos del cine que ningún católico se puede perder
Buenas películas, bien realizadas y con contenidos profundos


Fuente: http://catholic-link.com 



 
Buenas películas, bien realizadas y con contenidos profundos hay muchas, aunque quizás no tantas como quisiéramos. Hay producciones que, además, nos introducen en aspectos esenciales de la fe y nos permiten vislumbrar, con el lenguaje del cine, verdades imperecederas. Son ventanas a lo esencial y dan color, sonido y voz a aquello invisible a los ojos pero fundamental para comprender cada vez más la vida cristiana. Hemos escogido 10 películas de esta clase, sin deseo de hacer un “ranking” ni pensando que son las mejores. De hecho, estamos seguros de que hay muchas más y que, como toda lista de este tipo, está siempre un poco sujeta a la opinión personal y un tanto subjetiva de cada persona. Nota: hemos dejado de lado las películas sobre la vida de Cristo y sobre las vidas de los santos para otra ocasión.

1. La fiesta de Babette (1987):

Es una película danesa y una de las preferidas del Papa Francisco. La historia —que transcurre en un apartado pueblo de la costa—  parece sencilla pero encierra profundas analogías con el cristianismo. Es una gran virtud de esta película mostrarnos, con gran arte y belleza, que lo que opera detrás de lo aparente es algo mucho más profundo, y en el fondo, no otra cosa que la gracia de Dios que va transformando, a partir de una experiencia que empieza en lo sensible, los corazones que se abren a Él. En La fiesta de Babette, una auténtica fiesta de gozo, entrega y alegría, cada comensal va descubriendo un sentido más profundo para la vida, lleno de belleza y verdad.

2. La misión (1986):

Una gran producción cuya historia gira alrededor de las misiones jesuitas en Paraguay. Su historia encierra profundos elementos de perdón y reconciliación, además de evidenciar la tarea de los misioneros en esa parte del continente, con sus aciertos y desaciertos. Nos muestra también las grandezas que puede realizar el ser humano, al mismo tiempo que sus facetas más oscuras. La música que acompaña la película es una obra maestra en sí misma.

3. De dioses y hombres (2010):

Narra los días previos al asesinato de una comunidad de monjes trapenses en Argelia. La película no es un homenaje innecesario a la valentía de siete hombres, ni una invitación a la resignación frente a eventos desafortunados. Es, por el contrario, una llama de esperanza que ilumina un mundo lleno de odio y violencia, y lo es precisamente porque la historia de estos hombres resulta también un llamado a la acción decidida, incluso cuando esto significa elegir, por amor a Dios, confiar absolutamente en Él.

4. Ben Hur (1959):

Un clásico del cine además de una producción que nos lleva al encuentro de la figura histórica de Jesús. En ese recorrido que lleva a Ben Hur de la nobleza a la esclavitud de las galeras, de la servidumbre a la libertad como hijo adoptivo de un acaudalado romano, del triunfo y la aclamación al sufrimiento y desesperación por sus seres queridos, nos encontramos con otra persona que parece acompañarlo desde lejos: Jesús el Cristo. Ben Hur es siempre un hombre en búsqueda, y su corazón permanecerá inquieto hasta alcanzar lo que de verdad anhela: el rostro de Cristo.

5. Qué bello es vivir (1946):

Otro clásico del cine y en particular del tiempo de Navidad. Una película que nos lleva a comprender el valor del servicio sincero y la entrega desinteresada a los demás, y a valorar nuestras acciones no por sus frutos inmediatos sino más bien por los imperecederos. «Ningún hombre que tiene amigos es un fracaso», nos dice esta historia. Tampoco el hombre o mujer que ama y se deja amar. Al final de la película, mientras suenan las campanas de la iglesia y se celebra el nacimiento del Señor, quien vino no a buscar su propia gloria sino a realizar el bien y ponerse al servicio de la humanidad, la desesperanza del protagonista se convierte en alegría y cercanía con todos los que lo rodean, y las voces se elevan ya no en una petición de ayuda, sino en gloria a Dios en la forma de un villancico navideño.

6. Las flores de la guerra (2011):

Cruda representación de la masacre de la ciudad de Nankin (China) ocurrida en 1937. Las flores de la guerra es una película dura pero llena de belleza y significado. Es, en un sentido, un canto de esperanza para el corazón humano, que incluso herido por el mal puede hallar espacio para vencer al egoísmo y optar por el bien y el sacrificio. Enseña también a no desesperar de la condición humana, capaz de tanta destrucción y violencia, pero también de entrega y abnegación extraordinarias. Nos recuerda al mismo tiempo  aprender a no juzgar por lo externo. Son a veces los más pecadores quienes descubren con mayor fuerza la necesidad del amor y la misericordia, y se hacen así capaces de ponerse de rodillas y, entrando en sí mismos, recorrer el sendero de todos los hijos pródigos de la humanidad.

7. El árbol de la vida (2011):

Esta producción de Terrence Malick tiene quizás como gran defecto lo que es su mayor virtud: el intento de presentar una visión total del misterio de la creación, del pecado y del amor de Dios en la vida del hombre, misterio imposible de aprehender —y de representar— en su totalidad. Su lenguaje analógico es quizás por momentos de difícil comprensión, pero la belleza de su ejecución y la profundidad de los temas que toca es innegable. Se trata, por tanto, de una gran intento de presentar con imágenes el misterio de la vida, que involucra la acción de Dios, la respuesta del hombre, la libertad, el sufrimiento, la vida eterna, entre otros muchos temas tan importantes de reflexionar en todo peregrinar terreno.

8. Marcelino pan y vino (1955):

Hermosísima película española sobre un niño huérfano acogido en un monasterio. En medio de sus travesuras nos hará reír, sufrir y también llorar al descubrir, como lo hicieron los monjes, la sencillez y bondad que encierra el corazón de un niño, y sobre todo, su capacidad para hablar con Dios. Película de una ternura extraordinaria, que al mismo tiempo despierta en el interior el anhelo de un encuentro profundo, natural y cotidiano con Dios y con la Virgen.

9. Los miserables (2012):

Una de las producciones más importantes de los últimos tiempos y genial adaptación del musical basado en la famosa obra de Víctor Hugo. Difícil resumir o destacar los aspectos más importantes o interesantes de la película. En ella, en realidad, se muestra lo mejor y lo peor de la humanidad, con muchas de sus complejidades, anhelos, alegrías, fracasos y dolores. Lo épico se entremezcla con el sinsentido, el amor va de la mano del dolor, la felicidad con el desprendimiento, y el camino que separa la felicidad de la amargura y la desesperación es a veces una sutil línea donde las intenciones y el uso correcto o equivocado de la libertad deciden batallas de alcance insospechado.

10. Yo confieso (1953):

Una gran producción de Alfred Hitchcock que gira en torno al secreto de la confesión sacramental. Si bien por un lado resalta el misterio y suspenso de la historia, detrás de ellos se encuentra el gran valor del p. Michael Logan para proteger el sigilo sacramental y ser fiel a sus propios compromisos, incluso a pesar de lo que puede significar para su propia vida. Toda una lección para nuestro tiempo. Es, al mismo tiempo, una historia de perdón y amor al prójimo, en especial hacia aquel que nos daña.

 
Y un bonus…

11. Cartas a Dios (2009):

Cartas a Dios es una hermosa alegoría de la vida cristiana vista a través de los ojos de un niño con una enfermedad terminal. No busca soslayar la dureza de la enfermedad, ni presentar una visión rosa de la vida. Enseñándonos lo verdaderamente valioso en la vida cuando se ilumina por lo que Dios nos ha revelado,Cartas a Dios resulta una película llena de ternura, compasión y, paradójicamente a ojos humanos, llena de gozo y paz. Es, en este sentido, toda una catequesis sobre la vida cristiana.

DIOS PREFIERE CONTAR CONTIGO

Dios prefiere contar contigo


Dios está contigo
Sólo Dios puede dar la fe...pero tú puedes dar tu testimonio.

Sólo Dios puede dar la esperanza... pero tú puedes devolverla a tus hermanos.

Sólo Dios puede dar amor...pero tú puedes enseñar a amar.

Sólo Dios puede dar la paz...pero tu puedes sembrar la unión.

Sólo Dios puede dar la fuerza...pero tú puedes animar al desanimado.

Sólo Dios es el camino...pero tú puedes señalarlo a los otros.

Sólo Dios es la luz... pero tú puedes hacer que brille a los ojos de todos.

Sólo Dios es la vida...pero tú puedes hacer que florezca el deseo de vivir.

Sólo Dios puede hacer lo que parece imposible... pero tú puedes hacer lo posible.

Sólo Dios se basta a sí mismo... pero prefiere contar contigo.

FELIZ MARTES!!


lunes, 9 de noviembre de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 9 DE NOVIEMBRE DEL 2015


No conviertan en mercado la casa de mi Padre
Tiempo Ordinario


Juan 2, 13-22. Dedicación Basílica Letrán. Hoy sigue habiendo mercaderes en el Templo. ¿Qué está en mis manos hacer? 


Por: P. Juan Gralla | Fuente: Catholic.net 



Te adelantamos las Reflexiones del Evangelio de la Semana 32o. del Tiempo Ordinario, del domingo 8 al sábado 14 de noviembre 2015.
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Del santo Evangelio según san Juan 2, 13-22
Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas, palomas, y a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre". En esos momentos, sus discípulos se acordaronde lo que estaba escrito: El celo de tu casa me devora. Después intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?" Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?" Pero Él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.

Oración introductoria
Padre mío, te pido guíes mi oración para que aumente mi fe y mi celo por estar siempre dispuesto a defender la verdad que me has revelado en la Sagrada Escritura. Sé que siempre me escuchas, dame la capacidad de percibir tu voz, Señor y Dios mío.

Petición
Señor, concédeme corresponder a tu inmenso amor siendo siempre fiel a tu Palabra.

Meditación del Papa Francisco
El templo es un lugar donde la comunidad va a rezar, a alabar al Señor, a darle gracias, pero sobre todo a adorar: en el templo se adora al Señor. Y este es el punto importante. También, esto es válido para las ceremonias litúrgicas, ¿qué es más importante? Lo más importante es la adoración: toda la comunidad reunida mira al altar donde se celebra el sacrificio y adora. Pero, yo creo - humildemente lo digo - que nosotros cristianos quizá hemos perdido un poco el sentido de la adoración y pensamos: vamos al templo, nos reunimos como hermanos - ¡es bueno, es bonito! - pero el centro está donde está Dios. Y nosotros adoramos a Dios.
¿Nuestros templos, son lugares de adoración, favorecen la adoración? ¿Nuestras celebraciones favorecen la adoración? Jesús echa a los mercaderes que habían tomado el tempo por un lugar de comercio más que de adoración. (Cf. S.S. Francisco, 22 de noviembre de 2013, homilía en Santa Marta).
Reflexión

No deja de sorprendernos ver a Jesús enfurecido, sacando a los mercaderes del Templo a latigazos. Tenía que defender algo sagrado: la casa de su Padre. Es lógico que se enfade por una situación como esa. ¿Qué haríamos nosotros si entrásemos en la casa de nuestros padres y aquello se hubiera convertido en un mercado persa? Si no hiciéramos nada, ¡menudos hijos seríamos!
Lo más probable es que siguiéramos el ejemplo de Cristo. Porque Jesús amaba a su Padre infinitamente y no podía consentir aquel abuso. El amor apasionado le impulsaba a actuar de aquel modo.

Hoy sigue habiendo "mercaderes en el Templo". Sabemos que cada hombre es "templo del Espíritu Santo" y hay muchos hombres y mujeres cuyos templos están siendo profanados con todo tipo de abusos morales y físicos. Este panorama debería "quemarnos" las entrañas y suscitar en nosotros una pasión por lo que es sagrado: cada ser humano.

¡Cuántos atropellos a su dignidad! Cada aborto, cada violación, cada acto de esclavitud es una verdadera profanación.

Propósito
Nosotros, como cristianos, deberíamos salir en defensa de todos esos hermanos nuestros que sufren, pues ahí está también Cristo sufriendo. ¿Qué está en mis manos?

Diálogo con Cristo
Espíritu Santo, te pido la sabiduría y la fortaleza para saber defender a la Iglesia. Que nunca acepte la mediocridad o la indiferencia. Frecuentemente dejo que la apatía o la flojera disminuyan mis ganas de trabajar, por eso te pido que enciendas en mí el fuego de tu amor para ser un apóstol, empezando por mi propia familia.

ESTAMPAS CON JACULATORIAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS




CONFIANZA EN SU AMOR


CONFIANZA EN SU AMOR






Me tocó luchar muchísimo para lograr que Dios me diera al primero de mis dos hijos, y después de 4 años pude lograrlo sintiéndome la mujer más feliz del mundo. Cuando mi hijo tenía 2 años recién cumplidos, decidí realizarme una cirugía oftálmica para dejar de usar lentes de contacto; nunca imaginé que el corte que realizó la cirujana ocasionaría una hemorragia expulsiva que terminó con mi ojo y casi con mi vida. Me hundí en una depresión por meses; casi me cuesta mi familia; mi ojo quedó impresionantemente destruido, sentía vergüenza ver a mi hijo, esposo y a los padres de familia de la Estancia Infantil donde laboro, ellos no me habían conocido así, ¡qué vergüenza! ¡Tal vez podría asustar a los bebés!

Me volví contra Dios; le pregunté miles de veces el porqué, para qué me había dado un hijo que jamás estaría orgulloso de su mamá. En el Kinder se burlarían de él, pues su mamá tenía un ojo azul y otro negro. Cambié mucho, sentía rencor con la vida, con todo y con todos; me costó muchísimo luchar para sobrevivir y salir adelante.

Una noche, a los 2 meses de lo sucedido, mi hijo tuvo un grave accidente en su ojo derecho (el mismo ojo en el que yo sufrí el accidente); se encajó un palo para piñata, brincó de la cama y cayó con toda su fuerza sobre el palo y en su ojito; esa noche fue un caos total, localicé a mi actual médico tratante (excelente médico) a las 10:00 p.m. y después de un minucioso chequeo, me dio la triste noticia de que tenía que operarlo ya que su cornea había sufrido un grave daño.

Me citó una semana después mientras le recetó medicamento para el dolor. 
Durante la semana sentí que definitivamente Dios se había olvidado de mí, pero un día me armé de valor y con el corazón en la mano le pedí que me escuchara, que era importante lo que le diría; cerré mis ojos y le dije: "Señor mío, te pido, te suplico, te imploro que tomes el ojo que me queda, te lo ofrezco Señor, cerraré mis ojos y al abrirlos déjame ciega, toma el único ojo que me queda, pero sana a mi hijo. Contaré hasta 3 y Tú que todo lo puedes, ¡hazlo!" Y así lo hice; 1, 2, 3 ¡y nada! Yo seguía viendo.

Mi fe se fue al suelo nuevamente; al pasar la semana acudimos a la cita con el médico y al revisar él a mi niño de nuevo, no sabía cuál ojo había sido el dañado, ya que ninguno tenía rastro de nada... ¡Ese fue mi Padre Celestial! 
Comprendí que Dios sí me había tomado la palabra pero anticipadamente y este ojo que me dejó fue para poder ver a mis hijos crecer. 

Sé que Dios Nuestro Señor es incondicional y no necesita intercambiar algo para darnos otro algo, pero comprenderlo de esta manera me ayudó a sanar mi corazón.

Más tarde sin esperarlo, nació mi hija Estefanía. ¿Qué más le puedo pedir a la vida? Recientemente he pasado por otro momento muy duro de mi vida, me he sometido a una nueva cirugía oftálmica (con duración de 3 horas y media), para extraer mi órgano ocular e implantar una prótesis; no es fácil hacerse a la idea de traer un "plástico" con un ojo dibujado. He estado preparándome psicológicamente para esto, es muy difícil aceptar estas cosas de la vida, pero en fin, Dios sabe el porqué de ellas; deseo expresar que me siento plenamente agradecida con Él por darme toda la Fe y Confianza en su amor que es eterno y de su piedad y misericordia divina e infinita.

Historia real de Nancy D. Sánchez

CUANDO SOLAMENTE ME QUEDAS TÚ


Cuando solamente me quedas Tú




Ya no camino en la incerteza. Está abierta la puerta de la esperanza, aprendo a desprenderme de las falsas seguridades humanas.


Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net 




Necesitamos ayuda y consuelo. Los buscamos entre los hombres, sin resultados, en muchas ocasiones.

La vida golpea continuamente. Ayer fue un compañero que nos cerró la puerta. Hoy es un “amigo” que no quiere saber nada de nuestro problema. Mañana... da miedo pensar cuál será la próxima sorpresa.

Sé, sin embargo, que hay Alguien que me apoya siempre, que está a mi lado, que me ofrece su brazo, que me levanta en las caídas, que me consuela plenamente.

Dios es fiel. Lo sé desde que leí el Evangelio, desde que escuché las palabras de ternura del Hijo del Padre. Su presencia, sus milagros, su agonía, su triunfo, son también míos.

Ya no camino en la incerteza. Está abierta la gran puerta de la esperanza. Tengo un Consolador que no me deja. Puedo confiar y seguir adelante.

Cuando solamente me quedas Tú, aprendo a desprenderme de las falsas “seguridades” humanas. He comprendido lo débil que es el corazón humano, su terrible capacidad de cobardías y traiciones.


En cambio, Tú eres fiel y bueno. Tú eres el verdadero Amigo que das la vida, también por el débil, por el pecador, por el necesitado.

Jesús, llega el momento de dar un paso hacia el abandono. Me pongo en tus manos, como tantos hombres y mujeres del pasado y del presente.

Ya no hay noche en mi corazón. Camino apoyado en Ti, Buen Pastor que me sostienes entre tus brazos...

HOY CELEBRAMOS LA DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN - 9 DE NOVIEMBRE


La fiesta de hoy
DEDICACIÓN O CONSAGRACIÓN
DE LA BASÍLICA DE LETRÁN
9 de Noviembre 



Hoy celebra la Iglesia la fiesta de la dedicación o consagración de la basílica de Letrán, que es la catedral de Roma. En la Iglesia tiene importancia, porque al celebrar la catedral de Roma, quiere que estimemos no sólo todas las catedrales sino también todos los templos de nuestras comunidades cristianas católicas.

La basílica de Letrán comienza en los tiempos del emperador Constantino. Este emperador, con la influencia de su madre santa Elena, el año 313 había promulgado un decreto dando plena libertad a los cristianos para manifestar externamente su fe. La esposa de Constantino, Fausta que era cristiana, poseía en Roma un gran palacio que había pertenecido a la familia Laterani. Deseando celebrar el papa Melquíades un sínodo con muchos obispos, Fausta le cedió este palacio para el evento. Al poco tiempo murió Fausta y el emperador Constantino regaló este palacio al Papa, que ya era Silvestre I.

Además el emperador, en los grandes jardines que tenía el palacio, mandó construir una gran basílica para que fuese sede del papa y catedral de Roma. La consagración fue el 9 de Noviembre del año 324. El nombre del “Divino Salvador” proviene, dicen unos que porque con ese nombre se consagró. Otros dicen que procede de cuando en el año 787 se volvió a consagrar y una imagen del Divino Redentor sangró por los golpes de un judío. Se la conoce más con el título de san Juan, porque había dos altares importantes dedicados a san Juan Bautista y al Evangelista y sobre todo por el hermoso baptisterio en honor de san Juan Bautista.

Con esta basílica cambió el concepto de templo cristiano, ya que los templos paganos en Roma eran pequeños, pues no eran para reunión de la gente, sino sólo para morada de los dioses o ídolos. Algo parecido pasaba en el templo de Jerusalén, pues en lo más sagrado sólo estaba el “arca de la alianza”, símbolo de la presencia de Dios y sólo entraba un sacerdote. Toda la gente con sus ofrendas estaba en los patios. En cambio en los templos cristianos, además de la presencia de Dios y de la presencia real de Jesús en la Eucaristía, se reúne el pueblo cristiano para orar. Por eso no se pudieron cristianizar los templos paganos, sino que se usaron las basílicas. Estas eran unos edificios grandes, que servían para ventas, tribunales o política: actos grandes  presididos por el rey. De ahí su nombre, pues rey en griego se llama “basileus”.

El evangelio de este día habla de la expulsión de los comerciantes en el templo por parte de Jesús. El comercio allí se veía como normal, pues al tener la gente que ofrecer  animales, se les facilitaba la venta allí mismo y podían pagarlo mejor con la moneda del templo. El hecho es que Jesús ve que la ofrenda a Dios se ha convertido en un negocio y que todo ello es un gran impedimento para que la gente sencilla pueda acercarse a Dios por medio de la oración.

Así al Dios de Israel, que ama a su pueblo, y sobre todo a los pobres y sencillos, le han convertido en un dios lejano y exigente, que parece estar más con los ricos que pueden dar ofrendas mejores. Por eso Jesús tuvo esa reacción fuerte: para poder dejar un poco más claro que el Reino de Dios es de amor y de un culto y oración más interior, muy diferente de todo ese tinglado y negocio que habían montado aquellos sacerdotes y jefes que sólo se preocupaban por enriquecerse.

De hecho el templo no es totalmente necesario para estar con Dios, ya que lo importante es adorarle “en espíritu y verdad”. También nosotros somos templo de Dios, pues en aquel que ama a Dios habita la Santísima Trinidad. Pero el templo externo es muy conveniente, porque necesitamos expresar nuestra fe de una forma externa. El templo además representa a Jesucristo, que es la “imagen del Padre”; y en la mayoría de los templos habita Jesús, hombre y Dios, de una manera real en la Eucaristía. Por eso al estimar el templo, procuramos que sea artístico y hermoso, y lo adornamos, para sentirnos a gusto cuando estamos juntos y para demostrar nuestro amor a Jesucristo, a su madre, la Virgen María, y a algunos de sus siervos que están en el cielo.


P. Silverio Velasco

CONTRASTE - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DEL DOMINGO 8 DE NOVIEMBRE DEL 2015


Lectura del santo Evangelio según San Marcos 12, 38-44

En aquel tiempo enseñaba Jesús a la multitud y les decía:
–¡Cuidado con los letrados! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos. Esos recibirán una sentencia más rigurosa.
Estando Jesús sentado enfrente del cepillo del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a sus discípulos les dijo:
–Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.

Palabra del Señor

Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Mc, 12, 38-44

CONTRASTE

El contraste entre las dos escenas es total. En la primera, Jesús pone a la gente en guardia frente a los escribas del templo. Su religión es falsa: la utilizan para buscar su propia gloria y explotar a los más débiles. No hay que admirarlos ni seguir su ejemplo. En la segunda, Jesús observa el gesto de una pobre viuda y llama a sus discípulos. De esta mujer pueden aprender algo que nunca les enseñarán los escribas: una fe total en Dios y una generosidad sin límites.

La crítica de Jesús a los escribas es dura. En vez de orientar al pueblo hacia Dios buscando su gloria, atraen la atención de la gente hacia sí mismos buscando su propio honor. Les gusta«pasearse con amplios ropajes» buscando saludos y reverencias de la gente. En la liturgia de las sinagogas y en los banquetes buscan «los asientos de honor» y «los primeros puestos».

Pero hay algo que, sin duda, le duele a Jesús más que este comportamiento fatuo y pueril de ser contemplados, saludados y reverenciados. Mientras aparentan una piedad profunda en sus «largos rezos» en público, se aprovechan de su prestigio religioso para vivir a costa de las viudas, los seres más débiles e indefensos de Israel según la tradición bíblica.

Precisamente, una de estas viudas va a poner en evidencia la religión corrupta de estos dirigentes religiosos. Su gesto ha pasado desapercibido a todos, pero no a Jesús. La pobre mujer solo ha echado en el arca de las ofrendas dos pequeñas monedas, pero Jesús llama enseguida a sus discípulos pues difícilmente encontrarán en el ambiente del templo un corazón más religioso y más solidario con los necesitados.

Esta viuda no anda buscando honores ni prestigio alguno; actúa de manera callada y humilde. No piensa en explotar a nadie; al contrario, da todo lo que tiene porque otros lo pueden necesitar. Según Jesús, ha dado más que nadie, pues no da lo que le sobra, sino «todo lo que tiene para vivir».

No nos equivoquemos. Estas personas sencillas, pero de corazón grande y generoso, que saben amar sin reservas, son lo mejor que tenemos en la Iglesia. Ellas son las que hacen el mundo más humano, las que creen de verdad en Dios, las que mantienen vivo el Espíritu de Jesús en medio de otras actitudes religiosas falsas e interesadas. De estas personas hemos de aprender a seguir a Jesús. Son las que más se le parecen.

VISITAR A LOS ENCARCELADOS, UNA OBRA DE MISERICORDIA

Visitar a los encarcelados. Una obra de misericordia
Una simple visita que haga sentir el amor de Dios a la persona que esta presa


Por: H. Jesus Talavera, L.C. | Fuente: Catholic.net 



Muchas veces al acercarme al Evangelio me he llevado muchas sorpresas. Hoy, al leer el relato del juicio final, ha sido un caso de ellos. En concreto, la parte que dice: "Venid benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo […] porque estaba en la cárcel, y vinisteis a verme" (Mt 25,34-36). De ahí ha nacido esta pregunta: ¿Es posible que Jesús se encuentre en un preso?
La respuesta la da el mismo Evangelio: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños a mí me lo hicisteis" (Mt 25,40). Si el preso es inocente, Cristo está de un modo muy especial en él. Pero si es culpable, ¿se encuentra también en una persona "mala" o "injusta"? Sí, también ahí esta Jesús.
Y está porque Él mismo está preso dentro de los culpables. De alguna manera, Cristo se identifica con cada uno de nosotros, independientemente de quiénes seamos, cuánto bien o cuánto mal hayamos hecho. Quiere hablarnos por medio de nuestra conciencia, despertar nuestros corazones y hacernos ver que Él habita en nosotros. Solo espera que le demos una oportunidad.
Quien vive encarcelado tras haber cometido un delito toca fondo sobre las verdades de la vida, reflexiona sobre su pasado y descubre que sus acciones y actitudes no fueron las más correctas, y desea muchas veces enmendarse o encontrar la esperanza de ser perdonado. Necesita de misericordia, quiere encontrarse con Jesús (aunque muchas veces no lo sepa).
Es aquí cuando entra la misión de todo católico según una de las obras de misericordia: visitar al encarcelado. Una simple visita que haga sentir el amor de Dios a la persona que esta presa. Una visita que puede saciar ese "tengo sed" (Jn 19,28) de Jesús Crucificado y puede tornarse en una "llave" para sacar a Jesús de la cárcel del olvido.
Jesucristo mismo nos da el ejemplo de acompañar y comprender a quien sufre el encarcelamiento no solo físico, sino también el espiritual: comía con los que eran prisioneros del pecado, con publicanos y prostitutas (Mt 9,11); ofrece el perdón al buen ladrón (Lc 23,42); y prepara un banquete a quien se había alejado de él para vivir preso del pecado (Lc 15,22).
Por eso, en este año del Jubileo de la Misericordia, convocado por el Papa Francisco, acerquémonos a nuestros hermanos que sufren en las cárceles, llevemos el testimonio del perdón y el amor del Señor a quienes no lo conocen, seamos ese vultus misericordiae (rostro de misericordia) que tanto necesitan las almas.
Demos la oportunidad de que Jesús actúe en ellos y en nosotros: en ellos para que comprendan la libertad de tener un corazón en el que Cristo vive; y en nosotros, para que no seamos ajenos al sufrimiento del Señor y podamos descubrirle en cada uno de nuestros hermanos. Y así, "seremos bienaventurados de ser misericordiosos, pues recibiremos misericordia" (cf. Mt 5,7).
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